Está en la página 1de 70

Tema 1_P1: Bases neuropsicopedagógicas aplica -

1.1. Nociones básicas del cerebro humano


Los nuevos conocimientos que tenemos sobre el cerebro han propiciado, aunque
aún de forma muy tenue, que empecemos a darnos cuenta de que ahora podemos
entender al ser humano y, a fin de cuentas, entendernos a nosotros mismos, como
nunca antes lo hemos hecho. Este es el gran avance actual, y muy probablemente
el más importante de toda la historia de la humanidad.

Leslie A. Har

El estudio del desarrollo del cerebro es clave no solo para entender su anatomía,
su estructura, organización intrínseca y sus funciones, sino también para estudiar
los diferentes procesos y funciones transitorias que se llevan a cabo mientras ocurre
este fenómeno, así como para prevenir alguna alteración y favorecer un sano
desarrollo del mismo.

El cerebro es el centro de nuestras facultades mentales, es el órgano más complejo


del cuerpo. Regula distintas funciones vitales como por ejemplo, las pulsaciones
cardíacas, la respiración, la temperatura corporal y, a su vez, controla las llamadas
funciones superiores como el razonamiento, la conciencia, los sentimientos y el
lenguaje.

En lo que respecta al cerebro del adulto, es una masa húmeda y frágil que pesa
poco más de tres kilos. Tiene más o menos el tamaño de una pequeña toronja, la
forma de una nuez y cabe en la palma de la mano. Se encuentra dentro del cráneo
y rodeado por membranas protectoras, situándose en lo alto de la columna
vertebral. Funciona incesantemente, incluso durante el sueño. Aunque solo
represente un 2 % del peso de nuestro cuerpo, consume alrededor del 20 % de
nuestras calorías; cuanto más pensamos, más calorías consumimos.

Durante siglos, quienes se ocuparon de la observación del cerebro han examinado


cada rasgo del mismo, diseminando nombres griegos y latinos para explicar lo que
veían. Analizaron sus estructuras y funciones y generaron conceptos para explicar
sus observaciones. Un concepto temprano dividía al cerebro en localizaciones:
lóbulo frontal, cerebro mesencéfalo y metencéfalo.

Otra clasificación, propuesta por Paul MacLean (1990) en la década de 1960,


describía la tríada cerebral o cerebro triuno según tres estados evolutivos: el
reptiliano, paleomamífero y mamífero o neocorteza.

El cerebro reptiliano, también llamado complejo-R, estaría formado básicamente


por los ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Se le considera
también como cerebro primitivo, que controla comportamientos instintivos y que se
centra en las actividades más básicas de la supervivencia incluidas la agresividad,
la dominación, la territorialidad y los rituales. El cerebro reptiliano estaría lleno de
memorias ancestrales y controlaría las funciones autonómicas (respiración y latido
cardíaco), el equilibrio y el movimiento muscular. Sus respuestas son directas,
reflejas, instintivas.

El cerebro paleomamífero es el sistema límbico y sería el responsable de las


emociones. Está basado en un sistema de evasión (sensaciones desagradables
como el dolor) y atracción (sensaciones agradables como el placer). Partes clave
del sistema límbico serían la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo
y el hipocampo. También sería el responsable de la motivación y la emoción que
sentimos al alimentarnos, al reproducirnos y en el comportamiento parental.

La tercera estructura superpuesta es el cerebro moderno de mamífero o


neocorteza. Es característico de los mamíferos más evolucionados, de nosotros y
de los primates. Es responsable del pensamiento avanzado, la razón, el habla, la
planificación, la abstracción, la percepción y lo que en general llamamos funciones
superiores.
Figura 1. Cerebro triuno

Fuente: https://www.facebook.com/TerapiasCreceresvivir2015/photos/paul-maclean-es-conocido-
por-haber-conceptualizado-la-teor%C3%ADa-del-cerebro-triuno-/1918541415084867/

El cerebro humano trabaja en red, utilizando las llamadas redes neuronales y los
neurotransmisores en permanente actividad, dispuestas a armar redes de
información en milésimas de segundos, generando un sistema de comunicación
entre ellas, denominado sinapsis, especialmente para que el cerebro logre su
principal objetivo, el de aprender todo el tiempo. Esto nos permite plantear la
importancia, conocer mejor cómo funciona nuestro cerebro para que, a partir de ello,
se pueda predecir posibles complicaciones en el desarrollo y prevenir trastornos
derivados de problemas en el sistema nervioso.

Sistema nervioso (central y periférico)

El sistema nervioso es una estructura compleja de nervios y neuronas. Transmite


señales eléctricas a diferentes partes del cuerpo y coordina las acciones voluntarias
e involuntarias. Este sistema lo estructuran dos subsistemas: el sistema nervioso
central (SNC), localizado dentro de la columna vertebral y el cráneo; y, el sistema
nervioso periférico (SNP) localizado fuera de dichos órganos.

Figura 2. Sistema nervioso central y periférico


Fuente: http://recursosbiblio.url.edu.gt/publicjlg/Libros_y_mas/2015/08/biop/cap/03.pdf

El SNC lo conforman la médula espinal y el encéfalo. El encéfalo comprende el


cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo o encefálico, y se encuentra dentro del
cráneo. La médula espinal es la parte del sistema nervioso central situada en el
interior del canal vertebral y se conecta con el encéfalo a través del agujero occipital
del cráneo. El SNC (encéfalo y médula espinal) recibe, integra y correlaciona
distintos tipos de información sensorial. Además, el SNC es también la fuente de
nuestros pensamientos, emociones y recuerdos. Tras integrar la información, a
través de funciones motoras que viajan por nervios del sistema nervioso periférico
ejecuta una respuesta adecuada.

El sistema nervioso periférico (SNP) está formado por nervios que conectan el
encéfalo y la médula espinal con otras partes del cuerpo. Los nervios que se
originan en el encéfalo se denominan nervios craneales, y los que se originan en
la médula espinal, nervios raquídeos o espinales. Los ganglios son pequeños
cúmulos de tejido nervioso situados en el SNP, los cuales contienen cuerpos
neuronales y están asociados a nervios craneales o a nervios espinales. Los
nervios son haces de fibras nerviosas periféricas que forman vías de información
centrípeta (desde los receptores sensoriales hasta el SNC) y vías centrífugas
(desde el SNC a los órganos efectores).

Neurona y tipos

El sistema nervioso cuenta con diez millones de elementos funcionales


denominados células nerviosas. Esas células se presentan en su mayor parte como
células gliales y en menor medida, como neuronas.

Las neuronas son las células responsables de las funciones atribuidas al sistema
nervioso: pensar, razonar, control de la actividad muscular, sentir, etc. Son células
excitables que conducen los impulsos que hacen posibles todas las funciones del
sistema nervioso. Aunque pueden tener distintas formas y tamaños, todas las
neuronas tienen una estructura básica y constan de tres partes esenciales: cuerpo
neuronal, dendritas y axones.
Figura 3. Anatomía de la neurona

Fuente: https://www.insst.es/documents/94886/161958/Cap%C3%ADtulo+7.+Sistema+nervioso

a. El cuerpo o soma neuronal (materia gris) contiene el núcleo y el citoplasma,


con todos sus orgánulos intracelulares, rodeado por la membrana
plasmática.

b. Las dendritas son prolongaciones cortas ramificadas, en general múltiples, a


través de las cuales la neurona recibe estímulos procedentes de neuronas
vecinas con las cuales establece una sinapsis o contacto entre células. El
lugar de contacto entre dos neuronas o entre una neurona y un órgano
efector es una sinapsis. Para formar la sinapsis, el axón de la célula
presináptica se ensancha formando los bulbos terminales o terminal
presináptica los cuales contienen sacos membranosos diminutos, llamados
vesículas sinápticas que almacenan un neurotransmisor químico. La célula
postsináptica posee una superficie receptora o terminal postsináptica. Entre
las dos terminales existe un espacio que las separa llamado hendidura
postsináptica.

c. El axón es una prolongación, generalmente única y de longitud variable, a


través de la cual el impulso nervioso se transmite desde el cuerpo celular a
otras células nerviosas o a otros órganos del cuerpo. Cerca del final, el axón
se divide en terminaciones especializadas que contactarán con otras
neuronas u órganos efectores. Muchas neuronas tienen alrededor de sus
axones un material blanquecino que lo aísla del líquido extracelular. Esta
sustancia es la mielina. Los nódulos de Ranvier son unas pequeñas
aperturas que se encuentran de manera intercalada entre las vainas de
mielina que cubren los axones neuronales.

Tipos de neuronas

Dentro de los tipos de neuronas se encuentran:

 Unipolares. Solo tienen una prolongación, como los neuroblastos.

 Seudounipolares. Tienen una prolongación principal, que luego se ramifica


en otras dos cortas desde el soma celular, como las células ganglionares de
la raíz dorsal.

 Bipolares. Tienen dos prolongaciones, como las células bipolares de la


retina.

 Multipolares. Tienen muchas prolongaciones y sus formas incluyen:

o Estelares

o Piramidales, con dendritas apicales y basales


o Purkinje, con un cuerpo robusto y dendritas orientadas como un
árbol aplanado en un solo plano

Figura 4. Variaciones morfológicas de la neurona

Fuente: Ramos Zúñiga, R. (2014). Guía básica en neurociencias. Barcelona, España: Elsevier

Por otra parte, las células gliales no trasladan impulsos eléctricos como las
neuronas. Estas células se clasifican en: macroglias y microglias. Las células gliales
proveen de nutrientes a las neuronas, eliminan fragmentos de neuronas muertas y,
en especial, contribuyen al proceso de comunicación química. Una diferencia
fundamental con las neuronas es que las células gliales pueden reproducirse por
división. Si este proceso se da de forma anómala, suele ser una de las causas de
la presencia de tumores en el sistema nervioso.

Dentro de los diferentes tipos de neuronas también se encuentran las neuronas


espejo, que fueron descubiertas en 1996 por un grupo de neurocientíficos italianos
de la Universidad de Parma, entre ellos destaca el neurobiólogo Giacomo Rizzolatti.
Son las células nerviosas de nuestro cerebro encargadas de imitar las acciones que
inconscientemente llaman nuestra atención, nos permiten sentir empatía, imitar a
los demás. Gracias a ellas podemos interpretar las actitudes de los demás y así
manejar una negociación o conversación adecuada, por lo que cumplen un papel
importante para el desarrollo de las habilidades sociales. Se llaman neuronas espejo
porque le permite al cerebro reproducir la información del exterior como el efecto de
un espejo. Por ejemplo, cuando vas a un concierto y ves a las personas eufóricas,
estas neuronas generan la sensación de repetir esas acciones.
Hemisferios y lóbulos cerebrales

El cerebro se encuentra dividido en dos hemisferios, de forma simétrica. El


hemisferio izquierdo controla casi todas las acciones en el lado derecho del cuerpo
y viceversa. De esta manera, una alteración o lesión en un hemisferio afecta el lado
contrario del cuerpo.

Varios autores han comprobado que el hemisferio izquierdo regula actividades


como las matemáticas y el lenguaje, mientras que el derecho se encarga del
reconocimiento de facciones, las habilidades espaciales, entre otras. Asimismo, la
comunicación entre ambos hemisferios se realiza mediante el cuerpo calloso, el cual
está constituido por una banda de 250 millones de fibras nerviosas. Lo anterior
implica que, a pesar de existir acciones dominadas por determinado hemisferio,
ambos se entrelazan como una unidad.

Los hemisferios cerebrales están compuestos, a su vez, por los lóbulos frontal,
parietal y temporal. Asimismo, los lóbulos se dividen en redes de neuronas, cada
vez más complejas según el nivel de especificidad del procesamiento

Figura 5. Principales subdivisiones de la corteza cerebral

Fuente: https://www.share4rare.org/es/library/gliomatosis-cerebri/introduccion-al-sistema-nervioso

Aunque los lóbulos trabajan de manera conjunta, estos tienen algunas funciones
específicas como:

 El lóbulo frontal está encargado de la mayoría de funciones cognitivas de


orden superior relacionadas con el comportamiento, la planificación y la
resolución de problemas. Está conformado por el giro frontal inferior (que
contiene al área de Broca, asociada al habla), el giro frontal medio
(relacionado con funciones de nivel elevado), el giro frontal superior
(encargado de la ejecución y planificación de movimientos) y la corteza
motora primaria (responsable del control voluntario de movimientos).

 El lóbulo temporal está a cargo de procesos relacionados con el


reconocimiento de objetos, la memoria y la audición.
 El lóbulo parietal se encarga del procesamiento espacial.

 El lóbulo occipital es el responsable del procesamiento visual.

Figura 6. El lóbulo frontal

1.2. Niveles cognitivos


La mayoría de las personas jamás se han preguntado cuál es el proceso que nos
lleva a abrir los ojos y poder ver el mundo. De igual manera, no se han cuestionado
por qué recuerdan sus primeras vacaciones con amigos o, cómo hacen para saber
que todos los perros pertenecen a una misma especie, o por qué nos emocionamos
al ver un final feliz en el cine, aún sabiendo que está representado por actores y que
es una historia que pertenece a otros.

Estos fenómenos se dan por obvios y parecen naturales para los sujetos. Solo
cuando hay una falla y se nota la ausencia de alguno de los procesos subyacentes
que los hacen posibles es que nos damos cuenta de su importancia. Debido a ello
es fundamental cuestionarnos lo siguiente: cómo hacemos para ver, para atender,
para recordar, para pensar, para escribir o para ser conscientes de nuestras
emociones. Para dar respuesta a los cuestionamientos planteados anteriormente,
es importante conocer cómo se relaciona el cerebro y los niveles cognitivos como
la sensación y sensopercepción, atención, memoria, lenguaje, pensamiento y
emociones.

Los avances en la investigación así como en la tecnología han permitido reconocer


que los niveles cognitivos que antes se creían localizados en una zona particular
del cerebro, en realidad están integrados por diferentes sistemas cerebrales. Hoy
en día son ya varios los estudios que, además de analizar el funcionamiento
cognitivo del hombre, también tratan de establecer la localización cerebral de cada
uno de los procesos.

Sensación y sensopercepción
La percepción es un proceso cognitivo cuya función principal es la de interpretar los
estímulos externos de forma subjetiva. Dicha interpretación parte de una previa
interacción sensorial con el estímulo y la interiorización de la información recién
adquirida.

Su objetivo es establecer categorías de los estímulos y posteriormente hacer uso


de esa información al enfrentarse nuevamente al estímulo. En el caso particular de
la percepción, la impresión de la información recibida se enlaza con un factor de
subjetividad emocional basado en las experiencias previas del sujeto; por ello, el
significado de un mismo objeto puede variar de un individuo a otro.

En la interacción con el estímulo, la información entra de forma sensorial, pero la


percepción tiene origen en el sistema nervioso central. El estímulo penetra en
nuestro sistema y es captado a través de receptores específicos que se encuentran
situados en los órganos sensitivos. Estos receptores envían el impulso hacia el área
cortical, que se encarga de procesar la información. Para cada sentido hay un
receptor especializado.

Tabla 1

Receptores especializados para los sentidos

Una vez estimulado el órgano sensorial, la información es enviada a su respectiva


área de proyección cortical, donde se inicia el procesamiento de la información.
Según el modelo de procesamiento cortical jerárquico secuencial de Luria (1970),
la información del estímulo sensitivo llega al área de asociación sensorial o de
proyección cortical ubicada en los lóbulos temporal, occipital y/o parietal, los cuales,
a la vez, se subdividen en tres zonas para su procesamiento: áreas sensoriales
primarias, secundaria y terciaria.

Las áreas sensoriales primarias de los lóbulos occipital, temporal y parietal tienen
como función la recepción de información por medio de imágenes, sonidos o
sensaciones cutáneas; una vez captado el estímulo, la información es enviada al
área de asociación sensorial secundaria, en la que se establece una relación
conceptual de la información nueva con los conocimientos previamente adquiridos;
por último, la información pasa al área de asociación sensorial terciaria, que implica
una conexión entre los tres lóbulos anteriormente mencionados y permite establecer
una representación multimodal, es decir, la información se establece, se codifica
con base en la asociación de estímulos previamente almacenados y se relaciona
automáticamente con el estímulo entrante.

Las redes de conexión neuronal de las áreas de asociación sensorial son


establecidas con base en la experiencia y tienen como objetivo dar un significado a
las cosas y formar categorías para poder hacer uso de ese conocimiento cuando se
necesite.

A partir del último enlace entre el área sensorial secundaria y terciaria, la


información asociada es enviada al lóbulo frontal, específicamente a la zona frontal
dorso lateral, que también es subdividida en motor primario, secundario y terciario.
La primera zona a la que llega la información es la terciaria, que tiene la función de
planificación y control ejecutivo. Después, es enviada a la secundaria, que organiza
el control y las secuencias motoras. Por último, en la primaria se prepara y ejecuta
la respuesta final.

Atención

La atención es un proceso mental muy complejo que no puede ser reducido a una
simple definición o una estructura anatómica concreta y que no puede ser evaluado
con una única prueba, ya que engloba procesos distintos.

Para William James (1890), la atención no es solamente la capacidad mental para


captar la mirada en uno o varios aspectos de la realidad y excluir los restantes, es
el tomar posesión por parte de la mente, de forma clara y vívida, de uno, de entre
los que parecen ser simultáneamente varios posibles objetos del pensamiento. Su
esencia está constituida por focalización, concentración y conciencia. Atención
significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otras. Es un estado cerebral
resultante de una red de conexiones corticales y subcorticales que prepara y actúa
como proceso central, para comprender el modo en que el organismo selecciona
aquella información que es relevante.

Para M. M. Mesulam (1990), el sistema reticular activador, el tálamo, el sistema


límbico, los ganglios de la base, la corteza parietal posterior y la corteza prefrontal
son la base de la atención; para este autor, el proceso atencional está formado por
percepción, motricidad y motivación. La orientación, la exploración y la
concentración serán los aspectos que definan la integridad de la atención, mientras
que factores como distractibilidad, impersistencia, negligencia y confusión reflejan
las deficiencias de este proceso.

En 1971, Posner y Boies distinguieron tres componentes funcionales de la atención:


los mecanismos de alerta, de selección y de procesamiento con capacidad limitada.
La disposición general del organismo para procesar la información entrante
corresponde al mecanismo de alerta. El segundo mecanismo funciona como filtro
para seleccionar información. Cuando se habla de un mecanismo de procesamiento
con capacidad limitada, se debe a las diferentes entradas sensoriales del organismo
y a la dificultad que puede existir para procesar de forma simultánea la información.

En la actualidad existen varios modelos teóricos que explican los componentes de


la atención. Sohlberg y Mateer (1987 y 1989) proponen una taxonomía útil que
diferencia cinco componentes de la atención:

a. La atención focal, que es la capacidad para mantenerse centrado en una


actividad.

b. La atención selectiva o capacidad para seleccionar, de entre varias posibles,


la información relevante que se va a procesar o el esquema de acción
apropiado.

c. La atención sostenida, que es la capacidad de mantener el estado de


selectividad atencional durante un periodo prolongado en la realización de
una tarea.

d. La atención alternante, que es la flexibilidad mental.

e. La atención dividida, que es la capacidad para responder a dos tareas


simultáneamente.

Con independencia del modelo teórico elegido, los componentes de la atención son
regulados por tres sistemas entrelazados:

 Sistema de alerta o arousal. Es la base de la conciencia, la intensidad o el


grado de alerta y corresponde a la atención más básica o primaria. Su
funcionamiento depende del sistema reticular activador, el tálamo, el sistema
límbico, los ganglios basales y la corteza frontal.

 Sistema atencional posterior o atención posterior. Es la atención de


orientación a los estímulos y se localiza en la corteza parietal posterior, la
pulvinar lateral y el colículo superior.
 Sistema atencional anterior o atención anterior. Se localiza en el cíngulo
anterior, los prefrontales laterales, el caudado, el orbitofrontal y el sistema
frontal superior, y es el encargado de analizar los datos y preparar las
respuestas.

Los trastornos de atención figuran entre los problemas que se presentan con mayor
frecuencia, ya sea de manera evolutiva o como resultado de una lesión cerebral.
Destacan el déficit de atención con o sin hiperactividad y la heminegligencia.

Memoria

La memoria es considerada como una de las funciones cognitivas más importantes


en la vida diaria del ser humano, ya que en ella se reflejan sus experiencias
pasadas.

En 1986, Baddeley sostenía que la memoria es lo que nos permite organizar


experiencias pasadas y hacerlas accesibles cuando las necesitamos.

Memoria y aprendizaje son dos procesos cognitivos que no pueden ir separados,


ya que los dos originan cambios adaptativos en la conducta del ser humano. El
registro, el almacenamiento y la recuperación forman parte del funcionamiento
básico de la memoria.

 La primera fase, el registro, depende en gran medida de la atención y la


concentración, así como de lo significativas que resulten las experiencias
vividas. En esta etapa, los sentidos juegan un papel primordial, ya que la
información se codifica por medio de sonidos, experiencias, acontecimientos,
imágenes y sensaciones, entre otros. Su objetivo es preparar la información
para que se almacene.

 El almacenamiento es un proceso que se caracteriza por retener la


información en la memoria; es la fase necesaria para, tiempo después, poder
recuperar la información y llegar al aprendizaje. En él los datos se ordenan
en el cerebro según las capacidades intelectuales de cada individuo.

 La última fase es la recuperación. Cuando la información se registra y es bien


almacenada, resulta más fácil acceder a ella. En esta fase pueden obtenerse
dos resultados: la información almacenada se recupera o, por el contrario, se
olvida.

Dentro de los tipos de memoria se encuentran la memoria a corto plazo y a largo


plazo. La memoria a corto plazo, también denominada operativa, es un sistema con
la capacidad de almacenar una cantidad limitada de información durante un periodo
corto de tiempo, que se compone de la memoria sensorial (icónica, ecoica) y la
memoria de trabajo.
a. La memoria sensorial se refiere a aquella que recibe un individuo a través de
sus sentidos, y se caracteriza por tener una duración de pocos segundos,
pero una gran capacidad de procesamiento. Se subdivide en icónica y ecoica.
La primera es el registro de la información que se obtiene por medio de la
vista y la segunda se refiere al registro de la información por medio de la
audición.

b. La memoria de trabajo se caracteriza por ser un almacén temporal,


cambiante y manipulativo de información. Está compuesta por los
componentes ejecutivo central, visual espacial y fonológico. El componente
ejecutivo central se encarga de seleccionar y planificar las estrategias que se
ejecutarán, tiene una capacidad limitada y sirve como conector entre los
diferentes sistemas de memoria y la memoria a largo plazo. Por su parte, el
componente visual espacial almacena y manipula todo lo concerniente a
material visoespacial. Por último, el componente fonológico almacena y
manipula todo lo relacionado con el lenguaje.

En lo que respecta a la memoria a largo plazo, se entiende que es un sistema capaz


de almacenar durante años o durante toda la vida grandes cantidades de
información, cuyos límites aún no quedan bien definidos. Se divide en memoria
explícita y memoria implícita.

 La primera es un almacén para hechos y eventos, lo que configura


respectivamente las memorias semántica y episódica. Su particularidad es
que es fácil de expresar de forma verbal y escrita; de ahí que se identifique
también con el nombre de memoria declarativa. Su expresión es consciente,
se adquiere en uno o en pocos ensayos, y es cambiante y flexible.

 La memoria implícita, localizada en estructuras subcorticales como el


caudado y el putamen, es para Reber (1993) el proceso mediante el cual se
adquiere la información compleja y abstracta en cualquier lugar y que no
depende de la conciencia. Este sistema de memoria permite al individuo
realizar hábitos de tipo cognitivo y motor. Se trata de una memoria de
adquisición gradual, automática, con la capacidad de perfeccionarse con la
práctica y, sobre todo, difícil de verbalizar.

Lenguaje

El lenguaje es considerado un proceso psicológico superior sumamente complejo,


donde intervienen múltiples zonas cerebrales corticales y subcorticales.

Los primeros intentos por encontrar la localización del lenguaje en el cerebro fueron
realizados por Paul Broca en 1865, cuando presentó el caso de Leborgne, mejor
conocido como el paciente Tan. Dicho paciente sufría fuertes ataques epilépticos;
tras un tiempo de evolución comenzó a presentar una discapacidad en el lenguaje
que se caracterizaba por tener una comprensión al parecer preservada, mientras
que su lenguaje se limitaba a la expresión de la sílaba Tan. Después de la muerte
del paciente se descubrió que tenía una lesión en la parte posterior e inferior del
lóbulo frontal izquierdo o tercera circunvolución del lóbulo frontal, ahora conocida
como área de Broca.

En 1873, Wernicke, al estudiar un paciente que había sufrido un accidente


cerebrovascular, encontró que este, aunque podía escuchar perfectamente, parecía
incapaz de entender lo que se le decía. Mediante el examen post mortem, Wernicke
descubrió una lesión ubicada en la parte posterior de la primera circunvolución
temporal izquierda a la que le atribuyó la capacidad de comprensión del lenguaje.

El estudio del lenguaje tiene una doble vertiente: la expresiva y la comprensiva;


mientras que la primera es la capacidad de evocar las palabras, luego ordenarlas
en oraciones de manera lógica y coherente, dándoles una intención para poder
manifestar ideas, la segunda es la capacidad de ordenar y decodificar los estímulos
auditivos.

En la constitución del lenguaje y su expresión se reconocen tres componentes


esenciales: fonológico, léxico-semántico y gramatical. Recientemente se ha dado
importancia a un cuarto componente, el pragmático. Estos permiten conocer la
manera en que opera internamente el lenguaje:

 Componente fonético-fonológico. Incluye el conjunto de sonidos de cada


lengua o fonemas y sus combinaciones para la formación de palabras.

 Componente léxico-semántico. Hace referencia al vocabulario, su uso y sus


significados.

 Componente gramatical. Incluye la morfología y la sintaxis, que son las leyes


que rigen la forma y el orden de las palabras para su inteligibilidad.

 Componente pragmático. Hace referencia a la intención, lo que decimos


(contenido), en qué momento (contexto) y para qué lo decimos (propósito).

Pensamiento

Pensar implica combinar las representaciones mentales de la realidad externa o


interna, a fin de obtener información nueva que nos permita simplemente mejorar
nuestro fondo de conocimientos o bien resolver una situación. Es decir, pensar
implica hacer inferencias. Su estudio sistemático comienza con Aristóteles y se
desarrolla fundamentalmente en el seno de la filosofía, desde donde es heredado
por la psicología.

El pensamiento es la función cognitiva más compleja que realiza nuestro sistema.


En ella participan todos los subsistemas centrales: el subsistema de atención, el
subsistema de aprendizaje y memoria, entre otros.

Tradicionalmente se han venido contraponiendo dos funciones de pensamiento


complementarias: las inferencias inductivas y las inferencias deductivas.
 El pensamiento inductivo permite llegar a una conclusión a partir de ciertas
pruebas o premisas, conclusión que viene a ampliar la información semántica
contenida en ellas. Sin embargo, la veracidad de esa conclusión no está
garantizada. Es el modo de razonamiento característico de la formulación de
hipótesis. Es también el modo de pensamiento que conduce a la
categorización o que parte de ella.

 En cambio, el pensamiento deductivo parte de una serie de afirmaciones


previas verdaderas (premisas) y procede de acuerdo con los principios de la
lógica. En estas condiciones, las conclusiones a las que llega solo pueden
ser verdaderas. Sin embargo, el pensamiento deductivo no añade
información nueva a nuestro fondo de conocimientos: el pensamiento se
manifiesta a través de toda una serie de actividades mentales que solemos
agrupar en dos: la formación de conceptos y la resolución de problemas.

Emociones

En cuanto a lo que podemos considerar antecedentes fundamentales del estudio


científico sobre el tema de las emociones, a finales del siglo XIX , en 1872 Darwin
publicó su estudio sobre la expresión de las emociones en los animales y en los
humanos. Esta obra muestra la utilidad de las emociones para la supervivencia en
los procesos de adaptación, tanto en los animales de todas las épocas como en los
humanos del pasado. Con la evolución, las emociones en el ser humano han dejado
de cumplir su función originaria.

En 1884, James y Lange sostuvieron que los estímulos sensoriales que activan
emociones llegan hasta la corteza cerebral, donde son interpretados, produciendo
ciertos cambios en los órganos viscerales y en los músculos del esqueleto, a través
del sistema nervioso autónomo y del sistema nervioso somático, respectivamente.

A mediados de los años ochenta del siglo XX, (Martínez Mendoza) LeDoux,
neurocientífico del Center of Neural Science de la Universidad de Nueva York,
descubrió la función esencial de la amígdala en el cerebro emocional, y la
inmediatez con que esta asume el control antes de que el neocórtex tome las
decisiones. A partir de ese momento, las emociones se consideraba que surgían de
los procesos cerebrales y que eran necesarias para la adaptación y regulación del
comportamiento humano.

Las emociones están determinadas por tres elementos: un estado mental


específico, cambios fisiológicos y un impulso de actuar. Por ejemplo, frente a una
situación de alto riesgo, una persona reaccionará con temor (activación cerebral),
su pulso se acelerará y se pondrá pálido (reacción fisiológica) y tenderá a escapar
o enfrentarse a su agresor (impulso de acción).

Varios autores han descubierto que cada emoción está relacionada con sistemas
funcionales y circuitos cerebrales distintos, que constituyen lo que se conoce como
el sistema límbico.
En 1983, con la teoría de las inteligencias múltiples, Gardner había insistido en la
importancia de una adecuada educación que tenga en cuenta dimensiones de la
inteligencia como la interpersonal y la intrapersonal para gestionar adecuadamente
los sentimientos, facilitar el óptimo desarrollo de los individuos, las habilidades
sociales y prevenir aspectos fundamentales del fracaso personal.

En 1995, el psicólogo Howard Gardner presentó al público los resultados de sus


estudios sobre inteligencia emocional, en los que explicaba que la inteligencia de
una persona no depende solo de los conocimientos o habilidades que tenga en
ámbitos como la lengua o las matemáticas, sino que existen otros tipos de
inteligencia que se deben considerar. No basta con tener un coeficiente intelectual
alto, sino que es necesario tener otra serie de habilidades. Sobre la base de la
definición de Goleman, podemos destacar las siguientes características de las
personas emocionalmente inteligentes:

 Autoconocimiento. La inteligencia emocional supone conocerse a uno


mismo, saber y entender los estados de ánimo que tenemos y a qué se
deben, así como las consecuencias que esos estados de ánimo pueden tener
en otras personas.

 Autorregulación. Una persona que es inteligente desde el punto de vista


emocional sabe controlar sus impulsos, sus emociones y pensar antes de
actuar. La autorregulación supone el uso de la asertividad, la apertura a
nuevas ideas, la flexibilidad ante los cambios.

 Empatía. Se trata no solo de escuchar a otra persona, sino de realmente


ponernos en su lugar, saber cómo está, qué emociones siente, por qué las
expresa de una determinada manera.

 Habilidades sociales. Las anteriores características ayudan a que la


persona con inteligencia emocional sepa gestionar correctamente sus
habilidades sociales para tener contacto con todo tipo de personas y generar
confianza.

 Automotivación. Una persona inteligente emocionalmente no necesita que


la reconozcan o que la premien cuando logra algo, porque es capaz de
automotivarse, de buscar en su interior las razones para seguir adelante en
su vida.

En 1994, un año antes de la publicación de estos estudios, los trabajos de Damasio


ya habían demostrado que la expresión donde se aúnan inteligencia y emoción no
es tan dispar. Los resultados de sus investigaciones desvelan, por un lado, el
entramado neurobiológico de las emociones y, por otro, la fundamental importancia
de las emociones y los sentimientos en los procesos de la razón y el comportamiento
humanos. Damasio propone que el componente emocional cumple un papel
decisivo en los procesos de la toma de decisiones y en el ámbito ético, y demuestra
que las estructuras del cerebro son el factor clave responsable de los sentimientos
y de la conducta moral, aspectos fundamentales del razonamiento.

Entre los investigadores del tema no existe consenso sobre cuáles son las
emociones básicas. El equipo dirigido por Bisquerra (2002), en su libro Educación
emocional y bienestar, propone como emociones negativas: ira, miedo, tristeza,
ansiedad, vergüenza y aversión; y como emociones positivas: amor, alegría,
felicidad y humor. Damasio (2007) opta por cinco emociones universales básicas:
felicidad, miedo, ira, tristeza y asco. El estudio de Carpena (2001) propone una
ligera variante de estas cinco respecto a las cuales la mayoría de los especialistas
parece mostrar acuerdo: alegría, ira, miedo, tristeza y asco.

Es importante recordar que por negativas no ha de entenderse malas ni


necesariamente las emociones positivas han de ser buenas. Negativas y positivas
resultan de la satisfacción o insatisfacción de los objetivos que nos proponemos
bajo un eje de valoración placer-displacer. En realidad, todo depende de las
circunstancias, y las emociones catalogadas como negativas son tan necesarias
para la supervivencia y la calidad de esta como las positivas, aunque puedan
resultar más desagradables las primeras.

* Texto sobre el sistema nervioso

https://www.insst.es/documents/94886/161958/Cap%C3%ADtulo+7.+Sistema+nervios
o

Autoevaluación
1. El cerebro paleomamífero es el responsable de:

Las emociones.

2. El cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico comprenden:

El encéfalo.

3. Las neuronas son células del sistema nervioso que:

Se pueden dividir y reproducirse.

4. El lóbulo encargado del procesamiento espacial es el:

Lóbulo parietal.
5. El hemisferio que regula principalmente actividades relacionadas con la
matemática y el lenguaje es:

El izquierdo.

6. El área de proyección cortical para el sentido del olfato es:

No existe.

7. Los mecanismos de alerta, de selección y de procesamiento son


componentes funcionales de:

La atención.

8. La memoria icónica es un tipo de:

Memoria sensorial.

9. El componente pragmático del lenguaje está relacionado con:

La intención y el contenido de lo que se expresa

10. El sistema límbico es el principal responsable de controlar:

Las emociones.
Tema 1_P2: Bases neuropsicopedagógicas aplica -

1.3. Neuropsicología
Bases conceptuales de la neurociencia, neuropsicología y neuroeducación

Neurociencia

El desarrollo de la neurociencia está conduciendo a la extensión de los


conocimientos relativos a diversos aspectos del cerebro, tales como son sus
estructuras físicas, su funcionamiento, bases moleculares y las patologías del
sistema nervioso. En los últimos años, se ha ido más allá, queriendo no solo conocer
cómo funciona el cerebro, sino la repercusión que tiene en nuestras conductas,
pensamientos y emociones.

Santiago Ramón y Cajal fue el precursor de la neurociencia y sus principales


contribuciones a la generación del sistema nervioso, su degeneración y los
problemas de desarrollo siguen vigentes actualmente y son objeto de estudio en las
universidades. Si hay que poner una fecha de inicio a la neurociencia, esta se
encontraría en el siglo XIX.

Con el desarrollo del microscopio y de técnicas experimentales, como la fijación y


tinción de tejidos o la investigación sobre la estructura del sistema nervioso y su
funcionalidad, comenzó a desarrollarse esta disciplina. La neurociencia ha recibido
múltiples aportaciones de diferentes áreas del conocimiento, que han ayudado a
comprender mejor el funcionamiento del cerebro; por lo tanto, se puede decir que
los sucesivos descubrimientos en neurociencia son multidisciplinares.

La neurociencia ha recibido grandes aportaciones de la anatomía, la cual se


encarga de localizar cada una de las partes del organismo; de la fisiología enfocada
a conocer cómo funciona nuestro cuerpo; de la farmacología con sustancias
externas a nuestro organismo, observando las repercusiones en el cuerpo; y de la
bioquímica, sirviéndose de sustancias segregadas por el propio organismo, como
los neurotransmisores. De la psicología también ha recibido aportaciones, a través
de las teorías sobre la conducta y el pensamiento.

Durante el transcurso del tiempo, la visión ha ido cambiado desde una perspectiva
más localizacionista, en la que se pensaba que cada área del cerebro tenía una
función concreta, hasta una más funcional en la que el objetivo es conocer el
funcionamiento global del cerebro.

Las neurociencias, según Mora y Sanguinetti (1994), reúnen disciplinas clásicas y


campos interdisciplinares novedosos, con objetivos orientados a la búsqueda de
respuestas sobre la estructura y el funcionamiento del cerebro con el propósito
último de comprender en profundidad los procesos cognitivos y el comportamiento
del ser humano, es decir, entender cómo se relaciona la anatomía, química,
fisiología, neurología, neurofisiología, neuroquímica, neurobiología molecular,
psicología cognitiva, neuropsicología, bioinformática, para dar respuesta a nuevos
desafíos, tanto para las ciencias naturales como para las ciencias humanas y
educativas.

La neurociencia cognitiva ha realizado importantes avances que tiene que ver con
las bases neurológicas de numerosos procesos relacionados con cuestiones como
el lenguaje, la adquisición de determinados conceptos vinculados con las
matemáticas, la memoria, los distintos tipos de inteligencias, las emociones y su
relación con el aprendizaje o con las capacidades ejecutivas, el comportamiento y
otros cuya relación con el campo de la educación es evidente.

Estos conocimientos permiten tener una visión diferente sobre el ejercicio de la


docencia y en muchos casos dan la oportunidad de entender mejor los fundamentos
de ciertas prácticas. Una cuestión de gran interés que se plantea en relación con
todo esto es hasta qué punto los conocimientos actuales de la neurociencia se están
traduciendo en prácticas que permitan lograr una mayor eficiencia en el ejercicio de
la docencia y un mayor desarrollo del potencial intelectual de los alumnos en las
distintas etapas de su proceso formativo y a lo largo de toda su vida.

El estudio de las neurociencias es vital para los educadores. Entender los procesos
que realiza el cerebro respecto al aprendizaje, el almacenamiento, registro y
recuperación de información, entre otros, permite a los maestros utilizar estos
conocimientos para desarrollar propuestas de mejora en el aula. Por otra parte, la
neurociencia explica la influencia de la labor docente (como la planificación de aula)
y su manejo personal (actitudes, palabras y emociones) en el desarrollo cerebral de
los educandos.

Neuroeducación

Las neurociencias juegan un rol clave para entender el funcionamiento del cerebro
en el contexto del aprendizaje y cómo estimular el desarrollo del mismo en la
escuela; por tanto, la neuroeducación constituye un puente entre las ciencias de la
educación y la neurología.

Para entender la importancia de la neuroeducación, es necesario comprender


ciertos aspectos relacionados con el desarrollo del cerebro en los infantes. Varios
autores han demostrado el impacto que tienen las relaciones infante-adulto en el
desarrollo prenatal del cerebro. Factores como la alimentación, el estado de ánimo
de la madre, la exposición a sustancias químicas durante el embarazo pueden tener
un efecto significativo sobre el desarrollo cognitivo del niño. Asimismo, las
relaciones entre padres, docentes y los niños pueden favorecer el desarrollo infantil
mediante juegos, conversaciones y demostraciones de afecto. Esto último permite
que los niños desarrollen habilidades sociales y mejoran su adaptabilidad al entorno.

Resulta obvio que el conocer los efectos de estos factores e interrelaciones le


permite al adulto (específicamente al docente) establecer acciones favorables para
el desarrollo cerebral del infante, actuando como promotor de experiencias vitales
para mejorar, por ejemplo, los procesos de autorregulación en el niño, su
coordinación sensoriomotora, la integración sensorial, los niveles de atención. Y son
precisamente las neurociencias las que se encargan de brindar bases sólidas para
el desarrollo de tales experiencias.

La neuroeducación se configura entonces como una propuesta de estudio, cuya


meta primordial es reducir la brecha de conocimientos de los docentes y padres de
familia respecto al funcionamiento del cerebro. Esto incluye el entendimiento de los
procesos relacionados con la memoria, el aprendizaje, la atención, los sistemas
motores y sensoriales, el comportamiento y las emociones. Permite, además,
identificar y evitar factores de riesgo como la desnutrición, el estrés, el maltrato físico
o verbal.

Según Bueno y Flores (2018), de acuerdo con la neuroeducación, existen tres


grandes etapas de desarrollo cerebral tras el nacimiento:

a. De los cero a los tres años

El cerebro establece las conexiones entre neuronas cercanas a la corteza cerebral


de manera preferente. La corteza constituye la capa más externa del cerebro y es
donde se generan y gestionan los aspectos más complejos, como el lenguaje, la
toma de decisiones, el control ejecutivo, la empatía, el raciocinio y el control
emocional. En este rango de edad, el cerebro asimila el ambiente para adaptarse a
él, lo que hace que sea la etapa más importante e influyente para la personalidad
que mostrarán nuestros hijos cuando sean adultos. Así tenemos que cuando un niño
se encuentra en un ambiente de alta conflictividad, por ejemplo, estimula
conexiones neurales que favorecen una alta impulsividad, como forma de respuesta
a las posibles amenazas, lo que redunda en contra de la reflexividad.

b. De los cuatro a los once años


En esta etapa se priorizan las conexiones de media distancia, entre la corteza
cerebral y algunas zonas internas del cerebro, como las amígdalas, que generan
las emociones, y el hipocampo, que es el centro gestor de la memoria. A este
respecto, cabe decir que la memoria no reside en el hipocampo, sino en redes
neurales y en patrones de conexiones distribuidos por todo el cerebro. La corteza y
el hipocampo explica por qué casi nadie recuerda de forma consciente las
experiencias anteriores a los tres años de edad, lo que no quita que estas
experiencias puedan ser influyentes para la vida adulta.

Es la etapa que más influye en las destrezas académicas, en las denominadas


competencias básicas. Por ejemplo, es cuando los niños aprenden a leer, a escribir,
los primeros razonamientos lógico-matemáticos, estrategias de memorización,
etcétera. Cabe mencionar que cada cerebro va madurando a un ritmo ligeramente
diferente a los demás, lo que implica que la edad para aprender estas destrezas sea
un poco variable. Esto conlleva a que si queremos sacar el máximo provecho al
desarrollo del cerebro, se deben respetar los ritmos individuales, para evitar el
aburrimiento en las personas que maduran más rápidamente y generar estrés en
las que maduran con más lentitud.

c. La adolescencia

Finalmente, la adolescencia es la etapa en que el cerebro presenta la capacidad de


aprender cosas nuevas de forma consciente. En este sentido, cuantas más
conexiones soporten un aprendizaje o un recuerdo, y muy especialmente si además
contienen componentes emocionales (conexiones con las amígdalas) y sociales, y
cuanto más extensas sean las redes neurales implicadas, mejor se recordará ese
aprendizaje o experiencia y con más eficiencia se podrá utilizar en el futuro.

Al mismo tiempo, el establecimiento de estas conexiones permite que poco a poco,


muy lentamente, vayan madurando capacidades tan importantes como la capacidad
de tomar decisiones, el control emocional, la capacidad de retrasar las
recompensas, la lógica y el raciocinio. Dichas conexiones también se relacionan con
la curiosidad y la búsqueda de novedades típicas de este periodo vital, que a
menudo se traducen en, o las interpretamos como, rebeldía. Una de las mejores
formas que tiene el cerebro de adquirir nuevos conocimientos, especialmente los
sociales, y estimular su plasticidad es por imitación.

Por lo tanto, la neuroeducación, como menciona Falconí (2017), ha conseguido


que, por primera vez, la ciencia disminuya la brecha entre ciencia y educación, entre
las investigaciones neurocientíficas y la práctica pedagógica poniéndose a
disposición de los entornos de aprendizaje, con el único objetivo de ayudar y
contribuir a mejorar la sociedad y sus competencias, desde el aprendizaje.

Los avances neurotecnológicos han originado numerosos estudios que determinan


la actividad del sistema nervioso en diferentes situaciones cotidianas. Así, por
ejemplo, Rosalind Picard (2010) ha recogido patrones de la actividad fisiológica
generados a lo largo de 24 horas, durante una semana, por universitarios del
Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), encontrando que la amplitud y la
frecuencia de onda registrada durante las clases magistrales, donde los alumnos
permanecen pasivos, fueron similares al estado de reposo; por lo tanto, la
metodología expositiva en la que el alumno permanece pasivo no es eficaz. Por este
motivo, los modelos pedagógicos donde los alumnos son meros receptores son
considerados obsoletos.

La neuroeducación ofrece estrategias y recursos basándose en el funcionamiento


de los mecanismos cerebrales, encargados de grabar la información de forma
permanente en el cerebro para posteriormente recordarla. Según Mora (2013), la
neuroeducación es aprovechar los conocimientos sobre cómo funciona el cerebro
considerando la psicología, la sociología y la medicina en un intento de mejorar y
potenciar tanto los procesos de aprendizaje y memoria de los estudiantes, como
mejorar el proceso de enseñanza de los profesores.

El descubrir cómo conseguimos que la información pase a la memoria de largo


plazo, cómo se activan los mecanismos cerebrales que codifican y retienen la
información son, sin duda, la llave maestra del aprendizaje y, por lo tanto, del
conocimiento y de las competencias que definen nuestro talento. Tales
descubrimientos nos permiten ofrecer estrategias compatibles con el
funcionamiento de nuestro cerebro, estrategias para convertir la información en
estímulos que pasen a ser conocimiento adquirido.

Neuropsicología

De acuerdo con Lezak (1983), la conceptualización más aceptada actualmente de


la neuropsicología clínica se refiere a la misma como a una ciencia que se ocupa
de la evaluación y estudio en general de la expresión comportamental de una
disfunción cerebral.

Esta relación entre el comportamiento y la disfunción cerebral se apoya en los


conocimientos que posee la ciencia, de que todas las conductas, desde las más
sencillas hasta las más complejas, están influenciadas por un proceso fisiológico de
características neuroquímicas y bioeléctricas, que tienen lugar en el sistema
nervioso central.

Este modo de definir la neuropsicología probablemente tiene su origen en las


primeras investigaciones realizadas por Broca y Wernicke, quienes, basándose en
el análisis de los trastornos del lenguaje expresivo y receptivo, pudieron diagnosticar
la localización de una lesión cerebral. Este hecho señala claramente que un
comportamiento disfuncional, como pueden ser las dificultades de comprensión del
lenguaje hablado o de expresión del mismo, tiene una correlación orgánico cerebral.

Estudiosos más comprometidos con las realidades sociopolíticas de los países en


los que desarrollaron su trabajo generaron un pensamiento que pone el acento en
el origen social del desarrollo de las funciones cerebrales. Esta conceptualización
considera que en el especial intercambio que el individuo realiza con su ambiente
se produce una tarea de aprendizaje mediante una internalización adaptativa del
mundo circundante. En esta tarea, y solo por el factor social determinante, el cerebro
desarrolla su potencialidad y de esa forma va adquiriendo las capacidades que no
estaban desde un principio en su estructura.

Desde otra perspectiva, K. Heilman y E. Valenstein (1985) consideran la importancia


atribuida en exceso al aspecto genético de la organización del sistema nervioso,
sería la determinante de los límites estructurales a los que deberá atenerse el
sistema, por lo cual, más allá de la estimulación del medio, el sustrato biológico es
el que facilitaría o entorpecería toda tarea adaptativa y de aprendizaje.

El aporte relativamente reciente de la psicología cognitiva ha dado una nueva


aproximación a estos fenómenos, desde la perspectiva de los sistemas y la
modularidad. La concepción respecto del procesamiento mental estructurado por
módulos da una perspectiva más clara en el momento de investigar qué parte del
sistema fracasa y cómo ese fracaso se expresa en la conducta humana. En este
sentido, Alan Parkin da a entender que la neuropsicología cognitiva se basa en
observaciones cuidadosas del comportamiento que presentan las personas con
lesiones cerebrales, pero también está guiada por un marco teórico, el cual es
proporcionado por la psicología cognitiva.

No obstante, a raíz de disfunciones o directamente daño en el cerebro, nuestro


comportamiento y la estructura de nuestro pensamiento pueden cambiar. La
neuropsicología se ocupa de estos cambios, de su evaluación, de la necesidad de
darle un diagnóstico a ese material extraído durante la evaluación y de diseñar
programas de rehabilitación personalizados y acordes a un pronóstico basado en
los datos obtenidos de los test y de la historia del individuo.

En el ámbito de la clínica, muchas de las evaluaciones neuropsicológicas son


solicitadas por colegas para contribuir al diagnóstico de diversas enfermedades
mentales. Continuamente se solicitan estudios a fin de planificar el tratamiento y la
rehabilitación. Por lo tanto, en el informe final es importante incluir no solo el tipo de
trastorno neuropsicológico, sino la posible localización de la lesión si se trata de un
daño cerebral sospechado, o al menos indicar en qué hemisferio se percibe mayor
disfunción. Si la evaluación está destinada a planificar el cuidado del paciente, es
importante incluir una descripción detallada de las capacidades cognitivas y
características de personalidad, y los cambios cognitivos y emocionales ocurridos a
través del tiempo.

La rápida evolución en los últimos años de la neuropsicología como disciplina


independiente ha tenido como contrapartida el creciente interés por parte de los
psicólogos y médicos clínicos, que ven en estos estudios una valiosa ayuda en los
problemas prácticos de diagnóstico, evaluación y rehabilitación de pacientes
sospechosos de daño o funcionamiento cerebral anómalo, constituyéndose así
también en un instrumento de significativa importancia para la educación.

Campos de aplicación
La neuropsicología tiene como campo de aplicación el daño cerebral, toxicología,
seguridad vial, deporte, geriatría, neuropsicología infantil, médico-legal, laboral o
profesional, neuropsicología transcultural y neuropsicología experimental.

Dentro del ámbito de la neuropsicología podemos identificar todo un cuerpo de


profesionales dedicados a la investigación de los procesos cognitivos. El objetivo de
estas investigaciones es proporcionar un marco teórico-experimental; por lo tanto,
estos trabajos deben estar basados en el método hipotético-deductivo, propio del
campo de las neurociencias.

El neuropsicólogo colabora con los distintos profesionales ofreciendo una serie de


aportaciones y recibiendo de ellos información que utiliza en su intervención clínica.
Los profesionales con los que principalmente trabaja el neuropsicólogo son:

 Neurólogo. Se encarga, entre otras cosas, de realizar diagnósticos para


diferenciar entre patologías psiquiátricas y neurológicas (por ejemplo, entre
demencia y depresión). También elabora perfiles neuropsicológicos y
delimita la eficacia de tratamientos farmacológicos.

 Neurocirujano. De manera conjunta con el neuropsicólogo, realiza la


evaluación de pacientes previa y posteriormente a una intervención
quirúrgica, entre otras actividades.

 Neurofisiólogo y neurorradiólogo. El trabajo conjunto con estos


especialistas permite realizar actividades que activen zonas específicas del
cerebro para, por ejemplo, realizar pruebas funcionales de neuroimagen.

 Médicos de atención primaria. Permiten detectar de forma temprana


patologías como alzheimer.

 Psiquiatras y psicólogos clínicos. De forma conjunta pueden desarrollar


diagnósticos de enfermedades, planes de intervención para pacientes con
alteraciones emocionales o conductuales o patologías debido a lesiones
cerebrales.

 Profesionales educativos y logopedas. Colaboran en la detección de


problemas cognitivos o neuropsicológicos en los estudiantes, como
dificultades de aprendizaje de lectura o escritura, lenguaje, matemáticas.
También brindan soporte y asesoría para la adaptación de la planificación de
trabajo con el niño en el aula.

 Texto sobre la neurociencia

 https://www.senc.es/introduccion-historica-a-la-neurociencia/

Autoevaluación
1. El principal aporte de la fisiología a las neurociencias es:
Entender cómo funciona nuestro cuerpo.

2. La etapa en la cual el cerebro establece las conexiones entre neuronas


más cercanas es:

De cero a tres años.

3. La etapa que más influye en las destrezas académicas es:

De cuatro a once años.

4. La etapa en la que el cerebro presenta la capacidad de aprender cosas


nuevas de forma consciente es:

En la adolescencia.

5. La definición: “ciencia que se ocupa de la evaluación y estudio en general


de la expresión comportamental de una disfunción cerebral” corresponde a:

La neuropsicología clínica.

6. La colaboración para realizar pruebas funcionales de neuroimagen es un


aporte fundamental del neuropsicólogo para con el:

Neurorradiólogo.

7. Colaborar con la detección de dificultades de aprendizaje de lectura o


escritura es un aporte del neuropsicólogo para con el:

Logopeda.

8. El precursor de las neurociencias fue:

Santiago Ramón y Cajal.

9. El principal objetivo de las neurociencias es:


Reducir la brecha de conocimientos de los adultos respecto al funcionamiento del
cerebro.

10. El principal aporte del estudio realizado por Broca y Wernicke permitió:

Relacionar trastornos del lenguaje con lesiones cerebrales.


Tema 1_P3: Bases neuropsicopedagógicas aplica -

1.4. Psicopedagogía
Psicopedagogía y conceptualización

La psicopedagogía como ciencia posee una particularidad y crea una profesión


importante, esto se debe a su gran relevancia en los actuales procesos de
investigaciones científicas que permiten tener una idea diversificada de problemas
educativos.

Desde el punto de vista histórico, se puede decir que la psicopedagogía tiene como
base a la pedagogía y a la psicología. Los principales precursores de esta ciencia,
según Ortiz (2019), se remotan desde Skinner y Vigotsky, pasando por Piaget hasta
Roger.

De acuerdo con Azar (2012), el surgimiento como disciplina científica de la


psicopedagogía fue al inicio de 1900, impulsada principalmente por la conjugación
de la praxis profesional, los fundamentos de la psicología y los saberes pedagógicos
orientados a la intervención en problemas de aprendizaje de los estudiantes. Según
Moreu y Bisquerra (2002), el término de psicopedagogía se fue normalizando
progresivamente en los años 30, periodo en el cual sus fundamentos y
afianzamiento como ciencia se fueron extendiendo en distintos continentes.

La actividad profesional de la psicopedagogía se comienza a partir de la creación


de algunas clínicas psicopedagógicas destinadas a atender a estudiantes con
diferentes déficits en su desarrollo. Surgió del trabajo escolar con niños que
requerían ayuda psicopedagógica especializada para mejorar su aprendizaje. Por
lo tanto, se puede entender que la psicopedagogía comienza ligada al proceso del
aprendizaje escolar y a las dificultades que presentan algunos niños que tienen un
desarrollo atípico para seguir la escolaridad común.

Para la psicopedagogía, la educación es su objetivo central y su intercambio con


ella; el trabajo con los niños, sea en el trabajo en el aula, o con los maestros es su
fuente de sustentación. De este modo, un enfoque psicológico vigotskiano o
piagetano son utilizados en la medida en que su aplicación derive de una necesidad
escolar y sea una contribución importante para mejorar el aprendizaje.

Dentro de las necesidades escolares y sociales, por ejemplo, el gran porcentaje de


niños que repetían curso o abandonaban tempranamente las escuelas por no
aprender a leer o a calcular fue lo que propició que las dificultades del aprendizaje
fueran el detonante en el quehacer psicopedagógico. Esto motivó para que la
psicopedagogía se ocupara en conocer las causas de este problema y luego darles
soluciones adecuadas. Algunas de sus soluciones pueden ser individuales o
grupales, por ejemplo, en el caso de los niños que presentan dislexia, se les dificulta
aprender con metodologías de lectura colectivas, y otras tienen enfoque pedagógico
curricular, como sucede con los niños de aprendizaje lento.

La psicopedagogía se ocupa de las características del aprendizaje humano,


interesándose especialmente en los aspectos relacionados con la generación del
aprendizaje y sus variaciones. También se interesa en estudiar las causas y
tipologías de las alteraciones en el proceso de aprender, y de identificar los factores
y condicionamientos que favorecen o dificultan el aprendizaje en los seres humanos,
entre otros cuestionamientos.

La principal área de acción de la psicopedagogía se centra en establecer


mecanismos para promover y potencializar la forma en que las personas aprenden.
Bajo esta perspectiva, el psicopedagogo debe motivar y facilitar la construcción de
la autosuficiencia moral e intelectual del ser humano.

Con base en lo anterior, se puede definir a la intervención psicopedagógica como el


conjunto de acciones que el psicopedagogo realiza con el fin de promover la calidad
del aprendizaje de los sujetos, tanto a nivel personal, grupal e incluso en el contexto
institucional y comunitario. La orientación principal de esta intervención suele ser de
tipo preventiva y busca el desarrollo del sujeto de forma integral. Esto implica que
sus acciones contemplan no solo la identificación de síntomas, sino que, a su vez,
busca potenciar la forma de aprendizaje del individuo.

Sin embargo, las acciones anteriores se debían sustentar en una teoría


psicopedagógica que articule los factores intelectuales, de volición, fisiológicos y
corporales del sujeto relacionados con su forma de aprender. También se debía
considerar el contexto cultural y social donde ocurre este fenómeno, a la vez de
tener la capacidad de identificar si el mismo se trata de un proceso normal o
patológico de aprendizaje. Es más, se podría decir que fue el estudio de estos
problemas de aprendizaje los que se convirtieron en en el detonante para desarrollar
la teoría psicopedagógica, de forma similar al desarrollo de la teoría del
psicoanálisis, la cual surgió del estudio de síntomas de histeria. La teoría
psicopedagógica establece que la aparición de síntomas de problemas de
aprendizaje se deriva precisamente de la interrelación de los factores antes
mencionados. Asimismo, indica que en un proceso normal todos estos elementos
actúan de forma autónoma, lo que deriva finalmente al aspecto medular de esta
teoría, que es el estudio de la integración entre la inteligencia y el deseo del individuo
durante su proceso de aprendizaje.

Finalmente, se puede definir a la psicopedagogía como la ciencia que estudia el


proceso de aprendizaje de los seres humanos, considerando su contexto de
desarrollo. Por su carácter transversal, se ha integrado en todo tipo de instituciones,
potenciando la forma de aprender que tienen tanto las personas que la conforman,
tanto a nivel individual como organizacional. Sus desarrollos recientes han enfocado
sus esfuerzos en aspectos sociales, yendo más allá de los trastornos de
aprendizaje, centrándose en la intervención temprana y en hacer frente a los
cambios altamente dinámicos de los tiempos actuales, y tomando en cuenta que el
proceso educativo es algo continuo, presente en todo momento y lugar.

El objeto de estudio de la psicopedagogía: el sujeto aprendiente

Desde la perspectiva psicopedagógica, se debe diferenciar tanto a la persona como


objeto real (es decir, como individuo dentro de un contexto social, cultural e histórico
determinado) y a la misma persona como sujeto aprendiente. Este último, dentro
del proceso de aprendizaje, presenta distintas acciones, deseos y actitudes tanto
en su forma de escuchar, de observar, de expresar su sentir y sus percepciones
sobre lo que ocurre durante dicho proceso. Es a partir de estas últimas
representaciones sobre las que se construye la intervención psicopedagógica.

La teoría psicopedagógica ha establecido al sujeto aprendiente como un ente con


conocimiento, con capacidad de volición y como ente social, inmerso a su vez en
factores inconscientes que lo relacionan con otros sujetos. Sin embargo, son todos
estos elementos los que determinarán la forma de desarrollar sus niveles
corporales, orgánicos, psicológicos, cognitivos y afectivos para potenciar su
capacidad de humanización. Desde esta perspectiva, la persona se convierte en
efector del proceso aprendiente, pues el proceso de aprendizaje le permite no solo
una aprehensión de la realidad sino también la construcción de su propia identidad
como sujeto aprendiente.

Por otra parte, si consideramos al proceso de aprendizaje como algo en continua


ejecución, y al conocimiento como un elemento que no solo debe ser almacenado
sino también transmitido a otras personas, entonces el sujeto aprendiente percibe
al aprendizaje como algo significativo y valioso para sí mismo. De igual manera,
durante el acto de aprender, entran en luego las esferas biológicas, sociales,
psicológicas y espirituales del individuo, lo cual implica una interrelación altamente
dinámica de varios aspectos subjetivos, sociales, cognitivos, entre otros. Por lo
tanto, el aprendizaje no solo posibilita el desarrollo y trascendencia de sujeto
aprendiente debido a la acumulación o transmisión de conocimiento, sino que este
se ve enriquecido por el propio desarrollo del proceso de aprendizaje.

Perspectivas interdisciplinarias de la psicopedagogía

Debido a la realidad dinámica del sujeto aprendiente, es necesario que el estudio


psicopedagógico del individuo se apoye en el conocimiento de otras áreas de las
ciencias, a saber: el psicoanálisis, la neurología, la lingüística, la sociología, entre
otras. Sin embargo, es necesario aclarar que, debido a la alta complejidad de dicha
realidad, nunca será posible estudiarla en tu totalidad.

Entre las diversas disciplinas que aportan a la psicopedagogía se encuentran:

 La psicología. Permite tener conocimientos referidos a los principios y leyes


generales que dan cuenta del comportamiento y el psiquismo humano.
Conocimientos sobre funciones y procesos psíquicos básicos para el
aprendizaje como son la atención, memoria y la motivación, los cuales es
importante analizar en la psicopedagogía.

 La psicología social ayuda a comprender cómo el sujeto establece sus


relaciones sociales y cómo estas y las reglas institucionales atraviesan y
condicionan sus aprendizajes. Además, permite comprender que el
entendimiento es también una construcción psicosocial. El reconocimiento
de la incidencia en el aprendizaje de las diferentes modalidades de crianza,
así como distintas creencias y valores.

 En cuanto al psicoanálisis, permite el entendimiento de la constitución


subjetiva y la incidencia que tienen los otros significativos en la particular
relación que el niño entabla con el aprendizaje. El concepto de síntoma y el
de transferencia, por ejemplo, cuando es positivo, entre enseñante y
aprendiente se da una relación facilitadora sosteniendo el deseo de aprender
y con transferencia. En cuanto al concepto de deseo como impulsor de las
realizaciones del aparato psíquico, (debe existir el deseo de aprender por
parte de uno de los sujetos y el de transmitir por parte del otro).

 La psicología educacional brinda conocimientos sobre la comprensión


sistémica del hecho educativo, sobre fundamentos psicológicos de las
prácticas educativas, conocimientos referidos a las variables internas y
externas que inciden en procesos de trasmisión y adquisición de
conocimientos en contextos áulicos.

 La pedagogía da a conocer los contenidos y métodos de enseñar, el modo


en que inciden subjetivamente los sistemas y métodos educativos; sobre
problemáticas estructurales en trastornos de aprendizaje y en el fracaso
escolar. Brinda conocimientos sobre métodos y estrategias didácticas.
 La antropología proporciona conocimientos sobre la diversidad de
expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad e
inciden en sus modos comportamentales.

 En cuanto a la neurología y las neurociencias permiten tener conocimientos


fundamentalmente sobre el sistema nervioso central, su epigénesis y
funcionamiento en especial sobre las funciones cerebrales superiores.

 La lingüística. Conocimientos referidos al lenguaje entendido como un medio


característicamente humano y cultural; la lengua como un código disponible
a todos y el habla como modo subjetivo de acceder a la estructura simbólica.

 Recursos complementarios
 * Video sobre el rol del psicopedagogo

 https://www.youtube.com/watch?v=xq_6W_iLG4s

 * Revista

 Psicopedagogía Aportes para una reflexión epistemológica

 * Artículo sobre psicopedagogía

 PSICOPEDAGOGIA: NUEVOS DESAFÍOS HOY … “HACIA ...

Autoevaluación
1. Desde el punto de vista histórico, ¿cuáles fueron las disciplinas base para
la psicopedagogía?

Psicología y pedagogía.

2. A partir de qué siglo la disciplina surge como disciplina científica.

Siglo XX.

3. ¿Cuál es su objetivo central de la psicopedagogía?

La educación y el intercambio con ella, con los niños y los maestros, tanto dentro
como fuera del aula.
4. Profesional capacitado para ocuparse de la problemática del aprendizaje
humano, particularizando su tarea en las personas, los grupos o con las
instituciones donde trabaje. Se trata de:

Psicopedagogo.

5. El problema de aprendizaje puede evidenciar la necesaria interrelación de


los niveles:

Orgánicos, corporal, intelectual y deseante.

6. Para la psicopedagogía, ¿qué es objeto real?

Individuo humano que vive en un contexto sociohistórico determinado, que siendo


de realidad compleja e integrada demanda múltiples miradas.

7. Le permite a la psicopedagogía tener conocimientos referidos a los


principios y leyes generales que dan cuenta del comportamiento y el
psiquismo humano. Se trata de:

Psicología.

8. Brinda conocimientos sobre métodos y estrategias didácticas a la


psicopedagogía. Nos referimos a:

Pedagogía.

9. Permiten tener conocimientos fundamentalmente sobre el sistema nervioso


central, su epigénesis y funcionamiento en especial sobre las funciones
cerebrales superiores. Nos referimos a:

Neurología y neurociencias.

10. Proporciona conocimientos sobre la diversidad de expresiones culturales


y lingüísticas que caracterizan a la humanidad e inciden en sus modos
comportamentales. Se trata de:

Antropología.
Tema 2_P1: Neuroplasticidad y procesos de apr -

2.1. Desarrollo y evolución cerebral


Cuando iniciamos el estudio del ser humano es usual que nazcan algunas
interrogantes: ¿Por qué el ser humano es tan diferente de las otras especies? ¿Por
qué somos la única especie que tiene lenguaje? ¿Qué es lo que nos permite crear
obras de arte, desarrollar la ciencia y, más aún, la tecnología?

La explicación a estas interrogantes la encontramos en el proceso evolutivo, que


tiene un tiempo relativamente corto (entre unos seis a ocho millones de años
aproximadamente) y si bien mantenemos una gran similitud genética con los
primates, dejamos de ser iguales hace millones de años atrás.

La cadena evolutiva de los primates, que incluye desde los lémures, tarsios, monos
(de diversas familias) y otros simios, nos permite ver que todos ellos tienen un
antepasado en común, a su vez que fueron adquiriendo diferencias, adquirieron
ciertas características que les diferenciaban de las otras especies. Fueron
adquiriendo mayor estatura y se empezaron a marcar diferencias en la talla entre
macho y hembra.
Figura 1. Árbol filogenético de la evolución humana

Recuperado de: http://ev0luci0n1.blogspot.com/2007/12/un-rbol-filogentico-tentativo-de-los.html

El empezar a utilizar sus dos piernas para caminar, permitió que estas se
fortalecieran y alcanzaran mayor longitud, lo que favoreció para que pudiera
transportarse por distancias largas y poblar diferentes espacios.

También se modificaron sus miembros superiores, volviéndose más cortos pero las
manos adquirieron mayor funcionalidad, tanto para alimentarse como para empezar
a utilizar herramientas y más adelante poder crearlas.

También la estructura ósea de su cabeza empezó a modificarse. Por ejemplo, la


reducción del tamaño de la mandíbula, que a su vez le llevó al cambio de la forma
y tamaño de los dientes, le permitió modificar su forma de alimentación y su tipo de
dieta, empezó a consumir mayor proteína de origen animal llevándole a tener mayor
energía, que la empleaba para trasladarse de un lugar a otro y conseguir sus
alimentos.

A diferencia del tejido óseo, los tejidos blandos como el cerebro no dejan rastro, por
lo que los científicos estiman la estructura del cerebro de nuestros antecesores a
partir de los fósiles encontrados, tomando en cuenta el volumen de la cavidad
craneana, lo que nos permite tener un estimado del tamaño del cerebro.

Las variaciones a nivel cerebral fueron evidentes, tanto en las bases volumétricas
como morfológicas (micro y macroscópicas). Los estudios realizados señalan
diferencias en las características como el tamaño, peso y organización de cerebro.
Durante el proceso evolutivo, el cerebro humano llegó a triplicar su tamaño, siendo
su peso actual promedio de poco más de tres kilos (cerebro adulto) y constituye
apenas el 2 % de nuestro peso; sin embargo, llega a consumir la misma cantidad
de energía que el sistema músculo esquelético en estado de reposo.

Entre las evidencias macroscópicas se encuentra el mayor proceso de


encefalización (benefició el crecimiento del cerebro y la reorganización de las
conexiones neuronales) del género Homo en relación con el resto de homínidos
(familia de los primates, entre una de sus características está la ausencia de cola,
capacidad para caminar en dos pies dejando sus manos libres con lo cual
adquirieron mayor habilidad manual y contribuyó al desarrollo de la inteligencia).
“De esta manera, el proceso de encefalización debe entenderse como un mosaico
de eventos evolutivos en el que se interrelacionan el incremento del tamaño cerebral
así como diferentes reorganizaciones de los componentes cerebrales”. (Serrano,
2012, p. 2)

El cambio postural, la nueva utilidad de sus manos, la creación de herramientas, el


mayor consumo de proteínas de origen animal y, por otro lado, la retroalimentación
de la nueva forma de interacción social, contribuyeron a la modificación significativa
del funcionamiento cerebral, disminuyó la mortalidad que junto con el
aprovechamiento de los recursos naturales permitiría el aumento de la población.

Entre las teorías que explican el cambio en el tamaño del cerebro del ser humano
se puede mencionar: la motivación primaria y la motivación general. La primera
considera la existencia de causas únicas y la segunda supone la presencia de varias
causas en forma simultánea. Todos estos cambios sin duda contribuyeron a la
modificación del cerebro, tanto en la forma como en su función.

Los orígenes del cerebro humano y de la conducta

Darwin en su libro El origen del hombre publicó lo que daría inicio a una verdadera
revolución en la ciencia al afirmar que el ser humano “descendía de un cuadrúpedo
peludo, probablemente de costumbres arbóreas y con cola”. (Darwin, 1871)

Los registros fósiles que han sido estudiados han llevado a los científicos a calcular
que la aparición de los primeros mamíferos data de hace ciento ochenta millones
de años aproximadamente y se calcula que los primeros mamíferos parecidos a los
monos hicieron su aparición hace 25 millones de años.

Se estima que el Australopithecus (simio africano) habitó en la tierra hace tres o


cuatro millones de años, en el este de África y fue en 1974 que se encontraron
fósiles semicompletos que corresponderían a esta especie, de género femenino
(recibió el nombre de Lucy) y que se estima habitó hace aproximadamente 3,2
millones de años. Entre las características humanas que lo distinguía era el caminar
erguido. La teoría supone que al descender de los árboles, tuvo que adaptar su
postura para la locomoción y la modificación en la dentición.
La importancia de estas especies radica en la presencia de características que son
propias del ser humano. Una de ellas, y que a su vez dio origen a varios cambios
en la estructura tanto anatómica como neuroanatómica, fue el caminar erguido, dato
que puede ser explicado por el cambio que se aprecia en la estructura de la pelvis
así como también los hallazgos fosilizados de sus huellas, las que muestran la
presencia de un arco plantar bien definido y la posición de un dedo grande
direccionando hacia adelante, en lugar de hacia los lados como el que tienen los
monos.

Probablemente unos de los hitos más importantes en la evolución sea la


bipedestación (caminar erguido) ya que esto le ayudó a tener un mejor campo visual
(lo consiguió al mantener erguida la cabeza gracias a la modificación del foramen
magnum, orificio que une el cráneo con la columna) del entorno pudiendo detectar
con mayor rapidez y distancia los peligros y también la presencia del alimento.
Como es de suponerse también permitió la liberación de las manos facilitando, a su
vez, la manipulación de diferentes objetos que más adelante los utilizaría para cazar
y alimentarse.

En África Oriental (1964) se encontró un cráneo fosilizado, cuya antigüedad data de


1.75 millones de años aproximadamente. Este resto óseo llevó a los científicos a
concluir que el contenido de la caja craneana (cerebro) era de aproximadamente
800 cm3, que comparado con su especie más cercana indicaba el doble de dicha
capacidad y años más tarde se encontraría junto a otros restos óseos pedazos de
herramientas de piedra simples. En tal virtud, recibió el nombre de homo habilis.
También se han encontrado restos óseos que se consideran tienen al menos un
millón de años de antigüedad cuyos rastros indican que también utilizaban el fuego,
lo que les permitió sobrellevar los diferentes cambios climáticos.

Los hallazgos encontrados han llevado a los científicos a concluir que el homo
habilis realizaba actividades de caza y recolección de frutos y raíces. Por la división
de las actividades, se presume la diferencia en las habilidades visoespaciales y de
fuerza entre machos y hembras. Se estima también que navegaban largas
distancias para conseguir sus presas, mientras tanto las hembras permanecían en
el grupo confeccionando ropa, instruían a los hijos y, a su vez, mantenían la
estructura del grupo mediante los procesos de socialización. Se ha concluido que
en cuanto a su alimentación eran carroñeros, buscaban los animales muertos que
por lo general se ubicaban cerca de las reservas de agua (en épocas de sequía).

Una de las dificultades más grandes era el tener que competir con otras especies
de carroñeros y al carecer de dientes fuertes para desgarrar la piel y triturar los
huesos crearon las herramientas afiladas, adicional a ello debían ser fuertes y ágiles
para poder retirarse del lugar sin abandonar la presa y ponerse a resguardo de los
otros animales con quienes competía por la carne.

El homo erectus (hombre erguido) se estima que habitó hace 1.6 millones de años
y los hallazgos indican que su capacidad craneana era de 1000 cm3, es decir, mayor
que sus antecesores y se diferenciaba del homo habilis porque era nómada, es
decir, que iba de un lugar a otro, sin establecerse en un sitio en forma permanente;
gracias al uso del fuego pudo habitar en zonas frías. Se estima también que la
“anatomía de su aparato fonológico era incompatible con el habla compleja”.
(Ramos-Zúñiga, 2015, p. 6)

El homo neanderthalensis (sapiens neanderthalensis), explican los científicos, era


de estatura media, pero su capacidad craneana se estima que tenía un 15 % más
en relación con el hombre actual. Los restos encontrados evidencian lo que sería el
inicio de una cultura religiosa y se ha llegado a concluir que enterraban a sus
muertos junto con flores. Respecto del lenguaje, se cree que este era muy primitivo.

Los vestigios encontrados sugieren que el hombre de Cro-Magnon (suele


abreviarse como cromañón) realizaba pinturas en las paredes de las cuevas que
habitaba y también tallaba la piedra y el marfil, dando lugar al aparecimiento de la
cultura, mientras que la agricultura y la cría de animales tiene su registro en el año
7000 a. de C. y la escritura ideográfica hacia el año 3000 a.de C. llevándonos a
marcar hitos importantes en la evolución del ser humano que requirió no solo de los
cambios que han sido descritos, sino también de la adaptabilidad de cada una de
las especies al medio que les rodeaba.

Comparación de las especies

El cerebro del ser humano actual, como hemos visto, es el resultado de un largo y
complejo proceso, que puede ser estudiado y explicado desde tres
perspectivas: filogenética, sociogenética y ontogenética.

Desde la filogenética, la evolución del cerebro humano nos da cuenta de un


proceso que llevó millones de años, dando como resultado final un órgano con
capacidades únicas y extraordinarias, que nos distan radicalmente de las otras
especies como el poder identificarnos con los seres de la misma especie, tener
intencionalidad comunicativa y de acción, plantearnos y cumplir con objetivos,
conjugado todo esto con diferentes estados emocionales, que responden a la
realidad individual, enmarcados en creencias y anhelos.

Desde la filogenética, uno de los logros más importantes alcanzado por el homo
sapiens engloba el desarrollo de procesos cognitivos de orden superior y que, a su
vez, le llevaron a tener prácticas empáticas, con capacidad para comprender a otras
personas, tomar participación en prácticas grupales con objetivos en común y
plasmar sus pensamientos mediante diferentes técnicas; su estudio nos lleva a
conocer y comprender cómo se desarrolló el aprendizaje cultural y su influencia en
la cadena evolutiva.

Esta nueva capacidad de ver y comprender a otras personas cambió


radicalmente el proceso de evolución cognitiva y la naturaleza de las interacciones
sociales, dando lugar a una forma singular de evolución cultural a través del tiempo
histórico (Sociogénesis). La nueva capacidad cognitiva-social posibilitó la
generación y transmisión de la cultura, herramientas, símbolos y tradiciones a las
nuevas generaciones, en un continuado proceso de innovaciones y mejoras, de
progreso humano. (García, 2010, p. 4).

Desde la ontogenia, conocemos cómo actualmente las nuevas generaciones


crecen rodeadas de todos estos saberes, que han sido desarrollados en el seno
social y que tienen una historia evolutiva importante, de tal manera que la ontogenia
mental humana la ha registrado y se ha representado en una sabiduría global,
favoreciendo la acumulación de conocimientos y estos, a su vez, nutren el
aprendizaje individual.

A fin de comprender la complejidad alcanzada por el sistema nervioso del ser


humano actual, es importante iniciar su estudio desde su origen. Los celenterados
(animal invertebrado, con una única cavidad gastrovascular que le permite
comunicarse con el exterior y cumple doble función: como boca y ano) poseen el
sistema nervioso más básico y primitivo, que le permite enviar y recibir estímulos.
Siguiendo la cadena evolutiva, se encuentran los anélidos (gusanos de cuerpo
cilíndrico o aplanado y segmentados por anillos) quienes presentan el primer indicio
del sistema nervioso central.

Por otro lado, los artrópodos (grupo de invertebrados con simetría bilateral, cubierto
por un exoesqueleto y patas articuladas) tienen un sistema ganglionar; más
adelante se encuentran los cordados (poseen un cordón central, similar a la
columna vertebral de los vertebrados), poseen corazón en la parte ventral. El
sistema nervioso central se ubica en posición dorsal y una faringe que se adapta a
la respiración. El proceso evolutivo continúa pasando por diferentes especies:
peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos hasta llegar al ser humano.

El cerebro humano tiene grandes diferencias en relación con otras especies,


muchas son capaces de aprender, pero solo el ser humano puede enseñar. El
interés de los científicos por estudiar la capacidad volumétrica de nuestros
antecesores es el poder explicar cómo era su forma y las capacidades que pudieron
haber desarrollado en torno a dicha estimación.

Conocer y estudiar el desarrollo del cerebro del ser humano nos permite
dimensionar la importancia que tuvo cada una de las destrezas y conocimientos
adquiridos, dando cuenta de un proceso de plasticidad cerebral que permitió la
adaptación al medio y la influencia de cada una de las especies en la modificación
de este.

2.2. El desarrollo del cerebro


Una vez culminado el recorrido evolutivo de nuestra especie, vamos a centrar el
estudio en el desarrollo del cerebro desde sus inicios. Conoceremos cuáles con los
factores de riesgo, el desarrollo posnatal y la influencia del medio ambiente en el
desarrollo neuronal.

Conocer este proceso nos permitirá entender la importancia e influencia de cada


uno de estos factores en su funcionamiento y posterior proceso de aprendizaje.
Desarrollo prenatal del cerebro

El desarrollo del sistema nervioso inicia dos semanas después de producida la


concepción (unión de un óvulo y un espermatozoide), en dicha etapa se encuentran
presentes tres capas germinales de células embrionarias: ectodermo, endodermo y
mesodermo.

El sistema nervioso se deriva del ectodermo dorsal del embrión, este se engrosa
dando lugar al aparecimiento de la placa neural, que posteriormente se dobla y
forma el canal o tubo neural con dos extremos: extremo oral y el extremo anal del
embrión, dichos extremos no se cierran por completo y se denominan neuróporos
anterior y posterior.

Figura 2. A. Formación de la placa neural en un embrión. B. Formación del surco y pliegues


neurales y aparecimiento de los somitas en un embrión de 20 días

Recuperado de Embriología médica. Lagnman, J., 2016.


Figura 3. A. Embrión de 22 días en el que se observa el cierre parcial del tubo neural. B. Embrión
de 23 días, cerramiento casi completo del tubo neural con la formación de los neuróporos anterior y
posterior

Recuperado de Embriología médica, Lagnman, J., 2016.

Hacia las cinco semanas de gestación aproximadamente, en el extremo anterior del


tubo neural se desarrollan tres vesículas que más adelante darán lugar a los tres
principales componentes del encéfalo: prosencéfalo (cerebro anterior), mesencéfalo
(cerebro medio) y el rombencéfalo (cerebro posterior).

Figura 4. Ontogénesis del sistema nervioso

Anteo, J., 2018. Recuperado de http://neurociencias9163.blogspot.com

En esta etapa se da lugar a la formación de neuronas (neurogénesis)


indiferenciadas tanto en la médula como en el tallo cerebral y más tarde en el resto
del cerebro. Posterior a ello se desarrollarán los ganglios y nervios cerebrales.

Hacia las siete semanas del prosencéfalo surgirá el telencéfalo, del cual se
derivarán: la corteza cerebral, algunos ganglios basales, hipocampo y amígdala; y,
el diencéfalo, del cual se derivarán: el tálamo, subtálamo e hipotálamo. El cerebro
medio permanecerá sin cambio y el rombencéfalo (cerebro posterior) dará lugar al
metencéfalo, del cual se originará el cerebelo y la protuberancia; del mielencéfalo,
se originará el bulbo raquídeo.
Figura 5. Desarrollo embrionario del SNC.

Saldaña, L. Recuperado de https://sites.google.com

Hacia las ocho semanas se inicia progresivamente la diferenciación neuronal y la


formación de redes neuronales simples, para más adelante dar lugar a la migración
y diferenciación de las neuronas.

Las neuronas primitivas, conocidas también como neuroblastos, poseen una


dendrita transitoria que más adelante desaparecerá. El neuroblasto cambia de
forma temporalmente y luego aparecerán dos prolongaciones citoplasmáticas (una
a cada externo), tomando el nombre de neuroblasto bipolar. En uno de los extremos
se producirá un axón primitivo y en el otro extremo aparecerán las dendritas
primitivas, en este momento la célula adquiere el nombre de neuroblasto multipolar
y más adelante por proceso madurativo se convertirá en una célula nerviosa adulta
o neurona.
Figura 6. Neurona

Langma, J. Recuperado de https://user-biackli.cld.bz

A las nueve semanas aproximadamente se inicia el desarrollo del cerebelo, la


protuberancia y el bulbo raquídeo y la multiplicación celular se extiende hasta la
décimo tercera semana.

A la décima semana el embrión es capaz de manifestar ciertos movimientos


involuntarios.

Desarrollo del prosencéfalo o cerebro anterior


Figura 7. Esquema de las subdivisiones cerebrales del embrión

Recuperado de https://www.wikiwand.com/es/Prosenc%C3%A9falo

Está conformado por el telencéfalo del cual surgen los hemisferios cerebrales (los
cuales se originan hacia la quinta semana de gestación) y el diencéfalo. A medida
que los hemisferios cerebrales se extienden cubren el diencéfalo, mesencéfalo y
rombencéfalo.

Por otro lado, el diencéfalo está conformado por el tálamo, hipotálamo, epitálamo,
subtálamo e hipófisis.

El tálamo está separado del epitálamo e hipotálamo por el surco hipotalámico y sirve
de relevo para las conexiones entre la corteza cerebral y el resto de estructuras
subcorticales. Juega un papel importante en la regulación del ciclo de sueño y vigilia.

El hipotálamo está ubicado debajo del tálamo. Entre sus funciones principales se
encuentran el comunicar el sistema nervioso con el endócrino y controlar la
secreción hormona. Ayuda en la regulación de la homeostasis, la sed, el hambre, la
temperatura, el ritmo cardiaco y otros procesos.

El epitálamo se ubica sobre el tálamo y entre sus principales funciones se encuentra


la regulación del intestino y las emociones. Se relaciona con el sistema
neuroendócrino mediante la glándula pineal. Guarda relación con la percepción de
olores y otras estructuras del encéfalo.

Por su parte, el subtálamo se encuentra bajo el tálamo y se relaciona con la gestión


del movimiento corporal principalmente con aquellos de tipo involuntario. Tiene
influencia en la orientación y equilibrio.

A través de la liberación de hormonas, la hipófisis o pituitaria permite que podamos


adaptarnos y reaccionar frente a los estímulos que nos llegan del entorno mediante
los sentidos, de igual manera nos ayuda a reaccionar ante los peligros, favorece
también a la liberación de oxitocina, que se encuentra vinculada con la relación
afectiva con los hijos, pareja y demás personas, y nos ayuda, mediante la
estimulación de las hormonas suprarrenales, a mejorar nuestro índice de tolerancia
al estrés.

Por su parte, el telencéfalo dará origen a los hemisferios cerebrales. Se encuentra


conformado por lóbulos y, por ende, por la corteza cerebral que inicialmente
contiene neuronas no diferenciadas y células gliales.

Desarrollo del mesencéfalo o cerebro medio


Figura 8. Función del mesencéfalo

Recuperado de https://funcionde.com/mesencefalo/

Por su parte, el mesencéfalo no sufre ninguna división secundaria en etapas


iniciales, más adelante dará origen a los pedúnculos cerebrales, tubérculos
cuadrigéminos y el acueducto de Silvio. Tiene diferentes funciones al relacionarse
con otras áreas cerebrales, entre las principales se encuentran la regulación del
movimiento y la estabilidad del cuerpo (esto se debe al acueducto de Silvio por el
cual se transporta el líquido céfalo raquídeo) y también el proceso visual y auditivo.

Desarrollo del rombencéfalo cerebro posterior


Figura 9. Rombencéfalo, estructura y funciones

Recuperado de https://gammaknife.com.ec/rombencefalo/

Se encuentra entre la médula espinal y el mesencéfalo conformado por


rombómeros. Entre sus principales funciones está el mantenimiento de las
funciones vitales para la supervivencia, como: la respiración, el ritmo cardiaco,
controla la masticación, los movimientos oculares, las expresiones faciales y sirve
como estación de relevo para el gusto, el tacto, el oído y el equilibrio.

El rombencéfalo se encuentra conformado por: cerebelo, protuberancia y bulbo


raquídeo. El cerebelo, también conocido como pequeño cerebro, se encuentra
ubicado en la parte posterior e inferior del cráneo y entre sus funciones se
encuentran la regulación del equilibrio, coordinación, precisión y modulación de los
movimientos. Por su parte, la protuberancia, también conocida como puente de
Varolio, se encuentra en el bulbo raquídeo y el mesencéfalo. Una de sus funciones
es la conexión entre estas dos estructuras cerebrales.

Periodos críticos

En todos los animales, incluyendo al hombre, los procesos de desarrollo y la


organización cerebral ocurren a lo largo de la gestación o durante el periodo
neonatal, estos se encuentran demarcados por periodos de máxima vulnerabilidad.
En estas etapas existe elevada susceptibilidad a la influencia de agentes exógenos,
la cual puede provocar retraso en la maduración celular y el establecimiento de los
circuitos neuronales. (Parra; Reyes, 2005, p. 53)

El periodo crítico en el desarrollo del sistema nervioso tiene lugar entre las semanas
3 y 16 de gestación, por lo que cualquier agente, sea interno o externo podría alterar
su desarrollo, de ahí el nombre de crítico. Las alteraciones que se produzcan en
este lapso de tiempo pueden interferir en la división cigótica y la posterior
implantación del blastocisto, pudiendo conducir a un aborto espontáneo. Durante
este periodo se produce un rápido crecimiento cerebral, es decir, el proceso de
proliferación, migración y diferenciación celular (neurogénesis y gliogénesis) se
encuentra en el punto más alto.

Enseguida ocurre el crecimiento del árbol dendrítico, las extensiones axónicas y la


formación de circuitos. Finalmente, se presenta la mielinización, la sinaptogénesis,
la síntesis y la liberación de los neurotransmisores, así como la muerte celular
genéticamente programada conocida como apoptosis. (Parra; Reyes, 2005, p. 53).

Desarrollo posnatal del cerebro

Después del nacimiento, el niño puede flejar las articulaciones de sus brazos y a
partir de entonces cambia la velocidad en el desarrollo de su conducta motriz. A los
tres meses dirige la mano hacia los objetos y agarra cosas. A los ocho meses
desarrolla agarre con pinza y es capaz de agarrar los objetos utilizando
independientemente el dedo índice y el pulgar. El desarrollo de las funciones
motrices se correlaciona con un mayor grado de maduración cerebral. Uno de los
criterios más utilizados para determinar el grado de maduración es el nivel de
mielinización cerebral.

Kolb y Fantie (1997) describen una clara correlación entre el desarrollo de las
conductas motrices y lingüísticas y el grado de mielinización cerebral. La
mielinización es un proceso paralelo al desarrollo de las funciones de las neuronas
y aparece cuando la proliferación y migración celular han terminado. A los doce
meses, por ejemplo, la conducta motriz del niño le permite caminar de la mano o
lanzar y agarrar objetos, todo ello asociado con una buena mielinización del tracto
piramidal pero poca mielinización de las áreas de asociación. De otro lado, el
comportamiento motor más preciso y fino de un niño de cinco años se relaciona con
una mayor mielinización de las áreas de asociación de la corteza cerebral. (Rosselli,
2003)

Migración neuronal

Empieza en el segundo trimestre de gestación y se extiende hasta después del


nacimiento y se caracteriza por la migración de las células nerviosas, desde el área
periventricular hasta cada una de las diferentes zonas del cerebro. Las alteraciones
que pueden darse son variadas y producen graves consecuencias, como por
ejemplo: el incremento de los giros y surcos (poligiria), incremento del número de
giros y surcos, pero de pequeña dimensión (polimicrogiria) y el que se ubiquen
neuronas fuera del lugar al que pertenecen (heterotopias neuronales).

Diferenciación neuronal

Empieza hacia los siete meses de gestación y termina durante los primeros años de
vida y se produce a un ritmo acelerado, disminuyendo su ritmo hasta los diez años
y prosigue durante la vida adulta en forma lenta. En este periodo se incrementa
considerablemente el número de prolongaciones dendríticas y sus pequeñas
ramificaciones tomando el nombre de arborización dendrítica que darán lugar a las
conexiones sinápticas (sinaptogénesis).

Vías y circuitos neuronales

Terminada la emigración neuronal, avanzada la diferenciación de estas células con


el inicio de la sinaptogénesis, simultáneamente se inicia el establecimiento de vías
y redes neuronales. Al principio funcionalmente estos circuitos no tienen una
especificidad óptima. Después, dependiendo del órgano sensorial que los active,
así como del tipo y de la frecuencia de estímulo que manejen, se transformarán
rápidamente en vías cada vez más específicas. Pero aquellas que no se usen o que
no sean del todo específicas terminarán por ser eliminadas. Los circuitos neuronales
en algunas estructuras cerebrales y en particular en la corteza cerebral se inician
en las cortezas sensoriales. (Chávez, 2011)

Mielinización

Una vez alcanzado cierto grado de diferenciación neuronal se inicia el proceso de


mielinización, es decir, el recubrimiento de mielina del axón. Se inicia en el periodo
fetal y se extiende hasta después del nacimiento hasta los tres años de edad
aproximadamente en la corteza de asociación.

Estimulación adecuada

La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas y actividades con base


científica y aplicada en forma sistemática y secuencial. Se emplea en niños desde
su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus
capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales, evitar estados no deseados
en el desarrollo y ayudar a los padres con eficacia y autonomía en el cuidado y
desarrollo del infante. Es fundamental el papel unido de la familia y escuela
trabajando al unísono en este proceso y en este periodo esencial. (Federación de
Enseñanza de Andalucía, 2011)

Influencia ambiental en el desarrollo neuronal

Durante este periodo, existen influencias internas o genéticas y externas o


epigenéticos, que influyen directamente en el desarrollo del sistema nervioso. Entre
los factores de riesgo más comunes tenemos:

1. Factores biológicos propios de la madre, entre los cuales podemos mencionar la


incompatibilidad sanguínea entre los padres (factor Rh), fenilcetonuria materna
(PKU, mal funcionamiento del hígado de la madre), enfermedades hipertensivas en
el embarazo (preeclampsia y eclampsia), diabetes gestacional, sobrepeso y
obesidad, edad de la madre menor de 20 años y mayor a 35, edad del padre mayor
de 40 años, tiempo corto entre cada embarazo, embarazos múltiples y deficiente
estado nutricional de la madre.
Entre las consecuencias que puede experimentarse están las alteraciones
genéticas (principalmente relacionadas con la edad de los padres), afecciones a la
formación del tejido cerebral del feto (relacionado con la feniceltonuria materna)
retardo en el crecimiento uterino y partos prematuros.

2. Agresiones ambientales por infecciones de la madre. Por ejemplo: toxoplasmosis


congénita, enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii, que trae como
consecuencia para el feto una seria afección al sistema nervioso. La rubeola y
varicela, enfermedades infectocontagiosas que se producen por un virus. Entre las
consecuencias para el feto pueden ser: sordera, ceguera, discapacidad intelectual,
meningoencefalitis (inflamación del cerebro y las meninges) y la panencefalitis
(inflamación del cerebro en forma progresiva. Paludismo, dengue, zika y
chikunguya, entre las consecuencias para el feto se encuentra la discapacidad
mental, parálisis cerebral infantil, atrofia cerebral.

Enfermedades de transmisión sexual, cuyas consecuencias pueden ser: retraso en


el desarrollo, hidrocefalia, discapacidad intelectual y otras afecciones al sistema
nervioso.

3. Afecciones ambientales por factores químicos y físicos, en este grupo se


encuentran los disruptores endócrinos, tóxicos en cosméticos y productos de aseo
personal, fenol y sus derivados, bisfenol, triclosán, aditivos alimentarios, plomo,
gases tóxicos, plaguicidas, pesticidas, radiación, provocando serias alteraciones a
la formación del sistema nervioso.

4. Agresiones por causa del entorno social y familiar, entre las cuales podemos
mencionar la violencia intrafamiliar, sea de tipo física, psicológica y sexual, con
consecuencias que pueden abarcar nacimiento prematuro, bajo peso al nacer,
afecciones al desarrollo del sistema nervioso central y programación fetal.

Entre las agresiones socioculturales se encuentran: el embarazo adolescente,


pobreza, hogares uniparentales, condiciones laborales, servicios y prácticas de
salud deficientes y algunos mitos o creencias.

Otras causas de agresión que pueden sufrir los fetos están ligadas al uso de drogas,
algunas de las cuales tienen aceptación social, como la cafeína, el tabaco y el
alcohol.

Entre las agresiones por drogas ilícitas podemos mencionar el consumo de


marihuana, cocaína, heroína, metadona y éxtasis. Las las consecuencias para el
feto y futuro bebé son, entre otras: parto prematuro, retardo en el crecimiento
intrauterino, microcefalia, bajo peso al nacer, discapacidad intelectual, alteraciones
en la conducta, trastornos en las capacidades de interacción y en la motricidad,
hiperactividad, incremento en el tono muscular, alteraciones en el desarrollo
psicomotor en general, trastornos de aprendizaje, déficit de atención y conducta
agresiva.

Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Compartir igual 4.0
Autoevaluación
1. Uno de los hitos más importantes en la evolución fue:

Bipedestación (caminar erguido).

2. Se cree que el lenguaje del neanderthalensis (sapiens neanderthalensis)


era:

Muy primitivo.

3. Se estima que durante todo el periodo evolutivo el cerebro humano llegó


a:

Triplicar su tamaño.

4. En los periodos críticos, durante la gestación existe:

Mayor vulnerabilidad a la influencia de agentes teratógenos que afectan la


maduración celular y el establecimiento de circuitos neuronales.

5. Las tres capas germinales de células embrionarias son:

Ectodermo, mesodermo, endodermo.

6. Del extremo anterior del tubo neural se desarrollan tres vesículas que son:

Prosencéfalo (cerebro anterior), mesencéfalo (cerebro medio) y el rombencéfalo


(cerebro posterior).

7. La mielinización es:

El recubrimiento del axón de mielina.

8. Entre los factores de riesgo por infecciones de la madre están:

Toxoplasma gondii, rubeola, varicela

9. Entre las funciones del cerebelo se encuentran:


Regulación del equilibrio, coordinación y modulación del movimiento

10. El periodo considerado como crítico durante la gestación abarca:

Desde la tercera a la décimo sexta semana.


Tema 2_P2: Neuroplasticidad y procesos de apr -

2.3. Sinapsis dinámicas. Plasticidad sináptica


Lesión cerebral y plasticidad

Cotard en 1868 observó que una lesión en el lóbulo temporal izquierdo podía traer
como consecuencia la pérdida del habla. También pudo notar que la misma lesión
en un niño no interfería en el desarrollo normal de dicha función. Esta observación
le llevó a concluir que las lesiones producidas durante la infancia traen
consecuencias menos severas y de menor duración.

Años más tarde, hacia 1930, Kennard observó que las lesiones unilaterales de una
determinada zona cerebral en monos adultos y lactantes no producían las mismas
consecuencias, llegando a la conclusión que las lesiones de los monos lactantes
eran menos severas que las de los adultos. A esta conclusión se la conoce con el
nombre de principio de Kennard. Por varios años este principio fue considerado
como valedero, sin embargo, más adelante los científicos observaban que no
siempre más temprano significaba mejor y que por el contrario podía ser peor.

Una lesión cerebral puede ser definida como un traumatismo que sufre el cerebro,
es inherente a la edad y puede tener varios orígenes. Independientemente del tipo
de lesión, cuando esta abarca el tejido cerebral se produce un proceso de
desmielinización.

Las consecuencias de una lesión cerebral dependerán de la magnitud, la


localización en el cerebro, la edad en la que se produjo y también la conducta
implicada. Las lesiones pueden ser:
 Difusas: que se encuentran en un área extensa.

 Localizadas: que afectan a un lugar específico.

 Diseminadas: que están esparcidas o dispersas

 Sistemáticas: que afectan al todo en lugar de una parte.

Entre las principales causas de las lesiones están:

a. Tumores

Consisten en la proliferación anormal de elementos celulares de un órgano


(Escourolle y Poirier, 1971). Pueden ser malignos o benignos. Esta clasificación está
determinada por sus propiedades celulares. También dependen de su localización.
Por ejemplo, un tumor benigno (conlleva síntomas neurológicos y
comportamentales menos severos) podría suponer un riesgo de muerte si se
desarrolla en el tallo cerebral, por su ubicación se torna inoperable y afectaría a
estructuras que guardan relación con procesos vitales.

b. Patología vascular

También conocidos como accidentes cerebrovasculares (ACV). Fundamentalmente


se debe al rebosamiento de sangre (como los aneurismas, las malformaciones
vasculares y las hemorragias o hematomas) y a la carencia de sangre (trombosis o
embolias cerebrales). Dentro del área conductual o comportamental, prestamos
mayor atención a los hematomas, algunos de ellos son de rápida evolución,
presentando síntomas en las primeras 24 horas y los seis días posteriores al evento.

c. Traumatismos

Entre los más frecuentes y graves tenemos al traumatismo craneoencefálico en el


cual se produce el efecto rebote (propio de los accidentes de auto y motos). Entre
sus consecuencias se pude mencionar la amnesia postraumática, pérdida de
memoria y el deterioro intelectual.

d. Reacciones infecciosas e inflamatorias

Pueden ser producidas en un solo lugar o en varios y podría abarcar las meninges,
los espacios ventriculares o el tejido cerebral.

e. Procesos degenerativos o atrofia cerebral

Pueden ser producidos por cualquiera de los factores descritos anteriormente al


causar muerte neuronal extensa. Otro proceso degenerativo es la enfermedad de
Alzheimer y la obstrucción de los acueductos, impidiendo la circulación del líquido
cefalorraquídeo, acumulándose en los plexos coroideos que aumentan de tamaño
incrementando la presión endocraneana originando atrofia en el tejido.
f. Anoxia e hipoxia

Ambos términos indican la falta de oxígeno al tejido cerebral. En la hipoxia


(disminución del flujo de oxígeno) se estima que el daño causado no es irreversible
si no supera los cinco minutos y se considera que el nivel de tolerancia frente a la
hipoxia del recién nacido es de hasta ocho minutos, luego de este tiempo las
consecuencias podrían ser graves. La anoxia es la imposibilidad para respirar.

g. Edema

Es la impregnación del tejido de agua, lo que genera un incremento en el volumen


de las estructuras dificultando la circulación arterial y venosa, repercutiendo en el
funcionamiento celular.

En las lesiones cerebrales también influyen la agudeza de la lesión que guarda


relación con la rapidez de su desarrollo y la malignidad; y también el factor edad.
Un cerebro inmaduro muestra una mejor capacidad de reorganización; sin embargo,
las lesiones cerebrales en un niño pueden ser difusas y poco predecibles en sus
consecuencias, pudiendo presentarse como déficits atencionales, cognitivos y
motores más generalizados que en un adulto.

En las lesiones, los científicos han identificado tres periodos importantes.

 Antes del primer año de edad

 Entre uno y cinco años

 Después de los cinco años

Las lesiones que tienen lugar antes del año suelen causar déficit de mayor magnitud
que los asociados con lesiones más tardías. Las lesiones que acaecen entre el año
y los cinco años son seguidas de cierto grado de reorganización de la función
cerebral, incluida la recuperación de las funciones lingüísticas. En el caso de las
lesiones que sobrevienen después de los cinco años, la recuperación funcional es
mínima o nula. (Kolb, 2006, p. 628)

Plasticidad cerebral

Se ha definido la plasticidad cerebral como la reorganización de patrones


distribuidos en la actividad cerebral, asociada a las tareas normales que acompañan
la acción, percepción y cognición y que, además, compensan las funciones
alteradas o perdidas como resultado de una enfermedad o lesión. (Rivas, 2005)

Durante mucho tiempo se pensaba que ante las lesiones cerebrales era inútil pensar
en la forma de ayudarlo y que ante la muerte neuronal no había más nada que
hacer; por lo tanto, si las lesiones afectan cualquier área del lenguaje, cognición,
motricidad u otra, quedarían prácticamente inutilizables.
Actualmente, sabemos que el proceso de plasticidad cerebral va cambiando durante
nuestro ciclo vital, en la infancia temprana el cerebro cambia en su estructura,
organización y funcionamiento y depende del nivel madurativo y de las experiencias.
El cerebro es capaz entonces de generar un sinnúmero de sustancias que estimulan
su regeneración y le encaminan a conseguir las metas establecidas. Se ha
demostrado que las funciones mentales son tan complejas que llegan a abarcar
varias zonas cerebrales, contrario a lo que se creía con la teoría localizacionista,
que pensaba que cuando la lesión se producía en una determinada zona, esta se
perdía irreparablemente.

El cerebro se modifica gracias a los cambios que se dan en las redes neuronales.
A través de cada sinapsis, se producen unas nuevas, eliminan las viejas y pueden
modificarse las existentes.

La sinapsis presenta tres tipos de cambios potenciales:

 Aumento en la densidad sináptica sobre las dendritas.

 Incremento en la longitud de las dendritas.

 Incremento en el tamaño de la sinapsis.

La expresión “plasticidad sináptica” designa un cambio de larga duración de la


sensibilidad sináptica que resulta de las modificaciones breves de la actividad
sináptica. (Rivas, 2005, p. 66).

Entre los tipos de plasticidad cerebral podemos mencionar:

Por edades

a. Plasticidad del cerebro en desarrollo

b. Plasticidad del cerebro en período de aprendizaje

c. Plasticidad del cerebro adulto

Por el tipo de patología

a. Plasticidad del cerebro mal formado

b. Del cerebro con enfermedades adquiridas

c. Por enfermedades metabólicas

Por los sistemas afectados

a. En las lesiones motrices

b. Lesiones que afectan a cualquiera de los sistemas sensitivos


c. Afección del lenguaje

d. Lesiones que alteran la inteligencia (Aguilar, 2002, p. 59)

Plasticidad y cambios en la conducta

Una de las particularidades del sistema nervioso (aún en las especies más
inferiores) es el dinamismo. Cada uno de los cambios que se realizan permiten
establecer otro tipo de comportamientos y aprendizajes. Como sabemos, existen
diferentes formas de aprender, en las cuales inciden algunos factores, como por
ejemplo, el tema, los sensorios involucrados, la forma de almacenaje de la
información y los tiempos de atención.

La interacción del ser humano con el entorno influye en el desarrollo de las redes
neuronales, cambiando las estructuras en las conexiones interneuronales. Aquellas
neuronas que tienen mayor plasticidad tienen mayor oportunidad de participar en la
modificación de las redes neuronales volviéndolas más rápidas y eficientes.

Estudios realizados tanto en monos como en adultos han llevado a los científicos a
considerar que las conexiones necesarias para el proceso de adaptación están
prediseñadas, por lo que para que se pueda dar el consiguiente proceso de
adaptación lo que se necesitaría es el aumento en su eficacia mediante su
activación frecuente.

Otros estudios como el de Nudo y col. permitieron demostrar el cambio que se


produjo en las zonas motoras, para lo cual tomaron dos grupos de ardillas. En el
grupo experimental, las ardillas debían obtener sus alimentos de espacios estrechos
para lo cual debían emplear sus dedos en movimientos de pinza, mientras que el
otro grupo podía realizar movimientos amplios de su mano. El resultado fue que el
área representativa de los dedos era más grande en el grupo de control.

En cuanto a las representaciones somatosensitivas, Merzenich y col. demostraron


que dichas áreas podían modificarse si se manipulaban los estímulos aferentes
hacia dicha zona cortical.

En el recién nacido, la mayor modificación se da en las áreas sensomotoras


primarias, núcleos talámicos y otras estructuras. Más adelante, hacia los dos o tres
meses, la maduración del sistema nervioso le permite superar la conducta refleja y
paulatinamente alcanzar la integración visomotora.

Hacia los ocho y nueve meses se produce un mayor desarrollo de las áreas frontales
y de asociación, por lo que la conducta empieza a tener intencionalidad y permite
una mayor coordinación motora. Entre los tres y nueve años el metabolismo es
mayor que el de un adulto debido a la sobreproducción de sinapsis.

Tras una lesión cerebral o por los resultados de un trastorno de cualquier tipo, los
procesos de estimulación empiezan a ser fundamentales. Dependiendo de la
necesidad del individuo, se plantean las estrategias de apoyo que deberá recibir. El
resultado que se espera tras la aplicación de cada uno de los planes de tratamiento
diseñado es la modificación de la conducta, que se consigue mediante la
estimulación de nuevas redes neuronales, que se traducen en comportamientos
más elaborados y controlados que permitan alcanzar nuevas metas.

Autoevaluación

Autoevaluación
1. Una lesión cerebral es considerada:

Traumatismo

2. Cuando hay una lesión cerebral se produce un proceso de:

Desmielinización.

3. Entre las principales causas de lesión cerebral están:

Tumores, patología vascular, traumatismos.

4. La hipoxia es:

Disminución del flujo de oxígeno

5. La plasticidad cerebral es:

La reorganización de patrones distribuidos en la actividad cerebral asociada a las


tareas normales que acompañan la acción.

6. Entre los factores que inciden en el tipo de plasticidad cerebral podemos


mencionar:

Por edad, tipo de patología, sistemas afectados.

7. La clasificación de la plasticidad cerebral por edades contempla:

Cerebro en desarrollo, cerebro en periodo de aprendizaje, cerebro adulto.

8. La clasificación de la plasticidad cerebral por sistemas afectados


contempla:
Lesiones motrices, cualquier sistema sensitivo, afecciones del lenguaje, lesiones
que alteran la inteligencia.

9. Las lesiones cerebrales pueden ser:

Difusas, localizadas, diseminadas y sistemáticas.

10. ¿Qué significa ACV?

Accidente cerebrovascular.
Tema 2_P3: Neuroplasticidad y procesos de apr -

2.4. Plasticidad sináptica desde un punto de vista psicológico


Como hemos descrito anteriormente, la plasticidad cerebral no es otra cosa que la
capacidad que tiene nuestro cerebro para adaptarse al medio, en respuesta a los
estímulos, sean internos o externos.

Fue Santiago Ramón y Cajal el primero en proponer la plasticidad cerebral en el


aprendizaje y en 1949 Donald Hebb postula la plasticidad asociativa por la cual las
coincidencias de la actividad pre y postsináptica puede modelar ciertas áreas del
cerebro.

La plasticidad neuronal tiene sus inicios en la etapa embrionaria y abarca hasta la


vida adulta, favorece a nuevos aprendizajes, nuevas memorias y la adaptación a las
demandas del medio. Durante este periodo, los circuitos neuronales deben alcanzar
un nivel preciso de excitabilidad. Si consideramos todos los cambios que se
producen en ese periodo, esto llega a constituirse en un gran reto. Las
modificaciones en el número, la morfología, anatomía, localización, conectividad y
funcionamiento de las neuronas deben ser exactas, cuando esto no sucede, sea por
disminución o exceso, provoca grandes dificultades, por ejemplo, el exceso podría
ocasionar convulsiones en el recién nacido.

La etapa posnatal continúa siendo considerada como un periodo crítico; por lo tanto,
cualquier evento fuerte, sea este positivo o negativo repercutirá en forma
significativa en el desarrollo del cerebro. Como podemos deducir entonces, el
proceso de plasticidad cerebral está presente desde fases muy tempranas en la
vida del ser humano.

Durante muchos años se consideró que el sistema nervioso era una estructura
neurofuncional que no podía variar ni en su estructura ni en su reorganización,
llevándonos a suponer que se desarrollaba con un número determinado de
neuronas y sistemas y que estos eran invariables durante toda la vida.

Actualmente, sabemos que el sistema nervioso es susceptible de modificación, al


igual que cualquier otra estructura de nuestro cuerpo. La modificación de las
conductas a las nuevas exigencias del medioambiente conlleva un nuevo
aprendizaje. Este es uno de los aspectos que nos lleva a adaptarnos como especie
y sobrevivir; por lo tanto, podríamos decir que el aprendizaje genera cambios en el
sistema nervioso como resultado de una experiencia y cuyos cambios son
duraderos. Nos permite adquirir conocimientos sobre el mundo que nos rodea
mientras que la memoria nos permite codificar, almacenar y recobrar o evocar este
conocimiento. Ambos procesos, tanto el aprendizaje como la memoria están
íntimamente relacionados. Son funciones de orden superior fundamentales, no solo
para nuestra sobrevivencia, sino también para registrar nuestra historia y cultura.

A la intensificación duradera en la transmisión de señales nerviosas entre dos


neuronas (sinapsis) que se produce como resultado de la estimulación simultánea
de ambas, se conoce con el nombre de potenciación a largo plazo, que se encuentra
relacionada directamente con el aprendizaje y la memoria. La potenciación a largo
plazo incrementa la comunicación entre dos neuronas (pre y postsináptica)
intensificando la sensibilidad y señales entre las dos. Por lo tanto, en términos
específicos, la plasticidad cerebral se produce a nivel sináptico.

Todo lo que nuestro cerebro aprende se encuentra almacenado en la memoria que


entre una de sus funciones está la recuperación de la información adquirida.

El interés por el estudio de la plasticidad cerebral se desarrolló inicialmente muy


relacionado al aprendizaje y a la memoria. La plasticidad neuronal no es otra cosa
que los cambios que se producen en la sinapsis y que son de duración variable
mediante estímulos de origen externo.

En el sistema nervioso en desarrollo los cambios en el medio externo tienden a ser


prominentes en el sistema nervioso sensorial. Para entender este proceso, es
importante conocer conceptos básicos como:

 Axón

Prolongación de la neurona, se encarga de conducir el impulso nervioso hasta las


dendritas.

 Dendritas
Terminación del axón en ramificaciones, entra en contacto con las dendritas de la
neurona postsináptica, dando lugar a la sinapsis.

 Sinapsis

Es la forma de comunicación y organización que tienen las neuronas. La neurona


anterior se denomina presináptica y la neurona posterior es denominada
presimpática, entre las dos existe un espacio que recibe el nombre de brecha
presináptica en la cual son liberadas las vesículas simpáticas que contienen los
neurotransmisores.

 Sinaptogénesis y migración

Esta etapa inicia cuando termina de formarse el tubo neural y finaliza en la octava
semana de gestación. La migración neuronal empieza con la aparición de las
primeras células nerviosas y son guiadas por las glías hasta llegar a su destino.

 Neurotransmisores

Sustancia química que es liberada de la vesícula sináptica en la hendidura


sináptica que permite la comunicación entre neuronas.

 Vesícula sináptica

Contiene los neurotransmisores.

La plasticidad cerebral del sistema nervioso incluye:

 Neurogénesis

Es el proceso mediante el cual se generan nuevas neuronas. Tiene lugar en la zona


subventricular. Su mayor actividad es en la etapa prenatal, llegando a cubrir de
neuronas el encéfalo en crecimiento.

 Apoptosis

Es la muerte celular programada. Su eliminación se da por insuficiencia de


sinapsis.

 Potencial a largo plazo de la transmisión sináptica

Potencial de memoria

 Depresión a largo plazo de la transmisión sináptica

Potencia el olvido.
Para la Organización Mundial de la Salud (1982), la neuroplasticidad es definida
como la capacidad que tienen las neuronas para regenerarse, tanto anatómica
como funcionalmente, tras haber sufrido algún tipo de lesión, esto hace que la
neuroplasticidad sea la base y fundamento de los procesos experimentales, que
pueden ser de corto, mediano y largo plazos. Este proceso se da durante la
ontogenia y genera nuevos circuitos para el aprendizaje.

Desde inicios del siglo XX, se consideraba la plasticidad cerebral como una de las
dos propiedades básicas del sistema nervioso.

a. Capacidad de tolerar los cambios funcionales duraderos.

b. Excitabilidad, la cual se relaciona con cambios rápidos que no dejan huella


en el sistema nervioso. (Aguilar, 2003, p. 58)

Entre los cambios que se producen también se encuentran los neuroquímicos, que
se acompañan, a su vez, de un proceso de plasticidad funcional y estructural. Entre
los funcionales de mayor importancia podemos citar: el desenmascaramiento, el
retoño sináptico, la arborización dendrítica, la inhibición, facilitación y modificación
de neurotransmisores. (Aguilar, 2003, p. 59)

Se ha considerado que podría existir procesos de plasticidad cerebral que


responderían a algunos factores como: edad, patología y por sistemas afectados.

Durante la infancia, los niños aprenden a percibir su entorno y adquieren los


aprendizajes en forma espontánea (siempre y cuando las estructuras estén
maduras para hacerlo) que durarán toda la vida. Esta capacidad va a ir
disminuyendo con la edad. Algunos de los aprendizajes requieren de enseñanza,
refuerzo y práctica. Durante la infancia es posible estimular el desarrollo cerebral y
mantener una disciplina de aprendizaje de forma continua, para ello es necesario
tomar en cuenta aspectos como la alimentación, promover entornos estimulantes,
establecer un horario de descanso adecuado, realizar actividades lúdicas y ejercicio
físico.

En el cerebro envejecido se muestran patrones de deterioro, atrofia neuronal y, por


ende, el correspondiente declive funcional, por tanto, las variaciones normales se
dan tanto en aspectos cualitativos como cuantitativos, afectando al número de
neuronas, dendritas y las estructuras de la sinapsis, lo que conlleva también a una
disminución en el proceso de plasticidad cerebral.

En lo que respecta a eventos patológicos, como sabemos, tanto el daño cerebral


como los trastornos del neurodesarrollo, pueden terminar condicionando la vida
diaria de un niño, debido a las secuelas que pueden producir a nivel cognitivo, del
lenguaje, motor y/o sensorial. Por ejemplo, en pacientes pediátricos, la presencia
de tumores conlleva a tratamientos por radioterapia o quimioterapia, pueden tener
como efecto secundario afecciones a los procesos de atención, velocidad de
procesamiento, memoria y otros procesos cognitivos. En el caso de los traumas
craneoencefálicos de tipo grave, casi un 80 % de los niños afectados suelen tener
algún tipo de afección cognitiva, ventajosamente casi la totalidad de este porcentaje
lo vuelven a recuperar después de un programa de rehabilitación adecuado.

La neurorrehabilitación es la rehabilitación neurológica, que puede ser empleada en


los niños, para lo cual necesitamos:

a. Un abordaje multidisciplinar, para ello es necesario contar con la participación


de diferentes especialistas, tales como: fisioterapeutas, neuropsicólogos,
logopedas, terapeutas ocupacionales, neurólogos, psicólogos.

b. Profesionalidad, disponer de los profesionales calificados y con experiencia


demostrable.

c. Definir las metas. Son establecidas por los profesionales sobre la base de
una previa evaluación que arroja como resultados las fortalezas y
debilidades. Es importante que sean detalladas con claridad.

A medida que crece la conducta del ser humano va modificándose como resultado
de la modificación del sistema nervioso, que puede ser estudiado de tres formas:

1. Correlaciona la madurez del sistema nervioso expresado en la complejidad


de la conducta manifestada, de tal manera que las estructuras que maduran
antes empiezan a expresar sus funciones antes que aquellas estructuras que
se demoran en madurar.

2. La segunda forma de estudiarlo es a la inversa del primero. Estudia el


sistema nervioso de los niños en crecimiento para poder examinar su
conducta. Por ejemplo, cuando crecen, los adolescentes muestran una serie
de cambios en su comportamiento, por lo que no es difícil suponer que esto
responde a la modificación del sistema nervioso.

3. El tercer enfoque consiste en la identificación y el estudio de los factores que


inciden en ambos.

Entre algunos de los factores que afectan la función encefálica están: factores
hormonales, genéticos y las lesiones cerebrales. Shatz nos habla de una plasticidad
independiente de la experiencia, Black y Greenuogh de una plasticidad en relación
con la experiencia expectante y otra dependiente de la experiencia.

Experience-independent plasticity

Se trata de un proceso de plasticidad cerebral que se da en forma independiente,


es deci, los cambios que se producen a nivel cerebral, no se producen por influencia
de estímulos externos, sino que más bien el cambio o remodelación se da en forma
espontánea. Donald Hebb fue quien describió este tipo de proceso, para lo cual se
enfocó en las estructuras funcionales neuronales, que las pudo determinar mediante
la observación pre y postsináptica, llegando a establecer sus diferencias.
Experience-expectant plasticity

La evidencia sobre la base de la experiencia acerca de cambios en la estructura


neuronal como consecuencia de la experiencia comenzó en los años sesenta
aproximadamente y fue Rosenzweight quien introdujo el interés sobre el paradigma
de los ambientes enriquecidos. Willian Greenougt respaldó dicha idea, es decir, que
la experiencia modifica neuroanatómicamente una red neuronal, mediante estudios
detallados demostró que al aprender habilidades motoras se incrementan la
densidad de las sinapsis en estructuras relacionadas con el movimiento (corteza
prefrontal y cerebelo).

Estudiar este tipo de proceso de plasticidad cerebral es mucho más fácil ya que se
puede manipular los estímulos. Se obtiene este tipo de plasticidad cerebral cuando
las entradas provenientes del exterior cambian o modifica su estructura.

Experience-dependent plasticity

Como su nombre lo indica, en este tipo de plasticidad cerebral, el cambio cerebral


se produce mediante la participación de un factor externo o interno, facilitando al
cerebro que responda con mayor flexibilidad a los cambios.

Autoevaluación
1. Desde el punto de vista psicológico, la plasticidad es:

La capacidad del cerebro para cambiar y reorganizarse en respuesta a algún cambio


proveniente de una fuente interna o externa

2. Se han descrito tres tipos de plasticidad en el cerebro normal: experience-


independen, experience-dependent y la tercera es:

Experience-expectant.

3. En la plasticidad experience-independent:

Los cambios no se producen por influencia interna o externa.

4. En la plasticidad experience-independent, el cerebro:

Se remodela a sí mismo espontáneamente.

5. La plasticidad experience-expectant:
Utiliza las entradas provenientes del exterior para cambiar su estructura.

6. De los siguientes tipos de plasticidad, ¿cuál es el más fácil de manipular?

Experience-expectant.

7. En la experience-dependent, existen ciertas características del cerebro que


no necesitan la experiencia para desarrollarse:

Pero pueden ser modificadas por esta.

8. Si una modificación en el medio interior o exterior produce cambios en


cierta característica del cerebro se dice que dicha característica posee:

Plasticidad dependiente de la experiencia.

9. La existencia de la plasticidad demuestra que el desarrollo del cerebro no


está dictado únicamente por:

Los genes.

10. Los cambios físicos que se llevan a cabo durante el aprendizaje se


producen principalmente a nivel:

Neuronal
Tema 2_P4: Neuroplasticidad y procesos de apr -

2.5. Aprendizaje y memoria: recableando el cerebro


Los estudios que se han realizado sobre el cerebro nos han demostrado la habilidad
constante que tiene para adaptarse, que inicia en la etapa prenatal y continúa
adaptándose durante el resto de la vida. Inicialmente se creía que la memoria y el
aprendizaje suponían el crecimiento de sinapsis y que aparecían unas nuevas
durante el proceso de aprendizaje. Sabemos también que las conexiones sinápticas
que no se utilizan con frecuencia se van debilitando e incluso llegan a eliminarse,
mientras que aquellas que se utilizan se refuerzan.

Los estudios realizados nos indican que para que se produzcan nuevos
conocimientos deben desarrollarse nuevas sinapsis o las existentes deben
reorganizarse. Una de las explicaciones al enigma del aprendizaje es la desarrollada
por el neurobiólogo francés Jean – Pierre Changeux (1983) en su libro Darwinismo
de las sinapsis, en el que explica que todos los cambios que se dan en el cerebro
como resultado de la adaptación, al menos las que se dan entre el nacimiento y la
pubertad implicarían la eliminación de las sinapsis preexistentes, se mantienen las
más útiles y las menos utilizadas se eliminan. Lo que nos llevaría a concluir que tras
una etapa de sobreproducción neuronal seguidamente pueda darse otra etapa de
eliminación de las redes aparentemente menos fortalecidas a fin de favorecer el
aprendizaje y que podría estar promovida por las exigencias a las que se va
enfrentando el ser humano en la medida que crece.

Sistema nervioso: aprendizaje y memoria


Para poder entender la relación del cerebro con el aprendizaje y la memoria, la
literatura científica nos refiere el caso del paciente H.M, de 20 años de edad, a quien
se le realizó una cirugía cerebral en la cual se removió gran parte de su cerebro
(estructuras bilaterales del lóbulo temporal medio, la amígdala, parte del hipocampo
y de la corteza medial circundante). La consecuencia que se observó fue que todos
los recuerdos que tenía antes de la operación se mantuvieron intactos, mientras que
aquellas vivencias posteriores a la cirugía no conseguía almacenarlas, mostrando
un caso de amnesia anterógrada.

Con el caso anteriormente descrito deja claramente visible la existencia de dos tipos
de memoria en relación al tiempo: corto y largo plazos.

Por otro lado, la memoria es considerada como una de las funciones cognitivas más
importantes, en ella almacenamos todas nuestras experiencias y conocimientos
pasados, permitiéndonos acceder a ellos cuando lo requerimos, facilitando nuestro
proceso de adaptación y permitiéndonos planificar el futuro.

El aprendizaje es entendido como la capacidad que poseen algunas especies en


mayor o menor grado para adquirir nuevos conocimientos y que constituye un paso
fundamental en el proceso de adaptación al medio. Desde la didáctica, el
aprendizaje implica el adquirir nuevos conocimientos que contribuye a enriquecer el
patrimonio cultural lo que influye en el cambio de actitudes, comportamientos y
formas de conducirse socialmente, por lo que podemos concluir que el aprendizaje
modifica tanto el comportamiento como el pensamiento.

Entre los tipos de aprendizaje se encuentran el asociativo (la información que se


registra guarda relación entre sí) y el no asociativo (los estímulos no se relacionan
y su aprendizaje se da por un proceso repetitivo). Todos estos aprendizajes se
guardan en la memoria, el registro o codificación, el almacenamiento y la
recuperación forman parte de este proceso. La fase de codificación o registro
depende en gran medida del proceso de atención y la motivación o significado que
tenga el aprendizaje, en el cual también juega un papel preponderante los sentidos
que se encuentren involucrados.

El almacenamiento se caracteriza por la retención de la información en la memoria


y de ella depende el que más adelante se pueda recuperar la información para poder
utilizarla cuando se lo requiera, cerrando así el proceso de aprendizaje. El registro
de la información dependerá de las capacidades intelectuales de cada individuo y
de las estrategias que utilice para tal efecto.

La fase de recuperación entra en vigencia al momento que el individuo hace uso de


la información que tiene almacenada para la resolución del problema y se puede
acceder a ella cuando la información ha sido registrada exitosamente. La cantidad
de datos almacenados puede ser recuperada u olvidada.

La memoria a corto plazo, también conocida como memoria operativa, puede


registrar entre más o menos siete estímulos, por lo tanto, es un sistema limitado de
almacenamiento durante un corto periodo de tiempo. Está compuesta por la
memoria sensorial (información recibida por los sentidos. El tiempo de vigencia es
de unos cuantos segundos, pero con una gran capacidad de procesamiento) y la
memoria de trabajo (es un almacenaje temporal, cambiante y manipulativo de la
información). Está compuesta por el ejecutivo central, visual espacial y fonológico.

En la memoria a largo plazo, su capacidad de almacenamiento puede ser de varios


años y la cantidad de información puede ser amplia. Se puede clasificar en memoria
explícita: empleada para el registro de eventos y hechos, configurándose de esta
forma la memoria semántica y episódica; una de sus características es que es
fácilmente explicable, sea en forma verbal o escrita, adquiriendo el nombre de
memoria declarativa y explícita. La memoria implícita, por su parte, almacena
información compleja y abstracta en cualquier lugar y no depende de la conciencia.
Permite establecer hábitos de tipo cognitivo y motor, su adquisición se da en forma
gradual, automática, se perfecciona con la práctica y es difícil de explicarla
verbalmente.

Las zonas cerebrales que están relacionadas con la memoria son el lóbulo temporal,
la corteza frontal, el hipocampo, la amígdala, el tálamo, el hipotálamo y el cerebelo.
(Ramos-Zúñiga, 2014, p. 127)

Aprendizaje en las redes neuronales artificiales

Uno de los avances más importantes promovidos por el hombre ha sido el desarrollo
de la tecnología al servicio no solo de su bienestar, sino también de la producción
económica y el progreso social.

Desde hace varios siglos se han ido construyendo y desarrollando máquinas que
nos faciliten la vida y resuelvan problemas de diferente complejidad. La capacidad
intelectual del ser humano ha permitido que se vayan creando máquinas cada vez
más complejas, por lo que se ha llegado a interpretar que todo el avance tecnológico
no es otra cosa que el esfuerzo por descubrir las capacidades humanas y poderlas
simular mediante máquinas.

Los avances tecnológicos, que es evidente en la construcción de las diferentes


máquinas, representan las redes neuronales vistas desde un modelo artificial. Las
redes neuronales artificiales presentan un importante número de características
similares a las del cerebro humano.

Una neurona artificial es un procesador elemental que recibe una serie de entradas
de pesos diferentes, los procesa y proporciona una salida. Una red neuronal consta
de tres elementos principales:

a. Tipología: la forma como está organizada

b. Aprendizaje: el almacenaje de la información

c. Recuperación: cómo se puede evocar.


El aprendizaje que se da en las redes neuronales es el factor que determina las
ventajas y también los inconvenientes de estos sistemas, si está bien ajustada
puede llegar a ser capaz de trabajar con información incompleta o difícil de predecir,
pudiendo llegar a tener un cierto grado de memoria asociativa que le permitirá
generalizar el comportamiento.

Los métodos de aprendizaje pueden ser agrupados en dos categorías:

Aprendizaje supervisado

Es el caso del entrenamiento que se da mediante un profesor y utiliza información


global. Este, a su vez, se subdivide en aprendizaje estructural y temporal.

Aprendizaje no supervisado

Es el que se da sin intervención del profesor, utiliza información local durante todo
el proceso de aprendizaje.

Autoevaluación

Autoevaluación
1. A quién se le atribuye la siguiente explicación sobre el aprendizaje:

Los cambios que se dan en el cerebro se producen como resultado de la


adaptación, a menos que se den entre el nacimiento y la pubertad implicaría
la eliminación de las sinapsis preexistentes menos utilizadas, mientras que
las más utilizadas se refuerzan.

Jean-Pierre Changeux.

2. En el caso del paciente H.M. existió una afección en:

La memoria.

3. La memoria, de acuerdo con el tiempo, se clasifica en:

A corto plazo y a largo plazo.

4. La memoria es:

Proceso mental de orden superior.


5. El aprendizaje es:

La capacidad que poseen algunas especies en mayor o en menor grado para


adquirir nuevos conocimientos.

6. Entre los tipos de aprendizaje están:

Aprendizaje asociativo y no asociativo.

7. Entre las fases de memoria están:

Registro, codificación y recuperación.

8. La memoria a largo plazo se clasifica en:

Implícita, explícita

9. La memoria a corto plazo también se la denomina:

Memoria operativa.

10. Una neurona artificial es:

Un procesador elemental que recibe una serie de entradas de pesos diferentes y


que proporciona una salida.

También podría gustarte