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Tema 1_P1: Bases neuropsicopedagógicas aplica -

1.1. Nociones básicas del cerebro humano


Los nuevos conocimientos que tenemos sobre el cerebro han propiciado, aunque
aún de forma muy tenue, que empecemos a darnos cuenta de que ahora
podemos entender al ser humano y, a fin de cuentas, entendernos a nosotros
mismos, como nunca antes lo hemos hecho. Este es el gran avance actual, y
muy probablemente el más importante de toda la historia de la humanidad.

Leslie A. Har

El estudio del desarrollo del cerebro es clave no solo para entender su anatomía,
su estructura, organización intrínseca y sus funciones, sino también para
estudiar los diferentes procesos y funciones transitorias que se llevan a cabo
mientras ocurre este fenómeno, así como para prevenir alguna alteración y
favorecer un sano desarrollo del mismo.

El cerebro es el centro de nuestras facultades mentales, es el órgano más


complejo del cuerpo. Regula distintas funciones vitales como por ejemplo, las
pulsaciones cardíacas, la respiración, la temperatura corporal y, a su vez,
controla las llamadas funciones superiores como el razonamiento, la conciencia,
los sentimientos y el lenguaje.

En lo que respecta al cerebro del adulto, es una masa húmeda y frágil que pesa
poco más de tres kilos. Tiene más o menos el tamaño de una pequeña toronja,
la forma de una nuez y cabe en la palma de la mano. Se encuentra dentro del
cráneo y rodeado por membranas protectoras, situándose en lo alto de la
columna vertebral. Funciona incesantemente, incluso durante el sueño. Aunque
solo represente un 2 % del peso de nuestro cuerpo, consume alrededor del 20
% de nuestras calorías; cuanto más pensamos, más calorías consumimos.

Durante siglos, quienes se ocuparon de la observación del cerebro han


examinado cada rasgo del mismo, diseminando nombres griegos y latinos para
explicar lo que veían. Analizaron sus estructuras y funciones y generaron
conceptos para explicar sus observaciones. Un concepto temprano dividía al
cerebro en localizaciones: lóbulo frontal, cerebro mesencéfalo y metencéfalo.

Otra clasificación, propuesta por Paul MacLean (1990) en la década de 1960,


describía la tríada cerebral o cerebro triuno según tres estados evolutivos: el
reptiliano, paleomamífero y mamífero o neocorteza.

El cerebro reptiliano, también llamado complejo-R, estaría formado


básicamente por los ganglios basales, el tronco del encéfalo y el cerebelo. Se le
considera también como cerebro primitivo, que controla comportamientos
instintivos y que se centra en las actividades más básicas de la supervivencia
incluidas la agresividad, la dominación, la territorialidad y los rituales. El cerebro
reptiliano estaría lleno de memorias ancestrales y controlaría las funciones
autonómicas (respiración y latido cardíaco), el equilibrio y el movimiento
muscular. Sus respuestas son directas, reflejas, instintivas.
El cerebro paleomamífero es el sistema límbico y sería el responsable de las
emociones. Está basado en un sistema de evasión (sensaciones desagradables
como el dolor) y atracción (sensaciones agradables como el placer). Partes clave
del sistema límbico serían la amígdala, el septo, el hipotálamo, la corteza del
cíngulo y el hipocampo. También sería el responsable de la motivación y la
emoción que sentimos al alimentarnos, al reproducirnos y en el comportamiento
parental.

La tercera estructura superpuesta es el cerebro moderno de mamífero o


neocorteza. Es característico de los mamíferos más evolucionados, de nosotros
y de los primates. Es responsable del pensamiento avanzado, la razón, el habla,
la planificación, la abstracción, la percepción y lo que en general llamamos
funciones superiores.

El cerebro humano trabaja en red, utilizando las llamadas redes neuronales y los
neurotransmisores en permanente actividad, dispuestas a armar redes de
información en milésimas de segundos, generando un sistema de comunicación
entre ellas, denominado sinapsis, especialmente para que el cerebro logre su
principal objetivo, el de aprender todo el tiempo. Esto nos permite plantear la
importancia, conocer mejor cómo funciona nuestro cerebro para que, a partir de
ello, se pueda predecir posibles complicaciones en el desarrollo y prevenir
trastornos derivados de problemas en el sistema nervioso.

Sistema nervioso (central y periférico)

El sistema nervioso es una estructura compleja de nervios y neuronas. Transmite


señales eléctricas a diferentes partes del cuerpo y coordina las acciones
voluntarias e involuntarias. Este sistema lo estructuran dos subsistemas: el
sistema nervioso central (SNC), localizado dentro de la columna vertebral y el
cráneo; y, el sistema nervioso periférico (SNP) localizado fuera de dichos
órganos.

El SNC lo conforman la médula espinal y el encéfalo. El encéfalo comprende el


cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo o encefálico, y se encuentra dentro
del cráneo. La médula espinal es la parte del sistema nervioso central situada en
el interior del canal vertebral y se conecta con el encéfalo a través del agujero
occipital del cráneo. El SNC (encéfalo y médula espinal) recibe, integra y
correlaciona distintos tipos de información sensorial. Además, el SNC es también
la fuente de nuestros pensamientos, emociones y recuerdos. Tras integrar la
información, a través de funciones motoras que viajan por nervios del sistema
nervioso periférico ejecuta una respuesta adecuada.

El sistema nervioso periférico (SNP) está formado por nervios que conectan
el encéfalo y la médula espinal con otras partes del cuerpo. Los nervios que se
originan en el encéfalo se denominan nervios craneales, y los que se originan
en la médula espinal, nervios raquídeos o espinales. Los ganglios son
pequeños cúmulos de tejido nervioso situados en el SNP, los cuales contienen
cuerpos neuronales y están asociados a nervios craneales o a nervios
espinales. Los nervios son haces de fibras nerviosas periféricas que forman
vías de información centrípeta (desde los receptores sensoriales hasta el SNC)
y vías centrífugas (desde el SNC a los órganos efectores).

Neurona y tipos

El sistema nervioso cuenta con diez millones de elementos funcionales


denominados células nerviosas. Esas células se presentan en su mayor parte
como células gliales y en menor medida, como neuronas.

Las neuronas son las células responsables de las funciones atribuidas al sistema
nervioso: pensar, razonar, control de la actividad muscular, sentir, etc. Son
células excitables que conducen los impulsos que hacen posibles todas las
funciones del sistema nervioso. Aunque pueden tener distintas formas y
tamaños, todas las neuronas tienen una estructura básica y constan de tres
partes esenciales: cuerpo neuronal, dendritas y axones.

Figura 3. Anatomía de la neurona

Fuente: https://www.insst.es/documents/94886/161958/Cap%C3%ADtulo+7.+Sistema+nervioso

a. El cuerpo o soma neuronal (materia gris) contiene el núcleo y el


citoplasma, con todos sus orgánulos intracelulares, rodeado por la
membrana plasmática.

b. Las dendritas son prolongaciones cortas ramificadas, en general


múltiples, a través de las cuales la neurona recibe estímulos procedentes
de neuronas vecinas con las cuales establece una sinapsis o contacto
entre células. El lugar de contacto entre dos neuronas o entre una neurona
y un órgano efector es una sinapsis. Para formar la sinapsis, el axón de la
célula presináptica se ensancha formando los bulbos terminales o
terminal presináptica los cuales contienen sacos membranosos diminutos,
llamados vesículas sinápticas que almacenan un neurotransmisor
químico. La célula postsináptica posee una superficie receptora o terminal
postsináptica. Entre las dos terminales existe un espacio que las separa
llamado hendidura postsináptica.

c. El axón es una prolongación, generalmente única y de longitud variable,


a través de la cual el impulso nervioso se transmite desde el cuerpo celular
a otras células nerviosas o a otros órganos del cuerpo. Cerca del final, el
axón se divide en terminaciones especializadas que contactarán con otras
neuronas u órganos efectores. Muchas neuronas tienen alrededor de sus
axones un material blanquecino que lo aísla del líquido extracelular. Esta
sustancia es la mielina. Los nódulos de Ranvier son unas pequeñas
aperturas que se encuentran de manera intercalada entre las vainas de
mielina que cubren los axones neuronales.

Tipos de neuronas

Dentro de los tipos de neuronas se encuentran:

• Unipolares. Solo tienen una prolongación, como los neuroblastos.

• Seudounipolares. Tienen una prolongación principal, que luego se


ramifica en otras dos cortas desde el soma celular, como las células
ganglionares de la raíz dorsal.

• Bipolares. Tienen dos prolongaciones, como las células bipolares de la


retina.

• Multipolares. Tienen muchas prolongaciones y sus formas incluyen:

o Estelares

o Piramidales, con dendritas apicales y basales

o Purkinje, con un cuerpo robusto y dendritas orientadas como un


árbol aplanado en un solo plano

a. El cuerpo o soma neuronal (materia gris) contiene el núcleo y el


citoplasma, con todos sus orgánulos intracelulares, rodeado por la
membrana plasmática.
b. Las dendritas son prolongaciones cortas ramificadas, en general
múltiples, a través de las cuales la neurona recibe estímulos procedentes
de neuronas vecinas con las cuales establece una sinapsis o contacto
entre células. El lugar de contacto entre dos neuronas o entre una neurona
y un órgano efector es una sinapsis. Para formar la sinapsis, el axón de la
célula presináptica se ensancha formando los bulbos terminales o
terminal presináptica los cuales contienen sacos membranosos diminutos,
llamados vesículas sinápticas que almacenan un neurotransmisor
químico. La célula postsináptica posee una superficie receptora o terminal
postsináptica. Entre las dos terminales existe un espacio que las separa
llamado hendidura postsináptica.

c. El axón es una prolongación, generalmente única y de longitud variable,


a través de la cual el impulso nervioso se transmite desde el cuerpo celular
a otras células nerviosas o a otros órganos del cuerpo. Cerca del final, el
axón se divide en terminaciones especializadas que contactarán con otras
neuronas u órganos efectores. Muchas neuronas tienen alrededor de sus
axones un material blanquecino que lo aísla del líquido extracelular. Esta
sustancia es la mielina. Los nódulos de Ranvier son unas pequeñas
aperturas que se encuentran de manera intercalada entre las vainas de
mielina que cubren los axones neuronales.

Tipos de neuronas

Dentro de los tipos de neuronas se encuentran:

• Unipolares. Solo tienen una prolongación, como los neuroblastos.

• Seudounipolares. Tienen una prolongación principal, que luego se


ramifica en otras dos cortas desde el soma celular, como las células
ganglionares de la raíz dorsal.

• Bipolares. Tienen dos prolongaciones, como las células bipolares de la


retina.

• Multipolares. Tienen muchas prolongaciones y sus formas incluyen:

o Estelares

o Piramidales, con dendritas apicales y basales

o Purkinje, con un cuerpo robusto y dendritas orientadas como un


árbol aplanado en un solo plano

Por otra parte, las células gliales no trasladan impulsos eléctricos como las
neuronas. Estas células se clasifican en: macroglias y microglias. Las células
gliales proveen de nutrientes a las neuronas, eliminan fragmentos de neuronas
muertas y, en especial, contribuyen al proceso de comunicación química. Una
diferencia fundamental con las neuronas es que las células gliales pueden
reproducirse por división. Si este proceso se da de forma anómala, suele ser una
de las causas de la presencia de tumores en el sistema nervioso.

Dentro de los diferentes tipos de neuronas también se encuentran las neuronas


espejo, que fueron descubiertas en 1996 por un grupo de neurocientíficos
italianos de la Universidad de Parma, entre ellos destaca el neurobiólogo
Giacomo Rizzolatti. Son las células nerviosas de nuestro cerebro encargadas de
imitar las acciones que inconscientemente llaman nuestra atención, nos permiten
sentir empatía, imitar a los demás. Gracias a ellas podemos interpretar las
actitudes de los demás y así manejar una negociación o conversación adecuada,
por lo que cumplen un papel importante para el desarrollo de las habilidades
sociales. Se llaman neuronas espejo porque le permite al cerebro reproducir la
información del exterior como el efecto de un espejo. Por ejemplo, cuando vas a
un concierto y ves a las personas eufóricas, estas neuronas generan la
sensación de repetir esas acciones.

Hemisferios y lóbulos cerebrales

El cerebro se encuentra dividido en dos hemisferios, de forma simétrica. El


hemisferio izquierdo controla casi todas las acciones en el lado derecho del
cuerpo y viceversa. De esta manera, una alteración o lesión en un hemisferio
afecta el lado contrario del cuerpo.

Varios autores han comprobado que el hemisferio izquierdo regula actividades


como las matemáticas y el lenguaje, mientras que el derecho se encarga del
reconocimiento de facciones, las habilidades espaciales, entre otras. Asimismo,
la comunicación entre ambos hemisferios se realiza mediante el cuerpo calloso,
el cual está constituido por una banda de 250 millones de fibras nerviosas. Lo
anterior implica que, a pesar de existir acciones dominadas por determinado
hemisferio, ambos se entrelazan como una unidad.

Los hemisferios cerebrales están compuestos, a su vez, por los lóbulos frontal,
parietal y temporal. Asimismo, los lóbulos se dividen en redes de neuronas, cada
vez más complejas según el nivel de especificidad del procesamiento.

Aunque los lóbulos trabajan de manera conjunta, estos tienen algunas funciones
específicas como:

• El lóbulo frontal está encargado de la mayoría de funciones cognitivas de


orden superior relacionadas con el comportamiento, la planificación y la
resolución de problemas. Está conformado por el giro frontal inferior (que
contiene al área de Broca, asociada al habla), el giro frontal medio
(relacionado con funciones de nivel elevado), el giro frontal superior
(encargado de la ejecución y planificación de movimientos) y la corteza
motora primaria (responsable del control voluntario de movimientos).

• El lóbulo temporal está a cargo de procesos relacionados con el


reconocimiento de objetos, la memoria y la audición.

• El lóbulo parietal se encarga del procesamiento espacial.

• El lóbulo occipital es el responsable del procesamiento visual.

1.2. Niveles cognitivos


La mayoría de las personas jamás se han preguntado cuál es el proceso que nos
lleva a abrir los ojos y poder ver el mundo. De igual manera, no se han
cuestionado por qué recuerdan sus primeras vacaciones con amigos o, cómo
hacen para saber que todos los perros pertenecen a una misma especie, o por
qué nos emocionamos al ver un final feliz en el cine, aún sabiendo que está
representado por actores y que es una historia que pertenece a otros.

Estos fenómenos se dan por obvios y parecen naturales para los sujetos. Solo
cuando hay una falla y se nota la ausencia de alguno de los procesos
subyacentes que los hacen posibles es que nos damos cuenta de su importancia.
Debido a ello es fundamental cuestionarnos lo siguiente: cómo hacemos para
ver, para atender, para recordar, para pensar, para escribir o para ser
conscientes de nuestras emociones. Para dar respuesta a los cuestionamientos
planteados anteriormente, es importante conocer cómo se relaciona el cerebro y
los niveles cognitivos como la sensación y sensopercepción, atención, memoria,
lenguaje, pensamiento y emociones.

Los avances en la investigación así como en la tecnología han permitido


reconocer que los niveles cognitivos que antes se creían localizados en una zona
particular del cerebro, en realidad están integrados por diferentes sistemas
cerebrales. Hoy en día son ya varios los estudios que, además de analizar el
funcionamiento cognitivo del hombre, también tratan de establecer la localización
cerebral de cada uno de los procesos.

Sensación y sensopercepción
La percepción es un proceso cognitivo cuya función principal es la de interpretar
los estímulos externos de forma subjetiva. Dicha interpretación parte de una
previa interacción sensorial con el estímulo y la interiorización de la información
recién adquirida.

Su objetivo es establecer categorías de los estímulos y posteriormente hacer uso


de esa información al enfrentarse nuevamente al estímulo. En el caso particular
de la percepción, la impresión de la información recibida se enlaza con un factor
de subjetividad emocional basado en las experiencias previas del sujeto; por ello,
el significado de un mismo objeto puede variar de un individuo a otro.

En la interacción con el estímulo, la información entra de forma sensorial, pero


la percepción tiene origen en el sistema nervioso central. El estímulo penetra en
nuestro sistema y es captado a través de receptores específicos que se
encuentran situados en los órganos sensitivos. Estos receptores envían el
impulso hacia el área cortical, que se encarga de procesar la información. Para
cada sentido hay un receptor especializado.

Tabla 1

Receptores especializados para los sentidos

Una vez estimulado el órgano sensorial, la información es enviada a su


respectiva área de proyección cortical, donde se inicia el procesamiento de la
información.

Según el modelo de procesamiento cortical jerárquico secuencial de Luria


(1970), la información del estímulo sensitivo llega al área de asociación sensorial
o de proyección cortical ubicada en los lóbulos temporal, occipital y/o parietal,
los cuales, a la vez, se subdividen en tres zonas para su procesamiento: áreas
sensoriales primarias, secundaria y terciaria.

Las áreas sensoriales primarias de los lóbulos occipital, temporal y parietal tienen
como función la recepción de información por medio de imágenes, sonidos o
sensaciones cutáneas; una vez captado el estímulo, la información es enviada
al área de asociación sensorial secundaria, en la que se establece una relación
conceptual de la información nueva con los conocimientos previamente
adquiridos; por último, la información pasa al área de asociación sensorial
terciaria, que implica una conexión entre los tres lóbulos anteriormente
mencionados y permite establecer una representación multimodal, es decir, la
información se establece, se codifica con base en la asociación de estímulos
previamente almacenados y se relaciona automáticamente con el estímulo
entrante.

Las redes de conexión neuronal de las áreas de asociación sensorial son


establecidas con base en la experiencia y tienen como objetivo dar un significado
a las cosas y formar categorías para poder hacer uso de ese conocimiento
cuando se necesite.

A partir del último enlace entre el área sensorial secundaria y terciaria, la


información asociada es enviada al lóbulo frontal, específicamente a la zona
frontal dorso lateral, que también es subdividida en motor primario, secundario y
terciario. La primera zona a la que llega la información es la terciaria, que tiene
la función de planificación y control ejecutivo. Después, es enviada a la
secundaria, que organiza el control y las secuencias motoras. Por último, en la
primaria se prepara y ejecuta la respuesta final.

Atención

La atención es un proceso mental muy complejo que no puede ser reducido a


una simple definición o una estructura anatómica concreta y que no puede ser
evaluado con una única prueba, ya que engloba procesos distintos.

Para William James (1890), la atención no es solamente la capacidad mental


para captar la mirada en uno o varios aspectos de la realidad y excluir los
restantes, es el tomar posesión por parte de la mente, de forma clara y vívida,
de uno, de entre los que parecen ser simultáneamente varios posibles objetos
del pensamiento. Su esencia está constituida por focalización, concentración y
conciencia. Atención significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otras.
Es un estado cerebral resultante de una red de conexiones corticales y
subcorticales que prepara y actúa como proceso central, para comprender el
modo en que el organismo selecciona aquella información que es relevante.

Para M. M. Mesulam (1990), el sistema reticular activador, el tálamo, el sistema


límbico, los ganglios de la base, la corteza parietal posterior y la corteza
prefrontal son la base de la atención; para este autor, el proceso atencional está
formado por percepción, motricidad y motivación. La orientación, la exploración
y la concentración serán los aspectos que definan la integridad de la atención,
mientras que factores como distractibilidad, impersistencia, negligencia y
confusión reflejan las deficiencias de este proceso.

En 1971, Posner y Boies distinguieron tres componentes funcionales de la


atención: los mecanismos de alerta, de selección y de procesamiento con
capacidad limitada. La disposición general del organismo para procesar la
información entrante corresponde al mecanismo de alerta. El segundo
mecanismo funciona como filtro para seleccionar información. Cuando se habla
de un mecanismo de procesamiento con capacidad limitada, se debe a las
diferentes entradas sensoriales del organismo y a la dificultad que puede existir
para procesar de forma simultánea la información.

En la actualidad existen varios modelos teóricos que explican los componentes


de la atención. Sohlberg y Mateer (1987 y 1989) proponen una taxonomía útil
que diferencia cinco componentes de la atención:

a. La atención focal, que es la capacidad para mantenerse centrado en una


actividad.

b. La atención selectiva o capacidad para seleccionar, de entre varias


posibles, la información relevante que se va a procesar o el esquema de
acción apropiado.

c. La atención sostenida, que es la capacidad de mantener el estado de


selectividad atencional durante un periodo prolongado en la realización de
una tarea.

d. La atención alternante, que es la flexibilidad mental.

e. La atención dividida, que es la capacidad para responder a dos tareas


simultáneamente.

Con independencia del modelo teórico elegido, los componentes de la atención


son regulados por tres sistemas entrelazados:

• Sistema de alerta o arousal. Es la base de la conciencia, la intensidad o


el grado de alerta y corresponde a la atención más básica o primaria. Su
funcionamiento depende del sistema reticular activador, el tálamo, el
sistema límbico, los ganglios basales y la corteza frontal.

• Sistema atencional posterior o atención posterior. Es la atención de


orientación a los estímulos y se localiza en la corteza parietal posterior, la
pulvinar lateral y el colículo superior.

• Sistema atencional anterior o atención anterior. Se localiza en el cíngulo


anterior, los prefrontales laterales, el caudado, el orbitofrontal y el sistema
frontal superior, y es el encargado de analizar los datos y preparar las
respuestas.

Los trastornos de atención figuran entre los problemas que se presentan con
mayor frecuencia, ya sea de manera evolutiva o como resultado de una lesión
cerebral. Destacan el déficit de atención con o sin hiperactividad y la
heminegligencia.

Memoria

La memoria es considerada como una de las funciones cognitivas más


importantes en la vida diaria del ser humano, ya que en ella se reflejan sus
experiencias pasadas.
En 1986, Baddeley sostenía que la memoria es lo que nos permite organizar
experiencias pasadas y hacerlas accesibles cuando las necesitamos.

Memoria y aprendizaje son dos procesos cognitivos que no pueden ir separados,


ya que los dos originan cambios adaptativos en la conducta del ser humano. El
registro, el almacenamiento y la recuperación forman parte del funcionamiento
básico de la memoria.

• La primera fase, el registro, depende en gran medida de la atención y la


concentración, así como de lo significativas que resulten las experiencias
vividas. En esta etapa, los sentidos juegan un papel primordial, ya que la
información se codifica por medio de sonidos, experiencias,
acontecimientos, imágenes y sensaciones, entre otros. Su objetivo es
preparar la información para que se almacene.

• El almacenamiento es un proceso que se caracteriza por retener la


información en la memoria; es la fase necesaria para, tiempo después,
poder recuperar la información y llegar al aprendizaje. En él los datos se
ordenan en el cerebro según las capacidades intelectuales de cada
individuo.

• La última fase es la recuperación. Cuando la información se registra y es


bien almacenada, resulta más fácil acceder a ella. En esta fase pueden
obtenerse dos resultados: la información almacenada se recupera o, por
el contrario, se olvida.

Dentro de los tipos de memoria se encuentran la memoria a corto plazo y a largo


plazo. La memoria a corto plazo, también denominada operativa, es un sistema
con la capacidad de almacenar una cantidad limitada de información durante un
periodo corto de tiempo, que se compone de la memoria sensorial (icónica,
ecoica) y la memoria de trabajo.

a. La memoria sensorial se refiere a aquella que recibe un individuo a través


de sus sentidos, y se caracteriza por tener una duración de pocos
segundos, pero una gran capacidad de procesamiento. Se subdivide en
icónica y ecoica. La primera es el registro de la información que se obtiene
por medio de la vista y la segunda se refiere al registro de la información
por medio de la audición.

b. La memoria de trabajo se caracteriza por ser un almacén temporal,


cambiante y manipulativo de información. Está compuesta por los
componentes ejecutivo central, visual espacial y fonológico. El
componente ejecutivo central se encarga de seleccionar y planificar las
estrategias que se ejecutarán, tiene una capacidad limitada y sirve como
conector entre los diferentes sistemas de memoria y la memoria a largo
plazo. Por su parte, el componente visual espacial almacena y manipula
todo lo concerniente a material visoespacial. Por último, el componente
fonológico almacena y manipula todo lo relacionado con el lenguaje.

En lo que respecta a la memoria a largo plazo, se entiende que es un sistema


capaz de almacenar durante años o durante toda la vida grandes cantidades de
información, cuyos límites aún no quedan bien definidos. Se divide en memoria
explícita y memoria implícita.

• La primera es un almacén para hechos y eventos, lo que configura


respectivamente las memorias semántica y episódica. Su particularidad
es que es fácil de expresar de forma verbal y escrita; de ahí que se
identifique también con el nombre de memoria declarativa. Su expresión
es consciente, se adquiere en uno o en pocos ensayos, y es cambiante y
flexible.

• La memoria implícita, localizada en estructuras subcorticales como el


caudado y el putamen, es para Reber (1993) el proceso mediante el cual
se adquiere la información compleja y abstracta en cualquier lugar y que
no depende de la conciencia. Este sistema de memoria permite al
individuo realizar hábitos de tipo cognitivo y motor. Se trata de una
memoria de adquisición gradual, automática, con la capacidad de
perfeccionarse con la práctica y, sobre todo, difícil de verbalizar.

Lenguaje

El lenguaje es considerado un proceso psicológico superior sumamente


complejo, donde intervienen múltiples zonas cerebrales corticales y
subcorticales.

Los primeros intentos por encontrar la localización del lenguaje en el cerebro


fueron realizados por Paul Broca en 1865, cuando presentó el caso de Leborgne,
mejor conocido como el paciente Tan. Dicho paciente sufría fuertes ataques
epilépticos; tras un tiempo de evolución comenzó a presentar una discapacidad
en el lenguaje que se caracterizaba por tener una comprensión al parecer
preservada, mientras que su lenguaje se limitaba a la expresión de la sílaba Tan.
Después de la muerte del paciente se descubrió que tenía una lesión en la parte
posterior e inferior del lóbulo frontal izquierdo o tercera circunvolución del lóbulo
frontal, ahora conocida como área de Broca.

En 1873, Wernicke, al estudiar un paciente que había sufrido un accidente


cerebrovascular, encontró que este, aunque podía escuchar perfectamente,
parecía incapaz de entender lo que se le decía. Mediante el examen post
mortem, Wernicke descubrió una lesión ubicada en la parte posterior de la
primera circunvolución temporal izquierda a la que le atribuyó la capacidad de
comprensión del lenguaje.

El estudio del lenguaje tiene una doble vertiente: la expresiva y la comprensiva;


mientras que la primera es la capacidad de evocar las palabras, luego ordenarlas
en oraciones de manera lógica y coherente, dándoles una intención para poder
manifestar ideas, la segunda es la capacidad de ordenar y decodificar los
estímulos auditivos.

En la constitución del lenguaje y su expresión se reconocen tres componentes


esenciales: fonológico, léxico-semántico y gramatical. Recientemente se ha
dado importancia a un cuarto componente, el pragmático. Estos permiten
conocer la manera en que opera internamente el lenguaje:
• Componente fonético-fonológico. Incluye el conjunto de sonidos de cada
lengua o fonemas y sus combinaciones para la formación de palabras.

• Componente léxico-semántico. Hace referencia al vocabulario, su uso y


sus significados.

• Componente gramatical. Incluye la morfología y la sintaxis, que son las


leyes que rigen la forma y el orden de las palabras para su inteligibilidad.

• Componente pragmático. Hace referencia a la intención, lo que decimos


(contenido), en qué momento (contexto) y para qué lo decimos
(propósito).

Pensamiento

Pensar implica combinar las representaciones mentales de la realidad externa o


interna, a fin de obtener información nueva que nos permita simplemente mejorar
nuestro fondo de conocimientos o bien resolver una situación. Es decir, pensar
implica hacer inferencias. Su estudio sistemático comienza con Aristóteles y se
desarrolla fundamentalmente en el seno de la filosofía, desde donde es heredado
por la psicología.

El pensamiento es la función cognitiva más compleja que realiza nuestro


sistema. En ella participan todos los subsistemas centrales: el subsistema de
atención, el subsistema de aprendizaje y memoria, entre otros.

Tradicionalmente se han venido contraponiendo dos funciones de pensamiento


complementarias: las inferencias inductivas y las inferencias deductivas.

• El pensamiento inductivo permite llegar a una conclusión a partir de


ciertas pruebas o premisas, conclusión que viene a ampliar la información
semántica contenida en ellas. Sin embargo, la veracidad de esa
conclusión no está garantizada. Es el modo de razonamiento
característico de la formulación de hipótesis. Es también el modo de
pensamiento que conduce a la categorización o que parte de ella.

• En cambio, el pensamiento deductivo parte de una serie de afirmaciones


previas verdaderas (premisas) y procede de acuerdo con los principios de
la lógica. En estas condiciones, las conclusiones a las que llega solo
pueden ser verdaderas. Sin embargo, el pensamiento deductivo no añade
información nueva a nuestro fondo de conocimientos: el pensamiento se
manifiesta a través de toda una serie de actividades mentales que
solemos agrupar en dos: la formación de conceptos y la resolución de
problemas.

Emociones

En cuanto a lo que podemos considerar antecedentes fundamentales del estudio


científico sobre el tema de las emociones, a finales del siglo XIX , en 1872 Darwin
publicó su estudio sobre la expresión de las emociones en los animales y en los
humanos. Esta obra muestra la utilidad de las emociones para la supervivencia
en los procesos de adaptación, tanto en los animales de todas las épocas como
en los humanos del pasado. Con la evolución, las emociones en el ser humano
han dejado de cumplir su función originaria.

En 1884, James y Lange sostuvieron que los estímulos sensoriales que activan
emociones llegan hasta la corteza cerebral, donde son interpretados,
produciendo ciertos cambios en los órganos viscerales y en los músculos del
esqueleto, a través del sistema nervioso autónomo y del sistema nervioso
somático, respectivamente.

A mediados de los años ochenta del siglo XX, (Martínez Mendoza) LeDoux,
neurocientífico del Center of Neural Science de la Universidad de Nueva York,
descubrió la función esencial de la amígdala en el cerebro emocional, y la
inmediatez con que esta asume el control antes de que el neocórtex tome las
decisiones. A partir de ese momento, las emociones se consideraba que surgían
de los procesos cerebrales y que eran necesarias para la adaptación y regulación
del comportamiento humano.

Las emociones están determinadas por tres elementos: un estado mental


específico, cambios fisiológicos y un impulso de actuar. Por ejemplo, frente a una
situación de alto riesgo, una persona reaccionará con temor (activación
cerebral), su pulso se acelerará y se pondrá pálido (reacción fisiológica) y
tenderá a escapar o enfrentarse a su agresor (impulso de acción).

Varios autores han descubierto que cada emoción está relacionada con sistemas
funcionales y circuitos cerebrales distintos, que constituyen lo que se conoce
como el sistema límbico.

En 1983, con la teoría de las inteligencias múltiples, Gardner había insistido en


la importancia de una adecuada educación que tenga en cuenta dimensiones de
la inteligencia como la interpersonal y la intrapersonal para gestionar
adecuadamente los sentimientos, facilitar el óptimo desarrollo de los individuos,
las habilidades sociales y prevenir aspectos fundamentales del fracaso personal.

En 1995, el psicólogo Howard Gardner presentó al público los resultados de sus


estudios sobre inteligencia emocional, en los que explicaba que la inteligencia
de una persona no depende solo de los conocimientos o habilidades que tenga
en ámbitos como la lengua o las matemáticas, sino que existen otros tipos de
inteligencia que se deben considerar. No basta con tener un coeficiente
intelectual alto, sino que es necesario tener otra serie de habilidades. Sobre la
base de la definición de Goleman, podemos destacar las siguientes
características de las personas emocionalmente inteligentes:

• Autoconocimiento. La inteligencia emocional supone conocerse a uno


mismo, saber y entender los estados de ánimo que tenemos y a qué se
deben, así como las consecuencias que esos estados de ánimo pueden
tener en otras personas.

• Autorregulación. Una persona que es inteligente desde el punto de vista


emocional sabe controlar sus impulsos, sus emociones y pensar antes de
actuar. La autorregulación supone el uso de la asertividad, la apertura a
nuevas ideas, la flexibilidad ante los cambios.

• Empatía. Se trata no solo de escuchar a otra persona, sino de realmente


ponernos en su lugar, saber cómo está, qué emociones siente, por qué
las expresa de una determinada manera.

• Habilidades sociales. Las anteriores características ayudan a que la


persona con inteligencia emocional sepa gestionar correctamente sus
habilidades sociales para tener contacto con todo tipo de personas y
generar confianza.

• Automotivación. Una persona inteligente emocionalmente no necesita


que la reconozcan o que la premien cuando logra algo, porque es capaz
de automotivarse, de buscar en su interior las razones para seguir
adelante en su vida.

En 1994, un año antes de la publicación de estos estudios, los trabajos de


Damasio ya habían demostrado que la expresión donde se aúnan inteligencia y
emoción no es tan dispar. Los resultados de sus investigaciones desvelan, por
un lado, el entramado neurobiológico de las emociones y, por otro, la
fundamental importancia de las emociones y los sentimientos en los procesos de
la razón y el comportamiento humanos. Damasio propone que el componente
emocional cumple un papel decisivo en los procesos de la toma de decisiones y
en el ámbito ético, y demuestra que las estructuras del cerebro son el factor clave
responsable de los sentimientos y de la conducta moral, aspectos fundamentales
del razonamiento.

Entre los investigadores del tema no existe consenso sobre cuáles son las
emociones básicas. El equipo dirigido por Bisquerra (2002), en su
libro Educación emocional y bienestar, propone como emociones negativas: ira,
miedo, tristeza, ansiedad, vergüenza y aversión; y como emociones positivas:
amor, alegría, felicidad y humor. Damasio (2007) opta por cinco emociones
universales básicas: felicidad, miedo, ira, tristeza y asco. El estudio de Carpena
(2001) propone una ligera variante de estas cinco respecto a las cuales la
mayoría de los especialistas parece mostrar acuerdo: alegría, ira, miedo, tristeza
y asco.

Es importante recordar que por negativas no ha de entenderse malas ni


necesariamente las emociones positivas han de ser buenas. Negativas y
positivas resultan de la satisfacción o insatisfacción de los objetivos que nos
proponemos bajo un eje de valoración placer-displacer. En realidad, todo
depende de las circunstancias, y las emociones catalogadas como negativas son
tan necesarias para la supervivencia y la calidad de esta como las positivas,
aunque puedan resultar más desagradables las primeras.

Autoevaluación

1. El cerebro paleomamífero es el responsable de:

Las emociones.
2. El cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico comprenden:

El encéfalo.

3. Las neuronas son células del sistema nervioso que:

Se pueden dividir y reproducirse.

4. El lóbulo encargado del procesamiento espacial es el:

Lóbulo parietal.

5. El hemisferio que regula principalmente actividades relacionadas con la


matemática y el lenguaje es:

El izquierdo.

6. El área de proyección cortical para el sentido del olfato es:

No existe.

7. Los mecanismos de alerta, de selección y de procesamiento son


componentes funcionales de:

La atención.

8. La memoria icónica es un tipo de:

Memoria sensorial.

9. El componente pragmático del lenguaje está relacionado con:

La intención y el contenido de lo que se expresa.

10. El sistema límbico es el principal responsable de controlar:


Las emociones.

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