Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Edad Media nace tras la caída del Imperio Romano de Occidente, en el s.V d. C. En el
Barroco se dirá que la Edad Media termina en el s.XV (hay quien lo limita a la caída del
Imperio Romano de Oriente en 1492 o a la invención de la imprenta en 1415). En el caso de
España, el fin de la Edad Media se fija en 1492 con los acontecimientos del descubrimiento de
América, la expulsión de los judíos y el fin de la conquista de los Reyes Católicos del reino
Nazarí de Granada.
En el s.XX ya se entiende la Edad Media como una época rica en sucesos que desmienten la
relación entre lo ‘oscuro y lo ‘bárbaro’ en esta época.
No podemos entender los mil años de Edad Media todos de la misma forma, tiene distintas fases
de florecimiento como pueden ser los primeros pensadores cristianos como San Agustín o el s.
XII y XIII con la emigración de los europeos a los burgos o ciudades, creciendo así el comercio.
Durante estos siglos (XII y XIII) no sólo nacen las ciudades europeas, pues también nacen las
grandes universidades, y gracias a las traducciones árabes, se retoma el interés por la ciencia.
En 1085, el rey Alfonso VI conquista Toledo, ciudad y momento en el que se funda la escuela
de traductores de Toledo, un lugar de confluencia de saberes y culturas. Dado lo que representa
esta escuela, Alfonso X intentará promulgarla. En los siglos XII y XIII coincidirán carios
pensadores importantes como lo fueron Santo Tomás de Aquino y Ramón Llull.
No podemos entender esta época como ‘historia de España’ ni literatura española, sino
‘literatura en español’ dado que España como tal no existía.
Todo esto derivará política y socialmente en el s.XV, la antesala del Renacimiento. Es decir,
esta época es el hecho necesario par allegar al humanismo:
Etapas de la Edad Media derivadas de cambios políticos y sociales:
1) Edad Media Temprana: Caída del Imperio Romano s. V, caída del Imperio Carolingio
s.IX (mediados).
2) Allta Edad Media: S.IX-XII
3) Baja Edad Media: S.XII-VI
Los primeros testimonios de literatura en lengua romance se dan en el s.XI (al menos lo que se
conserva). Por ello debemos pensar en una literatura oral previa que se transmitía de madres a
hijos (literatura tradicional).
Gran parte de esta literatura se trata de literatura cantada. Hasta entonces, se escribía en Europa
en lenguas de cultura (latín), fenómeno que se dio hasta llegado el siglo XVIII.
TEMA 2
La estructura de la moaxaja está basada en una estructura repetitiva que consta de seis
partes siendo el 0 la introducción. En la quinta y sexta parte está incluida la jarcha.
Algunas moaxajas son anónimas, pero no siempre es así. Dentro de esta estructura fija,
los versos van a tener una monorrima.
Las moaxajas están escritas en árabe clásico, pero las jarchas se escriben en mozárabe.
Si hay jarchas que puedan escribirse en lengua árabe vulgar, (las moaxajas siempre
deben estar en la lengua clásica) indica que la moaxaja tuvieron un principio en lengua
árabe vulgar. Con el paso de los años, se empiezan a escribir moaxajas en lengua árabe
vulgar, los denominados Zéjel. Los Zéjel influirán en la lírica castellana y poseen un
estribillo monorrimo, a la que le sigue una mudanza, precedida por tres versos
monrímos y después otros tres. Luego viene el verso de vuelta que nos adelanta que
viene de nuevo el estribillo (que a continuación se repetirá) y que rima con él.
Los temas de moaxaja son por lo general: Temas amorosos (dos tercios de ellas), y
dentro del tema amoroso podemos encontrar el sufrimiento amoroso (la partida del
enamorado, los celos, no ser correspondido…). El dolor ante este sufrimiento es tan
agudo, que cree que le causará la muerte. En raras ocasiones se habla de la felicidad del
amor. Otro tema muy recurrente aunque menos numeroso, es el tema panegírico
(alabanzas a un personaje conocido). A veces son tan recurrentes, que una misma
alabanza se utiliza para otro personaje, cambiando el nombre del que se alaba en la
anterior.
J.M Solá Solé dice ‘el amor es causa de un sufrimiento que puede conducir a la muerte.
De ahí los numerosos mártires de amor que el poeta no para de citar. Quien ama llora
con lágrimas de sangre, y se pregunta cómo es posible que el agua (las lágrimas) y el
fuego (la pasión) puedan combinarse”. Hay algo de magia en el amor que nadie excepto
Dios puede desentrañar. Ningún mortal puede escapar al amor, y éste tiene que ser
guardado en secreto. Si rompemos el secreto de decir quién es nuestro compañero
sentimental, acarrean malas consecuencias (se rompe la magia del amor). La mirada de
los amantes es como lanzas (aparecen animales de caza en estos poemas). El amante
termina enfermando de amor y deja de ser él para convertirse en su propia sombra. El
rostro del amante es como una luna llena y su luz es como una luz que sale de los
cabellos que puede tapar el propio sol. Los labios suelen ser rojos y la metáfora de los
dientes como perlas puede encontrarse en las moaxajas. También se interpreta en estos
poemas el amor como medicina, que nos hace resucitar cuando se está al borde de la
muerte. Aquí se ven las mejillas como rosas que no se pueden cortar y la amada como
una rama tierna que se balancea.
Otro tema muy recurrente es el tema báquico (el tema del vino y del disfrute de la vida).
También podemos encontrar motivos bíblicos en las moaxajas, como al miel (la dulzura
de los labios de la amada).
El concepto de Jarcha es muy amplio. A veces sólo hay una palabra no escrita en árabe
o jarchas completamente escritas en lengua mozárabe. Normalmente las jarchas las
cantan mujeres mientras que las moaxajas, hombres. Las jarchas no tienen por qué tener
que ver con la moaxaja a la que están adheridas.
¿Qué es antes, la jarcha o la moaxaja? Por lo general se cree que la jarcha. Dos terceras
partes de las jarchas están puestas en boca de mujeres fuera del prototipo de mujer
cristiana (por su toque erótico).
Todas las jarchas son muy sencillas, lo cual las diferencia de la poesía provenzal.
Algunas de ellas son incluso pueriles (pero con una puerilidad buscada).
Emilio Garcí Gómez defiende que primero fue la jarcha y luego la moaxaja. Es decir, se
conoce una jarcha y se enmarca en una moaxaja o se hace una para ella. El motivo de
que estén escritas algunas moaxajas en lengua de cultura se debe al bilingüismo que
había en el marco y lugar histórico que se escribieron.
Es una mezcla de dos mundos, el mundo cristiano con psicología árabe. Muchos de los
tecnicismos amatorios son palabras árabes en su mayoría: Al-Gaiba (ausencia), Al-Firac
(la separación), Al-Rakib (espía amatorio), Al-Guas (el abandono)…
La poesía galaico-portuguesa:
Hasta que se descubren las jarchas, la poesía que había era la galaico-portuguesa.
Esta lírica se observa en tres códices: El cancionero de Ajuda, otro que se conserva en
la biblioteca Vaticana y otro conservado en la Biblioteca Nacional de Lisboa. Estos
cancioneros no se encuentran hasta el siglo XIX.
Se trata de poesía en boca de mujeres y es lo que se considera la lírica más pura.
Además de estos tres cancioneros, podemos encontrar el cancionero de Martín Codax
(aparte de escribirlo, puso música a estos poemas, por lo que debemos entender que se
trata de un juglar o un trovador). Estos poemas están fechados de finales del siglo XII a
principios de siglo XIII. Es muy interesante en un principio el influjo que hubo en esta
lírica de la lírica provenzal.
Entre estos textos fundamentales encontramos unos muy especiales: Las Cántigas de
Santa María, escritas en su mayoría por Alfonso X el Sabio. En el reinado de Alfonso X
se estabiliza lo que podemos llamar el castellano alfonsí, dado que este rey escribía
textos jurídicos en castellano. Sin embargo, la moda imponía que las cántigas de Santa
María se escribieran en galaico-portugués. Esta obra tiene una representación pictórica
muy llamativa. Estas miniaturas suponen una de las obras maestras de la pintura gótica.
De hecho, los instrumentos musicales que aquí quedan representados, han podido
recrearse dado el nivel de minuciosidad de estas representaciones. Las cántigas de
Alfonso X el Sabio están conservadas en 3 códices, estando uno en la Biblioteca
Nacional y otros dos en la Biblioteca del Escorial.
Hay tres tipos de cántigas: Las cántigas de amor, las cántigas de amigo y las de
Escarnio y Maldecir. Las principales diferencias entre ellas son que las primeras
cantigas son cuitas de amor cantadas desde la voz de un hombre (entroncando con las
moaxajas). Normalmente, aunque hay muy pocas, las cantigas de amor son más
complejas en su forma que las demás.
Por otro lado, las de Escarnio y Maldecir son de carácter satírico, caricaturesco,
burlesco, sexual (obsceno) e hiriente. Se conservan de este tipo de cantigas
cuatrocientas de ellas.
Por último, se encuentran las cantigas de amigo, de las cuales se han conservado 500 de
ellas. El tema que las caracteriza es el de las mujeres enamoradas y dolidas, por lo que
entendemos que son herederas directas de las jarchas.
La poesía galaico-portuguesa es anterior a las jarchas, por lo tanto no debemos entender
que 1º son las jarchas y luego la poesía galaico-portuguesa, sino que más bien debe de
haber una fase intermedia no conservada entre ambas.
Por ello no podemos decir que a consecuencia de una, nazca la otra.
Además de los tres principales tipos de cántigas, también podemos encontrar las
cantigas de romería (de fiesta y precesión), como también las canciones de Mayo (las
mayas), las albadas (del alba) o las de venatorio (de caza). Todo esto se trata de
subgéneros dentro de las cántigas que podemos encontrar bailadas en las fiestas actuales
de algunos pueblos. Se cantaban normalmente en romerías (fiestas paganas adaptadas al
cristianismo).
Las canciones de Mayo (mayas) son en muchos casos canciones eróticas dado que
mayo es el mes de la fertilidad, como también son de tema bélico (dado que el buen
tiempo propicia la guerra). De ahí derivan las barcarolas (despedidas en un barco) y el
agua como símbolo erótico de pérdida de la virginidad). Por último, en las canciones
del Alba, los amantes se despedían tras haber pasado la noche juntos.
La forma de las cántigas usan el paralelismo (repetición paralela) como método para la
memorización del poema.
Se construyen con un motivo que se repite, al cual se le añade otro verso, que se repetirá
como tema nuevo, y así sucesivamente Este mecanismo constructivo se denomina
Leixapren (literalmente, deja y coge. Es decir, dejar un elemento y coger otro). Estos
temas plasmados en esta literatura se repiten en toda la lírica europea, sin embargo,
desconocemos por qué se da este caso. Entendemos que hay influencias pero se
desconoce el origen de estos temas comunes en la literatura paneuropea. Menéndez
Pidal sugiere que los viajes de los juglares pudieron influir en este acontecimiento. Lo
vemos claramente en la poesía provenzal, puesto que la influencia entre culturas es
continua.
La lírica castellana no se” conservaba” hasta que se descubren las jarchas (refiriéndonos
a lírica antes del siglo XV).
Los testimonios que conservamos son del s.XV, por lo que debemos entender que se
trata de poemas populares que han pasado por manos cultas que a su vez, los han
escrito. Esto ocurre, por ejemplo, con la Corte de los Reyes Católicos.
Dámaso Alonso define este fenómeno como una piedra preciosa dentro de una joya
mayor. Esa piedra preciosa es el cantarcillo popular y la joya mayor los autores que
expanden estos textos (los autores cultos imitan el cantarcillo popular. Esto ocurrirá
hasta el S. XVII). Al final, este concepto termina haciéndose una manera de mostrar el
artificio del autor culto que escoge un poema que ha oído para escribirlo.
Una glosa es una creación dentro de lo ya creado, que añade el autor culto al poema
inicial.
Las partes son: Una cabeza de dos o tres versos con los que el autor desarrolla el tema y
dentro de su sencillez implican muchas cosas por lo que son muy expresivos. Hay un
estribillo que se repite y normalmente se corresponden con la cabeza. Todas estas
características nos dicen que eran poemas cantados. Se trata de poemas que se
rememoran a lo largo del tiempo y el poeta culto los recrea.
Una de las irregularidades que encontramos en estas formas es el Zéjel o el villancico.
También está la canción paralelística de las cantigas. Esto son las tres formas que se
muestran en la lírica popular castellana y en su irregular forma.
Estructura del villancico:
Se trata de una evolución del Zéjel y se compone de lo siguiente:
Cabeza (estribillo)
Mudanza (4 versos) Puede ser una redondilla (ABAB) o un mini romance
(0/A/0/A). Por lo tanto, no monorrimo.
Verso de enlace
Verso de vuelta
Estribillo.
En la lírica castellana el papel del hombre es mucho más importante que en las
moaxajas. Cuando habla un hombre, éste se fija en el aspecto físico de la amada (a
veces también en moralidad) y hace una descripción de la amada (la belleza de la
mujer). En cambio, cuando habla una mujer, el sentimiento es más intenso.
Los ojos serán uno de los temas más recurrentes con la idea de los ojos que matan y
descritos de color garzo (azul verdoso). La idea de la mujer poco rectada, la mujer que
presume, es una idea traída de Oriente. El cabello es un símbolo erótico de alusión a la
pérdida de la virginidad. Es frecuente el tema del Carpe Diem en las muchachas
enamoradas en el sentido de disfrutar de la juventud. También podemos encontrar el
tema del amor como tormento causado por el desdén del enamorado que la joven vive
como un asunto trágico. Se usan metáforas de heridas, reclusión… Además, de
manera indirecta se hace referencia al deseo amatorio o arrepentimiento por haber
sucumbido a él.
Este mal también es sufrido por los hombres, e interpretan el sufrimiento como una
prisión.
Otro tema frecuente y plasmado en esta lírica es el de la cita amorosa. Cuando se
encuentran los amantes, cantan su amor, pero es frecuente que el hombre deje
esperando a la mujer. También puede darse el caso de que le ocurra algo al hombre.
También se entiende en esta lírica y dentro del tormento de amor, el insomnio.
Este tipo de textos son susceptibles a ser trasformados. Lo que desconocemos es que si del paso
de la oralidad a la escritura sufrieron transformación. De hecho, ¿quién es Per Abad? ¿Es el
autor o es quien está copiando el texto? ¿Lo está modificando mientras escribe? Menéndez Pidal
considera que la obra del Mio Cid está compuesta por dos autores. Se basa en una raspadura de
la fecha del manuscrito. Debemos entender la épica castellana como crónicas de la realidad con
hipérboles (es decir, exageraciones de la verdad histórica).
Luego, Rodrigo Días de Vivar existió, pero su vida no fue de la forma en la que se relata en el
Mio Cid. De hecho, puede tener un fin propagandístico, ya que los soldados ante un héroe así
podían llegar a sentirse incentivados a tener un comportamiento “heroico”,
Para Menéndez Pidal, los cantares de gesta nacen de un acontecimiento real que se ensalza.
Estos poemas tiene un fin, la necesidad de un pueblo de recordar su pasado y a los héroes y esta
necesidad da lo cantares (se prefiere la realidad a la fantasía) dando lugar a la idolatría que
llevará a la exageración y la fantasía.
Leo Sprintzer, es contrario de Pidal dado que entiende la épica y el Mio Cid están basados en
una biografía novelada, es decir, una fantasía con la que se enseñan unas características de tipo
moral y didáctico.
Ernst Curtus, también entiende que lo que prima es la fantasía y el artificio y no la realidad.
Menéndez Pidal, no ve la novelización (lo que funciona para Europa en literatura no funciona
en España hasta el s. XIII).
Mio Cid: Para esta obra debe realizarse una lectura al detalle dada la rigurosa
explicación de la misma que podemos encontrar en casi cada palabra o actitud
de los personajes.
Es el único poema que conservamos, que además es una obra maestra literaria. Es una
de las obras más perfectas de la épica europea. El hecho de que se conserve nos indica
que están en una fase de la épica bastante avanzada.
Inicia in medias res dado que falta un trozo de la obra. La estructura la lleva a cabo
Menéndez Pidal dado que intuyó tres cantares distintos.
Destaca por su estructura el 2º cantar (considerándolo Menéndez Pidal el 1º en realidad)
además de entender que el 3º cantar se añade posteriormente, pues es completamente
distinto y hay un gran salto cronológico. Esto deriva en la teoría de los dos juglares (el
3º cantar tiene un toque más de épica europea por algunos sucesos menos realistas). El
tema de la obra es la recuperación de la honra perdida. El Cid, mediante sus propios
medios y méritos, consigue un engrandecimiento de la misma. Tiene un afán didáctico y
moralizante. Tras su ascenso sucede la afrenta de Corpes, lo cual supondrá una caída en
picado de su posición social, que después volverá a restituir. La envida está muy
presente en el libro (Ej.: Infantes de Carrión)
El Cid reparte entre todos de forma equitativa sus ganancias a lo largo de sus aventuras
y eso, además es una muestra del realismo de la épica castellana (la importancia de lo
material, de la comida…) Nada es baladí en la poesía épica. Por ejemplo, le regala al
rey parte de las riquezas de sus conquistas y esto hará que la ira del monarca vaya
cediendo hasta perdonar a Rodrigo Díaz de Vivar. Se ha estudiado la ironía de la obra
(destierra al Cid y éste consigue conquistar Valencia).
El número 3 prima en la obra (3 regalos, 3 cantares, etc).
Se trata de un poema irregular y anisosilábico (al contrario que la épica francesa y los
romances, que está perfectamente medidos). En el Cid los poemas oscilan entre 10 y
veinte líneas (primando los alejandrinos, después lo de 15 y 13 y por último los de 16 y
12 sílabas). En raras ocasiones los versos están divididos en dos partes (hemistiquios).
Lo habitual, por lo tanto, son los hemistiquios de 7 sílabas (seguidas de 8 y de 6). El Cid
tiene 152 tiradas, siendo algunas de dos versos y otras hasta de 189. Según va
avanzando el poema, las tiradas son más largas y prima la rima asonante. Los
personajes adquieren vida propia a través de sus propias palabras, pues se describes a sí
mismos de forma simple, económica y precisa. Esta simpleza da mayor riqueza al
poema.
El Cid es un héroe caracterizado por su humildad y cercanía. Se trata de un héroe sin
muchas excentricidades y exageraciones. Es un hombre íntegro que no duda, fiel a Dios
y a su rey, expresivo, valiente, que trata bien a sus soldados y se hace respetar por sus
soldados y sus enemigos. Sus hombre reflejan el carácter del Cid (no le dan importancia
a lo material, admiran al Cid y éste influye sobre su comportamiento, pues comienzan a
comportarse de la misma forma que él). Todo estos rasgos están con mesura (capdoso
se le dice en el libro).
Prima el realismo en la obra (tanto, que la ruta del Cid puede ser seguida hoy en día). Es
creíble, con una geografía concreta. Lo verosímil se encuentra en los pequeños detalles,
como por ejemplo comer, las necesidades del protagonista y sus hombres, el reparto
equitativo de los bienes materiales (y con cuidado de que nadie se lleve lo que no le
pertenece). Todo esto con simpleza y sencillez, sin redundancia (como por ejemplo, la
duración de las batallas). No hay momentos en los que no pase nada, sino agilidad en la
acción. Posee un lenguaje épico muy formulario con las palabras en un orden concreto
que transmiten ideas concretas.
Las primeras manifestaciones de prosa en castellano son obras jurídicas e históricas. Hay dos
hechos fundamentales para que el castellano se abra camino como lengua oficial:
1º Fernando III
2ºAlfonso X
3ºSancho IV
Los textos que tenemos primigenios son textos jurídicos e históricos, muy básicos, incipientes y
simples Ej: Las Crónicas Navarras es el texto escrito en el dialecto navarro-aragonés más
antiguo que conocemos. Están escritas en el fuero e navarra, donde al final de estas leyes se
escribe la crónica en castellano.
La historia Roderici, escrita en latín, tiene un resumen en castellano que también es de las obras
más antiguas de nuestra lengua.
Todas las primeras obras son breves, sencillas y se habla de leyes e historia. Según va
avanzando el auge del castellano escrito, aparecen obras más extensas de carácter religioso. La
más conocida de ellas es La Fazienda de Ultramar, escrita supuestamente por un tal Esmeric
(Almerich). Esta obra es una traducción parcial de la biblia al castellano hecha por el obispo de
Antioquía. Pero no se trata de una traducción fiel de la biblia, sino que se trata de una guía para
peregrinos que quieran llega a tierra Santa que quieran pasar por episodios de la vida de Jesús.
Aunque no se trate de una traducción total de la biblia, se considera la traducción más antigua
de la misma en castellano.
Cuentístico medieval:
En el reinado de Sancho IV, el cual no sigue con la empresa de su padre Alfonso X, algunas
obras de carácter didáctico vieron la luz. (Sancho IV, 1284-1295). Los libros más importantes
de este periodo de transición son:
Libro de los Estados. Don Juan Manuel: Se trata de una consecuencia directa
de la obra de Josefat y Barlaam.
(Importante para el examen: Hay que comentar primero el tema, luego el estilo, seguido de la estructura. En último lugar se comenta lo característico del texto).
El teatro medieval se trata de un teatro estático (y eso que el Auto de los Reyes Magos se
cree que es un teatro que se encuentra en un estadio muy avanzado).
El teatro tiene una función didáctica y lingüística, pues estas representaciones se hacían de
forma litúrgica.
Sin embargo, hay dos focos de representaciones teatrales siendo la iglesia el foco más
importante (de hecho, se representaba en el propio templo) y la corte. La gran mayoría de
textos que conservamos pertenecen al ámbito eclesiástico.
Al principio eran sólo cantadas, después se añadió la música y a continuación los diálogos
(antes se hacía mediante monólogos). De hecho, había monjes especializados en tropos. Los
tropos formaban parte del rito de la misa. Se piensa que ya en el s.VIII, estaban
completamente extendidos. Los tropos comenzaron en el rito bizantino, pero ya en el s VIII
han entrado en toda Europa. Se conservan muchos tropos en la Europa oriental. La
evolución de las tropos comienza con la desaparición del latín y la incorporación de las
lenguas vernáculas en los textos. Se incluyen diálogos y música profana e incluso
cuestiones jocosas y burlescas. Las escenas se hacen más complejas y se incluyen más
personajes. Mediante esta evolución, los tropos saldrán de las iglesias para ser representados
en la plaza pública y poco a poco si irá desvinculando de su origen de drama litúrgico. Por
ejemplo, el Auto de los Reyes Magos no está relacionado con la liturgia, sino con el tema
religioso, pues es sobre un pasaje bíblico.
Poco a poco es teatro se va haciendo una experiencia lúdica más que litúrgica.
En Castilla hay pocos textos, de hecho, desde el Auto de los Reyes Magos (s.XII-XIII) hasta
el s. XV, no hay casi nada. Unos críticos consideran que no había teatro, pero eso no puede
ser posible, dado el fuerte salto evolutivo que habría sin sentido. Sin embargo, también se
cree que, aunque no había textos, había teatro. De hecho, se han conservado algunos pocos
tropos. Richard Donovan fue quien se dedicó a la búsqueda de Tropos, uno de ellos en el
monasterio de Santo Domingo de Silos. Se trata de un texto en latín y pertenece al ciclo del
Vistatio Sepulcur. En algunos casos, en vez de encontrar el texto, encontró la noticia de que
hubo una representación, luego había teatro. A finales del s. XI hubo una gran afluencia de
monjes de Clouní (Cluni) y se sabe que no les gustaba el teatro. En la 1º partida de Alfonso
X se prohíbe que los clérigos hagan juegos de escarnio y que permitan que otros los hagan,
pero si se deja hacer representaciones religiosas que ensalcen el rito religioso.
En cuanto al teatro en la corte, había un interés por teatralizarlo todo, era un despliegue
teatral relacionado con la vida cotidiana en la corte: desfiles, juegos, banquetes, juglares…
había música, nobles (cuanto más se gastaba, más poder se expresaba). En la corte todos se
unen en la representación todos son participes de ella. De ahí surgen los momos, donde
todos representan para todos. Uno de los temas de los momos era la adoración de los reyes
al niño y el nacimiento. (Ordo Stellae, las reyes siguiendo la estrella y los officiom
Pastorum), sólo que en vez de las iglesias, en la corte. Luego los momos son parateatro (se
denomina así porque no hay textos, ni ensayos, ni actores propiamente dichos).
El Auto de los Reyes Magos: Es el texto teatral más antiguo conocido en castellano. Se
halló en el s. XVIII en un códice que comentaba textos bíblicos. Son 147 versos
encontrados y el título y su primera edición fueron llevados a cabo por Menéndez Pidal
en 1900.
Es de procedencia toledana (hay que pensar en el crisol que supone el Toledo de la
época). Quien lo escribe es plurilingüe. Escribe en un castellano muy arcaico con
términos mozárabes y algunos latinismos (pues probablemente lo estaba tomando de la
biblia) y algunos extranjerismos francos (es decir, probablemente catalán o del otro lado
de los pirineos). Luego debemos entender que su autor era un clérigo.
El Auto de los Reyes Magos posee una evolucionada disposición del tiempo y el
espacio. Esta obra trae una serie de datos que no son de tradición castellana, puesto que
le hacen una prueba al niño Jesús con los tres regalos (una lucha entre la fe y la ciencia).
Por tanto, el tema es el habitual Ordo Stellae de los dramas litúrgicos (la adoración de
los Reyes Magos). De estos personajes se sabe muy poco y hay una única referencia en
el Evangelio de Mateo. El hallazgo de los supuestos restos de los Reyes Magos en
Milán en el siglo XII, produjo fascinación por ellos, Las reliquias se encuentran
actualmente en Colonia, Alemania.
Se trata de una recreación más libre y audaz, en la que se mezcla la lengua con
diferentes tradiciones populares (Ej: Que sean magos, el número tres, sus nombres…).
Y a todo esto inserta elementos nuevos en la historia (el ofrecimiento de los regalos).
En la obra es palpable hasta una cierta tensión dramática (llegan a dudar si es realmente
el niño o no). También se expresa el triunfo del nuevo testamento frente al antiguo (lo
cual puede apreciarse con la disputa de los dos rabinos).
Hay cinco escenas distintas en los 145 versos que componen la pieza, lo cual expresa
poco primitivismo. Hay múltiples escenarios (o escenarios múltiples que se da al mismo
tiempo). Hay referencias frecuentes al tiempo y al espacio y cada personaje tiene su
propio carácter (cabe destacar la psicología de Herodes). Se trata de versos polirrmos
con importancia de los alejandrinos y después de los de siete y nueve sílabas.
El siglo XIII es una época de gran esplendor militar y político. La reconquista avanza
rápidamente (la batalla de las Navas de Tolosa, 1212) y sobre todo, con el reinado de
Fernando III que conquista Toledo, Cádiz, Córdoba y Sevilla. Junto a estos avances
militares se avanza en el contexto sociocultural (se instaura la primera universidad, la
de Palencia). Se impone el gótico como arte prioritario en torno a 1220, mientras que en
este mismo siglo nace la prosa bajo el reinado de Alfonso X como también la poesía
culta.
La corriente lírica más importante de España es el Mester de Clerecía. Este estilo
supone una mayor satisfacción (el paso de juglaría a clerecía es similar al paso del
Románico al Gótico). Sin embargo, el Mester de Clerecía era una poesía no sólo para
ser leída, pues si no, no se hubiera extendido y hubiera adquirido importancia, también
era recitada. Esta poesía se extiende hasta el s. XIV con dos hitos de esta poesía,
Gonzalo de Berceo (s. XIII) y Juan Ruíz Arcipreste de Hita (s. XIV). Del primero cabe
destacar Milagros de Nuestra Señora y del segundo Libro de Buen Amor.
Los autores eran cultos y estaban relacionados con el mundo religioso o eclesiástico. El
nombre de Mester de Clerecía, se toma de Libro de Alexandre (de autor anónimo). Esto
se debe a que en la segunda estrofa se explica que ya no se trata de mester de juglaría,
sino de clerecía, lo cual requiere más maestría, además de que se escribe en cuaderna
vía.
Sin embargo, podemos encontrar muchos rasgos comunes entre ambos, aunque no se
mezclan, de hecho, a pesar de que la juglaría es anterior, cuando se empieza a escribir la
clerecía, se sigue escribiendo juglaría. Pero al gran diferencia es, que a los autores del
Mester de Clerecía son conscientes de su atoría, de hecho, eran personas cultas que
incluso firmaban sus obras. Algunos de los rasgos comunes son la captatio
venevolentiae, (captura de atención) los epítetos, e vocativo al lector o público. Al
contrario que la épica, sólo un individuo la compone.
El primer autor espaól conocido es Gonzalo de Berceo, quien firma su obra
perteneciente a este estilo. El Mester de Clerecía tiene la misma medida de catorce
versos siempre (aunque en el siglo XIV no siempre se dio el caso de esta medida
estricta). Se trata de versos alejandrinos de rima consonante, al contrario que la épica.
Gonzalo de Berceo es como un juglar culto. Normalmente se le relaciona con temas
hagiográficos. Sus obras tratan de asuntos de tipo épico, de vidas de santos, de temas
marianos… El poema de Gonzales es un poema épico escrito por un escritor culto. El
estilo es más cuidado en la clerecía que en la juglaría e incluso se expresa en un
lenguaje coloquial (Román paladino) para llegar a un mayor número de personas. Eso
es muy claro en Gonzalo de Berceo. El libro de Alexandre es otro ejemplo de otro afán
de erudición en lengua vernácula. Las estrofas de la clerecía transmiten una unidad de
sentido y el hipérbaton como figura retórica (la necesidad de la cuaderna vía es lo que
hace que se imponga). En el siglo XIII las obras eran mñas regulares que en el siglo
XIV. A partir del XIV parecen otros usos de medida, otro tipo de estrofa que incluso
llegan a salirse de la cuaderna vía. Un ejemplo de ellos es Pero López de Ayala. El
didactismo se mantiene en el siglo XIII, pero es difícilmente perceptible en el siglo
XIV. Ejemplo, Libro de Buen Amor.
TEMA 7
Sabemos del Arcipreste de Hita que no posee demasiado dinero, que es de Alcalá. Se
nos muestra como un personaje dubitativo y cobarde. Es un personaje fácil de engañar.
Es sentimental, cortés, religioso, moralista (como el sentido último de la obra).
Tiene un sentido argumental complicado y una trama episódica. Tenemos un elevado
número de episodios que se van insertando, y dificultad para recordar dónde nos
habíamos quedados. Los finales suelen ser bastante abruptos. Para evitar la monotonía,
Juan Ruíz nos ofrece toda una diversidad temática, comparaciones, elucubraciones,
divisiones, cambios constantes… una fuerte ambigüedad (lo mismo nos habla de algo
jocoso y de repente, acabamos con una moraleja que es lo opuesto). Esta alternancia de
opuestos es muy típica de esta obra. Pasa de lo sagrado a lo profano etc. Para el lector
es habitual la sensación de andar perdido con esta obra. El epicureísmo es también otra
de las características de la obra (a veces de forma resignada). A pesar de que le pasan
cosas malas, él siempre ve lo positivo. (Esta actitud puede apreciarse ne la copla ciento
cincuenta y cuatro. Cuando fracasa, no se pone triste, se nos muestra casi regocijado, a
pesar de los muchos fracasos que tiene. (Ej: Copla 114). Este carácter es perfectamente
verosímil desde la personalidad de este señor. La religión queda reducida a una serie de
normas que hay que respetar, por lo que hace mención muchas veces, sobre todo
cuando la batalla de don Carnal y doña Cuaresma, al respeto de los sacramentos. No
entra en cuestiones teológicas, básicamente sigue una guía en la que se siente seguro, y
luego, vive. Esto nos presenta una moral ambigua, una moral donde no hay una sola
respuesta. La moral del Arcipreste no es sólo unívoca, para un caso no hay respuestas
concretas. Excepto cuando se habla de los dogmas de la iglesia.
En esta obra se unen rasgos de la juglaría, del romance, de poemas, todo lo que el autor
conoce. Él se encarga, en realidad de hacer un poco de juglar en cuaderna vía. Tal vez
de ahí vengan las irregularidades métricas. Él da fin a la obra, pero “deja la puerta
abierta” para quien quiera continuarlo. (Ej, copla 1624). También hay referencias
orientales de las cuales desconocemos de dónde las ha sacado.
De manera indirecta y superficial, Juan Ruíz debe conocer textos de Platón, de
Aristóteles y de Hipócrates. Parece incluso que conoce el Ars Amandi de Ovidio. Lo
que sí conoce seguro es una de las fuentes pseudo ovidianas de la Edad Media: El
Panfilus de Amor. De hecho, al historia de Don Melón está tomada prácticamente de
esa obra. También debía conocer sin duda la poesía de los goliardos, más habituales en
el Norte de Europa, y estudiantes pícaro (Ej, los Carmina Burana, es poesía goliardesca.
Las fuentes de todo esto, probablemente las haya tomado del mismo Toledo, dada la
fuerte influencia oriental y la cantidad de textos que circulaban en Toledo (a pesar de
que fuera ya post-escuela de traductores). Toda esta mezcolanza está unida por un hilo
autobiográfico. Esto también tiene un componente semítico, las Maqamat, obras escritas
en hebreo o árabe que cuentan con un personaje que narra su vida, de una forma no
progresiva y añadiendo muchos episodios que se engarzan, pero que son perfectamente
intercambiables sin variar el hilo argumental. Como la trama avanza muy lentamente,
casi no hay descripción de los personajes ni evolución de los mismos. Lo mismo ocurre
con el personaje de Juan Ruíz, que apenas cambia del principio al final de la obra (Ej,
copla 654). Es decir, las Maqamat y el Libro de Buen Amor tienen una estructura muy
similar. Cuanto más importante es el personaje, menos individualizado está, menos
caracterizado. La explicación es el simbolismo medieval. Este simbolismo quiere
decirnos el individuo como reflejo de todos. Estos personajes no se representan a sí
mismos, son los representaes de una colectividad, personajes prototípicos. Cuando lleva
a cabo retratos del personaje, lo que hace es caraquiturizarlo. Cuando uno hace una
caricatura, las hipérboles son lo que llaman la atención (de hecho, Juan Ruíz lo hace de
forma exagerada, casi cruel). (Ej, copla 1008 en adelante). Estas descripciones
hiperbólicas, algunas como fábulas, son muy similares a la estructura del Sendebar o el
Calila e Dimna.
La característica fundamental de los contraste es la pirueta final: se nos platea un asunto
serio, pero al final, le da la vuelta al asunto y acaba de una forma cómica, con la hironía
final del Arcipreste. Esta ironía relativiza todo lo que dice.