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Muy buenas tardes a todos, Feliz año nuevo 2023, como están mis amigos?

, estamos felices de iniciar un año


más y les deseamos que esta nuevo año 2023, venga cargado de salud Trabajo y muchas alegrías para ustedes
y para sus seres queridos. soy el Arq. Alberto Medina Chavarín, y estamos en nuestro programa,
ARQUITECTURA Y ALGO MAS. Hace unos programas, dijimos que íbamos a hacer una serie de programas
acerca de arquitectos y arquitectura Mexicana, en días pasados, llego a mis manos un libro de un autor
mexicano, el cual desde niño me ha sorprendido, y quiero rendirle un homenaje póstumo a este gran autor,
no tiene nada que ver con la Arquitectura, pero si con las letras, que las letras también son parte de las artes, y
por eso es elegible para este programa de Arquitectura y sobre todo algo más… en este algo más entra el,
porque no todo es Arquitectura, siempre hay algo más, me refiero al gran maestro JUAN JOSE ARREOLA.

estamos en
Chureya Radio, transmitiendo desde Cabo San Lucas, México, a través del 107.9 de FM y para todo el mundo a través de Chureya
fm.com
TU VOZ DESDE EL CORAZON DE LAS CALIFORNIAS

Nuestro tema de hoy:


JUAN JOSE ARREOLA

“Yo señores, soy de Zapotlán el grande, un pueblo que de tan grande, nos lo hicieron Cd Guzmán hace ya más
de 100 años, pero nosotros seguimos siendo tan pueblo, que todavía le decimos Zapotlán, es un valle redondo
de maíz, un circo de montañas, tiene un buen temperamento, un cielo azul y una laguna que viene y se va
como un delgado sueño”

Música: Retrato, poema de Antonio Machado, narrado por el mismísimo Juan José Arreola.

Ese fue el mismisimo Juan Jose Arreola narrando el poema del poeta español Antonio machado llamado
Retrato.
Estamos de regreso en nuestro programa arquitectura y algo mas desde chureya radio. Con nuestro tema de
hoy Maestro Juan Jose Arreola

Juan José Arreola, no sólo es un escritor fundamental, en la historia de la literatura mexicana, sino que su
presencia en el mundo editorial, en la televisión, en la docencia, y en muchas mas areas, lo hizo un personaje
conocido, por amplios sectores sociales, aun por los que están más distantes, de la vida literaria. Se trata de
una figura imprescindible, para el crecimiento y fortalecimiento, de la cultura en México, mucho, por su
trabajo en la formación de la nueva generación de escritores, por su participación en los medios de difusión,
por su participacion en revistas, en libros y en programas culturales de televisión, que ensancharon el
horizonte de millones de receptores.

Juan José Arreola Zúñiga, nació el 21 de Septiembre de 1918 en Zapotlán el grande, hoy cd Guzmán Jalisco y
falleció el 3 de diciembre de 2001, a los 83 años de edad, “nací, como alguna vez lo dije, entre pollos, chivos
Guajolotes, vacas burros y caballos”, fue el cuarto de catorce hijos.

Viene de una familia de artesanos, de panaderos, de carpinteros, de orfebres, sus hermanas hicieron muy
famosos los dulces Arreola, en el sur de Jalisco, en fin era gente curiosa, que facturaba cosas con las manos,
entonces el cree que los oficios se le trasladaron a él, al momento de hacer literatura.

Realmente hay pocos, creo yo, hispano parlantes que dominan el lenguaje y la conversación como la hacia
Juan José Arreola
Cuando él hablaba, y hablara de lo que fuera, algo te enseñaba y de eso se trataba su trato con los demás,
para eso vivía, por eso se llamaba el maestro Arreola

Hablaba como escritor con una impecable pronunciación y una sintaxis, que uno podía ver el escrito en el aire,
era un caso realmente notable
(modo de combinarse y ordenarse las palabras y las expresiones dentro del discurso)

Un gran escritor puede hablar de cualquier cosa, puede tomar el tema que quiera, pero lo habla con su gracia,
con su talento, con su literatura, con su genio, eso es lo que hacía Juan José Arreola

De todos los escritores que he conocido a lo largo de mi vida es el único que yo he visto con destellos de
genialidad, el nació para la palabra

Entre 1926 y 1929 desarrollo sus estudios básicos y aunque no concluyo su educación primaria, el resto lo
aprendió de manera autodidacta

Se dedico a varias ocupaciones: encuadernador, corrector de estilo en el Fondo de Cultura Económica,


docente de la UNAM y Periodista. También incursiono en el teatro junto a dos grandes dramaturgos
mexicanos: Xavier Villaurrutia y Rodolfo Usigli.

Tania libertad: canción para una sola voz

La Gran tania Libertad, que hermosa cancion y que hermosa interpretacion.


Estamos de regreso en nuestro programa arquitectura y algo mas desde chureya radio. Con nuestro tema de
hoy Maestro Juan Jose Arreola

Como dijimos, Juan José Arreola nació en Zapotlán el Grande Jalisco México, el 21 de septiembre de 1918, en
un texto titulado de memoria y olvido, que a su vez hace introducción a su libro de relatos: “Confabulario”,
Arreola escribe “nací el año de 1918, en los estragos de la gripa española, día de San Mateo Evangelista, y
Santa Ifigenia virgen, nací entre pollos, puercos, chivos, guajolotes, vacas, burros y caballos, di los primeros
pasos seguido precisamente por un borrego negro que se salió del corral”.
Su origen rural de uno de los pueblos del sur de Jalisco enmarco gran parte de su obra con un sello único
acerca de su terruño.

A los tres años comenzó asistir a la escuela, pero cuando estaba en cuarto año de primaria, en un momento de
convulsión social tuvo que abandonarla, en otro pasaje del texto de memoria y olvido, Juan José Arreola
relata: no pude seguir en ella por razones que si vienen al caso pero que no puedo contar, mi infancia
transcurrió en medio del caos provinciano de la revolución Cristera, cerradas las iglesias y los colegio
religiosos, yo, sobrino de señores curas y de monjas escondidas, no debía ingresar a las aulas oficiales, sopena
de herejía, mi padre, un hombre que siempre sabe hallarle salida a los callejones, que no la tienen, en vez
enviarme un seminario clandestino, o a una escuela en el gobierno, me puso sencillamente a trabajar, a los 12
años entré como aprendiz al taller de don José María Silva, maestro encuadernador, y luego a la imprenta del
Chepo Gutiérrez, de allí, me nace el gran amor que tengo a los libros, en cuanto a objetos manuales, el otro el
amor a los textos, ya había nacido antes, por obra del maestro de primaria, a quien rindo homenaje, gracias a
José Ernesto Aceves, supe que había poetas en el mundo, además de comerciantes, pequeños industriales y
agricultores,

Esto es de lo que más me llamo la atención acerca del maestro Arreola, que, al yo haberlo conocido en vida y
saber qué fue lo que fue y saber lo que significo en cuanto a las letras para nuestro país, fue para mí una gran
sorpresa saber que fue autodidacta, pues solo llego a tercero de primaria y que por diversas circunstancias ya
no volvió a ninguna escuela.

Juan José Arreola fue autodidacta y estudiaba y leía por su cuenta, se sumergía a los libros y admiró con
asombro las maravillas del conocimiento, a los 15 años ya había leído autores como Baudelaire, Walt Whitman
y Giovanni Papini, aprendió francés por su cuenta, en una entrevista publicado en 1993 por el diario
colombiano el tiempo, el escritor jalisciense afirma, desde chico, empecé a cultivarme al lado de mi hermana
mayor, en la literatura francesa, juntos sin ningún maestro. Yo pude acceder al mundo de la literatura francesa
con una vocación natural con un empeño y siempre a través de la literatura. Cumplidos los 18 años, Juan José
Arreola se dirigió hacia la ciudad de México para estudiar en la escuela teatral de bellas artes, el filólogo
Antonio Latorre, uno de los grandes amigos de Arreola, en una semblanza publicada en 1999 en la revista
letras libres, describe que: Arreola en su juventud tenía rasgos afilados mirada alerta y movilidad de ardilla,
además escribe: en 1937 recién llegado a la ciudad de México por el deseo de estudiar teatro sin un centavo
en los bolsillos, Arreola agarró una chamba de abonero, por las mañanas recorría de puerta en puerta las
vecindades vendiendo zapatos en abonos fáciles y para costearse las clases de teatro, Arreola también se
desempeñó en otros oficios entre ellos el de actor de radio novelas en la X E Q, en 1939 Arreola trabajó como
actor al lado del poeta Xavier Villaurrutia y este mismo año se incorporó en la compañía teatral del
dramaturgo Rodolfo Usigli, tras una breve y fallida gira volvió a su natal Zapotlán en donde continuó con su
interés por el teatro e impartió clases en una secundaria,

Esto de dar clases en Zapotlán, hay una anécdota que dice que el maestro Arreola andaba en un moto chica
tipo vespa allá en su Zapotlán el grande, que los muchachos le gritaban muchas cosas, y que el siempre
contestaba, “quítese hijo de la chingada o me lo llevo cabron”

Ave María Guaraní, del disco “la misión de Enio Morricone” que bonita película, si ya la vieron vientos, si no,
véanla, yo ya me la avente como 10 veces. Esta música de Enio Morricone esta preciosa, escúchenla.

Ave María Guarini, del disco LA MISON, sound tracks de la pelicula del mismo nombre. Protgonizada por
Jeremy Irons y Robert Deniro
Estamos de regreso en nuestro programa arquitectura y algo mas desde chureya radio. Con nuestro tema de
hoy Maestro Juan Jose Arreola

en 1940 se casó con la joven Sara Sánchez, con quien tuvo tres hijos Claudia, Orso y Fuensanta en 1943,
interesado en la escritura, pues en ese periodo ya había publicado algunos textos, se dirigió a la ciudad de
Guadalajara y comenzó un trabajo como articulista, y jefe de circulación en el periódico EL OCCIDENTAL, un
año más tarde a Arreola, se le presentó la oportunidad de viajar a París, al lado del director de teatro francés,
Luis Juvet, con una beca otorgada a través del Instituto francés de América latina, Arreola cuenta: “mi vida
está dividida en antes y después del viaje, se me antoja del tamaño de un sueño constelado de impresiones
extraordinarias, no fue dado a mí, aspirante a actor, pisar el escenario de la comedia francesa en compañía de
los más ilustres comediantes de Francia” en 1945 regreso a Guadalajara y fundó la revista PAN al lado de sus
amigos Antonio Latorre y Juan Rulfo, un año más tarde en 1946 partió de nuevo a la ciudad de México donde
trabajo como corrector y redactor en el fondo de cultura económica recomendado por su amigo Antonio
Latorre, al respecto escribió: “el fondo, fue mi universidad, los reducidos conocimientos que poseía y la
dispersión de mis lecturas desordenadas y caóticas se organizaron bruscamente con la corrección de pruebas,
la lectura obligatoria de libros de historia filosofía, economía, sociología y sabe Dios cuantas cosas” en 1956
Arreola recibió la propuesta de dirigir una compañía teatral que sería patrocinada por la universidad Nacional
Autónoma de México, en esta misma década Arreola es invitado a hacerse cargo de la CASA DEL LAGO, que se
convertiría en un importante centro cultural, después se dedicó a impartir clases en la escuela de teatro del
Instituto nacional de bellas artes, en el centro Mexicano de escritores, el ensayista y editor Pavel Granados en
un artículo titulado 100 años de Juan José Arreola escribe: Arreola formo parte de una notable generación de
escritores que incluyen nombres como Juan Rulfo, José Luis Martínez, Alí Chumacero y Antonio Latorre es el
gran ejemplo del intelectual autodidacta que por su talento conquistó la admiración y el cariño de personajes
como Gabriela Mistral, quién lo consideraba casi su hijo.

Arreola fue también un personaje de la ciudad de México, la caminaba, la conocía y la quería y fue uno de
nuestros grandes narradores orales, pocos como él, han sabido mantener de un hilo la atención de sus
escuchas, eran famosas las conferencias de este prosista, en ellas no nada más hacía castillos en el aire, hacia
ciudades épocas, autores, anécdotas, viajes en verdaderos poemas hechos de palabra hablada, durante varios
años también fue tallerista literario, varios escritores nacientes como Elsa Cross, José Agustín, Juan Tovar y
Rene Avilés Favila recibían recomendaciones y una guía muy puntual por parte de Arreola, el escritor de la
onda, Rene Avilés Favila, en el programa, “los imprescindibles siglo XX, Juan José Arreola”, transmitido por el
canal 22, cuenta: el escritor en México es avaro, es mezquino, no da su tiempo, no muestra sus secretos, no
ayuda a los demás, o ayuda en todo caso a un modesto grupo de elegidos, tal como lo hacía por ejemplo
Octavio Paz, no, Arreola no, el, con una gran generosidad, nos abrió las puertas y nos dijo: todos los miércoles
nos vamos a reunir en la sala de mi casa de 5 a 7, y así fue, llegamos nosotros y muchos más, leía los cuentos
de cada uno de nosotros y si algo le parecía interesante, si algo le llamaba la atención, inmediatamente
Arreola lo llamaba para sesiones extras, todo esto sin cobrar, nadie pagaba un peso, Arreola le quitaba tiempo
a su arte para dárselo a los jóvenes.

A partir de 1970, Juan José Arreola comenzó una serie de apariciones en programas de televisión, como por
ejemplo, como comentarista del mundial de fútbol en 1970, también, en diferentes programas de
celebridades, o como comentarista en los juegos olímpicos de Barcelona de 1992, Antonio Latorre escribe al
respecto: sobre la larga carrera de Arreola como astro de televisión no diré ni malo ni bueno, varias veces oí
decir a personas de la crema intelectual, que pena, como ha degenerado Arreola, pero yo creo que esas
personas, no le concedieron la vox populi, el respeto que merece, además, a propósito de uno de los mayores
escándalos de Arreola metido a comentarista de deportes en un mundial de fútbol, contaré lo que me dijo Ruy
Pérez Tamayo, ese Arreola, a diferencia de los comentaristas de cajón, que todo el tiempo se desgañitan
exhibiendo su profesionalismo, el, nos descubre serenamente, pero con qué entusiasmo, el sentido profundo
de la competencia entre dos grupos humanos, nos da una cátedra de filosofía del deporte.

Entre las obras más importantes del escritor Juan José Arreola se destacan: Varia invención de 1949,
Confabulario de 1952, la feria de 1963, Palíndroma de 1971,

Palíndroma de 1971
La mitad de las piezas que componen este libro puede ser objetada, la otra mitad no. Bajo título irresponsable,
dichas piezas esconden la posibilidad de ser leídas al revés o al derecho.

Bestiario de 1972, sobre este libro viene al caso una anécdota interesante, que años más tarde reveló el
escritor José Emilio Pacheco, afirmando que fue un libro que Juan José Arreola le dictó durante una visita al
zoológico de Chapultepec, este libro se conforma de una serie de estampas sobre animales reales en que se
mezcla lo Real y lo fantástico.

Prólogo de libro Bestiario de Juan José Arreola:

Ama al prójimo desmerecido y chancletas. Ama al prójimo maloliente, vestido de miseria y jaspeado de
mugre.
Saluda con todo tu corazón al esperpento de butifarra que a nombre de la humanidad te entrega su
credencial de gelatina, la mano de pescado muerto, mientras te confronta su mirada de perro.
Ama al prójimo porcina y gallináceo, que trota gozoso a los crasos paraísos de la posesión animal.
Y ama a la prójima que de pronto se transforma a tu lado, y con piyama de vaca se pone a rumiar
interminablemente los bolos pastosos de la rutina doméstica.

El maestro Arreola tenía, ¿Cómo decirlo? una mente extraordinaria, que estaba directamente conectada con
su boca. Pensaba y hablaba al mismo tiempo, pero con una maestría que al menos yo, no la he visto en nadie
más.
Casi nunca o nunca se quedaba pensando, siempre hilaba las oraciones unas tras otras y nunca decía “este”,
“este” , que es muy común en todos los que hablamos, o más bien pensamos y luego hablamos, el no, el
parecía una fuente de palabras pensadas, que emergían de su boca, super bien articuladas y que nunca perdía
la secuencia de las cosas.

Es increíble que el libro de BESTIARIO, así nomás, viendo a un animal en el zoológico, hablaba de el mientras
José Emilio Pacheco escribía lo que Arreola decía. Así es como se hizo ese libro. Yo me imagino al maestro
Arreola con su capa negra recorriendo el zoológico y hablando sin detenerse de cada uno de los animales que
veía. Así por ejemplo, habla del Rinoceronte y del sapo.

EL RINOCERONTE
El gran rinoceronte se detiene. Alza la cabeza, recula un poco. Gira en redondo y dispara su pieza de artillería.
Embiste como ariete, con un solo cuerno de toro blindado, embravecido y cegato, en arranque total de
filosofo positivista. Nunca da en el blanco, pero queda siempre satisfecho de su fuerza. Abre luego sus válvulas
de escape y bufa a todo vapor.

EL SAPO
Salta de vez en cuando, solo para comprobar su radical estático. El salto tiene algo de latido; viéndolo bien, el
sapo es todo corazón.
Prensado en un bloque de lodo frio, el sapo se sumerge en el invierno como una lamentable crisálida. Se
despierta en primavera, consciente de que ninguna metamorfosis se ha operado en él. Es más sapo que
nunca, en su profunda desecación. Aguarda en silencio las primeras lluvias.
Y un buen día surge de la tierra blanda, pesado de humedad, henchido de savia rencorosa. Como un corazón
tirado al suelo.

¿Así o más ingenioso?, deberas que, qué calidad y lucidez en sus palabras, ahora sí que cuando el maestro
hablaba, todos callaban, te embelesaba con su platica, él hablaba y tu mente se imaginaba todo lo que estaba
hablando, era genial.

El escritor argentino Jorge Luis Borges elogio la escritura de Arreola de la siguiente manera, creo descreer del
libre albedrío, pero sin obligar a descifrar a Juan José Arreola, en una sola palabra que no fuera su propio
nombre, ni nada nos impone ese requisito, esa palabra estoy seguro sería libertad, libertad de una ilimitada
imaginación regida por una lúcida inteligencia.

Por su parte el escritor Emanuel Carballo, nos dice al respecto de la obra de Arreola, admiré la manera como
estructuraba los cuentos, creaba los personajes, le infundía vida a las anécdotas mediante un estilo que se
acercaba peligrosamente a la perfección, hoy para mí, Juan José, es el escritor de historias cortas más
sobresaliente que ha aparecido en México, desde que el cuento es un género autónomo ejercido por
profesionales, en sus textos, han desaparecido los lastres que padeció desde sus orígenes la prosa mexicana,
el costumbrismo, el barroquismo innecesario, la doctrinacion y el anacronismo.

Su única novela LA FERIA, fue publicada en 1963, es una obra construida, a partir de fragmentos o mosaicos en
los que se construye, la historia de su natal Zapotlán el Grande, es una obra polifónica, en la que se le da voz a
diversos personajes, que con tintes de humor, datos históricos, anécdotas y descripciones del paisaje, nos
sumergen en un mundo rural cambiante. Acerca de esta obra, Arreola cuenta: “la feria, está compuesta de
elementos reales, de recuerdos, de formas de lenguaje, en las que casi nunca busque una perfección o una
expresión poética, sino a veces, lisa y llanamente el lenguaje de todos los días, y de pronto los rasgos así,
pícaros”.

Entre los premios que obtuvo se encuentran, el premio Jalisco de literatura en 1953, el premio Xavier
Villaurrutia en 1963, el premio nacional de periodismo, el premio nacional de ciencias y artes, el premio
internacional de literatura Juan Rulfo en 1990, el premio internacional Alfonso Reyes entre muchos más, en la
memoria quedan recuerdos de sus discursos, su histrionismo, sus recitales, las conversaciones en el café
Madoka de Guadalajara, de sus participaciones televisivas entre muchas más, la amistad entrañablemente
entre Arreola y varios de sus contemporáneos desato diversas polémicas, sobre todo su amistad con Juan
Rulfo, en varias ocasiones quisieron enemistarlos, dando por hecho de qué entre Arreola y Rulfo había
envidias por la fama y el talento, Arreola decía que: lo único que lo separaba de Rulfo era la cuesta de Sayula,
refiriéndose al punto geográfico que separa sus pueblos natales.

En una entrevista fascinante realizada por Vicente leñero en 1986, a dos semanas del fallecimiento del escritor
Juan Rulfo y que apareció publicada con el título: ¿te acuerdas de Rulfo Juan José Arreola?, el escritor de
Zapotlán el Grande expuso lo siguiente: “les voy a decir una cosa, yo, lo primero que se reconocer, es la
grandeza ajena, y yo, cuando me preguntaban si envidiaba Juan Rulfo o a Carlos Fuentes les digo, pues mejor
me pongo envidiar a Shakespeare, yo no envidio ni a Jorge Luis Borges que tanto quiero, si me pongo a
envidiar a Shakespeare, me cuesta lo mismo”.

Más adelante, Juan José Arreola agrega, “lo más importante en mi vida con respecto a Juan Rulfo, fue haberlo
decidido a publicar Pedro Páramo en su aspecto fragmentario, un sábado en la tarde recibí a Juan, y el
domingo se terminó el asunto, de acomodar las secciones de Pedro Páramo, y el lunes, se fue a la imprenta
del fondo de cultura económica, sobre una mesa enorme, entre los dos nos pusimos acomodar los montones
de cuartillas, Dios existe, yo creo en Dios, esa tarde existió, yo leí Pedro Páramo en puros originales, eso es lo
más hermoso de todo”.

Miserere, también del disco la Misión de Enio Morricone.

Regresamos, escuchamos Ave María Guarini, del disco LA MISON, sound tracks de la pelicula del mismo
nombre.
Estamos en nuestro programa arquitectura y algo mas desde chureya radio. Con nuestro tema de hoy Maestro
Juan Jose Arreola

En las últimas décadas, la producción literaria de Arreola, prácticamente se diluyó de sus intereses, explicaba,
“no vale la pena agregar más páginas, a las páginas ya escritas, si es que esas páginas nuevas, no son mejores
o entran en otro ámbito. yo acepto haberme quedado hace 30 años sin evolucionar, pero me nutro, en la
relectura, repaso aquello que ha sido importante para mí, y que me ha dado en realidad lo que soy, nada es
mío, no soy más que un hombre que ha recibido, para decirlo con palabras de un poeta ruso, que ha recibido,
un deslumbrante repertorio de dones”.

Juan José Arreola murió el 3 de diciembre de 2001 a sus 83 años, víctima de una hidrocefalia que lo aquejó
durante sus últimos años, en 2015 sus restos fueron trasladados a la rotonda de los jaliscienses ilustres en el
centro de la ciudad de Guadalajara, Antonio Latorre dijo que la palabra que mejor definía Arreola era,
entusiasta,
sobre su vejez, Arreola compartió lo siguiente: “no hay cosa más horrible en el mundo, que el hastió, lo dijo
Baudelaire, yo veo personas de veintitantos años hastiándose de la vida, ahora, que no me digan que tengo
nostalgia de la juventud, no tengo ningún malestar de ser viejo, la vejez es una diversión continua, porque es
un desaprender y ya no se pueden dar los pasos de antes”.

Hablar de Arreola, es hablar de un mundo de referencias literarias universales, es evocar la pasión por el
lenguaje, en su máxima posibilidad expresiva, en su sonoridad y sus sentidos recónditos, es revivir el deleite
por la forma, experimentar el placer del ingenio, la risa y la vitalidad; Con Arreola, se parte siempre de la tierra
natal, de lo oral, de las raíces, del decir de la gente del campo, para elevarse hecho arte a las regiones más
altas de la cultura universal.

Esto es, solo una pequeña semblanza de lo que fue el maestro Arreola, un hombre sabio en todo el esplendor
de la palabra.

Aunque el programa es de arquitectura, me di la libertad de hablar del maestro Arreola, el decir Arquitectura y
algo más, me abre la puerta para hablar de eso, de algo más, no todo es Arquitectura, hay mucho más, y no
podía dejar fuera de esto, a un gran maestro de mi tierra, al gran Juan José Arreola.

Soy el arquitecto Alberto Medina Chavarín, desde tu Programa AREQUITECTURA Y ALGO MAS …

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Nos vemos y nos escuchamos hasta el próximo programa, que tengan una excelente noche.

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