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Podemos, hablar, hoy día, de una Filosofía de la Educación

Musical Latinoamericana, propiamente dicha, tal como


pudiéramos pensar, existe en Europa y en otras latitudes?
Cuando hablamos de modernidad, nos estamos refiriendo a una era que comienza en el
siglo XV y termina a finales del siglo XVII, época donde ocurrieron cambios significativos en
las sociedades de aquellos tiempos. Todo gracias a la revolución francesa y la revolución
industrial, a la par de uno de los acontecimientos más importantes de la historia como fué
el Renacimiento, movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental y que significo
la transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna.
Durante los primeros siglos de la era moderna, los pueblos latinoamericanos estaban
subordinados políticamente a un grupo de estados europeos. Se dependía totalmente de
Europa en lo político, lo económico y hasta en lo cultural. A pesar de que todas las
estructuras de la sociedad europea habían cambiado, todavía en Latinoamérica
predominaba el Colonialismo, cosa que cambio siglos después.
Todo lo que ocurria en Europa, de alguna manera influia en lo que pasaba en este lado del
mundo; las corrientes de libertad que surgieron en Francia durante la revolución, tuvieron
repercusión en nuestra región. Eso trajo como consecuencia que surgieran movimientos
revolucionarios que condujeron finalmente a las guerras de independencia ocurridas en
Latinoamérica a comienzos del siglo XVIII.
Es de suponer que no había una integración como tal entre los pueblos latinoamericanos
durante esa época, lo que podría traducirse en que cada nación llevaba sus proyectos de
acuerdo al contexto social predominante y tomando en cuenta la cultura local, aunque si
bien es cierto que compartimos el mismo idioma, hay cosas que nos diferencian como
pueblos. Los textos y libros para la educación eran producidos en Europa hasta que se
fueron construyendo las imprentas. El primer taller de imprenta que se conoce
formalmente, en el caso de Venezuela, se creó el 24 de octubre de 1808, cuando sale el
primer número de la Gazeta de Caracas del taller de Mateo Gallagher y Jaime Lamb, editada
por Andrés Bello. Estamos en el siglo XVIII, correspondiente a la era contemporánea y la
cual se inicia cuando triunfa la revolución francesa en el año de 1789.
A diferencia de Europa, que ya tenía escuelas formales de música y donde podemos afirmar
que existía una filosofía de la educación musical, no podemos decir lo mismo de
Latinoamérica. Los inicios más bien se dieron de manera tardía en el siglo XV y tuvo muy
poco desarrollo durante la era colonial. La música fue traída a estas tierras por los
misioneros católicos que vinieron en función evangelizadora y quienes fueron los que
inculcaron la música en la población aborigen que habitaban estas tierras. Ya para el siglo
VXII, surgen los músicos compositores, lo cuales dejaron sus obras de forma escrita. De esta
manera podemos decir que a partir de ese momento, se inició de manera formal, la
enseñanza de la música.
Hoy día, para hablar de una integración real latinoamericana, que traería como resultado la
unificación de criterios en cuanto a una filosofía de la educación musical latinoamericana,
tendríamos que pasar por hacer una reflexión profunda y sistemática sobre la importancia
de la educación musical, respetando el contexto sociocultural de cada pueblo y tomando
en cuenta sus diferencias y particularidades. Solo así podríamos llegar a construir esa
Filosofía de la educación musical en la región de Latinoamérica.
Para culminar, y tomando como ejemplo el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles
e Infantiles de Venezuela, creado por el maestro José Antonio Abreu, proyecto que ha
traspasado las fronteras de Venezuela y cuya estructura como su funcionamiento ha sido
copiado por otros países latinoamericanos y resto del mundo, podría considerarse como
un proyecto integrador para la enseñanza de la música y que podría encajar, con muy
merecida razón, en esa Filosofía de la Educación de la Música no solo latinoamericana sino
del mundo.

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