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Cuántas veces nos hemos encontrado con empresarios y profesionales que acuden a nosotros
para consultarnos si cabe alguna posibilidad de cobrar una deuda sin papeles. Las causas por las
que han podido encontrarse en la situación de tener que reclamar un impago en esas condiciones
son numerosas y variadas, pero la respuesta de si es posible siempre suele ser la misma: es
complicado.
En este post vamos a analizar qué documentación suele acreditar mejor la existencia de una
deuda, y qué alternativas tienen quienes no disponen de ningún escrito.
o ¿En qué casos se pueden dar situaciones de deudas ciertas pero sin
documentación acreditativa?
o A la vista de estos supuestos ¿Se puede cobrar una deuda sin papeles?
Una cosa es que no aconsejemos intentar cobrar una deuda sin papeles, y otra que cualquier
documento valga para probar que la obligación de pago existe.
se excluyen, para poder considerar válidos a efectos probatorios, otros documentos que no hayan
sido firmados por el deudor, y que tampoco sean los habitualmente usados
Siendo esto así, se excluyen, para poder considerar válidos a efectos probatorios, otros
documentos que no hayan sido firmados por el deudor, y que tampoco sean los habitualmente
usados en el ámbito comercial de que se trate (imaginemos, por ejemplo, impresiones de
pantallazos de emails o mensajes que no se prueba que hayan sido realmente enviados por el
deudor), y sin entrar, por supuesto, en las responsabilidades, incluso penales, en que se podría
incurrir en los supuestos de falsificación de firma, al margen de la obvia pérdida de cualquier valor
acreditativo de la existencia de la obligación de pago.
¿En qué casos se pueden dar situaciones de deudas ciertas pero sin documentación acreditativa?
La casuística que podemos encontrar para responder a esta pregunta es muy variada.
Los motivos por los que una persona se puede ver en la necesidad de tratar legítimamente
de cobrar una deuda sin papeles que prueben la existencia de la misma van desde la típica
obligación de pago que surge de la confianza, amistad o relación familiar (el préstamo que se hace
a un amigo o familiar en un momento de necesidad, del que no se deja constancia escrita; la venta
de un electrodoméstico o aparato a alguien cercano, sin firmar nada; la concesión del uso de algún
bien mueble o inmueble o la prestación de un servicio a una persona de confianza a cambio de un
precio, que no se plasma en ningún contrato…), hasta los negocios que se conciertan en dinero
que no se piensa declarar y que, por tanto, se originan sin contrato y se pretenden cobrar sin
factura.
A la vista de estos supuestos ¿Se puede cobrar una deuda sin papeles?
Aquí es donde volvemos al inicio, cuando adelantábamos que la respuesta siempre se reduce
a… Es complicado, aunque eso sí, no imposible.
algunas empresas de recobro admiten realizar las gestiones de cobro frente al deudor, sin que el
acreedor les aporte ninguna documentación, exigiéndoles realizar una declaración jurada de que
el crédito existe
Desde el punto de vista judicial, es difícil que un juez estime una demanda de reclamación de
cantidad sin un documento probatorio de los que enumera la Ley, pero al mismo tiempo no deja
de ser cierto que se admiten otros medios probatorios, tales como testigos, pruebas materiales
de que la prestación del servicio o entrega del producto se llevó a cabo, acreditación por cualquier
medio de que la relación contractual existía y, complementando todo eso, obviamente, la
declaración seria, formal y coherente, del reclamante.
Esto quiere decir que, si el deudor es consciente de que debe pagar, pero que su acreedor no tiene
medio de probar que esa obligación existe, puede intentar negarse (haciendo gala de una evidente
mala fe) a realizar el abono de lo debido, incluso llegando a negar formalmente haber recibido el
servicio o el producto.
Distinto sería el caso en que el deudor
desconoce que, por ejemplo, el acreedor ha extraviado la factura o contrato con el que podría
probar la existencia de la deuda y, en ese desconocimiento, atiende a los requerimientos del
reclamante.
Asimismo, cualquier empresa de recobro exigirá, para el desarrollo de sus actividades (consultar
en qué consisten las mismas, visitando nuestro post “Empresas de recobro ¿Son útiles?”), que el
cliente que contrata sus servicios aporte documentación acreditativa de la reclamación que se
pretende. Es cierto que, en este sentido, algunas empresas de recobro admiten realizar las
gestiones de cobro frente al deudor, sin que el acreedor les aporte ninguna documentación,
exigiéndoles realizar una declaración jurada de que el crédito existe, a efectos de tratar de
cubrirse las espaldas para el caso de que el deudor realice cualquier reclamación.
En ICIRED tratamos de no caer en estas tácticas poco ortodoxas, y evitamos realizar actuaciones
para cobrar deudas sin papeles, ya que, además, la propia legislación relativa a los ficheros de
morosidad, exige que exista una documentación que, aun aparentemente, acrediten la existencia
de la deuda. Conoce ahora más sobre nuestros servicios y las posibilidades que ofrece para
prevenir la morosidad y cobrar lo que te deben contactando con nosotros mediante el número
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