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FIGURAS LITERARIAS, ELEMENTOS DEL DISCURSO POÉTICO Y ANÁLISIS DE TEXTOS POÉTICOS

A.- FIGURAS LITERARIAS

Las figuras literarias son formas no convencionales de emplear las palabras para dotarlas de
expresividad, vivacidad o belleza, con el objeto de sorprender, emocionar, sugerir o persuadir al
lector. Son conocidas también como figuras retóricas o tropos.

Entre las múltiples figuras literarias, prestaremos atención a las más usadas: la anáfora, la
antítesis, el hipérbaton, la imagen, la metáfora, el símil, el símbolo y la sinestesia.

1.- La anáfora.- Es una figura que consiste en la repetición de una o más palabras al principio de
versos o enunciados sucesivos, poniendo énfasis en el elemento reiterado. La anáfora es uno de
los medios que sirven para lograr coherencia y unidad sintácticas.

Es el caso de los siguientes versos de la poeta peruana Blanca Varela (Lima, 1926-2008),
pertenecientes a “Canto villano”:

mea culpa ojo turbio


mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea

En el poema XIV de España, aparta de mí este cáliz, de César Vallejo, también se evidencia la
presencia de la anáfora:

¡Cuídate, España de tu propia España!


¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!

2.- La antítesis.- Figura que consiste en la contraposición de dos palabras o frases de


significación opuesta, o términos subjetivos que se perciben como opuestos. Fue muy utilizada
en el Barroco y en el Romanticismo.

La contraposición puede surgir por medio de formas negativas: “Que muero porque no muero”
(Santa Teresa). También es posible que el poeta logre oponer en sus versos términos que,
semánticamente, no se oponen en la lengua: “púrpura nevada o nieve roja” (Luis de Góngora).

La forma más contrastada y sintética de la antítesis se denomina oxímoron: “música callada”


(San Juan de la Cruz).
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En el poema “Variaciones de Jorge Guillén”, del peruano Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924 –
Cerdeña, 2006), leemos:

nada casi nada: cielo


aletazos de nada
en la nada: vuelo
y el cielo que se vuelve suelo

todo casi todo: suelo


aletazos de todo
en todo: nado
y el suelo que se vuelve cielo

nada casi nada: suelo


todo casi todo: cielo

3.- El hipérbaton.- Figura sintáctica que consiste en la alteración del orden de algunos
elementos de la oración respecto al que normalmente presentan. Por lo general, sirve para
destacar el elemento desplazado al primer lugar.

En la literatura en lengua española, Luis de Góngora y Argote es considerado un maestro en el


arte del hipérbaton.

Lo utilizamos también en el lenguaje cotidiano, en expresiones como “Si mal no recuerdo” y “A


Dios gracias”.

En esta estrofa de la rima LIII, del español Gustavo Adolfo Bécquer, encontramos la presencia
del hipérbaton:

Volverán las oscuras golondrinas


en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Las golondrinas oscuras volverán / a colgar sus nidos en tu balcón / y otra vez llamarán a sus
cristales / jugando con el ala.

4.- La imagen.- Puede ser definida como un cuadro visual. Es también, en muchos casos, una
comparación que no se descifra porque el término comparativo no es evidente y, si se fuerza
una equivalencia, solo se obtiene un resultado aproximado. “La verdadera imagen comunica
muchas cosas a la vez”.

Para Bachelard, la imagen es producto de la imaginación pura, no de la percepción, y es


creadora de lenguaje.

En una imagen como “nuestras vidas eran barcos al mediodía”, el complejo de sensaciones,
ideas y sentimientos que convoca “barcos al mediodía” es demasiado amplio como para que
hallemos una sola equivalencia con “nuestras vidas”.

Ezra Pound, el gran poeta norteamericano, definió la imagen como “un complejo intelectual y
emocional en un instante de tiempo”.
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En el poema "Visitas", del mexicano Octavio Paz, encontramos un conjunto de originales


imágenes:

A través de la noche urbana de piedra y sequía


entra el campo a mi cuarto.
Alarga brazos verdes con pulseras de pájaros,
con pulseras de hojas.
Lleva un río de la mano.
El cielo del campo también entra,
con su cesta de joyas acabadas de cortar.
Y el mar se sienta junto a mí,
extendiendo su cola blanquísima en el suelo.
Del silencio brota un árbol.
Del árbol cuelgan palabras hermosas
que brillan, maduran, caen.
En mi frente, cueva que habita un relámpago…
Pero todo se ha poblado de alas.

5.- La metáfora.- Tradicionalmente, esta figura ha sido considerada una comparación abreviada.
Por ejemplo, “Aquiles es un león” deriva de Aquiles combate como un león. Pero hoy se la
define de acuerdo a un mecanismo lingüístico de traslación o un desplazamiento semántico. En
“cabellos de oro”, “oro” tiene un significado distinto del literal, se ha desplazado el significado
‘metal’ para que prevalezca la propiedad del color y se ha sustituido ‘rubio’ por “oro”.

Aristóteles aludía a una relación analógica, en la que, por ejemplo, entre la vejez y la vida existe
la misma relación que entre la tarde y el día. De ahí que surgiera la metáfora “la vejez es la tarde
de la vida”.

La equiparación metafórica privilegia siempre una cualidad e ignora otras. En “corazón de


piedra”, la ‘dureza’ de la piedra se traslada a los sentimientos.

La metáfora puede adoptar varias formas. Entre ellas: la sustitución del nombre (“luna de
pergamino” = pandereta); las que usan la preposición “de” (“manos de nieve”); las que adoptan
el verbo ser (“Tu vientre es una lucha de raíces”); cadenas de dos o más nombres (“relámpagos
de risas carmesíes”); metáforas verbales (“brilla por su inteligencia”); metáforas adjetivas
(“mirada angelical”). Incluso hay metáforas de un solo término.

En las metáforas verbales, no se aprecia una sustitución, sino un cambio de significado. En “el
tiempo vuela”, el tiempo se convierte en un ser animado. El mecanismo metafórico funciona
también en el lenguaje cotidiano (“es una fiera”, “voltear la esquina”). En realidad, más que
expresar semejanzas, la metáfora las crea.

Leamos el poema "Toast", del poeta peruano Javier Sologuren (Lima, 1921-2002):

La inquieta fronda rubia de tu pelo


hace de mí un raptor;
hace de mí un gorrión
la derramada taza de tu pelo.
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La colina irisada de tu pecho


hace de mí un pintor;
hace de mí un alción
la levantada ola de tu pecho.

Rebaño tibio bajo el sol tu cuerpo


hace de mí un pastor;
hace de mí un halcón
el apretado blanco de tu cuerpo.

6.- Símil o comparación.- Aristóteles definió esta figura como una especie de metáfora. Pero los
estudios modernos han abandonado esta definición. En ella se establece una relación de
semejanza entre dos términos, que se manifiesta por la presencia explícita de la conjunción
“como”, o la correlación comparativa (como…así), o por otro conector que establezca dicha
comparación (tan, más que, tal, cual, parece). Ejemplos: “espadas como labios”; “hombre más
apenado que ninguno”.

Pero entre el símil y la metáfora, la relación no es simplemente la de presencia/ausencia del


término comparativo. En el símil, se comprueba la afinidad entre dos entidades; en la metáfora,
se produce una fusión, una identificación o una co-presencia entre las entidades involucradas.

Leamos el poema "Me gustas cuando callas...", del poeta chileno Pablo Neruda:

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma


emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.


Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio


claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.


Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
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7.- El símbolo.- Es un recurso complejo para cuyo desciframiento hay que recurrir a la
experiencia, a la cultura o al marco que propone cada poema. Aun así, muchas veces permanece
hermético.

Hay símbolos más o menos extendidos, como “blanco” = pureza; “círculo” = perfección; “olivo” =
paz; “búho” = sabiduría. Pero hay otros privativos de un autor o de una obra.

En “La niña de la lámpara azul”, de Eguren, el personaje no puede ser reducido a “ilusión”,
“amor”, “poesía” ni nociones parecidas. Su sentido permanece abierto.

La presencia de un sentido simbólico puede ser subrayada por la insuficiencia del sentido literal
en el contexto en que el término simbólico aparece.

Leamos el poema "El albatros", del poeta francés Charles Baudelaire:

Suelen, por divertirse, los mozos marineros


cazar albatros, grandes pájaros de los mares
que siguen lentamente, indolentes viajeros,
al barco, que navega sobre abismos y azares.

Apenas los arrojan allí sobre cubierta,


príncipes del azul, torpes y avergonzados,
el ala grande y blanca aflojan como muerta
y la dejan, cual remos, caer a sus costados.

¡Qué débil y qué inútil ahora el viajero alado!


Él, antes tan hermoso, ¡qué grotesco en el suelo!
Con su pipa uno de ellos el pico le ha quemado,
otro imita, renqueando, del inválido el vuelo.

El poeta es igual … Allá arriba, en la altura,


¡qué importan flechas, rayos, tempestad desatada!
Desterrado en el mundo, concluyó la aventura:
¡sus alas de gigante no le sirven de nada!

8.- La sinestesia.- Consiste en la mezcla de sensaciones provenientes de distintos sentidos. Así,


“música espectral” es una sinestesia porque la música se percibe con el oído y lo espectral, con
la vista.

Como la imagen y el símbolo, se emplea de manera frecuente durante el Simbolismo. También


se usa en el habla corriente, como “color chillón”, que involucra los sentidos de la vista y el oído,
o como “dulce melodía”, que mezcla la percepción gustativa con la auditiva.

Puede tomar diversas formas, desde la adjetivación, como en los casos anteriores, a la
comparación como en “Correspondencias”, de Baudelaire: perfumes “verdes como praderas”.

Leamos el texto "El poeta le pide a su amor que le escriba", de Federico García Lorca:

Amor de mis entrañas, viva muerte,


en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
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El aire es inmortal, la piedra inerte


ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí, rasgué mis venas,


tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues de palabras mi locura


o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

Ejercicios. - Reconocer las figuras retóricas en los siguientes versos:

1) “Oí sonidos de aves, dulces y moduladas”.


(_SINESTESIA_)

2) “Eres simple, Rubén, como el aire que huía”.


(_SÍMIL_)

3) “En la orilla contemplo / suaves, ligeras, / con sus penachos finos, las cañaveras”.
(_HIPÉRBATON__)

4) “Cuando quiero llorar no lloro / y a veces lloro sin querer”.


(_ANTÍTESIS_)

5) “El valle es de oro amargo”.


(_METÁFORA__)

6) “El ramaje denso de árboles y árboles de angustia”.


(_IMAGEN_)

7) “Borro palabras nuevamente / borro pájaros hojas secas viento / borro todo por fin”.
(_ANÁFORA__)

8) “En el cenit azul, una caricia rosa”.


(_SINESTESIA__)

9) “Volverán las oscuras golondrinas / de tu balcón sus nidos a colgar”.


(_HIPÉRBATON_)

10) “Morir como una rosa cortada al fuego de la noche”.


(_SÍMIL_)

11) “Viene por las calles / a la luna parva, / un caballo muerto / en antigua batalla”.

(_HIPÉRBATON__)

12) “Las perlas de tu boca”.

(_METÁFORA__)
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B.- ELEMENTOS DEL DISCURSO POÉTICO

1.- EL "YO" POÉTICO.- También llamado “yo lírico” o “hablante lírico”, es la voz que habla en el
poema. Por ejemplo, “Esta tarde llueve, como nunca; y no / tengo ganas de vivir, corazón”
(Vallejo).

El yo poético existe en el ámbito del poema y no tiene que ver, necesariamente, con el yo real o
empírico; pertenece al mundo imaginario.

Algunas veces esa voz es impersonal, pero se expresa en un tono que es posible describir. Tal es
el caso de “Ser río que corre, ser nube que pasa” (Chocano).

2.- EL TONO POÉTICO.- Es la perspectiva o actitud que asume el yo poético y que guarda
relación con las emociones que revela esta voz y sus modulaciones.

Así, en el fragmento siguiente se puede reconocer un tono melancólico: “Las tardes rielan / en
mi memoria / tal amarillas / fotografías” (Francisco Bendezú).

En esta estrofa, en cambio, el tono es rebelde y de reclamación: “Basta ya de agonía. No me


importa / la soledad, la angustia ni la nada. / Estoy harto de escombros y de sombras. / Quiero
salir al sol. […]” (Alejandro Romualdo)

3.- EL TEMA POÉTICO.- Aunque en la lírica la ausencia de contexto es notoria, siempre es posible
identificar las circunstancias en que se “dice” el poema y establecer el tema principal al que se
refiere. Reconocemos el tema porque a él se supeditan los demás elementos significativos del
poema.

Así, por ejemplo, el tema puede ser el amor fraternal, el contraste entre la vida y la muerte, o
una estación del año, entre muchos otros.

En el poema de García Lorca, antes citado, el tema es el abandono del ser amado.

C.- PASOS PARA EL ANÁLISIS POÉTICO

1) Lectura general del poema. División en partes o unidades.

2) Identificación de los asuntos.

3) Reconocimiento y caracterización del yo poético.

4) Análisis externo: búsqueda de regularidades, paralelismos y distanciamientos de las normas.


Reconocimiento del tono del poema.

5) Análisis interno: identificación de las figuras retóricas o literarias.

6) Formulación de hipótesis de interpretación: el tema poético y su formulación.

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