Está en la página 1de 13

Jurisprudencia

Volver al Listado

Código 18530
Unívoco

28/10/2015

Fecha

Materia Procesal
Revista Civil y Comercial
Número
250
Tribunal

T.S.J. Sala Civil y Comercial


Resolución Auto Interlocutorio 306
Carátula Mamonde Carlos Dante Beneficio De Litigar Sin Gastos Recurso De
Casación (EXPTE. M 38/13) EXPTE. N° 323025/36.
Título BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS. FALLECIMIENTO DEL PETICIONANTE.
Efectos. Caducidad del beneficio. Facultades de los herederos. Alcance.
Texto

El Caso: La demandada deduce recurso de casación con fundamento en los inc.


1° y 3° del art. 383 del C.P.C.C.. La impugnante denuncia que se ha infringido
el principio de congruencia, pues se ha modificado la causa petendi, haciendo
uso de argumentos absolutamente extraños a lo que fue la materia a decidir. El
TSJ hizo lugar a la casación por la causal del inc. 1, art. 383, CPC..

1. Cuando la cuestión discutida es de naturaleza eminentemente procesal,


por tanto, el planteamiento habilita en plenitud la competencia de la Sala por
aplicación del art. 383 inc. 1° del C.P.C.C.

2. El beneficio de litigar sin gastos es personal, es decir, que el mismo se


acuerda únicamente en razón de la particular situación de vida por la que
atraviesa una persona, lo que le genera la imposibilidad de afrontar los gastos
que implicaría el tránsito por una etapa judicial. Este específico estado es
inherente o propio de ese sujeto, y sólo en razón de sus particularidades
vivenciales es posible su otorgamiento (cfr.: AI. 483/11 in re: “Degatti Miguel
Santiago C/ Fernández Julio Ordinario Daños y perjuicios Otras formas de
responsabilidad extracontractual Recurso directo”).

3. El beneficio de litigar sin gastos es intransferible, lo que abarca dos


aspectos. Por un lado, respecto a la posibilidad de su transmisión inter vivos,
no caben dudas que el mismo no puede ser cedido a otra persona como
continuador a título singular (arg. art. 1617 C.C.C.N.). No puede ser de otro
modo, dado que la carencia de recursos o imposibilidad de obtenerlos que
caracteriza al

beneficiario de litigar sin gastos es personal e inseparable de quien la invoca,


sólo predicable por esa persona, y nunca por terceros cuya concreta situación
patrimonial puede ser muy distinta. Se trata de una situación inherente a la
persona.

4. La doctrina, analizando la prohibición ya establecida en el art. 1.445 del


Código Civil derogado, explicó que “La insensibilidad deriva de su esencia,
que los coloca en situación de relativa disponibilidad y completa
intransmisibilidad por ser inseparables de la persona”. A ello se agregó,
glosando el precepto hoy vigente, que el mismo “sigue los mismos lineamientos
del Código Civil” (HERSALIS, Marcelo J., comentario al art. 1617 C.C.C.N.
en: “Código Civil y Comercial de la Nación y normas complementarias”,
BUERES, Alberto J., Director, 1° edición, 4° reimpresión, Bs.As., Hammurabi,
2015, T. II, pág. 126).
5. El beneficio de litigar sin gastos no puede ser transferido a título universal.
Su carácter individual e inherente a la persona del beneficiario, lo ubica dentro
de aquellos derechos que no son transmisibles por sucesión (arg. art. 2280
C.C.C.N.). Esta calidad personalísima que se le ha asignado impide su
transmisión mortis causae dado que el mismo se otorga insistimos en razón de
una situación que es propia y exclusiva del individuo privilegiado con el mismo
y, por ende, no puede transmitirse a los sucesores universales. Tal conclusión
ya se infería de los arts. 498 y 3417 del C.C. y la misma se ha visto ratificada
en el mencionado art. 2280 del C.C.C.N.

6. Al analizar el contenido de los derechos que se transmiten por causa de


muerte en la nueva legislación, la doctrina ha explicado: “En principio, la
herencia está compuesta por los derechos y obligaciones de carácter patrimonial
que, se transmiten a los sucesores del causante, pero la herencia no es idéntica
al patrimonio del causante, pues excepcionalmente hay derechos y obligaciones
patrimoniales que se extinguen con la muerte de su titular” (MEDINA,
Graciela; MIGUEZ DE BRUNO, María Soledad; Principios generales
sucesorios y los principios generales de la sucesión intestada en particular;
DFyP 2014 noviembre, pág. 109).

7. El beneficio de litigar sin gastos se trata evidentemente de aquellos


derechos que fenecen con el fallecimiento del solicitante. (CNCom., Sala D,
23/07/2008, J., E. E. c. Sanatorio Anchorena S.A. y otro, en Revista de Derecho
de Familia y de las Personas, LL., Año 1, número 4, diciembre 2009, pág. 184;
CNCom. Sala A, 22/06/2006, García, Alberto c. Tutelar Cía. Financiera y otro,
DJ2007I, 117; CNCiv. Sala K, 19/10/2000, Ramírez Le Fort, Abel A. c.
Magenta, Alicia, LL 2001C, 729). Algún Tribunal, incluso, sosteniendo igual
criterio, postuló que el expediente debía archivarse sin más trámite (Cfr.:
CNCiv, Sala H, 17/3/99, Caivano, Rosa y otro c. Silva Alberto y otro s/
beneficio de litigar sin gastos; Microjuris:
MJJUE10288AR/EDJ10288/EDJ10288).

8. El beneficio “…es personalísimo. No se transmite a los herederos, los que


en su caso deberán intentar individualmente su propio beneficio de litigar sin
gastos” (FALCON, Enrique M., Tratado de derecho procesal civil y comercial,
Santa Fe, 2006, Rubinzal Culzoni, T.I, pág. 892).

9. El beneficio atiende a una particular situación personal de quien lo solicita,


y en un tiempo dado, lo que descarta su transmisión.

10. Cuando la ley ha querido ampliar el ámbito de protección o tutela, lo ha


hecho expresamente. Así entre los requisitos de la solicitud del beneficio, se
hace referencia a la necesidad de defender judicialmente derechos propios del
peticionante o de personas a su cargo, (esto, en la nomenclatura del C.P.C.C.
Córdoba; en tanto, en el C.P.C.C. Nación se habla de cónyuge o hijos), lo que
demuestra que la ampliación fue expresamente contemplada, no incluyéndose
a los herederos, quienes para acceder al beneficio deberán peticionarlo siempre
que se verifiquen respecto de ellos los requisitos condicionantes para su
otorgamiento.

11. Si el beneficio de litigar sin gastos es personal e intransferible, no puede


mediar pronunciamiento cuando el solicitante ya había fallecido con
anterioridad.

12. No corresponde pronunciamiento alguno en los supuestos en que


circunstancias sobrevinientes han tornado inútil la decisión judicial pendiente.

13. “El beneficio de litigar sin gastos es personal (…) de modo que caduca de
hecho cuando el beneficiario fallece o cuando transmite el crédito litigioso por
vía de cesión de crédito. Si la transmisión es onerosa, hay mejora de fortuna
(art. 140) y si es gratuita, el cesionario deberá iniciar nuevo trámite en los
términos del art. 101 y siguientes del CPC.” (GARCIA ALLOCCO, Carlos
Francisco; El beneficio de litigar sin gastos. Aspectos prácticos, Semanario
Jurídico Nº 1215, 05/11/1998, p. 514. El resaltado nos pertenece).

14. Al fallecer el solicitante, nada hay que resolver. Ya sea que se entienda
que hay un caso abstracto, o que se presenta una caducidad de hecho, o
derechamente que el expediente deba archivarse, en cualquier caso, lo cierto es
que desaparecen todos los efectos del beneficio de litigar sin gastos que se había
solicitado y estaba en trámite.

15. Los herederos del causante que había solicitado el beneficio de litigar sin
gastos que desean contar con la prerrogativa de los arts. 101 y sgtes. del
C.P.C.C., deberán formular el planteo correspondiente y demostrar que ellos
por sí mismos no pueden afrontar los costos del pleito. En ese nuevo trámite les
incumbirá la carga de demostrar su carencia de recursos para afrontar los gastos
del pleito y deberá darse a la contraria la posibilidad de intervenir, en los límites
legales.

16. Si los sucesores desean proseguir el juicio iniciado por el causante,


deberán satisfacer las exigencias pendientes de cumplimiento, lo que no impide
que ellos soliciten si correspondiera el beneficio de litigar sin gastos, pero
deberán acreditar la imposibilidad de sufragar los gastos del juicio, dando la
debida participación a la otra parte.

17. Se le impediría a la accionada acreditar la circunstancia prevista en el art.


106 del rito, es decir, que la resolución que concede el beneficio puede ser
dejada sin efecto cuando se demostrare que la persona a cuyo favor se dictó no
tiene ya derecho al beneficio. De igual modo, tampoco podrá demostrarse la
mejora de fortuna del solicitante, posibilidad que está expresamente
contemplada en el art. 140 del C.P.C.C.

TSJ –Sala Civil- Cba. AI 306, 28/10/2015 “Mamonde Carlos Dante Beneficio
De Litigar Sin Gastos Recurso De Casación (EXPTE. M 38/13) EXPTE. N°
323025/36”

Y CONSIDERANDO:

I. El escrito de casación en los límites en que ha sido habilitado admite el


siguiente compendio:

Luego de reseñar los términos de la resolución atacada, la impugnante denuncia


que se ha infringido el principio de congruencia, pues se ha modificado la causa
petendi, haciendo uso de argumentos absolutamente extraños a lo que fue la
materia a decidir. Aduce que ello se ve agravado por haber confluido en la
interpretación sobre el carácter personal e intransferible del beneficio, la
expresión de agravios de su parte, el dictamen del Fiscal de Cámaras y la cita
del fallo dictado por esta Sala in re: “Degatti.”

Añade que a pesar de esa confluencia el a quo se apartó de la aplicabilidad


sustancial que ameritaban las constancias de autos (arts. 498 y 3417 del C.C.)
para introducirse en el intrincado tema de las nulidades procesales. Sostiene
que el Mérito confunde lo nulo por imposibilidad material y jurídica con la
clase de invalidez que puede subsanarse. Aduce que se realiza un salto
argumental cuando se afirma que la nulidad absoluta no es viable al asimilar
esa hipótesis con la circunstancia de haber recaído resolución en autos sin que
se hubiera denunciado el fallecimiento y habiendo los continuadores de la
persona del causante consentido lo actuado.

En segundo término, denuncia que se ha transgredido el principio de razón


suficiente al considerar que los mentados herederos podían convalidar lo
actuado, pese a que sobre ellos pesaba la carga de hacer saber el deceso del
causante, a fin de regularizar el proceso en su propio interés, y no lo hicieron,
pretendiendo ampararse en una prerrogativa que es personal e intransferible.

Afirma que se ha violado el principio de no contradicción en tanto, por un lado,


se sostiene que el Beneficio de litigar sin gastos es personal e intransferible y,
por el otro, se considera a los herederos del Sr. Mamonde como continuadores
de éste. Agrega que la declaración de nulidad solicitada era procedente, pues si
los herederos hubieran comunicado oportunamente el fallecimiento del
causante, la Cámara podría haber clarificado los efectos del proceso, tal y como
lo hizo tardíamente en la resolución ahora cuestionada.

Señala que se trata de una cuestión estrictamente procesal que es controlable en


casación. Expresa que son nulos los actos dictados a partir del pronunciamiento
que otorgó el beneficio de litigar sin gastos, desde que resulta dudosa la
legitimación activa y los argumentos de la Cámara no respondieron por qué
sería válida una resolución que concede la prerrogativa a una persona fallecida.

Finalmente, se agravia de la imposición de costas porque la sola circunstancia


de que el fundamento de la Juez de primera instancia fuera desautorizado y el
rechazo de la apelación se sustentara en argumentos diversos, ello ameritaba
eximir totalmente a su parte de la condena en costas, máxime cuando la
contraria se limitó a reproducir y defender los proveídos impugnados.

Manifiesta que existieron motivos más que plausibles para apelar, puesto que
ella se dirigió en contra de la fundamentación de derecho luego desechada por
la Cámara.

En definitiva, concluye, se ha incurrido en falta de fundamentación lógica y


legal, en función de que el auto en crisis brinda fundamentos aparentes,
contraviniendo los principios de racionalidad y verificabilidad. Expresa que no
puede soslayarse la falta de tratamiento de la nulidad absoluta que su parte
esgrimiera y que se pretende convalidar por medio del aval de los herederos,
absurdo que ha dejado la decisión en manos de quienes dieron lugar a su
planteamiento.

II. La resolución que se ataca es susceptible de fiscalizarse en esta sede


extraordinaria, de modo que desde este punto de vista no hay motivo para
desestimar el recurso (art. 384, C.P.C.C.).

El auto interlocutorio en cuestión rechazó el planteo anulatorio promovido por


la demandada del principal, y en consecuencia convalidó el pronunciamiento a
través del cual se había decidido acordar el beneficio de exención de gastos al
Sr. Mamonde; decisión ésta que, por añadidura, habrá de provocar efectos en
relación a la accionada que recurre, quien se verá impedida de hacer efectivas
las condenas en costas que pudieran dictarse en su favor en el curso del juicio.

En este orden de ideas adviértase que, según se desprende de los escritos


presentados por la impugnante, ella se queja por la imposibilidad en que se
encontrará de actuar condenas en costas ya dictadas en contra del pretensor, y
además procura evitar que la eximición dispuesta a favor del peticionante pueda
ser aprovechada de manera directa por sus herederos.

Por consiguiente, y en consonancia con la jurisprudencia sentada por este


Tribunal en situaciones semejantes a la presente (Autos Interlocutorios N°
219/10, 384/10 y 29/14), se infiere que la providencia es idónea para causar un
gravamen de carácter irreparable sobre los derechos de la casacionista, siendo
por ende pasible del contralor extraordinario.

III. La cuestión discutida es de naturaleza eminentemente procesal y, por


tanto, el planteamiento habilita en plenitud la competencia de la Sala por
aplicación del art. 383 inc. 1° del C.P.C.C.

IV. Antes de adentrarnos al análisis de la cuestión involucrada, resulta


conveniente memorar brevemente lo acontecido en la causa, sólo en lo que
ahora resulte de interés.

Según surge de las constancias de autos, el Sr. Carlos Dante Mamonde solicitó
el beneficio de litigar sin gastos (cfr. fs. 12), el que fue rechazado por la Sra.
Juez de 1° Inst. (cfr. A. N° 524, del 2/8/07, obrante a fs. 143/145).

Frente a ello, el interesado interpuso recurso de apelación. Luego de finalizado


el trámite en la Alzada y de que los autos pasaran a estudio de los integrantes
de la Cámara interviniente, el peticionante falleció (1/7/09). Sin que se
denunciara esa circunstancia en el expediente, el a quo hizo lugar a la apelación
y otorgó la prerrogativa de litigar sin gastos (cfr. A. N° 472, 5/8/09, fs.
204/206).

Luego de ello, a fs. 222/223, y con fecha 7/10/11, la parte demandada planteó
incidente de nulidad, argumentando que se había otorgado el beneficio a una
persona fallecida, el que fue rechazado in limine (fs. 235).

La accionada dedujo recurso de reposición con apelación en subsidio. El


primero de ellos fue desestimado por el Tribunal de primer grado (fs. 241).

Radicados los autos en la Alzada, la Cámara rechazó el recurso de apelación,


en la resolución que ahora es cuestionada por la vía del inc. 1° del art. 383 del
C.P.C.C..

V. Así reseñado lo acontecido en la causa, se anticipa que la decisión


cuestionada no se ajusta a derecho y por ende debe ser anulada. De igual modo
lo entendió el Sr. Fiscal de Cámara (cfr. fs. 270/274).

En efecto, tal como este Tribunal lo ha señalado en otra oportunidad con una
integración parcialmente diversa el beneficio de litigar sin gastos es personal,
es decir, que el mismo se acuerda únicamente en razón de la particular situación
de vida por la que atraviesa una persona, lo que le genera la imposibilidad de
afrontar los gastos que implicaría el tránsito por una etapa judicial. Este
específico estado es inherente o propio de ese sujeto, y sólo en razón de sus
particularidades vivenciales es posible su otorgamiento (Cfr. A.I. N° 483/11, in
re: “Degatti Miguel Santiago C/ Fernández Julio Ordinario Daños y perjuicios
Otras formas de responsabilidad extracontractual Recurso directo”).

Reiteraremos entonces los conceptos allí vertidos, aunque agregando otros


argumentos. Aclaramos, además, que los fundamentos expuestos en dicho
precedente mantienen su actualidad pese a la entrada en vigencia del nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación.

Pues bien, ya en la citada resolución se señaló que la prerrogativa bajo análisis


es intransferible, lo que abarca dos aspectos.

Por un lado, respecto a la posibilidad de su transmisión inter vivos, no caben


dudas que el mismo no puede ser cedido a otra persona como continuador a
título singular (arg. art. 1617 C.C.C.N.).

No puede ser de otro modo, dado que la carencia de recursos o imposibilidad


de obtenerlos que caracteriza al beneficiario de litigar sin gastos es personal e
inseparable de quien la invoca, sólo predicable por esa persona, y nunca por
terceros cuya concreta situación patrimonial puede ser muy distinta. Se trata de
una situación inherente a la persona.

La doctrina, analizando la prohibición ya establecida en el art. 1.445 del Código


Civil derogado, explicó que “La insensibilidad deriva de su esencia, que los
coloca en situación de relativa disponibilidad y completa intransmisibilidad por
ser inseparables de la persona”. A ello se agregó, glosando el precepto hoy
vigente, que el mismo “sigue los mismos lineamientos del Código Civil”
(HERSALIS, Marcelo J., comentario al art. 1617 C.C.C.N. en: “Código Civil y
Comercial de la Nación y normas complementarias”, BUERES, Alberto J.,
Director, 1° edición, 4° reimpresión, Bs.As., Hammurabi, 2015, T. II, pág. 126).

Por otro lado, tampoco puede ser transferido a título universal.

En efecto, su carácter individual e inherente a la persona del beneficiario, lo


ubica dentro de aquellos derechos que no son transmisibles por sucesión (arg.
art. 2280 C.C.C.N.).

Esta calidad personalísima que se le ha asignado impide su transmisión mortis


causae dado que el mismo se otorga insistimos en razón de una situación que
es propia y exclusiva del individuo privilegiado con el mismo y, por ende, no
puede transmitirse a los sucesores universales.

Tal conclusión ya se infería de los arts. 498 y 3417 del C.C. y la misma se ha
visto ratificada en el mencionado art. 2280 del C.C.C.N.

Al analizar el contenido de los derechos que se transmiten por causa de muerte


en la nueva legislación, la doctrina ha explicado: “En principio, la herencia está
compuesta por los derechos y obligaciones de carácter patrimonial que, se
transmiten a los sucesores del causante, pero la herencia no es idéntica al
patrimonio del causante, pues excepcionalmente hay derechos y obligaciones
patrimoniales que se extinguen con la muerte de su titular” (MEDINA,
Graciela; MIGUEZ DE BRUNO, María Soledad; Principios generales
sucesorios y los principios generales de la sucesión intestada en particular;
DFyP 2014noviembre, pág. 109). El beneficio de litigar sin gastos se trata
evidentemente de aquellos derechos que fenecen con el fallecimiento del
solicitante.

Esta postura encontró su correlato en distintos precedentes jurisprudenciales


dictados bajo la vigencia del régimen anterior (CNCom., Sala D, 23/07/2008,
J., E. E. c. Sanatorio Anchorena S.A. y otro, en Revista de Derecho de Familia
y de las Personas, LL., Año 1, número 4, diciembre 2009, pág. 184; CNCom.
Sala A, 22/06/2006, García, Alberto c. Tutelar Cía. Financiera y otro, DJ2007I,
117; CNCiv. Sala K, 19/10/2000, Ramírez Le Fort, Abel A. c. Magenta, Alicia,
LL 2001C, 729).

Algún Tribunal, incluso, sosteniendo igual criterio, postuló que el expediente


debía archivarse sin más trámite (Cfr.: CNCiv, Sala H, 17/3/99, Caivano, Rosa
y otro c. Silva Alberto y otro s/ beneficio de litigar sin gastos; Microjuris:
MJJUE10288AR/EDJ10288/EDJ10288).

La doctrina también se había hecho eco de la posición que venimos reseñando.


Así, por ejemplo, se ha considerado que el beneficio “…es personalísimo. No
se transmite a los herederos, los que en su caso deberán intentar
individualmente su propio beneficio de litigar sin gastos” (FALCON, Enrique
M., Tratado de derecho procesal civil y comercial, Santa Fe, 2006, Rubinzal
Culzoni, T.I, pág. 892).

Se agregó en el antes mencionado antecedente de la Sala que no se desconocía


que se ha desarrollado una postura que propugna la solución contraria
(DEGANO, Germán Augusto; FERNANDEZ, Santiago Ariel; El beneficio de
litigar sin gastos y su transmisión mortis causa, en: Revista de Derecho de
Familia y de las Personas, LL., Año 1, número 4, diciembre 2009, pág. 184;
CNCiv. Sala C, 31/05/2001, V., L. R. c. V., M. y otro, LL 2001D, 620), pero
los argumentos que se esgrimen en su apoyo no logran conmover aquella
conclusión relacionada precedentemente. Es más, el argumento de mayor peso
relacionado por esta posición es aquel referido a que los herederos no actuarían
iure proprio, sino iure hereditatis; pero lo cierto es que el beneficio atiende a
una particular situación personal de quien lo solicita, y en un tiempo dado, lo
que descarta insistimos su transmisión.

En este sentido, debemos decir que cuando la ley ha querido ampliar el ámbito
de protección o tutela, lo ha hecho expresamente. Así entre los requisitos de la
solicitud del beneficio, se hace referencia a la necesidad de defender
judicialmente derechos propios del peticionante o de personas a su cargo, (esto,
en la nomenclatura del C.P.C.C. Córdoba; en tanto, en el C.P.C.C. Nación se
habla de cónyuge o hijos), lo que demuestra que la ampliación fue
expresamente contemplada, no incluyéndose a los herederos, quienes para
acceder al beneficio deberán peticionarlo siempre que se verifiquen respecto de
ellos los requisitos condicionantes para su otorgamiento.

VI. Pues bien, si el beneficio de litigar sin gastos es personal e intransferible, la


Cámara no podía resolver acerca de su procedencia cuando el solicitante ya
había fallecido con anterioridad.

En otras palabras, el a quo resolvió un caso abstracto, dado que por la muerte
del peticionante había desaparecido la materia sobre la cual debía decidir.

En efecto, no corresponde pronunciamiento alguno en los supuestos en que


circunstancias sobrevinientes han tornado inútil la decisión judicial pendiente.

No otra cosa ha sucedido en el presente caso, en que el fallecimiento del


impetrante convertía en inútil el dictado de la resolución. Es que ante la
desaparición del interés que sustentaba la petición, como consecuencia de la
muerte del titular, el Tribunal se encontraba inhabilitado para ejercer su
jurisdicción, no pudiendo exigirse pronunciamiento sobre lo que ya había
dejado de existir, es decir, sobre una cuestión que había devenido abstracta.

Para fortalecer aún más esa conclusión, nos permitimos recordar lo que la
doctrina ha explicado sobre el supuesto específico que se presenta en la causa,
diciendo que “El beneficio de litigar sin gastos es personal (…) de modo que
caduca de hecho cuando el beneficiario fallece o cuando transmite el crédito
litigioso por vía de cesión de crédito. Si la transmisión es onerosa, hay mejora
de fortuna (art. 140) y si es gratuita, el cesionario deberá iniciar nuevo trámite
en los términos del art. 101 y siguientes del CPC.” (GARCIA ALLOCCO,
Carlos Francisco; El beneficio de litigar sin gastos. Aspectos prácticos,
Semanario Jurídico Nº 1215, 05/11/1998, p. 514. El resaltado nos pertenece).

VII. De lo que llevamos expuesto se desprende que no puede aceptarse la


diferenciación que pretende formular la Cámara, arguyendo que los gastos
anteriores al fallecimiento están cubiertos con la prerrogativa luego otorgada, y
los posteriores en cambio deberán ser afrontados por los sucesores salvo que
obtengan a su favor un nuevo beneficio de litigar sin gastos.

Insistimos en que al fallecer el solicitante, nada hay que resolver. Ya sea que se
entienda que hay un caso abstracto, o que se presenta una caducidad de hecho,
o derechamente que el expediente deba archivarse, en cualquier caso, lo cierto
es que desaparecen todos los efectos del beneficio de litigar sin gastos que se
había solicitado y estaba en trámite.
Resulta claro, entonces, que si los sucesores del Sr. Mamonde desean contar
con la prerrogativa de los arts. 101 y sgtes. del C.P.C.C., los mismos deberán
formular el planteo correspondiente y demostrar que ellos por sí mismos no
pueden afrontar los costos del pleito.

En ese nuevo trámite les incumbirá la carga de demostrar su carencia de


recursos para afrontar los gastos del pleito y deberá darse a la contraria la
posibilidad de intervenir, en los límites legales.

VIII. Del escenario descripto surge el perjuicio que se le ocasiona a la parte


demandada y que le confiere legitimación para promover la anulación del auto
interlocutorio que indebidamente acordó el beneficio.

Por un lado, dado que no es lo mismo litigar contra quien ha sido eximido de
las costas que enfrentar a quien no goza de esa prerrogativa.

Por otro lado, reiteramos, el perjuicio se desprende del hecho de que si los
sucesores desean proseguir el juicio iniciado por el causante, deberán satisfacer
las exigencias pendientes de cumplimiento, lo que no impide que ellos soliciten
si correspondiera el beneficio de litigar sin gastos, pero deberán acreditar la
imposibilidad de sufragar los gastos del juicio, dando la debida participación a
la otra parte.

Finalmente, va de suyo que se le impediría a la accionada acreditar la


circunstancia prevista en el art. 106 del rito, es decir, que la resolución que
concede el beneficio puede ser dejada sin efecto cuando se demostrare que la
persona a cuyo favor se dictó no tiene ya derecho al beneficio. De igual modo,
tampoco podrá demostrarse la mejora de fortuna del solicitante, posibilidad que
está expresamente contemplada en el art. 140 del C.P.C.C.

IX. A mérito de las consideraciones vertidas precedentemente, corresponde


hacer lugar al recurso de casación por el motivo contemplado en el inc. 1° del
art. 383 del C.P.C.C. y anular el pronunciamiento impugnado en todo cuanto
decide.

X. A fin de evitar el dispendio de una nueva etapa procesal, corresponde a


este Tribunal resolver, sin reenvío (art. 390 C.P.C.C.), la apelación que queda
pendiente, cuyos agravios fueron expresados a fs. 249/251 y a cuya lectura nos
remitimos en honor a la brevedad.

Al respecto, las consideraciones ensayadas a lo largo de esta resolución


(principalmente las relativas al carácter personal e intransferible del beneficio
de litigar sin gastos) adquieren idéntica eficacia en esta parte de la resolución,
razón por la cual esta Sala se exime de efectuar mayores consideraciones sobre
el punto.
En efecto, al haber fallecido el solicitante del beneficio antes de dictarse la
resolución de fs. 204/206, nada tenía que resolver la Cámara al respecto.

En consecuencia, corresponde hacer lugar al incidente de nulidad de fs. 222/223


y anular el auto interlocutorio que concedió el beneficio, debiendo dejarse
establecido que si los herederos del Sr. Mamonde pretenden continuar la acción
iniciada por éste deberán afrontar los gastos propios del proceso (entre los que
se incluyen la tasa de justicia y el aporte a la Caja de Abogados), o solicitar si
correspondiera el beneficio de litigar sin gastos a su favor.

XI. No se desconoce que el incidente de nulidad fue rechazado en forma


liminar por el juez de primer grado, de modo que no fue formalmente
sustanciado con los herederos de la parte actora, lo que podría hacer pensar que
la Sala al obrar como Cámara de Apelaciones no estaría habilitada para proveer
favorablemente el planteo y anular el auto interlocutorio en cuestión.

Sin embargo, se estima que plausibles razones de economía procesal autorizan


a prescindir de esta obstancia de tipo formal apenas se advierte la siguiente
circunstancia que presenta el caso concreto.

En vista de las características del planteo anulatorio, los herederos del


accionante sujetos pasivos del incidente de nulidad en oportunidad de confutar
el traslado que les fue corrido en la alzada, pudieron argumentar sin ninguna
clase de inconvenientes acerca de los motivos que en el criterio de ellos
impedían el progreso de la anulación, de manera tal que sus derechos de defensa
en juicio resultaron en la práctica ampliamente garantizados (fs. 253/255).

Por otro lado, es evidente que en virtud de las mismas características del
planteo de nulidad, no era necesario que se abriera formalmente a prueba para
aportar probanzas, pues las propias constancias de autos proporcionaban
información suficiente para esclarecer los aspectos de hecho del mismo,
restando dilucidar sólo las cuestiones estrictamente de derecho involucradas en
él a fin de decidir en torno a su procedencia.

De allí que corresponde que este Alto Cuerpo dirima en forma definitiva la
problemática planteada, sin abrir nuevas etapas que en el sublite en rigor
aparecen como innecesarias.

XII. En cuanto a las costas, las particularidades que presentó la causa (v.gr., el
fallecimiento del solicitante sólo unos días hábiles antes del dictado de la
resolución de fs. 204/206), así como la existencia de jurisprudencia
contradictoria sobre la cuestión discutida (tal como surge del dictamen del Sr.
Fiscal de Cámara de fs. 270/274) nos llevan a concluir que las mismas deben
imponerse por el orden causado en todas las instancias.
Tal decisión abarca no sólo las costas derivadas de las tres etapas que atravesó
el incidente de nulidad de fs. 222/223 sino también las vinculadas a las dos
fases que recorrió el trámite del beneficio de litigar sin gastos en sí mismo.

En función de ello, a su vez, no corresponde regular honorarios a los letrados


intervinientes.

Por todo ello,

SE RESUELVE:

I. Hacer lugar al recurso de casación por el motivo del inc. 1° del art. 383 del
C.P.C.C. y anular el pronunciamiento impugnado.

II. Resolver sin reenvío la cuestión pendiente de juzgamiento, hacer lugar al


recurso de apelación de fs. 249/251, revocar los decretos del primer juez, y
en consecuencia anular el pronunciamiento de fs. 204/206, declarando que la
petición del beneficio de litigar sin gastos formulada por el Sr. Carlos D.
Mamonde perdió virtualidad y eficacia como consecuencia de su
fallecimiento, sin perjuicio de lo consignado a lo largo de la presente
resolución, sobre todo en la parte final del punto X.

III. Imponer por el orden causado las costas de todas las instancias, tanto las
correspondientes al incidente de nulidad cuanto las propias del beneficio de
litigar sin gastos en sí mismo. IV. No regular honorarios a los letrados
intervinientes. Protocolícese e incorpórese copia.

FDO.: GARCÍA ALLOCCO – CACERES DE BOLLATI - SESIN

También podría gustarte