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14 OCT

Sesgo de deseabilidad social en las elecciones


presidenciales de 2016

Durante la campaña de 2016, Trump fue el candidato que recibió la cobertura


mediática más negativa. Esa cobertura, junto con acciones del candidato y
algunos de sus seguidores, asoció a Trump con la supremacía blanca, el Ku Kux
Klan, la misoginia… Pero las elecciones las ganó Trump, quien, según todas las
encuestas, iba a perder. Este estudio arroja luz sobre las circunstancias que
pueden llevar a algunos votantes a ocultar sus preferencias políticas.

El estudio considera que el clima político estigmatizó a los seguidores de


Trump, llevando a un sesgo de deseabilidad social al declarar la preferencia
por un candidato en la campaña.

Self-monitoring (autovigilancia). Tendencia a regular el propio


comportamiento en base a señales externas como las reacciones de otros. Grado
en el que un individuo tiende a sucumbir a las presiones de deseabilidad social.

Los individuos más susceptibles a las presiones de deseabilidad social, es


decir, los que mostraban una mayor autovigilancia, expresaron con menos
frecuencia su apoyo a Trump. Por el contrario, los menos susceptibles a las
presiones de deseabilidad social expresaron con más frecuencia su apoyo a
Trump.

EL SESGO DE DESEABILIDAD SOCIAL

La deseabilidad social puede sesgar las mediciones de opinión pública cuando


predominan unas normas sociales particulares. Ejemplos:

o Virginia, 1989. Los entrevistados blancos expresaban con más frecuencia


su apoyo a un candidato negro en presencia de un entrevistador negro, y
con menos frecuencia en presencia de un entrevistador blanco.
o El 80% mostraban tolerancia, la respuesta socialmente deseable, al ser
preguntados por una familia negra mudándose al barrio. Pero el 42% se
sentían en realidad enfadados ante la perspectiva de tener vecinos negros.
o En países donde la participación electoral es alta, quienes no votan tienden
a comunicar que han votado, aunque no sea cierto.
Cuando el contexto hace que una opción política parezca “poco deseable”,
las personas pueden ser reticentes a expresar su preferencia por esa opción.
Algunos evitan hacerlo incluso en entornos anónimos como las encuestas.

Si hay muchas características negativas asociadas con un candidato político,


algunos creerán que se les percibirá negativamente si expresan apoyo por ese
candidato abiertamente, así que son reticentes a decir que le votarán. Teniendo
en cuenta la “mala prensa” de Trump, las personas reacias a desviarse de las
preferencias socialmente aceptables también eran reacias a expresar en
público quién era su candidato preferido si ese candidato era Trump.

Así, los efectos de la deseabilidad social contaminan las encuestas.

Self-monitoring (autovigilancia). Tendencia a regular el propio


comportamiento en base a señales externas como las reacciones de otros. Grado
en el que un individuo tiende a sucumbir a las presiones de deseabilidad social.

Los individuos con puntuaciones altas en autovigilancia son conscientes de las


normas en sus entornos sociales, y responden a ellas mostrando actitudes y
comportamientos que se adhieren a las expectativas socialmente deseables.

Aunque existen otras variables que predicen el apoyo o falta del mismo a Trump
(ser Republicano o conservador lo aumenta, ser mujer lo disminuye), el estudio
demuestra que las puntuaciones más altas en autovigilancia se correlacionan
con menor apoyo a Trump.

Más que indicar una diferencia entre las preferencias de las personas que puntúan
más arriba o más abajo en la escala de autovigilancia, estos resultados apuntan a
la distinta disposición de las personas a expresar abiertamente su
preferencia por Trump en función de su autovigilancia.

Las puntuaciones altas en autovigilancia se inclinan a dar respuestas


socialmente deseables y, por tanto, a no expresar su apoyo a Trump.

Otro estudio señala que, al entregar a los que se autoidentifican como


“independientes” una política y decir a la mitad que la suscribe Trump y a la otra
mitad no decirles nada, los “independientes” se muestran más favorables al saber
que es de Trump, lo cual sugiere que los votantes que se autodenominan
independientes en realidad tienen una preferencia, ocultada eso sí, por el
candidato.
14 OCT
Estimando sentimientos antinmigrantes y el sesgo de
deseabilidad social mediante la item-count technique

Este estudio estima los sentimientos de rechazo a los inmigrantes mediante


una item-count technique (encuesta con experimento de lista) y una pregunta
directa. A partir de estas dos técnicas, se calcula el sesgo de deseabilidad social.

La mayoría de individuos denotan mayor rechazo a los inmigrantes en la


encuesta con experimento de lista que en la pregunta directa. Esto sugiere
que la preocupación por cómo uno es percibido sesga las respuestas a preguntas
a temas sensibles como el prejuicio racial.

El sesgo de deseabilidad social afecta a cualquier encuesta sobre actitudes o


comportamientos. En el caso de las actitudes hacia la inmigración y los
inmigrantes, las atrocidades cometidas en nombre de la “pureza racial” pueden
inducir a los entrevistados a dar respuestas deshonestas cuando creen que sus
opiniones pueden interpretarse como portadoras de connotaciones étnicas.

Así, cuando se enfrentan a temas sensibles, algunos entrevistados editan sus


respuestas para controlar la impresión de sí mismos que dan a los demás. La
tendencia a “tratar de quedar bien” adhiriéndose a las normas culturales al
responder a encuestas está extendida y es un claro sesgo de deseabilidad social.

Sabemos que hay comportamientos socialmente reprobables, como el uso de


drogas, el alcoholismo, el aborto, las relaciones sexuales de riesgo, que están
infraestimadas en las encuestas, al igual que el racismo, sexismo y otras actitudes
“mal vistas”. El sesgo de deseabilidad social también explica por qué las encuestas
sobreestiman comportamientos “bien vistos” como ir a votar, el altruismo, el uso
responsable de la electricidad, ir a misa, usar el cinturón…

También sabemos que los métodos autoadministrados de recolección de


datos suelen dar resultados más precisos que las entrevistas cara a cara,
especialmente la autoadministración por medios computarizados. Aún así, los
datos señalan que puede no ser suficiente para evitar el sesgo de deseabilidad
social cuando el encuestado no se siente lo bastante “anónimo”.

Como veremos a continuación, el ICT (encuesta con experimento de lista) es


muy útil para evitar el sesgo de deseabilidad social.
Según las encuestas, las actitudes hacia la inmigración en España han sido
bastante benevolentes, incluso tras la crisis de 2008. Cabe preguntarse por qué
este contexto adverso no ha aumentado la hostilidad hacia los inmigrantes en
Andalucía, donde el desempleo llegó a estar en el 35% en 2013. ¿Hasta qué
punto el rechazo a los inmigrantes se oculta o enmascara en las encuestas?

El siguiente estudio se centra en los sentimientos de rechazo a los inmigrantes,


el centro afectivo de la xenofobia, y compara las estimaciones como resultado
de usar una pregunta directa o una encuesta con experimento de lista. El
estudio utiliza entrevistas web por ordenador (CAWI) y por teléfono (CATI).

El ITC asigna los encuestados a dos grupos, y después les pregunta por el
número de comportamientos que apoyan o rechazan de una lista. A la lista del
grupo de control se le incluyen, digamos, cuatro elementos inocuos, y en la lista
del grupo de tratamiento, se le incluye además un quinto que queremos estudiar.

Al computar la diferencia entre el número de comportamientos de la lista que


desaprueba el grupo de control y el grupo de tratamiento, puedes estimar el
porcentaje de la población que realmente apoya o rechaza ese
comportamiento. El sesgo de deseabilidad social también puede calcularse
al comparar estos estimados con una pregunta directa sobre ese quinto
tema.

El experimento de lista aparece al principio del cuestionario y la pregunta directa


al final. La pregunta directa pregunta por la simpatía hacia los inmigrantes en
lugar de la antipatía, porque los prejuicios se suelen expresar más habitualmente
negando a ese grupo emociones positivas que expresando emociones negativas.
RESULTADOS

❖ La encuesta con experimento de lista muestra mayores niveles de


rechazo a los inmigrantes.

Solo un 8.4% de los encuestados dicen sentir rechazo por los inmigrantes en la
pregunta directa, pero un 13.7% lo hacen en el experimento de lista.

Esto confirma que el experimento de lista permite reducir el sesgo de


deseabilidad social, y que, sin él, el 40% de los sentimientos existentes de rechazo
a los inmigrantes pasarían inadvertidos.

❖ El rechazo a los inmigrantes aumenta entre las personas con bajos


niveles de confianza social, ideología política de centro o de derechas, y
situación de desempleo.

Por otra parte, el sexo, el nivel educativo, la edad, el tipo de encuesta realizado o
la clase social no tienen impacto significativo.

❖ La entrevista por teléfono no produce menores niveles de rechazo a los


inmigrantes que la que se hace por ordenador.

❖ Curiosamente, el 32% de los que abiertamente dicen no expresar


simpatía por los inmigrantes, no demuestran antipatía hacia ellos en
el experimento de lista.

Esto puede indicar que preguntar por la simpatía hacia los inmigrantes fue un
error, pues la ausencia de sentimientos positivos hacia ellos no implica
necesariamente un sentimiento de rechazo.
14 OCT
El impacto del sesgo de deseabilidad social en la
medición de creencia en teorías de la conspiración

El sesgo de deseabilidad social es un tipo de sesgo de respuesta donde los


sujetos alteran sistemáticamente su respuesta a un estímulo porque no
quieren admitir que poseen una creencia o participan en un comportamiento
que choca con las normas sociales o puede provocar que otros los juzguen
negativamente.

Esto es un problema al medir la creencia en teorías de la conspiración, pues


habitualmente están estigmatizadas. Por ello, la medición de la creencia en
teorías de la conspiración es susceptible al sesgo de deseabilidad social.

El siguiente estudio engloba a más de 8,000 encuestados en siete países


diferentes. Lo que es socialmente aceptable depende de las normas
culturales; qué creencias ocultarán las personas por presión social dependerá
del contexto.

Las encuestas de opinión están infraestimando la creencia en teorías de la


conspiración, lo que sugiere que el problema es mayor de lo que se creía. Sin
embargo, que se desencadene el sesgo de deseabilidad social al hablar de ellas
también sugiere que, si bien están más extendidas de lo que creíamos, tampoco
son “mainstream”.

Teoría de la conspiración. Explicaciones de eventos pasados, presentes o


futuros que citan como causa primaria a un grupo pequeño de personas
poderosas trabajando en secreto, para su propio beneficio, contra el bien
común.

Los primeros estudios conceptualizaban las teorías de la conspiración como


ideas marginales o estigmatizadas; sin embargo, estas son ampliamente
compartidas en algunos países, algunas incluso de manera mayoritaria. Pero los
estudios demuestran que las personas son reticentes a admitir específicamente
en qué teorías conspirativas creen.

Primera hipótesis. Las personas sistemáticamente ocultan / infra comunican


su creencia en las teorías de la conspiración cuando tienen que especificar
de manera explícita en qué teorías creen.
La naturaleza y el alcance del sesgo de deseabilidad social tiene su base en la
cultura: la gente es disuadida de revelar creencias o comportamientos en
función de las normas sociales sobre lo que es y no es aceptable.

Por ejemplo, en Argentina está muy extendida la teoría de la conspiración


sobre los aliens, así que esa teoría en concreto es más socialmente
aceptable que las demás.

Así, el impacto del sesgo de deseabilidad social en la estimación de creencia


en las teorías de la conspiración puede variar entre contextos culturales,
dependiendo de la aceptación de las teorías de la conspiración en cada cultura.
Las normas sociales, políticas y culturales, que varían según el país, pueden
impactar la naturaleza y el impacto del sesgo de deseabilidad social.

El experimento es similar a los experimentos de lista. En el grupo de control, a


los encuestados se les pidió que revelaran con cuáles de entre ocho teorías de la
conspiración estaban de acuerdo. En el grupo de tratamiento se les preguntó
con cuántas estaban de acuerdo.

Si el sesgo de deseabilidad social provoca que las personas oculten sus


creencias conspirativas, el número de creencias conspirativas registrado en
el grupo de tratamiento debería ser mayor que en el grupo de control.

RESULTADOS

La mayoría de personas comunicaron muy pocas creencias conspirativas; la


mayoría entre 0 y 2 creencias. Las más habituales eran las teorías conspirativas
más generales (una “élite” que gobierna el país o el mundo en secreto…).

En todos los casos, el grupo de tratamiento muestra un mayor número de


creencias conspirativas que el grupo de control.

Al incluir variables de control (ideología, religión, confianza en instituciones,


percepción democrática…) sólo la religión explica una mayor creencia en teorías
conspirativas. De hecho, la diferencia (y por tanto la ocultación deliberada de la
creencia) entre el grupo de tratamiento y el grupo de control es aún mayor para
los individuos religiosos; tal vez porque estos individuos son más conscientes y
sensibles a la presión social con sus creencias, especialmente en Europa
Occidental, donde hay niveles muy bajos de religiosidad. Así, las personas
religiosas tienen más probabilidades de ocultar otras creencias estigmatizadas en
su sociedad.
El sesgo de deseabilidad social tiene un impacto en la comunicación de
creencias conspirativas en las encuestas; la gente infra comunica estas
creencias en una media de -0.61 y -1.00 creencias menos.

Aunque esa diferencia pueda parecer pequeña, si la mayoría de personas creen


en entre 1 y 3 teorías de la conspiración y están ocultando una, el impacto del
sesgo de deseabilidad social es bastante grande.

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