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Barranquilla, veinticuatro (24) de julio de dos mil veinte (2010)

REF : Ordinario Laboral rad. 2016-016


Demandante : YARITZA JIMENEZ PANTOJA – YANETH MARGARITA
HINOJOSA TERNERA
Demandado : ARL COLMENA- HOYCOLMENA SEGUROS SA.

Informe secretarial: Señora Juez, a su despacho el presente proceso


ORDIANARIO LABORAL adelantado mediante apoderado judicial por YARITZA
JIMENEZ PANTOJA – YANETH MARGARITA HINOJOSA TERNERA en contra
de ARL COLMENA- hoy COLMENA SEGUROS SA. dentro del cual obra
documento a través del que las demandantes solicitan se avale la conciliación
judicial propuesta entre ellas. Sírvase proveer.

DAIRO MARCHENA BERDUGO


SECRETARIO

JUZGADO SÉPTIMO LABORAL DEL CIRCUITO DE BARRANQUILLA


Veinticuatro (24) de julio de dos mil veinte (2020)

Visto el anterior informe secretarial se procede a resolver la solicitud impetrada por


el memorialista teniendo en cuenta los siguientes

ANTECEDENTES

Las señoras YARITZA JIMENEZ PANTOJA – YANETH MARGARITA HINOJOSA


TERNERA, alegando ambas la condición de compañeras permanentes en forma
simultánea del finado HARWIN MANUEL MARTÍNEZ PALACIN presentaron
demanda ordinaria laboral con el fin de que se le reconociera sustitución pensional
que había quedado en suspenso por parte de la demandada al estimar que ambas
cumplían con las condiciones para acceder a la pensión.

En efecto, en la comunicación que obra a folio 72 la entidad demandada reconoce


el derecho pensional a favor de los hijos menores del causante, ISABEL
CRISTINA MARTÍNEZ HINOJOSA y CRISTAN MARTÍNEZ JIMÉNEZ en un 25%
para cada uno y a folio 17 se ve que en respuesta dada a la solicitud impetrada
por la señora YANETH MARGARITA HINOJOSA dice:

Luego de revisar la documentación presentada por usted y verificar sus


derechos, COLMENA vida y riesgos laborales ha considerado no validar la
calidad de beneficiaria, debido a que, de acuerdo con las declaraciones
contenidas en las pruebas documentales aportadas, se presenta un conflicto
de derechos entre las posibles beneficiarias respecto del 50% restante del
valor de la pensión de sobreviviente derivada del fallecimiento del señor
Harwin Manuel Martínez Palacín, toda vez que de conformidad con lo
establecido en el art 49 del decreto 1295 de 1994, el artículo 13 de la ley 797
de 2003 que modifica el artículo 47 de la ley 100 de 1993, y los artículos 7, 8,
10 y 11 del decreto 1889 de 1994, tanto usted, en su calidad de compañera
permanente, como la señora YARITZA JIMENEZ PANTOJA en su calidad de
compañera permanente, cumplen los requisitos exigidos por las normas
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legales citadas para tener derecho como beneficiaria de la pensión de


sobrevivientes mencionada.

De acuerdo a ello, se tiene que, para la demandada, ambas reclamantes cumplían


las condiciones para acceder a la pensión reclamada, pero se estableció que un
juez dirimiera la situación ante la falta de competencia para hacerlo esa entidad.

Cabe también decir las mismas demandantes ya habían realizado un acta de


conciliación, que, como se ve a folio 18, si bien lo fue ante casa de justicia, a la
cual la entidad demandada no dio validez, en todo caso ello pone de presente el
querer irrefutable de las actoras de arreglar sus diferencias mediante la vía
amigable, lo cual se ha mantenido incólume hasta el momento, tal como queda de
presente en el documento mediante el cual pretenden que se le avale la
conciliación a que ambas llegaron y en que, en otras cosas, manifiestan (folio 136-
137):

“Siempre ha sido nuestra voluntad manifiesta llegar a un acuerdo conciliatorio


y a cada una se nos respete el derecho a recibir el 25% de las mesadas
pensionales”

El escrito se encuentra firmado por las demandantes, así como por su apoderado
judicial <que es el mismo para ambas>, con nota de prestación personal ante este
despacho.

De acuerdo a ello, esta agencia judicial debe proceder a verificar si resulta


procedente avalar el acuerdo conciliatorio al que llagaron las actoras del proceso,
en consideración a que cumpla las condiciones legales de validez y no se afecten
derechos ciertos e indiscutibles de quienes lo suscriben.

Para ello se atenderá a las siguientes

CONSIDERACIONES.

Sea lo primero decir que en materia laboral el artículo 15 del CST señala que “es
válida la transacción en los asuntos del trabajo, salvo cuando se trate de derechos
ciertos e indiscutibles”, lo que permite pregonar que frente a aquellas situaciones
que creen derechos que no son materia de discusión, no puede haber ninguna
renuncia, porque se afectaría la validez del contrato de transacción, que, valga
decir, para los efectos de este caso, sería de la conciliación.

Ahora bien, conviene entonces hacer un análisis sobre lo que corresponde o debe
entenderse como derecho cierto e indiscutible para tener claridad si con el
acuerdo al que arribaron las partes se afecta o no un derecho de esta estirpe.

Podría decirse que el derecho cierto e indiscutible es aquel frente al cual no se


admite ninguna discusión; sea porque efectivamente se ha causado, como ocurre
cuando luego de un período estipulado de trabajo se genera el salario, o cuando
se trata de un derecho adquirido, es decir aquel que ha entrado al patrimonio del
sujeto, sin que sea posible disputarlo con posterioridad.

De esta suerte, cuando se habla de un derecho incierto se puede equiparar a lo


que sucede cuando se está ante meras expectativas de obtener un derecho.
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MERLIN define los derechos adquiridos como “aquellos que han entrado en
nuestro patrimonio, que hacen parte de él y que no puede ya quitarnos aquel de
quien los tenemos”1.

BONNECASE, por su parte, considera que la noción clásica de derecho adquirido


debe sustituirse por la de “situación jurídica concreta” y a su turno, la noción de
expectativa debe ceder el puesto a de “situación jurídica abstracta”2.

De acuerdo a ello, entonces, para el despacho surge evidente que, aunque el


derecho a la pensión que les quepa a las demandantes pueda inicialmente
considerarse cierto e indiscutible en la medida que se trata de uno que se obtiene
cuando se cumplen ciertas condiciones que la ley prevé, como lo son la
convivencia con el finado por el término de ley, y el que éste hubiere dejado
causado el derecho, en la que, en el caso de autos, ambas dicen haber alcanzado
dichas condiciones, no se vuelve indiscutible sino una vez haya sido definido, de
manera que mientras se discute quien tiene un mejor derecho, se torna discutible
incluso en términos de disponer la división que ocurra respecto del monto de la
mesada.

A propósito de la división en que decidieron conciliar con relación a la mesada


pensional, en el sentido de que se indique que lo es un 25% para cada una a fin
de completar el 50% que se dejó en suspenso, toda vez que el otro 50% se
encuentra repartido entre los hijos de ambas, valga decir que frente a ello, si bien
no se señaló en el acta de conciliación las razones argüidas por ambas para
establecer esos montos, el despacho entiende que de conformidad al art 47 de la
ley 100/93 modificado por la 797/2003 en su art 13, que regula la proporción en
que debe dividirse la pensión dependiendo de los tiempos de convivencia, se está
dejando claro por las mismas partes interesadas que, en efecto, el tiempo de
convivencia de ambas fue equitativo, lo que predica, a juicio de ésta agencia
judicial, una clara concepción entre quienes son demandantes acerca de la
situación y tiempo que cada tuvo con el finado, y los derechos que en virtud de
esa convivencia cada una logra adquirir.

De este modo, declarándose entre ambas tener el derecho a la pensión por haber
cumplido las condiciones de convivencia de ley, la renuncia que una haga frente a
su proporción (si se entiende que solo una de las dos podría eventualmente lograr
el 100% del 50% en suspenso <o disputa> de la prestación), no lesiona sus
derechos, sino más bien los protege, pues ambas de uno y otro modo, están
aceptado que efectivamente hubo una convivencia simultánea en los términos de
ley, y que, además las dos tienen derecho a percibir parte de la mesada pensional
del causante.

De esta suerte, no se lesionan derechos ciertos en indiscutibles que hagan


nugatoria la aceptación de la conciliación traída a juicio, sino que, por el contrario,
se logra un sano acuerdo entre quienes se debatían el derecho, logrando con ello,
no sólo una paz social, sino la descongestión del aparato jurisdiccional del Estado.

1
DERECHO LABORAL GENERAL. Décima Octava Edición- Germán Isaza Cadavid, pág. 22
2
Ibídem
Rad. 2016-016

Es dable, además, traer lo que la Corte Constitucional a través de sentencia T-404


de 2009, al resolver una acción de tutela en que se pedía avalar la conciliación
que se hizo en un caso similar al que ocupa la atención de éste Despacho, señaló:

6. Posibilidad de conciliación extrajudicial en los casos de discusión de la


pensión de sobreviviente

La pensión de sobrevivientes hace parte de las manifestaciones del derecho a la


seguridad social, el cual, por su condición de derecho fundamental, tiene ciertas
características axiales a su naturaleza, como ha sido resaltado por esta
corporación; entre dichos elementos inherentes al derecho a la seguridad social
encontramos su imprescriptibilidad, su carácter de determinante de la protección
mínima de los trabajadores y sus beneficiarios, su ánimo de protección integral en
estos aspectos, etc. Así mismo, la seguridad social resulta un derecho cuya garantía
repercute en la protección de otros derechos, también fundamentales, como pueden
ser la vida, el mínimo vital, el derecho de vivienda digna, el derecho de acceso a
agua potable y el libre desarrollo de la personalidad, entre otros.

Estas características y elementos definitorios han determinado la necesidad de


establecer una serie de protecciones que buscan asegurar su efectividad en las
relaciones entre individuos, entre ellas la irrenunciabilidad, que el Constituyente –en
el art. 48 de la Constitución- y esta Corte han entendido como una manifestación
concreta del contenido esencial que debe tener este derecho en un Estado Social
de Derecho3.

En cuanto parte axial del derecho, la irrenunciabilidad es una característica que se


predica de todas las manifestaciones del mismo, dentro de las cuales se cuenta la
pensión de sobrevivientes, una de las formas de concreción más esenciales del
contenido de este derecho4.

Un análisis superficial del asunto llevaría a la conclusión que, al ser la seguridad


social un derecho irrenunciable, debe protegerse a sus titulares de cualquier tipo de
acuerdo que los prive de su goce, disfrute o titularidad, en cuanto que cualquiera de
estas acciones implicaría una disposición ilegítima del derecho, razón por la cual
acuerdos de conciliación extrajudicial, en cuanto disponen del derecho, podrían
derivar en una renuncia parcial o total del mismo y, por consiguiente, habrían de ser
proscritos en nuestro sistema jurídico.

Este análisis, aunque parte de presupuestos ciertos, no involucra toda la riqueza


analítica y fáctica que se presenta cuando se interpretan derechos fundamentales.
En efecto, no pretende la Corte elaborar toda una teoría de interpretación respecto
de los derechos fundamentales, pues no es este el contexto apropiado; resalta, sin
embargo, que por su construcción gramatical abstracta los derechos fundamentales
tienen la estructura de principios constitucionales, en cuanto su enunciación amplia
permite que su contenido se aplique a muy distintas situaciones concretas.

Esto hace que en abstracto, o a priori, sea imposible establecer contradicciones o


solapamientos entre los derechos fundamentales, verbigracia, no podría sostenerse
que en general el derecho a la seguridad social choca o se contradice en algún
punto de su contenido con el derecho al mínimo vital; las contradicciones, conflictos
o antinomias que se presentan entre estas normas surgen al momento de la
aplicación concreta de los derechos fundamentales -llamadas antinomias externas o
antinomias del discurso de aplicación-, y se distinguen de las antinomias internas o
antinomias propias del discurso de validez que son las que se presentan cuando
dos normas se contraponen en abstracto, por ejemplo porque una ordena lo que
otra señala como un comportamiento inválido.

3
Ver sentencia T-202 de 1997.
4
Ver sentencia T-524 de 2002.
Rad. 2016-016

Las contradicciones que puedan surgir entre derechos fundamentales al momento


de aplicarlos a casos concretos obligará a realizar una labor de ponderación entre
ellos, para determinar en qué medida se aplica uno y otro. Es decir, al momento de
aplicar los derechos fundamentales generalmente debe llegarse a un acuerdo que
compatibilice la aplicación de los derechos involucrados. En desarrollo de dicho
acuerdo el contenido de cada uno de los derechos debe ceder ciertos espacios de
ejercicio respecto de otro, con el objetivo de permitir el disfrute armónico de los
derechos involucrados, lo que sería imposible si se pretendiera aplicar cada uno de
éstos de forma absoluta.

Esta aproximación no pretende nada diferente a resaltar el carácter relacional de los


derechos fundamentales al momento de su aplicación, es decir, la necesidad de
valorar y establecer en cada situación en concreto cuál es el contenido que deriva
de un derecho fundamental y comprender que para garantizar un espacio adecuado
de disfrute debe entenderse cada derecho en relación con otros de su misma
naturaleza.

En este contexto, y en conexión con las anteriores ideas, es de esperar que las
aplicaciones concretas del derecho a la seguridad social, entre otras en materia de
pensión de sobreviviente, choquen o se contrapongan parcialmente con el contenido
concreto de otros derechos también fundamentales, obligando al intérprete a
encontrar una solución a través de un método de interpretación legítimo dentro del
contexto de nuestro Estado Social de Derecho.

De acuerdo con lo antes mencionado, cuando el juez se halla ante reclamaciones


relacionadas con la pensión de sobrevivientes deberá construir su juicio sobre dos
tipos de premisas: i. las primeras, de tipo analítico, como la forma de concreción del
derecho a la seguridad social y, por consiguiente, el grado de afectación o limitación
que deba soportar en una situación específica; ii. las segundas, de tipo fáctico –
valorativo, que toman en consideración el contexto concreto de aplicación, es decir,
la situación de necesidad o no en que se encuentre el solicitante, la edad del mismo,
la eficacia para el caso específico de los mecanismos ordinarios que prevé el
ordenamiento jurídico, etc.. De este modo podrá el juez determinar, no sólo el
impacto que una medida tiene en el derecho a la pensión de sobreviviente, sino la
eventual afectación que su realización supone sobre derechos como el mínimo vital,
el derecho fundamental a la salud o el libre desarrollo de la personalidad del titular
de los mismos5.

Se resalta entonces la imposibilidad de aplicación total o absoluta de los derechos


fundamentales en situaciones concretas y, por consiguiente, la necesidad que
tienen estos de ceder a favor de otros derechos fundamentales en consonancia con
la precisa situación en que se pretenda su aplicación. De manera que puede
afirmarse como premisa general la necesidad de disposición sobre los derechos
fundamentales por parte de sus titulares, siendo el límite de dicha posibilidad de
disposición la anulación absoluta o excesiva del derecho en cuestión, lo que
claramente no ocurre en el caso en estudio.

En el mismo sentido, al resolver el caso concreto sostuvo que debe tenerse


especial protección cuando se está ante personas de la tercera edad, de manera
que si el juzgador observa que con la conciliación se verifica la posibilidad de que
las que pretenden una sustitución, puedan con ese mecanismo obtenerlo de
manera más célere, lleva de tal suerte a ser proteccionistas con los derechos

5
En este sentido manifestó la sentencia C-1195 de 2001 al referirse a la conciliación como
requisito de procedibilidad, entre otras, ante la jurisdicción contencioso –
administrativa:“Es posible que el análisis del cumplimiento de condiciones materiales
requiera un examen más detallado, cuando las partes en conflicto se encuentren en
situaciones de extrema pobreza, o cuando la conciliación obligatoria afecte
particularmente a grupos marginados de la población, o tenga un impacto negativo frente
a personas colocadas en situaciones de desigualdad manifiesta.”
Rad. 2016-016

fundamentales derivados de esa conciliación pues en dicho caso se garantiza la


posibilidad de que ambas reclamantes puedan percibir parte de lo que recibían
mientras el causante se encontraba con vida, y puedan así mantener la posibilidad
de acceder a servicios y beneficios que, por el no otorgamiento de la prestación
por parte del ente de seguridad social obligado a concederla, se estén vulnerando.

En la misma sentencia la Corte expuso:

“Por esta razón otorgar eficacia al acuerdo conciliatorio resulta un


mecanismo legítimo y efectivo para impedir una vulneración irreparable al
derecho de la actora, en cuanto le permitiría disfrutar de un porcentaje de la
pensión de sobreviviente con el cual, de acuerdo con lo que manifiesta, sería
posible proveerse de los elementos materiales esenciales para continuar con
su proyecto de vida. De lo anterior concluye la Sala que, mediando las
condiciones fácticas precisas del caso analizado, el otorgar validez al
acuerdo conciliatorio resulta acorde con los derechos fundamentales a la
seguridad social a recibir pensión de sobreviviente y al mínimo vital”.

Conviene igualmente indicar que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de


Barranquilla, al resolver sobre una situación similar a la aquí planteada estimó que
la conciliación a la que habían llegado las partes era válida y hacía tránsito a cosa
juzgada, en atención a que los derechos de quienes se encontraban en disputa,
aun no estaban definidos.

Dijo el Honorable Tribunal, a través de su Sala Segunda de Decisión Laboral,


radicación 33910 de fecha 22/04/10 y ponencia de la Dra. Claudia Fandiño De
Muñiz, lo siguiente:

“Lo anterior deja evidenciado que el acuerdo conciliatorio celebrado por las
partes, reúnen las exigencias de ley, y tiene los efectos propios de cosa
juzgada al estar incluida todas las pretensiones de la demanda, mas aun
cuando “las partes manifiestan su aprobación y conformidad con los
términos aquí planteados y firma para quienes voluntariamente intervinieron”,
lo que impide que esta se pueda entrar a definir nuevamente sobre estos
tópicos.

El anterior acuerdo celebrado entre dos personas capaces y sobre


derechos que aun no estaban definidos, puede ser válidamente
conciliadas al tenor de lo dispuesto en el art. 15 del C.S.T.”Resaltado
fuera de texto.

Así las cosas, el Despacho le impartirá aprobación al acuerdo conciliatorio al que


han llegado las partes ligadas en litis en este juicio, valga recordar, señoras
YARITZA JIMENEZ PANTOJA y YANETH MARGARITA HINOJOSA TERNERA,
en los términos descritos en el mismo, al cumplirse con las previsiones del art 15
del CST.

Igualmente, conviene decir que, pese a que se determinó la integración de Litis


con los menores hijos del causante y las demandantes, quienes gozan de la
pensión en un 25% para cada uno, nunca estuvo en disputa su derecho, pues
desde los albores de la demanda se pidió por parte de las actoras el
reconocimiento del 25% para cada una, es decir, de la proporción del 50% que
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había quedado en suspenso y que no lesiona, ataca ni toca si quiera la parte que
reciben los menores ya pensionados.

Por los argumentos antes expuestos el Juzgado Séptimo Laboral del Circuito de
Barranquilla atendiendo a la solicitud instada

RESUELVE

PRIMERO: Admitir el acuerdo de conciliación realizado por las partes YARITZA


JIMENEZ PANTOJA – YANETH MARGARITA HINOJOSA TERNERA en este
proceso, de acuerdo a lo establecido en el art 15 del CST, y de conformidad a las
razones expuestas en la parte motiva de ésta decisión.

SEGUNDO: Sin costas

NOTIFIQUESE Y CUMPLASE

ALICIA ELVIRA GARCIA OSORIO


JUEZ

JUZGADO SEPTIMO LABORAL DEL


CIRCUITO DE BARRANQUILLA
Barranquilla 27 de julio de 2020 se notifica auto
de fecha 24 de julio de 2020
Por estado N° 64
El Secretario__________________________
DAIRO MARCHENA BERDUGO

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