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Poema 8: Insomnio. (HIJOS DE LA IRA. 1944). DÁMASO ALONSO.

1._ BREVE CONTEXTUALIZACIÓN:


Dámaso Alonso (Madrid, 1898-1990), también miembro de la Generación del 27 publica
Hijos de la ira (1944) en la que se inserta el poema que comentaremos a continuación. La escribió
durante los primeros años de la posguerra. Es un tipo de poesía hasta ahora no comentada. Se trata
de una apuesta del autor por un tipo de poesía tildada de desarraigada.
Desde que descubrió a Rubén Darío se inclinó por el cultivo de la literatura, y su amistad
con Aleixandre acentuó este interés y acabó consolidándolo. También frecuentó la Residencia de
Estudiantes; lugar que, como ya habremos podido comprobar, fue la placenta de numerosos autores
de esta generación. Enseñó en Oxford y fue catedrático de Lengua y Literatura Españolas en la
Universidad de Valencia. También es relevante mencionar que fue miembro de la Real Academia
de la Historia y de la RAE de la cual incluso llegó a ser director.
En sus inicios también trabajó la poesía pura o desprovista de contenidos sociales o morales,
como lo hicieron Juan Ramón Jiménez o Jorge Guillén en alguna de sus etapas, aunque en el caso
que nos ocupa, Insomnio será reflejo del descontento y de esa angustia existencial de la que se
empaparon la mayor parte de los artistas tras la Guerra Civil. El mensaje de su obra es claro: desea
generar una visión sombría y decadente de la propia condición humana. Sin ocultarse demasiado
detrás de sus palabras, Dámaso Alonso vierte una crítica sobre los desastres de la guerra, sus
consecuencias, su desesperación y en último lugar, antes de derrumbarse, su profunda tristeza.

ANTES DE LA LECTURA. GLOSARIO:


Podredumbre: Descomposición de la materia orgánica.
Azucenas: Planta con tallo alto, hojas largas, estrechas y brillantes; y flores muy olorosas.

2._ TEMA Y TÓPICO. Progresión temática:


El poema habla sin tapujos de la situación de Madrid tras haberse ocasionado la Guerra
Civil. Lo hace como si fuese un cronista de la guerra ya que “aporta datos (estadísticos)”, en
principio objetivos (lo cual podrían ser datos exactos ya que se documentaba y manejaba
información, pues escribió para diferentes revistas de la época como Revista de Occidente). Le
pregunta a Dios por qué ha dejado que ocurra semejante atrocidad, cuál es su plan. Y se rebela en
los versos finales. Probablemente porque deja de creer en un Dios que permite tales desgracias.
En resumen, expresa angustia y soledad que experimenta ante un mundo que no comprende,
un mundo carente de valores. Apela a un Dios para que le aclare el sentido de su existencia y la del
ser humano en general. Sin embargo, este Dios que cierra un ciclo de pesimismo, pues este tampoco
parece responderle. El título del poema es el desencadenante de todo este proceso: buscar respuestas
que no encuentra le provoca el no dormir, el pasar tantas noches en vela.
Dicho esto, el poema podemos dividirlo en dos PARTES:
1ª PARTE: Explica la situación en la que se encuentra Madrid, reflejo de la España negra y el
estado de angustia que le provoca ese devenir histórico.
2ª PARTE: El diálogo que mantiene con Dios, al que le pide explicaciones y le acaba recriminando
que no lo haya evitado.

3._ MÉTRICA:
Más que versos, la crítica lo asocia a la disposición de los versículos de algunas de las
Sagradas Escrituras (Salmos). Es decir, no atienden a una estructura organizada respecto a un
número organizado de sílabas o de rima. Una nueva modalidad de versolibrismo, pero mucho más
extensa. Se utilizó en la estética literaria del surrealismo, que no atiende a ninguna tradición
literaria.

4._ ESTILO. Figuras retóricas:


Característico del grupo del 27 es el uso de metáforas complejas en las que la relación del
término real y el metafórico no es evidente. La ciudad se ha convertido en un cementerio, hecho que
se comprueba con el léxico empleado por el autor que logra dibujar ese panorama (cadáveres,
nicho, o la mención de la descomposición de la materia orgánica: me pudro, podredumbre, etc.).
Pero cabe tener en cuenta, que esta “descomposición” no es únicamente física sino también
espiritual.
Algunas figuras retóricas serían:
Interrogaciones retóricas:
¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

Anáforas y paralelismos sintácticos:


Y paso largas horas [...]
gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre

Asíndeton:
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?
Derivación/Políptoton:
Pudro, pudre, pudren y podredumbre
Gemir/gimiendo, ladrar/ladrando y fluir/fluyendo
Antítesis:
Rosales del día, Azucenas de tus noches
Personificación:
Las tristes azucenas letales de tus noches?
gimiendo como el huracán
Comparaciones/Símiles:
gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre
Metáforas:
Y me incorporo en este nicho
Como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
¿Qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

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