El conductismo, como ya antes mencionado es la segunda fuerza de la psicología,

propuesta por J. B. Watson y B. F. Skinner en 1913. Antes de darle desarrollo a la

explicación, algo muy interesante por mencionar es que este enfoque se impone al
psicoanálisis, ya que, el conductismo ignora la conciencia, los sentimientos y los
estados de la mente, no intenta explicar los procesos cognoscitivos y se limita al
control del comportamiento.
Watson tiene el título del primer conductista, que quizá podríamos decir que
fue un conductista ortodoxo que busco explicar la conducta, valga la redundancia,
proponiendo el comportamiento operante. De igual manera se propuso el
comportamiento clásico, es decir, un modelo estímulo-repuesta. En el cual se
establece que por medio de una constante estimulación específica se obtendrá una
respuesta, y después de que repetimos este proceso en varias ocasiones,
obtendremos un reflejo condicionado.
Como ejemplo tenemos un experimento donde Watson, en el año de 1920,
le presento a un niño un conejo blanco como estímulo condicionado. Cuando al niño
se le enseñaba el conejo, se le aplicaba un ruido fuerte como estímulo
incondicionado. El ruido hacía que el niño presentará llanto. Después de repetir
este proceso varias veces, el conejo por sí solo hacía que el niño llorará como
respuesta (Staats, 1979). Este experimento comprueba que un comportamiento
se aprende a través de un sistema de refuerzo y castigo; Skinner dijo: Una
conducta se mantiene porque se refuerza aquella conducta; sin embargo, también
es posible extinguir una conducta con solo modificar el refuerzo.

Referencias bibliográficas:
• Colaboración: Las tres fuerzas de la Psicología. (2017b, mayo 16). Recuperado 11
de octubre de 2022, de https://fenix.iztacala.unam.mx/?p=14722
• Enfoques psicologicos revista introduccion a la psicologia. (2017b, septiembre 12).
Issuu. Recuperado 11 de octubre de 2022,
de https://issuu.com/camilaalejandrapinzon/docs/enfoques_psicologicos_-
_revista_int