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El éxito de la negociación dependerá de la capacidad que tengan las dos partes para: acercar
posiciones, centrarse en los intereses mutuos, inventar opciones en beneficio mutuo y utilizar
criterios objetivos.
Principios de la Negociación:
• Plantear nuestro caso de forma ventajosa (se alcanza con suficiente preparación).
• Conocer el alcance y la fuerza de nuestro poder (Convicción, Planificación, Información,
Riesgo).
• Conocer a la otra parte (para ello se requiere información y la información hay que buscarla).
• Satisfacer las necesidades antes que los deseos.
• Fijarse unas metas ambiciosas concretas, realistas, claras, alcanzables, medibles.
• Gestionar la información con habilidad (saber presentarla y manejarla).
• Hacer las concesiones conforme a lo establecido (en función de la importancia que tiene para
el que la recibe).
Cuando las partes recurren a un tercero neutral, quien además de convocar a las partes y facilitar
el reinicio del diálogo, puede, de considerarlo necesario, hacer sugerencias de alternativas de
solución para que sean evaluadas por las partes y de ser el caso, acordadas libremente. Las
propuestas del conciliador, son sólo propuestas y por tanto las partes pueden no aceptarlas. La
decisión está en las partes. Un ejemplo se ve en INDECOPI cuando administra un conflicto por
Derechos de Autor, donde la parte afectada, reclama ser resarcida económicamente. El
conciliador, evaluando los hechos, puede sugerir montos y/o formas de pago. Algo similar
puede suceder en un Centro de Conciliación por pretensiones referidas a pago de deudas.
Principios de la conciliación:
Equidad :La finalidad de la conciliación es lograr un acuerdo equitativo que sea percibido como
justo por las partes.
Veracidad: Será necesario que las partes manifiesten sus percepciones de manera veraz para
garantizar un acuerdo fructifero.
Buena fe: Las partes deberán desenvolverse con honestidad y evitando caer en el engaño.
Imparcialidad : La conciliación es un mecanismo objetivo, por lo que no puede haber un trato
desigual o beneficio hacia alguna de las partes.
Confidencial: La información que se comparte debe quedar en reserva, a menos de que durante
las intervenciones hayan indicios de delitos o faltas cometidos
El proceso conciliatorio y las negociaciones se aplican tanto para resolver conflictos, como para
conseguir objetivos comunes cuando existen diferentes formas de solucionar o enfrentar una
situación que preocupa a varios individuos, como los casos que afectan a residentes de una
población, o cuando se trata de enfrentar la desazón de algunas comunidades ante nuevas
construcciones en áreas urbanas en las que los habitantes desean mantener determinados
patrones arquitectónicos de valor cultural o sentimental. De tal manera que conocer la técnica y
el arte de la negociación se convierte en un desafío permanente para el conciliador y aun para
los potenciales usuarios de esta institución o medio alternativo de solución de controversias.
La negociación es un proceso bipersonal por que solo participan las partes negociadoras.
En cambio la Conciliación es un proceso tri personal, por que participa además de las partes
conciliantes un tercero llamado conciliador, quien las asiste, para que encuentre la solución a su
conflicto.
En cambio en la conciliación aunque las partes deciden el resultado en cierta forma tienen un
control relativo, las partes controlaran el 70% del resultado.
La negociación es una forma de cómo resolver estos conflictos de una mejor manera, éste es un
proceso que requiere disciplina, meticulosidad, planeación, estrategias, emociones y actitudes.
Lo importante de la negociación es la importancia de la relación y del resultado.
La Conciliación es una herramienta que sirve para que las partes puedan encontrar
una solución efectiva para sus controversias por medio de un acuerdo que cumpla con sus
expectativas, sea honrado por las mismas y ayude a restaurar la relación.
EL ARBITRAJE.
El arbitraje es el método mediante el cual se somete un conflicto ante un tercero o terceros
imparciales, escogidos de acuerdo con el lmecanismo aceptado por las partes, quienes acuerdan
acatar la decisión rendida por el o ellos, luego de agotado el procedimiento convenido. Pueden
someterse a arbitraje las controversias sobre materias de libre disposición y transacción,
conforme las disposiciones civiles y comerciales aplicables, incluyendo aquellas en las que el
Estado fuere parte.
Existe además, el Arbitraje en Derecho en el cual los árbitros fundamentan su decisión en el
derecho positivo vigente y el Arbitraje en Equidad en que los árbitros, a solicitud de las partes,
deciden según el sentido común y la equidad. En nuestro país el Arbitraje Ad-hoc se encuentra
regulado por la Ley 489- 08 de fecha 19 de diciembre de 2008, que derogó los artículos 1003 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil vigente en la República Dominicana.
En el arbitraje Ad-hoc las partes acuerdan las reglas de procedimiento aplicables en la solución
de su controversia, mientras que en el arbitraje institucional, las partes se someten a un
procedimiento establecido por un centro de arbitraje. Las decisiones definitivas que pronuncian
los árbitros respecto de las cuestiones controvertidas en la cláusula arbitral o el compromiso se
conocen como Laudo Arbitral. Los Laudos Arbitrales solo tienen una única vía de impugnación,
que es la Acción en Nulidad.
MARCO JURÍDICO DEL ARBITRAJE.
El Arbitraje Institucional, específicamente el del Centro de Resolución Alternativa de
Controversias de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo, se encuentra
regulado tanto por la Ley 489-08, como por la Ley 50-87, de fecha 4 de junio de 1987, sobre
Cámaras Oficiales de Comercio y Producción de la República, modificada por la Ley 181-09, el
Reglamento del Consejo de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio y Producción
de Santo Domingo, el Reglamento de Procedimiento Interno de la Cámara de Comercio
y Producción de Santo Domingo, el Reglamento de Conciliación y Mediación, los Lineamientos
para Árbitros del Consejo de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio y Producción
de Santo Domingo y el Código de Ética para Árbitros.
EVOLUCIÓN DEL ARBITRAJE
Algunos autores creen encontrar en el Antiguo Testamento un ejemplo de arbitraje, asi como en
el Derecho Romano, anterior a la existencia de magistrados estatales, el arbitraje era la forma
“natural” de resolver los conflictos. En un inicio, el paterfamilias era quien actuaba como el
tercero imparcial. Posteriormente, este papel fue atribuido a un árbitro al que recurrían
voluntariamente las partes para plantearle los conflictos o disputas mediante una ordalía, plena
de ritos y reglas, y con un fuerte carácter religioso. Finalmente, se aceptó que las partes en
conflicto eligieran libremente al tercero imparcial que resolvería sus discrepancias.
La Ley de las XII Tablas contemplaba un procedimiento especial de tasación (falsae vindiciae)
y para los litigios relativos a la división de bienes, consistente en la intervención de tres arbitrii,
que podían sustituirse por árbitros únicos. La institución, originalmente prevista para obtener la
división de las herencias, fue luego extendida por la Lex Licinia del año 210 a.C. para los
procedimientos de división de cosas comunes o deslindes. El arbitraje se mantuvo luego con
diferentes matrices a lo largo de la historia del Derecho Romano, a la par de la actuación de los
jueces.
El régimen procesal en la época clásica se caracterizó por la institución de un iudicium, de una
función juzgadora ajena al imperium de los magistrados y basada en el officium de particulares,
reminiscencia de los tiempos precívicos donde no había presencia del Estado. El arbitraje dio
base al iudiciumprivatum de la época clásica y se concretaba en un contrato en virtud del cual
las partes acordaban someter la cuestión controvertida a la decisión de un particular
o arbiter que ellas mismas designaban. El iudicium culminaba con el dictado de una sentencia,
dado que la función juzgadora de los arbitrii no se basaba en el imperium -del que carecían- sino
en el officium, que se apoyaba en el juramento hecho a la hora de ser nombrados y por el cual
prometían fallar de acuerdo con las normas del derecho positivo.
IMPORTANCIA
El arbitraje es altamente efectivo porque resuelve las controversias, de manera definitiva
mediante un laudo arbitral, en un proceso ágil, dirigido por árbitros expertos y con una
infraestructura tecnológica de punta.
Respalda la confianza que las partes depositan en sus árbitros; Las partes lo pueden usar en
temas laborales, comerciales, industriales y en las disputas de consumos;
Pueden escoger los árbitros con prestigio y experiencia para tratar los temas; Las partes pueden
acomodar los procedimientos a sus necesidades; Es menos formal, más rápido y menos oneroso
que el proceso judicial