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El dueño del granero "La buena atención", Pedro Pérez, y su trabajador Jesús Calvache tienen problemas de comunicación que a veces resultan en que no pueden encontrar productos solicitados por los clientes o que faltan productos pedidos. Además, no hay un inventario que permita encontrar fácilmente los productos almacenados y se requiere que empiecen a facturar todas las ventas y compras para cumplir con las regulaciones.
El dueño del granero "La buena atención", Pedro Pérez, y su trabajador Jesús Calvache tienen problemas de comunicación que a veces resultan en que no pueden encontrar productos solicitados por los clientes o que faltan productos pedidos. Además, no hay un inventario que permita encontrar fácilmente los productos almacenados y se requiere que empiecen a facturar todas las ventas y compras para cumplir con las regulaciones.
El dueño del granero "La buena atención", Pedro Pérez, y su trabajador Jesús Calvache tienen problemas de comunicación que a veces resultan en que no pueden encontrar productos solicitados por los clientes o que faltan productos pedidos. Además, no hay un inventario que permita encontrar fácilmente los productos almacenados y se requiere que empiecen a facturar todas las ventas y compras para cumplir con las regulaciones.
El granero “la buena atención”, presenta actualmente los siguientes
procesos: El dueño del granero el señor Pedro Pérez, cuenta con la ayuda de un trabajador auxiliar Jesús Calvache, donde se turnan los horarios de atención durante el día, específicamente en jornada de la mañana o de la tarde, ya que en la noche éste cierra, se ha presentado una serie de inconvenientes con el manejo de la información(mensajes) entre el dueño y el auxiliar, ya que a veces cuando el cliente solicita un producto, tanto el dueño como el trabajador no lo encuentra, o también hace falta el producto en la tienda debido a que él dueño no lo ha solicitado previamente al despachador, de igual manera, no existe una relación directa del total de productos que se encuentran en el granero, existe un lugar donde se almacenan todos los productos y cuando se necesita retirar uno de ellos, por concepto de venta al cliente, entonces se hace difícil encontrarlo, generando una inconformidad al mismo, desde la Cámara de Comercio y la DIAN, se exige que se entregue factura por cada venta realizada al cliente y las compras que el dueño del granero necesita al momento de surtirlo, que en el momento no se cuenta con ello.