Está en la página 1de 67

Combate naval del

Lago de Maracaibo
Batalla Naval Independentista

El Combate naval del Lago de Maracaibo


fue un enfrentamiento naval ocurrido el 24
de julio de 1823 entre la escuadra de la
República de Colombia liderada por el
almirante neogranadino José Prudencio
Padilla y la escuadra de la Armada del
Reino de España dirigida por el capitán de
navío Ángel Laborde y Navarro.
Combate naval de Maracaibo
Parte de Guerra de Independencia de
Venezuela

Acción del Castillo de Maracaibo (c.1840), óleo de


José María Espinosa.

Fecha 24 de julio de 1823


(199 años)
Lugar Lago de Maracaibo
Coordenadas 9°48′57″N 71°33′24″O
/ 9.81583, -71.5567 (ht
tp://tools.wmflabs.or
g/geohack/geohack.p
hp?language=es&page
name=Combate_naval
_del_Lago_de_Maracai
bo&params=9.81583_
N_-71.5567_E_type:ev
ent)
Resultado Decisiva victoria
independentista
Consecuencias ·Destrucción de la
escuadra española.
·Rendición del ejército
realista en Maracaibo
el 3 de agosto.
·Aislamiento de la
guarnición realista en
Puerto Cabello.
Cambios territoriales Se asegura la
independencia de la
Gran Colombia
Beligerantes
Patriotas: Realistas:
República de la Gran Imperio español
Colombia

Comandantes

José Prudencio Ángel Laborde y


Padilla Navarro

Fuerzas en combate
Según Machado: 22 Según Machado: 32
barcos, 85 piezas de barcos, 67 piezas de
artillería y 1.312 artillería y 1.650
tripulantes[1] ​ tripulantes[1] ​
Según Baralt: 7 Según Baralt: 12
goletas, 3 bergantines, goletas, 3 bergantines,
85 piezas y 872 16 buques menores,
hombres y «una fuerza 67 piezas, 925 infantes
sutil respetable» con de marina y 497
15 piezas y 327 marineros[2] ​
hombres[2] ​ Según Madueño: 10
Según Madueño: 7 goletas, 1 bergantín, 2
goletas, 3 bergantines, bergantines-goletas, 2
6 flecheras, 3 bongos, pailebotes, 2 flecheras,
varios botes armados, 3 faluches, 3 guairos, 8
70 carricañones, 26 piraguas, 14
cañones, 1.195 carronadas, 4 obuses,
marinos y 1.005 49 cañones, 670
infantes[3] ​ marineros y 975
infantes[3] ​
Bajas

8 oficiales y 56 800 muertos y heridos


marineros y soldados y 69 oficiales y 569
muertos y 14 oficiales soldados y marineros
y 105 marineros e capturados[2] ​
infantes heridos[2] ​

Mapa 1               
Combate
naval del
Lago de
Maracaibo

Lugar de ubicación del Combate naval del Lago de Maracaibo en el actual Estado Zulia en el noroeste de
Venezuela

El combate se libró en las aguas del lago


de Maracaibo, al oeste de la actual
Venezuela. Resultó en una victoria
decisiva para las fuerzas republicanas,
con la captura o destrucción de la casi
totalidad de la escuadra española. La
derrota de las fuerzas españolas en el
Lago fue seguida por la capitulación y
entrega de la ciudad de Maracaibo, que
había sido ocupada por los realistas en
septiembre de 1822 tras la batalla de
Salina Rica. Como consecuencia de esta
victoria se consolidó definitivamente la
independencia de las antiguas colonias
españolas de la Nueva Granada y
Venezuela, agrupadas bajo la
denominación de República de Colombia,
quedando como último reducto realista en
los territorios independizados la plaza de
Puerto Cabello. En Colombia y Venezuela,
la batalla se conmemora cada 24 de julio
como el Día de la Armada Nacional de
Colombia y de la Armada Bolivariana.

Antecedentes
Después del éxito de la batalla de
Garabulla, el 13 de noviembre de 1822, el
dominio del capitán general Francisco
Tomás Morales sobre Maracaibo parecía
asegurado. Sus operaciones militares le
habían permitido retener Puerto Cabello,
recuperar Coro y animar una rebelión en
Santa Marta, aunque había fracasado en
conquistar Valencia. El brigadier Sebastián
de La Calzada, su segundo al mando, trae
el 29 de noviembre sesenta oficiales de
Puerto Cabello a Maracaibo (otros
trescientos habrían llegado los días
anteriores).[4]

Maracaibo se había mantenido al margen


del conflicto hasta ese tiempo,[5] ​no
sufriendo ataques patriotas a diferencia
de otros bastiones realistas como Coro y
Angostura, permitiéndole aportar recursos
tributarios al esfuerzo bélico realista.[6]
Pero la ciudad sí fue afectada
indirectamente al no poder exportar su
cacao y café a España y el resto de
América.[5] ​Estratégicamente era
importante, el año anterior, gracias al
pronunciamiento de unos patriotas
locales, la ciudad pasó a la República y
esta pudo aislar por vía terrestre a los
bastiones monárquicos de Riohacha y
Santa Marta del de Coro, pudiendo
conquistarlos uno por uno.[7] ​Sin
embargo, el puerto sólo cobro verdadero
valor militar al final de la guerra, con la
campaña de Morales.[8] ​

Cuando quiso conquistar Trujillo y Mérida,


el capitán general sufrió un nuevo revés.
Menos de la mitad de sus 1500
expedicionarios volvieron a Maracaibo.[9] ​
Por aquellas fechas, en enero de 1823,
José Antonio Páez impuso un bloqueo a
Puerto Cabello aprovechando que la
escuadra monárquica estaba en
Maracaibo. Para esto tenía los buques
Carabobo (24 cañones y 150 tripulantes),
Mosquito (18 y 120 respectivamente),
Zafiro (18 y 120) y María Francisca (22 y
98), pero el 1 de mayo llegó Ángel Laborde
y Navarro con una escuadrilla formada por
los navíos Diamante (24 cañones), Casilda
(44), Hiena (18), Ceres (32), Constitución
(14) y Jacinta (16).[10] ​El español capturó
dos corbetas y puso fin al bloqueo.[11] ​
Posteriormente, en abril, el almirante José
Prudencio Padilla centró en Los Taques;
eran los bergantines Independiente, Marte
y Confianza (de transporte); las goletas
Independiente, Espartana, Atrevida, Terror,
Criolla, Manuela (realista capturada),
Leona y Manuela; tres flecheras; dos
lanchas y un bote. Sumaba 929 tripulantes
y 96 cañones.[12] [13]
​ ​A partir de entonces
empezó a bloquear el litoral coriano y
marabeño con cinco bergantines, siete
goletas de guerra y numerosas flecheras,
bongos, lanchas y botes.[14] ​El 27 de ese
mes, Manuel Manrique desembarca en
Gibraltar con 1200 soldados e inicia su
marcha hacia Maracaibo con coordinación
con Mariano Montilla, que hace lo mismo
desde Riohacha con 2500 efectivos a
través de la península de la Guajira.[15] ​El
ejército de Montilla en Riohacha disponía
de 4000 infantes y 300 jinetes pero solo
3000 estaban disponibles para una
campaña.[16] ​El vicepresidente
grancolombiano, Francisco de Paula
Santander, afirmaba que se habían
tomado importantes medidas desde que
Morales había tomado Maracaibo,[nota 1] ​
como ordenar enviar 2000 hombres desde
Panamá, incluyendo un escuadrón de
apureños, y hacer una leva de 1000
hombres en los «pueblos desafectos» de
Santa Marta y Maracaibo.[18] ​Por último, le
ordenó al coronel José María Ortega y
Nariño reunir 2000 hombres de la
provincia de Tunja, pues se temía que
Morales atacara los valles de Cúcuta con
una fuerte división.[nota 2] ​
El 1 de mayo, el teniente coronel
republicano José Reyes González "el Cojo",
amigo íntimo de Juan de los Reyes
Vargas, derrotaba al coronel monárquico
Antonio Gómez y Coro pasaba
definitivamente a la república.[20] ​Este
último logró escapar y formar una guerrilla
de 600 partisanos, pero jamás recuperaría
la ciudad.[21] ​Entre los días 8 y 16 Padilla
ocupa Maracaibo aprovechando que
Morales incursionaba en la provincia de
Coro.[20] ​Tenía 1000 soldados y 2 cañones
para la incursión, pero rápidamente es
herido por guerrilleros republicanos
durante la marcha. Había dejado a su
segundo a cargo de Maracaibo.[4] ​La
resistencia realista en tierras corianas
finaliza el 10 de junio con la victoria de
Reyes González en Puerto Cumarebo. Seis
días después cae en manos patriotas
Punta de Palmas (actual Miranda, al este
del Lago de Maracaibo).[20] ​

Según José Manuel Restrepo, la mitad de


las tropas que traía Montilla eran reclutas,
en cambio, Morales contaba con tres mil
veteranos.[22] ​Según informes británicos,
Morales tenía 2000 veteranos bien
armados y vestidos para guarnecer los
fuertes de Maracaibo, 1000 reclutas sin
armas y un escuadrón de caballería
desmontado en instrucción.[12] [23]
​ ​Tomás
Pérez Tenreiro afirma que Morales tenía
«tres mil infantes y ciento y pico de
caballos»; y eso sin contar las partidas
guerrilleras de Carora, Bailadores, Cúcuta,
Valledupar, Ocaña y la provincia de Santa
Marta, la guarnición de Puerto Cabello y la
tripulación de su flotilla en el Lago de
Maracaibo.[24] ​Según Rafael
Urdaneta[nota 3] ​eran sólo 2000
hombres.[4] ​En tanto que Santander[nota 4] ​
dice que «Morales no tendrá ya dos mil
hombres pues se le batió en Coro una
columna, y le ha quedado cortada otra que
envió de refuerzo antes de la ocupación de
la laguna».[27] ​Acorde a Pedro Fermín
Cevallos, Morales tenía en las numerosas
fortalezas a su mando unos 5000
hombres a inicios de 1823, sin incluir a
500 reclutas corianos que sumó al
batallón Valencey.[28] ​

Retrato del capitán general Francisco Tomás Morales.

Maracaibo estaba pasando escasez de


víveres al quedar aislada por tierra,[15] ​
mientras Morales debía dividir su atención
entre Montilla y Manrique. En la segunda
mitad de mayo salió con 2000 seguidores
a enfrentar a los 3000 soldados que traía
el primero, aprovechando que el segundo
había ralentizado su avance por el clima y
las guerrillas corianas.[29] ​Dejó 500
soldados en Maracaibo a cargo de su
segundo.[12] ​También envió un fuerte
destacamento a Perijá a apoyar a su
guarnición contra las guerrillas patriotas,
pero su comandante, Calixto Rodríguez,
desertó y acabó causando muchos daños
a los realistas.[30] ​

No hubo batalla. Montilla era acosado


permanentemente por los guajiros, sus
convoyes con víveres sufrían constantes
ataques y todo soldado que quedaba
rezagado o se separaba de la columna
podía ser dado por muerto.[31] ​Finalmente,
el 15 de junio, al llegar a la estancia de
Cojoro (municipio Guajira), el general
republicano dio orden de regresar a
Riohacha.[32] ​Por su parte, Morales se
limitaba a esperar el auxilio de Laborde y
su poderosa escuadra.[12] ​Para evitar
tener que rendirse con el Castillo de San
Carlos de la Barra, Morales «propuso
evacuar a los 1.800 ó 2.000 hombres que
podía tener, transportándolos en tres
goletas mercantes, dos flecheras armadas
y otras embarcaciones menores rumbo a
Coro para, después, pasar a la costa de
Caracas».[33] ​Al mismo tiempo, temía que
los fieles contingentes corianos lo
depusieran y nombraran en su lugar a La
Calzada.[34] ​Por ello, envió a su
lugarteniente a Puerto Cabello.

Campaña
El 8 de mayo, a las 14:30 horas, Padilla y la
escuadra desplegaron las gavias y
cruzaron el estrecho de Maracaibo sin
problemas, porque Morales había
desprovisto de cañones los castillos de
San Carlos y San Fernando, obligando a
que su guarnición sólo pudiera actuar con
fusilería.[35] ​Durante seis días los navíos
patriotas entran sin problemas.[14] ​La
única excepción fue el bergantín Gran
Bolívar, que varó cerca de la isla de
Zapara, debiéndose trasladar su
tripulación, artillería y vituallas a otros
buques.[36] ​Para el día 14, los rebeldes
ocupaban con sus navíos las aguas entre
los castillos y la boca del río Socuy.[37] ​
Gracias a esto, los republicanos se hacen
dueños del interior del Lago.[14] ​

El 19 de mayo el general Francisco


Esteban Gómez salía de Riohacha con el
batallón Carabobo (antes Albión) y un
escuadrón de caballería.[38] ​Marcha por la
costa guajira hasta llegar al Socuy.[39] ​
Morales salió a enfrentarlo con sus
mejores tropas, dejando una pequeña pero
cualificada guarnición en Maracaibo a las
órdenes del gobernador, coronel Manuel
Funguito, el comandante en tierra, coronel
Jaime Moreno, y de la escuadra en el
puerto, capitán de ejército Pedro
Lamaison. La fuerza naval estaba
conformada por dos bergantines, cuatro
goletas, dos flecheras, tres faluchos y
ocho piraguas.[40] ​
Retrato de Laborde, quien ostentaba los rangos de capitán de navío de la Real Armada, comandante del apostadero de
Puerto Cabello y segundo jefe de las fuerzas navales de la América Septentrional.[41] ​

El 20 de mayo el teniente de navío


Francisco de Sales Echeverría ataca en
Punta de Palmas a los republicanos, pero
es vencido y muerto.[14] ​El 25 de mayo se
daba un combate menor en la Punta de
Palma, en la costa oriental del lago, con la
flotilla defensora de la ciudad.[42] ​El
capitán de navío Tomás Lizardo ataca a
los patriotas pero es obligado a
retirarse.[14] ​Tres días más tarde ocurría
otro entre Los Puertos de Altagracia y
Capitán Chico, venciendo los republicanos
y hundiéndose la flechera Guaireña, lo que
forzó a los realistas de Laborde a volver a
la isla de Curazao, desde donde zarparon
nuevamente el 4 de julio tras hacer
reparaciones a los navíos. Diez días
después pasaba frente al castillo San
Carlos hacia el interior del lago.[42] ​
Después de esos encuentros, los patriotas
pasaron en el puerto de Moporo, al este
del lago. El 16 de junio se organizó la
estructura de mando de sus fuerzas:
Padilla dirigiría en el mar y Manrique en la
tierra hasta la llegada de Montilla, ambos
se comprometieron a coordinar sus
operativos.[37] ​

Mientras tanto, la ciudad sufría un bloqueo


de víveres, ya que la mayoría le llegaban
vía piraguas.[39] ​Estaba rodeada de
fuerzas revolucionarias: al este, en Coro,
estaba el teniente coronel Juan de los
Reyes González; al sur, en Gibraltar, el
coronel Manuel Manrique; al noroeste, en
Sinamaica, el general Gómez; y al norte, en
la barra (entrada) del lago, el
contraalmirante Padilla.[43] ​El segundo,
Manrique, aprovechó la débiles defensas
de Maracaibo para ocuparla brevemente
con dos compañías con el apoyo de
Padilla, que desembarco un destacamento
en La Arriaga (al sur de la ciudad).
Tomaron todo lo que pudieran usar contra
los realistas y desmantelaron las baterías
de las murallas que daban al lago.
Posteriormente se retiraron antes que
Morales volviera.[39] ​
Fuerzas enfrentadas

Retrato del Contraalmirante Padilla.

Unidas las fuerzas de Laborde con las de


Morales, la Real Armada Española contaba
en el Lago con los bergantines-
goletas[nota 5] ​General Riego (ex Maratón)
y Esperanza; el bergantín San Carlos; la
goleta de gavias Especuladora; las de
velacho Zulia, Mariana, María, Cora,
Liberal, Estrella, Rayo, María Salvadora y
María Habanera; y los pailebotes Guajira y
Monserrat. Su artillería sumaba cuatro
cañones de 16 pulgadas, dos de a 12,
once de a 8, dos de a 6 y nueve de a 4;
cuatro obuses de a 18; cuatro carronadas
de a 24, dos de a 16, cuatro de a 8 y cuatro
de a 6. Su dotación se componía de 497
marineros y 705 infantes de marina.[44] ​
Como fuerza sutil contaban con las
flecheras Atrevida y Guaireña; los faluches
Resistencia, Mercedes y Brillante; los
guairos[nota 6] ​Vengador, Rayo y Pedrito; y
las piraguas Raya, Duende, Papelonera,
Esperanza, Feliz Marina, Altagracia, San
Francisco y Corbeta. Su poder de fuego
venía de una veintena de cañones (dos de
a 16, uno de a 10 y el resto de a 4)
manejado por 270 infantes y 173
tripulantes.[45] ​

Las fuerzas de la Gran Colombia formaban


una escuadrilla con los bergantines
Independiente, Marte y Confianza; y las
goletas Leona, Esperanza, Independencia,
Emprendedora, Antonio Manuela, Manuela
Chitín y Peacock. Les daba apoyo una
fuerza sutil de las flecheras Barnesa,
Guaireña, Cariaqueña, Tormentos,
Voladora y Emprendedora; tres bongos y
varios botes armados. Las naves eran
tripuladas por 1.195 hombres que
contaban con dos carricañones de 9
pulgadas, setenta y ocho de a 18, ocho
cañones de a 50, ocho de a 40, uno de a
24, seis de a 18, dos de a 16, cinco de a
12, tres de a 9, dos de a 8 y tres de a 4.[46] ​

Los comandantes navales españoles,


incluido Laborde, advirtieron a Morales de
evitar un combate contra una flota
materialmente superior pero este les
exigió buscar un enfrentamiento decisivo
en el mar.[47] ​Esto es lo que deseaban los
republicanos, pues les brindaba la
oportunidad única de inmovilizar al
ejército enemigo, sabían que para ganar
en tierra antes debían hacerlo en el
agua.[37] ​A la larga, este error táctico del
capitán general llevaría a que el poderoso
ejército terrestre que mandaba tuviera que
rendirse sin luchar.[48] ​

Combate naval

Cuadro de la batalla naval, autor anónimo, pintado hacia 1830.

Los republicanos no hicieron operaciones


durante julio hasta el 17, cuando Laborde
envió un ultimátum a Padilla que fue
rechazado, a partir de entonces
empezaron los preparativos para el
combate.[49] ​Laborde estaba fondeado en
la ensenada de Zapara esperando el
momento para llegar al lado oeste del
Lago y fondear en Maracaibo.[50] ​Los
patriotas estaban en los Puertos de
Altagracia reponiéndose de los numerosos
combates anteriores. El 21 de julio Padilla
ocupa posiciones con viento a favor para
impedir que Laborde llegué a Maracaibo,
pero el esperado combate no se produce.
Laborde decidió obedecer las órdenes de
su superior y el 22 inicio exploraciones,
pues desconocía la profundidad y las
corrientes del lago. Durante el proceso
algunas de esas naves vararon mientras
Padilla intentaba atacar el puerto de
Maracaibo con sus fuerzas sutiles, pero
este estaba defendido por el resto de la
escuadra peninsular.[49] ​

En la tarde del 23, la escuadra patriota


fondea entre Capitán Chico y Bella Vista, al
noroeste del lago, en línea de combate.
Hubo un intenso cañoneo y Laborde
intento iniciar el combate dándose cuenta
que había altas posibilidades de causar
serios daños al enemigo pero este
retrocedió.[51] ​El enfrentamiento es corto
pero deja muchos muertos y heridos y
numerosas naves sufre serios daños en su
velamen y arboladura. Los realistas logran
llegar en línea de combate a Maracaibo.
Los republicanos se reagrupan e intentan
atacar en dos ocasiones, pero en ambos
casos los vientos cambian
repentinamente y deciden retirarse.

Los patriotas permanecieron en vela hasta


el anochecer, donde fueron a atracar en
Los Puertos de Altagracia, formando en
línea paralela a la costa oriental y
enviando fuerzas sutiles (naves menores)
hasta Punta de Piedra.[52] ​En cambio,
Laborde descendió a tierra y se entrevistó
con Morales en Atillo. La discusión fue
feroz y quedó desechada la idea de un
ataque combinado por la escuadra y el
ejército. Acordaron verse nuevamente a la
mañana siguiente en La Hoyada. Ahí
pasaron las primeras horas del día.

Al amanecer del 24 de julio Padilla se


reunía con sus oficiales para determinar el
orden de las naves. El Marte a barlovento
de la línea y el Independiente a sotavento,
este último también era el insignia. A las
11:00 horas el viento empezó a soplar
desde el nordeste y la marea estaba a su
favor. A las 14:00 Padilla manda a la flota
sutil marchar al oeste para atacar el flanco
norte del enemigo, 20 minutos después se
daba la señal de velar y a las 14:28
formaban para atacar de frente a la flota
realista.[52] ​

Entre tanto, Laborde daba órdenes de


rechazar el previsible ataque a cualquier
precio, dispuso que la Especuladora fuera
su insignia y se dirigió al norte, a la punta
Capitán Chico, para mandar a su fuerza
sutil que impidiera el flanqueo de su
contraparte patriota. Ambas son las
primeras en entrar en combate pero
Laborde rápidamente comprendió que sus
naves eran principalmente de transporte,
inútiles ante sus contrapartes.[53] ​A las
15:15 Padilla hace izar la señal de
abordaje en el palo mayor del barco
insignia y dejándola así después que las
demás naves contestaran
afirmativamente. Ahora el comandante de
cada barco quedaba en libertad de acción
para tomar las decisiones que considerara
oportunas según las circunstancias.[54] ​

A las 15:17 empezaba el avance de la


principal flota republicana y a las 15:45
Laborde inicia el fuego de cañón y poco
después el de fusilería. Sabiendo que sus
naves eran menos maniobrables dadas las
condiciones, el español decidió esperar a
Padilla. Rápidamente el humo de la
pólvora fue contra los monárquicos, que
quedaron ciegos y empezaron a disparar
al azar.[55] ​Los republicanos se
aproximaron para abrir fuego y cuando
estaban a distancia de los baupreses
iniciaron el abordaje. El Independiente
captura al San Marcos, el Confianza a una
goleta, el Marte enfrenta a las goletas
Mariana, María y Rayo, la Emprendedora
ataca a la Esperanza, cuyo comandante la
hace volar en pedazos para evitar la
captura, la Manuela Chitty y la Leona
enfrentan a la Habanera, la Liberal y la
Zulia.

Desde esta última abordan a la Antonia


Manuela. Mientras, la población marabeña
observaba la lucha desde las barriadas del
Milagro y la Cotorrera.[56] ​Cuando se dio
cuenta de la derrota, Laborde intento
organizar la retirada pero ya era tarde, casi
toda su escuadra fue echada a pique y
solo consiguieron la Zulia (muy
maltrecha), la Especuladora y dos
flecheras huir del Lago hacia Puerto
Cabello. A las 18:45 los republicanos
dejaron de perseguirlos.[57] ​

Consecuencias
Los republicanos volvieron a Los Puertos
de Altagracia a reparar sus averías
mientras que Laborde llegaría hasta la
base realista, desde donde finalmente
saldría para Cuba.
Dando todo por perdido, Morales inicio
negociaciones que culminaron con su
capitulación el 3 de agosto en buenas
condiciones: saldría con sus estandartes
en alto, sería escoltado por una flota
grancolombiana hasta Cuba, recibiría 5000
pesos y sus soldados quedaron libres de
elegir si seguir a su comandante o
quedarse a vivir bajo régimen republicano.
Con este éxito, los patriotas se
concentraron en la captura del último
reducto realista: Puerto Cabello.[58] ​El 5 de
agosto comienza la evacuación de los
monárquicos de Maracaibo.[59] ​Son
enviados a Santiago de Cuba 1000 de los
3000 soldados que mandaba Morales, el
resto fue desarmado y se estableció en la
ciudad o sus alrededores.[60] [61]
​ [62]
​ ​Les
acompañaron en el viaje al destierro unas
600 familias marabeñas.[60] ​

Más de 1000 civiles buscaron


acompañarlos para evitar quedar bajo el
régimen republicano, pero los 2000
embarcados no cabían en los 8 buques
destinados para su transporte. Todos
rogaban no ser dejados atrás.[63] [64]
​ ​
Finalmente, como Padilla no autorizaba
contratar más barcos aptos para navegar
en alta mar, se decidió dejar 450 soldados
y oficiales que harían el viaje a Cuba
cuando llegaran los barcos pedidos en
Curazao.[65] ​Familias realistas también
saldrían de Coro, Cumaná y Caracas[64] ​en
un proceso que venía desde el inicio del
conflicto.[nota 7] ​

Cerca de 20 000 peninsulares y criollos


realistas huyeron entre 1810 y 1826 a
Cuba y crearon un fuerte sentimiento
proespañol.[nota 8] ​La larga guerra se
acercaba finalmente a su fin. La
devastación fue tal que cerca de un quinto
de su población había muerto[nota 9] ​y los
ganados fueron casi completamente
exterminados, pues los ejércitos los
robaban y mataban continuamente para
vivir.[nota 10] ​
Véase también
Anexo:Próceres navales de Venezuela
Armada Bolivariana
Guerras de independencia
hispanoamericanas

Notas
1. Destacando la leva de 10 000 hombres
en ese período de tiempo. También
prometía que enviaría 3000 efectivos
para las campañas en el Perú una vez
que se librara de Morales.[17] ​
2. El coronel Ortega reunió a 2300
efectivos en quince días, los que
fueron enviados a sus casas después
que Santander se enteró que Morales
había desistido de tal empresa.[19] ​
3. Carta del general de división Rafael
Urdaneta al general de brigada
Mariano Montilla, 23 de diciembre de
1822, cuartel general de San José de
Cúcuta. Datos basados en la
declaración del ciudadano
grancolombiano Gabriel Ramírez
respecto de las fuerzas realistas el 3
de diciembre.[25] ​
4. Carta de Francisco de Paula
Santander a Simón Bolívar, 21 de junio
de 1823 Bogotá.[26]
5. Bergantín que usa aparejo de goleta
en el palo mayor.
6. Pequeña nave de uso costero con dos
palos de velas guairas.
7. Ya durante la Primera República de
Venezuela, huyeron familias de Oriente
y Coro –zonas afectadas por la guerra,
pues no se sometían a los rebeldes de
Caracas–; muchos realistas huyeron al
interior o Curazao después del
terremoto de 1812, aunque volvieron
luego; después del sitio de Angostura
otro contingente se dispersa por el
Caribe, incluyendo Puerto Rico. En
junio de 1821 muchos realistas
buscaron refugio en la plaza
fortificada de Puerto Cabello hasta
obligar a Latorre a evacuarlos por la
falta de espacio. Unas dos mil
personas son enviadas a Curazao, San
Juan y España, algunos serán
capturados por navíos republicanos.
Después de capitular, la guarnición de
Cumaná y sus familias son enviadas a
Ponce con 599 individuos. Algunos de
los refugiados volverán a Venezuela o
irán a Saint Thomas desde 1822.[66] ​
Entre septiembre y noviembre de 1823
continuaron y 270 hombres con sus
familias salieron de La Guaira a
Curazao, Saint Thomas y Nueva York, y
59 más salen de Puerto Cabello.
Durante 1824 y 1825 continua el flujo
de emigrados.[67] ​
8. La isla estaba muy cerca de España, la
Armada Real podía fácilmente aislarla
y el miedo a provocar una guerra racial
como en Venezuela impidieron la
formación de un gobierno juntista.[68] ​
En 1826 y 1827 se aplastan dos
conspiraciones gracias a la llegada de
40.000 soldados españoles a la isla
durante los años anteriores.[69] ​Bolívar
ya planea anexarse Cuba y Puerto
Rico, una expedición poderosa al
mando de Páez, Padilla y Sucre. Se
esperaba reunir una tropa de cinco ó
seis millares de combatientes.[70] ​
9. Basada en datos de la Gaceta de
Caracas, en 1809 había 420.000
venezolanos, muriendo hasta esa
fecha 138.000. En el mismo período, la
provincia de Margarita había perdido
5.000, Barcelona 12.000, Cumaná
15.000, Barinas 12.000, Maracaibo
6.000, Coro 4.000 y la de Caracas
84.000. Si en 1810 Caracas tenía
31.813 habitantes y Calabozo 3.783,
seis años después quedaban 21.408 y
1.860 respectivamente. Estos cálculos
se basan en Miscelánea de comercio,
artes y literatura, N° 67, lunes 3 de
abril de 1820, Madrid.[71] ​
10. El número de reses en Venezuela en
1812 era de 4.500.000, en 1823 había
decaído a 256.000, en 1839 se había
recuperado con 2.000.000, siguió
creciendo en 1847 con 5.000.000 y
hasta 1858 con 10.000.000. Pero
después vino la Guerra Federal y
posteriores, por lo que volvió a caer a
1.389.000 en 1873. Entonces se inicia
la pacificación de Antonio Guzmán
Blanco y se recuperan con 3.000.000
de cabezas en 1883 y 8.000.000 en
1888. Las nuevas guerras civiles lo
hacen descender otra vez hasta
2.400.000 en 1894.[72] ​

Referencias
1. Machado Guzmán, 2002, p. 275.
2. Baralt, 1841, p. 100.
3. Madueño Galán, 2012, p. 69-71.
4. Castellanos, 1982, p. 520.
5. Lombardi Boscán, 2006, p. 54.
6. Sosa Llanos, 1995, p. 38.
7. Pérez Ochoa, 1982, p. 209.
8. Lombardi Boscán, 2006, p. 58.
9. Esteves González, 2007, p. 179.
10. Torrente, 1830, p. 429.
11. Restrepo, 1858, p. 316.
12. Valencia Tovar, 1993, p. 378.
13. Restrepo, 1858, p. 308.
14. Esteves González, 2007, p. 180.
15. Torrente, 1830, p. 430.
16. Restrepo, 1858, p. 308-309.
17. O'Leary, 1880, p. 106.
18. O'Leary, 1880, p. 104.
19. Ortega y Nariño, 1905, p. 624.
20. Esteves González, 2007, p. 183.
21. Restrepo, 1858, p. 307.
22. Restrepo, 1858, p. 309.
23. Vargas, 1973, p. 6.
24. Pérez Tenreiro, 1972, p. 388.
25. Castellanos, 1982, p. 519-520.
26. O'Leary, 1880, p. 103-107 (documento
77).
27. O'Leary, 1880, p. 103.
28. Cevallos, 1886, p. 40.
29. Restrepo, 1858, p. 316-317.
30. Restrepo, 1858, p. 317.
31. Restrepo, 1858, p. 318.
32. Restrepo, 1858, p. 319.
33. Fernández Pascua, 1992, p. 126.
34. Torrente, 1830, p. 432.
35. Madueño Galán, 2012, p. 64-65.
36. Madueño Galán, 2012, p. 64.
37. Madueño Galán, 2012, p. 65.
38. Reyes, 1957, p. 338.
39. Madueño Galán, 2012, p. 66.
40. Madueño Galán, 2012, p. 65-66.
41. Laborde, 1823, p. 47.
42. Machado Guzmán, 2002, p. 274.
43. Perozo Suárez, Humberto. Batalla
naval del Lago de Maracaibo: luces y
sombras (http://lahistoria200.blogspo
t.cl/2016/07/batalla-naval-del-lago-de-
maracaibo.html) . Blog La Historia.
Publicado el 24 de julio de 2016.
Consultado el 4 de junio de 2017.
44. Madueño Galán, 2012, p. 70.
45. Madueño Galán, 2012, p. 70-71.
46. Madueño Galán, 2012, p. 69-70.
47. Madueño Galán, 2012, p. 69, 71-72.
48. Madueño Galán, 2012, p. 79.
49. Madueño Galán, 2012, p. 72.
50. Esteves González, 2007, p. 180-181.
51. Madueño Galán, 2012, p. 72-73.
52. Madueño Galán, 2012, p. 73.
53. Madueño Galán, 2012, p. 75.
54. Esteves González, 2007, p. 181.
55. Madueño Galán, 2012, p. 74.
56. Madueño Galán, 2012, p. 76.
57. Madueño Galán, 2012, p. 77.
58. Madueño Galán, 2012, p. 78.
59. Baralt, 1841, p. 99.
60. Ibáñez Sánchez, 1981, p. 491.
61. Madueño Galán, 2012, p. 78-79.
62. Torrente, 1830, p. 435.
63. Restrepo, 1858, p. 333.
64. Vallenilla Lanz, 1991, p. 34.
65. Restrepo, 1858, p. 333-334.
66. Sonesson, 2008, p. 83.
67. Sonesson, 2008, p. 84.
68. Thomas, 1973, p. 130.
69. Thomas, 1973, p. 145.
70. Pérez Ochoa, 1982, p. 219.
71. Martínez Dávila, 1820, p. 3.
72. Iturbe, 1939, p. 225.

Bibliografía

Decimonónicas

Baralt, Rafael María; Ramón Díaz (1841).


Resumen de la historia de Venezuela, desde el
año 1797 hasta el de 1830 (http://books.goog
le.cl/books?id=kIlAAAAAYAAJ&printsec=fron
tcover&hl=es#v=onepage&q&f=false) II.
París: Imprenta de H. Fournier y Cía.
Castellanos, Rafael Ramón (1982). General
de división Mariano Montilla: homenaje en el
Bicentenario de su nacimiento, 1782-1982 (htt
ps://books.google.cl/books?id=7McpAQAAM
AAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=f
alse) I. Caracas: Ediciones de la Presidencia
de la República. Prólogo de Tomás Polanco
Alcántara.
Cevallos, Pedro Fermín (1886). Resumen de
la historia del Ecuador desde su orijen hasta
1845 (https://books.google.cl/books?id=Voe
HbBkxh8gC&printsec=frontcover#v=onepage
&q&f=false) IV. Guayaquil: Imprenta de la
Nación.
Laborde, Ángel (1823). Contestación del
capitán de navío Don Ángel Laborde, segundo
jefe de la América septentrional a las
inculpaciones que indirectamente le hace...
Don Francisco Tomas Morales, ex Capitán
General de las provincias de Venezuela en su
parte de 31 de Agosto del presente año
dirigido al escmo sr. Capitán General de la Isla
de Cuba (https://books.google.cl/books?id=Z
szJoirz2dYC&printsec=frontcover&vq#v=one
page&q&f=false) . Nueva York: George Long.
Martínez Dávila, Francisco (1820).
Miscelánea de comercio, artes y literatura.
Números 1-177 (https://books.google.cl/boo
ks?id=Yt4bMicnJccC&printsec=frontcover&hl
=es#v=onepage&q&f=false) . Madrid:
Imprenta de Repullés.
O'Leary, Daniel Florencio (1880). Simón B.
O'Leary, ed. Memorias del general O'Leary:
Correspondencia de hombres notables con el
Libertador (https://books.google.cl/books?id
=DcQ-AAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=on
epage&q&f=false) III. Caracas: Gaceta
Oficial.
Ortega y Nariño, José María (1905).
«Apuntes autobiográficos del General D.
José María Ortega y Nariño (continuación)»
(https://repository.urosario.edu.co/handle/10
336/21331) . Revista del Colegio Mayor de
Nuestra Señora del Rosario (Rosario:
Universidad del Rosario) I (10): 617-627.
Restrepo, José Manuel (1858). Historia de la
Revolución de la República de Colombia en la
América Meridional (https://books.google.cl/
books?id=GpQVAAAAYAAJ&printsec=frontco
ver&hl=es#v=onepage&q&f=false) III.
Besanzón: José Jacquin.
Torrente, Mariano (1830). Historia de la
revolución hispano-americana (https://books.
google.cl/books?id=6Qzd_m69rWcC&printse
c=frontcover#v=onepage&q&f=false) III.
Madrid: Imprenta de León de Amarita.

Modernas

Eljuri-Yunes S., Antonio R. (1985). La Batalla


Naval del Lago de Maracaibo (4 edición).
Caracas: Comandancia General de la
Armada.
Esteves González, Edgar (2007). Batallas de
Venezuela, 1810-1824. Caracas: El Nacional.
ISBN 978-980-388-074-3.
Fernández Pascua, Delfina (1992). Últimos
reductos españoles en América. Barcelona:
Mapfre. ISBN 9788471003126.
Ibáñez Sánchez, José Roberto (1971).
Presencia granadina en Carabobo: Narración
histórico militar I. Bogotá: Departamento de
Relaciones Públicas del Comando General de
las Fuerzas Militares de Colombia.
Iturbe, Juan (1939). «La Biología de la
Llanura Venezolana». Revista de la Sociedad
Bolivariana de Venezuela (Caracas: Sociedad
Bolivariana de Venezuela) I (2-3).
Lombardi Boscán, Ángel Rafael (2006).
Banderas del rey: La visión realista de la
Independencia. Maracaibo: Ediciones del
Rectorado, Universidad Católica Cecilio
Acosta & Universidad del Zulia. Prólogo de
Enrique Martínez Ruiz.
ISBN 9789806992153.
Machado Guzmán, Gustavo (1998). Historia
gráfica de la Guerra de Independencia de
Venezuela. Caracas: Litografía Tecnocolor.
Madueño Galán, José María (2012). «El
combate naval del lago de Maracaibo».
Cuaderno Monográficos (Madrid: Instituto de
Historia y Cultura Naval. Dirección de
Gonzalo Rodríguez González-Aller.
Recopilación de las XLIV Jornadas de
Historia Marítima: "La independencia de
América española 1812-1828") (65): 51-81.
Pérez Ochoa, Eduardo (1982). La guerra
irregular en la independencia de la Nueva
Granada y Venezuela 1810-1830. Tunja:
Vicerrectoría de Investigaciones y Extensión
Universitaria de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia & Ediciones La
Rana y el Águila.
Pérez Tenreiro, Tomás (1972). Los sucesos
militares de Coro en los años de 1821 y 1822.
Caracas: Archivo General de la Nación.
Reyes, Vitelio (1957). Páez, venezolano
integral: biografía: el hombre, el héroe, el
magistrado. Caracas: Imprenta Nacional.
Sonesson, Birgit (2008). Vascos en la
diáspora: la emigración de La Guaira a Puerto
Rico, 1799-1830. Sevilla: Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.
ISBN 9788400087111.
Sosa Llanos, Pedro Vicente (1995). Guerra,
hacienda y control fiscal en la emancipación
de Venezuela, 1810-1830. Caracas: Archivo
Histórico de la Contraloría General de la
República.
Thomas, Hugh Swynnerton (1973). Cuba: la
lucha por la libertad, 1762-1970. De la
dominación española a la dominación
norteamericana, 1762-1909. Barcelona:
Grijalbo. Edición de Neri Daurella.
ISBN 9788425302916.
Valencia Tovar, Álvaro; José Manuel
Villalobos Barradas (1993). Historia de las
fuerzas militares de Colombia. Ejército I.
Bogotá: Planeta. ISBN 978-9-58614-355-4.
Vallenilla Lanz, Laureano (1991). Nikita
Harwich Vallenilla, ed. Cesarismo
democrático y otros textos. Caracas:
Fundación Biblioteca Ayacucho.
ISBN 9789802761449.
Vargas, Francisco Alejandro (1973). Batalla
naval de Maracaibo. Caracas: Monte Ávila.
Enlaces externos
Venezuelatuya - Batalla naval del Lago
de Maracaibo (https://web.archive.org/
web/20051120184159/http://www.vene
zuelatuya.com/historia/batalla_naval_de
l_lago.htm)
Historia y antecedentes de la batalla (htt
p://www.efemeridesvenezolanas.com/h
tml/naval.htm)

Datos: Q2890925

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Combate_naval_del_Lago_de_Maracaibo&oldi
d=149598552»

Esta página se editó por última vez el 1 mar 2023


a las 03:16. •
El contenido está disponible bajo la licencia CC
BY-SA 3.0 , salvo que se indique lo contrario.

También podría gustarte