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La absorción es un proceso en el cual un gas se disuelve selectivamente en un líquido formando una solución. La absorción se utiliza comúnmente para eliminar contaminantes de corrientes gaseosas mediante su disolución en un líquido como agua u otros disolventes. La elección del disolvente depende de factores como la solubilidad del gas, la volatilidad del disolvente y el costo.
La absorción es un proceso en el cual un gas se disuelve selectivamente en un líquido formando una solución. La absorción se utiliza comúnmente para eliminar contaminantes de corrientes gaseosas mediante su disolución en un líquido como agua u otros disolventes. La elección del disolvente depende de factores como la solubilidad del gas, la volatilidad del disolvente y el costo.
La absorción es un proceso en el cual un gas se disuelve selectivamente en un líquido formando una solución. La absorción se utiliza comúnmente para eliminar contaminantes de corrientes gaseosas mediante su disolución en un líquido como agua u otros disolventes. La elección del disolvente depende de factores como la solubilidad del gas, la volatilidad del disolvente y el costo.
una mezcla gaseosa se pone en contacto con un líquido, a fin de disolver de manera selectiva uno o más componentes del gas y de obtener una solución de éstos en el líquido. Por ejemplo: El gas obtenido como subproducto en los hornos de coque, se lava con agua para eliminar el amoniaco; después se lava con un aceite para eliminar los vapores de benceno y de tolueno. Para que el molesto sulfuro de hidrógeno sea eliminado de un gas de este tipo o de hidrocarburos gaseosos naturales, el gas o los hidrocarburos se lavan con diferentes soluciones alcalinas que absorben a dicho sulfuro. Los valiosos vapores de un disolvente, acarreados por una corriente gaseosa pueden recuperarse y luego ser reutilizados; basta lavar el gas con un disolvente adecuado a los vapores. Aplicaciones •Recuperación de productos de corrientes gaseosas con fines de producción. •Método de control de emisiones de contaminantes a la atmósfera, reteniendo las sustancias contaminantes (compuestos de azufre, compuestos clorados y fluorados, etc.) •Eliminación de amoníaco a partir de una mezcla de amoníaco y aire por medio de agua líquida •Eliminación de SO2 de gases de combustión con disoluciones acuosas de hidróxido de sodio. •También se emplea para eliminar olores, humos y otros componentes tóxicos. Estas operaciones requieren la transferencia de masa de una sustancia en la corriente gaseosa al líquido. Cuando la transferencia de masa sucede en la dirección opuesta, es decir, del líquido al gas, la operación se conoce como desorción. Por ejemplo, el benceno y el tolueno se eliminan del aceite que se mencionó antes poniendo en contacto la solución líquida con vapor, de tal forma que los vapores entran en la corriente gaseosa y son arrastrados; en consecuencia, el aceite de absorción puede utilizarse nuevamente. Los principios de la absorción y la desorción son básicamente los mismos, así que las dos operaciones pueden estudiarse al mismo tiempo. Generalmente, estas operaciones sólo se utilizan para la recuperación o eliminación del soluto. DIFERENCIAR No confundir La absorción ocurre cuando una sustancia en estado gaseoso, a la que se denomina “absorbato”, se incorpora al volumen que ocupa otra sustancia en estado líquido y a la que se denomina “absorbente”. Por su parte la adsorción se define como el fenómeno que se presenta cuando una sustancia, en estado líquido o gaseoso, a la que se llama “adsorbato”, se adhiere a la pared de un sólido, llamado “adsorbente”. Gases y líquidos diferentes presentan curvas de solubilidad distintas, las cuales en general se deben determinar experimentalmente para cada sistema. Si a una concentración dada de líquido la presión en el equilibrio es alta, como en el caso de la curva B (figura 8. l), se dice que el gas es relativamente insoluble en el líquido; por el contrario, si es baja como en la curva C, se dice que la solubilidad es elevada.
En la mayoría de los casos, la solubilidad de un gas
decrece al aumentar la temperatura. Como ejemplo, la curva A (figura 8.1) para amoniaco en agua a 30ᵒC, está arriba de la curva correspondiente a 10ᵒC. SISTEMA MULTICOMPONENTE Si una mezcla de gases se pone en contacto con un líquido, la solubilidad en el equilibrio de cada gas será, en ciertas condiciones, independiente de la de los demás, siempre y cuando el equilibrio se describa en función de las presiones parciales en la mezcla gaseosa. Si todos los componentes del gas, excepto uno, son básicamente insolubles, sus concentraciones en el líquido serán tan pequeñas que no podrán modificar la solubilidad del componente relativamente soluble. Por ejemplo, la curva A (figura 8.1) también describirá la solubilidad del amoniaco en agua cuando el amoniaco esté diluido con aire, puesto que el aire es muy insoluble en el agua; para que lo anterior sea cierto, la ordenada de la gráfica debe considerarse como la presión parcial del amoniaco en la mezcla gaseosa. Esta condición es afortunada, puesto que la cantidad de trabajo experimental para obtener los datos necesarios de solubilidad se reduce considerablemente. Si varios componentes de la mezcla son apreciablemente solubles, la generalización será aplicable únicamente si los gases que se van a disolver son indiferentes ante la naturaleza del líquido; esto sucederá en el caso de las soluciones ideales. Por ejemplo, el propano y butano gaseosos de una mezcla se disolverán por separado en un aceite de parafina no volátil, puesto que las soluciones que se obtienen son básicamente ideales. SOLUCIONES LÍQUIDAS IDEALES Cuando una fase líquida se puede considerar ideal, la presión parcial en el equilibrio de un gas en la solución puede ser calculada sin necesidad de determinaciones experimentales.
Hay cuatro características significativas de las
soluciones ideales; todas se relacionan entre sí: 1. Las fuerzas intermoleculares promedio de atracción y repulsión en la solución no cambian al mezclar los componentes. 2. El volumen de la solución varia linealmente con la composición. 3. No hay absorción ni evolución de calor al mezclar los componentes. Sin embargo, en el caso de gases que se disuelven en líquidos, este criterio no incluye el calor de condensación del gas al estado líquido. 4. La presión total de vapor de la solución varía linealmente con la composición expresada en fracción mol. Cuando la mezcla gaseosa en equilibrio con una solución liquida ideal, sigue también la ley de los gases ideales, la presión parcial p* de un soluto gaseoso A es igual al producto de su presión de vapor p a la misma temperatura por su fracción mol en la solución x.
Esta es la ley de Raoult
p* = p x
El asterisco se utiliza para indicar el equilibrio. La
naturaleza del líquido disolvente no se toma en consideración, excepto cuando establece la condición ideal de la solución; por esta causa, la solubilidad de un gas particular en una solución ideal en cualquier disolvente es siempre la misma. SOLUCIONES LÍQUIDAS NO IDEALES Para las soluciones líquidas que no son ideales, la ecuación (8.1) dará resultados muy incorrectos. Por ejemplo, la línea D (figura 8.1) es la presión parcial calculada del amoniaco en el equilibrio con soluciones acuosas a 10ᵒC, suponiendo que se puede aplicar la Ley de Raoult; es obvio que no representa los datos. Por otra parte, se ve que la línea recta E representa muy bien los datos para amoniaco-agua a 10ᵒC hasta fracciones mol de 0.06 en el líquido. La ecuación de una línea de este tipo es:
en donde m es una constante.
Esta es la ley de Henry ; se ve que puede aplicarse a diferentes valores de m para cada uno de los gases en la figura, al menos en un rango modesto de concentraciones en el líquido. Si la ley de Henry no es aplicable en un rango amplio de concentraciones, puede deberse a la interacción química con el líquido o a disociación electrolítica, como en el caso del amoniaco en agua o a la condición no ideal en la fase gaseosa. ELECCIÓN DEL DISOLVENTE PARA LA ABSORCIÓN Si el propósito principal de la operación de absorción es producir una solución específica (como ocurre, por ejemplo, en la fabricación de ácido clorhídrico), el disolvente es especificado por la naturaleza del producto. Si el propósito principal es eliminar algún componente del gas, casi siempre existe la posibilidad de elección. Por supuesto, el agua es el disolvente más barato y más completo, pero debe darse considerable importancia a las siguientes propiedades: 1) Solubilidad del gas. La solubilidad del gas debe ser elevada, a fin de aumentar la rapidez de la absorción y disminuir la cantidad requerida de disolvente. En general, los disolventes de naturaleza química similar a la del soluto que se va a absorber proporcionan una buena solubilidad. Así, se utilizan aceites hidrocarbonados, y no agua, para eliminar el benceno del gas producido en los hornos de coque. Para los casos en que son ideales las soluciones formadas, la solubilidad del gas es la misma, en fracciones mol, para todos los disolventes. Sin embargo, es mayor, en fracciones peso, para los disolventes de bajo peso molecular y deben utilizarse pesos menores de estos disolventes, medidos en libras. Con frecuencia, la reacción química del disolvente con el soluto produce una solubilidad elevada del gas; empero, si se quiere recuperar el disolvente para volverlo a utilizar, la reacción debe ser reversible. Por ejemplo, el sulfuro de hidrógeno puede eliminarse de mezclas gaseosas utilizando soluciones de etanolamina, puesto que el sulfuro se absorbe fácilmente a temperaturas bajas y se desorbe a temperaturas elevadas. La sosa cáustica absorbe perfectamente al sulfuro de hidrógeno, pero no lo elimina durante una operación de desorción. 2) Volatilidad. El disolvente debe tener una presión baja de vapor, puesto que el gas saliente en una operación de absorción generalmente está saturado con el disolvente y en consecuencia, puede perderse una gran cantidad. Si es necesario, puede utilizarse un líquido menos volátil para recuperar la parte evaporada del primer disolvente.
Por ejemplo, en el caso de absorbedores de hidrocarburos,
en donde un aceite disolvente relativamente volátil se utiliza en la parte principal del absorbedor debido a las características superiores de solubilidad y donde el disolvente volatilizado se recobra del gas mediante un aceite no volátil. En la misma forma, seguede absorber el sulfuro de hidrógeno en una solución acuosa de fenolato de sodio; el gas desulfurado se lava posteriormente con agua para recuperar el fenol evaporado. 3) Corrosión. Los materiales de construcción que se necesitan para el equipo no deben ser raros o costosos. 4) Costo. El disolvente debe ser barato, de forma que las pérdidas no sean costosas, y debe obtenerse fácilmente. 5) Viscosidad. Se prefiere la viscosidad baja debido a la rapidez en la absorción, mejores características en la inundación de las torres de absorción, bajas caídas de presión en el bombeo y buenas características de transferencia de calor. 6) Miscelaneos. Si es posible, el disolvente no debe ser tóxico, ni inflamable, debe ser estable químicamente y tener un punto bajo de congelamiento. BALANCE DE MASA G= CANTIDAD TOTAL DE MOLES DE GAS (MOL/H) G +1 ≠ G1 N
G´= CANTIDAD TOTAL DE MOLES DE GAS
INERTE (MOL/H) L= CANTIDAD TOTAL DE MOLES DE LIQUIDO (MOL/H) L ≠ L1 N
L´= CANTIDAD TOTAL DE MOLES DE LIQUIDO
INERTE (MOL/H)
Y= RELACIÓN MOLAR DEL GAS
X= RELACIÓN MOLAR DEL LIQUIDO CALCULO DE TORRES DE ABSORCIÓN EN CONTRA CORRIENTE Y MÚLTIPLE ETAPAS TEORÍA DE LOS PLATOS TEÓRICOS Considera que una columna está constituida por una serie de capas estrechas, discretas pero contiguas, denominadas platos teóricos, en los cuales se establece el equilibrio de distribución de cada soluto entre la fase móvil y la fase estacionaria. DESORCIÓN EJERCICIOS