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CÉLULA

La célula es el componente básico de todos los seres vivos. El cuerpo humano está compuesto por billones de
células. Le brindan estructura al cuerpo, absorben los nutrientes de los alimentos, convierten estos nutrientes en
energía y realizan funciones especializadas. Las células también contienen el material hereditario del organismo
y pueden hacer copias de sí mismas.
La Teoría Celular, es uno de los más importantes y centrales postulados del campo de
la biología moderna. Plantea que absolutamente todos los seres vivos están compuestos por células. Esto
incluye a todos los organismos de nuestro planeta.
Esta teoría, además, describe el rol de las células en la historia evolutiva de la vida en el planeta. A partir de ello
explica las principales características de los seres vivientes.
La teoría celular revolucionó para siempre la manera en que el ser humano comprende la vida y la organiza. En
consecuencia, abrió numerosos campos del saber especializado y resolviendo muchos de los interrogantes sobre
su cuerpo y el de los animales, que lo acompañaban desde épocas antiguas.
A partir de su demostración, esta teoría arrojó luces sobre el origen de la vida y sobre la reproducción. Además,
permitió comprender las dinámicas y los procesos propios de la que hoy se considera la unidad fisiológica más
básica de la biología: la célula.
¿En qué consiste la teoría celular?
La teoría celular, como dijimos antes, centró los esfuerzos de la biología en la célula como estructura mínima de
la vida. Entiende que toda forma de vida está basada en la célula, es decir que todos los tejidos de las plantas,
animales y hongos pueden ser descompuestos en células individuales, aunque únicas y diferenciadas.

Sin embargo, las células de los animales, las células de las plantas o las células de los organismos
unicelulares son muy diferentes entre sí. Además, esta perspectiva nos permitió entender la gigantesca
diversidad celular que existe, no sólo entre las formas de vida primitiva y unicelular, sino incluso dentro de
nuestro propio cuerpo.

Por otro lado, todos los estudios respecto a los procesos básicos de la vida, como nacer, crecer, reproducirse y
morir, no sólo pueden rastrearse hasta el nivel celular del organismo, sino que además se dan, a su vez, en cada
una de las células del cuerpo.

Clasificación de las células: Por su evolución y origen

Célula procariota, se caracteriza por presentar el material genético, disperso en el citoplasma, es decir, no posee
núcleo. Es la célula que distingue a los dominios Bacteria y Archaea, distribuidas ampliamente en toda la
biosfera. La célula procariota presenta dos estructuras principales: la membrana plasmática y el citoplasma. La
mayoría son pequeñas y simples.
Célula eucariota, se caracteriza por presentar el material genético (ADN) confinado en el núcleo, un
compartimiento membranoso dentro de la célula.
La célula eucariota define al dominio Eukarya, en donde se clasifican a los animales, los hongos, las plantas y
los protozoarios.
Las células eucariotas son más grandes y complejas que las células procariotas, y pueden encontrarse en seres
unicelulares (como las levaduras) o multicelulares (como las lombrices).
La célula eucariota presenta tres estructuras principales:
La membrana plasmática: es la estructura que envuelve y limita el contenido de la célula.
El núcleo: es el organelo que encierra el material genético de la célula.
El citoplasma: es la porción de la célula entre el núcleo y la membrana plasmática, donde se encuentra el resto
de los organelos (mitocondrias, ribosomas, vesículas, entre otros) y el medio acuoso donde flotan.

Membrana celular, La membrana de la célula,


también llamada membrana citoplasmática, se
encuentra en las células y separa su interior del medio
exterior que las rodea. La membrana celular consiste en
una bicapa (doble capa) lipídica que es
semipermeable. Entre otras funciones, la membrana
celular regula el transporte de sustancias que entran y
salen de la célula.

La membrana celular o citoplasmática confiere protección a la célula. También le proporciona unas condiciones
estables en su interior, y tiene otras muchas funciones. Una de ellas es la de transportar nutrientes hacia su
interior y expulsar las sustancias tóxicas fuera de la célula. Otra de sus funciones es debida a que en la propia
membrana hay insertadas distintas proteínas que interactúan con otras sustancias del exterior y otras células.
Estas proteínas pueden ser glicoproteínas, cuando están formadas por un azúcar unido a una proteína, o pueden
ser lipoproteínas, cuando se componen de la unión de un lípido con una proteína. Todas estas proteínas están
enganchadas en la superficie de la membrana celular (o inseridas en ella) y permiten que la célula interaccione
con otras células. La membrana celular, por otra parte, también aguanta la estructura celular, le da forma. Hay
distintos tipos de membranas celulares dependiendo del tipo de célula y, en general, las membranas tienen
colesterol en abundancia (en las células animales) como componente lipídico para darles estabilidad. Según el
tipo de célula, pueden existir estructuras adicionales. Existen distintos vegetales y microorganismos, como
bacterias o algas, que tienen otros mecanismos de protección, como una pared celular exterior, mucho más
rígida que la membrana celular.
El citoplasma, citoesqueleto y sus organelos, Se denomina citoplasma al interior de las células (protoplasma),
que ocupa el área entre el núcleo celular y la membrana plasmática. Se trata de una dispersión coloidal de un
fluido llamado citosol o hialoplasma, de aspecto granuloso y muy fino en su composición. En él se encuentran
los diversos orgánulos de la célula y ocurren muchas de sus reacciones moleculares.
Comúnmente, el citoplasma puede dividirse en dos regiones:
Ectoplasma. La región más externa del mismo, cercana a la membrana plasmática, y de contextura más
gelatinosa. Suele estar implicada en el movimiento celular.
Endoplasma. La región más interna del citoplasma, organizada alrededor del núcleo, y en donde están la
mayoría de los organelos celulares.
El citoplasma cumple con diversas funciones, la más elemental de las cuales es constituir el interior de la célula,
su “cuerpo”. Además, allí se albergan los distintos orgánulos celulares y se da entre ellos la comunicación, y
tienen además lugar diversas reacciones metabólicas celulares, muchas de las cuales ocurren en los
retículos endoplasmáticos. Al mismo tiempo, el citoplasma permite la movilidad de los orgánulos y su
replicación en caso de división celular, y es junto a la membrana plasmática lo último en separarse durante el
proceso de mitosis.

Componentes del núcleo celular, La cromatina es el material de que están compuestos los cromosomas, y
consiste en ADN y proteínas. Las histonas son las proteínas más abundantes. Su función es la de empaquetar el
ADN, organizarlo de forma que quepa dentro del núcleo. Por lo tanto, la cromatina es la manera en que el ADN
se estructura dentro de la célula. Si pudiéramos sacar el ADN fuera de una célula y estirarlo completamente
como si deshiciéramos un ovillo de lana, su longitud alcanzaría alrededor de casi un metro. Esto quiere decir
que el empaquetamiento permite condensar muchísimo el espacio que ocupa el material genético. Tengamos en
cuenta que una célula tiene un diámetro aproximado de una centésima parte de milímetro. Gracias a la
cromatina, el ADN queda replegado y condensado para que pueda caber en un espacio tan minúsculo.

Se denomina cromosomas a las estructuras altamente organizadas del interior de las células biológicas,


compuestas por ADN y otras proteínas, y en donde reside la mayor parte de la información genética de un
individuo. Tienen una forma definida de X, que es perfectamente observable durante las etapas de división o
replicación celular (meiosis o mitosis).
Cada cromosoma presenta una forma y un tamaño característicos, y se encuentran en pares, por lo general, en
idéntico número para todos los individuos de una misma especie. Dependiendo de la cantidad de cromosomas
que tengan, las células puede ser diploides (2n) o haploides (1n). El número cromosómico de la especie
humana son 46 pares.

Los cromosomas fueron descubiertos en células vegetales a finales del siglo XIX por los científicos Karl
Wilhelm von Nägeli y Edouard Van Benenden, de manera independiente, y su nombre proviene justamente de
las tinturas empleadas para poder observarlos (del griego: chroma, “color”, y soma, “cuerpo”). Pero hasta el
siglo XX no se comprendió el rol de los cromosomas en la herencia y la transmisión genética: hubo que esperar
por las leyes de Mendel y las primeras investigaciones sobre el ADN.

En las células de los seres eucariotas (o sea, provistas de núcleo celular), los cromosomas están constituidos por
cromatina, la sustancia que conforman el ADN, ARN y otras proteínas, algunas básicas llamadas histonas y
otras no-histonas. Todo ello compone nucleosomas, formando grupos inactivos de ADN que conforman los
propios cromosomas.

La función de los cromosomas: se ocupan de transmitir la información genética contenida en el ADN de la


célula madre a las descendientes, permitiendo la replicación celular y para el crecimiento de los organismos, la
reposición de células viejas o dañadas, y la creación de células reproductivas (así como de personas durante
la reproducción sexual). Se trata de estructuras biológicas que preservan el contenido genético y evitan (en lo
posible) que se dañe o se extravíe.

REPRODUCCIÓN CELULAR
Se conoce como reproducción celular o división celular a la etapa del ciclo celular en la que cada célula se
divide para formar dos células hijas distintas. Es un proceso que se da en todas las formas de vida y que
garantiza la perpetuidad de su existencia, así como el crecimiento, la reposición de tejidos y la reproducción en
los seres pluricelulares.
Características de la reproducción celular
Reproducción celular asexual
Bipartición: Sólo se da en células aisladas; la célula madre se parte en dos células hijas idénticas a ella.
Gemación: El individuo produce unos grupos de células, las YEMAS, que crecen poco a poco hasta que se
separan originando nuevos individuos.
Esporulación: El individuo que se reproduce fabrica muchas células pequeñas llamadas ESPORAS, que son
liberadas al aire o al agua y al germinar originan un nuevo individuo.
Reproducción de células somáticas
Mitosis. Es la forma más común de división celular de células eucariotas. En este proceso, la célula replica su
material genético completamente. Para hacerlo, emplea un método de organización de los cromosomas en la
región ecuatorial del núcleo celular, que luego procede a dividirse en dos, generando dos dotaciones
cromosómicas idénticas. El resto de la célula, entonces, procede a duplicarse y lentamente escindir
el citoplasma, hasta que la membrana plasmática termina por dividir a las dos nuevas células hijas en dos. Las
células resultantes serán genéticamente idénticas a su progenitora.
Reproducción de células sexuales
Meiosis. Es un proceso más complejo, que produce células haploides (con la mitad de la carga genética), tales
como las células sexuales o gametos, dotadas de variabilidad genética. Esto se da con el fin de aportar la mitad
de la carga genómica durante la fecundación, y así obtener descendencia genéticamente única, evitando la
reproducción clónica (asexual). A través de la meiosis, una célula diploide (2n) sufre dos divisiones
consecutivas, para obtener así cuatro células hijas haploides (n).
Gametogénesis, es el proceso a través del cual son formados los gametos. Los gametos masculinos son
llamados espermatozoides, y su producción ocurre en los testículos mediante un proceso conocido como
espermatogénesis. Por su parte, los gametos femeninos son denominados óvulos y estos son producidos por medio
de un proceso denominado ovogénesis, que ocurre en su mayor parte en los ovarios.
Expresión génica es el proceso por el cual la información codificada por un gen se usa para producir moléculas
de ARN que codifican para proteínas o para producir moléculas de ARN no codificantes que cumplen otras
funciones. La expresión génica actúa como un “interruptor” que controla cuándo y dónde se producen
moléculas de ARN y proteínas y como un “control de volumen” para determinar qué cantidad de esos
materiales se produce. El proceso de expresión génica está cuidadosamente regulado, y cambia
considerablemente en diferentes condiciones. Los productos de ARN y proteínas de muchos genes sirven para
regular la expresión de otros genes.

ENERGÍA Y METABOLISMO CELULAR


El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo para
convertir los alimentos en energía. Nuestro cuerpo necesita esta energía para todo lo que hacemos, desde
movernos hasta pensar o crecer.
Hay unas proteínas específicas en el cuerpo que controlan las reacciones químicas del metabolismo. Miles de
reacciones metabólicas ocurren al mismo tiempo, todas ellas reguladas por el cuerpo, para que nuestras
células se mantengan sanas y funcionen bien.
El metabolismo se puede dividir convenientemente en dos categorías: catabolismo, necesario para la
descomposición de moléculas destinadas a obtener energía, y anabolismo, lo que se conoce como la síntesis de
todos los compuestos que necesitan las células.
Anabolismo, es la fase del metabolismo en la que se generan estructuras bioquímicas complejas a partir de
sustancias más simples. En otras palabras, se invierte energía química del organismo para
componer biomoléculas complejas a partir de otras sencillas, empleando poder reductor.
Anabolismo autótrofo. En los seres autótrofos (aquellos capaces de sintetizar por cuenta propia los
nutrientes necesarios para sostener su existencia) el anabolismo, por lo general, implica el tránsito de
moléculas inorgánicas (como el agua, el dióxido de carbono, etc.) hacia moléculas orgánicas de mayor
complejidad y de utilidad bioquímica. Este proceso puede darse de dos formas distintas:
Fotosíntesis(es el proceso metabólico de las plantas y organismos dotados de clorofila, en el que se consume
dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O), para componer moléculas de almidón (azúcar). Este proceso obtiene
su energía necesaria de la luz solar.)
Quimiosíntesis (Este proceso se da principalmente en organismos microscópicos como bacterias y arqueas, en
cuyo hábitat no hay luz solar aprovechable, pero sí otro tipo de sustancias químicas en constante reacción,
que son utilizadas para sintetizar moléculas orgánicas a partir de, por ejemplo, amoníaco (NH3).)
Anabolismo heterótrofo. En los seres heterótrofos (que requieren de consumir la materia orgánica de
otros seres vivos para alimentarse), el anabolismo se diferencia del autótrofo en que sus compuestos simples son
de naturaleza orgánica, o sea, son el fruto de la digestión y descomposición de los alimentos. La energía
necesaria para ello se obtiene del ATP (Adenosín Trifosfato) producido durante el catabolismo.
Catabolismo, es el proceso de degradación de nutrientes complejos en sustancias simples para la obtención de
energía para el organismo. El catabolismo se lleva a cabo dentro de las células del organismo a través de una
serie de procesos que constituyen la respiración celular. Esto ocurre a través de procesos diferentes,
dependiendo de si se encuentra o no presente el oxígeno, pero a grandes rasgos consiste en la oxidación de las
biomoléculas de glucosa para obtener energía.
Este proceso, llamado glucólisis, tiene lugar en el citosol de las células, obteniendo por cada molécula de
glucosa (con 6 átomos de carbono) dos de piruvato (con 3 átomos de carbono cada una), en un proceso que
invierte dos moléculas de ATP para conseguir cuatro a cambio. Luego, este piruvato será procesado según haya
o no oxígeno presente en:
Respiración celular. En presencia de oxígeno (ambiente aerobio) el piruvato es oxidado hasta obtener CO2,
liberando la energía de sus enlaces para fabricar con ella ATP. Esto ocurre en la matriz de las mitocondrias de la
célula en su primera fase (el ciclo de los ácidos tricarboxílicos o el Ciclo de Krebs) y luego en la cadena
respiratoria que ocurre en las membranas mitocondriales. Este proceso es altamente productivo desde un punto
de vista energético y rinde unas 36 moléculas de ATP por molécula de glucosa.
Fermentación celular. Cuando no hay presencia de oxígeno (ambiente anaerobio), los organismos no pueden
oxidar el piruvato sino fermentarlo, produciendo moléculas de etanol o ácido láctico en lugar de CO2. Estas
moléculas son mucho más difíciles de eliminar y rinden mucho menos energéticamente: apenas unas 2
moléculas de ATP por molécula de glucosa.

Obtención de energía a partir de la degradación de los carbohidratos


La glucólisis, es una ruta metabólica que sirve de paso inicial para el catabolismo de carbohidratos en los seres
vivos. Consiste fundamentalmente en la ruptura de las moléculas de glucosa mediante la oxidación de la
molécula de glucosa, obteniendo así cantidades de energía química aprovechable por las células.
La glucólisis no es un proceso simple, sino que consiste en una serie de diez reacciones químicas enzimáticas
consecutivas, que transforman una molécula de glucosa (C6H12O6) en dos de piruvato (C3H4O3), útiles para otros
procesos metabólicos que siguen aportando energía al organismo.
La glucólisis se estudia en dos fases distintas, que son:
Primera fase: gasto de energía. En esta primera etapa se transforma la molécula de glucosa en dos de
gliceraldehído, una molécula de bajo rendimiento energético. Para ello se consumen dos unidades de energía
bioquímica (ATP, Adenosín Trifosfato).
Así, del ATP se obtienen ácidos fosfóricos, que aportan a la glucosa grupos fosfato, componiendo un azúcar
nuevo e inestable. Este azúcar pronto se divide y se obtiene como resultado dos moléculas semejantes,
fosfatadas y con tres carbonos.
A pesar de tener la misma estructura, una de ellas es distinta, por lo que adicionalmente es tratada
con enzimas para hacerla idéntica a la otra, obteniendo así dos compuestos idénticos. Todo ello ocurre en una
cadena de reacciones de cinco pasos.
Segunda fase: obtención de energía. El gliceraldehído de la primera fase se convierte en la segunda en un
compuesto de alta energía bioquímica. Para ello, se acopla  con nuevos grupos fosfato, tras perder
dos protones y electrones.
Así, se somete a estos azúcares intermedios a un proceso de cambio que va liberando de manera paulatina sus
fosfatos, para obtener así cuatro moléculas de ATP (el doble de lo invertido en el paso anterior) y dos moléculas
de piruvato, que continuarán su ciclo por su cuenta, ya terminada la glucólisis. Esta segunda fase de reacciones
consiste de cinco pasos más.
Ciclo de Krebs, En organismos aeróbicos el ciclo de Krebs es parte de la vía catabólica que realiza la oxidación
de hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos hasta producir CO2 y agua, liberando energía en forma
utilizable (poder reductor y ATP). También proporciona precursores para muchas biomoléculas tales como
ciertos aminoácidos. Por ello se considera una vía anfibólica, es decir, catabólica y anabólica al mismo tiempo.
Fosforilación oxidativa, es el proceso por el que se forma ATP como resultado de la transferencia de
electrones desde el NADH o del FADH2 al O2 a través de una serie de transportadores de electrones. En los
organismos aeróbicos, esta es la principal fuente de ATP.

El ATP, Adenosín Trifosfato o Trifosfato de Adenosina) es la molécula portadora de la energía primaria para todas las
formas de vida (bacterias, levaduras, mohos, algas, vegetales, células animales) todas ellas contienen ATP.

NADH abreviación de nicotinamida adenina dinucleótida, es un cofactor o "asistente" importante que ayuda a
las enzimas en el trabajo que éstas hacen en todo el cuerpo. La NADH, particularmente, juega un papel en la
producción de energía.)
FADH2 es un modulador de la actividad hidrolítica de la enzima atpasa. en la atpasa en su forma f1-soluble,
el fadh2 es un estimulador de la actividad enzimática, en tanto que en partículas su mitocondriales (psm)
el fadh2 inhibe notablemente la catalisis enzimatica.)

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