ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

Departamento de Formación Básica

Lenguaje y Comunicación
La comunicación

La comunicación es un proceso vital en la interacción humana. La convivencia de nuestra

especie está mediada por situaciones comunicativas que permiten la construcción del entramado

social. La comunicación sustenta la dinámica de las relaciones personales. Ahora mismo, vivimos

en la era de las comunicaciones. Tener información on line sobre lo que ocurre al otro lado del

planeta está solo a un clic de distancia. Y, sin embargo, pese al desarrollo exorbitante de las

telecomunicaciones, nos enfrentamos a una crisis masiva en la comunicación interpersonal.

Definición de comunicación

González de la Serna (2015) define la comunicación en estos términos: “La comunicación

consiste en un acto mediante el cual un individuo (ser humano, animal u objeto) establece con otro

u otros un contacto que le permite transmitir una determinada información” (p. 3). La realización

de un acto comunicativo puede responder a diversas finalidades: transmisión de información,

intento de influir en los otros, manifestación de los propios estados o pensamientos, realización de

actos. La posibilidad de respuesta por parte de quien recibe el mensaje y que esta se traduzca en

otro mensaje por parte de quien inició el intercambio hace que el proceso se extienda casi

ilimitadamente. En este sentido, es posible registrar muchas formas de comunicación, además, el

acto comunicativo constituye una realidad social compleja. Esta complejidad invita a reflexionar

sobre las distintas acepciones del término y sugiere un análisis sobre los tipos de comunicación.

Tipología de la comunicación

La concepción tradicional sobre comunicación –la más extendida-, unidireccional, de tipo

monológico, equivale a la acción de informar, emitir mensajes, transmitir. Es la transferencia de

información de un punto a otro a través de algún medio. Esta concepción se da desde la perspectiva

únicamente del primer interlocutor, y se le aplica más el verbo comunicar que el de comunicarse.

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El concepto de comunicación de Berlson y Steiner recoge muy bien esta idea: “la

comunicación consiste en la transmisión de información, ideas, emociones, habilidades, etc.,

mediante el empleo de signos y palabras” (Niño, 2011, p. 4).

Una concepción más amplia nos lleva a pensar en una comunicación bidireccional o

dialógica. En este sentido, comunicación da la idea de diálogo, intercambio, correspondencia,

interacción, reciprocidad. El verbo más apropiado sería comunicarse. Las dos concepciones

implican un perfil de grupo social, una cultura, unas prácticas sociales específicas. En el fondo de

las dos acepciones, subyace una opción básica a la que se enfrenta la humanidad. “Definir qué

entendemos por comunicación, equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir” (Kaplún,

1998, p. 95).

En el primer caso, impera el monólogo, la unidireccionalidad, la verticalidad y el

monopolio; y en el segundo, el diálogo, la bidireccionalidad, la horizontalidad y la participación.

En una se produce un proceso en una sola vía, y en la otra, en dirección de ida y vuelta. Una

interacción constante mediada por un feedback que sostiene el encuentro recíproco entre los

interlocutores. La comunicación unilateral o monológica es el acto en el que un emisor emite –o

transmite-un mensaje que el receptor percibe. No hay respuesta activa por parte del receptor, que

asume un rol pasivo frente al acto comunicativo. La comunicación bilateral o dialógica, por otra

parte, se da cuando un emisor emite un mensaje que percibe el receptor y, posteriormente, ese

receptor se convierte en emisor de un nuevo mensaje que captará el antiguo emisor. Ambos tienen

participación recíproca y se convierten en interlocutores. No se establece entre ellos una relación

jerárquica, sino una participación equitativa que genera diálogo. Los medios tradicionales de

comunicación: periódicos, radio, televisión y anuncios publicitarios son ejemplos propios de este

tipo de comunicación.

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En el acto comunicativo, por otra parte, interactúan una serie de

elementos. Roman Jakobson planteó seis elementos: emisor, mensaje, receptor, código, canal,

contexto -o referente-. González de la Serna sugiere además contextos, ruido y redundancia.

Elementos del proceso comunicativo

El emisor es el sujeto que produce el acto de comunicación. El referente es la realidad

extralingüística a la que alude el mensaje comunicativo, contiene y da sentido al mensaje. El

código se relaciona con el conjunto de signos, relacionados entre sí, y las reglas de construcción,

del sistema a disposición del emisor y del receptor; podemos considerar al menos tres tipos:

lingüísticos, paralingüísticos y extralingüísticos. El mensaje es el resultado de la codificación,

portador de la información o conjunto de informaciones que se transmiten. Canal es el medio físico

por el que circula el mensaje. Receptor es el sujeto que recibe y descodifica el mensaje. El contexto

integra el conjunto de factores y circunstancias en las que se produce el mensaje y deben ser

comunes al emisor y al receptor. El ruido, conjunto de perturbaciones no previstas ni previsibles,

destruyen o alteran la información. Los elementos adicionales al mensaje y que sirven para

combatir el ruido conforman la redundancia.

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Figura 1. Proceso de la comunicación unidireccional. Tomado de Módulo de
Lenguaje y Comunicación, por González de la Serna, 2015, p. 2.

Niño, (2011) por otro lado, explica la comunicación bidireccional con un esquema que

incluye otros elementos fundamentales en el proceso comunicativo: el mundo referencial, los

estados cognoscitivos, las experiencias, la retroalimentación, la intención y el propósito

comunicativo. Se desarrollan, brevemente, estos tres últimos conceptos.

Propósito, intención comunicativa y retroalimentación

Los propósitos son parte de toda acción humana. La gente actúa para algo, para conseguir

un fin, en sí mismo o en los demás. ¿Para qué se comunica la gente? Podría decirse que, para

realizarse como seres humanos, para desarrollarse, para encontrarse con los otros, intercambiar sus

experiencias, solidarizarse y convivir. Kaplún (1998) afirma: Los seres humanos nos comunicamos

para intercambiar informaciones y conocimientos, para analizar una determinada cuestión, para

razonar, para pensar juntos.

Pero nos comunicamos también para expresar emociones, sentimientos, afectos,

esperanzas, sueños. Basta pensar en los gestos: una caricia, una palmada afectuosa en el hombro

del compañero que está triste no tiene significado racional, no tiene valor de información, de

conocimiento; y, sin embargo, dicen y significan muchísimo. Si un propósito es consciente suele

entenderse como una intención, intención de comunicar o dar a entender algo a un interlocutor por

medio del mensaje. La publicidad comercial, por ejemplo, tiene como intención comunicativa

persuadir a potenciales clientes sobre la conveniencia de comprar un producto o alquilar un

servicio. Para ello, se valen de una serie de estrategias comunicativas cargadas de estereotipos,

mercantilismo, sexismo, status que afectan las emociones del público objetivo.

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La retroalimentación –o feedback- da al proceso comunicativo una

dinámica de interacción. Corresponde a la información que regresa del receptor al emisor en el

curso de la comunicación, permite afianzar o reajustar la información para asegurar la efectividad

del proceso comunicativo; por este proceso el emisor se convierte en receptor y viceversa. Para

algunos autores, esta dinámica comunicativa redefine el concepto de emisor y receptor como

interlocutores.

Figura 2. Proceso de la comunicación bidireccional. Tomado de Competencias de la

comunicación, por Niño, Víctor, 2015, p.6.

Referencias

González de la Serna, José. (2015). Módulo de Lenguaje y Comunicación. Recuperado de:

http://www.auladeletras.net/Aula_de_Letras/Autor.html

Kaplún, Mario. (1998). Una pedagogía de la comunicación. Madrid: Ediciones de la Torre.

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Niño, Víctor. (2011). Competencias de la comunicación. Hacia las prácticas del

discurso. Bogotá: Editorial ECOE.

Santos, Dionne. (2011). Fundamentos de la comunicación. México: Red Tercer Milenio.