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UNIVESIDAD TECNICA DE BABAHOYO

Escuela de Salud y Bienestar


Carrera de Fisioterapia

TEMA:
Conceptos básicos sobre accidentes de trabajo y seguridad de trabajo.

ASIGNATURA:
Fisioterapia Pediátrica y Geriátrica

DOCENTE:
Doc. Cristina Hernández Roca

INTEGRANTES:
Acosta Morante Erick
Chamorro Pérez Jeniffer
Bodero Jadan Kenya
Medrano Cerezo Ángel
Sisa Contreras Dayana

NIVEL:
5° Semestre ‘A’

CARRERA:
Fisioterapia

PERIODO LECTIVO:
Noviembre 2022 – Abril 2023
SINDROME DE DOWN

¿Qué es el síndrome de Down?


El síndrome de Down, también llamado trisomía 21, es una afección en la cual los bebés nacen con
un cromosoma de más (el número 21). Por lo general, los bebés nacen con 46 cromosomas.

¿Qué ocasiona?

Es la causa más frecuente de las discapacidades de aprendizaje en los niños. También suele
ocasionar otras anomalías médicas, como trastornos digestivos y cardíacos.

Asocia retrasos en el desarrollo mental y físico del niño, así como con un mayor riesgo de
problemas de salud.

Las personas con síndrome de Down generalmente tienen un coeficiente intelectual (una medida de
la inteligencia) en el rango de levemente a moderadamente bajo y son más lentas para hablar que las
demás.

El síndrome de Down varía en gravedad de un individuo a otro, y provoca incapacidad intelectual y


retrasos en el desarrollo de por vida.

Una mejor comprensión del síndrome de Down e intervenciones tempranas pueden incrementar
mucho la calidad de vida de los niños y de los adultos que padecen este trastorno, y los ayudan a
tener vidas satisfactorias. (Powell, 2021)

Características físicas comunes del síndrome de Down incluyen:

 Cara aplanada, especialmente en el puente nasal


 Ojos en forma almendrada rasgados hacia arriba
 Cuello corto
 Orejas pequeñas
 Lengua que tiende a salirse de la boca
 Manchas blancas diminutas en el iris del ojo (la parte coloreada)
 Manos y pies pequeños
 Un solo pliegue en la palma de la mano (pliegue palmar)
 Dedos meñiques pequeños y a veces encorvados hacia el pulgar
 Estatura más baja en la niñez y la adultez
En el aspecto del sistema motor: el niño es excesivamente blando, con aumento de la pasividad y
de la elasticidad.

En el aspecto del desarrollo psicomotor: se da un retraso de desarrollo del lenguaje, tanto en lo


que el niño entiende como en lo que expresa, de la conducta adaptativa y del desarrollo motor.

En los órganos internos se dan más frecuentemente algunas anomalías. Esto no significa,
lógicamente, que cada individuo tenga todas estas complicaciones:

 Malformaciones cardiacas.
 Malformaciones gastrointestinales.
 Infecciones de repetición.
 Anormalidades en el funcionamiento de la glandula tiroides.

En la visión: miopía, hipermetropía y cataratas.

A nivel del sistema nervioso, posibilidad de epilepsia y gran frecuencia del envejecimiento precoz.

Otros problemas

Muchas personas con síndrome de Down tienen los rasgos faciales típicos y ningún otro defecto de
nacimiento mayor. Sin embargo, otras pueden tener uno o más defectos de nacimiento mayores u
otros problemas médicos. Algunos de los problemas de salud más comunes entre los niños con
síndrome de Down se enumeran a continuación.2

 Pérdida auditiva.
 Apnea del sueño obstructiva, que es una afección en la que la persona deja de respirar
temporalmente mientras duerme.
 Infecciones de oído.

Otros problemas de salud menos comunes entre las personas con síndrome de Down incluyen:

 Obstrucciones intestinales desde el nacimiento que requieren cirugía.


 Dislocación de la cadera.
 Enfermedad tiroidea.
 Anemia (cuando los glóbulos rojos no pueden llevar suficiente oxígeno al cuerpo) y
deficiencia de hierro (anemia en la que los glóbulos rojos no tienen suficiente hierro).
 Leucemia desde la lactancia o la niñez temprana.
 Enfermedad de Hirschsprung.
Los proveedores de atención médica monitorean rutinariamente a los niños con síndrome de Down
para detectar la presencia de estas afecciones. En caso de diagnosticarse, se ofrece tratamiento.

TIPOS DE SÍNDROME DE DOWN

Hay tres tipos de síndrome de Down. Por lo general no se puede distinguir entre un tipo y el otro sin
observar los cromosomas porque las características físicas y los comportamientos son similares:

 Trisomía 21: La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen trisomía 21. 1 Con
este tipo de síndrome de Down, cada célula del cuerpo tiene tres copias separadas del
cromosoma 21 en lugar de las 2 usuales.
 Síndrome de Down por translocación: Este tipo representa a un pequeño porcentaje de las
personas con síndrome de Down.1 Esto ocurre cuando hay una parte o un cromosoma 21
entero extra presente, pero ligado o “translocado” a un cromosoma distinto en lugar de estar
en un cromosoma 21 separado.
 Síndrome de Down con mosaicismo: Mosaico significa mezcla o combinación. Para los
niños con síndrome de Down con mosaicismo, algunas de las células tienen 3 copias del
cromosoma 21, pero otras tienen las típicas dos copias del cromosoma 21. Los niños con
síndrome de Down con mosaicismo pueden tener las mismas características que otros niños
con síndrome de Down. Sin embargo, pueden tener menos características de la afección
debido a la presencia de algunas (o muchas) células con la cantidad normal de cromosomas.

Otros problemas

Muchas personas con síndrome de Down tienen los rasgos faciales típicos y ningún otro defecto de
nacimiento mayor. Sin embargo, otras pueden tener uno o más defectos de nacimiento mayores u
otros problemas médicos. Algunos de los problemas de salud más comunes entre los niños con
síndrome de Down se enumeran a continuación.2

 Pérdida auditiva.
 Apnea del sueño obstructiva, que es una afección en la que la persona deja de respirar
temporalmente mientras duerme.
 Infecciones de oído.
 Enfermedades de los ojos, como cataratas, y problemas de los ojos que requieren anteojos.
 Defectos cardiacos presentes desde el nacimiento.
Otros problemas de salud menos comunes entre las personas con síndrome de Down incluyen:
 Obstrucciones intestinales desde el nacimiento que requieren cirugía.
 Dislocación de la cadera.
 Enfermedad tiroidea.
 Anemia (cuando los glóbulos rojos no pueden llevar suficiente oxígeno al cuerpo) y
deficiencia de hierro (anemia en la que los glóbulos rojos no tienen suficiente hierro).
 Leucemia desde la lactancia o la niñez temprana.
 Enfermedad de Hirschsprung.
Los proveedores de atención médica monitorean rutinariamente a los niños con síndrome de Down
para detectar la presencia de estas afecciones. En caso de diagnosticarse, se ofrece tratamiento.

CAUSAS

El síndrome de Down es causado por un error aleatorio en la división de las células que tiene como
resultado la presencia de una copia extra del cromosoma 21.

A este tipo de error se le llama no disyunción. Por lo general, cuando una célula se divide en dos,
los pares de cromosomas se separan de modo que un cromosoma va para una célula y el otro para la
otra célula. En la no disyunción ocurre un error y ambos cromosomas del par van a la misma célula
y la otra célula no recibe ningún cromosoma de ese par.

La mayoría de las veces, esto ocurre por un error aleatorio durante la formación del óvulo o del
espermatozoide. Hasta la fecha, no se conoce ningún factor ambiental o del comportamiento de los
padres que se sepa pueda causar el síndrome de Down.

Tras una amplia investigación sobre estos errores en la división de las células, los investigadores
descubrieron que:

En más del 90% de los casos, la copia extra del cromosoma 21 viene del óvulo de la madre.

En aproximadamente el 4% de los casos es el padre el que provee la copia extra del cromosoma 21
a través del espermatozoide.

En el resto de los casos, el error ocurre luego de la fertilización, mientras el embrión crece.

Cambios cromosómicos que pueden causar el síndrome de Down

Los estudios muestran que hay tres tipos de cambios cromosómicos que pueden causar el síndrome
de Down.

Trisomía 21 completa. En este caso, un error durante la formación del óvulo o del esperma hace
que uno de los dos tenga un cromosoma extra. Por lo tanto, luego de que el óvulo y el
espermatozoide se unen, las células resultantes también tendrán tres copias del cromosoma 21. La
copia completa del cromosoma 21 extra se encuentra en todas las células de esa persona —es decir,
hay una trisomía completa. La trisomía 21 completa es la causa de aproximadamente el 95% de los
casos de síndrome de Down.

Trisomía 21 mosaico. Las células del cuerpo no son exactamente iguales. En alrededor del 1% de
los casos de síndrome de Down, la mayoría de las células del cuerpo tienen el cromosoma extra,
pero algunas no lo tienen. A esto se le llama "mosaicismo". La trisomía 21 mosaico ocurre cuando
el error en la división celular sucede en una etapa temprana del desarrollo pero luego de la unión
entre un óvulo y un espermatozoide normales. También puede ocurrir durante una etapa temprana
del desarrollo cuando algunas células pierden un cromosoma 21 extra que estaba presente al
momento de la concepción. Los síntomas de una persona con trisomía 21 mosaico pueden ser
diferentes de los de las personas con trisomía 21 completa o trisomía 21 por translocación, según la
cantidad de células en las que haya un cromosoma extra.

Trisomía 21 por translocación. En este tipo de cambio cromosómico, las células tienen solo una
parte de la copia extra del cromosoma 21. La parte extra del cromosoma "se pega" a otro
cromosoma y se transmite a otras células a medida que las células se dividen. Este tipo de cambio
causa aproximadamente el 4% de los casos de síndrome de Down. Las personas con trisomía 21 por
translocación no tienen características cognitivas o médicas específicas que las diferencien de las
personas con trisomía 21 completa.

A veces, un padre que no tiene síndrome de Down puede ser portador de una translocación en el
cromosoma 21 que puede transmitir a sus hijos y causar el síndrome de Down. Estudiar los
cromosomas de los padres permite saber si esta es la causa del síndrome. Un asesor genético podría
ayudar a las familias afectadas por la trisomía 21 por translocación a comprender el riesgo de
transmitir el síndrome en embarazos futuros.

Factores de riesgo

Algunos padres tienen mayor riesgo de tener un bebé con síndrome de Down. Los factores de riesgo
son:

Edad avanzada de la madre. Las probabilidades de una mujer de dar a luz a un niño con síndrome
de Down aumentan con la edad porque los óvulos más antiguos tienen más riesgo de división
cromosómica inadecuada. El riesgo de una mujer de concebir un hijo con síndrome de Down
aumenta después de los 35 años. Sin embargo, la mayoría de los niños con síndrome de Down
nacen de mujeres menores de 35 años porque las mujeres más jóvenes tienen muchos más hijos.

Ser portadores de la translocación genética para el síndrome de Down. Tanto hombres como
mujeres pueden transmitir la translocación genética para el síndrome de Down a sus hijos.

Haber tenido un hijo con síndrome de Down. Los padres que tienen un hijo con síndrome de Down
y los que tienen una translocación tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este trastorno. Un
asesor en genética puede ayudar a los padres a comprender el riesgo de tener otro hijo con síndrome
de Down.

Complicaciones

Las personas con síndrome de Down pueden tener diversas complicaciones, algunas de las cuales se
vuelven más notorias con la edad. Algunas de estas complicaciones pueden ser las siguientes:

Defectos cardíacos. Aproximadamente la mitad de los niños con síndrome de Down nacen con
algún tipo de defecto cardíaco congénito. Estos problemas cardíacos pueden poner en riesgo la vida
y pueden requerir cirugía en los primeros años de la infancia.

Defectos gastrointestinales. Algunos niños con síndrome de Down presentan anomalías


gastrointestinales, que pueden comprender anomalías de los intestinos, el esófago, la tráquea y el
ano. Pueden presentar mayor riesgo de tener problemas digestivos, como obstrucción
gastrointestinal, acidez estomacal (reflujo gastroesofágico) o enfermedad celíaca.

Trastornos inmunitarios. Debido a anomalías en el sistema inmunitario, las personas con


síndrome de Down tienen un mayor riesgo de presentar trastornos autoinmunitarios, algunos tipos
de cáncer y enfermedades infecciosas, como la neumonía.

Apnea del sueño. Debido a los cambios óseos y de los tejidos blandos que causan la obstrucción de
sus vías respiratorias, los niños y adultos con síndrome de Down tienen mayor riesgo de sufrir
apnea obstructiva del sueño.

Obesidad. Las personas con síndrome de Down tienen una mayor tendencia a la obesidad en
comparación con la población general.

Problemas en la columna vertebral. Algunas personas con síndrome de Down pueden presentar
una alineación incorrecta de las dos vértebras superiores del cuello (inestabilidad atlantoaxial). Esta
afección las pone en riesgo de padecer lesiones graves en la médula espinal debido al estiramiento
excesivo del cuello.

Leucemia. Los niños pequeños con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de leucemia.
Demencia. Las personas con síndrome de Down tienen un riesgo enormemente mayor de demencia;
los signos y síntomas pueden comenzar aproximadamente a los 50 años. Tener síndrome de Down
también aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Otros problemas. El síndrome de Down también puede vincularse con otras afecciones, como
problemas endocrinos, problemas dentales, convulsiones, infecciones de los oídos y problemas de la
audición o la visión.

Diagnóstico

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and


Gynecologists) recomienda ofrecer la opción de pruebas de diagnóstico y análisis para detección de
síndrome de Down a todas las mujeres embarazadas, independientemente de su edad.

Los análisis para detección pueden indicar la probabilidad o las posibilidades de que una madre
tenga un bebé con síndrome de Down. Pero estas pruebas no pueden determinar con certeza ni
diagnosticar si el bebé tiene síndrome de Down.

Las pruebas de diagnóstico pueden identificar o diagnosticar si el bebé tiene síndrome de Down.

El profesional de salud puede analizar los tipos de pruebas, las ventajas y desventajas, los
beneficios y riesgos, y el significado de tus resultados. Si corresponde, tu profesional de salud
podría recomendarte que hables con un asesor en genética.

Análisis para la detección durante el embarazo

Los análisis para la detección del síndrome de Down se ofrecen como parte de la atención médica
prenatal de rutina. Si bien con los análisis para la detección solo se puede identificar el riesgo de
tener un bebé con síndrome de Down, estos pueden ayudar a tomar decisiones acerca de pruebas de
diagnóstico más específicas.

Algunos de los análisis para la detección son el análisis combinado del primer trimestre y el análisis
para detección integrado.

Análisis combinado del primer trimestre

El análisis combinado del primer trimestre, que se hace en dos pasos, consta de:

Análisis de sangre. Este análisis de sangre mide los niveles de proteína plasmática A asociada al
embarazo y de la hormona del embarazo conocida como «coriogonadotropina humana». Los niveles
anormales de proteína plasmática A asociada al embarazo y de coriogonadotropina humana podrían
indicar un problema con el bebé.
Prueba de translucencia nucal. En esta prueba, se utiliza una ecografía para medir una zona
específica ubicada en la parte posterior de la nuca del bebé. Esto se conoce como «examen de
translucencia nucal». Cuando hay anormalidades, suele acumularse más líquido del normal en ese
tejido del cuello.

El médico o el asesor en genética pueden calcular tu riesgo de tener un bebé con síndrome de Down
basándose en tu edad y en los resultados del análisis de sangre y de la ecografía.

Análisis para detección integrado

El análisis para detección integrado se lleva a cabo en dos partes durante el primer y segundo
trimestre del embarazo. Los resultados se combinan para calcular el riesgo de que el bebé tenga
síndrome de Down.

Primer trimestre. La primera parte consiste en un análisis de sangre para medir la proteína
plasmática A asociada al embarazo y en una ecografía para medir la translucencia nucal.

Segundo trimestre. El examen cuádruple mide el nivel en sangre de cuatro sustancias asociadas
con el embarazo: alfafetoproteína, estriol, coriogonadotropina humana e inhibina A.

Pruebas de diagnóstico durante el embarazo

Si los resultados de los análisis para la detección son positivos o preocupantes, o si es alto tu riesgo
de tener un bebé con síndrome de Down, podrías considerar otras pruebas para confirmar el
diagnóstico. Tu profesional de salud puede ayudarte a analizar los aspectos positivos y negativos de
dichas pruebas.

Algunas de las pruebas de diagnóstico que pueden identificar el síndrome de Down son:

Análisis de vellosidades coriónicas. En el análisis de vellosidades coriónicas, se extraen células de


la placenta y se utilizan para analizar los cromosomas del feto. Esta prueba se suele realizar en el
primer trimestre, entre las 10 y las 13 semanas de embarazo. El riesgo de perder el embarazo
(aborto espontáneo) a causa del análisis de vellosidades coriónicas es muy bajo.

Amniocentesis. Se extrae una muestra del líquido amniótico que rodea al feto mediante una aguja
que se introduce en el útero de la madre. Luego, esa muestra se utiliza para analizar los cromosomas
del feto. Los médicos generalmente realizan esta prueba en el segundo trimestre, después de las 15
semanas de gestación. Esta prueba también conlleva un riesgo muy bajo de aborto espontáneo.

El diagnóstico genético preimplantacional.- es una opción para las parejas que se someten a la
fecundación in vitro y que tienen un mayor riesgo de transmitir ciertas enfermedades genéticas. Se
examina el embrión para detectar anomalías genéticas antes de implantarlo en el útero.
Pruebas de diagnóstico para recién nacidos

Después del nacimiento, el diagnóstico inicial del síndrome de Down a menudo se basa en el
aspecto del bebé. Sin embargo, las características relacionadas con el síndrome de Down pueden
presentarse en bebés que no tienen ese síndrome, por lo tanto, es probable que el profesional de
salud solicite una prueba llamada «cariotipo cromosómico» para confirmar un diagnóstico. Con una
muestra de sangre, esta prueba analiza los cromosomas de tu hijo. Si se detecta la presencia de un
cromosoma 21 adicional en todas o en algunas células, el diagnóstico es síndrome de Down.

TRATAMIENTOS

El síndrome de Down es una afección que dura toda la vida. Los servicios que se proporcionan
temprano suelen ayudar a los bebés y a los niños con síndrome de Down a mejorar sus capacidades
físicas e intelectuales. La mayoría de estos servicios se centran en ayudar a los niños con este
síndrome a desarrollarse a su máximo potencial. Estos servicios incluyen terapia del habla,
ocupacional y física, y generalmente se ofrecen a través de los programas de intervención temprana
de cada estado. Los niños con síndrome de Down también podrían necesitar ayuda o atención extra
en la escuela, aunque a muchos de estos niños se los incluye en las clases regulares.

Un niño con síndrome de Down probablemente recibirá atención de un equipo de profesionales de la


salud. Esto incluye, a modo de ejemplo: médicos, educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas
ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales. Todos los profesionales que interactúen con un
niño con síndrome de Down deben brindarle los estímulos y la motivación adecuados.

Los niños, adolescentes y adultos con síndrome de Down también necesitan la misma atención médica de
rutina que las personas que no tienen en síndrome, desde las visitas al pediatra y las vacunas comunes
que reciben todos los niños hasta asesoramiento sobre salud reproductiva y cuidados cardiovasculares en
la adultez. Como todas las personas, las personas con síndrome de Down se beneficiarán al tener una
actividad física regular y una vida social activa.

 Intervención temprana y terapia educativa


 Terapias de tratamiento
 Medicamentos y suplementos
 Dispositivos de asistencia
Intervención temprana y terapia educativa

La "intervención temprana" se refiere a una gama de programas y recursos especializados dirigidos a


niños muy pequeños con síndrome de Down y sus familias, los cuales están a cargo de profesionales.
Estos profesionales son, entre otros, educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas
ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales.

Las investigaciones indican que una intervención temprana mejora los resultados de los niños con
síndrome de Down. Esta ayuda comienza poco después del nacimiento y suele continuar hasta que el
niño cumple 3 años. A partir de esa edad, la mayoría de los niños reciben intervenciones y tratamiento a
través de las escuelas de su localidad.

La mayoría de los niños con síndrome de Down son elegibles para recibir educación pública gratuita y
adecuada para sus necesidades, de acuerdo a lo dispuesto por la ley federal. Ley pública 105-17 (2004).
La Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA por sus siglas en inglés) permite a los
niños con discapacidades obtener servicios y dispositivos de aprendizaje gratuitos para ayudarlos a
aprender lo más que puedan.

Terapias de tratamiento

Pueden utilizarse diversos tipos de terapia en los programas de intervención temprana y durante toda la
vida para potenciar el desarrollo, la independencia y la productividad lo más posible. Abajo encontrará
una lista de algunas de estas terapias.5

 La fisioterapia incluye actividades y ejercicios que ayudan a desarrollar las habilidades


motrices, aumentar la fuerza muscular y mejorar la postura y el equilibrio.
o La fisioterapia es importante, especialmente al comienzo de la vida del niño, porque las
habilidades físicas son la base de otras habilidades. La habilidad de darse vuelta, gatear y
alcanzar objetos ayuda a los bebés a aprender sobre el mundo que los rodea y a
interactuar con él.
o Un fisioterapeuta también puede ayudar al niño con síndrome de Down a compensar sus
limitaciones físicas, como un menor tono muscular, de modo de prevenir problemas a
largo plazo. Por ejemplo, un fisioterapeuta podría ayudar al niño a caminar de manera tal
que no desarrolle dolor en los pies a largo plazo.

TÉCNICAS DE FISIOTERAPIA EMPLEADAS EN EL SÍNDROME DE DOWN

Existen técnicas (2) que permiten mejorar el tono muscular, los reflejos, la fuerza muscular, el
equilibrio la propiocepción, el desarrollo psicomotor, entre otras.
 Técnica de Bobath: los niños con SD conservan reflejos primitivos que interfieren en el
control de movimientos voluntarios. Esta técnica mejora esto estimulando el movimiento
opuesto, además mejora el tono muscular, el equilibrio y propicia los movimientos activos.
 Técnica de Votja: evalúa y estimula las respuestas reflejas de los músculos, presionando
lugares específicos del cuerpo donde se encuentran terminaciones nerviosas que permiten
tales repuestas automáticas. En ellas se reproduce las respuestas motoras normales del
desarrollado psicomotor por medio de contra resistencias que se propaguen por el resto del
cuerpo.
 Método de Rood: es un método de facilitación que emplea el hielo, cepillado, vibración y
golpeteo para restablecer la sensibilidad, tono muscular y movimientos naturales o
fisiológicos.
 Cinesiterapia para corregir la hipotonía, desequilibrio muscular, coordinación de
movimientos.
 Ludoterapia: por medio de juegos, música (musicoterapia), danza, teatro.
 Baloterapia: con una pelota de playa o terapéutica de 60 a 70 cm de diámetro, se realizarán
balanceos con el niño en sedente, en decúbito prono y supino. Para estimular las reacciones
de defensa y enderezamiento.
 Hidroterapia: utilización del agua como agente terapéutico, el cual posee múltiples efectos
fisiológicos: permite que el niño realice ejercicios con el menor impacto y dolor posible,
disminuye la ansiedad, el estrés, resiste el movimiento mejorando la fuerza muscular, ayuda
al equilibrio, propiocepción, coordinación, mejora la marcha, la circulación sanguínea y es
analgésico. Hay que tener precauciones con los niños con: problemas del corazón como
insuficiencia cardíaca, infección y heridas de piel.
 Hipoterapia o equinoterapia: uso del caballo como medio terapéutico que permiten
mejorar o inducir la marcha en el niño en forma pasiva por su movimiento natural y
tridimensional el cual comprende el paso, galope y trote. Dicho movimiento ayuda a
corregir malas posturas, mejora el tono muscular, coordinación, propiocepción, equilibrio,
fortalece los músculos, estimula el lenguaje, alivia el estrés, fortalece vínculos afectivos y
aumenta la plasticidad cerebral. Además, se aprovecha los fuertes latidos del corazón del
caballo y su calor corporal como agente vibratorio y térmico.
 Kinesioterapia: un programa con ejercicios terapéuticos para corregir la hipotonía,
desequilibrio muscular, coordinación de movimientos.
 Importante: tomar en cuenta a la hora de diseñar un plan fisioterapéutico evitar las
actividades donde el niño se coloque de cabeza (como vueltas maromas) ya que tienen
mayor riesgo de desarrollar compresión de la médula espinal, conocida como inestabilidad
atlantoaxoidea. Esta situación puede darse debido a una combinación de bajo tono
(muscular) e hiperlaxitud ligamentosa.
 Terapia Lúdica: por medio de juegos, música (musicoterapia), danza, teatro.
 Terapia acuática: la utilización del agua como agente terapéutico, el cual permite que el
niño realice ejercicios con el menor impacto y dolor posible, reduce la ansiedad, el estrés,
resiste el movimiento mejorando la fuerza muscular, ayuda al equilibrio, propiocepción,
coordinación, mejora la marcha, la circulación sanguínea y es analgésico. Se debe tener
precaución con los niños con insuficiencia cardíaca y recordar que está contraindicado en
caso de infección y heridas de piel.
 Hipoterapia o equinoterapia: se refiere al uso del caballo como recurso terapéutico que
permiten corregir postura, promover reacciones de equilibrio, incrementa la fuerza
muscular, mejora el tono muscular, coordinación. Fortalece vínculos afectivos al niño estar
en contacto con el terapeuta y en interacción con el caballo. Aumenta la plasticidad cerebral
(en cuanto a los reajustes adaptativos cuando el caballo está en movimiento).
 El Placing: es un test para controlar el tono postural o tono muscular, y consiste en mover
una parte del cuerpo observando la facilidad o resistencia del mismo, manteniéndose de
forma automática en una determinada postura sin indicación verbal alguna, permitiendo
trabajar la graduación del movimiento y valorar si es capaz de conservar dicha postura.
 Técnica de Holding: se basa en mover “Una parte del cuerpo que por indicación, debe
mantenerse en una postura determinada”
 Tapping: que se utiliza para mejorar el tono de ciertos grupos musculares.
 Facilitación del gateo: cuando el niño ya ha logrado la sedestación, intentará trasladarse de
un lado a otro y sus brazos le permitirán ser de apoyo para transferir el peso de su cuerpo,
levantará la pelvis del suelo apoyándose en manos y rodillas adoptando la posición
cuadrúpeda, realizara pequeños movimientos de practica hacia atrás y adelante, logrando
con el tiempo alternar y coordinar sus brazos con sus piernas en diagonal para poder
trasladarse
 Facilitación de la sedestación: la sedestación es una destreza que desarrolla el niño, la
misma que le permitirá ampliar su campo de movimiento. Para llegar a esta posición el niño
aprenderá a controlar y mantener su cabeza alineada, logrando con el tiempo fortalecer sus
músculos cervicales y paravertebrales para mantener su tronco erguido con o sin apoyo de
sus manos.
 Facilitación del sostén cefálico: la finalidad de este ejercicio consiste en que el niño
desarrolle la destreza en el movimiento y control de su cabeza.
 La terapia del habla y del lenguaje puede ayudar a los niños con síndrome de Down a mejorar
sus habilidades de comunicación y a usar el lenguaje de manera más efectiva.
o Los niños con síndrome de Down suelen aprender a hablar más tarde que sus pares. Un
terapeuta del habla y del lenguaje puede ayudarlos a desarrollar las habilidades necesarias
para la comunicación más temprano, por ejemplo, cómo imitar los sonidos. El terapeuta
también puede enseñarle al bebé a mamar, ya que amamantarse puede fortalecer los
músculos que luego se utilizan para hablar.5
o En muchos casos, los niños con síndrome de Down comprenden el lenguaje y tienen
deseos de comunicarse antes de poder hablar. Un terapeuta del habla y del lenguaje puede
ayudar al niño a utilizar medios alternativos de comunicación, como el lenguaje de señas
o imágenes, hasta que aprenda a hablar.7
o Aprender a comunicarse es un proceso continuo, por lo que una persona con síndrome de
Down podría también beneficiarse al recibir terapia del habla y del lenguaje durante los
años escolares e incluso después. El terapeuta puede ayudar a mejorar las habilidades
para conversar, pronunciar y comprender lo que se lee (comprensión lectora), así como
para aprender y recordar palabras.
 La terapia ocupacional ayuda a encontrar maneras de ajustar las actividades y las condiciones
de la vida cotidiana a las necesidades y las habilidades de la persona.
o Este tipo de terapia enseña habilidades para el cuidado personal 5 como comer, vestirse,
escribir y usar una computadora.
o Un terapeuta ocupacional podría brindar herramientas especiales que ayuden a mejorar el
funcionamiento diario, tales como un lápiz más fácil de agarrar.
o En la escuela secundaria, un terapeuta ocupacional podría ayudar a los adolescentes a
identificar trabajos, carreras o habilidades que se adapten a sus intereses y capacidades.
 Las terapias emocionales y conductuales ayudan a responder a los patrones de conducta
deseable o no deseable. Los niños con síndrome de Down pueden sentirse frustrados debido a la
dificultad para comunicarse, desarrollar comportamientos compulsivos y tener el Trastorno por
Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) y otros trastornos de salud
mental. Estos tipos de terapia intentan comprender por qué el niño está comportándose mal,
encontrar maneras y estrategias para evitar o prevenir estas situaciones y enseñar maneras más
positivas de reaccionar ante estas situaciones.
o Un psicólogo, consejero u otro profesional de la salud mental pueden ayudar al niño a
manejar sus emociones y a desarrollar habilidades interpersonales y habilidades para
enfrentar problemas.
o Los cambios hormonales de los adolescentes durante la pubertad pueden generar cierta
agresividad. Los terapeutas conductuales pueden ayudar a los adolescentes a reconocer
sus emociones intensas y enseñarles maneras más saludables de tranquilizarse.
o Los padres también podrían apoyarse en estos profesionales para ayudar al niño con
síndrome de Down a lidiar con las dificultades de la vida cotidiana y desarrollar al
máximo su potencial

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