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DÍA DEL AMIGO

Unión Peruana del Sur


Título:
Día del amigo “¿Dónde estás tú?”

Alta Dirección:
Presidente: Enzo Chávez
Secretario ejecutivo: Fari Choque
Tesorero: Nilton Acuña

Dirección editorial: Heyssen Cordero

Autores:
Daniel Rivas
Alejandro Ramos
Samuel Huamancayo
César Valqui
Uzziel Vilchez
César Crispín
Enoc Ruiz
Cristian Carrera
Wilbert Pacompía
Nixon Leyva
Marlon Mamani
Carlos Valenzuela

Libro de edición peruana


Es propiedad @2022 Escuela Sabática de la Unión
Peruana del Sur
Editado e impreso por la Universidad Peruana
Unión, en su Centro de Aplicación Editorial Unión,
km 19 Carretera Central, Ñaña, Lima, Perú.
Teléfonos: 618-6300, 618-6301 RUC:
20138122256

Diseño/Diagramación: Doris Sudario


Corrección: Fernando Rojas
JOB 27186-22

Diciembre del 2022


ÍNDICE

Enero: ¿Dónde estás tú? 7

Febrero: ¿Dónde estaban los que te acusaban? 14

Marzo: ¿Qué haces aquí? 18

Abril: ¿Qué tienes en tus manos? 23

Mayo: ¿Dónde estabas tú cuando fundé la tierra? 29

Junio: Y los nueve, ¿dónde están? 36

Julio: ¿Quién decís que soy? 44

Agosto: ¿Crees esto? 49

Setiembre: ¿Quieres ser sano? 56

Octubre: ¿Me amas? 64

Noviembre: ¿A quién buscas? 68

Diciembre: ¿Qué quieres que te haga? 73


SÁBADO DEL AMIGO
La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene en la Escuela Sabática una
AGENCIA MISIONERA. Y es que la Escuela Sabática es un lugar perfec-
to para recibir a las personas cada sábado.

La iglesia mundial tiene un plan trimestral llamado Día del Amigo. Un


sábado al trimestre se prepara para una programación especial para
nuestros amigos invitados. Todos los miembros tienen la oportunidad
de llevar a sus invitados a tener un contacto con Dios y su Palabra.

Sin embargo, este año 2023 como Unión Peruana del Sur tenemos un
desafío más grande. Soñamos con que el SÁBADO DEL AMIGO se ce-
lebre una vez al mes. Lo ideal es que sea el segundo sábado del mes,
para ello la Directiva Ministerio Personal y de Escuela Sabática tiene
que hacer todos los preparativos con la Junta de Iglesia a fin de que
este sábado sea un sábado dedicado a nuestros amigos, es decir, un
sábado evangelístico. Al igual que los sábados de amigos de esperan-
za que por algunos años la iglesia celebra.

DÍA DEL AMIGO, ¿SÁBADO MISIONERO O EVANGELÍSTICO?


Sábado misionero – Los primeros sábados de cada mes. Su énfasis es
movilizar a la iglesia a cumplir la misión.
Sábado evangelístico – Los segundos sábados de cada mes. Su énfasis
está dedicado a los invitados/amigos en que ellos acepten a Jesús
como su salvador personal.

DÍA DEL AMIGO, ES UN SÁBADO EVANGELÍSTICO


Este sábado todos en la iglesia se preparan para que el sábado sea un
sábado de esperanza. Un día donde el mejor predicador de la iglesia
tenga el privilegio de estar en el púlpito. Y donde todos los programas,
desde la Escuela Sabática, Culto de Adoración y el Culto Joven tengan
el foco evangelístico. Los mensajes y cánticos deben ser especiales y
cristocéntricos.

¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES DEL SÁBADO DEL AMIGO?

1. Ancianos
2. Directivas de Escuela Sabática
3. Ministerio de la Mujer – Recepción

5
4. Ministerio Joven
5. Maestros de Unidades de Acción
6. Parejas Discipuladoras
7. Toda la Iglesia

¿QUÉ ACTIVIDADES ADICIONALES SE PUEDEN HACER?


1. Estudiar la Biblia. - En el momento del llamado del culto de adora-
ción (divino), el predicador debe invitar a aceptar a Jesús como su
Salvador y a que estudien la Biblia. Llamar a sus amigos y hacer un
compromiso de iniciar o continuar los estudios bíblicos.
2. Almuerzos especiales en Unidades de Acción o en casas. - Cada adventista
debería llevar a sus amigos a un almuerzo después del culto.
3. Seminario de familia o de salud. - Podría organizarse un seminario o
taller para padres sobre familia o salud antes del culto joven, esta
sería una manera de impactar la vida de nuestros amigos.
4. Expo-Feria de Conquistadores y Aventureros. - Sería interesante invitar a
los hijos de nuestros amigos y amigas a que puedan conocer del
club de conquistadores y aventureros con el objetivo de que sean
parte de ello.
5. Juegos o actividades sociales. - Y como cierre del día, sería genial or-
ganizar juegos sociales e invitar a nuestros amigos a alguna activi-
dad social.

CONCLUSIÓN
Este sábado toda nuestra iglesia debe mostrar toda su “artillería” a fin
de que nuestros amigos sean impactados por el amor de Dios y de su
pueblo y deseen volver los próximos sábados hasta que decidan por
Jesús y se conviertan en nuestros hermanos. Todo esto será posible si
cada uno de nosotros sea parte de este plan.

¡Vamos juntos y CONECTADOS!

Pr. Heyssen Cordero Maraví


Escuela Sabática
Unión Peruana del Sur

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ENERO

“¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”

“Mas Jehová Dios llamó al hombre,


y le dijo: ¿Dónde estás tú?” Génesis 3:9

El texto: Génesis 3

INTRODUCCIÓN:
Dios advierte, el enemigo ataca, el hombre cae, sin embargo, el mismo
Dios a quien solemos fallarle y/o desobedecerle también presenta la
esperanza de salvación.
¿Cómo opera el enemigo de la humanidad? ¿Cómo actúa Dios cuando
el enemigo nos hace caer? ¿Cómo solemos actuar nosotros como pe-
cadores cuando somos descubiertos en nuestro pecado?
En medio de la desesperación surge la esperanza, que se encuentra
en Génesis 3:15, llamada el proto evangelio, o “la primera promesa
evangélica”. Este versículo presenta la primera promesa evangélica
que se encuentra en la Biblia; la primera vez que se le dice a la huma-
nidad que, a pesar de la caída, Dios ha abierto una vía de escape para
todos nosotros.

Propósito del mensaje


Mostrar cómo trabaja el enemigo en nuestra contra para alejarnos de
Dios.
Presentar el accionar de Cristo por las personas, quien se acerca, nos
busca y llama para dar solución a nuestro problema del pecado.

I. LAS TENTACIONES Y LAS CAÍDAS QUE PROVOCA, VIENEN CAMUFLADAS


a. Tentación 1 del enemigo
• Eva esperaba que Satanás viniera a atacar en su forma
real, es decir, como un ángel. ¿Crees que Eva fuera ad-
vertida de la situación? Por supuesto que sí, por eso, pro-
bablemente nunca imaginó que Satanás iría por ella de
la forma menos pensada y camuflado de manera no cal-

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culada. No es sorpresa que Satanás haya adaptado tan
bien su disfraz, únicamente para destrucción y desgracia
de Eva y Adán.

• “La serpiente era en aquel entonces uno de los seres más


sabios y bellos de la Tierra. Tenía alas, y cuando volaba
por los aires presentaba una apariencia deslumbradora,
con el color y el brillo del oro bruñido” (PP, 36). ¿Ahora en-
tiendes por qué Eva fue absolutamente sorprendida? Por
supuesto que sí. Exactamente es lo que estás pensando:
“ella no se lo esperaba”.

• El enemigo de las almas no solo camufló su apariencia,


también camufló su mensaje y sus intenciones destructi-
vas, presentando medias verdades, y dando entender que
era un “guía” para ella debido a la orden “egoísta” de Dios.

• Para llevarnos a la perdición y/o destrucción, este es el


modus operandis de Satanás, el disfraz, el camuflaje, de
apariencia, de mensaje y de intenciones. Para hablar acer-
ca del diablo, en cualquiera de sus formas, la Biblia es cla-
ra y literal. Las Escrituras representan a Satanás no solo
como un símbolo retórico o un principio abstracto para
describir el mal o el lado oscuro de la humanidad.

• Pensemos en esto. Si Satanás pudo engañar a una Eva


sin pecado en el Edén, ¿cuánto más vulnerables somos
nosotros?

b. Tentación 2 del enemigo


• Asimismo, Adán no esperó que Eva fuera el canal por el
que llegaría su tentación y caída. Así como Eva no espera-
ba que uno de los seres más bellos de la Creación fuera el
instrumento del enemigo, Adán tal vez, ni se le cruzó por
la mente que su amada, “hueso de sus huesos y carne de
su carne”, fuera el instrumento del enemigo y por lo tanto,
llevarlo a la caída en el pecado.

• El enemigo jamás se presenta tal cuál es. Sus tentaciones


y falaces intenciones nunca presentan su verdadera for-

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ma cuando quiere tomar una vida para la ruina. “Toman
forma”, incluso de quién menos esperamos o de lo que
menos imaginamos, ¿tanta maldad y deseo de mal puede
existir?, pues sí. Y así se empeña el diablo en llevarnos lo
más lejos posible de nuestro Señor.

• Si Eva no fue fuerte ante la tentación, ¿por qué Adán no


resistió? ¿por qué Adán “siguió” lo que hacía Eva a pe-
sar que ambos sabían que estaba contradiciendo a Dios?,
pudo haberla reprendido o en todo caso huir o en caso
extremo, simplemente cuidarse a í mismo y dejar que Eva
peque sola. Quizás te preguntas, o ¿no?

• “El amor, la gratitud y la lealtad al Creador, todo fue sofo-


cado por amor a Eva. Ella era parte de sí mismo, y Adán
no podía soportar la idea de una separación. No alcanzó
a comprender que el mismo Poder infinito que lo había
creado del polvo de la tierra y hecho de él un ser viviente
de hermosa forma y que, como demostración de su amor,
le había dado una compañera, podía muy bien proporcio-
narle otra. Adán resolvió compartir la suerte de Eva; si ella
debía morir, él moriría con ella. Al fin y al cabo, se dijo
Adán, ¿no podrían ser verídicas las palabras de la sabia
serpiente?” (PP, 40).

• ¿Puedes ver cuán cruel puede ser el enemigo? No solo


eso, es calculador. Conocía muy bien cómo hacer caer a
Eva y a Adán. Sabía que Eva quedaría fascinada al ver a la
serpiente hablar y daría más peso al engañoso mensaje.
Igualmente, Satanás actuó sabiendo cuál sería el punto
débil de Adán y utilizó eso para enterrarlo en el pecado.
Por eso, el apóstol Pedro tiene amplia razón al alertar que
“el enemigo anda como león rugiente buscando a quién
devorar” (1 Ped. 5:8), pero no solo utiliza está ilustración
por la fiereza con la que ataca, también lo presenta de ese
modo por la capacidad de analizar antes de atacar para
saber cómo atacar con toda la efectividad posible.

• El enemigo quiere destruirte mi hermano y hermana. Pro-


bablemente, ya sabe por dónde y cómo atacarte.

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• Tal vez, alguien aquí presente ya fue devorado por Satanás.
Y hoy ve que las consecuencias que sufre son producto de
la maligna capacidad del enemigo que se camufla y sabe
cómo y por dónde destruirnos. Quizás, en esta mañana
viniste sin pensar que el Señor tenía este mensaje para ti,
en la que describe perfectamente cómo actúa el enemigo
en contra nuestra. Pero aquí no termina este sermón. Por
favor, la siguiente parte es la mejor, no te quedes ahí, con
esta descripción, que es necesaria mencionarla. ¿Sabes?
Si Satanás actúa de esa manera, quiero que ahora veas
cómo actúa Dios en el mismo contexto.

II. “¿DÓNDE ESTÁS TÚ?”


Luego de la caída de la primera pareja. Luego que la misma pare-
ja empezó a experimentar las consecuencias de su terrible accio-
nar. Luego de los cortos instantes en las que Satanás creyó haber
triunfado, Dios apareció, pero no para “hacer leña del árbol caído”,
(frase que describe la triste situación de Adán y Eva), si no para dar
solución. Sin embargo, si queremos que Dios de solución a algo,
hay que permitírselo, ¿no crees?

a. ¿Por qué Dios pregunta “Dónde estás tú”?


• Antes que todo, recordemos que después de pecar, Adán y Eva
se sintieron desnudos porque perdieron sus vestiduras de glo-
ria, que reflejaban la presencia de Dios (Sal. 8:5; Sal. 104:1,
2). La imagen de Dios se vio afectada por el pecado. El verbo
“hacer, en la frase “se hicieron delantales” (Gén. 3:7), hasta
ahora se aplicaba solo a Dios el Creador (Gén. 1:7, 16, 25).
Es como si intentaran arreglar por su cuenta el problema de
su pecado, un acto que Pablo denuncia como justificación por
obras (Gál. 2:16).

• Este hecho es interesante porque es muy fácil pecar para el


mismo ser humano, pero cuán difícil es reparar lo que nuestro
pecado provoca. Esto nos dice que requerimos de una salida y
solución cada vez que el pecado nos sumerge, porque definiti-
vamente, nosotros no podemos solucionar solos esta cuestión.

• Dios se acerca, y pregunta: “¿Dónde estás tú?” (Gén. 3:9), la


misma pregunta que Dios le hará a Caín posteriormente (Gén.

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4:9). Dios hizo esas preguntas para: (1) beneficio de los culpa-
bles, (2) ayudarlos a darse cuenta de lo que habían hecho y,
(3) llevarlos al arrepentimiento y la salvación.

• Desde el momento en que la humanidad pecó, el Señor estuvo


obrando para su salvación y redención.

• Dios pregunta no porque no tiene control sobre la situación la-


mentable de ese momento, sino porque Adán y Eva se vieron
descubiertos y sentimientos que nunca antes experimentaron
en ese momento los rodeaban y sobre todo, los alejaban de Dios.

• Mi amigo, Dios hoy te hace la misma pregunta porque:


1. Quiere que tengas claro que hay alguien interesado en en-
contrarte. Cristo quiere que te encuentres con él, quiere
transformarte y salvarte.
2. Quiere que te dejes encontrar, sin excusas, pretextos, y sin
estar a la defensiva. ¿Cómo hará lo que tiene planificado
hacer si no se lo permites? ¿Cómo lo hará si a cada llama-
do que te hace huyes, te excusas, te ocultas bajo cualquier
motivo que puedas hallar, o simplemente lo rechazas?
3. Dios sabe que estás perdido, Dios sabe que estás vulne-
rable. Dios sabe que tu distanciamiento de él te dejó total-
mente expuesto a Satanás.

• Dios pregunta, porque quiere que tú mismo respondas y te


presentes tal cómo estás, completamente convencido de que
él es tu solución a la decadencia del pecado.

• Te has puesto a pensar, ¿cuántas veces Dios te habrá llama-


do?, igualmente, ¿cuántas veces te habrás ocultado detrás de
algo o alguien al verte descubierto o sentirte culpable debido
a tus acciones?

• Hay algo más que debemos mencionar, Adán y Eva intentan


evadir la acusación, buscando culpar a los demás. A la pregun-
ta de Dios, Adán responde que la mujer que Dios le dio fue la
responsable (Gén. 3:12), ella lo llevó a hacerlo. Fue culpa de
ella (e, implícitamente, también de Dios), no de él.

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• La respuesta de Eva es muy interesante, ya que ella responde
que fue la serpiente quien la engañó. El verbo hebreo nashá’,
“engañar” (en Gén. 3:13), significa dar falsas esperanzas a las
personas y hacerles creer que están haciendo lo correcto (2
Rey. 19:10; Isa. 37:10; Jer. 49:16).

• ¿Te das cuenta? Las falsas esperanzas, ilusiones o prospectos


que el enemigo presenta solo terminan en lamento, dolor, lá-
grimas y sufrimiento.

• Pese a ello, Dios se acerca, busca y llama para dar solución

III. DIOS PRESENTA LA SOLUCIÓN


Así como Dios presento la solución a un pecado que trajo conse-
cuencias que trascendieron generaciones y edades, hoy también
hace lo mismo porque:

1. No hay pecado que Dios no pueda solucionar.


2. En medio de las consecuencias de nuestras faltas, Dios no deja
sin una vía de escape a quien con corazón arrepentido lo busque.
• Lo dicho por Dios en Génesis 3:15 aparece como un rayo de
luz para la humanidad en medio del caos provocado por el
pecado. El contexto del momento no es impedimento para que
se les presente la esperanza de la redención, que el enemigo
será aplastado al final de cuentas. Se reirá de nuestras des-
gracias y de lo que hizo, pero no por mucho tiempo

• Has pecado; y sí, habrá consecuencias a causa de tu pecado;


tal vez, quienes más amas sufrirán a causa de tus pecados. No
obstante, a pesar de todo eso, existe la esperanza suprema, la
esperanza de la salvación.

IV. CONCLUSIÓN
• El enemigo disfraza sus tentaciones en dichos, cosas y hasta per-
sonas, con su terrible propósito de llevarnos a pecar y como conse-
cuencia, destruirnos. Recuerda, el enemigo se presenta no como
enemigo y de la forma que menos pensamos.
• El enemigo sabe cuál es nuestra debilidad y no dudes que buscará
camuflar sus ataques por ese lado.
• El enemigo crea falsas esperanzas con el fin de alejarnos de Dios.

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• Puede que estés experimentando las terribles consecuencias de tus
faltas, pero Dios se acerca, busca y llama a quienes lo necesiten.
• Dios pregunta ¿Dónde estás tú?, para nuestro beneficio.
• No hay pecado que Dios no pueda solucionar. No hay esperanza
dada por Dios que el enemigo pueda diluir. No hay pecador atemo-
rizado por el pecado y sus consecuencias que el Señor rechace.

V. LLAMADO
• ¿Te hirió el enemigo? ¿Caíste en pecado? ¿Sientes que te escon-
des de Dios detrás de algún pretexto por la cual aún no has acep-
tado a Cristo en tu vida?
• Quizás aquí hay alguien que perdió la esperanza en el perdón. Tal
vez, crees que has pecado tanto y de manera grave que no crees
que tengas perdón. Mi amigo, no hay pecado que Cristo no perdo-
ne y solucione.
• Hijo de Dios, no hay consecuencia de pecado que Cristo no lo con-
duzca a un aprendizaje valioso para tu vida.
• Querido amigo y amiga, no hay consecuencia de pecado en la que
Cristo no nos acompañe para fortalecernos.
• Hoy él te busca y a través de este siervo te llama: “¿Dónde estás?
Quiero dar solución a tu situación, quiero salvarte, y presentarte
mi plan de salida y salvación para tu vida”. ¿Responderás?, ¿Acep-
tas?

Pr. Daniel Rivas


Pastor distrital
Misión Peruana del Sur

13
FEBRERO

¿DÓNDE ESTÁN
LOS QUE TE ACUSABAN?

“… Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno,


vete y no peques más” (Juan 8:11).

El texto: Juan 8:1-11

INTRODUCCIÓN:
El adulterio es vulnerar la integridad moral de una persona, lleva al ser
humano a sucumbir en pensamientos no santificados y a destruir fa-
milias, es vulnerar la integridad física de una persona porque rompe el
pacto de fidelidad que uno tiene con su respectiva pareja y puede traer
repercusiones que atenten contra la salud, vulnera la integridad mental
porque llena a la parte afectada de inseguridades, cargos de conciencia,
enojo, etc. y vulnera la integridad espiritual de una persona porque al
cometer tal acto se está yendo en contra de la voluntad de Dios y así
manchamos nuestra vida con este pecado, el adulterio fue, es y será pe-
cado, nos lo advierte un mandamiento escrito en piedra (Éxodo 20:14).

Propósito del mensaje:


Mostrar que Jesús nos recibe tal y como estamos, no nos condena por
lo que hemos hecho pero nos invita a cambiar nuestra vida pecami-
nosa.

I. LOS ACUSADORES (v. Juan 8:3-6)


a. Acusando al pecador (v. 3): El texto nos muestra a una mujer sor-
prendida en adulterio, el adulterio es pecado sea realizado de
manera física, como en este caso, o de manera mental (Mateo
5:28). Para los escribas y fariseos les fue más sencillo llenar
de morbo el ambiente y la mente de la gente, para ellos fue
más práctico ver el pecado en otros que en ellos mismos.

b. El pecado de los acusadores (v. 4, 5): Ellos trajeron a la mujer


arrastrándola y a empujones, a gritos y a explicitas acusacio-

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nes, ellos se jactaban de cumplir y de hacer cumplir la ley, pero
se olvidaban continuamente de poner en práctica la correcta
justicia y misericordia (Mateo 23:23).

El verso 5 manifiesta que los escribas y fariseos citaron Levíti-


co 20:10, sus palabras citaban las escrituras, pero sus accio-
nes eran incitadas por una falsa reverencia, no querían que se
respetara lo escrito, querían tener alguna oportunidad pública
para poder acusar a Jesús.

c. Buscando un motivo para acusar a Jesús (v. 6): Los escribas y fa-
riseos pensaron que podían sorprender a Jesús y que podían
hacerlo caer en una trampa bien ideada, según ellos todo es-
taba planificado perfectamente y no había manera de poder
refutar tal acusación contra la mujer.

Su incredulidad en Jesús como el “Dios con nosotros” (Mateo


1:23) fue el punto débil de su plan, Jesús es parte de la Deidad,
por ello él conoce nuestros pensamientos, nuestras intenciones
(Salmo 94:11), las intenciones de aquellos hombres eran ne-
gativas, si Jesús indultaba a la mujer, ellos estaban listos para
acusarlo de despreciar la ley de Moisés, por otro lado, si Jesús
la declaraba digna de muerte, ellos estaban listos para acusarle
ante los romanos de asumir una autoridad que les pertenecía
sólo a ellos, Jesús todo ello ya lo había entendido.

Aplicación:
Es sencillo señalar el pecado de otro, en varias ocasiones lo más
difícil es reconocer el pecado de uno mismo, es sencillo cubrirse
de una aparente santidad, lo difícil es conservar en el tiempo esa
apariencia, los frutos del corazón de una u otra manera se irán
manifestando.

II. DE ACUSADORES A SER ACUSADOS (v. Juan 8:7-9)


a. Escondiendo su pecado (v. 7, 8): Jesús contempló la escena que
tenía en frente, una mujer humillada por su pecado y digna-
tarios hipócritas (Mateo 23:27), en su contemplación guardó
silencio, su silencio fue elocuencia mientras con su dedo escri-
bía en la tierra.

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La gente que estaba allí sabía que el adulterio es pecado, Jesús
sabía que ello es pecado, pero el adulterio no es el único pecado
que existe (Gálatas 5:19), el pecado de la mujer había sido de-
clarado públicamente, pero allí entre la gente había una gama
variada de pecados ocultos ante todos, menos delante de Jesús.

b. Acusados por su conciencia (v. 9): El secreto de los acusadores


fue escrito en tierra por Jesús, sus gestos de ira y contienda
pasaron a ser de vergüenza, asombro y temor, ellos sabían
que estaban violando la ley de Moisés al denunciar a aquella
mujer, ya que ello le correspondía al esposo, también la ley
especificaba que los testigos debían ser los primeros en co-
menzar con el apedreamiento (DTG, 425), Jesús invitó a que
la persona que se considere limpia de pecado sea la primera
persona en lanzar una piedra, los segundos y minutos trans-
currían, pero ninguna piedra era usada para la ejecución a raíz
de lo que Jesús escribía, ellos empezaron a esfumarse con el
temor de que en los próximos segundos los pecados más ocul-
tos de su vida privada fueran expuestos en tierra y así fueran
también leídos por la gente del pueblo.

Aplicación:
Quizá nadie de tu círculo social se haya enterado que en alguna oca-
sión caíste en pecado, quizá nadie te sorprenda vergonzosamente en
una situación similar y por ende no tengas acusadores externos, pero
a quienes nunca podrás engañar es a Dios, él conoce el historial de
tu vida y sabe también cuál es la salida.

III. NI YO TE CONDENO (v. Juan 8:10,11)


a. ¿Dónde están los que te acusaban? (v. 10): Ninguna piedra fue lan-
zada y ningún acusador se quedó en el lugar, ello nos mues-
tra que la acusación de otros duele, pero la acusación de la
propia conciencia es letal. La mujer esperaba un triste des-
enlace, pero Jesús puede cambiar catastróficas realidades y
convertirlas en oportunidades de salvación. Jesús le preguntó
a la mujer: ¿dónde están los que te acusaban?, ¿ninguno te
condenó?, a lo que ella respondió: Ninguno, Señor.

b. Vete y no peques más (v. 11): Jesús no disminuyó el pecado, pero


él no se limitó a condenar, él le mostró a la mujer que aún ha-

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bía esperanza para ella, le mostró que aún podía cambiar de
vida, le mostró su autoridad divina de perdonar pecados y de
escribir nuevas historias.

Aplicación:
Aunque mucha gente te condene, aunque mucha gente te señale,
Jesús te dice hoy que aún puedes cambiar tu manera de vivir, aun-
que tu vida no parezca nada prometedora, él puede concederte un
mejor presente y futuro.

CONCLUSIÓN:
Este mundo está lleno de historias marcadas por el pecado, vidas y fa-
milias destruidas por el adulterio o cualquier otro pecado, este mundo
también está lleno de gente con disposición a señalar y condenar, pero
Jesús está dispuesto a perdonar.

Llamado:
En respuesta a aquel amor maravilloso que el Señor te ofrece, levánta-
te, ven aquí al frente como una manera de decir: “Señor, tú que cono-
ces mi pecado, tú que conoces todo de mí, ¡renueva mi vida por favor!,
¡renueva mi corazón!, ¡renueva todo aquello que está destruido en mí!”

¿Quizá sientes que las miradas, palabras u acciones de la gente te se-


ñalan y condenan?, o ¿quizá eres tú el que te condenas?, ¿quizá eres
tú la que te señalas?, tú que llevas sobre tu corazón aquel cargo de
conciencia, tú que ya no ves salida para la condición difícil que estás
viviendo, tú que llegaste incluso a perder el respeto propio porque sien-
tes y sabes que lo que hiciste o haces es pecaminoso, a ti te hablo, a ti
Dios te está llamando, pero él no te llama para condenarte, ¡él te llama
para renovarte, él te llama para salvarte, él te llama para amarte!

¿Decides aceptar el perdón maravilloso de Dios en tu vida?, el Espíritu


Santo está tocando hoy a la puerta de tu corazón, ven aquí y oremos
juntos, no tardes más, porque ya no están los que te condenan, solo
están las tiernas palabras de Jesús: “Ni yo te condeno”
Oremos.

Pr. Alejandro Abdiel Ramos Ticona


Pastor de la Escuela Adventista Unión Miraflores
Asociación Peruana Central

17
MARZO

¿QUÉ HACES AQUÍ?

“Allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Llegó a él palabra


de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Reyes 19:9)

El texto: 1Reyes 19:1-16

INTRODUCCIÓN:
Jerónimo de Praga, fue un mártir del protestantismo en la Edad Media
de la actual República Checa. Es recordado por su amistad con el refor-
mador Juan Huss, pero en especial porque por causa de aquella amis-
tad calló preso. Estuvo 340 días preso en una prisión horrible por ser
seguidor de Huss, aceptar sus enseñanzas y promoverlas. Fueron días
difíciles los que pasó Jerónimo en aquella prisión, donde incluso calló
enfermo. Con el propósito de callar a este reformador, el concilio le
propuso darle libertad si éste se retractaba de sus creencias. Al haber
pasado tanto sufrimiento, Jerónimo accedió, sin embargo, al volver a
su selda recordó la muerte valerosa de su amigo Juan Huss, y él mismo
pensó que si se retractaba en vano había sido la muerte de Huss. Por
ello, Jerónimo decidió no retractarse, y al ser llevado una ves más al
concilio dijo lo siguiente: “De todos los pecados que he cometido des-
de mi juventud, ninguno pesa tanto sobre mi mente, ni me causa tan
acerbos remordimientos, como el que cometí en este funesto lugar,
cuando aprobé la inicua sentencia pronunciada contra Wiclef y contra
el santo mártir Juan Huss, maestro y amigo mío”. Esta respuesta sin
lugar a dudas, lo llevó a la muerte en la hoguera. Pero murió iluminado
el rostro de gozo y paz, ya que había luchado hasta el final con Cristo
y cumplido su misión en esta Tierra, aun cuando tuvo miedo a morir.
Así como Jerónimo de Praga que ante el riesgo de morir tuvo miedo y
quiso retractarse de su fe mas reaccionó. Hoy conoceremos mediante
un suceso de la vida del profeta Elías, acerca de la implicancia de cum-
plir la misión aún en tiempos difíciles.

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Propósito del mensaje:
Dar a conocer que a pesar de las pruebas o dificultades que podamos
estar pasando, debemos de cumplir la misión y no rehuir al llamado de
Dios como lo hizo Elías.

I. LAS PRUEBAS Y DIFICULTADES NO NOS DEBEN DESANIMAR DE CUMPLIR


LA MISIÓN (v.3, 4).
Elías es un claro ejemplo de un hijo de Dios que tuvo que cumplir la
misión en tiempos difíciles. Tras la victoria del Señor en el Carme-
lo, la matanza de 450 profetas de Baal y la bendición de la lluvia
mandada por Jehová después de años de sequía. La reina Jezabel
quiso vengarse y aniquilar al único siervo de Dios que existía en el
reino de Israel.

Es por ello que 1 Reyes 19:3 inicia con el verbo hebreo yar que
significa “ver”, pero en otras versiones bíblicas lo traducen como
“tener miedo”. Y es que Elías realmente tuvo miedo a morir, al ser
perseguido por Jezabel. Pero ¿cómo es posible esto, si días antes
Elías había confrontado y salido victorioso en el monte Carmelo
ante los profetas de Baal? Es que al profeta le faltó la fe y decidió
huir sin acudir a Dios, desconfió de quien tantas veces lo había
ayudado y visto su poder en acción. Tal fue su temor que huyó a la
nación vecina de Judá (Beerseba) y de allí se fue al desierto con el
propósito de no ser encontrado.

A tal punto estaba la fe debilitada de Elías porque era el único pro-


feta de Jehová que quedaba vivo.
Por ello, en su desánimo e incredulidad el profeta dice en el vers.4
que se deseó la muerte y dijo: “Basta ya, Jehová, quítame la vida”.
Elías había entrado en un cuadro de depresión al máximo. Aquellos
días de victorias donde su ministerio se había exaltado hacia los
cielos quedaron mellados por la gran prueba que estaba pasando,
donde su vida corría peligro, y por ello ya no estaba cumpliendo la
misión que Dios le había encomendado como profeta.

Aplicación:
¿Qué situaciones de tu vida te impiden poder compartir el evange-
lio con otras personas? Quizá estas pasando por tribulaciones muy
grandes donde tú mismo (a) te preguntas: ¿Cómo yo voy a hablar
de Cristo cuando yo mismo necesito de él?

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Los problemas y dificultades siempre viviremos mientras estemos
en este mundo. Por ello, no debemos de permitir que situaciones
difíciles nos desanimen o limiten a no seguir cumpliendo con la
misión que nos ha encomendado el Señor.

Como dice Pablo en Romanos 8:35-37, “ni las tribulaciones, ni an-


gustias, ni persecución nos apartarán del amor de Dios”.

Si estas pasando situaciones difíciles como las que pasó Elías,


has lo que le faltó hacer a este profeta. Recuerda las victorias que
obtuviste en el pasado con Cristo y ello te dará la confianza en Dios
aun en tiempos tormentosos. Que nada te desanime. Es tiempo
de que te levantes y sigas testificando a tus amigos, vecinos y al
mundo acerca de Jesucristo.

II. DIOS NOS LEVANTA POR AMOR A CUMPLIR LA MISIÓN QUE NOS HA ENCO-
MENDADO (v.5-8).
En la crisis espiritual que estaba viviendo Elías, Dios no lo abando-
nó, por lo contrario el Señor lo ayudó, tuvo misericordia de él. Por
ello, dice el vers. 5 que envió un ángel con alimento para socorrer
al profeta y motivarlo a seguir adelante en el cumplimiento de su
misión. Sin embargo, a pesar del socorro divino, Elías comió, bebió y
volvió a dormirse (v.6). Por tal motivo, el ángel por segunda vez lo le-
vanta porque largo camino le restaba. El profeta tenía que levantar-
se de esa situación para cumplir su misión, es por eso que el ángel
le ordena a levantarse incluso 2 veces (v. 5 y 7). Y es que muchas
veces aunque veamos la mano guiadora de Cristo a nuestro lado
dándonos socorro, el desánimo por las situaciones que podamos
pasar no permiten que nos levantemos a seguir nuestro camino de
testificación misionera. Pero Elías cobró fuerzas (v. 8), ánimo y se
levantó para andar 40 días y noches por el desierto donde un día su
pueblo anduvo 40 años experimentando el poder guiador del Señor.

Aplicación:
Cuántas veces has visto la mano poderosa del Señor llevándote
socorro y bendición en situaciones tan difíciles de tu vida. Quizá
viste el poder de Dios, pero el desánimo o el temor ante la tri-
bulación que estabas pasando fue más grande que tu deseo de
levantarte para testificar a otros de Cristo, y una y otra ves por más
que el Señor te quería levantar no lo hacías. Si hoy deseas resurgir

20
para cumplir con la misión que Dios nos ha encomendado, preci-
sas tener un encuentro con Jesús, así como anduvo Elías 40 días
en el desierto para tener su encuentro con su Creador. ¿Te queda-
rás con los brazos cruzados viendo cómo Dios obra en tu vida, pero
tu no te levantas a cumplir con la comisión que te entregó de ir y
hacer discípulos? ¿Permitirás que el desanimo y las preocupacio-
nes tomen posesión de tí? Es tiempo de levantarse en el nombre
del Señor aun en tiempos difíciles. ¿Lo haremos?

III. ¿QUÉ HACES AQUÍ? (v.9, 13).


Elías cobró fuerzas y se levantó, sin embargo, cuando llegó al mon-
te Horeb en ves de seguir su camino, paró y se metió en una cueva
como quien quería una ves más huir de su misión. Frente a ello,
Jehová hizo una pregunta que debió haber sido punzante para
Elías: ¿qué haces aquí? Sin embargo, ésa era necesariamente la
pregunta que él necesitaba considerar. Después de todo lo que
Dios había hecho por él en el transcurso del viaje ¿por qué estaba
allí? ¿Quién lo había llamado allí? ¿Era ese su deber? ¿Qué debía
hacer ahora? ¿Por qué no estaba en Israel instruyendo y animando
a quienes recientemente él mismo había apartado de Baal? Había
una gran necesidad de su ministerio en su patria, pero Elías aun
no había aprendido a reconfortarse en Dios.

El profeta trató de escusarce (v. 10) y declaró su temor por morir.


Ante esta situación, Jehová en su infinito amor quiso una ves más
levantar a Elías y se reveló a su siervo mediante un silbo apacible
y delicado (v. 12), con el propósito de darle la fortaleza al profeta
para que confiera en él y cumpliera su misión. Por ello, una ves
más le hace la pregunta: ¿qué haces aquí, Elías? (v. 13). Sin em-
bargo, ahora el profeta responde con las mismas palabras del ver-
so. 10, pero con otra actitud, al sentir la protección divina que el
Señor le había mostrado mediante aquel silbo. Por consiguiente,
ahora Elías ya fortalecido recibe la última misión que el Señor le
manda cumplir, porque Dios todavía tenía una obra para que él
hiciera en esta Tierra. Tenía que ungir al nuevo rey de Siria, a Jehú
como rey de Israel y a Eliseo como nuevo profeta del Señor.

Aplicación:
Hoy el Señor te dice a ti también: ¿qué haces aquí?. ¿Qué haces
allí desanimado o con prejuicios para no hablarle a tus amigos de

21
Jesús? ¿Cómo un hijo de Dios no se va levantar ante las dificul-
tades que está pasando? ¿Hasta cuándo estarás así? Quizá las
situaciones que estás atravesando te están siendo una piedra de
tropiezo, causando desánimo para que no puedas hacer discípu-
los para el reino de los cielos (Mat. 28:19-21). Mas hoy Dios quiere
levantarte y tener un encuentro contigo así como lo hizo con Elías.
Es cierto que tienes dificultades, pero no rehuyas a la misión del
Señor. Deja tus dificultades a Dios para que él se encargue de
ellas, tu cumple tu misión en esta Tierra donde quiera que estés,
en el momento o la situación en que te encuentres testifica de
Cristo, porque ni las angustias y tribulaciones te deben apartar de
hablar a otros de Jesús. Recuerda que hermosos son los pies de
los que anuncian la paz (Is. 52:7).
Una ves más te pregunto: ¿qué haces aquí? ¿hasta cuándo esta-
rás así? Dios puede usarte como su instrumento de salvación.

CONCLUSIÓN:
No estamos exentos de dificultades, accidentes, situaciones lamenta-
bles que mientras estemos en este mundo siempre pasaremos. Pero
hoy hemos aprendido que debemos depender de Dios y no rehuir a la
misión que el Señor nos ha encomendado: la salvación de las almas.
Si estas pasando una situación difícil, busca al Señor con corazón sin-
cero y él te levantará no solo dando solución a tus dificultades, sino te
usará como instrumento de salvación para que ganes a tus amigos,
vecinos y familiares para Cristo.

Llamado:
¿Seguirás allí donde estás? ¿Qué esperas? ¿Dejarás que las situacio-
nes duras de tu vida arruinen tu futuro con Cristo? Hoy en ti está la
decisión de levantarte en el nombre del Señor y dejar que el Señor te
muestre la misión por la que aún estás con vida en esta Tierra. Leván-
tate y hoy decide ser un agente de salvación para otros.

¿Aceptas?
Oremos

Pr. Samuel E. Huamancayo Guerra


Distrital Iquitos Amazonas
Misión del Oriente Peruano

22
ABRIL

QUÉ TIENES EN
TUS MANOS

“Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano?


Y él respondió: Una vara” (Éxodo 4: 2)

El texto: Éxodo 4:2

INTRODUCCIÓN:
La narración de esta historia comienza en el capítulo 3 del libro de
Éxodo, con el llamado que Dios hace a Moisés mientras éste pasteaba
las ovejas de su suegro Jetro. Al mismo tiempo recibe la promesa que
Dios estaría con él, literalmente le dijo: Ve, porque yo estaré contigo
(Éx. 3:12). Dios había visto la aflicción del pueblo de Israel, por lo mis-
mo estaba buscando a alguien para liberar de la esclavitud que estaba
viviendo en Egipto su pueblo. Es donde nace la necesidad de buscar
un mensajero para salvar a una nación que estaba viviendo por lo me-
nos casi 400 años aproximadamente de servidumbre desde que Dios
había usado a José en Egipto para velar por su pueblo.

Moisés se sentía inútil, habían pasado cerca de 40 años desde que


había salido de Egipto. En su humanidad se sentía que no era capaz de
cumplir tal comisión. Por eso a lo largo del llamado que le hace Dios, él
presenta diversas excusas:

• ¿Quién soy yo para que vaya al Faraón y saque a los hijos de Israel?
(Éx. 3:11)
• ¿qué les responderé? (Éx. 3:13)
• Ellos no me creerán, ni oirán mi voz… (Éx. 4:1).
• soy tardo en el habla y torpe de lengua. (Éx. 4:10)
• ¡Ay Señor! envía, te ruego, a cualquier otra persona (Éx. 4: 13)

En tanto que Moisés presenta por lo menos 5 excusas para no obe-


decer la comisión divina, Dios siempre presenta respuestas para con-
firmar su llamado. Es así, en el mensaje de hoy ahondaremos lo que

23
Dios usó con Moisés y lo que puede usar contigo apreciado hermano.
Porque Dios nunca erró y no puede errar hoy.

Propósito del mensaje:


Mostrar que, no importa de la condición social que vengas, o cuanto talen-
to tengas, sino cuán dispuesto estas para ser usado por el poder de Dios.

I. ¿QUÉ TIENES EN TU MANO?


Es una pregunta aparentemente simple, sin embargo, en el con-
texto que se encuentra este relato es sumamente trascendental.
Siendo que, fue Dios quien le estaba haciendo una invitación a
Moisés, con un propósito que estaba buscando a alguien para sa-
car a su pueblo de la servidumbre que se encontraba en Egipto.

La respuesta de Moisés fue: Una vara. La vara era una herramien-


ta de uso cotidiano de Moisés, él vivía pasteando ovejas en el cam-
po. Sin embargo, la respuesta de Dios fue inmediata al convertirla
en una serpiente. Moisés tenía que comprender aquí un principio.
Dios usa de lo que tienes y no hace ninguna excepción.

Aplicación:
Esta parte de la vida de Moisés, enseña que Dios usa de lo que
tienes. Dios no usó todos los años de conocimiento transcurrido
en Egipto. Dios usó lo que tenía en su mano; una vara. Los años
que habían pasado en el campo era suficiente entrenamiento para
saber de la humildad y la dependencia que se requería de Dios.
Dios usa cosas que para el ser humano no sirven. Te has puesto a
pensar en cómo Dios ha usado a personas en el pasado, que eran
humildes, del campo, pescadores, carpinteros, etc. Te pregunto:
¿Estás dispuesto a ser usado por Dios?

II. TOMAR POR LA COLA, UNA ACTITUD DE FE (Ex. 4:4)


Habían pasado varios años desde que Moisés había huido de Egip-
to, por lo tanto, Dios necesitaba iniciar la confirmación de su lla-
mado frente a los ancianos y todo el pueblo de Israel (Ex. 3:16).
Y no solo eso, sino que también la fe de Moisés necesitaba ser
fortalecida y preparado para la obra que le tocaría emprender.

En mi experiencia de vivir en la selva siempre uno se encuentra


con esta especie de animal. Muchas de ellas son muy venenosas.

24
En una ocasión durante mi niñez fui mordido por una serpiente
pequeña, mientras jugábamos con otros niños. Esto ocurrió con el
simple hecho de haberlo tocado por la cola con una parte de mi
cuerpo. Por ello, esta escena de la vida de Moisés muestra la pre-
paración y predisposición de su fe por Quien estaba siendo elegi-
do. Una actitud de fe, que le conllevaría a realizar grandes hazañas
desde que saca al pueblo de Dios hasta llevarlos a un lugar que
Dios había prometido a Israel.

Es natural que la actitud de cualquier persona tomar por el cuello


a una serpiente para evitar ser mordido. Sin embargo, la orden
divina era que Moisés tome por la cola. Esto nos muestra que fue
instruido a fin de mostrar su confianza en Dios. Aún más, que la
serpiente al ser tomado por la cola regresara al origen del cual fue
convertido, es decir la vara. Esto se puede decir que fue un milagro
que solo Dios puede hacer.

Aplicación:
Alguna vez has dudado de Dios, probablemente sí. Pero esta ac-
titud de fe de Moisés es una evidencia más que Dios es capaz de
hacer que tú creas en ese Dios que todo lo puede (Mt. 19:26). Que
tu fe sea sanada e incremente cada día más. La fe es algo que tú
no ves, pero debes de tener la certeza que va suceder (Heb. 11:1).
Quizá no te suceda tal cual sucedió a Moisés, pero haz cosas que
tú no entiendes como sucede. Por ejemplo: el respirar, deja de
hacerlo dos o tres minutos, de seguro morirás.

III. POR ESTO CREERÁN QUE SE TE HA APARECIDO YHVH… (Ex. 4:5)


El pueblo de Israel había perdido las esperanzas de ser librado
de la esclavitud de Egipto, hacían tantos años que no tenían un
líder que les guiara. Es por ello, Moisés deducía que el pueblo lo
rechazaría. Esta señal haría que los hijos de Israel creyeran que
fue llamado por el mismo Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios
de Jacob (Ex. 4:5)

Era de esperar en la naturaleza humana de Moisés, que dijera que


no me creerán, no oirán mi voz (Ex. 4:1). Las dudas invadían su
corazón. Entendió la grande responsabilidad que le esperaba para
liberar al pueblo de Dios, no era fácil. No era suficiente haber pasa-
do en sus inicios de vida probablemente por las mejores institucio-

25
nes educativas en Egipto. Digo esto porque fue criado bajo la hija
del Faraón. Además, un probable futuro Faraón, porque el Faraón
de ese momento no tenía hijo varón que le otorgaría el trono. Todo
esto, y todo lo demás tenían que dejar en los planes de Dios.

Mira lo que dice la hermana Elena de White:


El mandato divino halló a Moisés sin confianza en sí mismo, tardo
para hablar y tímido. Estaba abrumado con el sentimiento de su
incapacidad para ser el portavoz de Dios ante Israel. Pero una vez
aceptada la tarea, la emprendió de todo corazón, poniendo toda
su confianza en el Señor (Patriarcas y Profeta, pág. 293)

Aplicación:
Dime una cosa: ¿Estás preparado para emprender cualquier de-
cisión de parte de Dios? A veces es difícil emprender planes que
no sabes a donde llegarás. Moisés estaba siendo elegido por Dios
mismo para velar por una nación que estaba siendo pisoteado, se
habían enriquecido por el trabajo arduo que el pueblo de Dios se
sacrificaba. Moisés fue testigo de eso, precisamente por eso salió
huyendo de Egipto. Ahora estaba a punto de volver a Egipto, pero
esta vez no para quedarse como el hijo de la hija del Faraón, sino
para liberar a los hijos de Dios.

IV. DOS SEÑALES PARA CONFIRMAR SU LLAMADO


a. Mano leprosa como nieve (Ex. 4:6)
La lepra en tiempos antiguos era considerada como una enfer-
medad incurable. El acto de ver una aparición y desaparición
instantánea, solo se podría aceptar como una evidencia de
poder sobrenatural. Era una prueba irrefutable que Dios esta-
ba eligiendo a Moisés como su líder para liberar a su pueblo
de la esclavitud. Asimismo, se le estaba concediendo el poder
necesario para realizar esta tarea.

b. Ríos de sangre
Los egipcios tenían una diversidad de ídolos que adoraban. El
río Nilo era una fuente de la prosperidad nacional. Por lo tanto,
al realizar dicha señal, era estar sobre los poderes de todos
los dioses de Egipto. Las aguas limpias convertidas en sucias
y sangrientas que no volvieron a su estado original, eran un
símbolo de juicio de parte de Dios.

26
Aplicación:
Dios pudo haber usado otras señales. Pero el propósito de Dios al
mostrar estas señales a Moisés y al pueblo era que entendiera el lla-
mado que estaba recibiendo era Supremo. ¿Has presenciado alguna
vez un milagro en tu vida? Tal vez no lo viste de forma literal, déjame
decirte que Dios si está presente en cada momento de tu vida. El
hace milagros que tú y yo no podemos ver, y no podemos entender.
Vive agradecido por lo que Dios ha hecho hasta ahora en tu vida.

V. LOS PRETEXTOS PARA DIOS NO EXISTEN


a. Soy tardo en el habla y torpe de lengua
Estas fueron una de las excusas que Moisés presentó a Dios
para evadir la responsabilidad sagrada. He pensado algunas
veces en esta parte de la vida de Moisés. Primero, fue criado
en casa del Faraón y por lo tanto tuvo lo mejor durante su ni-
ñez. Segundo, es probable que estudiara en la mejor universi-
dad de Egipto. Tercero, sabía el idioma egipcio, aunque habían
pasado varios años, y quizá se había olvidado de hablar, Dios
le estaba dando la solución a todas esas objeciones, su her-
mano Aarón iría con él (Ex. 4:14)

b. Señor envía a otro


En su dialogo que tuvo Moisés, se dirige al Señor y le dice, envía
a cualquier otra persona. Señor conmigo te estas equivocando,
tal vez hay otro mejor que yo. Sin embargo, Dios ratifica su lla-
mado de su siervo. Conforme inicia su confirmación de su elec-
ción para ser su líder para liberar a su pueblo. Diciendo: ¿Qué
tienes en tu mano? Ahora le declara finalmente: Y tomarás en tu
mano esta vara, con la cual harás las señales (Ex. 4:17).

Aplicación:
Cuando Dios llama a sus hijos él no se equivoca, cuando te dice en
su Palabra que él es fiel y justo para perdonar (1 Juan 1:9) él per-
dona; cuando te dice que estará contigo donde quiera que vayas
(Josué 1:9) él irá contigo; mi ángel ira delante de ti (Ex. 23:20) él
va delante de ti. Nunca dudes del poder de Dios que puede trans-
formar de la nada en algo maravilloso.

CONCLUSIONES
A lo largo de la historia tuvo muchos líderes que guiaron su pueblo.
Jueces, reyes, profetas, apóstoles, etc. Dime tú eres uno de ellos que

27
quizá se siente minusválido, incapaz de hacer cosas grandes. Pero
déjame decirte que servimos al mismo Dios de Moisés. Que puede
hacer cosas indescriptibles de cosas sencillas. Dios usó una vara en
la vida de Moisés. Te pregunto ¿Qué tienes en tu mano?, esto puede
representar:

• Dones y talentos que no quieres dárselos al servicio de Dios.


• Tu tiempo para presentar la Palabra de Dios a otros.
• Tocas algún instrumento y no haces para Dios.
• Nunca olvides que fuiste elegido por Alguien que no falla.
• Ante la presencia de Dios no hay excusas que valga
• Lo más importante que hoy tienes es el respirar de la vida y no le
has entregado tu corazón a Dios.

Ilustración:
Hace más 15 años salí de mi pueblo. Alguien me dijo, César, no vayas
a Lima, porque todos los que van a la capital regresan todos unos
pandilleros, maleados, etc. Recuerdo que presté dinero de un tío para
mi pasaje, no tenía nada más que unas ropas. Salí casi sin nada. Con
el sueño de seguir estudiando, pero nunca imagine encontrarme con
Dios. Ahora soy un siervo de Dios, que ama lo que hace, salvar “egip-
cios modernos”. Dios elige a quien él quiere, sin importar las condi-
ciones sociales, razas, lengua, etc. Simplemente él no se equivoca. Te
pregunto a ti hermano ¿Qué tienes en tu mano?

LLAMADO
Apreciado hermano y amigo, Dios te llama ahora para ser un instru-
mento de él. No importa en qué condiciones te encuentres. Recuerda
simplemente él transforma de algo insignificante en algo grandioso. Y
él puede convertir tu corazón de piedra en un corazón noble, dispues-
to a servir. ¿Quizá te sientes que no tienes nada que ofrecer a Dios?
Puedes decir ahora mismo en tu corazón no soy nadie en este mundo.
Déjame decirte que para Dios vales mucho.
En el nombre de Jesús, ven a él entrégale todo tu ser, tus planes, sue-
ños, trabajo, familia, etc.
¡Quiero orar por ti!
¡Amén!

Pr. Cesar Valqui Ventura


Pastor distrital
Misión Sur Oriental del Perú

28
MAYO

¿DÓNDE ESTABAS CUANDO


FUNDÉ LA TIERRA?

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?


Házmelo saber, si tienes inteligencia (Job 38:4)

El texto: Job 38:4

INTRODUCCIÓN:
La manera en cómo vemos las cosas afecta mucho nuestra manera de
pensar y de ser. En una experiencia real, cuando encontramos a dos per-
sonas que pasan por una misma tragedia, vemos que al final de la trage-
dia, una de ellas toma la experiencia como una completa derrota, pero la
otra, toma la misma experiencia como una oportunidad para emprender
nuevamente y alcanzar la victoria. ¿Por qué se da esa diferencia? La
diferencia principal está en la visión que se pone en la experiencia, es
decir, la perspectiva con la cual se ve el acontecimiento y se lo vive.

En la historia de Job, él había perdido sus bienes materiales, su fa-


milia, su salud y quizás hasta a sus amigos. En toda su situación de
perdida, por la gracia de Dios no había llegado a negar a Dios, ni se ha-
bía rebelado contra él. Pero, debido a la fuerte depresión que estaba
viviendo, maldijo su nacimiento y anheló la muerte. Además, en cuanto
a su fe estaba llegando a creer que Dios estaba siendo injusto con él y
que lo estaba castigando por algún mal que él no había cometido ¿Por
qué Job llegó a pensar así? ¿Qué perspectiva puso él a su sufrimiento?
y ¿Cuál fue la solución?

Propósito del mensaje:


Mediante este mensaje, que Dios pueda permitir que cada oyente con-
siga ver de manera correcta porque suceden los sufrimientos de esta
vida. Que cada uno fortalezca más su fe en Dios y al final reciba sus
promesas.

29
I. LA VISIÓN DE JOB
Job es el personaje principal de esta historia. Su vida comienza
con la descripción que era un hombre intachable y recto, temeroso
de Dios y apartado del mal (Job 1:1). Esta descripción no solo lo
hace el escritor bíblico sino también el mismo Creador (1:8). Este
hombre tenía siete hijos y tres hijas. En cuanto a bienes materia-
les, poseía 7000 ovejas, 3000 camellos, 500 yuntas de bueyes,
500 asnas, y muchísimos criados. La narración que hace el escri-
tor bíblico era que Job era el hombre más grande y poderoso entre
todos los orientales.

Sin embargo, llegó un día donde de un momento a otro pasó por


una experiencia muy trágica. De forma misteriosa y rápida perdió
todos sus bienes materiales (1:3-17), sus hijos llegaron a sufrir un
accidente y todos murieron, su salud decayó completamente y ad-
quirió una lepra mortal y al final su esposa lo había desalentado al
decirle; “¿aun mantienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete”
(2:9). ¿Cómo podría sentirse una persona que pasara por la misma
experiencia de Job? O ¿Cómo podría ser nuestra reacción si nos to-
cara vivir esa misma experiencia de Job? La escritura dice que, con
todo eso él no pecó contra Dios sino lo adoró (1:20-22;2:10).

Después de sufrir toda su perdida, Job recibió la visita de sus ami-


gos. Según el capítulo 3 del libro, delante de ellos, él pronunció
unas palabras que contenían el peso de la depresión y el sufri-
miento. Su dolor era tan fuerte que maldijo su día de nacimiento y
la oportunidad que se le dio para vivir. En otras palabras, él llegó al
deseo de querer morir antes que seguir sufriendo. Con todo esto,
los amigos poco le ayudaron a soportar su dolor y su angustia,
según los posteriores capítulos, él llegó a pensar que Dios le había
mandado ese dolor (35:2). ¿Cómo podría hacerle esto un Dios de
amor? Era la perspectiva que él adquirió.

II. LA VISIÓN DE LOS AMIGOS DE JOB


Los amigos de Job al enterarse sobre su sufrimiento, vinieron a
condolerse de él y a consolarlo (2:11). Sin embargo, todo aquel
consuelo se volvió en una crítica para decirle que el sufrimiento
era producto de sus pecados.

Elifaz quien fue el primero en hablar y al parecer el más influyente

30
entre los tres; reconoció que Job había sido una fuente de fortale-
za para otros (Job 4:3,4). Sin embargo, después del reconocimien-
to lo condenó directamente por su sufrimiento. Elifaz dijo a Job;
“Recuerda ahora, ¿Quién siendo inocente ha perecido jamás? ¿o
donde han sido destruido los rectos? Por lo que yo he visto, los que
aran iniquidad y los que siembran aflicción, eso siegan” (Job 4:7-
8). Con sus palabras, Elifaz le dijo a Job que, seguramente había
cometido algún pecado y por eso estaba sufriendo.

Bildad, el segundo amigo de Job continuó con las palabras de con-


suelo, pero esas palabras se dirigieron en la misma secuencia que
Elifaz; “He aquí, Dios no rechaza al integro, ni sostiene a los mal-
hechores” (Job 8:20). Al parecer, este segundo hombre solo quiso
continuar con la idea del más influyente. Zofar el tercer amigo no
hace una cosa distinta. Él dijo; “Si en tu mano hay iniquidad y la
alejas de ti y no permites que la maldad more en tus tiendas, en-
tonces, ciertamente levantaras tu rostro sin mancha, estarás firme
y no temerás. Tu vida será más radiante que el mediodía” (Job
11:14-15,17).

Estos tres amigos de Job, con sus palabras, no ayudaron, sino lle-
garon a la idea concreta que Dios solo manda sufrimientos a los
malos, y debe ser eso por la cual Job está sufriendo. ¿Cuántas ve-
ces nosotros como buenos amigos o consejeros hemos intentado
ayudar a alguien, pero en vez de hacerlo lo hemos empeorado?
Los amigos de Job desconocían en verdad cual era la verdadera
realidad del sufrimiento de Job y en su manera de razonar, confun-
dieron a Job. La perspectiva de ellos estaba equivocada.

III. LA VISIÓN DETRÁS DE CÁMARA


En la historia de Job capítulo 1 encontramos la historia de Dios
recibiendo la visita de sus hijos. Entre ellos se presentó Satanás1.
A este Dios le preguntó; ¿De dónde vienes? Respondiendo Sata-
nás dijo: “De rodear la tierra y de andar por ella”. En un tiempo
pasado, después de la caída de Adán y Eva, Satanás había robado
el derecho legal de representante de esta tierra, en este sentido
es que se presentó ante Dios. Dios le volvió a preguntar; ¿No has
considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra,

1 Satanás no era uno de los “hijos de Dios” mencionado en este versículo. Vino entre
ellos, pero no era uno de ellos (CS 572).

31
varón perfecto y recto; temeroso de Dios y apartado del mal? (Job
1:8). Dios mismo había considerado a Job, como varón perfecto2,
¡Que linda evaluación! Y sobre todo cuando lo hace Dios.

Tal expresión al parecer incomodó a Satanás que dijo; ¿Acaso


teme Job a Dios de balde? ¿no le has cercado alrededor a él y a su
casa y a todo lo que tiene? (1:9,10). Satanás no estaba de acuerdo
con la espiritualidad de Job, ni con las bendiciones que Dios había
colocado en su vida. Por eso dijo: extiende ahora tu mano y toca
todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma pre-
sencia (1:11). Confiando en la fidelidad de Job, Dios le respondió;
“he aquí, todo lo que tiene esta en tu mano; solamente no pongas
tu mano sobre él” (1:12). Con este permiso el Salió y tocó todo
cuanto Job tenía: sus bienes materiales y sus hijos.

Lo que resalta la escritura es que, después de esto, Job no pecó


contra Dios, sino más bien, adoró (1:20-22).

Después de un tiempo, Satanás nuevamente visitó a Dios y surgió


la misma conversación en base al tema anterior; ¿De dónde vie-
nes? Satanás respondió: de rodear la tierra y andar por ella (2:2).
Nuevamente Dios sugirió ¿Has considerado a mi siervo Job? ¡No
hay otro como él en la tierra! ¡hombre intachable y recto, temeroso
de Dios y apartado del mal! ¡Que aún retiene su integridad, a pesar
de que me incitaste contra él, para que lo arruinara sin motivo!
(2:3) A esto Satanás nuevamente mostró su incomodidad y dijo;
¡piel por piel! ¡todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida! (2:4).
Y Dios otorgo el permiso y Satanás tocó el cuerpo de Job con una
llaga maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de su cabe-
za (2:7). Esta llaga llegó a ser tan mortal que Job llegó a sentarse
sobre la ceniza de la basura y para aliviar su dolor tomaba una teja
para rascarse. Este sufrimiento cada día era más fuerte, y a él le
era difícil continuar.

En este lado de la historia, vemos que el responsable directo de


las aflicciones de Job era Satanás. Aunque Dios también aparece
en la historia, no causa ningún daño en la vida de Job, pero si está
pendiente para que la vida de Job no sea tomada.

2 Esto no en el sentido que Job era sin defecto espiritual, sino quizás en que él había
alcanzado la perfección de la justicia de Cristo en su vida.

32
IV. LA VISIÓN DE ELIÚ
El cuarto amigo de Job es Eliú. Este hombre, el más joven de to-
dos, había permanecido en silencio y había escuchado todo lo que
los mayores habían dicho. Aunque no estaba en nada de acuerdo
con todo lo que se dijo, espero el momento debido para hablar
(32:6,9).

Este hombre Eliú, a diferencia de los otros, se dirige a Job por su


nombre y lo trata con más consideración (33:1,7;34:7). Él supo
que Job había entrado a una confusión de pensamiento y debía
corregirse, por eso le dijo: “Tú dijiste… soy puro, sin ofensa; estoy
limpio, sin culpa. Pero Dios encuentra motivos para oponerse a
mí” (33:8-9). Eliú también le preguntó: “¿Estas tan seguro de que
tienes razón que dirías “¿soy más justo que Dios?”” por lo tanto
concluyó; … no tienes razón en lo que dices (33:8-12; 35:2). Eliú
comprendió mejor que los otros, la situación de Job, entendió su
estado emocional y por eso le dio un buen consejo; “Ten cuidado:
que la furia no te lleve al rencor (36:18).

Job estaba cometiendo el error de culpar a Dios por todo. Pero,


este hombre Eliú, fue su ayuda para volverlo a la dirección co-
rrecta. Él le dijo: ¡Es impensable que el Dios verdadero actúe con
maldad, que el Todopoderoso haga algo injusto! Está claro que
Dios no actúa con maldad; el Todopoderoso no tuerce la justicia
(34:10,12). También le recordó que Dios pudo haberlo castigado
por hablar con falta de respeto, pero no lo hizo (35:13-15). El Dios
que tenemos es más grande de lo que podemos entender (36:26).
Qué bueno es encontrar un amigo, que te ayude a volver a la direc-
ción correcta. Si en nuestra vida hemos encontrado a uno como
tal, cuan fortalecido nos hemos sentido y cuan agradecido debe-
mos estar con esa persona.

Este hombre Eliú también logró darle esperanza a Job, pues dijo
que Dios en el futuro lo curaría; “Que su carne se vuelva más fresca
que cuando era joven; que él tenga otra vez el vigor de la juventud
(33:25,32). A este hombre Eliú, Job no le da ninguna respuesta,
pues al parecer sus palabras no eran ofensivas y guardaban la ver-
dad, comprensión y ayuda que tanto necesitaba. Eliú se acercaba
a la correcta visión del sufrimiento de Job y pudo ayudarlo de una
mejor manera.

33
V. LA VISIÓN DE DIOS
En cuanto a la visión de Dios. En el primer capítulo, él hace una
evaluación a Job y lo describe como “intachable, recto, temeroso
de Dios y apartado del mal” (1:8). Esa misma descripción lo re-
pite en el capítulo dos; “no hay otro como él en la tierra, hombre
intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Que aún
retiene su integridad a pesar de su sufrimiento” (2:3). Para Dios,
Job antes de su sufrimiento era un hombre perfecto. Después que
Satanás le quitara lo último, su salud, aún seguía siendo perfecto.
Que tal consideración.

En la narración del libro, al parecer Dios desaparece de la historia,


pero no es así. Él estuvo pendiente de cada detalle que ocurría en
la vida de Job. Del capítulo 38 en adelante el hace su aparición y
demuestra que no estuvo ausente, incluso de las conversaciones
que Job tuvo con sus amigos.

En el Capítulo 38 Dios aparece y se dirige de manera directa a Job.


¿Por qué a Job? Él es el que estaba pasando por la gran tribulación
y estaba llegando a dudar de Dios. En el versículo dos, Dios le dice;
“¿Quién es ese que oscurece el consejo, con palabras sin sabidu-
ría? En su confusión, Job había hablado palabras sin sabiduría, ha-
bía dicho que Dios era injusto y culpable de su sufrimiento. ¡Estaba
equivocado! Pero Dios, le visita para ayudarlo; Cíñete ahora como
varón. Te preguntaré y tú responderás” (38:3). Job necesitaba vol-
ver a la dirección correcta. Por eso Dios continuó; ¿Dónde estabas
tú cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber si tienes inteligencia
(38:4). Job de hecho no pudo responder, pues él llegó a existir
después que Dios hubo creado todo.

En el capítulo 38 tenemos muchas preguntas que Dios le hace a


Job sobre la obra creadora y la creación. Sin duda a todas ellas Job
no pudo responder. Dios no le dio una respuesta exacta a Job en
cuanto a su sufrimiento, pero si, a través de los últimos capítulos
del libro, le respondió con un quién era Dios. Aquel que esta al
control de todo lo que llega a existir y existe. En otras palabras,
con toda su respuesta, Dios le decía a Job; Hijo, si yo puedo crear
y cuidar de todo ¿Cómo piensas que no puedo cuidar de ti? Acaso
yo te voy abandonar y quitarte todo lo que tú tienes? ¿no soy yo el
que puedo devolverte todo lo que perdiste?

34
Es la mejor visión que encontramos en la historia y es lo que Dios
quiere hacer con cada uno de nosotros.

CONCLUSIÓN:
En la historia de Job el principal y único causante del sufrimiento es
Satanás. Los amigos de Job en vez de volverse una ayuda para él,
lo confundieron con sus palabras, pues ellos no sabían en verdad de
donde provenía todas las cosas malas hacia Job. Sin embargo, el que
preparó el terreno para la aparición de Dios y logró tranquilizar a Job,
fue Eliú. Es bueno imitar su ejemplo o ser agradecido si alguien como
él apareció en nuestra vida. Job a causa de todo lo que estaba pasan-
do, se confundió y llegó a culpar a Dios. Pero gracias le damos a Dios
que su misericordia y paciencia es enorme y dura para siempre. No
abandonó a Job, sino en su momento vino a ayudarle, y a enseñarle,
que el Dios en quien creía, siempre está ahí para protegerlo y cuidarlo.

Llamado:
¿Cómo esta tu vida en estos momentos? ¿eres alguien que está vivien-
do una vida similar a la de Job? O ¿eres alguien que actuó como los
tres amigos de Job? Tranquilo, el mensaje de esta ocasión es para ti.
Sea que estés sufriendo, o sea que te hayas equivocado, en nuestro
Dios está la solución. Él puede ayudarte de todos tus sufrimientos y
confusiones, y si en algo le fallaste, él puede perdonarte y darte una
nueva oportunidad. ¿Por qué no le dices en esta ocasión?, ¡Señor, hoy
te necesito en mi corazón!

¿Te gustaría pedirle al Señor que hoy te hable, y te ayude a entender


el porqué de los sufrimientos que hay en tu vida? O mejor ¿te gustaría
decirle que te enseñe quien es él, para que tus sufrimientos no sean
nada comparado al gran Dios que tienes y trabaja en tu favor? Si ese
es tu deseo, ponte de pie, vamos a orar.

Oremos.

Pr. Uzziel Gabriel Vilchez Gaspar


Pastor de Colegio Adventista Bethel de Pichanaki
Misión Andina Central

35
JUNIO

Y LOS NUEVE,
¿DÓNDE ESTÁN?

Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y
los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a
Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete;
tu fe te ha salvado. (Lucas 17: 17-19)

El texto: Lucas 17: 11-19

INTRODUCCIÓN:
En el evangelio de Lucas encontramos la historia de 10 hombres le-
prosos. Estos eran obligados a vivir en un campamento aislado fuera
del pueblo. Por ley se les pedía a los leprosos quedarse por lo menos
a 100 metros de toda la gente. Cuando la gente caminaba cerca, ellos
tenían que gritar: ¡Inmundo, inmundo! para alertar de su presencia;
era una situación tan triste y despreciable que los leprosos tenían que
vivir en el anonimato.

Dependiendo de cuánto tiempo habían sido leprosos, algunos habían


perdido dedos de las manos, dedos de los pies, orejas, dientes, brazos,
y nariz. Su carne estaba cruda y podrida, el hedor era insoportable
que tenía que vivir fuera de la civilización y confinados a un campo
de leprosos. Por causa de la terrible lepra se envolvían con lienzos y
sudarios de tela blanda, para cubrir su piel infectada y podrida, daban
la apariencia de momias andantes.

Los 10 leprosos están unidos a un mismo dolor, y reconocieron y vieron


a que Jesús como su única esperanza que clamaron al Señor Jesús por
misericordia.

Propósito del mensaje:


La historia de los 10 leprosos nos enseña: (1) Por grande y fuerte que
sea la tormenta, Jesús puede transformarla y traer tiempos de bonan-
za y bendición. (2) Debemos cultivar un espíritu de gratitud a nuestro

36
Dios por su abundante misericordia. (3) Tenemos que reconocer que
sólo en Dios está el verdadero poder, y que él puede transformar tu
vida en bendición.

I. LA CONDICIÓN DE UN LEPROSO ( V.12)


Desde el punto de vista teológico, la lepra representa el pecado
del hombre, las implicancias era vivir separado de Dios, sociedad,
familia y a quien la padecía era considerada como una consecuen-
cia de pecados cometidos por ellos o sus padres.

Si nos fijamos en el V.12 nos daremos cuenta de que estos diez


hombres leprosos al ver al Señor Jesús no se le acercaron, sino
que de lejos gritaron y clamaron: ¡Jesús, Maestro, ¡ten misericordia
de nosotros! ¿Por qué de lejos?

Estos hombres en su condición de leprosos:


• No podían acercarse a ninguna persona.
• Estaban obligados a vivir en un campamento fuera del pueblo,
probablemente en basureros. era considerado una escoria de la
sociedad.
• Tenían que andar rasgados sus vestidos con la cabeza descubierta
y con su rostro embozado (cubierto hasta la nariz).
• Cuando alguien pasaba cerca, ellos mismos tenían que gritar:
“¡Soy inmundo! ¡Soy un leproso inmundo!”
• Dependiendo de cuánto tiempo estaban con lepra, algunos habían
perdido dedos de la mano o de los pies, orejas, dientes, brazos,
nariz.
• Su carne se podría y su olor era insoportable.

Pero lo que más atormentaba a estos hombres era el recuerdo


de sus seres queridos que habían tenido que abandonar cuando
el sacerdote los había declarado leprosos. Ellos perdían a sus es-
posas, hijos, seres queridos, casas, carreras, el respeto de los de-
más, y la esperanza de ser útiles para la sociedad.

¿Qué más podían perder si ya lo habían perdido todo? Puedes ima-


ginar la desesperanza de estos hombres, su dolor, tristeza, angus-
tia, decepción e impotencia por su condición. En cuantas ocasio-
nes habrán gritado: ¡Señor, porque a mí! ¡Porque a mí!

37
Aplicación:
Cuántos de nosotros en diversos momentos de la vida nos hemos
sentido igual que estos hombres, tal vez no debido a una lepra,
pero si como consecuencia de una enfermedad, una decepción
amorosa, un fracaso profesional, la muerte de un ser querido, un
divorcio, etc. A través de la Biblia encontramos algunos personajes
que también sintieron que su vida no tenía sentido, tales como el
profeta Elías: “Señor, mejor quítame la vida”; o, como clamó Job en
medio de su aflicción: “¿Por qué no habré muerto en el vientre de
mi madre, o en el momento mismo de nacer?”.

Es posible que en este mismo momento usted esté experimen-


tando estos sentimientos, de impotencia, frustración, etc. Hoy es
el momento de levantar la mirada hacia Jesús, nuestra única es-
peranza, es tiempo de clamar, es momento de pedir misericordia.
Quizás no tengas fuerzas ni el valor para Levantarte, pero te gus-
taría decir Jesús, aquí estoy toma mi vida, familia, trabajo, sueños
rotos… y haz un milagro.

II. JESÚS NUESTRA ÚNICA ESPERANZA ( V.13)


Estos hombres no podían acercarse a Jesús por su condición de le-
prosos, pero aún tenían fuerzas para gritar y lo hicieron como quien
clama por su vida ¡Jesús, Maestro, ¡ten misericordia de nosotros!
¡Ten misericordia de nosotros! Ellos no clamaban por dinero, ni por
comida, ellos clamaban por misericordia, clamaban por sanidad.
De seguro habían oído de Jesús, y tenían la seguridad de que Él les
podía sanar. Ante el clamor de estos hombres, Jesús cansado del
largo camino, bien hubiera podido decir: “Hoy no, Estoy muy cansa-
do”, más Él es el que dice: “Clama a mi yo responderé” (Jeremías
33:3) Dios está dispuesto a suplir el clamor de sus hijos.

Ellos vieron en Jesús no meramente un maestro. La palabra tra-
ducida maestro aquí no es la que comúnmente se usa en griego
[didaskalos]. La palabra aquí es [epístate] que significa jefe, amo.
Y es sinónimo de Kúrios (Señor, Propietario) y de [déspotes] gober-
nante absoluto. Para ellos Jesús no era cualquier hombre. Ellos
vieron en Jesús a aquel que tenía poder sobre las enfermedades,
poder sobre nuestro cuerpo, capaz de revertir era terrible y mortal
enfermedad.

38
Aplicación:
Apreciado hermano, amigo ¿Quién es Jesús para ti? ¿A quién recu-
rres en medio de los desafíos y angustias de la vida?... en medio
de toda tu aflicción que puedas estar viviendo, nuestro primer re-
curso siempre debe ser Jesús, por Él es nuestra única esperanza.
No solo para sanidad sino para traer paz en el corazón doliente
del ser humano. Por encima de nuestros males y problemas, Jesús
nos da la fortaleza espiritual, emocional, no hay nada terrible que
pase en tu vida que no puedas hallar Esperanza en Jesús, entre
todas prioridades de tu vida pon a Jesús en primer lugar.
Hoy es el momento de darle unas oportunidades a Jesús que trans-
forme nuestra vida derrota, vacía, sin sueños, llena de miedos ….
Y andar de ¡victoria en victoria! ¡Amén!

III. LA MISERICORDIA DE DIOS ES PARA TODOS ( V. 14)


Hubo un milagro colectivo. Jesús les sanó en la distancia. Después
de mucho tiempo ahora esos cuerpos no hedían. Las ropas andra-
josas fueron cambiadas por ropas limpias y lavadas, propia de un
cuerpo nuevo. Jesús trajo sanidad a esos cuerpos casi podridos. Y
es que así es la obra del Señor. Nada como su poder para sanar al
enfermo y al despreciado. Estos hombres clamaron por misericor-
dia y les fue dada, y en abundancia.

Fíjate que Jesús no ora por ellos. Jesús no les pone algo sobre
su piel. Jesús no los toca como en el caso del leproso en Lucas
capítulo 5. Apreciados, cuán importante es esto. Dios trabaja de
maneras diversas con las personas. Su fin es el mismo pero sus
métodos son distintos.

Jesús es soberano y él hace su voluntad sobre nosotros de la ma-


nera que él vea conveniente. ¿Por qué? ¿Por qué Jesús hizo esto
de esa manera? Algunas razones:

(1) Para que ellos ejerzan su fe, no en los medios/hombres sino


para que pongan su fe en Jesús. (2) Para probar su fe. Fíjate que
Jesús les dice que obedezcan a sus palabras: “Id, mostraos a los
sacerdotes.” Cuando una persona tenía lepra, era el sacerdote
quien lo declaraba leproso e inmundo, y el enfermo de lepra solo
podía volverse a presentar ante el sacerdote cuando había sido
sana, para que después de un largo proceso de purificación pueda

39
ser reinsertado a la sociedad y a la vida religiosa (3) Obediencia:
Les pide obediencia antes de que ellos sean sanados. ¿Por qué?
Para probar su fe. Obediencia a las palabras de Jesús era una
prueba de caminar por fe y no, no a la deriba ¿Necesitaban ellos
ver para poder obedecer? No. ¿Necesitaban ellos estar sanos pri-
mero para luego obedecer? No.

Dios pide de nosotros absoluta confianza a sus Palabras aun antes


de que Él nos dé lo que le pedimos. “…Y aconteció que mientras
iban, fueron limpios”, es decir, cuando ellos decidieron caminar
con fe, fue cuando experimentaron el milagro de Dios en sus pro-
pios cuerpos físicos.

Aplicación:
Hoy Jesús extiende su misericordia para todos. Cualquiera sea
tu situación camina con fe, cree que el Jesús tiene el poder para
sanarte, para salvarte, para perdonarte, para restaurar tu hogar,
para librarte de tus enemigos.
Camina con fe, aunque tus ojos sigan viendo la lepra del pecado
que nos asedia; Camina con fe, aunque tus ojos y tu lógica diga
que nada ha cambiado; Abre la puerta de tu corazón y acepta a Je-
sús como tu único salvador personal, da una oportunidad a Jesús
para que cambie tu vida y seas transformado por su misericordia y
obtengas su gracia restauradora.

Tan pronto fueron sanados uno de ellos regresó a Jesús y le ado-


ró. Solo uno de ellos demostró gratitud a Jesús. A veces decimos
“Señor cuando hagas el milagro entonces yo te serviré”. Pero Dios
nos llama a confiar plenamente en El aun antes de que El nos con-
ceda las peticiones de nuestro corazón. su misericordia alcanza a
la magnitud de nuestras adversidades y sobrepasa la magnitud de
nuestro pecado.

¿Te gustaría que la Gracia y la Misericordia de Dios alcance tu vida


y la de tu familia? Abre a tu corazón a Jesús y no te resistas al lla-
mado divino.

IV. LA GRATITUD Y LA SALVACIÓN (V.15-16)


El relato nos muestra que solo uno tuvo un corazón agradecido
por el milagro producido en su vida, noto que había un cambio en

40
su cuerpo. Sin duda con corazón agradecido no duda de exaltar
y glorificar a Dios: “Entonces uno de ellos, viendo que había sido
sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en
tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano”.

Lo interesante del caso no es solo eso sino también quién es la per-


sona que ha sido salvada. Él es un extranjero, era un samaritano.
Los otros nueve eran judíos. Para los judíos los samaritanos eran
una raza indigna. El relato nos muestra que Dios está dispuesto a
perdonarnos y dar sanidad a los que claman sin importar nuestra
cultura, raza, país de origen… En esta historia queda demostrado
que no siempre los hombres sanados, son hombres salvados y
agradecidos. Al único que Jesús le dijo “tu fe te ha salvado” fue al
despreciado samaritano.

La historia de estos hombres toma un giro muy triste. ¿Por qué?


Aquellos diez leprosos que un día gritaron y clamaron con desespe-
ración: ¡Jesús Maestro, ten misericordia de nosotros! habían sido
escuchados y atendidos por el Gran Maestro, y ahora se encontra-
ban sanos los diez. Pero de los diez, solo uno regresó a adorar y
agradecer por su sanidad. Jesús dijo: ¡No son diez los que fueron
limpiados? Y los nueve, ¿Dónde están? Los nueve, una vez que
fueron sanos se olvidaron de quien fue que los sanó. Ellos bien
representan a los hombres que buscan a Dios por interés, solo
cuando se encuentran en problemas, en enfermedad, en crisis,
etc. Es en esos momentos donde claman: ¡Señor ayúdame, sána-
me, sácame de este problema! pero cuando las cosas van mejor
se olvidan de aquel que obró para bien en sus vidas y solo se vuel-
ven a acordar cuando necesitan un nuevo favor.

Pero de estos diez hubo un uno (Samaritano), que no se fue tras la


bendición, sino tras el Dios de la bendición. Este hombre regresó y se
postró con rostro en tierra agradeciéndole al maestro por su sanidad
¡Gracias Señor! ¡Gracias porque no tenía esperanza, y ahora la tengo
nuevamente!, ¡te seguiré donde sea que vayas!, ¡haré lo que me pi-
das! ¡No quiero vivir ni un solo momento apartado de tu presencia!

Imagínate a este hombre apareciéndose en todos los lugares don-


de Jesús enseñó; Cada vez que cristo estaba enseñando a la orilla

41
del mar o en un monte, allí se sentaba el que había sido leproso
gritando en alta voz: ¡Te amo Jesús!

Aplicación:
Cuando expresamos nuestro agradecimiento a Dios, suceden co-
sas maravillosas en nuestra vida y de aquellos que nos rodean, 1
Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad gracias en todo, porque esta es
la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Cuando
somos agradecidos hacemos la voluntad de Dios. Debemos dar-
le gracias en todo, cuando nos enfermamos, cuando se pierde el
dinero, cuando algo pasa en nuestra vida. Tener la seguridad que
Jesús es nuestra única seguridad de Salvación.

Los nueve tuvieron una experiencia con Dios, pero no le conocie-


ron; más este Samaritano, regresó para agradecerle y adorarle; y
su vida nunca volvió a ser la misma.
Te gustaría decirle al Señor gracias por tu sostuviste mi vida y la
vida de mi familia en esta pandemia del COVID 19, quizá no fue fá-
cil para nosotros, perdimos seres queridos, perdimos empleo, etc.
sin embargo hemos visto la mano de Dios en nuestras vidas por-
que nunca nos faltó el alimento materia, es porque Dios nos sos-
tuvo con su mano poderosa… Hoy aún estamos vivos y podemos
decir que somos los sobrevivientes del COVID 19; por ello necesi-
tamos ejercer nuestra fe en Jesús y tener un corazón agradecido
por su misericordia y todo que hace por ti.

CONCLUSIÓN
Cada uno de nosotros medite en la horrible enfermedad que es el pe-
cado y sus consecuencias. La lepra del pecado (vicios) nos separa de
Dios y nuestros seres que amomos y solo en Jesús podemos encon-
trar esperanza en medio del dolor, angustia, debemos levantarnos y
reconocer lo poderoso que es Jesús y aceptarlo como nuestro único
Salvador personal.

Debemos tener un corazón agradecido y obediente a la Palabra de


Dios. Los hombres buscan los milagros, pero no están dispuestos a
cargar su cruz, muchos solo quieren los beneficios de Dios, pero no
están dispuestos a seguirle. No vayamos en busca de un milagro, sino
busquemos al Señor que hace los milagros.

42
Te gustaría seguir a Jesús no solo cuando necesitas un milagro de Él,
sino en todo tiempo y en todo momento.

Llamado:
Hoy quiero invitarte a que seas parte de aquellos que no buscan a Dios
solo por conveniencia, sino de aquellos que le siguen pase lo que pase,
venga lo que venga. Jesús dijo: Venid a mí todos los que estáis trabaja-
dos y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28)

TE invito a que te pongas de pie si crees que Jesús es poderoso para


hacer milagros y deseas tener un corazón agradecidos por todo lo que
El hizo, hace y hará. ¡Oremos!1

Pr. César A. Crespin Layza


Pastor distrital
Misión Peruana Central Sur

1 Sermón elaborado en base las iguientes fuentes: https://iglesia-cristiana.com/


por-que-razon-cada-pequena-cosa-que-descubriste-sobre-lucas-17-11-19-no-es-
acertado-y-lo-que-deberias-saber/, http://www.jesuseslaverdad.org/sermon/tag/
Sermones+de+Acci%C3%B3n+de+Gracias/

43
JULIO

¿QUIÉN DECÍS
QUE SOY?

“Él les preguntó: Y vosotros ¿Quién decís que soy yo?


Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tu eres el Cristo,
el hijo del Dios viviente” (Mateo 16: 15, 16).

El texto: Mateo 16: 13 – 20.

INTRODUCCIÓN:
A pesar del inmenso sufrimiento que implicaba la redención del hom-
bre, Cristo puso a un lado su corona y su manto real para revestir su
divinidad con nuestra humanidad y así poder para pagar el precio del
pecado.
El gozo de la salvación del hombre fue más grande que el peso del
oprobio y la cruz.
El sufrimiento que Cristo enfrentaría antes de la cruz, estaba velado
para sus discípulos que albergaban una falsa esperanza de un reinado
terrenal, y gozo mundanal.
Y en vista que su presencia entre sus discípulos, pronto les sería arre-
batado y se quedarían solos para afrontar el odio, el menosprecio y la
persecución en el cumplimiento de la gran comisión (Mat 28: 18 - 20),
Cristo conduce a sus discípulos a la región de Cesarea de Filipo (Mat
16: 13), lejos de la influencia judía donde prevalecía la idolatría a fin de
instruirlos plenamente y hablarles de los sufrimientos que los aguarda-
ban. Ya que “le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho a manos
de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser
muerto, y resucitar al tercer día” (Mat 16: 21).
Sin embargo, antes de manifestarles los sufrimientos futuros que en-
frentarían, les da la oportunidad de confesar su fe en él, a través de
una interrogante ¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?
(Mat. 16: 13).

Propósito del mensaje:


Comprender que la confesión de quien es Cristo en nuestra vida nos

44
capacita para enfrentar las dificultades en medio del cumplimiento de
la misión.

I. LO QUE DICE LA GENTE (v.13).
“¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?”
• La pregunta de Cristo no tiene el propósito de descubrir el con-
cepto que la gente tiene, él sabe lo que la gente cree acerca de él,
ya que no hay nada que este velado u oculto para él (Jn 2: 25).
• A menudo como hombres prestamos poca importancia al con-
cepto que la gente tiene de nosotros, sin embargo, a veces es
necesario conocer lo que la gente cree de nosotros, no para
ensalzarnos, sino para percatarnos de los defectos que no al-
canzamos ver nosotros mismos.
• Frente a la pregunta de Cristo, los discípulos presentaron cua-
tro opiniones que habían oído de la gente: “unos Juan el Bau-
tista; otros Elías; y otros Jeremías, o alguno de los profetas”
(Mat 16: 14).
• Sin duda la repuesta muestra el alto concepto que la gente
tenía de Cristo. A pesar de todas las evidencias, ignoraban la
verdadera personalidad de Jesús.
• La gente al ver los milagros de Cristo, lo consideraban como
un ser muy especial, estaban listos para aceptarlo como un
profeta, pero no creían que fuese el “mesías”, “el ungido” que
significa “Cristo” (Jn 1: 41; 4: 25).
• El mesías, era un título del esperado rey y libertador de Israel
(Dan 9: 25, 26).
• Si Cristo solo hubiera sido un “maestro venido de Dios” (Jn 3:
2), como lo llama Nicodemo. O como uno de los antiguos pro-
fetas resucitados de entre los muertos, su muerte no habría
tenido más importancia que la de cualquier hombre bueno.
Su muerte serviría de ejemplo humano, pero no para para la
redención de la humanidad.

Aplicación:
Hoy en el mundo hay muchas personas que están convencidos
que Jesús era un ser extraordinario por los milagros que hacía,
pero no lo aceptan como el Mesías.
El mundo quiere gozar de los milagros de Cristo, pero no quieren
experimentar el mayor milagro de la transformación. El mundo
quiere disfrutar del perdón y la gracia, pero no están dispuesto a

45
abandonar el pecado que la aparta de la gracia. El mundo recono-
ce la grandeza de Cristo, pero pocos rinden ante su grandeza.

II. LO QUE DICEN USTEDES (v.15).


“y vosotros. ¿Quién decís que soy yo?”
• Ante la respuesta de los hombres, Cristo dirige su pregunta
hacia sus discípulos y les pide que expresen su propia opinión.
• Cristo desea que los discípulos expresen su fe, y aunque no
comprendían perfectamente la naturaleza de Jesús, Pedro por
revelación del Espíritu Santo respondiendo por todos ellos dijo:
Tú eres el “Cristo” (v. 16).
• Este título, “el Cristo”, reconocía que Jesús es el ungido por
Dios para reinar sobre el universo y el corazón de todos los que
lo acepten como salvador.
• La respuesta de Pedro llegaría a tener una comprensión ple-
na después de la resurrección de Cristo en el camino hacia
Emaús (Lc 24: 25 - 36).
• Era necesario que los discípulos comprendieran la verdad fun-
damental de la naturaleza y la misión de Cristo, de otro modo
¿cómo lograrían que otros creyeran en la salvación que Cristo
nos imparte a través de su sacrificio? ¿Cómo se enfrentarían a
los ataques de Satanás sin perder la fe?
• La fortaleza humana, no es suficiente a la hora de enfrentar las
batallas de la fe, porque “No con ejército, ni con fuerza, sino
con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac 4: 6).
• Nada es más poderoso que el testimonio de un alma conven-
cida, convertida y activa en la testificación, y eso debía comen-
zar por sus propios discípulos.

¿Quién decís que soy yo?


• Ningún discípulo de cristo está ajeno a esta pregunta porque
nos conduce al reconocimiento de lo que representa Cristo
para nosotros y nos capacita para la hora en el que nuestra fe
será probada.
• Cristo mencionó que el precio para seguirlo es “negarse a sí
mismo y tomar la cruz” (Mat 16: 24), es decir que los intereses
de Dios deben ocupar el primer lugar en nuestra vida y estar
dispuestos a morir por su causa si fuera necesario.
• El apóstol Juan en el libro de Apocalipsis 13 ve la crisis final
que enfrentará el pueblo de Dios, donde por causa de la fe, no

46
se podrá “comprar ni vender”, y aún mayor, desaparecerán los
derechos humanos a través de un “decreto de muerte” para
los fieles que se mantengan firmes en la verdadera adoración
(v. 14 - 17).
• Comprender verdaderamente quién es cristo, y la recompensa
que está preparando para nosotros, hace que todo sufrimiento
sea minimizado y nos gocemos en las tribulaciones con espe-
ranza.

Aplicación:
A veces el Señor nos tiene que conducir de manera figurada a la re-
gión de Cesárea de Filipo para preguntarnos ¿Quién soy yo en tu vida?
No basta ser un creyente o participar de los programas de la igle-
sia para declarar “Tú eres el Cristo” “Tu eres mi salvador” Solo la
obra del Espíritu Santo en nuestra vida puede conducirnos a esta
gran declaración.
En medio de las crisis, ya sean por la indiferencia humana, las
enfermedades, la vejez o la persecución solo Cristo puede colocar
el bálsamo que alivia nuestros dolores y nos fortalezca en la espe-
ranza de una vida mejor.

III. LO QUE DICE EL SEÑOR (v.17).


“Bien aventurado eres, Simón, Hijo de Jonás”
• La declaración de Pedro “Tú eres el Cristo”, son también el
fundamento de la fe de la iglesia. Y por su declaración Cristo
se pronunció sobre él diciendo: “Bien aventurado eres Simón
hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
padre que está en los cielos” (Mat 16: 17).
• Y continúo “yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta
roca edificare mi iglesia y las puertas del Hades no prevalece-
rán” (v. 18).
• Aunque la expresión “esta roca” ha conducido a la interpre-
tación de que Pedro fue elegido para ser el fundamento de la
iglesia y de ahí la creencia católica de que Pedro es el primer
Papa.
• El contexto del texto nos ayuda a identificar quien es “esta
roca”. Siglos antes Moisés había señalado a “la roca” para
mencionar a Jehová (Dt 32: 4, 18). El salmista David en su
alabanza dice que Dios es “su roca” y su salvación (Sal 62: 5, 6).
Isaías escribió: “Por tanto, Jehová el Señor dice así: he aquí que

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he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra proba-
da, angular y preciosa, de cimiento estable” (Isa 28: 16).
• En el Nuevo Testamento el apóstol Pablo declara que el “fun-
damento” de la iglesia es Cristo (1 Cor 3: 11), “los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mis-
mo” (Efe 2: 20). Pedro mismo escribiendo por inspiración apli-
ca la profecía de Isaías a Cristo como la “roca” (1 Ped 2: 4, 6).
• Gracias a la victoria de Cristo “las puertas del hades” (Mat 16:
18), no tienen poder sobre la iglesia de Cristo, ya que las “pa-
labras de Cristo” son la “llave del reino de los cielos” (v. 19).
• Cristo nos dice a través de su palabra que nuestra esperanza
es segura y aunque por causa del pecado tengamos que parti-
cipar de la muerte, su promesa es: “Yo soy la resurrección y la
vida; el que cree en mí, aunque este muerto vivirá y todo aquel
que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Jn 11: 2, 26).

Aplicación:
No hay mayor ancla que la que Cristo puso en este mundo “su igle-
sia”, a través del cual imparte la multitud de sus riquezas y está
conduciendo a su pueblo a una salvación segura.

CONCLUSIÓN:
Cuando se habla de la salvación, Cristo no desea conocer las opinio-
nes o las experiencias de otras personas.
El desea conocer tu experiencia, lo que Él representa en tu vida, y cuan
dispuesto estas en declarar “tú eres mi Cristo”
Al final, nuestra declaración, revela el tipo de fe que hay en nuestro
corazón.

Llamado:
Te gustaría decir hoy, Señor, ¿ayúdame a reconocerte como “mi Cristo”
“mi Señor” y “mi salvador?” quiero llenarme de tus palabras y aferrar-
me a tus promesas. Y si aún no has entregado tu vida a Jesús, Él te
dice quiero ser tu salvador. ¿Te gustaría? Si esa es tu decisión, ponte
de pie que quiero orar por ti.

Pr. Enoc Ruiz Ginez


Pastor distrital
Misión del Oriente Peruano

48
AGOSTO

¿CREES ESTO?

“Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente


¿Crees esto?” (Juan 11:26)

El texto: Juan 11:1-27

INTRODUCCIÓN:
Recuerdas cuándo fue la última vez que alguien te dijo ¿me crees? O
quizá a alguien que te haya dicho te prometo esta vez sí lo hago ¿con-
fías en mí? Sabes, cuando era niño de aproximadamente seis años de
edad, mi madre solía salir hacer compra al mercado en el transcurso
de la mañana, y antes de salir de casa me decía papito ordenas tu
cuarto y barres toda la casa, si haces eso te traeré rosquitas. Aquellas
rosquitas eran hechas de almidón de yuca y eran las más ricas para
mí, era capaz de hacer lo que fuere por saborearlas, así que yo decía
a mama, está bien mamá voy a dejar todo ordenado y limpio, cuando
ella ponía un pie fuera de la casa yo corría con desesperación y orde-
naba mi cuarto, agarraba la escoba y barría todo para poder saborear
aquellas rosquillas que traería mamá, incluso hacía más de lo que me
habían pedido. Una vez terminada mis labores me sentaba frente al te-
levisor a ver caricaturas de los años 95. Cuando mamá llegaba a casa
empezaba a revisar cada rincón de la casa para ver si cumplí con mis
obligaciones y después de dar un breve recorrido me entregaba el pre-
mio deseado, las rosquitas. Era uno de los años más hermosos de mi
vida junto a mamá, aprendí que para recibir hay que creer y el creer me
llevaba a la acción, además que mamá siempre cumplía su promesa.

El relato bíblico para el estudio de hoy también nos hace una pregunta
basado en algo que está fuera de nuestra lógica humana, porque para
el ser humano es fácil creer en algo que se ve, mas no en algo que no
se ve o es poco usual.

49
Hoy veremos la historia de un hombre llamado Lázaro,
“Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea
de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba
enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies
con sus cabellos.) Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús:
Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta
enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que
el Hijo de Dios sea glorificado por ella” Juan 11:1-4

Propósito del mensaje:


El propósito del mensaje en esta noche es Creer que tenemos tu Dios
personal que siempre está presto a socorrernos.

I. JESÚS BUSCA (v.2,3).


El texto muestra que la historia comienza con tres hermanos (Mar-
ta, María y Lázaro). de acuerdo al relato Bíblico ellos vivían en Be-
tania, una aldea que quedaba al pie del monte de los olivos, y
estaba aproximadamente a tres kilómetros de Jerusalén

Betania fue una ciudad muy concurrida por Jesús, por ejemplo:
de Betania Jesús partió para hacer su entrada triunfal, fue desde
Betania que el señor ascendió al cielo (Lc 24:50) Betania es el lu-
gar donde emerge toda la humanidad de Cristo y cerca de Betania
también será en un lugar donde en el tiempo del fin se producirá
la venida de Jesucristo. Era ahí en Betania donde Jesús tenía a su
amigo que estaba muy enfermo.

a. Dios transforma los problemas en oportunidades. - (v.3,4). Dios


Siempre tiene un propósito en todo lo que nos Ocurre, en al-
gunas ocasiones el permite que lleguen las enfermedades o
cualquier otra dificultad a nuestras vidas con el fin de hacer-
nos crecer espiritualmente, es en el Crisol de la aflicción don-
de Dios actúa y como metales nos da una nueva forma. En el
caso de la enfermedad de Lazaron podemos ver que su enfer-
medad los hace acercarse a Jesús, se vieron forzados a acudir
a Él por pronto socorro, la pregunta es ¿Cuándo tú buscas a
Jesús? (Is 55:6)

b. Dios siempre te busca. - (v.7,8). Desde el principio de la crea-


ción Dios busca al ser humano. La palabra de Dios Menciona

50
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se
había perdido”. (Lc 19:10). Jesús decidió ir a Judea en busca
de Lázaro pese al peligro que podría correr, el no dudo en nin-
gún momento poner su vida en peligro, porque cuando Jesús
busca a él bien de sus hijos lo hace sin medida, sabe que tiene
un alto costo personal. (Jn 3:16)

c. El tiempo de Dios es perfecto. - (v.9,10). De acuerdo al relato Bí-


blico Jesús pudo haber ido en ese mismo instante y curar a
su amigo, mas no era el momento, Dios tenía un plan muy
especial para ellos, pero los discípulos no podían comprender.
Los tiempos de Dios no son como nuestros tiempos, nosotros
vemos lo finito mientras que Dios ve más allá de lo finito, solo
espera en Jehová.

Aplicación:
¿Quién busco Primero? Dios siempre busca. La Biblia es un libro
de llamado y búsqueda constante. Pero sabes, Dios no solo te bus-
ca a ti, El busca a toda tu familia, tus amigos, vecinos y compañe-
ros de trabajo. Nunca pierdas la calma, tú también debes respon-
der a esa búsqueda, Él está esperándote con los brazos abiertos.
No sigas buscando a personas para ser feliz o encontrar ayuda,
busca a Dios porque es el único te dará la victoria en medio de los
problemas.

II. EL RECLAMO DE MARTA Y EL INICIO DE SU FE (v.21,22).


Para este momento el relato Bíblico muestra que lázaro ya había
muerto hace cuatro días y que su cuerpo estaba hediendo, es
más, muchos de los judíos habían ido a consolar a María y Marta.
Es en este momento cuando aflora los rasgos de su carácter, im-
pulsiva, enérgica e inclinada a los deberes prácticos, por otro lado,
María que era contemplativa y meditabunda y con mucho amor se
queda en casa con sentimientos encontrados por lo sucedido con
su hermano. Ellas pensaban que era tarde para recibir la ayuda de
Jesús, sin embargo, Cristo tenía una lección para ellas

a. Jesús nunca Llega tarde. – Al contrario, la fe de los discípulos en


Jesús como el hijo de Dios seria robustecida con el milagro cul-
minante de su ministerio, la demora tenía un propósito conocido
por Jesús. (Sal 18:30) si Jesús permitía que lázaro cayera bajo el

51
dominio de la muerte le iba ser posible demostrar su divinidad
dando una prueba irrefutable (Is 55:8,9). Es necesario que reco-
nozcas a Cristo más de cerca, cada mañana, cada día.

b. Su sufrimiento era pasajero porque Cristo no había llegado a su vida”.


– ¿Jesús llego a tu vida? Aún más ¿permitiste que Jesús en-
tre en tu vida?, si no lo hiciste aún tienes oportunidad, Jesús
nunca llega tarde (Ap 3:20) Marta y María sufrieron porque
se sentían lejos de Jesús, poco después de reclamar el por
qué no había llegado cuando ellas esperaban, empieza a re-
cordar que Jesús podía realizar milagros y es ahí el inicio de
un acontecimiento muy grande que estaba por acontecer. Si tú
quieres ser partícipe de un acontecimiento grande, tienes que
empezar a ejercer tu fe y respóndete esta preguntan ¿Quién
es Jesús en mi vida? Dios Actuara de acuerdo a como tú lo
permitas actuar y tú le permitirás actuar de acuerdo a como
veas a Dios en tu vida.

Ilustración:
Mi papá fue madero por mucho tiempo, es así como yo aprendo a
trabajar con la madera. Desde los ocho años me gustaba la car-
pintería, lo veía como un deporte mas no como un trabajo, pero
cierto día mientras lijaba un mueble de madera se acerca papá y
me dice; es el momento que aprendas a fabricar muebles, toma
esta es la madera que usaras para fabricar una cómoda, yo agarré
la madera y era la peor madera que hubiera escogido para fabri-
car muebles, era dura, contra hebra, pesada y vidriosa. Recuerdo
que aquel día renegué y protesté contra la decisión de mi papá, le
dije; ¿porque con esa madera? si hay otras maderas más bonitas,
suaves, livianas y de mejor acabo, mi papá me miro y me dijo, los
mejores muebles fueron fabricados por personas que ganaron ex-
periencia, en esta madera dura ganaras experiencia y aprenderás
a trabajar mejor, y si con esa madera fabricas bonitos muebles,
entonces estarás preparado para darte la madera más fina. Sabes
me quede callado sin comprender

Aplicación:
De la misma manera Jesús tenía un plan con Lázaro y sus herma-
nas, Jesús no llego tarde, solo esperaba el momento indicado para
actuar. Las mejores obras de arte no fueron hechas sin pasar un

52
proceso fuerte de preparación, de la misma manera Tu y yo en las
manos de Dios tenemos que ser pulidos drásticamente para ser
obras de arte hermoso a los ojos de Dios. No reclames porque
cuando el proceso termine comprenderás que fue lo mejor.

III. JESÚS ES LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA (v.25,26).


“Jesús Dijo Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aun-
que este muerto vivirá” (Jn 11:25)
La frase “yo soy” es tan explícito en el griego como en el castellano
y tiene tres maneras de usarse.

1. Identificación propia a nivel humano (Jn 11:35) Jesús tuvo ham-


bre, sed, cansancio incluso lo veremos a Jesús llorando, eso indi-
ca que el “Yo soy” también se identificó con los seres humanos
2. Con metáforas que apuntan hacia la vida espiritual que Ofrece
Cristo (Jn 15:5) estando unidos espiritualmente a Cristo podre-
mos llevar frutos espirituales visibles a la vista humana.
3. Como aspecto directo de su deidad (Jn 1:3) podemos encon-
trar evidencias que Juan habla de Jesús Como el Dios que creo
todo cuanto existe y sin el nada de lo hay existiría.

Jesús usa esta expresión en un momento de profundo dolor con la


finalidad de dar gran consuelo, en otras palabras, le dice; Marta yo
soy el Dios que da vida, en mi reside el poder de dar resurrección
y vida espiritual, una vida que inicia hoy y se extiende hasta la
eternidad. Para Cristo, la muerte no es como lo ve la mayoría de
las personas, para Cristo la muerte es solo un descanso, un sueño
profundo. No temas La vida que Cristo nos da es una vida que
nunca tiene fin.

Sin embargo, muchas veces sentimos que la vida se nos va, ¿sa-
bes por qué? Porque no quieres “creer”, Jesús le Dijo a Marta que
esa vida lo recibirá solamente aquellos que creen en Él. Creer en
Jesús no es solo decir de boca para fuera creo, creer en Jesús es
una condición indispensable para recibir la vida eterna (Jn 3:36)
es una fe que te llevara a actuar.

Aplicación:
En el contexto de la carpintería, es más fácil fabricar un Mueble
que rapar uno que está deteriorado. Dios podría haber hecho lo

53
mismo y ahorrarse el trabajo, Dios tiene el poder de hablar y crear
un nuevo ser, pero no, Dios envió a su hijo unigénito para morir
por nuestros pecados. Dios tomo la decisión más difícil y sufriente
porque eres su hijo a quien ama con un amor inagotable. Dios
tomo la decisión restaurar el carácter de Cristo en nuestras vidas,
recuerda Dios quiere ser Tu Dios personal, ve a Él.

IV. CONFESIÓN DE LA FE DE MARTA (v. 27).


Finalmente, Marta expresa “yo he creído” la forma verbal griega
sugiere que Marta tiene una fe constante y sincera en Jesús es
una fe activa, y finaliza reafirmando su fe en Jesús como el Mesías

a. Tu eres el cristo (Mt 1:1)


b. El hijo de Dios (Lc 1:35)
c. El que viene al mundo (Mt 11:3; Jn 9:39)

Aplicación:
¿Dónde estás tú? Dios siempre busca. La Biblia es un libro de lla-
mado y búsqueda constante. Desde el Génesis al Apocalipsis Dios
siempre busca. Te busca y te llama. Hoy puedes tener la seguridad
de que Dios te está buscando y llamando. Está esperándote con
los brazos abiertos. No vagues más por esta vida sin esperanza.
Ven hoy a Jesús.

CONCLUSIÓN:
¿Cuántas veces te fallaron? ¿cuántas veces sentiste que las cosas no
tenían solución? ¿Cuántas veces te costó creer en Dios?

Un día Lázaro cayo gravemente enfermo, sus hermanas enviaron por


Jesús para que venga a socorrerlo, pensaban que Él los podía ayudar
en ese mismo momento, Mas Jesús vio que la enfermedad de lázaro
no sería para sufrimiento si no para la gloria de Dios. Esperando que
sea el momento indicado guardo silencio, mientras las hermanas de
lázaro pensaban que ya no había solución porque Jesús no llegaba y
su hermano empeoraba. Solo sufrían por la pérdida irreparable, una
perdida que para la humanidad no hay solución, pero cuando llego la
hora indicada por Dios, Jesús se precipitó a ellas y les enseño que, si Él
no había llegado a su hogar y no había obrado en sus vidas, las cosas
no estaban dichas aún, les enseño que debían ejercer su fe puesta
en Dios. En medio de la zozobra el rasgo de la personalidad de Marta

54
salió a flote, estaban resignadas a aceptar lo que le había ocurrido a
Lázaro. Mas Jesús tuvo que llevar a Marta a reconocer quien era el en
su vida. Al creer y aceptar que Jesús era el hijo de Dios que vino a este
mundo para dar vida entonces era el inicio de un acontecimiento que
devolvió la esperanza y reafirmo su fe en Dios

Quizá te encuentres en este momento sin saber si tus problemas tie-


nen solución, posiblemente estés pensando que Dios se olvidó de ti,
recuerda, Dios nunca se olvida de sus hijos, el problema por el cual
atraviesas en este momento es para la gloria de Dios, porque mien-
tras más grande sea tu problema Dios siempre será más grande que
tu problema, Dios nunca llega tarde, Dios siempre está en el tiempo
perfecto, es más, siempre estuvo a tu lado, solo está moldeándote y
librando la neblina densa que no te permite verlo y creer en Él, Tienes
que Creer y aceptar a Cristo como tu salvador, En esta noche Dios te
pregunta ¿Crees esto? Recuerda si deseas que Dios obre en tu vida
solo debes creer en Dios y disfruta de las bendiciones y las victorias
que Dios tiene para ti.

Llamado:
Este es el momento cuando debes dejar de depositar tu confianza en
las personas, y debes empezar a Creer y confiar en Dios, quizá vinis-
te esta noche a la iglesia porque creíste en lo que te dijo tu amigo
o porque pensaste que encontrarías una respuesta a tus problemas.
Sabes, no te has equivocado, Dios quiere darte la solución, Dios quiere
ayudarte Dios quiere obrar un milagro en tu vida, solo debes aceptar a
Cristo en tu corazón, ven, así como estas y respóndele, Señor mi Dios.
Creo en ti.

¿Aceptas creer en Dios?

Oremos.

Pr. Cristian Carrera Mendieta


Pastor distrital
Misión del Oriente Peruano

55
SETIEMBRE

¿QUIERES
SER SANO?

Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba


ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Vv. 6

Texto: Juan 5:1-9

INTRODUCCIÓN:
Harry es el enfermo perfecto, tiene síntomas de 26 enfermedades car-
diovasculares, se ha sometido a todos los exámenes y revisiones que
los médicos le hagan y nunca se queja. Harry pesa 400 kilos y cuesta
600 mil dólares. En realidad, se trata de un robot ideado por un doctor
de una universidad y es usado para que los estudiantes de medicina
hagan sus estudios y prácticas. Si pensamos en la raza humana po-
dríamos decir que es el enfermo perfecto, porque el ser humano tiene
todas las enfermedades. La raza humana está enferma de odio, de
resentimiento, de adulterio, de violencia, de inseguridad etc.

Por eso hoy quiero preguntarte; ¿Alguno de ustedes estuvo enfermo


un día? ¿Alguno de ustedes estuvo enfermo una semana? ¿Alguno de
ustedes estuvo enfermo un mes? ¿Alguno de ustedes estuvo enfermo
un año? Ahora imagínate estar enfermo durante 38 años de tu vida,
¿soportarías tantos años hospitalizado sin poder trabajar o hacer lo
que más te gusta? Ahora mira con atención, Jesús, después de su visi-
ta a Galilea y de sanar al hijo del noble funcionario, el apóstol Juan nos
transfiere nuevamente a Jerusalén, al tiempo de una fiesta judía, para
presenciar el tercer milagro de este evangelio. Mateo, Marcos y Lucas
no narraron la curación del paralítico de Betesda y solo Juan narra este
milagro de amor.

¿Cuántas veces has escuchado esta historia en tu vida? Talvez, ciento


de veces, o talvez miles. Pero, ¿Cuántas veces te has sentado a anali-
zar la enseñanza de esta historia? Esto no era una parábola que Jesús
contó, fue algo real que ocurrió en Jerusalén.

56
Hoy veremos de como Jesús rompe las costumbres y las tradiciones
judaicas y cura a un paralitico que estuvo 38 años enfermo, esta es
una historia de amor, perdón y misericordia.

Propósito del mensaje


El propósito del mensaje es: Entender que en la vida muchas veces es-
tamos estancados en un estanque, que en el momento menos espera-
do Jesús puede llegar a tu vida para sanar tus heridas y curar tu dolor.

I. El estaque de Bethesda: “Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta


de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual
tiene cinco pórticos. Vv. 2”
El nombre de este estanque era Betesda, que significa “Casa de
Misericordia”. Tenía cinco pórticos. Donde se encontraban una
gran multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, todos ellos
estaban tratando de sanar sus enfermedades por medio de la fe
que habían creído ellos.

“Esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía


de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que pri-
mero descendía al estanque después del movimiento del agua,
quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.” (Deseado
de todas las gentes pg. 171)

Por todas partes se oían historias donde algunos habían recibido sa-
nidad por completo, y de alguna manera esta creencia había alcan-
zado a los judíos que creían que el estanque de Betesda tenía algo
milagroso. El hecho que este versículo aparezca aquí no significa que
realmente Dios mandaba un ángel para que esto sucediera, más bien
se trataba de supersticiones y creencias que la gente tenía, por otro
lado, los rabinos de Jerusalén nunca apoyarían tal creencia.

Desde aquel momento que se escribió esta historia, han pasado


más de 2000 años e increíblemente siguen existiendo personas
con este tipo de creencias religiosas, donde las personas visitan
lugares e ídolos que poseen la fama de realizar milagros, ignoran-
do que solamente Dios tiene el poder de sanar.

Aplicación
Si miras a tu alrededor puedes notar que hay muchas personas

57
que no conocen a Jesús mirar todo tipo de ídolos confiando que en
algún momento serán sanos, por otro lado, El estanque de Betes-
da parece compararse a los templos de hoy en día, podemos ver
en los templos personas desahuciados por la vida, enfermos en la
vida espiritual y esperan durante años por un mover sobrenatural
de Dios para su sanidad o para que los problemas se terminen en
su vida. Hoy quiero invitarte a no mirar algunos ídolos o algún lugar
que aparentemente tienen el poder para sanar, hoy puedas mirar
a Jesús, él puede sanarte en este mismo instante, ¿Quién quiere
mirar a Jesús? ¿Puedes levantar las manos ahí donde estas y pue-
des decir un amén?

II. Jesús busca al enfermo en el estanque: Y había allí un hombre que


hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Vv. 5
El estanque tenía cinco pórticos y fue por uno de estos pórticos,
que el Señor Jesús entró a este lugar. Podemos notar que: Es Jesús
quien entra a buscar al enfermo y no el enfermo busca a Jesús.
Cualquiera de los enfermos que estaban en ese lugar, pudo haber-
se dirigido a Jesús. Había ahí una multitud de personas necesita-
das, sin embargo, ninguno de ellos vio a Jesús. Pues una ceguera
había caído sobre estas personas en aquel estanque; ahí estaban
todos los enfermos, y también ahí estaba Jesús, quien podía sanar-
los, pero ninguno de ellos lo buscó. Sus ojos estaban puestos en el
agua, esperando que fuera agitada, estaban tan agobiados en sus
propios caminos, como en la actualidad hay mucha gente que pone
sus ojos en algún ídolo esperando un milagro sobre natural.

En el estanque de Betesda se encontraban muchos enfermos, cie-


gos, cojos y paralíticos, gente que no se podían valer por sí solo,
gente que necesitaba de la ayuda de alguien o algo para lograr su
propósito en la vida. Un enfermo, necesita que alguien le dé su me-
dicina o alimento, un ciego necesita ser guiado, un cojo necesita
de unas muletas para caminar, y un paralítico necesita de una silla
de ruedas para moverse.

Pero en medio de todos los enfermos Jesús encontró a este hom-


bre, Juan nos dice que el hombre estaba enfermo treinta y ocho
largos años, Jesús lo vio acostado, agobiado y abandonado y por
alguna razón Jesús eligió a este hombre entre la gran multitud de
enfermos. Jesús no estaba por conducir una cruzada de sanación

58
en el estanque de Betesda, pero sí estaba por sanar milagrosamen-
te la enfermedad de este hombre, un hombre enfermo que no tenía
esperanza, solo, desamparado y frustrado por su enfermedad.

Aplicación
En nuestra vida pasada fuimos como este hombre, no sabíamos
quién era realmente Jesús, y buscábamos la respuesta de nues-
tras necesidades en otros lugares, en lugares que nos han enfer-
mado mucho más, ignorando que Jesús puede cambiar nuestras
vidas. En el nombre de Dios hoy puedas entender que Jesús nunca
deja de buscar a los heridos y enfermos. Él nunca deja de buscar a
sus hijos con necesidades. ¿Tienes problemas en tu vida y buscas
resolver en otros lugares? hoy puedas reconocer a Jesús como tu
salvador, sanador, perdonador de tu pecado y él puede resolver
todos tus problemas. Hoy te está buscando y puede ir a cualquier
lugar hasta encontrarte ¿Quieres que Jesús te encuentre esta ma-
ñana? ¿Puedes decir un amen?

III. Una pregunta inesperada ¿Quieres ser sano? Y una excusa por de medio:
Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiem-
po así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Vv. 6
¿Quieres ser sano? Esta fue una pregunta sincera y algo extra-
ño para un enfermo. Parece algo absurdo e ilógico. Jesús sabía
que no todas las personas enfermas quieren ser sanadas, y que
algunas están tan desanimadas y alejan toda esperanza de ser
sanadas. El paralitico si quería ser sano, pero el Señor le hizo la
pregunta por dos motivos.

• En primer lugar, quería producir esperanza en el hombre. Su


situación era muy desesperante, y posiblemente la luz de la
esperanza se había alejado de su vida.
• En segundo lugar, y este era el motivo más importante, Jesús
quería que este hombre apartara sus ojos del estanque, Jesús
quería que le mirara a Él, que mirara fijamente a aquel que
podía cambiar su vida.

Jesús en su omnisciencia conocía a este hombre, y sabía su con-


dición y por eso se dirigió directamente a él, Jesús lidiaba con un
hombre, un hombre que podía tener su corazón tan marchito como
sus piernas. Por lo tanto, intentó edificar la fe de este hombre. Al

59
parecer el paralitico ignoraba quien era Jesús, porque de lo contra-
rio le hubiera rogado al mismo instante que lo sanara.

La única esperanza que el enfermo tenía en aquel momento era


introducirse en las aguas del estanque de misericordia, él espe-
raba ingresar primero al estanque cuando un ángel de Dios des-
cendiese y agitara el agua, e ingresar al primer movimiento. Si él
lograba entrar primero a las aguas en el momento indicado, seria
sanado. Este enfermo nunca se había fijado en nadie que se había
acercado a él. Nunca miró a ninguna otra parte, porque sus ojos
estaban fijos en el estanque, su esperanza estaba impregnada en
una simple creencia humana. De modo que, nuestro Señor le sor-
prendió con su pregunta ¿Quieres ser sano? Cuando el maestro le
hizo esta pregunta, que; si de veras quería ser sano, posiblemente
este hombre reaccionó con una mirada que expresaba sorpresa.
¿Quién haría una pregunta cómo esa? Posiblemente en su mente
su respuesta fue: “Claro que quiero ser sano” pero envés de dar
esa respuesta pone una excusa.

¿Cuántas cosas suceden en treinta y ocho años? Las esperanzas


ya se fueron, dejando vacío el corazón. A los treinta y ocho años ya
no se espera nada. Las fuerzas se agotaron ya hace rato.

Aplicación
Había visto agitarse el agua, pero nunca había podido pasar de la
orilla del estanque. Otros más fuertes que él se sumergían antes.
Su esfuerzo humano era lo único que tenía, y su ansiedad por ser
sano desilusionaba por completo, porque no había quien lo ayude.
(Ministerio de la curación pg. 53) y Ahora quiero dirigirme a ti, a ti
que no encuentras respuesta para tus problemas y estas enfermo
y no hay quien te ayude, quiero hacerte la misma pregunta que
Jesús hizo al paralitico ¿Quieres ser sano? Cual será tu repuesta,
Sabes, Jesús pudo haber sanado a todos los enfermos del estan-
que, pero Jesús escogió a un hombre de que hace 38 años estaba
enfermo, para Jesús no hay una enfermedad que no puede ser
sanada, no existe momento especial para sanar, él puede sanarte
en cualquier momento. Jesús en este momento te está buscando
para darte una vida mejor, para que tu estilo de vida cambie, Pero
antes de hacer ese milagro él te va preguntar ¿Quieres ser sano?
¿Cuál será tu respuesta? ¿Puedes levantar tu mano y decir al Se-
ñor lo que necesitas y lo que te falta?

60
IV. Lamentable respuesta & respuesta efectiva: Señor, le respondió el
enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agi-
ta el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que
yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante
aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de
reposo[a] aquel día. Vv. 7-9

Este pobre hombre enfermo, desesperado, impotente, sin casa ni


hogar y solitario, realmente quería ser sano; pero puso una excusa
diciendo: No hay nadie que me ayude para llegar al estanque, la
pregunta de Jesús fue directa y no era para dar una respuesta
explicando porque no se sanaba, posiblemente el paralitico en ese
momento trato de explicar: “El problema no es que yo este enfer-
mo, el problema es que no hay nadie que me meta en el agua”
¿Me meterás Tú en el estanque? talvez el enfermo pensó que el
hombre que le hablaba le ayudaría a descender al agua, ya que no
tenía a nadie, no tenía ayuda, estaba solo, sus hijos su esposa lo
habían abandonado. No había un ser cercano, ni menos un amigo
que le ayudase a entrar a las aguas. Él se valía por sus propios
medios en las condiciones que él se encontraba no podía entrar
solo a las aguas y ser sanado.

En medio de la tristeza y el dolor hay una respuesta de Jesús,


Cuando el paralitico le puso la excusa de que nadie le ayudaba, Je-
sús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. Algo que el hombre no
podía hacer. Estando paralizado era imposible que se levantara o
tomara su lecho o que caminara. En ese momento Jesús lo desafió
a creer en lo imposible, pidiendo que se levantara, cuando tenía
38 años de estar lisiado, 38 años sin mover su cuerpo. Entonces,
este hombre enfermo y sin esperanza fue obediente a la palabra
de Jesús, y no solo eso, sino que mostró empeño y esfuerzo para
obedecer la orden divina. De la misma manera hoy simplemente
tenemos que esforzamos y el resto lo hará nuestra fe. Aquel hom-
bre creyó, obedeció y se esforzó para ponerse de pie contra todo
pronóstico y fue sanado.

Lo que realmente sucedió fue lo siguiente: El Señor le sanó física-


mente en el estanque de Betesda, pero también, sanó su alma.
“Jesús no pide a este enfermo que ejerza su fe en él. Dice simple-
mente: “Levántate, toma tu lecho, y anda.” Pero la fe del hombre

61
se aferra a esa palabra. En cada nervio y músculo pulsa una nueva
vida, y se transmite a sus miembros inválidos una actividad sana.
Sin la menor duda, dedica su voluntad a obedecer a la orden de
Cristo, y todos sus músculos le responden. De un salto se pone de
pie, y encuentra que es un hombre activo” (Deseado de todas las
gentes pg. 172) El pecado había causado la enfermedad a aquel
hombre. Recibió primero un cuerpo sano, y luego un alma sana.
Este hombre realmente llegó a conocer a Jesús. Ahora sí le fue po-
sible decir quién era Jesús. Este paralítico esperaba y esperaba, vi-
gilando el agua, pero un día pasó por allí Jesús el Cordero de Dios,
y le vio. El hombre que no tenía fuerzas, se encontró con el hombre
omnipotente. Pero hay algo queda en la incógnita, es que, había
multitudes de personas en los cinco pórticos que se quedaron sin
ser sanadas. Y hoy en día, hay multitudes que no son salvas. ¿No
está Jesús dispuesto a salvarlas? Sí, pero lo que ocurre es que mu-
chos aún no han mirado a Jesús. Simplemente esperan, esperan
que algo suceda.

Aplicación
Posiblemente, el hombre podría haber dudado de las palabras de
Jesús, y haber perdido su única oportunidad de sanar. Pero creyó
la palabra de Cristo, y al obrar de acuerdo con ella recibió fuerza.
(Deseado de todas las gentes pg.172)

Él creyó en la palabra del Señor, actuó bajo la autoridad de ella y


encontró en su feliz experiencia que había recibido la bendición
que tanto anhelaba. Lo consiguió, no trabajando, esforzándose o
luchando, sino simplemente creyendo. Mientras todos siguieron la
costumbre de entrar en el estanque y quizás corriendo, empuján-
dose unos a otros para entrar antes que el otro; este hombre solo
creyó y confió en las palabras del Señor. El cambio que se produjo en
él fue repentino y completo: “algo inmediato, un hecho completo.”
La cura en sí misma era un misterio, pero la sanidad era un hecho
perfecto de Dios. Hoy el Señor quiere curar ese corazón roto, esa
vida que aparénteme no tiene sentido, solo tienes que creer en él y
obedecer lo que él te dice. Tu quisieras aceptar que Cristo te ayude
en todo lo que necesites. Levanta tu mano y di un fuerte amén.

Llamado y conclusión
Hoy vivimos en un mundo similar que el paralitico, rodeado por situa-

62
ciones difíciles, acostado en un estanque lleno de enfermos, como almas
sin salvación; paralítico (sin la posibilidad de moverse) y poder salir por
sus propios medios. Para las personas que están en pecado es imposible
romper las cadenas que las atan por sí mismas. Quisieran escapar de su
actual condición, pero no pueden, les falta poder. Tienen sus esperanzas
puestas en un estanque. En un estanque el agua no es limpia, por lo
general es maloliente y de seguro no sirve para el uso de los seres huma-
nos; pero eso es lo que tiene el mundo. Es necesario dejar el estanque y
dirigirse a la fuente de agua viva que salta para vida eterna.

Hoy quiero preguntarte: Como se llama el estanque donde estas estan-


cado por muchos años, tal vez pasas momentos difíciles que agobian
tu vida, pero día tras día sigues en el mismo lugar, hoy quiero decirte
que Dios tiene propósitos contigo, Él no te salvó para dejarte a medio
camino. Nuestro Dios tiene propósitos firmes para tu vida.

Él mismo Jesús que busco al paralitico en el estanque de Betesda,


ese mismo Jesús te está buscando en este día, él sabe cómo estas, el
conoce tu vida, conoce tu dolor y ese Jesús va ir directamente a tu vida
para hacer una pregunta ¿Quieres ser sano? Cual será tu respuesta o
como el paralitico pondrás excusas.

• Las Excusas son el refugio de los que no quieren asumir responsa-


bilidad en la vida.
• Las excusas son las mentiras con que queremos convencernos a
nosotros mismos para no hacer algo, o para evadir responsabilida-
des ante la vida
• Las Excusas han existido en la humanidad desde el inicio del ser
humano.

Jesús está pasando hoy por este lugar, que le vas a decir a Jesús, cual
será tu pedido, que es lo que necesitas, Por eso hoy quiero invitarte a
que puedas tomas una decisión en tu vida, la decisión de aceptar a
Jesús en tu corazón, él es el único que te puede sanar y salvar tu vida,
¿Puedes venir aquí adelante? Quiero orar por ti.

Wilber Pacompía Pacompía


Pastor distrital
Misión del Lago Titicaca

63
OCTUBRE

¿ME AMAS?

“Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió:
Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:
Apacienta mis ovejas” (Juan 21:17).

El texto: Juan 21:15-19

INTRODUCCIÓN:
Un muchacho estaba enamorado. Decía amar entrañablemente a su
novia. Y un día le escribió estas palabras: “Mi amada, por ver la luz de
tus ojos, escalaría los montes más escarpados. Cruzaría nadando el
río más impetuoso por estar a tu lado”. Y al pie de la misma página, el
joven añade: “Mañana iré a verte si no llueve”.

¡Cuántos amores de esta clase abundan entre los seres humanos, y


aún en la relación que los cristianos mantienen con Dios! Lindas pala-
bras, pero no siempre respaldadas por hechos consecuentes. La pala-
bra con acciones que la contradicen es Hipocresía1.

Hoy estudiaremos un mensaje que nos muestra que el amor no se


demuestra en palabras, sino en hechos y en verdad.

Propósito del mensaje:


Mostrar que Dios anhela que sus hijos aprendan a amarlo con un amor
genuino basado en acciones.

I. AMAR MÁS QUE LOS DEMÁS… (v. 15)


El contexto inmediato es que Jesús había resucitado de entre los
muertos, y después de aparecerse a sus discípulos en distintas

1 Enrique Chaij, 1500 ventanas de la vida (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 2016), 48.

64
circunstancias; se aparece una vez más mientras ellos pescaban
sin tener resultados.

Jesús, conocedor de sus necesidades, les prepara unos peces en


las brasas y entabla una conversación con el discípulo que le había
negado, es decir, Pedro.
En griego el término amor se puede decir de distintas formas.
(Amor = ágape, Filos o Fileo, estorge y eros) y cada uno ejemplifica
un amor distinto.
En este dialogo, Jesús le pregunta a Pedro: Agapás Me Pleón Tuton
(¿Me amas con un amor superior?) y Pedro le responde - Filo sé (Yo
te quiero Señor) mi amor por ti no llega a ser un amor superior.
Lógicamente, Pedro dijo eso, porque él venía de negar a Jesús. Su
fé, su moral y sus convicciones estaban por el piso. Y Jesús estaba
buscando redimir a un discípulo que le era útil para la obra.
Jesús estaba tratando de pescar a Pedro nuevamente, mostrando
un amor incondicional.
Recordemos que Jesús le hizo un llamado cuando él pescaba (Mar-
cos 1:16-20) luego de 6 meses de su llamamiento nuevamente,
cuando atravesaba dificultades en la pesca (Lucas 5:1-11) y ahora
estaba nuevamente buscando pescarlo después de la negación
(Juan 21:15-19).
Entonces allí surge la pregunta, “¿Me amas más que a la barca y
los aparejos (herramientas u objetos) de pesca?”; es decir, más que
a los instrumentos de que disponía Pedro para ganarse la vida. O
“¿Me amas más que éstos?”, es decir, más que los otros discípulos2.

Aplicación:
Cuántas veces, cual Pedro también, andamos desmotivados por los
chascos producidos por acciones movidas sólo por la emoción. Je-
sús en medio de nuestros fracasos viene a nuestro encuentro para
preguntarnos si lo amamos con un amor superior. Si lo amamos por
sobre todas las cosas de esta tierra o por encima de los demás. Su
propósito es porque él ve en nosotros, cualidades con las cuales él
nos quiere encargar tareas delicadas (apacentar corderos).

Por eso, no importa si sientes que le has fallado muchas veces


que, te sientes desmotivado al punto de decirle, te quiero, pero no

2 Elena G. White, El Deseado de todas las gentes (Buenos Aires, Argentina: Asocia-
ción Casa Editora Sudamericana, 1976), 751-752.

65
quiero tener un compromiso contigo. Esta vez Jesús quiere cam-
biar tu vida, pero tienes que dejar que él te restaure.

II. AMOR EN TELA DE JUICIO (v.16).


En esta ocasión, Jesús avanza en su dialogo y le hace la pregunta
de manera que “El amor de Pedro es puesto en tela de juicio. Pe-
dro da la misma respuesta humilde”.3
Jesús le pregunta por segunda vez: Agapás Me (¿me amas de ma-
nera superior?) y Pedro le responde: Filo Sé (te quiero) para mos-
trar que su amor no es superior.
Jesús lleva a Pedro a analizar si realmente lo que él decía no era
algo solo por decir. Si sus impulsos no son los que dominan sus
acciones. Eran esas acciones impulsivas que llevaron a Pedro a
fracasar y defraudar a Jesús.

La respuesta de Pedro fue, “Aunque mi amor no es como tú qui-


sieras, porque cuando te dije que te amaría hasta la muerte, te
negué. Pero te quiero de verdad.

Aplicación:
Muchas veces, nuestras palabras, nuestras acciones no la sope-
samos. Las ejecutamos y luego podemos caer preso de los fraca-
sos que nos hacen sentir indignos ante aquel que nos ama con
un amor superior. Pero la pregunta de Jesús: “¿Me amas?” debe
llevarnos a entender que el desea que estemos seguros de lo que
decimos, hacemos y estamos dispuestos a hacer en adelante.

III. SEÑOR TÚ LO SABES TODO (v.17).


Aunque las penetrantes preguntas de Jesús producían en Pedro un
dolor, eran necesarias ya que el dolor y el sufrimiento pueden ser
oportunidades de crecimiento espiritual. Jesús quería restaurarle.
Probablemente, el hecho de que Jesús le preguntara 3 veces si
lo amaba, le recordó a Pedro, las 3 descorazonadoras veces que
negó a Jesús (Juan 18:15-18, 25-2).
Le preguntó por tercera vez: Filéis Me (me quieres) y Pedro le res-
ponde: Filo Sé (sí te quiero)
Jesús baja de su trono para ponerse al nivel de Pedro, él entiende
que, aunque quiera, por sus propios medios, no llegará a amar al
ideal de Dios y que su amor es finito, y deficiente.
3 Francis D. Nichol, Comentario Bíblico Adventista t. 5 (Buenos Aires, Argentina: Aso-
ciación Casa Editora Sudamericana, 1980), 1932.

66
Ese es el momento en que se entristece y reconoce que está frente
al “que todo lo ve”, allí es donde Dios inicia la transformación de su
vida para convertirlo en alguien que ame de verdad y no por impul-
so. Allí inicia el cambio en Pedro para convertirlo en un verdadero
pescador de hombres que apaciente la grey con un amor superior.

Aplicación:
A menos que vayamos a Cristo, siempre creeremos que nuestras
palabras, acciones y decisiones son las correctas por el hecho de
estar motivadas por sentimientos o emociones.
Jesús quiere enseñarnos que, aunque hayamos fracasado y eso haya
producido dolor, vergüenza y desmotivación, él quiere restaurarnos
verdaderamente para convertirnos en apacentadores de su grey.

CONCLUSIÓN:
Él condesciende para entender tus desacierto y fracasos.
Él busca que le amemos con un amor superior a todas las cosas en esta
tierra. Él pone a prueba nuestras palabras, actos y decisiones para ayu-
darnos a darse cuenta que por nuestros propios medios, nuestro amor
será superficial. Él nos lleva por la senda de la tristeza y el dolor porque
quiere transformar nuestra vida y por medio nuestro, la de los demás.

Llamado:
¿Sientes que le has fallado a Dios? ¿Estás lejos de Dios? Ven a Él.
¿Eres alguien que cree que siempre procuras hacer bien las cosas y te
das cuenta que te has equivocado nuevamente? ¿Te sientes indigno
delante de Dios por haberle fallado y crees que eres un perdedor? Dé-
jame decirte que esta vez, Jesús se acerca a ti para decirte que quiere
restaurarte y te pregunta si tú le amas más que todas las cosas o per-
sonas o compromisos terrenales. Jesús tiene un plan maravilloso para
tu vida. Pero primero quiere llevarte a reconocer que la forma como
has pretendido amarlo ha sido engañoso. Hoy, él quiere hacer de ti una
persona llena de amor verdadero, un amor ágape, que va más allá de
las emociones, un amor sublime.
¿Aceptas?
Oremos.

Pr. Nixon Leyva Rimapa


Pastor distrital
Misión Andina Central

67
NOVIEMBRE

¿A QUIEN BUSCAS?

“Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres:


No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús,
el que fue crucificado1” (Mateo 28:5).

El texto: Mateo 28:1-5

INTRODUCCIÓN:
Todo ser humano anda en busca de algo que satisfaga sus necesida-
des, inquietudes y preguntas. El negociante busca ganancias, los jóve-
nes una profesión, el niño un abrazo, el anciano tranquilidad, las aves
un refugio, el padre un trabajo, la embarazada un bebé.
Pero la principal necesidad y búsqueda de las sociedades y culturas
en el transcurso de todas las edades fue buscar y confiar en algún ser
superior a ellos, un Dios. Desde las culturas más desarrolladas como
la Babilónica o la más sencilla tribu, encontramos siempre vestigios de
un deseo de buscar a Dios.
Hoy escucharemos nuestra conciencia, esa voz que es oída por nues-
tra razón y caminaremos en busca de nuestro Dios.

Propósito del mensaje:


Mateo 28: 1-5 nos mostrará a unas mujeres temerosas buscando a
Jesús, esa búsqueda mezclada con temores y miedos al futuro. Vere-
mos que Dios nos ayuda a capitalizar esos miedos al darnos confianza
y fortaleza y así avanzar hacia nuestras realizaciones.

I. Y HUBO UN GRAN TERREMOTO PORQUE UN ÁNGEL DESCENDIENDO DEL


CIELO…” (v.11).
a. Miedo a los acontecimientos. El libro de Mateo describe una es-
cena intimidante, un gran terremoto anunciando la llegada de un
Ángel para remover la piedra que tapaba el sepulcro de Jesús.

1 Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Mt 28:1–5). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.

68
Era domingo de mañana y estaba por cumplirse la promesa de
Jesús resucitado, nadie se imaginaba este magnífico aconteci-
miento. El terremoto causó en los habitantes miedo. La llegada
del Ángel para acompañar la victoria de Jesús sobre la muerte,
en vez de producir jolgorio y alegría resultó en miedo y temor.

Aplicación:
Muchas de las cosas buenas de la vida en un inicio nos causan
miedo. Al comenzar los estudios universitarios hay una sensación
de temor por el futuro, cuando iniciamos una empresa hay cierto
miedo al fracaso. Antes de tomar una decisión por Cristo, es natu-
ral tener miedo. ¿Qué pasará con mis amigos? ¿Podré sostener mi
trabajo? ¿Mi familia aceptará? Son preguntas normales que pasan
por nuestras mentes. Sin embargo, si la vida consistiera en dete-
nernos sin dar pasos de fe, nada productivo se podría concretar.
Todo nuevo negocio se estancaría, ningún invento se produciría. El
éxito siempre a estado acompañado de temor y atrevimiento. Lan-
zarse a la vida dando pasos hacia lo relativamente desconocido
propicia el éxito.

Posiblemente en este momento estés sintiendo una sensación de


miedo, ¡Tranquilo! Dios nos comprende, sabe que el miedo será un
resorte para la acción y aliento para la realización.

II. Y DE MIEDO DE ÉL LOS GUARDAS TEMBLARON Y SE QUEDARON COMO


MUERTOS” (v.4).
a. Soldados romanos rudos. Los guardas eran soldados curtidos
por la batalla, hombres romanos experimentados en el dolor,
habían saboreado la muerte y fungían de hombres valerosos y
osados. Recordemos que, en ese entonces, la guardia romana
era considerada como la más preparada de esa época, profe-
sionales de la muerte.

b. Soldados desmayados de terror. Sin embargo, ante el movimien-


to telúrico, seguido por un Ángel de luz estos hombres robus-
tos tiemblan, las piernas se doblan de terror mientras sus
entrañas se mezclan de estupor al momento de caer desma-
yados nublados por una mente temerosa en extremo. Solda-
dos confiados en sí mismos, resueltos en sostener el valor en
sus manos.

69
Aplicación:
Robin Williams fue un famoso actor estadounidense, ganador de
un Oscar en 1998 por su memorable actuación en la película Good
Will Hunting. También fue conocido por su participación en las pelí-
culas Sra. Doubtfire, Jumanji y El Club de los Poetas Muertos, entre
otras. A pesar de su gran sentido del humor que mostraba públi-
camente, el comediante sufría una seria depresión. En agosto de
2014 decidió quitarse la vida por asfixia en su casa. Racionalmen-
te tenía todo para vivir feliz, frente a un sonido de dificultad y una
confrontación difícil, el corazón humano desfallece, la fortaleza
humana se debilita.

Podemos racionalizar el resultado, calcular el futuro, pero ante un


pequeño sismo de problemas, cuando el sonido de dificultades so-
breviene a nuestros oídos o cuando nuestros pies identifican los
obstáculos, Sin Dios y su mano poderosa nuestros pies se debili-
tarán para caer en la frustración, sucumbiremos en el hoyo de la
desesperación. Aunque nuestro raciocinio quiera expresar valen-
tía, necesitamos de un Dios que puede alcanzar lo que se escapa
de nuestras manos.

III. MAS EL ÁNGEL… DIJO A LAS MUJERES: NO TEMÁIS VOSOTRAS PORQUE YO


SE QUE BUSCÁIS A JESÚS” (v.5).

a. Mujeres débiles. Para la sociedad romana, la mujer en muchos


casos no tenía derechos, eran consideradas cosas. Esta visión
de la mujer es también adoptada en cierta medida por el en-
torno judío del primer siglo, donde la mujer es colocada en
valor similar al gentil.

b. Soldado fuerte vs Mujer débil. Cuando el texto bíblico coloca en


el mismo escenario de circunstancias a un soldado Romano
frente a una mujer débil. Definitivamente evidenció para el lec-
tor judío una visión más profunda de la fortaleza. ¿Qué es lo
que hizo fuerte a unas mujeres tan débiles frente a un terre-
moto? definitivamente fue la búsqueda sincera de encontrar-
se con Jesús.

Mientras los soldados, hombres fornidos y experimentados en


el dolor, se desmayaron delante de esta escena, mujeres débi-

70
les pero sinceras sostenían sus piernas de valor para escuchar
la voz del Ángel.

c. No temáis vosotras. El Ángel no las reprende por experimentar


temor. ¿Quién no ha tenido miedo? Todos experimentamos te-
mor, es parte de nuestra naturaleza humana y pecaminosa.
El temor sin la dirección divina nos paraliza, impide nuestro
desarrollo, el miedo nos hacer perder grandes oportunidades.
Por miedo, muchos jóvenes no comienzan una carrera. Por te-
mor muchos trabajos no se concretan, sin embargo, el Ángel
invita a caminar hacia adelante a las mujeres así con el miedo
que tenían.

d. El temor. La presencia de temor antes de ser una experiencia


que detenga nuestro crecimiento, se transforma en un elemen-
to que nos mueve a tomar fortaleza de nuestro Dios. El miedo
nos motiva a sostenernos de nuestro Padre, a confiar en Él y
sus planes. ¿Es necesario tener temor? Podríamos decir que
es normal tener miedo o temor frente a acontecimientos de la
vida. Tendremos miedo de tomar decisiones en nuestro tra-
bajo. Para continuar avanzando en la vida tendremos tomar
nuestro temor y entregarle a Dios para que nos ayude.

e. Así con miedo se camina. Cuando las mujeres tuvieron miedo, el


Ángel les dice que se acerquen así con ese miedo en sus en-
trañas, que den pasos de fe. Así con temores del futuro, avan-
cemos por Cristo porque en el camino se diluirán los temores.

Aplicación:
Cuando las mujeres caminaron al sepulcro, su intención fue ver a
su maestro, llegamos a este lugar con la finalidad de encontrarnos
con nuestro Dios, es posible que la sensación de temor se extien-
da en nuestras manos, sin embargo, al momento de escuchar la
voz de Dios también nos dará la fortaleza para avanzar.

CONCLUSIÓN:
Las mujeres débiles frente a soldados curtidos por la guerra, tuvieron
una reacción diferente ante el terremoto de problemas. La diferencia
fue que en su caminar buscaron al Señor.
Cuando un periodista pregunto a la trapecista de un circo reconoci-

71
do, si tenía miedo antes de realizar su osado acto de cuerdas, ella
contestó, “Si, tengo una ligera sensación, pero cuando me lanzo a las
cuerdas el miedo se va perdiendo, porque cuando lanzo mi corazón mi
cuerpo se va con él”

Llamado:
¿Terminaste de estudiar las lecciones y tienes miedo de dar ese paso
a la decisión por Jesús? Puede ser que tu razón acepta la verdad, pero
tus manos sienten una ligera sensación de temor al futuro como cris-
tiano. No te preocupes, es normal, yo también lo tuve, todos en este
salón lo tuvieron, pero Hijo, lánzate a lo que más quieras, no te conge-
les por el temor, no permitas que el medio te prive de experiencias de
desarrollo. No impidas que Dios obra maravillas en tu vida. Lanza tu
corazón en las manos de Dios que tu cuerpo irá con él. ¿Quiénes en
esta noche deseamos entregar nuestro corazón al Señor? Dios bendi-
ce tu decisión.

¿Aceptas?
Oremos.

Pr. Marlon Mamani Larico


Pastor distrital
Misión del Oriente Peruano

72
DICIEMBRE

¿QUE QUIERES
QUE TE HAGA?

Texto bíblico: Lucas 18:1-8

INTRODUCCIÓN:
“La oración es para cada momento de nuestra vida, no solo para mo-
mentos de sufrimiento, o de gozo. La oración es realmente un lugar;
un lugar donde te encuentras con Dios para tener una conversación
genuina con Él” (Billy Graham).

“En esta oportunidad Jesús les contó a sus discípulos una parábola para
mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse”(Lucas 18:1).

Jesús usa esta parábola para enseñarles a sus discípulos a no desa-


nimarse. Les muestra la importancia de la persistencia y la resiliencia.
Sabe que la vida conlleva decepciones, pérdidas, injusticia y persecucio-
nes y son muy buenas razones para desanimarse y perder la esperanza.
De acuerdo a la ley mosaica, los jueces debían prestar atención espe-
cial a las viudas, mayormente porque dependían de los varones. Cuan-
do el esposo moría, la viuda quedaba a merced de los parientes y del
hijo mayor para el sustento. Sería poco común que una viuda pudiera
abogar por sí misma durante este tiempo. Los varones eran los que
hacían ese tipo de trabajo en nombre de sus familias. Como viuda,
ella era una de las personas marginadas en su sociedad. La mayoría
de las viudas eran objetos de la opresión y del fraude. Sin embargo, su
condición de marginada no la detuvo en su búsqueda por la justicia.

Ahora Dios siempre nos pregunta que quieres que te haga, la viuda de
esta parábola sirve de modelo para el discipulado. Una y otra vez, com-
parece ante el juez injusto y presenta su petición, sin darse por vencida.

I. LA ORACIÓN RESILIENTE POR JUSTICIA DIVINA


La viuda en esta parábola es un buen ejemplo de la persistencia re-
querida de los creyentes en la oración. Es posible que con la justicia

73
de nuestro país algunos de nosotros hayan tenido experiencias pare-
cidas a las de la viuda persistente. Varios eventos recientes han he-
cho resaltar todavía más las disparidades en experiencias de interac-
ción con el cuerpo policiaco y con el sistema judicial, experiencias que
discurren a lo largo de líneas racializadas. Así que, muchos no confían
en que la justicia actual pueda proporcionar la justicia que estamos
procurando. Pero, a fin de cuentas, esta parábola nos recuerda que
debemos confiar en que Dios habrá de traer su justicia a la tierra.

Ahora bien, esto no significa que no debamos procurar la justicia di-


ligentemente como embajadores de la misericordia y la paz de Dios.
Es todo lo contrario. Esta parábola habla de aquellas características
de la resiliencia que se desarrollan cuando decidimos no rendirnos
nunca, aun ante los obstáculos insuperables que enfrentamos.

También debemos de saber que la resiliencia se manifiesta indi-


vidual y colectivamente. Cuando hablamos de la resiliencia y la
constancia, hay que recordar que la resiliencia se puede manifes-
tar en el ámbito individual al alentarnos a nosotros mismos. Usted
puede hallar dentro de sí mismo las fuerzas que necesita para
seguir marchando, aun cuando parezca que tiene todas las proba-
bilidades en su contra. Es por esto que Jesús narra la historia para
mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse. La oración
cultiva la perseverancia. Y además, en usted mora el Espíritu de
Dios, el cual intercede por usted.

Este juez de la parábola no representa a Dios, puesto que el juez


es injusto y no le interesa saber qué necesita esta viuda. Jesús dijo
esta parábola a sus discípulos para ayudarles a entender que, si
este juez injusto por fin atiende la petición de la mujer y le hace
justicia, ¿cuánto más un Dios amoroso y justo contestará las peti-
ciones de sus hijos cuando le piden ayuda? Por eso la pregunta de
nuestro tema ¿Qué quieres que te haga?

“La Insistencia de la viuda ilustra nuestra necesidad de orar sin


cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). La oración transforma primero a
nosotros y cambia a las personas que nos rodean. Entonces pro-
fundiza nuestra fe y confianza en Dios, y nos empodera para que
tengamos la esperanza de que Dios habrá de actuar. Esa es la
razón por la cual Jesús termina su parábola a los discípulos con

74
la pregunta de si el Hijo del hombre hallará o no hallará a algún fiel
cuando él venga. Eugene Peterson lo dice de esta manera: “¿… en-
contrará Él a hombres y mujeres que estén aun orando, que no se
hayan rendido, y que no se hayan desanimado? (Eugene Peterson).

En este pasaje del evangelio no nos desafía a orar solamente, sino


también a confiar en Dios. Si la justicia que procuramos no llega de
inmediato, ¿tendremos suficiente fe para esperar hasta que ocu-
rra un cambio? Y esperar la voz de Dios en un decir, ¿Qué quieres
que te haga?

II. LA VIUDA ES LLAMADA, Y NOSOTROS SOMOS LLAMADOS


Por la persistencia de la viuda sabemos que es un ejemplo de los
oprimidos y los marginados en nuestra sociedad. El juez represen-
ta a los poderes terrenales del privilegio que se interponen en el
camino de aquellos que buscan la justicia y la equidad. La persis-
tencia y la resiliencia de la viuda ilustran la necesidad de que nos
presentemos ante Dios quien pelea por la justicia en representa-
ción de nosotros, y la necesidad de que procuremos la justicia en
los canales terrenales. Tal vez no lleguemos a ver el cuadro com-
pleto de una sociedad justa durante nuestra vida, pero podemos
seguir orando, buscando, tocando la puerta y pidiendo a Dios que
se haga justicia en todas las áreas de nuestras vidas.

En la vida cotidiana, así como el atleta olímpico que se lesiona en


una carrera, y se levanta y sigue corriendo hasta llegar a la meta,
así también debemos “orar hasta que algo suceda”. El que Dios se
«retrase» no quiere decir que vaya a denegarle su petición. Aunque
no haya recibido lo que necesita, el hecho de que usted se levanta
para ver un nuevo día le da una nueva oportunidad para perseve-
rar en su petición.

De pronto es posible que no ganemos en cada una de las batallas


que libremos en esta vida, pero con Dios a nuestro lado, y por cau-
sa de un la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, tendremos
la victoria suprema. Esa victoria la disfrutaremos parcialmente en
esta vida, pero plenamente en la vida por venir.

75
CONCLUSIÓN
• Esta viuda no tenía a nadie ni a nada que abogara por ella, lo cual
la dejó en una situación desesperada. Pero, en vez de rendirse,
ella fue incansable en su búsqueda de la justicia.
• El juez injusto finalmente le concedió lo que pedía porque sabía que
ella no dejaría de presentarse ante él hasta que recibiese justicia.
• La resiliencia se manifiesta tanto en el ser como en el hacer.
• La resiliencia es mucho más que algo que uno hace; es algo que
uno es. Es comprender que nuestras fuerzas vienen del poder del
Espíritu de Dios que mora en nosotros. Es el núcleo interno de
fortaleza desde el cual proviene nuestra acción en el mundo. Al
mismo tiempo, una vez que se aprenda a ser resiliente, uno podrá
estar sentado en medio de una tormenta y quedarse quieto.1

Pr. Carlos Valenzuela


Pastor distrital
Asociación Peruana Central

1 Sermón adaptado de: https://www.faithward.org/es/serie-de-estudio-de-las-muje-


res-de-la-biblia/la-persistencia-como-la-oracion-cambia-las-cosas/

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Notas:

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JOB 27186-22

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