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La poesía didáctica
La poesía didáctica es un subgénero de la épica,
cuya finalidad es instruir. Su objeto no es el mito o
las hazañas heroicas, sino la verdad. Por otra parte,
al igual que la épica, también este tipo de poesía
solía escribirse, aunque no siempre, en hexámetros,
porque permitía memorizar fácilmente las diferentes
enseñanzas.
Los temas objeto de la poesía didáctica latina, aunque
no abarcaron todas la áreas del saber, fueron múltiples,
con un interés especial hacia los motivos de la
naturaleza.
Los tres grandes autores latinos de poesía didáctica
fueron Lucrecio, Virgilio y Ovidio, aunque otros
autores, como Cicerón, Varrón o Ausonio merecen ser
recordados.
La pervivencia de la poesía didáctica
En la Edad Media son los clérigos los que desarrollaron
la poesía didáctica y utilizaron fuentes latinas, que
seguían fielmente. Las obras eran narrativas pero, a
diferencia de los cantares de gesta, trataban vidas
de santos, milagros de la Virgen María, apólogos o
debates sobre temas diversos. También se conservaron
leyendas clásicas de la literatura latina, como el Libro
de Apolonio o el Libro de Aleixandre.
El mester de clerecía pretendía enseñar asuntos
religiosos y morales de una forma amena y por eso, en
ocasiones, utilizaron recursos juglarescos, como hizo
Gonzalo de Berceo.
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El libro de buen amor

Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, incluyó en su obra
miscelánea El libro de buen amor, una serie de apólogos
y fábulas con finalidad didáctica.

Dormía el leopardo en la fría montaña,
tenía en la espesura su cueva soterraña.
Muy cerca los ratones jugaban en compaña;
al león despertaron con su fiesta tamaña;
el león tomó uno: ya lo iba a matar;
el ratón, por el miedo, comenzóle a halagar:
«No me mates, señor, pues no te podré hartar;
por darme tú la muerte no te puedes honrar.
¿Qué honor tendrá el león, el fuerte, el poderoso,
por matar al pequeño, al pobre y al cuitoso?
Es deshonra y desdoro y no es vencer hermoso,
[…] que honra del vencedor depende del vencido:
su loor es tan grande cuanto es el del rendido».
Quedó con estos dichos el león contentado
y soltó al ratoncillo; cuando lo hubo soltado
le dio muy muchas gracias, se ofreció a su mandado:
en cuanto que él pudiese le servirá de grado.
Se marchó a su agujero, el león fue a cazar,
andando por el monte, él llegó a tropezar,
cayendo en unas redes que no puede cortar;
envueltos pies y manos, no se podía alzar;
comenzó a lamentarse y lo oyó el ratoncillo,
acercóse y le dijo: «Señor, traigo un cuchillo;
con aquestos mis dientes yo roeré un poquillo:
donde están vuestras manos abriré un gran portillo;
los vuestros brazos fuertes por allí sacaréis;
abriendo y estirando, las redes rasgaréis,
por mis chiquillos dientes hoy vos escaparéis;
perdonasteis mi vida y por mí viviréis».
Tú, rico poderoso, no quieras desechar
al pobre, y al mezquino no quieras apartar,
pues puede hacer servicio quien no puede pagar,
y aquel que nada tiene te puede aprovechar;
puede pequeña cosa y de poca valía
hacer mucho provecho y causar mejoría;
quien no tiene poder, dinero ni hidalguía,
tenga artificio y juicio, arte y sabiduría.
Arcipreste de Hita, El libro del buen amor, estrofas 1425-1434.
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Durante el reinado de Alfonso X
el Sabio aparecieron una serie de
tratados en prosa con finalidad
didáctica. La literatura doctrinal y
sapiencial tuvo enorme desarrollo.
La propagación de las ideas
humanistas del Renacimiento por
Europa se vio favorecida por la
invención de la imprenta. En este
período se recupera el diálogo
clásico como forma de análisis e
instrucción, pero habitualmente en
prosa.
La música, de Iriarte
Otro ejemplo de pervivencia del género didáctico, esta vez en el siglo xviii,
es la obra del poeta y compositor Iriarte, titulada La Música. Se trata de
un poema didáctico en cinco cantos que trata de iniciar al público en los
principios elementales de la música. Aquí encontramos una referencia a la
predilección del público español por la zarzuela.
Digna mención pudieras
haber hecho también de nuestro drama
que Zarzuela se llama,
en que el discurso hablado
ya con frecuentes arias se interpola,
o ya con duo, coro y recitado:
cuya mezcla, si acaso se condena,
disculpa debe hallar en la España
natural prontitud, acostumbrada
a una rápida acción, de lances llena,
en que la cantinela
es rémora tal vez que no le agrada.
Iriarte, La música, XII, 10-22.
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Una fábula, Fedro y Samaniego

Por supuesto, no podemos olvidarnos de mencionar a Samaniego que,
siguiendo el ejemplo de Esopo y Fedro, se hizo famoso por sus fábulas,
en las que criticaba actitudes y defectos humanos.

La serpiente en casa del herrero La serpiente y la lima

Quien ataca con diente malvado a otro aún más mor- En casa de un cerrajero
daz, que se dé por aludido en esta historia. entró la serpiente un día
y la insensata mordía
Una víbora llegó al taller de un herrero. Buscando al-
en una lima de acero.
gún alimento que comer, mordió una lima, la cual, re-
sistente, le replicó: «¿Por qué, necia, intentas meterme Díjole la lima: «El mal,
el diente a mí que estoy acostumbrada a roer todo necia, será para ti:
tipo de hierro?». ¿cómo has de hacer huella en mí,
que hago polvos el metal?».
Fedro, Fábulas, IV, 8.
Quien pretende sin razón
al más fuerte derribar,
no consigue sino dar
coces contra el aguijón.
Samaniego, Fábulas, I, XVIII.
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La poesía didáctica en el cine
Bichos (1998)
Esta película de animación de la
productora Pixar/Walt Disney, es
una fábula, es decir, un relato cu-
yos protagonistas son animales y
que ofrece una enseñanza. Está
basada en la archiconocida fábula
de la cigarra y la hormiga.
Un grupo de saltamontes asalta
cada verano la colonia de hormi-
gas donde vive Flick, para apode-
rarse de las provisiones que han
recogido durante el invierno. Un
día, Flick abandona el hormiguero
y parte en busca de insectos gue-
rreros que les ayuden a defender-
se de los temibles saltamontes,
pero, al final, acaba reclutando a
una compañía circense y consi-
guen resolver la situación. (FIL-
MAFFINITY)
La vida de Pi (2012)
Su director, Ang Lee, rodó esta película, La vida de Pi, o la fábula del tigre
y la fe, basada en la obra del escritor canadiense Yann Martel. Esta película
es la historia de la supervivencia del joven tras el naufragio, la fábula de su
interacción con el majestuoso tigre, el cuento de una amistad imposible
forjada a través de la fe, la espiritualidad, la voluntad y las ganas de vivir.
Esta película esconde parábolas sobre las relaciones entre la razón y la fe
o las armas del hombre frente a la naturaleza y la naturaleza frente al hom-
bre. Una moraleja y un tono dignos de El principito, de Esopo o de Fedro.
En Montreal, un escritor frustrado visita a un hombre indio con una historia
fascinante que contar. Va sobre Dios, sobre la supervivencia, sobre la fe y
sobre un tigre. El relator, un indio llamado Pi, rememora su infancia, en la
que se interesó por la filosofía, la teología y la fe. Criado entre los animales
de un zoológico, cuando ya es un adolescente, se traslada con su familia
y sus animales a Canadá en un carguero que naufraga en aguas del Pací-
fico. Pi consigue salvarse en una barca junto con una cebra, una hiena, un
orangután y con Richard Parker, un tigre de Bengala. Comparten barca
en medio del océano durante 227 días. La vida de Pi es la historia de la
supervivencia del joven tras el naufragio, la fábula de su interacción con el
majestuoso tigre, el cuento de una amistad imposible forjada a través de la
fe, la espiritualidad, la voluntad y las ganas de vivir.
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La poesía didáctica en la televisión

De rerum natura (1960)

Documental televisivo, en serie, de título original The Nature of things. Fue
estrenado en el canal CBC Television de Canadá en noviembre de 1960.
Muchos de los programas documentan naturaleza y el efecto que los hu-
manos tienen sobre ella. El programa fue uno de los primeros programas
que versaban sobre el medio ambiente.
No recoge explícitamente la obra de Lucrecio, pero sí refleja su espíritu de
recopilar el saber científico y su reflexión fuera de ideas prefijadas, creen-
cias religiosas y dogmas.