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Criminología de Menores, de la Prostitución, del Alcoholismo y la

Drogadicción

La delincuencia de menores y la perspectiva Criminológica: tradicionalmente el objeto de

la criminología ha estado centrado en el estudio explicativo de la delincuencia, sin embargo, en

el devenir criminológico se fueron considerando una variedad de problemas no estrictamente

penales, pero que si tienen algún grado de incidencia dentro de la criminogenésis. De dicho

modo, desde una perspectiva mas amplia, se abarcaron los fenómenos de conducta antisocial,

entre los que destacan la minoridad infractora, la prostitución y la toxicomanía, no sólo en

cuantas puedan constituir condiciones criminógenas, sino también como problemas de conducta

desviada o antisocial no delictivas, que requiere de una visión explicativa integral o

interdisciplinaria.

Estos estudios descriptivos- explicativos de la criminalidad juvenil lo denominamos,

desde 1966, CRIMINOLOGIA DE MENORES, nomenclatura que también funciona el trabajo

de ZALAQUETT Y SNATA MARIA de 1972; aunque antes el profesor alemán Wolf

Middendorf, al ocuparse también de esta problemática, titulo a su trabajo “Criminología de la

Juventud”, posteriormente Raúl Viñas en 1982 habla de CRIMINOLOGIA JUVENIL.

Parece existir una correlación entre el consumo de drogas o alcohol y ciertos comportamientos

violentos: reñir, pelearse, dañar mobiliario urbano, problemas con la policía, problemas de

carácter relacional con amigos, padres, profesores, problemas de rendimiento escolar, relaciones

sexuales no deseadas, etc...

Alrededor de un 10% de los individuos alcohólicos son jóvenes. El consumo de alcohol es

compulsivo, de fin de semana; es un consumo nocturno, festivo que no sólo esta aceptado sino
que, en ocasiones, se considera una conducta adecuada en sociedad- ejemplo el famoso

“botellón”-. Existe una conexión entre alcohol y delito, pero la cuestión de si el alcohol es una

causa de criminalidad no puede todavía ser respondida de manera concluyente.

Se exponen cuatro modelos teóricos explicativos de la relación alcohol-delito:

 Efecto desinhibidor del alcohol: el individuo pierde el autocontrol y su disposición a la

agresión crece, lo que incrementa el riesgo de que la conducta desviada no criminal se

transforme en violencia.

 Causa común: se atribuye a uso de alcohol el carácter de síntoma.

 Alcohol y criminalidad se condicionan recíprocamente: beber puede llevar al desempleo

y éste a la criminalidad o, a la inversa, puede ser un medio de huida ente los conflictos

sociales.

 Conexión aparente: cabe la posibilidad de que los delincuentes alcohólicos estén

sobrevalorados en las estadísticas debido a que se dejan apresar con mayor facilidad.

La prostitución, reconocida hoy en día por diversos Estados como Trabajo Sexual

Comercial (TSC), constituye una actividad económica relevante en muchos países y al

mismo tiempo es uno de los problemas sociales más difíciles de resolver. Los diferentes

países no deben dejar de lado el tratamiento de este tema, por lo que tienen que intentar

buscar la forma más adecuada para que la prostitución no siga generando y manteniendo la

comisión de delitos tan graves como la prostitución infantil, el turismo sexual o la trata de

seres humanos. Al mismo tiempo es necesario reconocer los diferentes tipos de prostitución,

así como los elementos que la conforman, para elegir el sistema que más convenga a los

intereses de los Estados.

Actualmente existen tres sistemas normativos respecto al fenómeno de la prostitución, el


reglamentista, el abolicionista y el prohibicionista, y cada país ha decidido aplicar el que más le

conviene dependiendo de las necesidades económicas, sociales y culturales que prevalecen en su

territorio

La criminalidad, muy especialmente la juvenil, es un fenómeno complejo que no cabe reducir a

una sola causa. Antes bien, nos hallamos ante un panorama típicamente característico de una

situación de poligénesis que desafía las interpretaciones simplistas. Las investigaciones actuales

no han sido todavía capaces de identificar todos los factores, evaluar su interrelación reciproca y,

menos aun, elaborar un modelo predictivo de validez universal. Con todo, disponemos de

algunos elementos que nos orientan, si quiera indiciariamente, para emprender la búsqueda

racional de la solución al problema. Sólo alcanzaremos resultados satisfactorios si gozamos de la

suficiente amplitud de miras para desechar nuestros prejuicios y analizar científicamente la

realidad circundante.

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