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Ministerio Público de la Nación

SE PRESENTA EN TÉRMINO DE OFICINA

Excma. Cámara:

CORTES LOLA, Fiscal Oficial del Ministerio Público Fiscal de

la causa "BASILE, ADRIANA Y CASTILLO, PABLO MIGUEL S/ HOMICIDIO

EN GRADO DE TENTATIVA CALIFICADO", EXPTE. CCC 51256/2018, que

tramita por ante ese Juzgado Nro 75 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo

Criminal y Correccional Criminal de CABA, a V.S. me presento y digo:

Que, mediante este acto, vengo como Fiscal Oficial de la causa, a solicitar no se

tenga por nulo el testimonio obtenido por el Subcomisario Pérez en el

interrogatorio que mantuvo con la Sra. Basile Adriana.:

I.

En su impugnación, la Defensa Pública Oficial sostuvo que en el

testimonio cuestionado no se respetó el correcto cumplimiento de la garantía

constitucional del debido proceso, con lo cual, a su parecer el testimonio provocó que la

imputada declarará contra sí misma, violando el principio establecido en el artículo 18

de nuestra Carta Magna.

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Remarcó que si se hubiera respetado el debido proceso, la Sra. Basile

hubiera podido conocer que podía abstenerse a declarar, según lo dispuesto en el artículo

296 del CPPN.

Por otro lado, se trata de violento, coactivo e invasivo el interrogatorio

llevado a cabo por el Subcomisario Peréz ya que supuestamente hizo que la imputada

afirme algo inexacto, agravando su situación procesal enormemente.

De seguido, señaló que los funcionarios policiales tienen prohibido

recibir declaración del imputado, según lo dispuesto en el art. 184 inc 10º del CPPN.

Por último, menciona que cualquier declaración espontánea que el

imputado realice al momento de la imputación de un delito carecerá de validez, ya que

implica una presunción de autoincriminación forzada.

II.

En primer lugar, cabe aclarar que en todo momento se veló y respetó el debido

proceso legal. Esto surge de que al momento de haber entrevistado a la Sra. Basile, a esta

no se le había imputado ningún delito, evento que sucedió después de corroboradas las

circunstancias del caso.

En este sentido, sabido es que carecerán de validez las declaraciones espontáneas

que realice el imputado. Sin embargo, en el marco del presente no sólo la Sra. Basile no

puede ser considerada imputada, ello en relación a lo mencionado en el primer párrafo de

este apartado, sino que esta fiscalía sostiene que los hechos relatados no pueden siquiera

considerarse una declaración propiamente dicha.

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Así, un análisis armónico de los hechos y las circunstancias permiten afirmar que

la conversación entre el Subcomisario Pérez y la Sra. Basile no fue más que un mero

diálogo entre colegas de las fuerzas policiales.

A mayor abundamiento, siendo que la imputada pertenece a las fuerzas de

seguridad, esta conoce cómo llevar a cabo el proceso ante la presunta comisión de un

ilícito y, en consecuencia, conoce los derechos que deben respetarse en el marco del

mismo. Es así que la Sra. Basile poseía acabados conocimientos sobre qué accionar

violentaba el debido proceso y cuál no lo hacía y, por tanto, carecería de lógica entender

que esta, al momento de afirmar haber consumido estupefacientes, consideró ello

importaba una declaración, desde una óptica procesal del Derecho Penal. Encuentro

fundamento de ello, ya que es incoherente e inaceptable considerar que, de haberse

tratado de una declaración testimonial, la imputada hubiera procedido con sus dichos así

como también con el procedimiento en sí puesto que es plenamente consciente de la

nulidad del mismo.

En este sentido, tomar como violento, coactivo e invasivo lo realizado por el

Subcomisario Pérez carece de sentido, ya que se deben de tener en cuenta dos cuestiones

fundamentales. La primera de ellas es que tanto Basile como Peréz forman parte de la

misma fuerza de seguridad y son compañeros de trabajo, por tanto, esta fiscalía

considera que lo dicho en el marco de una conversación entre estos no puede ser

considerada una declaración.

No obstante lo expuesto, y en segundo lugar, incluso si se considerara que lo

sucedido dio lugar a una declaración por parte de la Sra. Basile, no más lógico es que la

Defensa Pública Oficial trate de violento y coactivo lo dicho por ella, dando a entender

que la imputada se sintió amenazada y presionada al momento de aclarar una cuestión

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primordial para el caso (haber consumido marihuana). En relación a este punto, la CSJN

en “CABRAL” (FALLOS: 315:2505), “JOFRÉ” (FALLOS: 317:241), “SCHETTINI

(FALLOS: 317:956) Y “MINAGLIA” (FALLOS: 330:3801) entendió que no constituye

indicio suficiente para descartar una investigación criminal lo que un detenido diga ante

una autoridad policial, siempre y cuando no medie coacción alguna.

Dicho esto, la supuesta presión ejercida contra Basile carece de efectividad ya

que se sobreentiende que las fuerzas de seguridad conocen el proceso que deben seguir

al momento de entrevistar a una persona en el marco de la comisión de un ilícito. Se

infiere, entonces, que tanto Peréz como Basile sabían cómo lidiar correctamente con la

situación y que, no sólo la afirmación de la imputada no fue una declaración, sino que,

aunque así se considerara, la misma no fue producto de coacción.

En este sentido, siendo que el proceso se llevó a cabo en el marco de una

conversación entre compañeros de trabajo, no hay constancia alguna de la existencia de

una declaración espontánea y, menos aún, de que la imputada se haya sentido

coaccionada.

III.

En razón de lo expuesto, solicito que al momento de resolver se rechace


el pedido de nulidad de la declaración testimonial interpuesto por la Defensa Pública
Oficial.

FISCALÍA DE INSTRUCCIÓN Nº 3, 5 de mayo de 2021.

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