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¿QUE ES BIOETICA?

Por: Alfonso Llano Escobar, S.j.

Introducción

La ciencia, que lleva por nombre Bioética, nació hace pocos lustros
en Estados Unidos con un enfoque claramente ecológico, como una
relación entre la ética y el medio ambiente, para salvar el futuro del
hombre gravemente amenazado por la biotecnología. Así la
entendió Van Rensselaer Potter, quien fue quien usó por primera
vez el nombre de Bioética y lanzó la iniciativa de crear esta
disciplina.

Luego, los primeros centros de Bioética, The Hastings Center on


Hudson de Nueva York y el Kennedy Institute of Ethics de la
universidad de Georgetown en Washington, la enfocaron hacia la
relación entre ética y las ciencias y tecnologías biomédicas.

La Bioética cobija las dos ramas, así venga predominando la


segunda en los Estados Unidos y prácticamente en todo el mundo.
Aquí tendremos presentes ambas tendencias.
El plan del trabajo lo dividimos en cuatro partes, así:
I - un concepto previo en forma descriptiva, luego
II.- pasos históricos,
III. pasando por las principales características
IV. para ofrecer finalmente algunas definiciones.

I. ¿Qué suele entenderse por Bioética?

Los avances científicos y tecnológicos de este siglo, maravillosos y


bienvenidos por muchas razones, han traído, con todo, numerosas
y funestas consecuencias para el medio ambiente, para la salud y
para toda la atención médica, que trata de manipular la vida
humana desde la concepción hasta el doloroso y prolongado
proceso de morir.

Las situaciones y conductas, en su dimensión moral, creadas por


estos avances científicos y tecnológicos aplicados a la vida
humana, son en su mayoría nuevos y con frecuencia muy difíciles
de resolver.
La moral tradicional, de ordinario religiosa, y la ética y deontología
médicas, establecían con autoridad unas normas que debían
cumplir los profesionales de la salud, y en general los científicos y
técnicos.

Tanto la moral religiosa como la ética médica ya resultan


insuficientes e incapaces de resolver estos numerosos y nuevos
problemas, que desbordan en su mayoría a la misma medicina.
Buscan y piden orientación no sólo los profesionales de la salud y,
por su parte, los pacientes, sino los legisladores y gobernantes, los
educadores y comunicadores, y la opinión pública en general.

Así fue como hombres de ciencia, que eran a su vez, sólidos


humanistas y personas de buen juicio moral, empezaron a
reunirse en forma interdisciplinaria e interconfesional, con el
ánimo de buscar solidariamente soluciones éticas a dichos
problemas.

A su vez, moralistas y eticistas vieron la necesidad de entrar en


contacto con biólogos, médicos y científicos de todas las ramas del
saber, para recibir de ellos información y ofrecerles, a su vez, ayuda
especializada desde el campo de la ética, en la búsqueda de tales
soluciones.

Unos y otros, sentados a la misma mesa de estudio, tal como lo


propuso el fundador de la Bioética, Van Rensselaer Potter, vienen
tendiendo un puente entre la ética y las ciencias biológicas con el fin
de tratar de salvar el futuro del hombre y de colaborar en la
humanización de las ciencias de la salud.

Con esta aproximación, de entrada, a la Bioética, pasemos a


rehacer los pasos principales que le dieron origen.

Sus Pasos históricos:

2.1.- Primer paso: Aldo Leopold, ingeniero forestal.

Fue el primero en lanzar la idea de extender la ética a un tercer


campo o relación: la relación del hombre con el medio ambiente,
concretamente, con toda la naturaleza viva. El texto original de
Leopold, en Sound County Almanac dice:
"La ética, en un comienzo, se ocupó de establecer las relaciones
entre los individuos. El Decálogo de Moisés es un ejemplo.
Ulteriores avances regularon las relaciones entre los individuos y la
sociedad. La Regla de Oro trata de integrar el individuo en la
sociedad. La democracia lleva la organización social a los
individuos".

"Aún no existe una ética que se ocupe de la relación del hombre


con la tierra, y con los animales y plantas que crecen en ella. La
tierra, como las esclavas de Ulises, es tratada únicamente como
propiedad. La relación del hombre con la tierra es estrictamente
económica; implica solo privilegios, no deberes".

"La extensión de la ética a este tercer elemento del medio ambiente,


es, si leo correctamente la evidencia, una posibilidad evolutiva y una
necesidad ecológica. Es el tercer paso en una secuencia. Los dos
primeros ya se dieron. Desde el tiempo de los profetas Ezequiel e
Isaías, pensadores aislados ya habían afirmado que el abuso de la
tierra es no sólo contraproducente sino moralmente malo. Con todo,
la sociedad no ha afirmado todavía su creencia. Miro el movimiento
presente de preservación de la tierra como el embrión de tal
afirmación". A Sound County Almanac, with other essays on
conservation from Round River, pp. 218-219. New York: Oxford
University Press, 1949.

"The first ethics dealt with relation between individuals; the Mosaic
Decalogue is an example. Later accretions dealt with the relation
between the individual and society. The Golden Rule tries to
integrate the individual to society; democracy to integrate social
organization to the individual.

There is as yet no ethic dealing with man's relation to land and to the
animals and plants which grow upon it. Land, like Odysseus'
slavegirls, is still property. The land-relation is still strictly economic,
entailing privileges but not obligations.

The extension of ethics to the this third element in human


enviroment is, If read the evidence correctly, ane volutionary
possibility and an ecological necessity. It is the third step in a
consequence. The first two have already been taken. Individual
thinkers since the days of Ezekiel and Isaiah have asserted that the
despoliation of land is not only inexpedient but wrong. Society,
however has not yet affirmed their belief I regard the present
conservation movement as the embryo of such affirmation."

Nota: puede considerarse a Aldo Leopold, s. XX, como el antecesor


de la Bioética. El mismo fue un ingeniero forestal, que trabajó
primero en Arizona y Nuevo México, USA, para radicarse más tarde
en Wisconsin. Entre sus muchas obras sobresalen Game
Management, New York, Scribners 1936 - Manejo del medio
ambiente- y The Land Ethic, A Sound County Almanac, New York,
Oxford Univ. Press, Inc. 1946. Además de ecologista fue un
pensador, escritor, conferencista y filósofo. Se le considera
fundador de la ingeniería forestal.

Sobra decir que los muchos inventos y avances científicos de los


dos últimos siglos llevaron al hombre irreflexivamente a atentar
contra el medio ambiente. En este medio, en íntima y diaria
interacción, se desarrolla la vida humana, individual y social;
biológica, psicológica y personal.

El hombre viene hace años viciando sus aguas con los desperdicios
y basuras que se arrojan a ellas, su aire con la polución que
despiden tantos motores, viene erosionando sus tierras, talando sus
bosques, con lo que se desequilibra el ritmo de sus lluvias. El
hombre, aun con fines honestos, viene consumiendo sin suficiente
conocimiento de sus consecuencias, sus recursos irreemplazables,
y aun aquellos reemplazables, como plantas y animales.

Nótese que cuando Aldo Leopold lanzó esta incoativa, hace ya unos
sesenta años, la biología no había cobrado la importancia que
presenta hoy día. Por lo demás, él no usó el término de Bioética. Se
limitó a lanzar y promover la iniciativa de una tercera dimensión de
la ética, con el fin de proteger el medio ambiente en que vive el
hombre. Su visión de la naturaleza ya es evolutiva.

2.2. Segundo Paso: Van Rensselaer Potter, oncólogo

El bioquímico Van Rensselaer Potter, profesor emérito de oncología


de la Universidad de Wisconsin, USA, recogió el reto lanzado por A.
Leopold.
En sí mismo, ya venía uniendo ciencia con ética, ciencias biológicas
con ciencias humanas. Pensó evolutivamente y fue lector y
admirador de las obras de Teilhard de Chardin.
En Madison, Wisconsin, en la década del cincuenta fundó un
seminario de estudio interdisciplinario sobre "el futuro del hombre".
Conoció y trató a la célebre socióloga norteamericana Margarette
Mead.

En 1971 escribió un libro con el título Bioethics: Bridge to the


Future. Al comienzo de su libro, antes del prefacio, cita la página de
Aldo Leopold, a que aludimos antes, y luego en el prefacio p. VIII
presenta su intención. Dice textualmente;

"El objetivo de este libro es contribuir al futuro de la especie humana


promoviendo la formación de una nueva disciplina, la disciplina de
la bioética. Si existen dos culturas que parecen incapaces de hablar
entre sí, -las ciencias y las humanidades- y si ésta es en parte la
razón de que el futuro se vea dudoso, entonces, tal vez, podríamos
construir un puente hacia el futuro " construyendo la disciplina de la
Bioética como un puente entre las dos culturas". Prefacio de la obra
Bioethics, Bridge to the Future, de Van Rensselaer Potter, 1971,
editorial Prentice-Hall, Inc. Englewood Cliffs, N.J.

"The purpose of this book is to contribute to the future of the human


species by promoting the formation of a new discipline, the discipline
of Bioethics. If there are two culture that seem unatble to speak to
each -sciences and the humanities- and if this is part of the reason
that the future seems in doubt, then possibly, we might build a
bridge to the future" by building the discipline of bioethics as a
bridge between the two cultures."

Idea fundamental: la Bioética fue concebida por Potter, como un


puente entre la ciencia y la ética. Mejor aún, no pensó tanto en los
saberes mismos, cuanto en las personas. Se trataba entonces de
que los biólogos se interesaran por las humanidades y, en concreto,
por la ética, y viceversa, que los amantes de la ética bajaran a la
arena de la investigación biológica para dialogar con los científicos.
Este puente entre la ciencia y la ética, serviría, a su vez, de puente
hacia el futuro.

La ética se ocupa de los valores humanos, pero ante todo implica


acción de acuerdo con las normas morales. La ética, y si se quiere
más exactamente, el juicio moral empieza a hacemos sensibles y
conscientes frente al medio ambiente para hacemos responsables
de su conservación.
Los valores éticos no pueden separarse de los hechos biológicos.
Necesitamos una ética de la tierra, de la vida salvaje, de la
población, del consumo, de la ciudad, del ambiente, de la vida, del
organismo humano, de su envejecimiento, y otros temas por el
estilo.

Todos estos temas vitales para la supervivencia del hombre, están


reclamando acciones que tienen que apoyarse por un lado, sobre
la biología y, por otro, sobre los valores humanos.

Ahora bien, la prueba de fuego de un sistema de valores, es su


capacidad para salvar el ecosistema total.

El medio ambiente natural del hombre no es ilimitado.

La educación debiera pensarse en tal forma que ayudara a


entender la naturaleza que rodea al hombre y la relación de éste
con el mundo.

Tal educación debiera incluir tanto la visión reduccionista (analítica)


de la Biología moderna, como la visión trascendente (sintética) de la
ética, y una visión de ambas (holística) que fuera más amplia que
las dos juntas.

En su libro Bioethics, Bridge to the Future, Potter afirma que el


hombre es considerado como una máquina cibernética inclinada al
error. El autor ofrece 14 categorías de conocimientos pertinentes o
aplicables, con sus correspondientes paradigmas.

La supervivencia del hombre puede depender de la ética aplicada a


los avances biológicos. De aquí la necesidad de la Bioética.
Curiosamente la idea de crear una nueva disciplina llamada Bioética
no salió de un eticista, sino de un científico, gran humanista a la
vez, preocupado por el futuro del hombre. Según confiesa el mismo
autor, una fiase de Norman Berril, en su libro: Man's Emerging Mind,
(1955), lo impactó profundamente. En dicho libro, Berril compara al
hombre, en su funesta acción destructora sobre la naturaleza, con
el cáncer, y se pregunta si será un hado del hombre el estarse
convirtiendo en un cáncer que devora su medio ambiente.

Al sugerir esta nueva disciplina, -la Bioética-, Potter no estaba


abandonando el manejo o trato que se daba tradicionalmente a una
idea nueva, sino más bien superando los límites ordinarios de las
ciencias para llegar a un campo más amplio y buscar ideas que
fueran susceptibles de verificación objetiva, en términos de la
supervivencia del futuro del hombre y de un desarrollo de la calidad
de vida, para las futuras generaciones, Esto lo decía refiriéndose a
la revolución científica, que se ha centrado últimamente en la
Biología.

En resumidas cuentas, Potter se pregunta: "¿Cómo pueden


combinarse los avances científicos con la herencia ética de la
humanidad, de forma que sirvan al individuo y a la sociedad?" De
cualquier forma que se plantee la Bioética dentro del currículo de
una facultad, hay que insistir en la idea de que el futuro del hombre
no es algo que pueda darse por cierto. La naturaleza tiene sus
límites y las ciencias no pueden reemplazar a la naturaleza si
acabamos con ella.

Nota. Como se va viendo, el fundador de la Bioética es el oncólogo


Van Rensselaer Potter, quien, al enfoque original de A. Leopold, de
una ética de la naturaleza y medio ambiente, le añadió el énfasis
sobre las ciencias biológicas, énfasis que luego, los primeros
Centros de Etica Médica, -The Hastings Center, de Nueva York -
1969- y luego el Kennedy Institute of Ethics, de la Universidad de
Georgetown en Washington -1941 - pondrán sobre los grandes
problemas de la medicina moderna.

2.3. Tercer paso: André Hellegers

Otro hecho y otra situación típica del nacimiento de la Bioética nos


lo aporta el profesor André Hellegers, fundador y primer director del
Instituto Kennedy de Etica. En una entrevista manifestó:

"En cuanto científico, me encontré ante dos problemas éticos


vinculados a la reproducción: la anticoncepción y el retraso mental.
Fui luego miembro de la Comisión Pontificia para el Estudio de los
Problemas de Población y Anticoncepción. De todo esto saqué la
firme convicción de que, de ahora en adelante, convenía abordar
los problemas de la ética médica con un enfoque interdisciplinario y
según una aproximación ecuménica" (Enfasis nuestro). Cfr. La
Bioéthique, Cahiers de Bioétique, Les Presses de L'Université
Laval, Québec, p. 13.

Van apareciendo ya algunas características de la Bioética:


problemas nuevos, difíciles, planteados por científicos deseosos de
buscarles solución dentro de un diálogo interdisciplinario e
interconfecioonal

2.4. Cuarto paso: Los centros de Bioética.

Preocupados por algunos problemas ético-médicos


contemporáneos, -población, regulación de la natalidad, aborto y
otros- algunos profesionales de fines de la década del 60
empezaron a reunir investigadores que quisieran trabajar en la
búsqueda de soluciones éticas a dichos problemas.

Sin llamarse todavía centros de Bioética, empezaron a trabajar en


forma interprofesional e interconfesional, dos centros o institutos de
ética.
El primero tomó el nombre de The Hastings Center on Hudson, de
Nueva York, fundado en 1969 por el filósofo eticista Daniel
Callahan.

El segundo se llamó The Joseph and Rose Kennedy Institute for the
study of Human Reproduction, que más adelante tomó el nombre
definitivo de The Kennedy Institute of Etchis, se llamó así por la
ayuda que recibió de los esposos Kennedy para su fundación. Fue
establecido en 1971 unido a la Universidad jesuítica de
Georgetown, en Washington, como un centro de enseñanza e
investigación.

Cada uno por su cuenta, empezó a reunir investigadores de planta,


a crear biblioteca, a organizar- seminarios de estudio, y a editar
publicaciones sobre los problemas ético-médicos más importantes
del momento.

La importancia que estos dos centros han tenido en la consolidación


y difusión de la Bioética es reconocida por todos los expertos de la
materia.

El profesor Callahan y "La Bioética como disciplina"

Las informaciones que suministran las publicaciones del Hastings


Center dejan la impresión de que dicho Instituto, en su primera
etapa, rehusara explícitamente poner la etiqueta de Bioética al
centro que estaban fundando.
Así lo deja entender el artículo del fundador y director del centro, el
filósofo Daniel Callahan, titulado Bioethics as a discipline, publicado
en The Hastings Center Studies, 1,1973 pp. 66-73.

Como dijimos antes, la etiqueta de Bioética no aparece ni en el


nombre del Instituto ni en sus publicaciones, en cuanto hemos
podido verificar. Si esta observación es cierta, podría explicar, en
parte por lo menos, la actitud crítica y bastante negativa que
Callahan, por entonces, asume frente a la Bioética.

En dicho artículo se acerca al tema con anécdotas, sin enfocarlo en


ningún momento como un importante hecho objetivo, social, que
necesitara de toda una ciencia nueva y de una disciplina
universitaria, para su tratamiento, desarrollo y crecimiento. Se
Limita a hacerle -a la iniciativa de Potter, de crear una nueva
disciplina llamada Bioética-, unas observaciones, por cierto un tanto
negativas, desde el punto de vista de la ética.

¿Se trataría de celos de un humanista -Callahan- frente a un


científico -Potter-?

A su juicio, una Bioética sería imposible, en buena parte, por los


muchos conocimientos de ética que exigiría esa nueva ciencia,
conocimientos que únicamente posee el eticista, no el científico. A
mi juicio el artículo es poco serio y poco feliz.

No sé, pero tengo la impresión de que por entonces el Profesor


Callahan no había comprendido el alcance y la fuerza que iba a
conquistar la Bioética años más tarde.

De todas formas, la Bioética era una necesidad, un hecho social, un


movimiento generalizado irrefrenable, que surgió más por obra de
científicos humanistas, que de los eticistas mismos, quienes, a su
vez, se encargarán de impulsarlo.

Nota: recuérdese que más adelante The Hastings Center hará


varios estudios e investigaciones sobre la enseñanza de la Bioética
en las Universidades de Estados Unidos.

En la página 1 del libro editado por dicho Centro con el título "Bio-
ethics: its Nature and Future", ya se ocupa con aceptación, de
estudiar y definir dicha ciencia.
2.5, Quinto paso: publicaciones

Varias obras, aparecidas en la década del 70 suelen considerarse


como maestras y fundamentales en la exposición de los principales
problemas de que se ocupa la Bioética.

2.5.1 Bioética, de George H. Kieffer

Primera edición española; Editorial Alhambra. Madrid. 1983.


Primera edición inglesa: Bioethics: A textbook of issues. Addison-
Wesley Publishing Company, Inc. 1979

Transcribimos del Prólogo:


"Este texto surgió de mi necesidad de material didáctico para cursos
de Bioética, necesidad que he sentido como profesor en la
Universidad de Illinois... Este libro va dirigido a los estudiantes que
forman una amplia audiencia no especializada. Todavía se persigue
otro objetivo con este texto. Al vocablo Bioética se le pueden dar al
menos dos significados. En sentido estricto se aplica a temas
limitados a cuestiones médicas. Para muchas mentalidades, esta es
la acepción predominante. Un punto de vista más amplio, más
integrador, incluye no sólo los temas de biomedicina, sino también
los de naturaleza no médica. Ejemplos de estos últimos son la ética
de los problemas de población, del medio ambiente, la ética de la
investigación científica, y otros. Esta segunda definición es la que
se adopta en este texto".

George Kieffer ya en 1957 había publicado la edición-prueba de su


Guía Estudio sobre Problemas Contemporáneos, que utilizó desde
entonces para sus clases. Se vio luego la necesidad de ampliar y
fundamentar aún mejor la obra. De allí resultó este texto publicado
en 1979, tan completo en los temas, sin ser exhaustivo, sólido en su
exposición, orientador en sus principios, claro y didáctico que
constituye uno de los mejores textos que se conozcan de Bioética.

Enunciamos algunos de los temas principales:

Etica y biología evolutiva. Toma de decisiones éticas.

Temas médicos: genética y desarrollo, la controversia del ADN


recombinante, tecnologías reproductivas, eutanasia,
experimentación humana, el control del comportamiento medicina
e interés público.
Temas no médicos: obligaciones respecto de las generaciones
futuras.

Una única naturaleza. Población y consideraciones éticas. Ciencia y


sociedad.

2.5.2. Principles of Biomedical Ethics

Autores: Tom L, Beauchamp y James Childress.


Oxford University Press, 1979

En esta obra fundamental para comprender la Bioética


norteamericana, y que guían, desde el punto de vista ético, el
ejercicio de la medicina en general, los autores establecen los
cuatro principios clásicos veremos luego citados por la mayoría de
los autores. Los cuatro principios son:
El principio dé la autonomía

El principio de la no maleficencia

El principio de la beneficencia

El principio de la justicia.

Ya se han publicado tres ediciones revisadas de esta obra clásica.

2.5.3 Bioethics.

Editor: Thomas Shannon.


1976, Paulist Press, New Jersey. USA

El subtítulo de esta obra, que cuenta ya con tres ediciones, dice;

"Basic writings on the key questions that sorround the major, mod-
ern biological possibilities and problems.''

Su importancia se debe a que es el primer texto de Bioética, en el


se presentan y discuten algunos de los problemas típicos de la
Bioética, que van a aparecer luego en otras obras del estilo.
Obsérvese que su primera edición lleva el año de 1976, a sólo cinco
años de haber aparecido la obra de Van Rensselaer Potter
Bioethics, Bridge to the Future.

Enunciamos tan sólo algunos temas: el aborto, niños gravemente


impedidos, la muerte y el morir, investigación y experimentación
humanas, dilemas en torno al consentimiento informado, ingeniería
genética, distribución de escasos recursos.

2.6. Sexto Paso: Canadá entra en juego.

En 1979 Canadá entra en el fenómeno de la Bioética creando el


Centre de Bioéthique, de L'Institut de Recherches Cliniques de
Montréal.

Como han fundado un centro con el nombre de Bioética, tienen que


justificarlo. Dieron origen a una serie de publicaciones llamadas
Cahiers de Bioéthique, dedicando, obviamente, el primero a
estudiar la bioética desde diversos puntos de vista. Todo el librito es
sumamente interesante, denso y orientador en lo que se refiere a la
comprensión de la Bioética, particularmente en su concepto y en su
método. Comentamos dos capítulos que nos llamaron
especialmente la atención.

Promesses et dangers d'un Pouvoir Nouveau, capítulo escrito por el


Director del Centro, David J. ROY.

De lo que hemos leído hasta ahora sobre la bioética misma, nos


parece de lo mejor. Capta muy bien la Revolución Biológica, la
Biomedicina y el papel de la ética. Todos estos hechos, justifican a
juicio del autor, la nueva ciencia que ha surgido con el nombre de
Bioética.

Opina el autor que el campo tan vasto y nuevo de que se ocupa la


Bioética y el método interdisciplinario de tratamiento de los
problemas morales que ella suscita, hacen que no se la puede
considerar como una ciencia tradicional. Cuenta con temas y
métodos perfectamente propios, que no se refieren necesariamente
al ejercicio de la medicina. Se trata de algo más amplio, más nuevo,
más dinámico, más presente a la conciencia pública a través de los
medios de comunicación. El movimiento que ha suscitado la
Bioética en el mundo, es todo un "hecho social", según la
terminología de Durkheim.

Punto de partida de una Bioética Interdisciplinaria;

Este capítulo de Maurice A.M. de Wachter, según se deduce del


primer párrafo dedicado a contar su experiencia interdisciplinaria,
completa aspectos académicos y técnicos que deja abiertos el
Profesor D.J. Roy.
Para D.J. Roy, la Bioética se impone porque la biología evoluciona
hacia conocimientos nuevos, delicados, fundamentales,
conocimientos que han creado poderes desconocidos por nuestros
antepasados.

Creando nuevos saberes creó nuevos poderes

Nota: Encontramos esta frase no propiamente en este artículo del


profesor Wachter sino en la presentación de la obra de Bruno
Ribes, Biología y Etica, hecha por el presidente de la Unesco
Mohamed-Allal- Sinaceur.

2.7. Séptimo paso: La Iglesia Católica

La Iglesia Católica se encuentra vinculada al origen mismo de la


Bioética y ha entrado de lleno en este movimiento internacional a
favor de la humanización de la medicina.

El primer dato histórico que poseemos consiste en el influjo que


ejerció el pensamiento del jesuita francés Teilhard de Chardin en el
fundador de la Bioética, V.R. Potter.

El profesor Daniel Callahan, fundador del primer centro de Bioética,


fue notable teólogo católico, formado en la más pura tradición
cristiana.

El segundo centro de Bioética, el Kennedy Institute of Ethics, que ha


ejercido notable influjo en la fundación de otros muchos centros de
Bioética en el mundo, fue fundado por los jesuitas en la Universidad
de Georgetown de Washington.

El tercer Centro de Bioética, del Instituto de Investigaciones Clínicas


de Montreal, Canadá, fue fundado por la Universidad Católica de
Laval.

El primer Centro de Bioética de Europa nació en San Cugat,


Barcelona-España, y fue fundado por el jesuita ginecólogo
Francisco Abel, quien estudió Bioética en el Kennedy Institute of
Ethics de Washington.

Viene a complementar todos estos hechos históricos la Pontificia


comisión para la Pastoral de los Profesionales de la Salud,
presidida por el cardenal Fiorenzo Angelini. Cuenta con una
excelente publicación cuatrimestral que lleva por nombre Dolentium
Hominum fundada en 1986.

En noviembre de 1987 la Santa Sede organizó un Congreso


Internacional sobre Bioética cuyo tema central fue: La
Humanización de la Medicina.

De los Estados Unidos la Bioética pasó, como vimos, a Canadá,


luego a España, Europa y al resto del mundo.

III. Principales características

Recordados los pasos históricos que dieron origen a la Bioética, ya


estamos en condiciones de recoger los rasgos o notas que la
caracterizan, lo cual nos ayudará a entenderla y concretarla mejor.
1ª La Bioética es ante todo ética, reflexión ética, valoración
ética, fundamentalmente la misma que se viene haciendo
desde siglos atrás, pero en este caso, aplicada a un campo
nuevo, de interés general, no ya sólo para los médicos, como
la ética médica. La Bioética extiende la reflexión ética a los
avances biológicos y biomédicos y se preocupa por interesar
a todo ser humano por la conservación y cuidado del medio
ambiente.

2ª La Bioética nace en un ambiente científico, en el campo de


la investigación biológica y biomédica como una necesidad
sentida por los mismos profesionales de la salud de proteger
la vida humana y su medio ambiente:
La vida humana corre peligro ante los posibles excesos y
abusos de una biomedicina muy científica y tecnológica, pero
poco humana y a veces poco ética.
El medio ambiente se encuentra amenazado, y en parte
deteriorado, cuando no destruido, por el mismo hombre. Se
impone, por tanto, una ética que responsabilice al hombre de
su medio ambiente y de su vida biológica.

3ª La Bioética surge de un esfuerzo interdisciplinario de


profesionales de la salud con la participación de abogados,
sociólogos, psicólogos, eticistas, teólogos y otros.

4ª La Bioética no es confesional ni se adhiere a un sistema


filosófico concreto, antiguo o moderno. Se apoya, para sus
discusiones interdisciplinarias, en un reconocimiento de la
dignidad fundamental e irrenunciable de toda persona
humana, en su libertad racional y en sus derechos
fundamentales básicos. En este momento de la historia se da
prácticamente unanimidad en la aceptación de este común
denominador como la confirman los organismos
internacionales y las constituciones de los pueblos.

Nota: no se excluye la posibilidad y el hecho de grupos


confesionales que forman un centro o instituto de Bioética.
Carecerán de una de las características de la Bioética original,
pero prestaran un servicio específico y cualificado a dicha
comunidad.

5ª No se trata de una ciencia ya hecha. Se encuentra apenas


en formación. De aquí que carezca, todavía, de un sistema
propio, de un método y de un cuerpo de doctrina con claridad
de principios y de formulaciones. Como muchos de los
problemas que estudian son nuevos, no es raro que se haya
sentido la necesidad de hacer valoraciones éticas nuevas,
muchas de ellas no definitivas ni claras o precisas que invitan
a los nuevos bioeticistas a continuar la labor de investigación.

6ª La Bioética no trata propiamente de elaborar teorías,


sistemas, elucubraciones filosóficas, sino de ir a la práctica
de los problemas biotécnicos diarios, para iluminar su solución
procurando tender un puente, como lo enseña su fundador,
Van Rensselaer Potter, entre la biología y la ética, o bien,
entre las ciencias empíricas y las humanísticas, que sirva, a
su vez, de puente entre el presente y el futuro.

7ª La Bioética busca humanizar el medio ambiente exterior,


para hacer más vivible el habitad humano, y busca igualmente
humanizar las investigaciones biomédicas y las tecnologías
medicas. A los legisladores y gobernantes ofrece especial
orientación para su labor legislativa y para la toma de medidas
en estos asuntos de trascendental importancia.

8ª Busca la Bioética, de manera particular, humanizar los


ambientes de clínicas y hospitales, invitando a directivos y
profesionales de la salud a obtener un consentimiento del
paciente, bien informado, y a respetar sus derechos a morir
dignamente.
9ª La Bioética no va dirigida propiamente a regular el ejercicio de
la medicina, de lo cual seguirá ocupándose la ética medica,
sino de hacer tomar conciencia a los legisladores,
gobernantes, investigadores, profesionales de la salud y a la
opinión publica en general, de la dignidad de la vida humana,
de la responsabilidad en la investigación y aplicación de la
biotecnología y del respeto a los derechos del paciente.

Nota: para algunos bioeticistas no es tan clara esta distinción


entre Bioética y Etica Medica. Simplemente la bioética vino a
reemplazar a la Etica Medica tradicional.

10ª desde sus comienzo y su para desarrollo y difusión, la


Bioética viene dependiendo de los Centro o Institutos de
Bioética. En ellos un equipo humano interdisciplinario se
dedica de tiempo completo a estudiar y difundir la Bioética a
través de seminarios, cursos académicos, publicaciones y
otros. Tales centros suelen contar con una excelente
biblioteca especializada y con alguna revista o publicación
periódica.

Nota: "esta centralización" de la Bioética facilita e invita a los


deseosos de estudiarla a visitar dichos centros para consultar
a sus peritos y sus bibliotecas, o bien, para hacer estudios de
profundización en la Bioética en general o en algunos de sus
problemas.

11ª Finalmente, puede decirse que la Bioética, muy amplia en su


horizonte temático, viene concretándose en temas cada vez
más conocidos, como puede deducirse del índice de
cualquiera de sus textos y obras clásicas, por citar algunos:
medio ambiente, población, regulación de la natalidad, sida,
manipulación de la conducta, ingeniería genética, procreación
artificial y problemas adjuntos, diagnósticos prenatal y aborto,
diálisis renal, trasplantes de órganos y tejidos, consentimiento
informado, eutanasia, distanasia, y derecho a morir
dignamente, y otros muchos.

IV Definiciones:

Para terminar, no sobra resumir en una definición lo que se está


entendiendo por bioética. Veamos algunas, sin pretender que
cualquiera de ellas nos dé el concepto verdadero de la Bioética,
como si existiera una sola, ya fija, concreta y universalmente
admitida.

"la Bioética puede definirse como el estudio sistemático de la


conducta humana en el área de la ciencias de la vida y del cuidado
de la salud, en cuanto dicha conducta es examinada a la luz de los
valores y de los principios morales". K. Danner Clouser,
Introduction, Encyclopedia of Bioethics, I, New York, 1978, P. XIX.

"La Bioética es el estudio interdisciplinario de los problemas creados


por el progreso biológico y médico, tanto a nivel micro como
macrosocial, y su repercusión en la sociedad y en su sistema de
valores, tanto en el momento presente como futuro". Francisco
Abel.

"La Bioética es la reflexión ética, aplicada a las cuestiones


planteadas por el progreso biomédico".

''La Bioética es el estudio interdisciplinario del conjunto de


condiciones que exige una gestión responsable de la vida humana
en el contexto de los rápidos progresos de la ciencia y las
tecnologías biomédicas".

"La Bioética es la búsqueda de soluciones a los conflictos de


valores en el mundo de la intervención biomédica".
Algunos ven en la Bioética "un simple marco de reflexión y de
búsqueda interdisciplinaria sobre las encrucijadas creadas por el
progreso técnico-médico".

"La Bioética es la ciencia normativa del comportamiento humano


aceptable en el dominio de la vida y la muerte". P. Deschamps.

"La Bioética es el estudio de las normas que deben regir nuestra


acción en el dominio de la intervención técnica del hombre sobre su
propia vida". F. Malherbe.

"La Bioética designa la búsqueda del conjunto de exigencias del


respeto y promoción de la vida humana y de la persona en el sector
biomédico".

"La Bioética es el mecanismo de coordinación e instrumento de


reflexión para orientar el saber biomédico y tecnológico con miras a
una protección cada vez más responsable de la vida humana". D,
Roy.
UN CREDO BIOETICO
PARA PARTICULARES

Van Rensselaer Potter

1. Acto de fe: Creo en la necesidad de una acción inmediata


que remedie un mundo asediado por tanta clase de problemas.

Compromiso: Me comprometo a trabajar, juntamente con


otros, por mejorar la formulación de mis creencias y
desarrollar otros credos, semejantes a éste: y por unirme a un
movimiento mundial que haga posible la supervivencia y un
desarrollo más provechoso de la humanidad, en armonía con
el medio ambiente natural.

2. Acto de fe: Creo que la supervivencia y el desarrollo de la


humanidad, tanto a nivel cultural como biológico, se
encuentran fuertemente condicionados por las actividades y
programas actuales del hombre,

Compromiso: Prometo vivir mi propia vida, e influir en la de


los demás, de tal suerte que promueva el desarrollo de un mundo
mejor para las futuras generaciones, y trate de evitar acciones
que pongan en peligro su futuro.

3. Acto de fe: Acepto el carácter único de cada ser humano,


pero estoy convencido de la necesidad de contribuir
apasionadamente por la elaboración de una unidad de
sociedad mejor (que el individuo) y en cierto modo, más
grande, de forma tal que esté de acuerdo con las
necesidades, a largo plazo, de la sociedad.

Compromiso: por tanto, prometo prestar atención a los


puntos de vista sensatos de otros, sean ellos mayoría o
minoría; y reconozco la importancia de un compromiso
apasionado para producir acciones eficaces.
4. Acto de fe: Acepto el carácter inevitable de ciertos
sufrimientos humanos que resultan forzosamente del
desorden natural de los seres sensibles, y del mundo físico.
Pero no aceptaré pasivamente los sufrimientos que provengan
de la pasión inhumana del hombre contra el hombre.
Compromiso: Por tanto, prometo hacerles frente a mis
problemas con dignidad y coraje; y trabajar para ayudar a mis
amigos, los hombres, cuando se sientan agobiados; trataré de
ayudar a mis amigos, los hombres, cuando se sientan
agobiados; trataré de alcanzar la meta de eliminar el
sufrimiento inútil que padece la humanidad, considerada
como un todo.

5. Acto de fe: Creo y acepto el carácter definitivo de la muerte,


como parte necesaria de la vida. Confieso mi veneración por
la vida; mi creencia en la fraternidad de todos los hombres; y el
convencimiento de que tengo una obligación con las futuras
generaciones.

Compromiso: Por tanto, me comprometo a vivir de tal


manera que haga bien a la vida de mis amigos, los
hombres presentes y futuros; y sea recordado favorablemente
por aquellos que me sobrevivan.

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