Está en la página 1de 17

Combate naval del Lago de Maracaibo

Batalla Naval Independentista

El Combate naval del Lago de Maracaibo fue un enfrentamiento naval ocurrido el 24 de julio de
1823 entre la escuadra de la República de Colombia liderada por el almirante neogranadino José
Prudencio Padilla y la escuadra de la Armada del Reino de España dirigida por el capitán de navío
Ángel Laborde y Navarro.
Combate naval de Maracaibo

Parte de Guerra de Independencia de Venezuela

Acción del Castillo de Maracaibo (c.1840), óleo de José María Espinosa.

Fecha 24 de julio de 1823 (199 años)

Lugar Lago de Maracaibo

Coordenadas 9°48′57″N 71°33′24″O/ 9


 .81583, -71.5567 (http://tool
s.wmflabs.org/geohack/geohack.php?language=es&p
agename=Combate_naval_del_Lago_de_Maracaibo&p
arams=9.81583_N_-71.5567_E_type:event)

Resultado Decisiva victoria independentista

Consecuencias ·Destrucción de la escuadra española.

·Rendición del ejército realista en Maracaibo el 3 de


agosto.

·Aislamiento de la guarnición realista en Puerto


Cabello.

Cambios territoriales Se asegura la independencia de la Gran Colombia

Beligerantes

 Gran Colombia Imperio español

Comandantes

José Prudencio Padilla Ángel Laborde y Navarro

Fuerzas en combate

Según Machado: 22 barcos, 85 piezas de artillería y Según Machado: 32 barcos, 67 piezas de artillería y
[1]
1.312 tripulantes ​
1.650 tripulantes[1] ​

Según Baralt: 7 goletas, 3 bergantines, 85 piezas y Según Baralt: 12 goletas, 3 bergantines, 16 buques
872 hombres y «una fuerza sutil respetable» con 15 menores, 67 piezas, 925 infantes de marina y 497
[2]
piezas y 327 hombres ​
marineros[2] ​

Según Mandueño: 7 goletas, 3 bergantines, 6 Según Mandueño: 10 goletas, 1 bergantín, 2


flecheras, 3 bongos, varios botes armados, 70 bergantines-goletas, 2 pailebotes, 2 flecheras, 3
carricañones, 26 cañones, 1.195 marinos y 1.005 faluches, 3 guairos, 8 piraguas, 14 carronadas, 4
[3]
infantes ​ obuses, 49 cañones, 670 marineros y 975 infantes[3] ​

Bajas

8 oficiales y 56 marineros y soldados muertos y 14 800 muertos y heridos y 69 oficiales y 569 soldados y
[2]
oficiales y 105 marineros e infantes heridos ​ marineros capturados[2] ​

Mapa               

Combate
naval del
Lago de
Maracaibo

Lugar de ubicación del Combate naval del Lago


de Maracaibo en el actual Estado Zulia en el
noroeste de Venezuela

El combate se libró en las aguas del lago de Maracaibo, al oeste de la actual Venezuela. Resultó en
una victoria decisiva para las fuerzas republicanas, con la captura o destrucción de la casi totalidad
de la escuadra española. La derrota de las fuerzas españolas en el Lago fue seguida por la
capitulación y entrega de la ciudad de Maracaibo, que había sido ocupada por los realistas en
septiembre de 1822 tras la batalla de Salina Rica. Como consecuencia de esta victoria se consolidó
definitivamente la independencia de las antiguas colonias españolas de la Nueva Granada y
Venezuela, agrupadas bajo la denominación de República de Colombia, quedando como último
reducto realista en los territorios independizados la plaza de Puerto Cabello. En Colombia y
Venezuela, la batalla se conmemora cada 24 de julio como el Día de la Armada Nacional de
Colombia y de la Armada Bolivariana.

Antecedentes

Después del éxito de la batalla de Garabulla, el 13 de noviembre de 1822, el dominio del capitán
general Francisco Tomás Morales sobre Maracaibo parecía asegurado. Sus operaciones militares le
habían permitido retener Puerto Cabello, recuperar Coro y animar una rebelión en Santa Marta,
aunque había fracasado en conquistar Valencia. El brigadier Sebastián de La Calzada, su segundo
al mando, trae el 29 de noviembre sesenta oficiales de Puerto Cabello a Maracaibo (otros
trescientos habrían llegado los días anteriores).[4] ​

Maracaibo se había mantenido al margen del conflicto hasta ese tiempo,[5] ​no sufriendo ataques
patriotas a diferencia de otros bastiones realistas como Coro y Angostura, permitiéndole aportar
recursos tributarios al esfuerzo bélico realista.[6] ​Pero la ciudad sí fue afectada indirectamente al
no poder exportar su cacao y café a España y el resto de América.[5] ​Estratégicamente era
importante, el año anterior, gracias al pronunciamiento de unos patriotas locales, la ciudad pasó a
la República y esta pudo aislar por vía terrestre a los bastiones monárquicos de Riohacha y Santa
Marta del de Coro, pudiendo conquistarlos uno por uno.[7] ​Sin embargo, el puerto sólo cobro
verdadero valor militar al final de la guerra, con la campaña de Morales.[8] ​

Cuando quiso conquistar Trujillo y Mérida, el capitán general sufrió un nuevo revés. Menos de la
mitad de sus 1500 expedicionarios volvieron a Maracaibo.[9] ​Por aquellas fechas, en enero de 1823,
José Antonio Páez impuso un bloqueo a Puerto Cabello aprovechando que la escuadra monárquica
estaba en Maracaibo. Para esto tenía los buques Carabobo (24 cañones y 150 tripulantes),
Mosquito (18 y 120 respectivamente), Zafiro (18 y 120) y María Francisca (22 y 98), pero el 1 de
mayo llegó Ángel Laborde y Navarro con una escuadrilla formada por los navíos Diamante (24
cañones), Casilda (44), Hiena (18), Ceres (32), Constitución (14) y Jacinta (16).[10] ​El español
capturó dos corbetas y puso fin al bloqueo.[11] ​Posteriormente, en abril, el almirante José
Prudencio Padilla centró en Los Taques; eran los bergantines Independiente, Marte y Confianza (de
transporte); las goletas Independiente, Espartana, Atrevida, Terror, Criolla, Manuela (realista
capturada), Leona y Manuela; tres flecheras; dos lanchas y un bote. Sumaba 929 tripulantes y 96
cañones.[12] [13]
​ ​A partir de entonces empezó a bloquear el litoral coriano y marabeño con cinco
bergantines, siete goletas de guerra y numerosas flecheras, bongos, lanchas y botes.[14] ​El 27 de
ese mes Manuel Manrique desembarca en Gibraltar con 1200 soldados e inicia su marcha hacia
Maracaibo con coordinación con Mariano Montilla, que hace lo mismo desde Riohacha con 2500
efectivos a través de la península de la Guajira.[15] ​El ejército de Montilla en Riohacha disponía de
4.000 infantes y 300 jinetes pero solo 3.000 estaban disponibles para una campaña.[16] ​

El 1 de mayo, el teniente coronel republicano José Reyes González "el Cojo", amigo íntimo de Juan
de los Reyes Vargas, derrotaba al coronel monárquico Antonio Gómez y Coro pasaba
definitivamente a la república.[17] ​Este último logró escapar y formar una guerrilla de 600
partisanos pero jamás recuperaría la ciudad.[18] ​Entre los días 8 y 16 Padilla ocupa Maracaibo
aprovechando que Morales incursionaba en la provincia de Coro.[17] ​Tenía 1000 soldados y 2
cañones para la incursión, pero rápidamente es herido por guerrilleros republicanos durante la
marcha. Había dejado a su segundo a cargo de Maracaibo.[4] ​La resistencia realista en tierras
corianas finaliza el 10 de junio con la victoria de Reyes González en Puerto Cumarebo. Seis días
después cae en manos patriotas Punta de Palmas (actual Miranda, al este del Lago de
Maracaibo).[17] ​

Según José Manuel Restrepo, la mitad de las tropas que traía Montilla eran reclutas, en cambio,
Morales contaba con tres mil veteranos.[19] ​Según informes británicos, Morales tenía 2.000
veteranos bien armados y vestidos para guarnecer los fuertes de Maracaibo, 1000 reclutas sin
armas y un escuadrón de caballería desmontado en instrucción.[20] ​Tomás Pérez Tenreiro afirma
que Morales tenía «tres mil infantes y ciento y pico de caballos»; y eso sin contar las partidas
guerrilleras de Carora, Bailadores, Cúcuta, Valledupar, Ocaña y la provincia de Santa Marta, la
guarnición de Puerto Cabello y la tripulación de su flotilla en el Lago de Maracaibo.[21] ​Según Rafael
Urdaneta eran sólo 2.000 hombres.[n 1] ​Acorde a Pedro Fermín Cevallos, Morales tenía en las
numerosas fortalezas a su mando unos 5.000 hombres a inicios de 1823, sin incluir a 500 reclutas
corianos que sumó al batallón Valencey.[22] ​

Retrato del capitán general


Francisco Tomás Morales.
Maracaibo estaba pasando escasez de víveres al quedar aislada por tierra,[15] ​mientras Morales
debía dividir su atención entre Montilla y Manrique. En la segunda mitad de mayo salió con 2.000
seguidores a enfrentar a los 3.000 soldados que traía el primero, aprovechando que el segundo
había ralentizado su avance por el clima y las guerrillas corianas.[23] ​Dejó 500 soldados en
Maracaibo a cargo de su segundo.[12] ​También envió un fuerte destacamento a Perijá a apoyar a su
guarnición contra las guerrillas patriotas, pero su comandante, Calixto Rodríguez, desertó y acabó
causando muchos daños a los realistas.[24] ​

No hubo batalla. Montilla era acosado permanentemente por los guajiros, sus convoyes con víveres
sufrían constantes ataques y todo soldado que quedaba rezagado o se separaba de la columna
podía ser dado por muerto.[25] ​Finalmente, el 15 de junio, al llegar a la estancia de Cojoro
(municipio Guajira), el general republicano dio orden de regresar a Riohacha.[26] ​Por su parte,
Morales se limitaba a esperar el auxilio de Laborde y su poderosa escuadra.[12] ​Al mismo tiempo,
temía que los fieles contingentes corianos lo depusieran y nombraran en su lugar a La Calzada.[27] ​
Por ello, envió a su lugarteniente a Puerto Cabello.

Campaña

El 8 de mayo, a las 14:30 horas, Padilla y la escuadra desplegaron las gavias y cruzaron el estrecho
de Maracaibo sin problemas, porque Morales había desprovisto de cañones los castillos de San
Carlos y San Fernando, obligando a que su guarnición sólo pudiera actuar con fusilería.[28] ​Durante
seis días los navíos patriotas entran sin problemas.[14] ​La única excepción fue el bergantín Gran
Bolívar, que varó cerca de la isla de Zapara, debiéndose trasladar su tripulación, artillería y vituallas
a otros buques.[29] ​Para el día 14, los rebeldes ocupaban con sus navíos las aguas entre los
castillos y la boca del río Socuy.[30] ​Gracias a esto, los republicanos se hacen dueños del interior
del Lago.[14] ​

El 19 de mayo el general Francisco Esteban Gómez salía de Riohacha con el batallón Carabobo
(antes Albión) y un escuadrón de caballería.[31] ​Marcha por la costa guajira hasta llegar al
Socuy.[32] ​Morales salió a enfrentarlo con sus mejores tropas, dejando una pequeña pero
cualificada guarnición en Maracaibo a las órdenes del gobernador, coronel Manuel Funguito, el
comandante en tierra, coronel Jaime Moreno, y de la escuadra en el puerto, capitán de ejército
Pedro Lamaison. La fuerza naval estaba conformada por dos bergantines, cuatro goletas, dos
flecheras, tres faluchos y ocho piraguas.[33] ​
Retrato del capitán Laborde.

El 20 de mayo el teniente de navío Francisco de Sales Echeverría ataca en Punta de Palmas a los
republicanos, pero es vencido y muerto.[14] ​El 25 de mayo se daba un combate menor en la Punta
de Palma, en la costa oriental del lago, con la flotilla defensora de la ciudad.[34] ​El capitán de navío
Tomás Lizardo ataca a los patriotas pero es obligado a retirarse.[14] ​Tres días más tarde ocurría
otro entre Los Puertos de Altagracia y Capitán Chico, venciendo los republicanos y hundiéndose la
flechera Guaireña, lo que forzó a los realistas de Laborde a volver a la isla de Curazao, desde donde
zarparon nuevamente el 4 de julio tras hacer reparaciones a los navíos. Diez días después pasaba
frente al castillo San Carlos hacia el interior del lago.[34] ​Después de esos encuentros, los patriotas
pasaron en el puerto de Moporo, al este del lago. El 16 de junio se organizó la estructura de mando
de sus fuerzas: Padilla dirigiría en el mar y Manrique en la tierra hasta la llegada de Montilla, ambos
se comprometieron a coordinar sus operativos.[30] ​

Mientras tanto, la ciudad sufría un bloqueo de víveres, ya que la mayoría le llegaban vía
piraguas.[32] ​Estaba rodeada de fuerzas revolucionarias: al este, en Coro, estaba el teniente coronel
Juan de los Reyes González; al sur, en Gibraltar, el coronel Manuel Manrique; al noroeste, en
Sinamaica, el general Gómez; y al norte, en la barra (entrada) del lago, el contraalmirante Padilla.[35] ​
El segundo, Manrique, aprovechó la débiles defensas de Maracaibo para ocuparla brevemente con
dos compañías con el apoyo de Padilla, que desembarco un destacamento en La Arriaga (al sur de
la ciudad). Tomaron todo lo que pudieran usar contra los realistas y desmantelaron las baterías de
las murallas que daban al lago. Posteriormente se retiraron antes que Morales volviera.[36] ​

Fuerzas enfrentadas
Retrato del Contraalmirante Padilla.

Unidas las fuerzas de Laborde con las de Morales, la Real Armada Española contaba en el Lago con
los bergantines-goletas[n 2] ​General Riego (ex Maratón) y Esperanza; el bergantín San Carlos; la
goleta de gavias Especuladora; las de velacho Zulia, Mariana, María, Cora, Liberal, Estrella, Rayo,
María Salvadora y María Habanera; y los pailebotes Guajira y Monserrat. Su artillería sumaba cuatro
cañones de 16 pulgadas, dos de a 12, once de a 8, dos de a 6 y nueve de a 4; cuatro obuses de a 18;
cuatro carronadas de a 24, dos de a 16, cuatro de a 8 y cuatro de a 6. Su dotación se componía de
497 marineros y 705 infantes de marina.[37] ​Como fuerza sutil contaban con las flecheras Atrevida
y Guaireña; los faluches Resistencia, Mercedes y Brillante; los guairos[n 3] ​Vengador, Rayo y Pedrito;
y las piraguas Raya, Duende, Papelonera, Esperanza, Feliz Marina, Altagracia, San Francisco y
Corbeta. Su poder de fuego venía de una veintena de cañones (dos de a 16, uno de a 10 y el resto
de a 4) manejado por 270 infantes y 173 tripulantes.[38] ​

Las fuerzas de la Gran Colombia formaban una escuadrilla con los bergantines Independiente,
Marte y Confianza; y las goletas Leona, Esperanza, Independencia, Emprendedora, Antonio
Manuela, Manuela Chitín y Peacock. Les daba apoyo una fuerza sutil de las flecheras Barnesa,
Guaireña, Cariaqueña, Tormentos, Voladora y Emprendedora; tres bongos y varios botes armados.
Las naves eran tripuladas por 1.195 hombres que contaban con dos carricañones de 9 pulgadas,
setenta y ocho de a 18, ocho cañones de a 50, ocho de a 40, uno de a 24, seis de a 18, dos de a 16,
cinco de a 12, tres de a 9, dos de a 8 y tres de a 4.[39] ​

Los comandantes navales españoles, incluido Laborde, advirtieron a Morales de evitar un combate
contra una flota materialmente superior pero este les exigió buscar un enfrentamiento decisivo en
el mar.[40] ​Esto es lo que deseaban los republicanos, pues les brindaba la oportunidad única de
inmovilizar al ejército enemigo, sabían que para ganar en tierra antes debían hacerlo en el agua.[41] ​
A la larga, este error táctico del capitán general llevaría a que el poderoso ejército terrestre que
mandaba tuviera que rendirse sin luchar.[42] ​
Combate naval

Batalla naval.

Los republicanos no hicieron operaciones durante julio hasta el 17, cuando Laborde envió un
ultimátum a Padilla que fue rechazado, a partir de entonces empezaron los preparativos para el
combate.[43] ​Laborde estaba fondeado en la ensenada de Zapara esperando el momento para
llegar al lado oeste del Lago y fondear en Maracaibo.[44] ​Los patriotas estaban en los Puertos de
Altagracia reponiéndose de los numerosos combates anteriores. El 21 de julio Padilla ocupa
posiciones con viento a favor para impedir que Laborde llegué a Maracaibo, pero el esperado
combate no se produce. Laborde decidió obedecer las órdenes de su superior y el 22 inicio
exploraciones, pues desconocía la profundidad y las corrientes del lago. Durante el proceso algunas
de esas naves vararon mientras Padilla intentaba atacar el puerto de Maracaibo con sus fuerzas
sutiles, pero este estaba defendido por el resto de la escuadra peninsular.[43] ​

En la tarde del 23, la escuadra patriota fondea entre Capitán Chico y Bella Vista, al noroeste del
lago, en línea de combate. Hubo un intenso cañoneo y Laborde intento iniciar el combate dándose
cuenta que había altas posibilidades de causar serios daños al enemigo pero este retrocedió.[45] ​El
enfrentamiento es corto pero deja muchos muertos y heridos y numerosas naves sufre serios
daños en su velamen y arboladura. Los realistas logran llegar en línea de combate a Maracaibo. Los
republicanos se reagrupan e intentan atacar en dos ocasiones, pero en ambos casos los vientos
cambian repentinamente y deciden retirarse.

Los patriotas permanecieron en vela hasta el anochecer, donde fueron a atracar en Los Puertos de
Altagracia, formando en línea paralela a la costa oriental y enviando fuerzas sutiles (naves
menores) hasta Punta de Piedra.[46] ​En cambio, Laborde descendió a tierra y se entrevistó con
Morales en Atillo. La discusión fue feroz y quedó desechada la idea de un ataque combinado por la
escuadra y el ejército. Acordaron verse nuevamente a la mañana siguiente en La Hoyada. Ahí
pasaron las primeras horas del día.

Al amanecer del 24 de julio Padilla se reunía con sus oficiales para determinar el orden de las
naves. El Marte a barlovento de la línea y el Independiente a sotavento, este último también era el
insignia. A las 11:00 horas el viento empezó a soplar desde el nordeste y la marea estaba a su
favor. A las 14:00 Padilla manda a la flota sutil marchar al oeste para atacar el flanco norte del
enemigo, 20 minutos después se daba la señal de velar y a las 14:28 formaban para atacar de
frente a la flota realista.[46] ​Entre tanto, Laborde daba órdenes de rechazar el previsible ataque a
cualquier precio, dispuso que la Especuladora fuera su insignia y se dirigió al norte, a la punta
Capitán Chico, para mandar a su fuerza sutil que impidiera el flanqueo de su contraparte patriota.
Ambas son las primeras en entrar en combate pero Laborde rápidamente comprendió que sus
naves eran principalmente de transporte, inútiles ante sus contrapartes.[47] ​

A las 15:15 Padilla hace izar la señal de abordaje en el palo mayor del barco insignia y dejándola así
después que las demás naves contestaran afirmativamente. Ahora el comandante de cada barco
quedaba en libertad de acción para tomar las decisiones que considerara oportunas según las
circunstancias.[48] ​

A las 15:17 empezaba el avance de la principal flota republicana y a las 15:45 Laborde inicia el
fuego de cañón y poco después el de fusilería. Sabiendo que sus naves eran menos maniobrables
dadas las condiciones, el español decidió esperar a Padilla. Rápidamente el humo de la pólvora fue
contra los monárquicos, que quedaron ciegos y empezaron a disparar al azar.[49] ​Los republicanos
se aproximaron para abrir fuego y cuando estaban a distancia de los baupreses iniciaron el
abordaje. El Independiente captura al San Marcos, el Confianza a una goleta, el Marte enfrenta a las
goletas Mariana, María y Rayo, la Emprendedora ataca a la Esperanza, cuyo comandante la hace
volar en pedazos para evitar la captura, la Manuela Chitty y la Leona enfrentan a la Habanera, la
Liberal y la Zulia. Desde esta última abordan a la Antonia Manuela. Mientras, la población marabeña
observaba la lucha desde las barriadas del Milagro y la Cotorrera.[50] ​

Cuando se dio cuenta de la derrota, Laborde intento organizar la retirada pero ya era tarde, casi toda
su escuadra fue echada a pique y solo consiguieron la Zulia (muy maltrecha), la Especuladora y dos
flecheras huir del Lago hacia Puerto Cabello. A las 18:45 los republicanos dejaron de
perseguirlos.[51] ​

Consecuencias

Los republicanos volvieron a Los Puertos de Altagracia a reparar sus averías mientras que Laborde
llegaría hasta la base realista, desde donde finalmente saldría para Cuba.

Dando todo por perdido, Morales inicio negociaciones que culminaron con su capitulación el 3 de
agosto en buenas condiciones: saldría con sus estandartes en alto, sería escoltado por una flota
grancolombiana hasta Cuba, recibiría 5000 pesos y sus soldados quedaron libres de elegir si seguir
a su comandante o quedarse a vivir bajo régimen republicano. Con este éxito, los patriotas se
concentraron en la captura del último reducto realista: Puerto Cabello.[52] ​El 5 de agosto comienza
la evacuación de los monárquicos de Maracaibo.[53] ​Son enviados a Santiago de Cuba mil de los
3.000 soldados que mandaba Morales, el resto fue desarmado y se estableció en la ciudad o sus
alrededores.[54] ​Les acompañaron en el viaje al destierro unas 600 familias marabeñas.[55] ​

Más de 1000 civiles buscan acompañarlos para evitar quedar bajo el régimen republicano pero los
dos mil embarcados no cabían en los 8 buques destinados a su transporte. Todos rogaban no ser
dejados atrás.[56] ​Finalmente, como Padilla no autorizaba contratar más barcos aptos para navegar
en alta mar, se decidió dejar 450 soldados y oficiales que harían el viaje a Cuba cuando llegaran los
barcos pedidos en Curazao.[57] ​Familias realistas también saldrían de Coro, Cumaná y Caracas[58] ​
en un proceso que venía desde el inicio del conflicto.[n 4] ​Cerca de 20.000 peninsulares y criollos
realistas huyeron entre 1810 y 1826 a Cuba y crearon un fuerte sentimiento proespañol.[n 5] ​

La larga guerra se acercaba finalmente a su fin. La devastación fue tal que cerca de un quinto de su
población había muerto[n 6] ​y los ganados habían sido casi completamente exterminados, pues los
ejércitos los robaban y mataban continuamente para vivir.[n 7] ​

Referencias

1. Machado, 2002: 275

2. Baralt, 1841: 100

3. Mandueño, 2012: 69-71

4. Montilla, 1982: 520

5. Lombardi, 2006: 54

6. Sosa, 1995: 38

7. Pérez, 1982: 209

8. Lombardi, 2006: 58

9. Esteves, 2007: 179

10. Torrente, 1830: 429

11. Restrepo, 1858: 316

12. Valencia, 1993: 378

13. Restrepo, 1858: 308


14. Esteves, 2007: 180

15. Torrente, 1830: 430

16. Restrepo, 1858: 308-309

17. Esteves, 2007: 183

18. Restrepo, 1858: 307

19. Restrepo, 1858: 309

20. Valencia, 1993: 378; Vargas, 1973: 6

21. Pérez, 1972: 388

22. Cevallos, 1886: 40

23. Restrepo, 1858: 316-317

24. Restrepo, 1858: 317

25. Restrepo, 1858: 318

26. Restrepo, 1858: 319

27. Torrente, 1830: 432

28. Madueño, 2012: 64-65

29. Madueño, 2012: 64

30. Madueño, 2012: 65

31. Reyes, 1957: 338

32. Madueño, 2012: 66

33. Madueño, 2012: 65-66

34. Machado, 2002: 274

35. Perozo Suárez, Humberto. Batalla naval del Lago de Maracaibo: luces y sombras (http://lahisto
ria200.blogspot.cl/2016/07/batalla-naval-del-lago-de-maracaibo.html) . Blog La Historia.
Publicado el 24 de julio de 2016. Consultado el 4 de junio de 2017.

36. Mandueño, 2012: 66

37. Mandueño, 2012: 70

38. Mandueño, 2012: 70-71


39. Mandueño, 2012: 69-70

40. Mandueño, 2012: 69, 71-72

41. Mandueño, 2012: 65

42. Mandueño, 2012: 79

43. Mandueño, 2012: 72

44. Esteves, 2004: 180-181

45. Mandueño, 2012: 72-73

46. Mandueño, 2012: 73

47. Mandueño, 2012: 75

48. Esteves, 2004: 181

49. Mandueño, 2012: 74

50. Mandueño, 2012: 76

51. Mandueño, 2012: 77

52. Mandueño, 2012: 78

53. Baralt, 1841: 99

54. Ibáñez Sánchez, 1981: 491; Mandueño, 2012: 78-79; Torrente, 1830: 435

55. Ibáñez Sánchez, 1981: 491

56. Restrepo, 1858: 333; Vallenilla Lanz, 1991: 34

57. Restrepo, 1858: 333-334

58. Vallenilla Lanz, 1991: 34

Notas
1. Montilla, 1982: 520. Carta del general Rafael Urdaneta al general Mariano Montilla, Cucutá, 23
de diciembre de 1822.

2. Bergantín que usa aparejo de goleta en el palo mayor.

3. Pequeña nave de uso costero con dos palos de velas guairas.

4. Ya durante la Primera República de Venezuela, huyeron familias de Oriente y Coro –zonas


afectadas por la guerra, pues no se sometían a los rebeldes de Caracas–; muchos realistas
huyeron al interior o Curazao después del terremoto de 1812, aunque volvieron luego; después
del sitio de Angostura otro contingente se dispersa por el Caribe, incluyendo Puerto Rico. En
junio de 1821 muchos realistas buscaron refugio en la plaza fortificada de Puerto Cabello
hasta obligar a Latorre a evacuarlos por la falta de espacio. Unas dos mil personas son
enviadas a Curazao, San Juan y España, algunos serán capturados por navíos republicanos.
Después de capitular, la guarnición de Cumaná y sus familias son enviadas a Ponce con 599
individuos. Algunos de los refugiados volverán a Venezuela o irán a Saint Thomas desde 1822
(Sonesson, 2008: 83). Entre septiembre y noviembre de 1823 continuaron y 270 hombres con
sus familias salieron de La Guaira a Curazao, Saint Thomas y Nueva York, y 59 más salen de
Puerto Cabello. Durante 1824 y 1825 continua el flujo de emigrados (Sonesson, 2008: 84).

5. Thomas, 1973: 130. La isla estaba muy cerca de España, la Armada Real podía fácilmente
aislarla y el miedo a provocar una guerra racial como en Venezuela impidieron la formación de
un gobierno juntista.

Ibíd.: 145. En 1826 y 1827 se aplastan dos conspiraciones gracias a la llegada de 40.000
soldados españoles a la isla durante los años anteriores.

Pérez, 1982: 219. Bolívar ya planea anexarse Cuba y Puerto Rico, una expedición poderosa al
mando de Páez, Padilla y Sucre. Se esperaba reunir una tropa de cinco ó seis millares de
combatientes.

6. Miscelánea de comercio, artes y literatura. Nº 67, lunes 3 de abril de 1820, Madrid, editor
Francisco Martínez Dávila, pp. 3. En compilación Miscelánea de comercio, artes y literatura (htt
ps://books.google.cl/books?id=Yt4bMicnJccC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=
false) . Números 1-177, Imprenta de Repullés. Basada en datos de la Gaceta de Caracas, en
1809 habían 420.000 venezolanos, muriendo hasta esa fecha 138.000. En el mismo período, la
provincia de Margarita había perdido 5.000, Barcelona 12.000, Cumaná 15.000, Barinas
12.000, Maracaibo 6.000, Coro 4.000 y la de Caracas 84.000. Si en 1810 Caracas tenía 31.813
habitantes y Calabozo 3.783, seis años después quedaban 21.408 y 1.860 respectivamente.

7. Iturbe, 1939: 225. El número de reses en Venezuela en 1812 era de 4.500.000, en 1823 había
decaído a 256.000, en 1839 se había recuperado con 2.000.000, siguió creciendo en 1847 con
5.000.000 y hasta 1858 con 10.000.000. Pero después vino la Guerra Federal y posteriores, por
lo que volvió a caer a 1.389.000 en 1873. Entonces se inicia la pacificación de Antonio
Guzmán Blanco y se recuperan con 3.000.000 de cabezas en 1883 y 8.000.000 en 1888. Las
nuevas guerras civiles lo hacen descender otra vez hasta 2.400.000 en 1894.

Bibliografía

Decimonónicas
Baralt, Rafael María (1841). Resumen de la historia de Venezuela, desde el año de 1797 hasta el de
1850 (https://books.google.cl/books?id=kIlAAAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=
false) . Tomo II. París: Imprenta de H. Fournier y compañía.

Cevallos, Pedro Fermín (1886). Resumen de la historia del Ecuador desde su origen hasta 1845 (htt
ps://books.google.cl/books?id=VoeHbBkxh8gC&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false) .
Tomo IV. Guayaquil: Imprenta de La Nación.

Restrepo, José Manuel (1858). Historia de la revolución de la República de Colombia en la América


Meridional (https://books.google.cl/books?id=GpQVAAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=onepage
&q&f=false) . Tomo III. Besanzon: J. Jacquin.

Torrente, Mariano (1830). Historia de la revolución hispano-americana (https://books.google.cl/bo


oks?id=voQqAAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false) . Tomo III. Madrid:
Imprenta de Moreno.

Modernas
Eljuri-Yunes S., Antonio R. (1985). La Batalla Naval del Lago de Maracaibo. 4ª edición Caracas:
Comandancia General de la Armada.

Esteves González, Edgar (2007). Batallas de Venezuela, 1810-1824. Caracas: El Nacional. ISBN
978-980-388-074-3.

Ibáñez Sánchez, José Roberto (1971). Presencia granadina en Carabobo: Narración histórico
militar. Tomo I. Bogotá: Departamento de Relaciones Públicas del Comando General de las
Fuerzas Militares de Colombia.

Iturbe, Juan (1939). "La Biología de la Llanura Venezolana". En Revista de la Sociedad Bolivariana
de Venezuela. Vol. 1, núm. 2-3. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela.

Lombardi Boscán, Ángel Rafael (2006). Banderas del rey: La visión realista de la Independencia.
Maracaibo: Ediciones del Rectorado, Universidad Católica Cecilio Acosta & Universidad del Zulia.
Prólogo de Enrique Martínez Ruiz. ISBN 9789806992153.

Machado Guzmán, Gustavo (1998). Historia gráfica de la Guerra de Independencia de Venezuela.


Caracas: Litografía Tecnocolor.

Madueño Galán, José María. "El combate naval del lago de Maracaibo". Cuaderno Monográficos.
No. 65, marzo de 2012. Recopilación de las XLIV Jornadas de Historia Marítima: "La
independencia de América española 1812-1828". Madrid: Instituto de Historia y Cultura Naval.
Dirección de Gonzalo Rodríguez González-Aller, pp. 51-81.
Pérez Ochoa, Eduardo (1982). La guerra irregular en la independencia de la Nueva Granada y
Venezuela 1810-1830. Tunja: Vicerrectoría de Investigaciones y Extensión Universitaria de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia & Ediciones La Rana y el Águila.

Pérez Tenreiro, Tomás (1972). Los sucesos militares de Coro en los años de 1821 y 1822. Caracas:
Archivo General de la Nación.

Reyes, Vitelio (1957). Páez, venezolano integral: biografía: el hombre, el héroe, el magistrado.
Caracas: Imprenta Nacional.

Sonesson, Birgit (2008). Vascos en la diáspora: la emigración de La Guaira a Puerto Rico, 1799-
1830. Sevilla: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ISBN 9788400087111.

Sosa Llanos, Pedro Vicente (1995). Guerra, hacienda y control fiscal en la emancipación de
Venezuela, 1810-1830. Caracas: Archivo Histórico de la Contraloría General de la República.

Thomas, Hugh Swynnerton (1973). De la dominación española a la dominación norteamericana,


1762-1909. Tomo I de Cuba: la lucha por la libertad, 1762-1970. Barcelona; México: Grijalbo.
Edición de Neri Daurella. ISBN 9788425302916.

Valencia Tovar, Álvaro & José Manuel Villalobos Barradas (1993). Historia de las fuerzas militares
de Colombia. Ejército. Tomo I. Bogotá: Planeta. ISBN 978-9-58614-355-4.

Vallenilla Lanz, Laureano (1991). Cesarismo democrático y otros textos. Caracas: Fundación
Biblioteca Ayacucho. Edición de Nikita Harwich Vallenilla. ISBN 9789802761449.

Vargas, Francisco Alejandro (1973). Batalla naval de Maracaibo. Caracas: Monte Ávila.

Véase también

Listado de Próceres Navales de Venezuela

Armada Bolivariana

Guerras de independencia hispanoamericanas

Enlaces externos

Venezuelatuya - Batalla naval del Lago de Maracaibo (https://web.archive.org/web/20051120184


159/http://www.venezuelatuya.com/historia/batalla_naval_del_lago.htm)

Historia y antecedentes de la batalla (http://www.efemeridesvenezolanas.com/html/naval.htm)

Datos: Q2890925

También podría gustarte