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Lacan dice que Freud crea un mito nuevo. Freud toma partido por una conjetura que es la de
Darwin, en relación de la organización de los primates superiores, probablemente los
primeros humanos se organizaban en hordas dominadas por un macho fuerte. Y los machos
jóvenes son expulsados cuando quieren tener comercio sexual en esa horda y se ven
obligados a la exogamia.
Freud hace alusión a dos aspectos de la antropología: la arqueología y el folklore (la historia
de los pueblos). En la interpretación de los sueños, Freud le da mucha importancia al
folklore, está siempre en diálogo con la antropología. En una visión actual, el psicoanálisis
siempre ha dialogado con la antropología.
Freud dice que los psicoanalistas tienen pacientes que sufren de tabú: las personas que
padecen neurosis obsesiva. Son personas que tienen tabúes en distintos aspectos de su vida y
que no saben el motivo de eso. Esta es otra diferencia con el tótem, al cual se le puede
atribuir una razón.
Junto con esto está la expiación cuando se comete un tabú. Ceremonias vinculadas al agua: el
agua tiene un papel muy importante en el lavado de las impurezas. Los pacientes de neurosis
también lo hacen, ejemplo: lavarse repetidamente las manos.
Algo que Freud destaca del totemismo es que ese mismo animal tótem que está prohibido
comer, excepto en las ceremonias. Acá es cuando la conjetura de Freud se une a la de
Darwin: la civilización, la cultura misma nace de un crímen. La horda primordial, el padre
primordial fue asesinado por los hijos.
El paso de la naturaleza a la cultura según Freud es cuando una ley comienza a funcionar
intrapsíquicamente. Entonces la conjetura que él hace es que la humanidad comenzó a ser
una cultura y abandonó a la horda del siguiente modo (y esto es a lo que Lacan se refiere
como el mito): los hijos se confabulan para matar al padre,matan al padre (para
poder poseer a las mujeres de la horda) y lo comen. ¿Por qué se lo comen?
Porque la oralidad es la primera forma que el niño tiene para absorber algo del
mundo. Y por esa misma incorporación pasan a ser el padre. Después sienten
culpa por lo que hicieron, y esa misma culpa empieza a funcionar como ley (de
exogamia). Lo que dice Freud es que la ley del padre funciona retroactivamente: es más
poderoso muerto que vivo, porque es intrapsíquico. Un detalle es que en la conjetura no está
prohibido el incesto con las hijas.
Es todo un tema en Freud, y en su vida personal (impacto que sufrió por la muerte de su
padre), por eso el tópico del padre muerto es central en la teoría de él y luego sobre
recargado en Lacan.
El obsesivo está con ese problema, de cómo tragarse a su padre. El tema del padre
muerto y el deseo de muerte del padre está constantemente presente en la obsesión. Se
puede ver en el capítulo del tabú y la ambivalencia de los sentimientos. Son ceremoniales
(rituales) de doble acción: hacen unas de las mociones pulsionales de
sentimiento y la pulsión. Ejemplo: caso del hombre de las ratas. El paciente vivía
con una gran cantidad de ceremoniales, imposiciones de pensamiento y órdenes. Él se
imaginaba que su padre muerto lo visitaba y lo veía estudiando (ejemplo bien claro de un
padre que no se ha podido tragar). Preparaba todo para estudiar pero terminaba
masturbándose frente un espejo, haciendo todo lo contrario a lo que su padre le gustaría ver.
Freud le da un mal pronóstico a las neurosis obsesivas porque conducen a un callejón sin
salida. Ese callejón sin salida es la enorme posibilidad de contagio de X tabú, y como la
moción pulsional y la moción de sentimiento opuesta se van alternando en el tiempo pero
siempre a la larga vence la moción pulsional.
En el consultorio, es muy común que los pacientes reiteren sobre los padres, porque es muy
complejo elaborar sobre los padres que uno tuvo. A eso se refiere con “tragar al padre”:
cerrar situaciones que les involucre. Ejemplo: seguir esperando reconocimiento del padre, o
afecto de una madre distante. La idea de Freud es que esa deglución del padre permite
elaborar qué voy a aceptar de mi padre y que no voy a aceptar.
Por eso, Tótem y Tabú es como una receta de cocina sobre cómo comer al padre.