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María Cristina Salazar (editora)

La investigación-acción participativa: inicios


y desarrollos
Editorial Popular S. A., Madrid, 1992

Orlando Fals Borda y Mohammad Anisur Rahman

Acción y conocimiento: cómo romper el monopolio con in­


vestigación-acción participativa
C IN E P, Bogotá, 1991

Es verdaderamente afortunado que todos los niveles y todos los campos de y (iii) la necesidad de integrar los ni­
aparezcan juntos, en la coyuntura ac­ la ciencia social. veles micro y macro, es decir, de reco­
tual, los dos libros que aquí reseño. nocer que ni lo individual puede sacri­
Nos ofrecen la oportunidad de hacer En el primer artículo del libro, “La In­ ficarse en aras de lo colectivo ni lo co­
un recorrido a la vez ágil y riguroso vestigación-Acción y los problemas de lectivo en aras de lo individual (pers­
del desarrollo que ha tenido la Inves­ las minorías” de Kurt Lewin (1946), pectiva holística).
tigación-Acción Participativa (IA P) aparecen ya planteados varios aspec­
durante sus veinte años de existen­ Los seis artículos que siguen al de Le­
tos centrales que fueron y siguen sien­
cia, ilustrado y enriquecido —como lo win — Tax (1960), Stavenhagen
do piedras angulares de la filosofía de
demanda la misma filosofía que ins­ (1971), Fals Borda (1980), Zamosc
la IAP. Se plantea, por ejemplo, el pro­ (1987), Park (1989) y Kem mis
pira este trabajo— con testimonios blema de la relación entre los científi­
muy aleccionadores de las vivencias (1990)— muestran las distintas for­
cos sociales (y la ciencia) y los grupos mas en que este tipo de preocupacio­
que han tenido o conocido algunos de “no científicos” de la sociedad: Lewin
los más destacados creadores y prac­ nes fue surgiendo, multiplicándose y
advierte, por un lado, sobre la “ame­ expandiéndose en los trabajos reali­
ticantes de la IAP.
naza para la ciencia social (que) pro­ zados por reconocidos científicos so­
viene de los grupos en el poder” —por ciales en distintos momentos y luga­
Una de las características más atrac­
el temor que en estos grupos se le tie­ res, con experiencias diversas, y ubi­
tivas del libro Investigación-Ac­
ne— , y por el otro señala categórica­ cados en disciplinas/enfoques y cam­
ción Participativa: inicios y desa­
mente que el científico social no podrá po^ temas de investigación dife­
rrollos es que recopila un conjunto
ayudar a soluciones efectivas “sin pro­ rentes. Este recorrido se complemen­
de artículos que, a pesar de haber sido ta al final con un ensayo de Rahman
escritos por personas tan distintas en veer suficiente autoestima a los miem­
bros de los grupos minoritarios como y Fals Borda en el que se pone en
tantas dimensiones —países, discipli­ perspectiva lo que ha sido la evolu­
nas, orientaciones ideológicas y cien­ individuos”. Y destaca también la im­
ción de la IAP y se describen los cam­
tíficas, momentos históricos, etc.— , portancia de “la relación entre los ni­
bios tan importantes ocurridos en el
mantienen como hilo conductor unas veles local, nacional e internacional”.
complejo y rico recorrido que delinean
preocupaciones básicas iguales, que ilustrativamente los artículos compi­
Quedan así enunciadas desde el pri­
son precisamente las que indujeron a mer artículo del libro tres preocupa­ lados en el libro.
construir y articular lo que hoy cono­ ciones seminales de la IAP: (i) el com­
cemos como IAP. Esto demuestra que promiso para rescatar el papel prota- Estos dos destacados constructores
la experiencia ya acumulada no per­ gónico y autónomo que tienen que de la IA P —Rahman y Fals— mues­
mite ver en la IAP lo que muchos vie­ cumplir los individuos que constitu­
ron al comienzo: el embeleco capri­ tran al desnudo cómo, partiendo de
yen las bases sociales, tanto en la in­
choso de unos pocos investigadores las etapas iniciales signadas por ten­
vestigación (producción de conoci­
obsesionados con, y perdidos en, unos dencias activistas y dogmáticas en
miento) que se requiere para com­
problemas locales, marginales y tran­ prender sus problemas, como en la ac­ las que ellos mismos fueron protago­
sitorios. La experiencia histórica de ción (uso del conocimiento) que se nistas principales, se fue evolucio­
la IAP arroja luces, cuestionamientos debe desplegar para resolverlos, (ii) el nando hacia la reincorporación de la
y desafíos de mucha envergadura y reconocimiento de que la ciencia no dimensión reflexiva en sus prácticas
profundidad a todo lo largo y ancho de puede convertirse en un “fetiche” en de Investigación-Acción Participati­
la investigación y la acción social y cuyo nombre los “investigadores” va, pero manteniendo siempre el
política, que se comienzan a sentir en puedan tiranizar a los “investigados”, compromiso inquebrantable con el

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RESEÑAS 97

diálogo que es esencial mantener con la antropología, la sociología y el tra­ le a otras “el poder del saber domi­
las comunidades con quienes se in­ bajo social”, y también a ver la impor­ nante”, sino como una forma siem­
vestiga para evitar la separación in­ tancia de dedicar mucha energía a pre diferente de ver el mundo que va
vestigador/investigado — o sujeto/ob­ intercambiar información a nivel in­ aportando discreta pero certeramen­
jeto— que engendra el ejercicio de un terregional e internacional para sa­ te nuevas luces y nuevos caminos en
poder totalitario de los investigado­ car aprendizajes de la comparación todos los campos del quehacer social
res sobre los investigados en los pro­ de experiencias. y político: la educación, la transfe­
cesos mismos de producción y uso de rencia de tecnología en todos los ám­
conocimiento. Rahman y Fals nos in­ En el trasfondo del panorama que el bitos, la liberación de la mujer, las
forman también cómo la experiencia libro en su conjunto dibuja subyace manifestaciones artísticas popula­
en la IA P indujo a los investigadores algo de vital importancia que hay res, el trabajo social de distintos ti­
a extender su atención a “campos co­ que destacar: cómo la IA P avanza, pos de organizaciones (juveniles, re­
mo la medicina, la economía ‘descal­ no en la dirección de constituirse en ligiosas, ONG), la administración
za’, la planificación, la historia, la una nueva disciplina especializada empresarial, la función del Estado,
teología de la liberación, la filosofía, que entra “en guerra” para disputar- etcétera.

* * *

El segundo libro, Acción y conoci­ pósito fundamental es motivar su que las personas —y en especial los
miento: cómo romper el monopo­ lectura, sólo quiero señalar que este académicos— ya tenemos cristaliza­
lio con Investigación-Acción Par- texto ofrece la oportunidad de hacer do en la cabeza.
ticipativa, constituye un comple­ un ejercicio que puede ser muy valio­
mento extraordinario del primero. En so, no sólo para lograr una compren­ Dice Krishnamurti: “En la mayoría
una brillante Introducción, Fals Bor­ sión formal más profunda de lo que de nosotros el saber o la erudición se
da y Rahman presentan de manera han convertido en afición, y creemos
ha sido y es la IAP, sino también —y
tan sencilla como penetrante una sín­ que por el hecho de saber seremos
principalmente— para acercarse de
tesis de lo que es para ellos hoy la IAP creadores. Una mente que está reple­
manera más real —es decir, más vi-
y de los componentes filosóficos que la ta, encajada en hechos, en conoci­
distinguen y la constituyen. Luego, vencial y personal— a lo que signifi­ mientos, ¿será capaz de recibir algo
en una segunda parte, se recoge un ca en el contexto de un cambio social nuevo, súbito, espontáneo? Si vuestra
amplio y diverso conjunto de testimo­ realmente democrático. El ejercicio mente está atestada de lo conocido,
nios sobre experiencias vividas por que sugiero es estudiar con deteni­ ¿queda en ella espacio alguno para re­
distintas comunidades en diferentes miento las partes Primera y Tercera cibir algo que sea de lo desconocido?
partes del mundo, en las que a la vez a la luz de la Segunda, y luego estu­ Sin duda, el saber es siempre de lo co­
que la IA P ha tenido una influencia y diar de nuevo la Segunda a la luz de nocido; y con lo conocido tratamos de
un contribución importantes, ha reco­ la Primera y la Tercera. Por esta vía comprender lo desconocido, algo que
gido también los aprendizajes que re­ el lector puede acercarse mucho a ex­ es inconmensurable” (L a libertad
quiere para su permanente renova­ perimentar —en el sentido de tras­ primera y última, p. 166).
ción. El libro termina con una tercera cender la comprensión exclusiva­
parte — titulada Praxiologia— en la mente menta^intelectual a la que Lo conocido como impedimento para
que se recopila y sintetiza un amplio con tanta frecuencia nos limitamos lo nuevo ha sido, en mi opinión, una
conjunto de reflexiones renovadoras y de las obstrucciones más importantes
los académicos— lo que es la integra­
desafiantes a partir de la experiencia que se han interpuesto para que la
ción entre teoría y práctica, entre ac­
acumulada en la IAP. Estas reflexio­ IA P sea vista y entendida sin preven­
nes se relacionan con otros trabajos ción y reflexión, en un proceso inves-
ciones y con espíritu abierto. Pienso
novedosos realizados en disciplinas tigativo.
que la lectura seria, desprevenida y
diferentes — como la física y la teoría Personalmente he vivido las dificul­ abierta de estos dos libros —y en par­
de sistemas— , que han producido tades tan grandes que se interponen ticular el ejercicio que propongo hacer
una oxigenación y una transforma­ cuando uno quiere compartir con con el segundo— puede ser un recur­
ción muy significativas en sus respec­ otros —y muy particularmente den­ so muy útil para liberamos de las tra­
tivos campos. Estos aires renovado­ tro del mundo académico— la expe­ diciones que nos amarran y habilitar­
res son, en mi opinión, comparables a riencia vivificante y renovadora que nos para entrar en todo lo nuevo que
los que esfuerzos como la IA P han co­ es producir-y-usar conocimientos con nos ofrece la IAP.
menzado a producir ya dentro de las comunidades cuyas capacidades en
ciencias sociales. este terreno (en el del conocimiento)
son comúnmente ignoradas y despre­
No voy a entrar aquí en consideracio­ ciadas. Una de las barreras más fuer­ Alejandro Sanz de Santamaría,
nes específicas sobre las tres partes tes y difíciles de franquear para poder economista, profesor de la Universi­
que constituyen este libro porque me compartir estas experiencias está, pa­ dad de los Andes.
extendería demasiado. Como mi pro­ radójicamente, en el “conocimiento”

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