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Características internas
Los textos literarios líricos se distinguen por la presencia básica de dos
personajes: el autor implícito y el destinatario. En muchas ocasiones, estos
personajes se fusionan en uno mismo, ya que el poema se habla a sí mismo.
Estos personajes pueden establecer relaciones con eventos/sujetos reales, como
un héroe o una batalla.
Algunas características básicas del texto literario lírico, son:
1. Puede estar escrito en tercera persona. El autor o la autora narra lo que
sucede desde afuera, como sucede en los epitafios o epigramas.
2. Cuando el autor o la autora hace el uso de la primera y segunda persona,
busca narrar desde el “yo personal”, es decir, está dentro del fenómeno o
sentimiento que trata de transmitir.
3. Se pueden entablar diálogos a objetos reales o inanimados.
4. Es común encontrar exclamaciones o preguntas retóricas, que pueden
tener o no un receptor definido.
5. Las ideas están cargadas de figuras literarias como los aforismos,
alegorías, antítesis y oximorones, entre muchas más, siendo la de uso más
común la metáfora, tal vez por permitir empalmar imágenes sobre lo que se
quiere transmitir, lo cual obliga a “ver” más atentamente el sentido del
poema.
Características externas
A grandes rasgos, los textos líricos están escritos en estrofas y estas, a su vez, en
versos. Al texto completo se le llama “poema”. Los versos son el conjunto de
palabras sujetas a una medida y cadencia, mientras que las estrofas son cada una
de las partes compuestas por los versos. El lenguaje de un poema no solamente
trabaja lo que se quiere decir, es decir, el contenido; sino también el sonido o la
musicalidad de las palabras: la forma. Un poema, por lo tanto, tendrá un ritmo y
métrica particular.
El siguiente cuadro refleja la propuesta taxonómica del texto literario lírico por su
contenido, basada en Arcadio López Casanova y Eduardo Alonso (1975):
Esta taxonomía permite entender que existen dos grandes perspectivas cuando se
pretende escribir un texto lírico: 1) enunciación, el autor frente a algo,
observando; y 2) apóstofre, el autor dentro de algo, viviendo un fenómeno y
narrando desde este sentir. La canción, por otro lado, puede ser escrita desde
estas dos perspectivas; es decir, desde la enunciación o el apóstrofe. La gran
diferencia consiste en que el poema se musicaliza, se canta; es una bella manera
de vestir al poema.
Epitafio
Francisco de Quevedo
Rosal
Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.
¿De qué sirve presumir,
rosal, de buen parecer,
si aun no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?
Hace llorar y reír
vivo y muerto tu arrebol
en un día o en un sol:
desde el Oriente al ocaso
va tu hermosura en un paso,
y en menos tu perfección.
Égloga
Poema pastoril de mayor extensión. Paisaje idealizado que incluye un diálogo
lírico entre
personajes.
Ejemplo
Garcilaso de la Vega poeta y militar español del siglo de oro (1498-1536). El dulce
lamentar de dos pastores.
Salicio: ¡Oh más dura que mármol a mis quejas,y al encendido fuego en que me
quemomás helada que nieve, Galatea!Nemoroso:¡Oh bien caduco, vano y
presuroso!Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,que despertando, a Elisa vi a
mi lado.”
Idilio
Javier Sologuren
Poeta peruano
(1921-2004)
Pablo Neruda
Fragmento de Oda a un albatros viajero
Muchas de las veces, los refranes están escritos de forma metafórica, con un alto
sentido aleccionador. Por esto último, es importante saber a qué se refieren para
utilizarlos de manera adecuada.
Algunos refranes que en la actualidad se siguen diciendo y que tal vez llegamos a
decir, son bastante antiguos. ¿No lo creen? ¿Sabían que muchos fueron frases de
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra escrita hace 400 años? Aquí
te presento algunos ejemplos:
Cada cultura crea sus propios “dichos” o “formas de decir algo”, y estos se van
convirtiendo en refranes conforme la voz del pueblo los mantiene en uso.
Nuestro país es cuna de gran variedad de refranes que demuestran que el humor
siempre está de la mano de un mexicano. Como un gran ejemplo tenemos el
refrán: “¡A Chuchita la bolsearon!”. ¿No lo habían escuchado? En el siglo XX y,
aún en día, es común decir cuando alguien quiere poner un pretexto que “Ahora
resulta que a Chuchita la bolsearon”.
El origen de este refrán se remonta a la época del México colonial. En aquella
época, una mujer llamada Jesusa, a quien de forma cariñosa le decían “Chuchita”,
trabajaba como cocinera en la casa de una familia adinerada. Un día, después de
haber ido al mercado, regresó sin una sola compra y le dijo a la señora de la casa
que “la habían bolseado”, es decir, que le habían quitado todo el dinero del
mandado. En los días que siguieron, sucedió la misma situación. Entonces, entre
algunos pobladores, se corrió el rumor de que Chuchita le daba todo el dinero a
los pobres; y, entre otros, que se gastaba el dinero en bebida. Una de las veces
que llegó sin una compra, el capataz decidió buscar al patrón para comentarle la
situación. Cuando el capataz llegó con el patrón, éste inmediatamente gritó: -“¡No
me salgas con que a Chuchita la bolsearon!”.
A continuación, te presentamos otros fantásticos refranes de nuestra cultura
mexicana:
Proverbios
Se podría creer que el proverbio y el refrán son lo mismo, porque ambos son
frases breves que se transmiten por varias generaciones, las cuales buscan
aleccionar a la población. Sin embargo, el proverbio está escrito en un tono formal,
sobrio; busca corregir conductas morales, así como espirituales.
Mientras el refrán busca enseñar “verdades” a seguir de lo cotidiano o banal –
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente–; el proverbio, ocupa un lenguaje
más elevado, así como su mensaje. Un ejemplo de esto, son los proverbios
provenientes de la cultura sumeria, escritos en tablillas hace por lo menos 5000
mil años. Uno de sus textos más famosos se llama “Instrucciones de Shurupak”,
del cual se obtiene el siguiente proverbio: “Quien edifica como un señor, vive como
un esclavo; quien edifica como un esclavo, vive como un señor”.
También los proverbios pueden “nacer” de textos creados por los credos
religiosos, como es el caso del Libro de los Proverbios, escrito supuestamente por
el Rey Salomón, el cual se ha preservado en el libro del Antiguo Testamento. El
rey Salomón inició sus exhortaciones invitando, de primera instancia, a la
obediencia de los padres:
“Escucha, hijo mío, las amonestaciones de tu padre y no desdeñes las
enseñanzas de tu madre, pues serán corona de gloria en tu cabeza y collar
en tu cuello”.
En este proverbio, el rey adopta un tono afectuoso y dio pie a escuchar siempre el
consejo del padre y de la madre por encima de las malas compañías, las cuales
buscan lastimarnos por placer. ¡Buen consejo! Todavía útil en nuestra época.
Otros proverbios de este sabio hombre, son:
“Plata refinada es la lengua del justo, el corazón del malvado no vale nada”
“Como el loto que surge del fango, así florece la mente liberada del
sufrimiento” (Buddha Dhammapada).
“Un sólo día en que se vea la perfecta paz, vale más que cien años de vida
en la ignorancia” (Buddha Dhammapada).
“Cuando el maestro señala la luna, el necio mira el dedo” (Proverbio Zen).
¿Acertijo o Adivinanza?
Existen dos conceptos literarios que se puede llegar a pensar son exactamente lo
mismo: el acertijo y la adivinanza. Estas formas literarias han acompañado el
desarrollo de la cultura humana, muchas veces para encerrar grandiosos
misterios; en otros casos, para entretener niños o una población diversa y
enseñarles de una forma lúdica a pensar metafóricamente.
Podemos decir que un acertijo es una frase breve escrita en prosa o como
pregunta, en la cual se describe algo con un significado oculto, el cual debemos
“encontrar”. La frase o pregunta contiene, en sí misma, indicios para llegar a la
respuesta. La intención del acertijo es divertir, de una forma intelectual, a quien
trata de descifrarlo.
Entonces, ¿qué diferencia hay entre un acertijo y una adivinanza? Piensa en
alguna adivinanza que hayas escuchado en tu infancia. ¿Sabes, ahora, cuál es la
diferencia?
¡Muy bien! Que está escrita en verso.
Algunos acertijos y adivinanzas, se pueden resolver con un poco de cultura
general o conocimientos específicos de alguna ciencia, como matemáticas o
geografía. Algunos otros, siendo ingenioso y teniendo sentido común.
Aquí algunos ejemplos:
Acertijos
“Oro, parece; plata no es”
(El plátano)
“Hablo sin tener boca, corro sin tener pies”
(La carta)
Adivinanzas
Blanca por dentro,
verde por fuera.
si quieres saber mi nombre,
espera.
(La pera)
Es interesante cómo los textos literarios también han incluido acertijos. El más
conocido en la cultura occidental es el plasmado en la tragedia de Sófocles “Edipo
Rey”, en la cual, la Esfinge asesina a los súbditos del Rey Layo, porque no logran
resolver sus acertijos. Esto es lo que pasa cuando el personaje de Edipo está
frente a la Esfinge:
"Adivina este acertijo," le dijo la Esfinge a Edipo, "o encontrarás tu muerte: ¿Cuál
es la criatura que en la mañana camina en cuatro patas, al mediodía en dos y en
la noche en tres?" Edipo miró a la Esfinge y le respondió: "El hombre. En su
infancia gatea con sus manos y rodillas, que es como tener cuatro pies. Cuando
es un adulto camina en dos pies. Y en el anochecer de su vida, cuando es un
anciano, usa un bastón, lo que equivale a caminar en tres pies."
En el libro “El Hobbit” (1937), de la saga “El señor de los anillos”, escrita por
J.R.R.Tolkien, existen acertijos muy interesantes , como los que planta el aterrador
personaje Gollum a Bilbo Baggins:
“Esta cosa se devora a todas las cosas: pájaros, bestias, árboles, flores;
carcome el hierro, muerde el acero; muele duras piedras y las reduce a
harina. Mata al rey, arruina la ciudad y derriba a la montaña”.
Muy corto
Ultracorto
Políticos
Es el sueño de todos: un zombi de traje y corbata que te persigue queriéndote
robar los impuestos. Un elegantísimo muerto viviente que lo único que quiere es
vaciarte los bolsillos.
Se peina con gel, procura arreglarse bien el nudo del corbatín y te persigue a
través de cualquier lugar para lograr su cometido. Hay días en que llora, pero
encuentra aliados en otros monstruos como él y juntos te persiguen. Luego los ves
pelear. Defienden con honor sus ideales y simulan llegar a acuerdos entre
diferentes grupos parlamentarios. Suelen organizar, incluso, enormes fiestas en
las que dan su voto a las peores nacidas de sus cerebros muertos. Pero así son
felices.
Por eso son el sueño de todos.
Esos políticos zombis que no descansan ni siquiera en forma de cadáver. Allá
vienen. Quieren todo de ti. (Efraím Blanco, 2015)
Ahora, veamos algunos ejemplos de nanoficción y estampa.
Nanoficción
La última cuarteta
Nostradamus soñó que un profeta moría. Se apresuró a escribir el sueño, pero un
dolor en el pecho lo detuvo en seco. (Efraím Blanco, 2012)
Estampa
La estampa es una forma de expresión literaria, normalmente de extensión corta
(como el microrelato o el cuento corto) y escrita en tercera persona. Su distinción
estructural radica en que describe o enumera detalles de un personaje o situación
dentro de un espacio delimitado. Es como si intentáramos narrar el contenido de
una imagen fotográfica: hay algo que nos cuenta la imagen y nosotros tratamos de
describirlo. Dentro de este tiempo detenido, “desmenuzar” cada detalle se torna
vital. Ken Benson define a la estampa de forma extraordinaria, como un texto en el
cual se trata de plasmar la experiencia de las sensaciones tal y como se forjan en
la conciencia. Así mismo, mención que “[…] se escapa a cualquier definición que
la limite dentro de una camisa de fuerza […] Implica un continuo vaivén entre
movimiento y quietud. La literatura en estampa, tiene consecuentemente por
objetivo llegar a transmitir cómo tiene lugar esta experiencia, sin romper su
sincronía caótica”.
Vocabulario:
Sincronía: Coincidencia de hechos o fenómenos en el tiempo.
“Todos los días, el jugo de naranja marca el inicio. No puede ser el vaso más
dichoso con ese amanecer que lo colma por dentro y lo convierte en astro. Deja
que te despierte en los labios, que recorra tu cuerpo con una brisa fresca, amarilla.
El ácido disuelve los temores; su luz madura alivia las heridas. En la mesa del
desayuno se signa el día para que avances por él como la sombra plácida que
camina sobre un reloj de sol”
Tono: Es el lenguaje que utilizan los narradores y personajes, el cual puede ser
irónico, sentimental, moralizante, vulgar, etcétera.
Visión del mundo: La perspectiva que brinda el autor sobre el tema o los temas
que está tratando de explicar.
Fábula
¿Quién no ha crecido con algún relato en donde todos los personajes eran
animales? La fábula es una estructura interesante cuya característica principal es
precisamente que todos sus protagonistas son animales “humanizados”, ya que
hablan y se comportan como nosotros. La fábula tiene como objetivo dar una
enseñanza moral, por eso, es sabido que al final de una fábula se nos brinda una
moraleja. Normalmente, tiene la extensión de un cuento corto (2000 a 3000
palabras).
Uno de los más famosos creadores de fábulas fue Esopo. Lo increíble es que las
fábulas de Esopo han sobrevivido al paso del tiempo, ya que aproximadamente
fueron realizadas ¡hace unos 2400 años!
En la actualidad, estas fábulas siguen siendo conocidas y ocupadas para ser
narradas a los niños, como lo son: La liebre y la tortuga, La cigarra y la hormiga,
El lobo y el cordero, El asno y la zorra encuentran al león, entre muchos otros.
China tiene una tradición literaria milenaria. Dentro de esta literatura, existen las
fábulas.
Aquí te dejamos una pequeña muestra.
El tigre hambriento y el zorro astuto
Un tigre hambriento consiguió atrapar un zorro y se dispuso a devorarlo.
Disimulando su terror y sacando fuerzas de flaqueza, el zorro, en su intento por
sobrevivir, dijo:
— ¡Un momento! ¡Detente! Te aseguro que yo soy el rey de los animales del
bosque. Tal es el mandato del Dios Celestial que nadie puede desobedecer. A
pesar de tu mucha fuerza, no podrás hacerme ningún daño, pues, si lo intentaras,
serías severamente castigado por el Cielo.
— ¡Vaya! — exclamó sorprendido el tigre—. Jamás había oído cosa semejante.
¿Cómo puedes demostrarme que efectivamente eres el rey de los animales del
bosque por decreto del Dios Celestial?
— Nada es más fácil que eso — declaró el zorro, aparentando seguridad y
arrogancia—. Ahora vamos a dar un paseo por el bosque. Tú sígueme a corta
distancia y observa cómo todos los animales huyen de mí.
Componiendo la figura y pisando con firmeza, el zorro comenzó a caminar
airosamente, seguido a corta distancia por el tigre. El felino se quedó totalmente
perplejo cuando comprobó que los animales salían corriendo al paso del zorro, sin
percatarse de que era del feroz tigre y no del inofensivo zorro, del que huían.
Leyenda y mito
Leyenda
Cualquier cultura de cualquier época ha creado leyendas, es decir, relatos que
presentan hechos reales o históricos combinados con eventos sobrenaturales. En
México se han creado varias leyendas con tintes históricos de la conquista, como
La llorona, o de la época colonial, como El charro negro. Todo pueblo y hasta
ciudad de nuestro país, tiene su llorona y su charro negro. Y qué decir de todas las
leyendas que se van creando en diferentes épocas y poblados, en donde políticos,
hombres de negocios o artistas, enfrentaron al diablo o le vendieron su alma.
Como es el caso de Niccolo Paganini, considerado como el mejor violinista de
todos los tiempos, y de quien se creó la leyenda de que hizo un trato con el diablo
para obtener ese talento.
Aquí te dejamos una leyenda.
Leyenda Vasca
Los amantes de Teruel
Érase una vez a principios del siglo XIII una joven llamada Isabel de Segura que
vivía en Teruel. Pertenecía a una de las familias más ricas de la ciudad y era una
muchacha muy obediente que amaba mucho a sus padres.
Un día de primavera conoció a un apuesto joven llamado Juan Diego de Marcilla.
Era un joven valiente procedente de una familia humilde y con pocos recursos
económicos. Pronto se hicieron muy amigos y esa amistad especial que los unía
se convirtió en un amor muy profundo y sincero.
Deseosos de estar juntos para siempre, decidieron hablar con sus respectivos
padres y declarar su amor. Desgraciadamente, los padres de Isabel se negaron al
enlace de su hija con Juan Diego, pues el joven pertenecía a una familia pobre
que carecía de bienes. Pero los padres dieron al pretendiente un plazo de 5 años
para enriquecerse.
Así el muchacho valiente partió a la guerra durante 5 eternos años para ganar
fortuna. A su regreso a Teruel, descubrió que Isabel se había prometido con un
hombre rico llamado Albarracín.
El día de la boda, Juan Diego estaba profundamente triste y decidió despedirse
para siempre de su amada. Escaló la tapia del jardín y le pidió el último beso. A
pesar de su amor por él, Isabel obedeció la voluntad de sus padres y le negó el
beso. Juan Diego no pudo soportar el dolor de esa negativa y murió allí mismo.
A la mañana siguiente se celebró el funeral de Juan Diego. Una mujer de luto se
acercó al féretro: era Isabel, que quería dar al difunto el beso que le negó en vida.
Pero la dulzura de aquel beso acabó repentinamente con su vida, y se llevó a
Isabel a la eternidad junto a su amado.
Mito
El mito se bambolea entre lo religioso (o creacionista) y la ficción. Los mitos tratan
de explicar cómo se crea: el mundo, los dioses, los animales, el sol y la luna, entre
otras tantas cosas. Muchos textos que ahora son mitos, antes fueron libros de
culto o las bases religiosas de un pueblo, como el Popol Vuh, el libro sagrado de
los mayas K´iche´ que inicia explicando la creación del universo.
Epopeya
La epopeya es una de las formas literarias más antiguas. Se caracterizó por ser de
gran extensión y está escrito en verso, aunque narra hechos que giran en torno de
un héroe, para rescatar el origen y creencias religiosas, políticas y sociales de un
pueblo en una época determinada. La epopeya tiene ciertas características
básicas:
La narración comienza a mitad de la historia, es decir, no se centra en
hablar del origen del héroe, si no en un hecho que involucra al héroe.
El espacio y el tiempo en que se narran los hechos son amplios: pasan
varios años, hay sucesos en diferentes territorios, etcétera.
Varios dioses intervienen en asuntos de la humanidad o directamente con
el héroe.
El héroe quiere asemejarse a los dioses.
Existe una figura literaria distintiva: los epítetos, un adjetivo calificativo que
resalta las características y cualidades de un sustantivo, en este caso, al
héroe y los dioses. Ejemplo: “Ulises, el de ánimo esforzado y paciente”;
“Ulises, el ingenioso”.
Las epopeyas más famosas son las que nos hereda Grecia y Roma: La Iliada y La
Odisea, para el primer caso; y La Eneida, para el segundo.
Sin embargo, no debemos olvidar la epopeya de la cual se tiene el registro más
antiguo en el mundo: Gilgamesh, escrita aproximadamente hace cuatro mil años.
Esta epopeya logró preservarse gracias a los dubshar o escribas sumerios,
quienes imprimieron sobre tablillas de arcilla secadas al sol y luego cocidas al
horno, la magnífica historia de este semidiós.