Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Unidad 1 Pensamiento Empresarial
Unidad 1 Pensamiento Empresarial
De acuerdo a Daniel Kahneman (2011), premio nobel de economía por su trabajo en toma de
decisiones, las personas tenemos dos formas pensar y operar. Él las define como pensar rápido y
pensar despacio.
El pensamiento rápido nos acompaña en la mayoría de las tareas cotidianas, como escribir en el
computador o el teléfono, conducir un vehículo o interpretar algún elemento sencillo de nuestra
profesión. Nos resulta sencillo porque hemos repetido la acción en múltiples ocasiones y, la mayoría
de las veces, funciona de la forma que esperamos. Esta noción de funcionamiento predecible es lo
que constituye la heurística, o atajo mental. Es importante señalar que las heurísticas, a pesar de su
funcionamiento regular, son susceptibles a hacernos caer en error, por medio de los llamados sesgos
cognitivos. Los sesgos cognitivos son atajos mentales que evitan el que analicemos de forma eficaz
una situación, llevándonos a conclusiones erradas. Entre los sesgos más conocidos está el de anclaje,
en el que juzgamos una situación en función de la información que se nos proporciona. Este efecto
es normal en las ofertas publicitarias, donde se nos informa, por ejemplo, de un descuento, el que
asumimos como cierto sin evaluar el costo
original del producto o su precio en otro
lugar.
Un elemento importante para diferenciar los ámbitos de acción de ambos pensamientos está dado
por las condiciones en las cuales operan ambos tipos de pensamiento. El pensamiento rápido opera
bajo condiciones esencialmente estables, es decir, cuando los parámetros o las situaciones a las que
nos enfrentamos son regulares y no nos provocan incertidumbre. Por el contrario, el pensamiento
lento opera fundamentalmente cuando debemos resolver problemas que requieren un análisis
acabado del contexto.
Pensar comercialmente significa tener la conciencia de que nuestro negocio sólo existe en la medida
que tenga un cliente, es decir, alguien a quién le resolvemos una necesidad.
Así, una de las primeras intuiciones que debemos entrenar es aquella referida a la identificación de
la necesidad que nuestro negocio buscará satisfacer, esto implica identificar tanto a nuestro cliente,
es decir a quién comprará nuestro producto o servicio, y a nuestro consumidor qué es quién
finalmente utilizará dicho producto o servicio.
Esta distinción es crucial, ya que está relacionada directamente con la percepción de valor:
Entender qué mueve a nuestro cliente, es la base para poder proveerlo de servicios de alto valor. El
foco de nuestra labor comercial es lograr que nuestro cliente considere que nuestra solución le
agrega valor, es decir, que soluciona un problema a un costo menor del que nuestro cliente está
dispuesto a pagar por resolverlo.
En términos simples, el valor creado es posible estimarlo en términos de cuánto está el cliente
dispuesto a pagar por sobre mis costos para satisfacer su necesidad. Si logro ofrecerle una solución
que esté dentro de los costos que considera razonables, probablemente lograremos cerrar una
venta. Este procedimiento es el que usualmente se realiza cuando implementamos estudios de
mercado.
Siguiendo a Kahneman (2011), las personas tenemos dos formas de pensar: pensar rápido y
pensar despacio. El pensamiento rápido se aproxima al conocimiento de manera
experiencial, de manera que nuestras reacciones son casi instintivas, naturales y como acto
de reflejo. Por otro lado, el pensamiento lento alude a pensar de manera reflexiva
analizando la situación, por tanto, utilizando muchos recursos cognitivos.
De esta forma, pensar comercialmente significa también, comunicar claramente el valor que
nuestro producto o servicio entrega, para que el cliente también lo pueda reconocer
claramente.
Bibliografía
Ariely, D. (2019). Amazing Decisions: The Illustrated Guide to Improving Business Deals and Family
Meals. NY: Hill and Wang
Hirschman, A., (1970). Introduction and Doctrinal Background. En Exit, Voice, and Loyalty:
Responses to Decline in Firms, Organizations, and States. Cambridge, MA: Harvard
University Press.
Kahneman, D. (2011). The Characters of the Story. En Thinking, Fast and Slow. Nueva York.
Porter, M. E. (1996). "What Is Strategy?" Harvard Business Review 74, no. 6 (November–December
1996)
Reichheld, F. (2003), “The One Number You Need to Grow,” Harvard Business Review, vol. 81, no.
12 (December), 46-54.