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Qué es la asertividad y cómo ser más asertivo

El estilo Pasivo:
El estilo pasivo está relacionado con una
actitud sumisa, tímida, empático con los
demás pero con temor al conflicto o a la
crítica por parte de otros: lo que lleva a la
evitación y el no defender los propios
derechos frente a los demás.

El estilo pasivo prioriza el evitar el conflicto


frente a solucionar los problemas.
El estilo Agresivo

El estilo agresivo, por el contrario está


relacionado con una actitud egoísta
en exceso, poco empática con los
demás, a veces sólo tiene en cuenta
sus intereses o carece de habilidades
para afrontar los conflictos. Es decir,
de forma opuesta al pasivo nos
ponemos a nosotros mismos primero.
• Estás haciendo cola para subir al autobús y
alguien se te cuela. Te enfadas pero no te
atreves a decirle nada.
• Un amigo te pregunta si puedes ir a recogerlo
al aeropuerto. A pesar de que te va fatal
¿Has estado porque tienes mucho trabajo, le dices que sí.
alguna vez en No quieres que se enfade contigo.
• Llevas tiempo pensando que mereces un
una situación aumento de sueldo, pero no se lo planteas a
parecida a estas? tu jefe. Está claro que no es lo más adecuado
tal y como están las cosas.
• Quizás te hayas sentido identificado con
alguna de ellas. En cualquiera de estos casos
deberías haber dicho lo que pensabas pero
no lo hiciste.
¿Qué es la asertividad?
• La asertividad es una forma de comunicación que
consiste en defender tus derechos, expresar tus
opiniones y realizar sugerencias de forma honesta,
sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando
a los demás pero sobre todo respetando tus propias
necesidades.

• Y aunque en teoría parezca sencillo, en la práctica


no lo es tanto.
Sí, puedes aprender a ser más asertivo
• Por fortuna la asertividad es un comportamiento que se puede aprender y
mejorar. Se trata de una forma consciente de comunicar tus sentimientos
sin dejarte llevar por las emociones, y se sustenta sobre la autoestima y
confianza en ti mismo. Y recuerda que la confianza tan sólo puede
desarrollarse a través de las experiencias personales, nunca leyendo libros
o blogs en casa.

• Expresar tus verdaderos sentimientos y defender tus derechos puede ser


maravillosamente reconfortante. Cuando dices lo que quieres,
independientemente de si lo consigues o no, logras vivir de forma más
auténtica y feliz.

• Te sientes libre.
Ser asertivo sirve para exponer a los
demás cuáles son tus verdades
deseos y necesidades, y para
demostrar dignidad, autoconfianza y
respeto por ti mismo.
¿Para qué te servirá ser asertivo?
• Dar tu opinión, hacer una petición o pedir un favor a alguien de forma natural y no como
si le estuvieras pidiendo que te perdonase la vida.
• Expresar tus emociones negativas (quejas, críticas, desacuerdos, etc) y rechazar
peticiones sin que los demás se sientan heridos o molestos contigo.
• Mostrar emociones positivas (alegría, orgullo, agrado, atracción) y hacer cumplidos sin
parecer demasiado volátil emocionalmente.
• Preguntar por qué y sentirte legitimado a cuestionar la autoridad o las tradiciones.
• Iniciar, continuar, cambiar y terminar conversaciones de forma cómoda y sin la sensación
de estar ninguneando o faltando al respeto a nadie.
• Compartir tus sentimientos, emociones y experiencias con los demás y favorecer que
ellos compartan las suyas contigo.
• Resolver los problemas cotidianos antes de que aparezcan emociones negativas como la
ira y el enfado y la situación se descontrole.
Razones para tener poca asertividad
A muchos nos educaron en la idea de que siempre debíamos intentar
satisfacer y priorizar a los demás, que no era correcto anteponer
nuestras propias necesidades por encima de las de los otros, y que
cuando alguien decía algo que no nos gustaba debíamos callar.

Pero junto a la educación recibida, existen también otros factores que


determinan que no te comportes habitualmente de forma asertiva.
La falta de asertividad es un círculo vicioso:
cuando no eres asertivo probablemente te
sientas menos valioso al ver como pisotean
constantemente tus derechos, lo que te
Porque tienes convertirá en una persona todavía menos
baja asertiva en el futuro.

autoestima y Recuerda que cuando no defiendes tus


derechos o expresas tus emociones, estás
autoconfianza invitando a los demás a que te traten de esa
misma forma.
Algunos roles están directamente relacionados con
conductas no asertivas, como por ejemplo ciertos
puestos de trabajo de bajo nivel o el rol tradicional
de las mujeres en algunas culturas. Todavía en
Por el muchos lugares existe el estereotipo de que las
significado mujeres deben ser sumisas mientras que los
hombres deben ser agresivos.
de ciertos La paradoja es que nosotros mismos nos
estereotipos presionamos para actuar conforme el rol que se
supone que debemos desempeñar en cada
en tu vida momento: casi todos somos más pasivos y menos
asertivos delante del director general que frente el
compañero de trabajo con el que compartimos
mesa.
Cuando estás estresado es habitual sentir que
estás perdiendo el control de tu vida. En esas
situaciones puedes actuar sin pensar y
terminar expresando las emociones de forma
muy agresiva o incluso extremadamente
Porque estás pasiva, como si nada tuviera ya importancia.
estresado o Este comportamiento, de nuevo, alimentará la
nervioso sensación de ansiedad y probablemente
provoque rechazo en los demás, con lo que el
círculo vicioso vuelve a alimentarse.
Mucha gente cree que han nacido más
agresivos o más pasivos y que no hay
nada que puedan hacer para cambiarlo.

Por tu tipo
de
Esta afirmación no es correcta del todo.
personalidad A pesar de que es probable que exista
una tendencia natural a reaccionar de
una manera u otra, todo el mundo
puede aprender a ser más asertivo.
Por tus experiencias anteriores

Como he comentado al principio,


mucha gente ha aprendido a
responder de forma no asertiva por El primer paso para ser más
imitación de la conducta de sus asertivo es conocer el origen del
padres, amigos o roles de referencia. problema.
Si siempre has tenido a tu alrededor
personas serviciales y complacientes,
o agresivas y hostiles, es difícil que
aprendas a reaccionar de otra forma.
Las 10 claves para
ser más asertivo
Reemplaza tus pensamientos negativos
• Para empezar es clave que sustituyas los pensamientos negativos que te
surgen cuando haces valer tus derechos.

• Evita pensar cosas como “Soy un mal amigo por no dejarle dinero a mi
colega” y cámbialo por una visión más positiva y personal como “Merezco
que me respeten y no puedo dejarle dinero a alguien que nunca me lo ha
devuelto”.

• No puedes cambiar tus emociones, pero sí la forma en que las interpretas.


• Sólo si crees estar en el derecho de expresar tus sentimientos y defender
tus ideas podrás hacerlo sin herir a nadie.
Comprende que la gente no puede leerte la
mente
• Un gran y clásico error de la gente pasiva es suponer que la gente
sabe qué está ocurriendo en tu interior.
• Quizás creas que tu jefe sabe que quieres un aumento de sueldo, o
que tu novia espera que la invites a una cena romántica, o que tu
amigo sabe lo mucho que te molesta que le dejes un videojuego y
que luego no te lo devuelva.
• Sin embargo la gente no suele tener ni idea de lo que te molesta o de
lo que realmente esperas de ellos. Así pues, no utilices el argumento
de que ya saben lo que quieres como excusa para no dar un paso al
frente, porque es falso.
Defiende “tu” verdad, no “la” verdad
• Hablar de forma asertiva no transforma tu mensaje en la única
verdad, pero sí que lo transforma en tu verdad.

• Las verdades pueden ser desagradables, pero ese no es el motivo


para no decirlas. A menudo las verdades más duras son las más
valiosas.
Recuerda tu objetivo pase lo que pase
• Imagínate que llevas una temporada poco motivado en el trabajo y
decides ir a hablar con tu jefe. Si tan sólo le expones el problema -no
te sientes motivado- lo que haces es traspasarle toda la
responsabilidad a él.
• Lo que decida quizás te guste, o quizás no, porque le has dejado
libertad para decidir.
• Para ser asertivo no debes exponer tan sólo las situaciones, también
debes dejar muy claro lo que quieres.
• Una vez tengas un objetivo, no te apartes de él.
Sé siempre lo más concreto que puedas
• Además de conocer cuál es tu objetivo real en esa situación, debes
ser capaz de transmitir exacta y detalladamente lo que quieres y no
una vaga idea general, o la situación probablemente se te escape de
las manos.
• Contrariamente a lo que hace mucha gente, no tiene ninguna utilidad
mantener una conversación en la que tan sólo quieras expresar tu
enfado. ¿Qué pretendes conseguir realmente?
Haz referencia a los hechos y no a tus juicios
• Es muy importante que en general te acostumbres a hablar de hechos
objetivos y concretos, y no de tus conclusiones. ¿La diferencia?

• Hecho objetivo: “Tu escrito tiene faltas de ortografía y el formato


varía en cada página”
• Tu conclusión: “Tu escrito es una chapuza”

• Así lograrás que tu comunicación sea mucho más precisa y que la


gente no se sienta agredida ni juzgada antes de empezar a tratar con
el problema.
Añade motivos a lo que pides
• Cuando pidas algo que realmente quieras conseguir explica también
tus motivos. Dar motivos es una excelente forma de reducir las
probabilidades de que te rechacen porque tu interlocutor verá que
hay un razón real que sustenta tu petición, y que no es un capricho
tuyo.
Habla desde “ti” y no desde “tú”
• Incluso cuando no sea tu intención, es habitual que en las
conversaciones intensas las demás personas perciban que las estás
culpando. Utilizar la palabra “Tú” en tus argumentos puede
intepretarse fácilmente como una acusación y entonces, como
mecanismo de auto-protección, la gente se cierra y se distancia.
Contagia tus emociones
• Otra de las ventajas de los mensajes “Yo” es que son muy difíciles de
discutir porque siempre irán seguidos de una emoción o sensación, y
nadie te podrá discutir nunca cómo te sientes.

• Además, las emociones se contagian al hablar de ellas. Cuando


expresas lo que sientes la gente empatiza contigo porque conoce la
emoción a la que te estás refiriendo.
Reduce tu ansiedad con el lenguaje corporal
• Debido a que las emociones son contagiosas, si quieres comunicarte
de forma asertiva deberás transmitir también eso con tu lenguaje
corporal.
Las 4 etapas del
mensaje asertivo
perfecto
• Los hechos. Primero describe la conducta de la otra persona. La conducta
puede ser positiva o negativa, según si pretendes agradecer algo o expresar tu
descontento. Recuerda que debes hablar de hechos y no de juicios, y ser lo
más específico posible.
• Tus sentimientos. Ahora explica cómo te hace sentir esa conducta. ¿Frustrado?
¿Triste? ¿Satisfecho? Habla desde ti y de tus sentimientos, e intenta
mantenerte calmado.
• Las consecuencias. Describe las consecuencias de que tu interlocutor siga
manteniendo esa conducta. Aquí también puedes añadir los sentimientos que
prevés experimentar, cómo ese comportamiento afectará a otras personas o
situaciones, o dar más detalles de esa conducta.
• La solución. Finalmente explica concretamente los cambios que quieres que se
produzcan en el comportamiento de la otra persona. De esta forma la gente
podrá responder de forma proactiva, al contrario de si tan sólo expusieras un
listado de tus problemas sin sugerir soluciones.
Recuerda que habrá muchas ocasiones en las que no tengas éxito. Es
normal. La clave está en no venirse abajo y volver a intentarlo con más
ganas. No es el miedo al rechazo lo que separa la gente con mayor o
menor confianza, sino cómo reaccionan a él.
Cómo comunicarte
asertivamente
• Observar los hechos sin juzgar
• Responsabilizarte de tus sentimientos
• Encontrar tus necesidades no cubiertas
• Hacer una petición concreta que respete las necesidades de las
personas
Observa y comunica los hechos sin juzgar
• La base de la asertividad es separar tus observaciones de tus
evaluaciones.

• Para ello debes describir lo que ha ocurrido sin emitir ningún juicio o
interpretación, simplemente explicando de la forma más objetiva que
puedas lo que has observado.

• Si no lo haces así y tu interlocutor percibe que estás emitiendo un


juicio sobre lo que es bueno o es malo, va a dejar de escucharte
desde el primer segundo.
Observar sin juzgar es
la forma más elevada
de inteligencia
humana.
Identifica y expresa tus sentimientos
• Si el primer paso de la comunicación asertiva es observar sin juzgar, el
segundo es expresar tus sentimientos. Esto es muy importante por
una razón: porque tus sentimientos son la única realidad que no
admite discusión.
• Las situaciones y los actos de las personas nos provocan emociones, y
solo comunicándolas conseguiremos expresar nuestra realidad más
interna. Porque aunque sean negativas, se ha demostrado
científicamente que es una de las formas más eficaces de generar
empatía, la base de la asertividad.
Encuentra tu necesidad no satisfecha
• Te sientes bien cuando tus necesidades están
satisfechas, y mal cuando no lo están.
• Por ejemplo, si te sientes solo es porque necesitas
recibir más afecto y cariño. Si te enfadas cuando
alguien se apropia de tus méritos en el trabajo, es que
necesitas sentirte reconocido.
Quizás ahora estés pensando
que mostrar tus necesidades
te hará vulnerable. Pero la
realidad es todo lo contrario.
Te ayuda a empatizar con los
demás porque estarás
hablando en un lenguaje
universal, y eso provoca que
también sientan la necesidad
de abrirse tal y como quedó
demostrado en este estudio.
Llegamos a la última etapa de la asertividad. Consiste
en expresar claramente lo que quieres o esperas de
los demás.

Haz una El alma de la comunicación asertiva es la empatía, tu


habilidad de conectar con tus propias necesidades y
petición activa las de los demás para encontrar puntos de
colaboración. Y eso es tremendamente reconfortante.
y concreta
La comunicación asertiva no es solo una forma de
defender tus derechos o decir que no. Es una nueva
manera de relacionarte con las personas que te
rodean y, me atrevería a decir, de contribuir a la vida.
Para lograr una Comunicación Asertiva se debe tomar en cuenta las
siguientes áreas:

• Cognitiva: eliminar ideas irracionales y construir un sistema de


pensamientos asertivos (positivos).

• Emocional: reconocer y manejar las propias emociones y el


autocontrol.

• Conductual: comunicarse de modo efectivo a través de habilidades de


interacción o sociales

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