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PROCESO DE SEGURIDAD

La medida de seguridad, en cuanto a su objeto, comprende con toda propiedad la medida de


seguridad privativa de libertad de internación, circunscrita a los anormales psíquicos graves –
en pureza, las personas que padecen anomalías psíquicas, alteraciones en la conciencia o en la
percepción que alteren gravemente el concepto de la realidad (Art. 20.1 CP)- y aplicable según
el principio de proporcionalidad –que atiende a la peligrosidad del agente, a la gravedad del
hecho cometido y al delito que probablemente cometiera si no fuese tratado. Las reglas de
aplicación de la indicada medida de seguridad requieren la demostración procesal de que el
imputado realizó un injusto penal.

¿QUÉ PRESUPONE EL PROCESO DE SEGURIDAD?

Presupone que no se puede llevar a cabo un proceso común debido a la inimputabilidad –falta
de capacidad penal o capacidad para delinquir- o a la incapacidad procesal del procesado,
siempre que, según el resultado de la investigación preparatoria, sea la de esperar la
imposición de una medida de seguridad de internación, que importa un pronóstico negativo
fundado tanto en diagnósticos médicos legales a partir de los defectos psicosomáticos del
autor como en las características del hecho y condiciones de su autor.

SITUACIONES PARA INCOAR EL PROCESO DE SEGURIDAD

DICTADO DE RESOLUCIÓN

Que al imputado se le haya dictado la resolución prevista en el Art. 75 NCPP, esto es, que
previo informe pericial y debate en audiencia preliminar el JIP entienda acreditado el estado e
imputabilidad del procesado.

MEDIDA DE SEGURIDAD

Que al culminar la investigación preparatoria el JIP estime que corresponde imponer al


imputado exclusivamente una medida de seguridad y que son aplicables las disposiciones del
Título IV del Libro I del Código Penal.

¿A QUIÉNES COMPRENDE EL PROCESO DE SEGURIDAD?

El proceso de seguridad está circunscrito a los inimputables y a la medida de internación, ello


porque el presupuesto de dicho procedimiento es el Art. 75 NCPP, y este requiere de un
estado de inimputabilidad, a la que está asociada, exclusivamente, la medida de internación
conforme al Art. 74 CP. Este procedimiento no comprende a los imputables relativos ni a los
imputables dependientes del alcohol o drogas que también pueden ser afectados por las
medidas se seguridad de internación, para los cuales se aplican siempre las reglas y ritos del
proceso común.

INCOACIÓN DEL PROCESO DE SEGURIDAD

Se inicia exclusivamente a instancia del Fiscal y lo requerirá en dos supuestos:

ESTADO DE INIMPUTABILIDAD

Cuando el juez, de oficio o a pedido de parte, haya dispuesto el examen pericial del imputado
y, en audiencia, el perito, previo informe pericial, haya explicado el estado de inimputabilidad
del encausado, y se haya dictado la resolución que así lo declara, instando la incoación del
proceso de seguridad (Art. 75 NCPP).
IMPOSICIÓN DE ESTA MEDIDA

Cuando al culminar la investigación preparatoria considere que solo corresponde imponer al


imputado una medida de seguridad. En este caso realizará las investigaciones indispensables –
si corresponde hacerlo- o directamente requerirá la apertura de juicio oral y formulará el
correspondiente requerimiento de imposición de medidas de seguridad, aplicando en lo
pertinente las reglas que fijan los requisitos de la acusación fiscal (enumerados en el Art. 349
NCPP).

REGLAS DEL PROCESO DE SEGURIDAD

Regla vinculada a la representación del imputado durante la investigación preparatoria

Significa que establecida la anomalía psíquica el JIP debe nombrar un curador procesal del
acusado, y si ya lo ha designado, la causa debe entenderse con el curador del imputado, con
quien debe entenderse todos los actos procesales, salvo los de carácter personal
(declaraciones, careos, exámenes periciales, reconocimiento, etc.), siendo que el
interrogatorio se desarrollará si lo permite su salud.

Regla vinculada al juicio oral

En este caso, el órgano competente es el Juzgado Penal, que será Unipersonal o Colegiado,
según la pena que el delito acusado tiene conminado.

5 REGLAS VINCULADAS AL JUICIO ORAL

Se trata en rigor de cinco disposiciones particulares.

1. Las audiencias pueden realizarse con exclusión del público y sin la presencia del
imputado, siempre que su estado de salud imposibilite su concurrencia o si ello pone
en riesgo el orden o la seguridad, debiendo ser representado por su curador.
2. De no ser posible la concurrencia del imputado a la Sala de Audiencias, podrá
realizarse el interrogatorio en acto aparte, siempre que sea factible –con arreglo a la
opinión del perito-, con la necesaria intervención y orientación de un perito.
3. Si no se puede contar con la declaración del imputado, se leerán sus declaraciones
sumariales y, en su caso, la declaración reservada actuada conforme al supuesto
anterior.
4. Es indispensable el examen del perito que se pronunció sobre el estado de salud
mental del imputado. De ser el caso puede ordenarse una ampliación del informe
pericial por él mismo u otro perito.
5. La sentencia presenta una exigencia singular: debe versar sobre la absolución o sobre
la aplicación de la medida de seguridad de internación. No se puede aplicar pena, pues
existen otros mecanismos como la transformación al proceso común (Art. 458.1
NCPP).

TRANSFORMACIÓN DEL PROCESO

En el transcurso del debate es posible que se arribe a la convicción que el imputado cometió
el hecho con capacidad de culpabilidad.

En este caso el juez penal debe dictar la resolución de transformación del proceso. -ello es
consecuencia del principio de legalidad procesal-. Acto seguido, debe advertir al imputado la
modificación de su situación jurídica, a la vez que le dará la oportunidad de defenderse, y
permitirá la participación de las demás partes apersonadas. La resolución dará lugar a la
suspensión del acto oral, que deberá reiniciarse antes de 8 días hábiles. De igual modo, el fiscal
puede solicitar la transformación del proceso y solicitar acusación ampliatoria.

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