República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón”
Barquisimeto, edo. Lara

Participantes:
Arroyo Diana 20.236.098
Gallardo Alianci 25.474.797
Gutiérrez Fabiola 30.591.489
López David 16.238.320
Vargas Yelitza 17.859.793
Prof.: Ignacio Linares
U.C.: Pensamiento Bolivariano
Sección: NA-006-FS

Barquisimeto, noviembre de 2022

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 Índice

Introducción…………………………………………………………………3
Primeros años………………………………………………………………4
Continúan las pérdidas…………………………………………………….5
Estudios Iniciales…………………………………………………………...5
Primer Viaje a Europa………………………………………………...…...6
Matrimonio Bolívar- Rodríguez del Toro…………………………………7
Segundo Viaje a Europa…………………………………………………..7
Juramento en el Monte Sacro………………………………………….…8
Conclusión………………………………………………………………..…9
Referencias Bibliográficas.……………………………………….………10

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 Introducción

Hablar de la historia de Venezuela, significa hablar de la vida y obra de

Simón Bolívar. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios y Blanco (Caracas, 1783 - Colombia, 1830) fue un militar, estratega,
estadista y político venezolano. Conocido como El Libertador, constituye una
figura esencial en el desarrollo de la historia de nuestro país y parte de
Latinoamérica, debido a los grandes esfuerzos por darle al pueblo una América
unida, libre del yugo español y con miras a ser una patria grande.
Descendiente de la familia Bolívar, de origen Vasco y los Palacios de origen
Español; esta unión en la ciudad de Caracas, los hizo acreedores del rango
“Blancos Mantuanos” por su condición aristócrata, algo que para Simón no fue
impedimento para ver con claridad las absurdas divisiones sociales y políticas
existentes para ese entonces.
A continuación, se presenta de manera precisa algunos de los
acontecimientos del Libertador, desde su infancia hasta el juramento que
realizó en el Monte Sacro, en presencia de su maestro y amigo Don Simón
Rodríguez.

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 Biografía del Libertador Simón Bolívar

Nació en Caracas el 24 de julio de 1783, y fue bautizado con el nombre de

Simón a solicitud de su padrino, el presbítero Félix Jerez y Aristeguieta, quien
instituyó a favor del pequeño un valioso vínculo, que en el futuro daría una
crecida recompensa. Sus padres, Don Juan Vicente Bolívar, conocido
terrateniente monárquico, coronel del batallón de las milicias de Blancos
Voluntarios de los Valles de Aragua, comandante de su majestad el Rey de
España (para la época) y Doña María de la Concepción Palacios y Blanco,
caraqueña hija del coronel Feliciano Palacios y de doña Francisca Blanco y
Herrera, una distinguida familia española, establecida en tierras Venezolanas
durante años.
De esta unión matrimonial, nacieron 5 hijos, María Antonia, Juana y Juan
Vicente, hermanos mayores de Simón, aunque hubo otra niña, María del
Carmen, quien desafortunadamente murió al nacer; siendo así que, Simón fue
el hermano menor y el más cuidado, ya que desde su nacimiento fue entregado
primero al cuidado de doña Inés manceba de Miyares, y finalmente a la negra
Hipólita, esclava fiel y abnegada servidora de la familia, que por su juventud y
aseo personal, se le fue conferida la responsabilidad de dar los cuidados
maternales al niño Simón, y en la prosecución de sus primeros movimientos y
primeras palabras, ya que su madre no podía asistirlo en su totalidad.

Primeros años

Antes de cumplir tres años, Simón perdió a su padre, fallecido el 19 enero

de 1786. Al suceder esta tragedia, tanto la educación de los niños como la
administración los cuantiosos bienes que poseía la familia, corrió a cargo de
la madre, mujer de fina sensibilidad, pero también capaz de tomar las riendas
de todo lo concerniente a su familia. Por otra parte, además de la herencia
paterna, Simón era titular de un rico mayorazgo, instituido para él en 1785 por
su padrino, el Presbítero Félix Jerez y Aristeguieta. En su ciudad natal

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transcurrieron sus primeros años, con ocasionales viajes a las haciendas que
la familia poseía en los Valles de Aragua.

Continúan las pérdidas

Pronto la desgracia se cernió nuevamente sobre él y en 1792 falleció su

madre, a causa de tuberculosis. Es así como Simón y Juan Vicente quedan al
cuidado de su abuelo, don Feliciano Palacios, mientras que sus hermanas
María Antonia y Juana contrajeron matrimonio bien pronto; María Antonia con
pablo de Clemente Palacios y Juana Nepomucena con Dionisio Palacios y
Blanco.
Pero no todo quedaba allí, el 5 de diciembre de 1793 fallece don Feliciano.
Al morir el abuelo, Simón quedó al cuidado de su tío y tutor Carlos Palacios,
un hombre muy serio y áspero, que pasaba largas temporadas en los valles
de Aragua atendiendo los bienes de su sobrino, mientras la negra Hipólita, su
esclava y nodriza, continuaría ejerciendo sus funciones de cuidado. Aunque a
pesar de las buenas atenciones que recibía, necesitaba el calor de su hogar,
con su familia.

Estudios Iniciales

En julio de 1795, cuando cumplía 12 años, huyó del lado de su tío, para
acogerse a la casa de su hermana María Antonia y de su marido, con quienes
sentía mayor afinidad afectiva. A consecuencia de estos hechos, fue notificada
la Real Audiencia de Caracas de lo sucedido, y aunque María Antonia protestó
por el fallo a favor de su tío, Bolívar terminó regresando obligado a la casa de
su tío, y fue éste quien decide llevarlo a casa de Don Simón Rodríguez. Simón
Bolívar pasó algunos meses como interno en la casa de don Simón Rodríguez,
regente entonces de la Escuela de Primeras Letras de la ciudad.
Entre aquel genial pedagogo y reformador social, y el niño Simón Bolívar,
se estableció pronto una corriente de mutua comprensión y simpatía, que
duraría tanto como sus vidas. Rodríguez se marchó de Caracas en 1797.

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Antes y después de ser alumno suyo, tuvo Bolívar otros maestros en Caracas,
entre los cuales se cita a Carrasco y a Vides, quienes le dieron lecciones de
escritura y de aritmética, a fray Jesús Nazareno Zidardia, al Presbítero José
Antonio Negrete, profesor de Historia y de Religión, y a Guillermo Pelgrón,
preceptor de latinidad. Recibió también lecciones particulares de Historia y de
Geografía que le dio don Andrés Bello.
En enero de 1797, cuando estaba por cumplir los 14 años ingresó como
cadete en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua (donde
también sirvió su padre). Al año siguiente fue ascendido a Subteniente. Ese
año cuando fue ascendido por la mediación que realizara su tío Esteban
(Ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino ante el rey Carlos IV),
esto gracias al adiestramiento práctico en los deberes militares que combinaba
con el aprendizaje teórico de materias como: matemáticas, dibujo topográfico,
física, entre otras, que aprendió en la Academia establecida en su propia casa
por el sabio Capuchino Fray Francisco de Andújar desde mediados de 1798.

Primer viaje a Europa

A comienzos de 1799, viajó a España. En Madrid, bajo la dirección de sus

tíos Esteban y Pedro Palacios y la rectoría moral e intelectual del sabio
Marqués de Ustáriz, se entregó con pasión al estudio. Recibió allí la educación
propia de un gentil hombre que se destinaba al mundo y al ejercicio de las
armas: amplió sus conocimientos de historia, de literatura clásica y moderna,
y de matemáticas, inició el estudio del francés, y aprendió también esgrima y
el baile, haciendo en todos rápidos progresos. La frecuentación de tertulias y
salones pulió su espíritu, enriqueció su idioma, y le dio mayor aplomo.
En Madrid conoció a una joven, María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza,
de quien se enamoró perdidamente. A fines de 1800 pensaba en constituir un
hogar, asegurarse descendencia, y regresar a su país, para atender al fomento
de sus propiedades. Hubo un compás de espera, ya que en la primavera de

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1801 viajó a Bilbao, donde permaneció casi todo el resto del año y luego un
breve recorrido por Francia que le condujo hasta París y Amiens.

Matrimonio Bolívar- Rodríguez del Toro

Luego de eso, y pese a la inicial oposición de don Bernardo Rodríguez del

Toro y Ascanio (padre de María teresa) el 26 de mayo de 1802 se casó con
ella y regresó a Venezuela dispuesto a atender sus haciendas; pero, poco duró
su felicidad, ya que apenas ocho meses después, en enero de 1803, María
Teresa murió en Caracas de una violenta fiebre, incapaz de soportar el clima
del trópico. Éste fue, quizás, el primero de los acontecimientos que orientaron
su destino de forma muy distinta a la que había planeado.

Segundo viaje a Europa

En octubre de 1803, Bolívar se embarca nuevamente a Europa, llegando a

Cádiz. Los primeros días de febrero de 1804, se marchó a Madrid, en donde
pasó unos meses al lado de su suegro, consolándose mutuamente;
emprendiendo viaje a París en los primeros días de mayo del mismo año y
donde vivió una existencia disipada y un derroche de su fortuna. Frecuenta
teatros, tertulias y salones, pero trata igualmente a sabios como Alejandro de
Humboldt y Amado Bompland. Asiste a conferencias y cursos libres de
estudios donde se divulgan los conocimientos y las teorías más recientes,
entregándose con pasión a la lectura.

Sin embargo, los días derrochadores de Bolívar en Francia se truncaron

repentinamente cuando supo que su antiguo y querido maestro caraqueño
estaba en París. Simón Rodríguez lo convenció para que estudiara las obras
fundamentales de la literatura de la época, especialmente a Montesquieu,
Rousseau, Voltaire y los enciclopedistas, proponiéndole recorrer Italia junto a
él y Fernando Toro, y así recuperar la estabilidad emocional que había perdido.

En Milán, cuando pudo ver de cerca a Napoleón Bonaparte, su admirado

héroe, ahora rey de Italia, aunque honrado por la invitación, criticó duramente

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la celebración cuando se coronó emperador en París en 1804. En función a
todo lo vivido, es así como trae a ese momento todas las enseñanzas de
historia antigua, las conversaciones con Humboldt y otros hombres ilustres, la
independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa.

Juramento en el Monte Sacro

El 15 de agosto de 1805, en una de las colinas de Roma llamada El Monte

Sacro, el joven viudo caraqueño de 22 años, en presencia de su maestro
Simón Rodríguez y su amigo el Joven Fernando Toro, jura consagrar su vida
a la causa de la libertad o independencia de Hispanoamérica. Al llegar al Monte
Sacro, mira el horizonte y el paisaje que lo rodea, voltea hacia su maestro
con lágrimas en sus ojos y un pálpito enérgico en el pecho dice a Don Simón:
“Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por
mi honor y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi
alma hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder
español…”
Los siguientes veinte años fueron los que le dieron brillo militar y político, al
hilo de los acontecimientos que jalonaron el proceso de independencia de
América del Sur

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 Conclusión

De esta manera, se llega a la conclusión de que Simón Bolívar, es un líder

universal que desde temprana edad se impuso contra cualquier violación de
los derechos humanos, en especial a todo lo que atentara contra la dignidad
humana. Es por ello que dedicó su vida a la liberación de los pueblos del Sur
manteniendo presente los principios de libertad, justicia y valores morales y
sociales como la dignidad, respeto, e igualdad.

La pasión que sintió Bolívar por la Independencia de América no surgió en su

vida de la noche a la mañana, sino que se fue formando en él a lo largo de sus
años de juventud; siendo Don Simón Rodríguez, uno de los pilares
fundamentales dentro de su formación intelectual y personal, desarrollando en
Bolívar pensamiento crítico y sentido de justicia. Gracias al Maestro
Rodríguez, Bolívar entendió y vio más allá de lo que se le fue enseñado en el
seno familiar, para así lograr la independencia de varias naciones.

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 Referencias Bibliográficas

1. Sociedad Bolivariana capítulo Edo. Lara. (1992) El libertador y su maestro

Simón Rodríguez. Editorial Coordinación Lara
2. Liévano I. (2002) Bolívar Biografía, Biblioteca familiar
3. https://www.ecured.cu/
4. https://historia.nationalgeographic.com.es/
5. https://www.cervantesvirtual.com/

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