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TAREAS POR DIADAS

Formación de las diadas: niñ@/made, niñ@/padre, no importa el orden. No intervendremos


mientras las realizan, solo observaremos, no moldearemos las tareas.

TAREA 1: JUEGO LIBRE


Se le solicita a la diada que juegue con un objeto, por ejemplo a pasarse la pelota.
Después de unos minutos hacemos una señal anteriormente convenida con los padres, a la
madre o al padre que dejen de jugar sin decir nada. Observamos la reacción del niño
Después de unos minutos le pedimos , mediante otras señal anteriormente convenida con los
padres, a la madre o al padre que empiece a jugar el/ella sol@ sin decir nada. Observamos la
reacción del niño.
Por último les pedimos que vuelvan a jugar juntos.

TAREA 2: ESCONDER UN OBJETO.


Les solicitamos que primero uno esconda un objeto en algún lugar de la sala, el otro ha de
encontrarlo y el que lo ha escondido solo puede ayudar al otro con los ojos, no puede hablarle ni
hacerle gestos, solo puede ayudarle con los ojos. Luego lo esconde el otro miembro de la diada.

TAREA 3: RITMO
Les solicitamos que se coloquen frente a frente. Uno de ellos ha de construir un ritmo
percutiendo sus manos y/o tocándose un parte del cuerpo; el otro ha de imitarle. Luego se
intercambian.

TAREA 4: CONSTRUCCIÓN
Les solicitamos que se coloquen frente a frente. Les damos a cada uno 10 cubos de madera.
Primero uno hace una construcción con sus 10 cubos y el otro le imita, luego al revés.

TAREA 5: JUEGO DE ROLES


Les solicitamos que jueguen al juego de rol que elijan.

Aparentemente parecen tareas muy sencillas de realizar, sin embargo la experiencia en


sesiones conjuntas familiares con estas tareas y otras que diseño para algunas familias me
evidencian que cada familia tiene su peculiar estilo de realizarlas, podemos observar las actitudes y
las conductas con las que la realizan, así, hay diadas donde tanto la organización de la tarea como su
ejecución evidencian que ambos participantes se referencian visualmente el uno al otro ajustando la
ejecución de la tarea en función de las pistas no verbales que lee del otro durante la ejecución o no
lo hacen, el adulto ajusta el grado de dificultad de la tarea al nivel madurativo del niño o no lo hace,
el adulto dirige la tarea al niño o solo se muestra disponible, el niño imita la construcción del adulto
o no lo hace y cómo responde el adulto, etc. Es importante la observación de la comunicación no
verbal de los participantes.
En función de los datos observados podemos realizar intervenciones que favorezcan el darse
cuenta de los miembros de la familia de cómo están presentes o ausentes en ellos y, en función del
rol que tienen en la familia, estas capacidades de sensibilidad, disponibilidad y accesibilidad.
Podemos generar con ellos diferentes experiencias que posibiliten incorporar estas competencias en
sus relaciones.

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