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112 CATULO

guárdate de ser soberbio, y te pido que no desprecies mis sú­


plicas, niña de mis ojos, no sea que Némesis79 se vengue de ti.
Es una diosa apasionada: guárdate de ofenderla.

SI80

Poema en sáficos dirigido a Lesbia. Se cree que es el primero que


escribió dirigido a ella.
Contenido - 1-12: signa amoris de Catulo ante Lesbia; 13-16: re­
flexión sobre los males del ocio.
Es una adaptación del c. 31 de Safo, pero con un final «a la roma­
na». Es un toque personal, una llamada de atención a sí mismo sobre
los peligros del ocio. El puritanismo del provinciano hace aquí su pri­
mera irrupción.
El resto del poema es casi una traducción de la maravillosa oda
de Safo, en la que hace un prodigioso análisis de las emociones hu­
manas. Catulo está identificado con Safo. Lo que añade en la primera
estrofa es: si fas est... superare, porque ha intensificado la expresión
de Safo, que es ísos, «igual a». Es una hipérbole retórica que, posible­
mente, le quita naturalidad al original. También en la primera estrofa
añade identidem te. Una nueva intensificación. En el v. 5 añade: mis-
sero... mihi, que no está en el original y que es una expresión muy ca­
racterística de los elegiacos latinos. Tampoco está en Safo sonitu
suopte, típico del estilo directo y conversacional de Catulo.
Hay mucha aportación original de Catulo; mucho más de lo que
puede sugerir una rápida lectura de la oda griega.

Aquél me parece que es igual a un dios: aquél, si se me


permite, supera a los dioses, el que sentado frente a ti, sin mo­

79 La diosa Némesis otorga a cada uno su merecido. Aparece en H esío d o ,


Trabajos y Días, 197-201, formando pareja con Edos, la Honradez.
80 Adaptación, no traducción, de la oda de S a fo , Fr. 31 [L o bel -P a g e ].
POEMAS 113

verse, te mira y te oye reír con dulzura, cosa que a mí, en mi 5


desgracia, me arrebata los sentidos, pues tan pronto como te he
visto, Lesbia, nada queda de mí *** Mi lengua enmudece; una
leve llama se aviva bajo mis miembros; con su propio sonido 10
zumban mis oídos y se cubren de noche mis ojos.
El ocio te perjudica, Catulo. Por el ocio te exaltas y te exci­
tas demasiado. El ocio, antes que a ti, perdió a reyes y ciuda- 15
des prósperas.

52

Poema de invectiva contra dos cesarianos.

Contenido - 1: grito desesperado; 2-3: motivos de su desespera­


ción; 4: se repite el v. 1.
Los versos primero y último reproducen el estilo conversacional
de Catulo. En el centro se contesta a las preguntas retóricas: es una
bofetada a César en la cara de Nonio y Vatinio.

¿Qué hay, Catulo? ¿Por qué retrasas tu muerte? En la silla


curul se sienta Nonio81 el tuberculoso, por su consulado perju­
ra Vatinio. ¿Qué hay, Catulo? ¿Por qué retrasas tu muerte?

S3

Poema que encierra una graciosa anécdota con chiste final.


Esta anécdota tiene mucho del aínos de ascendencia arquiloquea.

" Nonio y Vatinio son dos cesarianos. El primero se ha identificado con


Nonio Aspernate, procónsul de África en el 46 a. C . Vatinio fue tribuno y pre­
tor, consul suffectus en el 47 a. C. (cf. D ella C o r t e , Catullo..., pág. 280).

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