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familia católica
Te damos tres actividades para que se mantengan unidos y conserven su fe.
Como familia católica realicen actividades juntos para mantener viva su fe. Foto: Vero
Cohen/Cathopic.
En estos tiempos en que hay tantos ataques contra la familia, y los medios de
comunicación nos presentan como ideales o normales situaciones que atentan
contra la unidad e integridad física y moral de los miembros de las familias,
podemos preguntarnos, ¿qué necesita una familia católica para mantenerse
unida, conservar viva su fe y dar testimonio cristiano a los demás?
Hoy en día mucha gente, sobre todo joven, cuando tiene un problema se
embriaga, se droga, trata de evadirse por puertas falsas porque no sabe qué hacer.
En cambio quien pertenece a una familia que ora diario, enfrenta la vida de otra
manera, con la certeza de que está en las manos amorosas de Dios y cuenta con
la valiosa intercesión familiar.
2. Ir juntos a la Iglesia
Es ideal poder ir juntos a la Misa dominical, pero si no es posible, hay que
procurar ir juntos a Misa otro día, por ejemplo entre semana, antes o después de la
escuela o el trabajo. Y desde luego, asistir juntos a los oficios de Cuaresma,
Semana Santa, y en Pascua vacacionar.
Estas recomendaciones las puedes aplicar más allá del Mes de la Familia.
POR DLF REDACCIÓN
1 MARZO, 2019
Por Daniela Díaz Canseco
La familia es la célula fundamental de toda sociedad; es la institución más
importante para el ser humano, pues brinda un sentido de pertenencia y
contribuye a nuestro desarrollo integral.
Por lo tanto, es importante que todos los actores sociales nos esforcemos cada día
en cuidarla y fortalecerla.
3. Compartan anécdotas
Comenten lo que hicieron durante el día; escucharse les ayuda a conocerse y unirse
más.
4. Organicen juegos y pasatiempos
Puede ser desde cartas, dominó, maratón o mímica. Esto potencia el vínculo
familiar.
5. Salgan a pasear en familia
Organicen una salida al cine o visitas a parques de diversiones, zoológicos, al
campo, etc.
6. Intercambien regalos
No tienen que ser costosos, son sólo un detalle para recordar lo mucho que
agradecen formar parte de su familia.
7. Hagan pequeños favores
Desde lavar platos a ayudar al más pequeño con su tarea, un favor es un gran
gesto para celebrar a la familia.
8. Demuestren cariño sin miedo
Sonrisas, besos y abrazos son a veces más efectivos que las palabras para
comunicar amor.
9. Mantengan un buen clima
Con la ayuda de Dios encuentren formas pacíficas para resolver los conflictos. En
familia practiquen la paciencia y la aceptación.
10. Mantengan a Dios en la familia
Vayan juntos a Misa, den gracias y encomiéndense a Dios, recen el Rosario. Familia
que ora unida, permanece unida.
Oración de los esposos: Un solo corazón
y un solo espíritu
Una oración para quienes han aceptado el Matrimonio como un llamado hecho por Dios.
Cualquiera que sea la situación del pequeño, se le debe hablar de Dios, porque Él está en todo lo
que acontece, bueno o malo.
“Pese a que estamos en el siglo XXI, en un mundo lleno de información que fluye a
través de diversos medios, seguimos desconociendo un mensaje fundamental: no
nos hemos atrevido a conocer a Dios como un Padre amoroso. Y, en definitiva, no
se puede confiar en alguien a quien no se conoce”, señala Juan Francisco Pineda,
consultor familiar en Cenyeliztli.
Explica que la Iglesia es una institución santa, creada por Dios, pero a través del
hombre, que sí incurre en fallas. “Los seres humanos no somos santos, aunque
podemos acercarnos a un proceso de santidad al participar en las actividades de la
Iglesia y ver en la familia la base de la sociedad, la célula en la que surgen los
valores fundamentales”, señala.
La Iglesia Doméstica
El especialista asegura que la mayoría de los padres de familia no se involucran en
la Iglesia, que imparte los Sacramentos, pero tampoco en la Iglesia doméstica, que
es la familia.
“Los papás de hoy ya no quieren ser padres; meten a sus hijos al Catecismo y se
enojan porque los tienen que llevar durante un año. De hecho, hay niños a los que
los llevan para que se entretengan, pues los papás tienen cosas qué hacer”, indica
el consultor familiar.
Por otra parte, comenta que mucha gente no sabe cómo hablar de Dios a un niño
que sufrió abusó, o es golpeado constantemente, o ha sido abandonado en casa
de algunos familiares. “Pero cualquiera que sea la situación del pequeño, se le debe
hablar de Dios, porque Él está en todo lo que acontece, bueno o malo, y sólo en Él
encontrará la fuerza para vivir y superar cualquier circunstancia dolorosa”.
La mejor arma
Juan Francisco señala que los padres deben involucrarse verdaderamente en el
desarrollo de los hijos, empezando por el tipo de convivencia en casa, pues es en el
hogar donde surgen los valores. “Los padres tienen que aprender a ponerles límites
con amor, así como a respetar su manera de pensar, pues esto ayudará a los hijos a
expresarse, a tener seguridad y a desarrollar confianza en sí mismos”, señala
Pineda.
Asegura que muchos padres, en lugar de educar a sus hijos mediante el diálogo y
la convivencia, optan simplemente por aplicarles correctivos, que generalmente
consisten en quitarles la tableta o el celular, o darles golpes. Agrega que en lugar
de amenazar a los hijos con castigos, se les debe hablar de las consecuencias de
sus actos, buenos o malos, a fin de que aprendan a discernir y formen un juicio
certero.
Finalmente, ante los casos de pederastia al interior de la Iglesia, Juan Francisco
Pineda señala que son una realidad, al igual que los que se dan en casa, que es la
Iglesia doméstica. “Pese a esto, debemos atrevernos a buscar a Dios, seguir
creyendo en Él, y no olvidar que los sacerdotes son seres humanos, que también
llegan a equivocarse”.