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(Hechos 13:22)
En este mundo hay muchos valores que se han perdido. No solo morales o
humanos, sino aun en la vida cristiana, porque no andamos conforme al corazón de
Dios.
La diferencia entre un hombre que quiere andar en sus fuerzas y uno que anda
cerca de Dios es enorme. Se puede notar la diferencia. Dios no quiere que temamos
al hombre, Dios quiere que andemos rectamente delante de Sus ojos.
El hombre sin Cristo no agrada a Dios, porque no existe Dios en su vida, pero ¡qué
triste es que entre el pueblo de Dios existan varones que no andan conforme al
corazón de Dios, que no deseen andar de acuerdo a Dios, a los principios que Dios
puso en su bendita Palabra!
Es importante que la gente sepa, a través de nuestra manera de vivir, que hay un
Dios verdadero, que cambia las vidas. Que hay un Dios que hace la diferencia. Que
hay un Dios que puede transformar al más vil pecador en un hombre diferente.
Hay tres tipos de varones de los que me gustaría cimpartir con ustedes hoy.
¿Cuál era su iniquidad? Porque sus hijos han blasfemado a Dios. Él no nos ha
estorbado, que triste que un padre deja que sus hijos hagan lo malo, los consienta,
los cubra, los tape. No está haciéndole un bien a sus hijos. Los está dañando para
toda su vida.
Usted los tiene más horas que la iglesia, es usted el que debe hacer la diferencia en
sus vidas. Ambos padres tienen que hacer la diferencia.
¿Saben por qué los hijos son rebeldes? Porque usted es rebelde. ¿Sabe por qué los
hijos no quieren ir a la iglesia? Porque muchos padres no van. O dicen que sus
padres son muy hipócritas, pues en la casa se maldicen, pelean, blasfeman y hablan
mal de los líderes. Para ser hipócritas como ellos, mejor me quedo así como yo
soy. Por eso es necesario que vivamos una vida recta ante los ojos de Dios.
¿Qué hizo David para que Saúl se enojara contra él? David saco la cara por todo
Israel para matar a Goliat y en lugar de que Saúl estuviera contento porque David
mato al gigante no lo hizo, porque estaba amargado. ¿Por qué se amargo?
Saúl estaba enojado porque le iban a quitar el reino. Sabía que ya no iba a tener
autoridad sobre Israel. Sabía que perdería todos los privilegios que tenía.
David adultero con Betsabé, mando a matar su esposo Urias, pero se arrepintió.
Eso no quiere decir que podemos adulterar, matar a una persona y arrepentirnos.
No caigamos en ese error.
Lo que debemos de hacer es cuidar nuestro corazón y no amargarnos por las cosas
que pueden hacer otras personas. No hay nadie que no peque contra Dios, no hay
una sola persona que no haya ofendido a Dios en este día. La gente no tiene temor
de Dios en sus vidas y Dios los entiende porque están cegados por el pecado, pero
nosotros, que somos sus hijos, no tenemos que vivir haciendo lo malo.
CONCLUSION: Necesitamos humildad. Si no somos humildes, los de nuestro
alrededor no serán humildes. Si somos altaneros, toda nuestra familia será altanera.
Si no buscamos a Dios, nuestra familia no buscará a Dios. Si no confesamos
nuestros pecados a Dios, no recibiremos el perdón que necesitamos.