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Rafael Díaz-Salazar

I I I TAURU
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

LA IZQUIERDA
Y EL CRISTIANISMO

TAURUS

PENSAMIENTO
© 1998, Rafael Díaz-Salazar ÍNDICE
© De esta edición:
Santularia, S. A. Taurus, 1998
Torrelaguna, 60. 28043 Madrid
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• Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S. A.


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• Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara S. A. de C. V.
Avda. Universidad, 767, Col. del Valle,
México, D.F. C. P. 03100 INTRODUCCIÓN 9
• Ediciones Santillana, S. A.
Carrera 13, n." 63-39. Piso 12 I. REFUNDAR LA IZQUIERDA. EL N U E V O C I C L O
Bogotá, Colombia DEL SOCIALISMO 17

Diseño de cubierta: Juan Pablo Rada


II. LAICISMO YCRISTIANISMO EN LA POLÍTICA
Fotografía: Lucía Ibarra
DE LA IZQUIERDA 45
ISBN: 84-306-0271-2
Dep. Legal: M-12.501-1998
Printed in Spain - Impreso en España III. EL CRISTIANISMO, UNA CUESTIÓN PÚBLICA
PARA LA IZQUIERDA EUROPEA
Y LATINOAMERICANA 95
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fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia, P O R E L CRISTIANISMO 311
o cualquier otro, siu el permiso previo
por escrito de la editorial.
NOTAS 407

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 425


"Las exigencias del Sermón de la Montaña, guiadas por una
ética de convicciones, han conservado su fuerza revolucionaria y
han hecho su aparición en casi todas las épocas de conmoción
social con intensa energía".

(MAX WEBER, La política como profesión)

"El pensamiento europeo está enfermo porque solamente


está orientado económicamente. Nos falta un pensamiento que
vaya más allá de la economía".

(GÜNTER GRASS, Declaraciones)

"La izquierda debe poner en pie una coalición que apele a la


solidaridad del mayor número posible de fuertes con los débiles,
en contra de sus propios intereses. Para los materialistas estrictos,
que consideran que la eficacia de los intereses es mayor q u e la de
los ideales, ésta puede parecer una misión paradójica, pero es la
misión que hay que realizar en el presente".

(PETER GLOTZ, Manifiesto para una nueva izquierda europea)

"Ser de izquierdas es creer que no se puede ser feliz solo".


(PAUL THIBAUD, El lugar del poder)
INTRODUCCIÓN

k3e h a convertido en u n tópico hablar d e la crisis de la iz-


q u i e r d a y de las dificultades del socialismo para e m p r e n d e r
u n nuevo vuelo en este fin de siglo. Las causas del agotamien-
to de los modelos socialdemócratas y leninistas clásicos ya se
h a n diagnosticado y n o tiene m u c h o sentido seguir d a n d o
vueltas en torno a los cadáveres. Dejemos q u e los muertos e n -
tierren a los muertos y pongámonos a pensar en positivo, ofre-
ciendo propuestas para impulsar u n nuevo ciclo del socialismo
q u e sea capaz de introducir los cambios sociales r e q u e r i d o s
por los problemas que padecen los ciudadanos del norte y d e l
sur del m u n d o .
Este libro se inserta d e n t r o de esta convocatoria para c r e a r
u n pensamiento positivo y constructivo, desde el convenci-
miento de que el socialismo, si bien n o es la solución m á g i c a y
mesiánica para los problemas sociales, sigue siendo la p e r s -
pectiva política y económica que mejor p u e d e ayudar a ir re-
solviéndolos. Demasiadas ineficiencias, corrupciones e inclu-
so víctimas inmoladas a lo largo de la historia en su n o m b r e
nos impiden seguir proclamando i n g e n u a m e n t e aquel axio-
ma de "socialismo o barbarie". Sin embargo, n o existen h o y
propuestas de emancipación y transformación social f u e r a
de u n a izquierda verdaderamente socialista, dispuesta, eso sí,
a aplicarse a sí misma las condiciones del p e r d ó n de la histo-
ria y de la sociedad. C u a n d o no se aprende de los errores y n o
se practica la penitencia en público, las farsas t e r m i n a n e n
tragedias.

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I,A 1/<JI'll'Kt>\ V l'.I.CKI.S'l'IANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

Para iniciar un nuevo ciclo del socialismo, la izquierda ne- cha es bien distinto del d e izquierda. Éste n o queda doblega-
cesita hacer dos operaciones: construir nuevas propuestas pro- d o p o r los imperativos de las circunstancias económicas y d e
gramáticas y difundir una nueva cultura moral e n la sociedad los poderes dominantes y es capaz d e r o m p e r resistencias e
civil. Ambas operaciones están íntimamente conectadas, como introducir innovaciones rupturistas apelando a la soberanía
nos lo demuestra la historia del movimiento o b r e r o . Para la popular. Sin esta actitud, la izquierda n o se habría desarro-
primera operación se requieren diagnósticos sociales, dise- llado e n la historia.
ños d e programas a m e d i o y corto plazo, estudios d e viabili- La p r i m e r a operación de refundación programática d e la
d a d técnica y económica y construcción d e sujetos sociales izquierda h a d e precisar u n horizonte social a corto y m e d i o
que apoyen las propuestas. Este último factor es absolutamen- plazo y h a de descender hasta el detalle (a ello obliga hoy el
te d e t e r m i n a n t e y d e n a d a sirve defender innovaciones r u p - socialismo científico) a la h o r a de mostrar la viabilidad d e
turistas capaces d e ir al fondo d e los problemas sociales si n o sus programas. Considero que son cuatro las áreas priorita-
se cuenta con u n a población dispuesta a apoyarlas. Ypor aquí rias q u e h a n d e marcar los programas concretos del nuevo
se engarzan ambas operaciones. ciclo del socialismo: empleo y reparto del tiempo d e trabajo,
La primera q u e h e propuesto m e lleva al elogio d e la polí- exclusión social y nuevas formas d e pobreza, reconversión
tica fie programa. I.a política auténtica es la q u e está marca- ecológica d e la producción y solidaridad internacional.
da por el realismo. Esto significa análisis y conocimiento d e la H e intentado q u e mi trabajo intelectual responda a los re-
realidad para no equivocarse en el diagnóstico, elaboración querimientos del realismo político. Por ello m e d e d i q u é e n
de propuestas capaces d e ir a las causas reales d e los proble- primer lugar a estudiar los problemas del m u n d o o b r e r o y d e
mas sociales, diseño d e leyes y presupuestos económicos q u e los sindicatos y a investigar las causas d e la crisis d e la izquier-
sean electivos para erradicar o, al menos, resolver e n parte da e n mi libro ¿ Todavía la clase obrera ? El realismo político es
las cuestiones sociales q u e se afrontan. de izquierda cuando tiene una perspectiva q u e lo a c o m p a ñ a
Pocas personas abominarán tanto como yo la retórica e n en sus análisis y sus programas y a esta cuestión d e d i q u é mis
el c a m p o d e la política. Esto n o significa q u e apoye la identi- libros El proyecto de Gramsáy Gramsáy la construcción del socialis-
ficación d e política con tecnocracia socio-económica. La re- mo, formulando la propuesta de u n a izquierda neogramscia-
lación adecuada entre utopía y ciencia es el gran tema del so- na q u e emplee e n la transformación d e la sociedad civil tanta
cialismo clásico y n o tenemos p o r q u é abandonarlo. Todavía energía como en el gobierno del Estado. Finalmente, h e ex-
p o d e m o s seguir a p r e n d i e n d o del planteamiento d e Marx y puesto e n Redes de solidaridad internacional ocho políticas in-
de Engels sobre el paso del socialismo utópico al socialismo ternacionalistas, descendiendo hasta el detalle en u n a d e ellas,
científico, siempre q u e instalemos e n este proceso u n meca- como es la referida a la cooperación para el desarrollo.
nismo dialéctico d e retroceso para q u e utopía y ciencia se re- El lector m e p e r d o n a r á este excursus q u e n o t i e n e otro ob-
troalimenten. Me parece tan rechazable la identificación d e jetivo q u e ubicarle e n u n libro d o n d e se va a a b o r d a r profu-
política, ética y utopía como la escisión entre éstas. Me sitúo samente u n tema tan poco relacionado con el r e a l i s m o polí-
en u n p u n t o equidistante del utopismo iluso e i n g e n u o q u e tico como es n a d a m e n o s que el del espíritu del socialismo.
confunde la quimera con la realidad y del tecnocratismo cie- Si h e llegado a la conclusión d e q u e éste es u n t e m a emi-
go q u e n o tiene horizonte. Creo q u e es posible hacer políti- m e n t e m e n t e práctico q u e debe ser a b o r d a d o c o n u r g e n c i a ,
ca d e n t r o d e u n a correlación d e fuerzas d e t e r m i n a d a guia- ello se debe a u n a experienciay a u n análisis. D e s p u é s d e ha-
d o p o r la utopía concreta y los sueños diurnos, como dirían ber hablado y discutido durante varios años con diversos res-
Bloch y Galeano. Ciertamente, el realismo político d e dere- ponsables políticos sobre presupuestos del Estado y proyec-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

tos de ley que afectan a d e t e r m i n a d o s problemas sociales, h e está dedicado el libro. N o es posible el socialismo desde el Es-
llegado a la conclusión de que la adopción de medidas polí- tado con u n a población que en la sociedad civil configura el
ticas y económicas muy concretas n o está fundamentalmen- espíritu que guía sus aspiraciones desde el individualismo bur-
te relacionada con cuestiones de viabilidad técnica o econó- gués y construye su identidad con los valores propios de la cul-
mica, sino principalmente con el espíritu que, consciente o tura capitalista. Son infecundas las invocaciones que hace la
inconscientemente, todo político tiene y que es el que deter- izquierda de nuestro país a u n vago progresismo de la ciuda-
mina sus prioridades y la articulación d e los recursos escasos. danía. En España, como han mostrado algunos estudios socio-
Hasta tal p u n t o esto es así que he sido testigo de cómo el ac- lógicos, crece la población que es "progre y de derechas", sobre
ceso de personas con u n espíritu d e t e r m i n a d o a la dirección todo en ámbitos juveniles; n o nos engañemos, las encuestas
de ciertas instituciones públicas h a provocado u n cambio ra- sobre el comportamiento socio-político de los universitarios
dical de la política adoptada, teniendo los mismos recursos son bien elocuentes. La operación ha de ser de mayor calado
económicos y técnicos que sus antecesores. A la misma con- y, por ello, la izquierda ha de sondear fuentes de producción
clusión m e llevó el análisis de los comportamientos sociales y de cultura moral alternativa al individualismo posesivo.
políticos de los ciudadanos españoles realizado en dos de mis
La hipótesis de la q u e parte este libro —repito, hipótesis
libros. La relectura sociológica de algunas obras de Marx, We-
q u e sólo se convierte en tesis c u a n d o se p r u e b a de u n m o d o
ber y Sombart que ofrezco en este libro mostrará el funda-
r a z o n a d o — es q u e en la actualidad las dos fuentes de pro-
m e n t o de esta tesis.
ducción moral más importantes para la izquierda son el eco-
Por otro lado, el análisis c o m p a r a d o d e las izquierdas eu- logismo político y el cristianismo originario. En esta obra ex-
ropeas y del c o m p o r t a m i e n t o político de los ciudadanos de ploraré sólo esta tradición y sondearé su virtualidades p a r a
la UE q u e m e h a n ido suministrando las publicaciones del la fecundación del socialismo.
Centro p e r la Riforma dello Stato de Roma me h a llevado a Izquierda, socialismo y cristianismo son términos llenos
otra conclusión coincidente con la anterior: la izquierda de ambigüedades y contradicciones. Exigen u n a definición
está bloqueada p o r q u e n o existe u n a cultura ciudadana y o, al menos, u n a precisión conceptual. De entrada, hemos d e
u n a sociedad civil dispuesta a seguirla. De h e c h o la izquier- partir del h e c h o de q u e n o existe "la" izquierda, "el" socialis-
da mayoritaria n o logra m a n t e n e r s e establemente en el po- mo, "el" cristianismo. Lo que nos encontramos los sociólogos
der, sin lo cual es prácticamente imposible realizar cambios es con izquierdas, socialismos y cristianismos plurales y hasta
sociales profundos, c o m o lo demuestra el caso d e Suecia, y antagónicos entre sí. N o m e compete como sociólogo expe-
c u a n d o pierde las elecciones siempre es sustituida p o r la de- dir certificados de idoneidad y, m u c h o menos, establecer u n a
recha o el centro y n u n c a p o r u n a izquierda más radical. De línea de demarcación entre buenos y malos. Lo que sí expon-
aquí arranca la creciente transmutación liberal de la izquier- d r é en el texto es u n a fenomenología del cristianismo origi-
da. T. Blair y R. D a h r e n d o r f h a n a b o r d a d o esta realidad en nario para que el lector sepa a qué m e refiero c u a n d o hablo
algunos d e sus escritos. de cristianismo (capítulo V) y u n análisis de las diversas iz-
Decía anteriormente que las dos operaciones que han de quierdas y de la conexión de sus propuestas con los problemas
marcar la refundación de la izquierda y el nuevo ciclo del so- sociales más importantes (capítulos I y V). De entrada, p a r t o
cialismo están engarzadas y el éxito de la primera d e p e n d e , del hecho de q u e en E u r o p a y en América Latina existen, al
en gran parte, de que la segunda se ponga en funcionamien- menos, cuatro tipos de izquierda con variantes internas d e n -
to. A esta operación de construcción en la sociedad civil de u n tro de cada u n a d e ellas: la socialista, la comunista, la verde y
nuevo espíritu y u n a nueva cultura moral afín al socialismo la anarquista. Personalmente me gusta más utilizar el t é r m i n o

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

socialismo — a c u ñ a d o p o r primera vez en la historia p o r el El libro consta de cinco capítulos. En el primero analizo los
cristiano Leroux en 1832— q u e el de izquierda, que siempre principales problemas sociales con los que se enfrenta la iz-
es relativo a otra posición (derecha), p e r o con u n contenido quierda en este fin de siglo y las posibles propuestas que pue-
s u m a m e n t e vago y volátil. Si utilizo en el título del libro el d e n realizarse para afrontarlos; el cristianismo se ubica dentro
t é r m i n o "la" izquierda es para englobar la pluralidad de so- de la necesidad de impulsar u n a nueva reforma intelectual y mo-
cialismos p r o p u g n a d o s p o r cada u n a de las cuatro izquier- ral, p o r utilizar el término de Gramsci. En el segundo presen-
das realmente existentes con sus coincidencias y divergen- to el tipo de relación que p u e d e establecerse entre religión
cias. Mi concepción de izquierda y socialismo le debe m u c h o cristiana y política de la izquierda, respetando la identidad y
a Gramsci y a Mounier, p e r o también a cuatro personas q u e distintividad de cada u n a de ellas. En el tercero invito al lector
en el último decenio m e h a n marcado con sus propuestas: el a u n largo viaje p o r la historia del socialismo m o d e r n o y con-
socialista Delors, el comunista Ingrao, el ecologista y sindica- temporáneo para ver cómo afrontan las diversas izquierdas
lista Riechmann y el internacionalista Ziegler. europeas y latinoamericanas la cuestión del cristianismo den-
En el libro utilizaré el t é r m i n o cristianismo al m o d o we- tro del socialismo. En el cuarto abordo, desde u n a relectura
beriano, es decir, a partir del m o d e l o tipo q u e nos ofrece la de la obra de Marx, de Weber y de Sombart, el tema del nuevo
sociología y la fenomenología del cristianismo originario. espíritu del socialismo. En el quinto exploro cómo p u e d e el
Evidentemente, la exploración q u e haré del mismo en el ca- cristianismo fecundar a la izquierda.
pítulo V nace del cruce analítico q u e realizaré entre cristia- El lector me permitirá u n par de desahogos personales y
nismo originario, reelaboración del mismo p o r el contem- de agradecimientos finales. En primer lugar, a María y a nues-
p o r á n e o cristianismo d e liberación y gestación de u n nuevo tras hijas, Clara y Sara, que h a n tenido que aguantar demasia-
ciclo del socialismo. do los encierros del autor en la larga fase final de redacción
Este libro quiere explícitamente alejarse de todo uso ins- y que consideran, quizá con toda razón, que lo único b u e n o
trumental del socialismo y del cristianismo para legitimar de este libro es que se ha acabado ¡por fin! Dedico el libro a
proyectos políticos o eclesiales. La izquierda y el socialismo n o mis padres. C u a n d o se han cumplido los cuarenta años y u n o
d e b e n ser teologizados y el cristianismo posee múltiples di- se encuentra ya en el meridiano de la vida, los ojos y el cora-
mensiones q u e están más allá d e la política, y quizá éstas sean zón se vuelven hacia los orígenes, allí d o n d e surgieron los
las más específicas e importantes. Intento analizar sociológi- valores que han ido cimentando la existencia. Y ahí están
ca y políticamente el alcance y las implicaciones del encuen- ellos como ejemplo y estímulo para seguir c a m i n a n d o hasta
tro realmente existente entre culturas políticas y organizacio- que, c o m o diría Bergamín, la mano de nieve m e lleve consigo.
nes de izquierda y culturas religiosas y movimientos cristianos
de liberación tanto en Europa como en América Latina. Haré
este estudio sociológico exponiendo la identidad d e ambas
tradiciones, ciertamente interconectadas, pero marcadas por
su distintividad. Me parece que, desde u n a perspectiva socio-
lógica y política, es conveniente analizar el h e c h o de que la iz-
quierda en bastantes países de Europa y de América Latina
esté realizando, dentro de su proyecto de refundación, u n
contacto "contaminante", como dicen los italianos, con el
cristianismo originario (capítulo III).

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CAPÍTULO I
REFUNDAR LA IZQUIERDA.
E L NUEVO CICLO DEL SOCIALISMO

l_ja historia de la izquierda es la de u n a larga marcha en la lu-


cha contra la barbarie provocada por los seres humanos. Esta
lucha se ha dirigido a disminuir las injusticias y conquistar u n a
mayor fraternidad entre estos seres llamados — n o en vano—
animales racionales. Ya sabemos que en el desarrollo civilizatorio
hay sobradas pruebas de lo u n o y de lo otro, y n o sabría decir
qué es lo que más sobreabunda: la animalidad o la racionalidad.

E L NUEVO CICLO DEL SOCIALISMO:


L A RECONSTRUCCIÓN DE LA IZQUIERDA
EN IA "MALA" HORA

La lucha por suprimir la barbarie y alcanzar la fraternidad


humana es muy antigua. Hay quien identifica el nacimiento de
la izquierda con la historia de las tres Internacionales obreras
surgidas en 1864, 1889 y 1919, respectivamente. Otros retro-
traen su surgimiento a fechas más tardías como la Revolución
Francesa de 1789, la fase del primer desarrollo del socialismo
utópico en Inglaterra y Francia en la década de 1810 o la pu-
blicación del Manifiesto Comunista (1848). Hay incluso quien
h a afirmado que las raíces históricas de la izquierda socialista
moderna hay que buscarlas más lejos, nada m e n o s q u e dos-
cientos años antes de la publicación del Manifiesto Comunista,
concretamente en el periodo de la guerra civil inglesa (1642-
1652), en el que surgió el movimiento radical d e los diggers
que defendía ideas igualitaristas x .

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Si en este libro voy a d e n o m i n a r con el n o m b r e genérico nes de inhumanidad y desigualdad en torno a un programa
d e izquierda al conjunto de movimientos q u e h a n luchado y c o m ú n de acción.
siguen luchando contra la barbarie de la explotación y la do- La lucha proseguirá con el n o m b r e o sin el n o m b r e de iz-
minación q u e i m p i d e n la fraternidad, la igualdad y la liber- quierda, marxismo o socialismo, mientras haya colectivos de
tad, t e n e m o s q u e irnos todavía m u c h o más atrás. Desde esta h u m a n o s que se rebelen contra la explotación, la dominación
premisa, yo establecería el origen de la izquierda en la rebe- y el e m p o b r e c i m i e n t o de unos seres p o r otros. Conviene de-
lión de los esclavos dirigida por Espartaco entre los años 73-71 j a r bien clara esta idea en u n m o m e n t o en que hay que saber
antes de Cristo. U n a g u e r r a q u e t e r m i n ó con la m u e r t e de distinguir muy bien los fines de las modalidades y métodos
éste en la lucha contra las tropas de M. Licinio Craso en Apu- para alcanzarlos. Los nuestros son tiempos para anclarse en
lia y con la victoria definitiva de Pompeyo, que aniquiló al lo esencial y estar muy abiertos en la b ú s q u e d a de mediacio-
ejército de esclavos. nes d e todo tipo para alcanzar los fines de la izquierda, los
Durante estos 2.073 años, las luchas de liberación de millo- cuales h a n de ser redefinidos en cada coyuntura histórica.
nes de seres humanos han alimentado el curso humanizante Desde la óptica a n t e r i o r m e n t e indicada, lo decisivo n o es,
del río de la historia. Creo que debemos insertar nuestra pers- pues, si tiene futuro el socialismo, si éste será marxista, post-
pectiva en u n horizonte muy amplio, que destierre de u n a vez marxista o antimarxista. Tampoco lo esencial es la supervi-
por todas la imagen de la caída del m u r o de Berlín como el fin vencia de la izquierda como tal, y ni siquiera el carácter anti-
de la historia y el principio de un futuro unidimensionalmen- capitalista o n o de ésta. Lo importante n o es el "nombre", sino
te marcado por el fracaso del experimento bolchevique; al fin la "cosa". En el debate actual n o p o d e m o s p e r d e r n o s en no-
y al cabo, u n o más de los muchos que se han creado en u n a minalismos. Lo básico y esencial es saber precisar los fines y
larga historia de búsqueda de cómo construir un m u n d o que los medios de u n proyecto colectivo y universal para lograr
armonice la igualdad, la fraternidad y la libertad. Esta pers- que disminuyan las explotaciones, injusticias, opresiones, des-
pectiva amplia puede liberar a la izquierda de sobrecarga ideo- igualdades y pobrezas q u e siguen existiendo.
lógica y centrarla en raíces morales y objetivos humanizan- En las páginas q u e siguen p r e t e n d o ofrecer u n diagnósti-
tes. Desde este enfoque, las culturas políticas, las ideologías y co de los principales problemas que h a de abordar todo co-
los programas se convierten en meros medios, en instrumen- lectivo q u e quiera e n t r o n c a r con la tradición liberadora d e
tos que deben someterse a la dinámica de prueba y error para las izquierdas históricas y p r e t e n d a afrontar los desafíos bá-
ir consiguiendo los fines morales y sociales que son los que sicos existentes hoy en el m u n d o . Posteriormente e x p o n d r é
verdaderamente otorgan la identidad más profunda a lo que las líneas prioritarias de acción que, a mi entender, h a n d e
hoy denominamos en el lenguaje coloquial "la izquierda". Por ser preferentes en la lucha socio-política en la actualidad. El
estas razones, si hubiera que buscarle u n adjetivo para concre- elenco de problemas y el e n u n c i a d o d e acciones irán expli-
tar la identidad de fondo que u n e su pasado y su futuro, creo citando los fines y medios q u e configuran el c u e r p o d e la iz-
que el más adecuado sería el de espartaquista, mucho más que quierda en este fin de siglo.
el de marxista, socialista o postmarxista. Espartaco como ar- De entrada, he de advertir que me baso en u n a concepción
quetipo de u n a izquierda que busca la erradicación del sufri- cíclica de los proyectos de emancipación y parto d e u n a reali-
miento h u m a n o causado por mecanismos de explotación y dad que pienso que es irreversible: se h a n agotado los ciclos
dominación y que apela a la sublevación m o r a l ) al compromi- históricos correspondientes a los modelos leninistas y social-
so político de todas aquellas personas que —desde diversas demócratas desarrollados hasta la fecha. Nos hallamos en el
ideologías, éticas o religiones— quieren acabar con situacio- inicio del inicio de u n a nueva fase, de u n nuevo ciclo de esta lu-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

cha secular para hacer que disminuyan las desigualdades en- cia, la opresión y la desigualdad entre los seres vivos son los
tre los hombres y los pueblos y para lograr que éstos p u e d a n siguientes:
ser sujetos soberanos. Es decir, para que p u e d a n desarrollar a) El incesante empobrecimiento de los países del sur. Sabemos
sus vidas en condiciones objetivas de libertad, paz, justicia y p o r los informes del PNUD (Programa d e Naciones Unidas
realización individual y colectiva. Por eso, en esta h o r a de la para el Desarrollo) que, desde el a ñ o 1960, en cada década
historia, hay q u e establecer los fines del nuevo ciclo y saber h a n a u m e n t a d o las desigualdades e n t r e países ricos y países
acertar en el diseño del programa para conseguirlos y en la empobrecidos. En la actualidad, el 20 por ciento de la h u m a -
creación o articulación de los sujetos q u e luchen para llevar- nidad q u e vive en el n o r t e acapara el 80 p o r ciento de la ri-
los a cabo. queza mundial. En este libro calificaré este tipo de desigual-
Me alejo de las concepciones que identifican izquierda y dad internacional extrema como modelo de sociedad mundial
progresismo sin más matizaciones. La apelación aerifica al pro- 20:80. El siglo xx se va a cerrar con la pérdida de varios dece-
gresismo, tan de m o d a en nuestro país, olvida q u e precisa- nios para el desarrollo. El situar este p r o b l e m a como el pri-
m e n t e la idea ilustrada de progreso entró en crisis hace tiem- m e r o y principal para las izquierdas de E u r o p a marca ya la
p o y hoy el pensamiento crítico se orienta más bien hacia la orientación y finalidad que h a de regir el nuevo ciclo al q u e
búsqueda de otro desarrollo civilizatorio que supere los estra- h e aludido a n t e r i o r m e n t e .
gos de ese progresismo ciego que ha sido u n a de las causas de b) La reestructuración de la producción a través de las nuevas tec-
la crisis de la civilización capitalista (Wallerstein, 1997; Ramo- nologías. Este acontecimiento está introduciendo nuevas con-
net, 1997). En España, además, el progresismo de los "pro- tradicciones entre el factor capitaly el factor trabajo. Los nuevos
gres" —valga la redundancia— muchas veces está asociado a avances científicos en el desarrollo de las fuerzas productivas
nuevas formas de neoconservadurismo socio-económico. Con obligan a u n a nueva cultura empresarial y sindical y fuerzan a
determinados componentes culturales se encubre en más de replantear las relaciones sociales de producción de u n m o d o
u n a ocasión el rechazo de políticas de solidaridad y de cambio nuevo. H a b r á q u e anticiparse a los efectos previstos p o r este
social profundo que afectarían al bienestar económico de u n a inmenso cambio q u e culminará en la creación d e u n nuevo
nueva pequeña-burguesía narcisistamente progresista. El pro- m o d o de producción. Dichos efectos tienen que ver con las
gresismo, que n o es otra cosa que radicalismo liberal, p u e d e actividades exportadoras y de intercambio comercial, las po-
ser u n a forma sutil de vaciar de identidad y contenido al so- líticas ocupacionales y el tiempo de trabajo.
cialismo que, n o lo olvidemos, es algo más que liberalismo. c) La política de empleo basada en la flexibilización del mercado
de trabajo. Este tipo de política —sobre la q u e existe bastante
consenso entre las direcciones políticas de partidos europeos
PROBLEMAS DEL FIN DE SIGLO, DESAFÍOS PARA LA IZQUIERDA de distinto signo— crea u n a u m e n t o de la precarización d e
las condiciones de trabajo y acrecienta el dualismo ya existen-
La problemática social de este fin de siglo se desarrolla en te en el m u n d o de los trabajadores.
u n escenario bien concreto, el del capitalismo como sistema- d) Las nuevas dificultades para el Estado del Bienestar. La nue-
m u n d o . Y especialmente se desenvuelve en u n m o m e n t o de va pirámide de edades en las sociedades de capitalismo avan-
agudización de las contradicciones de este sistema. Conside- zado, la actual dinámica económica de crecimiento sin au-
ro que, en la coyuntura histórica en la que nos encontramos, m e n t o sustancial de e m p l e o , las d e m a n d a s de más servicios
los problemas fundamentales q u e h a d e afrontar cualquier sociales, la expansión de u n a cultura cívica contraria al incre-
tipo d e izquierda que tenga c o m o fin el disminuir la injusti- m e n t o de los impuestos, el déficit público acumulado, la polí-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

tica europea de convergencia económica y el auge del neoli- tencia de la paz después de la caída del m u r o de Berlín. La con-
beralismo están p o n i e n d o en crisis el Estado del Bienestar, tinuidad de u n elevado gasto militar y la débil —por no decir
cuya crisis fiscal ya fue anunciada hace más de u n decenio. inexistente— reconversión civil de las grandes industrias mili-
e) El deterioro medioambiental y la producción antiecológica. El tares obligan a considerar la militarización de las relaciones
deterioro de la capa de ozono, la desertización y deforestación internacionales como u n o de los grandes problemas del mo-
crecientes y el galopante a u m e n t o de la contaminación son mento. Según el Informe sobre desarrollo humano 1997'del PNUD,
algunos de los indicadores de este problema. Nos encontra- el gasto militar m u n d i a l es de u n millón y m e d i o de dólares
mos ya "más allá d e los límites del crecimiento". La tardanza por minuto. Hay que tener en cuenta que toda la ayuda oficial
en la adopción de medidas está multiplicando la catástrofe. al desarrollo anual de los países de la OCDE equivale al gasto
N o se trata de abordar sólo los temas relativos a la ecología militar realizado por éstos durante cuarenta y ocho días.
de la calidad de vida sino, sobre todo, de incidir en las causas i) La irrupción de la mujer como sujeto social y no como objeto
q u e provocan la antiecología de la pobreza. doméstico. Todavía n o se h a n sacado todas las consecuencias
f) El localismo del sindicalismo y el internacionalismo del capita- de este f e n ó m e n o social. Es necesaria u n a "feminización" de
lismo. La ausencia de u n a estrategia de acción sindical interna- la política y de la vida social que, por supuesto, va m u c h o más
cional dificulta la resolución de problemas propios de u n a allá de la presencia física de mujeres en puestos d e respon-
economía mundializada. sabilidad y q u e requiere q u e las propias mujeres elaboren
g) La integración de los trabajadores en la cultura del "americanis- una nueva cultura teórica y práctica diferente a la masculina
mo". La disociación entre reivindicaciones laborales y u n a cul- dominante.
tura diferente a la capitalista dominante dificulta ir creando u n j) La manufactura del analfabeto secundario y la producción del
tipo de sociedad distinta a la existente en los países de capitalis- idiota colectivo. En cada época se fabrica u n tipo de ciudadano
m o avanzado. Como ya afirmaba Gramsci, el "americanismo" medio, para lo cual se necesita instituir u n a específica cultura
(el modelo estandarizado de vida propio de Estados Unidos) de masas en la vida cotidiana, u n a determinada opinión públi-
es la fase superior y más refinada del capitalismo, en la medida ca y unas finalidades y expectativas vitales colectivas que uni-
en que este sistema n o sólo penetra e invade el m u n d o de la formicen las conductas, las actitudes y los comportamientos.
economía, sino también el de la antropología colectiva, confi- El consumo masivo de ciertos productos audiovisuales ofreci-
g u r a n d o necesidades y demandas centradas en el consumo de dos p o r algunos medios de comunicación está c r e a n d o u n a
bienes prototípico de la pequeña burguesía. Este h e c h o es el ciudadanía bastante idiotizada p o r d e t e r m i n a d a s temáticas
que permite hablar de u n aburguesamiento cultural — n o eco- que aparecen en concursos, películas, revistas, canciones, mo-
nómico— de amplios sectores de trabajadores y es el que esta- das, etc. Este hecho se refleja en la creciente despolitización,
blece el consenso social básico que permite la reproducción el escaso asociacionismo, el bajo nivel de cultura crítica —in-
de lo existente e impide el triunfo de determinadas alternati- cluso entre los universitarios—, la trivialización del diálogo y
vas. Por eso es tan importante difundir u n a antropología que la conversación social, etc. El aumento de instrucción técnica
haga posible el surgimiento de un sujeto postburgués que se si- y profesional p u e d e coexistir con u n alto índice de analfabe-
túe en las antípodas de la cultura del "americanismo". tismo secundario (saber instrumental con bajo nivel de cultu-
h) El militarismo persistente. La extensión de múltiples guerras ra crítica). Este tipo de ciudadanía dificulta la construcción
locales sostenidas, entre otras causas, por un comercio inter- de los sujetos q u e h a n de llevar adelante el nuevo ciclo del
nacional de armas estimulado por los países del norte y poco socialismo. Especialmente la despolitización d e los jóvenes
controlado internacionalmente p o n e en entredicho la consis- es de u n a gravedad extrema.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

son ciclones q u e dificultan la expansión del aire de la ética


del c o m p r o m i s o como sentido moral de la vida. Los funda-
PROPUESTAS DE ACCIÓN PARA I A. IZQUIERDA m e n t o s para este peculiar sentido moral son múltiples y van
a ser a b o r d a d o s e n otros capítulos de este libro. Permíta-
La izquierda siempre se ha reconstituido a través de prác- seme, d e entrada, u n a cita de u n libro mío para ilustrar esta
ticas sociales, culturales, políticas y económicas que iban a la p r i m e r a p r o p u e s t a que tiene q u e ver con el fondo de todo
raíz de los problemas básicos y esenciales que existían en cada lo demás q u e sigue: la creación del sujeto personal, del mi-
m o m e n t o histórico. Evidentemente, en la actual coyuntura litante, dispuesto a luchar por u n d e t e r m i n a d o tipo de so-
es muy difícil acertar en las medidas a adoptar. U n a veces por- ciedad:
que la complejidad de los problemas es enorme, otras p o r q u e
n o existen condiciones objetivas ni subjetivas para realizar Hay que poner las bases para impedir que prosiga la crisis
determinadas políticas. de militancia. El iluminismo voluntarista y el derrotismo catas-
Las propuestas de acción q u e a continuación voy a for- trofista son infecundos. Tampoco vale el "todo o nada" en po-
mular parten del reconocimiento de las dificultades y resis- lítica. Hay que pasar a una nueva fase basada en la lucidez en
tencias existentes y constituyen sólo aportaciones para u n los análisis, en el impulso ético desconectado del número de
debate colectivo. Eso sí, creo que p e r t e n e c e n al m u n d o de éxitos conseguidos y en la convicción de que a pesar de todo
lo realizable aquí y ahora, y n o son meros elementos para queda mucha realidad social para ser transformada. Si dicha
construir las nuevas utopías que orienten nuestro futuro, transformación es difícil sin esfuerzo, es imposible sin com-
p o r más necesarias q u e éstas sean. promiso socio-político. El refugio en el egocentrismo o la soli-
daridad activa mediada por la acción socio-política es el dile-
ma existencial ineludible que toda persona ha de resolver.
Refundar el sentido moral de la vida Para huir del catastrofismo y del desencanto que llevan a la
desde la militancia socio-política inhibición hay que recordar que el movimiento obrero ha pa-
sado por épocas de reflujo y derrota mayores que ésta y, si ha
Obsérvese que n o afirmo q u e se fundamente el sentido pervivido, se ha debido a las convicciones profundas de muchos
moral de la vida en la militancia socio-política, sino desde ella. hombres y mujeres que creyeron que la persistencia de las in-
Esta precisión es sumamente importante, pues m u c h o s dua- justicias era una motivación más fuerte para seguir en la bre-
lismos entre vida privada y vida pública y muchos cinismos y cha que effracaso y la impotencia asociados a las batallas per-
escepticismos están asociados a u n a antigua fundamenta- didas en la lucha contra esas injusticias. (Díaz-Salazar: 1990,
ción unidimensional de la vida en la militancia socio-política, 304-305).
de la cual hoy se reniega.
Debemos volver a proclamar la ética del engagement (com- La ética de la responsabilidad y la implicación con lo q u e
promiso) . Conviene n o olvidar aquella afirmación de Grams- acontece en la vida social es esencial para hacer u n a nueva
ci: "Odio a los indiferentes... vivir significa ser partisano (com- política que vaya m á s allá de la administración de lo existen-
batiente) ". Ciertamente, la lluvia que ha caído h a sido mucha te. Hay que crear c e n t r o s de educación moral y política e n
c o m o para volver a esta ética c o m o si n a d a h u b i e r a pasado esta línea. Es ilustrativo que el Gramsci d e los "consejos de
en el á n i m o de muchas gentes q u e tienen calada la profun- fábrica" fuera t a m b i é n el creador e impulsor del "Club d e la
didad más h o n d a de su alma. Los nuevos climas culturales vida moral" entre los jóvenes obreros de Turín.

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I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Las políticas d e inmigración

La práctica de un internacionalismo solidario La práctica del internacionalismo solidario tiene además


u n ámbito más cercano: las políticas de inmigración y la pro-
Considero q u e el indicador principal para medir la au- tección de los derechos y la dignidad de los trabajadores ex-
tenticidad de u n d e t e r m i n a d o proyecto d e izquierda es ver tranjeros en Europa. Las políticas de inmigración existentes,
la práctica internacionalista q u e contiene. Hasta ahora la iz- después de los acuerdos de Schengen, son u n valioso indica-
quierda, salvo escasas excepciones, sólo ha sido retórica- dor de la dictadura de las democracias europeas que se convier-
m e n t e internacionalista. U n a de las principales prioridades ten en Estados policiales militarizados, reprimiendo la búsque-
de la izquierda en Occidente h a de ser la problemática de da de derechos y libertades básicos y fundamentales. Muchos
los países empobrecidos del sur. Todos los problemas del ciudadanos y dirigentes políticos, que todavía tienen fresca en
m u n d o occidental son absolutamente secundarios compa- su memoria la imagen de las persecuciones policiales efec-
rados con los de la inmensa mayoría de la h u m a n i d a d , ese tuadas por la dictadura del general Franco, se q u e d a n imper-
80 p o r ciento que sólo dispone del 20 por ciento de la rique- térritos y hasta apoyan la persecución y expulsión de unos
za m u n d i a l y que, en grandes porcentajes, n o tiene satisfe- ciudadanos que p o n e n encima de nuestra sociedad la autén-
chas las necesidades básicas. Téngase en cuenta que todos tica realidad de nuestro m u n d o . En el sur de España se está
los habitantes d e la U n i ó n Europea, Estados Unidos, Cana- realizando la política sucia de Europa, levantando militarmen-
dá y J a p ó n sólo constituyen el 13 p o r ciento de la población te u n nuevo m u r o de la vergüenza que va a llegar a ser m u c h o
mundial. p e o r q u e el de Berlín.
Se trata, pues, de diseñar nuestro modelo de producción y La respuesta, hasta ahora, n o lleva a incidir en las causas
consumo teniendo en cuenta, ante todo, las necesidades de la profundas de estas migraciones socio-económicas, sino a cons-
inmensa mayoría de la humanidad. La práctica del internacio- truir E u r o p a c o m o isla y fortaleza ante éstas. Los dirigentes
nalismo solidario tiene muchas vertientes tanto a nivel de Es- políticos n o son conscientes de los mecanismos internaciona-
tado como de sociedad civil. Hay también mínimos y máxi- les de e m p o b r e c i m i e n t o q u e h a n creado u n a b o m b a impre-
mos. Para empezar, cumplir los requerimientos de Naciones sionante: los 1.000 millones de parados en el sur (informes d e
Unidas sobre el destino del 0,7 p o r ciento del PNB para co- la OIT), u n a cantidad prácticamente equivalente a la de toda
operación para el desarrollo. N o basta, desde luego, con in- la población del n o r t e (1.178 millones).
crementar la cantidad; sobre todo, hay que adoptar u n a polí- Es necesario q u e los trabajadores inmigrantes en E u r o p a
tica de cooperación internacional de calidad, capaz de incidir tengan los mismos derechos que los trabajadores autóctonos.
en los mecanismos que causan el subdesarrollo. Para ello se necesita la acción de los sindicatos entre éstos.
Sin embargo, las políticas de cooperación n o dejan de ser Pese a los problemas y contradicciones q u e p u e d a provocar,
un "parche" a u n inmenso problema. Lo decisivo es diseñar defiendo u n a política d e mayor apertura a los trabajadores
a nivel e u r o p e o y mundial una política de reducción, rene- extranjeros. Frente a quienes afirman q u e esto p u e d e crear
gociación o condonación de la d e u d a externa y establecer oleadas de racismo y xenofobia, afirmo q u e n o se p u e d e en-
mecanismos de apoyo a los productos de los países pobres cubrir la xenofobia socio-económica r e a l m e n t e existente
del sur d e n t r o del comercio internacional. con políticas represivas q u e sólo buscan m a n t e n e r islas d e
privilegiados, a u n q u e tengan la dimensión de u n continen-
te. La represión d e los más pobres para m a n t e n e r el nivel d e

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I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

bienestar de los más ricos constituye el corazón de la derecha El Manifiesto Ecosocialista h a recogido esta problemática
conservadora de todos los tiempos. El dilema n o p u e d e ser xe- con suma lucidez: "Si el consumo energético por persona al-
nofobia y racismo o política de inmigración represiva. Ysi éste canzara para u n a población mundial de 6.000 millones de se-
es el dilema real, ésta es la expresión suprema de la miseria res humanos, el de Estados Unidos, haría falta disponer inme-
de Occidente. Nadie debería contribuir a crear u n a fortaleza diatamente de diez veces más kilowatios térmicos de los que
económica llena de miseria moral respecto a la inmensa ma- hoy se consumen. En menos de u n siglo, suponiendo u n a po-
yoría de la humanidad. U n a izquierda coherente debe defen- blación constante, se agotarían las reservas de carbón, inclui-
der u n a política abierta de inmigración —siendo consciente das las supuestas pero n o probadas todavía. Las de petróleo se
de las múltiples contradicciones que ésta creará— como estra- agotarían en dieciocho meses. La atmósfera seguramente n o
tegia para p o n e r a las sociedades civiles de Occidente ante el resistiría el impacto". (En Antunesy otros: 1991,31).
gran y principal desafío del fin de siglo: el veloz crecimiento de Todos estos datos demuestran que nuestro m o d e l o de de-
la pobreza en la mayor parte de los países de la Tierra. La for- sarrollo es ecológica y h u m a n a m e n t e injusto, pues es depre-
m a más eficaz a medio plazo de frenar las oleadas migratorias dador y antiigualitario. U n a política económica de izquier-
es la de establecer políticas intensivas de solidaridad interna- das tiene que empezar por plantearse el tema de los fines de
cional que incidan en los mecanismos endógenos y exógenos la economía, la relación entre lo q u e se p r o d u c e y las necesi-
q u e crean la pobreza que obliga a la emigración. dades h u m a n a s fundamentales, el impacto medioambiental
de su producción, el tipo de consumo que alienta. Estas cues-
tiones de filosofía y ética de la economía son profundamen-
La regulación ecológica de la producción y del consumo te prácticas y deberían formar parte de las plataformas d e
reivindicación sindical. Ello requiere la ecologización e in-
El sistema capitalista realmente existente n o sólo se basa ternacionalización de la acción sindical, la austeridad en el
en u n m o d o de producción que provoca el deterioro del me- consumo, la búsqueda de nuevas fuentes de energía limpia,
dio ambiente, sino q u e crea u n m o d e l o de desarrollo que n o la reconversión de la industria más antiecológica —piénsese
es universalizable ni extensible a la mayoría de los países de en el problemático sector del automóvil— y el control de las
la Tierra. Entre otras cosas porque este modelo se apropia el empresas contaminantes. Sin u n importante cambio en los
consumo de energías limitadas de u n m o d o injusto. hábitos de consumo de la mayoría de los países ricos n o es
Los países ricos del norte, que n o llegan a representar ni posible la regulación ecológica de la economía.
siquiera u n a cuarta parte de la población mundial, consumen
la mayor parte de las materias primas y energías mundiales.
A finales de la década de los ochenta J a p ó n tenía u n consumo La profundización de la democracia
d e energía per cápita que triplicaba el de toda África. También
a finales de esa década el consumo de fertilizantes en Europa Todos los q u e h e m o s e x p e r i m e n t a d o la existencia d e so-
occidental y meridional era cinco veces mayor que el de toda ciedades reprimidas p o r gobiernos dictatoriales o autorita-
América Latina. Estados Unidos, con sólo un 4 p o r ciento de rios amamos con u n a especial intensidad el r é g i m e n d e m o -
la población mundial, consume el 40 p o r ciento d e los recur- crático parlamentario. N o p o d e m o s , sin e m b a r g o , ignorar
sos naturales del m u n d o y emite el 50 p o r ciento del C 0 2 la profunda crisis p o r la q u e atraviesa la democracia parla-
(dióxido de carbono), máximo responsable del efecto inver- mentaria. En los países del norte, la crisis está provocada
n a d e r o y de los cambios climáticos. p o r u n vaciamiento real del p o d e r de los Parlamentos ante

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

diversos poderes corporativos, p o r el mal funcionamiento pacios de educación y adiestramiento para la participación, etcé-
i n t e r n o de los Parlamentos y p o r el distanciamiento e n t r e la tera. Esta es la mejor forma d e ir creando u n a sociedad civil socia-
dinámica parlamentaria y los avatares de la sociedad civil. lista diferenciada del modelo liberal de sociedad civil que, en la
En los países del sur, la crisis está asociada a la incapacidad práctica, viene a n o ser otra cosa que u n a sociedad corporativa.
de satisfacer las d e m a n d a s de las mayorías populares y a la Lo que defiendo es que se realice la democracia en su in-
falta de articulación entre las organizaciones sociales y los tegridad, es decir, que los ciudadanos sean realmente sobera-
debates parlamentarios; p o r n o hablar de las diversas for- nos, que sean sujetos de construcción de la ciudad y n o "ciu-
mas d e c o r r u p c i ó n q u e deslegitiman a los políticos en am- dadanos siervos"; que sean capaces de someter todo p o d e r
bos hemisferios. Esta crisis de la democracia parlamentaria con mayores o m e n o r e s niveles de despotismo mediante su
se ve agudizada p o r la propia de los partidos políticos como implicación en la transformación democrática de todos los'
instancias de representación de intereses y como formas de ámbitos de la producción, la administración, la educación, la
organización de participación social. atención al otro, el ocio, etc. Desgraciadamente, la izquierda
Ambas crisis están provocando el deterioro de lo político tiene u n vicio de origen: su excesivo estatalismo. El sectaris-
en la opinión pública. En España y en otros países de nuestro m o ideológico q u e h a a c o m p a ñ a d o a los diversos sectores de
e n t o r n o , la política es lo menos valorado por los ciudadanos la izquierda en su desarrollo histórico impidió captar e inte-
en todas las escalas de valores de todos los grupos de edad. grar la parte de verdad existente en la teoría anarquista del
Además, los políticos profesionales y los partidos aparecen p o d e r y los planteamientos gramscianos sobre las relaciones
también en el último lugar en las escalas de opinión pública entre Estado y sociedad civil.
sobre instituciones y profesiones. Este desprecio social está
alentando u n a cultura cívica que mina peligrosamente las ba-
ses sociales de la democracia. Nos encontramos ante una ar- La perestroika de O c c i d e n t e
trosis de la democracia en los países del norte y ante u n a demo-
cracia vacía en muchos países del sur que tienen estructuras A la izquierda le c o m p e t e realizar lo q u e p o d r í a m o s lla-
políticas formalmente n o dictatoriales, pero profundamente mar la perestroika de Occidente. El desarrollo político de los paí-
autoritarias en la práctica. ses occidentales con democracia parlamentaria h a terminado
creando un curioso producto: u n a combinación de democra-
cia política institucional con semidictadura económica y de-
La democracia expansiva modictadura ideológico-cultural.
La democracia política padece artrosis, carece de dinamis-
La salida de esta crisis pasa por la generación de u n a demo- mo expansivo y cada vez más se reduce a la práctica del sufra-
cracia expansiva, lo cual implica u n a democratización mayor de gio universal y a la a c c i ó n de las instituciones estatales. De
muchas instituciones y aparatos del Estado y, sobre todo, una hecho se ha establecido u n reduccionismo peligroso: d e m o -
democratización de todos los ámbitos de la sociedad civil (em- cracia es igual a aparatos e instituciones estatales legitimados
presas, municipios, centros escolares, etc.) en los que transcurre por el sufragio universal y a pluralismo de opinión pública y
la vida cotidiana de los ciudadanos. Esta democratización re- medios de comunicación.
quiere crear plataformas de participación social en todos los ám- Hablo de s e m i d i c t a d u r a en la esfera económica, p o r q u e
bitos de la vida social, establecer u n permanente diálogo con ciertamente la acción d e los sindicatos y una nueva cultura em-
las organizaciones y movimientos de la sociedad civil, crear es- presarial ha permitido l a existencia de libertades y d e r e c h o s

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LA IZQUIERDA y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

laborales muy i m p o r t a n t e s en los centros de trabajo. Ahora en el ámbito de la política, la e c o n o m í a y la cultura. U n a de


bien, hay ámbitos de la esfera económica en los que de h e c h o las señas de identidad que mejor especificarían el rostro y el
rige u n a dictadura práctica que ni la acción sindical ni la volun- q u e h a c e r de la izquierda, hoy, sería precisamente el de que-
tad política p u e d e n controlar o regular. El capitalismo como rer construir más democracia en todos los sectores d e la so-
sistema tiene c o m p o n e n t e s dictatoriales muy profundos p o r ciedad civil y del Estado.
lo que se refiere a la propiedad, la inversión, la acumulación En esta ocasión quisiera centrarme en u n o de estos ámbi-
d e beneficios, la organización del trabajo, etc. La precariza- tos, el d e la democracia económica, q u e es el q u e a mi e n t e n d e r
ción de los mercados d e trabajo, las políticas ocupacionales mejor verifica la autenticidad de la democracia política. Con-
respecto a los jóvenes y los esfuerzos para flexibilizar más y sidero que la democracia económica p u e d e ir t o m a n d o cuerpo a
más las relaciones laborales p u e d e n acrecentar e intensifi- través de la toma de decisiones que favorezcan la democracia in-
car esos c o m p o n e n t e s . dustrial en los centros de trabajo (pienso, sobre todo, en medi-
En el ámbito ideológico-cultural, con el término " d e m o das que protejan la acción sindical en las pequeñas y medianas
dictadura" quiero hacer referencia a la siguiente realidad: evi- empresas y en leyes o acuerdos que faciliten la participación
dentemente, en Occidente hay una oferta cultural e ideológica de los trabajadores en la organización de las condiciones de
muy plural, la represión de opiniones de todo tipo práctica- trabajo y de la producción).
m e n t e n o existe, los sistemas de enseñanza integran cada vez Otro instrumento esencial para realizar la democracia eco-
a mayor n ú m e r o de personas, etc. Sin embargo, el capitalis- nómica es la creación de fondos de inversión para la creación de em-
m o en su dimensión cultural ha sabido crear u n a sofisticadísi- pleo en las empresas, lo q u e conlleva la abolición de las horas ex-
m a industria ideológica con u n a capacidad de manipulación traordinarias y el destino d e una gran parte de los beneficios
y configuración de la cultura de masas —de u n m o d o aparen- empresariales y de los aumentos salariales a la lucha contra el
temente n o represivo— como pocos sistemas aparecidos en desempleo. La creación de fondos de inversión para la creación de
la historia. Su triunfo se ha debido, como ya intuyó Gramsci empleo debe ser u n a de las señas de distintividad de la izquier-
en su día, a su hegemonía cultural, a su capacidad de crear da y no puede ser u n a propuesta que se apoya desde fuera y su
u n a ideología de masas y, sobre todo, a la creación de u n a an- posible realización se deja al acuerdo previo entre patronal y
tropología colectiva afín a su m o d o de producción y a su dise- sindicatos. Es éste un m é t o d o de vaciamiento de la política y
ñ o del p o d e r social. Este proyecto de hegemonía cultural ne- de viciamiento de los procesos electorales. La reactivación de
cesita fabricar analfabetos secundarios y lo hace mediante la la política requiere la propuesta de medidas concretas y radi-
creación de u n a importante industria cultural de ocio, unos cales ante los electores p a r a dotar de legitimidad a la toma de
sistemas de enseñanza cada vez más tecnocráticos, u n a mo- decisiones que puedan ir contra los intereses de aquellos gru-
nopolización de las empresas periodísticas y televisivas por pos que obstaculizan la democracia económica. Los intentos
poderes industriales y financieros, u n uso teledirigido de las de la izquierda francesa e italiana para devolver la soberanía
sofisticadas técnicas de publicidad, etc. popular a la política y adoptar por ley determinadas medidas
relacionadas con la reducción de la j o r n a d a y el reparto del
(iempo de trabajo son bastante elocuentes. (Carrieri: 1997).
Democracia económica La potenciación del sector de la economía sociales también
imprescindible para ir articulando la democracia económi-
Ante esta realidad, una de las principales tareas q u e le in- ca. Hay que multiplicar apoyos financieros, legislativos y téc-
c u m b e n a la izquierda es la de profundizar la democracia nicos para que p u e d a n sostenerse y, sobre todo, extenderse

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

todo tipo de cooperativas de trabajo asociado, sociedades anó- D e n t r o de esta búsqueda de nuevas políticas ocupaciona-
nimas laborales, cooperativas industriales del tipo de Mon- les creo que hay que orientarse en la experimentación, a ni-
dragón, iniciativas locales d e empleo alentadas p o r Ayunta- vel e u r o p e o , de la propuesta "trabajar m e n o s para trabajar
mientos y ONG, talleres ocupacionales, etc. todos". Hay que reducir la j o r n a d a y repartir el tiempo de
Finalmente, la democracia económica exige unafiscalidad trabajo. Existen diversas versiones para llevar a cabo esta pro-
más justa y progresiva que grave más a las grandes fortunas, a puesta (Aznar: 1996). N o se trata, desde luego, de precarizar
los altos salarios y a las familias en que trabajan ambos cónyu- aún más el trabajo, sino de iniciar u n nuevo m o d e l o laboral y
ges. La evidente crisis fiscal del Estado del Bienestar exige u n h u m a n o en q u e se c o m b i n e n de otro m o d o tiempo de trabajo
gasto público más racional, pero también u n a mayor solidari- y tiempo de ocupación no laboral. Ello exige sacrificios en el ni-
dad ciudadana con aquellos sectores que más necesitan la in- vel salarial, p e r o también en el empresarial. Ysobre todo, im-
tervención del Estado; la vía del a u m e n t o de la fiscalidad en plica u n a nueva relación entre planificación y mercado para
u n Estado que administre bien los fondos públicos es u n a de controlar los precios de los bienes básicos. Requiere, desde
las mejores expresiones de la solidaridad. La izquierda n o luego, u n estilo de vida m e n o s consumista y toda u n a serie
p u e d e quedar atrapada por la lógica conservadora de la re- de servicios sociales de orientación socio-cultural.
ducción de impuestos ni por las demandas de u n a sociedad Los sindicatos y la Izquierda política deberían apostar deci-
civil corporativa e hipócrita q u e quiere combinar más Estado didamente por este modelo en sus propuestas de lucha contra
del Bienestar con menos impuestos fiscales. Ahora bien, la le- el paro. Ellos deben alentar la investigación concreta de la via-
gitimidad de la izquierda en este ámbito requiere grandes bilidad de este modelo, de las resistencias que hay que vencer
dosis de destreza y eficiencia en el uso de los recursos públi- y de las medidas prácticas que hay que tomar a corto, medio y
cos y u n a e n o r m e austeridad y honestidad en el gasto público largo plazo.
institucional.
La reducción de la j o r n a d a laboral y el reparto del tiempo
de trabajo p u e d e n ofrecer a la izquierda u n nuevo camino
para realizar u n o de los principales objetivos históricos del
La lucha contra el paro, movimiento obrero: la progresiva abolición del tiempo de tra-
la reducción de la jornada y el reparto del trabajo bajo. Esta lucha p u e d e ayudar a la izquierda a reencontrar su
identidad. Frente al objetivo clásico de la colectivización de la
La izquierda debe asumir que debido a la gran revolución economía y la supresión de la propiedad privada, el objetivo de
tecnológica aplicada al m u n d o de la producción es imposi- la participación en la democratización de los centros de tra-
ble acercarse a u n a política de pleno empleo, tal como con- bajo (organización de las condiciones de trabajo y destino de
cebimos éste en la actualidad. La experiencia de los últimos beneficios a fondos de inversión para creación de empleo).
años nos está e n s e ñ a n d o que el crecimiento económico ya Frente a la abolición del Estado, la creación de u n a sociedad
n o crea las mismas tasas de empleo que en otras épocas. Ni civil socialista q u e incluya entre sus reivindicaciones la pro-
reactivando la economía, ni flexibilizando el m e r c a d o de gresiva reducción del tiempo de trabajo y se prepare para u n
trabajo, ni m o d e r a n d o los salarios p u e d e llegarse al pleno uso culturalmente creativo de ese tiempo liberado.
e m p l e o . Hay q u e sacar todas las consecuencias de este nuevo Estas propuestas d e b e n ir acompañadas d e presiones sin-
desarrollo de las fuerzas productivas y empezar a diseñar po- dicales y políticas a nivel internacional para q u e se mejoren
líticas ocupacionales —que van más allá de las clásicas políti- las condiciones d e trabajo de los obreros y campesinos d e
cas de e m p l e o — radicalmente innovadoras. (Gorz: 1996). los países del sur.

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LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

misividad respecto al i n c u m p l i m i e n t o de las n o r m a s esen-


ciales de la O I T en el o r d e n a m i e n t o laboral de m u c h o s paí-
La creación de un espacio social europeo ses del sur. Estos h e c h o s están favoreciendo y a l e n t a n d o
u n a loca carrera p o r la competitividad a cualquier precio
Determinadas propuestas de la izquierda sólo p u e d e n rea- que es muy d a ñ i n a para la construcción del espacio social
lizarse si el e n t o r n o e u r o p e o decide llevarlas a cabo. Dada la europeo.
interdependencia económica, n o es posible que un solo país
opte por u n a determinada política de izquierdas sin el acom-
p a ñ a m i e n t o del resto de los países. Esto es muy claro, p o r El desarrollo de la E u r o p a social
ejemplo, en los temas de la reducción de la j o r n a d a y del re-
parto del tiempo de trabajo. Por eso es imprescindible euro- Existen dos instrumentos que deben ser activados con ma-
peizar la acción política y sindical. yor intensidad para impulsar el desarrollo del espacio social
Las decisiones colectivas tomadas en los órganos deciso- europeo. Me refiero a la Carta Comunitaria de los Derechos Socia-
rios de la Unión Europea limitan los márgenes de maniobra les de los Trabajadores y al Protocolo Social que acompaña al Tra-
de las izquierdas nacionales. Es, por ello, determinante saber tado de Maastricht. En ambos textos se establecen principios
incidir adecuadamente en la construcción de la nueva Euro- muy importantes como los relativos a los salarios justos, la me-
pa. Hay que distinguir entre la construcción económica, la jora de las condiciones de trabajo, la protección social de los
construcción política y la construcción social de Europa. Has- excluidos sociales, la igualdad de trato de hombres y mujeres,
ta ahora hay u n predominio de la construcción económica la información, consulta y participación de los trabajadores
sobre la política y un e n o r m e déficit en la construcción so- e n las empresas, la protección de la salud y la seguridad en el
cial, p o r ello es urgente crear u n espacio social europeo que trabajo, etc. Sería necesario aplicar estos principios p o r vía d e
sea el que rija y oriente la construcción económica; es decir, directivas vinculantes, especialmente en dos ámbitos: las con-
lo contrario de lo que se está haciendo hasta ahora. diciones laborales de los trabajadores con contratos preca-
La construcción de la Unión Europea debería ser un expe- rios o eventuales y la información, consulta y participación de
rimento mundial de gobierno político de la economía para impe- los trabajadores en las empresas. Desgraciadamente, los Go-
dir que prosiga el actual gobierno económico de la política. Desgra- biernos europeos están desactivando las potencialidades con-
ciadamente, n o es ésta la tendencia dominante y predomina tenidas tanto en la Carta como en el Protocolo Social. El futuro
u n discurso de la flexibilización y de la desregulación, conec- d e la construcción europea pasa por la incorporación de crite-
tado con la necesaria competitividad internacional que, en rios de convergencia social (gasto social, tasa de paro, etc).
p u r a lógica y en última instancia, p u e d e llevar a la "taiwaniza- La creación del espacio social e u r o p e o r e q u i e r e europei-
ción" más o menos intensa de Europa. z a r la acción sindical. L a m e n t a b l e m e n t e , los sindicatos n o
La carencia, a nivel mundial, de u n gobierno político de h a n estado a la altura de las circunstancias y todavía siguen
la e c o n o m í a y de las condiciones d e trabajo provoca u n prisioneros de u n a lógica local y nacional. Hay q u e seguir
"dumping social" internacional q u e sólo p u e d e ser evitado luchando p o r la creación de comités de empresa e u r o p e o s y
c o n u n a universalización de las conquistas sindicales euro- d e comités sindicales europeos de sector capaces de t e n e r
peas y con u n control político democrático d e las empresas u n a plataforma d e acción sindical c o m ú n , especialmente
multinacionales. Nos encontramos en un m e r c a d o m u n d i a l e n lo referente a la reindustrialización y al r e p a r t o del tiem-
n o regulado desde instancias políticas. Existe u n a gran per- p o de trabajo.

3G 37
LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

U n a Europa social requiere u n mayor presupuesto comu- y c o n d e n a d o a la marginación y a la pobreza. Este tercio es
nitario y u n a u m e n t o de los Fondos de Cohesión y de los Fon- minoritario respecto a los otros dos tercios en los que están
dos Estructurales destinados al desarrollo de las regiones más incluidos todos los integrados, a u n q u e sea desigualmente, en
desfavorecidas. Políticamente Europa necesita u n Parlamen- la sociedad de bienestar; desde los trabajadores con ingresos
to con más poderes para, entre otras cosas, impedir casos de que les p e r m i t e n generar un a h o r r o familiar hasta la gran
dumping social como el de la empresa Hoover(que cerró su oligarquía. La política se hace en función de estos dos tercios
fábrica en Francia para trasladarla a Escocia por u n sustancial integrados y deja de lado los problemas de ese tercio de ex-
abaratamiento de los salarios) e impulsar una política fiscal ar- cluidos sociales. C o m o p o d r á verse en próximos capítulos,
monizada que evite la "desfiscalización competitiva". Para ello esta cuestión es central en el desarrollo del libro.
hay q u e crear una Hacienda Pública Europea con capacidad Hay que potenciar la inserción social de los pobres, mar-
redistributiva. ginados y excluidos sociales a través de políticas activas de sa-
Este espacio social debe ser solidario internacionalmente lario social o rentas de inserción. Para superar el posible asisten-
a través de la potenciación de las políticas de cooperación cialismo en el q u e p u e d e n sucumbir dichas políticas habría
para el desarrollo, la defensa de los intereses de los países po- q u e extender experiencias como las realizadas en Navarra
bres dentro de la Organización Mundial del Comercio y la en t o r n o al llamado "salario social s u d a d o " y la "empresa so-
práctica de u n a política exterior común que impulse los pro- cial marginal" (el m o d e l o de empresa para excluidos socia-
cesos d e democratización y respeto de los derechos h u m a n o s les desarrollado p o r los "traperos de Emaús"), así como el
cooperativismo laboral de personas en paro alentado y soste-
en m u c h o s países del sur.
nido por Caritas y otras asociaciones desde hace años con re-
sultados y experiencias sumamente interesantes.
La lucha contra las nuevas y tradicionales La lucha contra la pobreza y la marginación requiere la
formas de pobreza, marginación y exclusión social profundización (y n o el desmantelamiento o la reducción)
del Estado del Bienestar con u n a armónica articulación de
L a producción capitalista de nuevas formas de pobreza y la iniciativas públicas y privadas y con u n mayor protagonismo
persistencia de las formas tradicionales de marginación y ex- de sus receptores. La finalidad última del Estado del Bienes-
clusión social obligan a la izquierda a ampliar sus objetivos de tar n o p u e d e ser exclusivamente la de la extensión de subsi-
l u c h a y a ir más allá de la defensa de los trabajadores. Es ne- dios y ayudas para excluidos sociales, sino la del impulso de
cesario q u e la izquierda supere toda tentación de encerrar- mecanismos para incorporar a todo tipo de pobres y exclui-
se e n lo que podríamos llamar un corporativismo obrero o, lo dos a la dinámica de la vida social c o m ú n .
q u e es peor, en la defensa de u n a "aristocracia obrera". P.
Glotz, ex secretario general del SPD (Partido Socialdemócra-
ta A l e m á n ) y una de las mentes más lúcidas de la izquierda /','/ impulso de una nueva fase pacifista
e u r o p e a , h a llamado la atención sobre el peligro de q u e se
p e r p e t ú e con lacolaboración de la izquierda el actual mode- La militarización d e las relaciones internacionales, la ex-
lo d e sociedad de los dos tercios q u e caracteriza la estructura tensión de guerras en bastantes países, la persistencia de u n
social de la mayoría de los países de capitalismo avanzado. alto gasto militar y el m a n t e n i m i e n t o de u n peligroso arsenal
C o n esta denominación, Glotz hace referencia a la existen- nuclear constituyen u n conjunto d e realidades q u e deberían
cia d e u n terciode la población excluido del bienestar social alentar el impulso de u n a nueva fase pacifista, p u e s la disten-

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38
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

sión este-oeste no ha traído desgraciadamente u n a nueva era se extiende u n a cultura de la violencia, la xenofobia y el ra-
de pa/. Mientras ha desaparecido la posibilidad de u n a "gran cismo.
guerra" entre superpotencias, se han multiplicado las gue-
rras d e n t r o d e países y entre países.
La izquierda tiene que animar y sostener este impulso pa- La potenciación y repolitización
cifista. A nivel internacional hay que profundizar en las técni- del movimiento ciudadano
cas de prevención de conflictos (los errores de la Unión Eu-
ropea en este campo han sido inmensos por lo que respecta La práctica del "pensar globalmente, actuar localmente"
al caso yugoslavo), en las presiones para el diálogo de las par- puede realizarse a través del movimiento ciudadano y de la ac-
tes en conflicto y en la extensión de misiones internacionales ción política en torno a los Ayuntamientos. Hay que subrayar
de pacificación. la importancia política de lo local.
El control internacional de las exportaciones de armas es Todos recordamos el gran papel j u g a d o por las asociacio-
u r g e n t e e imprescindible, pues sigue existiendo u n peligro- nes de vecinos en los albores de la transición. Ellas fueron ex-
so y potente mercado negro q u e necesita activar conflictos celentes canales de participación popular y concientización so-
en diversas zonas. También hay que impulsar u n a reconver- cio-política. La suma'torpeza de las diferentes izquierdas, sus
sión civil de la industria militar y caminar hacia la creación rivalidades, su ignorancia de la construcción de la hegemonía
de ejércitos regionales con u n a mayor coordinación entre sí en la sociedad civil, su incomprensión de la autonomía de los
bajo los auspicios y controles de Naciones Unidas. movimientos sociales llevó al h u n d i m i e n t o de u n a de las ma-
La creación de un dividendo de la paz para el desarrollo yores esperanzas de u n a democracia participativa.
p r o p u e s t a por el PNUD a través de la reconversión de u n a En los últimos años presenciamos un interesante renacer del
p a r t e del gasto militar en gasto social d e b e ser acogida y de- movimiento ciudadano. Unas veces como expresión de luchas
f e n d i d a p o r la izquierda. El PNUD ha logrado cuantificar corporativas concretas y otras como expresión de u n a ciudada-
esta reconversión año por a ñ o hasta el 2000. U n a b u e n a ca- nía responsable, de una izquierda social más o menos sumergida,
nalización de dicho gasto sería suficiente para erradicar, entre que no se resigna a ser un mero objeto de la atención o desaten-
o t r a s cosas, muchas enfermedades q u e multiplican la muer- ción de las administraciones públicas. Este movimiento ciuda-
te e n numerosos países del sur. La objección fiscal a los gastos d a n o es también impulsado, en ocasiones, p o r interesantes
militares como presión para impulsar el desarme para el de- prácticas de asociacionismo local promovidas por Ayuntamien-
sarrollo es u n instrumento muy valioso para d e n u n c i a r la tos democráticos que quieren huir del burocratismo político.
irracionalidad de u n m u n d o q u e tiene recursos suficientes La izquierda, desde los Ayuntamientos o desde la sociedad
p a r a vencer los grandes problemas del subdesarrollo y la mi- civil, debe potenciar este movimiento ciudadano y alentar su
seria y en camlio destina gran parte de los mismos a alimen- autonomía. Las áreas del consumo, las infraestructuras loca-
tar u n inmenso aparato militar, bastante incapaz, p o r cierto, les, los servicios sociales, la vivienda, la educación, el tiempo
d e asegurar la paz o detener determinadas guerras casi tri- libre, la prevención de la drogadicción o la recuperación de
bales. los drogadictos, las iniciativas locales de empleo, el volunta-
L a educación para la paz en los centros de enseñanza, en riado, el comerciojusto, el hermanamiento con movimientos
la familia y en asociaciones de todo tipo es u n o de los mejo- ciudadanos de localidades del sur, etc., son campos de acción
res y más eficaces medios para impulsar el pacifismo en la para crear u n a ciudadanía activa, sujeto político que fortale-
vida cotidiana, especialmente en u n medio juvenil en el que ce y extiende la democracia.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

La política d e los Ayuntamientos p u e d e favorecer la rege- pleo. La izquierda d e b e anticiparse a la aceleración de estos
neración de la democracia, si es capaz de establecer canales procesos y diseñar toda u n a política de servicios sociales en
de participación e información con el movimiento ciudadano. este ámbito, pues de lo contrario el ocio estructural, en vez
de servir para la realización h u m a n a liberada de la pesada
carga del trabajo productivo, p u e d e convertirse en u n a nue-
La extensión de una reforma intelectual va alienación.
y moral de masas La izquierda d e b e plantearse también incidir en los ám-
bitos de la r e p r o d u c c i ó n cultural y moral c o m o la familia, la
Hay que recuperar la tradición del movimiento o b r e r o escuela y la "calle" (el ambiente social público). La cuestión
c o m o movimiento ético y cultural. Gramsci a c u ñ ó el térmi- esencial q u e está detrás de esta tesis es la educación de los ni-
n o reforma intelectual y moralpara afirmar q u e la izquierda n o ños y de los jóvenes, que es distinta al p r o b l e m a de la ense-
sólo es u n a fuerza de cambio político, ya q u e aspira también ñanza a u n q u e g u a r d e relación con éste. No p u e d e plantear-
a u n a transformación moral e intelectual de la sociedad. Es- se u n cambio político y social sustancial sin tener en cuenta
toy p r o f u n d a m e n t e convencido de que sin u n cambio cultu- la socialización d o m i n a n t e en u n a sociedad. En este sentido
ral y moral profundo es imposible la h e g e m o n í a socialista. el vacío de propuestas educativas afines a los valores de fon-
P o r ello creo que la izquierda tiene q u e ser u n movimiento d o de la izquierda es muy p r e o c u p a n t e . Toda generación d e
ético-cultural de transformación de la sociedad civil y de "no m e comas el coco" es u n a generación del "coco recomi-
conquista del poder del Estado y n o u n aparato especializa- d o p o r la nada". ¿Quién educa a nuestros niños y jóvenes en
d o e n alcanzar triunfos electorales a toda costa y a cualquier u n a sociedad en la q u e el tiempo familiar está en la mayoría
precio. de los casos absorbido por el tiempo televisivo y los centros
Existen varias formas de llevar a la práctica la reforma in- escolares están regidos cada vez más p o r u n a lógica de la
telectual y moral de masas q u e aquí p r o p u g n o . La primera mera enseñanza de materias académicas? ¿Quién se ocupa
consiste en el impulso de la cultura popular crítica mediante d e la educación de los llamados "hijos de la calle", cada vez
c e n t r o s de cultura y educación de adultos, jóvenes y niños, a más n u m e r o s o s (fracasados escolares, parados, m i e m b r o s
través de los cuales se difunda u n a conciencia crítica, u n a cul- de familias obreras con poca vivencia de "hogar" por diver-
t u r a de la solidaridad, unos valores distintos a los propios de sas causas)? La izquierda debería ser más creativa e n este
la ideología capitalista. Toda esta tarea necesita incidir en un c a m p o y alentar e impulsar movimientos de educación d e
m u n d o en el que lo audiovisual es u n factor esencial. El papel niños y jóvenes.
y la responsabilidad de los profesionales de los medios de co- Finalmente, para la extensión de la reforma intelectual y
m u n i c a c i ó n social en esta labor es muy importante. moral de masas que propongo son muy importantes dos tipos
Esta educación y cultura popular es imprescindible para de grupos sociales: los que se ocupan de la transformación
a f r o n t a r el reto impuesto p o r la ampliación del tiempo d e personal y los que crean experiencias de vida comunitaria al-
o c i o . Tanto el paro estructural como la reducción de la jor- ternativa. Los primeros tienen que ver con aquellos q u e bus-
n a d a de trabajo Tan a convertir el llamado "tiempo libre" en can el cambio de la interioridad, la coherencia entre vida ín-
u n a cuestión central en este fin de siglo. Este tiempo libre tima y vida pública y la politización d e la subjetividad desde
i m p u e s t o p o r el nuevo desarrollo de las fuerzas productivas u n a determinada tradición ética o religiosa. Los movimien-
va a estar relacionado también con la necesidad de crear po- tos cristianos de base son los q u e más h a n desarrollado esta
líticas ocupacionales distintas a las meras políticas de em- dimensión a través de la llamada "revisión de vida". U n análi'
sis sociológico, basado en la técnica de las historias de vida,
sobre la trayectoria de m u c h o s militantes y cuadros de la iz- CAPÍTULO II
quierda española podría dar buena cuenta del fuerte impacto LAICISMO YCRISTIANISMO
político y ético de esta práctica. Los segundos tienen su ori- EN LA POLÍTICA DE LA IZQUIERDA
gen histórico en las prácticas de los grupos anarquistas. Des-
pués han sido los verdes y los cristianos de base los q u e más h a n
desarrollado estas experiencias de vida comunitaria alterna-
tiva que e n c a r n a n a p e q u e ñ a escala el tipo de sociedad q u e
se quiere construir y que constituyen u n excelente p u n t o de
referencia político y contracultural.
El cambio de los estilos de vida es u n imperativo para que la
reforma intelectual y moral alumbre u n a nueva política. En -Hm este capítulo voy a presentar la ubicación del cristianis-
esta línea, la "feminización" de la política y de la vida cotidia- m o en el proceso de refundación de la izquierda. P r e t e n d o
n a es imprescindible. De ahí la importancia del feminismo de mostrar las cuestiones q u e p e r m i t e n conectar los proble-
la diferencia y del aporte de las mujeres para la transformación mas de la izquierda con el cristianismo, precisar las concep-
d e la política y de la propia izquierda. En este sentido, son ciones de la política y de la religión cristiana q u e hacen po-
muy importantes las propuestas que lleva realizando desde sible el diálogo entre ambas y establecer las condiciones p a r a
h a c e años Livia Turco —feminista, católica y comunista—, respetar la a u t o n o m í a y especificidad de cada u n a de ellas.
q u e e n la actualidad es ministra del "Olivo" por el PDS.
El problema de fondo q u e plantea la reforma intelectual
y m o r a l como quehacer de la izquierda es el de la creación RELEVANCIA SOCIOLÓGICA DE LA RELIGIÓN CRISTIANA
d e u n sujeto postburgués q u e haga posible con su apoyo la di-
fusión y expansión de u n a política socialista solidaria. Y des- Para afrontar la temática de este capítulo hay que empezar
d e esta perspectiva, voy a plantear la cuestión del cristianis- afirmando que si la religión es objeto de análisis de la sociolo-
m o e n la izquierda, explorando las aportaciones q u e p u e d e gía, ello se debe a la influencia social de la misma. Es cierto
realizar para refundar el socialismo y crear ese sujeto. q u e la religión d o m i n a n t e en E u r o p a n o es en la actualidad
una realidad básicamente política, más bien es un f e n ó m e n o
prepolítico. Constituye u n valioso indicador d e que la vida
h u m a n a n o se reduce a la política. Sin embargo, hay que par-
tir del dato sociológico de que las religiones siguen configu-
rando mentalidades y comportamientos de masas. Las tesis
que identificaban proceso de secularización con desaparición
de la influencia de la religión en la vida social están siendo su-
peradas ante el h e c h o de la persistencia de lo sagrado y el re-
torno de lo religioso en áreas que el positivismo había destina-
do a la inmanencia absoluta. Los planteamientos de Luckmann
sobre la "religión invisible" son cuestionados, pues emerge u n
nuevo proceso de desprivatización de la religión (Casanova:

45
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL Df AZ-SALAZAR

1996). Además, algunos sociólogos h a n advertido con perspi- habitus político. J. Linz afirma lo siguiente sobre la inciden-
cacia que n o se p u e d e identificar el arraigo de la religión en cia de la variable religiosa en la opción política:
la esfera privada con la irrelevancia social de la misma, pues
el m u n d o de lo privado es decisivo para los comportamientos Es limitada la utilidad de las explicaciones socioeconómicas
sociales en la vida pública. Salvo que aceptemos que la esqui- y de las diferencias de clase con respecto a la conducta electoral
zofrenia es dominante en las relaciones entre lo público y lo en muchos países europeos, sobre todo en países fragmentados
privado, n o p o d e m o s olvidar que los juicios sobre la realidad por otras líneas de división social tal como las existentes entre un
y, especialmente, las motivaciones sociales y morales se fra- sector religioso y un sector secularizado de la sociedad, como en
guan en la esfera privada. Todo el m u n d o de lo privado inci- el caso de Italia y Francia y otros países católicos. La estructura
de de diversas maneras en la esfera pública y en el comporta- social española es mucho más compleja de lo que podría supo-
miento social y político. nerse en un modelo bipolar de clases sociales o con una distin-
Considero que, siguiendo los planteamientos de P. Bour- ción social clara entre la sociedad rural y la sociedad urbana. Hay
dieu, p o d e m o s considerar la religión c o m o u n capital sim- una variable estructural que contribuye decisivamente al clima
bólico, es decir, como u n sistema de símbolos con referencia de opinión en las provincias españolas: la variable religiosa...
t r a n s c e n d e n t e que posee u n a gran fuerza social, suficiente, La asociación entre religiosidad y preferencia política es más
desde luego, para condicionar comportamientos individua- clara que entre identificación subjetiva de clase y preferencia de
les y sociales. La religión posee u n a plusvalía peculiar y p o r partido... Si se tuviera que elegir sólo una pregunta para prede-
ello afecta a la política y a la cultura. La religión tiene u n gran cir la preferencia política de un español, la referente a la reli-
p o d e r simbólico para configurar el c o m p o r t a m i e n t o de las giosidad más bien que la identificación de clase nos daría una
masas y de los individuos. Es cierto q u e la Ilustración y los mayor posibilidad de acertar... ninguno de los indicadores de
procesos de industrialización h a n socavado las tradicionales estructura profesional y de nivel de vida llega ni lejanamente a
estructuras de plausibilidad d e la religión y q u e ésta, p o r tan- la misma importancia... la dimensión religiosa sigue siendo bá-
to, n o determina ya la vida d e muchas personas y de múlti- sica para comprender la política española. (Linz: 1981, 56-57,
ples áreas de la estructura social. La política ya n o necesita 299-300,308).
legitimaciones religiosas y, c o m o decía Benedetto Croce, el
"vivir sin religión" es u n a seña de identidad de la m o d e r n i - J. Linz, en otro estudio sobre religión y política, afirma que
d a d asumida por numerosos ciudadanos. Sin embargo, per- "el voto según distintos grados de religiosidad se repartía en-
siste la religión y son mayoritarios los h o m b r e s q u e siguen tre los partidos, p e r o con u n a clara preferencia p o r u n a u
"viviendo con religión". C o m o reconoce F. Savater, en Espa- otra candidatura d e p e n d i e n d o de la mayor o m e n o r religiosi-
ñ a "la cultura laica está escasamente implantada en la mé- dad" (Linz: 1986, 219). En u n a misma línea se expresaj. Diez
dula popular... Parece que en los grandes núcleos u r b a n o s y Nicolás al declarar q u e la religiosidad "impregna casi todas
en las capas más ilustradas de la población se debilita, aun- las actitudes políticas... condiciona la actitud de los indivi-
q u e n o sea más que en el p l a n o de las costumbres, la influen- duos hacia diferentes instituciones y grupos sociales... (de
cia religiosa, pero ésta sigue vigente en la mayoría del país y ahí) la importancia q u e h a vuelto a tomar la religiosidad en
sigue influyendo decisivamente" ] . la explicación sociológica, incluso de las actitudes y compor-
Diversos expertos en sociología política han mostrado, a tamiento políticos" (Diez Nicolás: 1986: 82, 85). Sobre esta
través d e estudios empíricos, cómo la religiosidad constituye misma cuestión, J. R. Montero afirma lo siguiente:
u n o d e los factores más influyentes en la configuración del

46 47
LA IZQUIERDA Y F.I. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

Pese a la presencia de fenómenos secularizadores, el factor tegral del país. Pero el porcentaje es muy alto si se compara con
religioso sigue siendo relevante para estructurar el mapa actitu- el de cualquier otro grupo de la sociedad definido por otras
dinal y para orientar el comportamiento político de los electo- creencias o actitudes morales. Por ejemplo, el conjunto de to-
res... la religiosidad subsiste en forma de orientaciones básicas dos los "practicantes de izquierda" del país (que se consideran
que operan como esquemas de referencia para el análisis de la socialistas, comunistas o de extrema izquierda y que militan en
realidad política. En todos los países del Mediterráneo católico, y partidos o sindicatos) no llega probablemente al 5 por ciento
desde luego en España, el factor religioso aparece estechamen- de la población. (Pérez-Díaz: 1993, 215).
te relacionado con la organización de las expectativas, ideas, va-
lores y actividades políticas de sus habitantes. Dicho de modo dis- J u n t o a las grandes instituciones religiosas hay que tener
tinto, la variable religiosa tiene mucha mayor importancia que la también en cuenta a los movimientos cristianos de base que,
ouora determinante de la clase social, por ejemplo, a la hora de d e n t r o de la dinámica de las minorías activas estudiadas por
explicar las orientaciones políticas, las percepciones ideológi- Moscovici, e n c a r n a n u n a de las subculturas políticas de iz-
cas y las opciones electorales. (Montero: 1994, 207). quierda más interesantes en el p a n o r a m a español. Diversos
políticos y sindicalistas han reconocido esta realidad en los
Para captar la influencia social y política de la religiosidad términos siguientes: l: Sotelo ha escrito q u e "en España, u n a
n o basta con analizarla como factor social específico, hay que izquierda cabal y coherente sólo la he e n c o n t r a d o entre los
t e n e r también en cuenta su proceso de institucionalización. llamados cristianos de base. El transfondo cristiano de la iz-
Políticamente es decisivo tener presente el peso institucional quierda europea es algo tan obvio como todavía difícil de asi-
d e las organizaciones religiosas, pues en nuestro e n t o r n o milar por u n a b u e n a parte de las gentes que se quieren de iz-
constituyen un conjunto de poderosos aparatos ideológicos quierda" 2 . A. Saracíbar, dirigente de UGT, ha declarado que
(Althusser) y de hegemonía (Gramsci). Las instituciones reli- "en el sindicalismo español los mejores cuadros p r o c e d e n de
giosas, en la medida que encuadran a masas, ocupan espacios HOAC ( H e r m a n d a d O b r e r a de Acción Católica) y J O C (Ju-
decisivos de la sociedad civil y difunden moral e ideología, ventud O b r e r a Cristiana)", y en u n a línea parecida A. Gutié-
constituyen u n poder simbólico y social muy importante en rrez, secretario general de CC O O , ha afirmado q u e "de la
las luchas por la hegemonía. No conviene olvidar, como ha gente de la HOAC h e a p r e n d i d o mucho... el c o m p o n e n t e
r e c o r d a d o V. Pérez-Díaz, que en España la Iglesia católica es de los militantes cristianos es indispensable actualmente
la institución que agrupa al mayor porcentaje de ciudadanos, para Comisiones Obreras... La aportación de la H O A C ha
si la comparamos con el resto de instituciones: sido tan d e t e r m i n a n t e y decisiva que CC O O ni habría llega-
d o a existir, ni, m u c h o menos, se habría consolidado c o m o
No es ciertamente el panorama de una sociedad católica in- u n sindicato pluralista y democrático sin ella. No olvidaré
tegral o en proceso de serlo lo que parece desprenderse de los j a m á s esos m o m e n t o s más difíciles, c u a n d o yo comenzaba
datos de las encuestas sociológicas. Pero este diagnóstico debe en CC O O a mediados de los años sesenta, en q u e la presen-
ser templado por otras puntualizaciones: Primera: debe tenerse cia de los militantes de la HOAC era el verdadero soporte
en cuenta que, en términos relativos, la importancia del mundo del p e q u e ñ o grupito d e CC O O " 3 . Este conjunto de afirma-
católico español sigue siendo muy considerable. Entre un 30 y ciones muestran la relevancia del cristianismo de liberación en
u n 40 por ciento de los españoles pueden ser considerados España.
como católicos practicantes. Esto puede parecer poco con rela-
ción al ideal de la Iglesia triunfante, que era la catolización in-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

PROYECTO DE IZQUIERDA YCRISTIANISMO ligión, que "el verdadero p r o b l e m a es la observancia" (Bob-


bio: 1997, 215) y con ello h a p r e t e n d i d o mostrar las insufi-
En el capítulo anterior planteé la necesidad de q u e la iz- ciencias y dificultades de la ética civil para ir más allá d e la
quierda abriera u n nuevo ciclo y se dotara d e u n nuevo pro- fundamentación y convertirse en práctica moral.
yecto con objetivos concretos y con programas de g o b i e r n o En la actualidad, nos encontramos en sociedades más com-
para realizarlos. La hipótesis q u e voy a desarrollar en este li- plejas de las contempladas por Saint-Simón y Durkheim, p e r o
b r o es que el cristianismo p u e d e realizar importantes apor- nos hallamos ante los desafíos de crear un proyecto capaz de
taciones al diseño d e la cultura política y de los objetivos del desacralizar la religión del mercado y del individualismo, ven-
nuevo proyecto de la izquierda; especialmente si las forma- cer el fundamentalismo del neoliberalismo y concentrar to-
ciones políticas que se ubican en este ámbito son capaces de das las energías en la construcción de u n a sociedad más soli-
establecer el tema d e la solidaridad —que es absolutamente daria. Destacados intelectuales han vuelto a replantear, bajo
central en esta religión— como la gran cuestión del presen- otras condiciones, la cuestión de fondo propuesta p o r Saint-
te y del inmediato futuro. Solidaridad e n t e n d i d a como lu- Simon y Durkheim: cómo crear solidaridad en sociedades
cha social y política contra la exclusión social propia de la so- que tienden a la fragmentación y el individualismo. La hipó-
ciedad de los dos tercios, como acción internacionalista contra tesis que defiendo está directamente relacionada con este
el a u m e n t o de las desigualdades entre los países ricos y los reto. Con ella invierto el tipo de relaciones entre emancipa-
países empobrecidos, como reorientación de u n modelo in- ción política y religión establecida p o r Marx en La cuestión ju-
dustrialista q u e g e n e r a deterioro ecológico y p r o d u c e graví- díay m e aproximo al pensamiento de Max Weber sobre la co-
simos daños para las generaciones venideras. Si la izquierda nexión entre espíritu y acción colectiva. Considero que para
logra captar la relevancia del internacionalismo p o d r á des- que la izquierda adopte los temas del internacionalismo, la lucha
c u b r i r más fácilmente los recursos que aporta el cristianismo contra la exclusión social y la reorientación ecológica de la producción
p a r a crear u n a cultura moral q u e favorezca políticas de re- y del consumo como el corazón de su proyecto necesita repen-
distribución de la riqueza a escala mundial. sar el sentido y la finalidad de la política y ser capaz de ofrecer
La relevancia de la conexión entre religiosidad y solidari- algo más que programas de gestión. Para ello es necesario,
d a d fue destacada p o r algunos clásicos de la sociología, espe- por u n lado, reivindicar la política como soberanía popular, es
cialmente por Saint-Simón en El nuevo cristianismo y por Durk- decir, como capacidad de controlar y regular los poderes socio-
h e i m en El socialismo. Ambos, desde perspectivas distintas, económicos en beneficio de la mayoría y, p o r otro, configu-
reivindicaron la necesidad de u n a religión de la humanidad. rarla desde u n a cultura moral solidaria que verdaderamente
P a r a estos dos autores el porvenir del g é n e r o h u m a n o esta- determine sus acciones, trace sus metas y n o se convierta en
b a asociado a u n tipo de religiosidad que sacralizara a la vez mera retórica. Esto significa que hay que establecer u n a sóli-
la a u t o n o m í a d e las personas y la solidaridad universal. En da unión entre quehacer político y vida moral.
sus estudios sobre sociología de la moral, Durkheim destaca La izquierda se diferencia de la derecha, entre otras cosas,
c ó m o lo sagrado introyectado es el factor q u e mejor asegura porque u n e su acción a un conjunto de valores y n o a la repro-
q u e las propuestas éticas se conviertan en moral vivida, en ducción del orden existente mediante su correcta gestión. En
r e g u l a c i ó n normativa y efectiva de los comportamientos. Lo este sentido M. Rocard, dirigente del Partido Socialista Fran-
s a g r a d o tiene una e n o r m e capacidad de desplazar intereses cés, ha afirmado que es necesario "comprender que si la polí-
particularistas y d e crear intereses universales y solidarios. tica n o es forzosamente el lugar d o n d e se crean los valores,
B o b b i o ha afirmado, en unas reflexiones sobre ética laica y re- sí que es con toda seguridad d o n d e deben materializarse ...Lo

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

que pertenece c o m o propio al socialismo es añadir a la ética la izquierda e u r o p e a como Delors, Blair o Havel h a n enfati-
de la responsabilidad, la ética de la solidaridad" (Rocard: 1993, zado esta cuestión. U n dirigente político tan pegado al terre-
2). La especificidad moral de la izquierda debe marcar su po- n o económico como el socialista Delors, acusado muchas ve-
lítica y, por ello, ésta ha d e estar asociada a la producción y rea- ces de tecnócrata y pragmático, ha afirmado que "la crisis de
lización d e valores. En este sentido concibo la política c o m o la democracia es también una crisis moral y, por consiguien-
reforma intelectual y moral, según la terminología gramsciana, y te, la espiritualidad d e b e revitalizar la sociedad... u n a co-
p r o p u g n o su conexión con aquellos ámbitos "donde se crean rriente fluida d e b e alimentar el río de la política... la crisis
los valores"; esta es la vía para u n nuevo encuentro entre iz- moral de la democracia se debe en parte al debilitamiento
quierda y cristianismo como productor de valores solidarios. de la espiritualidad" (Delors: 1996, 257, 260, 261). El antiguo
Si la política se perpetúa como u n mero procedimentalismo y presidente de la Unión Europea valora muy positivamente la
como u n a técnica pragmática de gestión y administración, el creación de la asociación Democracia y Espiritualidad ani-
desencuentro entre izquierda y cristianismo está asegurado. m a d a p o r J . B. de Foucault. La espiritualidad para la política
La religión cristiana sólo puede tener u n a conexión con la po- democrática es e n t e n d i d a c o m o la conjunción de diversas
lítica c u a n d o ésta se plantea grandes valores, objetivos fuer- inspiraciones éticas y religiosas que suministran los valores de
tes, cultura moral de fondo, incentivos y moúvaciones especia- fondo que orientan, alimentan y vivifican el quehacer políti-
les p a r a conseguir determinadas metas. C u a n d o la política se co. A cualquiera que haya leído a Max Weber n o le sonarán
vacía cultural y moralmente y sólo se mueve entre el mercado extrañas las anteriores afirmaciones.
del voto y el pacto con los poderes socio-económicos n o tiene Esta reivindicación de alma y espíritu para la política n o
sentido plantear el tema de su relación con el cristianismo. se o p o n e a su necesaria laicidad, sino q u e la refuerza. La lai-
cidad política consiste en el rechazo de la imposición de u n a
única religión o ideología como principio de configuración
Ámbitos de encuentro entre izquierda y cristianismo cultural, política y moral de la sociedad. La laicidad se o p o n e
al m o n o p o l i o ideológico d e u n confesionalismo religioso o
E n diversos foros se ha planteado recientemente la necesi- de u n a d e t e r m i n a d a filosofía agnóstica o atea q u e p r e t e n d a
d a d d e dotar de un "alma" a la política 4. R. Debray indicó a regir unidireccionalmente el Estado o la sociedad. Se fun-
comienzos de esta década que "la izquierda perdió hace tiem- d a m e n t a en el pluralismo, la soberanía de la ley del Estado
p o el t a n q u e de la gasolina, el motor y las luces. Lo extraño es de d e r e c h o y la tolerancia, e n t e n d i d a como diálogo y fecun-
q u e d i c h o vehículo siga en pie... existe u n a enfermedad más dación m u t u a entre las diversas ideologías, religiones, cultu-
grave: el profundo vacío de u n a sociedad privada de u n sen- ras y éticas. En este sentido, lo q u e se o p o n e a la laicidad es
tido m o r a l como consecuencia de u n a obsesión por lograr el la dictadura ideológica o el confesionalismo, n o la espiritua-
éxito material. Pero las almas, al igual que la naturaleza, abo- lidad, que es siempre expresión de la vivacidad y energía d e
r r e c e n el vacío" (Debray: 1990,13-14). Hay q u e tener en la cultura; t e n i e n d o en cuenta, p o r supuesto, q u e n o p u e d e
c u e n t a q u e la izquierda laica siempre tuvo u n a mística o es- identificarse reductivamente espiritualidad con religiosidad.
p i r i t u a l i d a d atea que constituía el motor de su movilización. Existen espiritualidades religiosas, agnósticas y ateas.
H o y e s a mística está perdida y las nuevas fundamentaciones La relación entre izquierda, valores y espíritu nos indica
filosóficas y culturales de la izquierda n o logran ocupar ese lu- la existencia de tres niveles en la política: lo prepolítico (valores
g a r t a n necesario, especialmente para la movilización en aras que detectan problemas y marcan el sentido de la acción), lo
d e la conquista de determinados objetivos. Diversos líderes de político (realización de valores a través de programas para re-

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I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

solver problemas sociales), lo metapolítico (proyecto de socie- formador d e la realidad desde el cambio de la subjetividad, lo
d a d ) . Lo prepolítico dota a lo político d e inspiración y de q u e en otro capítulo del libro d e n o m i n o cultura samaritana.
cultura de fondo y lo metapolítico constituye la utopía y el El cristianismo concede u n a gran relevancia a la unión ines-
m o d e l o de sociedad y de ser h u m a n o en función del cual se cindible entre cambio personal y cambio social y p o r ello
realiza lo político. La política encuentra su sentido y n o se de- constituye u n factor de politización y u n potentísimo antído-
genera c u a n d o cultiva su relación con instancias prepolíticas to contra el individualismoposesivoy el desinterés por la políti-
y metapolíticas, de lo contrario se convierte en u n simple me- ca. Esta unión de ética política privada y pública es muy im-
canismo de conquista y mantenimiento en el p o d e r indepen- portante para potenciar u n a cultura cívica cada vez más
dientemente de los fines a los que ha de servir. Personalmente interesada p o r transformar la realidad a través d e la política.
creo que en la actualidad el ecologismo y el cristianismo son En esta línea, es muy interesante el pensamiento de Victoria
los referentes prepolíticos y metapolí ticos más fecundos para Camps:
la refundación de la izquierda. De entrada, d a d o que este li-
bro se centra en explorar las potenciales de este último, h e de La desintegración actual de la sociedad —la anomía— viene
señalar de u n m o d o sucinto las razones p o r las cuales he rea- de un repliegue en la vida privada que el cristianismo nunca
lizado la anterior afirmación. Considero que el cristianismo predicó... (la ética) exige ciertos resortes, en la búsqueda de los
introduce u n a dimensión universalista a la h o r a de valorar el cuales no es absurdo ni espurio recurrir a la religión... la izquier-
alcance de las políticas y, por ello, aporta u n a dimensión crí- da debe enfrentarse a fenómenos para los que parece no tener
tica respecto a los límites e insuficiencias de la acción contra la palabras. Uno de ellos es la religión. En efecto, despreciarla y
injusticia. El cristianismo plantea p e r m a n e n t e m e n t e la cues- abandonarla a los elementos más conservadores no es ya una ac-
tión de los excluidos olvidados, de las víctimas pendientes, de titud progresista, sino una actitud de inhibición cuando uno
los empobrecidos por liberar, de los costes de determinados no quiere reconocer que se ha quedado sin estrategias. (Camps:
progresos; precisamente por ello p u e d e ser u n a fuente cons- 1996,74).
tante de realimentación de socialismo inacabado. El cristianis-
m o contiene u n a antropología peculiar que enfatiza la prácti- Estoy convencido de que sin u n cambio de los valores do-
ca de solidaridad y liberación de los empobrecidos y p o r eso minantes difícilmente van a p o d e r resolverse d e t e r m i n a d o s
constituye u n factor muy importante para superar la cultura problemas sociales. La producción d e nuevos valores p a r a
del individualismo. otro tipo de sociedad es u n o de los imperativos de esta coyun-
La elaboración de u n a nueva cultura política es u n o de los tura histórica y en esta tarea la contribución del cristianismo
ámbitos más adecuados para explorar las posibilidades que p u e d e ser muy importante, pues, según A. Schaff, "es u n a de
tiene el cristianismo d e fecundar a la izquierda. Al hablar de las principales fuerzas ideológicas en la lucha p o r u n nuevo
cultura política quiero referirme, por u n lado, a la cultura cí- o r d e n social" y, además, en este c a m p o de la p r o d u c c i ó n d e
vica de los ciudadanos y, p o r otro, a los nuevos fundamentos valores él constata "una impotencia i n t e r n a de la izquierda
morales de la izquierda, pues considero que la cultura moral tradicional". Este autor, u n o de los principales intelectuales
es m u c h o más importante y decisiva que la ideología. El cris- de la izquierda europea, considera q u e "a la ideología del so-
tianismo p u e d e contribuir a la dignificación de la política y a cialismo se p u e d e llegar también perfectamente por la vía del
la superación d e u n estilo de vida encerrado en la privacidad Evangelio" (Schaff: 1988, 210) y afirma lo siguiente sobre
e n la m e d i d a e n que tiene u n a concepción de las relaciones esta temática:
entre lo íntimo y lo público basada en el compromiso trans-

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Ijí IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMi I
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

El cristianismo—en cimillo le n-ligiosa que incorpora orgá-


las bases sociales y morales d e apoyo a proyectos políticos
nicamente una determinada ideología social— dispone de un
d e solidaridad. Esta es u n a cuestión q u e está más allá de la
imponente potencial creador con respecto a la lucha por un nue-
estrategia política, a u n q u e la incluya. Para articular esa base
vo orden social... Más de una vez he constatado, y lo quiero sub-
social se requiere la transformación cultural y moral de la so-
rayar aquí, que, en la perspectiva de los valores huanos, es posi-
ciedad civil. Existen diversos modelos de relación entre la
ble construir desde el Evangelio, especialmente desde el Sermón
sociedad política y la sociedad civil, p e r o p u e d e establecerse
del Monte y la Carta de Pablo a los Corintios (1 Cor., 13) un
u n a constante: allí d o n d e la sociedad civil es débil y el Estado
sistema específicamente socialista... La relevancia del cristianis- es fuerte y se desliga de ella, la política se desnaturaliza, la de-
mo en nuestro tiempo, como en otras épocas, consiste en que mocracia n o se profundiza y se e n g e n d r a lo q u e Gramsci lla-
inculca en la conciencia humana unos valores sociales comunes m ó la estatolatría. Hay que evitar identificar sociedad civil con
que constituyen, desde siglos, el objetivo de la izquierda... La in- corporaciones poderosas. U n a sociedad civil es débil cuando
teriorización de unos valores de decisiva importancia para la so- tiene u n nivel reducido de asociacionismo ciudadano. La pre-
ciedad humana constituye hoy una irrenunciable tarea de la iz- sencia en su seno de u n conjunto de corporaciones fuertes n o
quierda. Una fe religiosa capaz de indicar la adecuada dirección r e m e d i a su debilidad.
en este sentido podría ser especialmente efectiva... la construc-
La sociedad civil és el ámbito d o n d e surgen y se desplie-
ción de un nuevo orden social habrá de apoyarse en el diálogo
gan las d e m a n d a s ciudadanas, los valores, las aspiraciones y
y la colaboración entre la ideología socialista y el cristianismo.
las instancias de cambio social y, precisamente p o r ello, es
(Schaff: 1993, 43, 45-48).
tan i m p o r t a n t e para hacer política. Para conseguir determi-
nados objetivos socio-políticos se necesitan —antes de la
Desde esta óptica, el cristianismo p u e d e contribuir a crear conquista del p o d e r ejecutivo— individuos, asociaciones,
u n sujeto moral cívico q u e es imprescindible para la política instituciones y movimientos sociales q u e desde la sociedad
de la izquierda. La creación de este sujeto es m u c h o más im- civil los impulsen. Para ello es imprescindible la transforma-
portante que la formulación de nuevos programas, pues sin ción cultural y moral de la sociedad civil. Detrás del voto
él difícilmente p o d r á n ser realizados éstos. Por eso es tan de- c o m o mecanismo de apoyo electoral existe todo u n m u n d o
cisiva la socialización de las personas en u n a determinada an- de d e m a n d a s , deseos sociales, valores, motivaciones socio-
tropología política de la solidaridad, es decir, en u n a forma de culturales, estilos de vida, etc., q u e n o r m a l m e n t e se confi-
pensar, sentir y actuar configurada por lo que d e n o m i n a r é la guran desde instancias distintas a la política, p e r o q u e son
cultura samaritana. En los últimos años se está planteando la ne- absolutamente determinantes para la misma. Yen este ámbi-
cesidad de politizar la política, es decir, de devolverle su carác- to es d o n d e el papel del cristianismo, como instancia p r e p o -
ter de innovación, de intervención sobre los procesos, de po- lítica y metapolítica q u e opera en la sociedad civil, p u e d e ser
sibilidad de introducir cambios y lograr la soberanía de lo muy relevante y de h e c h o lo está siendo en diversas socieda-
colectivo frente al p o d e r de las corporaciones. Para ello se ne- des civiles europeas c o m o creador d e lo q u e en otros capítu-
cesita u n gobierno político de la economía realizado desde deter- los denominaré el sujeto postburgués. El cristianismo tiene u n a
minados valores, r o m p e r con cierto determinismo economi- e n o r m e potencialidad para incidir en el ámbito d e las moti-
cista y captar q u e la economía es una construcción social y, vaciones, los valores, los deseos, las aspiraciones vitales. Ade-
por tanto, su orientación d e p e n d e de la voluntad h u m a n a . más los grupos, movimientos y asociaciones cristianas están
La necesidad de crear u n a nueva cultura política que inclu- construyendo u n interesante tejido social en diversos ámbi-
ya un cambio de la cultura ciudadana está conectada al tema de tos de la sociedad civil.

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LA IZQUIERDA Y KI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

Los cambios en las Cormas de hacer política d e b e n e m p e - largo alcance como es el de la construcción de la hegemonía
zar por una mayor apertura a las personas, asociaciones y mo- y la creación de un nuevo consenso activo en la sociedad civil. En
vimienlos q u e realizan prácticas de transformación social en esta línea, el cristianismo originario p u e d e ser u n ingredien-
la sociedad civil y q u e desde ellan emiten d e m a n d a s al siste- te básico para u n a contracultura que se enfrente a los valores
ma político. Si hay q u e hacer política desde los ciudadanos del americanismo y del neoconservadurismo.
y los movimientos de la sociedad civil, es lógico tener en cuen- U n a vez q u e h e expuesto las razones de la relevancia ac-
ta a las instituciones, asociaciones y movimientos cristianos tual del tema del cristianismo en la izquierda, voy a abordar
de base que poseen una subcultura política importante y rea- en los dos próximos apartados la concepción de la política y
lizan prácticas significativas de transformación social. Preci- d e la religión q u e hace posible el diálogo y el e n c u e n t r o en-
samente por estas razones, A. Schaff, en su libro Perspectivas tre ambas esferas d e la realidad social.
del socialismo moderno, se plantea cuáles son los movimientos
sociales más importantes para conseguir —-junto a los parti-
dos políticos— objetivos que introduzcan cambios sociales
LA POLÍTICA COMO REFORMA INTELECTUAL Y MORAL
sustantivos. Este intelectual de la izquierda e u r o p e a afirma
q u e los tres más importantes son los movimientos ecologis-
Precisar cuál es la naturaleza de la política es básico para
tas, los movimientos feministas y los movimientos religiosos
p o d e r desarrollar la temática de este libro. En p r i m e r lugar,
inspirados en el cristianismo originario. Sobre estos últimos
voy a e x p o n e r algunas concepciones de la política q u e n o
considera q u e "se trata de movimientos tan potentes que los
c o m p a r t o y, posteriormente, presentaré la q u e p r o p u g n o .
movimientos laicos los necesitarán... esos movimientos ya
son u n importantísimo aliado de los movimientos socialis-
tas... hay que abrir d e par en par las puertas a esos movimien-
La religiosización de la política
tos... veo toda u n a serie de beneficios q u e fluyen de la ética
de su d o c t r i n a " (Schaff: 1988, 209, 214, 216). Hay que t e n e r
Considero que política y religión son dos ámbitos de la rea-
en c u e n t a que, por ejemplo en España, los católicos q u e se
lidad social distintos y diferenciados, tanto por sus contenidos
identifican con ideologías de izquierda y que votan a partidos
como p o r sus finalidades específicas. La política y la religión
de izquierda constituyen un sector ideológico y electoral muy
tienen u n a naturaleza distinta y, p o r tanto, n o cabe religiosi-
i m p o r t a n t e y significativo 5. C o m o afirma I. Sotelo, "la des-
zar la política ni convertir la religión en u n a forma de política.
cristianización sirve hoy mejor a la derecha que a la izquier-
Desde este p u n t o , se capta el sentido de afirmaciones c o m o
da. Crispa en algunos ambientes comprobar que, cuanto más
"la política n o es teología" y "el socialismo n o es u n a religión".
d e p u r a d o es el espíritu religioso, es más propenso a defender
Sin embargo, el d e b e r ser teórico n o siempre d e t e r m i n a la
p o s i c i o n e s de izquierda" (Sotelo: 1991, 262). Es tremenda-
práctica, tan es así q u e la historia de la izquierda está atrave-
m e n t e significativo q u e Jesucristo sea el personaje histórico
sada p o r u n a a u t o c o m p r e h e n s i ó n religiosa de la política so-
con el q u e más se identifican los votantes socialistas en las
cialista y comunista. Ya Jaurés, u n o de los primeros líderes e
elecciones generales d e 1996, bastante por encima, por ejem-
intelectuales del socialismo francés, afirmó q u e "la teoría so-
plo, d e Marx y del mismo Pablo Iglesias 6 .
cialista n o p u e d e tomar cuerpo sino convirtiéndose en algo
L a relación de la izquierda con el mundo cristiano n o sólo como u n a religión" (en Debray: 1984, 310). Dietzgen, el fa-
se u b i c a dentro de la acción de acercamiento a los movimien- moso "filósofo o b r e r o " tan querido y a d m i r a d o p o r Marx y
tos sociales, sino que se sitúa dentro de un proyecto de más Engels, escribió u n a obra titulada precisamente La religión de

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

la soáaldemocracia (1875) en la q u e sostiene q u e "en el movi- tica u n a especie de carácter taumatúrgico que, al ser imposi-
miento socialdemócrata descubrimos u n a nueva forma de ble de desarrollarse en la práctica, generó todo tipo de desen-
religión, en la m e d i d a en q u e comparte con ésta la misma ta- cantos y cinismos. La transferencia del o r d e n d e la salvación
rea: liberar al genero h u m a n o de la pobreza" (Dietzgen: 1875, prometida por las religiones a la esfera de la política ha alum-
131). Gramsci m a n t e n í a en 1916, u n a ñ o antes de la revolu- b r a d o izquierdismos utópicos hasta el exceso, escatologías in-
ción soviética, q u e "el socialismo es precisamente la religión trahistóricas que terminaban llevando a la desazón o al ilumi-
que d e b e matar al cristianismo. Religión en el sentido q u e nismo paralizante ante la tardanza p o r el advenimiento casi
tiene él también u n a fe, que tiene sus místicos y sus practican- inmediato de la parusía de la justicia plena. H a g e n e r a d o in-
tes" (Gramsci: 1916,148). Conviene recordar que diversos clá- tegrismos éticos incapaces de articular convicción moral con
sicos del marxismo establecieron ciertas similitudes entre el mediaciones económicas, fundamentalismos ideológicos que
cristianismo primitivo y el comunismo. constituían verdaderas dictaduras culturales sobre lo b u e n o
p a r a el pueblo e i m p e d í a n el pluralismo y la laicidad, antro-
I n d e p e n d i e n t e m e n t e de esta autocomprehensión, nume-
pologías ingenuas e inmediatistas sobre el h o m b r e nuevo in-
rosos análisis sociológicos y politológicos coinciden en mostrar
capaces de captar la complejidad y contradicciones del ser
que durante decenios el socialismo y el comunismo se han de-
humano.
sarrollado como religiones políticas, sus organizaciones han fun-
c i o n a d o c o m o iglesias y sectas y m u c h o s de sus militantes han C o m o afirma el socialista y cristiano J. Delors, "quien pide
m a n t e n i d o u n a personalidad religiosa, a u n q u e fueran ateos demasiado a la política, se engaña" 7 . N o se p u e d e trasladar la
o agnósticos (Elorza: 1995). En esta línea, Debray considera esfera salvífica de la fe religiosa a la política. No cabe transfe-
q u e "es más o menos en el m o m e n t o en que Marx declaró rir a la política u n perfeccionismo que, por otra parte, n o
a c a b a d a la crítica de la religión cuando fecha el desarrollo de aparece en ningún ámbito de la relidad social e institucional.
la política como religión" (Debray: 1984, 277). Las causas Hay q u e ser muy consciente de los límites d e la política. Los
q u e h a n provocado esta peculiar configuración son la carga campos de acción social son muy diversos. Se impone, pues,
mesiánica y sagrada de la política revolucionaria, las necesi- u n a secularización de la política y considero q u e ésta es u n a
d a d e s objetivas de masas muy empobrecidas q u e a n h e l a b a n de las grandes lecciones que debemos extraer para siempre
r e d e n c i ó n y salvación de su situación y la estrecha vinculación del análisis de la política en el siglo XX.
q u e suele establecerse entre el p o d e r y lo sagrado. Este con-
j u n t o d e factores generó u n sistema de creencias, prácticas,
i d e n t i d a d e s , rituales, instituciones y personalidades configu- La política como administración
r a d o p o r características religiosas que, como ha explicado la
sociología desde sus inicios, n o son privativas de los monoteís- El rechazo de la sobrecarga ideológica de la izquierda, la
m o s . Si además añadimos el c o m p o n e n t e de liberación ul- hegemonía política y cultural del capitalismo y el fracaso del
t r a m u n d a n a presente en el judeocristianismo, que n o pasó experimento soviético de construcción del socialismo h a n
d e s a p e r c i b i d o para m u c h o s clásicos del movimiento obrero, sido factores muy determinantes en la creación de u n a n u e -
o b t e n e m o s u n marco explicativo más acabado. va concepción d e la política que h a identificado la seculari-
C o n s i d e r o que la religiosización de la política ha tenido zación de la misma con su reducción a gestión y administra-
c o n s e c u e n c i a s bastante negativas para la izquierda. El socia- ción de u n o r d e n social q u e se considera inamovible en sus
lismo, al presentarse y experimentarse como u n a ideología c o m p o n e n t e s esenciales. De h e c h o las fronteras e n t r e la de-
d e salvación, produjo expectativas excesivas y otorgó a la polí- recha y la izquierda mayoritarias se h a n desdibujado en casi

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

todos los países e u r o p e o s y p o r ello las tendencias dominan- cidos a apoyar los llamamientos emotivos y viscerales —cuan-
tes son la alternancia en el p o d e r de fuerzas políticas de u n o d o n o los insultos y ataques— de los candidatos a presidir los
u otro signo e incluso la coalición entre ambas. Evidentemen- gobiernos; de este m o d o , la política y las convocatorias elec-
te persisten diferencias, p e r o son más bien de t o n o m e n o r y, torales entran en u n marco de pugilato boxeístico y de técni-
desde luego, muy alejadas de la polaridad capitalismo-socia- cas de seducción carismática y mediática. Este proceso en-
lismo; tan es así q u e en ocasiones cierta izquierda tiene q u e g e n d r a democracias demediadas, en las cuales la política n o
enfatizar divergencias de orden cultural o de costumbres mo- es el ámbito de la toma de decisiones soberanas, sino el de la
rales para ocultar otro tipo de convergencias socio-económi- gestión de las consecuencias causadas por las decisiones adop-
cas con la derecha. tadas por los poderes que dirigen la economía y la opinión
Si la política se concibe y se practica como gestión y admi- pública, sin estar sometidos a la soberanía popular.
nistración —más o menos eficaz y honesta— de los bienes pú- La concepción de la política como gestión y administra-
blicos, las diferencias se r e d u c e n a los procedimientos para ción pública lleva al electoralismo, al parlamentarismo y al
hacer q u e funcione el organismo social y se resuelvan los con- institucionalismo, que son formas diversas de reducción de
flictos de intereses, consiguiendo el mayor grado de armonía, esta actividad ciudadana. Toda la energía política se concen-
seguridad y bienestar de los ciudadanos. En esta concepción, tra en ganar elecciones casi a cualquier precio y en gobernar
la política n o necesita proyectos de sociedad, sino progra- o hacer oposición desde el Parlamento y otro tipo de institu-
m a s d e gobernabilidad y diseños tecno-económicos d e p r o - ciones. La política como quehacer ciudadano e n la sociedad
ductividad. Desde esta perspectiva, modernización, racio- civil prácticamente desaparece y, por tanto, la democracia
nalización y ajuste se convierten en los paradigmas de la como proyecto de participación en la construcción de la so-
política. Son las nuevas formas de d e n o m i n a r la integración beranía popular en todos los ámbitos de la sociedad queda
en el proceso de competitividad y mundialización m a r c a d o vacía de contenido real. Este reduccionismo de la política
y dirigido p o r fuerzas económicas multinacionales q u e son provoca que crezca el sentimiento anti-político y anti-partido
las q u e h a n creado, como indiqué en el capítulo anterior, el entre los ciudadanos, especialmente los jóvenes, que asumen
gobierno económico de la política. Evidentemente, la proclama- compromisos sociales a través de ONG, grupos de voluntaria-
ción de valores e ideales n o desaparece del discurso político, do, sindicatos, movimientos sociales, comités de solidaridad
p e r o éstos se ubican de h e c h o en el t e r r e n o de la retórica y internacional, asociaciones cristianas, plataformas cívicas, etc.
del a d o r n o ideológico y n o llegan a marcar y m u c h o m e n o s Es u n hecho fácilmente constatable que crece cada vez más la
a d e t e r m i n a r la orientación de la política. separación entre la izquierda social y la izquierda política.
Esta concepción de la naturaleza de la política me parece Esta concepción de la política sin alma y sin espíritu —és-
tan rechazable como la anterior, tanto por sus contenidos tos son términos que aparecen cada vez con más fuerza en los
como p o r sus consecuencias. Inevitablemente provoca u n a re- debates sobre la construcción europea— hace prácticamente
ducción d e la política a técnica de conquista y conservación imposible ir más allá de los derechos políticos y civiles pro-
del poder. Un poder en gran parte vacío por la autolimitación pios de la democracia liberal y adentrarse en los derechos
del alcance de la política, pues son las corporaciones econó- sociales y económicos propios de u n a democracia socialista
micas y mediáticas quienes verdaderamente lo poseen y son e internacionalista. Considero que sin u n a democracia eco-
ellas las q u e delimitan el territorio de intervención del Esta- nómica a escala mundial n o hay ni llegará a h a b e r verdade-
do. En este marco, los procesos de socialización política de los ra democracia política. Para avanzar p o r esta senda hay q u e
ciudadanos se empobrecen y desvirtúan y éstos quedan redu- afrontar u n a serie de cuestiones que q u e d a n fuera de la con-

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I.A IZQUIK.KIlA V Kl. CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

cepción de la política q u e estoy p r e s e n t a n d o : q u é costes so- se. Su horizonte, p o r tanto, n o h a d e ser ya el socialismo de-
ciales, q u é d a ñ o s ecológicos y q u é víctimas internacionales mocrático (objetivo conseguido), sino la democracia socialista.
provoca este m o d e l o d e política; q u é m o d e l o d e sociedad y La vuelta ciudadana a la política —más allá de la emisión del
qué m o d e l o d e ser h u m a n o crea y r e p r o d u c e . Es necesario voto— requiere q u e las personas p u e d a n percibir que esta ac-
plantear el tema d e si existen todavía problemas sociales q u e tividad es verdaderamente el ámbito d e la toma d e decisiones
requieren rupturas del consenso básico establecido entre de- que p u e d e n introducir cambios sociales y resolver problemas.
recha e izquierda y un cambio d e la h e g e m o n í a cultural y mo- H a n d e constatar, p o r ello, q u e n o es sólo ni principalmente
ral imperante o, por el contrario, la existencia d e mayorías el espacio de la gestión d e las consecuencias ocasionadas p o r
sociales satisfechas demuestra que se h a alcanzado la meta his- las determinaciones d e poderes económicos y socio-cultura-
tórica: el Estado del bienestar y, p o r tanto, sólo cabe plantear- les. Considero q u e las aportaciones del cristianismo p u e d e n
se cómo mantenerlo en u n nuevo contexto económico y socio-
ser muy relevantes para la creación d e u n a nueva voluntad
demográfico. Hay q u e preguntarse si el horizonte q u e traza
colectiva en t o r n o a este objetivo.
la política a los europeos h a d e consistir f u n d a m e n t a l m e n t e
en lograr mayor competitividad e n el sistema económico
mundial para lograr más seguridad y bienestar material me-
El realismo de la política
dido fundamentalmente p o r la capacidad de c o n s u m o . Urge
pensar si es posible construir u n a democracia económica q u e
Los males de la concepción d e la política presentada ante-
vaya más allá de las fronteras europeas y norteamericanas sin
riormente n o p u e d e n llevar, en mi opinión, a la búsqueda de
activar ideales, sistemas d e motivaciones y valores, sacándolos
u n nuevo reencantamiento político que olvide el carácter pro-
de la cárcel de la retórica.
fano y prosaico d e esta actividad h u m a n a e introduzca la ex-
Los planteamientos q u e voy a presentar en este libro pre- pectativa de q u e simplemente con u n verbalismo más radical
tenden responder a estas cuestiones, explorando las posibles en la emisión de las demandas se consiguen mágicamente los
aportaciones del cristianismo. Por ahora, m e limito a señalar cambios sociales deseados.
que existe u n desajuste entre la orientación d e la política y la La crítica a la religiosización e ideologización excesiva d e
intensidad de determinados problemas sociales como la ex- la política y la reivindicación d e la secularización d e esta ac-
clusión social, el desempleo estructural, el deterioro del medio tividad h u m a n a d e b e n llevar consecuentemente a insistir e n
ambiente, el abismo d e desigualdad entre países ricos y países la necesidad d e construir programas y estrategias d e viabili-
empobrecidos, la concentración d e poderes económicos y dad q u e impidan q u e los nuevos proyectos políticos q u e d e n
mediáticos, la configuración cultural y moral d e grandes sec- convertidos e n meras quimeras. La m e r a apelación al cam-
tores de la población. La crisis profunda de la política, q u e se bio d e sistema p u e d e ocultar la incapacidad d e trazar líneas
refleja e n q u e es la actividad h u m a n a más despreciada en to- concretas de acción política, económica y social. Considero
das las encuestas europeas de opinión, se debe, entre otras ra- que detrás d e la formulación de u n a utopía concreta d e b e apa-
zones, a la ausencia d e u n anclaje real en u n a cultura moral, recer, al menos, el esfuerzo d e construir u n p r o g r a m a , u n
a la incapacidad de asumir problemas sociales q u e requieren presupuesto económico y unas leyes capaces d e convertirla
algo más q u e gestión y administración y a la falta d e decisión en realidad. Por otro lado, quiero dejar bien claro q u e mi
para llevar hasta el final la concepción de la democracia como crítica a las insuficiencias de la concepción d e la política an-
soberanía popular. La izquierda h a de demostrar q u e sólo a teriormente presentada n o significa un rechazo d e compo-
través del socialismo esta democracia puede llegar a construir- nentes importantísimos del quehacer político q u e podríamos

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

incluir en el término de buen gobierno: gestión honesta y ad- perar las posibles situaciones sin salida que pueda plantear
ministración eficaz de los recursos existentes. Entre las virtu- u n a ética de las convicciones, especialmente en determinados
des de un político, además de su honestidad y capacidad de m o m e n t o s de gobierno. Por ello es inevitable introducir el
gestión, están, como ya lo indicó Max Weber, el sentido de la tema de la ética aplicada respecto a las mejores o peores conse-
responsabilidad y el sentido de la distancia. También cabe se- cuencias de actos o decisiones políticas, fundamentalmente a
ñalar la capacidad d e crear consensos, defender intereses, la hora de verse obligado a compatibilizar ideales y defensa de
crear alianzas, encajar críticas, saber trabajar a largo plazo, intereses. Lúcidamente Max Weber advirtió que "quien se
etc.; virtudes todas ellas bien prosaicas. guía (sólo) p o r u n a ética de convicciones n o soporta la irra-
N o defiendo u n a concepción idealista d e la política, pues cionalidad ética del mundo" (Weber: 1919,155); según él, éste
a nadie se le escapa q u e ésta es u n a actividad marcada p o r re- y otros tipos de irracionalidades p u e d e n obligar a u n políti-
laciones de fuerza que, especialmente en sociedades comple- co a desplazar coyunturalmente determinadas convicciones
jas, difícilmente p u e d e n dirimirse p o r u n a sola polaridad y, en función d e responsabilidades ético-políticas. La acción
p o r tanto, se requieren ajustes, compromisos y consensos. En política es u n a de las actividades en la q u e más se necesita
la actualidad, ni existen fuerzas sociales capaces de m a n t e n e r asumir la locura e irracionalidad de la sociedad y d e la vida
u n a conflictividad más allá de u n periodo de tiempo limitado, humana.
ni la inmensa mayoría de los trabajadores prefieren el con- Hay que tener en cuenta que la política opera en u n o de los
flicto a la paz social e incluso al orden social. Resultan ilustrati- territorios h u m a n o s más difíciles, pues está s e m b r a d o d e las
vos, en este sentido, los ciclos de conflictividad laboral y ciu- actitudes y pasiones que, según Max Weber, más rozan con lo
d a d a n a en España y en otros países europeos en los últimos "diabólico": el poder, la violencia legítima, las relaciones de
años, así como el h e c h o de que la izquierda m o d e r a d a siem- dominación y las luchas entre grupos que aspiran a dirigir el
p r e es reemplazada del gobierno por partidos de derecha y Estado. Por estos motivos el quehacer político requiere u n a
n u n c a p o r partidos de izquierda más radical. personalidad altruista y u n a moral del servicio especialmente
La política, salvo en reducidos casos históricos de victoria resistentes:
revolucionaria, n o es una actividad que se dirime entre el
t o d o o la nada. Los cambios sociales que p u e d e n y deben ser El poder es el medio ineludible de la política... el medio específi-
introducidos por la política necesitan u n tiempo —que p u e d e co de la política es la violencia (dominación)... quien se mete
ser l a r g o — y un tipo de personas revestidas de la virtud de la en política, es decir, quien se mete con el poder y la violencia
tenacidad y de un conjunto de convicciones tan hondas que (dominación) como medios, firma un pacto con los poderes dia-
i m p i d a n que la necesidad de tiempo equivalga al olvido de los bólicos... quien pacte con este medio para los fines que sea, se
objetivos que se persiguen. Como dice Max Weber, "la política entrega a sus consecuencias específicas... quien quiera hacer
significa horadar lenta y profundamente unas tablas duras política tiene que ser consciente de esas paradojas éticas y de
con pasión y distanciamiento a la vez" (Weber: 1919,164). La que es responsable de lo que él mismo pueda llegar a ser bajo
d e n s i d a d del tiempo, las contradicciones sociales y las correla- la presión de éstas. Repito que tendrá que comprometerse con
ciones de fuerzas introducen u n a alta complejidad en el que- los poderes diabólicos que acechan en toda acción violenta
h a c e r político y, por ello, no cabe un reduccionismo ético de (de dominación). (Weber: 1919, 147,154,156,159, 160).
la política o, mejor dicho, un fundamentalismo ético en políti-
ca. E s t o n o significa que la política deba ser inmoral, sino que El alto riesgo moral y la suma complejidad q u e conllevan
r e q u i e r e una peculiar ética de la responsabilidad que ayude a su- la dedicación al quehacer político provocan, como señala con

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

gran agudeza Weber, q u e éste sea u n ámbito lleno de dificul- Desde mi p u n t o de vista, este clásico de la sociología tiene
tades para la práctica de la santidad, la ética de las convic- u n a visión demasiado unidimensional y restrictiva de la polí-
ciones, la vida bienaventurada e incluso, lo que es más terri- tica. Considero q u e n o p u e d e restringirse la política al Estado
ble, la fraternidad: y a la dominación. La sociedad civil, como mostró Gramsci, es
u n ámbito central en el quehacer político (Díaz-Salazar: 1991).
Quien busque la salvación de su alma y de otras almas que no Estado y sociedad civil son los lugares de la política y entre
la busque por el camino de la política, que tiene otras tareas muy ambos hay u n a relación estrecha; sin c o m p r e n d e r las posi-
distintas, unas tareas que sólo se pueden cumplir con la violencia bles modalidades de esta relación n o e n t e n d e r e m o s que más
(la dominación). El genio o el demonio de la política vive con el allá de la dominación p o r la fuerza y la violencia legítima (Es-
dios del amor, también con el dios cristiano en su manifestación tado) existe la dirección por la hegemonía y el consenso (socie-
eclesiástica, en una tensión interna tal que puede explotar en dad civil). Esta distinción entre dominio-dirección y fuerza-con-
cada momento con un conflicto irresoluble... (quien no sea capaz senso es básica y fundamental para captar los mecanismos de
de soportarla) haría mejor dedicarse a cultivar lisa y llanamente conformación del poder, que reside ciertamente en los apara-
la fraternidad de hombre a hombre. (Weber: 1919,160, 164). tos de dominación del Estado, pero también en los aparatos de
hegemoníay consenso de la sociedad civil; p o r ello, además del
Desde estas advertencias weberianas, que he traído a cola- p o d e r político, son tan relevantes e influyentes el p o d e r eco-
ción como apoyo a mi tesis sobre el carácter nada idealista (in- nómico, el p o d e r ideológico, el poder social, el poder cultural
genuo) de la política, es lógico que u n dirigente de la izquier- e, incluso, el p o d e r moral. Difícilmente p u e d e realizarse u n a
da como Delors advierta que la política significa trabajar en lo política estatal de espaldas a la sociedad civil en u n a democra-
imperfecto, en lo relativo, en ámbitos de incertidumbre, en cia madura; tanto la conquista como la preservarción del po-
definitiva. Por ello, él afirma que existen otros campos más fá- der político requieren u n trabajo social y cultural en ella.
ciles para expresar y practicar la virtud de la solidaridad. Si la sociedad civil es también ámbito de acción política, la
concepción de ésta cambia tanto por lo que respecta a los suje-
tos y los lugares del quehacer político como por lo que se refie-
La política de la transformación social re al rol de la cultura socio-vital de los ciudadanos. Los sujetos
y el cambio moral y cultural de los ciudadanos de la política ya n o son sólo los partidos, sino los movimientos
sociales y otros tipos de organizaciones ciudadanas que se
El rechazo tanto de la concepción religiosizada e hiperideo- plantean transformar las relaciones sociales y de p o d e r exis-
logizada de la política como de la reducción de la misma a tentes. Los lugares de la acción política n o son exclusivamente
gestión y administración pública me ha llevado a defender los las instituciones estatales, sino todos los espacios de la vida so-
elementos realistas de esta actividad h u m a n a . La concepción cial d o n d e se realizan prácticas de acción contra la injusticia y
de la política que p r o p u g n o incluye estos elementos, p e r o va d o n d e se configuran actitudes y comportamientos de solidari-
más allá p o r las razones q u e voy a aducir. Se suele decir q u e dad y compromiso socio-político. Ciertamente la actividad po-
la política es el arte de lo posible. Creo q u e n o es muy acer- lítica en sentido estricto es la realizada a través de los partidos
tada esta definición. La política sólo es arte —el más excelso políticos —de ahí su importancia—, pues son éstos los que aspi-
q u e u n ser h u m a n o p u e d a practicar— c u a n d o logra q u e lo ran a la conquista del poder del Estado; sin embargo, también
necesario se haga posible. Dentro de este marco más amplio puede considerarse acción política otro tipo de actividades de
p u e d o acoger las tesis de Weber q u e h e expuesto. socialización política y de intervención social siempre q u e pre-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

tendan incidir en los mecanismos que provocan la domina- la izquierda política y la izquierda moral, y aquí se ubica la posi-
ción y la injusticia. La importancia de la cultura socio-vital de ble aportación del cristianismo a la refundación del socialismo.
los ciudadanos (aspiraciones, mentalidades, valores, objetivos Desde esta perspectiva, toda organización política ha d e
vitales) radica en que constituye la clave de la emisión de las participar activamente en el proceso de reconstrucción moral
demandas al sistema político. La socialización política depen- y cultural de la sociedad, p u e s ha de tener en cuenta que el
de, en gran medida, de la socialización moral y cívica que se tipo de infraestructura cultural determina en gran medida las
construye en la sociedad civil. La relevancia política de ésta orientaciones y los apoyos políticos de los ciudadanos. La iz-
nos descubre la importancia para el quehacer político de las quierda h a de ser consciente de que la fortaleza de ciertos po-
orientaciones culturales y morales que imperan en ella. deres se basa, entre otras cosas, en la hegemonía cultural q u e
Entre la política y la cultura socio-vital de los ciudadanos h a n sido capaces de difundir. Por estos motivos, es tan nece-
existe u n a relación de d e p e n d e n c i a bastante fuerte. Por esta sario participar en la formación de la conciencia, las mentali-
razón n o son posibles cambios sociales y políticos profundos dades, las actitudes y los sentimientos morales; esto es, en los
sin cambios culturales y morales de fondo. Siempre se hace ámbitos de producción y difusión de valores (medios de co-
política desde unos determinados valores, teniendo presen- municación social, familia, enseñanza, etc.). Los contenidos
te u n m o d e l o de sociedad y de ser h u m a n o . Por esta razón la y pautas de valor transmitidos por ciertos medios de comuni-
política está conectada a otras instancias (sistema de valores) cación social son muy decisivos a la h o r a de configurar la cul-
q u e le sirven de guía y de fuente de identidad y distintividad. tura socio-vital de u n pueblo y, por esta razón, es tan impor-
La necesaria secularización de la política debe impedir la tante el tema de la organización de la cultura cívica.
pretensión d e i m p o n e r u n m o d e l o de ser h u m a n o desde el En m o d o alguno estoy reclamando la existencia de u n a
poder; sin embargo, sería irresponsable la política que n o tu- vanguardia ético-política q u e imponga u n dirigismo cultural
viera en cuenta el impacto de sus acciones en la configura- y moral y, m u c h o menos, la constitución hegeliana de u n Esta-
ción de u n prototipo de ser h u m a n o . d o ético. Simplemente quiero destacar el hecho de que la cul-
Son necesarias las alianzas y convergencias culturales y mo- tura moral de u n pueblo n o surge de la nada, es fruto de ac-
rales para que el cambio político, el ético y el cultural estén co- tores sociales que la van configurando y, desde luego, el tipo
ordinados. De lo contrario, u n a política de bienestar p u e d e resultante tiene efectos políticos; por tanto, es n o sólo legíti-
favorecer más la ampliación del sujeto burgués centrado en el mo, sino necesario ofertar propuestas de valor moral y conec-
individualismo posesivo que el sujeto postburgués configurado por tarlas a la socialización política. Desde mi p u n t o d e vista, esta
el personalismo solidario. Si se separan el trabajo político y el tra- tarea incumbe tanto a las organizaciones socio-políticas como
bajo cultural y moral será imposible contar con bases socia- a otro tipo de asociaciones, instituciones y movimientos de
les para llevar adelante programas que creen cambios profun- orientación cultural, educativa o religiosa y, desde esta pers-
dos. Están abocadas al fracaso las organizaciones políticas que pectiva, reivindico alianzas y convergencias ético-políticas en-
sólo se c e n t r a n en formular nuevos programas y n o realizan tre ambas, situándolas en un marco m u c h o más profundo q u e
este trabajo ético-cultural o, al menos, buscan alianzas y con- el electoral, concretamente en u n espacio que u n e la produc-
vergencias con las asociaciones, movimientos e institucio- ción de moral y la acción política. Sólo así p o d r á iniciarse
n e s centradas en este quehacer. La escisión entre estos dos ám- u n a catarsis ciudadana contra el corporativismo, la insolida-
bitos lleva a la corporativización de la política y a q u e ésta ridad y el individualismo.
quede prisionera de poderosos lobbys o grupos de presión. Se Llegados a este punto en la concepción de la política como
requiere, pues, u n encuentro mutuamente fecundante entre reforma intelectual y mora/podemos ver cómo ésta requiere ele-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

mentos que van más allá del arte del b u e n gobierno a través Otros temas prepolíticos y metapolíticos íntimamente re-
de u n a gestión honesta y u n a administración eficaz. El mismo lacionados con la política como son las motivaciones últi-
Weber, que tanto ha contribuido a desacralizar la política, su- mas, la raíz de la esperanza y la tenacidad, y lo que personal-
ministra argumentos e indicaciones para explorar los compo- m e n t e d e n o m i n o ética política interior son también objeto de la
nentes de la política q u e tienen que ver con la utopía, las con- atención de Weber, especialmente cuando plantea al final de
vicciones, la pasión, la fe, la ética privada, las motivaciones, su ensayo el "no obstante, a pesar de todo", es decir, el "armar-
etcétera. En La política como profesión destaca la importancia de se con esa firmeza de corazón que permite hacer frente al fra-
las motivaciones y convicciones íntimas y profundas que están caso de todas las esperanzas... y n o d e r r u m b a r s e si el m u n d o
más allá del cálculo racional y que influyen p o d e r o s a m e n t e es demasiado estúpido o b r u t o para lo que u n o quisiera ofre-
en el q u e h a c e r político: "La política se hace con la cabeza, cerle" (Weber: 1919, 164). Este autor relaciona estas cuestio-
p e r o con toda certeza n o sólo con la cabeza. En esto último nes con "el peso interior" de los políticos y la calidad moral
tienen razón los que actúan según la ética de las convicciones" de sus convicciones (Weber: 1919, 162). Todas estas dimen-
(Weber: 1919, 162). Entre las cualidades del político destaca siones del quehacer político tienen q u e ver con lo que deno-
la pasión, que siempre está al servicio de u n a d e t e r m i n a d a minaré la mística en política y con las fuentes ateas, agnósticas
causa, interés o ideal. La política encuentra su raíz en la pa- o religiosas de la misma. Por último, Weber, el desmagifica-
sión: "La entrega a la política, si n o quiere ser u n frivolo jue- d o r y secularizador por antonomasia de la política, es tam-
go intelectual sino una acción auténticamente h u m a n a , sólo bién el intelectual q u e reconoce la necesidad inexorable de
p u e d e nacer y alimentarse de la pasión" (Weber: 1919, 146). la utopía, del horizonte movilizador para llegar a hacer posi-
Hay que precisar q u é pasión mueve a la política en cada mo- ble lo necesario, pues "no se conseguiría lo posible si en el
m e n t o y, p o r ello, en este libro voy a presentar la pasión q u e m u n d o n o se hubiera recurrido a lo imposible u n a y otra vez".
el cristianismo p r o p o n e a la izquierda. (Weber: 1919, 164).
Weber va todavía más allá de la pasión y habla de la^e como En u n a línea de pensamiento que coincide con algunas de
u n elemento de la política; evidentemente n o la identifica con las reflexiones weberianas, V. Havel, presidente de la Repúbli-
la religión, p e r o sí la sitúa c o m o u n factor q u e está más allá ca Checa y u n o de los intelectuales europeos más relevantes,
del racionalismo y, en este sentido, refuerza mis tesis sobre la ha analizado con gran agudeza cómo la regeneración de la
relación de los actos políticos con otras instancias metapolí- política ha de estar unida a la superación de la crisis moral en
ticas y sobre la necesidad del espíritu para la política. Weber la que se encuentra el m u n d o m o d e r n o . Él considera que la
piensa que la política es "el servicio a u n a causa, si la acción mayoría de los políticos son tecnólogos del poder más o me-
h a de tener u n a consistencia interna. Es una cuestión defe cómo nos hábiles y, por ello, califican despreciativamente de "prédi-
ha de parecer la causa al servicio d e la cual ambiciona el políti- ca moral" cualquier planteamiento q u e n o esté directamen--
co el p o d e r y lo utiliza. El político p u e d e ponerse al servicio te relacionado con la conquista o m a n t e n i m i e n t o del poder.
de objetivos (determinados)... p e r o siempre tiene que existir al- Frente a esta realidad, p r o p u g n a u n a "política antipolítica":
guna fe. De lo contrario, pesará realmente, incluso sobre los
éxitos políticos aparentemente más sólidos, la maldición de la Una política que no equivalga a una tecnología del poder y
nulidad creadora" (Weber: 1919, 148). Los temas de \a.fey la de la manipulación con él como una forma de dirección ciber-
causa también tienen que ver con instancias metapolíticas y nética de los hombres... una política como moralidad practica-
abordaré en su m o m e n t o el tema de la causa q u e p r o p o n e el da, como un servicio a la verdad, como preocupación por nues-
cristianismo a la política. tros prójimos... "la política antipolítica" es posible. La política

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LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

"desde abajo". La política del hombre y no del aparato... la fuen-


darios y la experiencia del sufrimiento h u m a n o causado por
te de todos los fenómenos de crisis que nos rodean debemos
el empobrecimiento. La socialización en estos sentimientos,
verla en la crisis moral de la sociedad, ninguna de nuestras cri-
convicciones e ideales pasa por la extensión de asociaciones,
sis desde la económica hasta la ecológica— podemos resol-
instituciones y movimientos capaces de educar en los mismos
verla de otro modo que superando esa crisis moral... la política
y p o r la potenciación de aquellas organizaciones (ONG, gru-
no ha de ser forzosamente un arte de lo posible... puede ser el
pos de voluntariado, movimientos sociales) que inician a la
arte de lo imposible, es decir, de hacer cambiar para bien a cada
práctica de estos valores en medios concretos. Para saltar de
uno de nosotros y al mundo. (Havel: 1991,85,86,87,203,211).
esta práctica social a u n compromiso en partidos será necesa-
rio que estas organizaciones expongan la dimensión política
de los problemas que afrontan y que los partidos sean capa-
Las fuentes de la socialización política y el cristianismo ces de mostrar la raíz ética de sus propuestas, la efectividad de
la política para vencer esos problemas y, por supuesto, cam-
La revitalización de los componentes de la política expues- bien su vida interna y sus formas de hacer política.
tos p o r Weber y Havel es especialmente u r g e n t e para dete-
Considero que u n fuerte anclaje moral —alejado de la re-
n e r el actual proceso de despolitización, fundamentalmente
tórica ética— es u n c o m p o n e n t e básico para la politización
e n t r e los jóvenes. El desprecio de la política es tan intenso
de los ciudadanos. P. Thibaud, director de Esprit, la revista
q u e hay q u e volver a empezar p o r el principio, reconstru-
fundada por Mounier, ha expuesto con gran lucidez el alcan-
y e n d o d e u n a forma nueva el sentido y la finalidad de lo po-
ce de las premisas éticas para u n a nueva adhesión a la política:
lítico, pues de lo contrario la democracia se irá vaciando de
"Ser de izquierdas es creer que n o se p u e d e ser feliz solo, éste
c o n t e n i d o y terminará degenerándose en las manos del cor-
porativismo y la tecnocracia. La generación de nuevas adhe- es el contenido que yo doy a la fórmula «asumir la responsa-
siones a la política h a de comenzar p o r la creación de acti- bilidad del m u n d o » . Debemos plantearnos la cuestión de
t u d e s políticas basadas en motivaciones morales, c o m o h a «en calidad de qué» asumir esa responsabilidad del m u n d o "
s e ñ a l a d o R. Obiols 8 . (Thibaud: 1993, 8). La cuestión de fondo que aquí se plantea
—y que ya fue atisbada por Durkheim— es la de la fuerza mo-
El compromiso político n o nace del vacío y por eso es muy
ral que va a ser capaz de causar este desplazamiento antropo-
i m p o r t a n t e explorar sus raíces y fuentes. Históricamente, és-
lógico para n o quedarse encerrado en el cultivo de la felicidad
tas h a n sido múltiples: ideologías, tradiciones, rebelión con-
propia y asumir c o m o u n asunto personal la transformación
tra injusticias padecidas, sentimientos morales, convicciones
del m u n d o , especialmente en u n a sociedad m o l d e a d a por la
religiosas, ejemplos vitales de ciertas personas, etc. Podemos
cultura del h e d o n i s m o , el desplazamiento de responsabili-
ver c ó m o estos motores para la política tienen u n cariz prepo-
dades y la aniquilación d e todo sentimiento de c u l p a / r e s -
lítico y metapolítico; pues bien, p o r ahí es por d o n d e actual-
ponsabilidad. ¿Cuáles van a ser las fuentes de este altruismo
m e n t e hay que trabajar para crear en los ciudadanos actitudes
contracultural?, ¿qué capacidad de constricción, catarsis y
políticas que lleven a compromisos concretos, si n o queremos
d e j a r a la política en la prisión de la tecnología del poder. conversión van a tener en u n espacio socio-vital m a r c a d o p o r
lo que Lipovestky h a llamado el crepúsculo del deber? N o se tra-
Considero que la r u p t u r a de generaciones, la pérdida de
ta aquí de buscar fundamentaciones filosóficas para este tipo
tradiciones y el desgaste de ideologías deben llevar a p o n e r
de comportamientos — q u e hay m u c h a s y d e diversa orien-
e n p r i m e r término sistemas de motivaciones como son los sen-
tación—, sino de hallar motores de moral vivida capaces de
t i m i e n t o s morales, las convicciones religiosas, los ideales soli-
e n g e n d r a r comportamientos solidarios politizados. Para la

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

izquierda, la vida le va en este asunto y p o r eso el socialismo q u e da la energía, la fuente d e las motivaciones últimas, la
n o p u e d e consistir en u n simple procedimentalismo que ges- raíz profunda q u e sostiene al militante político en m e d i o d e
tione y administre mejor lo público. Entre la cosmovisión on- las dificultades, frustraciones y derrotas que acarrea la polí-
micomprehensiva y única de lo b u e n o y la m e r a elaboración tica. La cultura es básicamente el sistema de valores morales
de procedimientos, programas y proyectos p a r a u n a mayor y principios ideológicos q u e orientan y d e t e r m i n a n la activi-
libertad yjusticia, cabe u n a vía de identidad intermedia ba- d a d política. Los objetivos son las metas q u e se quieren alcan-
sada en cultura moral fruto de la contaminazione, como se afir- zar a corto y m e d i o plazo, los problemas que se p r e t e n d e n
m a b a en el PCI y a h o r a en el PDS y en el PRC, de fuentes di- resolver, los cambios q u e se desean conseguir, las transfor-
versas. Por esta senda es p o r d o n d e entra la religión cristiana maciones sociales q u e se van a establecer. Los programas son
en la política laica de la izquierda. el conjunto de propuestas concretas de todo tipo que se pre-
La cuestión de las motivaciones últimas y de las raíces para sentan para ser realizadas en u n d e t e r m i n a d o periodo de
asumir la responsabilidad de la transformación de la sociedad tiempo con el fin de ir alcanzando los objetivos. Los presupues-
constituye u n a de las temáticas q u e abren la política al cris- tos económicos son las formas concretas de organizar y distri-
tianismo, hasta el p u n t o q u e Horkheimer, u n o de los princi- buir los recursos financieros necesarios para llevar adelante
pales teóricos de la Escuela de Francfort, llegó a afirmar q u e los programas. Las leyes son los instrumentos jurídicos para
"la política q u e n o involucre, a u n q u e sea indirectamente, a hacer efectivas las propuestas formuladas en los programas.
la teología será en última instancia u n negocio, pese a toda U n a política coherente es aquella que sabe establecer u n a re-
su posible habilidad" (Horkheimer: 1966, 66). Con esta cita lación armónica entre todos estos elementos, evitando desti-
de H o r k h e i m e r n o busco, en m o d o alguno, volver a religio- nar los primeros al campo de la retórica y dejando los últimos
sizar la política. La secularización de la misma d e b e estable- en manos del m e r o pragmatismo.
cer u n p u n t o de n o r e t o r n o , entre otras razones, p o r q u e u n a Plantear el encuentro entre la izquierda y el cristianismo re-
política secularizada es la que mejor se adecúa a la visión cris- quiere también precisar qué tipo de religión es la que intervie-
tiana de esta actividad. La cuestión q u e deja planteada Hork- ne en el diálogo. De entrada hay que partir de u n hecho, la ma-
heimer es la del tipo de relación que puede establecerse entre yor parte de las religiones son objeto de estudio de la sociología
política y religión d e n t r o de u n m a r c o q u e conscientemen- porque constituyen factores sociales sumamente importantes.
te quiera dejar fuera todo intento de confesionalización del Si los fenómenos religiosos consistieran sólo en un conjunto de
q u e h a c e r político. creencias y prácticas rituales que producen u n a determinada
Para establecer adecuadamente el modelo de relación en- experiencia interior en aquellos que las sostienen y realizan, la
tre política y religión cristiana hay que precisar, en primer lu- sociología n o se ocuparía de ellos. Si la religión, desde la época
gar, cuáles son los componentes esenciales de la política. Con- de los clásicos, ha ocupado u n lugar central en esta ciencia so-
sidero que los principales son los siguientes: a) la utopía, b) cial, es debido a su influencia en la sociedad.
la místicao espíritu, c) la cultura, d) los objetivos, e) el programa,
f) los presupuestos económicos, g) las leyes. La utopía es el hori-
zonte ideal que persigue alcanzar la política, sirve de estímu- E L CRISTIANISMO, UNA RELIGIÓN PÚBLICA E INTRAMUNDANA
lo, de principio de crítica; por utilizar el lenguaje de E. Bloch,
las utopías concretas son los sueños diurnos q u e d e b e n guiar y Quizá ha sido Max Weber — q u e centró gran parte d e su
tensar el quehacer político para q u e éste n o se desnorte. La obra en el estudio de las éticas económicas de las grandes
mística o espíritu constituye el aliento vital, el m o t o r interior religiones— quien mejor ha desarrollado la sociología del

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEL DÍAZ-SAIAZAR

cristianismo. Para este autor hay q u e distinguir e n t r e religio- lítica y su función profética tiene q u e ver más con la crítica
nes extramundanas y religiones intramundanas; las primeras se q u e con la legitimación o el reconocimiento de u n a política
basan en u n rechazo del m u n d o , mientras q u e las segundas c o m o cristiana. El cristianismo originario n o es u n a religión
se centran en u n a transformación del mismo. Ambas son re- política, esto es, n o contiene u n modelo sacralizado de Estado,
ligiones, es decir, tienen u n centro sagrado, p o r lo general de ideología y de forma de organización de la vida social. Ba-
monoteísta, u n sistema de creencias, u n conjunto d e ritua- sándose en esta seña de identidad y p a r t i e n d o de la figura de
les y prácticas de oración, u n a escatología, etc. Lo específico Jesús de Nazaret como crítico de la religión política del judais-
de las religiones i n t r a m u n d a n a s es q u e vinculan estrecha- mo, las teologías políticas más recientes han desarrollado u n a
m e n t e la fe y la adoración religiosa con la creación de u n de- interesante crítica cristiana de diversas manifestaciones de re-
t e r m i n a d o o r d e n social. Max Weber señala este rasgo con /¿gráwjfrofófea: fundamentalísimos católicos y protestantes, teo-
toda claridad: "Dios quiere q u e los cristianos actúen en la rías como las de Cari Schmitt o Donoso Cortés, ideologías del
sociedad, puesto q u e quiere q u e la vida social se configure nacional-catolicismo hispano y polaco, formulaciones doctri-
conforme a sus preceptos y se organice de m o d o que respon- nales de la democracia cristiana, ideologías totalitarias de iz-
da a aquel fin. El trabajo social (del cristiano) en el mundo..." quierda. Evidentemente, las diversas etapas d e lo que pode-
(Weber: 1904-1905, 87). El cristianismo es u n a religión éti- mos denominar la historia política del cristianismo n o siempre
co-profética e i n t r a m u n d a n a y, por ello, debe ser considerada han estado guiadas p o r estas características originarias, p e r o
c o m o u n a religión pública con u n a pretensión de incidencia precisamente por eso es coherente u n a crítica de los diversos
social; p o r este motivo, constituye u n factor socio-político. tipos de integrismos y fundamentalismos políticos del cristia-
Su dimensión ética contiene valores q u e buscan en cada co- nismo en su desarrollo histórico.
yuntura histórica ser puestos en práctica y su dimensión pro-
Desde esta óptica, n o cabe ni u n a democracia cristiana ni
fética le lleva i n e x o r a b l e m e n t e a ejercer la crítica de aque-
u n socialismo cristiano, sino u n a fecundación de la política
llas realidades q u e niegan esos valores. Esta característica del
de cada coyuntura histórica con los valores ético-proféticos y
cristianismo originario fue reconocida p o r F Mitterrand en
las dimensiones intramundanas de fondo contenidas en el
1993 en la entrega de la Legión de H o n o r de Francia a Gus-
Evangelio. El cristianismo busca en cada m o m e n t o histórico
tavo Gutiérrez, precursor de la teología de la liberación: "Qué
aquellas mediaciones laicas que p u e d a n traducir y llevar a la
es la fe si n o p u e d e estar al servicio de los hombres, ella debe
práctica, al m e n o s en parte, los valores evangélicos. Son es-
tener u n a traducción en los hechos, en la organización de la
tos valores, llenos de u n a carga fortísma de transformación
sociedad y en la defensa de los pobres" 9 .
social y de liberación de los empobrecidos, los que crean en
La p r e g u n t a q u e hay q u e plantearse es si este carácter in- los seguidores de esta religión u n a ética política muy relevante
t r a m u n d a n o que le otorga u n a politicidad consustancial a la para el cambio social.
religiosidad cristiana es compatible con la necesaria e impres- U n a de las peculiaridades del cristianismo originario res-
cindible desreligiosización de la política. U n a fenomenología pecto a otras religiones públicas es su rechazo de la teocracia,
del cristianismo originario p e r m i t e contestar afirmativamente del mesianismo milenarista, del confesionalismo político y del
a esta cuestión. El cristianismo es político en su teología y íundamentalismo religioso-nacionalista. Jesús de Nazaret n o
n a d a teológico en su visión de la política; es decir, contiene apoyó ni los planteamientos de la aristocracia sacerdotal ni los
elementos ético-proféticos que le llevan a implicarse en la de los zelotes (grupo de oposición a r m a d a a los r o m a n o s ) ,
transformación del m u n d o , p e r o n o p r o p u g n a u n a política precisamente por la carga teocrática q u e contenían. O. Cull-
directa desde el Evangelio. Reconoce la a u t o n o m í a de la po- m a n n , en su obra ya clásica El Estado en el Nuevo Testamento,

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEL DÍAZ-SAIAZAR

afirma que "el ideal teocrático j u d í o es rechazado expresa- midos c o m o p r u e b a de verificación d e la autenticidad reli-
m e n t e como satánico por el cristianismo" (Cullmann: 1966, giosa i n t r o d u c e u n radicalismo q u e va a establecer inexo-
21). La primigenia desteocratización del Estado j u d í o y roma- r a b l e m e n t e u n a afinidad electiva con políticas q u e tengan
n o , basada en el rechazo de Jesús de Nazaret a otorgarle al Es- c o m o finalidad la emancipación de los explotados y empo-
tado la misma relevancia que a Dios o a concederle más de lo brecidos.
q u e le pertenece ("darle al César lo que es del César y a Dios Lo innovador en el cristianismo no radica sólo en la centra-
lo que es de Dios"), introduce un proceso de secularización lidad de la liberación de los pobres, sino en la ausencia de pro-
de la política y de desconfesionalización de la misma. gramas propios y, por tanto, en la necesidad de buscar media-
Jesús de Nazaret introduce un tipo de mesianismo distinto ciones para hacer efectiva esta finalidad. Este c o m p o n e n t e
al mesianismo político esperado p o r el pueblo j u d í o . La gran p o n e barreras a integrismos y fundamentalismos político-re-
esperanza de Israel era el Reinado de Dios q u e sería inagura- ligiosos y posibilita aunar laicidad y religiosidad, dificultanto
d o por el Mesías, líder consagrado p o r Dios, guerrillero vic- la teocracia, la privatización de la religión y el laicismo. En la
torioso que expulsaría a los romanos, d e r r o t a n d o y humillan- medida en que el cristianismo n o presenta u n proyecto polí-
d o al gran imperio pagano. Esta especie de golpe de Estado tico propio, contribuye a evitar fanatismos en política. Si esta
o revolución por intervención divina mediante el Mesías res- religión n o p r o p o n e soluciones técnicas a los problemas hu-
tauraría el p o d e r de Israel e iniciaría u n a época de prosperi- manos, nos está indicando que n o es posible la magia en po-
dad bajo el gobierno del Rey-Mesías auxiliado p o r Dios. Jesús lítica y q u e sólo cabe la b ú s q u e d a h u m a n a de medios para
de Nazaret rechaza este tipo de mesianismo y esta imagen de lograr esa liberación de los pobres guiada, eso sí, por deter-
Dios. Especialmente a través del relato de las tentaciones (Mt. minados valores, actitudes, motivaciones, cambios de com-
4,1-11), se puede observar que se opone al uso de los milagros, portamientos, aspiraciones vitales, esperanzas, etc., q u e es
de la omnipotencia divina y del p o d e r idolátrico para reali- d o n d e ella influye. Insisto, su negación del "Dios tapa aguje-
zar su misión. Este relato es e x p o n e n t e de lo q u e podríamos ros" —deus ex machina—, magníficamente reflejada en la afir-
llamar u n a laicidad religiosa opuesta a teocratismos y funda- mación de Bonhoeffer "ante Dios y con Dios estamos sin Dios"
mentalismos religiosos. El mesianismo de liberación de los y en el "diálogo del Gran Inquisidor" de Los hermanos Karama-
pobres que impulsa Jesús de Nazaret n o se basa en u n a inter- zov de Dostoievski, es u n refuerzo de la libertad h u m a n a y u n
vención divina directa, sino en u n mensaje de construcción principio de crítica de todo fundamentalismo político-religio-
h u m a n a de otro tipo de sociedad basado en u n a conversión, so que quiera presentarse como la solución segura a los pro-
en una catarsis que cambia, con la ayuda de Dios, las actitudes, blemas de la vida social.
los comportamientos y las relaciones sociales. Este mensaje En los últimos decenios la teología de la liberación y los
de cambio es universalista, rechaza el fundamentalismo na- movimientos cristianos que se inspiran en ella constituyen u n
cionalista, particularista y excluyeme de los judíos. La aper- magnífico ejemplo de estas características del cristianismo
tura a los paganos niega los privilegios sagrados exclusivos originario. La teología de la liberación es u n a manifestación
de Israel como pueblo elegido. de u n a religión pública e intramundana que ejerce u n rol éti-
La novedad del cristianismo como religión pública e intra- co-profético intenso —hasta el punto de ser declarada por Es-
mundana radica en q u e u n e consustancialmente la fe en Dios, tados Unidos en los Documentos de Santa Fe c o m o "el prin-
la adoración religiosa, la salvación eterna y la liberación de los cipal obstáculo a los intereses norteamericanos en América
pobres (Mt. 25, 31-46; Le. 4,16-20). En la m e d i d a en q u e esta I .atina"— sin por ello generar un fundamentalismo religioso
religión establece la práctica de liberación de los pobres y opri- de izquierdas ni crear organizaciones revolucionarias confe-

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sionales. Desde este rol ético-profético ha a n i m a d o a los cris- nismo influye en la sociedad, p e r o también es influido pode-
tianos a buscar mediaciones laicas n o confesionales para tra- r o s a m e n t e p o r ella. Si bien él en sus orígenes introdujo en
ducir política y e c o n ó m i c a m e n t e sus valores. El rol de los la historia factores importantes d e desacralización de la po-
cristianos en la creación del PT (Partido de los Trabajadores) lítica, el proceso de secularización ha proseguido su curso y
de Brasil, el mayor de toda la izquierda latinoamericana, es u n especialmente en E u r o p a y en algunos países de América
ejemplo bien elocuente. El cristianismo de liberación, que es Latina es cada vez más intenso y afecta al despliegue de su rol
algo más amplio q u e esta teología, h a mostrado q u e es posi- ético-profético en el c a m p o de la política, la economía y la
ble u n a religión pública con laicidad y sin fundamentalismo. cultura.
H a puesto también de manifiesto q u e el laicismo y los inten- Desde u n a perspectiva histórica, hay q u e tener en cuenta
tos d e privatización forzada de este tipo de religiosidad n o q u e la imprescindible laicización d e la política y del Estado
son otra cosa q u e u n a forma de fundamentalismo; es decir, se h a n visto dificultadas desde hace siglos por la peculiar ins-
el laicismo —la expulsión de la religión de la vida pública— titucionalización y eclesiastización sufrida por el cristianismo
es la otra cara de la m o n e d a del confesionalismo. La aporta- originario. Esta religión que, en sus inicios, fue u n factor de
ción propia y específica del cristianismo a la historia de la secularización de la política se convirtió en u n instrumento
laicidad y la secularización es algo q u e ya fue subrayado, en- de sacralización de la misma al servicio de los intereses de
tre otros, p o r Max Weber, p e r o q u e n o termina de ser capta- dominación de la Iglesia, llegando incluso a provocar inten-
d o p o r d e t e r m i n a d o s sectores de la izquierda. sas guerras de religión q u e impidieron la paz en Europa y
Lo dicho hasta a h o r a sitúa al cristianismo como u n fac- en otros territorios. Es lógico q u e la construcción de la laici-
tor político indirecto. El h e c h o d e q u e en este libro se vayan d a d necesitara del laicismo y del antieclesiasticismo, d a d o el
a mostrar las dimensiones políticas de esta religión n o signifi- p o d e r í o de la Iglesia. Esta necesaria afirmación de la laici-
ca que quiera reducir el cristianismo a u n fenómeno político y dad de la política y del Estado y el terror a volver a formas
moral. U n a fenomenología del cristianismo impide u n reduc- de confesionalismo político —sean de derechas o de izquier-
cionismo político o ético de esta religión, ya que ésta tiene otro das— han alentado procesos de privatización forzada del cris-
tipo de dimensiones sumamente importantes que van m u c h o tianismo y rechazos intelectuales para incorporar la dimen-
más allá de la política y de la moral. El cristianismo contiene sión pública y laica del mismo. Existe, pues, u n a secularización
u n específico sistema de creencias y múltiples c o m p o n e n t e s forzada del cristianismo desde ciertos poderes políticos y cul-
místicos, escatológicos, carismáticos, ascéticos, comunitarios, turales —del mismo m o d o que España sufrió la religiosización
catequéticos, litúrgicos, testimoniales, etc., que n o tienen que forzada del nacional-catolicismo—, p e r o también u n a secu-
ver directamente con la política y la moral o que, al menos, es- larización natural, es decir, el surgimiento de u n a estructura
tán más allá de éstas. En este libro sólo voy a abordar u n a de las social, u n a cultura y u n a mentalidad q u e erosionan la plausi-
múltiples dimensiones del cristianismo, la socio-política. bilidad del cristianismo sin la pretensión de atacarlo directa-
mente; simplemente se sitúan en otro territorio y van despla-
El proceso de secularización zando poco a poco por el natural despliegue de sus contenidos
la centralidad q u e tuvo en otros tiempos la religión cristiana.
El h e c h o d e q u e consustancialmente el cristianismo sea La secularización se ha desplegado en los últimos decenios
u n a religión ético-profética, esto es, pública e intramundana, en tres dimensiones: diferenciación de esferas institucionales,
n o significa que los procesos sociales, culturales y políticos declive de creencias y prácticas religiosas y privatización del
sean indiferentes para el desarrollo de la misma. El cristia- hecho religioso. La complejidad y laicidad d e las sociedades

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RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

industrializadas h a afianzado la a u t o n o m í a y especialización cia h a disminuido por razones externas e internas, pero ello
funcional de cada u n a de las instituciones q u e forman la es- n o significa q u e el cristianismo n o ejerza ya u n rol público en
tructura social; p o r este proceso, muchas de las funciones so-
las sociedades occidentales. Como ha mostrado J. Casanova
ciales ejercidas durante siglos por las religiones han sido absor-
en Public Religions in theModem World, u n a de las obras más im-
bidas p o r otras instituciones y esto h a supuesto u n a pérdida
portantes de sociología de la religión en el último decenio, es-
de relevancia social para la religión cristiana. Por otro lado,
tamos asistiendo a u n intenso proceso de desprivatización de
la uniformización religiosa de la sociedad descansaba en u n
la religión cristiana en todo el m u n d o que se diferencia de los
sistema de dominación cultural o en un atavismo tradiciona-
intentos de construir u n a nueva cristiandad alentados por el
lista que impedía o hacía innecesaria la opción religiosa libre;
neofundamentalismo católico y protestante. La novedad radi-
u n a vez difuminadas las estructuras q u e sostenían artificial-
ca en que este nuevo rol de un tipo de cristianismo antifunda-
m e n t e el asentimiento religioso, se desploma esa uniformi-
mentalista se desempeña fundamentalmente en la esfera públi-
d a d y la opción religiosa desciende n u m é r i c a m e n t e , pues se
ca de la sociedad civil y se aleja de otros intentos que pretenden
enfrenta a las dificultades connaturales a todo proceso d e
iniciación y conversión a u n h e c h o tan fuera del marco de la u n a regulación y tutela católica o protestante del Estado.
normalidad cotidiana como es el de la experiencia religiosa.
La secularización como privatización tiene dos acepciones;
POLÍTICA LAICA Y RELIGIÓN CRISTIANA:
p o r u n lado, hace referencia al proceso de personalización
AUTONOMÍA Y RELACIÓN
de la religión que requiere u n a fuerte interiorización de la
misma; p o r otro, significa también la marginación o desapa-
rición d e la religión de la esfera pública política, económica La relación entre la izquierda y el cristianismo la h e basado
y cultural, q u e d a n d o reducida a u n f e n ó m e n o ritual. en la concepción de la política como reforma intelectualy moral
y en el carácter público e i n t r a m u n d a n o de esta religión. Voy
La primera acepción de la secularización (diferenciación) a abordar en este apartado algunas condiciones que deberían
entronca perfectamente con el cristianismo originario, aun- ser tenidas en cuenta para q u e esta relación se p u d i e r a desa-
que conlleve u n debilitamiento de las relaciones Iglesia-Esta- rrollar respetando la especificidad y a u t o n o m í a d e la esfera
do. La segunda (decrecimiento), a u n q u e aparentemente sig- política y de la esfera religiosa.
nifique u n debilitamiento por la reducción numérica de los La política tiene u n a racionalidad específica y diferencia-
adheridos, p u e d e suponer u n a depuración y hasta u n a inno- da de la religión. Convendría, pues, tener en c u e n t a aquella
vación interna que lo refuerce. La tercera (privatización) tam- crítica formulada p o r U n a m u n o respecto a la d e g e n e r a c i ó n
bién p u e d e fortalecer al cristianismo, pues lo privado p u e d e de estas dos áreas de la vida social, c u a n d o se refería a la prác-
ser muy influyente si actúa como sistema motivacional y dina- tica de la religión como política y de la política como religión.
mizador del comportamiento y la actividad pública, convir- El e n c u e n t r o entre ambas n o p u e d e llevar a la disolución d e
tiéndose así en u n factor de politización y moralización desde la u n a en la otra o al intercambio de identidades. Considero
la subjetividad. que es posible u n a relación dialéctica q u e respete la distinti-
Es especialmente interesante afrontar la acepción de pri- vidad de cada área. Evidentemente, hay q u e precisar el tipo
vatización c o m o marginación e irrelevancia pública del cris- de apertura y de cierre respectivos para asegurar, a la vez, la
tianismo. Considero q u e este sentido de la secularización es a u t o n o m í a y la relación.
u n hecho si se compara la relevancia pública del cristianismo Por lo que respecta a la izquierda, la apertura al cristianis-
en la actualidad y en siglos pasados. Esta relevancia e influen- mo está asociada a la relevancia q u e le c o n c e d a a las culturas

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

de sentido que tienen u n a dimensión política y moral y a las or- El cristianismo n o tiene u n modelo cerrado de sociedad,
ganizaciones e instituciones que trabajan en la sociedad civil. cultura, moral, política o economía, pero sí contiene valores
Esta a p e r t u r a está también estrechamente u n i d a a la impor- muy concretos desde los cuales se p u e d e construir o fecundar
tancia otorgada a la crítica ético-profética y al cultivo de la sociedades, culturas, éticas, políticas, sistemas económicos y
tensión fecundante entre racionalidad política, utopía y va- estilos de vida afines a esos valores. De hecho, a lo largo de su
lores prepolíticos y metapolíticos. Todo ello implica u n re- ya muy dilatada historia, el cristianismo h a producido —para
conocimiento de los límites de la política c o m o m e r a tecno- bien y para mal— prácticas sociales, culturas políticas, mora-
logía del poder, la necesidad de buscar u n espíritu que guíe la les, valoraciones de la economía, modelos de sociedad, insti-
acción política y u n rechazo de aquellas concepciones que tuciones y organizaciones diversas, arte, etc. En cada época
r e d u c e n el q u e h a c e r político a u n a m e r a gestión del o r d e n histórica, el cristianismo, a través de personas, movimientos e
social existente. instituciones busca la realización práctica de sus valores fun-
La apertura al cristianismo está también relacionada con el damentales. Por este motivo se resiste ante cualquier intento
valor q u e otorgue la izquierda a la ética política interior y al de reducirlo a u n a religión ritual o de la mera interioridad.
sistema personal de convicciones y motivaciones en la lucha Esta pretensión pública del cristianismo ha sido reconoci-
por el socialismo. Esta es u n a cuestión relacionada con el man- da p o r diversos partidos y organizaciones de izquierda que
tenimiento y la realimentación de la inspiración matricial que afirman explícitamente que esta religión es u n a de las bases
dio lugar al nacimiento de la izquierda, u n a inspiración llena en las que se inspiran. Estos partidos y organizaciones valo-
de aspiraciones morales y no sólo de reivindicaciones sociales. ran la presencia pública de las iglesias y movimientos cristia-
La disposición de la izquierda p a r a u n e n c u e n t r o fecun- nos y están abiertos a sus propuestas, d e m a n d a s y críticas; de
dante con el cristianismo requiere u n rechazo del laicismo hecho, los han convertido en interlocutores sociales naturales
c o m o u n a forma perversa de fundamentalismo. C o m o po- en su acción política. Del mismo m o d o que tienen u n a políti-
d r e m o s ver más adelante, este rechazo n o disminuye, sino ca hacia otros sectores de la sociedad civil (ecologistas, femi-
q u e refuerza la laicidad de u n a sociedad. La crítica del laicis- nistas, asociaciones de vecinos, instituciones culturales, ONG,
m o por parte de la izquierda está asociada a u n reconocimien- etcétera), realizan u n a política específica hacia el m u n d o cris-
to de la pretensión pública del cristianismo c o m o religión tiano para a p r e n d e r de sus prácticas, su cultura y sus deman-
ético-profética e i n t r a m u n d a n a , según la acepción de Max das. Ciertamente, ésta n o es la actitud de toda la izquierda,
Weber. ¿En qué consiste esta pretensión pública? En primer pues hay partidos y organizaciones d e este signo ideológico
lugar, hay que tener en cuenta que toda religión intramunda- y político que niegan la pretensión pública del cristianismo y
n a n o p u e d e dejar de ser pública; desde esta premisa, la cues- optan por u n a estrategia de privatización de esta religión, fa-
tión que hay que plantearse es si esta identidad es compatible voreciendo su marginación y silenciamiento. Esta práctica
o n o con la laicidad de la política. El cristianismo p r e t e n d e impide la relación entre izquierda y cristianismo más allá de
construir la historia desde unos determinados valores explici- la pugna institucional entre Iglesia y Estado.
tados en los Evangelios, por eso n o p u e d e serle indiferente el
tipo de configuración social, cultural y moral que adopta la
sociedad. Esos valores evangélicos g e n e r a n u n a determina- El rechazo delfundamentalismo religioso
d a mentalidad y u n a visión de la realidad, inspiran cultura y
prácticas sociales, se convierten en principios de crítica y dis- La relación correcta del cristianismo con la política pasa
c e r n i m i e n t o de t o d o tipo de acontecimientos y propuestas. por el rechazo del confesionalismopolíticocomo u n a f o r m a per-

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versa de fundamentalismo. Esto significa que es necesario re- la creación, todas las cosas están dotadas de consistencia, verdad
forzar p e r m a n e n t e m e n t e aquellos rasgos del cristianismo y bondad propias y de un propio orden 10.
originario que más contribuyeron a la secularización de la po-
lítica y que se p e r d i e r o n en algunos m o m e n t o s del desarro- Evidentemente, como n o podía ser menos en un concilio
llo histórico de esta religión. En este sentido, conviene acen- religioso, también se afirma que ningún creyente puede iden-
tuar frente a fundamentalismos religiosos q u e la política n o tificar esta justa autonomía con u n a falta de referencia a Dios.
se deriva d e la religión, p o r lo m e n o s desde la perspectiva Me parece q u e la afirmación de q u e la realidad (en este caso,
cristiana originaria. Por tanto, todo confesionalismo políti- la política) tiene unas leyes y u n o r d e n propio supone u n a
co católico o protestante n o es otra cosa q u e u n a degenera- gran contribución al reforzamiento del carácter laico d e la
ción del ideal cristiano originario. N i n g u n a propuesta polí- acción política y u n rechazo de todo confesionalismo político.
tica es la realización d e la voluntad divina en la tierra. Las Más adelante, en esta misma constitución conciliar, se refuer-
dimensiones ético-proféticas e intramundanas del cristianis- za esta perspectiva al afirmar en el apartado 42 que "la misión
m o necesitan mediaciones políticas n o religiosizadas para ir propia que Cristo confió a su Iglesia n o es de orden político,
desarrollándose en cada coyuntura histórica con imperfec- económico o social. El fin que le asignó es de orden religioso.
ciones difíciles de evitar. Si es rechazable el confesionalismo Pero precisamente d é esta misma misión religiosa derivan
político, tanto y más debe ser todo intento eclesiástico de con- funciones, luces y energías que p u e d e n servir para establecer
figurar el Estado desde sus planteamientos. Las conviccio- y consolidar la comunidad humana".
nes y exigencias evangélicas tienen u n a lógica propia de in-
N o basta con q u e el cristianismo vuelva a sus orígenes y
vitación, sugerencia y consejo para u n a vida b u e n a y feliz y
afirme el carácter laico y a u t ó n o m o de la política. Si éste pre-
n u n c a p u e d e p r e t e n d e r u n a institución religiosa convertir-
tende contribuir a u n avance de la justicia, la igualdad, la li-
las en efectivas a través de vías impositivas con protección
bertad y la fraternidad entre los hombres debe superar aque-
estatal. El Concilio Vaticano II reforzó la secularización de
llas adherencias históricas que en más de u n a ocasión lo han
la política a través de la afirmación de la autonomía de lo tem-
convertido en u n a religión burguesa y conservadora. El en-
poral^ del establecimiento de la misión religiosa de la Iglesia.
cuentro con la izquierda está asociado a esta tarea de desabur-
C o n c r e t a m e n t e en la constitución conciliar Gaudium et
guesamiento del cristianismo histórico, al i n c r e m e n t o de la
Spes se dice lo siguiente en u n apartado q u e se titula "lajus-
presencia pública de los movimientos y asociaciones cristianas
ta a u t o n o m í a de la realidad terrena":
en la sociedad civil y a su creatividad en el campo de la cultu-
ra moral y la cultura política. El m u n d o cristiano ha de mos-
Muchos de nuestros contemporáneos parecen temer que, trar su capacidad de activar los valores evangélicos de cara a
por una excesivamente estrecha vinculación entre la actividad las transformaciones que cada sociedad requiere y saber bus-
humana y la religión, sufra trabas la autonomía del hombre, de car las mediaciones q u e p u e d a n hacer realidad esos valores.
la sociedad o de la ciencia. Si por autonomía de la realidad te-
rrena se quiere decir que las cosas creadas y la sociedad misma
gozan de propias leyes y valores, que el hombre ha de descubrir, La afirmación de la laicidad
emplear y ordenar poco a poco, es absolutamente legítima esta
exigencia de autonomía. No es sólo que la reclamen imperiosa- El territorio de u n e n c u e n t r o fecundante entre la izquier-
mente los hombres de nuestro tiempo. Es que además respon- da y el cristianismo n o es otro q u e el d e la laicidad. Este es u n
den a la voluntad del Creador. Pues, por la propia naturaleza de concepto que tiene diversas acepciones y significados y, p o r

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I.A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

ello, conviene precisar su contenido. En primer lugar, consi-


La laicidad innova la cultura y crea u n nuevo talante en la
d e r o q u e hay que e n t e n d e r la laicidad como desconfesiona-
historia. Establece la parcialidad de toda verdad e introduce
lización de la política, como positiva emancipación de su tute-
la modestia, la duda, el diálogo, la búsqueda de consenso y la
la religiosa. N o p o d e m o s olvidar la historicidad del concepto
relativización de las propias posiciones. De esta forma hace
de laicidad, la necesidad imperiosa q u e tuvo la política de in-
posible la tolerancia, q u e n o es otra cosa que la desabsolutiza-
dependizarse de u n a religión q u e asfixiaba su desarrollo, au-
ción de los planteamientos e identidades de todo colectivo y la
tonomía e i n d e p e n d e n c i a de los intereses eclesiales. El har-
disposición al diálogo y al enriquecimiento con las ideas y pro-
tazgo d e la conciencia e u r o p e a más lúcida e ilustrada p o r las puestas ajenas. La laicidad significa, ante todo, pluralismo y
prolongadas guerras de religión y p o r la multitud de intrigas universalismo; p o r ello, el Estado laico es aquel que n o privi-
político-eclesiales provocó u n pensamiento y u n a práctica po- legia n i n g u n a cosmovisión e ideología y asegura el respeto y
lítica de desplazamiento de lo religioso de la esfera estatal y la libertad para todas las culturas, convirtiéndose en garante
pública por las consecuencias negativas creadas por éste para de los bienes comunes mediante la soberanía de las leyes de-
la convivencia pacífica. mocráticamente instituidas. De la misma forma, el partido lai-
Los espíritus más a u t é n t i c a m e n t e religiosos reclamaron co es aquel que n o se basa en una cosmovisión, sino que busca
también u n a intensa despolitización de la religión cristiana y u n a cultura de base capaz de integrar tradiciones distintas,
u n a reducción del p o d e r de la Iglesia para hacer posible u n p e r o afines.
r e t o r n o a los orígenes. Era necesario sacar de la política al Desde los planteamientos efectuados, la laicidad se o p o n e
cristianismo realmente existente para que la paz fuera posible al laicismo, entendido éste como abolición o privatización for-
y para q u e la sociedad pudiera progresar p o r vías antidogmá- zada de la religión. En determinadas circunstancias de totali-
ticas y p o r caminos d e libertad. Allí d o n d e la Iglesia había tarismo religioso, la fusión entre laicidad y laicismo es legítima
impuesto su d o m i n i o bajo la advocación de la voluntad divi- y adecuada. Pero, u n a vez q u e u n a religión acepta u n marco
n a se instauró la soberanía de la ley c o m o único absoluto le- pluralista y democrático, la laicidad significa precisamente
gítimo para u n a sociedad plural en sus formas de concebir crítica y superación del laicismo. La aceptación del pluralismo
la existencia. Creo q u e , d e esta forma, la laicidad supuso u n democrático n o implica la privatización de la religión, sino,
i n m e n s o avance histórico e hizo posible el surgimiento y de- p o r el contrario, el despliegue de su dimensión pública res-
sarrollo de la cultura, la ciencia, la democracia y el pluralis- p e t a n d o las reglas del sistema democrático. Es especialmen-
m o tan obstaculizadas en d e t e r m i n a d o s siglos p o r la reli- te en el c a m p o de la moral colectiva d o n d e la laicidad obli-
gión cristiana y sus instituciones más características n . ga a la creación de u n a ética civil d e m í n i m o s compartidos y
Desde hace u n par de decenios, laicidad h a significado construida desde las aportaciones de cada u n o d e los siste-
también secularización de las religiones políticas, esto es, desre- mas morales específicos que poseen las distintas tradiciones,
ligiosización de determinadas comprehensiones y prácticas corrientes culturales, religiones, sistemas filosóficos, movi-
del socialismo marxista. La laicidad de la izquierda implica el mientos y asociaciones presentes en cada sociedad.
a b a n d o n o de la concepción salvífica de la política y el recha- Considero que laicidad n o significa, en el terreno político,
zo del carácter omnicomprehensivo y hasta totalitario d e la asepsia ideológica, gestión y administración del o r d e n social
ideología q u e la fundamentaba y legitimaba. La laicidad in- existente, castración de la utopía y apuesta p o r u n reformis-
troduce u n a tensión antiideológica —la ideología p u e d e ser m o débil que renuncia a introducir cambios sociales radica-
también factor de alienación—, desabsolutiza la política y es- les. Del mismo m o d o que, en el t e r r e n o cultural, n o significa
tablece los límites de esta actividad h u m a n a . renuncia a las convicciones y rechazo a difundir propuestas

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RAFAEL Df AZ-SALAZAR
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

cosmovisionales, culturas de sentido, religiones d e salvación lar al desarrollo d e las convicciones y n o buscar el debilita-
y éticas de máximos. La laicidad lo q u e hace es establecer u n m i e n t o de las mismas.
marco de regulación y de contención para preservar el plu- Si las convicciones fecundan la laicidad, p u e d e establecer-
ralismo, el bien c o m ú n y la soberanía democrática de la ley se u n a relación abierta entre ésta y el cristianismo, superando
en el Estado de derecho. ciertos modelos q u e p r o p u g n a n q u e la aceptación de la laici-
La laicidad n o evita ni impide la tensión fecunda entre con- d a d implica u n a privatización y u n ocultamiento de las di-
senso, convicciones y lucha p o r imprimir cambios sociales y mensiones públicas del cristianismo. Si la laicidad equivaliera
culturales que provoquen saltos hacia adelante en el desarro- necesariamente a indiferentismo religioso, constituiría u n a
llo histórico. Sí introduce la imperiosidad de la vía democrá- violación de la realidad, puesto que la religión está ahí como
tica, la generación de consenso ciudadano y el m é t o d o argu- u n a dimensión i m p o r t a n t e de la vida social. La laicidad y la
mentativo para difundir y hacer q u e avancen cualquier tipo religión cristiana n o sólo son compatibles, sino q u e ésta pue-
de planteamientos. Ciertamente, los valores absolutos y las de dinamizar y e n r i q u e c e r aquélla.
convicciones radicales tienen dificultad para imponerse en C. Napoleoni — u n o de los economistas más importantes
el territorio de la laicidad y, en ciertos temas, suelen estable- de la izquierda italiana y senador por la Sinistra I n d i p e n d e n -
cerse conflictos entre el orden moral —de raíz religiosa o irre- te, u n a lista de personalidades de izquierda apoyada externa-
ligiosa— q u e se centra en la fidelidad a las convicciones y el m e n t e durante años por el PCI— h a señalado los límites de lo
o r d e n político y j u r í d i c o que ha de legislar en función del que podríamos d e n o m i n a r la laicidad laicista e n los siguien-
bien común y la resolución de problemas que afectan a la con- tes términos:
vivencia entre personas con cosmovisiones diversas; pense-
mos en ciertos temas relacionados con la bioética (aborto, eu- La tradición laico-liberal siempre ha dicho que la religión es
tanasia, etc.) o la ética socio-política (insumisión, objeción un asunto privado y que la vida pública es otra cosa: las relacio-
fiscal a los gastos militares, p e n a de m u e r t e , fabricación de nes públicas, sociales entre los hombres se regulan de un modo
d e t e r m i n a d o tipo de armas, etc.). La ética aplicada, más q u e laico, es decir, sin referencia a una dimensión religiosa o trans-
la moral de valores absolutos, es lo más apropiado para el de- cendente; esta tesis forma parte de la conciencia común, y si al-
sarrollo de la laicidad en sociedades complejas y con plura- guien se atreve a decir lo contrario es convertido inmediata-
lidad de convicciones éticas. (Cortina: 1993). mente en un integrista; pues bien, yo comienzo a tener serias
El choque entre convicciones religiosas y morales y legisla- dudas respecto a estas tesis, teniendo en cuenta los problemas
ción impulsada p o r u n gobierno p u e d e ser intenso. La laici- de la sociedad contemporánea y más bien me parece más ade-
dad obliga tanto a la aceptación de la legitimidad de ciertas le- cuada la tesis contraria. (Napoleoni: 1990, 120).
yes elaboradas y establecidas por métodos democráticos como
permite la objeción de conciencia y la desobediencia civil en Este autor plantea esta cuestión relacionándola d e u n a for-
coherencia con determinadas convicciones, aunque ello pue- ma muy interesante con el tema de la imposible superación
da conllevar sanciones penales. La laicidad es u n territorio de los principales problemas de la sociedad capitalista p o r
suficientemente amplio para p o d e r desarrollar u n trabajo una vía p u r a m e n t e política. Según él, se necesita apelar a u n a
cultural q u e lleve a nuevos consensos ciudadanos y nuevas racionalidad que vaya más allá de la estrictamente política y
propuestas políticas que permitan la elaboración de leyes que en este horizonte considera q u e hay q u e ampliar el espacio
conviertan en legal lo que en otras épocas p u d o ser ilegal. La de la laicidad, en su acepción "laico liberal", insertando e n
laicidad debe ser dinámica, n o estática y, por ello, ha de ape- ella las propuestas y valores de la religiosidad cristiana. Es-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

toy plenamente d e acuerdo con esta propuesta de Napoleoni


y precisamente este libro a b o r d a la temática de u n a cultura CAPÍTULO III
política y moral d e izquierda laica con inspiración cristiana. E L CRISTIANISMO,
U n a vez establecidas las condiciones que hacen posible la UNA CUESTIÓN PÚBLICA
relación entre la izquierda y el cristianismo podemos precisar PARA LA IZQUIERDA EUROPEA
en q u é c o m p o n e n t e s de la política, de los ya señalados en el Y LATINOAMERICANA
a p a r t a d o anterior, p u e d e incidir esta religión r e s p e t a n d o la
laicidad de aquélla. Considero q u e el cristianismo p u e d e fe-
c u n d a r la utopía, la mística, la cultura, la moral y los objetivos
de la izquierda. En cuanto tal, el cristianismo ni debe ni puede
ofrecer nada a otros componentes de la política como son los
programas, los presupuestos económicos y las leyes. Son los cris-
tianos —personas, instituciones y movimientos— los que, ins- . L J e s d e la sociología de Max Weber hemos p o d i d o ver cómo
pirándose en los valores de fondo del cristianismo originario, el cristianismo es constitutivamente u n a religión pública e
p u e d e n valorar, discernir, criticar y hacer aportaciones a es- i n t r a m u n d a n a y, en este sentido, está destinado a incidir en
tos elementos de la política, siempre q u e eviten identificar la configuración de la sociedad. La izquierda a lo largo de su
reductivamente sus opciones y propuestas con el cristianis- historia h a respondido de diversas formas a esta vocación del
m o originario y, m u c h o menos, con la voluntad divina. Creo cristianismo. Unas veces ha acogido esta dimensión pública,
q u e esta es la forma de hacer compatible la laicidad y la secu- otras ha intentado privatizarla forzadamente y en bastantes
larización de la política con la posible inspiración cristiana de ocasiones h a considerado que la religiosidad es u n a dimen-
la misma. sión que tiene como territorio específico el ámbito de la pri-
U n a izquierda abierta a esta inspiración tendrá q u e abor- vacidad y n o el de la vida pública. La izquierda en cada época
d a r dos cuestiones: a) el lugar de los valores del cristianismo histórica, d e p e n d i e n d o de diversos factores, se ha decantado
e n la cultura que dirige sus objetivos e inspira sus programas; por u n a u otra de estas tres posiciones. En este capítulo voy a
b) la política de diálogo y colaboración con el m u n d o de las analizar los fundamentos teóricos y las prácticas políticas de
instituciones y movimientos cristianos. Para ello es imprescin- la izquierda sobre la dimensión privada y pública del cristia-
d i b l e que asuma que el cristianismo es u n asunto público y n o nismo, teniendo en cuenta dos grandes periodos históricos.
u n a cuestión privada, lo cual implica u n a revisión crítica de El primero arranca de los inicios del socialismo utópico con-
su tradición ideológica. t e m p o r á n e o a finales del siglo XVIII y primeros decenios del
siglo xix y llega hasta el final de la II Guerra Mundial (1945).
El segundo periodo a estudiar transcurre entre 1946 y 1997.
Analizaré, en primer lugar, la concepción de la religión cris-
tiana como u n asunto privado y, posteriormente, la recep-
ción de la dimensión pública de esta religión p o r parte d e la
izquierda.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

D E L SOCIALISMO UTÓPICO A LA tos con Bakunin en la I Internacional. La reacción crítica de


DERROTA DEL FASCISMO Y DEL NAZISMO Marx a los acuerdos establecidos en el congreso fundacional
del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán) se plasmó en su
obra Crítica al Programa de Gotha (1875), texto que t e r m i n ó
Génesis y desarrollo d e la concepción siendo absolutamente decisivo para la orientación ideológi-
d e la religión cristiana c o m o una cuestión privada co-política de la izquierda alemana y europea. La plena mar-
xistización del SPD aparece en el Programa deErfurt (1891),
La organización política y sindical del proletariado euro- q u e fue redactado p o r Kautsky con la intención de respon-
peo se consolida con la creación de la I Internacional en 1864. der a u n a ortodoxia marxista-engelsiana. En este p r o g r a m a
Las fuerzas ideológicas q u e van a configurar el movimiento se a b o r d a de nuevo el tema de la religión y se vuelve a decla-
obrero europeo son el anarquismo y el marxismo. Ambos son rar q u e es u n a "cuestión privada". A diferencia del Programa
filosóficamente ateos y materialistas y políticamente anticleri- de Gotha, aquí se desarrolla más el tema, pues explícitamen-
cales. Esta peculiar configuración ideológica de la izquierda te se establece, p o r u n a indicación d e Engels a Kautsky, la
va a determinar su análisis y su política respecto al cristianis- eliminación de fondos públicos para las Iglesias, la implan-
mo, especialmente en el continente, pues en las islas británi- tación de u n a escuela única y la conversión de las institucio-
cas la orientación ideológica de la izquierda será distinta. nes eclesiales en asociaciones privadas. En el programa poste-
Alemania es el país d o n d e la organización política del pro- rior del SPD, el de Goerlitz (1921), se introduce un matiz a esta
letariado toma mayor fuerza y consistencia a finales del si- consideración de la religión, pues se afirma que ésta pertene-
glo XIX. D u r a n t e m u c h o s decenios, la izquierda alemana va ce al ámbito de las "convicciones íntimas" y n o es u n a cuestión
a constituir la referencia básica para toda la izquierda euro- de partido ni de Estado. En el Programa deHeidelberg (1925), el
pea. En 1867 Lasalle crea la Asociación General de Traba- último elaborado p o r el SPD antes de la ascensión d e Hitler
j a d o r e s y en 1869 Bebel y Liebknecht fundan el Partido al p o d e r en 1933, se vuelve a plantear el tema d e la religión
O b r e r o Socialdemócrata. Posteriormente, en 1875, se fun- como cuestión privada y se relaciona con la laicización d e la
d e n ambas organizaciones y nace el Partido Socialdemócra- enseñanza, la separación Iglesia-Estado y la lucha contra la in-
ta Alemán. La cuestión de la religión es a b o r d a d a en los pri- tromisión de la Iglesia en asuntos públicos de la vida social.
meros congresos de estos partidos. En el Programa deEisenach Llama la atención el h e c h o de q u e los dirigentes políticos
(1869) se plantea la separación de la Iglesia y el Estado y la e intelectuales del SPD adoptaran el enfoque d e considerar
emancipación d e la escuela de la tutela eclesiástica. En el Pro- el hecho religioso como u n a "cuestión privada", dado el cono-
grama de Gotha (1875), que constituye el embrión ideológico cimiento que tenían del pensamiento de Marx sobre la reli-
y el a c u e r d o programático q u e funde a las dos organizacio- gión. Creo que la intervención de Engels fue decisiva p a r a
nes obreras preexistentes, se declara "la religión c o m o cues- tomar esta orientación. Este autor antepuso la u n i d a d de los
tión privada" d e u n m o d o muy escueto y sin que le acompa- trabajadores a la lucha antirreligiosa e indicó el peligro de q u e
ñ e n i n g u n a precisión q u e p u e d a aclarar su sentido. el anticlericalismo desvirtuara la finalidad e identidad d e la
política de los partidos obreros. El creía que, al ser la religión
La elaboración y presentación del Programa de Gotha n o po-
expresión y reflejo de la opresión, era más eficaz luchar con-
día pasar desapercibida a K. Marx, un intelectual q u e inten-
tra sus raíces —la miseria producida p o r el capitalismo— q u e
taba influir en la orientación ideológica y política del movi-
combatirla directamente como hacían los anarquistas. Las
miento obrero desde la publicación con Engels del Manifiesto
indicaciones de Engels al líder socialista italiano Cañero, e n
Comunistaen 1848y, especialmente, desde losenfrentamien-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

u n a carta fechada el 1 d e julio d e 1871, expresan muy bien vaba a creer en el inevitable colapso del capitalismo y en el
esta estrategia: advenimiento de la revolución socialista. Desde esta perspec-
tiva, la religión quedaría sepultada entre las ruinas del m o d o
En el momento en que la asociación se convirtiese en una de producción y dominación q u e la hacía posible. Esta con-
secta estaría perdida. Marx y yo somos casi tan viejos y buenos vicción llevaba a considerar a la religión como u n a cuestión
ateos y materialistas como Bakunin, así como casi todos nuestros privada, es decir, algo irrelevante q u e iba a terminar desapa-
miembros. Pero poner estas cosas en nuestro programa sería ale- reciendo y a concentrar las energías en la desconfesionaliza-
jar a un inmenso número de nuestros miembros y dividir en lu- ción del Estado y del sistema educativo. Dado que la perviven-
gar de reunir al proletariado europeo. (Marx-Engels: 1964, 21). cia de la religión estaba u n i d a al m a n t e n i m i e n t o del sistema
socio-económico q u e la hacía posible y a la ignorancia q u e
Estos planteamientos influyeron sin d u d a en el Programa la reforzaba, su desaparición d e p e n d í a de la extensión de la
deErfurt (1891) de la socialdemocracia alemana que, a través ciencia y de la extinción del capitalismo p o r el socialismo.
de Kautsky, se alineó con las tesis de Engels frente a las de A. Bebel, u n o de los grandes líderes de la socialdemocracia
Dühring q u e defendía la lucha frontal contra la religión. alemana, presentó muy bien la introyección d e esta visión
La resolución del Programa deErfurtmarcó la política sobre en El porvenir de la religión (1895):
la religión que adoptaron los partidos obreros marxistas del
continente. Tuvo, de hecho, diversas interpretaciones, desde Con la religión ocurrirá lo mismo que con el Estado: no será
los que la asumieron maximalistamente como base de u n a "abolida", "Dios no será derrocado", "la religión no será arran-
política laicista directa hasta los que la defendieron para rei- cada del corazón del hombre" y así sucesivamente, como se suele
vindicar que la b o n d a d de la religión se descubría cuando ésta acusar ahora neciamente a los socialdemócratas ateos. Los so-
se ubicaba en la vida privada e íntima. U n a posición interme- cialdemócratas dejan estos absurdos a cargo de los ideólogos
dia, fundamentada en u n a concepción cientifísta y determi- burgueses, que durante la Revolución Francesa intentaron re-
nista muy propia de la cultura socialista tradicional, hizo u n a currir a análogos métodos y sufrieron el más ridículo fracaso.
interpretación desdramatizadora: la religión es u n h e c h o so- Las organizaciones religiosas, y con ellas las Iglesias, desapare-
cial que terminará siendo irrelevante; respétese como gusto cerán paulatinamente sin necesidad de ataques violentos y de
personal y n o se hable de ello. Analicemos a continuación es- opresión de ideas. La religión es el reflejo trascendental del ré-
tas tres posiciones. gimen social existente. En la medida en que avanza el progreso
de la humanidad y se transforma la sociedad, sufre cambios tam-
bién la religión. Según expresión de Marx, la religión manifiesta
La privacidad de la religión dentro de la la aspiración del pueblo a una dicha quimérica, que se despren-
concepción materialista y determinista del marxismo de del régimen social que necesita una ilusión, pero ha de des-
aparecer en cuanto las masas conozcan la auténtica dicha y la po-
En la base ideológica de la formulación acuñada en el Pro- sibilidad de hacerla realidad. (En Lenin y otros: 1975, 44-45).
grama de Erfurt se encuentra la concepción materialista, eco-
nomicista y, sobre todo, determinista característica del mar- Kautsky, que compartía estos mismos planteamientos, des-
xismo de la socialdemocracia alemana de finales del siglo xix. tacó en su obra El Partido Socialista y la Iglesia católica (1902)
U n a lectura muy mecanicista del Manifiesto Comunista y cierta otro aspecto contenido en la formulación del Programa deEr-
manualización simplificadora del p e n s a m i e n t o de Marx lle- furt. Afirmó que declarar que la religión era u n a cuestión pri-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

vada facilitaba la u n i d a d política de los proletarios p o r q u e los c o m p o r t a m i e n t o s de las masas proletarias le llevó a realizar
cristianos podían ver cómo se respetaban las convicciones re- u n análisis del h e c h o religioso como creador de alienación y
ligiosas en el fuero interno. Desde este p u n t o , defendió la mi- falsa conciencia. Para Marx, la religión es u n asunto público
litancia de los creyentes en el Partido Socialdemócrata y el y tiene u n a influencia negativa en la sociedad, p o r lo cual
respeto de éste a su religiosidad; sin embargo, señaló las con- debe reducirse tal influencia desde la crítica teórica y la prác-
tradicciones existentes entre dichas convicciones y la concep- tica política.
ción marxista q u e inspiraba al partido. De esta forma, renun- Marx rechaza explícitamente la concepción d e la reli-
ciaba a u n a política antirreligiosa directa y esperaba que el gión como cuestión privada, si p o r ella se entiende respeto o
desarrollo de la ciencia y del socialismo terminara resolvien- tolerancia de la religión. Para él es necesaria la erradicación
d o la cuestión religiosa, es decir, acabara con ella. de la influencia socio-política y cultural de ésta mediante su
A. Labriola en El materialismo histórico y el fenómeno cristiano privatización. Me parece que esta tesis aparece claramente
(1897) acentuó todavía más el carácter politicista y pragmáti- en su obra Crítica del Programa de Gotha, especialmente cuan-
co de la formulación del Programa deErfurt. Según él, el SPD d o reacciona contra la propuesta del Partido O b r e r o Socia-
considera que el socialismo tiene cosas más urgentes que ha- lista de Alemania q u e declaraba la religión como cuestión
cer que dedicarse a abolir la religión como planteaban los he- privada para mostrar su respeto a la libertad de conciencia
bertistas, blanquistas y bakuninistas. El desarrollo del materia- de cada persona. Marx afirma q u e el "partido de los obreros,
lismo llevaría a u n a superación de la religión y los socialistas por lo m e n o s en este p u n t o , habría debido expresar su con-
n o debían p e r d e r el tiempo ocupándose de esta cuestión. vicción de que la «libertad de conciencia» burguesa n o es
Con el tiempo, estas interpretaciones de la formulación más q u e la tolerancia de todas las formas posibles de libertad
del Programa deErfurt serían acusadas de ser poco coherentes de conciencia religiosa, mientras q u e él aspira, p o r el contrario,
con el pensamiento de Marx y de p o n e r las bases para u n a to- a liberar a la conciencia del maleficio de la religión". (Marx:
lerancia de la religión bastante dañina para la construcción [1875] 1974,271).
del socialismo. Los hechos religiosos, tanto en su vertiente de religiosidad
popular de masas como en las diversas variantes de cristianis-
mo sociales y de socialismos cristianos, son totalmente recha-
La privatización forzada de la religión zados por Marx. La emancipación política exige la superación
y abolición de la religión. En esta línea declara lo siguiente en
Marx construyó el marco teórico q u e hizo posible q u e di- La cuestión judía:
versos partidos socialdemócratas (así se d e n o m i n a r o n du-
rante u n t i e m p o los partidos obreros marxistas) concibieran El Estado puede haberse emancipado de la religión incluso
la fórmula acuñada en el Programa de Erfurt c o m o premisa de aun cuando la gran mayoría siga siendo religiosa. Y la gran mayoría
u n a política d e privatización forzada de la religión con vistas a no dejará de ser religiosa por el hecho de que su religiosidad
conseguir la emancipación política y social del proletariado. sea algo puramente privado... El hombre se emancipa política-
Dentro de las Internacionales obreras, Marx fue u n o de los mente de la religión al desterrarla del derecho público al dere-
intelectuales q u e mejor captó la dimensión pública de la reli- cho privado. La religión ya no es el espíritu del Estado, donde
gión cristiana. Es conocida la relación que él estableció entre el hombre —aunque sea de un modo limitado, bajo una forma
la crítica del cielo y la crítica de la tierra. La incidencia d e la especial y en una esfera especial— se comporta como ser gené-
religión cristiana de la época en la cosmovisión, actitudes y rico, en comunidad con otros hombres; se ha convertido, aho-

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RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR
LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO

ra, en el espíritu de la sociedad burguesa, de la esfera del egoísmo, la religión es, aquí, el espíritu de la soáedad burguesa, la expresión
del bellum omnium contra omnes. No es ya la esencia de la comu- del divorcio y del dejamiento del hombre con respecto al hom-
nidad, sino la esencia de la diferencia. Se ha convertido en ex- bre... Hemos puesto, pues, de manifiesto cómo la emancipación
presión de la separación del hombre de su comunidad, de sí mis- política con respecto a la religión deja en pie la religión, aunque
mo y de los otros hombres, lo que originariamente era. No es más no una religión privilegiada. (Marx: 1844,121-122).
que la confesión abstracta de la especial inversión del capricho
privado, de la arbitrariedad. La dispersión infinita de la reli- Desde esta perspectiva, Marx declara en el mismo texto en
gión en Norteamérica, por ejemplo, le da ya al exterior la for- el que critica los límites de la separación de la esfera de lo pú-
ma de una incumbencia individual. La religión se ha visto de- blico y lo privado en el ámbito de la religión que "el Estado
rrocada para descender al número de los intereses privados y ha puede y debe avanzar hasta la abolición de la religión, hasta su
sido desterrada de la comunidad como tal comunidad. Pero no destrucción, pero sólo como avanza hasta la abolición de la
nos engañemos acerca de las limitaciones de la emancipación propiedad privada... En los m o m e n t o s de su amor propio es-
política. La escisión del hombre en el hombre público y el hombre pecial, la vida política trata de aplastar a lo q u e es su premisa,
privado, la dislocación de la religión con respecto al Estado para la sociedad burguesa y sus elementos" (Marx: [1844] 1974,
desplazarla a la sociedad burguesa no constituye una fase, sino 117-118). Más adelante, dentro de su crítica de los derechos
la coronación de la emancipación política, la cual, por tanto, ni 11 umanos como derechos de los miembros de la sociedad bur-
suprime ni aspira a suprimir la religiosidad real del hombre. guesa, afirma que "el h o m b r e n o se vio liberado de la religión,
(Marx: 1844,114 y 117). sino que obtuvo la libertad religiosa". (Marx: 1844,130).
Marx, en definitiva, vincula la emancipación política con
En este texto aparece claramente el pensamiento marxis- la emancipación de la religión cristiana y afirma claramente
ta sobre las insuficiencias de la declaración de la religión contra Bruno Bauer que n o basta con abolir el Estado teocrá-
como cuestión privada. El h e c h o de q u e pierda influencia en tico y la religión pública, ya que ésta n o es el fundamento del
la configuración del Estado y del derecho público n o conlle- problema social, sino u n fenómeno que manifiesta la raíz de
va la abolición de su incidencia, pues actúa como el espíritu de éste. Aboliendo las relaciones de explotación propias del
la sociedad burguesa. Por eso, a u n q u e aparezca exteriormente modo de producción capitalista, quedará la religión definiti-
como u n a realidad m e r a m e n t e privada, ello n o equivale a la vamente extirpada de la sociedad.
desaparición de su influjo. Aquí se establece precisamente el
centro de la polémica mantenida con Bruno Bauer en este
texto: n o basta con que el Estado, el derecho y los ciudadanos I ;& recepción socialdemócrata de
se emancipen políticamente de la religión, hay que suprimir la teoría de Marx sobre la religión
la religiosidad real del h o m b r e que sigue inspirando el espíri-
tu de la sociedad burguesa desde la esfera privada. En este La interpretación de la formulación a c u ñ a d a en el Progra-
sentido, Marx afirma lo siguiente en La cuestión judía: ma deErfurt desde la perspectiva de la abolición de la religión
aparece ya en la obra de E. Bernstein, el líder del ala más
El Estado democrático, el Estado real, no necesita de la reli- moderada del SPD. Este afirma que la "emancipación religio-
gión para su perfeccionamiento político... La religión sigue sien- sa debe ser el supuesto de la ilustración política y económica.
do la conciencia ideal, no secular, de sus miembros, porque es Mientras n o a r r a n q u e m o s del corazón h u m a n o las represen-
la forma del grado humano de desarrollo que en él se lleva a cabo... laciones religiosas, que constituyen la p r i m e r a fase o estadio

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

de su evolución, n o conseguiremos que llegue a la mayoría de En la encuesta internacional sobre socialismo y anticleri-
e d a d o madurez política". (En Kaser: 1911,132). calismo elaborada y publicada por la revista Le Mouvement So-
Otto Bauer, u n o de los líderes del Partido Socialdemócra- cialiste (1902 y 1903) se e n c u e n t r a n múltiples ejemplos de
ta Austríaco, rechaza la lucha directa contra la religión reali- esta perspectiva privatizadora de la religión.
zada desde el Estado, p e r o defiende los métodos indirectos
de ataque que, a su entender, son más efectivos. Las vías q u e
p r o p o n e son: a) escuela pública sin presencia de la enseñanza La oposición de Lenin y Gramsci a u n a
de la religión; b) lucha anticapitalista; c) difusión de la cien- lectura liberal del Programa de Erfurt
cia; d) atracción de proletarios cristianos al partido pues den-
tro de él asimilarán sin violencia u n a visión del m u n d o anti- Lenin hizo u n a interpretación de la fórmula acuñada en el
rreligiosa. En esta línea p r o p u g n a en su obra El socialismo, la Programa de Erfurt desde la teoría marxista de la religión. Esta
religión y la Iglesia (1927) la creación dentro del Partido Social- fue u n ingrediente importante en su lucha contra los llama-
demócrata Austríaco d e u n a asociación de librepensadores, dos revisionistas del marxismo (especialmente Kautsky), a los
esto es, u n a c o m u n i d a d filosófica "fundada sobre la ciencia que acusaba de deslizarse hacia u n a lectura liberal de la línea
y e m a n c i p a d a d e toda idea religiosa", en la q u e se u n i r á n los programática sobre la' religión aprobada con el visto b u e n o de
sectores proletarios más avanzados culturalmente para di- Engels. El dirigente bolchevique reconoció el carácter públi-
fundir u n a visión n o religiosa de la realidad. co de la religión cristiana (la influencia y relevancia de ésta) y
U n a aplicación paradigmática de la teoría de Marx se dio le opuso u n a concepción filosófica del Estado y del partido ba-
en el Partido Socialista Italiano, que en 1908 se opuso a la sada en el ateísmo militante. No prohibió que los cristianos pu-
petición de ingreso en esta formación política de los autode- dieran militar en el partido, pero a éstos se les debía i m p o n e r
n o m i n a d o s "socialistas cristianos" que defendían el carácter la privatización de su religión. En la práctica, Lenin imposibi-
público d e su religión. Para el PSI, los socialistas cristianos litaba dicha militancia, pues difícilmente u n a persona cristia-
serían admitidos sólo si privatizaban sus creencias. Ellos afir- n a podía pertenecer a u n partido filosóficamente ateo que de-
m a r o n q u e n o era posible, pues significaría u n a renuncia a fendía u n a política estatal antirreligiosa, a u n q u e dijera que en
su identidad, d a d o que su fe cristiana incidía en sus actitu- el fuero interno se podían seguir conservando las creencias.
des, sus comportamientos y su capacidad crítica. Ante este El leninismo se desarrolló en determinados partidos de iz-
planteamiento, la dirección del PSI, tras u n a votación, deci- quierda c o m o antídoto frente a la llamada lectura liberal d e
dió prohibir el ingreso de los "socialistas cristianos". la formulación contenida en el Programa de Erfurt. Hay q u e
En el PSOE aparece claramente esta perspectiva de priva- tener presente q u e la concepción leninista d e la cuestión re-
tización forzada de la religión. En 1902, J. Besteiro, q u e n o ligiosa n o sólo se extendió en los partidos comunistas, sino
era precisamente u n líder del ala radical, escribía en El Socia- también en algunos partidos socialdemocratas. Para el t e m a
lista (10 de febrero): "La fórmula de Erfurt implica u n a exi- que estamos a b o r d a n d o es elocuente la introducción a la edi-
gencia precisa: la exigencia de que el Estado excluya la reli- ción española d e los escritos de Lenin sobre la religión, pu-
gión d e la sociedad". Tres años después, J. Mella escribía en blicada en 1934, que influyeron n o t a b l e m e n t e e n la confi-
Acción Socialista: "¿Qué católico de corazón habrá d e venir a guración ideológica de la izquierda comunista:
nosotros a u n q u e digamos que la religión es asunto particular?
Ya la inversa, ¿qué socialista sincero p u e d e ser católico de co- El Programa de Gotha (1875) contenía la fórmula: "La religión
razón?" (20 de j u n i o de 1915). es considerada como un asunto privado". El Partido Socialde-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

mócrata Alemán persistió en la misma idea en su Programa deEr- q u e iba imponiéndose, según él, en la II Internacional. Este
furtáe 1891. En la práctica, el punto adoptado por el partido ha intelectual, q u e era consciente de la influencia socio-política
sido interpretado como sigue: la religión es una cuestión priva- d e la religión cristiana y, p o r tanto, de su carácter público,
da, es decir, que al partido no le interesa que un miembro sea o defendió u n a política activa de privatización forzada de la
no religioso. Esto se aplicó también a los partidos socialdemócra- misma a través de u n a reforma intelectual y moral y de u n a
tas de otros países, lo que hizo que ganase terreno entre ellos la lucha hegemónica que reemplazara laicamente las funciones
idea de que el marxismo no es antirreligioso. Surgieron también desarrolladas p o r la religión. Por ello p r o p u g n ó q u e u n a d e
varios sectores del movimiento socialista que pretendían hacer las exigencias del partido proletario era tener u n a política re-
derivar sus principios de la religión. De esta manera, los oportu- ligiosa determinada. Al igual que Marx y Lenin, rechazó los
nistas convirtieron los principios mismos del socialismo en un planteamientos de los socialistas cristianos que defendían el ca-
medio de fomentar las supersticiones religiosas entre los obre- rácter público del cristianismo en el interior del socialismo.
ros. Desde la guerra, la socialdemocracia ha repudiado abierta y España fue el país d o n d e las tesis marxistas-leninistas se lle-
definitivamente el marxismo, adquiriendo una tolerancia opor- varon a la práctica con toda radicalidad, apelando a la fideli-
tunista respecto a la religión. Y esto es lo que explica perfecta- dad a Marx. José Díaz, secretario general del PCE, afirmó: "En
mente la colección de artículos de Lenin que publicamos en las provincias en que gobernamos, la Iglesia n o existe. España
este volumen. En ellos pueden verse los conceptos de Lenin so- h a sobrepasado con m u c h o la obra de los soviets, p o r q u e la
bre el modo de combatir el opio religioso en los obreros. La ne- Iglesia en España está hoy aniquilada". A n d r e u Nin, líder
cesidad de una lucha incesante en favor del ateísmo dentro y del partido troskista P O U M , escribía el 2 de agosto de 1936
fuera del partido fue destacada por Lenin. (S. f.: 1934, 9-11). en La Vanguardia: "El problema d e la Iglesia lo h e m o s resuel-
to, simplemente, n o dejando ni u n a entera". El día 19 de ese
D e n t r o de la III Internacional, fue Gramsci el intelectual mismo mes el órgano oficial del POUM La Batalla iba todavía
y el político q u e mejor detectó el sentido antimarxista de la más allá: "No se trata de incendiar iglesias y de ejecutar a los
concepción q u e e n t e n d í a la fórmula del Programa de Erfurt eclesiásticos, sino de destruir a la Iglesia como institución so-
desde la perspectiva d e la tolerancia de la religión: cial". Esta línea ya había sido establecida ideológicamente en
1932 al afirmarse en el n ú m e r o del 17 de marzo de La Batalla
La concepción de la religión como "asunto privado" es de que "el c o m u n i s m o se deshace d e la religión, la aplasta, n o
origen liberal y no propia de la filosofía de la praxis (el marxis- la necesita; u n religioso n o p u e d e ser comunista; los comu-
mo) . Evidentemente, es una fórmula de política inmediata que nistas somos antirreligiosos". La r o t u n d i d a d d e Solidaridad
puede ser hecha propia como fórmula de compromiso, en cuan- Obrera (15 de agosto de 1936) n o era menor: "La Iglesia h a de
to no se quiere desencadenar una guerra religiosa, no recurrir a desaparecer para siempre. N o existen covachuelas católicas.
la fuerza material... ni siquiera para los liberales la religión es Las antorchas del pueblo las h a n pulverizado. En su lugar re-
un asunto privado en sentido absoluto, pero el liberalismo ha nacerá u n espíritu libre que n o t e n d r á n a d a d e c o m ú n con
significado siempre más un método de gobierno y menos una el masoquismo que se incuba en las naves de las catedrales.
concepción del mundo, y por ello ha nacido la fórmula como Pero hay que arrancar a la Iglesia de cuajo. Los obispos y
fórmula permanente. (Gramsci: 1932-1935, 1786-1787). cardenales h a n de ser fusilados y los bienes eclesiásticos h a n
de ser expropiados". (En Laboa: 1996, 91-96; Raguer: 1977,
Gramsci criticó la lectura liberal de la formulación conte- 152-153).
nida en el Programa de Erfurt—dejar al m a r g e n la religión—

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

del Programa deErfurt en u n texto titulado Actitud del partido


La coherencia marxista de socialdemócratas y leninistas obrero ante la religión (1909). Las tesis de este escrito habrían
en la política de privatización forzada de la religión sido suscritas p o r la inmensa mayoría de los socialdemócra-
tas de aquella época, especialmente c u a n d o afirma que "el
La claridad de los planteamientos de Marx sobre la reli- partido del proletariado exige del Estado q u e declare la re-
gión, subrayados con fuerza p o r Lenin y Gramsci para inva- ligión u n asunto privado, p e r o n o considera, ni m u c h o me-
lidar cualquier lectura liberal de la fórmula "la religión, cues- nos, «asunto privado» la lucha contra el opio del pueblo, la
tión privada", nos obliga a p r e g u n t a r n o s si la crítica que éste lucha contra las supersticiones religiosas, etc. ¡Los oportu-
efectuó al Programa de Gotha p u e d e aplicarse al Programa de nistas tergiversan la cuestión c o m o si el Partido Socialdemó-
Erfurto si este último incorporó los planteamientos de Marx. crata considerase la religión u n a cuestión privada". (Lenin:
Mi posición ante esta cuestión es que la formulación acuñada 1909,276).
en el Programa de Erfurt u n e la perspectiva general de Marx El dirigente bolchevique n o critica la fórmula del Progra-
(privatización forzada de la religión) y las sugerencias de En- ma deErfurt, sino su interpretación desviada del pensamien-
gels de realizar este tipo d e privatización p o r vías marxistas, to marxista-engelsiano originario. Por eso hay coincidencia
es decir, de u n m o d o más indirecto q u e directo. Por eso son entre las tesis de éste y las de Kautsky a la h o r a de admitir a
correctas las denuncias de Gramsci y de Lenin contra las lec- los cristianos en los partidos obreros, siempre que privaticen
turas n o marxistas de esa fórmula. Este último en u n artículo su fe. El líder del SPD afirma q u e n o hay q u e "reforzar en los
titulado "El socialismo y la religión" (1905) acoge la formula- proletarios el interés por los problemas religiosos o teológi-
ción del Programa deErfurty afirma que "hay que d e t e r m i n a r cos, sino procurar disminuirlo c o n c e n t r a n d o su atención so-
con exactitud el significado de estas palabras para que n o pue- bre cuanto concierne a la vida material. El Partido Socialde-
dan d a r origen a n i n g u n a confusión. Reclamamos q u e la re- mócrata quiere desterrar la influencia de la Iglesia sobre la
ligión sea u n asunto privado con respecto al Estado, mas n o población, o p o n i e n d o a la cultura clerical aquella más eleva-
p o d e m o s considerar en m o d o alguno la religión u n asunto da de la ciencia moderna". (Kautsky: 1902, 60-61).
privado con respecto a nuestro p r o p i o partido. El Estado n o
tiene n a d a que ver con la religión... (pero el partido ha de
luchar) contra todo embaucamiento religioso de los obreros.
La regeneración socialista de la religión
Para nosotros, la lucha ideológica n o es u n asunto privado,
mediante la vuelta a sus raíces privadas
sino u n asunto de todo el partido, de todo el proletariado".
(Lenin: 1905,262-264).
Max Adler, u n o de los intelectuales más representativos del
Pienso q u e n o debe establecerse u n hiato entre u n a posi- d e n o m i n a d o austromarxismoy u n destacado dirigente del Par-
ción marxista socialdemócrata tolerante y otra posterior le- lido Socialdemócrata Austríaco, realizó u n a peculiar inter-
ninista q u e introdujera u n a lucha contra la religión. Las po- pretación de la formulación establecida en el Programa de
siciones originarias del SPD y las de Lenin p e r t e n e c e n a u n a Erfurt. Este autor defendió la tesis de la conciliación del so-
misma raíz marxista, sólo q u e este último subraya más los cialismo con cierta religiosidad y la pervivencia de ésta en la
p l a n t e a m i e n t o s de Marx y el p r i m e r o las sugerencias d e En- sociedad socialista. Esta tesis se debía, en gran parte, a la radi-
gels d e a n t e p o n e r la dinámica de la lucha de clases, lo cual cación de Adler en la filosofía kantiana y a su rechazo del ma-
n o equivale a dejar de lado la lucha contra la religión. El mis- lerialismo dialéctico. Hay que tener en cuenta q u e al tema de
m o L e n i n explicó la coherencia marxista de la formulación la filosofía de la religión de Kant le dedicó n a d a menos que

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

300 páginas de su libro Das Soziologische in Kants Erkenntniskri-


tik (1924), lo que constituye dos tercios de la obra. La religión vive en una perniciosa conexión con la Iglesia y,
Este austromarxista realizó u n a fortísima crítica del desa- por ello, aparece todavía como un medio de dominación y opre-
rrollo histórico del cristianismo como religión de la intoleran- sión. Sólo cuando la religión haya perdido este carácter de una
cia y del fanatismo. Adler distinguió la experiencia religiosa organización de poder espiritual y terreno, sólo cuando se haya
personal de la organización religiosa institucional. Para él, la liberado de su ligazón con reivindicaciones de poder, con intere-
religión n o era otra cosa que u n "retorno del h o m b r e a sí mis- ses económicos y políticos, en definitiva, sólo cuando salga del
m o " provocado por la búsqueda de u n a vida interior, mientras ámbito de la actividad exterior de poder y se vuelva de nuevo allí
que la institucionalización religiosa era un mecanismo de legi- donde es su ámbito específico, la interioridad de los hombres,
timación del poder y de dominación de clase. Desde esta pers- sólo entonces será una real fuerza cultural, que no dejará que se
pectiva, consideraba que la concepción de la religión como deteriore en ningún lugar la vida espiritual y material de la so-
cuestión privada debía de entenderse en un doble sentido. ciedad... Por ello, porque la religión es efectivamente una cosa
Por un lado, como principio de u n a política de desconfesio- necesaria, ésta debe reconocer que su desarrollo pide que sea re-
nalización del Estado y del sistema escolar y, p o r otro, como conducida de una cuestión pública, como es hoy, a una cuestión
apoyo a "aquella tendencia que quiere liberar verdaderamen- totalmente privada de cada individuo. (Adler: 1904-1924, 251).
te a la religión y hacer que vuelva a su razón espiritual". Adler
estaba convencido de que cuando la religión se p o n e al servi- Es interesante señalar que, a diferencia de otros marxistas,
cio del Estado, como ha ocurrido en los últimos siglos en Eu- Max Adler n o vincula la instauración del socialismo con la des-
ropa, "se distancia m u c h o de su propia esencia". aparición de la religión. Él pensaba q u e el socialismo facili-
Adler afirmaba q u e la Iglesia destruye la autenticidad de taría la realización espiritual de la religión. Este pensamiento
la fe religiosa y, p o r tanto, hay q u e liberar a la religión de la lo basaba en el establecimiento de u n doble plano: el socialis-
Iglesia y de su instrumentalización p o r la burguesía. La for- mo es u n conocimiento científico de la sociedad que lleva a la
mulación a c u ñ a d a en el Programa de Erfurt p o n í a las bases transformación de la misma y a la construcción de u n nuevo
para q u e la religión se liberara de la eclesiastización que la orden económico, social y político, mientras que la religión
había d e g e n e r a d o y para q u e e n c o n t r a r a su verdadera fun- se centra en la cuestión del sentido. Para él, "el socialismo n o
ción: r e s p o n d e r a las necesidades espirituales d e los seres discurre sobre el tema del sentido y del destino de la existen-
h u m a n o s q u e son interiores y n o públicas. D u r a n t e muchos cia humana, esto es asunto de la religión". Estos dos planos se
siglos, la religión en E u r o p a se había d e d i c a d o fundamen- pueden reconciliar d e n t r o de u n a conciencia unitaria, p u e s
talmente a ejercer roles de configuración del poder. Las re- "no es necesario negar a Dios p a r a ser u n b u e n socialista".
laciones Iglesia-Estado habían t e r m i n a d o p o r aplastar la di- Adler valoraba muy positivamente la búsqueda espiritual de
mensión espiritual de la religiosidad. religiosidad de millones de seres h u m a n o s y llamaba la aten-
Paradójicamente, la socialdemocracia p o n í a las bases, gra- ción sobre el h e c h o de que "impulsos y sentimientos religio-
cias a su política radical de desconfesionalización del Estado, sos n o p u e d e n e n c o n t r a r expresión propia en la forma d e
para q u e la religión — q u e Adler n o identifica reductivamen- iglesia y por ello se alejan de ésta". Estaba convencido de q u e
te con el cristianismo— se encontrara consigo misma e inclu- la instauración del socialismo y el combate de la socialdemo-
so pudiera convertirse en u n a "fuerza cultural" e n la sociedad cracia contra la Iglesia crearían el marco más adecuado p a r a
socialista. Este austromarxista desarrolló estos planteamien- el desarrollo espiritual y religioso: "La lucha d e la socialde-
tos en u n texto titulado La religión, cuestión privada: mocracia n o se dirige contra la religión, cuyo verdadero desa-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

rrollo espiritual tendrá lugar sólo si los hombres, liberados ta armonizar materialismo e idealismo, pues rechaza el deter-
por el socialismo de las preocupaciones exteriores y de la minismo y piensa q u e los ideales influyen sobre la realidad.
irracionalidad social, p u e d e n escuchar mejor que hoy las vo- Políticamente concebía el socialismo como u n a culminación
ces de su interior. Es a la Iglesia a quien combate la socialde- de los ideales de la Revolución Francesa. Jaurés fue u n o de los
mocracia, p o r q u e es u n p u r o instrumento de dominio del políticos e intelectuales de la II Internacional que más destacó
pueblo... a través de ella hasta la religión misma es llevada a la la idea del socialismo como revolución moral. Por lo que res-
corrupción más envilecedora". (Adler: 1904-1924: 237-238). pecta a la religión, n o compartía todas las tesis de Marx. Él se
Estas tesis del austromarxista Max Adler n o fueron domi- sitúa también en la línea de considerar que la realización del
nantes en los partidos de la izquierda e u r o p e a q u e se decan- socialismo podía ayudar a u n a regeneración y renovación de
taron más bien p o r las interpretaciones marxistas-engelsia- la religión cristiana. En 1891, en u n escrito en que relaciona-
nas de la formulación del Programa deErfurt. ba revolución material y revolución moral como fines del so-
Los planteamientos de Max Adler tenían bastante afinidad cialismo, afirmaba lo siguiente:
con u n a línea de socialismo ético neokantiano que se abrió
en Alemania y que tuvo como principales inspiradores a H. El cristianismo tradicional ha muerto filosófica, científica y
C o h é n y K. Vorlánder. Estos intelectuales socialistas estaban políticamente. Personalmente me inclino a pensar que la crí-
convencidos de la necesidad de u n a fundamentación ética tica de los Evangelios descubrirá en las concepciones y pala-
del socialismo y pensaban que la filosofía de Kant era la más bras de Cristo la causa de los males por lo cuales se ha agotado
adecuada para otorgarla, dada la hostilidad de Marx al tema la teología católica, pero al mismo tiempo la humanidad po-
de fundamentar el socialismo en valores éticos. H. Cohén con- drá corregir estos males y abatir la teocracia, incorporando en
sidera que el socialismo se sustenta en el idealismo, la religión, la propia vida interior e ideal cuanto existe de divino en la
el d e r e c h o y el Estado. En esta tesis se hallan dos premisas obra y en la persona de Cristo... el socialismo será al mismo
que chocaban con la ideología d o m i n a n t e en la socialdemo- tiempo una revolución material y moral, y una revolución reli-
cracia marxista de la época: el rechazo del ateísmo y del ma- giosa. Restituyendo la vida de muchos hombres, restituirá
terialismo. Para los socialistas neokantianos la izquierda n o también el sentido de la vida y de Dios. Es el socialismo el que
tenía por q u é prescindir de la idea de Dios: "Con el ateísmo el abrirá la sociedad, dura y refractaria, a la influencia penetran-
socialismo pierde su culminación, su techumbre, de la misma te de la idea religiosa. Él no creará la religión, pero unirá la re-
m a n e r a q u e con el materialismo pierde su base, su fundamen- ligión a la vida, a las fibras mismas de la humanidad. (En Lu-
to... El materialismo tiene q u e ser n o solamente eliminado ciani: 1990,128).
t e m p o r a l m e n t e , sino q u e hay q u e renunciar a él de forma ra-
dical... el socialismo está legitimado cuando se basa en el idea- Esta concepción del socialismo c o m o liberador del cris-
lismo de la ética" l . El socialismo ético alemán planteaba unir tianismo auténtico, el cual es p r e s e n t a d o en este mismo es-
el m é t o d o d e Marx y el de Kant. Estas tesis, como veremos pos- crito c o m o m o d e l o de revolución moral q u e alienta u n a re-
t e r i o r m e n t e , influirían en u n a corriente minoritaria, p e r o volución material de los pobres y oprimidos, lleva a j a u r é s a
muy significativa, del PSOE. p r o p u g n a r u n a política de a p e r t u r a a los cristianos evangé-
En Francia, J.Jaurés, u n a de las personalidades históricas licos, u n ataque a la j e r a r q u í a de la Iglesia y u n respeto de la
del socialismo j u n t o a Guesde y Lafargue, se sitúa en u n a lí- religiosidad. En 1902 escribió lo siguiente sobre este tema
nea d e p e n s a m i e n t o q u e tiene ciertas semejanzas con la de en la revista L'Action Socialiste:
Adler. A diferencia de los otros dos líderes citados, él inten-

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LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

Creo que sería horrible, que sería mortal comprimir las as- Denver, en octubre de 1926, titulada "La visión mística d e
piraciones religiosas de la conciencia humana. No creo absolu- Unamuno".
tamente que la vida natural y social basten al hombre; nosotros La conexión q u e establezco entre el pensamiento socialis-
queremos que el hombre pueda elevarse a una concepción reli- ta sobre la religión de Max Adler y de F e r n a n d o de los Ríos se
giosa de la vida por la ciencia, la razón y la libertad. No dudo en basa en el conocimiento que tuvieron ambos del socialismo
reconocer que la concepción cristiana es una forma muy alta ético n e o k a n t i a n o formulado por H. Cohén y K. Vórlander.
del sentimiento religioso. Ha llegado la hora para la democra- El pensamiento socialista de Cohén h a sido estudiado entre
cia no de borrar o de ultrajar las viejas creencias, sino de buscar nosotros por V. Zapatero, en el estudio preliminar a la antolo-
lo que ellas condenen de vivo y de verdadero, lo que puede per- gía de Escritos sobre democracia y socialismo (Taurus) de F. de los
manecer en la conciencia humana liberada y engrandecida. Ríos, y por R. Mate en su libro Memoria de Occidente (Anthro-
(En Arbeloa: 1973, 42-43). pos). V. Zapatero h a mostrado cómo la estancia de F. de los
Ríos en Alemania marcó para siempre su concepción del so-
Estas posiciones se distanciaban claramente de las de Gues- cialismo: "El camino seguido p o r F. de los Ríos es el mismo
de y Lafargue. El pensamiento de estos dos socialistas influyó que el neokantismo de Marburgo, de la ética al socialismo, en
más en los fundadores del PSOE que los de Jaurés. Sin em- contraposición a Ka'utsky, que explícitamente rechaza tal fun-
bargo, esta línea de pensamiento sobre u n a nueva relación damentación ética" (p. 34). Esta formación que recibe en Ale-
entre religión cristiana y socialismo, en la que d e alguna for- mania va a convertir su pensamiento socialista en algo inusual
m a coinciden M. Adler y J. Jaurés, va a estar también repre- d e n t r o de la cultura ideológica d o m i n a n t e en el PSOE desde
sentada en la época clásica del PSOE p o r u n o de sus más im- finales del siglo xix, pues el marxismo de Kautsky, basado en
portantes miembros como es F e r n a n d o de los Ríos. el materialismo mecanicista, el racionalismo cientificista y el
laicismo, va a ser el q u e configure la mentalidad de la mayor
parte de los socialistas españoles de la época, que lo asimilaron
La recepción del socialismo a través de la divulgación realizada p o r Lafargue y Guesde.
ético en España y el valor positivo d e La influencia del neokantismo llevó a F e r n a n d o de los Rios
la religión p a r a el militante socialista a u n a convicción que mantuvo durante toda su vida y que ex-
presó en 1943 en u n ciclo d e conferencias impartidas en la
En España, U n a m u n o , del que es conocido su periodo de Universidad de Puerto Rico sobre "Interpretaciones contem-
acercamiento al socialismo, se sitúa en la misma línea que Max poráneas del Estado": "Seamos justos, el marxismo n o es todo
Adler y el socialismo ético neokantiano. En 1906 afirmaba d o n el socialismo".
Miguel lo siguiente: "Somos muchos los que creemos que el El influjo d e la profunda religiosidad de F. Giner de los
desarrollo del ideal socialista traerá consigo u n reflorecimien- Ríos en la Institución Libre de Enseñanza y el rechazo de la
to de la conciencia cristiana, y nos parece u n a p u r a arbitra- teoría del conocimiento materialista y cientificista propia del
riedad de juicio afirmar r e d u n d a n t e m e n t e que, a u n q u e el marxismo d o m i n a n t e incidieron en su pensamiento y viven-
socialismo n o sea ateo ni deísta, lleva al ateísmo" (Adelante, 1 cia religiosa. F e r n a n d o de los Ríos era u n lector asiduo de la
de abril de 1906). En esta misma posición se encuentra u n o de teología modernista y recibió el influjo de Loisy, H é b e r t y Fo-
los principales intelectuales y políticos que ha tenido el PSOE gazzaro 2 . Al igual q u e Adler, distinguió e n t r e Iglesia y reli-
en toda su historia, F e r n a n d o de los Ríos. N o es de extrañar gión e incluso entre Iglesia y catolicismo. La crítica a la Iglesia
q u e éste p r o n u n c i a r a u n a conferencia en la Universidad de fue muy radical, p e r o siguiendo u n a orientación muy distin-

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ta a la imperante en el PSOE. En sus artículos "En t o r n o a la realización y plenitud. Para él, la religiosidad n o está vincula-
emoción religiosa" (1917), "El catolicismo n o satisface los an- da a la alienación, ni es expresión de la miseria real, ya que a
helos últimos" (1920) y "El silencio espiritual de la Iglesia" través de ella los h o m b r e s "codician la absoluta, incondicio-
(1922), publicados en la revista España, rechaza a la Iglesia nal y metafísica libertad".
p o r su mundanización y p o r h a b e r contribuido a aniquilar y Esta vía de "inteligencia sentiente" o "inteligencia emocio-
apagar la inquietud y la conciencia religiosas. La c o n d e n a nal" le lleva a u n a fuerte crítica de la teología y otras formas
eclesiástica del modernismo religioso le llevó a considerar q u e la de conceptualización de lo religioso que eliminan su dimen-
Iglesia cerraba la posibilidad de u n nuevo ciclo religioso crea- sión experiencial. En su artículo "El silencio espiritual de la
dor. Este rechazo de la Iglesia, p o r n o saber r e s p o n d e r a lo Iglesia" afirma q u e "el sentimiento constituye el hogar me-
que d e n o m i n a b a el "hambre religiosa", n o provocó que F. de tafísico de la religiosidad" e interpreta la religiosidad c o m o
los Ríos a b a n d o n a r a la religiosidad, sino todo lo contrario. "algo esencialmente antioficial, como algo cuyo h o n t a n a r h a
En sus escritos sobre esta temática —que pienso publicar en el de estar siempre en la intimidad del individuo y en lo irra-
futuro con unas notas introductorias— aparecen expresiones cional". Aparece así su concepción de la religión como cues-
q u e definen su actitud: "apetencia y sed de absoluto", "supe- tión privada.
ración de los límites en los q u e el espíritu vive preso", "aspi-
En "La crisis actual de la democracia" explica lo q u e en-
. ración a salvar los linderos postreros de lo h u m a n o y vivir lo
tiende p o r "irracional", pues n o identifica este t é r m i n o con
u n o y total, el deseo de d e t e n e r el tiempo para dar eterni-
irracíonalismo o falsedad: "Lo religioso n o q u e d a cogido p o r
dad al alma".
las redes de la razón; nace, p o r el contrario, al intentar salvar
Las últimas frases citadas pertenecen a u n largo escrito ti- los límites que la razón pone al conocer... la emoción religiosa quie-
tulado "La crisis actual de la democracia" (1917). En él plan- re conocer, ¿qué? ¿Lo cognoscible? No. Lo absoluto, lo incon-
tea u n a tesis radicalmente antagónica a la concepción mar- dicionado, lo q u e excede a todo conocer empírico" (De los
xista de la religión d o m i n a n t e en la izquierda española de Ríos: 1917-1943, 219). ParaF. de los Ríos, la plegaria, la ora-
aquel tiempo. F. de los Ríos ubica el tema de la religión den- ción es la q u e lleva al conocimiento religioso c o m o conoci-
tro de los caminos de la libertad en la democracia, q u e para miento h u m a n o — n o falso, ni alienante— y a la realización
él son cuatro a r m ó n i c a m e n t e articulados: el camino religio- plena del individuo:
so, el artístico, el moral y el político. La auténtica religiosidad
constituye u n camino de búsqueda de la libertad, ya q u e hay Religiosidad es emoción, es anhelo de libertad expresada en
un "camino religioso de la libertad o camino de Dios". En este plegarias, mudas las más de las veces... el concepto, con relación
texto hay que destacar su concepción de las relaciones entre a lo religioso, es un material despotenciado, muerto... toda ora-
razón y sentimiento y entre conocimiento y emoción. F. de ción férvidamente cristiana lleva en sí una negación de la limita-
los Ríos, muy alejado del racionalismo materialista y cientifi- ción de la vida; y una nota afirmativa: la del deseo de vivir en
cista q u e ha marcado la historia del PSOE y del resto de la iz- Dios sin dejar de ser individuo... la más grande de las oraciones
quierda española, se sitúa en lo q u e hoy denominaríamos es el Padre Nuestro. (De los Ríos: 1917-1943, 219, 220, 224).
"inteligencia sentiente" (Zubiri) o "inteligencia emocional",
en definitiva, en u n ámbito de reconciliación de la esfera de la La emoción religiosa y la emoción artística se complemen-
razón y de la esfera del sentimiento como vías de conocimien- tan y muestran la importancia de lo espiritual en la vida hu-
to. El m u n d o d e las emociones y sentimientos religiosos, ar- mana. A través del arte y de la religión los hombres desarrollan
tísticos y morales lo conecta con u n a búsqueda h u m a n a de vías específicas d e conocimiento h u m a n o q u e se c o m u n i c a y

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se expresa a través de lenguajes peculiares: el lenguaje reli- santidad" (p. 222). F. de los Ríos relaciona la ética kantiana del
gioso y el lenguaje artístico: d e b e r con la "visión interior del espíritu" que es lo que "hace
valer al corazón lo q u e p o r el d e b e r se logre", de forma q u e
El instante en que acontece el ponerse de nuevo en marcha "la perfección concreta, la realización del bien a que nos
la emoción artística queda históricamente marcado por el cris- c o n d u c e la libertad se alcanza p o r la santidad. Libre, sólo es
tianismo: si Dios se hizo hombre éste, a su vez, se hizo Dios. El el santo, el q u e se h a hallado a sí mismo". (De los Ríos: 1917-
nuevo ideal quedaba simbolizado en la individualización de lo 1943, 222 y 224).
absoluto... (para) la peculiar manera de hablar el lenguaje de Estas ideas y sentimientos religiosos le van a a c o m p a ñ a r
lo eterno, el alma crea la obra de arte que es una modulación del d u r a n t e toda su vida d e militante y político socialista y le van
espíritu íntimo y a la vez universal. Ni el color, ni la piedra, ni el a dar mayor libertad y energía cuando, como ministro de Jus-
sonido, ni la palabra tienen un valor en sí, el espíritu no sabe ticia, tenga que desarrollar la política religiosa de la II Repú-
hablar el lenguaje de lo absoluto y ha de moverse en el plano de blica y afrontar los ataques del periódico católico El Debate y
las sugerencias. ¿Qué dice el tema de la Octava Sinfonía?¿Qué de amplios sectores eclesiales q u e lo calificaban d e "ateo",
palpitación cósmica hay en el poema indio? ¿Qué expresa la "masón", "irrespetuoso hacia la p e r s o n a del R o m a n o Pontí-
mano señorial que oprime someramente el pecho del caballero fice", etc. El discurso que p r o n u n c i ó en las Cortes Constitu-
de El Greco? ¿Qué aspira a reflejar el relieve del tímpano de la yentes de la II República, el 8 de octubre de 1931, fijó las lí-
portada principal de la catedral de León? Evocan lo absoluto; neas de la política de aconfesionalidad del Estado. En esta
quieren ser, a más de lo que son, expresiones y voces del espíri- importante intervención aparece clarísimamente su peculiar
tu en sí; las palabras y los medios materiales que emplearon concepción de la religión como cuestión privada. El piensa
han sido el vehículo para expresar lo que apetecían, pero, a fuer que la separación Iglesia-Estado impuesta p o r el socialismo
de vehículo material, insuficiente e incapaz para lograr lo que favorecerá la vuelta a la autenticidad religiosa: "Al separarse
anhelaban. (De los Ríos: 1917-1943,221-222). la Iglesia del Estado e c o n ó m i c a m e n t e yjurídicamente, yo sé
—al m e n o s lo espero— que, lejos d e producirse u n debilita-
Q u e d a n bien lejos estos planteamientos del racionalis- miento de la Iglesia, se producirá u n fortalecimiento espiri-
m o materialista y cientificista q u e se había ido i m p o n i e n d o tual de ella, y declaro que n o sólo lo temo, sino q u e lo deseo.
como única racionalidad socialista. En algunas ocasiones m e Yo deseo el fortalecimiento espiritual de u n a fuerza c o m o la
parece q u e algunas expresiones d e F. d e los Ríos p u e d e n ser que representa la Iglesia". (De los Ríos: 1917-1943, 343).
c o m p r e n d i d a s desde el concepto de razón-poética d e María El discurso lo cerró con u n a exposición pííblica d e su inti-
Zambrano. F. de los Ríos sabía que se situaba en u n a posición midad religiosa. Después de recordar la persecución eclesial
filosófica peculiar d e n t r o del socialismo español q u e , sin sin piedad de la disidencia religiosa en España y de recono-
duda, era tachada de espiritualista. Ello n o fue óbice para cerse como hijo espiritual de los cristianos erasmistas, se diri-
que p r o c l a m a r a con total convicción q u e "del reino del es- gió a los católicos de la Cámara q u e le atacaban y p r o c l a m ó
píritu esperó siempre la h u m a n i d a d toda su luz, n o contra- sus más íntimas convicciones:
digamos tal aserto... avaloremos de c o n t i n u o el h u e r t o indi-
vidual e interior mediante la meditación y el ansia de bien". Habéis velado a España el fondo de nuestras intenciones;
(De los Ríos: 1917-1943,217). nosotros, a veces, no somos católicos, no porque no seamos reli-
La religiosidad aparece también c u a n d o a b o r d a el tema giosos, sino porque queremos serlo más. Hasta la última célula
del camino moral de la libertad, al q u e califica de "vía de la i le nuestra vida espiritual está saturada de emoción religiosa; al-

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gunos de nosotros tenemos la vida entera prosternada ante la c a r n a d o p o r los movimientos religiosos igualitaristas lidera-
idea de lo absoluto e inspiramos cada uno de nuestros actos en dos por los llamados Padres de la Iglesia (siglo II al v), J o a q u í n
un ansia ascensional... no renovéis nuestro dolor, no toquéis d e Fiore (siglo XII), fray Dolcino (siglos xin-xrv), los francis-
tambores de guerra. (De los Ríos: 1917-1943,352). canos radicales ingleses y los poorpriests (siglo xrv), J u a n H u s y
los taboristas (siglo xv), Münzer y los anabaptistas (siglo xvi),
La concepción de la religión presente en la obra de Fer- el p e n s a m i e n t o utópico-social de Erasmo y Tomás Moro (si-
n a n d o d e los Ríos, q u e llevó a Indalecio Prieto a ubicarlo glo xvi), Las Casas (siglo xvi), Venner, Lillburne, Winstanley
dentro del "cristianismo erasmista", n o facilitó, sin embargo, y los levellersy diggers ingleses (siglo xvil), Meslier, Fauchet,
la entrada masiva de católicos practicantes en el PSOE. Ello se Roux y el resto de curas y abades q u e impulsan la Revolución
debió al tipo de catolicismo d o m i n a n t e en esa época —sólo Francesa (siglo xvm), los jesuítas q u e p r o m u e v e n las reduc-
Andrés Ovejero, catedrático de Literatura de la Universidad ciones del Paraguay (siglos xvil y xvm), el socialismo utópico
Central de Madrid, era u n conocido socialista y católico prac- cristiano (siglo xix). C o m o es bien sabido, Engels estudió al-
ticante— y a la ideología dominante en la dirección del parti- gunos de estos movimientos c o m o portadores religiosos de
do, que se hallaba en las antípodas del pensamiento de F. de la lucha de clases.
los Ríos sobre el tema de la religión cristiana. Maurice Duverger, u n o de los principales expertos euro-
peos en el campo de la ciencia política, considera que las re-
ducciones del Paraguay — q u e h a estudiado muy p o r m e n o -
El cristianismo como cuestión pública rizadamente— constituyen el "primer Estado socialista del
en el socialismo utópico y en los movimientos m u n d o y el de mayor duración que jamás haya existido. Duró
de los socialistas religiosos ciento sesenta años (1609-1768), mientras que la URSS n o al-
canzó ni la mitad de esa edad... los jesuítas constituyeron pro-
Al igual q u e la historia de gran parte de la h u m a n i d a d ha gresivamente u n verdadero Estado socialista con 300.000 habi-
q u e d a d o dividida p o r un antes y u n después d e Cristo, el so- tantes en su apogeo en el siglo xvín". (Duverger: 1992, 57).
cialismo p e r m a n e c e r á para siempre m a r c a d o p o r u n antes y El llamado socialismo utópico, u n t é r m i n o utilizado p o r
u n después de Marx. Ello n o conlleva identificar socialismo Blanqui en 1839 y a c u ñ a d o p o r Marx y Engels en el Mani-
con marxismo, pues aquél es bastante anterior a éste. La his- fiesto Comunista, va a ser h e r e d e r o de toda esta corriente de
toria socialista de la emancipación de los explotados y opri- igualitarismo cristiano —anterior al anarquismo y al mar-
midos precede d u r a n t e varios siglos a Marx y tiene múltiples xismo-leninismo— q u e atraviesa la historia del socialismo
implicaciones para el tema central de este libro, pues en ella occidental.
el cristianismo j u g ó u n rol público relevante.
H e n r i Desroche en su Sociología de la esperanza y Maurice
Duverger en su trabajo sobre la arqueología del socialismo han El cristianismo en el socialismo utópico
mostrado cómo casi todos los intentos de construcción del
socialismo en los siglos y decenios anteriores al Manifiesto Co- El socialismo utópico — u n t é r m i n o muy discutible, pues a
munista (1848) — u n hito en la historia de la h u m a n i d a d — diferencia del pensamiento de Moro y otros utopistas rena-
están marcados por los intentos de implantar en diversas so- centistas realizó bastantes d e sus propuestas y, p o r tanto, de-
ciedades el igualitarismo proclamado por el cristianismo pri- bería haberse d e n o m i n a d o con mayor precisión socialismo de
mitivo. Según estos autores, el socialismo premarxista está en- comunas o de cooperativas industriales— nace í n t i m a m e n t e co-

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nectado con las transformaciones sociales creadas p o r la re- nueva fábrica socialista en New Lanark. J. Russ, en su libro Los
volución industrial introducida p o r la aplicación empresa- precursores de Marx, recoge el saludo de Owen a los trabajado-
rial de la lanzadera volante (1733), la producción de hierro res d e la fábrica en el que les explícita la cultura de fondo q u e
con carbón (1735) y, sobre todo, la máquina de vapor (1769) alienta su proyecto: "La esencia de mi filosofía se reduce a u n
q u e mecanizó masivamente la producción industrial. Este cristianismo d e p u r a d o , liberado de sus escorias, a u n cristia-
proceso e n g e n d r ó u n proletariado u r b a n o sometido a con- nismo libre de los errores que lo h a n a c o m p a ñ a d o , u n a reli-
diciones de miseria y explotación extrema. Este proletariado gión sin m a n c h a " (p. 56). Owen, como muchos otros socialis-
fue organizándose a lo largo del siglo xix, especialmente cuan- tas utópicos, lanzó ataques muy virulentos contra las jerarquías
do conquistó el d e r e c h o de asociación en Inglaterra (1824), eclesiásticas p o r desviarse del contenido social del Evangelio.
Francia (1864) y Alemania (1869). La creación de la I Inter- El n o pertenecía a u n a Iglesia, pero propugnaba u n a "religión
nacional (1864) fue decisiva para configurar el m o d e r n o mo- de la sola caridad, desprendida de la fe".
vimiento obrero como sujeto impulsor de u n a nueva fase his- Numerosos m i e m b r o s d e las Iglesias metodistas y presbi-
tórica de lucha p o r el socialismo. terianas inglesas, q u e se habían escindido a mediados del si-
Los máximos representantes del d e n o m i n a d o "socialismo glo XVIII de la Iglesia anglicana por su conservadurismo social,
utópico" desarrollaron su actividad íntimamente conectados impulsaron u n socialismo de cooperativas y u n movimiento
a los problemas sociales originados por el despliegue del nue- de educación de adultos y de cultura p o p u l a r crítica y socia-
vo capitalismo industrial. Me parece que p o d e m o s situar el lista. En 1837 C. B. Dun utilizó el t é r m i n o "socialistas cristia-
periodo de este tipo de socialismo entre 1803, a ñ o en q u e nos" con el q u e quería indicar dos cosas: la necesidad de
Saint-Simón publica Lettres d'un habitant de Genéve á ses contem- traducir socio-económicamente el mensaje igualitarista del
porains, y 1889, año de fundación de la II Internacional y en Evangelio y la oposición, desde la ética implícita en el cris-
el que culmina la configuración marxista de la inmensa ma- tianismo, a la organización capitalista d e la producción. Los
yor parte de las organizaciones socialistas europeas. historiadores ingleses afirman q u e el m e t o d i s m o constitu-
El cristianismo fue u n ingrediente muy i m p o r t a n t e del ye, j u n t o con el cartismo — u n movimiento de reivindicación
socialismo utópico. Agnes Heller ha afirmado en su libro Anato- de derechos políticos—, el sindicalismo de las trade-unions y
mía de la izquierda occidental q u e "el socialismo religioso fue el pensamiento fabiano, u n a de las raíces del Partido Labo-
en realidad la opción más importante en la historia del socia- rista Inglés. En 1993 J. Smith, candidato laborista a la presi-
lismo anterior a 1849" (Heller: 1985, 246). Ella h a recordado dencia del Gobierno, afirmó r e c o r d a n d o este pasado: "¡Qué
cómo Lukács señaló que el materialismo francés del siglo XVIII, verdad es que el Partido Laborista h a sido mayor d e u d o r del
que algunos españoles desconocedores de la historia de la iz- metodismo que del marxismo!". (Smith: 1993, 138).
quierda consideran como la primera base filosófica del socia- La teología de la encarnación de Frederick Denison Mauri-
lismo m o d e r n o , era aristocrático, mientras que las corrientes ce (1805-1872) fue decisiva para que muchos cristianos ingleses
pietistas-teístas eran las q u e mejor expresaban las aspiracio- adoptaran u n a orientación anticapitalista y para que tuvieran
nes populares de liberación social. un pensamiento socialista propio imbuido de cristianismo. Mau-
Inglaterra se convirtió muy p r o n t o en el principal país ca- rice, j u n t o a Kingsley y Ludlow, crearon en 1848 el semanario
pitalista y en el lugar d o n d e más se desarrolló la industrializa- l'olüicsforthePeopk inspirado e n el compromiso de construir el
ción y la formación de u n proletariado obrero. No es extraño Reino de Dios en la tierra a través de la lucha contra la miseria
que fuera allí d o n d e surge el socialismo utópico de Owen obrera y la creación de formas socialistas de producción. Esta
(1771-1859), quien ya en 1816 realiza la experiencia de u n a publicación defendía con argumentos cristianos la supresión

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de la propiedad privada y la colectivización de los medios de llegó a afirmar que "no se hará nada por la felicidad mientras
producción. n o tengamos garantías convincentes sobre la inmortalidad
Kingsley publicó en 1850 Alton Loche, u n a obra en la q u e del alma". Saint-Simón propuso u n a nueva organización eco-
analizaba y d e n u n c i a b a las condiciones sociales de extrema nómica y u n a moral q u e la sostuviera en sus obras Sistema in-
miseria en la q u e se e n c o n t r a b a el proletariado inglés. En dustrial (1821)y £7 nuevo cristianismo (1825).
ese mismo a ñ o estos líderes del cristianismo d e base lanza- A. Luciani afirma en su historia del socialismo europeo
r o n u n a colección de opúsculos de concienciación social y que "en todas las revoluciones que desde 1789 se realizaron
de educación política de los obreros titulada Tracts on Chris- en Francia, la ideología cristiana fundada sobre el principio
tian Socialism. Ludlow visitó Francia y conoció las experien- de la fraternidad se convierte en la bandera de las reivindica-
cias d e cooperativismo socialista de Fourier y el pensamien- ciones populares". Para ilustrar esta tesis recoge la descripción
to de Lamennais. También en 1850 se creó el semanario The que realiza George Sand de u n a manifestación popular en el
Christian Socialist con el fin de "difundir los principios del Campo de Marte con motivo de la revolución de 1848: "Los
cooperativismo c o m o u n a aplicación práctica del cristianis- que llevaban las bayonetas gritaban: «¡Viva la República! ¡Viva
m o en el ámbito de la industria". En 1877 se fundó otro mo- el gobierno provisional!». Los obreros respondían: «¡Viva la
vimiento de "socialismo cristiano" con algunos ingredientes igualdad!» «¡Viva la verdadera República de Cristo!»" (en Lu-
anarquistas, la Guild ofSt. Matthew. Se centró m u c h o en el pro- ciani: 1990, 53). Muchos de los dirigentes e ideólogos revolu-
blema d e la vivienda de los obreros y p r o p u g n ó la expropia- cionarios franceses de principios y mediados del siglo xix u n e n
ción, colectivización y nacionalización del suelo y reclamó cristianismo y socialismo. Entre ellos hay que destacar a Cabet
u n sistema público de educación. En 1889 nació la Christian (1788-1856) y a Lamennais (1782-1854), que consideraba que
Social Union, u n movimiento que p r e t e n d í a impulsar u n a el capitalismo había introducido u n a nueva forma de esclavi-
política socialista inspirada en el S e r m ó n de la Montaña; la tud. De este último dice Duverger que "es u n o de los autores
mayoría de sus miembros contribuirán a la formación del Par- franceses más leídos del siglo xix. Las palabras de un creyente
tido Laborista cuatro años después. Otra expresión del "socia- (1834) conoció más de cien ediciones en Europa. A la vez cris-
lismo cristiano" inglés fue la Labour C h u r c h U n i o n (Unión tiano y revolucionario, d e n u n c i ó la explotación del pueblo,
de Iglesias Obreras) creada en 1893 para coordinar a n u m e - describiéndola c o m o la esclavitud m o d e r n a . Ayudó al desa-
rosas iglesias arraigadas en barrios obreros q u e se caracteri- rrollo de u n socialismo cristiano cuya influencia n o fue des-
zaban p o r su apoyo a las reivindicaciones d e los trabajado- preciable antes de Marx". (Duverger: 1992,65).
res y de los sindicatos. Otros socialistas cristianos destacados fueron Buchez —pre-
Francia fue también u n país d o n d e se desarrolló con in- sidente de la Asamblea Constituyente en la revolución de 1848,
tensidad el socialismo utópico, heredero de los planteamien- el cual afirmaba q u e "cristianismo y revolución son u n a mis-
tos de la Revolución de 1789 reactivados p o r Babeuf en su ma cosa y la única equivocación de la Iglesia radica en q u e no
Manifiesto de los iguales (1791). Conviene tener en cuenta q u e es revolucionaria"—, Corbon, Buret, Blanc, Pecqueur, Le-
m u c h o s de los líderes de la Revolución Francesa eran deístas roux. Todos ellos impulsaron el socialismo d e cooperativas
y el caso de Robespierre es bien paradigmático. Saint-Simón < > comunas y crearon u n a prensa o b r e r a muy combativa (Le
(1760-1825) y Fourier (1772-1837) fueron los dos máximos Semeur, L'Atelier, Le Globe). En este último periódico es d o n d e
representantes de este tipo de socialismo. Fourier llevó a la el cristiano Leroux acuñó, por vez p r i m e r a e n la historia, el
práctica su pensamiento a través de la construcción de falans- termino socialismo 3 , tal como indiqué en la introducción.
terios, u n a especie d e c o m u n a s d e producción socialista. Él Es significativo que fuera u n cristiano el primero que en la his-

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toria utilizaba y definía el término socialismo, según lo manifies- lista: "El Cristo m o d e r n o sería u n político, u n socialdemócra-
tan los tres historiadores citados en la nota anterior. Cierta- ta. Su ideal sería socavar los cimientos de la sociedad actual".
m e n t e n o todos los representantes del socialismo utópico En Alemania, Weitling presenta ajesús de Nazaret c o m o u n
eran cristianos. El caso de P r o u d h o n (1809-1865) es bien sig- defensor de la abolición de la propiedad.
nificativo. Marx polemizó con él en Miseria de la filosofía, ca- Maurice Duverger en su estudio sobre la arqueología del so-
lificándolo, n o obstante, de "genial Leroux". cialismo ha mostrado cómo ya en la Revolución Francesa
En Alemania, país más atrasado industrialmente que In- (1789) Jesús de Nazaret es presentado como el "mejor de los
glaterra en aquella época, el desarrollo del socialismo utópi- jacobinos", "el primer sans-culotte" (artesano, o b r e r o revolu-
co fue m e n o r tanto en sus expresiones cristianas como n o cionario) y es proclamado como el "valiente Jesús". Este poli-
cristianas. Hay que destacar q u e el principal e x p o n e n t e de tólogo ha afirmado que "la evolución n o va del socialismo
este tipo de socialismo fue el cristiano Weitling, q u e se inspi- utópico al socialismo científico, sino del socialismo religioso
raba en el pensamiento de Lamennais. La izquierda hegelia- al socialismo laico que se apropia de la ética cristiana" (Du-
n a optó por u n a filosofía política y u n a teoría del conocimien- verger: 1992, 73). Los especialistas en la izquierda francesa de
to bien distinta a la inglesa y francesa y se decantó muy pronto los primeros cinco decenios del siglo xix coinciden en detec-
p o r el pensamiento materialista de Marx y Engels. tar la fortísima presencia de este tipo de evangelismo:
En Italia las expresiones de socialismo utópico cristiano fue-
r o n muy escasas (Curci, Nitti) y se ubicaron más en el campo Uno de los aspectos unánimamente destacados del socia-
protestante que en el católico. Nulo fue el componente cristia- lismo francés de la década de 1840 es su marcado carácter reli-
n o en las manifestaciones españolas de socialismo utópico y gioso. Los socialistas, en general, eran grandes admiradores
sólo el libro de A. Carbonell El colectivismo y la ortodoxia católica de Cristo, en quien veían un gran defensor de la igualdad y de
(1927) se aproxima tímidamente a lo que fueron los plantea- la fraternidad. El cristianismo pasa a ser entendido como una
mientos del "socialismo cristiano" francés, inglés y alemán. doctrina de regeneración terrestre. Quentin-Bauchart dice
que "en realidad, el socialismo, por el espíritu de fraternidad y
de defensa de los pobres que está en su base, encontró su pun-
El evangelismo socialista to de partida en la religión que dio a la humanidad el precep-
to: «Amaos los unos a los otros» ". Blanc expresa ese marcado
U n hecho significativo para el tema que nos ocupa es el de la carácter religioso, cristiano, del pensamiento socialista en su
presencia de un wangelismo socialista—término utilizado por al- obra El catecismo de los socialistas (1849): "¿Qué es el socialismo?
g u n o s historiadores— en la izquierda de finales del siglo XIX y Es el Evangelio en acción. El socialismo tiene como meta reali-
primeros decenios del siglo xx. Destacados dirigentes y militan- zar entre los hombres las cuatro máximas fundamentales del
tes detectaron un componente socialista en la figura de Jesús de Evangelio... ¿Es verdad que los socialistas no tienen religión?
Nazaret y en el cristianismo primitivo y lo asumieron como una ¿Ellos?, pero si su religión es el Evangelio... Antes que los so-
p a r t e de su cultura socialista. A la vez lo emplearon para difun- cialistas, los primeros cristianos, sus precursores, fueron trata-
d i r u n a especie de anticlericalismo religioso, para atacar a la dos como delincuentes por el mundo pagano, amenazado y
Iglesiajerárquica y para conectar con las masas obreras y campe- furioso; el sublime maestro de los socialistas, Cristo, murió en
sinas configuradas culturalmente por la religiosidad cristiana. una cruz entre dos ladrones". (González Amuchástegui: 1989,
E. Kaser en su famoso libro Eos socialistas pintados por sí mis- 171-172).
mos (1911) ofrece varios testimonios d e este evangelismo socia-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

Según Amuchástegui, la división entre la izquierda alema- También en la izquierda española d e los primeros treinta
n a y francesa a mediados del siglo xix se d e b e a q u e ésta de- años del siglo xx existían sectores que, sin ser católicos ecle-
fendía que había que construir el socialismo desde el mensaje siales, identificaban a Jesús de Nazaret y al cristianismo con
cristiano, mientras que los alemanes propugnaban u n a filoso- los ideales y objetivos del socialismo. J. Alvarez J u n c o y V. M.
fía materialista y atea como base del socialismo. Este autor afir- Arbeloa han estudiado esta mentalidad socialista popular, vin-
ma que "Blanc veía con gran claridad los peligros del ateísmo culada a u n a especie de anticlericalismo cristiano. El mismo
y consideraba, además, que u n programa antirreligioso era F e r n a n d o de los Ríos, en u n artículo publicado en El Socialis-
más p r o p i o del liberalismo burgués que del p e n s a m i e n t o ta (12 d e mayo de 1924) con el título "La nueva fe", decía:
socialista" (p. 173). U n a cuestión central que diferenciaba a "¡Cuántas y profundas analogías tiene el actual movimiento
franceses y alemanes era la del papel de la ética en el socialis- o b r e r o con el primitivo movimiento cristiano!".
mo. Para Blanc era algo central, n o así para Ruge y para Marx. U n o d e los socialistas más significativos de principios de
Italia, dada su idiosincrasia cultural, fue u n país d o n d e el siglo, el vizcaíno Tomás Meabe, fundador en 1903 de las Ju-
evangelismo socialista llegó a formar u n a verdadera cultura po- ventudes Socialistas y director de La lucha de clases (Bilbao),
pular, tal como lo h a n mostrado R. Cipriani y A. Nesti en sus escribió varios artículos en esa revista sobre la temática que
obras II Cristo rosso y Gesú, socialista. En u n popular Almanaque estamos a b o r d a n d o . Así, en Clericalismo y cristianismo (1904)
Socialista de 1895 se dice: afirmaba:

Ahora nuestro Cristo viene y dice: se rompen las cadenas. ¿Y ¿Por qué, entonces, llaman impíos a los socialistas, si procla-
qué responden los patronos a la palabra de Cristo? Lo crucifi- man principios iguales a los de Jesús? Impíos por excelencia son
can por falta de respeto a la religión del templo. Hoy el verdade- los clericales, siempre al servicio del poderoso, seguidores de la
ro Dios cristiano es el que habla por la boca de los socialistas religión del dinero, de ese becerro de oro del que nos habla la Bi-
cuando dicen que ninguno debe tener el derecho de vivir de blia. Impíos son los sacerdotes que engañan al pueblo diciendo
nuestro trabajo. (En Luciani: 1986, 98). que su religión es la de Cristo. El Nazareno era comunista. El co-
munismo de Jesús iba en sus palabras y en sus actos. A los socia-
C. Prampolini, u n o de los fundadores del Partido Socialis- listas se nos persigue como a Cristo persiguiera la abominable
ta Italiano y director de la revista La lotta di classe, fue dentro casta sacerdotal.
del PSI el máximo e x p o n e n t e del evangelismo socialista. En u n
artículo publicado en La Giustizia (24 de diciembre de 1897) Meabe, en otro artículo publicado el mismo año con el tí-
afirmaba lo siguiente: tulo "El verdadero amor", critica a la Iglesia católica por haber-
se desviado del mensaje del cristianismo originario: "¿Por qué
Si asistís indiferentes a las miserias y a las injusticias que os la Iglesia n o es la primera que, como Jesús, establece y propa-
circundan, si no hacéis nada para que desaparezcan, no tenéis ga el comunismo basado en el verdadero amor al prójimo, y
nada común con Cristo, no habéis entendido nada de su doctri- resueltamente rechaza el sistema capitalista?". En Cantabria,
na... yo, que pertenezco al Partido Socialista os digo: sed cristia- E. Torralva, un dirigente local del PSOE, escribe en La Voz del
nos, es decir, combatir la gran injusticia... nosotros los socialistas Pueblo el artículo "Cristianismo y socialismo" (1900), en el que
somos hoy los verdaderos continuadores de la gran revolución afirma que "el germen principal del socialismo n o es otro que
social iniciada por Cristo. el cristianismo, desposeído de su parte metafísica y atendien-
do sólo a su parte puramente filosófica y humanitaria".

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEI, DÍAZ-SALAZAR

Estos planteamientos de principios de siglo se m a n t i e n e n rio para el socialismo, aparece ya en el número inicial de la
a lo largo de los tres decenios siguientes y aparecen en diver- revista anticlerical Fray Lazo en 1931:
sas partes de España. En el semanario socialista catalán Justicia
Social, Manuel Gala publica en 1926 El valor genial de l'Evangeli Escribe A. Lezama que Cristo, al revés de los curas, "fue un
y en él proclama lo siguiente: hombre que se reunía con prostitutas y gente humilde, que no se
hagan ilusiones los frailes, Jesús nos pertenece a nosotros por
Jesús de Nazaret es un reformador que vino a la tierra donde completo. En su alma noble y generosa, en su ansia de libertad
estaban olvidadas las ideas de fraternidad, justicia y libertad. Su y de vida sólo había ideales rebeldes y un deseo de elevar y dig-
enseñanza es el Evangelio de un movimiento obrero, el manifies- nificar al pueblo... Jesús era el revolucionario, el terror de las
to de un agitador social. Cristo era un hombre del pueblo. Con oligarquías de su tiempo; el perseguido por ¡ajusticia, el comu-
sus doctrinas y pláticas batallaba siempre sobre el problema del nista, el que crucificaron los altos poderes de su época, el que
rico y del pobre. Era un empedernido enemigo del capital y de murió víctima de los espadones y plutócratas y cardenales Segu-
las riquezas. ras de entonces". Un 'Jesús era de los nuestros" que parece re-
presentar una actitud muy extendida. No fue una genialidad
En Madrid, El Socialista edita el artículo de Joaquín Meneos inexplicable, por tanto, el conocido suceso de Bembibre (León)
'Jesucristo y el socialismo" (1927): durante el octubre revolucionario de 1934, donde una imagen
del Crucificado fue salvada del incendio de la Iglesia y exhibida
Jesús predicó el comunismo, y la primitiva Iglesia cristiana con este cartel: "Cristo rojo, a ti no te quemamos porque eres de
fue comunista, aunque ahora el catolicismo lo anatematice. Je- los nuestros". Ytampoco es casual que un Miguel de Unamuno,
sús no solamente condenó la propiedad privada de los medios desde posiciones cristianas anticlericales pero no revoluciona-
de producción y cambio, sino también la riqueza que el socialis- rias, se identificase con este gesto y lo comprendiese. Como Ma-
mo admite cuando se debe exclusivamente al propio esfuerzo; ragall había comprendido en 1909 el incendio de los conventos
luego aún fue más socialista que Marx. y había escrito: "Quemando a la Iglesia, la habéis restituido".
(Álvarez Junco: 1985, 293-294).
Ese mismo año, El Socialista publica e n su n ú m e r o del 14
d e abril el p o e m a de F. Díaz Escámez, "Cuadro d e Semana Existen, pues, indicios de u n c o m p o n e n t e cristiano en el
Santa: el Cristo" q u e revela la existencia de u n a religiosidad tradicional anticlericalismo de la izquierda española, que re-
p o p u l a r o b r e r a fuera del m a r c o de la Iglesia: Viene por las ca- fuerzan las tesis de aquellos intelectuales y políticos socialis-
lles PadreJesucristoXLe abre paso elPuebloWe al crucificado como a tas q u e conectaron la formulación del Programa deErfurt con
un compañeroW va el pobre Muerto, las carnes desnúdasela expre- u n rescate socialista del cristianismo originario y con una li-
sión agónica volcada hacia el pechoVntre la compaña que más amó beración de la autenticidad religiosa secuestrada al pueblo por
siempre: entre la delPueblo. (En Arbeloa: 1974 y 1975). la Iglesia. León Felipe expresó formidablemente este pensa-
J. Álvarez J u n c o ha mostrado cómo u n a de las lecturas pre- miento en el p o e m a "¿Dónde está Dios?", incluido en su li-
feridas de los anticlericales socialistas españoles era Cristo en el bro Español del éxodo y del llanto: Dios que lo sabe todoVs un inge-
Vaticano de Víctor Hugo, en la que se contrapone la bondad de nuo\y ahora está secuestrado\por unos arzobispos bandoleros\que le
Cristo con la maldad de los papas y de los jesuitas. La existencia hacen decir desde la radio:\"Hallo! Estoy aquí con ellos".\Mas no
d e u n popular anticlericalismo cristiano, q u e busca la privatiza- quiere decir que está a su lado\sino que está allí prisionero. \Dice dón-
ción forzada de la Iglesia para rescatar el cristianismo origina- de está, nada más\para que lo sepamos y lo salvemos.

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RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

Los primeros q u e r í a n formar u n socialismo cristiano, enten-


Con el tiempo, esta línea minoritaria presente e n el socia-
d i e n d o p o r tal la creación de formas de organización de la
lismo español, tanto a nivel intelectual (F. de los Ríos) como
producción económica, de la vivienda, de la educación, de
popular (evangelismo socialista y anticlericalismo cristiano),
la banca, etc., acordes con u n a concepción del cristianismo
volverá a renacer con otros componentes y sin referencias ex-
c o m o igualitarismo social radical. Durante casi todo el siglo
plícitas a estos orígenes. Será en los años sesenta y setenta
xix los términos socialismo cristiano y socialistas cristianos son
c u a n d o numerosos católicos practicantes ingresen en las or-
intercambiables y n o presentan n i n g ú n problema, pues hay
ganizaciones políticas y sindicales de izquierda y planteen el
q u e tener presentes q u e los grandes ideólogos del denomi-
tema del cristianismo como cultura política en el socialismo.
n a d o socialismo utópico difunden u n a ideología impregna-
da de cristianismo, siendo m u c h o s de ellos, además, cristia-
nos fervorosos, a u n q u e s u m a m e n t e críticos y beligerantes
Los movimientos de los socialistas religiosos
con las jerarquías de las Iglesias.
Para los cristianos de izquierda de finales del siglo xix tam- El progresivo desplazamiento de este pensamiento cristia-
bién h u b o u n antes y u n después de Marx. En este apartado n o dominante en el movimiento socialista e u r o p e o por la fi-
voy a presentar u n conjunto de movimientos europeos coor- losofía materialista y atea de Marx obliga a los socialistas cris-
dinados en la Federación Internacional de Socialistas Reli- tianos a resituarse. N o defienden ya u n socialismo cristiano,
giosos. Sus miembros son cristianos protestantes y anglicanos, pero n o aceptan la vinculación del socialismo con el ateísmo
salvo los católicos austríacos e italianos, que se integraron en y el materialismo filosófico, rechazan la definición de la reli-
partidos marxistas en sus variantes socialdemócratas y comu- gión como u n a cuestión privada y están decididos a ser mili-
nistas. Estos movimientos de socialistas religiosos o socialistas tantes con su identidad cristiana en los partidos de la II Inter-
cristianos, a u n q u e se van incoando desde mediados de siglo, nacional. Estas razones les llevan a enfatizar el n o m b r e de
se decantan con la creación de partidos socialdemócratas mar- "socialistas religiosos" o "socialistas cristianos" para diferen-
xistas en Alemania (1875-1891), Suiza (1878-1901), Austria ciarse dentro de los partidos de sus camaradas ateos y mate-
(1874-1888), Suecia (1889), Francia (1882-1905), Inglaterra rialistas y, lo que es más importante, para defender u n a seña
(1893) e Italia (1891). El PSOE fue creado e n 1879 y hasta de identidad: el cristianismo es u n a religión q u e alimenta y
1910 n o obtuvo su p r i m e r diputado. Por supuesto, la crea- enriquece cultural y m o r a l m e n t e al socialismo tanto o más
ción de la II Internacional (1889) fue decisiva, así como la de- que el materialismo filosófico. Los socialistas religiosos nunca
cisión tomada p o r este organismo en 1904 d e q u e no existie- organizaron u n a tendencia política d e n t r o d e los partidos so-
ra n a d a más q u e u n partido o b r e r o en cada país. cialdemócratas marxistas, pero sí u n a corriente ético-cultural.
La primera característica que hay que resaltar de estos mo- I a fuerza ideológica que tenía el marxismo e n estos partidos
vimientos es su diferencia con los cristianismos sociales y po- les llevó inevitablemente a u n a reelaboración crítica del mis-
líticos impulsados por católicos y protestantes e n todos los paí- mo, asumiendo ciertos aspectos y rechazando otros.
ses europeos a través de sindicatos y partidos confesionales. La obra q u e mejor ejemplifica esta reelaboración es De
Los miembros de estos movimientos son militantes de partidos Cristo a Marx y de Marx a Cristo (1929), del suizo L. Ragaz. Ra-
de izquierda n o confesional y nunca pretendieron crear u n so- gaz fue el p r i m e r presidente de la Federación Internacional
cialismo religioso o cristiano frente a u n socialismo laico. de Socialistas Religiosos y sus posiciones políticas fueron ala-
Existe, n o obstante, u n a diferencia entre los socialistas cris- badas p o r Trotsky en su autobiografía Mi vida. Para Ragaz
tianos de mediados del siglo xix y los de principios del siglo xx. cristianismo y socialismo se p e r t e n e c e n m u t u a m e n t e . La op-

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lA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

ción socialista es u n a exigencia directa del cristianismo. Para ción de los socialistas religiosos al socialismo marxista se si-
él, las razones por las que los hombres se acercan al socialismo tuaba en la línea de exorcizar este peligro de idolatría, pues
son más de carácter ético que científico. El socialismo es "una "un proletario que crea en el Dios verdadero p o d r á descubrir
insurrección del espíritu del hombre". El materialismo histó- más fácilmente al falso dios; el q u e n o lo conozca p u e d e caer
rico es considerado c o m o "la más espiritual" de las visiones con facilidad en las manos del ídolo".
de la historia porque es la que llega más a las raíces de las cau- La especificidad y el valor del tipo de socialismo que defen-
sas q u e impiden el desarrollo integral del espíritu h u m a n o . dían estos cristianos fueron muy p r o n t o captados p o r diri-
Ragaz señala en su libro u n conjunto de defectos nucleares gentes de la II Internacional. Es significativo que A n d r é Mori-
en el marxismo que, según él, revelan lo que le falta a éste de zet afirme en la valoración final de la encuesta internacional
crisüano y lo que le sobra de capitalista. El marxismo contiene sobre socialismo y anticlericalismo, publicada en 1903 en Le
u n a serie de elementos que contradicen su finalidad y que de Mouvement Soáaliste, que "es fácil decir que el cristianismo es
n o depurarlos a tiempo t e r m i n a r á n convirtiéndolo, ajuicio u n a doctrina de resignación, mientras que el socialismo pre-
de Ragaz, en el reverso de la medalla del capitalismo. Estos, tende emancipar a los hombres. Es menos fácil impedir que
elementos son la ideología del progreso, la fe en la ciencia, la los hechos sean lo q u e son y negar la condición de socialistas
toma militarista del poder, la disciplina propia del centralismo a hombres que, siendo cristianos fervorosos y practicantes, se
imperialista, la justificación de la violencia revolucionaria y el cuentan entre nuestros mejores militantes" (en Arbeloa: 1973,
materialismo dialéctico como nueva metafísica. 42). Morizet vislumbraba cómo la fórmula "la religión, u n a
El socialismo marxista, según Ragaz, e n c o n t r a r á su cami- cuestión privada" ya n o servía ante socialistas para los cuales
n o verdadero c u a n d o se centre en la lucha d e clases y utilice el cristianismo era un c o m p o n e n t e público de su cultura po-
la ciencia sólo como u n i n s t r u m e n t o para el cambio social y lítica y para personas que n o podían dividir su conciencia en-
n o haga de ella u n a nueva ideología en la q u e asentarse, ya tre aceptación del programa político del partido y rechazo de
q u e "el f u n d a m e n t o de socialismo n o es la ciencia, sino u n a la filosofía materialista que ese partido públicamente defen-
exigencia moral, u n a fe moral". La fe en la ciencia, en el pro- día c o m o seña de identidad. El mismo Morizet, q u e n o era
greso y en el economicismo hace q u e lo q u e "diferencie a cristiano, afirmaba que los planteamientos de los socialistas
m u c h o s marxistas del capitalismo es sólo q u e q u i e r e n con- religiosos ayudaban a profundizar el debate ya suscitado des-
quistarlo para el proletariado. Pero al capitalismo, n o al so- de otros ámbitos filosóficos sobre los límites de la filosofía
materialista y el simplismo que mantenía el antagonismo en-
cialismo". Ragaz creía q u e estos e l e m e n t o s distorsionantes
tre la materia y el espíritu. Este autor recordaba q u e la mayo-
se r e m o n t a b a n al mismo Marx. En su libro r e c u e r d a c ó m o
ría de los socialistas cristianos aceptaban la concepción mate-
éste se burló en la sesión inaugural de la I I n t e r n a c i o n a l de
rialista de la historia, p e r o n o el materialismo dialéctico de
los delegados q u e plantearon el tema d e l o s ideales del so-
Marx, Engels y Lenin.
cialismo. Según Ragaz, Marx n o valoró suficientemente los
Los socialistas religiosos organizaron antes del estallido de
elementos de tipo moral y psicológico en la lucha p o r el so-
la II Guerra Mundial cuatro congresos internacionales (1910,
cialismo.
1914, 1924 y 1938). Sus manifiestos públicos contra el nazis-
Ragaz consideraba que si el socialismo s e f u n d a m e n t a b a mo provocaron que la mayoría de sus dirigentes fueran encar-
e n un marxismo cientificista y economicista estaba condena- celados y asesinados. Otros marcharon al exilio norteamerica-
d o al fracaso y a reproducir la ideología d e l capitalismo. Él no. Analicemos a continuación los planteamientos de los
atacaba la fe en la ciencia difundida por ciertos marxistas y socialistas religiosos o cristianos como u n c o m p o n e n t e de di-
advertía q u e esta fe era u n nuevo tipo de idolatría. La aporta-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

versas izquierdas europeas desde principios de siglo XX hasta vía más intensa q u e e n Alemania. Especialmente Ragaz rea-
el final de la II Guerra Mundial. liza u n a interpretación teológica del marxismo. H. Kutter a
principios de siglo había presentado el socialismo como u n a
revelación de Dios al pueblo cristiano. Ragaz insistirá durante
Los socialistas religiosos en toda su vida en q u e el socialismo es u n m e d i o para construir
Alemania, centro y n o r t e de E u r o p a el Reino de Dios en la tierra. Él ingresó en 1913 en el Partido
Socialista Suizo, d o n d e p r o n t o se convirtió en u n m i e m b r o
Alemania es el país más interesante a la h o r a de analizar muy activo y respetado. En 1915 se afilió al partido K. Barth,
este movimiento, ya q u e es allí d o n d e antes triunfan las tesis cuyo ejemplo — d a d a su autoridad moral e intelectual— fue
marxistas en la configuración del socialismo. El surgimiento seguido por bastantes cristianos. C u a n d o se trasladó a Alema-
de los socialistas religiosos en este país está provocado por nia, Barth se afilió al SPD en 1932, a r g u m e n t a n d o su decisión
dos factores: la existencia de u n protestantismo arraigado en en u n a carta dirigida a Tillich.
zonas obreras que persigue crear u n a "Iglesia Popular" y la En Austria el movimiento se creó en 1926 y su primer pre-
existencia de teólogos que realizan u n a revisión de los fun- sidente fue O. Bauer, u n o b r e r o católico q u e era militante
damentos filosóficos y ateos del marxismo y elaboran u n a teo- del Partido Socialdemócrata desde 1922. En 1929 se fundó
logía nueva en clave obrera y socialista. El predecesor de este la Asociación para el Socialismo Bíblico que editó la revista Bi-
movimiento en Alemania fue el pastor Blumhardt, q u e en blischer Sozialismus. Los socialistas religiosos n o se integraron
1899 se afilió al SPD y en 1900 fue elegido diputado. En 1918 en ella, pues n o deducían su opción política de la fe, sino del
se creó la "Iglesia Popular" en Badén y la Liga de los pro- marxismo. Su religiosidad constituía la base moral y cultural
letarios evangélicos, q u e al a ñ o siguiente se convierte en la de u n a decisión política q u e tenía su propia autonomía.
Liga de los amigos socialistas de la Iglesia. En 1921 se celebra En los países nórdicos también se crearon estos movi-
el primer congreso de la Liga de los socialistas religiosos. El mientos. Los pioneros fueron Suecia (1924-1929) y Norue-
movimiento se expresa a través de dos publicaciones: El soda- ga (1939). En Finlandia y Dinamarca surgirán en 1946. Sus
lista religioso. Hoja dominical del pueblo trabajador y La revista para miembros formaron parte de los partidos socialdemócratas.
la religión y el socialismo. Los miembros de este movimiento se En Suecia la sede del movimiento se instaló en el edificio cen-
integran mayoritariamente en el SPD, a u n q u e en 1931 u n o tral del partido.
de sus líderes, Eckert, ingresa en el Partido Comunista. Su
oposición pública al Partido Nazi fue muy intensa. El famoso
teólogo Paul Tillich, con el tiempo profesor de la Universidad Los socialistas cristianos en Gran Bretaña
de Harvard, fue el intelectual más representativo del movi-
miento. Sobre esta temática escribió El socialismo como cuestión En el ámbito anglosajón es d o n d e existe u n a mayor conti-
ecksial (1919), Principios protestantes y situación proletaria (1931), nuidad entre el socialismo cristiano del siglo XIX y los plantea-
La decisión socialista (1932). mientos de los socialistas cristianos d e n t r o del Partido Labo-
En la misma época surge en Suiza u n movimiento homólo- rista. Ellos, desde la fundación del partido, logran impregnar
go al alemán, liderado p o r dos teólogos: L. Ragaz y K. Barth, la cultura y el p r o g r a m a de éste con sus planteamientos. El
q u e hoy es considerado como el teólogo protestante más im- Partido Laborista es el único de la izquierda europea que nun-
p o r t a n t e del siglo xix. En este país el diálogo con el marxis- ca h a sido marxista y h a tenido, desde su fundación, u n pro-
m o y la reelaboración del mismo desde el cristianismo es toda- grama de nacionalizaciones tanto o más radical que otros par-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

tidos socialistas marxistas. Para Marx y, sobre todo, para sus


del movimiento o b r e r o " (en Luciani: 1990, 286). D e n t r o d e
seguidores constituyó siempre u n a paradoja que el país eu-
la Internacional, Hardie defendió desde 1910 la necesidad
r o p e o que mejor r e u n í a las condiciones para la realización
de anticiparse al peligro de lo que luego fue la I Guerra Mun-
de las tesis del socialismo científico fuera el que más explícita-
dial. Sus tesis sobre la organización de u n a huelga general eu-
m e n t e las rechazara. N o deja de ser s o r p r e n d e n t e —ironías
r o p e a en las industrias de fabricación de a r m a m e n t o n o fue-
y sarcasmos de la historia, difíciles de c o m p r e n d e r por hege-
r o n secundadas.
lianos, aunque sean de izquierda— que el d e n o m i n a d o socia-
lismo científico triunfara en u n o de los territorios q u e prác- En 1906 se impulsó la expresión colectiva de los socialistas
ticamente n o r e u n í a n i n g u n o de los requisitos establecidos cristianos con la creación de la Church Socialist League, que
por Marx en su teoría científica de la revolución: Rusia. N o en definía el socialismo como "el principio según el cual la comu-
vano Gramsci analizó la insurrección bolchevique como u n a nidad está destinada a tener en propiedad colectiva la tierra y
"revolución contra El Capital". el capital industrial y administrarlo con espíritu cooperativo
por el bien de todos" (en Luciani, 1990, 304). Esta organiza-
El primer presidente del Partido Laborista fue u n socialista ción nació por iniciativa de C. Noel y otros dirigentes de la
cristiano, el minero James Keir Hardie. Su biografía refleja muy Christian Social Union. En 1907, el teólogo P. Dearmer publicó
bien las características de este tipo de socialistas: extracción Soáalism and Christinaity y al año siguiente él y otros responsa-
popular, pertenencia a Iglesias libres, intensa actividad sindi- bles de Iglesias firmaron u n a declaración colectiva en la que
cal, rechazo del marxismo, fuerte religiosidad y crítica radical se declaraban socialistas cristianos y defensores de la propie-
de las jerarquías eclesiásticas. Hardie empezó a trabajar en las dad colectiva de los medios de producción.
minas a los diez años. A los veintiún años se integró en la Evan-
A partir de 1906 surgió dentro del laborismo u n a corriente
gelical Union, una de las Iglesias populares, proletarias y "por
d e n o m i n a d a guild socialism, en la q u e tenían u n papel desta-
libre" que abundaban en Inglaterra desde q u e el metodismo
cado algunos intelectuales cristianos c o m o A. Penty y R. Taw-
fracturó la Iglesia anglicana en el siglo XVIII. F u e u n o de los
ney. Este último, profesor de Historia d e la e c o n o m í a en las
primeros diputados laboristas, famoso por sus discursos obre-
Universidades de Oxford y Londres, h a sido u n o de los pen-
ristas y directos, en los que utilizaba el lenguaje bíblico con fre-
sadores socialistas q u e más ha influido en la orientación del
cuencia. En u n a de sus intervenciones en la C á m a r a de los Co-
laborismo. Esta corriente defendía u n socialismo con ciertos
munes afirmó: "Debemos responder a la p r e g u n t a del Sermón
tintes libertarios, es decir, autogestionario, descentralizado,
d e la Montaña: ¿a quién adoramos a Dios o al dinero?". En
municipalista y d e democracia directa, y se situaba más allá
1894, un año después de la fundación del partido, declaraba al
de la socialdemocracia y del c o m u n i s m o . U n a tonalidad li-
British Weekly: "Yo lucho por un socialismo q u e es la encarna-
bertaria h a estado muy presente en la cultura d e los socialis-
ción del cristianismo en nuestro sistema i n d u s t r i a l " (en Lu-
tas cristianos británicos.
ciani: 1990, 285 y 286). En 1901 publicó u n o p ú s c u l o titulado
En 1908, el partido celebró u n congreso en Hull y en él de-
Can a Man be a Christian o n a P o u n d a Week? (¿Puede u n
claró que "rechaza la tentativa d e p r e s e n t a r el movimiento
h o m b r e ser cristiano con u n a libra a la semana?). Esta publica-
obrero como contrario a la religión". E n 1910 accedió a la pre-
ción, que tuvo una e n o r m e difusión al estar escrita con u n len-
sidencia del partido B. Glasier, q u e también propugnaba el
guaje muy directo y popular, concluía con la siguiente afirma-
cristianismo como fundamento ético del socialismo. En su li-
ción: "La solución a todos los problemas d e n u e s t r o tiempo
bro TheMeaningof Socialism (1920) escribió lo siguiente sobre
hay que buscarla en la aplicación de los principios expuestos
esta cuestión:
en el Sermón de la Montaña, que llena de p r o m e s a s el futuro

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

El significado del socialismo está más ligado a la propagan- sólo un ataque contra la Iglesia y en lugar de ser anticristiana
da religiosa que a la política. Es de los profetas, de los apóstoles, está inspirada en las enseñanzas de Cristo... No existe nada en la
de los santos, de los místicos religiosos y de los herejes más que de teoría y en el método socialista que sea antagónico a la religión.
los hombres de Estado, de los economistas y de los reformadores (En Luciani: 1990, 292).
políticos de los que el movimiento socialista toma su ejemplo y
sus ideales... Socialismo significa no sólo socialización de la ri- En 1923 se creó la Society of Socialist Christians, u n orga-
queza y de los medios de producción y distribución, sino de nues- n i s m o interconfesional y e c u m é n i c o d e coordinación d e los
tra vida, de nuestro corazón, de nosotros mismos... El socialismo socialistas cristianos. En 1931 se transformó en la Socialist
no consiste en el hecho de recibir, sino en el de dar, no ser ser- Christian League, p e r m a n e c i e n d o hasta 1958 c o m o la orga-
vido, sino servir... Su moral última está en el principio humano nización q u e aglutinaba a este tipo de socialistas.
y divino que "se vive en cuanto se da" y sólo cuando estamos dis- A comienzos de los años treinta surgió en Gran Bretaña
puestos a dar la vida, ganamos la vida. (EnLuciani: 1990,287). otra modalidad de cristianos de izquierda formada p o r per-
sonas que habían saludado con entusiasmo la revolución bol-
Para percibir hoy el peso q u e tenía la religiosidad cristia- chevique y q u e n o compartían el rechazo del marxismo. Ya
n a en el g r u p o dirigente del Partido Laborista hay que tener en 1917 la Catholic Cfusade, creada por C. Noel, había cele-
en cuenta q u e a partir de 1910 todos los a ñ o s se organizaba b r a d o públicamente el triunfo de la revolución soviética. Es-
u n a "semana religiosa" en la que u n sacerdote exhortaba en tos cristianos se escindieron de la Socialist Christian League
u n retiro a parlamentarios y sindicalistas laboristas sobre el y formaron la Christian Left, iniciando u n acercamiento al
valor de cultivar la religiosidad personal p a r a luchar con rec- Partido Comunista que se había creado en los años 1920-1921.
titud ética por la conquista de los objetivos socialistas. Bastan- En 1935 u n g r u p o de intelectuales cristianos y marxistas or-
tes parlamentarios y sindicalistas laboristas eran miembros ganizaron unas j o r n a d a s de diálogo marxismo-cristianismo
activos de congregaciones religiosas. En 1915 organizaron que fueron publicadas en el libro Christianity and the Social Re-
u n a "semana religiosa internacional". En 1929 se realizó u n a volution, editado en Londres p o r Gollancz y c o o r d i n a d o p o r
encuesta sobre la fe religiosa de los d i p u t a d o s laboristas y de J o h n Lewis y Karl Polanyi, el famoso economista que tuvo u n a
u n total de 249 sólo ocho declararon ser a t e o s y agnósticos. participación muy activa en este diálogo. En 1942 se creó el
También es significativo q u e las asambleas d e los sindicatos Council of Clergy & Minsters for C o m m o n Ownership, de
laboristas se cerraran con el canto Lead Kindly Light, u n him- orientación prosoviética.
n o religioso. (Luciani: 1990, 291-292).
En 1924 los laboristas conquistaron el p o d e r y accedieron
al g o b i e r n o de la nación. Presidió el p r i m e r Gobierno socia- Los socialistas, comunistas y
lista en la historia del país J. MacDonald. En s u libro Socialism anarquistas cristianos en Francia
(1907), el entonces d i p u t a d o y líder del g r u p o parlamenta-
rio laborista había escrito lo siguiente sobre el tema que nos El análisis de la izquierda francesa tiene, d e entrada, el in-
ocupa: terés de observar la continuidad o discontinuidad del socialis-
m o marxista con aquel socialismo utópico tan impregnado de
Los socialistas encuentran en la ética del Evangelio un estu- cristianismo. La orientación marxista materialista que Guesde
pendo soporte para sus propósitos económicos y políticos. Gran y Lafargue le dieron al Partido O b r e r o y posterior SFIO (Sec-
parte de lo que se considera doctrina socialista anticristiana es ción Francesa de la Internacional O b r e r a ) dificultó m u c h o

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

el surgimiento de socialistas cristianos. Por esta razón los sec- organizó campañas de boicot a productos elaborados con ma-
tores más avanzados del protestantismo social, en vez de in- teriales contaminantes o adulterados. Impulsó la creación de
gresar en el Partido Socialdemócrata, crearon en 1898 "casas comunas colectivistas en el campo. Se opuso a la entrada en la
del pueblo cristiano-sociales" con el fin d e realizar u n activis- III Internacional al rechazar la teoría d e la dictadura del pro-
m o socialista diferenciado del marxista y, a la vez, establecer letariado. U n m i e m b r o destacado de los socialistas cristianos
u n diálogo desde fuera con marxistas y anarquistas. A esas fue A. Philip, d i p u t a d o desde 1936, ministro de Economía y
"casas del p u e b l o " eran invitados dirigentes de las organiza- Hacienda y autor de diversos libros de política socialista. Esta
ciones socialistas y libertarias para afrontar el contencioso línea de socialistas protestantes estará siempre presente en el
ideológico q u e tenían con el cristianismo. El a n i m a d o r de socialismo francés y Rocard yjospin serán con el tiempo sus
esta experiencia, E. Gounelle, aspiraba a hacer posible la crea- representantes más conocidos.
ción de u n nuevo tipo d e socialismo q u e realizara la "trans- A principios de siglo surgió en Francia u n tipo de cristianos
formación de la sociedad en u n reino de justicia, según el Ser- protestantes muy peculiares, dada su orientación anarco-co-
m ó n de la Montaña, la dogmática solidarista de san Pablo y munista. Este g r u p o estaba liderado p o r E. A r m a n d y H. Tri-
El Capitaláe Marx". (En Bauberot: 1974,99). c o t y se expresaba a través de la revista L'ÉreNouvelk (1901).
El ascenso d e n t r o d e la SFIO d e las posiciones de Jaurés En 1902 impulsaron u n movimiento de insumisión, oponién-
abiertas al cristianismo frente a la intransigencia de Guesde dose al servicio militar y llamando a la deserción de los ejér-
y Lafargue favoreció la entrada d e cristianos protestantes en citos con a r g u m e n t o s cristianos. P r o p u g n a b a n u n a teología
el partido en 1906. Ese mismo a ñ o el dirigente Faure atacó libertaria del m a t r i m o n i o y defendían la u n i ó n libre: "Dios
públicamente en Caen al cristianismo y ante las protestas de h a h e c h o a sus criaturas para la felicidad. Sólo c u a n d o hay
los socialistas cristianos el mismo partido organizó dos con- felicidad real debe mantenerse el matrimonio. El a m o r libre
ferencias en las q u e Biville r e s p o n d i ó a las a r g u m e n t a c i o n e s de los regenerados p o r Dios es lo auténtico" (en Bauberot:
d e Faure. En 1910 estos socialistas cristianos militantes de la 1974,104). El radicalismo escatológico lo traducían en radi-
SFIO promovieron que la dirección del partido invitara a u n a calismo social: "No nos c o n f o r m e m o s con el presente siglo,
delegación del Partido Laborista británico p a r a conocer la c o m o decía san Pablo, sino aceleremos la renovación de to-
política q u e éste realizaba respecto a los cristianos. En la visita das las cosas".
q u e efectuaron a Lille fueron recibidos c o n carteles y ban- Estos anarco-comunistas cristianos recibieron con entu-
derolas en las que aparecían las siguientes expresiones: "¡Pro- siasmo la revolución bolchevique, a diferencia de los socialis-
clamamos la p a t e r n i d a d d e Dios y la fraternidad de los hom- tas cristianos. H. Tricot, desde las páginas de la Revue du Chris-
bres!", "Jesús, reformador social, n o s c o n d u c e y nos guía!". tianisme Social, expuso en 1920 la tesis de q u e el leninismo
(En Bauberot: 1974, 101). representaba el inicio de la transición al anarquismo. En 1927
En 1920 se formó la U n i ó n de Socialistas Cristianos, que e n t r a r o n en el Partido Comunista, a n i m a d o s p o r el ejemplo
realizó u n a importante labor en el ámbito d e elaboración de del pastor protestante suizo J. Humbert-Droz, convertido en
cultura socialista y propuestas p r o g r a m á t i c a s . Su divisa era secretario de la III Internacional. Las memorias de Droz, ti-
"Contra la tiranía de los opresores y d e los capitalistas, por tuladas Mon évolution du tolstóisme au communisme (Neuchátel,
Cristo y p o r el pueblo". Difundió d e n t r o d e la SFIO la nece- 1966), son muy importantes para c o n o c e r la experiencia de
sidad de dedicar u n a atención especial al p r o b l e m a de los ac- los comunistas cristianos de los años veinte y treinta. Ese mis-
cidentes laborales de los obreros. Fue pionera en la crítica a los m o a ñ o crearon la U n i ó n Comunista Espiritualista y funda-
sistemas de producción q u e c o n t a m i n a b a n la naturaleza y ron la revista Terre Nouvelk. En seguida se situaron en el ala

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izquierda del PCF y propugnaron realizar u n a revolución bol- Weil. El pensamiento de esta última fue acogido temprana y
chevique en Francia, acusando a la dirección de reformista. positivamente en nuestro país por Manuel Sacristán, el mejor
En 1934, el ala de izquierda de la Unión de Socialistas Cris- y más importante intelectual marxista que h a existido en la
tianos y u n g r u p o d e jóvenes católicos liderados p o r M. Lau- España del siglo xx. La obra de Mounier t e n d r á u n a impor-
drain crearon un frente unido con los anarco-comunistas q u e tancia decisiva con el tiempo en Delors y otros destacados mi-
se expresó a través de la revista Terre Nouvelk, q u e en ese a ñ o litantes del PSF. Ella será determinante para la entrada de
contaba con 20.000 lectores. Ideológicamente defendían la muchos cristianos españoles en el PSOE, en el PCE y en la
tesis de que el cristianismo aportaba al comunismo u n a revo- CNT en los años sesenta y setenta. Me parece que los aspectos
lución espiritual, pues la revolución material era insuficiente más destacables del pensamiento socialista de estos tres inte-
para dar sentido a la vida. Esta tesis fue defendida por M. Lau- lectuales cristianos son: a) la conexión entre mística y políti-
drain en u n artículo titulado "Vers u n marxisme catholique" ca: ' T o d o comienza en mística y termina en política" (Mou-
(1936), publicado en Terre Nouvelk. En 1936 "los cristianos re- nier); b) la revolución material al servicio de la revolución
volucionarios desfilaron en las grandes manifestaciones del moral; c) rechazo del totalitarismo: el Estado al servicio de la
Frente Popular llevando su p r o p i o emblema: la hoz y el mar- persona; d) crítica de la cultura burguesa y del "reinado del
tillo sobre la cruz" (Bauberot: 1974,100). Ese mismo año des- dinero" (Péguy) y denuncia de la infiltración de esta cultura
de el n ú m e r o 7 de Terre Nouvelk exigieron a la dirección del en el m u n d o obrero y en las organizaciones socialistas; e)
PCF a b a n d o n a r del p r o g r a m a reformista del Frente Popular centralidad obrera y reivindicación de u n a cultura proletaria
y pasar "a la creación de soviets p o r todas partes". U n a de las alternativa a la burguesa (Weil).
críticas más constantes de este g r u p o de cristianos al gobier-
no del Frente Popular fue la relacionada con la política de n o
intervención en la g u e r r a civil española. En julio de 1936 el Los socialistas y comunistas
Vaticano incluyó Terre Nouvelk en el índice de obras prohibidas cristianos en Italia
para los católicos; sin e m b a r g o , ese mismo a ñ o surgió d e n t r o
del catolicismo el movimiento Jeneusse de l'Église, partidario del En este país los socialistas y comunistas cristianos surgen
diálogo con los comunistas. de tres ámbitos: el protestantismo social, el p e n s a m i e n t o re-
El PCF, que con su política de "mano tendida" a los cristia- ligioso modernista y las corrientes de izquierda d e la Acción
nos sólo aspiraba a tener simples "compañeros de viaje", se vio Católica y del PPI (Partido Popular Italiano).
sobrepasado por las aspiraciones de estos cristianos de reelabo- A finales del siglo xix existían en Italia c o r r i e n t e s protes-
rar el marxismo y plantear exigencias programáticas y decidió tantes con u n a mentalidad socialista c o m o lo p r u e b a u n
su expulsión del partido. Ellos i n t e n t a r o n crear un partido opúsculo escrito por L. Calassi con el título "II Cristo socialis-
cristiano revolucionario de extrema izquierda, pero fracasaron ta" (1897), que fue muy difundido en comunidades religiosas
en su intento. Terre Nouvelk dejó de aparecer en 1939. Estos evangélicas. Desde el ámbito del pensamiento, el movimien-
cristianos se habían q u e d a d o en u n a "tierra de nadie", expul- to teológico modernista, expresado a través de la revista Nova
sados del comunismo y de la Iglesia oficiales. el Vetera, contribuyó a la creación de u n g r u p o d e socialistas
En el periodo que estamos analizando desarrollan su obra cristianos que manifestaron su identidad en 1908 en el librito
tres pensadores cristianos q u e p u e d e n ser calificados de so- Perché siamo cristiani e socialisti, solicitando el ingreso e n el PSI
cialistas, a u n q u e n o estuvieran integrados en ningún partido. ese mismo año. En esta misma época surge en la z o n a de Reg-
Me refiero a Charles Péguy, E m m a n u e l Mounier y Simone gio Emilia u n movimiento de "sacerdotes socialistas"(1904)

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q u e a u n a b a n la predicación del Evangelio y la p r o p a g a n d a llevaron en 1942 a la transformación del PCS en el Partito


del socialismo y animaban a sus feligreses a insertarse en las Comunista Cristiano. Ese mismo a ñ o los dos partidos cons-
organizaciones socialistas, rechazando todo intento de cons- tituyen u n comité unitario de lucha antifascista presidido p o r
truir u n socialismo católico alternativo al existente. A través Ingrao, Alicata, L o m b a r d o Radice, Gerratana (PCI) y Roda-
del periódico La Plebe organizaron u n movimiento de socia- n o , Ossicini, D'Amico (PCC).
listas cristianos formado por laicos y sacerdotes q u e preten- La asunción progresiva de la mayoría de los planteamien-
día superar el antagonismo con el PSI y revisar el marxismo tos políticos del PCI e incluso de múltiples dimensiones del
materialista q u e p r o p u g n a b a el partido. marxismo provocó la transformación del PCC en Movimento
D e n t r o del PPI, creado en 1919 para aglutinar política- dei Cattolici Comunisti. Se convirtió en movimiento p o r q u e
m e n t e a los católicos, surgió u n a tendencia de izquierda lide- estos católicos reconocían como único partido de la clase obre-
rada por el sindicalista campesino G. Miglioli que por su radi- ra al PCI. En el n ú m e r o 1 (1943) de la revista del MCC Voce
calismo fue calificada de "bolchevismo blanco". La política Operaia se afirmaba: "La confluencia de la conciencia católica
de u n i d a d antifascista q u e el PCI se vio obligado a a d o p t a r con la política del comunismo es u n h e c h o que la historia vie-
p o r los requerimientos de la Internacional Comunista llevó ne p r o d u c i e n d o " . Ese mismo a ñ o publican "II c o m u n i s m o e
al contacto y a la colaboración con la tendencia d e Miglioli y i cattolici", u n opúsculo q u e constituía u n a presentación del
con otros grupos de obreros católicos de izquierda aglutina- marxismo hecha p o r católicos para católicos. En él exponían
dos en torno a la revista // Lavoratore. La expulsión d e Miglioli q u é partes asumían del marxismo (el análisis d e la realidad
y otros militantes del PPI aceleró el trabajo conjunto con los y las propuestas económicas y políticas) y q u é elementos n o
comunistas. En 1925 u n a delegación de obreros y campesi- compartían (los filosóficos). Explícitamente rechazaban las
nos católicos visitó la URSS, q u e d a n d o favorablemente impre- tesis leninistas sobre la religión de u n comunista cristiano
sionados. Miglioli aceptó ser el responsable de la Krestintern como u n asunto privado. L o m b a r d o Radice reconoció la ló-
(Internacional Campesina Comunista) para Europa. gica existente en este razonamiento y el desafío que introdu-
El surgimiento más amplio del g r u p o de los comunistas cía en la tradición marxista:
cristianos tiene lugar en los años treinta y está formado por jó-
venes dirigentes de la Acción Católica universitaria. En 1937 La clara distinción hecha por los católicos comunistas entre re-
estos dirigentes, que habían difundido u n a cultura antifascis- ligión y política no era, sin embargo, una radical separación entre
ta dentro de la Acción Católica, afirmaron que había que dar conciencia religiosa y compromiso político. Ellos no podían con-
u n paso más y a n i m a r o n a los militantes de la AC a seguir su siderar su conciencia religiosa como un "hecho privado", no po-
ejemplo de incorporarse a la resistencia y a la lucha armada dían ir a misa y militar en el partido revolucionario, separando su
contra el fascismo. Otro g r u p o de jóvenes católicos antifascis- vida privada religiosa de su vida pública comunista. Si su elección
tas provenientes de congregaciones m a ñ a n a s dirigidas p o r je- política revolucionaria no hubiera tenido una motivación religio-
suítas tomaron la misma opción ese año. En la clandestinidad sa, los comunistas católicos no habrían representado un fenóme-
estos dos grupos se fusionaron y formaron el Partito Coopera- no político muy nuevo y original... ellos eran a la vez firmemente
tivista Sinarchico (PCS), liderado p o r Ródano, Ossicini y Pe- comunistas en política, pero católicos absoluta e intransigen-
coraro. Propugnaba u n socialismo autogestionario basado en temente por su fe religiosa. (Lombardo Radice: 1971,154-156).
cooperativas. El e n c u e n t r o de F. R ó d a n o , ideólogo de este
partido, con el dirigente comunista P. Ingrao y los intensos Ellos n o eran católicos y revolucionarios, sino católicos re-
debates m a n t e n i d o s p o r las direcciones del PCS y del PCI volucionarios. Siempre afirmaban q u e lo sustantivo era "ca-

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tólico" y lo adjetivo "comunista". Establecían u n a distinción ría de los católicos apoyaban fervientemente al b a n d o fran-
entre religión (inspiración moral y cultural) y política (pro- quista en la guerra civil. Será a mediados de los años cuarenta
gramas, técnicas y procedimientos), pero n o u n a separación c u a n d o empiecen a formarse este tipo de cristianos en Espa-
entre ambas. La u n i d a d revolucionaria y la colaboración po- ñ a a través d e los nuevos movimientos apostólicos obreros y
lítica d e n t r o del mismo partido debía ir a c o m p a ñ a d a de u n a de jóvenes universitarios católicos influidos p o r algunos sa-
reelaboración de la ideología y la cultura de éste en la que in- cerdotes progresistas. Su p r i m e r a expresión política revolu-
terviniera u n p e n s a m i e n t o inspirado en el cristianismo. Los cionaria será el FLP (Frente d e Liberación P o p u l a r ) , crea-
católicos comunistas optaban p o r u n a única dirección polí- d o en la primavera de 1958.
tica y u n a única disciplina de partido, p e r o exigían la liber-
tad de u n a elaboración ideológica y cultural propia con pu-
blicaciones específicas d e n t r o del PCI para q u e en el mismo El marxismo clásico ante el socialismo
se estableciera u n a paridad entre cultura marxista-leninista cristiano y los socialistas religiosos
y cultura cristiana revolucionaria. Más tarde, Togliatti reco-
nocería q u e este tipo de católicos n o debían ser recibidos en
Marx conocía perfectamente las tesis d e los socialistas o
el PCI desde la perspectiva leninista del "aunque creyentes",
comunistas religiosos, ya que u n o de sus primeros contactos
sino desde la óptica d e "porque creyentes", y ello implicaba
con el socialismo se realizó a través de Moses Hess — u n teó-
asumir el cristianismo como u n a cuestión pública y n o priva-
logo j u d í o de la izquierda hegeliana— y, además, tuvo rela-
da. L o m b a r d o Radice, destacado científico, ateo y militante
ción con Weitling. Él y Engels rechazaron el i n t e n t o de unir
comunista desde su juventud, será el m á x i m o impulsor en los
c o m u n i s m o y cristianismo en la Circular contra Kriege (1846),
años sesenta de estas tesis de los católicos comunistas, de-
en la q u e criticaron su intento de convertir la "religión del
f e n d i e n d o la articulación d e u n a cultura política desde tra-
amor" en el principio de articulación del c o m u n i s m o : "El
diciones diversas reconocidas c o m o propias por el partido.
parloteo de Kriege sobre el a m o r y su repulsa del egoísmo
Estos católicos, muy conocidos por la jerarquía de la Iglesia n o son más q u e las hinchadas revelaciones d e un espíritu to-
al ser la mayoría de ellos miembros destacados de Acción Cató- talmente a h o g a d o en la religión. Kriege — q u e se h a c e pasar
lica, fueron condenados por el Vaticano al ingresar en 1945 en por ateo en E u r o p a — rebusca aquí, bajo el e m b l e m a del co-
el PCI. En él se han mantenido hasta hoy, siendo muy influyen- munismo, clientela para todas las abominaciones d e l cristia-
tes. Su líder, Franco Ródano, fue u n o de los principales asesores nismo". (En Marx y Engels: 1835-1894, 171).
de Togliatti y u n o de los ideólogos de la política de Berlinguer. En el Manifiesto Comunista rechazan explícitamente lo q u e
En los últimos años del fascismo resurgió también u n gru- algunos d e n o m i n a b a n "socialismo cristiano". La c o n d e n a ro-
p o de socialistas cristianos que crearon el Movimento Socialis- tunda que establecen la insertan dentro de la crítica al socialis-
ta di Azione Cristina y la revista II Salvatore. El líder de este gru- mo utópico, d o n d e ubican las posiciones de Cabet, Lamennais
p o fue F. Cazzamalli, que sería d i p u t a d o del PSI en 1945. y Buchez. El intento de parte del socialismo u t ó p i c o francés
España ha sido u n o de los pocos países d e Europa d o n d e de fundamentarse en el cristianismo es vilipendiado dentro
n o h a n existido socialistas religiosos o cristianos. Recuérdese de la proclamación de los "absurdos filosóficos" q u e mantie-
q u e en los mismos años en q u e cristianos franceses desfila- ne el socialismo en Francia. Marx y Engels lo contraponen al
b a n con símbolos propios en las manifestaciones del Frente "socialismo alemán" que es proclamado c o m o único "socialis-
Popular y dirigentes d e la Acción Católica italiana luchaban mo verdadero". Sólo él p u e d e llevar científicamente a la revo-
con armas contra el fascismo, en E s p a ñ a la inmensa mayo- lución sin la necesidad del moralismo del socialismo francés.

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Para estos dos autores el "socialismo religioso o cristiano" Trosky en su libro ¿A dónde va Inglaterra ? (1926) realiza u n
guiado por el a m o r se basa en u n a consideración abstracta e furibundo ataque al Partido Laborista p o r estar i m p r e g n a d o
idealista del ser h u m a n o y n o desciende a la situación concre- de cristianismo. Su crítica incluye a u n o de los líderes de la
ta de los hombres dentro de las relaciones sociales de produc- corriente de izquierda del partido, Lansbury, a quien califica
ción. Pretende resolver las situaciones de explotación median- de "cristiano, pacifista e hipócrita". Para Trosky, pacifista es
te invocaciones al cambio moral, sin captar q u e lo esencial es sinónimo de hipócrita. En este libro realiza u n a defensa de
la erradicación de las causas estructurales q u e las provocan. la violencia revolucionaria frente al pacificismo p r o p u g n a d o
La emancipación de los explotados n o provendrá p o r la su- por los socialistas cristianos. En su obra Literatura y revolución
peración del egoísmo de clase, sino p o r la lucha de clases. (1924) se refiere a la existencia de Iglesias obreras en diver-
Finalmente, rechazan que sea la utopía religiosa la q u e guíe sos países y declara taxativamente que "no p u e d e haber u n a
el cambio social, pues se r e q u i e r e u n a ciencia d e la revolu- Iglesia proletaria". (En Lenin y otros: 1975, 325 y 350).
ción q u e descubra y p r o p o n g a la vía q u e asegure la conquis- Gramsci rechazó explícitamente la pretensión d e los so-
ta del p o d e r p o r el proletariado. cialistas religiosos de militar en el partido obrero, declarando
Las tesis del Manifiesto Comunista serán utilizadas poste- q u e "marxismo y cristianismo constituyen u n a antítesis insu-
r i o r m e n t e para rechazar el socialismo ético alemán. Para Marx perable". Criticó también el intento de los austromarxistas de
y Engels, el socialismo y el comunismo tienen u n fundamento combinar el materialismo histórico con la filosofía de Kant.
científico y n o u n fundamento moral. Los creadores del so-
cialismo m o d e r n o murieron en 1883 y 1895, respectivamen-
te, y n o pudieron, p o r tanto, conocer los planteamientos de El cristianismo en el socialismo:
los socialistas cristianos de principios del siglo XX q u e asu- una cuestión no resuelta por las izquierdas
mieron la mayor parte de las críticas que éstos habían formu- socialdemócrata y leninista
lado al "socialismo religioso". Creo q u e los hubieran recha-
zado, tanto los de los laboristas británicos como los de los Todos los intelectuales y políticos de la II y III Internacio-
católicos socialistas y comunistas que asumieron las tesis eco- nal q u e a b o r d a r o n la cuestión del cristianismo coincidieron
nómicas y políticas del marxismo, p e r o rebatieron la filoso- en la constatación de q u e esta religión tenía u n a dimensión
fía materialista y cientificista de éste. Al menos, eso hicieron pública y, dados sus efectos perversos para el socialismo, de-
otros marxistas clásicos que sí llegaron a conocer los movi- cidieron que era necesario privatizarla. Llama la atención la
mientos de los socialistas religiosos. Ya Bebel, en 1874, en u n relevancia q u e éstos concedieron al tema del cristianismo:
debate con el vicario Hohoff, intentó despejar cualquier artículos, libros, debates. N i n g ú n dirigente político mostró
d u d a declarando que "la religión cristiana y el socialismo se indiferencia o desinterés sobre este tema; lo mismo puede
o p o n e n como el a g u a y el fuego". (En Schwan: 1984: 164). afirmarse de los grandes intelectuales q u e m a r c a r o n ideoló-
Lenin solía afirmar q u e lo lógico para u n socialista era ser gicamente a las dos Internacionales. Además, en la mayoría
ateo. Sus ataques a Lunacharski y a Gorki, que formaban par- de los programas de los partidos d e izquierda se insertaba
te del g r u p o "los constructores de Dios", fueron implacables. u n apartado sobre la cuestión religiosa, lo q u e revela que se
En u n a carta a Gorki, fechada en 1913, considera que el socia- tenía u n a política sobre esta temática.
lismo q u e defienden los d e n o m i n a d o s "socialistas cristianos" Si se reconocía que la religión cristiana era u n a cuestión
es el "peor tipo d e socialismo y su p e o r tergiversación". (En pública por la presencia social y la influencia que ésta tenía y,
Lenin: 1975, 290). luego, se declaraba que era u n a cuestión privada, se estable-

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cía u n a definición desde la toma de u n a decisión. C u a n d o m e n o social y, por tanto, u n asunto público. El i n t e n t o justo
se afirmaba q u e la religión es u n a cuestión privada, lo que se y loable d e reforzar el carácter laico del Estado llevaba a la
quería decir realmente es que debía ser u n a cuestión privada, privatización n o sólo de las Iglesias q u e se o p o n í a n o dificul-
esto es, había que privatizarla forzadamente. taban este proceso, sino a la de la religión cristiana en cuanto
Existía u n a lógica en esta determinación, en la m e d i d a en tal. La privatización de las Iglesias y la privatización de la re-
q u e el cristianismo d o m i n a n t e controlado p o r las jerarquías ligión cristiana se u n í a n , fundían y confundían.
eclesiásticas era u n a fuerza social e ideológica s u m a m e n t e La mayor parte de los dirigentes de los partidos socialde-
conservadora y constituía u n obstáculo p a r a la difusión y ex- mócratas y comunistas n o captaron la diferencia establecida
pansión del socialismo. N o olvidemos que los socialistas cris- p o r Max Adler entre religión e Iglesia y ello provocó que n o
tianos, tanto protestantes c o m o católicos, eran s u m a m e n t e vislumbraran la potencialidad de los socialistas religiosos para
críticos con estas jerarquías y éstas, a su vez, los c o n d e n a r o n . realizar sus objetivos revolucionarios e impidió, además, que
El mismo anticlericalismo cristiano era u n a forma de protes- n o fueran conscientes del alcance de u n a reorientación o cam-
ta religiosa contra el secuestro del Evangelio y de la figura de bio interno de las Iglesias. La decisión de que la religión tenía
Jesús realizado por las autoridades de la Iglesia. Sin embargo, que ser privada produjo u n a mentalidad q u e n o sólo forzaba la
más allá de las funciones sociales desarrolladas por esta reli- realidad, sino q u e impedía analizar las transformaciones en
gión en aquella época, la teoría marxista y leninista sobre la el ámbito cristiano.
religión cristiana n o permitía establecer diferencias entre lo Esta contradicción aparece incluso en el intelectual y diri-
que era sustancialmente el cristianismo y su realización con- gente político q u e realizó el análisis más complejo del h e c h o
creta en u n tiempo determinado. La existencia de los socialis- religioso, el austromarxista Max Adler, q u e pertenecía a la
tas religiosos n o fue acogida como referencia para introducir tendencia más izquierdista del Partido Socialdemócrata. Ya
ciertas matizaciones en la teoría de la religión o provocar n u e - vimos cómo él defendía que la religión debía de ser "recon-
vos enfoques. ducida de u n a cuestión pública a u n a cuestión totalmente
La lógica q u e guiaba la definición d e la religión como privada de cada individuo". Ahora bien, este socialdemócrata
cuestión privada n o estaba exenta de contradicciones. Esta q u e creía que así la religión n o desaparecería, sino que se pu-
formulación era la convicción-guía de u n a política dirigida rificaría, afirmaba q u e entonces, u n a vez d e p u r a d a , p o d r í a
a impedir q u e las cosmovisiones e instituciones religiosas in- llegar a ser "una real fuerza cultural". La contradicción apare-
fluyeran y condicionaran la legislación de los Estados y la for- ce clara, o ¿acaso la mera existencia d e fuerzas culturales n o
mación de la mentalidad de las masas y de la opinión pública. convierte a éstas en realidades públicas?
De ahí la conexión que se estableció en los Programas de Gotha Acertadamente, Adler había indicado q u e cuando la reli-
y deErfurt entre la declaración d e la religión como cuestión gión se estataliza, "se distancia y desvía de su propia esencia",
privada y la decisión de convertir a las instituciones religio- pues ésta se halla en la interioridad del ser h u m a n o . Sin em-
sas en asociaciones privadas, abolir las ayudas estatales a las bargo, él mismo en su artículo "Cristiano-Social (1911) —en
Iglesias y potenciar la escuela pública frente a la confesional el que distingue entre el sentído religioso del cristianismo y el
i m p i d i e n d o en aquélla la enseñanza de la religión. La defi- sentido confesional (politicista) del mismo—valora muy po-
nición establecida era el fundamento de u n a política dirigida sitivamente la orientación socialista d e ciertos colectivos cris-
a convertir la religión en algo irrelevante e n la vida pública. tianos austríacos y la relaciona con el "alto significado social
Si había q u e declarar en u n p r o g r a m a político a la religión de la religión" contenido en el mensaje originario del Evange-
como u n a cuestión privada, se debía a q u e ella era u n fenó- lio, el cual es alabado y contrastado con al aburguesamiento

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

del mismo p e r p r e t a d o p o r los cristianos-sociales creadores es sino el alba de la fuerza a la que impulsa e incita el Evange-
de u n partido de centro. De esta forma, Adler está recono- lio... si la Iglesia se opone, ¿no es ésta la prueba de que ella mis-
ciendo q u e el cristianismo también se desvía de su esencia ma no es capaz de captar el camino del Dios viviente?".
c u a n d o se refugia en u n a interioridad q u e se evade de la rea- Así habla a su comunidad un sacerdote cristiano que toma
lidad social o se alia con intereses socio-económicos alejados en serio su fe y para el cual el alto significado social de la religión
de la identidad originaria del Evangelio centrada en la libe- está inscrito en el corazón. Más qué otra cosa quieren indicar
ración de los pobres: sus palabras si no la gran verdad, que ya desde hace tiempo se
ha transformado en un conocimiento corriente y querido del
Qué extraño: los socialdemócratas, presuntos enemigos y proletariado, esto es, que el sentir y actuar cristiano y al mismo
destructores de la religión, han conservado tan vivo el recuer- tiempo social hoy no quiere decir otra cosa que ser socialde-
do de Jesucristo y de las enseñanzas del cristianismo evangélico mócrata de todo corazón". (Adler: 1904-1924, 166-168).
que hay muchos socialistas que ven a Cristo y al cristianismo de
los orígenes como precursores de su propio socialismo. Pero los La novedad q u e planteaban los socialistas religiosos de la
cristiano-sociales, defensores patentados de la religión, han época era ésta y, entre los clásicos del marxismo, sólo Max
hecho lo imposible para ocultar el alto concepto de la religión, Adler la vislumbró, a pesar de sus contradicciones. Ellos afir-
arrastrándolo a la mezquina lucha entre partidos y uniéndolo maban que había un camino intermedio entre la privatización
a los objetivos más bajos e incluso a los fines particulares de los de la religión y su manipulación política, el d e u n a presen-
intereses de poder laicos y clericales. cia pública del cristianismo fiel a sus raíces sociales de libe-
En los orígenes de la historia del socialismo moderno está el ración y distanciada de todo e n f e u d a m i e n t o estatal de u n o
gran proyecto de Saint-Simón, del que la sucesiva idea de socia- u otro signo. Esto significaba la renuncia de la Iglesia a conver-
lismo cristiano es sólo un débil reflejo: "La religión tiene el deber tirse en estadista o legisladora sin dejar de ejercer su rol pro-
de conducir a la meta de una mejora, lo más rápida posible, de la fético. Max Weber analizó muy bien la identidad social del
suerte de la clase más pobre". La socialdemocracia se ha apropia- profeta que se diferencia del h o m b r e de Estado o del legisla-
do de una forma asombrosa de esta tarea que tiene cualquier dor. A su m o d o , Adler mostró con gran perspiscacia cómo a
religión que quiera adquirir una fuerza social y ser religión po- lo largo de los siglos las Iglesias habían dejado de ser profe-
pular, y se ha quedado arraigada con un fervor casi religioso en tas y se habían convertido en instrumentos d e control y tute-
el ánimo de sus seguidores, con la salvedad que la socialdemo- la de los aparatos del Estado.
cracia une a este fervor la lucidez de la mente tal y como puede Agnes Heller h a afirmado que el factor más determinante
surgir de una certerza científicamente consolidada... Se multi- en el rechazo de las tesis de los socialistas cristianos — q u e
plican las voces de sacerdotes cristianos que declaran cada vez produjo u n a discontinuidad radical entre el socialismo ante-
más abiertamente que la socialdemocracia se ha convertido en rior y posterior a Marx— fue la adopción de u n a filosofía ma-
la verdadera ejecutora de todo lo que ha sido el ideal del socia- terialista y cien tificista como base cultural del socialismo. Esta
lismo cristiano. De todas estas voces, una particularmente elo- filosofía fue convertida en el d o g m a inamovible del materia-
cuente por su fe cristiana es la del padre Hermann Kutter, que lismo dialéctico y, según Heller, fue u n a de las causas del au-
en su libro Sie mussen (1903) escribe lo siguiente: "En realidad toritarismo imperante en la mayoría d e los partidos marxistas.
no existe nada que ilumine mejor la iniquidad de muchos cris- Esta autora defiende los planteamientos de los socialistas cris-
tianos como la reprobación que éstos hacen de la socialdemo- tianos: "El socialismo religioso de Weil y de Bloch es importan-
cracia... La Iglesia dice: ¡aquí está la revolución! Pero ésta no te para la izquierda, presenta u n desafío a u n socialismo que

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se ha vuelto autocomplacientemente científico". Ella relacio- ros y estas convicciones religiosas, lo cual era u n contrasenti-
n a la crisis d e la racionalidad tradicional d e n t r o de la cultu- d o difícil de aceptar por los socialistas religiosos.
ra socialista (materialista y cientificista) con la necesidad de De nuevo aparece la contradicción entre el imperativo de
rescatar algunos de los planteamientos q u e estuvieron muy privatizar forzadamente algo q u e es público (tiene inciden-
presentes en los movimientos de los socialistas religiosos, es- cia social y configura todas las dimensiones d e la personali-
pecialmente el referido a q u e el f u n d a m e n t o del socialismo dad de millones de ciudadanos) y la declaración de respeto a
h a d e ser más d e tipo moral q u e d e corte científico: "Fuera las convicciones religiosas, siempre q u e éstas n o influyan en
cual fuese el mérito o demérito de la ciencia, n o podía ella ga- la vida personal y comunitaria (lo cual es imposible, especial-
rantizar por sí sola u n a fundación moral de la sociedad. Pero m e n t e en personas con u n a fuerte formación cristiana como
sin u n a fundación moral n o hay solución humanística, n o era el caso d e los socialistas religiosos). La existencia de esta
hay socialismo" (Heller: 1985, 250 y 254). Los movimientos contradicción revela q u e la declaración de la religión como
de los socialistas religiosos fueron los primeros, especialmen- cuestión privada n o era otra cosa q u e u n a forma d e procla-
te en Gran Bretaña, en detectar este p r o b l e m a y, conocien- m a r el destierro d e la influencia de ésta en la vida social sin
d o la diversidad de fundamentos morales, ofrecieron u n o al sufrir costos políticos, pues los sectores de obreros y campe-
socialismo: el cristianismo, sin pretender, p o r ello, q u e éste sinos creyentes eran imprescindibles para hacer u n a revolu-
fuera el único o q u e los partidos socialistas tuvieran q u e re- ción de masas.
chazar otros. Esta orientación ideológico-política logró lo contrario de
lo que p r e t e n d í a y, en este sentido, la historia p a r e c e haber
d a d o la razón a los socialistas cristianos y al llamado evangelis-
La "religión, una cuestión mo socialista. En vez de lograr esa p r e t e n d i d a u n i d a d , las ba-
privada ": una falsa solución ses sociales obreras y campesinas arraigadas en el cristianismo
se orientaron hacia los partidos populares "cristiano-socia-
Me parece que la perspectiva de los socialistas religiosos les" de centro, a los que les otorgaron la posibilidad de con-
resolvía mejor el p r o b l e m a de la adecuación de la realidad vertirse en partidos de masas y acceder al g o b i e r n o . Esta tor-
sociológica del influjo social de la religión con la práctica po- peza política estuvo alimentada p o r u n a teoría insuficiente
lítica de u n i d a d del proletariado. Sin embargo, la declara- sobre el cristianismo. N o se podía hacer u n trabajo d e unidad
ción de la religión como cuestión privada quería resolver el obrero-campesina sin u n a política socialista q u e fuera más
p r o b l e m a por otros medios. Se anteponía la u n i d a d de clase allá del axioma de que la "religión es u n a cuestión privada".
de todos los proletarios, i n t e n t a n d o dejar de lado el tema de La posición de Prampolini partía d e este análisis. Los parti-
la religión. Así se p r e t e n d í a favorecer que los obreros y cam- dos católicos de centro n u n c a hubieran llegado al p o d e r si la
pesinos religiosos se unieran a los partidos socialdemócratas dirección de los partidos socialistas hubiera a d o p t a d o u n a
marxistas. La lucha de clases se anteponía a las diferencias fi- política de acercamiento al m u n d o cristiano b a s a d a en las
losóficas. Todos los líderes de la II y la III Internacional eran tesis de los socialistas religiosos. H u b i e r a n sido ellos los q u e
partidarios de admitir en sus partidos a los proletarios cre- entonces h u b i e r a n triunfado. El análisis c o m p a r a d o d e
yentes respetando sus convicciones religiosas, p e r o a cambio Gran Bretaña e Italia es muy ilustrativo al respecto.
de que éstas n o incidieran en la cultura y la vida del partido La lucha indirecta contra la religión, u n i d a a la proclama-
ni afectaran a la militancia; incluso se declaró la incompati- ción verbal de respeto a la religiosidad privada, descansaba
bilidad entre la concepción que inspiraba a los partidos obre- en unas premisas q u e ponían las bases para u n a solución fal-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

sa e incorrecta del problema de la religión cristiana en la cons- político. También fue bastante innovador en aquel tiempo su
trucción del socialismo. Estas premisas dependían de la teoría p e n s a m i e n t o sobre las dimensiones más específicas y distin-
marxista clásica condensada en la tesis de la religión como tivas d e la religiosidad, que n o son las que se conectan con la
alienación q u e nace de la miseria real, de la cual es u n reflejo. política y la ética, sino las que tienen q u e ver con la experien-
La pervivencia de la religión estaba u n i d a al mantenimiento cia mística. En esta línea se situó F e r n a n d o de los Ríos, cuyo
del sistema socio-económico que la hacía posible y a la igno- p e n s a m i e n t o sobre la religión impide afirmar q u e la única
rancia que la reforzaba y, por tanto, su desaparición dependía racionalidad socialista es la propia de la teoría materialista
de la extensión de la ciencia y de la extinción del capitalismo de la ciencia o m a n t e n e r como u n axioma el desiderátum de
p o r el socialismo. Esta vinculación de la persistencia de la re- q u e "la izquierda n o acaba de asumir todas las consecuencias
ligión a la persistencia del régimen socio-económico capita- de u n a actitud intelectual contrapuesta a toda convicción re-
lista de explotación y la tosca identificación de la esencia del ligiosa", como afirmaría con el tiempo (1989) el Programa
judeo-cristianismo con la usura, el dinero, el interés egoísta y 2000 del PSOE.
la infamia, realizada por Marx en La cuestión judía, impedían La incapacidad de explorar las raíces más profundas de la
captar la complejidad y pluridimensionalidad de las raíces y religión cristiana sostuvo la falacia sociológica e ideológica
contenidos de los hechos religiosos. Recordemos que Lenin de la formulación "la religión es u n a cuestión privada". Con
en la Carta a Gorki (1913) afirmaba q u e "toda idea religiosa, la teoría marxista de la religión c o m o m e r o reflejo de la mi-
incluso todo coqueteo con Dios, es la infamia más incalifica- seria real se p r e t e n d i ó resolver p o r la vía rápida u n proble-
ble" (Lenin y otros: 1975, 287-288). Con el tiempo, Togliatti, ma que tenía u n a profundidad mayor. La solución propuesta
secretario general del PCI, afirmará en El destino del hombre era falaz, p o r q u e desplazaba el problema, confiando en el
(1963) que "por lo que toca a los desarrollos de la conciencia pronóstico científico y político de su inevitable desaparición.
religiosa, nosotros n o aceptamos ya la concepción, ingenua El p r o c l a m a d o respeto a la religión privada n o era otra cosa
y errada, de que serían suficientes la extensión d e los conoci- q u e u n a forma de "perdonar la vida" mientras se esperaba
mientos y el cambio de las estructuras sociales para determi- la inevitable disolución de esta cuestión en la futura sociedad
nar modificaciones radicales. Esta concepción, q u e se deriva socialista. C o m o la lucha antirreligiosa paralizaba la u n i ó n
del iluminismo del xvín y del materialismo del xix, n o h a de los proletarios y desviaba de otras luchas políticas y socio-
soportado la p r u e b a de la historia. Las raíces son más profun- económicas más imperiosas, se proclamaba u n a ficticia tole-
das, las transformaciones se cumplen de m a n e r a diversa, la rancia, a c o m p a ñ a d a de medidas más o m e n o s indirectas de
realidad es más compleja". (En Lenin y otros: 1975, 651). supresión d e la presencia pública del factor religioso en la
Max Adler, j u n t o con E. Bloch, fue quizá el único pensa- vida social. P e r o para lograr la irrelevancia socio-política de
d o r marxista capaz en aquel t i e m p o de articular u n a teoría la religión cristiana y confinarla en la vida privada se necesi-
sobre la religión que fuera más allá de u n materialismo vul- taban medidas coercitivas, pues si hay que privatizar algo q u e
gar al conectarla con el tema d e la b ú s q u e d a del sentido d e se reconoce público, ¿cómo asegurar q u e desde la esfera pri-
la vida y el desarrollo de las necesidades espirituales que todo vada no vuelva a incidir en la esfera pública?, ¿cómo m a n t e n e r
ser h u m a n o tiene, según él. Su idea de u n nuevo desarrollo acallado el aparato institucional que crea el desarrollo de la re-
espiritual del ser h u m a n o en la sociedad socialista fue bastan- ligión? No era posible, observando la realidad social, q u e la
te original, así como su reconocimiento de que el socialismo religión fuera privada, por eso n o había más salida para la iz-
n o tenía capacidad para r e s p o n d e r a cuestiones q u e iban más quierda q u e privatizarla forzadamente o acoger el socialismo
allá de la construcción d e u n nuevo orden económico, social y religioso y articularlo d e n t r o de su cultura y de su política.

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La insuficiencia de la tesis marxista tradicional a la hora creada en 1951 pero continuadora de los movimientos de los
de analizar la religión cristiana como u n f e n ó m e n o de masas socialistas religiosos surgidos en los dos primeros decenios
generó en m u c h o s partidos de izquierda la incomprensión del siglo xx. Se ubica en la órbita del socialismo democrático
de realidades como las representadas por los socialistas cristia- y está implantada en los países del norte y centro de Europa y
nos. Desde entonces, a la izquierda sólo le h a n q u e d a d o dos en Gran Bretaña. Por lo general, son g r u p o s q u e trabajan
caminos: n o saber explicar la persistencia de los hechos reli- d e n t r o de los partidos socialistas. El segundo movimiento es
giosos y las transformaciones acontecidas en este c a m p o o la ASCE (Acción Socialista Cristiana Europea), fundada en
revisar la tradición recibida. 1976 y muy vinculada al PSI. Tiene u n a proyección europea y
anima encuentros con dirigentes de partidos socialistas sobre
la cuestión del cristianismo y la izquierda. El tercer movi-
D E LA IZQUIERDA ANTIFASCISTA m i e n t o es Cristianos p o r el Socialismo — c r e a d o en E u r o p a
A LA IZQUIERDA POSTMARXISTA en 1973— y adopta u n a orientación explícitamente marxista.
Trabaja fuera de los partidos, pero la mayoría de sus miem-
bros, salvo excepciones, p e r t e n e c e n a partidos comunistas,
La izquierda europea ante la dimensión a colectivos de extrema izquierda y a movimientos sociales.
privada y pública de la religión cristiana Analicemos a continuación con más detalle estas cuatro
posiciones.
Con posterioridad al final de la II Guerra Mundial, los par-
tidos d e izquierda en E u r o p a h a n afrontado la cuestión cris-
tiana d e diversas maneras. Considero q u e se h a n a d o p t a d o y La privatización forzada
se siguen a d o p t a n d o cuatro posiciones. U n o s partidos h a n de la religión cristiana
optado por u n a política de privatización forzada de la religión
cristiana, m a n t e n i e n d o la fidelidad a la posición tradicional Esta posición está basada en u n a crítica teórica del cristia-
de la izquierda sobre este asunto. Otros han realizado u n a in- nismo desde premisas filosóficas materialistas y cientificistas
terpretación o lectura liberal de la formulación contenida e n y ha d a d o lugar a dos formas de e n t e n d e r la relación con el
el Programa de Erfurt sobre la religión c o m o asunto privado. m u n d o cristiano. U n a basada en el rechazo y la total exclu-
Existen también planteamientos que han introducido impor- sión de ese m u n d o y otra que lleva a la coexistencia pacífica
tantes matizaciones en la tradición ideológica sobre esta cues- con las instituciones religiosas y los cristianos, mezclada con
tión y han afirmado en sus programas y elaboraciones teóricas u n laicismo práctico más o m e n o s contenido.
el doble carácter público y privado de la religión cristiana. Fi- En los años cuarenta y cincuenta diversos sectores del co-
n a l m e n t e , la mayor novedad está representada p o r impor- munismo e u r o p e o occidental, muy marcados p o r el estalinis-
tantes partidos e intelectuales de izquierda q u e h a n destaca- m o y el pensamiento del PCUS sobre esta cuestión, fueron
d o la dimensión pública del cristianismo y la relevancia d e los máximos representantes de esta actitud.
éste p a r a la refundación de la izquierda. En la España de los años sesenta y setenta, los partidos leni-
En el periodo histórico q u e voy a analizar h a n surgido tres nistas y maoístas de extrema izquierda (LCR, MC, PTE y ORT)
movimientos que han planteado el diálogo entre la izquierda formularon su política respecto al cristianismo y a los cristia-
y el cristanismo dentro d e las Iglesias y d e los partidos. El más nos desde esta posición ideológica, plenamente coherente con
e x t e n d i d o es la International League of Religious Socialist, la ortodoxia de Marx y Lenin y con la centralidad que le con-

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cedían al materialismo dialéctico. Su rechazo, por ejemplo, a Partidos de extrema izquierda como el italiano Democrazia
las tesis marxistas de Cristianos por el Socialismo fue muy ex- Proletaria o el francés PSU contaban con el cristianismo como
plícito, incluso p o r parte de un partido como la ORT que con- seña de identidad.
taba desde su m o m e n t o fundacional con cristianos bastante En la actualidad existen en España dos corrientes ideoló-
cualificados —pertenecientes a la VO (Vanguardia Obrera, gico-políticas q u e m a n t i e n e n u n a continuidad d e fondo con
u n a congregación apostólica creada por los jesuítas) y a las Co- la política socialdemócrata y leninista clásicas sobre la privati-
munidades Cristianas Populares— y cuyo rostro popular más zación forzada d e la religión cristiana. La p r i m e r a está repre-
conocido era F. Sauquillo, abogada laborista y cristiana de sentada p o r los miembros del PCE y de IU q u e c o m p a r t e n
base. En los libros Los marxistas españoles y la religión (Edicusa) y las tesis del materialismo marxista de Gustavo Bueno y la apli-
Partidos marxistas: programas e ideologías (Anagrama) los diri- cación de éstas al cristianismo y a la teología de la liberación
gentes de la extrema izquierda española manifiestan con clari- en la línea desarrollada p o r este autor en su libro Cuestiones
dad la continuidad de la política de privatización forzada de la cuodlibetales sobre Dios y la religión (Mondadori). Las elabora-
religión. Diría más, n o sólo continuidad, sino reforzamiento. ciones teóricas sobre la religión de G. P u e n t e Ojea y de E.
Estos dirigentes percibían u n a novedad histórica: militantes Terrón también refuerzan esta posición.
cristianos con u n a cultura política revolucionaria propia que
Es, sin embargo, en el PSOE d o n d e la tesis clásica de la pri-
querían verterla en las organizaciones marxistas. Esta preten-
vatización forzada de la religión ha tomado más fuerza, aun-
sión era precisamente lo que más se rechazaba.
q u e desde supuestos teóricos distintos. En el Programa 2000,
Hay que tener en cuenta que incluso dentro del PSOE se el intento más articulado de redefinición ideológica del par-
alzaron voces que, desde u n a declarada fidelidad al marxis- tido posterior al XXVIII Congreso, aparece con claridad este
mo, p r o p u g n a b a n esta misma línea ideológica respecto a los planteamiento. U n a frase contenida en u n o de los volúme-
cristianos. Así, A. Rodríguez Almodóvar, desde la revista Tierras nes de ese programa condensa toda u n a elaboración teórica
del Sur ( n ú m e r o 24 de 1976), acentuaba la incompatibilidad muy sólida que h a n venido elaborando los intelectuales más
entre los socialistas marxistas del partido y los cristianos. Para afines a la dirección del partido: la "izquierda n o acaba d e
este dirigente del PSOE andaluz, todos los cristianos estaban asumir todas las consecuencias de u n a actitud intelectual con-
instalados en "la alienación q u e p r o d u c e u n a d e t e r m i n a d a trapuesta a toda convicción religiosa". (AA. W : 1988, 81).
m a n e r a de ver el m u n d o , u n a concepción idealista de la exis- En u n a interesante entrevista a M. Escudero, coordina-
tencia. En esto son iguales el sacerdote obrero y la beata. N o d o r del Programa 2000, aparece reflejada con gran coheren-
nos equivoquemos. El militante cristiano n o p u e d e ser veta- cia la d e t e r m i n a c i ó n política q u e conlleva la anterior pre-
d o p o r el partido. Allá él con sus contradicciones, que desde misa teórica:
luego las tendrá. El partido tendrá que observar si las lleva a
la organización, y en el m o m e n t o que lo haga, tomar las me- En el punto de arranque y en la estrategia (socialista) no se
didas oportunas para q u e n o se repita". En esta misma época, plantea el catolicismo... Soy partidario de que la fe religiosa sea
Pablo Castellano realizaba en El Socialista (4 de septiembre d e una opción de la vida privada, pero nunca de la pública. Hemos
1977) u n a crítica irónica de los cristianos que estaban en el visto históricamente los excesos a que ha podido conducir lo
PSOE —calificados p o r él y otros de "vaticanistas"— y les re- contrario. En la perspectiva de una sociedad laica y respetuosa
cordaba q u e ser socialista "no era obligatorio". con las creencias de cada uno realmente es más congruente el
En la Europa de los setenta, salvo en el partido troskista que no se llame, en este sentido, a la participación pública en
francés LCR, ya n o estaban presentes estos planteamientos. función de unos valores cristianos, que son unos valores indivi-

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\jA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

duales... me parece que esa es la fórmula sana de articulación


de una sociedad. Ycon esto no quiero minusvalorar lo que puede
tener el cristianismo y el catolicismo para fortalecer las convic- La nueva crítica socialista
ciones personales progresistas de mucha gente... el socialismo de la religión cristiana
en su planteamiento estratégico y en su planteamiento de suje-
tos sociales no va a ir en España por un planteamiento de con- Las declaraciones del coordinador del Programa 2000 son
siderar el catolicismo o la posición religiosa como un valor algo más q u e u n a opinión personal. Reflejan toda la línea d e
añadido que potencie la progresividad de un sujeto social... El nuevo pensamiento socialista postmarxista elaborado por in-
socialismo es un movimiento laico que deja la cuestión religiosa telectuales y dirigentes del PSOE, entre los q u e destacan M.
en una esfera personal, absolutamente respetable... (no hay en el A. Quintanilla, L. Paramio, R. Vargas-Machuca y otros que
PSOE) el viejo reflejo, digamos marxiano, absolutamente anti- suelen expresarse en las dos revistas teóricas más importan-
guo, casi romántico, de la religión como opio del pueblo. La con- tes del PSOE y su e n t o r n o intelectual: Leviatán y Zona Abier-
cepción actual es laica donde ni se entra ni se sale en las creen- ta. Estas declaraciones reflejan también el pensamiento sobre
cias particulares. (En Álvarez Bolado y otros: 1989, 283-287). el cristianismo y la Iglesia defendido p o r u n sector significa-
tivo de intelectuales que, sin ser socialistas, se hallan muy
M. Escudero d e t e r m i n a , muy en conexión con el "deber cercanos al PSOE y se insertan en u n a línea d e p e n s a m i e n t o
ser" implícito en la formulación del Programa deErfurt, que los radical-liberal.
valores cristianos son valores individuales que n o tienen que in- La política de privatización forzada de la religión se basa
cidir en la configuración y articulación ético-política de la so- en u n conjunto de premisas teóricas y analíticas — q u e tam-
ciedad. Los valores, motivaciones y creencias cristianas n o per- bién están influyendo en ciertos intelectuales d e la izquier-
tenecen al campo de la cultura pública. Desde esta tesis central, da reformista latinoamericana y en la actitud de éstos hacia
la religión cristiana se debe encerrar en la esfera de la vida pri- la teología de la liberación— q u e es necesario estudiar con
vada. Al cristianismo sólo se le concede la capacidad de motivar detalle. Voy a reconstruir el p e n s a m i e n t o existente sobre las
internamente ciertos comportamientos. Ni siquiera se contem- relaciones izquierda-cristianismo q u e d e un m o d o explícito
pla a los movimientos progresistas presentes en el cristianismo. e implícito, directo e indirecto, defiende esta corriente ideo-
Esta tesis, que deja fuera de la cultura de la izquierda a los valo- lógico-política d e n t r o del PSOE, c o n d e n s á n d o l o en t o r n o a
res, motivaciones y demandas propios del m u n d o cristiano, seis tesis:
contrasta, sin embargo, con los planteamientos de dirigentes e 1 -) La izquierda debe f u n d a m e n t a r su cultura política en
intelectuales del PSOE como J. M. Benegas y j . Tezanos que el racionalismo crítico y materialista.
plantean la importancia pública del ámbito de los valores y las Esta tesis h a estado siempre muy presente en el PSOE,
motivaciones para el socialismo del futuro. Por tanto, si el tema d a d a la influencia del materialismo marxista "a lo Kaustky"
de los valores debe ser incluido dentro de la cultura pública de en Pablo Iglesias, Araquistain, Vera y tantos otros. Las posi-
la izquierda, el coordinador del Programa 2000 del PSOE en- ciones filosóficas y gnoseológicas de F e r n a n d o de los Ríos
tiende por privatización de valores y motivaciones cristianas la h a n sido muy minoritarias en la cultura filosófica d o m i n a n t e
exclusión socialista de los mismos en la cultura pública del par- en el partido durante gran parte de su historia. U n tipo de cul-
tido. Desde esta concepción, la política de privatización forza- tura muy marcada por un materialismo inmanentista, empi-
da de la religión cristiana se realiza por la vía del silenciamiento rista, cientificista y positivista. Hoy, la filosofía d e la ciencia
y la exclusión de las dimensiones públicas del cristianismo. q u e sostiene esta tesis está m u c h o más elaborada, gracias a

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la teoría materialista de la ciencia desarrollada p o r Quinta- tar sometidos a la ley científica de la p r u e b a y del error. Son
nilla y al apoyo en el racionalismo crítico de Rorty, Albert y rechazables éticas idealistas y abiertas a lo religioso, como,
otros. Para estos intelectuales del PSOE, la racionalidad so- p o r ejemplo, el kantismo. R. Vargas-Machuca lo expresa cla-
cialista h a de estar vinculada a u n a concepción materialista r a m e n t e en la profunda y muy densa p o n e n c i a presentada
y cientificista de la razón y de la verdad y n o a premisas éticas en el Congreso "Euroizquierda y cristianismo" con el título "La
idealistas, bien sean kantianas, cristianas o de otro idealismo interpelación de la izquierda española al cristianismo". Para
moral similar. Según ellos, sólo es racional aquello que es cien- él, si hay q u e r e e m p r e n d e r el diálogo entre izquierda y cris-
tíficamente verificable. Afianzar el socialismo en este tipo de tianismo, "desde luego n o p o r la vía de Kant, q u e fue el pri-
racionalidad filosófica es básico para orientar la racionalidad m e r o en manifestar la necesidad de la religión para dar salida
estratégico-política. a los dilemas d e u n a razón ilustrada" (en AA. W . : 1991, 99).
Desde estas premisas, la cultura política del socialismo post- Se rechaza, así, la vía del socialismo ético n e o k a n t i a n o y la
marxista inevitablemente está basada en u n tipo muy específico corriente histórica del PSOE sobre esta cuestión representa-
de agnosticismo —existen otras modalidades de agnosticismo da p o r F e r n a n d o de los Ríos. Por el contrario, este autor, al
dentro del PSOE, como veremos— que concede gran impor- igual q u e Paramio, prefiere basar el f u n d a m e n t o de la n u e -
tancia a la teoría marxista clásica sobre la sustancia de la reli- va ética socialista en el p e n s a m i e n t o de u n autor liberal so-
gión como encarnación de la ideología deformada. Para los cial c o m o Rawls.
representantes de este pensamiento, la existencia innegable Esta corriente ideológico-política f u n d a m e n t a además la
de u n cristianismo emancipatorio n o debe conducir a u n a re- ética del socialismo en el llamado egoísmo racional o altruis-
formulación de las teorías sobre la religión propias del mar- m o utilitarista, basado en el individualismo metodológico, el
xismo clásico y de la Ilustración. La existencia de cristianos de nuevo marxismo analítico y la teoría de la elección racional.
izquierda n o convierte en verdad ilustrada el contenido del Según estas teorías, el c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o está marca-
cristianismo. H a de rechazarse el irenismo politicista de u n a d o por el cálculo racional del interés propio. Quien piensa lo
izquierda que busca el contacto con el m u n d o cristiano, olvi- contrario n o conoce científicamente el comportamiento real
d a n d o profundizar las diferencias ideológicas tradicionales d e los individuos y confunde éste con las tesis totalitarias de
de la izquierda con el cristianismo. Para estos intelectuales n o la ética colectivista q u e i m p o n e p o r decreto la solidaridad.
existe u n a tradición histórica de izquierda que haya sido cris- El socialismo ha de generar incentivos de recompensa egoís-
tiana y la cultura socialista siempre ha estado en las antípodas ta q u e motiven p a r a construir las políticas d e solidaridad
del transcendentalismo del cristianismo. El cristianismo es y si- q u e p r o p u g n a . Este planteamiento es d e n o m i n a d o p o r Pa-
gue siendo u n a religión, esto es, u n irracionalismo incompati- ramio en su obra Tras el diluvio c o m o "altruismo utilitarista".
ble con la verdad de la ciencia y, por tanto, es profesado por Desde esta perspectiva, el paradigma ético del socialismo es
personas con u n a mentalidad anticientífica y, en parte, mito- el individualismo de izquierdas basado en la cooperación
lógica, capaces de tener fe en dogmas inverificables desde la para alcanzar el beneficio m u t u o y asegurar la a r m o n í a so-
epistemología racional propia de la cultura de la izquierda. cial q u e p e r m i t a la realización del individuo. La ética del
2 a ) La ética socialista ha d e fundamentarse e n el raciona- a m o r propio es la que p u e d e conducir más racionalmente al
lismo materialista, el altruismo utilitarista, el egoísmo racio- socialismo liberal. Se trata de construir u n a izquierda en u n
nal, el individualismo de izquierdas y el h e d o n i s m o . m u n d o real y n o ideal, u n m u n d o m a r c a d o p o r el deseo de
La moral del socialismo h a de ser también racional y cien- realización individual al que n o se p u e d e n ni se deben enfren-
tífica, sus planteamientos éticos h a n de ser verificables y es- tar los socialistas racionales que, p o r fin, a p r e n d e n d e Osear

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Wilde c u a n d o dijo: "El socialismo n o funcionará p o r q u e nos moral marxista-leninista, maoísta y castrista del deber ser. La
cuesta demasiadas tardes libres". Desde esta perspectiva, la ética que ha de impulsar la izquierda postmarxista es u n a éti-
nueva ética del socialismo tiene que estar imbuida de hedo- ca civil basada en los derechos h u m a n o s y fundamentada en
nismo. La izquierda está al servicio de hacer posible y real u n morales racionales sin componentes transcendentalistas, so-
m u n d o c e n t r a d o en el placer y n o el sacrificio. teriológicos y escatológicos. La ética del cristianismo es teológi-
La ética del cristianismo n o es adecuada para el socialis- ca y, por tanto, irracional. Se basa en mandamientos y consejos
m o . Se basa en u n altruismo radical del desinterés y la despo- que n o son ni argumentables racionalmente ni universaliza-
sesión que es idealista e iluso, en la medida en que n o se co- bles y, por ello, debe limitarse a ser u n a ética privada de los
r r e s p o n d e con la naturaleza h u m a n a realmente existente y, creyentes sin interferir en la legislación del Estado y en la éti-
en vez de incentivar motivaciones racionales de recompensa ca civil de la sociedad.
egoísta, hace u n llamamiento a la conversión moral solidaria La ética de la izquierda y del socialismo ha de ser u n a ética
impracticable por parte de la mayoría de la población. antropocéntrica, q u e renuncia a Dios y n o requiere funda-
La ética del cristianismo es antihedonista y sacrificialista mentación teocéntrica. En este sentido, Vargas-Machuca afir-
y sólo p u e d e arraigar en contextos tercermundistas marca- ma que es "improcedente apelar al Absoluto como fundamen-
dos p o r el sufrimiento y la necesidad de teodiceas de reden- to de u n ideal propio de justicia" (en AA. W : 1991, 98). La
ción. La obsesión moral del cristianismo con la temática de los ética del Evangelio es u n a moral de máximos que engendra,
pobres, el sufrimiento y el sacrificio n o es apta para construir casi inexorablemente, fundamentalismos de todo tipo.
u n a izquierda q u e aspira a ser mayoritaria en u n a sociedad Para esta corriente socialista es muy importante que los ni-
reconciliada con la cultura burguesa del bienestar, a la q u e ños y jóvenes se socialicen en u n a ética civil racional a través
aspiran j u s t a m e n t e los trabajadores. La ética del cristianis- del sistema de enseñanza. Éste h a de ser laico y ha de excluir
m o , según los intelectuales d e esta corriente socialista, n o la enseñanza de la religión en la escuela pública como asigna-
p u e d e dejar de ser profética y utópico-revolucionaria, p e r o , tura curricular.
c o m o escriben Quintanilla y Vargas-Machuca en La utopía 4 a ) El realismo político h a de marcar la orientación d e la
racional—uno de los libros más importantes sobre el nuevo izquierda.
p e n s a m i e n t o socialista— "el socialismo del futuro n o d e b e La idea de la racionalidad materialista y científica como fi-
esperar n a d a de los profetas, ni exigir de nadie q u e esté dis- losofía más apropiada por u n socialismo postmarxista les lle-
puesto a dar su vida p o r los demás... la idea d e la revolución va a enfatizar el realismo político y a proteger la política de la
h a p e r d i d o toda posible relevancia para las sociedades avan- izquierda de las propuestas de nuevas formas de socialismo
zadas de nuestro tiempo y es u n patrimonio, más bien escaso, utópico q u e son totalmente inviables y, q u e de ser asumidas,
de los teólogos del Tercer Mundo". (Quintanilla y Vargas-Ma- impiden q u e ésta llegue al g o b i e r n o . El socialismo sólo pue-
chuca: 1989, 32 y 161). de tener u n a utopía racional, verificable y susceptible d e ser
3 a ) La ética laica y pública q u e p r o p u g n a la izquierda realizada en u n plazo razonable, t e n i e n d o en cuenta q u e la
c o m o c e m e n t o ideológico-moral de la sociedad ha de estar política se realiza en u n c a m p o de fuerzas en el que es inevi-
c e r r a d a a la religión. table la transacción y el pacto con g r u p o s muy diversos. La
La izquierda ha tenido siempre u n a vocación de moraliza- complejidad de la estructura social actual estrecha m u c h o los
ción de la sociedad a la que n o debe renunciar. Este queha- márgenes de m a n i o b r a para u n a izquierda que n o quiere
cer n o pasa p o r potenciar la vieja e idealista ética del h o m b r e instalarse establemente en el territorio ucrónico de la utopía
nuevo que ha e n g e n d r a d o el totalitarismo en n o m b r e de u n a y n o desea r e n u n c i a r a las reformas posibles en un espacio y

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

tiempo bien determinados. La racionalidad materialista alum-


de desindustrialización y contención del crecimiento q u e
bra la racionalidad económico-política y científico-técnica-
obligarían a rebajar la producción y el consumo, disminuyen-
del "socialismo factible" (Paramio) q u e n o espera la h o r a
d o el bienestar material de u n a población que n o tiene como
mágica revolucionaria, q u e a b o m i n a de la apocalíptica y del
meta el ascetismo ecologista. El pacifismo a ultranza es invia-
milenarismo presente en la cultura de la llamada izquierda
ble, d a d a la necesidad de fortalecer u n organismo militar in-
alternativa y q u e es atea frente a la escatología intrahistórica
ternacional. En el "socialismo factible" sí caben el feminismo,
de la sociedad perfecta diseñada en las utopías del comunis-
a través de políticas de discriminación positiva a favor de la
m o y del anarquismo.
igualdad de las mujeres, y aspectos parciales del ecologismo
El socialismo n o es otra cosa que u n peculiar procedimen- (producción limpia y reciclado) y del internacionalismo (ayu-
talismo para hacer q u e la justicia y la igualdad vayan avanzan- da oficial al desarrollo).
d o paso a paso en cada sociedad, sumando reformas progre-
5 a ) La izquierda n o debe refundarse desde el radicalismo
sivas en todos los ámbitos de la estructura social. Si el núcleo
ético-político del cristianismo.
cultural del socialismo fuera u n a ética radical, en vez de u n a
Si el "socialismo factible" es postmarxista, por h a b e r teni-
racionalidad filosófica materialista, el "socialismo factible" ex-
d o que hacer u n ajuste de cuentas con la cultura revolucio-
perimentaría u n a constante contradicción entre su funda-
naria del marxismo, n o va a incurrir en la contradicción de
m e n t o cultural y sus posibilidades de realización. La izquierda
sustituir a h o r a aquélla por otra cultura revolucionaria, la del
socialista y postmarxista h a de adelgazar su moral y sus pro-
llamado "cristianismo de liberación", o p o r propuestas ético-
puestas, reconciliándose con la realidad y n o dejándose alie-
políticas basadas en el radicalismo propio del Evangelio.
n a r con las seducciones de utopías imposibles. Eso significa
El "socialismo factible" n o afirma q u e los cristianos, a títu-
renunciar, sin mala conciencia, a ideales de justicia plena y
lo individual, o las Iglesias n o p u e d e n colaborar en el refor-
completa y asumir u n a teoría de la justicia incompleta y frag-
mismo social; al contrario, en d e t e r m i n a d a s circunstancias
mentaria, pues u n a filosofía política n o p u e d e disolverse en
p u e d e n favorecerlo, impulsándolo y ampliando la base social
filosofía moral.
de apoyo. Pero ello n o requiere enredarse en diálogos que
La izquierda, según estos intelectuales socialistas, h a de buscan la convergencia ideológica entre izquierda y cristia-
concentrar sus energías en lograr insertar a cada país en el nismo, lo cual, dadas las diferencias d e principio entre estas
nuevo m a r c o de competitividad intracapitalista y adaptar su dos tradiciones, lleva a la "ambigüedad y la confusión teórica"
aparato productivo al cambio tecnológico. Esta operación (Vargas-Machuca en AA. W . : 1981, 93). Sin embargo, dada
pasa p o r dar prioridad a la integración europea. El socialis- la influencia del cristianismo de liberación en Europa y América
m o h a de ser factible y n o p u e d e configurarse m e d i a n t e u n Latina y los planteamientos de ciertas izquierdas de ambos
c o m b i n a d o de internacionalismo, cristianismo, ecologismo continentes que están insertando la cultura política d e este
y pacifismo. En primer lugar, p o r q u e su base social radica en tipo de cristianismo en sus proyectos de refundación, se consi-
países de capitalismo avanzado y tiene unas d e m a n d a s muy dera conveniente realizar u n a crítica teórico-política d e éste.
precisas que han de ser prioritariamente satisfechas. La carga La cultura política del cristianismo de liberación es distinta
utópica del cristianismo, basada en u n igualitarismo radical a la tradicionalmente representada p o r el social-cristianismo
con los empobrecidos del sur y del n o r t e , es u n a interferen- de m u c h o s demócrata-cristianos progresistas y d e n u m e r o -
cia indeseable p o r q u e dificulta la reorientación ideológica sos socialdemócratas q u e n u n c a h a n sido marxistas. El cris-
reformista p r o p u g n a d a p o r el paradigma del "socialismo tianismo de liberación presente en E u r o p a , en América Latina
factible". El ecologismo político radical conlleva políticas y otros continentes es otra cosa bien distinta, desde el p u n t o

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lA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

de vista de la cultura política. Consiste, según los socialistas m o rechaza refundarse desde el cristianismo p o r n o ser cul-
postmarxistas, en u n a intramundanización de categorías y turalmente posible y p o r n o ser políticamente deseable.
convicciones evangélicas que se transfieren y trasladan di- 6-) El laicismo d e b e seguir siendo u n a seña de identidad
rectamente a la crítica social y a la acción y al pensamiento de la izquierda.
político, i n u n d á n d o l o s de radicalismo e izquierdismo. Las Todo el armazón teórico a n t e r i o r m e n t e presentado n o
categorías cristianas de utopía, mesianismo, salvación, crea- p u e d e sino desembocar e n la reivindicación del laicismo
ción del h o m b r e nuevo, construcción del Reino de Dios en c o m o seña de identidad del socialismo. Este ha sido también
la historia i n u n d a n el proyecto socialista y, c u a n d o se asu- u n c o m p o n e n t e cultural bien vivo en toda la historia del
m e n , éste ciertamente adquiere u n rostro evangélico fácil- PSOE. Evidentemente, hoy n o se identifica con u n anticleri-
m e n t e vislumbrable. calismo agresivo. Sí se conecta con el deseo de reforzar unas
Ahora bien, este ingrediente cristiano-evangélico en la re- señas de identidad más caracterizadas p o r marcar distancias
fundación del socialismo tiene unas implicaciones muy con- con el transcendentalismo religioso q u e p o r entablar u n diá-
cretas que refuerzan u n a idea peculiar de socialismo. La cen- logo con el cristianismo que implicara cambios en el interior
tralidad que los cristianos otorgan a la liberación de los pobres de la cultura socialista, que p o r tradición y definición, según
y a la consideración de éstos como objeto y sujeto primario y estos ideólogos, se diferencia sustancialmente de la religión
principal de la política hace que estas personas religiosas ten- cristiana.
gan siempre u n a revolución p e n d i e n t e y p r e t e n d a n que la iz- Este laicismo socialista n o es directamente antirreligioso.
quierda se centre en u n sector social q u e n o es el mayorita- Más bien se esfuerza p o r fundamentar u n a cultura socialista
rio en Europa. Esta cultura política centrada en la pobreza que cree anticuerpos frente a veleidades irracionales de con-
impide captar la estructura social realmente existente y, de taminarse con la cultura del cristianismo. U n a vez estableci-
ser aceptada en el orden de prioridades q u e los cristianos exi- da la crítica racionalista y política del cristianismo, sólo cabe
gen, llevaría a la izquierda — q u e tiene q u e buscar alianzas, m a n t e n e r u n a indiferencia desdeñosa sobre esta religión, n o
sobre todo, con las clases medias— a la marginalidad. esperar n a d a de ella y n o olvidar sus perversiones históricas.
El radicalismo evangélico del cristianismo, c u a n d o es asu- Si para u n a cultura ilustrada la religión cristiana es moral y
m i d o políticamente, llena la cultura socialista de "excesivas políticamente irrelevante, sería absurdo detener el proceso
pretensiones emancipatorias" (Vargas-Machuca, en AA. W . : de profundización laicista del sistema escolar. Esta operación
1991, 94). Los cristianos de izquierda sobrecargan de radica- laicizadora debe completarse con otra tarea más difícil que es
lismo los programas d e partidos y sindicatos. La crítica del la de acotar el espacio de influencia de u n a institución poten-
cristianismo de izquierda refuerza las conclusiones a las q u e te como la Iglesia que inexorablemente tiende a intervenir en
se había llegado en el trabajo de revisión del socialismo mar- la vida del Estado y de la sociedad civil, interfiriendo las ini-
xista. Este tipo de cristianismo es lógicamente rechazado p o r ciativas legislativas del Estado o p r e t e n d i e n d o configurar la
u n pensamiento socialista q u e aboga p o r la "autocontención opinión pública con sus planteamientos éticos. El laicismo se
de aspiraciones" y por la r e n u n c i a expresa al "mito de la Jus- basa en la concepción de que el cristianismo n o es (de nuevo
ticia con mayúscula" (Vargas-Machuca e n AA. W : 1991, 94 la vuelta al "debiera ser" implícito en la definición del Progra-
y 98). Desde este rechazo, el "socialismo factible" fundamen- ma deErfurt) otra cosa que u n modelo de vida moral y religiosa
ta su cultura política en u n a moral a d a p t a d a a la racionali- de la vida privada que n o debe salir de este recinto. Esta tesis
d a d de los medios para conseguir objetivos alcanzables e n lleva al desarrollo de u n a doble tarea de privatización de la re-
espacios d e tiempo n o muy dilatados. Este tipo de socialis- ligión: a) declarar la exclusión de la cultura socialista de la éti-

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ca y la cultura políticas conectadas con el cristianismo: "Los movisiones. Nosotros p o d e m o s tener buenas relaciones con
modelos morales de vida privada deberían ser excluidos del cada c o m u n i d a d religiosa o cosmovisión. Cada u n o de noso-
ideario y de los programas políticos" (Vargas-Machuca en AA. tros en su vida personal p u e d e vivir conforme a las exigen-
W . : 1991,99); b) repeler todo intento de la Iglesia d e guiar la cias d e su credo". (En Luciani: 1990, 581).
moral pública o la legislación del Estado desde su doctrinaris- El Partido Socialista Portugués, cuyo actual líder es el cató-
m o ético fundamentalista. lico A. Guterres, se sitúa claramente en esta posición de tole-
Este laicismo socialista reduce, pues, al m í n i m o el espa- rancia y respeto de las convicciones religiosas y relegamiento
cio y el ámbito de diálogo y convergencia con el m u n d o cris- de las mismas a la esfera privada de cada militante. Esta es tam-
tiano. La Iglesia más institucional es rechazada p o r su fun- bién la posición d o m i n a n t e en el PSF y en el PSOE. Las si-
damentalismo y la de base p o r su radicalismo. Ahora bien, guientes afirmaciones de A. Guterres sintetizan muy bien esta
laicismo y m a n t e n i m i e n t o y hasta apoyo de la religiosidad orientación: "No utilizo políticamente mi condición de cató-
popular folclórica son absolutamente compatibles. lico practicante. Pertenece a mi vida privada y n o tiene nada
Esta tendencia ideológico-política está muy presente en que ver con la opción política que defiendo" 4.
bastantes dirigentes e intelectuales del PSOE, p e r o n o es la En España, la inmensa mayoría de los dirigentes, militan-
única existente en el socialismo español como p o d r e m o s ver tes y votantes del PSOE y de IU tienen esta concepción de la
más adelante. religión. Incluso bastantes cristianos q u e pertenecen o votan
a estos partidos también la defienden yjustifican teóricamen-
te. La religión y la política son ámbitos totalmente diferentes
La religión cristiana de la vida y la mejor forma de m a n t e n e r sus identidades y ro-
como un asunto privado les específicos es evitar las interferencias entre ambas. La
convivencia en sociedades complejas requiere que las convic-
U n a muestra clara de la nueva concepción de la religión ciones fuertes —ideologías y religiones— se privaticen.
cristiana como cuestión privada, propia de la interpretación En ocasiones, la percepción de la religión como cuestión
liberal del Programa deErfurt, es la contenida en el programa privada se conecta con u n a política de laicismo pragmático y
de 1947 del SPO (Partido Socialdemócrata Austríaco) en el suave que presenta los siguientes rasgos: a) tolerancia y hasta
que se afirma que "la religión es u n asunto privado. Negativa, apoyo a manifestaciones de religiosidad popular de corte lú-
p o r tanto, de toda coerción moral, seguridad de la libertad dico-folclórico, con lo cual la religión p e r m a n e c e c o m o u n
de fe y del libre ejercicio del culto. Ningún favoritismo de u n a fenómeno de ritualización social sin repercusiones socio-po-
confesión, ningún sostenimiento de u n a institución confe- líticas; b) coexistencia pacífica con las instituciones religio-
sional p o r parte del Estado". (En Luciani: 1990, 577). sas e incluso sostenimiento económico d e las mismas, siem-
U n a línea parecida es la q u e inspira el p r o g r a m a de este pre que éstas n o interfieran la vida política; c) reducción p o r
partido en 1958, en el q u e se declara q u e "los socialistas res- medios directos o indirectos de la influencia religiosa en cier-
petan la pertenencia a u n a religión o a u n a visión del m u n - tos medios de socialización, especialmente los relacionados
d o n o religiosa, en c u a n t o la consideran u n a íntima decisión con la educación y la configuración de la moral y la opinión
de cada h o m b r e particular" (en Luciani: 1990, 580). El pre- pública; d) consideración de la religión c o m o un gusto per-
sidente del SPO, B. P i t t e r m a n n , ratificó esta concepción en sonal respetable, q u e n o trasciende la esfera privada y q u e
el congreso del partido celebrado en 1959: "Nosotros somos está destinado a diluirse a m e d i d a q u e avance el proceso de
u n partido tolerante p o r lo q u e atañe a los problemas de cos- modernización; e) percepción de la religión cristiana c o m o

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RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

u n h e c h o cultural residual al que n o merece prestar atención nivel social. Toda persona religiosa puede ser un socialista de-
a la h o r a de elaborar la cultura de la izquierda. mocrático. La libertad absoluta de fe y de pensamiento no debe
ser limitada ni por el Estado ni de ningún modo. El movimiento
socialista no pretende tomar decisiones sobre las cuestiones más
La dimensión privada y pública interiores de cada persona. Éste no tiene intención de sustituir a
de la religión cristiana las Iglesias cristianas y a otros movimientos religiosos, sino que
reconoce sus méritos y garantiza su libertad absoluta en el ámbi-
En las elaboraciones de diversos partidos de izquierda apa- to social. Los socialistas miran con profunda simpatía el mensaje
recen ciertas innovaciones ideológicas respecto a la tradición cristiano que, como las convicciones socialistas, sostiene el amor
marxista q u e a r r a n c a del Programa de Erfurt, ya q u e se desta- por el prójimo y el apoyo en favor de los débiles y desheredados.
ca la doble dimensión privada y pública q u e tiene la religión Son millones los cristianos que luchan en el movimiento socia-
cristiana en la política y la cultura de la izquierda. Así, por lista por estar convencidos de poder realizar en él sus valores
ejemplo, en el Congreso de Bad-Godesberg (1959) del SPD morales. No son socialistas a pesar de ser cristianos, sino propia-
se manifiesta esta doble dimensión. Por u n lado, se destaca la mente porque son cristianos". (En Luciani: 1990, 588).
dimensión pública de la religión cristiana al afirmar que el so-
cialismo democrático en E u r o p a "tiene sus raíces en la ética B. Kreisky, el líder más popular de la socialdemocracia
cristiana, en el h u m a n i s m o y en la filosofía clásica... es u n a co- austríaca después d e la II Guerra Mundial, e n c a r n a muy bien
m u n i d a d d e h o m b r e s q u e provienen de diversas corrientes esta actitud ante la cuestión cristiana. Él ha sido u n o de los lí-
de pensamiento y de fe. Su acuerdo se funda sobre principios deres de la izquierda europea que más h a impulsado el acer-
éticos y objetivos políticos comunes". Por otro lado, se esta- camiento al m u n d o cristiano, participando en diversos deba-
blece también la dimensión privada de la religión cristiana tes y encuentros sobre esta cuestión e impulsando la creación
al indicar q u e el SPD "no quiere anunciar n i n g u n a verdad de ACUS (grupo de trabajo sobre socialismo y cristianismo)
última, n o por falta de comprensión o por indiferencia en la d e n t r o del SPO. En u n a carta a Palme y a B r a n d t (mayo de
confrontación de las concepciones del m u n d o o de la verdad 1972) se refería a esta doble dimensión privada y pública de
religiosa, sino p o r respeto de las opciones de conciencia de la religión en los siguientes términos:
cada u n o , cuyo c o n t e n i d o n o d e b e ser d e t e r m i n a d o ni p o r
u n partido ni por el Estado". (En AA. W . : 1987, 70). Los socialistas respetamos la profesión de una fe religiosa
Esta doble dimensión aparece también en el XXIV Con- como de una Weltanschaunng (cosmovisión) no religiosa como
greso del PSÓ (Partido Socialdemócrata Austríaco) celebra- decisión íntima y exclusiva de cada uno. Esta posición lleva a
d o en mayo de 1978, en el q u e se estableció la siguiente tesis: una nueva relación entre la Iglesia y el movimiento socialista.
La Iglesia se presenta de dos formas: por un lado, es la comuni-
El socialismo en un movimiento internacional, cuyos adhe- dad de los creyentes; pero, por otro lado, interviene de mane-
rentes, partiendo de valores de tipo humanístico o de principios ra muy activa en la esfera político-social... un número creciente
marxistas o de otras concepciones religiosas, luchan juntos por de obispos, sacerdotes y laicos viven la fe del Evangelio como
realizar una sociedad mejor. Socialismo y religión no están en un mensaje de liberación del hombre. Luchan contra la mise-
contraposición. Los socialistas respetan tanto la fe religiosa ria indigna del hombre y la explotación y se comprometen con
como la visión no religiosa de la vida, en cuanto decisión íntima la creación de un orden social más justo. Intentan construirlo
de cada uno y estímulo precioso para una participación activa a con la colaboración de otros movimientos y se reconocen en

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

un socialismo democrático, humanístico... Debemos afrontar los valores cristianos a u n a cultura de izquierdas: "Encuentro
con el mayor empeño esta realidad y tener presente que exis- extraordinario que esta religión haya escogido por símbolo u n
ten posibilidades para alianzas y convergencias de gran alcan- h o m b r e crucificado. La pasión confiere un valor muy fuerte
ce histórico. (EnLuciani: 1990,586-587). de fraternidad a los individuos sometidos a las mismas condi-
ciones de sufrimiento y de muerte. Es ésta la q u e me parece
ser la verdadera revolución, la gran significación moral y filo-
La izquierda francesa sófica del cristianismo" 5 . Mitterrand afirma q u e el cristianis-
m o ofrece al socialismo u n a fuerza interior, u n a moral de la
El PSF es u n partido q u e también se sitúa claramente en resistencia y de la entrega.
esta posición respecto a la cuestión cristiana, a u n q u e con al- Algunos dirigentes del PSF, como R. Fajardie y Ch. Pierre,
guna especificidad. El PSF a b a n d o n ó hace tiempo el tradicio- h a n destacado la fuerte influencia de los cristianos p o r q u e ,
nal anticlericalismo del socialismo francés y en la mayoría de especialmente los q u e provienen de Acción Católica, traen
sus d o c u m e n t o s h a declarado que la religión es u n a cuestión u n a cultura política propia q u e "es u n enriquecimiento para
privada q u e ha de ser n o sólo tolerada, sino respetada y n o el Partido Socialista" y contribuye a diversificar positivamen-
atacada. Los dirigentes e intelectuales del PSF reconocen q u e te las referencias ideológicas en éste. Fajardie y Pierre h a n
el cambio del voto de grandes sectores católicos, tradicional- afirmado que la constatación sociológica de la existencia de
m e n t e antisocialistas, h a sido absolutamente decisivo para la u n nuevo polo de izquierda, constituido p o r numerosos gru-
llegada del partido al poder. También ha sido muy estudiadas pos cristianos, es u n h e c h o tan significativo en Francia q u e
en Francia la presencia del c o m p o n e n t e cristiano en el PSF obliga a pensar "una nueva laicidad" q u e supere la concep-
y la cultura política específica de los militanes socialistas q u e ción de la religión c o m o u n a cuestión privada q u e n o afecta
vienen de organizaciones cristianas, tanto del m u n d o protes- a la militancia y a la cutura política, ya q u e "la actitud políti-
tante (Rocard, Defferrejospin, la actual ministra Trautmann, ca de los cristianos de izquierda manifiesta u n a cierta es-
q u e es teóloga feminista) c o m o del m u n d o católico (La Vie pecificidad". Ahora bien, paradójicamente, el reconocimien-
Nouvelle, J O C , JEC, Acción Católica Obrera, etc.). Expertos to de tal especificidad n o debe llevar, según ellos, a otorgarle
en sociología política h a n analizado la influencia específi- u n estatuto público en el PSF, ya que ello podría engendrar u n
ca de los cristianos e n la elaboración d e u n a cultura socialis- cierto confesionalismo de izquierda.
ta más centrada en temas c o m o la autogestión y la trans- Esta posición es aceptada y compartida por la mayoría de
formación de la sociedad civil; en este sentido, H. Portelli los cristianos q u e militan en el PSF, los cuales están muy in-
afirma q u e "el Partido Socialista e x p e r i m e n t a u n a afluencia fluidos por el concepto de laicidad elaborado por P. Vignaux,
considerable de militantes cristianos q u e tienden a modi- un intelectual católico que fue el ideólogo que impulsó el pro-
ficar progresivamente la imagen, la naturaleza y la implan- ceso de desconfesionalización de la CFTC (Confederación
tación del partido... la izquierda cristiana h a logrado, en Francesa de Trabajadores Cristianos) y la conversión de la mis-
parte, dar al PSF la imagen d e su p r o p i o proyecto, su pre- ma en la actual CFDT, el sindicato socialista. Según Vignaux,
sencia militante ha m a r c a d o al Partido Socialista". (Portelli: la conciencia religiosa y la conciencia política se sitúan en
1977,179). planos distintos. La desconfesionalización conlleva asumir la
F. Mitterrand, en u n libro d e conversaciones con J. Daniel, autonomía de la política y relegar la religiosidad a otras di-
en el que se aborda el tema de su formación religiosa y su mensiones de la vida h u m a n a q u e n o son políticas. Este inte-
concepción del socialismo, destaca la aportación positiva de lectual ha elaborado u n concepto restringido de laicidad muy

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

asociado n o sólo a u n a férrea distinción de planos (política y n a son "una corriente fluida que debe alimentar el río de la
religión c o m o esferas independientes), sino también a u n a política" (Delors: 1996, 260). Esta convicción es la que le lle-
concepción muy desideologizada del quehacer político que vó a crear, d u r a n t e el tiempo en q u e presidió la Unión Euro-
fue la que a c o m p a ñ ó en la década de los sesenta y setenta a la pea, u n a célula de prospectiva articulada en t o r n o a la idea
que se llamó "segunda izquierda" francesa. Ésta abogaba por de "dar u n alma a Europa" y a organizar encuentros con re-
u n sindicalismo y un gobierno "técnicamente revolucionario" presentantes de diversas confesiones cristianas para escuchar
y conscientemente alejado del ideologismo que h a marcado sus aportaciones a la construcción europea. En esta línea ha
durante m u c h o s años a la izquierda. A diferencia de Mou- alentado a las Iglesias a intervenir en la vida pública en cuan-
nier, Vignaux n o ha pensado u n tipo de laicidad cristiana que to sujetos activos de la sociedad civil: "Los obispos y los curas
u n a el combate contra el confesionalismo de izquierda y la tienen el d e b e r de afirmar sus convicciones. Hacen falta pro-
elaboración creativa de praxis y cultura política desde el cris- fetas y n o sólo compañeros comprensivos y solidarios". (De-
tianismo. Vignaux otorga a la conciencia religiosa u n único rol lors: 1996, 265).
público d e n t r o del socialismo, el ser instancia crítica frente a Este importante político del PSF, antiguo militante de la
toda racionalidad socialista que quiera marcar a la izquierda J O C (Juventud Obrera Cristiana) y ex presidente de la Unión
con u n a sola filosofía, especialmente si ésta tiene pretensio- Europea, destaca la necesidad de la aportación cristiana para
nes omnicomprehensivas. transmitir los valores de la comunidad y la responsabilidad
J. Delors h a sido u n político del PSF muy m a r c a d o por el con el sufrimiento ajeno, para reforzar los vínculos sociales y
pensamiento de P. Vignaux. Él h a subrayado con especial én- luchar contra la exclusión social. La difusión del cristianismo
fasis la doble dimensión de la religión cristiana. Por u n lado, p u e d e constituir, según Delors, u n antídoto contra la expan-
Delors insiste en la necesidad de n o utilizar la religiosidad sión del individualismo insolidario que dificulta el arraigo de
como arma arrojadiza, como argumento de autoridad o como los proyectos políticos basados en la solidaridad social.
reclamo electoral. Según él, la religión es un asunto ante todo Los comunistas franceses se sitúan también en esta posi-
personal e íntimo. Reconoce que su sensibilidad social, sus ción. La presencia de cristianos en el PCF desde los tiempos
reflexiones y sus acciones están impregnadas de cristianismo, de la resistencia contra el nazismo h a sido u n factor que ha
pero se niega a hacer de su condición de cristiano una seña de llevado progresivamente a ciertos cambios respecto a la teo-
identidad política. Piensa que "la influencia de los cristianos ría leninista sobre la religión, q u e h a tenido m u c h a fuerza
pasa p o r las personas y n o p o r los partidos" (Delors: 1996, en el partido. Desde mediados de los años setenta, el PCF ha
260). En su forma d e c o m p r e n d e r las relaciones entre reli- intensificado su política de acercamiento a los cristianos para
gión cristiana y política de izquierda, la dimensión pública que se incorporen al partido, c r e a n d o para ello en el Comité
de la religión se sitúa paradójicamente en la configuración de Central u n Departamento de relaciones con los medios y mo-
u n sistema interior d e valores y principios morales q u e de- vimientos cristianos, cuyo principal responsable es M. Gre-
b e n marcar la actuación en la vida pública, r o m p i e n d o así la metz. La posición intelectual q u e a c o m p a ñ a esta política es
yuxtaposición vida privada-vida pública. la siguiente: se apela a los cristianos, n o m a r g i n a n d o sus con-
El mismo Delors q u e rechaza el uso politicista de la reli- vicciones religiosas (como hacía el leninismo), sino compren-
gión cristiana, y desde ahí enfatiza el carácter e m i n e n t e m e n - diendo y valorando la dimensión pública de las mismas, ya
te privado y personal de la religiosidad, es el q u e afirma a la que se considera que son afines a los objetivos de la izquierda.
vez su dimensión pública al declarar q u e la doctrina económi- Se rechaza asumir el cristianismo c o m o u n a cultura del par-
ca y social de la Iglesia y la espiritualidad (religiosidad) cristia- tido, ya q u e éste es marxista y, en este sentido, materialista

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dialéctico. El PCF ha optado por la coexistencia d e n t r o de la marxista de la religión como opio del pueblo desde su obser-
organización de personas con filosofías y cosmovisiones dis- vación de "mucha gente que ha o p t a d o a partir de plantea-
tintas, lo cual sirve para reflejar c ó m o d e n t r o de él se repro- mientos religiosos p o r u n a lucha contra la opresión".
duce la diversidad cultural que enriquece la vida nacional E. Tierno Galván es u n típico representante de la posición
francesa. q u e estoy p r e s e n t a n d o en este apartado. Él siempre se de-
claró marxista, racionalista y agnóstico y expresó muy clara-
m e n t e las diferencias filosóficas insalvables entre m a r x i s m o
La izquierda española y cristianismo. Sí veía clara la convergencia ideológica entre
el cristianismo y u n socialismo n o marxista, pues entonces
En España existen dirigentes políticos e intelectuales de n o se establecía lo q u e él llamaba "la frontera de los funda-
izquierda que afirman este doble carácter de la religión cris- m e n t o s metafísicos". T i e r n o rechazaba la teoría marxista de
tiana. A u n q u e enfatizan que ésta es, ante todo, u n a cuestión la religión como opio del pueblo y pensaba, p o r el contrario,
privada, también reconocen en ella u n a determinada dimen- q u e en muchas ocasiones la religión cristiana es "estímulo
sión pública, dada la existencia de u n m u n d o cristiano que para la libertad". A diferencia de otros racionalistas, materia-
actúa en la sociedad. En 1976 Felipe González destacaba la listas y agnósticos españoles, T i e r n o Galván manifestaba u n
existencia de grupos cristianos con u n a cultura política de iz- aprecio positivo d e la religiosidad interior:
quierdas específica y con u n a "personalidad propia" que era
conveniente integrar en el proyecto de la izquierda: La religión es necesaria y el agnóstico tiene sus compromi-
sos con el Fundamento. Lo que no ve es personalizado ese Fun-
Hoy es necesario ir más allá de los socialistas y de los comu- damento... Así que el agnóstico es, sobre todo, una inteligencia
nistas, no se puede desconocer el nacimiento de nuevas fuerzas problemática que no acaba de entender la posibilidad de la
de izquierda en el interior de la Iglesia, debido a un proceso de transcendencia del mundo... Por otra parte, siente un enorme
radicalización que se está desarrollando en la base. Estos mili- respeto hacia la fe. La fe profunda, sólida y auténtica es uno de
tantes católicos deben ser integrados en el proyecto de la izquier- los fenómenos más interesantes que se producen en la munda-
da. Evidentemente, no se pueden identificar ni con los socialis- nidad. No queremos entorpecer la evolución y el crecimiento
tas ni con los comunistas, aunque están alineados con unos y del espíritu religioso, bien sea un espíritu religioso cristiano,
con otros. Los católicos-progresistas constituyen un sector con bien sea un espíritu religioso vinculado de una u otra manera al
personalidad propia que está en la base de ciertos movimien- Fundamento. Nuestra pretensión es la de colaborar, la de enten-
tos, sindicatos y partidos y hay que tenerlos en cuenta. Las aso- der cada vez mejor el problema de la fe y, sobre todo, un cristia-
ciaciones católico-progresistas pueden dar no sólo un soporte nismo evangélico... Es una pena que haya tan pocas institucio-
para tomar el poder, para llegar al 51 por ciento de los votos. nes que potencien el espíritu. Entre ellas está no sólo la Iglesia
Pueden, sobre todo, tener una función de disuasión o persua- católica, cuya dimensión evangélica es muy respetable, sino otras
sión en el momento de la transición democrática al socialismo Iglesias como las protestantes. (Tierno: 1985, 3-5,10).
y contribuir así a obstaculizar la represión brutal de este proce-
so por parte de la derecha. (González: 1976, 78-79). La distinción metafísica entre socialismo marxista y cristia-
nismo, p o r un lado, y el aprecio p o r la dimensión interior de
En 1977, el líder d e l PSOE, en el libro colectivo Partidos esta religión n o llevan a Tierno a establecer u n a dicotomía en-
marxistas: programas e ideologías (Anagrama) rechazó la teoría tre religión cristiana y política socialista. El establece u n pun-

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to de encuentro entre las dos tradiciones basado en el h e c h o estricto sentido de la justicia... el cristianismo en ocasiones de-
de "que la valoración ética del m u n d o desde la ideología del sarrolla experiencias paradigmáticas de solidaridad" (p. 106).
socialismo y la valoración ética del m u n d o desde el cristianis- Se trata, pues, de establecer u n a racionalidad práctico-polí-
m o tienen muchos puntos de coincidencia en la práctica. tica d e mínimos, sin necesidad de realizar u n a operación de
Esto explica la presencia de cristianos en partidos socialistas y mayor calado como sería establecer u n a cultura socialista con
que algunos socialistas se interesen cada vez más p o r ciertos fuertes ingredientes cristianos.
aspectos del cristianismo". (En Azcárate y otros: 1977,128). Esta concepción, q u e manifiesta u n cierto cambio respec-
Otro intelectual y político socialista, R. Vargas-Machuca, to a otras posiciones del autor compartidas con otros intelec-
después de realizar u n a crítica ideológico-política del cristia- tuales socialistas, se muestra favorable a u n a "política contrac-
nismo radical y de establecer u n a serie de requisitos para que tual" de relación con las Iglesias y el m u n d o cristiano. Muchos
sea posible la deconstrucción de su mesianismo, ha planteado de estos planteamientos de R. Vargas-Machuca son asumidos
también la posibilidad de u n nuevo tipo de encuentro entre por algunos cristianos significativos del PSOE que defienden
lo que podríamos denominar u n a izquierda postmarxista y u n u n socialismo reformista, p r o p u g n a n la necesidad de la secu-
cristianismo postmesiánico. Éste debería ser capaz de contro- larización política del cristianismo, limitan la inspiración cris-
lar sus excesos liberacionistas, n o trasladar a la política el radi- tiana al ámbito de la ética personal y r e d u c e n la relación iz-
calismo escatológico intramundanizado y m a n t e n e r en la es- quierda-cristianismo a u n a b u e n a colaboración con la Iglesia
tricta privacidad su racionalidad y su moral de máximos. Este para asuntos de bien c o m ú n .
encuentro n o soslayaría ni ocultaría las diferencias filosóficas Estas tesis compartidas fueron quizá las q u e movieron en
existentes, pero potenciaría la convergencia basada en "com- 1989 a la dirección del PSOE a organizar, con la colaboración
partir la estima por determinados valores, lo que lleva a soste- de la Fundación Encuentro, unas j o r n a d a s con numerosos
ner conjuntamente programas políticos que se estiman acordes dirigentes y representantes de organizaciones y movimientos
con aquellos valores". (Vargas-Machuca en AA. W . : 1991,93). cristianos para plantearles sus objetivos políticos y socio-eco-
Este autor, que presenta u n p e n s a m i e n t o más matizado y nómicos y escuchar las posiciones del m u n d o cristiano. Era la
complejo sobre la temática cristiana que otros representantes primera vez en su historia que el partido tenía u n a iniciativa
de la ideología socialista postmarxista, señala también impor- de este género y suponía u n reconocimiento del m u n d o cris-
tantes condiciones a la izquierda: a) g u a r d a r silencio sobre tiano como m u n d o social específico dentro de la sociedad ci-
la epistemología y verdad d e los dogmas cristianos para "no vil. En las actas d e ese e n c u e n t r o se p u e d e percibir cómo al-
urgar en la interioridad del sentimiento religioso" (p. 94); gunos de los intelectuales q u e elaboraron el Programa 2000
b) renunciar a dotarse de u n a ontología y u n a epistemología n o querían ir más allá de estos diálogos externos con el m u n -
autoritarias, pues "la verdad está repartida" (p. 94); c) aban- do cristiano y rechazaban entrar a debatir cuestiones relacio-
d o n a r la "racionalidad pretenciosa" y rechazar "el mito de la nadas con la asunción del cristianismo en la cultura socialista.
Razón con mayúscula", "pues u n racionalismo a la altura de
nuestro tiempo ha a b a n d o n a d o toda pretensión de justifica-
ción definitiva del conocimiento... y está guiado por la tenta- El carácter público de la religión
tiva de eludir el error más q u e por aproximarse al ideal plató- cristiana en la izquierda
nico de verdad" (p. 100); d) apreciar la ética de la compasión
q u e proviene del m u n d o cristiano: "La solidaridad es algo Diversos partidos y dirigentes políticos d e la izquierda eu-
más q u e la cooperación ...va más allá del interés m u t u o y del ropea y latinoamericana han i n c o r p o r a d o nítidamente la di-

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mensión pública del cristianismo en su cultura y práctica po- análisis social, sea que se inspiren en principios religiosos o huma-
lítica, llegando a superar los límites de la formulación conte- nitarios, todos ellos aspiran a la misma meta: u n orden de jus-
nida en el Programa deErfurt. En esta línea se e n c u e n t r a n hoy ticia social". (En Luciani: 1990, 959-960).
los italianos PDS (Partido Democrático de la Izquierda) y PRC En el III Congreso de la Internacional Socialista, celebrado
(Refundación Comunista), los alemanes SPD y Die G r u ñ e n en Estocolmo en 1953, A. Schárf, presidente del SPÓ (Partido
(verdes), el Partido Laborista Inglés, IU, el PSE-PSOE, el PSC- Socialdemócrata Austríaco), presentó u n d o c u m e n t o sobre
PSOE, diversos partidos socialistas y verdes de centro y n o r t e socialismo y cristianismo en el que se declaraba que éste era
de Europa, el PT de Brasil, el FSLN de Nicaragua, el FMLN de u n a de las fuentes del socialismo:
El Salvador y otros partidos de América Latina, así como signi-
ficativos intelectuales de izquierda. Como es lógico, n o niegan La política socialista es la consecuencia práctica de una ética
la dimensión privada de la religión cristiana, pero lo que más que puede nacer de fuentes religiosas o no religiosas... El socia-
enfatizan es su dimensión pública, mientras que los represen- lismo reconoce que fuerzas religiosas y humanistas han forma-
tantes de la tendencia a n t e r i o r m e n t e analizada insisten más do conjuntamente las tradiciones culturales de todos los pue-
en la dimensión privada de ésta como cultura y ética política blos y sus principios éticos. Reconoce que en Europa la doctrina
personal e interior. cristiana es una de las fuentes espirituales y éticas del patrimonio ideal
El h e c h o central que h a reforzado la superación de la con- socialista... El socialismo de por sí no se basa ni en una convicción
cepción d e la religión cristiana c o m o cuestión privada es la religiosa ni en una convicción antirreligiosa. Es un movimiento
presencia de movimientos cristianos q u e en E u r o p a y en el político y moral-cultural que se esfuerza en formar el orden so-
sur del m u n d o realizan u n a praxis radical de transformación cial según principios socialistas... El socialismo rechaza todo
social e introducen en la preocupación política cuestiones abuso de la religión por motivos políticos, así como la ligazón de
c o m o las condiciones de vida de los más pobres de los países la religión con un determinado partido político. (En Luciani:
capitalistas y la miseria d e los pueblos del sur del planeta. La 1990,578).
constatación de la existencia de u n a específica cultura de izquier-
da de inspiración cristiana es, según A. Schaff, u n h e c h o muy Veamos a continuación c ó m o las diversas izquierdas euro-
i m p o r t a n t e . Para este intelectual marxista, los movimientos peas y latinoamericanas h a n manifestado q u e el cristianismo
cristianos emancipatorios son u n o d e los aliados preferen- más fiel a sus características originarias es u n a cuestión pú-
tes del socialismo m o d e r n o y manifiestan el resurgir de los blica para la izquierda.
valores evangélicos originarios en los cinco continentes.
La declaración de principios de la Internacional Socialista
en Francfort (1951), la p r i m e r a que se elaboró después de la La izquierda alemana,
II Guerra Mundial, introduce u n cambio espectacular respec- c e n t r o e u r o p e a y nórdica
to a los planteamientos dominantes sobre la cuestión cristiana
en la II y la III Internacional. En ella se presenta al cristianis- Kurt Schumacher, presidente del SPD, inició el cambio
m o n a d a m e n o s q u e c o m o u n o de los fundamentos d e las respecto a la tradición q u e consideraba la religión como u n a
convicciones socialistas: "El socialismo democrático es u n mo- cuestión privada al afirmar e n la Conferencia Nacional del
vimiento internacional q u e n o p r e t e n d e u n a rígida unifor- SPD celebrada en 1945 q u e "en el interior del partido existe
midad de concepciones. Sea q u e los socialistas funden sus un lugar tanto p a r a los q u e vienen movilizados p o r el espíri-
convicciones sobre el m a r x i s m o o sobre otros m é t o d o s de tu del Manifiesto Comunista c o m o p a r a los que están motiva-

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dos p o r el espíritu del Sermón de la Montaña" (en Luciani: c u e n t a además q u e los grandes teólogos del protestantismo
1990, 511). Este importante político de la izquierda alemana, c o m o K. Barth y P. Tillich habían sido antes de la g u e r r a so-
que ya en su tesis doctoral "La concepción del Estado en la cialistas religiosos. En el SPD d e posguerra va a e n t r a r u n a
socialdemocracia alemana" (1923) había defendido la nece- fuerte corriente cultural protestante con planteamientos teo-
sidad de superar el marxismo para desarrollar el socialismo, lógicos muy elaborados sobre la relación e n t r e cristianismo
llegó todavía más lejos al p r o p o n e r la relevancia pública de y socialismo. Algunos de estos protestantes van a acceder a
la religión cristiana en los términos siguientes: puestos de máxima responsabilidad e n el SPD: Ehlers, Schu-
m a n n , H e i n e m a n , contribuyen a que el partido impulse u n a
Todo socialista de larga mirada, sea cual sea su fe religiosa o política de partnerschaft ( h e r m a n a m i e n t o con el m u n d o cris-
su concepción filosófica, no podrá negar la irrenunciabilidad tiano) .
de la religión para una gran comunidad. Si un periodo, como el Toda esta nueva orientación va a influir en la posición
que actualmente atraviesa el pueblo alemán, sólo puede ser su- a d o p t a d a en el i m p o r t a n t e Congreso d e Bad Godesberg
perado con la contribución de todas las fuerzas morales, enton- (1959), en el que se formulan unas tesis sobre la religión cris-
ces la religión —y la moral contenida en ella— no deberá faltar tiana y las Iglesias radicalmente distintas a las del Programa
en cuanto fuerza que tiene buenos efectos. La posición de la so- de Erfurt. \J¡L religión cristiana pasa de ser u n a cuestión pri-
cialdemocracia respecto a la religión y a la Iglesia no es la de vada a ser u n a de las raíces de la cultura del partido y la posi-
una indiferente tolerancia más o menos benévola frente al cris- ción laicista sobre las Iglesias se transforma en u n a petición
tianismo. Sin el espíritu del Sermón de la Montaña y su contri- de colaboración para construir el bien c o m ú n . En el p r i m e r
bución la lucha por la vida de las naciones europeas sería mu- a p a r t a d o del nuevo p r o g r a m a fundamental dedicado a los
cho más difícil. (En Luciani: 1990, 521). valores fundamentales del socialismo se afirma q u e el socia-
lismo democrático en E u r o p a tiene u n a "de sus raíces en la
Recién acabada la II Guerra Mundial, la socialdemocracia ética cristiana". (AA. W . : 1987, 70).
realiza u n giro radical respecto a su percepción del cristianis- La corriente cultural protestante va a seguir teniendo mu-
m o y de las Iglesias e inicia u n a nueva política hacia el m u n d o cha influencia en el SPD en las tres décadas siguientes, espe-
religioso. Varios factores incidieron en este cambio: la expan- cialmente a través de Ehrard Eppler, que es quien encabeza la
sión de los planteamientos d e los socialistas religiosos en el línea más renovadora del partido y más abierta a los plantea-
seno del partido desde finales de los años veinte, la clara opo- mientos de los nuevos movimientos sociales. Según u n desta-
sición de éstos al nazismo, el rechazo creciente del m o d e l o cado politólogo de la Universidad de Berlín, "Eppler es u n a
soviético y de la específica configuración del marxismo-leni- de las personas más importantes en la evolución de la social-
nismo, la percepción de los límites de la filosofía materialis- democracia alemana, sus concepciones políticas están funda-
ta y cientificista, la b ú s q u e d a d e u n a f u n d a m e n t a c i ó n moral mentalmente modeladas por convicciones religiosas" (Schwan:
del socialismo. Esta apertura socialdemócrata al m u n d o cris- 1984,161). Este autor subraya el hecho de que Eppler es quien
tiano e n c o n t r ó u n b u e n eco en el m u n d o protestante, espe- mejor e n c a r n a la continuidad de los socialistas religiosos de
cialmente en la rama reformista del mismo. En Alemania los años veinte-treinta.
los protestantes se dividen en luteranos y reformistas; mien- Eppler ha sido el máximo responsable de todo el proce-
tras que los primeros tienden a separar política y religión, los so que h a llevado a la formulación del nuevo p r o g r a m a bási-
segundos convierten sus convicciones religiosas en el fun- co del SPD a p r o b a d o en el Congreso de Berlín (1989), q u e
d a m e n t o de su c o m p o r t a m i e n t o político. Hay q u e t e n e r en viene a sustituir treinta años después al d e Bad Godesberg.

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El d o c u m e n t o base de debate que lo precedió fue el Proyecto de gel, el cristianismo pertenece a través del movimiento de los
IRSEE (1986). En este se declara que "los socialdemócratas n o socialistas religiosos de los años veinte a u n a de las raíces his-
limitan su labor al Estado, sino q u e cooperan dondequiera se tóricas del partido y constituye u n a tradición tan importante
configure y modifique la sociedad y la economía: en los mu- como el laicismo. La posición laica consiste en diferenciar Igle-
nicipios, las escuelas, las universidades, las iglesias, los medios sia y Estado, p e r o ello n o obliga a acentuar la separación so-
de comunicación..." (AA. W . : 1987, 229). La dirección del b r e la cooperación. Vogel afirmó que "es importante que el
partido h a mostrado desde mediados de los años cuarenta u n SPD admita la importancia de las Iglesias en u n primer plano,
gran interés p o r las transformaciones que se desarrollan en ya q u e ellas están arraigadas en la mayoría de la sociedad" 6 .
las Iglesias, pues considera que las orientaciones d e éstas n o En el nuevo Programa Básico del SPD, a p r o b a d o en el
son indiferentes para el desarrollo de la izquierda. En el Pro- Congreso de Berlín en diciembre de 1989, se defiende el prin-
yecto de IRSEE se declara q u e la "labor caritativa (de las Igle- cipio de subsidiariedad —tema tradicional de la doctrina so-
sias) es u n c o m p l e m e n t o imprescindible de la política del cial de la Iglesia—, la intervención crítica de las institucio-
Estado social". (AA. W . : 1987, 232). nes religiosas en la vida pública, el diálogo entre partidos e
Este proyecto fue ampliamente debatido durante tres años Iglesias y la b ú s q u e d a de u n consenso básico para la vida de-
en todos los niveles del partido. Las tesis relativas a la religión mocrática:
cristiana y a las Iglesias fueron objeto de u n interesante con-
traste de posiciones. Varios socialdemócratas del sur de Bavie- El Estado tiene que asumir funciones cuando los individuos
ra consideraban q u e el p r o g r a m a concedía u n relieve excesi- o los grupos no puedan por sí mismos cumplir las obligaciones
vo a la cooperación con las Iglesias. Estos bávaros pensaban que la sociedad requiere o cuando determinadas prestaciones,
que el partido debía reforzar la separación con la Iglesia, pues, necesarias para el bien común, no puedan ser realizadas de
según se dijo, "esto concuerda con nuestra tradición laica". otra manera. El principio de subsidiariedad, de la preferencia
C. Kónig pidió q u e la defensa de la tolerancia y de la libertad de la unidad menor ante la mayor, puede limitar el poder y esti-
de espíritu se situara por encima de las afirmaciones conteni- mular la participación... Defendemos la libertad de pensamien-
das sobre la religión cristiana y las Iglesias. H. Fischer-Rohm, to, de conciencia, de credo y de predicación, y vemos con buenos
dirigiéndose a u n a de las vicepresidentas del SPD, dijo: "Que- ojos que las Iglesias y las comunidades religiosas, los grupos religiosos o
rida Herta y todos los cristianos aquí presentes: No os toméis los creyentes individualmente intervengan en la conformación de la vida
esta propuesta como si fuera u n ataque. ¿No pensáis q u e el social y política con su crítica pública. Nosotros vemos en ellos una
elemento cristiano ha t o m a d o en nuestro partido desde hace aportación esencial al diálogo social y político, en el que han de
tiempo u n a muy, muy fuerte influencia tanto en las decisiones prevalecer la tolerancia y el respeto a los que piensan de otra
del partido como en el puesto de personas que ocupan u n lu- manera. Por esta razón, los socialdemócratas buscan por propia ini-
gar dirigente en el SPD?". En ese m o m e n t o , cuatro d e los de- ciativa el diálogo y —cuando ambas partes ven tareas comunes a
nominados socialistas cristianos ocupaban los máximos puestos realizar— la cooperación con las Iglesias, las comunidades eclesiales y
de dirección del partido y la presidencia d e dos importantes los grupos religiosos. (AA. W . : 1990, 73, 77, 79).
lánder:Vogel (presidente), Dáubler-Gmelin y Rau (vicepresi-
dentes y este último presidente de Nordrheim-Westfalen), En el nuevo Programa Básico el SPD h a reconocido al cris-
Lafontaine (presidente de Zana y c a n d i d a t o a la presidencia tianismo como u n a cuestión pública para la izquierda al de-
de gobierno) y Eppler (director del P r o g r a m a Básico). Todos clarar q u e es u n a raíz del socialismo: "El socialismo democrá-
intervinieron para rebatir esos a r g u m e n t o s . Según Rau y Vo- tico en Europa tiene sus raíces espirituales en el cristianismo y en

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

la filosofía humanista, en la Ilustración, en la teoría marxista organización tiene lazos estrechos con la dirección de la Inter-
d e la historia y de la sociedad, y en las experiencias del mo- nacional Socialista y celebra diversos encuentros europeos.
vimiento o b r e r o " (AA. W . : 1990, 17). El SPD considera que Hay q u e tener en c u e n t a que los históricamente d e n o m i n a -
esta raíz cristiana del socialismo tiene en la actualidad capaci- dos socialistas religiosos o cristianos n o forman u n a corriente
d a d de seguir fecundando la vida colectiva: "La cultura tiene política organizada d e n t r o de los partidos; al contrario, sus
también sus raíces en lo religioso. Allí d o n d e el legado religio- m i e m b r o s p e r t e n e c e n a las diversas corrientes existentes en
so cobra nueva vida nacen impulsos éticos, sociales y artísticos cada partido. Son más bien agrupaciones q u e realizan u n tra-
que p u e d e n enriquecer la sociedad cultural. La tolerancia y el bajo de elaboración de cultura y de propuestas políticas des-
diálogo entre creencias diferentes determinan la calidad de d e el cristianismo d e n t r o de u n a matriz ideológico-política
nuestra cultura". (AA. W . : 1987, 278; AA. W : 1990, 31). socialista.
R. Scharping, presidente del SPD, declaró en julio de
1993 q u e el partido apoya la labor social y moral de las Igle-
sias. Se mostró favorable a la continuidad del impuesto reli- Los verdes
gioso y a m a n t e n e r la enseñanza de la religión en los centros
escolares. El SPD votó en el Parlamento en contra de la pro- El partido de los verdes alemanes constituye la fuerza po-
posición de los verdes relativa a la supresión de la referencia lítica más importante q u e existe en E u r o p a desde la perspec-
a Dios en el preámbulo de la Constitución. Según Scharping, tiva ecologista. Riechmann, en su i m p o r t a n t e libro Los verdes
u n a cosa es q u e el Estado sea neutral respecto a las cosmovi- alemanes, afirma que "desde los comienzos del Partido Verde,
siones y otra q u e sea indiferente a los valores morales más cristianos comprometidos (entre ellos algunos teólogos y teó-
estimados p o r la población, c o m o son los valores cristianos logas) participaron en la fundación de Die G r u ñ e n ; el pro-
en Alemania. grama federal de Sarrebruck, en 1980, reconoce a las iniciati-
La importancia q u e el SPD c o n c e d e a las relaciones de vas cristianas como parte del «suelo» de movimientos sociales
diálogo y cooperación con el m u n d o cristiano se refleja en en q u e los verdes arraigan. En general, en toda Europa occi-
la existencia de dos organismos que, d e n t r o de la estructura dental los grupos de cristianos de base y cristianos izquierdis-
central del partido, se dedican a realizar esta actividad: Refe- tas han tenido importancia para el surgimiento de los parti-
rat Kirchenfragen, evangelischer/katholischer Bereich, con dos res- dos verde-alternativos. En algunos casos esa importancia h a
ponsables generales al frente. D e n t r o del partido funciona sido decisiva, como es el caso de Bélgica". (Riechmann: 1994,
también el g r u p o Cristianos en el SPD, al q u e p e r t e n e c e n 364).
m u c h o s d e los políticos más conocidos del partido, con u n Este partido está compuesto p o r numerosas corrientes y
p r o g r a m a de actividades muy variado. Este g r u p o se mueve grupos y, por ello, n o tiene u n a ideología oficial. Por lo que res-
en u n terreno de la cultura política y n o constituye u n a co- pecta a la Iglesia, está muy extendida u n a actitud de rechazo
rriente, pues de h e c h o sus m i e m b r o s p e r t e n e c e n a todas las a la misma y se critica el tipo de relaciones Iglesia-Estado que
tendencias del partido. existe en Alemania. La actitud hacia la religión es muy diver-
Los planteamientos del SPD están también presentes e n sa, desde posiciones de absoluta indiferencia hasta grupos or-
los partidos socialistas nórdicos y c e n t r o e u r o p e o s 7 . En to- ganizados en torno a las relaciones de religiones específicas
dos ellos existen g r u p o s organizados d e socialistas cristianos con el ecologismo. Es muy importante, n o obstante, la presen-
constituidos ya antes del nazismo y federados a través de la cia de la religión cristiana en la cultura política de bastantes
ILRS (Liga Internacional d e los Socialistas Religiosos). Esta miembros del partido y de algunos de sus más influyentes y

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I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

conocidos líderes e intelectuales. En u n a encuesta realizada sentido del progreso que crea marginación por doquier. Cristo
en 1986 a los dirigentes y diputados verdes en todos los par- no escogió un tipo u otro de salida. Él renunció a solucionar
lamentos se obtuvo la siguiente radiografía, según la vincu- problemas sociales específicos. Él lo que hizo fue cuestionar las
lación religioso-eclesial de éstos: 59 por ciento a las Iglesias direcciones y motivaciones profundas de todos los proyectos de
evangélicas, 12 p o r ciento a la católica y 27 p o r ciento sin nin- cambio. La vuelta a nuevas dimensiones de la existencia huma-
g u n a vinculación religiosa. na ha de retomar los referentes esenciales de Cristo. Él no tiene
R. Bahro, u n o de los primeros ideólogos del Partido Ver- la solución, pero es un referente para rehumanizar los caminos
de alemán, es el intelectual q u e más ha reflexionado sobre de la emancipación. (Bahro: 1985, 332).
la temática del nuevo lugar de la religión en los procesos de
emancipación ecosocialista. En sus libros La alternativa, Por Petra Kelly ha sido, hasta su trágica m u e r t e , la personali-
un comunismo democrático^ Cambio de sentido presenta u n a tran- d a d del Partido Verde más conocida internacionalmente.
sición del marxismo al ecosocialismo muy marcada p o r la re- Ella es la máxima e x p o n e n t e de la corriente ecologista q u e
levancia otorgada a las llamadas condiciones subjetivas para a u n a religiosidad y política. Se definía como u n a cristiana
el cambio social. Para Bahro la transformación de E u r o p a q u e se había salido de la Iglesia católica p o r considerarla an-
está obstruida p o r la existencia de u n a ciudadanía q u e tiene tievangélica. Kelly establece en sus libros Luchar por la esperan-
u n a "conciencia absorbida" y u n "alma o c u p a d a " p o r los va- za y Pensar con el corazón u n a línea directa q u e va de Jesús d e
lores del capitalismo industrialista y consumista. El marxis- Nazaret a su praxis política ecopacificista, pasando p o r Fran-
mo, el cristianismo y el ecologismo c o m p a r t e n u n a corriente cisco de Asís, Gandhi, L u t h e r King y Albert Einstein. Ella
de fondo q u e radica en u n a concepción del ser h u m a n o q u e afirma que "el verdadero movimiento verde n o es solamente
busca reconciliarse consigo mismo, con los demás y con la político, sino político-espiritual", pues ya n o es posible u n
naturaleza. Este fondo antropológico c o m ú n crea u n a "con- cambio socio-económico de la sociedad sin u n cambio pro-
ciencia e x c e d e n t e " y u n "alma liberada" del fetichismo capi- fundo de los ciudadanos. La influencia de G a n d h i y de Eins-
talista. La difusión de esta cultura d e fondo desde cada u n a tein es fundamental en este p u n t o . En su libro Luchar por la
de estas tres tradiciones es decisiva para crear u n nuevo suje- esperanza afirma: "Gandhi explicó muy bien q u e antes de la
to emancipatorio. resistencia hacia afuera está la resistencia hacia d e n t r o : con-
Por lo que respecta al cristianismo, Bahro considera que la tra la mentira e n lo profundo del corazón" (p. 44). En Pensar
mística o espíritu evangélico "contribuye a la negación del vie- con el corazón recoge el siguiente pensamiento de Einstein: "El
j o m u n d o y a la creación d e u n o nuevo. Sin u n a nueva místi- p r o b l e m a n o es la b o m b a atómica, sino el corazón del h o m -
ca, E u r o p a n o saldrá del apocalipsis g e n e r a d o p o r ella mis- bre" (p. 311).
ma". Él, que proviene del pensamiento marxista, h a criticado El pensamiento de Einstein le permite unir espiritualidad
las insuficiencias del racionalismo materialista y cientifícista y política sin caer en el irracionalismo. Para Kelly la impor-
que llevó a olvidarse de las influencias espirituales e n el com- tancia del cristianismo radica en su capacidad d e aunar trans-
portamiento social. Este intelectual ecologista piensa lo si- formación personal y compromiso político desde u n a mística
guiente sobre la relación e n t r e cristianismo y emancipación de liberación peculiar. Ella, como otros muchos verdes, critica
ecosocialista: muy fuertemente el racionalismo materialista y cientifícista d e
la izquierda tradicional. Aduce en favor de sus planteamien-
La emancipación va más allá de la satisfacción material. Este tos sobre la hilazón entre razón emancipatoria, mística cris-
es el aporte del cristianismo, hoy. También debe cuestionar el tiana y acción política la siguiente tesis de Einstein:

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

u n p o t e n t e Estado del Bienestar con Clement Attlee c o m o


El sentimiento más profundo y elevado del que somos capaces p r i m e r ministro. Este había destacado en 1937 la importan-
es la vivencia de lo místico. De él surge toda ciencia. Quien es aje- cia del " c o m p o n e n t e específico de la tradición socialista en
no a ese sentimiento, quien no es capaz de asombrarse ni de per- Gran Bretaña, en la cual el cristianismo h a fermentado siem-
derse en un temor reverencial, está muerto de antemano. Nues- p r e como u n a levadura". (En Duverger: 1992, 71).
tra conciencia de que lo inescrutable existe realmente y se revela C o m o expuse en u n apartado anterior, la ideología mar-
como verdad suprema y belleza radiante, de las que sólo pode- xista h a j u g a d o u n papel muy secundario en la historia d e la
mos tener una oscura intuición: esa conciencia y esa intuición son izquierda británica. Esto provocó q u e las fuentes d e su iden-
el núcleo de toda verdadera religiosidad. (En Kelly: 1993,37). tidad se buscaran en otros fundamentos teóricos y morales.
Esta es u n a de las causas de la gran influencia que h a n teni-
Kelly siempre ha destacado la afinidad entre los verdes y d o los pensadores socialistas de matriz cristiana en la confi-
los planteamientos de los cristianos de base y h a manifestado guración cultural del Partido Laborista. Este es u n partido
públicamente cómo ella y muchos miembros del partido ba- que tiene al cristianismo como u n a de sus señas de identidad
san el fundamento moral de su acción política en el S e r m ó n pública desde su fundación, algo v e r d a d e r a m e n t e inédito
de la Montaña. Sobre este tema afirma lo siguiente: en la historia europea. El rechazo de la filosofía materialista
marxista c o m o núcleo ideológico del laborismo impulsó la
búsqueda de u n socialismo ético. En el primer lustro de la dé-
Creo que los verdes y la Iglesia paleocristiana de los dos pri-
cada de los cuarenta, la revista LeftNews impulsó el debate so-
meros siglos tienen muchas cosas en común. Esa Iglesia primige-
bre las relaciones entre ética y socialismo y en él participaron
nia se dedicó a la resistencia, antes de transformarse en una Iglesia
los principales intelectuales del movimiento de los socialistas
establecida... En la Iglesia siempre ha habido personas dedicadas
cristianos, u n a corriente cultural ya presente en la funda-
a ejercer la resistencia no violenta de modo consecuente. Lo que
ción del partido. En ese contexto de debate teórico, S. Evans
reivindican los cristianos de base y lo que reivindican los verdes
desarrolló ampliamente la cuestión del cristianismo como u n
es idéntico en muchos aspectos. Intento tomarme muy en serio
ingrediente del socialismo ético.
el principio del amor al prójimo y el espíritu del Sermón de la
Montaña. Para mí, el Sermón de la Montaña es un documento Los socialistas cristianos n o p r o p u g n a b a n u n socialismo
político radical, no sólo espiritual. (Kelly: 1993,331-332). religioso alternativo o paralelo al laborismo, sino u n a prácti-
ca política y u n p r o g r a m a e c o n ó m i c o socialista desde unos
En el Partido Verde existen dos grupos de trabajo federal valores cristianos q u e se explicitaban públicamente como
relacionados con la religión: Cristianos en el Partido Verde y c o m p o n e n t e s de la cultura moral q u e debía sostener, regu-
Caminos espirituales de ciencia y política. Este último refleja lar y guiar la política y la economía. El cristianismo formaba
la existencia de u n a corriente muy interesada en unir u n a es- la base moral y el socialismo constituía la forma de ir reali-
piritualidad posteristiana con la militancia política ecologista. zando política y e c o n ó m i c a m e n t e esa inspiración moral.
Para captar la fuerza q u e tenía esta corriente (cultura,
no política), baste tener e n c u e n t a q u e en 1945 más de cien
La izquierda británica miembros del grupo parlamentario socialista crearon el Gru-
po de Socialistas Cristianos en el Parlamento con el fin de ela-
Después de la II G u e r r a Mundial, el Partido Laborista borar una cultura política pública y conectar las convicciones
g a n ó las elecciones del a ñ o 1945 e inició la contruccion de cristianas y la práctica del socialismo. El t é r m i n o "socialistas

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cristianos" había desplazado desde hacía cincuenta años el de El Christian Socialist Movement cuenta con miembros q u e
"socialismo cristiano" utilizado en los primeros decenios del pertenecen a todas las tendencias políticas del partido. Tiene
siglo XIX. Estos parlamentarios se consideraban "socialistas bastante influencia en el laborismo en la m e d i d a en que mu-
cristianos" y n o "socialistas y cristianos", ya q u e pensaban q u e chos d e sus integrantes son o h a n sido parlamentarios, mi-
el c o m p o n e n t e ético-cultural del cristianismo originario era nistros y hasta presidentes de g o b i e r n o . Harold Willson,
consustancial a su concepción y práctica del socialismo y n o q u e presidió el s e g u n d o G o b i e r n o laborista de la posguerra
constituía u n a m e r a cuestión privada. Los miembros n o cris- (1964-1969), era socialista cristiano. J o h n Smith, ministro
tianos del Partido Laborista siempre han aceptado este com- de Industria a los cuarenta años (el más joven en la historia
p o n e n t e c o m o algo connatural a la cultura del partido. En del laborismo) y posteriormente candidato a la presidencia
1948 este g r u p o publicó "In this Faith we Live" (En esta fe d e gobierno, también era m i e m b r o del Christian Socialist
vivimos), u n opúsculo en el q u e presentaban las señas d e Movement. Tony Benn, el histórico líder del ala de izquierda
identidad de su cultura ético-política. Para ellos la inspira- del partido y ministro en varios gabinetes gubernamentales,
ción, motivaciones y valores que influyen en la política deben es u n socialista cristiano. En su libro Arguments for soáalism,
p e r t e n e c e r a la esfera pública de ésta e influir en la toma de Benn declara q u e "estoy ligado a la política y a la religión
decisiones. En este opúsculo manifestaban la configuración ...la Biblia h a sido siempre, y lo sigue siendo, la mayor orien-
evangélica de su ética política, a r g u m e n t a b a n su rechazo a tación de nuestra cultura política" (en Luciani: 1990, 323).
crear u n partido confesional y su opción p o r insertar el hu- En Arguments for Democracy se sitúa en esta misma línea y de-
manismo cristiano en el socialismo; finalmente, exponían su clara q u e es u n socialista "cuyo compromiso político d e b e
p e n s a m i e n t o sobre la socialización d e la e c o n o m í a y la dis- m u c h o más a las enseñanzas de Jesús q u e a los escritos de
tensión internacional para impedir u n enfrentamiento entre Marx ...la mejor tradición cristiana a nivel de acción social h a
los dos bloques constituidos. sido siempre de carácter revolucionario, democrático y a fa-
En el curso 1959-1960 esta corriente cultural de la izquier- vor del h o m b r e como u n rechazo de la riqueza, el poder, el
da británica se dotó de u n a base social más amplia, contribu- privilegio y la injusticia". (En Luciani: 1990, 324).
yendo a crear el Christian Socialist Movement, h e r e d e r o de Desde la llegada de Tony Blair —otro destacado m i e m b r o
la Socialist Christian League. El Christian Socialist Movement del Christian Socialist Movement— a la dirección del Partido
se identifica como u n "lugar de discusión para el intercambio Laborista, la prensa británica ha reforzado su interés por este
de ideas sobre el desarrollo del socialismo en la democracia y c o m p o n e n t e cristiano en la imagen pública del laborismo.
para difundir opiniones socialistas desde una inspiración cris- Además, Blair manifiesta explícitamente c ó m o su identidad
tiana". El movimiento edita u n a revista trimestral, Christian cristiana influye en sus convicciones socialistas. El 7 de abril
Socialist, celebra unas j o r n a d a s anuales, organiza debates pú- de 1996 publicó en el Sunday Telegraph u n artículo titulado
blicos, edita opúsculos y libros, tiene u n a presencia activa en "Why I am a Christian" (Por qué soy cristiano), en el que daba
los medios de comunicación, participa en los congresos del cuenta de la conexión q u e establecía entre su ser cristiano y
partido y de los sindicatos, posee u n a página interactiva en el socialismo. El h e c h o d e q u e la mitad del "gobierno labo-
Internet, organiza escuelas d e verano, impulsa campañas con rista en la sombra" estuviera integrado p o r m i e m b r o s del
otras organizaciones sociales o eclesiales, etc. Constituye u n Christian Socialist Movement y q u e en el g r u p o parlamenta-
medio de presencia pública del cristianismo en el socialismo, rio laborista anterior al triunfo electoral cuarenta y dos dipu-
manifestando u n a creatividad política desde el mensaje evan- tados también pertenecieran a ese movimiento llevó al Sunday
gélico para la renovación de la izquierda. Telegraph a elaborar y publicar u n p e q u e ñ o informe titulado

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

"Labour infiltrated by Christian tendency" (13 de mayo d e el laborismo h a de fundamentarse en el socialismo ético q u e
1997). El titular era más llamativo que el contenido, que se li- tiene diversas fuentes filosóficas y éticas. Ellos p r o p u g n a n u n
mitaba a constatar la pertenencia de m u c h o s pesos pesados tipo de socialismo ético basado en el cristianismo como una,
del Partido Laborista al Christian Socialist Movement, u n a n o la única, de las culturas del partido. Piensan q u e el nú-
constante en su historia. cleo central del socialismo está constituido p o r u n conjunto
Los escritos de J. Smith, ya fallecido, y de T. Blair revelan de valores morales y n o por u n m o d e l o económico determi-
muy bien la ideología y la cultura política que guían al labo- n a d o . Vinculan estrecha y directamente los valores evangéli-
rismo, así como la explícita influencia cristiana en lo que de- cos y el fundamento moral del socialismo. U ñ e n los principios
n o m i n a n "socialismo ético". Estos dos líderes del Partido La- cristianos y u n a política pública inspirada en ellos. Desde esta
borista declaran que se basan en el pensamiento de dos perspectiva, e n t i e n d e n el socialismo ético como la responsa-
intelectuales socialistas cristianos que publicaron su obra en bilidad cristiana para crear u n a comunidad de hombres igua-
las tres primeras décadas del siglo: el economista Tawney y el les q u e persiguen la libertad estrechados p o r la fraternidad.
filósofo MacMurray, profesores de las Universidades de Ox- Smith insiste m u c h o en la idea de hacer política desde unas
ford y Londres. Sus rasgos principales son: exigencias morales muy concretas y n a d a retóricas y Blair es-
a) Las convicciones cristianas n o p e r t e n e c e n exclusiva- cribió en el artículo del Sunday Telegraph citado anteriormen-
m e n t e al ámbito privado. Ellas se insertan en u n a cultura y te q u e "la izquierda se perdió c u a n d o sus valores básicos se
u n a ética política q u e va más allá de la esfera personal e ínti- divorciaron de este socialismo ético en el q u e está incluido el
ma. Esta tesis n o c o n d u c e , según los socialistas cristianos, al socialismo cristiano".
confesionalismo político de izquierdas, ya q u e la política n o c) U n a visión comunitarista de la sociedad, ligada a la idea
se d e d u c e de la experiencia cristiana. Esta, sin e m b a r g o , tie- cristiana de persona y a la propuesta evangélica de la comu-
n e la virtualidad de impulsar y a n i m a r u n a cultura ético-po- nión de bienes. Para ellos los seres h u m a n o s son, ante todo,
lítica q u e busca su realización desde la creatividad cristiana miembros de u n a comunidad. Los intereses de la comunidad
en las mediaciones socio-economicas de u n socialismo acon- han de estar por encima de los intereses de los individuos. Des-
fesional. En esta línea, J. Smith afirma q u e "el s e g u n d o man- de esta tesis, critican tanto el individualismo liberal como el
d a m i e n t o nos dice q u e a m e m o s a nuestros prójimos como a totalitarismo marxista. Smith declara estar muy influido por
nosotros mismos. No creo que cumplamos ese m a n d a m i e n t o el libro del arzobispo W. Temple Cristianismo y orden social, en
a n o ser q u e tengamos la idea d e cuidar y p r o c u p a r n o s p o r el q u e se distingue individuo y persona. Aquel está llamado a
nuestros prójimos ciudadanos, lo q u e se refleja e n la organi- convertirse en persona en la medida en que se p o n e al servi-
zación d e nuestra sociedad. En este camino vital u n i m o s cio de la comunidad. Smith critica las tesis de los escritores
nuestra fe cristiana a nuestra convicción socialista". (Smith: neoclásicos del XVIII, especialmente el utilitarismo de Bent-
1993:141). ham, que basan el comportamiento h u m a n o en la búsqueda
b) La práctica política socialista necesita un f u n d a m e n t o . del interés egoísta. Estas tesis han sido llevadas al extremo p o r
Si el laborismo rechaza la filosofía marxista ha de buscar otro, el thatcherismo, que h a sido responsable de u n a desestructu-
pues, de lo contrario, sucumbirá a u n pragmatismo tecnocrá- ración moral de la sociedad por su ultraliberalismo.
tico sin u n n o r t e preciso. Casi todos los miembros del Chris- d) Una idea de ciudadanía como ética de la responsabili-
tian Socialist Movement h a n rechazado siempre el marxismo dad personal. Esta es u n a tesis central para Blair: "La idea del
p o r considerar q u e es u n a filosofía materialista, determinis- individuo d e n t r o de la c o m u n i d a d n o sustituye a la responsa-
ta, atea y antipersonalista. Tanto p a r a Smith c o m o para Blair bilidad individual. C u a n d o digo q u e el cristianismo es u n a re-

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ligión dura, m e refiero a que es muy estricta en ciertas reglas sin regulación. Esta vinculación de Estado, persona y libertad
de conducta individual. No es u n a religión que ofrece excu- la basan en el pensamiento social cristiano.
sas fáciles a la gente. La forma en que yo he reinterpretado po-
líticamente el mensaje socialista es diciendo que la responsa-
bilidad social es importante para reforzar la responsabilidad La izquierda francesa
personal, y n o es u n sustituto d e ésta. Creo que, en definitiva,
es lo que p r e t e n d e la religión cristiana" (Blair: 1996, 51). El La política del PCF de "mano tendida" a los católicos se
ciudadano n o debe esperar todo del Estado, convirtiéndose intensificó durante la década de los cuarenta. La recepción d e
en u n parásito subsidiado, y h a de estar dispuesto a dar tanto la misma p o r parte del m u n d o católico llevó a la creación en
como a recibir. En esta línea p r o p u g n a n u n a intensa educa- 1947 de la Unión de Cristianos Progresistas y a la creación d e
ción moral para socializar a los individuos en comportamien- la revista Quinzaine. El diálogo cristiano-marxista se abortó a
tos de responsabilidad. La finalidad de esta educación ha de comienzos de los años cincuenta por la condena que este gru-
ser la de configurar un tipo de persona que tiene como cen- p o recibió p o r parte de la j e r a r q u í a de la Iglesia.
tro de su identidad la idea de servicio (a la familia, a la comu- La mayor parte de los socialistas, comunistas y verdes fran-
nidad, a la nación, al m u n d o y al medio ambiente). ceses se sitúan en la posición de quienes consideran el cristia-
e) Rechazo del epicureismo y propuesta de u n a ética del nismo como u n a cuestión privada y pública a la vez y n o en-
d e b e r basada en n o huir del sufrimiento ajeno. El pensa- fatizan tanto, como lo hacen las izquierdas alemana, inglesa e
m i e n t o d e J. MacMurray sobre el compromiso del cristiano italiana, la dimensión pública del cristianismo. U n a excepción
para actuar contra las causas q u e p r o d u c e n el sufrimiento a esta tónica dominante está representada por el CERES, que
es central en el socialismo ético inglés. a g r u p a a la izquierda del Partido Socialista y en el cual están
f) Realismo político, n o relacionado con el cinismo o la integrados n u m e r o s o s cristianos provenientes del PSU, u n
falta de utopías, sino vinculado al pensamiento de Tawney, partido de izquierda socialista que-se fusionó con las otras co-
según el cual la igualdad h a de ir construyéndose progresiva- rrientes que crearon en 1971 el PSF en el Congreso de Epinay.
m e n t e y n o hay que ligarla a la existencia de unas condicio- El líder de esta corriente, J.-P. Chevenement, definió la cultura
nes ideales de realización plena e inmediata, las cuales casi política de la misma como "una síntesis del progresismo laico
n u n c a se suelen presentar. En este sentido, los socialistas cris- y del cristianismo revolucionario". (En Bizot: 1975, 338).
tianos ingleses defienden el pragmatismo como vía de reali-
zación real y progresiva de la utopía evangélica. Blair afirma
q u e "la política es el arte de lo posible y tienes que convencer La izquierda italiana
a la gente que tu política n o va a originar problemas peores
q u e los q u e intentas arreglar". (Blair: 1996, 51). La izquierda italiana h a estado muy marcada en sus nue-
g) Defensa de u n a intervención fuerte del Estado con la fi- vas relaciones con el cristianismo p o r el el gran giro respecto
nalidad de hacer realmente posible la libertad personal, en- a las tesis leninistas sobre la religión realizado p o r P. Togliatti,
tendida como "capacidad para". Se trata de una concepción secretario general del PCI, en los primeros años de la década
socialista de la libertad bien distinta d e la liberal. El Estado de los sesenta. Los p l a n t e a m i e n t o s d e Togliatti marcaron la
mediante sus inversiones e n servicios públicos de alta calidad cultura comunista italiana que cada vez más se fueron distan-
persigue convertir a los sectores más desfavorecidos en verda- ciando de las tesis soviéticas y del instrumentalismo del PCF,
deros ciudadanos, algo q u e n o les asegura el libre mercado basado en la estrategia leninista d e la "mano tendida" formu-

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lada por Thorez en 1936. Quizá las siguientes expresiones d e ge el valor y la autonomía de la dimensión religiosa" (p. 10).
V. Chitti, que fue secretario regional de PCI de Toscana y aho- En el apartado 1, relativo a la adhesión, se apuesta por la plu-
ra es dirigente del PDS (Partido Democrático de la Izquier- ralidad y diversidad de culturas, filosofías y religiones en pie
d a ) , sintetizan muy a d e c u a d a m e n t e el nuevo p e n s a m i e n t o de igualdad, siempre que guarden afinidad con el programa y
comunista abierto por Togliatti y continuado p o r los secreta- los objetivos de la organización. Se afirma que las conviccio-
rios generales del PCI y del PDS Berlinguer, Natta, O c h e t t o nes religiosas enriquecen el patrimonio del partido; y n o
y D'Alema, respectivamente, sobre el tema del cristianismo sólo lo enriquecen, sino que constituyen y forman parte de
como cuestión pública para la izquierda: "No somos indife- ese patrimonio. En el apartado 5, d o n d e se explicitan los de-
rentes a la experiencia religiosa; expresamos nuestro aprecio rechos y deberes de los afiliados, se encuentran dos apartados
por los valores de liberación y elevación h u m a n a que particu- relacionados con nuestro tema. El p r i m e r o de ellos afirma el
l a r m e n t e la religión cristiana genera en los creyentes... no- d e r e c h o a expresar y sostener e n los órganos de informa-
sotros n o pensamos en la experiencia religiosa y en la misma ción del partido las conviciones ideales y culturales; ello con-
experiencia de la Iglesia como u n h e c h o privado del creyen- lleva q u e el cristianismo forma parte de la cultura pública
te aislado, sin influencia en la vida social". (En Díaz-Salazar: del partido. Además se establece el ejercicio de derechos de
1990,26). forma colectiva, alentando la promoción de asociaciones,
La izquierda italiana ha planteado lo que se denomina u n a centros de reflexión e iniciativas, fórums temáticos, servicio
"redefinición estratégica de la cuestión católica", para saber de publicaciones para contribuir al desarrollo de la cultura
construir un tipo de partido capaz de ser interlocutor tanto de del partido y a la creación de nuevos lazos con la sociedad y
las instituciones que propugnan u n a doctrina social de la Igle- con determinados colectivos de la sociedad civil. Esta es, pre-
sia muy crítica con el capitalismo como de los movimientos cisamente, la forma como se configuran en el centro y n o r t e
cristianos de base. P. Ingrao y otros destacados intelectuales y de Europa la mayor parte de los grupos de socialistas religio-
dirigentes políticos de la izquierda italiana afirmaron en los de- sos o cristianos d e n t r o de los partidos de izquierda.
bates sobre el futuro del PCI que "las nuevas realidades católi- M. D Alema, secretario general del PDS, en la relazioneque
cas representan quizá el interlocutor más relevante para la funda- inaguró el II Congreso del partido, celebrado en 1997, abor-
ción de u n a nueva fuerza de izquierda" (en Díaz-Salazar: 1990, dó en diversos pasajes temas relacionados con el cristianis-
22). Esta convicción condujo a A. Occhetto, ex secretario ge- mo. Hizo referencia a las alianzas con el m u n d o católico más
neral del PCI y del PDS, a proponer q u e "la cultura, las ideas, el avanzado, a la concepción del Olivo como encuentro entre
lenguaje de aquella área católica que está ya interesada o pue- culturas y tradiciones diversas, entre las que destaca la cristia-
de ser implicada en la prospectiva de la alternativa que propo- na. Definió al PDS c o m o "una izquierda atravesada por ideas
nemos deben llegar a ser parte integrante de nuestro discurso nuevas, abierta al diálogo con las grandes corrientes del pen-
político. Deben contar más". (En Díaz-Salazar: 1990,28). samiento religioso" (p. 13).
En los estatutos del PDS, el más amplio h e r e d e r o del PCI, En la ponencia m a r c o de este congreso también se abordó
se refleja la asunción del cristianismo c o m o u n a cuestión pú- la cuestión del cristianismo en la parte tercera, dedicada a la
blica. En ellos se plantea el f u n d a m e n t o ideológico y cultu- unión y renovación d e la izquierda. En ella se destaca la "vita-
ral del nuevo p a r t i d o desde la perspectiva de u n patrimonio lidad cultural y política de las corrientes cristianas que consti-
c o m ú n de valores a p o r t a d o p o r diversas tradiciones e inspi- tuyen u n a parte tan importante del e n t r a m a d o profundo d e
raciones, entre las q u e se encuentra el cristianismo. Por esta ra- la democracia italiana" (AA. W . : 1997, 13). Dentro de la pro-
zón, en los principios constitutivos se afirma que el PDS "aco- puesta del PDS de superar la división de la izquierda y abrir

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL Df AZ-SALAZAR

u n proceso constituyente de unidad, se apela a todas las tradi- del trabajo con los obispos de Caserta, de Ñola, de Salerno y con
ciones de izquierda, haciendo referencia a la tradición cristia- diversas Iglesias locales. Se entiende por la razón antes dada la
n a y al llamado solidarismo católico. Este proceso de unidad relevancia que tienen para nosotros las experiencias de Caritas,
n o se plantea como u n a serie de anexiones sucesivas, sino del grupo Abele y de tantas otras experiencias de voluntariado.
como u n a convergencia profunda que respeta identidades y La Iglesia ofrece materia de reflexión, de búsqueda mutua, de
culturas diferentes y que ha d e dar lugar a u n a formación po- diálogo. (Bertinotti: 1996, 4).
lítica diversa a todas las existentes en la izquierda. Para llevar
a b u e n puerto este proceso dialéctico de unidad desde la di- Toda la línea de aproximación al m u n d o cristiano y de aco-
ferencia se valora m u c h o la aportación n o politicista de cultu- gida e integración de sus planteamientos que fue especialmen-
ras de fondo, como el cristianismo. Como m é t o d o concreto te estimulada por E. Berlinguer —expresada en su correspon-
de ir construyendo este nuevo proceso unitario de toda la iz- dencia pública con m o n s e ñ o r Betazzi, obispo d e Ivrea— h a
quierda política y social italiana, la ponencia marco del PDS estado más allá de la táctica y la estrategia política. De h e c h o ,
sugiere la creación de u n fórum que sea "expresión de la iz- h a provocado la elaboración de u n nuevo tipo de cultura po-
quierda del área laica y católica y de las experiencias ecologis- lítica de izquierda, c o m o se p u e d e c o m p r o b a r en las revistas
tas" (p. 20) hasta llegar a dar paso a la celebración de unos Es- d e información y p e n s a m i e n t o de la izquierda comunista y
tados Generales de la izquierda d o n d e se decidiría el n o m b r e postcomunista y en la línea de sus editoriales. Quizá quien
y el programa del nuevo partido unitario. h a trabajado más y mejor en este sentido h a sido A. Zanar-
F. Bertinotti, secretario general del PRC (Refundación Co- do, director de Crítica Marxista, u n a de las revistas más presti-
munista), en su relazione introductoria al III Congreso del par- giosas de la izquierda italiana, quien afirmó q u e hay q u e pa-
tido, celebrado en 1996, también se refirió a la aportación del sar de la concepción negativa y despreciativa de la religión
cristianismo a la búsqueda de u n a nueva cultura política plan- como cuestión privada a u n a nueva concepción basada en
teada por las dos izquierdas italianas. Este dirigente político "la fe cristiana, u n a d e las raíces de la izquierda". Concreta-
concibe el cristianismo y gran parte del m u n d o cristiano como mente Zanardo ha escrito que "la cultura de izquierdas... bus-
u n a de la culturas críticas del país q u e la izquierda debe asu- ca sugestiones en otras culturas y desde la mitad del siglo las
mir e integrar en su proyecto, para q u e éste sea f e c u n d a d o y e n c u e n t r a también e n la fe cristiana. P o r q u e esta fe vive pre-
enriquecido p o r la identidad cristiana. Considera asimismo cisamente realidades extremadamente importantes" (Zanar-
q u e el cristianismo es u n a cultura pública d e n t r o de la vida do: 1989, 22). Según este autor, la izquierda se enriquece con
nacional. En las primeras páginas d e su relazione d e apertura las motivaciones, la utopía, el mensaje y las ansias de justicia
del III Congreso, Bertinotti afirmó lo siguiente: plena que provienen del m u n d o cristiano. Para este intelec-
tual y político italiano, el cristianismo es importante p a r a lo
En Italia esta búsqueda se plantea directamente la posibili- que él d e n o m i n a la cultura complexiva de u n país. La aporta-
dad de hacer fermentar fuerzas y culturas para construir una al- ción cristiana ha sido especialmente i m p o r t a n t e en la elabo-
ternativa de sociedad a la primacía del mercado. La cultura cris- ración del nuevo feminismo a d o p t a d o por el PCI y luego
tiana, y en particular la Iglesia y el mundo católico, son partes p o r el PDS. Destaca el trabajo realizado por Livia Turco, fe-
relevantes de la cultura del país. Lugares de testimonio de fe y minista, católica y actual ministra del Olivo, que durante años
de acción social que desarrollan cada vez con mayor fuerza una fue responsable del área d e la mujer en el PCI.
conflagración con la perversividad de la ideología de la mercan- Una muestra bien significativa de esta asunción de la cul-
tilización. Se explica por ello nuestro encuentro sobre el tema tura cristiana por parte d e la izquierda ha sido la decisión del

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

PDS, t o m a d a en 1994, de publicar d u r a n t e varios meses en d e la sociedad" (en Díaz-Salazar: 1990, 26). U n a p r u e b a ins-
su periódico L'Unitá todos los libros del Nuevo Testamento titucional de este interés es la constitución d e n t r o d e la orga-
c o m o s u p l e m e n t o de la edición dominical. Esta edición in- nización central del PCI y, después, del PDS de u n a Secreta-
cluía un estudio introductorio del cardenal Martini, arzobis- ría d e culturas y movimientos religiosos dedicada a articular
p o de Milán, u n a personalidad religiosa bastante presente en la política del partido hacia el m u n d o cristiano. La responsa-
la vida italiana y muy abierta al diálogo con los intelectuales ble d e esta secretaría es Giulia Ródano, hija de Franco Roda-
y políticos de la izquierda, c o m o p u e d e comprobarse en los n o , u n histórico católico comunista italiano q u e fue, c o m o
dos libros colectivos publicados con U. Eco y con M. Caccia- vimos en otro apartado, u n o de los principales asesores d e
ri, filósofo y alcalde de Venecia por el PDS. En la presenta- Togliatti y de Berlinguer.
ción del p r i m e r librito de la colección (Evangelio según San En Italia, el Partido Socialista (PSI) ha sido la fuerza mi-
Mateo), W. Veltroni, director del periódico y actual vicepresi- noritaria de la izquierda. Durante la mayor parte de su exis-
d e n t e del G o b i e r n o italiano, justificaba esta iniciativa en los tencia n o concedió m u c h a importancia al diálogo y a la cola-
términos siguientes: boración con el m u n d o cristiano. A comienzos de la década
de los cincuenta, P. Nenni, secretario general del partido,
Los Evangelios son un texto fundamental. Su lectura ayuda inició u n a política de acercamiento a este m u n d o a través
a conocer la gran experiencia de la religiosidad cristiana. Los de diversas intervenciones que luego recogió en su libro
Evangelios pertenecen a toda la humanidad. Son una fuente de Dialogo con la sinistra cattolica (1954). Esta política fue fugaz y
conocimiento también para quien ahora no tiene fe o no la ha n o tuvo continuidad. A comienzos de la década de los seten-
tenido jamás, pues no por ello se puede ignorar el rol y la fasci- ta, el vicesecretario general del partido, C. Martelli, inicia
nación de estos textos en la historia de la humanidad. Existe u n a nueva fase d e e n c u e n t r o , diálogo y cooperación con el
además otra razón para esta edición. La decisión de publicarlos m u n d o cristiano y eclesial. El PSI apoya en la década de los
en L 'Unitá corresponde a una intención connatural a la identi- ochenta fuertemente a la ASCE (Acción Socialista Cristiana
dad que hemos asumido: la tensión ininterrumpida hacia al diá- E u r o p e a ) , favorece la celebración d e encuentros naciona-
logo, hacia al encuentro, el conocimiento, la contaminación y les e internacionales sobre esta temática a los que acuden
el contagio con el lenguaje y las experiencias de otras culturas. sus principales dirigentes, edita publicaciones, su periódico
En estos tiempos de fundamentalismos, de integrismos, de in- Avanti c o n c e d e m u c h o espacio a esta temática, n o m b r a a
tolerancias, nos parece útil ofrecer mediante los Evangelios una u n m i e m b r o de la dirección del partido c o m o responsable
contribución a la búsqueda y a la comprensión mutuas. (Vel- de las relaciones con el m u n d o cristiano. Martelli p r o p u g n ó
troni: 1994,1). la tesis del cristianismo como soporte del socialismo: "El
fundamento ético, moral, del socialismo e u r o p e o remite
Todos estos planteamientos son los que p o n e n de manifies- p o r necesidad, en diversa m e d i d a y a t e n o r de las circuns-
to que políticamente la religión cristiana es u n a cuestión pú- tancias, a u n f u n d a m e n t o de naturaleza religiosa, a u n rasgo
blica para la izquierda italiana, lo cual lleva n o sólo a abrirse de la ética cristiana y es en particular el que se refiere a la
al cristianismo'como u n a d e las culturas de esa izquierda, sino fraternidad, a la solidaridad" (Martelli: 1989, 302). Recien-
a acoger demandas provenientes del m u n d o cristiano. V. Chit- temente h a afirmado q u e "el cristianismo es u n gran huma-
ti —antiguo secretario regional del PCI en Toscana y actual nismo, tal vez el más g r a n d e " . (Martelli: 1997, 141).
dirigente del PDS— ha manifestado que "estamos interesados
en u n a Iglesia católica que mira con preferencia a los últimos

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

La izquierda española Aguilar Navarro, Alvarez Miranda, Ruiz Giménez); 7 a ) emer-


gencia a comienzos de los setenta de u n a minoría muy signi-
La posición de la izquierda española ante la religión cris- ficativa y activa de obispos afines al socialismo democrático 8 .
tiana y, más concretamente, frente al catolicismo ha estado Durante casi tres décadas, los militantes de la Acción Cató-
muy determinada p o r el peculiar rol ejercido p o r la Iglesia lica obrera se centran en el trabajo sindical y contribuyen a
en la vida nacional en los últimos siglos. Es significativo que crear USO, AST (de d o n d e saldrá ORT) y CC O O . En el naci-
en España, a diferencia de la mayor parte de países europeos, miento de estos tres sindicatos los historiadores han mostrado
n o hayan existido socialistas utópicos de matriz cristiana du- la intervención decisiva de militantes obreros cristianos, movi-
rante el siglo xix y socialistas religiosos en los primeros treinta dos por u n tipo de religiosidad inédita en los últimos siglos en
años del siglo xx. En los años de la II República sólo cabe España. La labor de los curas obreros fue muy relevante (es
mencionar la excepción de J. Bergamín, católico revolucio- significativa la presencia en la dirección de CC O O del jesuita
nario y director de Cruz y Raya, A. Ovejero y algunos sacerdo- o b r e r o García-Salve j u z g a d o en 1972 en el famoso proceso
tes radical-socialistas, entre los que destaca Dóriga. Es a partir 1001), así como la de los responsables de parroquias obreras,
de mediados de los años cuarenta cuando se van a p o n e r las verdadera cobertura del movimiento sindical y c i u d a d a n o
bases para u n nuevo encuentro entre la izquierda y el cristia- (asociaciones de vecinos). Paradójicamente, las iglesias que-
nismo en nuestro país. madas por los obreros revolucionarios en el 36 se convierten
Considero que los factores que han p r o d u c i d o u n a inno- en hogar de resistencia obrera al franquismo en los sesenta.
vación religiosa en la historia de España manifestada a través En el ámbito político, los cristianos de izquierda —que hu-
de la creación de u n nuevo sujeto (los cristianos de izquierdas) yen del confesionalismo político desde el principio— se ale-
han sido los siguientes: I a ) la creación de u n a Acción Católica j a n del PCE en los cincuenta y sesenta por el estalinismo y le-
O b r e r a (HOAC yJOC) a mediados de los cuarenta y de otros ninismo imperantes, pero n o p o r ello se cierran al marxismo
grupos apostólicos obreros (VOS) y universitarios (FECUM, y al anarquismo que son recibidos y estudiados críticamente.
J E C ) , a c o m p a ñ a d o s p o r sacerdotes q u e tenían u n gran co- Hay que tener en cuenta, por ejemplo, el gran impacto e in-
nocimiento del marxismo (Alberdi, Malagón, Urbina, Do- fluencia que tuvo el libro de J. I. Calvez El pensamiento de Car-
mínguez, García-Nieto); 2") surgimiento de u n a nueva intelec- los Marx, editado p o r Taurus n a d a menos q u e en 1958. Ya e n
tualidad cristiana progresista (Aranguren, Aguirre, Comín, los años cincuenta se detecta u n a orientación socialista y mar-
Fernández de Castro, Valverde, Miret, Santamaría, el colecti- xista corregida p o r el p e n s a m i e n t o personalista de M o u n i e r
vo editor de El Ciervo); 3 a ) existencia de teólogos abiertos a en ciertos sectores cristianos ubicados en el m u n d o univer-
u n diálogo con el marxismo (Alvarez Bolado, González Ruiz, sitario (Cerón, F e r n á n d e z de Castro, Comín, A u m e n t e , Re-
Diez-Alegría, Benzo, Rovira, Faus, Floristán, Caffarena y el calde, Urenda, González Casanova, Gomis) y obrero (Roviro-
g r u p o del Instituto Fe y Secularidad); 4°) presencia de curas sa, Alcázar, Lavín, Martínez Conde, Royo, O b r e g ó n , Morillo,
revolucionarios en el m u n d o o b r e r o yjornalero (Llanos, Gar- Pérez Rey, H e r n á n d e z , Saracíbar, Zufiaur), e incluso u n a
cía Salve, Gamo,~Chinarro, Casasola, Diamantino García, etc.); orientación anarquista en algunos de ellos (Gómez del Cas-
5 a ) consolidación de u n a nueva generación sacerdotal que ya tillo, Martín). Decisiva es la creación a mediados de los cin-
en 1969 declara en u n a encuesta oficial de la Iglesia con mo- cuenta del SUT (Servicio Universitario del Trabajo) alenta-
tivo de la "Asamblea Conjunta" sentirse identificada con ideo- d a por el padre Llanos, m i e m b r o con el tiempo d e CC O O y
logías de izquierda (el 44 por ciento del clero); 6 a ) existencia del PCE, como vehículo de concienciación socialista d e mu-
de demócrata-cristianos de izquierda (Giménez Fernández, chos universitarios cristianos.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Estas fuerzas cristianas van a intervenir en 1958 en la crea- mido deseo que la realidad de esa lucha se ha encargado de dar
ción del FLP (Frente de Liberación Popular), un partido si- sobrado cumplimiento hoy, cuando los cristianos no solamente
tuado a la izquierda del PCE y en el que se experimenta p o r votan a los partidos marxistas, sino que son marxistas, dirigen-
primera vez en España la convergencia entre cristianismo y tes de partidos marxistas y teóricos creadores que se inspiran en
marxismo. Sus primeros dirigentes son cristianos y fueron de- los principios del marxismo... el problema marxismo-cristia-
tenidos y juzgados en u n consejo de g u e r r a en 1959, decla- nismo no tiene ya sentido como un problema a discutir entre
r a n d o a su favor los sacerdotes Sopeña, Llanos y Diez-Alegría. marxistas y cristianos, sino entre marxistas sin más. (Quintani-
Es significativo que en 1959 publique Fernández de Castro, el lla: 1981, 51).
p r i m e r ideólogo del FLP, el libro Teoría de la revolución (Tau-
rus), en el que plantea el tema del quehacer revolucionario El diálogo y la colaboración entre izquierda y cristianismo
de los cristianos. Muchos militantes cristianos van a intervenir ha existido en España, p e r o con m e n o r intensidad que en
posteriormente en la creación de nuevas formaciones políti- otros países europeos. Analizado el periodo 1947-1997, ve-
cas (ORT y partidos socialistas regionales agrupados en la mos cómo en estos cincuenta años el PSOE sólo h a emitido
FPS) o se van a incorporar a sindicatos y partidos tradiciona- u n a declaración sobre esta temática (X Congreso, agosto de
les de la izquierda española (PSOE, PCE) 1967) y desde entonces n o ha h e c h o n i n g u n a referencia a
Los militantes obreros cristianos entre 1962 — a ñ o en q u e esta cuestión en u n programa, congreso, manifiesto o decla-
lideran las huelgas de la minería asturiana y organizan a ni- ración del partido. Sólo con motivo del Programa 2000 con-
vel estatal las cajas de resistencia y apoyo a los huelguistas y vocó a u n g r u p o bastante n u m e r o s o de colectivos cristianos
sus familias desde la Comisión Nacional de la H O A C — y 1966 a través de la Fundación E n c u e n t r o (1989) para debatir cier-
son decisivos en la creación de CC O O , U S O y AST. Ellos tos aspectos sociales y económicos de ese programa. El PCE
crean en 1963 la editorial ZYX, la más i m p o r t a n t e editorial sólo ha emitido u n a declaración (1975), el PSUC otra (1976)
de cultura obrera de todo el franquismo, básica para la intro- e IU se ha referido a esta temática u n a vez (1992). El PSOE e
ducción del p e n s a m i e n t o socialista, comunista y anarquista IU n o han convocado n u n c a u n e n c u e n t r o o unas j o r n a d a s
en la década de los sesenta. En esta editorial publicará Jacin- sobre esta temática y en sus publicaciones n o se a b o r d a esta
to Martín, dirigente de la HOAC, el libro Comisiones Obreras cuestión, como es, p o r ejemplo, habitual en la mayor parte
•(1967) —secuestrado p o r la policía en la p r i m e r a semana de de los partidos de la izquierda europea. Sólo los comunistas
lanzamiento—, el cual constituye la p r i m e r a teorización so- y socialistas de Cataluña (1979, 1993), los socialistas del País
bre la identidad y orientación de este movimiento obrero. Vasco (1994), los comunistas andaluces (1992) y algunos re-
Militantes de la Acción Católica o b r e r a se i n c o r p o r a n a la presentantes de la e x t r e m a izquierda —Liberación y Zutik,
U G T y a la CNT a finales de los años sesenta. El fuerte com- ex MC (1994, 1997)— h a n realizado encuentros sobre esta
p o n e n t e de cristianos en la izquierda española d e los años se- temática. H a n existido foros d o n d e se ha p o d i d o debatir esta
senta y setenta se plasma muy bien a través de las siguientes cuestión, p e r o h a n sido convocados a instancias de otras ins-
expresiones de M. A. Quintanilla, u n destacado intelectual tituciones: Conversaciones organizadas p o r la Paulus Gesetts-
socialista: chaft (1964 a 1967, el p r i m e r lugar d o n d e se e n c o n t r a r o n
políticos españoles d e izquierda en el exilio e intelectuales
Hace unos años todavía tenía sentido el piadoso deseo de cristianos del interior), Seminarios del Instituto Fe y Secula-
que el diálogo entre marxistas y cristianos diera paso a la cola- ridad, Encuentros d e Cristianos por el Socialismo, Foro so-
boración en la praxis de la lucha por el socialismo. Piadoso y tí- bre el H e c h o Religioso, Congreso de la Fundación F. Ebert y

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

del I. Fe y Secularidad (1990),Jornadas del IDTP d e Bilbao (Izquierda Demócrata-Cristiana) al PSOE,J. TusellyJ. Calvo
(1994), Simposio del Ministerio de Justicia (1995). dicen lo siguiente: "En este clima (de tensiones intraeclesia-
les y políticas) se explican las defecciones que la Democracia
Cristiana por él inspirada empezó a experimentar en diversas
El área socialista y sucesivas oleadas. Primero fue Mariano Aguilar Navarro;
luego, en el año de la muerte de Giménez Fernández (1968),
Entre el m u n d o socialista y el m u n d o cristiano siempre u n g r u p o de jóvenes sevillanos, entre los q u e estaba Felipe
había existido u n a actitud de enfrentamiento. En el exilio se González, ingresó también en el PSOE. Más adelante lo ha-
realiza u n acercamiento entre el PSOE y el PNV, p e r o u n ma- rían, p r o c e d e n t e s de las filas democristianas, Peces-Barba,
yor desbloqueo de esta actitud se va a ir i n c o a n d o a finales Altares y Leopoldo Torres". (En Tusell y Calvo: 1990, 310).
de la década de los cincuenta a raíz de u n a conferencia pro- En este clima hay que insertar la primera declaración de
n u n c i a d a p o r M. Giménez Fernández en la Facultad de De- apertura al cristianismo por parte del PSOE, que se realiza en el
recho de la Universidad Complutense, con el título de "Cris- X Congreso del Partido, celebrado en agosto de 1967. Esta de-
tianismo y política social". El c o n t e n i d o de la conferencia claración llama la atención por el año en que se realiza —hasta
de este catedrático d e Derecho de la Universidad de Sevilla, el Congreso de Suresries de 1974 n o llega a la secretaría gene-
ex ministro de la República y u n demócrata-cristiano q u e re- ral Felipe González y su grupo—, por la longitud y por el con-
chazaba el franquismo y se oponía a la colaboración de los ca- tenido de la misma. En la primera parte de ésta se realiza u n a
tólicos con ese régimen, fue recogido por El Socialista (3 y 10 interesante valoración crítica del neocapitalismo, utilizando
de marzo de 1958), llegando a la siguiente conclusión: "Otra profusamente citas del Concilio Vaticano II y de encíclicas de
realidad sería España si todos los católicos pensaran como el J u a n XXIII y Pablo VI. Posteriormente se realiza u n recorrido
Sr. Giménez Fernández". En 1959, Giménez Fernández creó histórico sobre las relaciones entre el PSOE y la Iglesia católi-
el partido IDC (Izquierda Demócrata Cristiana) y escribió ca, llegando a la conclusión de q u e se p u e d e establecer u n
u n a carta a J u a n XXIII, en la q u e caracterizaba al régimen nuevo tipo de relaciones gracias a los cambios acontecidos en
franquista c o m o u n "Estado totalitario con cruz alzada". En esta institución y los planteamientos socio-económicos que
septiembre de ese mismo año, cuatro miembros de IDC se en- ésta p r o p u g n a , p u e s éstos son afines a los del socialismo. En
trevistaron en Bayona con los secretarios generales de UGT la tercera parte, el PSOE define sus objetivos políticos y su
y PSOE, Pascual Tomás y Rodolfo Llopis, respectivamente, y identidad cultural; asume explícitamente, en la línea de la De-
a finales d e 1960 se iniciaron contactos con el PCE y T i e r n o claración d e la I n t e r n a c i o n a l Socialista de 1951, q u e el hu-
Galván. En 1961', R. Llopis dio instrucciones a la dirección an- manismo cristiano es u n o de los ingredientes culturales del
daluza del PSOE en la clandestinidad para q u e estrecharan socialismo en pie de igualdad con otras ideologías tradicio-
lazos con este tipo de cristianos, p u e s en E u r o p a se estaba nales c o m o el m a r x i s m o . Desde esta perspectiva, el PSOE se
creando "una gran corriente a base de socialistas y católicos". define como partido laico y "no metafísico": "El socialismo no
En j u n i o de 1961, PSOE e IDC, j u n t o a otros g r u p o s republi- es u n a actitud de proyecciones metafísicas... Socialismo y reli-
canos y nacionalistas, crean la UFD (Unión d e Fuerzas De- gión n o implican contradicción. No es verdad que exista esa
mocráticas) . El socialista J i m é n e z d e Asúa m a n t u v o también escisión m a n i q u e a e n t r e u n m u n d o ateo y materialista y u n
u n a correspondencia con Giménez Fernández hasta la muerte m u n d o religioso y espiritualista" (en Azcárate y otros: 1977,
de éste en 1968. Posteriormente, algunos jóvenes d e IDC in- 164-165). La declaración concluye presentando al PSOE como
gresarán en el PSOE. Sobre el p a s o de personas de la IDC u n partido de diálogo, r e i t e r a n d o el aprecio de los nuevos

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEL DÍAZ-SAIAZAR

planteamientos eclesiales sobre la propiedad privada y la so- ral sobre el pensamiento político de este autor y en la presen-
cialización de la economía y abogando por un "efectivo acer- tación d e la edición de la misma en 1972 ya explícita clara-
camiento de católicos y socialistas". m e n t e su paso al socialismo desde y con el cristianismo: "El
Desde mediados de los sesenta, algunos jóvenes de IDC autor h a secularizado sus planteamientos políticos, a u n q u e
experimentan u n a evolución que les lleva del ala de izquierda n o su perspectiva de fe, n o ha reducido su estima, sino, todo
de la Democracia Cristiana al socialismo, movidos p o r u n a lo contrario, la h a a u m e n t a d o p o r el p e n s a m i e n t o de Mari-
cultura política cristiana q u e no van a abandonar. El princi- tain... En continuidad, sin r u p t u r a , es evidente q u e existe
pal representante de esta corriente de católicos de izquierda hoy u n a corriente importante de h o m b r e s q u e p r e t e n d e n
es Gregorio Peces-Barba, q u e ya a comienzos de los años se- p o n e r el acento sobre lo socialista y completar así en este mo-
senta participa decisivamente con otrosjóvenes en la creación m e n t o histórico esa obra a la que tanto contribuyó Maritain"
de IDC: "Esa influencia (de la FECUM de los jesuítas, que (Peces-Barba: 1972, 11, 14). En esta época este autor declara
impulsó nuestra formación social y política desde perspecti- que cristianismo progresista y socialismo democrático son dos
vas solidarias y cooperativas) y la de Maritain nos llevó, al aca- culturas q u e coexisten y se s u p e r p o n e n en su p e n s a m i e n t o y
bar la carrera, a u n g r u p o de amigos, entre los q u e estaban en su acción y, p o r ello, en 1972 G. Peces-Barba y otras per-
Javier Rupérez, Óscar Alzaga, Ignacio Camuñas, Julio Rodrí- sonas q u e c o m o él pertenecían a la FECUM, u n a congrega-
guez Aramberri y j u a n Luis Cebrián, entre otros, a participar ción apostólica de los jesuítas de la q u e h a n salido destaca-
en la reconstrucción de la Izquierda Demócrata Cristiana que dos dirigentes y militantes de izquierda, ingresa en el PSOE.
se identificaba con d o n Manuel Jiménez Fernández, un hom- Este político e intelectual socialista sigue p r o p u g n a n d o el
bre de admirable dignidad" (Peces-Barba: 1996, 34). J. Ro- valor del pensamiento político de matriz cristiana para el so-
dríguez A r r a m b e r r i realizó su tesis doctoral sobre el jesuíta cialismo: "Su semilla se ha trasplantado y h a fructificado en
Teilhard de Chardin, posteriormente fue u n o de los principa- tierras laicas, m a n t e n i e n d o en ellas, sin duda, aspectos de su
les ideólogos de la troskista LCR y finalmente ingresó en el tenor religioso... Quizá el socialismo ético, alimentado prin-
PSOE. J u a n Luis Cebrián llegaría a ser el p r i m e r director de cipalmente de la ética laica, recibe así desde éticas religiosas
El País y Rupérez, Alzaga y Camuñas serían destacados miem- u n c o m p l e m e n t o , en su raíz, q u e le fortalecerá... traslado di-
bros de UCD. Peces-Barba fue el p o n e n t e constitucional del mensiones del mensaje evangélico para perfilar, matizar o
PSOE y presidente del Congreso de los Diputados. En u n ar- potenciar algunas dimensiones de la ética pública". (Peces-
tículo titulado ^Revolución en la libertad", publicado en 1964 Barba: 1996,^111, 118).
en la revista Cuadernos para el Diálogo (n° 12), aparece ya su Otro g r u p o que va a contribuir a la entrada de sectores sig-
p e n s a m i e n t o de izquierda d e n t r o de u n m a r c o político de- nificativos del m u n d o cristiano en el PSOE es el proveniente
mócrata-cristiano. En 1966, en el n s 30 de esa misma revista, de las diversas corrientes socialistas, externas en u n m o m e n t o
G. Peces-Barba publica u n i m p o r t a n t e artículo, titulado "So- al PSOE, agrupadas e n la FPS (Federación de Partidos Socia-
bre el papel d e un movimiento político de inspiración per- listas) . Muchos de estos militantes cristianos y socialistas son
sonalista", en el que fundamenta la inserción de cristianos en de extracción o b r e r a y provienen de la USO, u n sindicato
los partidos d e izquierda con la aportación d e u n a cultura socialista autogestionario creado por militantes de la J O C (Ju-
política basada en "una concepción de la persona y de la socie- ventud Obrera Cristiana), u n movimiento apostólico muy ac-
dad inspirada en el humanismo cristiano personalista y comu- tivo al igual que la H O A C y la VOS. LaJOC fue la que consiguió
nitario" (p. 29). El autor cita a Mounier, Teilhard de Chardin la beca para que Felipe González se trasladara a estudiar a la
y Maritain; precisamente Peces-Barba realiza su tesis docto- Universidad Católica d e Lovaina 9 . Eugenio Royo —presi-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

d e n t e d e la J O C , líder de USO y p o s t e r i o r m e n t e consejero


e intelectuales de los partidos agrupados en la FPS eran cris-
de E c o n o m í a en el g o b i e r n o socialista d e la C o m u n i d a d de
tianos y tenían u n a concepción de la dimensión pública del
Madrid— personifica muy bien a este g r u p o d e cristianos
cristianismo en el socialismo. Un intelectual socialista, Reyes
en el PSOE. Otros católicos y socialistas significativos d e esta
Mate —proveniente de Convergencia Socialista de Madrid y
época de mediados de los setenta son Lluis Reverter, J o a n
posteriormente jefe del gabinete del ministroj. M. Maravall—
Majó, Félix Pons, Demetrio Madrid, Víctor Manuel Arbeloa,
es quien más intensa y sistemáticamente va a formular la nece-
Francisco Vázquez, Francisco Fernández Marugán, Carlos
sidad de que el cristianismo sea u n a de las culturas políticas
Dávila,Juan Manuel Eguiagaray—miembro de Cristianos p o r
públicas del PSOE a través de u n a larga y densa obra de filo-
el Socialismo y del Instituto de Pensamiento Cristiano y Diálo-
sofía política y filosofía de la religión. Esta obra, p o r lo q u e
go de Bilbao—, Manuel de la Rocha, consejero de Educación
respecta a la cuestión del cristianismo en el socialismo, es la
en el gobierno socialista de Madrid y u n o de los líderes de Iz-
principal heredera y continuadora en el PSOE actual de los
quierda Socialista. José Bono, entonces militante del PSP, y
planteamientos de Fernando de los Ríos, del austromarxista
Francisca Sauquillo, u n a de las líderes de la maoísta ORT, se-
Max Adler y del socialismo neokantiano de H. Coen.
rán con el tiempo destacados dirigentes del PSOE. Bono, Sau-
quillo y De la Rocha pertenecían, al igual que Peces-Barba, a Reyes Mate basa su planteamiento básico en la crítica a los
FECUM. Unas declaraciones de Demetrio Madrid, diputado tres c o m p o n e n t e s d é la ideología tradicional del PSOE q u e
socialista y ex presidente de la J u n t a de Castilla y León, con- impiden asumir el cristianismo como u n ingrediente de la cul-
densan muy bien el pensamiento de muchos militantes socia- tura socialista: la concepción de religión como cuestión pri-
listas de origen cristiano: "Hay u n a parte importante de vo- vada, la idea de laicismo y el concepto de racionalidad. La ar-
tantes y militantes del PSOE que tienen u n a clara convicción ticulación político-ideológica de la tesis central de este autor
y sentimientos de creyentes, inspirados en la formación de lo apareció en el d o c u m e n t o "Por u n partido laico", elaborado
mejor que p u e d e tener el h u m a n i s m o cristiano. Es más, yo con motivo de los debates del XXVIII Congreso del PSOE y el
veo que en mi propio partido esos sentimientos y esas ideas posterior Congreso extraordinario (septiembre de 1979). En
están más a flor d e piel q u e en el Partido Popular" (El País, él plantea que el creciente n ú m e r o de cristianos en el PSOE,
9 de mayo de 1993, p . 24). J. B o n o ha expresado reiterada- que n o tienen u n a concepción privada y apolítica del cristia-
m e n t e que "estoy en política inicialmente por u n impulso re- nismo, debe llevar al partido a asumir esta religión como u n a
ligioso" 10. Es significativo que el mismo Bono narre en el libro cuestión pública. Esta es precisamente u n a forma de reforzar
citado en la nota anterior cómo "los «grises» (policía nacional) el carácter laico del partido, al señalar como u n a seña de iden-
m e pillaron u n a vez con p r o p a g a n d a subversiva en u n a reu- tidad ideológica la pluralidad de culturas emancipatorias
nión en Villaverde, barrio o b r e r o de Madrid, a la que había q u e lo sostienen: " H e t e r o n o m í a de elementos q u e constru-
sido convocado por la Asamblea del Pueblo de Dios (una coor- yen el socialismo, pluralidad d e culturas... El desafío que ante
d i n a d o r a de c o m u n i d a d e s cristianas de base d e orientación sí tiene el socialismo es el de asumir esa pluralidad en función
política radical)" (p. 48). Este dirigente socialista p r o p u g n a del proyecto de liberación q u e es su razón de ser. De eso se
u n a política de "acentuar afinidades" con el m u n d o cristia- trata c u a n d o se dice q u e la religión es u n asunto público".
n o . Diversos dirigentes regionales del PSOE provienen de (Mate: 1986, 38).
FECUM yJEC (Juventud Estudiantil Cristiana). El PSOE, según Mate, será u n partido laico en la m e d i d a
en que n o se construya desde u n apriori filosófico y se base en
En la encuesta publicada en el libro Los marxistas españoles y las culturas de las fuerzas sociales que lo sustentan. Entre és-
la religión se p u e d e constatar c ó m o gran parte de los dirigentes tas destaca la r e p r e s e n t a d a p o r los católicos practicantes que

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h a n otorgado u n gran apoyo electoral al PSOE — m u y supe- de la pluralidad de culturas socialistas existentes en el PSOE
rior al de indiferentes, agnósticos y ateos— y sin los cuales el y se situaba en las antípodas de los planteamientos de la Inter-
partido n o habría experimentado su crecimiento. Mate afir- nacional Socialista y de la inmensa mayoría de los partidos
ma que declarar q u e la religión es u n asunto privado, cuan- socialistas, los cuales habían incorporado el h u m a n i s m o cris-
do de h e c h o n o lo es en el m u n d o socialista y en la realidad tiano desde hacía decenios como u n a de las culturas públicas
española, sería u n acto totalitario contrario a la razón laica y definitorias de su identidad socialista.
que se caracteriza p o r tener en cuenta lo q u e r e a l m e n t e pasa Arbeloa, como apoyo a su argumentación, aduce u n a car-
en la sociedad. Asumir en el partido el c o m p o n e n t e de cul- ta de Kreisky a Palme y a Brandt, en la que el socialista aus-
tura política del cristianismo supone, según este intelectual tríaco centra la identidad del socialismo en u n f u n d a m e n t o
socialista, recoger u n a corriente cultural q u e de h e c h o exis- moral radicado en la solidaridad y en la idea de fraternidad,
te en el partido. Esta asunción ha de ser explícita y n o vale conceptos nucleares del cristianismo.
u n a aceptación liberal, según la cual "todas las ideologías va- El planteamiento de Arbeloa se basaba en las tesis del so-
len lo mismo p o r q u e n i n g u n a es tomada en serio". El autor cialismo e u r o p e o para reivindicar la legitimidad histórica e
del d o c u m e n t o afirma que los cristianos ni son ni quieren ser ideológica de considerar el h u m a n i s m o cristiano como u n a
u n frente o u n a corriente política específica en el interior cultura pública del PSOE en pie de igualdad con otras cultu-
del partido, simplemente pretenden que las dimensiones cul- ras políticas presentes en el mismo. U n a peculiar correlación
turales y sociales del cristianismo sean reconocidas como se- de fuerzas ideológicas d e n t r o del PSOE n o p o d í a llevar a la
ñas de identidad del PSOE. Este d o c u m e n t o pretendía ser el exclusión del h u m a n i s m o cristiano de la ideología y de las
inicio de u n debate d e n t r o de la reelaboración ideológica señas de identidad públicas del partido.
del PSOE. R. Mate también intervino en el debate indicando los lími-
La práctica política del día a día — q u e parece n o reque- tes del racionalismo crítico adoptado como filosofía más afín
rir debates culturales de f o n d o — y la llegada del PSOE al po- a la nueva identidad del socialismo. Planteó la necesidad de
der postergaron esta propuesta de diálogo sobre las culturas adoptar un tipo de racionalidad socialista más pluridimensio-
políticas existentes en el PSOE. Es en los años 1989-1990, u n a nal y abierta al cristianismo, el cual es caracterizado como u n a
década después, c u a n d o se volverá a reabrir el tema con mo- "cultura cómplice del socialismo" con mayor capacidad para
tivo del Programa 2000. En esta ocasión, V. M. Arbeloa — u n f u n d a m e n t a r la solidaridad y la universalidad como núcleos
socialista muy significativo, q u e había realizado u n a contri- de u n a nueva cultura socialista. También fueron muy impor-
bución importante a rescatar la historia del PSOE desde los tantes en este d e b a t e las contribuciones de Adela Cortina y de
años sesenta—vuelve a plantear la necesidad d e que el parti- J o a q u í n García Roca para la formulación de u n nuevo con-
d o asuma el cristianismo como u n c o m p o n e n t e cultural de cepto de laicidad q u e permitiera u n a mayor a r m o n í a y arti-
sus señas de identidad pública. Arbeloa, que se define "socia- culación entre las diversas culturas socialistas, cristianas y n o
lista cristiano", muestra su oposición al nuevo fundamento cristianas, dentro del PSOE (en Alvarez Bolado y otros: 1989;
ideológico laicista y laicizador q u e se pretendía imponer en en AA. W . : 1991). En este contexto ideológico provocado por
el PSOE a través del intento de convertir en pensamiento de las tesis filosófico-políticas i m p e r a n t e s e n el Programa 2000,
todo el partido lo que simplemente era la peculiar filosofía Reyes Mate ha reivindicado la actualización del socialismo
de u n g r u p o de intelectuales q u e defendían como seña de ético n e o k a n t i a n o d e H. Coen, reforzado con los plantea-
identidad del socialismo u n materialismo racionalista explíci- mientos fílosófico-teológicos d e Metz. Considera q u e éste es
tamente antirreligioso. Esta operación, según él, iba en contra u n pensamiento más afín al socialismo q u e la opción tomada

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p o r los ideólogos de ese p r o g r a m a d e inspirarse en el pensa- La nueva a p e r t u r a socialista


miento de autores liberales como Rawls y Rorty. Mate, en sus al m u n d o cristiano
obras Mística y política, La razón de los vencidosy Memoria de Oc-
cidente, h a construido u n tipo de racionalidad socialista muy Otros importantes dirigentes federales del PSOE sí com-
marcada p o r el judeo-cristianismo y conectada a u n a redefi- partían estas tesis y van a impulsar iniciativas significaticas
nición y reorientación de la política socialista. q u e manifiestan su concepción de q u e el cristianismo es u n a
C o m o vimos en un apartado anterior, todos estos plantea- cuestión pública para la izquierda. Raimon Obiols es el pri-
mientos n o fueron asumidos p o r la dirección del partido. m e r dirigente q u e en la historia reciente del PSOE lanza u n
F. Pons, dirigente mallorquín del PSOE y presidente del Con- llamamiento público al m u n d o cristiano con motivo d e la
greso de los Diputados, llamó la atención sobre la excepcio- celebración del VI Congreso del PSC-PSOE en 1990 y lo pu-
nalidad o anormalidad e u r o p e a de las tesis imperantes en la blica en el diario La Vanguardia, siguiendo u n m é t o d o pare-
dirección del partido a la h o r a de n o asumir el h u m a n i s m o cido al de la izquierda italiana. Explícitamente rechaza u n a
cristiano como u n a cultura pública del PSOE: intencionalidad m e r a m e n t e electoralista y lo plantea c o m o
la recuperación de u n diálogo en profundidad y u n a colabo-
El PSOE tiene que integrar en pie de igualdad a las distintas ración práctica entre'el m u n d o socialista y el m u n d o cristia-
culturas sociales que han apoyado el proyecto socialista. Es de- n o q u e son, según él, ámbitos sociales interconectados desde
cir, no puede ser que haya un grupo importante que esté insta- h a c e años en la realidad catalana. Después d e valorar positi-
lado en el Partido Socialista, que defina el proyecto y que lo vamente los planteamientos socio-económicos existentes in-
ofrezca a los electores para que simplemente lo apoyen... ha ha- cluso d e n t r o de la j e r a r q u í a de la Iglesia, invitaba a elaborar
bido si no anticlercalismo, por lo menos negación del valor del conjuntamente u n a nueva cultura y práctica política. En el
hecho religioso en la configuración de la sociedad o al menos informe q u e abrió el VI Congreso del PSC-PSOE (Gerona,
indiferencia ahsoluta ante este hecho... Un grupo que yo creo 1990), Obiols afirmó lo siguiente sobre esta temática:
que está aportando energías al proyecto socialista es sin duda
el de personas que llegan al socialismo desde sus creencias re- Nuesto partido ha de abrirse al diálogo con los movimientos
ligiosas, o precisamente por sus creencias religiosas. Una gran de base, tanto laicos como cristianos... ¿Cómo es posible que exis-
parte de los cristianos españoles han apoyado al Partido Socia- ta un diálogo entre católicos progresistas y troskistas y no exista
lista, es evidente, estadísticamente. Yo he dicho muchas veces en este país un diálogo claro y abierto entre católicos solidarios,
que si fuese incompatible el apoyo al socialismo y la condición de católicos de progreso y socialistas democráticos? Es insensato.
católico en España, o tendrían que cerrar la mitad de las iglesias Cualquier reflejo de sectarismo por una u otra parte es rechaza-
o tendría que cerrar el Partido Socialista. Sin embargo, la acep- ble... es necesaria la confluencia de las fuerzas espirituales, de las
tación de la aportación religiosa o de la creencia religiosa como asociaciones, de los sindicatos, de los partidos... que quieren una
un hecho positivo para un proyecto de izquierda no se ha reali- sociedad más solidaria, más rica de verdad. Y por esta razón tan
zado. Pero en muchos socialismos europeos ya se ha producido elemental, tan poco instrumental, tan sincera ofrecemos el diá-
este proceso hace muchos años: en el escandinavo, en el ale- logo con los cristianos, y por descontado con la gente del mundo
mán, en el inglés, etc. Son algunos ejemplos a seguir. (Pons: laico, con toda la gente que quiera dar, si se me permite, una cier-
1991,202-203). ta dimensión de espiritualidad al proceso de evolución política y
social en este país y que no se contenta con una situación que ya
Marx criticaba como propia de un materialismo práctico.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

cas de solidaridad en Europa y España, la reconstrucción de la


R. Obiols h a impulsado diversas iniciativas hacia el m u n - idea de progreso, el lugar de la misericordia y la fraternidad
d o cristiano y h a participado en diversos foros en los q u e se en la cultura y la política de la izquierda (Obiols y otros: 1994).
h a a b o r d a d o esta temática. Así, en su intervención en el Dentro del PSC-PSOE, E. Lluch, ex ministro de Sanidad, ha
Congreso Euroizquierda y cristianismo, titulada "Los nuevos mostrado la relevancia de la crítica al capitalismo expresada
frentes del diálogo", abogó p o r la creación de u n a infraes- p o r la nueva doctrina social de la Iglesia y h a declarado q u e
tructura para asegurar u n contacto p e r m a m e n t e con el "soy socialista y u n a de mis raíces es el humanismo cristiano".
m u n d o cristiano a través d e encuentros, seminarios, publi- (Cinco Días, 17 de julio de 1996).
caciones, etc., para p o d e r ir tejiendo u n nuevo clima cultu- Ramón Jaúregui es otro dirigente socialista q u e viene rea-
ral y político con este i m p o r t a n t e sector d e la sociedad espa- lizando u n a política de acercamiento al m u n d o cristiano. La
ñola. Obiols considera q u e la izquierda debe asumir u n a iniciativa parte del proceso de convergencia PSOE-Euskadi-
modestia epistemológica y desprenderse de actitudes onto- ko Ezkerra, u n partido en el que la presencia cristiana en los
lógicas y cientificistas de posesión d e la verdad, lo cual es ámbitos de militancia y creación de cultura política era fuerte.
también u n a exigencia para el m u n d o cristiano. El socialis- En 1993, Jaúregui, Onaindía y Larrínaga, dirigentes del PSE-
m o h a d e tener u n a gran a p e r t u r a a las ideas del otro, del PSOE, convocaron en dos ocasiones a un numeroso g r u p o de
q u e n o piensa c o m o él. Obiols, q u e parte del reconocimien- cristianos pertenecientes a diversos movimientos eclesiales y
to de la pluralidad de culturas socialistas d e n t r o del PSOE y activos militantes en movimientos sociales. La finalidad de los
del rechazo del socialismo c o m o ideología totalizante, otor- encuentros fue plantear la política de apertura del partido al
ga u n papel relevante a los cristianos a la h o r a de reelaborar m u n d o cristiano, partiendo de u n a autocrítica p o r n o haber
la cultura política de izquierda, pues esta tarea h a de hacer- sabido valorar este sector social. Jaúregui afirmó que "no hay
se desde diversas concepciones filosóficas, éticas y religiosas límite para recorrer u n camino d e apertura al cristianismo;
que confluyan en la adopción de objetivos socialistas. En las es de justicia, o p o r t u n i d a d e inteligencia hacerlo", mientras
j o r n a d a s sobre "Religión y sociedad en España", organiza- que Onaindía manifestó que los sindicatos y los grupos cris-
das p o r el Ministerio d e Justicia en la época del ministro Bc- tianos de base son los movimientos sociales más importantes
lloch, afirmó que la contribución del m u n d o cristiano era para la izquierda. Este dirigente socialista considera que "la
relevante para la izquierda en cuatro ámbitos: la dignifica- pretensión del socialismo actual n o es la del doctrinarismo,
ción d e la política a través de la concepción de ésta c o m o sino la d e abrirse a todas las tradiciones que p u e d a n conver-
"vehículo d e la moral", la potenciación de la solidaridad, la ger en los valores del socialismo. En este sentido es muy inte-
revitalización de la democracia participativa y el rechazo del resante abrirse y recoger la tradición cultural de los cristianos
fundamentalismo. procedentes del Concilio Vaticano II" (en Jaúregui y otros:
Esta idea del cristianismo como cuestión pública para la iz- 1997, 6). Este proceso culminó con la constitución orgánica
quierda llevó a la dirección del PSC-PSOE a organizar en 1993 del g r u p o Cristianos-Socialismo d e n t r o de la Secretaría de
unas j o r n a d a s tituladas "Cristianismo y socialismo: u n diálo- Movimientos Sociales del PSE-PSOE. Este g r u p o constituye
go a reemprender", en las que intervinieron como ponentes algo inédito en la historia d e la izquierda española, a u n q u e
destacados políticos e intelectuales socialistas (Obiols, Molas, es semejante a otros existentes en la mayor parte de los parti-
Majó, Siurana) y p e n s a d o r e s cristianos (Duch, Faus, Rovira, dos socialistas europeos. Viene desarrollando desde enton-
Vilanova). Los temas centrales giraron en torno a los valores ces u n a intensa actividad con la celebración de encuentros,
compartidos por la tradición socialista y cristiana, las políti- seminarios, j o r n a d a s de debate, etc.

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El cambio cultural que esta orientación de la dirección del mo a través de su fe cristiana, esos movimientos pacifistas, esa
PSE-PSOE conllevaba originó la organización d e unas jor- gente que lucha por la solidaridad internacional... (En El Socia-
nadas en 1994 sobre "Cristianos en el socialismo vasco" con lista, enero de 1998, p. 9).
ponencias de Jaúregui, Eguiagaray, Onaindía. En esta oca-
sión, Ramón Jaúregui afirmó que "muchos de los valores q u e Diversos intelectuales y políticos pertenecientes a las dis-
el socialismo hace suyos tienen u n a raíz cultural cristiana in- tintas sensibilidades y corrientes existentes en el PSOE pare-
negable. Debemos p e r d e r el miedo a reivindicar para el so- cen compartir la tesis del intelectual marxista A d a m Schaff,
cialismo y la izquierda la carga de solidaridad, d e provoca- u n activo p r o m o t o r de la revista El socialismo del futuro, impul-
ción, de inconformismo, de rebeldía con el statu quoy con la sada p o r el llamado sector guerrista del partido:
injusticia q u e contiene el mensaje cristiano y la e n o r m e fuer-
za, que es parte del acervo cultural de Occidente, del lengua- Hoy sería una locura que la izquierda rechazase a un aliado
j e evangélico para expresarla" (Jaúregui y otros: 1997, 98). tan potente en el mundo como los movimientos religiosos. En
Estas ponencias y otros trabajos sobre los nuevos planteamien- el caso de la teología de la liberación y de los movimientos afines
tos del PSE-PSOE han sido recogidos en u n a publicación edi- que hay en Europa esta alianza es tanto más fácil, por cuanto sus
tada por el partido. En ella hay que destacar los textos del so- integrantes aceptan el marxismo como guía en la acción práctica.
cialista García de Andoín, tanto el referido a la crítica al PSOE Planteo la cuestión de una base ideológica común que implan-
existente en el m u n d o cristiano c o m o el dedicado al debate taría una forma de unidad abierta a la diversidad de creyentes
con los intelectuales q u e p r o p u g n a n la privatización forzada y no creyentes. Esa base es el humanismo que coloca al hombre y
del cristianismo en la cultura del PSOE. el amor al prójimo como el principal de los valores. El humanis-
En 1997 esta nueva política hacia el cristianismo y el m u n - mo así entendido desempeña un papel ecuménico (uso ese tér-
do cristiano h a sído recogida explícitamente en la Ponencia mino salido de la teología cristiana), ya que pueden participar
Política de Bizkaia, en u n a e n m i e n d a a la Ponencia Marco del en él personas con ideas distintas en cuanto a la fe religiosa.
XXX Congreso del PSOE y en las Resoluciones del III Con- (Schaff: 1993,197-198).
greso del PSOE-PSE, dentro del apartado "partido, sindicatos,
movimientos sociales". Después de treinta años (X Congreso J. A. Belloch y M. T. Fernández de la Vega, en la época que
del PSOE, 1967) aparece en u n d o c u m e n t o del PSOE u n a de- estuvieron al frente del Ministerio de Justicia, impulsaron u n a
claración explícita sobre el m u n d o cristiano. Con posterio- política basada en la convicción de q u e el Estado h a de tener
ridad al III Congreso, R. J á u r e g u i ha afirmado, dentro de su en cuenta de u n m o d o activo las creencias religiosas de la so-
propuesta de un partido más abierto, que el m u n d o cristiano ciedad y m a n t e n e r unas relaciones intensas d e cooperación
solidario hay q u e ubicarlo d e n t r o de los aliados potenciales con las confesiones religiosas. El Estado es aconfesional, se-
de u n nuevo proyecto socialista: g ú n ellos, p e r o la cuestión religiosa n o le ha d e ser extraña o
ajena. Belloch considera q u e "la religión es u n h e c h o social
El Partido debe ser consciente de que los socialistas no están importante y desde u n p u n t o de vista político es necesario
sólo en el PSOE, sino que hay muchos otros socialistas, y a veces reconsiderar los roles que j u e g a en la sociedad civil" (en Urru-
mucho mejores, en la calle, en las ONG, en los sindicatos, en Ca- tia: 1995, 2). Tanto él como M. T. Fernández de la Vega recha-
ritas, en asociaciones ecologistas. Ellos son nuestros aliados, esa zan u n tipo de Estado laicizador y defienden el m o d e l o de
sociedad civil progresista que hay en grupos de inspiración cató- cooperación intensa Iglesia-Estado. En las jornadas en las que
lica que expresan su compromiso con la democracia y el socialis- este político socialista realizó estas afirmaciones, otros desta-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

cados miembros del PSOE, como E Sauquillo y M. de la Ro- del PSOE, defiende u n concepto d e laicidad contrario al mo-
cha, reafirmaron su convicción de la relevancia del cristianismo nopolio ideológico de u n a única filosofía q u e inspire al par-
para el quehacer de la izquierda en la actualidad. B. Bayona, tido. En él e x p o n e el alcance político de la necesaria apertu-
u n o de los máximos responsables del g r u p o socialista en el Se- ra al m u n d o cristiano y defiende u n m o d e l o d e p a r t i d o de
nado y coautor del libro La izquierda, de origen cristiano, ha plan- masas q u e recoja la "pluralidad d e culturas revolucionarias
teado también la conveniencia de que el PSOE se abra más al existentes en su seno. En n o m b r e de este intercambio dialéc-
humanismo cristiano y h a reconocido la parte de verdad exis- tico entre teoría y práctica, el socialismo d e b e hacer suya la
tente en la crítica al cristianismo de izquierda elaborada por parte emancipatoria de la tradición cristiana" (en García-San-
diversos intelectuales socialistas. Sin e m b a r g o , según él, son tesmases y otros: 1982,165). Este autor reivindica la capacidad
muchos los cristianos de izquierda que saben distinguir el ám- de la tradición socialista para constituir u n a cultura p r o p i a
bito de las convicciones religiosas y el d e la práctica política, basada en el h u m a n i s m o antropocéntrico y el agnosticismo
pues los articulan dialécticamente sin trasferencias inacep- sin la necesidad imperiosa de t e n e r q u e acudir a la religión,
tables dentro de u n socialismo de reformismo radical. (Bayo- pero ello n o implica la exclusión del cristianismo de las señas
na: 1993). de identidad del partido; al contrario, explícitamente califica
I. Sotelo es u n intelectual socialista q u e desde el agnosti- de "nefasto" el planteamiento, defendido p o r ciertos intelec-
cismo defiende u n a concepción de la racionalidad muy ale- tuales, de excluir al cristianismo y al m u n d o cristiano de la
j a d a del cientificismo imperante en ciertos medios del PSOE cultura y la política socialista. (García-Santesmases: 1994,39).
y valora muy positivamente las contribuciones históricas y ac- En los planteamientos d e este político e intelectual socia-
tuales del cristianismo a la izquierda. Él h a analizado los orí- lista influye el c o n c e p t o d e racionalidad q u e p r o p u g n a , bas-
genes cristianos e incluso teológicos de las principales ideas tante alejado del racionalismo cientificista y materialista de
y valores del socialismo en diversas publicaciones. Considera otros agnósticos, y el análisis que tiene sobre el m u n d o cristia-
q u e los movimientos cristianos de base e n c a r n a n en España no: "No creo q u e el agnosticismo materialista tenga que ser la .
u n a izquierda social llena de autenticidad. En la ponencia condición sine qua non de u n programa emancipatorio" (Gar-
"¿Una nueva euroizquierda? Sus relaciones con el cristianis- cía-Santesmases: 1993, 29). Ello n o conlleva u n olvido de las
mo", presentada en el congreso "Euroizquierda y cristianis- profundas diferencias de fundamentación de las culturas so-
mo", afirma que la gran aportación de la religión cristiana al cialistas cristianas, agnósticas y ateas; sin embargo, este autor
m u n d o de la izquierda consiste en ofrecer el p u n t o de mira distingue entre metafísica y cultura política. Hay u n terreno
contenido en su utopía, pues es desde el q u e se p u e d e enjui- de debate y confrontación entre filosofías inmamentistas y
ciar criticamente lo existente y la constitución de u n sujeto teologías cristianas d e n t r o d e la cultura de la izquierda que
n o absorbido por el individualismo. En esta ponencia realiza afecta a la concepción del tipo de racionalidad filosófica del
u n a fuerte crítica a quienes defienden la vieja tesis socialista socialismo que n o d e b e ser obviado. Ahora bien, el cristianis-
de la religión como cuestión privada basados en u n peculiar m o tiene u n claro lugar público en el socialismo en dos ámbi-
racionalismo cientificista. tos específicos c o m o son los de la cultura política y la praxis
de transformación social.
El líder de Izquierda Socialista, el intelectual y político
A. García-Santesmases, es u n a p e r s o n a que h a realizado pe- L. Gómez Llórente es u n histórico socialista q u e en los úl-
netrantes análisis sobre el cristianismo y las relaciones de éste timos años h a mostrado u n interés creciente por las nuevas
con la política, la racionalidad y la cultura socialista. En u n expresiones emancipatorias del cristianismo. Su pensamien-
escrito publicado en 1982, r e d a c t a d o con otros militantes to sobre esta cuestión aparece en el texto de u n a ponencia ti-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

tulada "El movimiento obrero y la cuestión religiosa", pro- te de u n p e n s a m i e n t o cristiano progresista en la época de la
nunciada en u n seminario del CEPES (24 de abril de 1997). II República, se manifestaba ya en los años treinta como "com-
En ella valora la nueva idea de salvación i n t r a m u n d a n a ela- p a ñ e r o d e viaje" del PCE. Es muy conocida su célebre frase:
borada p o r la teología de la liberación y destaca la concep- "Yo con los comunistas hasta la muerte, pero ni u n paso más".
ción cristiana de u n a nueva racionalidad global a la que debe El acercamiento del PCE al m u n d o cristiano español se
subordinarse la racionalidad económica y tecnológica. Los ubica d e n t r o de la política de reconciliación nacional q u e
cambios acontecidos e n el m u n d o cristiano obligan, según este partido empieza a diseñar entre mediados y finales de la
Gómez Llórente, a replantear el significado d e la religión década d e los cincuenta, c u a n d o el régimen franquista ya se
d e n t r o del socialismo dada la "capacidad de las convicciones ha consolidado internacionalmente. Sin embargo, este giro
religiosas para impulsar la transformación social". histórico n o hubiera sido posible sin el cambio espectacular
E. Curiel ha defendido la aportación del cristianismo a u n — d e la misma dimensión histórica— acontecido d e n t r o del
nuevo pensamiento político de la izquierda. Según él, los par- catolicismo español gracias a los factores q u e expuse en pá-
tidos políticos sólo p o d r á n transformarse radicalmente si son ginas anteriores.
capaces de crear u n a nueva cultura, lo q u e "implica mante- En el c a m p o demócrata-cristiano antifranquista (reduci-
n e r u n a actitud creadora en el t e r r e n o de la teoría política, do, pero existente) la disposición al diálogo con los comunis-
asumiendo la influencia del marxismo renovado y antidog- tas y la crítica a la j e r a r q u í a de la Iglesia eran bien patentes,
mático, la tradición socialdemócrata más avanzada y las apor- c o m o p u e d e extraerse d e las declaraciones d e M. Giménez
taciones de carácter religioso progresista". (Curiel: 1989,14). F e r n á n d e z a S. Vilar en noviembre de 1966: "Prefiero a u n
Todos estos planteamientos manifiestan la pluralidad de comunista sentado a mi misma mesa, discutiendo con él, q u e
posiciones que existen en el PSOE sobre la cuestión del lugar n o e n c e r r a d o en la cárcel. Yo creo q u e en todas partes hay
del cristianismo en el socialismo. Algunas de estas posicio- h o m b r e s h o n r a d o s . M u c h o más lo pienso así después del
nes e m p a l m a n con toda u n a corriente histórica presente en Concilio y de los e s t u p e n d o s ejemplos q u e se h a n d a d o en
el socialismo e u r o p e o e incluso en el PSOE (Fernando de los Salzburgo y en París con los coloquios entre católicos y mar-
Ríos): el socialismo n e o k a n t i a n o , el movimiento de los so- xistas... yo q u e r r í a pensar q u e los obispos españoles lo ha-
cialistas religiosos, el evangelismo socialista y el austromar- cen todo con la mejor intención, p e r o si se p o n e n a hacerlo
xismo. mal n o lo hacen p e o r " (en Vilar: 1976, 464). Aquel demó-
crata-cristiano declaraba en la misma entrevista q u e creía en
Dios y en la Iglesia, p e r o n o en los eclesiásücos españoles. Sus
El área comunista cartas al Vaticano serían decisivas para la distancia crítica q u e
Pablo VI tuvo respecto al franquismo.
La relación del c o m u n i s m o español con el cristianismo y El rechazo al c o m u n i s m o estalinista de u n PCE muy de-
el m u n d o católico h a estado lógicamente d e t e r m i n a d a p o r p e n d i e n t e del P C U S era muy fuerte en los ámbitos cristia-
las tesis marxistas-leninistas sobre la religión y por el com- nos, por eso su e n t r a d a en este partido n o se producirá hasta
p o n e n t e estalinista q u e marcó al PCE d u r a n t e bastantes de- mediados de los setenta. Sin embargo, el catolicismo español
cenios. Sólo p o d e m o s constatar u n a excepción p o r parte de izquierdas era muy valorado p o r el PCE, a u n q u e fuera de
cristiana q u e se sitúe fuera de este clima de distanciamiento u n m o d o muy instrumental al principio. Ya en el V Congreso
y recelo mutuos, la d e J. Bergamín. Este gran poeta de la ge- (1955) del partido, D. Ibarruri ("Pasionaria") planteó la nece-
neración del 27, director de la revista Cruz y Raya y exponen- sidad de establecer u n a alianza con los católicos democráti-

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lA IZQUIERDA Y El. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

cos. En esta década la dirección del partido entró en contacto lectuales cristianos progresistas c o m o A. Alvarez Bolado, M.
con M. Giménez Fernández, líder d e la clandestina Izquier- Siguán y j . Aguirre, con el tiempo d u q u e de Alba. En esta oca-
da Demócrata Cristiana. En la década d e los sesenta esta polí- sión, Azcárate, como ha recordado en u n a semblanza del mis-
tica se refuerza, S. Carrillo plantea en 1963 en el Comité Cen- m o publicada en El Ciervo (febrero de 1992), captó la necesidad
tral la conveniencia de intensificar el acercamiento al m u n d o de iniciar un cambio ideológico radical sobre la cuestión cris-
cristiano. Ese mismo año, la revista teórica del PCE Realidad tiana en el comunismo. Los contactos con dirigentes del PCI,
(n a 1) publica u n amplio artículo de análisis d e la encíclica en especial con L. L o m b a r d o Radice, fueron determinantes.
"Pacem in Terris" de J u a n XXIII, en el que su autor (Luis Cos- En 1967, S. Carrillo, en declaraciones a la prensa francesa
ta) valora positivamente sus planteamientos. En 1965, Realidad e italiana reproducidas por Mundo Obrero, vuelve a realizar
(n a 5) publica la intervención de m o n s e ñ o r G u e r r a Campos u n a valoración muy positiva de los grupos cristianos de orien-
en el Concilio Vaticano II sobre la cuestión del diálogo con el tación socialista que combaten a la dictadura franquista en
marxismo, acompañada de unas interesantes anotaciones de medios obreros y universitarios: "Las fuerzas de oposición al
M. Azcárate: "La dinámica interna del marxismo le obliga a franquismo q u e poseen hoy día más g r a n d e influencia en el
enriquecerse, a desarrollarse asimilando las parcelas de ver- movimiento obrero y en el universitario son los comunistas y
dad objetiva que sean descubiertas, racionalizadas p o r otras los católicos", "los católicos son los más leales y eficaces alia-
corrientes de pensamiento, a u n q u e la base de éstas sea dia- dos q u e tenemos en la lucha p o r la libertad y la justicia so-
metralmente opuesta a las nuestras... Las corrientes católicas cial". En su libro Nuevos enfoques a problemas de hoy dedica u n
que sean u n a fuerza transformadora proyectada hacia el fu- capítulo al tema del cambio de enfoque comunista sobre esta
turo tendrán u n amplísimo campo para competir con el mar- temática. F. Melchor publica ese mismo año en Nuestra Bande-
xismo y hacer sus propias aportaciones al devenir histórico ra (n e 56-57) u n largo artículo titulado "Comunistas y católi-
de España". Estas afirmaciones revelan muy bien la línea del cos: experiencias de u n a colaboración", en el que analiza los
partido: alentar u n a izquierda cristiana con la que colaborar cambios acontecidos d e n t r o del m u n d o católico español y la
para apoyar al movimimiento obrero y restablecer la demo- orientación de izquierda consolidada en u n amplio sector del
cracia. mismo desde comienzos d e la década de los cincuenta: "Una
El diálogo con el m u n d o cristiano sobre cuestiones ideoló- corriente creciente en medios católicos de adhesión al socialis-
gicas de fondo se intensifica en 1965 a través de unas conver- mo, y n o a u n socialismo cristiano, sino al socialismo científico,
saciones mantenidas en Roma entre M. Azcárate, u n destaca- al que se basa en la socialización de los medios de producción".
d o miembro de la dirección del PCE, y el teólogo José María A partir de 1969 la dirección del PCE en la clandestinidad entra
González Ruiz. El contenido d e estas conversaciones fue pu- en contacto con m o n s e ñ o r Tarancón y lo visita varias veces en
blicado en Realidad (n e 7). Ese mismo año, otro miembro de su obispado de Toledo e n c o n t r a n d o siempre u n a acogida cor-
la dirección, Santiago Alvarez, destacaba e n la revista Proble- dial, tal como ha relatado recientemente S. Sánchez Montero
mas de la paz y el socialismo (Praga) la gran labor realizada por en sus Memorias.
los movimientos de la Acción Católica Obrera (HOAC yJOC) Estas posiciones se m u e v e n todavía dentro de u n campo
en la defensa de los trabajadores y los contactos de los comu- teórico que podríamos d e n o m i n a r c o m o leninismo levemen-
nistas con ellos en muchas luchas obreras. En 1966, M. Azcá- te m o d e r a d o , es decir, reconocimiento de que el cristianismo
rate participa en H e r r e n c h i e n s e n en el segundo encuentro ya n o es siempre opio del pueblo, percepción de u n m u n d o
e u r o p e o de diálogo marxismo-cristianismo y allí se produce cristiano de izquierda con personalidad propia, llamada a la
u n diálogo con la delegación española compuesta por inte- convergencia e incluso a la entrada en el partido, pero reco-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

nociendo antagonismos ideológicos y contradicciones en este La entrada de Comín en el PCE, q u e tiene el mismo signi-
campo. ficado histórico q u e la de Peces-Barba en el PSOE dos años
Exponente del interés de los intelectuales comunistas p o r antes, es absolutamente decisiva para u n a radical orientación
intensificar el e n c u e n t r o con estos sectores cristianos es el ideológica del partido respecto a la cuestión del cristianismo
n a 11 de Cuadernos de Ruedo Ibérico (1967), u n a de las revistas en el socialismo. Tanto Comín como Peces-Barba llegan a la
más importantes d e la oposición al franquismo, dedicado izquierda influidos primariamente por el pensamiento per-
monográficamente al t e m a marxismo-cristianismo. En este sonalista, de Mounier en el caso del primero y de Maritain en
n ú m e r o destaca el artículo de Jorge Semprún, importante in- el segundo. Comín, que se declaraba cristiano-marxista, plan-
telectual comunista e hijo de u n o d e los católicos progresis- tea claramente en sus primeras intervenciones en el Comité
tas q u e formaban parte d e la dirección de Cruz y Raya. En su Central la necesidad de que el PCE tenga u n a nueva políti-
texto, el q u e luego sería ministro d e Cultura del PSOE afir- ca sobre la cuestión cristiana. El apoyo público de Carrillo y
maba: "Hemos de pensar q u e la fe cristiana a u n nivel pura- "Pasionaria" a esta d e m a n d a fue decisivo. En febrero de 1975,
m e n t e religioso, de conciencia, p u e d e revestir u n contenido el Comité Ejecutivo del PCE publica la declaración "Militan-
anticapitalista. Lo cual plantea con urgencia la necesidad de cia de cristianos en el Partido". En 1976 realizan declaracio-
elaborar las vías teóricas y prácticas d e u n auténtico pluralis- nes en la misma dirección el Comité Central del PSUC y el
m o socialista. Nuestro esfuerzo ha de ser apoyar a este sector Comité Ejecutivo del PCE de Euskadi. En 1977, S. Carrillo
más avanzado del movimiento católico sin confusionismos formula en Eurocomunismo y Estado u n a nueva visión comu-
ideológicos ni oportunismos". M. Sacristán insistiría con es- nista del cristianismo y de la Iglesia. En 1979, el PSUC orga-
pecial énfasis a finales de los sesenta en u n artículo publica- niza unas j o r n a d a s internacionales sobre "Cristianismo y so-
d o en Criterion (n e 35) e n la convergencia moral entre co- cialismo en libertad" con intervenciones del presidente y
munistas y católicos, lo cual n o debía llevar a sincretismos secretario general del partido y de destacados intelectuales
ideológicos. y dirigentes del PCI, del PCF, del PCE y del PSOE. En el Co-
En 1971, S. Carrillo en u n p l e n o del Comité Central decla- mité Central se crea la comisión "Militancia comunista y Cris-
raba q u e "uno de los méritos d e nuestra política es h a b e r sa- tianismo". En 1981 todavía se p u e d e registrar u n trabajo de
bido ver a tiempo los cambios q u e se iniciaban en el seno de la la dirección del PCE hacia el m u n d o católico con el q u e se
Iglesia y en h a b e r apreciado j u s t a m e n t e el valor positivo de m a n t i e n e n contactos y r e u n i o n e s de trabajo en la sede cen-
esos cambios". En 1973, G. López R a i m u n d o y S. Sánchez tral del partido.
Montero, en otro p l e n o del Comité Central, destacaban la
contribución de los católicos a la lucha contra el franquismo
y el imperativo de integrarlos e n el partido, dada la orienta- La r u p t u r a de la tradición
ción marxista de m u c h o s de ellos, como era el caso del movi- marxista-leninista
miento Cristianos por el Socialismo creado ese mismo a ñ o en
España. Esta línea política daría sus frutos y u n exponente de Las declaraciones sobre la militancia de cristianos en el
ello es la entrada en 1974 en el PCE-PSUC de Alfonso Co- partido tienen u n a línea a r g u m e n t a l c o m ú n e introducen
mín, militante de Bandera Roja desde 1970 y u n o de los prime- cambios sustanciales en la teoría comunista tradicional sobre
ros miembros del FLP en los a ñ o s cincuenta. Comín era qui- el cristianismo. Manifiestan u n nuevo análisis sobre el mun-
zá la personalidad más representativa de los católicos de d o cristiano y eclesial, e n el q u e detectan cambios positivos
izquierda. y orientaciones socialistas con u n gran potencial revolucio-

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IJA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAJLAZAR

nario. Se corrige la teoría marxista sobre la religión c o m o lado a la dirección del partido a través d e u n fino análisis de
opio del pueblo y se e x p o n e un aprecio por el h e c h o religio- las contradicciones implícitas e n esta nueva posición del
so cristiano q u e mueve al compromiso por la justicia. Se su- PCE y del PSUC sobre la militancia de los cristianos. Sacris-
p e r a claramente la tesis d e Lenin sobre la privatización d e la tán valora muy positivamente la presencia e n estos partidos
religión cristiana y se afirma que "las masas d e procedencia de los que d e n o m i n a "comunistas cristianos" y considera
cristiana p u e d e n hacer u n a aportación desde su tradición" q u e realizan aportaciones importantes p o r su cultura moral
(enAzcárateyotros: 1977,176). Tanto el PCE como el PSUC y p o r su orientación política revolucionaria frente al prag-
se definen como partidos laicos, algo inédito en la historia co- matismo reformista que había impuesto la dirección del PCE
munista, es decir, partidos que asumen el pluralismo de diver- y del PSUC. Ahora bien, a diferencia de otros cristianos q u e
sas corrientes culturales y en los q u e la filosofía marxista y el históricamente habían aceptado las tesis de Lenin sobre la
ateísmo dejan de ser las únicas señas de identidad. En este religión y habían privatizado su fe, los cristianos q u e habían
sentido, es decisiva la afirmación de que el partido asume a los ingresado con Comín en el partido tenían u n a "voluntad de
cristianos "con su fe", n o i n d e p e n d i e n t e m e n t e de ella. Con presencia ideológica" q u e estaba originando q u e el partido
esta tesis se quería reconocer que los cristianos traían una cul- realizara u n a apologética del cristianismo y u n a "ruptura
tura política y moral nueva al partido, q u e su religiosidad n o oportunista con Lenin". (Sacristán: 1977, 110).
era superflua para la construcción del socialismo, lo cual n o su- Sacristán, que se definía en esta época como marxista y le-
ponía la creación de u n frente cristiano d e n t r o del partido. ninista, reflejaba con gran acierto la contradicción inserta en
Estas declaraciones pretendían ser instrumentos de reeduca- el hecho de que el partido se declarara marxista y laico a la vez,
ción de todos los militantes sobre la cuestión del nuevo rol del dado que existían fuertes contradicciones entre esta ideología
cristianismo en la construcción del socialismo. J. Solé Tura y y el cristianismo profesado con pretensión ideológica por los
J. Borja explican el giro histórico de estas posiciones en los comunistas cristianos: "El marxismo inspira al Partido Comu-
siguientes términos: nista incluso cuando éste se niega a tomarlo como u n credo
de vigencia sancionada estatutariamente" (p. 103). Sacristán
Se incorporan en tanto que cristianos. Esta es la significación afirmaba que era imprescindible u n a lucha ideológica inter-
principal de la adhesión de Alfonso Comín y de otros muchos na sobre "el tratamiento de la contradicción que hay en la rela-
cristianos al comunismo... Los cristianos son militantes del parti- ción entre el Partido Comunista y el marxismo... Los comunis-
do con su fe y, por tanto, significan la aportación de una corrien- tas cristianos que la han planteado desde el primer m o m e n t o
te cultural nueva a la tradición comunista... La aportación cultu- llevan razón al hacerlo" (pp. 108-109). Para él, "en última ins-
ral cristiana significa un enriquecimiento de la práctica y la tancia, un comunista es ante todo comunista, y sólo luego mar-
teoría marxista, ya que el marxismo no se concibe como un siste- xista (cuando lo es)" (p. 108). Ahora bien, si el PCE y el PSUC
ma acabado que tenga respuesta para todo. (Solé Tura y Borja: pretendían seguir siendo marxistas n o podía enmascarar que
1981,42,54). la crítica de Marx a la religión era consustancial al marxismo,
esto n o podía ser obviado e n la identidad del partido.
La r u p t u r a de la tradición marxista-leninista que estas te- A. Comín intervino en el debate lanzado por Sacristán,
sis suponían fue r á p i d a m e n t e captada p o r el principal inte- q u e luego presentaría su libro Cristianos en el partido, comunis-
lectual comunista de la época, Manuel Sacristán. En el n ú m e - tas en la Iglesia. En el nQ 3 d e Materiales (1977) expuso su tesis
ro 1 de la revista Materiales (1977) publicó u n largo artículo basada en dos líneas de a r g u m e n t a c i ó n : a) e r a n ciertas las
en el q u e realizaba u n a crítica político-ideológica de gran ca- afirmaciones de Sacristán sobre el ateísmo en el marxismo

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

clásico, p e r o el reto era el de si se tenía q u e revisar la teoría terodoxo y desdogmatizado, alejado del fundamentalismo le-
marxista d e la religión o no; b) la pretensión ideológica de ninista y maoísta en que estaban instalados muchos dirigen-
los cristianos en el partido no era la de hacer apologética del tes de la izquierda en la década de los setenta. Esta línea de
cristianismo, sino la de introducir u n a corriente cultural pú- ruptura, o de innovación del marxismo como se decía enton-
blica (no u n a tendencia política organizada) d e n t r o de la ces, fue asumida y profundizada especialmente p o r tres in-
identidad del partido para enriquecer la teoría y la práctica telectuales del PCE: Federico Melchor, Manuel Azcárate y
de éste y eso era lo q u e la dirección había asumido c o m o Manuel Ballestero. Para ellos era imprescindible superar la
positivo: teoría leninista e ir más allá de Marx, r e p e n s a n d o d e raíz n o
sólo el tema de la religión, sino el mismo marxismo, q u e ya
(En las declaraciones de la Ejecutiva) hablamos de la existen- n o podía ser u n a filosofía omnicomprensiva. Paradójicamen-
cia de una corriente cultural cristiana progresista en el seno del te, éstos y otros intelectuales comunistas como Solé Tura, pos-
partido no contrapuesta al comunismo marxista, sino como co- t e r i o r m e n t e ministro de Cultura del PSOE, reconocieron el
rriente capaz también de enriquecer la evolución de una teoría alcance y las implicaciones que conllevaba asumir el cristia-
—el marxismo— que debe permanecer abierta... Los comunis- nismo como u n a dimensión pública dentro del comunismo
tas cristianos venimos con componentes culturales que pueden marxista. Ello obligaba a cambiar nada menos que la concep-
enriquecer la ideología del partido. Nuestra presencia como ción dominante sobre las relaciones entre marxismo y cien-
corriente cultural en el seno de éste no es expresión de una cia, socialismo y materialismo filosófico, pluralismo y laicidad
contradicción antagónica en la lucha de ideas, sino aportación dentro del partido, ateísmo y pervivencia de la religiosidad
convergente, enriquecimiento de la teoría marxista... las aporta- en el socialismo, construcción del Estado socialista y pluralis-
ciones que pueden provenir de una corriente cultural cristiana m o político. En Azcárate tuvieron mucha influencia las elabo-
así entendida añaden una nueva dimensión al partido. (Comín: raciones teóricas expuestas en Socialismo y libertadpor Lombar-
1977,124,127,128,181). d o Radice, u n intelectual e n c a r g a d o de profundizar d e n t r o
del PCI la línea abierta p o r Togliatti en 1963 relativa a la re-
visión de la teoría marxista d e la religión cristiana.
Comín afirmaba que la posición de Sacristán obligaba a
profundizar en el alcance teórico de las nuevas decisiones que El intelectual comunista q u e llegó teóricamente más lejos
se habían adoptado. A. Gutiérrez Díaz, secretario general del fue M. Ballestero, ya q u e para él la relación con los cristianos
PSUC, reconocía en la clausura de las jornadas sobre "Cristia- portadores de u n a nueva experiencia religiosa obligaba a in-
nismo y socialismo en libertad" que "la incorpotración de los novaciones teóricas muy profundas:
cristianos a la militancia en el partido n o a pesar de su fe, sino
con su fe, ha representado, sin duda, un cambio importante en Nos fuerza a reflexionar, a modificar elementos esenciales
nuestro partido". en la teorización marxista. No podemos conseguir nuestra iden-
La ruptura con la tradición marxista y leninista que adver- tidad en una referencia solitaria, peor aún, en una delimitación
tía Sacristán con toda razón era bien real, p o r más q u e los dogmática, sino en la mediación con el otro. Desde un punto de
dirigentes del PCE y del PSUC no quisieran explicitarla. En vista orgánico, hemos introducido en el PCE, de modo explícito,
los debates q u e mantuvo C o m í n en aquella época con los la tesis acerca de la existencia de dos culturas, la marxista y la cris-
planteamientos m a n t e n i d o s p o r dirigentes del PTE c o m o tiana, en nuestro propio seno. Se trata de ir más allá y de sacar
I. M o r e n o y E. García, la r u p t u r a queda bien explicitada, así las consecuencias que se desprenden o van implícitas en esas mo-
como la apuesta de Comín p o r un marxismo sumamente he- dificaciones orgánicas. Tales consecuencias no pueden no con-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

cluir en el replanteamiento de puntos esenciales del materialis- vés de la elaboración colectiva, los programas y la acción en las
mo histórico. (Ballestero: 1979,81-82). propuestas concretas. (AA. W . : 1992,55-56).

Este intelectual comunista estaba trabajando en u n a n u e - U n a vez definidas sus señas de identidad, el d o c u m e n t o
va comprehensión neomarxista del contenido de la religión formula su proyecto político. En el apartado dedicado a "la
cristiana basándose en A d o r n o , Bloch, Metz y P a n n e m b e r g . democracia, la libertad y la igualdad como valores ideológi-
(Ballestero: 1975,1979). cos" que han de ser desarrollados en la sociedad y en las insti-
tuciones se vuelve a hacer referencia a cuestiones cristianas.
Se respeta la religiosidad como h e c h o individual y se valora
Izquierda Unida positivamente su dimensión social. Los cristianos, recono-
cidos con su fe, refuerzan el carácter laico y plural de la for-
La nueva elaboración del PCE n o va a tener continuidad mación política y son un m e d i o muy valioso para potenciar
en los primeros años de esta nueva formación política, crea- el diálogo y la colaboración con sectores de la sociedad civil:
da en 1986. Es u n a cuestión q u e prácticamente se va a olvi-
dar hasta 1992. Ese a ñ o , p o r iniciativa de M. M o n e r e o , res- IU respeta el valor de las convicciones religiosas de los indi-
ponsable d e formación y debate teórico y director d e la FIM viduos y la dimensión social del hecho religioso. Asimismo, IU
(Fundación d e Investigaciones Marxistas), se organizan en valora positivamente la participación activa en su seno de per-
Málaga y Sevilla unas j o r n a d a s tituladas "La izquierda trans- sonas cuyas creencias religiosas les impulsan a un compromiso
formadora y los cristianos". Por iniciativa de la federación social y político, ya que su presencia viene a fortalecer el carác-
andaluza de IU, esta formación introduce esta temática en ter laico y plural de nuestra organización. Además, dicha parti-
el d o c u m e n t o político d e la III Asamblea, el texto q u e quizá cipación abre posibilidades de diálogo y colaboración con per-
mejor ha definido las señas de identidad de IU en su corta sonas y grupos que aunque alejados en principio de la práctica
historia. Este d o c u m e n t o inserta esta temática d e n t r o de su política, están comprometidos con su reflexión y acción con-
intento de crear "una nueva cultura de izquierda". IU se de- creta en la lucha contra la pobreza y las múltiples formas de
fine ideológicamente como u n a síntesis de cuatro tradiciones exclusión social (paro, drogadicción, delincuencia...) a que es-
renovadas: el marxismo, el p e n s a m i e n t o libertario, el hu- tán sometidos importantes sectores de la población. (AA. W . :
m a n i s m o cristiano y el ecosocialismo: 1992,71).

Izquierda Unida, desde la valoración positiva de su pluralis- J. Anguita ha afirmado que "el cristianismo p r o d u c e ex-
mo, respeta y asume el marxismo, el pensamiento libertario, el presiones revolucionarias" y considera que en el m u n d o cris-
humanismo cristiano, el ecosocialismo y todos los instrumentos tiano de base "hay u n a fuerza tremenda"; para él u n a nueva
y valores emancipadores del ser humano, constructores de una izquierda ha de integrar la "fuerza q u e tienen ciertas viven-
sociedad socialista, democrática, pacífica, con relación armóni- cias religiosas, como la teología de la liberación, c o m o moti-
ca entre el hombre y la naturaleza e igualdad en todos los órde- vadoras y aglutinadoras d e concienciación y transformación
nes entre el hombre y la mujer. Esta pluralidad presente en nues- social". (Anguita: 1991, 100-102; 1992, 12).
tro proyecto determina que en IU no existe una ideología oficial F. Frutos, otro de los líderes de IU, afirmó en su interven-
que explique y tolere el resto, sino que desde las distintas corrien- ción en el Congreso "Euroizquierda y cristianismo" q u e los
tes de pensamiento referidas, la unidad en IU se construye a tra- valores cristianos son m u y importantes para impulsar u n a iz-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

quierda transformadora. Él aboga p o r un "pacto de h e r m a - to pacifista, en algunas corrientes del movimiento ecologista y
n a m i e n t o " con el m u n d o cristiano q u e tiene u n a "vital radi- en ciertas derivaciones del feminismo socialista y comunista...
calidad" y que p o r su praxis de transformación social forma se ha producido el encuentro y la interrelación de tradiciones
parte desde hace decenios de las diversas familias q u e cons- religiosas y laicas que, renunciando a la reproducción de con-
tituyen la cultura socialista en España. Este dirigente de IU cepciones del mundo cerradas y excluyen tes, optan por la mez-
valora la elaboración de cultura política y moral q u e se reali- cla de ideas. Se da ahora más importancia en el pensamiento
za desde este sector: "Hay colectivos cristianos y revistas cris- laico revolucionario al papel de las tradiciones, a la función que
tianas que aportan ideas y teorías p a r a u n a nueva izquierda desempeña la economía moral de los grandes grupos sociales.
de carácter socialista, así como organizaciones que c u m p l e n Esta orientación enlaza con algunas de las protestas religiosas
u n a función social". (EnAA. W . : 1991, 61-62). que se produjeron en los primeros momentos del industrialis-
Víctor Ríos, otro de los principales dirigentes de IU, h a mo moderno. (EnAA. W . : 1991, 159-161).
destacado la centralidad que c o n c e d e n los sectores cristia-
nos a la lucha contra las nuevas formas de pobreza en las so- El colectivo editor de la revista mientras tanto, heredera del
ciedades capitalistas. Para él los sindicatos y los partidos po- pensamiento de Sacristán y el principal exponente teórico de
líticos d e b e n intensificar el diálogo y la colaboración con el la "izquierda roji-verde-violeta", ha elaborado u n interesante
m u n d o cristiano de base para tener siempre presente esta lu- texto sobre las relaciones entre identidad comunista e identi-
cha. (Ríos: 1995). d a d emancipatoria. En él sitúa el corazón de la izquierda en la
Otros intelectuales del e n t o r n o de IU han profundizado moral y no, como en otras épocas, en u n a visión determinada
en esta temática de la aportación del cristianismo y del m u n - de la sociedad o de la historia. La identidad de la izquierda se
d o cristiano a u n a izquierda transformadora y alternativa. En arraiga en dimensiones prepolíticas y se constituye a través de
esta línea, F. Fernández Buey en la ponencia "Nuevos movi- ideales emancipatorios plurales y del "mestizaje de tradicio-
mientos sociales, izquierda alternativa y cuestión cristiana", nes emancipatorias". El colectivo editor de mientras tanto pro-
p r o n u n c i a d a en el Congreso "Euroizquierda y cristianismo", pugna u n nuevo concepto de laicismo, pues cree que hay que
planteó la necesidad de superar la crítica marxista y freudia- superar el tradicional q u e privatizaba forzadamente la tradi-
n a de la religión y elaborar u n a reconceptualización de este ción cristiana en el seno de la izquierda y construir u n o nue-
asunto, p a r t i e n d o del h e c h o d e la presencia de ideas cristia- vo basado en "el d e b a t e y el tendido de puentes entre tradi-
nas en el pacifismo, el ecologismo, el feminismo y el interna- ciones". Esto significa q u e la izquierda tradicional se aplica
cionalismo contemporáneos: el laicismo a sí misma y busca la aportación del cristianismo
originario para la configuración d e su identidad en este fi-
El tópico no agota las dimensiones de la sensibilidad religio- nal de siglo:
sa histórica y choca con realidades actuales que el pensamiento
laico no puede dejar de valorar. La crítica marxiana de la reli- La eticidad comunista ha sido la primera forma tendencial-
gión resulta insuficiente para explicar estas realidades. Tam- mente no religiosa de la idealidad emancipatoria, un patrimo-
bién es insuficiente el análisis de la "ilusión religiosa" en los nio cultural de la especie humana que tiene antecedentes múl-
términos avanzados por Freud... Lo nuevo es la aproximación tiples, incluso en el cristianismo del Sermón de la Montaña o en
entre el pensamiento político laico que mantiene la idea de el de Francisco de Asís.... La pluralidad se traduce en el laicismo
emancipación y las comunidades religiosas de base... En Euro- político-intelectual de la tradición emancipatoria renovada que
pa central y occidental esto es patente en el caso del movimien- permite por igual a las personas que se insertan en ella ins-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

pirarse en Marx, en Gandhi, en Bakunin o en Jesús Nazareno. H u b o otro g r u p o de intelectuales q u e desde el personalis-
(AA.W.:1991,6). m o de Mounier desembocaron en el anarquismo, aunque cri-
ticando sus insuficiencias. Entre ellos destacan Carlos Díaz,
C. Taibo en su libro Izquierda Unida y sus mundos (La Cata- Félix García Moriyón, Aurelio Orensanz, Manuel Lizcano. Es-
rata) critica q u e IU n o intensifique su relación con el m u n - tos intelectuales cristianos entraron en contacto con dirigentes
d o cristiano de base y afirma q u e "ello es u n craso e r r o r p o r históricos de la CNT como Diego Abad de Santillán yjuan Gó-
cuanto en m u c h o s lugares son precisamente los grupos cris- mez Casas e impulsaron la publicación de obras clásicas del
tianos los que, de mil formas distintas, m a n t i e n e n u n a acti- anarquismo desde la editorial ZYX. Las tesis que animaban este
vidad de contestación, rotunda, del o r d e n establecido... Su diálogo con anarquistas históricos están muy bien reflejadas
integración en la organización ayudaría a vivificar los deba- en el extenso artículo de C. Díaz "Sobre federalismo, socialis-
tes ideológicos, permitiría a h o n d a r en m u c h o s compromi- m o y antiteologismo. El debate entre anarquistas y cristianos",
sos y abriría nuevos horizontes" (p. 32). publicado en 1977 en Cuadernos de Ruedo Ibérico, n s 55-57 (1977)
y en la obra de A. Orensanz Anarquía y cristianismo (Mañana,
1977). En marzo de 1978 se iniciaron en la sede de ISDIBER
El área de la izquierda anarquista unos debates teóricos sobre esta temática entre anarquistas
y comunista extraparlamentaria ateos y anarquistas cristianos que militaban en la CNT, en los
q u e intervino Diego Abad de Santillán. La revista libertaria
El anarquismo español, inspirado en los planteamientos Biácleta también abordó en 1981 este tema de la religión des-
de Bakunin, h a estado marcado p o r el ateísmo militante. Sin de u n a perspectiva anarquista en u n debate entre pensadores
embargo, en la década de los sesenta y setenta se produjo u n cristianos y ateos ubicados en esta corriente ideológica. Den-
acercamiento teórico y práctico entre cristianos y anarquistas tro de la CGT existe u n a coordinación de carácter ético-cul-
históricos como Diego Abad de San tillan yjuan Gómez Casas, tural de cristianos pertenecientes a este sindicato. La revista
entre otros. Ello fue debido a la recepción de ciertos plantea- teórica de este sindicato, Libre Pensamiento, es dirigida p o r F.
mientos anarquistas por algunos militantes de los movimien- García Moriyón, u n intelectual cristiano proveniente del per-
tos de la Acción Católica Obrera, especialmente la HOAC. sonalismo d e Mounier. En ella se h a n publicado trabajos so-
Desde su fundación en 1946, estos movimientos optaron p o r bre teología de la liberación y n e o a n a r q u i s m o .
insertar su religiosidad d e n t r o de las culturas obreras tradi-
Elementos propios del cristianismo se e n c u e n t r a n muy
cionales y se dedicaron, m u c h o antes que lo hicieran los inte-
presentes en la cultura y práctica político-sindical del SOC
lectuales, a discernir q u é p o d í a asumir u n militante o b r e r o
andaluz, el sindicato j o r n a l e r o q u e más analogías presenta
cristiano de todo lo positivo q u e existía en el anarquismo, el
con el anarquismo clásico. En la creación del SOC intervinie-
socialismo y el marxismo. H u b o algunos sectores q u e se de-
r o n cristianos, entre los q u e destaca D i a m a n t i n o García. El
cantaron p o r u n anarquismo crítico, entre los q u e destacan
líder del SOC, J. M. Sánchez Gordillo, ha declarado q u e teó-
Jacinto Martín y j . Gómez del Castillo, dirigentes de la HOAC
ricamente se basan en las tesis d e Gandhi, Cristo, Marx y el
muy activos en el ámbito sindical y defensores de u n "frente
Che Guevara. Las tres características que definen, según él,
obrero" a u t ó n o m o de los partidos y basado en la autogestión.
su cultura política (pobreza p o r solidaridad, generosidad p o r
Esta era la perspectiva que llevó a militantes cristianos a crear
a m o r y utopía) están inspiradas e n el mensaje evangélico d e
CC O O en vez de integrarse e n OSO, el sindicato clandesti-
Cristo y en el pensamiento de G a n d h i y del C h e Guevara. Para
n o del PCE, o en la U G T de los años cincuenta y sesenta.
el dirigente del SOC, "el cristianismo es u n mensaje de igual-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

dad, u n mensaje liberador. La Iglesia j e r á r q u i c a es la crucifi- cieran el cristianismo de liberación c o m o u n o de los princi-
cadora de Cristo y de su mensaje, los principales enemigos de pales obstáculos para los intereses norteamericanos en esta
Cristo son los q u e se llaman cristianos y hacen todo lo con- zona del m u n d o .
trario de lo q u e Cristo dijo". (En Forcano: 1995, 11 y 17). Durante este siglo, la izquierda latinoamericana se h a ca-
La izquierda comunista extraparlamentaria también h a racterizado por el antiimperialismo, por la b ú s q u e d a de u n a
introducido cambios en su valoración del cristianismo y del vía revolucionaria al socialismo y por la lucha armada. El re-
m u n d o cristiano de base, si tenemos en cuenta sus plantea- formismo socialdemócrata es una tendencia muy tardía, q u e
mientos leninistas de los años sesenta y setenta. Especialmente sólo se va i m p o n i e n d o en algunos países en esta década de
el a n t i g u o MC (Movimiento C o m u n i s t a ) , hoy Liberación, los noventa. Las posiciones de la izquierda h a n estado muy
es el g r u p o que más atención h a prestado al llamado cristia- determinadas p o r el sistema de desigualdad extrema en la
nismo emancipatorio. En febrero de 1994 organizó unas jor- distribución de la propiedad y de la riqueza, por las invasio-
nadas sobre "Cristianismo, marxismo y modernidad", en las nes norteamericanas y p o r las dictaduras militares.
q u e intervinieron varios teólogos y en la q u e presentó u n a La ideología de la izquierda latinoamericana h a sido muy
p o n e n c i a sobre "Socialismo y religión" Eugenio del Río, el d e u d o r a del p e n s a m i e n t o marxista e u r o p e o , especialmente
ideólogo más característico de este grupo. En ella mostró los del soviético. Por ello, los nuevos planteamientos de la izquier-
problemas causados p o r el p r e d o m i n i o histórico d e las co- da e u r o p e a sobre el cristianismo le afectan. Los intentos de
rrientes socialistas antirreligiosas y expuso los valores que apor- Mariátegui —muy influido p o r el socialismo italiano y fran-
tan determinados sectores cristianos para u n a nueva izquier- cés— de crear u n marxismo autóctono, tal como se revela en
da. El colectivo Zutik, h o m ó l o g o de Liberación en el País Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), n o
Vasco, h a dedicado u n amplio espacio a esta temática tanto e n c o n t r a r o n suficientes sucesores. Los populismos intenta-
en sus Conferencias Políticas Nacionales como en la revista ron, p o r su parte, unir cultura nacional y programas sociali-
Hika. Otra publicación ligada a antiguos militantes de la tros- zantes. La tónica general ha sido la casi total dependencia del
kista LCR, como es la revista Viento Sur, también ha recogido marxismo soviético, salvo las excepciones q u e veremos pos-
el tema de la aportación de la teología d e la liberación para t e r i o r m e n t e . D u r a n t e décadas este h e c h o , j u n t o al anticleri-
u n a izquierda alternativa. calismo liberal que a c o m p a ñ ó la separación Iglesia-Estado e n
muchos países, h a afectado a las relaciones entre izquierda y
cristianismo en América Latina.
La izquierda latinoamericana Abordar con profundidad la temática de este apartado m e
y el cristianismo obligaría a u n análisis p o r m e n o r i z a d o de cuál ha sido la po-
sición de las izquierdas d e cada país latinoamericano ante el
P. Schori, u n destacado socialdemócrata sueco experto en cristianismo, lo cual n o es posible en este libro. Por ello, m e
América Latina, h a afirmado q u e los dos grandes aconteci- centraré sólo en algunos especialmente significativos p o r los
mientos del siglo x x en este c o n t i n e n t e h a n sido la revolu- acontecimientos vividos. Me p a r e c e q u e los grandes h e c h o s
ción cubana y la renovación del cristianismo realizada p o r políticos que han marcado a este continente, desde la perspec-
la teología de la liberación y las c o m u n i d a d e s eclesiales de tiva de la izquierda, h a n sido la revolución mexicana (1910),
base. Es significativo q u e los Documentos de Santa Fe I y II, en la revolución cubana (1959), el triunfo de la Unidad Popular
los q u e el G o b i e r n o n o r t e a m e r i c a n o diseñó su política para en Chile (1970), la revolución sandinista (1979), la victoria
el continente en la década d e los setenta y ochenta, estable- electoral del Lávalas en Haití (1990). También m e p a r e c e n

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

muy siginificativos los movimientos guerrilleros, el surgimien-


to d e u n partido d e izquierda de nuevo tipo como el PT (Par-
tido de los Trabajadores) de Brasil y la insurgencia del movi- La izquierda mexicana
m i e n t o zapatista e n México.
El cristianismo latinoamericano es peculiar y está marca- México es el p r i m e r país revolucionario del continente.
do p o r u n sistema de evangelización vinculado a la conquista Las constituciones de 1857 y 1917 asientan las tesis liberales
y dominación violenta p o r parte de los españoles y portugue- de total separación Iglesia-Estado e i m p o n e n u n sistema esco-
ses. Desde los siglos xv y XVI se asienta en el continente u n a lar q u e excluye la enseñanza de la religión. La Constitución
Iglesia muy plural. Nos encontramos, a lo largo de su historia, mexicana es la más radical de toda América Latina y excluye
cristianos ligados a los poderes políticos y económicos domi- a la religión de la vida pública, llegando incluso a prohibir
nantes (desde los frailes y obispos que legitimaron el tipo de la participación política del clero hasta los años 1991 y 1992
conquista imperante hasta los capellanes castrenses argenti- en que se reformaron sus artículos anticlericales y se decretó
nos que confortaban a los torturadores de la dictadura mili- u n a nueva ley de asociaciones religiosas y culto público. Este
tar de Videla) y cristianos defensores de la causa de los indí- anticlericalismo histórico, constitucionalmente legitimado,
genas, campesinos y obreros (desde Bartolomé de las Casas y h a m a r c a d o las relaciones entre izquierda y cristianismo en
las reducciones jesuitas del Paraguay hasta el actual obispo de México, u n o de los países con mayor cultura universitaria d e
Chiapas, Samuel Ruiz, pasando por m o n s e ñ o r Romero de El América Latina.
Salvador y multitud de cristianos torturados o asesinados en En la historia c o n t e m p o r á n e a de México también apare-
su lucha por la justicia). cen diversos tipos de cristianismos y cristianos. Desde jerar-
En este siglo, el acontecimiento más importante h a sido el quías reaccionarias y ultraconservadoras opuestas a gobiernos
surgimiento de u n cristianismo de liberación que, como ha afir- democráticos, que provocaron la expulsión del nuncio del Va-
m a d o J. Metz, es el hecho más significativo en la historia de ticano en 1923 y 1926, hasta sacerdotes que lideraron la lu-
las Iglesias desde la Reforma protestante (1517-1520). Sus ex- cha p o r la i n d e p e n d e n c i a como Hidalgo y Morelos. En esta
presiones más significativas han sido los movimientos de la Ac- última línea hay q u e insertar la utopía agraria colectivista del
ción Católica rural, obrera y universitaria, las comunidades primer zapatismo del siglo q u e simbolizó su colectivismo en
cristianas de base, las pastorales de sector (de la tierra, del tra- la Virgen de Guadalupe y q u e ha sido calificado p o r Octavio
bajo, de los indígenas.etc), la asamblea de obispos de Mede- Paz como el primer milenarismo igualitarista de inspiración
llín (1968), la teología de la liberación (incubada a mediados religiosa en el México del siglo xx. Hay q u e tener en c u e n t a
de los sesenta y desplegada desde los setenta), la creación de que u n a de las primeras figuras continentales del cristianismo
"Cristianos p o r el Socialismo" (1971-1972). de liberación fue el llamado obispo "rojo" de Cuernavaca, el
La figura que simboliza ante la izquierda la emergencia del mexicano Sergio Méndez Arceo, amigo de Fidel Castro y la
cristianismo de liberación del siglo XX es el sacerdote colombiano personalidad escogida para abrir el p r i m e r congreso latino-
Camilo Torres, incorporado a la guerrilla del ELN y m u e r t o americano sobre los cristianos y el socialismo ( A A . W : 1973).
en combate en 1966. El surgimiento de cristianos revolucio- En la actualidad, u n a de las personas q u e m u n d i a l m e n t e en-
narios y el fortísimo arraigo del cristianismo en las masas po- carna mejor el cristianismo de liberación es el también mexicano
pulares harían proclamar al Che Guevara que "cuando los Samuel Ruiz, obispo en la zona de Chiapas.
cristianos se incorporen a la revolución, ésta será invencible". La presencia de cristianos revolucionarios y de u n a Iglesia
(En Harnecker: 1987, 208). de liberación desde finales d e los años sesenta ha provocado

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q u e parte de la izquierda mexicana cambie su tradicional an- ción que en la década de los ochenta u n libro básico en la for-
ticlericalismo y entable u n diálogo y u n a colaboración con mación de los universitarios y de los cuadros del partido fuera
ciertos sectores del cristianismo católico y protestante. A par- Fundamentos de filosofía marxista-leninista de Konstantinov. Las
tir d e 1970 se inicia en México el diálogo marxismo-cristia- tesis oficiales del marxismo-leninismo sobre la religión han
nismo en el Centro de Estudios Ecuménicos. En 1977 el PCM sido asumidas como propias por el PCC. Estas tesis influyeron
(Partido Comunista Mexicano) pidió el cambio de la ley que en la dirección de bastantes partidos de la izquierda latino-
prohibía la participación política del clero e intensificó el americana p o r su identificación con el llamado "castrismo".
diálogo con los cristianos de izquierda a través del CECOPE. El p r i m e r congreso del PCC (1971) dedicó u n amplio es-
En 1979 tres cristianos fueron candidatos a diputados por el pacio a fijar la posición del p a r t i d o sobre la religión c o m o
PCM. En abril de 1980, tres partidos de izquierda (PCM, PRT ideología y sobre las relaciones con las Iglesias. Dentro de la
y POS) estuvieron presentes en la peregrinación a la basílica Plataforma Programática, en el capítulo dedicado a la políti-
de Guadalupe con motivo de u n homenaje a la figura de mon- ca ideológica se sitúa u n a resolución sobre política y reli-
señor Romero. Ese mismo año se intensifican los diálogos en- gión. En ella se exponen los planteamientos leninistas sobre el
tre ciertos grupos de la izquierda mexicana y cristianos revolu- tema: la religión es expresión de u n a conciencia alienada y an-
cionarios en el Centro de Estudios Cristiano-Marxistas Alfonso ticientífica que debe ser superada. Se afirma q u e "el partido
Comín. En 1982, el PSUM (Partido Socialista Unificado de se esfuerza para difundir entre las masas las concepciones
México) organizó también varios encuentros y contactos con científicas del materialismo dialéctico e histórico y para libe-
el m u n d o cristiano. En 1987, H e b e r t o Castillo, candidato a rarlas de los dogmas, supersticiones y prejuicios q u e las reli-
la presidencia del país p o r el Partido Mexicano Socialista, se giones e n g e n d r a n " . Se establece la libertad de profesar u n a
definió como "cristiano progresista", declarando q u e su so- fe religiosa y celebrar cultos en recintos religiosos, pero tam-
cialismo estaba más influido por Jesucristo que por Marx. El bién se dice que la edificación del socialismo supondrá la su-
líder del PRD, C u a u h t é m o c Cárdenas, se p r o n u n c i ó a favor peración de la religión. Hay que tener en cuenta q u e estas te-
del cambio de ley para q u e los sacerdotes pudieran votar y ser sis se a p r u e b a n el mismo año que Fidel proclama en Chile la
votados y partidario de establecer relaciones con el Vaticano. necesidad de u n a alianza estratégica entre cristianos y mar-
La única formación política que sigue defendiendo las tesis xistas. El alcance de la contradicción evidente entre esa pro-
tradicionales sobre la Iglesia y la religión cristiana es el Parti- puesta y estas tesis lo analizaré posteriormente.
do Popular Socialista.
El partido p r o p o n e u n a educación científica e irreligiosa
del pueblo a través del sistema de enseñanza y de los medios de
comunicación social. Respecto a las relaciones con las Iglesias
La izquierda cubana y movimientos cristianos, "la política del Partido se e n c u e n t r a
subordinada a la batalla por la construcción de la nueva socie-
La influencia de la revolución cubana y del "castrismo" so- dad y la consolidación de las relaciones socialistas de produc-
bre la izquierda latinoamericana ha sido fortísima. El "hacer ción... el Partido aprecia positivamente la actividad de nume-
como en Cuba" h a sido la m e t a de gran parte de las organiza- rosos sectores cristianos avanzados que participan en las luchas
ciones políticas revolucionarias. Por esta razón es muy impor- p o r la liberación nacional, enfrentándose al imperialismo".
tante analizar los planteamientos del PCC y de Fidel sobre la Estas posiciones típicamente leninistas, salvo en el último
religión (Castro: 1985). El marxismo cubano h a estado total- apartado citado, aparecen también en la declaración del Con-
m e n t e impregnado por el marxismo soviético. Llama la aten- greso Nacional de Educación y Cultura (1971): "No estimular,

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR
I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

apoyar o ayudar a n i n g ú n g r u p o religioso ni pedir n a d a d e La influencia decisiva de Fidel en el PCC y en gran parte
ellos. No compartimos las creencias religiosas ni las apoyamos". de la izquierda latinoamericana obliga a abordar su pensa-
m i e n t o sobre la religión cristiana. Él recibió en su infancia y
En el II Congreso del PCC (1980) se ratifican las mismas
p r i m e r a j u v e n t u d u n a socialización cristiana en colegios de
posiciones y se recuerda que los cristianos n o p u e d e n perte-
salesianos y jesuítas. En los primeros años de la revolución,
necer al partido ni acceder a puestos de la función pública e n
Fidel insistía m u c h o en respetar los sentimientos religiosos
u n país en el que prácticamente todo está estatalizado. En el
del pueblo. En 1959, a los pocos meses de la entrada triunfal
III Congreso del PCC (1985), Fidel afirma en su discurso que
en La Habana, afirmaba: "Si las prédicas de Cristo se practica-
"sin los cristianos n o p u e d e construirse el socialismo" y valora
ran v e r d a d e r a m e n t e , se p o d r í a decir q u e en el m u n d o esta-
positivamente la teología de la liberación. N o se introdujeron
ría o c u r r i e n d o u n a revolución" (en Harnecker: 1987, 180).
cambios respectos a las posiciones establecidas en 1971, aun-
En 1960, en la clausura de u n a r e u n i ó n con coordinadores
que se planteó la necesidad de abordar más atentamente los
de cooperativas, decía: "Traicionar al p o b r e es traicionar a
nuevos fenómenos religiosos y abrir u n a nueva etapa de rela-
Cristo. Servir a la riqueza es traicionar a Cristo. Servir al im-
ciones con la Iglesia. Se creó el Departamento de Asuntos Re-
perialismo es traicionar a Cristo". (En Harnecker: 1987,181).
ligiosos, vinculado al secretariado del Comité Central.
En el primer lustro de la revolución existieron tres facto-
Un cierto cambio en el análisis de la religión se aprecia en res q u e influyeron p o d e r o s a m e n t e en que Fidel asumiera las
u n largo artículo d e F. Heredia, "Cristianismo y liberación: tesis leninistas sobre la religión: el conservadurismo reaccio-
¿revolución en el cristianismo?" (Cuadernos de Nuestra Améri- nario de la mayor parte de la Iglesia cubana y especialmente
ca, 6, 1986) en el que su autor, u n o de los principales intelec- d e los misioneros españoles, la fundación de la ORÍ —-me-
tuales del nuevo marxismo cubano, analiza pormenorizada- diante la cual se fusionaron el Movimiento 26 de Julio, el Di-
m a n t e la teología de la liberación y valora muy positivamente rectorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular (comu-
el cristianismo de liberación, pero sin llegar a abordar las im- nista)—y la posición de EE UU, que provocó el alineamiento
plicaciones de esta "renovación revolucionaria del cristianis- con la URSS. Los cuadros del PSP configuraron el nuevo Es-
m o " para las posiciones oficiales del PCC. El autor reconoce tado desde la filosofía leninista y el mismo Fidel ha reconoci-
que los analistas cubanos están insuficientemente preparados do, a mediados de los ochenta, q u e algunos introdujeron u n
para abordar esta cuestión (p. 52). En septiembre de 1986, el fuerte sectarismo ideológico.
filósofo y teólogo G. Girardi fue invitado p o r el Centro de Es-
tudios sobre las Américas, dependiente del Comité Central La entrada del sacerdote Camilo Torres en la guerrilla co-
del PCC, para impartir u n a conferencia sobre c ó m o replan- lombiana impactó fuertemente a Fidel y desde finales d e los
tear las relaciones entre cristianos y marxistas. La posición años sesenta buscó el acercamiento a los cristianos revolucio-
oficial empieza a ser de mayor a p e r t u r a que la expresada en narios del continente. Éstos sentían verdadera fascinación p o r
1978 p o r los responsables de la política ideológica del parti- la revolución cubana y, especialmente, el nicaragüense Ernes-
d o ante los planteamientos q u e sobre esta temática expuso to Cardenal y el obispo mexicano Méndez Arceo propagaron
A. Comín en la sede del Comité Central del PCC. En 1990, la las b o n d a d e s del régimen c u b a n o a través de sus escritos. El
ASCE (Asociación Socialista Cristiana Europea) y el Centro p r i m e r p r o n u n c i a m i e n t o público del líder cubano sobre el
d e Estudios de Europa Occidental organizaron u n encuen- cristianismo revolucionario tuvo lugar en su visita a Chile en
tro sobre cristianismo y marxismo, muy en la línea de los diá- 1971. Las tesis de Cristianos por el Socialismo influyeron nota-
logos europeos de los años sesenta, es decir, de confronta- blemente en el nuevo enfoque d e Fidel sobre la religión. En
ción entre cosmovisiones diversas. Chile él planteó la necesidad de constituir u n a alianza estraté-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

gica entre cristianos y marxistas. Esta idea será central en los Fidel valora muy positivamente el mensaje contenido en
nuevos planteamientos de Fidel sobre la religión, los cuales los Evangelios: "Pienso que el Sermón de la Montaña lo ha-
van a ir expresándose en diversos encuentros con personali- bría p o d i d o suscribir Carlos Marx" (Castro: 1985, 326). Él
dades y colectivos del m u n d o cristiano: en Cuba con dirigen- considera que "si (los obispos cubanos) hubieran organiza-
tes chilenos de Cristianos por el Socialismo (1972), en Jamai- d o (un Estado) de acuerdo con los preceptos cristianos, or-
ca con líderes religiosos (1977), en Cuba en el diálogo con ganizarían u n Estado similar al nuestro". (Castro: 1985, 263).
Comín, Méndez Arceo y Cardenal (1978), en el voluminoso li- El líder cubano afirma que lee algunas obras d e la teolo-
bro de conversaciones sobre la religión con F. Betto (1985), gía de la liberación y piensa que si ésta hubiera existido en los
en Venezuela con movimientos cristianos (1989), en Cuba tiempos de la revolución, las relaciones con el m u n d o cristia-
con dirigentes de la ASCE e intelectuales cristianos (1990). n o hubieran sido muy difirentes en Cuba. Fidel dice que "la
Me parece q u e sus tesis principales sobre el cristianismo Iglesia de la liberación y la teología de la liberación es un re-
y la izquierda son las siguientes: e n c u e n t r o del cristianismo con sus raíces, con su historia más
a) Dentro del cristianismo h a n surgido corrientes revolu- hermosa, más atractiva y esto es de tal magnitud que obliga a
cionarias de tal entidad q u e la izquierda n o p u e d e obviar este toda la izquierda en América Latina a tenerlo en cuenta
acontecimiento. como u n o de los acontecimientos más fundamentales de los
b) La alianza estratégica con los cristianos se relaciona con que h a n ocurrido en nuestra época". (Castro: 1985, 291).
la gran implantación de la religión cristiana en el continen- d) La religión cristiana n o es el opio del pueblo, a u n q u e
te. Si los cristianos revolucionarios logran llevar a las masas p u e d e serlo en determinadas circunstancias. La conciencia
religiosas al socialismo, la revolución será imparable. Desde religiosa n o es u n a conciencia alienada, pues e n múltiples
esta perspectiva, es suicida atacar a la religión y constituye ocasiones h a sido el camino de creación de u n a conciencia
u n error revolucionario p o n e r el acento en las diferencias fi- revolucionaria.
losóficas entre cristianos y marxistas, especialmente c u a n d o e) La religión n o es p o r esencia anticientífica. En el libro
se c o m p a r t e n los mismos objetivos revolucionarios. En el de conversaciones con Betto, Castro manifiesta ser u n gran
discurso en el estadio nacional chileno (1971), el líder cu- aficionado a la literatura científica y él constata c ó m o mu-
b a n o proclamó "los e n o r m e s p u n t o s d e coincidencia entre chos de los grandes científicos c o n t e m p o r á n e o s son creyen-
los preceptos más puros del cristianismo y los objetivos del tes de diversas religiones.
marxismo" (en Richard: 1976, 66). En el libro de conversa- f) Muchas religiosas y religiosos cubanos y latinoamerica-
ciones con Betto, Castro afirma textualmente q u e las coinci- nos encarnan con su vida el modelo de vida del perfecto co-
dencias son de u n 90 por ciento (objetivos y valores comparti- munista por su gran entrega y servicio a los sectores más po-
dos) y las divergencias de u n 10 por ciento (fundamentación bres de la población. Fidel destaca como virtud revolucionaria
filosófica). el amor desinteresado de las religiosas a aquellos seres más
c) El cristianismo evangélico es u n a religión revoluciona- desfavorecidos p o r los cuales la revolución n o p u e d e hacer
ria. Esta idea aparece en sus discursos en Chile (1971), en el más (enfermos crónicos, ancianos, disminuidos físicos y psí-
diálogo con Comín —reproducido por éste en Cuba, entre el si- quicos). En Chile (1971), Castro llegó a p o n e r el sacerdocio
lencio y la utopía (Laia, 1979)—y en el libro con Betto (1985): como modelo de vida consagrada al servicio de los demás y,
"Yo sé que el auténtico cristianismo es revolucionario. Fue la en este sentido, dijo: "Se podría decir que el Che era u n sacer-
religión de los pobres y de los esclavos en el Imperio romano". dote en su actitud, en su conducta. Quiero decir que él tenía
(Comín: 1979,121; Richard: 1976,66; Castro: 1985, 327). la conducta del sacerdote p o r q u e daba ejemplo, se privaba de

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RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

el papel del cristianismo y los cristianos en el socialismo. Di-


cualquier cosa, muy desprendido, muy desinteresado; tal era
versos delegados y el mismo Fidel reconocieron las aporta-
su desprendimiento que hasta en la última hora estaba dis-
ciones de cristianos revolucionarios d e n t r o y fuera de Cuba y
puesto a morir". (En Richard: 1976,68).
el sinsentido de negarles el ingreso en el partido. El conteni-
g) Apertura a aportaciones del cristianismo. P r e g u n t a d o
do de diversas intervenciones de delegados mostraban el peso
sobre este asunto en la r e u n i ó n de Caracas (1989) a la q u e
de la formación recibida y las fuertes resistencias ideológicas
aludí, Castro afirmó que en Cuba estas aportaciones serían
muy importantes en tres ámbitos: la estabilidad familiar (los para asumir cambios teóricos sobre esta temática. Llama la
valores cristianos ayudarían a reducir divorcios y abortos), la atención que el único fundamento ideológico que se ofreció
formación moral del h o m b r e nuevo con criterios éticos fuer- en los debates del IV Congreso para que los delegados acep-
tes como los propios del Evangelio y el testimonio de vida taran que en el PCC pudiera ingresar cristianos fuera el pen-
austera y entregada al servicio de los demás, tal como él lo vi- samiento de Lenin. En 1991, veinte años después del giro del
sualiza en las religiosas que trabajan en la isla. Planteó tam- discurso de Fidel sobre el m u n d o cristiano, se estableció u n
bién u n a colaboración con la Iglesia en el campo de la salud. cambio estatutario, p e r o n o se superaron los desafíos y con-
h) Compatibilidad de ser marxista y ser cristiano: "Desde tradicciones que este giro introducía en el marxismo-leninis-
u n p u n t o de vista estrictamente político pienso que se p u e d e m o cubano, cuyas implicaciones analizaré más adelante.
ser marxista sin dejar de ser cristiano y trabajar u n i d o con el
comunista marxista para transformar el m u n d o . Lo impor-
tante es que en ambos casos se trate de sinceros revoluciona- La izquierda chilena
rios, a u n q u e se parta, en el caso de los cristianos, de u n a con-
cepción religiosa". (Castro: 1985,333). Chile es u n país en el q u e d u r a n t e gran parte del siglo
Las preguntas ante estas tesis son inevitables y claras: ¿por coexisten u n cristianismo social muy avanzado con expre-
qué el PCC dice oficialmente todo lo contrario?, ¿por qué pro- sión política propia y u n a izquierda marxista muy fuerte y
hibe la entrada d e cristianos en el partido?, ¿por q u é el Esta- organizada. En la década de los sesenta surgen los curas
d o cubano discrimina respecto al e m p l e o y a otros servicios obreros y u n a Iglesia Popular muy arraigada en zonas obre-
colectivos a los ciudadanos que son cristianos?, ¿por qué se ras y campesinas. En esa misma década, el ala de izquierda
dificulta institucionalmente la actividad evangelizadora de la de la Democracia Cristiana se hace con la dirección del par-
Iglesia, si el cristianismo es u n a religión revolucionaria y las tido y p r e t e n d e , desde el liderazgo de Frei, realizar u n a "re-
religiosas y religiosos son u n ejemplo de comunistas? Estas volución en la libertad". El apoyo popular a este i n t e n t o se
cuestiones le fueron formuladas a Fidel por Cristianos p o r el manifiesta en las elecciones de 1964, en las q u e Frei venció
Socialismo (1971), p o r Comín (1978), p o r B e t t o (1985) y p o r a Allende p o r u n apreciable m a r g e n .
los movimientos cristianos venezolanos (1989). La respuesta
La n o profundización de este proyecto provocó que u n
h a sido siempre la misma: "Es u n a cuestión histórica, n o ideo-
sector de la izquierda de la DC creara en 1969 el partido
lógica", que r e q u i e r e t i e m p o para ser superada. Por fin, en
MAPU, el cual formó parte del frente de la Unidad Popular
el IV Congreso del PCC (1991) se a b o r d ó esta temática y se
q u e triunfó en las elecciones de septiembre de 1970 y llevó
aprobó la entrada de cristianos en el partido. Las intervencio-
a Allende a la presidencia. En 1971 otra escisión de la DC
nes de los delegados en los debates sobre esta cuestión, recogi-
origina la creación del partido IC (Izquierda Cristiana). Ese
das en el libro sobre d o c u m e n t o s del Congreso, manifiestan,
mismo año se crea el secretariado Cristianos p o r el Socialis-
a la vez, los cambios y las contradicciones n o superadas sobre
m o con el objetivo de intervenir en la lucha ideológica des-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL Df AZ-SALAZAR

atada en Chile p o r la oposición al g o b i e r n o de la U n i d a d ra u n puesto destacado el pensamiento cristiano revoluciona-


Popular. Es la p r i m e r a vez en la historia d e América Latina rio (en Silva Gotay: 1983, 333). Para Vuskovic, la teoría mar-
q u e u n colectivo amplio de cristianos asume y utiliza la ma- xista clásica permite abordar la religión como "protesta social
yor parte del pensamiento marxista (Richard: 1976) y reali- de la criatura oprimida" y n o sólo como "opio del pueblo".
za u n a estrategia muy elaborada d e difusión del socialismo Según él, el ateísmo n o es consustancial al marxismo, aun-
marxista dentro d e la Iglesia y fuera de ella (medios d e comu- que sí lo es el materialismo.
nicación social, barrios obreros, zonas campesinas, medios El golpe militar de septiembre de 1973 abortó la posibili-
universitarios). Con anterioridad a 1971, los cristianos de iz- dad de profundizar en estas cuestiones. Muchos cristianos de
quierda en Chile eran casos individuales como, p o r ejem- izquierda fueron asesinados o se exiliaron. A través de la Vica-
plo, Clotario Blest, presidente de la CUT (Central Única de ría de la Solidaridad, la Iglesia chilena fue convirtiéndose pro-
Trabajadores), p e r o n o habían tenido u n a expresión ideo- gresivamente en crítica de la dictadura militar, a diferencia
lógica colectiva. de la Iglesia argentina. Después del restablecimiento de la de-
En noviembre de 1971 se realizó u n encuentro entre Fidel mocracia, la colaboración de democristianos y socialistas se
Castro y el secretariado de Cristianos por el Socialismo en San- ha intensificado y los cristianos se encuentran presentes en
tiago de Chile y en febrero de 1972 doce miembros de este todos los partidos de la izquierda. Llama la atención que el
g r u p o visitaron Cuba invitados por Fidel y desde allí emitie- MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) presentara a
ron u n mensaje d e apoyo a la revolución y u n a invitación a los u n sacerdote católico como candidato a la presidencia de la
cristianos de América Latina para que se incorporaran a la lu- República.
cha por el socialismo. Los chilenos organizan en abril de 1972
el primer congreso latinoamericano "Los cristianos y el socia-
lismo", al q u e acudieron más de cuatrocientas personas de di- La izquierda nicaragüense,
versos países del continente. Los principales dirigentes de la centroamericana y haitiana
izquierda chilena apoyaron este movimiento. Clodomiro Al-
meyda, canciller de la República, inauguró el congreso y en D u r a n t e décadas Centroamérica h a sido u n escenario de
su intervención declaró q u e el mensaje de Cristo hay que rea- enfrentamientos armados entre la izquierda y gobiernos dic-
lizarlo en la tierra y que la religión cristiana p u e d e inspirar u n tatoriales sostenidos por Estados Unidos. De todas las organi-
m o d e l o de sociedad basado en la justicia. Valoró muy positi- zaciones revolucionarias, sólo el FSLN, creado en 1961, fue
vamente la labor de los cristianos de izquierda p o r su "aporte capaz d e vencer militarmente e implantar u n a revolución en-
decisivo a la audaz empresa revolucionaria que estamos aco- tre 1979 y 1990. Para el tema de este libro, interesa especial-
metiendo en nuestra América y en Chile" (en AA. W . : 1973, m e n t e el análisis del FSLN p o r dos razones: p o r su intento
28). Salvador Allende también intervino en este encuentro y de aunar cultura autóctona y marxismo antidogmático —y e n
dirigió u n discurso a los asistentes, en el que defendió la tesis ese sentido creo q u e los sandinistas son los q u e mejor h a n
de profundizar la unidad política de marxistas y cristianos sin desarrollado el intento de Mariátegui de crear u n marxismo
p e r d e r el perfil filosófico propio. propio e inculturado en la idiosincrasia latinoamericana— y
P. Vuskovic, comunista y ministro d e Economía en el Go- p o r la inserción t e m p r a n a del cristianismo de liberación en
b i e r n o de Allende, defendió la necesidad de ir más allá de la la cultura y el proyecto revolucionario. A estas dos razones
u n i d a d política. Según él, era necesario establecer un mayor habría q u e a ñ a d i r otra de u n a e n o r m e significación históri-
pluralismo ideológico d e n t r o de la izquierda, en el que tuvie- ca q u e h a sido expuesta del siguiente m o d o :

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Su fundador quiso, desde el principio, que la organización se


La revolución nicaragüense es la primera revolución en la basara en u n a "ideología revolucionaria nacional". La asun-
historia donde los cristianos participan de forma masiva, no sólo ción del marxismo e incluso del leninismo, q u e es bien tem-
a nivel de base sino en la propia conducción del proceso revolu- prana, siempre se hizo en conexión con el pensamiento de
cionario, tanto en los barrios como en el campo y también en la Sandino y, posteriormente, con el cristianismo de liberación.
dirección del Frente Sandinista. Y además es una revolución En este sentido, hay que tener en c u e n t a q u e Sandino era
que en sus inicios es favorecida con la bendición del episcopa- teósofo y admirador de Jesucristo: "Para destruir la injusti-
do. (Harnecker: 1987,193). cia ha sido necesario atacarla, y por eso hemos visto a muchos
con esa misión sobre la tierra. Entre ellos está Jesús y todo
El FSLN fue creado en 1961 por Carlos Fonseca, q u e en su h o m b r e que lucha p o r la libertad de los pueblos es u n conti-
juventud universitaria había pertenecido a u n a organización n u a d o r de su doctrina". (En Girardi: 1987, 267).
cristiana antisomocista y socialmente avanzada, la UNAP, y En 1964, Fonseca negó que fuera marxista, aunque en 1957
había sido lector d e Maritain. En 1968, Tomás Borge, q u e es había visitado la URSS y diversos países del este. Él propug-
considerado cofundador del Frente, solicitó desde la clan- naba n o aniquilar en Nicaragua toda la propiedad privada y,
destinidad u n e n c u e n t r o con el sacerdote y poeta Ernesto desde el punto de vista ideológico, afirmaba que "en mi pensa-
Cardenal y, p o r ahí, e m p e z ó el contacto con el m u n d o cris- miento acojo la médula de distintas ideologías: del marxis-
tiano d e base. Cardenal visitó en esta época a Fidel Castro y mo, del liberalismo, del socialcristianismo" (en Girardi: 1987,
publicó su libro En Cuba (1971), convirtiéndose en u n defen- 89). La orientación n e t a m e n t e marxista del FSLN se consoli-
sor de la revolución. En 1972 el FSLN desarrolló la iniciativa da en 1968 y se expresa a través del Mensaje del FSLN a los estu-
de estrechar relaciones con dirigentes de c o m u n i d a d e s cris- diantes revolucionarios. Se trata de u n marxismo peculiar, q u e
tianas de base instaladas en los suburbios de las ciudades y con dice inspirarse en "los ideales de los grandes revolucionarios
líderes de movimientos cristianos universitarios. Muchos de de la historia: Carlos Marx y Sandino, Camilo Torres y Che
éstos, gracias a esa política de acercamiento, ingresaron en el Guevara". Es significativo cómo se auna pensamiento revolu-
FSLN sin a b a n d o n a r sus c o m u n i d a d e s cristianas. El princi- cionario marxista (Marx y Che Guevara), práctica revolucio-
pal responsable del movimiento cristiano universitario, Luis naria cristiana (Camilo Torres) y cultura y política antiimpe-
Carrión, será p o s t e r i o r m e n t e u n o d e los nueve comandan- rialista n o marxista (Sandino). En 1972, Fonseca añade nuevas
tes d e la revolución y pertenecerá al núcleo dirigente. Diver- influencias: "El marxismo de Lenin, Fidel, H o Chi Minh", p e r o
sos sacerdotes se i n c o r p o r a r o n a la lucha armada, entre los r e m a r c a n d o la síntesis de éstas con el pensamiento de Sandi-
q u e destaca G. García Laviana. C o m o es sabido, después del n o e insistiendo en la "unidad entre los verdaderos revolucio-
triunfo revolucionario, cuatro sacerdotes son nombrados mi- narios y los verdaderos cristianos, la unidad que forjaron, el
nistros (D'Escoto, Ernesto Cardenal, Parrales y el jesuíta Fer- fusil en la m a n o de la América oprimida, el c o m a n d a n t e Er-
n a n d o Cardenal). Además, diversos ministros y altos cargos nesto Guevara y el sacerdote Camilo Torres" (en Girardi: 1987,
del G o b i e r n o revolucionario son laicos cristianos que perte- 91 y 268). Fonseca siempre insistía en que Camilo Torres era
n e c e n a comunidades eclesiales. el ejemplo d e lo que es u n cristiano "verdadero".
Decía a n t e r i o r m e n t e q u e u n a d e las originalidades del En esta época, q u e transcurre entre 1968 y 1972, algunos
FSLN es que, aunque siempre ha habido leninistas en su seno, dirigentes del FSLN, entre los q u e destaca R. Morales Aviles,
éste n o se h a concebido n u n c a c o m o u n a de las muchas van- intentan reforzar el leninismo d e n t r o de la organización. En
guardias marxistas-leninistas existentes en América Latina. esta línea critican el idealismo cristiano presente en el socia-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

lismo p r o p u g n a d o por E. Cardenal y declaran q u e la ideolo- Cristo hacia los pobres, hacia los humildes, hacia los explo-
gía del FSLN h a d e ser el socialismo científico, q u e es bien tados" (en Girardi: 1987, 242). Este es ciertamente u n enfo-
distinto de la concepción Cristina del socialismo. N o obstan- q u e bien distinto al a d o p t a d o p o r la mayoría de las vanguar-
te, Morales declara que "existe la posibilidad de q u e la ideo- dias leninistas. Después de la victoria revolucionaria, Borge
logía socialista del cristianismo sufra modificaciones bajo expresó las señas de identidad del FSLN de u n m o d o muy
nuestra influencia". (En Girardi: 1987, 266). significativo: "El marxismo es nuestro i n s t r u m e n t o de análi-
A mediados de los setenta, las influencias ya eran mutuas. sis de la realidad y el i n s t r u m e n t o del alma, con sus princi-
Los cristianos revolucionarios añaden a su cultura religiosa y pios morales, es el cristianismo". (En Forcano: 1992, 199).
moral, análisis, estrategias y objetivos basados en el marxismo. El principal líder del FSLN, Daniel Ortega, h a subrayado
Los marxistas ateos superan, salvo alguna excepción, la teo- siempre q u e el cristianismo de liberación p e r t e n e c e a la raíz
ría marxista-leninista de la religión. Morales declarará que los y al corazón de la cultura política de esta formación:
revolucionarios cristianos y marxistas c o m p a r t e n lo que él
enfáticamente llamaba "socialismo científico" como opuesto En este país la revolución sandinista se ha planteado un mo-
a "socialismo idealista". Por su parte, el c o m a n d a n t e Luis Ca- delo verdaderamente nuevo, que tiene sus raíces en la realidad
rrión explica la articulación realizada p o r los cristianos revo- histórica de Nicaragua, que tiene sus raíces en el cristianismo,
lucionarios en los siguentes términos: "Los principios del cris- en esa fuerza de transformación que tenemos los nicaragüenses.
tianismo son u n a base moral para llevar a los h o m b r e s a la Transformación espiritual, transformación social, transforma-
lucha contra la opresión y los cristianos, sin renunciar a su fe ción económia, opción por los pobres: eso es el cristianismo y así
en Dios, se apropian de los instrumentos conceptuales mar- hemos entendido el cristianismo y así lo practicó Cristo. Y allí
xistas que son relevantes para la comprensión científica de los están nuestras raíces, en el cristianismo y en el sandinismo J '.
procesos sociales y para la orientación revolucionaria de su
práctica política". (En Harnecker: 1987,198-199). La posición oficial del FSLN sobre la religión y la Iglesia
T. Borge, cofundador del FSLN, siempre ha mantenido un q u e d ó expresada en u n a declaración de la dirección publica-
marxismo-leninismo sui generis ampliamente corregido p o r do en octubre de 1980. En ella se destaca la contribución d e
u n h u m a n i s m o místico y poético q u e difícilmente encaja, los cristianos a la revolución, se rechaza q u e la religión cristia-
como la mayor parte de la cultura latinoamericana, en el mar- n a sea opio del p u e b l o y se manifiesta la voluntad de cons-
co de la filosofía cientificista y materialista. Este político con- truir u n Estado laico que apoye la libertad religiosa.
cede m u c h a importancia en la cultura política a lo q u e de- Por lo q u e respecta a otros países centroamericanos, hay
n o m i n a "mística revolucionaria" y "moral revolucionaria" que indicar que la participación de los cristianos en la lucha
(sacrificio, entrega, coherencia e n t r e decir y hacer, etc.) El, revolucionaria ha sido muy intensa en Guatemala y El Salva-
q u e n u n c a h a ocultado las diferencias filosóficas entre sandi- dor. En este país, los asesinatos de m o n s e ñ o r Romero y de los
nistas leninistas y sandinistas cristianos, dice q u e es mejor de- jesuitas de la UCA n o son sino u n e x p o n e n t e más de la lucha
j a r aparte los antagonismos filosóficos y centrarse en la "geo- p o r la liberación d e los pobres q u e h a n desarrollado miles y
metría del amor". Este dirigente del FSLN, q u e conoce bien miles de m i e m b r o s d e c o m u n i d a d e s cristianas de base, mu-
la Biblia y q u e utiliza profusamente su lenguaje y sus metá- chos de ellos c o m o m i e m b r o s del FMLN. Esta organización
foras e n el discurso político, afirma q u e casi desde la funda- política afirma basarse ideológicamente e n el h u m a n i s m o
ción d e la organización "empezamos a ver el cristianismo des- revolucionario, del cual forma parte el h u m a n i s m o cristiano.
de u n a dimensión evangélica; es decir, desde la opción de Algunos d e los máximos dirigentes del FMLN h a n manifesta-

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LA IZQUIERDA V EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

d o que el cristianismo de liberación constituye la base ética de izquierda del catolicismo de base se incia a finales d e los años
su política. cincuenta, cuando militantes de Acción Católica crean el mo-
En Guatemala, múltiples catequistas, delegados de la Pa- vimiento político Acción Popular, q u e p r o n t o se convirtió en
labra y m i e m b r o s de c o m u n i d a d e s cristianas de base forma- u n partido de extrema izquierda.
ron organizaciones campesinas y sindicales y se incorporaron A diferencia de otros países, los sectores más avanzados
a la URNG (Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalte- del cristianismo n o se q u e d a r o n aislados del conjunto de la
ca) . La líder más conocida d e la izquierda de Guatemala, Ri- Iglesia. En Brasil, la mayoría de la Iglesia católica, empezan-
goberta Menchú, fue catequista y ha n a r r a d o en su autobio- d o por la Conferencia Episcopal, realizó u n a opción muy se-
grafía cómo su conciencia política y su incorporación a la ria de lucha p o r la liberación de los empobrecidos. Los obis-
lucha estuvieron d e t e r m i n a d a s por su religiosidad cristiana. pos crearon dos organismos que vienen desarrollando u n a
La URNG publicó u n a "Resolución de la C o m a n d a n c i a Ge- gran labor social: la pastoral de la tierra y la pastoral obrera.
neral sobre los cristianos" (1987), en la q u e valora positiva- También a diferencia de otros países, la Iglesia n o intentó
m e n t e el rol social de la Iglesia católica y la contribución de crear organizaciones confesionales en estos ámbitos, sino for-
los cristianos revolucionarios a la lucha de liberación. mar cristianos comprometidos y capacitados para concienciar
Fuera de Centroamerica, en Haití, nos encontramos con y organizar a obreros y campesinos en movimientos laicos.
el h e c h o de u n sector jerárquico de la Iglesia muy vinculado a Ella misma se c o m p r o m e t i ó a defender las reivindicaciones
los poderes dominantes d u r a n t e la larga dictadura de Duva- de estos movimientos, asumiendo las críticas y represiones
lier y de los militares (1957-1989) y u n a muy extensa red de q u e esta opción conllevara.
comunidades cristianas de base que, ante la extrema repre- Los analistas latinoamericanos coinciden e n q u e "el tra-
sión implantada, se centraron en u n a labor de educación po- bajo de la Iglesia fue fundamental, despertó la conciencia d e
pular y organización socio-económica autogestionaria a través los campesinos" (Harnecker: 1994, 205). Cristianos forma-
del movimiento campesino Papay y otras iniciativas sociales. dos y alentados p o r la Comisión Pastoral d e la Tierra dieron
Según el sociólogo haitiano G. Pierre-Charles, esta labor de vida al MST (Movimiento de los Sin Tierra) y a organizacio-
concienciación de la Iglesia de liberación es la que permitió nes ecologistas campesinas, u n o de cuyos líderes fue Chico
la organización del movimiento político de izquierda Lava- Mendes. La Pastoral O b r e r a fue decisiva en las luchas de los
las q u e triunfó en las primeras elecciones democráticas de trabajadores y el arzobispo d e Sao Paulo, cardenal Arns, h a
1990, teniendo como candidato al sacerdoteJ. Aristide. defendido siempre públicamente sus reivindicaciones. La
J O C (Juventud O b r e r a Cristiana) h a formado m u c h o s cua-
dros sindicales. El principal líder del movimiento o b r e r o
La izquierda brasileña brasileño, el t o r n e r o mecánico Lula, h a afirmado q u e "la
Iglesia ayudó de forma extraordinaria al movimiento popu-
Brasil es, quizá, el país d o n d e la interpenetración entre el lar y al movimiento sindical". (En Harnecker: 1994, 305).
m u n d o de la izquierda y el m u n d o cristiano es más fuerte, D e n t r o de las organizaciones eclesiales, las c o m u n i d a d e s
sencillamente p o r q u e el cristianismo de liberación brasile- de base han sido las más decisivas para la creación de n u m e r o -
ñ o h a sido p r o d u c t o r d e organizaciones políticas, sindicales sos movimientos sociales populares. Hay que tener en c u e n t a
y sociales de izquierda: "Todos los movimientos sociales que que en 1983 existían más de cien mil comunidades cristianas
surgieron al final de la dictadura tuvieron su origen en el tra- de base q u e a g r u p a b a n a cerca de tres millones de personas.
bajo de la Iglesia" (Harnecker: 1994, 67). La orientación de Dado que todo m i e m b r o de u n a comunidad tenía como seña

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

de identidad unir fe cristiana, compromiso político y organi- caldes, responsables locales, g o b e r n a d o r e s o dirigentes na-
zación del pueblo, el efecto multiplicador ha sido inmenso. cionales del PT. Hay que tener en cuenta q u e entre los siete
Marta Hacnecker ha analizado a estas comunidades y a múlti- sindicalistas q u e crearon el PT, además de Lula, estaban otros
ples parroquias como "espacios privilegiados d e organiza- dos cristianos: Olívio Dutra y Wagner Benevides (JOC), estre-
ción popular" (1994, 32). En las cuatro últimas décadas la chamente vinculados a la pastoral obrera. El actual presidente
Iglesia brasileña h a sido la principal instancia de politización d e la CUT (Central Única de Trabajadores) es Vicente Pau-
de los sectores campesinos, obreros y suburbanos. lo da Silva, m i e m b r o de las comunidades cristianas de base
En el ámbito estrictamente político, la influencia de la Igle- desde su adolescencia. Su antecesor h a sido Jair Meneguelli,
sia y del cristianismo de liberación han sido totalmente deci- m i e m b r o de la pastoral familiar de la Iglesia en los barrios de
sivas para la creación en 1980 del Partido de los Trabajadores, favelas. Diversos líderes de las comunidades cristianas de base
el mayor partido de izquierda de toda América Latina. El in- h a n creado recientemente la Central Única de Movimientos
telectual troskista M. Lówy ha afirmado q u e "sin la existencia Sociales, q u e a g r u p a y coordina a trescientas organizacio-
de u n a cultura cristiana contestataria, promoviendo la autoor- nes. Frei Betto, teólogo de la liberación, es u n o d e los princi-
ganización y autoemancipación de los pobres, es poco proba- pales asesores de Lula. Él y el sociólogo F. Weffort fueron los
ble que el PT se hubiera podido constituir y, sobre todo, ganar q u e elaboraron el discurso inaugural de la p r i m e r a conven-
tan rápidamente u n a influencia tan considerable" (en Foll- ción del PT.
man: 1997, 294). El sociólogo brasileño F. Weffort considera Este partido de nuevo tipo ha sido posible por la confluen-
que "el PT es u n partido en el que más de la mitad de sus miem- cia de tres sectores: el movimiento sindical q u e necesitaba
bros son católicos y algunos de sus más importantes líderes dotarse de u n a expresión propia al n o identificarse con la iz-
creen en Dios". Su principal dirigente y candidato a la presi- quiera tradicional, cristianos revolucionarios que habían crea-
dencia, Lula, se h a autoidentificado como cristiano y h a afir- d o múltiples movimientos sociales y militantes socialistas y
m a d o lo siguiente: comunistas desencantados de sus organizaciones. El PT, se-
g ú n h a n declarado sus dirigentes, ha recogido n o sólo la ins-
En América Latina gran parte de los avances políticos se de- piración cristiana, sino la cultura política y las formas de traba-
ben a la Iglesia católica a través de las comunidades de base, de j o con las masas populares desarrolladas por las comunidades
la pastoral de la tierra, de la pastoral obrera, etc. Un trabajo fan- cristianas de base.
tástico, serio, de la Iglesia católica en los sectores populares. La
Iglesia tiene que servir para eso, para animar al pueblo en sus
derechos y luchas, darle fuerza espiritual y ofrecerle un camino Los cambios político-ideológicos
para luchar contra las injusticias, pues al fin y al cabo eso es lo sobre la cuestión cristiana
que hizo Jesucristo la vida entera 12 .
La relación e n t r e izquierda y cristianismo e n América La-
Los estudios de sociología electoral de Brasil han destaca- tina en las tres últimas décadas tiene u n a e n o r m e significa-
d o cómo el voto al PT a u m e n t a en las zonas d o n d e la implan- ción histórica, desde u n p u n t o de vista sociológico, político e
tación de las c o m u n i d a d e s critianas de base es más fuerte. ideológico. Autores c o m o H a r n e c k e r (1987, 1994) y Lówy
Además, los cristianos d e base c o m p r u e b a n q u e muchos de (1987), q u e llevan m u c h o s años estudiando el marxismo la-
los miembros de comunidades eclesiales, movimientos de Ac- tinoamericano, h a n subrayado cómo esta relación h a cam-
ción Católica, pastoral o b r e r a o de la tierra son diputados, al- biado al m u n d o político y al m u n d o religioso. El rol libera-

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

dor del cristianismo obliga, según ellos, a u n a revisión muy u n marxismo-leninismo plano. Analizando los planteamien-
profunda del marxismo q u e va más allá de la teoría clásica so- tos dominantes en el PCC sobre el tema de la religión, llama
bre la religión. El economicismo, el materialismo y el cienti- poderosamente la atención la falta de receptividad de los avan-
ficismo d e b e n ser superados. ces teóricos en el campo del diálogo cristiano-marxista desde
En la actualidad existen dos modelos d e relación entre iz- los años sesenta. N a d a menos q u e en 1991 se descubre que
quierda y cristianismo en América Latina. El p r i m e r o — q u e con el pensamiento de Lenin se p u e d e justificar la entrada de
es el mayoritario— se basa e n u n a articulación dialéctica en- cristianos en el PCC; desde luego pocos entrarán, si el cambio
tre cristianismo, como base cultural y moral, y marxismo anti- n o es mayor. El PCC se e n c u e n t r a en la actualidad en las mis-
dogmático, como instrumento de análisis y de orientación po- mas posiciones que el PCE en el periodo 1955-1965, es decir,
lítica. El segundo, que prácticamente sólo pervive en Cuba en u n leninismo estratégica e instrumentalmente abierto a la
y en algunas organizaciones marxistas-leninistas de diversos colaboración con cristianos. El discurso de Fidel h a avanzado
países, se basa en u n a alianza estratégica que comparte obje- m u c h o más, a u n q u e extraña que, dado q u e ya n o existe el
tivos y acciones comunes, p e r o rechazando u n a articulación supervisor ideológico soviético y q u e su p o d e r en el PCC n o
cultural e ideológica. es débil, n o haya impulsado u n desarrollo teórico mayor so-
bre esta cuestión.
El primer modelo ha conllevado cambios dentro del mun-
do cristiano (asunción del marxismo analítico y político y re- El p r o b l e m a de fondo es el tipo de marxismo q u e oficial-
conocimiento de los límites del idealismo moral propio de m e n t e todavía i m p e r a en Cuba. Más de treinta años de de-
esta tradición) y del m u n d o de la izquierda (revisión profun- pendencia ideológica del marxismo-leninismo soviético y, so-
d a del marxismo-leninismo y cambios respecto a la filosofía, bre todo, de socialización d e los militantes del PCC p o r este
la cultura y la concepción del Estado y del partido). tipo peculiar de p e n s a m i e n t o n o se b o r r a n en u n día, espe-
Considero q u e el p r i m e r m o d e l o entronca mejor con los cialmente si n o se está dispuesto a afrontar los múltiples lí-
debates y avances teóricos que sobre esta temática se han ve- mites e insuficiencias del mismo. Fidel, en u n a de sus inter-
n i d o desarrollando d e n t r o de la izquierda e u r o p e a desde venciones en el IV Congreso del PCC, indicó q u e "hemos
principios de siglo. El segundo modelo reproduce a la perfec- convertido el Partido y el ateísmo en u n a religión, el nuestro
ción, especialmente en Cuba, la ideología y la política de pri- es u n partido político y revolucionario y n o u n partido religio-
vatización forzada de la religión. Los marxistas cubanos pue- so". Ahí p o n e las bases de u n hilo teórico que está por desarro-
d e n estar bien orgullosos de su fidelidad a Lenin hasta el día llar y que p u e d e conllevar consecuencias políticas importan-
de hoy. La pregunta q u e inevitablemente se plantea es la de tes. En este sentido, el marxismo c u b a n o p o d r í a a p r e n d e r
si después de la m u e r t e d e éste, el marxismo q u e d ó sellado y del marxismo sandinista y del nuevo p e n s a m i e n t o marxista
ya n o cabe más opción q u e la exégesis de sus textos para ver brasileño.
si la realidad se adecúa a ellos. En Cuba se ha establecido la La contradicción q u e la izquierda c u b a n a arrastra desde
ecuación socialismo=marxismo=leninisrno=marxismo-leninis- que en 1971 Fidel planteó la cuestión de la alianza estratégica
m o codificado por el PCUS. Esta ecuación, independiente- con los cristianos revolucionarios es la escisión entre conver-
m e n t e de su carácter reductor, choca con la realidad de u n a gencia práctica y divergencia teórica. Este tema se h a aborda-
pluralidad de marxismos que se hallan fuera de ella. Indepen- d o p o r el mal procedimiento de dejarlo aparcado y p o r el te-
dientemente de la existencia de intelectuales conocedores de m o r a reconocer q u e el marxismo q u e d a teóricamente
los marxismos, la mayoría de los dirigentes y cuadros inter- afectado p o r esta convergencia. G. Girardi e n Sandinismo,
medios han sido socializados en la manualística soviética de marxismo, cristianismo—quizá el mejor libro q u e se h a publi-

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I.A IZQUIERDA Y El. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

cado en América Latina sobre esta temática— h a afirmado d) El Estado y el partido h a n d e ser laicos y ello significa,
con claridad la r u p t u r a teórica q u e esta alianza histórica entre otras cosas, q u e "la secularización del partido revolu-
conlleva: cionario lleva consigo lógicamente la secularización de la teo-
ría revolucionaria" (Girardi: 1987, 285). El Estado y el partido
El proyecto teórico de los "cristianos marxistas" está en con- n o son ni ateos ni teístas. Consideran laicamente la religión
tradicción con el de Marx y con el de toda la tradición marxista. c o m o u n h e c h o social q u e está en la sociedad y q u e debe ser
El problema de la transcendencia marca la división. Esta contra- asumido d e n t r o del apoyo al desarrollo de las libertades ciu-
dicción representa el punto de partida de su búsqueda, cuyo ob- dadanas de expresión cultural. Dentro del Estado y del parti-
jetivo consiste precisamente en superarla... Se trata sin duda de d o — q u e pasa d e ser u n colectivo m a r c a d o p o r u n a única fi-
una revisión profunda del pensamiento de Marx. Se trata de de- losofía a u n a organización con u n a cultura revolucionaria
sarrollos que se oponen a él en puntos que para el mismo Marx inspirada en pensamientos diversos— las divergencias teóri-
eran esenciales... la opción de Marx no es la única posible; par- cas de corte metafísico y cosmovisional p e r m a n e c e n sin oca-
tiendo de las mismas premisas no tiene por qué llegarse a las sionar exclusiones y discriminaciones. Estas divergencias se
mismas conclusiones... La importancia que tiene para los proce- m a n t i e n e n j u n t o a otras convergencias teóricas de fondo.
sos de liberación la inversión de la tendencia que representa la Es absolutamente imposible q u e en u n a sociedad todas las
participación de los cristianos es lo suficientemente grande como personas tengan la misma filosofía y la misma cosmovisión,
para provocar una ruptura teórica. (Girardi: 1987, 280, 282,286). salvo que se opte p o r u n a uniformización filosófica de la so-
ciedad, lo cual sería u n a p r u e b a bien palpable de absoluto
Desde esta premisa q u e considera el marxismo c o m o u n totalitarismo.
sistema abierto a innovaciones rupturistas, la convergencia
práctica implica los siguientes cambios teóricos:
a) La superación d e u n marxismo ontológico y metafísico El cristianismo en la izquierda:
y la elaboración de u n marxismo como teoría de la práctica de cuestión privada a cuestión pública
revolucionaria. La hilazón establecida por Marx entre mate-
rialismo histórico y materialismo dialéctico, a u n q u e sea legí- En los orígenes de la concepción privatizadora de la reli-
tima, n o tiene por q u é seguir siendo obligatoria. gión cristiana había u n a lógica aplastante tanto en E u r o p a
b) Si los cristianos tienen un humanismo, u n a moral y u n a c o m o en América Latina. Los partidos de izquierda tenían
práctica revolucionarias basadas e n su fe, ésta n o es" alinean- q u e frenar el apoyo religioso a las fuerzas burguesas antiso-
te. Se requiere elaborar u n a nueva teoría sobre la sustancia cialistas y construir u n tipo d e Estado libre de tutelas eclesiás-
de la religión cristiana. N o tiene sentido lógico que algo como ticas asfixiantes y u n sistema público de educación q u e fuera
la fe cristiana, que p o r esencia es o debe ser la encarnación fuerte y p r e d o m i n a n t e . El austromarxista Otto Bauer expuso
de la alienación, produzca conciencia, ética y comportamien- muy bien esta lógica al afimar q u e "luchamos contra la Igle-
to n o alienantes. sia n o p o r la religión q u e enseña y cultiva, sino p o r el papel
c) La filosofía del materialismo y del cientificismo, como q u e la Iglesia d e s e m p e ñ a en la lucha d e clases entre la bur-
parte consustancial del marxismo-leninismo, debe ser revi- guesía y el proletariado. Luchamos contra la Iglesia, n o e n
sada desde el nuevo p e n s a m i e n t o sobre las relaciones entre cuanto institución religiosa, sino en cuanto organización alia-
ciencia y religión, lo ideal y lo material, lo espiritual y lo po- da de la burguesía" (Bauer: 1927, 111-112). N o en vano, el
lítico. libro en q u e O. Bauer e x p o n e la política religiosa del austro-

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lA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

marxismo está dedicado a los anabaptistas d e 1527 q u e son laicas"—y fortalecer el respeto a plurales cosmovisiones per-
calificados c o m o "verdaderos cristianos" y c o m o "socialistas sonales d e n t r o de los partidos, a u n q u e d e h e c h o unas han
que intentaban resucitar el c o m u n i s m o de las primitivas co- tenido más peso q u e otras.
m u n i d a d e s cristianas". (Bauer: 1927, 7). Esta lectura o interpretación liberal ha servido, paradóji-
Estas premisas siguen guiando a la izquierda en sus relacio- camente, para superar la identificación reductiva del socialis-
nes con las Iglesias y el m u n d o cristiano. Si hoy en Europa n o m o con el marxismo, e n t e n d i d o éste como u n a cosmovisión
predomina la política de privatización forzada de la religión total y autosuficiente.
—salvo la excepción del troskismo francés, de algunos intelec- Este nuevo enfoque de la religión como cuestión privada
tuales marxistas y de la corriente ideológico-política del PSOE ha favorecido construir en diversos países u n Estado y u n a
que analicé en u n apartado anterior— ello también se debe al cultura colectiva desde la laicidad, superando el laicismo y el
fuerte apoyo electoral que los partidos de izquierda reciben confesionalismo. También ha ayudado a reubicar el rol de la
del m u n d o cristiano (muchos de ellos son de h e c h o "partidos religión en la vida nacional, desterrando la sobrecarga polí-
cristianos", desde la perspectiva de la composición religiosa/ tica q u e ésta había asumido al aliarse con intereses socio-eco-
irreligiosa de su electorado) y a la nueva sensibilidad social de nómicos de grupos determinados, al fusionarse con Estados
las Iglesias europeas. Recordemos, en este sentido, las frases dictatoriales o al p r e t e n d e r teledirigir la legislación sobre al-
de F. Bertinotti, líder del PRC, en la apertura del último con- gunas cuestiones de interés público.
greso del partido como expresión de este cambio. Ello n o sig-
Algunos fenomenólogos afirman q u e cierta despolitiza-
nifica q u e la izquierda e u r o p e a r e n u n c i e a activar la política
ción y privatización de la religión cristiana se c o r r e s p o n d e
d e privatización forzada, si surge en su territorio u n fuerte
con el carácter personal y metapolítico de ésta, favorece su
fundamentalismo religioso antidemocrático.
regeneración y p o n e de manifiesto el valor d e zonas y áreas
Desde u n a perspectiva histórica, hemos p o d i d o ver cómo de la vida h u m a n a que n o son estrictamente políticas. La exis-
la izquierda ha cambiado sustancialmente su percepción de la tencia ni se r e d u c e ni se identifica sin más con la praxis polí-
religión cristiana y h a a d o p t a d o u n a nueva política hacia el tica. En este sentido, ciertos intelectuales del PCI y del PDS
m u n d o cristiano desde el final d e la II Guerra Mundial. He- h a n afirmado q u e u n a de las aportaciones del cristianismo a
mos p o d i d o observar cómo incluso aquellos que siguen de- la nueva cultura d e la izquierda es la de r e c o r d a r los límites
fendiendo la formulación de la "religión como cuestión priva- de la política en la vida h u m a n a .
da" acuñada en el Programa deErfurthan realizado u n a lectura Me parece especialmente digno de atención el concepto
liberal de la misma, q u e hubiera sido rechazada y atacada p o r de nueva laicidad a c u ñ a d o p o r algunos socialistas franceses.
la mayor parte de los socialdemócratas de aquel tiempo, y n o Ellos, al igual q u e los comunistas italianos, h a n restringido
digamos p o r los leninistas. Con esta nueva lectura muchos di- m u c h o el alcance del socialismo, que ya n o es visto c o m o cos-
rigentes de izquierda h a n querido asegurar la libertad perso- movisión o incluso como u n único tipo d e moralidad. La lai-
nal y colectiva de practicar la religiosidad como algo positivo cidad obligaría, desde esta perspectiva, a reducir el socialis-
p a r a la vida individual y social, i m p i d i e n d o así —frente a las m o a u n forma de organización de la vida social y económica
experiencias d e los países configurados p o r el marxismo-le- distinta a la capitalista. Las cuestiones q u e van más allá de
n i n i s m o — q u e el Estado se inmiscuya en este asunto, adqui- esta tarea, como las relativas al sentido de la vida, la felicidad,
r i e n d o el perfil de Estado filósofo. La formulación a c u ñ a d a las fuentes de la moral, etc., son problemas h u m a n o s — n o
en el Programa deErfurtha sido utilizada para reforzar el fin de meros reflejos superestructurales de la explotación capitalis-
los partidos d e una ú n i c a cosmovisión —especie de "iglesias ta— a los que d e b e n responder las filosofías y las religiones. El

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

socialismo c o m o tal n o d e b e entrar en estos temas, pues él del comportamiento social. Y esto es un gran error. (Arangu-
sólo abarca u n a parte o dimensión de u n a vida h u m a n a mul- ren: 1989a, 13).
tidimensional. Se establece, así, u n a distinción de planos q u e
lleva a u n concepto restringido d e laicidad que deja fuera de
la cultura política inspiraciones últimas de carácter antropo- El reconocimiento del carácter intramundano
lógico, filosófico y ético, salvo u n a moral de mínimos. En esto y público de la religión cristiana
coinciden la mayor parte de los socialistas franceses, tanto los
q u e vienen d e u n a tradición cristiana c o m o los q u e parten La mayor parte de los partidos e intelectuales de la izquier-
de u n a tradición marxista, a u n q u e son los primeros, inspira- d a e u r o p e a y latinoamericana h a n superado la concepción
dos f u n d a m e n t a l m e n t e en Vignaux, los q u e h a n elaborado de la religión cristiana como asunto privado y h a n afirmado
con mayor precisión este c o n c e p t o d e nueva laicidad. q u e el cristianismo es u n a de las raíces del socialismo y u n a
J u n t o a este concepto de laicidad restringida, otras izquier- de las motivaciones y fundamentos éticos más importantes
das como la alemana, la británica y la inglesa p r o p u g n a n un del mismo, por lo cual es insuficiente u n a simple e indiferen-
concepto amplio de laicidad, ya que consideran necesario te- te tolerancia respecto a la religión cristiana. Esta posición apa-
ner u n a cultura política fuerte y ésta n o nace de la nada, sino rece especialmente clara en los tres partidos mayoritarios de
del encuentro de plurales tradiciones e innovaciones de carác- la izquierda europea: el Partido Socialdemócrata Alemán, el
ter ético, religioso, filosófico con u n d e n o m i n a d o r común. Partido Laborista Inglés y el Partido Comunista Italiano (ac-
Ambas concepciones de la laicidad se hallan muy lejos del tualmente dividido en PDS y RC). También ésta es la orien-
laicismo pragmático p r o p u g n a d o por algunos socialistas es- tación ideológica que defiende el mayor partido de la izquier-
pañoles, el cual fue criticado p o r J. L. Aranguren en los si- da latinoamericana (el PT de Brasil) y otros partidos muy
guientes términos: significativos c o m o el FSLN de Nicaragua y el FMLN d e El
Salvador, así c o m o numerosas organizaciones políticas, sin-
La laicidad puede entenderse de dos maneras: por una parte dicales y sociales de América Latina. El asumir el cristianismo
es la característica propia del Estado no-confesional, perfecta- como cuestión pública ha supuesto dar cuatro pasos históri-
mente conciliable con una religiosidad y una cultura religiosa cos: a) establecer esta religión c o m o u n a cultura pública del
seculares. Más por la otra, la laicidad, mucho más sutil que el partido y declararla u n a parte del patrimonio de éste; b) rea-
viejo laicismo anticlerical (que todavía perdura, por supuesto, lizar u n a política de presencia explícita en el m u n d o cristia-
entre nosotros), es un realismo político aparentemente indi- n o institucional y de base; c) acoger valores y d e m a n d a s del
ferente, en la realidad maquiavélicamente subordinador de la área cristiana sobre la transformación de la sociedad y la
religión a la política, y semimaquiavélicamente su utilizador, configuración d e la misma; d) elaborar respuestas concretas
reduciéndola a un tema de mitopoética antropología sociocul- a esos planteamientos.
tural (festejos de Semana Santa y procesión del Rocío o la Blan- Desde el análisis de los textos y posiciones que he presenta-
ca Paloma, puestos al nivel, o casi, de las corridas de toros y el do en páginas anteriores, creo que el giro de la izquierda ha-
cante y baile flamencos). En suma, ni la Iglesia de la Restaura- cia el cristianismo está basado, en primer lugar, en la necesi-
ción ni el actual Estado están abiertos al diálogo. La Iglesia dad que tienen las fuerzas de este signo político de arraigarse
porque establece, muy dogmáticamente, "los límites del diálo- en los distintos sectores de la sociedad civil dentro de u n a dia-
go". El Estado porque no reconoce relevancia pública a la reli- léctica de implantación, escucha de los grupos, movimientos e
gión, sino que la considera simplemente como una forma típica instituciones que en ella operan. En este sentido, en todos los

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

países aparecen los cristianos como u n mundo social y cultural la ideología, la cultura y la práctica política de la izquierda.
específico dentro de las sociedades civiles nacionales con deman- La apertura al cristianismo también ha estado guiada por la
das y aportaciones importantes para la transformación social convicción de los límites de la propia tradición y la necesidad
de la realidad y la configuración de la propia sociedad civil. de a p r e n d e r de otras culturas como las representadas por los
La expansión del proyecto socio-político es otra razón que seguidores del cristianismo originario. En este sentido, es sig-
mueve a las diversas izquierdas europeas y latinoamericanas nificativa la iniciativa del PDS de publicar d u r a n t e varios me-
a abrirse al cristianismo y al m u n d o cristiano. En p r i m e r lu- ses el Nuevo Testamento como suplemento de la edición do-
gar, porque el voto de los cristianos a los partidos de izquierda minical de su periódico L'Unitá desde el convencimiento,
significa u n porcentaje bastante significativo. La h e g e m o n í a expresado p o r W. Veltroni en la entrega d e la edición a j u a n
expansiva de la izquierda requiere, según destacados inte- Pablo II, de la importancia de los valores evangélicos para
lectuales y dirigentes, t e n e r u n a política específica hacia el u n a refundación de la política.
área cristiana, d a d a la identidad y peculiaridad de la misma;
El cambio de la izquierda respecto a la consideración de
del mismo m o d o , q u e tienen políticas específicas en otras
la dimensión pública de la religión cristiana h a sido especta-
áreas con identidad propia como el m u n d o del ecologismo
cular, tal c o m o h e m o s p o d i d o c o m p r o b a r l o en el análisis de
o del feminismo.
las posiciones d e los principales partidos d e este espacio po-
La izquierda ha percibido la potencialidad del m u n d o cris- lítico e ideológico. La mayoría de ellos h a n revisado la teo-
tiano para acoger, apoyar e impulsar proyectos centrados en ría marxista clásica de la religión en la línea señalada p o r
la lucha contra las desigualdades, la pobreza y la injusticia Togliatti. Estos partidos realizan u n a d e t e r m i n a d a política
q u e es lo q u e constituye la identidad del socialismo. La pre- u n i d a a la concepción de la religión c o m o u n h e c h o social
sencia activa de la izquierda en el m u n d o cristiano p u e d e fa- público. En el fondo conectan con la convicción gramscia-
vorecer, piensan diversos representantes de la misma, la arti- na de q u e tener u n a d e t e r m i n a d a política sobre los h e c h o s
culación política socialista de éste. Esta articulación socialista religiosos es u n a exigencia de todo partido de masas. Ellos
de u n amplio g r u p o social q u e busca mediaciones políticas son el e x p o n e n t e del h e c h o de la reapropiación del cristia-
se dirige tanto al sector del cristianismo de base — q u e ya nismo p o r parte d e la izquierda, u n acontecimiento q u e ha
forma parte de la izquierda social, p e r o que tiene muchas re- sido destacado p o r el colectivo editor d e la prestigiosa revis-
ticencias a los partidos políticos por sus viejas formas de hacer ta marxista Monthly Revieiu en los términos siguientes:
política— como al sector más d e centro q u e tiene u n a apre-
ciable sensibilidad social por los c o m p o n e n t e s de la religión
La mayor parte de las personas probablemente piensa que
q u e profesa. En m u c h a s ocasiones este sector n o apoya a la
las relaciones entre la religión y la izquierda no existen o son
izquierda p o r falta d e sintonía cultural y n o p o r estar en con-
antagónicas... Hoy se percibe claramente —y este puede ser
tra de sus planteamientos socio-económicos. La a p e r t u r a de
uno de los giros más sorprendentes de la historia— que, senci-
la izquierda al cristianismo sirve así para desbloquear el acer-
llamente, una cosa en la que todos creían no era cierta. En
camiento al socialismo y para contraatacar al neoconservadu-
efecto, se está produciendo una amplia reapropiación entre la
rismo que intenta implantarse e n todos los sectores sociales.
religión y la izquierda. (En West: 1984,1-2).
La lógica política q u e h e descrito n o está presidida p o r
meras cuestiones d e táctica y estrategia. La dinámica de la
Este h e c h o h a conllevado la superación tanto d e la con-
contaminazione (contagio m u t u o ) , según el lenguaje del PCI
cepción de la religión cristiana como m e r o asunto privado
y del PDS, h a llevado a importantísimos cambios d e n t r o de
como d e la creencia de q u e el proceso de secularización h a

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

culminado con la irrelevancia sociopolítica d e los h e c h o s m i e n t o de Morineau sobre esta temática es muy ilustrativo
religiosos. En plena época de la perestroika, u n o de los suce- del cambio de gran parte del laicismo e u r o p e o :
sores históricos de Lenin al frente del PCUS, M. Gorbachov,
afirmó que el análisis marxista-leninista de la religión n o ha- Somos muchos los que habíamos pensado que la religión e
bía sabido captar la complejidad de este f e n ó m e n o social. incluso la fe religiosa desaparecerían "naturalmente" gracias a
Además, el líder soviético fue más allá de la concepción de los avances del pensamiento científico. Visto los tiempos que
la religión c o m o cuestión privada y la presentó c o m o fuente corren, ello no deja de ser una irrealidad que hay que asumir.
de valores morales para renovar la vida social: La fe... no puede ser eliminada del campo cultural que contribuye a fer-
tilizar... La religión fue y sigue siendo, pues, una dimensión del hecho
Ha cambiado nuestra actitud ante los problemas que antes social... pensamos que hay que reestudiar la cuestión. La fe no es alie-
abordábamos de manera simplista, entre ellos la religión... nación, puede conjugarse con la ampliación de espacios de libertad...
Hoy partimos no sólo de que la fe es cuestión de cada indivi- Los hechos no han demostrado que la modernidad haya de conjugarse,
duo, en la que nadie debe intervenir, sino también de que los con la irreligiosidad ilustrada... (como afirma) Vandermeersch,
valores morales que la religión ha venido creando y divulgan- "los creyentes tienen el derecho de pedir el reconocimiento
do durante siglos pueden servir y sirven para la renovación de del carácter público y colectivo de la praxis religiosa, incluso en
nuestro país. (Gorbachov: 1990,21). los terrenos de la vida familiar y social". Me parece más impor-
tante dialogar directamente sobre este último punto para com-
prender lo que puede significar en la práctica cotidiana, que
La superación del laicismo y el reconocimiento cultivar la desconfianza a priori, como si nada hubiera cambia-
de la dimensión social del cristianismo do desde el Syllabus en la mentalidad de los creyentes o de la
jerarquía episcopal... o en la de los militantes de la Liga. (Mo-
El cambio respecto a la concepción de la religión cristiana rineau: 1990, 42-45).
como u n a cuestión privada p o r gran parte de la izquierda eu-
r o p e a y latinoamericana ha estado basado en u n nuevo aná- Es significativo q u e en España los sectores de izquierda
lisis q u e h a posibilitado captar la dimensión pública del cris- inspirados en el laicismo n o siempre tengan presente esta
tianismo. También h a supuesto superar la concepción q u e perspectiva subrayada p o r Morineau. J. L. A r a n g u r e n se si-
identificaba reductivamente socialismo con marxismo y éste tuaba en la misma línea q u e este intelectual francés, al afir-
con u n a cosmovisión autosuficiente. La nueva comprehensión m a r q u e "el cristianismo y la religión en general son hechos
del cristianismo como u n h e c h o social público ha favorecido sociales s u m a m e n t e importantes con los que todo g o b e r n a n -
la superación del laicismo d o m i n a n t e en las organizaciones te h a d e contar. Hacérselo ver así al P o d e r es tarea del inte-
de izquierda. Paradójicamente, h a sido M. Morineau —líder lectual... la religión se está convirtiendo en asunto privado,
del laicismo francés y mentor exterior de la Liga Española de en, c o m o se ha dicho, religión «invisible». Esto último pue-
la Educación y la Cultura Popular, creada para la difusión de ser u n f e n ó m e n o sociológico real, p e r o consiste e n u n
del laicismo cultural y ético en nuestro país p o r ciertos diri- reduccionismo. H a c e r ver q u e la religión e n su p l e n i t u d es
gentes y cuadros medios del PSOE— el que ha afirmado q u e u n hecho público, i n c u m b e a los intelectuales". (Aranguren:
"la religión es u n a dimensión d e lo social", con la cual hay 1989b, 5).
q u e dialogar. No e n vano la Liga francesa organizó en 1986
u n simposio sobre "Laicidad, Religión y Cultura". El pensa-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

La apertura a la dimensión
ra y de la vida cotidiana. Y cualquier investigación seria de esta
cultural del cristianismo
esfera debe abordar más pronto o más tarde las modalidades de
vida religiosa y las modalidades religiosas de lucha cultural. (West:
La superación del laicismo por la mayor parte de los parti-
dos de izquierda se ha manifestado en la apertura a la dimen- 1984,9).
sión de crítica cultural presente en el cristianismo. La existen-
cia de u n a crítica cristiana a la civilización capitalista detectada
por intelectuales y dirigentes políticos de la izquierda se sitúa Más allá del cientificismo: una
en las antípodas de la concepción marxista de la religión nueva racionalidad socialista
como "espíritu de la sociedad burguesa" (La cuestión judía).
M. Lówy, u n intelectual troskista que en los últimos años está La consideración de la religión cristiana como u n a cues-
analizando con gran intensidad el cristianismo de liberación tión pública ha introducido grandes cambios respecto a de-
en América Latina, h a destacado el papel de esta religión en terminados fundamentos de la cultura política tradicional
la creación de u n a cultura alternativa a la existente, pues "en de los socialistas. En este sentido, u n a d e las consecuencias
sus figuras contestatarias, la religión es u n a de las formas más más importantes de este giro respecto al Programa deErfurt
significativas de la conciencia utópica" (Lówy: 1987, 2). A. Za- h a sido el de la superación del cientificismo c o m o u n ingre-
nardo, director de la revista italiana Critica Marxista e impor- diente consustancial de ciertas concepciones del socialismo.
tante intelectual del PCI y del PDS, h a destacado también la Este cientificismo, u n i d o al materialismo filosófico, h a sido
fuerte crítica al sistema establecido que está presente en di-, muy d e t e r m i n a n t e en la creación de u n a peculiar racionali-
versas manifestaciones actuales del cristianismo. La orienta- d a d socialista q u e , a u n q u e está bastante superada en la iz-
ción de determinadas tendencias cristianas ha influido en el quierda europa, se halla todavía muy presente en los princi-
h e c h o de que ciertos intelectuales y partidos de izquierda ha- pales intelectuales q u e h a n inspirado la línea ideológica del
yan descubierto la importancia d e actuar en este campo de la PSOE d u r a n t e su larga etapa de g o b i e r n o y más concreta-
crítica de la cultura dominante, sin el cual es muy difícil ha- m e n t e el Programa 2000. Ignacio Sotelo h a criticado esta posi-
cer avanzar un proyecto de hegemonía: ción e n los siguientes términos:

Una izquierda que se complace en reproducir la crítica cien-


A pesar de los sentimientos laicistas de la mayor parte de los
tificista de la religión, empeñada en eliminar por completo las
intelectuales y activistas de la izquierda, la religión impregna y
implicaciones teológicas que ha arrastrado la izquierda europea
satura la vida de las personas en el mundo capitalista. Ytodos los
desde sus comienzos. El cientificismo antirreligioso de que han
signos indican que la crisis que prevalece en ese mundo no es
hecho gala algunos ideólogos del PSOE en nombre del socialis-
sólo de carácter económico y político. Recientes estudios sobre
mo encaja perfectamente en el mismo espíritu burgués que con-
la naturaleza del racismo, patriarcado, homofobia, represión es-
figura sus ideas económicas o sociales. (EnAA. W . : 1991,262).
tatal, dominación burocrática, subyugación ecológica y extermi-
nismo nuclear sugieren que debemos entender esta crisis como
propia de la civilización capitalista. Pasar de los discursos izquier- C. Martelli, ex vicesecretario general del Partido Socialista
distas sobre la economía política y el Estado a un discurso sobre Italiano, h a manifestado muy claramente el giro ideológico
la civilización capitalista es poner de relieve una esfera raras ve- que h a supuesto para gran parte de la izquierda e u r o p e a
ces asumida por los pensadores marxistas: la esfera de la cultu- considerar al cristianismo c o m o u n a cuestión pública, al afir-
mar q u e "hay q u e descartar la idea de construir sobre u n a

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

presunción científica (una ciencia interpretada de m o d o ahis-


tórico) u n socialismo que de hecho vive m u c h o más en u n a di- en el sentido de que el conocimiento profundo de la naturaleza
mensión existencial" (Martelli: 1989, 303). Dentro de la iz- aparta a las personas de la religión. (Schaff: 1985,170-172).
quierda española, F. Fernández Buey, experto en filosofía de
la ciencia y autor de La ilusión del método. Por un racionalismo
bien temperado, piensa que para analizar las causas del resurgi- La conexión de lo privado y lo
miento de u n a religiosidad de liberación lo más adecuado es público en la acción política
"partir de las consideraciones que llevaron a Albert Einstein a
valorar de forma positiva la función de la fe y de la creencia en El cambio respecto a la concepción de la religión formula-
el arranque del pensamiento científico, el cual n o se presenta da en el Programa de Erfurt ha favorecido u n a nueva compre-
ya como frontalmente contrapuesto a todo tipo de religión, hensión de las relaciones entre lo privado y lo público. Se han
puesto en entredicho los supuestos inherentes a la determi-
sino sólo al oscurantismo". (EnAA. W . : 1991,159).
nación voluntarista q u e enviaba el m u n d o de lo religioso a la
El destacado intelectual marxista Adam Schaff h a mos-
esfera de la vida privada, d a n d o a e n t e n d e r q u e ésta es irrele-
trado con gran claridad cómo el cientificismo presente en
vante para la acción en la vida pública. La acentuación de la
la tradición de la izquierda ha funcionado como obstáculo
división entre ambas esferas — c o m o si el ser h u m a n o fuera
ideológico para captar la relevancia de lo religioso y hoy
esquizofrénico por naturaleza— h a tenido consecuencias da-
está s u p e r a d o p o r la dinámica de la realidad histórica:
ñinas para la izquierda. Desde esta perspectiva, p o d e m o s ex-
plicarnos el fracaso de las revoluciones culturales basadas en
En relación con el problema de los valores tenemos que ha-
la mera difusión de ideología. En el último decenio varios in-
blar de un asunto que, a mi modo de ver, es muy importante, a sa-
telectuales y políticos de la izquierda verde, como R. Bahro y
ber: el de la fe religiosa como valor en la inminente sociedad de
P. Kelly, han abordado esta temática de la revolución de la sub-
la información. Mi opinión es que dicho valor cobrará fuerza...
jetividad conectándola con religiones emancipatorias.
(existe) la superstición característica del racionalismo de afirmar
que la propagación del conocimiento científico produce auto- Se ha abierto paso en la izquierda la tesis de la importancia
máticamente la debilidad de la fe religiosa. La experiencia de- del factor subjetivo y la necesidad de instaurar nuevas relacio-
muestra sencillamente que no es así. La fuente del error es inhe- nes entre vida privada y vida pública, pues, según Aranguren,
rente a la convicción de que el conocimiento científico abarca crece el "cultivo exclusivo y excluyen te de la «vida privada» y el
toda la esfera de intereses y problemas humanos. Es obvio que desinterés por la vida de los otros" (Aranguren: 1990,19). Este
esto no es cierto, pues el conocimiento científico jamás es absolu- intelectual planteó u n a distinción interesante entre vida ínti-
to y tiene siempre unos límites más allá de los cuales comienza el ma, vida privada y vida pública que, a mi entender, abre u n a lu-
reino de la ignorancia... ¿Cómo podemos estar seguros de que la minosa perspectiva para aunar el cultivo de la vida interior y
ciencia agota todos los problemas relacionados con la vida huma- desde él la repolitización de la subjetividad para un nuevo talan-
na? Ciertamente no es así... El único problema estriba en saber si te en la acción pública. En esta misma línea Fernández Buey
en el nuevo periodo habrá personas que sientan la necesidad de afirmó con gran lucidez en la ponencia "Nuevos movimientos
la fe. La respuesta es que su número será mayor de lo que es hoy sociales, izquierda alternativa y cuestión cristiana", pronunciada
día... en la población de los científicos el mayor porcentaje de cre- en el Congreso "Euroizquierda y cristianismo", lo siguiente:
yentes se encuentra entre los representantes de las ciencias natu-
rales y exactas. También esto refuta las supersticiones racionalistas La importancia concedida a la individualidad, al cultivo de
la persona, al vínculo entre mundo de los sentimientos y afectos

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR
LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO

personales y mundo de la política tiene mucho que ver con la mulación a c u ñ a d a en aquel Congreso del SPD, la izquierda
nueva forma de hacer política. No se puede ocultar que este in- de h e c h o coincidió con el análisis de Weber sobre el carácter
tento de recomposición equilibrada de la éüca y de la política i n t r a m u n d a n o d e la religión cristiana. Durante muchos años
tiene muchos puntos de contacto con un pensamiento religioso intentó, con métodos más o m e n o s indirectos, privatizar ese
que fue históricamente crítico del maquiavelismo. No es, desde carácter. Sin e m b a r g o , a partir de 1946 la izquierda fue cam-
b i a n d o p a u l a t i n a m e n t e su concepción hasta asumir mayori-
luego, el único antecedente ideal que entra en esta revaloriza-
tariamente q u e el cristianismo es u n a d e las raíces y de las
ción actual de la privacidad (que no cede ante el compromiso
culturas del socialismo.
social), pero es, indudablemente, uno de sus antecedentes y en
el caso de las feministas católicas y comunistas italianas es men- A la luz de todas las posiciones expuestas hasta ahora, po-
cionado explícitamente. (EnAA. W . : 1991,160-161). d e m o s empalmar con las tesis d e Marx en La cuestión judía
sobre las insuficiencias de declarar la religión como u n asun-
Algunos intelectuales d e izquierda h a n manifestado q u e to privado para lograr que n o interfiera en la construcción
en el cristianismo existe u n a nueva concepción de la vida pri- del Estado. I n g e n u a m e n t e , la mayoría de la izquierda — e n
vada como subjetividad que politiza desde la interioridad: contra, en este p u n t o , de Marx— creyó que bastaba con esa
"Los impulsos religiosos cristianos son u n o d e los pocos recur- exclusión d e la vida público-estatal. Y n o ha sido así. Además
sos para un compromiso moral y político que vaya más allá d e l ' del Estado, existe la sociedad civil y la configuración de la
interés propio en la cultura capitalista de consumo" (West: subjetividad; en ellas se moldea el "espíritu" del tiempo his-
1984, 14). Es especialmente en el ámbito d e la construcción tórico que, c o m o señalaron Marx y Weber desde perspecti-
de los nuevos valores y motivaciones de izquierda d o n d e gran vas distintas y complementarias, incide en la posibilidad de
parte de políticos e intelectuales socialistas de Europa han realizar transformaciones sociales radicales que vayan más
ubicado el rol que cumple la religión cristiana como cuestión allá d e la conquista del Estado y p o n g a n bases sólidas para
privada y pública a la vez. Esta convicción es la que les ha lleva- u n proyecto de h e g e m o n í a socialista. Y p o r aquí rebrota en
do a concebir la laicidad como diálogo intercultural y "conta- la actualidad la cuestión cristiana en la izquierda c o m o crítica
minante". Cuando u n destacado miembro del PSOE afirma y superación del "espíritu de la sociedad burguesa" que Marx
que hay que "ganar la batalla al individualismo insolidario... (y con agudeza había detectado como la más importante forta-
crear) u n proyecto d e civilización culturalmente anticapitalis- leza y la más segura defensa del capitalismo.
ta que se asiente en valores diferentes a los del afán de lucro La pregunta central q u e hemos de plantearnos desde
personal" (Benegas: 1990, 34), debería tener en cuenta la opi- Marx y Weber es la siguiente: ¿existe en la actualidad u n espíri-
nión de dirigentes d e partidos socialistas que afirman que des- tu del socialismo antagónico al espíritu de la sociedad burguesa?
de el cristianismo se está generando en Europa un importan- Gracias a estos dos clásicos de la sociología y d e la e c o n o m í a
te flujo de valores solidarios, anticapitalistas y alternativos. sabemos que el espíritu es u n a fuerza con u n a densidad mate-
rial y u n a influencia social decisivas para realizar los cambios
sociales y económicos p r o p u g n a d o s p o r la izquierda.
La vuelta a Marx y a Weber

Visto, en perspectiva, el p e r i o d o q u e va del a ñ o 1891 en


q u e se a p r o b ó el Programa de Erfurt al a ñ o 1997, p o d e m o s
constatar cómo, más allá de las palabras concretas de la for-

284 285
CAPÍTULO IV
E L ESPÍRITU DEL SOCIALISMO
Y EL CRISTIANISMO

. L i a crisis y la refundación de la izquierda constituyen desa-


fíos muy importantes en este fin de siglo. El nuevo ciclo del
socialismo sólo p o d r á desarrollarse si se elabora u n a nueva
cultura ético-política y se plantean nuevos objetivos progra-
máticos. Para ello hay que crear u n nuevo sujeto social y dis-
p o n e r de un élan vital que impulse y sostenga el nuevo que-
hacer. No sólo se necesita disponer de los llamados "tanques
de pensamiento" y explorar los nuevos yacimientos de em-
pleo. También se requieren tanques y yacimientos de espíritu
para u n a nueva política de izquierdas. Ciertos objetivos so-
ciales y culturales como los referidos a la superación del "es-
píritu de la sociedad burguesa" (Marx), la creación de u n su-
jeto postburgués, la regulación ecológica de la economía y del
consumo, la lucha contra la sociedad de los dos tercios y la cons-
trucción de u n nuevo internacionalismo n o van a ser posibles
si n o se difunde en la sociedad u n nuevo espíritu que transfor-
m e el tipo de cultura d o m i n a n t e q u e tiene prisionera a la po-
lítica de la izquierda. Desde esta perspectiva, el tema q u e voy
a abordar en este capítulo es el de la necesidad de configurar
u n espíritu del socialismo, explorando cuál p u e d e ser el papel
del cristianismo en esta tarea.
Para afrontar esta cuestión voy a p r o c e d e r a u n a relectura
de dos clásicos d e las ciencias sociales en el ámbito de la so-
ciología y de la economía: Max Weber y Werner Sombart. Me
voy a basar en La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1904-
1905), La ética económica de las religiones universales (1915) y La
política como profesión (1919) de Weber y en El burgués. Historia

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L A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

espiritual del hombre económico moderno (1913) de Sombart. Am-


bos autores fundaron en 1903 la prestigiosa revista Archivfür
Sozial Wissenschaft und Sozialpolitiky en 1908 la Asociación Ale- ESPÍRITU YACCIÓN POLÍTICA
m a n a de Sociología. Trabajaron, c o m o p u e d e verse p o r las
fechas indicadas, en u n periodo d e tiempo decisivo en la his- Si se analiza la historia del movimiento o b r e r o desde la
toria e u r o p e a y en el desarrollo del capitalismo. El motivo de perspectiva expuesta a n t e r i o r m e n t e se p u e d e captar la rele-
acudir a estos autores se debe a q u e nadie como ellos h a sabi- vancia política del tema del espíritu en la izquierda d u r a n t e
d o mostrar la íntima conexión entre procesos socio-econó- los primeros cuarenta años del siglo xx. Las Internacionales
micos y cultura espiritual de los sujetos q u e impulsan dichos obreras concedieron gran importancia al tema d e la cultura
procesos. Estos científicos sociales se centraron en el análisis moral y algunos de sus representantes, de ideología marxis-
de las causas de tipo espiritual q u e obstaculizaron o favore- ta o anarquista, utilizaron el término "espíritu" para referirse
cieron el despliegue del capitalismo mediante la formación a la creación de u n sujeto socialista espiritualmente diferen-
de u n a mentalidad, de u n ethos, de unas virtudes, de u n sujeto ciado del sujeto capitalista. Las "casas del p u e b l o " y los "ate-
social, en definitiva, afín a ese sistema. De u n m o d o análogo, neos libertarios" trabajaron intensamente en el c a m p o de la
y utilizando sus conceptos y categorías como hipótesis teóri- transformación espiritual del proletariado. H. Barbuse, u n o
cas y analíticas, voy a explorar c ó m o el cristianismo p u e d e de los principales p r o m o t o r e s de cultura obrera en Europa,
constituir el espíritu del socialismo, d e n t r o de u n marco de habló de la necesidad de impulsar u n a "revolución de los es-
sociología comprehensiva; es decir, el cristianismo n o como píritus". Rosa L u x e m b u r g p r o p u g n ó u n a transformación
causa, sino como factor que favorece y a c o m p a ñ a el socialis- "espiritual" d e los trabajadores. Gramsci, a la vez que dirigía
mo, multiplicando su despliegue. H e de advertir que lo que la ocupación obrera de las fábricas en Turín, creó el "Club de
planteo es la hipótesis del cristianismo como u n o más de los vida moral" para trabajar en la transformación ético-espiri-
posibles yacimientos que ha de explorar u n socialismo que tual de los jóvenes obreros. Este intelectual y dirigente políti-
quiera dotarse d e espíritu para un futuro distinto. co, analizando la dinámica de las revoluciones francesa y rusa,
A diferencia de la metodología de Weber y Sombart, n o voy afirmaba: "Fue u n a revolución magnífica por la cual se formó
a analizar en esta ocasión cómo el cristianismo h a configura- p o r toda E u r o p a u n a consciencia unitaria, u n a internacional
do el socialismo e n alguna de sus fases temporales l, sino que espiritual... sería incomprensible si n o se conocieran los fac-
voy a p r o p o n e r hipotéticamente cómo el cristianismo p u e d e tores de cultura q u e contribuyeron a crear aquellos estados
llegar a configurar el espíritu del socialismo en u n a nueva eta- de á n i m o " (Gramsci: 1918, 307, 312). Este mismo autor, en el
p a de refundación de la izquierda. Se trata, pues, de hipótesis contexto revolucionario del a ñ o 1917, escribió lo siguiente
analíticas y de u n a especie d e marco teórico q u e será aplica- sobre la importancia de los "factores espirituales" en la acción
d o en el próximo capítulo, centrado en el tema de la cultura política: "¿Basta q u e u n a revolución haya sido hecha p o r pro-
política que surge del cristianismo. Hay que tener en cuenta letarios para q u e ella sea revolución proletaria? Para q u e lo
q u e Weber planteó el tema del análisis de las "culturas reli- sea es necesario q u e intervengan otros factores, los cuales
giosas" y la conexión de éstas con las culturas y prácticas eco- son factores espirituales" .(Gramsci: 1917,105).
nómicas (Weber: 1904-1905, 21). Mi propuesta se basa en el En los últimos años dirigentes políticos como Gorbachov,
estudio d e las posibles conexiones entre u n a cultura religio- Occhetto, Delors, Havel, Lula, Mándela y Blair han reivindi-
sa (cristianismo) y u n a cultura y unas prácticas políticas (so- cado la necesidad de cambios espirituales p a r a hacer posible
cialismo) . u n a nueva política. Esta reivindicación de espíritu aparece li-

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LA IZQUIERDA Y El, CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

gada también a cuestiones socio-económicas, así la Carta Co- en u n a relectura d e La democracia en América de Tocqueville.
munitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores Elster plantea la cuestión del rol de las motivaciones ("cau-
apela en sus primeros considerandos a u n "espíritu de soli- salidad intrapsíquica") en la adopción de comportamientos
daridad" para luchar contra la exclusión social. La h e g e m o - políticos. Sus reflexiones sobre los mecanismos sociales y
nía de la cultura del individualismo es u n p o t e n t e obstáculo psíquicos de formación de las preferencias socio-políticas
p a r a crear u n nuevo sistema d e relaciones sociales. Se nece- tiene relación, a mi entender, con el p e n s a m i e n t o de Som-
sitan introducir factores espirituales, además de otros econó- b a r t sobre la constitución espiritual y psíquica de los sujetos
micos y políticos, para q u e b r a r esa h e g e m o n í a . económicos. En Psicología política, Elster realiza lo q u e po-
Diversas líneas d e investigación en ciencias sociales tam- dría d e n o m i n a r s e u n a sociología de las motivaciones y para ello
bién h a n t o m a d o la problemática del "espíritu" c o m o p u n t o estudia la formación social de las creencias, los deseos, las
de articulación de sus proyectos. R. Debray, en u n importan- convicciones, los incentivos, las recompensas y los estímulos
te libro d e ciencia política titulado Crítica de la razón política, espirituales q u e inciden en la acción individual y colectiva.
intenta desentrañar los c o m p o n e n t e s internos q u e guían la Para él, las motivaciones están moldeadas p o r tres instan-
política, afirmando q u e el corazón (o espíritu) es la verdade- cias: el interés, la pasión y las n o r m a s sociales. Mis hipótesis,
ra sede de la ideología, ya q u e "el m o t o r de los movimientos mi análisis y mis propuestas, a u n q u e se sitúan en u n marco
políticos reales n o es de naturaleza intelectual" (Debray: 1984, distinto al de la teoría de la elección racional, van a sondear
398). Este relevante militante e intelectual de la izquierda u n a de estas tres instancias motivacionales: la pasión. Consi-
— d e c o m p a ñ e r o del Che Guevara a asesor de Mitterrand— d e r o q u e ésta es la q u e mejor caracteriza la "anatomía del
h a estudiado el tema de la dirección afectiva-espiritual de la espíritu".
adhesión política racional. Para él la entrada en el socialismo
de la mayor parte de las personas se debe, ante todo, a motiva-
ciones metarracionales, en las cuales lo q u e más influye son Una definición sociológica de espíritu
factores espirituales y sentimientos sociales. Las racionaliza-
ciones de estas adhesiones son posteriores. Según este au- Las obras de Weber y Sombart h a n convertido la palabra
tor, "lo q u e e m o c i o n a es lo q u e p o n e en movimiento tanto a "espíritu" en u n a categoría sociológica. Con ella quieren re-
u n colectivo c o m o a u n individuo" (Debray, 1984: 149), p o r ferirse estos autores a u n sistema de valores, d e convicciones
eso son tan importantes p a r a la acción política las creencias profundas y de motivaciones d e fondo q u e guían la acción
—él habla de la "física de la creencia"— y las inspiraciones práctica d e los sujetos. Estos dos científicos sociales utilizan
en valores últimos (espíritu). En la Universidad canadiense el t é r m i n o "espíritu" con diversas acepciones, p e r o todas
d e Q u e b e c u n g r u p o de sociólogos, economistas y expertos ellas quieren resaltar q u e n o se trata de u n sistema teórico
en ciencias del m e d i o ambiente están desarrollando u n a im- de formulaciones éticas, sino de u n a realidad q u e determi-
portante investigación sobre el "espíritu del ecologismo" como na la vida individual y colectiva. Por esta razón "espíritu" es
nuevo p a r a d i g m a ético-cultural, económico y político. (Pra- fuerza o impulso q u e a n i m a u n objetivo o causa. Constituye
des:1991). la base del ethos, la máxima de conducta, el estilo de vida so-
J o n Elster, u n o d e los máximos representantes de la teoría metido a u n a moral d e t e r m i n a d a . La definición de "espíri-
de la elección racional y del marxismo analítico, ha elabora- tu" c o m o base del ethos revela la relación y distinción entre
d o u n a importante obra, titulada Psicología política, que tiene espíritu y ética; éste es algo más q u e u n sistema d e normati-
como eje el análisis de la "anatomía del espíritu", basándose vidad, ya que constituye la fuente y el m o t o r q u e p o n e en

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LA IZQUIERDA Y EI, CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

movimiento y mantiene dinámicamente u n conjunto de con-


vicciones y valores morales. Funciones sociales del espíritu
En diversos pasajes d e El burgués y de La ética protestante y
el espíritu del capitalismo "espíritu" significa también mentali- La originalidad de Weber y Sombart ha consistido en mos-
dad, concepción de la vida, sentimientos sociales ligados a trar la importancia del espíritu en la configuración y orien-
u n a representación d e la realidad, psique o m u n d o interior, tación de la acción social. Ellos detectaron la intervención
fuerza vital, motivaciones, coacción psíquica, resorte en ten- de factores espirituales en la vida económica y p o r eso escri-
sión q u e hostiga y transforma 2 . Weber y Sombart quieren bieron sobre la historia espiritual del h o m b r e económico mo-
afirmar de diferentes maneras q u e el "espíritu" es lo q u e re- d e r n o . La relación d e lo espiritual con lo económico en la
gula y d e t e r m i n a v e r d a d e r a m e n t e la conducta d e los sujetos obra de estos autores está bastante alejada del idealismo. La
sociales y económicos y ese "espíritu" se manifiesta a través oposición tajante Weber-Marx, basada f u n d a m e n t a l m e n t e
de u n a mentalidad, de unas predisposiciones y de u n a prácti- en u n desconocimiento de la sociología comprehensiva we-
ca de d e t e r m i n a d a s virtudes morales. Constituye lo q u e po- beriana, está hoy fuera de lugar. Debemos tener en c u e n t a
dríamos d e n o m i n a r la infraestructura cultural q u e configura q u e al final de su vida, c o n c r e t a m e n t e en u n curso imparti-
el sistema en su conjunto: "El sistema anida bajo el caparazón d o en abril de 1918 en la Universidad de Viena, Weber p r e -
de la empresa capitalista en forma de u n espíritu invisible" sentó su sociología de la religión y su sociología política c o m o
(Sombart: 1913, 355). C o m p e t e al trabajo del sociólogo des- u n a Crítica positiva de la concepción materialista de la historia.
velar los contenidos de ese espíritu p a r a p o d e r conocer las La influencia del "espíritu" en la vida social se constata a
entrañas del m o t o r intimo q u e dirige la acción pública con través de las funciones sociales que ejerce. En p r i m e r lugar,
sentido de los sujetos sociales. el "espíritu" interviene decisivamente en la creación de suje-
Considero que el sentido sociológico de "espíritu", en su tos sociales (económicos y políticos), configurando el "talan-
pluralidad de acepciones, se h a visto enriquecido por la relec- te interior" (Weber) de éstos, f o r m a n d o los móviles y motiva-
tura de Tocqueville realizada por Elster en Psicología política. ciones q u e d e t e r m i n a n sus actos y constituyendo u n a p s i q u e
Pienso que puede establecerse una relación fecunda entre la d e t e r m i n a d a (Sombart). El espíritu es el que otorga el "peso
concepción de "espíritu" en Weber y Sombart y la concepción interior" (Weber) a las convicciones de las personas.
de "pasión" en Tocqueville. En sus reflexiones sobre la "anato- El "espíritu", a u n q u e invisible, es u n a fuerza d e t e r m i n a n -
mía del espíritu", Elster afirma que Tocqueville ofrece dos te. Es el que dirige y orienta la acción y moldea la pasión q u e
sentidos de lo q u e es la pasión, entendida como "deseo muy in- canaliza las energías vitales de los sujetos económicos y políti-
tenso". Este autor afirma lo siguiente: "A m e n u d o (Tocque- cos. También es decisivo en la creación de u n a d e t e r m i n a d a
ville) dice passion para referirse al bienestar y al goce mate- mentalidad, que es la que hace que se den prioridad a u n a u
rial como el interés primario... (otras veces) define a la pasión otras acciones en el m u n d o de la economía y la política.
como u n deseo que no está dirigido a ningún tipo de ventaja El "espíritu" es u n factor activo q u e crea sistemas e c o n ó -
(personal o general) y que e n realidad p u e d e desviar a los micos y políticos y provoca cambios sociales y, p o r ello, W e -
hombres de la búsqueda de su propio interés" (Elster: 1995, ber y Sombart plantearon el estudio de la génesis espiritual de
164). Personalmente, voy a utilizar el término "pasión " en esta d e t e r m i n a d o s modelos de actividad, cultura y subjetividad.
segunda acepción y lo voy a considerar como u n o de los ingre- C u a n d o Sombart plantea el tema del "espíritu de e m p r e s a " ,
dientes básicos del "espíritu". está refiriéndose a que todo plan organizado de g r a n a l c a n -
ce sólo p u e d e realizarse si hay u n "espíritu" q u e lo a n i m a y

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

sostiene. Según Weber, "donde éste despierta y logra impo- acción política h a n de poseer u n a carga metacerebral, h a n
nerse, el mismo créalas posibilidades q u e le sirven d e m e d i o de tener capacidad de incidir en otras zonas del ser h u m a n o
de acción, y n o a la inversa" (1904-1905, 50). Para Sombart, la que están más allá del cerebro para así p o d e r generar aquel
fuerza vital del "espíritu" se revela e n q u e hace "concebir afa- conjunto de motivaciones, sentimientos, impulsos y creen-
nes, desplegar actitudes y observar preceptos" (1913, 197). cias q u e hacen q u e el espíritu sea algo más profundo que la
En cada época p r e d o m i n a u n espíritu, q u e es aquel que ideología. La fuerza del espíritu se manifiesta a través de la
logra configurar la mentalidad y el sistema de valores de la ma- pasión q u e crea. Esta pasión es la q u e polariza y canaliza las
yor parte de la población. La orientación de u n a sociedad de- energías humanas. En esta línea, Sombart destacó la "pasión
p e n d e en gran medida del espíritu que la habita y cuando ésta por el d i n e r o " c o m o el elemento constitutivo de la psique
se queda sin espíritu, la cultura y la política entran en crisis. del h o m b r e en el capitalismo m o d e r n o .
Siguiendo las categorías de Weber y Sombart y su distin- Las religiones constituyen potentes sistemas motivaciona-
ción entre "forma" y "espíritu" de la vida económica, la te- les precisamente p o r q u e disponen de muchos de los elemen-
mática q u e estoy a b o r d a n d o en este libro se centra en la tos imprescindidibles para configurar u n espíritu. Por esta
cuestión del espíritu d e la política d e la izquierda. Voy a ana- razón, Sombart y Weber construyeron u n a sociología de la
lizar los c o m p o n e n t e s de u n a mentalidad política relaciona- religión con el fin d e ' p o d e r explicar los factores que dieron
da con los valores evangélicos. Más c o n c r e t a m e n t e , voy a ex- identidad al sistema económico (el capitalismo) y al sujeto
plorar c ó m o el cristianismo p u e d e configurar el espíritu y la social (el burgués) que introdujeron la modernización en Oc-
pasión política del socialismo. cidente. Ambos autores destacaron la influencia activa d e la
De u n m o d o parecido al de Weber y Sombart, hoy nos po- religión en el espíritu del capitalismo. Según Sombart, "el cris-
demos plantear cuál es la psique y el espíritu de la izquierda, tianismo católico se había convertido en la base de toda la
q u é factores lo forman, q u é pasión dirige sus energías, q u é cultura occidental que, a su vez, se había transformado en u n a
tipo de sujeto está produciendo realmente. Desde la termino- cultura cristiana unitaria" (Sombart: 1913, 235). Las doctrinas
logía weberiana, p o d e m o s afirmar que el objeto de estudio religiosas cristianas tenían tal fuerza moral que determinaban
es el de las ideas religiosas cristianas, el espíritu del socialis- u n a peculiar estructura psíquica y u n a d e t e r m i n a d a mentali-
m o y la ética política de la izquierda. d a d económica; u n espíritu, en definitiva, q u e creaba u n a
atmósfera favorable para el avance de un modelo económico
y u n a cultura afín. El racionalismo económico e n c o n t r ó en
E L ESPÍRITU DEL SOCIALISMO, estas doctrinas u n fuerte apoyo para su desarrollo; sin la con-
EL CRISTIANISMO Y LA PASIÓN DE LA IZQUIERDA cepción de la vida, el sistema de virtudes y la coacción d e
ciertas inclinaciones contenidas en la ética protestante difí-
El contenido del espíritu d e p e n d e de la filosofía, la ética, cilmente h u b i e r a p o d i d o desplegarse.
la religión o la ideología que logren configurarlo realmente. Weber analizó "aquellos magnos idearios religiosos" y el
N o p u e d e establecerse u n a identificación entre espíritu y re- "contenido de su evangelio" buscando el tema central, la idea
ligión teísta. De h e c h o , la izquierda y el movimiento obrero básica o la máxima de conducta que configuraba el espíritu del
h a n tenido a lo largo de su historia u n a fuerte espiritualidad capitalismo. A través de la concepción protestante de la obli-
atea o agnóstica q u e ha constituido el sostén d e sus luchas. gación profesional halló la influencia de los contenidos d e la
Ahora bien, para q u e una ideología, u n a religión, u n a ética o fe religiosa en la formación de la mentalidad y del ethos del
u n a filosofía se conviertan en el espíritu que inspire y guíe la capitalismo, la conexión entre cultura religiosa protestante y

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LA IZQUIERDA Y El. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

cultura económica capitalista y la creación de u n modelo de ter moral y constituía u n a peculiar ética económica. Weber
comportamiento racional y metódico; de ahí que llegara a ma- advierte q u e los bienes de salvación q u e diversas religiones
nifestar su asombro p o r "el grandioso racionalismo plasmado prometen, y especialmente el cristianismo, son en su mayoría
en el m o d o de vida d e u n a ética metódica que brota de la pro- inmanentes: salvación en la historia. Esto explica su acogida
fecía religiosa". (Weber: 1919, 79). por los estratos y clases sociales dominadas: "Una religiosidad
Especialmente e n la Ética económica de las religiones universa- de salvación proféticamente a n u n c i a d a p u e d e encontrar
les, Weber mostró el carácter público e i n t r a m u n d a n o de la re- asiento p e r m a n e n t e entre las clases socialmente desfavoreci-
ligión cristiana a través del análisis de los estímulos prácticos das, sustituyendo totalmente a la magia". (Weber: 1915,199).
para la acción que ésta suscitaba. Los idearios religiosos y el
contenido de su evangelio transformaban la vida, suscitaban
comportamientos, configuraban actitudes, creaban ideales de El socialismo actual:
vida, impulsaban la práctica d e determinadas virtudes. Para ¿ "una envoltura vacía'"?
él, "la d e t e r m i n a c i ó n religiosa del m o d o de vida se cuenta
como u n o de los determinantes de la ética económica". (We- La configuración de un sistema p o r u n a d e t e r m i n a d a re-
ber: 1915, 194). ligiosidad n o se realiza d e u n m o d o mecánico. Las "afinida-
Desde la perspectiva weberiana, n o tiene justificación el des electivas" entre u n a religión y u n sistema económico, po-
tratar la religión cristiana como u n asunto m e r a m e n t e priva- lítico o cultural p u e d e n desaparecer p o r el surgimiento de
do, salvo q u e se quiera forzar y negar la realidad. Según este d e t e r m i n a d o s cambios sociales o p o r la voluntad de los suje-
autor, "el contenido de su religiosidad... remitía siempre a la tos sociales q u e son los constructores de la cultura colectiva.
vía de la acción" (Weber: 1915, 214). Las ideas religiosas son, Tanto Weber c o m o Sombart constataron y analizaron el he-
según él, raíles de la acción. El carácter público e intramunda- cho, las causas y las consecuencias de la desespiritualización
n o de la religión cristiana radica en su concepción de la vía del p r i m e r capitalismo. La p é r d i d a de su base cultural y mo-
de la salvación, q u e n o se basa en la "huida del m u n d o " , sino ral le llevó a u n a "petrificación mecanizada" y le instaló en
en la "transformación del m u n d o " (Weber: 1915, 215). El cris- la nulidad creadora:
tiano se autoconcibe como u n instrumento de Dios en un m u n -
d o que le es entregado para su transformación de u n m o d o Hoy su espíritu se ha deslizado fuera de esta envoltura (capi-
racional y n o mágico; precisamente, p o r ello, el judeocristia- talista), quién sabe si definitivamente. El capitalismo victorioso,
nismo se convierte en u n i n s t r u m e n t o d e desencantamien- descansando como descansa en un fundamento mecánico, ya no
to de la realidad y en u n factor de secularización. necesita, en todo caso, de su sostén... Nadie sabe todavía quién
El carácter público e i n t r a m u n d a n o del cristianismo se ex- habitará en el futuro esta envoltura vacía, nadie sabe si al cabo
presa fundamentalmente, según Weber, a través de la llama- de este prodigioso desarrollo surgirán nuevos profetas o rena-
da "profecía emisaria" que empuja a la acción dentro del m u n - cerán con fuerza antiguos ideales y creencias, o si, más bien, no
d o y crea u n habitus basado en u n a peculiar concepción d e se perpetuará la petrificación mecanizada, orlada de una especie
la religiosidad: "No la posesión de Dios, n o la entrega piadosa de agarrotada petulancia. En este caso, los "últimos hombres" de
a su contemplación..., sino la acción querida p o r Dios, con esta cultura harán verdad aquella frase: "Especialistas sin espíri-
el sentimiento d e ser «herramienta» divina" (Weber: 1915: tu, hedonistas sin corazón, estas nulidades se imaginan haber
209). Desde esta autocomprehensión, el cristianismo, a tra- alcanzado un estadio de la humanidad superior a todos los an-
vés de la "profecía emisaria", planteaba exigencias de carác- teriores". (Weber: 1904-1905,166).

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LA IZQUIERDA Y EI, CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

La interiorización de estos contenidos p u e d e crear u n a at-


Esta situación de desfondamiento del sistema imperante en mósfera favorable para u n nuevo socialismo.
Occidente es la que otorga actualidad a la cuestión planteada En la hipótesis que voy a desarrollar ampliamente en el pró-
por Sombart cuando afirmaba q u e en los seres h u m a n o s ha- ximo capítulo propongo la idea evangélica de la primacía de los
brá de cobrar vida u n espíritu totalmente nuevo y se pregunta- últimos como el corazón del espíritu del socialismo y el núcleo
ba cuál sería el espíritu capaz de engendrar unos sujetos que de la pasión de la izquierda. La compulsión moral presente en
tuvieran u n a pasión distinta a la d e la codicia p o r el dinero. la misma p u e d e ser el élan vitalc\ue impulse políticas de lucha
Desde la perspectiva anteriormente señalada, parto de u n a contra las desigualdades nacionales e internacionales, el antí-
constatación: existe u n a dimensión espiritual en la crisis de doto contra "el espíritu de la sociedad burguesa"(Marx), el
la izquierda. La pérdida de espíritu ha convertido al socialis- núcleo configurador de "los m e t a o r d e n a m i e n t o s " (A. Sen:
m o en u n a "envoltura vacía" y p o r eso hoy descansa en u n 1986) que impulsan compromisos solidarios.
f u n d a m e n t o mecánico y está petrificado. A algunos dirigen- Siguiendo la metodología weberiana y sus textos sobre la
tes socialistas se le podría caracterizar muy a d e c u a d a m e n t e "profecía emisaria" y la "ética económica d e las religiones
con los términos usados por Weber: "especialistas sin espíri- universales", sondearé la "pragmática de salvación propia del
tu, hedonistas sin corazón". La omisión de ciertas políticas racionalismo religioso" (Weber: 1915, 203), analizando espe-
sociales e internacionalistas está directamente vinculada a cialmente la crítica al capitalismo y las exigencias éticas d e
esta situación de anemia espiritual, en el sentido weberiano. transformación y cambio de este sistema elaboradas p o r ins-
Sombart y Weber plantearon u n desafío importante: ¿quién tituciones y colectivos cristianos.
habitará ese vacío, qué fuerza moral hará que nazcan nuevos En mi trabajo se plantean dos diferencias respecto a la
ideales, qué nueva pasión canalizará las energías humanas, metodología weberiana; por u n lado, él analiza lo q u e d e n o -
cuál será el espíritu que e n g e n d r e u n nuevo sujeto social? mina el "contenido religioso" t o m a n d o como base el protes-
Desde aquí planteo la cuestión del espíritu del socialismo y tantismo ascético; por otro, intenta c o m p r e h e n d e r y explicar
la pasión de la izquierda para el presente y el futuro. u n a realidad q u e ya h a acontecido: diversas fases del capita-
La hipótesis que voy a desarrollar es que el cristianismo lismo y diversos tipos de cultura económica. Personalmente,
p u e d e llenar d e contenido el espíritu del socialismo y confi- m e centro en el análisis del cristianismo originario tal c o m o se
gurar la pasión de la izquierda. Evidentemente, como u n a expresa en los Evangelios y exploro las aportaciones d e éste
fuerza espiritual y moral más, n o como la única. Me sitúo en a u n a configuración del espíritu del socialismo y a u n a nueva
la misma línea de Weber, c u a n d o escribe sobre la "codetermi- pasión para la izquierda. Tengo, n o obstante, presente el he-
nación por influencias cristianas"; en este sentido, exploraré cho de que, como h a n señalado Suzanne Berger y Regis De-
en el próximo capítulo un tipo de izquierda y de socialismo co- bray, tanto en América Latina como en España y en otros paí-
d e t e r m i n a d o p o r este tipo d e influjo. Estoy convencido q u e ses europeos ha existido y existe u n cristianismo de liberación
cuando la política no está fecundada por instancias prepolíti- que h a i m p r e g n a d o realmente la cultura y las prácticas socia-
cas y metapolíticas, cae inexorablemente en u n fundamento listas de la izquierda. La legitimidad de la hipótesis q u e plan-
mecánico que la petrifica y le lleva a la nulidad. teo tiene u n fundamento de realidad, descansa en u n análisis
Los contenidos del evangelio cristiano son muy importan- previo de "elementos tomados de la realidad histórica", p o r
tes para la creación de los sistemas motivacionales, las disposi- utilizar el lenguaje weberiano.
ciones vitales, la mentalidad, la psique, el ethosy la pasión q u e Suzanne Berger ha destacado cómo en muchos países eu-
se requieren para una izquierda verdaderamente nueva. ropeos y latinoamericanos se h a n roto los tradicionales lazos

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

entre religión cristiana y conservadurismo político. Esto n o El cristianismo actúa en superficie, pero también en profun-
significa q u e n o persistan esos lazos, sino q u e crece signifi- didad y a espaldas de las vanguardias más evidentemente ateas.
cativamente el porcentaje de cristianos q u e vinculan su reli- Especialmente en América Latina, la cultura cristiana desborda
giosidad con posiciones políticas de izquierda. Esta autora al cristianismo y le sobrevive en el socialismo. Más allá del mesia-
h a analizado los efectos de la e n t r a d a de cristianos en los nismo tradicional y ostensible —sed de justicia y esperanza del
partidos de la izquierda. Destaca la afinidad electiva con la Reino— es la moral sacrificial del deber lo que anima a militan-
izquierda que p r o d u c e n las nuevas formas de socialización tes inmediatamente confrontados con el martirio: los temas de
cristiana en movimientos eclesiales de renovación y el impul- la redención por el sufrimiento y de la salud en la muerte se vis-
so que éstas suscitan para realizar en la política los valores ten, dentro del vocabulario marxista, con términos que dejarían
morales derivados de la religiosidad cristiana. Según esta so- a Marx y Lenin perplejos, derivados como lo son de los místicos
cióloga, los militantes cristianos llevan a la política u n conjun- castellanos. Zapata se consagraba a la Virgen y Sandino cultivaba
to muy elaborado d e interpretaciones de la realidad q u e na- la teosofía. La liberación nacional como redención de los oprimi-
cen de u n a d e t e r m i n a d a mentalidad religiosa. En esta línea, dos, la revolución como regeneraáón, el compromiso como voca-
analiza "las ideas y las orientaciones políticas de los cristianos ción, la disciplina como devoción, "el hombre nuevo"que despojará
d e izquierda" y las "predisposiciones políticas derivadas de al hombre viejo, figuran con todas las letras, por ejemplo, en los
su religiosidad". Refiriéndose en concreto al caso del Parti- primeros Manifiestos de La Habana (1960-1962) y esa lengua es
d o Socialista Francés, h a constatado cómo aparece en desta- siempre común a aquellos que allí, en América Central, caen con
cados dirigentes y militantes el sello de su formación reli- las armas en la mano. La sangre es semilla de las naciones; morir
giosa y cómo "las ideas q u e los socialistas de origen cristiano por la Causa, recompensa suprema. Habría que escribir un li-
a p o r t a n al partido son factores de cambio y amplían las ca- bro, que pronto nos ofrecerá un Max Weber latino: la ética y el
tegorías ya presentes en la visión socialista... estos militantes espíritu revolucionario. La salvación por la gracia ha hecho mu-
cristianos aportan nuevas ideas y nuevas esperanzas para la cho por el Capital, desde el momento en que al admitir Calvino
política" (Berger: 1988, 174). El rol de la religión cristiana en el préstamo con interés, un buen comerciante ya no era un mal
la izquierda e u r o p e a ha e x p e r i m e n t a d o u n cambio radical cristiano. Hoy, la salvación por las obras hace mucho por lo "so-
respecto a comienzos del siglo XX. En la actualidad, el cristia- cial" en tierras latinas, donde es evidente que un mal católico ja-
nismo es "una fuerza capaz de g e n e r a r nuevos efectos... La más hará un buen combate. (Debray: 1984,19).
infusión de cristianismo en la política ha tenido el efecto de
llevar nuevos contenidos a las aspiraciones de transformación
A continuación, voy a abordar algunos de las categorías
d e las sociedades industriales avanzadas e introducir cuestio-
weberianas q u e p u e d e n ayudarnos a analizar más concreta-
nes q u e tanto los liberales c o m o los marxistas habían repri-
m e n t e los contenidos del espíritu del socialismo en su cone-
mido u olvidado". (Berger: 1982, 6-7).
xión con el cristianismo.
América Latina constituye otro escenario d o n d e se p u e d e
constatar empíricamente las hipótesis que estoy estableciendo
en este capítulo. Regis Debray, compañero del Che Guevara y L A CONCEPCIÓN CRISTIANA DEL
autor, posteriormente, de algunos importantes textos de cien- COMPROMISO EN LA SOCIEDAD
cia política, ha analizado muy lúcidamente esta conexión en-
tre cristianismo, espíritu del socialismo y pasión de la izquierda: Weber, para desentrañar el comportamiento que alentaba
el espíritu del capitalismo, estableció como objeto de investi-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

gación la concepción luterana de "profesión" (beruf). Según tiano de las ideas socialistas de internacionalismo y de solida-
él, ésta condensaba la idea d e u n a tarea impuesta por Dios. ridad con las víctimas de la injusticia en cada país.
Se trataba del sentido de la posición en la vida, de u n campo La cultura samaritana posee u n a peculiar antropología políti-
delimitado de trabajo. El cumplimiento de u n a tarea profe- ca de la solidaridad que puede convertirse en u n antídoto de la
sional era concebido como u n d e b e r religioso, fruto de u n a actual despolitización de los ciudadanos instalados en una an-
peculiar intelección de la Biblia, que configuraba la acción hu- tropología individualista que favorece la reproducción de la
mana con contenidos religiosos precisos que iban mucho más sociedad de dos tercios y del modelo de sociedad mundial 20:80. El
allá de la participación en rituales. Gracias a este proceso de buen samaritano constituye u n a imagen bien plástica de lo
configuración religiosa de la acción, el trabajo profesional se que es el sujeto postburgués. Del mismo m o d o que la idea reli-
convertía en el eje de la vida con vistas a conseguir la salva- giosa de "profesión" creó u n a psique peculiar que originó el
ción del alma. Según Weber, esta peculiar configuración mues- puritano concentrado en el trabajo como eje de la vida, la so-
tra c ó m o las ideas religiosas alcanzan eficiencia histórica y cialización en la cultura samaritanapuede crear u n a psique mi-
t e r m i n a n p o r crear contenidos culturales, económicos y so- litante muy peculiar en la lucha contra la desigualdad como
ciales en la sociedad. Se establecen así "afinidades electivas" nuevo eje de u n a vida ya salvada. De esta forma, el compromi-
entre ciertos contenidos de la fe religiosa y determinadas con- so político sería el equivalente del trabajo profesional como
cepciones y c o m p o r t a m i e n t o s en la vida socio-económica. medio de racionalización y metodización de la conducta.
(Weber: 1904-1905, 74).
Desde este p u n t o de vista weberiano, la hipótesis que for-
mulo en este libro es q u e en el cristianismo originario existe ASCÉTICA, ESPÍRITU ECOSOCIALISTA
u n a idea religiosa central q u e es la de la misión o compromi- Y SUJETO POSTBURGUÉS
so d e los seguidores de Jesús de Nazaret en el m u n d o . El
contenido d e la misión propuesta se condensa en el capítulo El espíritu necesita la ascética para p o d e r influir en la ac-
4 del Evangelio de San Lucas y se ejemplifica en la parábola ción. Weber entiende la ascética como el esfuerzo y el sacrifi-
del b u e n samaritano y en el relato del juicio final. El concep- cio que realizan un individuo o u n a colectividad para adaptar
to con el que voy a sustituir el de "profesión" (beruf) es el de la conducta de u n m o d o coherente al ideal que se profesa, d e
cultura samaritana. Con él quiero sintetizar la idea religiosa m o d o q u e éste se convierta en el eje q u e regula verdadera-
de u n compromiso en el m u n d o e n t e n d i d o c o m o liberación m e n t e la vida. La ascética del protestantismo, analizada p o r
de los empobrecidos. Weber dentro de su sociología de la teología calvinista, crea-
Desde esta comprehensión de la religiosidad cristiana, la ba unos impulsos psicológicos y u n sistema de motivaciones
idea protestante de la predestinación, que constituía el eje de q u e orientaban la vida de u n m o d o racional y metódico, esto
u n a vida en busca de la salvación del alma, q u e d a reemplaza- es, originaba comportamientos "racionales con arreglo a fi-
da por el de la liberación de los pobres y oprimidos en la tierra nes", "con arreglo a valores" (Weber: 1904-1905, 85). La ascé-
—realización del Reino de Dios— como camino de salvación. tica religiosa tenía "fuerza psicológica" para despertar inicia-
El contenido religioso que aparece en los textos de los Evange- tivas socio-económicas de diverso tipo, originaba u n "ímpetu
lios a los que h e hecho referencia — q u e serán analizados de- activista", racionalizaba el m u n d o "anticipándose al raciona-
tenidamente e n el próximo capítulo— es el q u e establece u n lismo liberal posterior" e introducía u n a "tendencia antiido-
conjunto de "afinidades electivas" entre éste y ciertos objetivos látrica, sentimientos democráticos contra el cesarismo... lo
de la izquierda. Ese contenido constituye el fundamento cris- que significaba desde el p u n t o de vista político la oposición a

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I .A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

la idolatría" (Weber:1904-1905, 86-87). La teología en que se Sombart también a b o r d ó el tema de la ascética religiosa.
basaba la ascética protestante tenía consecuencias práctico- Precisó muy claramente el objeto d e su investigación: "Po-
psicológicas y c o n t e n í a u n "extraordinario alcance político y n e r al descubierto la relación existente entre las doctrinas
social". (Weber: 1904-1905, 87 y 90). religiosas y la estructura psíquica (espiritual) d e los sujetos
La ascética religiosa buscaba que la verdad de la fe se com- económicos de u n a época" (Sombart: 1913, 245). Analizó
probase en sus obras y efectos para ser u n a fides efficax. Esta cómo la ascética creó u n nuevo sujeto h u m a n o y espiritual en
autoconvprehensióri d e la religiosidad lleva a Weber a mos- la historia-, el burgués. Investigó la estructura espiritual, psí-
trar la compatibilidad entre mística religiosa, racionalización quica y mental, así como el ideal y los valores que orientaban
y trabajo c o m o i n s t r u m e n t o de Dios para realizar u n queha- su conducta. Especialmente estudió el sistema de virtudes bur-
cer en el m u n d o sin huir de él. En este sentido Weber afirma guesas que hicieron posible la consolidación del capitalismo
lo siguiente: n o sólo como nuevo m o d o de producción, sino como nueva
cultura. Estas virtudes configuraron un sujeto con u n a muy
peculiar conformación psíquica y espiritual y con u n a men-
Una religiosidad de tinte místico no sólo es perfectamente
talidad específica.
compatible con un sentido marcadamente realista de lo empíri-
camente dado, incluso puede constituir su más firme apoyo... La ascética del protestantismo creó un conjunto de predis-
más aún, es posible que la mística contribuya indirectamente a posiciones psíquicas, voliciones afectivas, disposiciones aní-
la racionalización de la conducta práctica... la religiosidad espe- micas y energías vitales. F o r m ó , en definitiva, u n carácter pe-
cíficamente reformada estuvo tanto contra la huida del mundo culiar y un m o d o de comportarse en el m u n d o guiado por u n
como contra esa piedad puramente sentimental e interior. (We- "resorte en tensión, algo que les hostigaba, que transformaba
ber: 1904-1905,93). en verdadero suplicio la indolente calma al calor de la lum-
bre... sujetos de m u c h o nervio, de madera muy dura, tallados
Esta concepción de la religiosidad provocó q u e Weber a hachazos" (Sombart: 1913, 208). Las virtudes burguesas, q u e
afirmara que "quizá n u n c a se ha d a d o u n a tan elevada esti- fueron desplazando a las virtudes señoriales, tenían sus raíces
mación de la conducta moral como la q u e el calvinismo in- "en u n a poderosa fuerza vital", q u e n o era otra cosa q u e el
culcaba en sus adeptos" y p o r ello fueron posibles "extraor- espíritu. Pero ni el espíritu ni las virtudes burguesas podían
dinarios sacrificios en favor de finalidades ideales". (Weber: actuar sin la ascética, es decir, sin el esfuerzo de transforma-
1904-1905, 96 y 106). ción vital e interior de los sujetos, pues era necesario q u e és-
Concretamente el protestantismo calvinista introdujo u n a tos se abrieran a sus contenidos, los introyectaran y los pusie-
"coacción ascética para el a h o r r o " , u n estrangulamiento del ran en práctica. La ascética religiosa se dirigía a r o m p e r "el
c o n s u m o y u n freno contra el goce d e s p r e o c u p a d o de la ri- organismo del h o m b r e natural, instintivo ...era necesario q u e
queza. A la vez, esta ascética impulsaba psicológicamente el se operase una inversión de todas las valoraciones y conside-
trabajo incesante y sistemático en la profesión. Esta realiza- raciones vitales". (Sombart: 1913, 248).
ción práctica d e planteamientos ascéticos creó u n ethos, u n a En este libro presento como hipótesis la "fuerza psicológi-
concepción d e la vida y u n sujeto h u m a n o prototípicos. Las ca" y el "ímpetu activista" contenidos en el cristianismo origina-
ideas religiosas h a n m a r c a d o la "vida material de la cultura" rio. Exploro la potencialidad de esta religión para dotar a la
y de ahí nace "la importancia que los contenidos de concien- izquierda de un nuevo espíritu y para crear u n sujeto postbur-
cia religiosa h a n tenido p a r a el m o d o d e vivir, la cultura y el gués. La ascética del cristianismo originario se basa en la opción
carácter de los pueblos". (Weber: 1904-1905, 167). p o r los empobrecidos y busca convertir a los sujetos en instru-

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LA IZQUIERDA V EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

mentos del plan liberador del Dios de Jesús. La ftdes efficaxa la nuevo sistema d e virtudes socialistas que se h a de concretar en
que se refería Weber pasa p o r la liberación de los empobreci- un conjunto de principios morales, predisposiciones espiri-
dos en la historia. La "coacción ascética" del cristianismo ori- tuales, aspiraciones vitales y prácticas sociales centradas en la
ginario p r e t e n d e estrangular la tendencia al individualismo lucha contra la desigualdad nacional e internacional. Este
posesivo. La ascética evangélica contenida en la bienaventu- sistema h a de estar articulado desde la responsabilidad eco-
ranza del "dichosos los q u e eligen ser pobres", en el rechazo lógica con las generaciones venideras. La contribución del
del e n r i q u e c i m i e n t o y en la propuesta de la c o m u n i ó n d e cristianismo p u e d e ser muy importante para realizar esta
bienes va a ser analizada en correlación con los planteamien- operación ético-cultural y socio-política.
tos ecosocialistas de u n a nueva regulación de la producción y
del consumo. Especialmente la regulación ecológica del con-
sumo necesita u n sujeto postburgués q u e aspire a hacer reali- Hedonismo, egoísmo racional y ascetismo
dad el lema ecologista "ser pobre con elegancia". Este nuevo en la construcción de la solidaridad
sujeto ha de estar formado en u n a ascética de superación del
consumismo y de la centralización de la vida en la adquisi- La hipótesis q u e planteo p u e d e parecer extemporánea.
ción de u n mayor confort. Para ello se requiere u n a nueva La misma palabra "ascética" choca con la mentalidad domi-
educación basada en u n sistema de virtudes postburguesas. Ex- nante tan p e r m e a d a p o r el principio de placer y la falta de
ploraré c ó m o las virtudes cristianas contenidas en el Evange- sentido del límite. Sin embargo, la ascética, independiente-
lio p u e d e n contribuir a ese nuevo sistema de virtudes, dentro m e n t e de su sentido religioso, ha estado muy presente en
de las cuales d e b e r í a n estar presentes las virtudes socialistas toda la historia del movimiento obrero y de la izquierda polí-
que tantas veces han acompañado la historia del movimiento tica. Gramsci habló de la catarsis y de la ascética proletaria.
obrero y de sus organizaciones políticas. Ciertos derechos sociales tenidos en la actualidad como natu-
La ascética n o sólo se relaciona con el tema de la regula- rales n u n c a se hubieran conquistado sin la ascética de miles y
ción ecosocialista de la producción y del consumo. También miles de militantes de izquierda. Pretender u n a sociedad re-
afecta directamente a la superación del m o d e l o de la socie- gulada ecológicamente y u n a mayor justicia internacional sin
dad de los dos tercios y a la lucha contra el abismo de desigual- ningún tipo de ascetismo es u n a quimera ilusa. La ascesis es
dad entre los países ricos y los países empobrecidos. Es u n a el m é t o d o de esfuerzo y sacrificio para "estar en forma" desde
quimera falsa y un e n g a ñ o manifiesto pensar q u e p o d e m o s u n p u n t o de vista moral, tal como lo planteaba Aranguren.
superar la actual situación de desigualdad nacional e interna- La ascética ciertamente choca con la instauración del he-
cional ganando todos y n o perdiendo n i n g u n o . A corto y me- donismo c o m o principio central de regulación de la vida.
dio plazo esto es imposible; por lo cual el dilema q u e se plan- Con u n m í n i m o sentido c o m ú n p o d e m o s afirmar q u e u n ser
tea es el siguiente: perpetuamos la situación actual con leves h u m a n o antihedonista es u n sujeto psíquicamente e n f e r m o .
retoques —y entonces el socialismo se suicida o se prostitu- Ahora bien, u n a cosa es afirmar la b o n d a d del placer y bus-
ye— o bien pierden los q u e más tienen en beneficio de los car su realización y otra polarizar las energías en él en u n
empobrecidos. Para esta operación se necesita u n a ascética m u n d o lleno de sufrimiento, pobreza e injusticia. A algunos
colectiva, u n a catarsis ético-cultural, u n a profunda transfor- de los representantes de la ética y la antropología del h e d o -
mación espiritual y, evidentemente, u n a fuerza política. En nismo bien se les podría caracterizar con el verso de J. Gil d e
este sentido, la imprescindible constitución de u n sujeto post- Biedma — u n poeta ciertamente alejado de cualquier prejui-
burgués por parte de la izquierda pasa p o r la creación de u n cio antihedonista— como "viles propagandistas diplomados

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I A IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

de la sonrisa sin dolor" 3 q u e dificultan ver el sufrimiento del egoísta y solidaridad altruista, a p e l a n d o a u n a fina inteligen-
mundo. cia q u e sepa diferir el interés p r o p i o a corto plazo para ob-
Desde u n a perspectiva teóricamente más elaborada, las tener ventajas egoístas a m e d i o plazo (Paramio: 1990), las
hipótesis que h e p l a n t e a d o p u e d e n ser rechazadas también cuentas n o salen cuando se trata de afrontar los desafíos plan-
desde ciertos planteamientos de la teoría de la elección racional. teados p o r la sociedad de los dos tercios y el m o d e l o de sociedad
Los creadores d e ésta afirman q u e el autointerés o interés mundial 20:80.
p r o p i o es la principal motivación de la conducta. Conside- La p r e g u n t a q u e q u e d a sin r e s p o n d e r p o r la teoría de la
ran q u e las motivaciones racionales son egoístas y, p o r tan- elección racional es la de p o r q u é actuar en contra del inte-
to, se es racional si se elige lo q u e maximiza el interés priva- rés p r o p i o y sacrificarlo en beneficio del interés de otros se-
do. Los individuos racionales n o participan para conseguir res h u m a n o s más desfavorecidos. Esta es u n a cuestión clave
u n bien público si n o se les estimula con la obtención de u n p a r a el q u e h a c e r de la izquierda e n la actualidad y en ella el
bien privado y, p o r eso, los incentivos y recompensas egoís- socialismo se juega su futuro y, sobre todo, su identidad.
tas son absolutamente necesarios para promover comporta- Amartya Sen h a introducido u n a crítica en la teoría de la
mientos solidarios. En este p u n t o , el altruismo sin b ú s q u e d a elección racional y ha distinguido tres tipos de comporta-
de interés propio es u n a expresión de irracionalismo y, p o r m i e n t o d e t e r m i n a d o s p o r el egoísmo (obtener el máximo be-
ello, el cristianismo p u e d e ser considerado c o m o u n altruis- neficio personal aun a costa de los demás), la simpatía (actuar
m o radical e irracional. solidariamente p o r q u e me afecta la situación del otro y por-
Estas tesis n o significan q u e los defensores de la teoría de q u e la cooperación altruista m e traerá ventajas) y el compro-
la elección racional p r o p u g n e n u n craso egoísmo que se des- miso (actuar altruista y solidariamente, aun cuando esto con-
e n t i e n d a de la situación de los otros. Para ellos el autointe- lleve u n sacrificio del interés p r o p i o ) . Los individuos y los
rés ilustrado o egoísmo racional lleva a trabajar por el bien d e colectivos que realizan este último tipo de c o m p o r t a m i e n t o
los demás, pues el altruismo conlleva para el individuo más lo adoptan, según A. Sen, desde u n "metaordenamiento" mo-
ventajas q u e desventajas. ral o espiritual q u e o r d e n a sus preferencias, es decir, desde
Estas perspectivas teóricas h a n recibido diversas críticas u n a instancia q u e está más allá del cálculo racional del inte-
en el campo de las ciencias sociales que señalan los límites de rés p r o p i o p o r encima de todo (Sen: 1986). Pues bien, la ca-
sus postulados (Giner: 1994, 1995; Sen: 1986). En primer lu- tegoría weberiana ascética n o es otra cosa q u e el mecanismo
gar, ignoran o n o toman muy en consideración u n a realidad espiritual que p o n e en funcionamiento u n "metaordenamien-
bien constatable a lo largo de la historia y en la actualidad: la to" determinado. Los contenidos de cada "metaordenamiento"
existencia de u n altruismo practicado p o r individuos y colec- h a n de tener suficiente fuerza para provocar la superación
tivos q u e r e n u n c i a n a su interés en aras de u n bien colectivo (ascesis) de comportamientos guiados p o r el egoísmo o la sim-
y alcanzan felicidad y realización personal. Por otro lado, el patía y configurar conductas reguladas por el compromiso. Esa
conflicto e n t r e el interés propio y la solidaridad n o siempre fuerza sólo p u e d e venir de determinadas ideologías, éticas o
se p u e d e resolver a p e l a n d o al egoísmo racional o ilustrado. religiones como r e c o n o c e el mismo Amartya Sen: "El com-
El b u e n racionalista p u e d e realizar u n cálculo perfecto q u e promiso implica en u n sentido muy real la elección en contra
le lleve a la conclusión de que n o sólo n o tiene n a d a q u e ga- de las preferencias... el compromiso se conecta estrechamen-
nar, sino que lleva todas las de p e r d e r si asume u n compor- te a nuestra moral en u n sentido muy amplio, que abarca di-
tamiento solidario y altruista. Por m u c h o q u e algunos críti- versas influencias desde la religiosa hasta la política". (Sen:
cos parciales de esta teoría quieran compatibilizar cálculo 1986,189-190).

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

Personalmente considero que la teoría de la elección ra-


cional tiene, a pesar de sus insuficiencias, múltiples aspectos CAPÍTULO V
positivos. H a introducido u n e n o r m e realismo a la h o r a de LA FECUNDACIÓN DE LA IZQUIERDA
analizar los comportamientos h u m a n o s y ha impulsado u n a POR EL CRISTIANISMO
sociología de las motivaciones q u e guían la acción, mostran-
d o el peso real q u e tienen los intereses, los incentivos y las re-
compensas. No en vano las religiones constituyen unos de
los más potentes sistemas de incentivos y recompensas mate-
riales a través de sus diversas promesas de salvación.
Pienso que es conveniente activar los mecanismos de egoís-
m o racional para frenar individualismos antiilustrados y mul-
tiplicar c o m p o r t a m i e n t o s solidarios q u e inteligentemente X arece existir bastante u n a n i m i d a d d e n t r o de la izquierda
descubran que es mejor cooperar altruistamente q u e n o ha- e u r o p e a y latinoamericana respecto a la conveniencia de
cerlo. Ahora bien, estoy a la vez convencido que por esta vía abrirse a las aportaciones del cristianismo. En este capítulo
n o se llega muy lejos para afrontar los problemas sociales más voy a intentar ir más allá de esta afirmación genérica y ex-
graves relacionados con la estructura de desigualdad extre- plorar más c o n c r e t a m e n t e sus contenidos e implicaciones.
m a contenida en el modelo de sociedad mundial 20:80y con la Incluso aquellos intelectuales q u e más h a n señalado el anta-
exclusión social característica de la sociedad de los dos tercios. La gonismo filosófico entre u n a izquierda arraigada en el racio-
propuesta intelectual y ética de la teoría de la elección racio- nalismo materialista y la religión cristiana coinciden en seña-
nal n o tiene capacidad para responder al desafío de P. Glotz lar q u e cabe u n p u n t o de e n c u e n t r o , el ético-cultural.
que expuse en la primera página que abría este libro. Por esta
razón creo q u e hay q u e sondear otras propuestas, c o m o las
contenidas en el cristianismo originario, que están centradas en PROBLEMAS SOCIO-POLÍTICOS
la transformación antropológica, la reconciliación del ser hu- YOBJETIVOS DE LA IZQUIERDA
m a n o con su fondo amoroso y el cultivo de sus potencialida-
des de altruismo desinteresado. A continuación voy a explorar La exploración de las virtualidades del cristianismo para
la hipótesis d e cómo u n movimiento ascético-catártico p u e d e dotar de espíritu al socialismo requiere, previamente, u n aná-
producir u n a nueva cultura político-moral y u n sujeto postbur- lisis de los principales problemas socio-políticos a los que debe
gués sin el cual la irracionalidad de la situación actual del enfrentarse la izquierda y u n conocimiento d e los objetivos
m u n d o n o tendrá salida. que se plantean las diversas tendencias que se encuadran en
este ámbito político.
En el p r i m e r capítulo del libro expuse de u n m o d o muy
esquemático los principales problemas sociales a los q u e
d e b e r e s p o n d e r la izquierda. Ahora, p a r a el objetivo de este
capítulo, voy a a profundizar en algunos de los allí indica-
dos y a presentar otros más específicamente ligados a la te-
mática q u e voy a a b o r d a r en estas páginas. En p r i m e r lugar,
analizaré los problemas referidos a las condiciones objeti-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

vas y, en s e g u n d o lugar, los q u e tienen que ver c o n las con- participan en la riqueza mundial — m e d i d a como PIB— con
diciones subjetivas. u n porcentaje idéntico al de un país como Francia con 57 mi-
llones de habitantes. Todo el África subsahariana dispone d e
algo menos del 1 por ciento del PIB mundial, lo que es igual a
Problemas socio-políticos t e n e r m e n o s de la mitad de los ingresos de Texas. Este abis-
m o de desigualdad engendra lo. que denominé en páginas an-
P o d e m o s afirmar, sin lugar a dudas, que el p r o b l e m a pri- teriores el modelo de sociedad mundial 20:80, esto es, u n a mi-
m e r o y principal q u e existe en la actualidad es el d e la pobre- noría acapara casi toda la riqueza del m u n d o . Los países del
za en la q u e se e n c u e n t r a n miles de millones d e seres huma- G7, en d o n d e sólo habita el 12 p o r ciento de la población
nos en los países del sur. Nos e n c o n t r a m o s ante u n inmenso mundial, acumulan el 65 p o r ciento del PIB mundial, mien-
abismo de desigualdad entre los países ricos y los países em- tras q u e cuatro países (India, China, Brasil e Indonesia), q u e
pobrecidos. En los primeros sólo habitamos el 20 p o r ciento contienen el 44 p o r ciento de la población del m u n d o , sólo
de los h u m a n o s y en los segundos el 80 p o r ciento. Los PMA disponen del 6 p o r ciento.
(países m e n o s adelantados), q u e son los que sufren más ra- Desgraciadamente, ni siquiera la pobreza es el principal
dicalmente la pobreza extrema, tienen más población q u e problema de millones de seres humanos en el sur. Existe toda-
toda E u r o p a oriental y occidental, ya q u e constituyen el 10 vía otro peor: la violencia. Miles de millones de seres h u m a n o s
por ciento de la población mundial frente al 9 por ciento for- siguen sufriendo dictaduras, torturas, persecuciones, viola-
m a d o p o r todos los europeos. En los países del sur existen ciones de derechos h u m a n o s y lo que es más terrible: guerras
1.300 millones de personas p o r debajo del límite de pobre- con sus secuelas de víctimas y movimientos de refugiados.
za, u n n ú m e r o superior al de toda la población de los países Muchos de estos conflictos están asociados al imperialismo
del norte (1.178 millones). Debemos tener en cuenta que los y colonialismo ejercido p o r bastantes países del norte, p o r el
1.280 millones de personas q u e n o tienen acceso a agua apta comercio de a r m a m e n t o estimulado por esos mismos países
para el c o n s u m o o los 1.200 millones de seres h u m a n o s q u e y por la ausencia d e u n a más enérgica política internacional
viven en poblados de cartón y plástico son más que toda la de prevención de conflictos. Los informes de Amnistía Inter-
población del norte. Los 1.000 millones de personas q u e n o nacional son s u m a m e n t e elocuentes al respecto.
tienen acceso a n i n g ú n servicio de salud constituyen casi el Estas desigualdades internacionales están reforzadas, en-
doble de toda la población europea oriental y occidental. Las tre otras causas, p o r u n sistema de comercio internacional in-
mujeres son el colectivo más d a ñ a d o p o r estas carencias y, justo que provoca u n a caída de los precios de los bienes de los
p o r eso, todos los estudios internacionales destacan la femi- países del sur y por el problema de la deuda externa que cons-
nización de la pobreza c o m o u n o de los grandes problemas tituye u n a verdadera sangría para las poblaciones de los países
de este fin de siglo. empobrecidos. S. George, en su libro El bumerang de la deuda,
Las desigualdades internacionales se extienden cada año más. h a mostrado cómo el total del pago de intereses de la d e u d a a
El 20 p o r ciento de la h u m a n i d a d acumula el 83 por ciento los países ricos d u r a n t e la década de los o c h e n t a es seis veces
de la riqueza mundial, mientras q u e el 20 p o r ciento más po- superior al valor actualizado del total de millones de dólares
bre tiene exclusivamente el 1,4 p o r ciento d e ésta. ¡El 60 por concedidos a los países europeos después de la II Guerra Mun-
ciento de la h u m a n i d a d que habita en países del sur sólo di- dial a través del Plan Marshall. Toda esta situación de empo-
p o n e del 5,5 p o r ciento d e esta riqueza!, según Informes del brecimiento y desigualdad está provocando, entre otras cosas,
PNUD. 3.000 millones d e seres h u m a n o s q u e viven en el sur un incremento del paro en los países del sur. Según la OIT,

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este siglo se va a cerrar con 1.000 millones de desempleados la convergencia europea; e) ausencia de "buen gobierno":
en el sur; u n a población q u e equivale a casi toda la del n o r t e exceso de burocratización y mala gestión d e la Administra-
(1.170 millones). La emigración de los trabajadores del sur a ción Pública; f) progresiva derechización d e los partidos
los países ricos del n o r t e es u n a consecuencia lógica de esta con posibilidad de llegar al gobierno.
situación. Lo más terrible es q u e bastaría u n a reorientación Es muy importante tener en cuenta que desde la década de
del gasto militar en el m u n d o para vencer algunas de las prin- los setenta la izquierda e u r o p e a se e n c u e n t r a d e n t r o de u n
cipales carencias q u e c o n d e n a n a la pobreza a miles de millo- marco económico q u e plantea muchas dificultades para sos-
nes de seres h u m a n o s . tener políticas económicas y sociales de carácter socialista. De
Dentro de los países ricos, la cuestión del paro estructuraly la entrada, en la m e d i d a en que el Estado deja de ser u n agente
ausencia de nuevas formas de creación de pleno empleo es, sin duda, económico importante, bien por la mala gestión de empresas
el principal p r o b l e m a q u e tiene planteado la izquierda. El públicas q u e se convierten en inviables o bien p o r la privati-
nuevo desarrollo tecnológico de las fuerzas productivas y la zación de las mismas p o r gobiernos conservadores, la crea-
nueva división internacional del trabajo están agravando este ción de empleo queda fundamentalmente en manos de la em-
problema. La n o regulación democrática de poderes econó- presa privada. La capacidad de intervención de la izquierda
micos en la esfera internacional y nacional está favoreciendo en este ámbito se reduce muchísimo, salvo q u e opte p o r pro-
la precarización d e las condiciones laborales y la consolida- gramas de gobierno que impongan por ley determinadas me-
ción de políticas de empleo basadas en la flexibilización. Este didas de democracia económica (p. ej., fondos obligatorios
proceso está introduciendo nuevas segmentaciones dentro del de inversión de plusvalías en creación de empleo, lo que con-
m u n d o de los trabajadores, está debilitando a los sindicatos y lleva u n fuerte control público de la inversión y p r o d u c c i ó n
consolidando u n modelo de sociedad con u n sector significa- d e las empresas) y apueste p o r u n fortísimo apoyo a e m p r e -
tivo de la población que sufre la exclusión social; en definiti- sas del sector social (sociedades anónimas laborales y coope-
va, la llamada por Glotz sociedad de dos tercios, en la que existe rativas de trabajo asociado). Las dificultades de todo tipo
u n a mayoría socialmente integrada y u n a minoría significati- para a d o p t a r estas políticas h a n creado en la izquierda ma-
va excluida y empobrecida. yoritaria u n a especie de pavor ante posibles huelgas de in-
U n a de las principales conquistas sociales de los últimos versiones y bajadas significativas de las Bolsas. La izquierda,
decenios e u r o p e o s c o m o es el llamado Estado del Bienestar al n o disponer de instrumentos propios de creación de em-
está sufriendo también serios problemas. El crecimiento de pleo más allá de la contratación de funcionarios, h a tenido
fuerzas políticas conservadoras y liberales lleva a su reduc- q u e ceder más y más ante los p o d e r e s económicos. Por otro
ción. Además h a n surgido otra serie d e factores q u e lo debi- lado, la necesidad de tener u n a m a c r o e c o n o m í a equilibra-
litan, entre los que destacaría los siguientes: a) dificultades da, i m p i d i e n d o u n a inflación alta y u n déficit público exce-
de financiación por desajustes macroeconómicos (exceso de sivo, también ha dificultado el crecimiento del gasto social y
déficit público y alta inflación) y p o r el desequilibrio entre la creación de e m p l e o público.
activos e inactivos debido a la nueva pirámide de edades y al La crisis de la política es u n o de los problemas de fondo q u e
a u m e n t o del paro (más gastos con m e n o s ingresos); b) n o debe afrontar la izquierda. Entiendo q u e esta crisis consiste
progresividad fiscal al imponerse la d e m a n d a de congelar o en el vaciamiento de la política como ejercicio consciente de
reducir impuestos, a u n q u e ésta sea contradictoria con la so- soberanía popular para transformar la realidad, socializar los
licitud de más servicios públicos; c) crisis económicas q u e poderes y redistribuir las riquezas. La política se ha converti-
dificultan el crecimiento; d) políticas de ajuste derivadas de do en la gestión de asuntos públicos con poca incidencia en

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la transformación d e la realidad y en la redistribución de po- lítico. T a m p o c o conviene olvidar q u e la clase obrera tradi-
der y riqueza, p o r lo cual persisten y hasta se refuerzan tradi- cional también dista de tener u n a nítida orientación de iz-
cionales sistemas d e dominación. La crisis reside también en quierda, así, p o r ejemplo, en las últimas elecciones genera-
el desplazamiento de la política como tarea colectiva al que- les en España el voto o b r e r o al PP fue superior al otorgado a
hacer de unas élites q u e constituyen u n a nueva casta. Final- IU. La necesidad de obtener apoyo electoral en sectores ocu-
mente, la crisis radica en el enquistamiento de la política en pacionales diversos p o r motivos de ingresos, status y deman-
la gestión tecnocrática y cuasisecreta de los asuntos públicos, das bastante diferenciadas plantea el p r o b l e m a de la base so-
a b a n d o n a n d o la tarea de educación socio-política de la po- cial de la izquierda en términos bien distintos a otras épocas
blación para que p u e d a conocer mejor esos asuntos y partici- de la historia.
par más en su resolución; p o r el contrario, se desplaza a la Este tema de la base social de la izquierda nos lleva a ana-
mayoría al papel de espectador del cruce de ataques y agre- lizar otro tipo de problemas, los referidos a las llamadas con-
siones verbales entre dirigentes políticos. diciones subjetivas para el desarrollo de u n determinado pro-
Globalmente se trata de u n a crisis de representación y de yecto político.
participación q u e se expresa en el desinterés ciudadano por U n o de los principales problemas que se plantean para el
la política y en la baja valoración de esta actividad h u m a n a . avance de la izquierda es el de la hegemonía de la cultura bur-
Las causas de la crisis son diversas y, entre ellas, destacaría las guesa. En la construcción de esta hegemonía cultural juegan
siguientes: la corrupción o el cinismo de determinados polí- u n gran papel los medios de comunicación social —especial-
ticos, la obsolescencia de la mayor parte de los partidos po- mente la televisión— que, como acertadamente ha señalado
líticos al convertirse en fuerzas oligarquizadas y desconec- A. García Calvo, debían denominarse medios de formación
tadas de la sociedad civil, la degeneración de las campañas de masas.
electorales, la falta de u n a ciudadanía solidaria acostumbrada La h e g e m o n í a de la cultura burguesa ha destruido la an-
al asociacionismo y a la participación ciudadana, la fortaleza tigua cultura de clase obrera y ha logrado u n a desideologiza-
de diverses poderes corporativos muy resistentes a procesos de ción de la mayor parte de la población por lo q u e respecta a
democratización socio-económica, el exceso de expectativas los contenidos de la ideología tradicional de la izquierda y, lo
respecto a la política, las dificultades técnicas que conlleva la que es peor, u n creciente desinterés por la participación so-
gestión de asuntos públicos para resolver problemas ciuda- cio-política.
danos en un plazo de tiempo corto. Más allá de que éstas sean Considero q u e a finales del siglo xx tenemos q u e afron-
las causas más exactas, lo cierto es que la reconstitución de la tar u n a seria derrota cultural de la izquierda. Y c o m o todo lo
política es u n o de los grandes desafíos q u e tiene planteados malo siempre es susceptible de convertirse en algo peor, he-
la izquierda. mos de asumir todavía más: u n a crisis ético-cultural del socia-
Las transformaciones en la estructura de clases en los países de lismo de grandes dimensiones. N o m e refiero a la carencia d e
capitalismo avanzado h a n afectado y siguen afectando a la nuevas fundamentaciones filosóficas — q u e éstas sí q u e exis-
izquierda. Existe u n a segmentación muy i m p o r t a n t e d e n t r o ten—, sino a algo más radical: la carencia d e u n elan vital
de la clase obrera y además se i n c r e m e n t a u n tipo de ocupa- (energía, impulso) para la práctica de u n nuevo socialismo.
ciones bastante distintas a las tradicionalmente consideradas En este sentido, en el capítulo anterior defendí la hipótesis
como obreras. El surgimiento de u n nuevo tipo de trabajado- de considerar la crisis actual del socialismo con la categoría
res muy influidos por la cultura del individualismo y la meri- weberiana de "envoltura vacía". Las prácticas corruptas q u e
tocracia introduce nuevos problemas de comportamiento po- h a n m a n c h a d o a diversos partidos europeos de izquierda n o

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

son más q u e la manifestación de u n p r o b l e m a más grave: la t e r m i n a d o asumiendo las d e m a n d a s y la cultura d e éstas en


escisión entre práctica política y cultura moral. La falta de su conjunto. El desafío político-cultural para u n a izquierda
cultivo d e cultura moral h a cegado a la izquierda mayorita- q u e n o quiera suicidarse es el de la construcción progresiva
ria y la h a llevado p o r los caminos de u n craso pragmatismo de otra h e g e m o n í a ético-cultural que le dote de u n a nueva
hasta dejarla prisionera en los brazos del liberalismo. Resul- base social para p o d e r practicar u n a política más radical y es
ta paradójico, p o r n o decir grotesco, q u e bastantes intelec- en este ámbito d o n d e p u e d e recibir importantes aportacio-
tuales de organizaciones socialistas europeas n o p r o p o n g a n nes del cristianismo originario. Evidentemente, n o sólo de él,
otra salida ético-cultural q u e el llamado individualismo de pues ciertas corrientes del ecologismo político, del feminis-
izquierda. m o de la diferencia y del nuevo internacionalismo disponen
Más allá de las causas de la consolidación de la hegemo- de notables elementos para dotar de fuerza a la contrahege-
nía cultural de la burguesía y de la derrota ético-cultural de m o n í a que p r o p u g n o .
la izquierda, lo decisivo es captar la relevancia del consenso
establecido en t o r n o a la cultura burguesa del individualismo
posesivo que es la que estructura en gran parte las actitudes y Objetivos de las izquierdas
d e m a n d a s socio-políticas. Ese consenso cultural constituye la
columna vertebral de la sociedad de los dos tercios y el corazón Las organizaciones políticas que se autoidentifican de iz-
de la llamada cultura de la satisfacción. Este tipo d e consenso quierda son diversas y plurales y, entre otras cosas, se diferen-
estrecha el espacio electoral para u n a nueva izquierda y es el cian entre sí p o r los objetivos q u e persiguen y los medios q u e
que explica la reducida base social y el escaso apoyo con q u e adoptan para alcanzarlos 2 . Un estudio completo de éstas de-
cuentan las organizaciones rojiverdes en Europa. El conser- bería abarcar u n análisis de sus prácticas, pues en más de
vadurismo del electorado europeo provocado por la hegemo- u n a ocasión se constatan fuertes divergencias entre objetivos
nía de la cultura burguesa del individualismo posesivo afecta proclamados y prácticas realizadas.
incluso a las organizaciones socialdemócratas más modera- La izquierda política mayoritaria en Europa se inscribe en
das, como ha señalado con gran lucidez Dahrendorf. Este con- el llamado socialismo liberal. No pretende construir una alterna-
servadurismo es, según este autor, el que explica el predomi- tiva al m o d o de producción capitalista ni guiarse por la utopía
nio de los gobiernos liberal-conservadores en bastantes países del igualitarismo, pues, según los defensores del modelo, ésta
europeos y la m o d e r a c i ó n de los programas de los partidos en el siglo xx ha p r o d u c i d o monstruos. Sus representantes
de izquierda que quieren conquistar el p o d e r '. enfatizan la distinción izquierda-derecha y n o la de socialis-
Lo más importante e n este m o m e n t o es captar q u e ese mo-capitalismo. Para ellos n o hay q u e superar el capitalismo,
consenso y ese cemento ideológico n o se pueden destruir ofre- sino hacerlo más social, distribuyendo más equitativamente
ciendo sólo nuevas ofertas programáticas y electorales. Hay las riquezas q u e produce; es más, la izquierda ha de demos-
que realizar u n trabajo d e transformación ético-cultural de trar q u e sabe gestionar la economía capitalista mejor q u e la
mayor calado salvo q u e la izquierda opte p o r el suicidio: go- derecha. Esta izquierda d o m i n a n t e ha a b a n d o n a d o algunas
b e r n a r aun a costa de p e r d e r u n a identidad diferenciada del de las señas de identidad que tuvo en décadas anteriores: na-
liberalismo social, instalando en el campo de la retórica la dis- cionalizaciones, grandes empresas públicas, tendencia a la
tintividad con la derecha y el centro. Por este camino circulan autogestión y apoyo en los sindicatos. El pulso y hasta el en-
aquellas organizaciones q u e n o sólo tienen u n a estrategia d e frentamiento con los sindicatos muestran el a b a n d o n o d e la
conquista de ciertos sectores de las clases medias, sino que h a n centralidad obrera y la concepción del partido como expre-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

sión política de las demandas sindicales. En la actualidad, este esto es lo más paradójico respecto a décadas anteriores, esta
tipo de izquierda defiende el n o intervencionismo, rechaza izquierda se presenta c o m o la mejor garantía p a r a la e m p r e -
establecer p o r decreto-ley determinadas políticas socio-eco- sa capitalista — q u e es reconocida como insustituible para la
nómicas que recortarían el p o d e r de los empresarios y pro- creación de empleo y riqueza— al ofrecerle a ésta gobernabi-
p u g n a el acuerdo corporatista entre organizaciones de tra- lidad, contención de los impuestos, oposición al sindicalismo
bajadores y empresarios. radical, opción prioritaria por lograr y m a n t e n e r u n cuadro
Los objetivos centrales de esta tendencia de la izquierda macroeconómico correcto (baja inflación, reducción de dé-
e u r o p e a es potenciar la igualdad de o p o r t u n i d a d e s y cons- ficit público, moderación en las subidas salariales), apoyo a
truir sociedades m o d e r n a s con bienestar e insertadas en el la competitividad (desgravaciones fiscales, mejora de la for-
área económica mundial más competitiva. La elaboración de mación profesional, creación de infraestructuras, m o d e r n i -
presupuestos que potencien el gasto público en sanidad, edu- zación tecnológica, privatización del sector público, etc.).
cación y pensiones constituye u n medio imprescindible para • La estrategia política para llegar al p o d e r requiere, según
lograr los fines propuestos. La creación de e m p l e o es u n re- los defensores de este modelo, la conquista del voto de las lla-
quisito necesario para asegurar la igualdad de oportunidades. madas clases medias. Para ello, la izquierda ha de asumir las
La política de e m p l e o de esta tendencia se basa en el creci- d e m a n d a s y hasta los c o m p o n e n t e s culturales de éstas. Des-
m i e n t o económico, el a u m e n t o d e la productividad, la com- de esta perspectiva, es lógico que se p r o p u g n e como objetivo
petitividad internacional de las empresas, los acuerdos entre favorecer la realización individualista de la personalidad. La
sindicatos y empresarios para asegurar la paz laboral y la re- política de igualdad de oportunidades es la que hará posible
conversión industrial de ciertas empresas públicas, lo q u e in- que todos, y n o sólo algunos privilegiados, p u e d a n tener este
cluye en ocasiones el desmantelamiento o privatización de tipo de realización h u m a n a .
éstas. La combinación d e eficacia económica y equidad social El proyecto social y cultural de esta tendencia de izquierda
es la fórmula adoptada. Para lo p r i m e r o se da u n a gran rele- da gran relevancia a la incorporación de la mujer a los puestos
vancia a la competitividad internacional con el fin de n o que- directivos. También p r o p u g n a para la modernización de la so-
darse fuera del núcleo que lidera la nueva fase de mundializa- ciedad la liberalización y legalización de ciertas costumbres:
ción de la economía y concentra los intercambios comerciales; divorcio, aborto, eutanasia, parejas de hecho, despenalización
desde aquí hay q u e e n t e n d e r la relevancia concedida p o r del consumo de ciertas drogas. Esta orientación socio-cultural,
esta izquierda a la llamada convergencia europea. Para lo se- unida a la laicización de la enseñanza, sería otra de las señas
g u n d o se p r o p u g n a el m a n t e n i m i e n t o del Estado del Bien- de identidad q u e distinguirían a la izquierda de la derecha.
estar, advirtiendo que es necesario buscar nuevas formas d e Otra tendencia significativa dentro de la izquierda europea
financiación. Por esta razón sus ideólogos advierten q u e qui- es la representada por el llamado socialismo democrático que in-
zá en el futuro n o p u e d a ser universalizable del todo y, p o r tenta m a n t e n e r las señas de identidad de la socialdemocracia
tanto, los servicios totalmente gratuitos h a n de reservarse a clásica. Los objetivos centrales de esta izquierda son conseguir
los sectores de la población más pobres. u n a democracia social y económica avanzada en el conjunto
Para este tipo de izquierda, Estado social y empresa capi- de los países europeos y luchar contra la exclusión social para
talista son las dos grandes instituciones q u e aseguran el pro- impedir la llamada sociedad de los dos tercios. Los socialistas de-
greso y el bienestar ciudadano. La izquierda es la que asegura mocráticos, salvo raras excepciones, n o son anticapitalistas,
que el Estado va a ser social: sanidad, educación, pensiones pero tampoco se resignan a ser gestores socializantes del capi-
y otros servicios públicos garantizados para todos. A su vez, y talismo imperante. Propugnan una transformación profunda

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

del capitalismo que afecte más a su sistema de dominación que fuerzas productivas y la reducción del consumo d e materias
a su m o d o de producción. Para ellos, lo fundamental n o es la primas n o renovables. Este tipo de socialismo, a u n q u e elabo-
p r o p i e d a d d e los medios de producción, sino el desarrollo y ra sus objetivos teniendo como perspectiva básica la situación
la profundización de la democracia en todas las áreas de la vida de los trabajadores en Europa, p r o p u g n a u n a nueva interde-
social. El socialismo es la forma política de reducir las injusti- p e n d e n c i a con los países del sur basada en compartir inte-
cias y socializar el poder mediante la democracia industrial, la reses. En esta línea, defiende u n a condonación parcial de la
democracia económica y la democracia social. Para ello se ne- d e u d a , u n mejor precio para la materias primas de esos paí-
cesita u n a legislación que asegure condiciones de trabajo dig- ses, u n control mayor de la actividad de las multinacionales
nas, participación de los trabajadores en la organización del y u n a especie de Plan Marshall para erradicar las principa-
trabajo y en el reparto de las plusvalías empresariales y servi- les deficiencias existentes en los ámbitos de la nutrición, la
cios públicos para todos que hagan posible la calidad de vida sanidad y la educación.
para las familias trabajadoras. Para ello se necesita u n Estado En Europa occidental existe también u n a izquierda inscri-
social fuerte decidido a redistribuir la riqueza p o r vías direc- ta en lo que podemos denominar neocomunisnw. Hay que tener
tas e indirectas. U n Estado q u e preserva y potencia el sector en cuenta que los principales partidos comunistas occidenta-
público d e la e c o n o m í a y que, p o r tanto, es también u n im- les se h a n destacado por su lucha democrática y han elabora-
portante agente en la creación de empleo. Un Estado también do proyectos políticos equidistantes del estalinismo y de la so-
con capacidad de controlar y regular, desde la defensa de los cialdemocracia. Entre finales de la década de los ochenta y
intereses generales, la e c o n o m í a de las empresas en lo que principios de los noventa ha surgido en Italia, España, Fran-
afecta a la creación d e e m p l e o y a la reinversión social d e las cia y Portugal u n proceso de refundación comunista o neoco-
plusvalías. En esta línea, este tipo de socialismo reivindica el munismo. El objetivo principal de esta izquierda es la demo-
reparto del tiempo de trabajo y la constitución de fondos em- cracia económica anticapitalista. En este sentido, me parece
presariales de creación de empleo formados por u n porcenta- que comparte el mismo objetivo que la izquierda socialista,
j e significativo de las plusvalías empresariales, u n a parte de las a u n q u e mantiene diferencias con ésta. La principal es el anti-
subidas salariales y la abolición de las horas extraordinarias. capitalismo, pues los neocomunistas consideran que la demo-
Esta línea d e avance de la democracia económica requiere un cracia económica n o es posible dentro del capitalismo. Para
sindicalismo fuerte. Los sindicatos son los aliados más impor- ellos es necesario alterar la propiedad privada de los medios de
tantes para esta estrategia política. producción y p o r eso defienden la propiedad colectiva — n o
La mejora constante de las condiciones de trabajo para evi- necesariamente estatalizada—y la nacionalización de la ban-
tar la precariedad y mejorar la cualifícación profesional de ca y de los principales sectores de la producción. Para los neo-
los trabajadores son metas de esta izquierda. También lo son comunistas el desarrollo del capitalismo está e n g e n d r a n d o
el aumento de los sistemas públicos de integración social, el paro estructural y u n deterioro creciente de las condiciones
salario social para los excluidos, las ayudas públicas a los para- de trabajo; de nuevo u n a minoría que detenta el poder eco-
dos, la mejora de la vivienda social, la acogida a los inmigran- nómico se i m p o n e a la mayoría. Esta situación sólo tiene sali-
tes y la política d e discriminación positiva para la mujer. Esta da si se establece el predominio de lo público sobre lo priva-
línea de actuación política requiere u n a alta fiscalidad q u e do. Para ello es imprescindible crear u n tipo de Estado que
haga posible un gasto social público considerable. reparta la escasez, planifique democráticamente la econo-
Esta izquierda defiende u n a modernización ecológica del mía, preserve p o r ley la dignidad de los trabajadores e impida
aparato productivo mediante la reconversión ecológica de las la huelga de inversiones. Consideran que un fuerte sector pú-

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lA IZQUIERDA Y El. CRISTIANISMO RAEAEL DÍAZ-SAI^ZAR

blico —estatal y n o estatal— es el mejor instrumento para tarquía económica, cierto desenganche de la ley de la com-
crear empleo. El Estado h a de ser muy fuerte para redistri- petí tividad comercial a ultranza y u n a reducción significativa
buir la riqueza y el trabajo sin tener q u e respetar la apropia- de la j o r n a d a laboral unida a u n reparto del empleo disponi-
ción privada de estos bienes. La planificación democrática de ble. Los ecosocialistas defienden u n a progresiva y drástica
la economía es imprescindible para que la producción se ade- reducción del gasto militar, la reconversión civil de la indus-
cué a las necesidades de las mayorías. La reducción de la jor- tria militar y la adopción de u n sistema de defensa basado en
n a d a y el reparto del tiempo de trabajo son los objetivos más la estrategia d e la prevención d e conflictos y la n o violencia.
acordes con esta lógica d e reivindicación de lo colectivo so- Finalmente, creo q u e p u e d e detectarse en Europa la exis-
bre lo privado. tencia de u n a izquierda q u e p o d r í a m o s caracterizar como
El ecosoáalismo es exponente de la existencia de u n a izquier- la defensora d e u n socialismo internacionalista. Está represen-
d a rojiverde en Europa. Su objetivo principal es cambiar el tada p o r algunas tendencias minoritarias presentes en parti-
m o d o de producción capitalista para crear otro tipo de desa- dos socialistas, comunistas y verdes y, quizá, su mejor expo-
rrollo q u e respete el m e d i o ambiente y permita u n uso más n e n t e es el socialista suizo J. Ziegler. Este tipo de socialismo
igualitario de las energías. Primariamente, se trata de detener da prioridad a los problemas de la inmensa mayoría de la
selectivamente el tipo d e crecimiento económico imperan- h u m a n i d a d frente a los referidos a la ciudadanía e u r o p e a y
te e i m p o n e r u n a serie de constricciones ecologistas a los ac- destaca la responsabilidad histórica y actual del m o d o impe-
tuales sistemas de producción. Esto conlleva u n a nueva or- rante de producción y c o n s u m o en la creación de pobreza
ganización de la producción, u n a selección ecológica de la en los países del sur. Las políticas de solidaridad internacio-
tecnología, u n ecobalance de lo producido, u n cambio ener- nal q u e p r o p u g n a son la renegociación y condonación de la
gético, u n a nueva gestión de residuos, el estímulo del consu- d e u d a externa, el desarme para el desarrollo y la prohibi-
m o responsable y del reciclado, u n a fiscalidad ecológica y u n ción de la exportación de a r m a m e n t o s a los países del sur,
nuevo d e r e c h o penal desde la perspectiva medioambiental. nuevos impuestos para redistribuir la riqueza mundial, la
Los ecosocialistas son en su gran mayoría anticapitalistas, ya p r o m o c i ó n de los derechos h u m a n o s , el cambio de las polí-
q u e consideran que el m o d o de producción q u e h a situado ticas de ajuste estructural impuestas p o r el FMI, u n a nueva
a la h u m a n i d a d "más allá de los límites del crecimiento" n o Ayuda Oficial al Desarrollo, u n cambio de las reglas del co-
p u e d e asimilar sus reivindicaciones sin destruirse. Este tipo mercio internacional.
de izquierda p r o p u g n a la combinación de planificación y
m e r c a d o y la p r o p i e d a d colectiva n o estatalizada de impor-
tantes sectores de la producción. ¿Hacia dónde debe dirigirse la izquierda ?
La producción limpia en el n o r t e a través de u n nuevo de-
sarrollo sustentable n o es el único objetivo del ecosocialismo. Cualquier objetivo de izquierda requiere para que llegue
Esta izquierda p r o p u g n a un acceso más igualitario a los re- a ser realizado u n a determinada cultura política, u n a fuerza
cursos energéticos y n o energéticos por parte d e todos los o base social que lo apoye, u n programa de gobierno, u n tipo
países del m u n d o . Este igualitarismo ecológico obliga n o sólo adecuado de presupuesto y u n a legislación que lo haga efecti-
a producir de otra manera, sino a consumir de otra forma: uso vo. Los contenidos de cada objetivo han de tener una viabilidad
de energías renovables, ecologización del transporte, la in- técnico-económica (saber realizarlo y contar con recursos econó-
dustria química, la agricultura, la vivienda, etc. Esta reduc- micos para ello) y u n a viabilidad socio-cultural (apoyo social y
ción del consumo conlleva una revalorización de la semiau- valores culturales afines al objetivo a conseguir).

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

U n a vez vistos los principales problemas a los que debe en- integrados en u n a zona del m u n d o demográficamente muy
frentarse la izquierda y los diversos tipos de objetivos que pro- reducida) o, por el contrario, impulsar u n a catarsis contra
p o n e n diferentes organizaciones que se ubican en este ámbi- este m o d e l o de vida (ecológica y socialmente injusto) y cana-
to político, considero necesario dar mi opinión personal sobre lizar sus energías hacia u n a política guiada por el altruismo
cuál creo que debería ser el objetivo central y primordial que solidario en favor d e los excluidos en el n o r t e y los empobre-
articularía la acción de la izquierda. Para r e s p o n d e r a esta cidos en el sur. Esta última opción exige ampliar el objetivo de
cuestión, me parece que hay que establecer u n a jerarquiza- más democracia (política, económica, social y cultural) a todo
ción de problemas sociales. Desde esta perspectiva, pienso el sistema-mundo, unlversalizando los derechos sociales de
que la izquierda debería instituir la cuestión de la emancipa- toda la h u m a n i d a d .
ción de los empobrecidos del norte y, sobre todo, del sur del Evidentemente, n o se trata de q u e los partidos políticos de
m u n d o como objeto, sujeto y piedra angular de u n proyecto izquierda a b a n d o n e n su pretensión de llegar al p o d e r y se re-
de reconstrucción y refundación de la política. La izquierda conviertan en asociaciones de prédica moral, a u n q u e convie-
d e b e destruir el m o d e l o d e sociedad de dos tercios en el n o r t e y n e tener en cuenta que la izquierda se debería distinguir de
el modelo de desigualdad abismal 20:80 en el sistema-mundo. la derecha p o r q u e n o aspira a gobernar a costa de cualquier
El gran problema q u e plantea la realización de este obje- cosa. Más bien, lo que quiero afirmar es que deben intensifi-
tivo es que en los países ricos los excluidos y empobrecidos car su acción de socialización política y cultural de la ciudada-
n o constituyen la mayoría social y los empobrecidos del sur nía desde la perspectiva del postmaterialismo y del altruismo,
están muy lejos, salvo el caso de los trabajadores extranjeros. pues de lo contrario quedarán prisioneros de u n a mayoría
El desafío q u e plantea este desajuste entre problemas socia- social que es moldeada y configurada por la cultura conserva-
les prioritarios y estructura social de los países ricos es el de si dora y, por tanto, sus demandas políticas terminan siendo
la acción política debe plegarse a los deseos de la opinión conservadoras.
pública y al a u m e n t o constante del bienestar d e n t r o de las Por esta razón considero q u e la cultura política y moral
fronteras del norte o d e b e regirse p o r el nivel de intensidad —consciente o inconsciente— q u e i m p e r a en un determi-
del sufrimiento h u m a n o causado por la injusticia y la pobreza n a d o país es absolutamente decisiva para p o d e r llegar a go-
y p o r la prioridad de satisfacer las necesidades básicas d e n t r o b e r n a r d e u n a u otra manera. De ahí la relevancia de saber
y fuera de los e n t o r n o s nacionales. Si se opta p o r la primera c ó m o y quiénes la construyen y difunden y c ó m o y quiénes
posibilidad, la estrategia política h a de consistir en saber en- p u e d e n crear otra alternativa.
lazar con la opinión pública y las demandas de la población
para satisfacerlas mejor que las fuerzas de derecha y de cen-
tro. Si se opta p o r la segunda, es imprescindible operar en la E L PAPEL DE LA CULTURA POLÍTICA
configuración cultural de la sociedad y practicar la política EN LA ACCIÓN POLÍTICA
c o m o reforma intelectual y moral, es decir, intervenir para
que a u m e n t e el nivel d e altruismo nacional e internacional La crisis de la izquierda y las insuficiencias de sus propues-
en las actitudes ciudadanas con el fin de dotarse de u n a base tas se deben, entre otras causas, a la falta de u n a nueva cultu-
social que apoye el objetivo que h e propuesto. ra política de fondo que oriente y determine los objetivos y
El gran reto para la izquierda en este fin de siglo es el dar aspiraciones de los ciudadanos y de los militantes de esta ten-
respuesta al dilema de p o n e r sus energías al servicio de la re- dencia política.
producción de la corporación del bienestar (los ciudadanos

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

hecho, el movimiento obrero fue capaz de producir transfor-


No hay política sin cultura política maciones ético-culturales muy importantes. R. L u x e m b u r g
indicó muy acertadamente en u n a parte de su libro Crítica de
Cualquier objetivo social y político necesita u n a cultura la revolución rusa (1921), titulada "El socialismo n o p u e d e na-
que sea su sustento, apoyo y alimento. Entiendo por cultura la cer contra la libertad y supone transformación espiritual",
forma de pensar, sentir y actuar que configura u n a determina- q u e la "práctica socialista exige u n a completa transforma-
d a orientación. Detrás de toda práctica política existe, cons- ción espiritual de las masas degradadas por siglos de domina-
ciente o inconscientemente, u n a ideología, u n a mentalidad, ción burguesa" (en Lenin y otros: 1892-1963, 213). Gramsci
unos sentimientos y unos actos que responden a u n conjunto quizá fue el pensador clásico de la izquierda que más acen-
de valores. La filosofía, la ideología y los conocimientos son tuó la necesidad política de producir valores, educar a la co-
ingredientes importantes de la cultura política, pero tanto o lectividad y organizar la cultura popular. Para este autor la
más lo son las mentalidades, las motivaciones, los sentimien- cuestión de la "iniciativa p r o d u c t o r a de valores" es u n o de
tos, los deseos, las convicciones morales, los valores. La cul- los problema máximos del socialismo. (Gramsci: 1917, 117).
tura realmente existente en u n a sociedad es la que, en gran El socialismo fue experimentado p o r las masas como algo
medida, nos explica las preferencias políticas. En éstas in- más q u e ciencia y hasta como algo más q u e política, ya que
tervienen tanto los intereses como los valores. Renovar y re- fue vivido, ante todo, como u n proyecto moral. Desgraciada-
fundar la política conlleva la creación de nuevas mentalida- m e n t e , en los últimos decenios h e m o s pasado de u n a sobre-
des y sentimientos ético-sociales. La acción política siempre carga ideológica en la izquierda, q u e n o iba m u c h o más allá
debe fundarse en u n a prepolítica y r e s p o n d e r a u n a meta- de la configuración del cerebro sin descender a otros ámbi-
política. Esto significa q u e ha de basarse en unas motivacio- tos de la personalidad, a u n vacío ético-cultural (recordar el
nes y actitudes morales profundas y estar al servicio de la so- pensamiento d e Weber sobre la "envoltura vacía"). Sin lle-
lución de los problemas sociales a los q u e se dan prioridad nar este vacío, difícilmente va a p o d e r aspirar la izquierda a
desde u n a d e t e r m i n a d a antropología ética y desde u n a con- algo más q u e a la gestión de lo existente.
cepción de la sociedad afín a unos valores.
La política n o debiera reducirse a u n conjunto de proce-
dimientos para gestionar el orden social. Como ya indiqué en Necesidad e irrelevancia
el capítulo II, h a de tener u n a utopía que la guíe, u n a mística de la cultura política
(atea, agnóstica o religiosa) q u e la sostenga, u n a cultura que
la configure, u n a ética que la regule, un programa q u e la orga- El m o d e l o d e cultura política q u e hay q u e impulsar en la
nice, un presupuesto económico q u e la haga factible y unas leyes actualidad está muy asociado al tipo de problemas sociales y
que permitan que se ejecute. objetivos políticos que se establezcan como prioritarios. Para
Todos estos c o m p o n e n t e s de la política aparecen clara- muchas d e las propuestas y proyectos políticos que hoy son
m e n t e en la mejor tradición d e la izquierda. Las organizacio- dominantes no se requiere u n a cultura política especial. Bas-
nes del movimiento o b r e r o tuvieron en sus inicios u n a cultu- ta con u n a cultura de responsabilidad ciudadana de mínimos que
ra de fondo que hizo que éste fuera también u n movimiento sepa armonizar derechos y deberes, d e m a n d a s y disposicio-
moral. El socialismo arraigó en las masas n o sólo p o r sus rei- nes de colaboración: votar, pagar impuestos, exigir eficacia a
vindicaciones socio-laborales, sino también p o r su propuesta la Administración Pública, m o d e r a r las exigencias en época
de creación de otro tipo de sociedad y de ser h u m a n o . De de crisis, controlar a los gobiernos para que sean gestores ho-

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I j \ IZQUIERDA Y El. CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

nestos y eficaces de los bienes públicos, capacidad de pacto y N o es posible establecer políticas intensivas de solidaridad
negociación para preservar la paz social y armonizar intereses sin sociedades civiles con cultura solidaria. No p o d e m o s as-
enfrentados, etc. Ésta cultura de responsabilidad ciudadana de mí- pirar a gobiernos rojiverdes sin tener sociedades verdirrojas.
nimos, que es la q u e d e m a n d a n ciertas organizaciones de iz- El internacionalismo n o p u e d e avanzar fuertemente desde
quierda, constituye ciertamente u n estadio superior respec- el gobierno sin u n arraigo de éste en la sociedad. En definiti-
to a la cultura del individualismo. Ahora bien, difícilmente van va, hay q u e ser conscientes d e la dialéctica sociedad civil-Es-
a p o d e r conseguirse d e t e r m i n a d o s objetivos socio-políticos tado, cultura ciudadana-acción política. De alguna manera,
basándonos exclusivamente en este tipo de cultura política. es cierto que los gobiernos son un reflejo de las sociedades.
El objetivo para la izquierda que propuse en páginas ante- Para tener otro gobierno y otra práctica política es totalmen-
riores necesita u n a fuerte cultura política de la solidaridad. Esta te necesario tener otra sociedad civil y otra cultura ético-polí-
cultura se encuentra en la actualidad con apoyos y dificulta- tica arraigada en grandes sectores de la población. Las socie-
des. Entre los primeros hemos de señalar a los movimientos y dades civiles configuradas p o r los valores antropológicos del
organizaciones q u e en toda Europa desarrollan prácticas so- capitalismo terminan deseando gobiernos afines a esa cultu-
lidarias y de acción contra la exclusión social y las desigualda- ra socio-económica. A mi entender, ésta es u n a de las razo-
des internacionales. Por lo que respecta a las dificultades, nos nes q u e explican mejor la p e r m a n e n c i a de gobiernos con-
encontramos con el crecimiento de la xenofobia y el rechazo servadores en muchos países y, lo que es más grave, el triunfo
a los inmigrantes, la aceptación por la mayor parte de la pobla- del paradigma político liberal mediante el logro de la mode-
ción del modelo de la sociedad de los dos tercios como algo irre- ración de la izquierda mayoritaria como condición de acce-
mediable, la fortaleza de los poderes económicos y políticos so al poder. La sociedad civil q u e q u e d a i m p r e g n a d a p o r los
q u e i m p o n e n la precarización de las condiciones de trabajo, valores del individualismo posesivo dificulta e n o r m e n e n t e la
la ceguera ciudadana ante el abismo de desigualdad entre paí- adopción de determinadas políticas socialistas afines a la cul-
ses ricos y países empobrecidos, etc. Además, la política, q u e tura de la solidaridad.
es u n o de los principales mecanismos para hacer efectiva la
cultura de la solidaridad, sufre u n fuerte deterioro y hasta u n La lección de Gramsci sobre la necesidad de ser hegemóni-
rechazo p o r parte de la opinión pública. En España, por ejem- co en la sociedad civil antes de tomar el poder del Estado debe
plo, sólo el 26 por ciento de los ciudadanos afirman tener bas- seguir siendo aprendida. Para superar el techo electoral de la
tante interés p o r la política. El 64 por ciento de los españoles izquierda n o basta con cambiar programas, es imprescindible
declaran que la política les p r o d u c e "indiferencia, descon- r o m p e r el cemento cultural que asegura el consenso ciudada-
fianza, aburrimiento". Exclusivamente el 21 p o r ciento de los n o imperante y hacer que crezca el n ú m e r o de ciudadanos re-
jóvenes comprendidos entre los dieciocho-veinticuatro años gidos p o r la cultura de la solidaridad. Su crecimiento es el que
muestran tener bastante interés por la política. Sólo el 3 p o r otorgará la viabilidad socio-cultural para políticas más radicales
ciento d e los españoles pertenecen a partidos políticos. El en la lucha contra la desigualdad nacional e internacional. Si
nivel de asociacionismo cívico y participación ciudadana es n o existe este crecimiento, se establecerá u n d e s e n c u e n t r o
muy bajo en nuestro país (Díaz-Salazar: 1996, 43-68). Este entre las demandas y expectativas de la mayoría de los ciuda-
apoliticismo favorece la oligarquización, burocratización y danos y las propuestas y prioridades d e las organizaciones de
tecnocratización de las organizaciones socio-políticas, el va- izquierda que postulen como objetivo político la lucha contra
ciamiento de la democracia c o m o tarea colectiva y el creci- la exclusión social en el norte y el empobrecimiento en el sur.
miento d e la insolidaridad. U n a nueva política requiere u n a nueva cultura moral que
la guíe y alimente. Cuando la política se encierra en sí misma

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

y sólo se rige p o r el mecanismo de conquistar el p o d e r y man- aquellos más acordes con los valores de esta religión. En cam-
tenerse e n él, entonces se tecnocratiza y pierde su virtuali- bio, sí p u e d e realizar aportaciones valiosas a otras partes de
d a d de convertirse en i n s t r u m e n t o de cambio social profun- la política como son la utopía, la mística, la cultura, la ética y
do. La política para reanimarse y estar al servicio de grandes los objetivos de fondo. Ya hemos visto en el apartado anterior
finalidades sociales necesita fecundarse con los movimientos cómo unas y otras partes de la política están fuertemente co-
y corrientes ético-culturales de corte solidario q u e operan en nectadas y cómo el éxito o el fracaso político práctico depen-
la sociedad civil. Por esta razón h e afirmado q u e lo estricta- den en gran medida de la realización de esos componentes de
m e n t e político necesita de la cultura moral prepolítica y me- la política tenidos falsamente c o m o "idealistas" o superfluos
tapolítica, ésta es la que especifica y asegura el carácter huma- p o r dirigentes pragmáticos. Conviene, n o obstante, tener en
nizante de la acción política y la preserva de su degradación. cuenta esta distinción para evitar cualquier fundamentalismo
En esta línea la ecosocialista Petra Kelly afirmó q u e "hay q u e moral desconocedor de la necesidad de mediaciones políticas
ligar el pensamiento político con la visión espiritual, p o r q u e y económicas concretas. Es inevitable optar p o r unas u otras,
con la mera política n o se p u e d e resolver n i n g ú n problema" siendo conscientes de las insuficiencias ineludibles de cada
(Kelly: 1993, 375). Especialmente se necesitan propuestas ca- u n a de ellas. Siempre existirá u n a tensión dialéctica entre
paces de producir u n a cultura q u e a u n e la moral pública y utopía, moral y realismo político.
la moral privada o todavía más, u n a cultura que transforme la En cualquier coyuntura es necesario crear condiciones ob-
esfera privada de la vida íntima y la conecte con la acción en jetivas y subjetivas para llevar adelante determinadas políticas;
la esfera pública. La orientación de los deseos, las aspiracio- es decir, es imprescindible a u n a r viabilidad técnico-económica
nes, los objetivos vitales, las preocupaciones son determinan- y viabilidad socio-cultural de las propuestas políticas. Pues bien,
tes en la configuración de las actitudes, los comportamientos el cristianismo se inserta en el ámbito de creación de condi-
y las prácticas sociales y políticas; por eso son muy importan- ciones subjetivas y de viabilidad socio-cultural para q u e deter-
tes las morales interiores para la actuación pública. Llegados a minados proyectos políticos p u e d a n realizarse. Si se acepta la
este p u n t o , tenemos q u e preguntarnos p o r las fuentes cultu- tesis de la necesidad de la transformación ético-cultural de
rales y morales q u e p u e d e n fecundar a u n a izquierda q u e se la sociedad civil para hacer posible otra política, es inevitable
plantee como objetivo prioritario la lucha contra la exclu- fecundarse con las religiones y culturas que p u e d e n favorecer
sión social en el n o r t e y el e m p o b r e c i m i e n t o en el sur. Des- esa transformación y establecer alianzas socio-culturales con
d e esta perspectiva voy a explorar las aportaciones del cristia- los movimientos —como los cristianos— que trabajan en este
nismo originario a esta cuestión. ámbito. Y más cuando parece que las organizaciones políticas
de la izquierda difícilmente pueden realizar por sí mismas esta
tarea en la sociedad civil.
APORTACIONES DEL CRISTIANISMO ORIGINARIO A Las aportaciones del cristianismo originario se insertan tam-
UNA NUEVA POLÍTICA DE LA IZQUIERDA bién dentro del campo de dificultades que conlleva llevar ade-
lante u n objetivo político centrado en la emancipación de los
El cristianismo en cuanto tal, como afirmé en el capítulo II, empobrecidos y en la lucha contra las desigualdades nacionales
n o p u e d e hacer n i n g u n a aportación propia a d e t e r m i n a d o s e internacionales. Estoy convencido que este objetivo no podrá
componentes de la política c o m o son los programas, los pre- realizarse contando simplemente con u n a ética de mínimos y
supuestos económicos y las leyes, a u n q u e desde la sensibili- u n a mera cultura de la responsabilidad ciudadana. Tanto des-
d a d cristiana se p u e d a n discernir estos elementos y apoyar a de posturas socialdemócratas renovadas como desde posiciones

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

ecosocialistas se han señalado los enormes desafíos y requeri- Glotz y Fernández Buey. El desafío de nuestro actual m o m e n -
mientos morales que conlleva el objetivo anteriormente pro- to histórico ya n o se basa en construir la solidaridad de la ma-
puesto. Así, P. Glotz, ex secretario general del Partido Socialde- yoría de los débiles entre sí contra la minoría de los fuertes,
mócrata Alemán 3 , ha afirmado lo siguiente sobre esta temática: como en las primeras épocas del movimiento obrero; ni tam-
poco consiste en resolver la situación de los excluidos a través
La evolución más probable es la formación de sociedades de de un mero control fiscal de la riqueza de los fuertes para unl-
dos tercios... La situación es complicada: la izquierda debe poner versalizar servicios sociales, como en el modelo clásico del Es-
en pie una coalición que apele a la solidaridad del mayor número posi- tado del Bienestar. Ante la mundialización de la pobreza y la
ble defuertes con los débiles, en contra de sus propios intereses; para los consolidación de la sociedad de los dos tercios, el desafío n o radi-
materialistas estrictos, que consideran que la eficacia de los inte- ca tanto en repartir entre los m e n o s iguales u n a m í n i m a par-
reses es mayor que la de los ideales, ésta puede parecer una mi- te del excedente d e los más iguales, sino en "organizar todo
sión paradójica, pero es la misión que hay que realizar en el pre- desde los derechos (y necesidades) de los m e n o s iguales."
sente. (Glotz: 1987, 21). (Mate: 1990, 54; Zubero: 1994, 111).
La p r e g u n t a inevitable que se plantea es ¿de d ó n d e sacar
F. Fernández Buey, u n o de los principales intelectuales de las energías morales, culturales y vitales que requiere esta ta-
la izquierda rojiverde en España, ha subrayado la necesidad rea? La instauración de u n nuevo socialismo ético es inevita-
de contar con u n a fuerte cultura moral para impulsar las trans- ble. C o m o se h a recordado con lucidez, "las gentes que apo-
formaciones sociales y políticas necesarias: yaban el socialismo y que se convirtieron en sus activistas más
eficaces lo hicieron en gran p a r t e p o r u n a compulsión moral
En un mundo tan dividido como el nuestro, con una ruptura a la q u e debían subordinarse el interés y la realización perso-
tan decisiva entre Norte rico y Sur empobrecido, en una plétora nal" (Shanin: 1992,17). A continuación vamos a ver qué "com-
miserable tan patente, habrá que hacer concesiones de algún pulsión moral" y qué cultura de fondo p u e d e ofrecer el cris-
tipo para evitar la catástrofe que puede llegar a representar en tianismo originario a la izquierda.
los próximos años la acción conjunta de la crisis ecológica y de
la extensión tan amplia ya del hambre. La punta del iceberg de
esta catástrofe la estamos empezando a vivir en forma de migra- Fenomenología socio-política
ciones... La pregunta es: ¿en nombre de qué valores se harán del cristianismo originario
esas concesiones? ¿En nombre de qué valores se convencerá a
una parte minoritaria de la humanidad para que haga conce- La b ú s q u e d a de u n a cultura política relacionada con el
siones en favor de la otra parte mayoritaria? ...(de aquí) la im- cristianismo exige previamente u n análisis fenomenológico
portancia del debate acerca de los valores inspiradores del pro- de las dimensiones socio-políticas de este tipo de religión en
grama de la izquierda... el pragmatismo acabará convirtiendo a su m o m e n t o originario. Ya Weber planteó la necesidad de es-
la izquierda tradicional que no se plantee el tema de los valores tudiar los "idearios religiosos" y el "contenido de su evange-
morales alternativos en mera mano izquierda de la derecha po- lio" y eso es lo q u e voy a hacer en estas páginas.
lítica. (Fernández Buey: 1997,110-111). Desde u n p u n t o de vista político, el análisis que voy a reali-
zar en este apartado se conecta con la orientación de algunas
La cuestión que voy a plantear en las siguientes páginas concepciones d e la izquierda e u r o p e a sobre el cristianismo
está conectada con estos retos tan agudamente indicados p o r como cuestión pública. En el capítulo III hice referencia a la

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

iniciativa del PDS de publicar los libros del Nuevo Testamento nario consideran q u e la "ideología revolucionaria inspiraba
como suplemento del periódico L'Unitáya las reflexiones de la acción de Jesús" (Crossan: 1994; Puente Ojea: 1974, 185),
W. Veltroni sobre la actualidad de los valores evangélicos para aunque como veremos más adelante ésta tenía rasgos peculia-
la elaboración d e una nueva cultura política. res que la diferenciaban del tipo de mesianismo dominante.
Desde u n a perspectiva sociológica, se p u e d e constatar Jesús de Nazaret aparece en su tiempo c o m o u n peculiar
c ó m o han existido y siguen existiendo m u c h o s tipos de cris- profeta religioso. La primera dimensión política de su vida,
tianismo y p o r eso precisar la identidad política del cristia- práctica y mensaje la e n c o n t r a m o s en su crítica a la religión
nismo a lo largo de la historia es u n a tarea a r d u a y difícil. En establecida y d o m i n a n t e que constituía el c e m e n t o ideoló-
este apartado m e voy a centrar en el cristianismo originario pre- gico y social que estructuraba y legitimaba la vida judía. En
s e n t a n d o d e u n m o d o muy sucinto los elementos básicos y esta línea hay q u e destacar sus críticas y ataques al Templo, a
fundamentales d e esta religión q u e tienen u n a dimensión la Ley y al Sábado q u e formaban lo q u e podríamos llamar la
social y ético-política 4 . Me parece i m p o r t a n t e destacar, de superestructura fundamental de la sociedad judía. La crítica
entrada, el h e c h o de q u e el cristianismo es u n a religión y n o religiosa a estas instituciones tenía fuertes y directas dimen-
u n a ideología o sistema político. Desde esta acotación vere- siones políticas, pues los grupos y estamentos d o m i n a n t e s
mos, sin e m b a r g o , q u e es u n a religión con dimensiones so- q u e las dirigían se veían deslegitimados frente al pueblo. Je-
cio-políticas. sús de Nazaret prolonga y profundiza la crítica profética al
p o d e r político-religioso y p o n e las bases p a r a la d e n u n c i a d e
El centro del cristianismo es la persona de Jesús de Naza-
la instrumentalización política de la divinidad.
ret, su vida y su mensaje. La mayor parte de los expertos en
historia, fenomenología y sociología del judaismo nos lo pre- De alguna forma, Jesús de Nazaret realiza u n a determina-
sentan como u n personaje enraizado en el contexto del movi- da práctica política en la medida que critica a las autoridades
miento mesiánico de este pueblo sometido p o r la invasión ro- religiosas y políticas q u e oprimen y d o m i n a n al pueblo. Es-
mana. El deseo milenarista, apocalíptico y revolucionario de pecialmente significativos son sus ataques al d o m i n i o impe-
la llegada de un Mesías que devolviera la libertad a Israel im- rial y al teocratismo nacionalista excluyente. La expresión "lo
p r e g n a b a a las masas de la población en la época de Jesús. q u e es del César, devolvédselo al César, y lo q u e es de Dios,
Diversos autores subrayan la existencia de u n a mentalidad a Dios" (Me. 12,17) n o significaba, como muchas veces se ha
popular mesiánico-revolucionaria muy asociada a u n ideal teo- e n t e n d i d o , la consagración de u n a división de poderes, sino
crático q u e asegurara la soberanía del p u e b l o j u d í o ante los la deslegitimación de las pretensiones cuasidivinas del empe-
imperialistas de la época. Hay que tener presente que en ese rador; según Jesús, de Nazaret, n o hay que darle al Estado más
tiempo la religiosidad impregnaba toda la realidad y que en de lo que le pertenece, n o hay que sacralizarlo. Su c o n d e n a a
aquella sociedad toda política era religiosa y toda religión era m u e r t e por los poderes religiosos y políticos está directamen-
política. Importantes movimientos judíos de liberación como te relacionada con su praxis: "Hemos c o m p r o b a d o q u e éste
los sicarios y zelotas, basados en el principio de "no hay más anda a m o t i n a n d o a nuestra nación, impidiendo que se pa-
Señor q u e Dios", buscaban el levantamiento del pueblo con- guen impuestos al César y afirmando q u e él es el Mesías, el
tra la dominación romana. En este ambiente vital se desarro- rey" (Le. 23, 2). J u n t o a esta acusación, aparece la de blasfe-
lla la vida y el mensaje de Jesús de Nazaret, que p u e d e ser mia: "El Sumo Sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo: H a
considerado como u n a persona que está d e n t r o del ámbito blasfemado, ¿qué falta hacen más testigos? Acabáis d e oír la
d e la ideología revolucionaria del mesianismo j u d í o . Los es- blasfemia, ¿qué decidís? Contestaron ellos: Pena de m u e r t e "
pecialistas en sociología del judaismo y del cristianismo origi- (Mat. 26, 65-66) .Jesús de Nazaret fue ajusticiado con u n tipo

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de tortura y m u e r t e semejante a la destinada a la de los sub- El centro del mensaje de Jesús de Nazaret es el anuncio del
versivos contra el Imperio r o m a n o . Es muy significativo que Reino de Dios. En el contexto religioso judío, este anuncio te-
la persona que se presenta como el enviado de Dios sea con- nía unas claras connotaciones políticas. El t é r m i n o Reino de
d e n a d a p o r subversivo y blasfemo. La revelación jesuánica de Dios era sinónimo de una utopía político-religiosa q u e auna-
Dios es captada como suprema negación de la divinidad tal ba la superación d e las desigualdades, la satisfacción d e las
como ésta era concebida por la mayoría de judíos y romanos. necesidades materiales, la fraternidad entre los j u d í o s y la
Desde esta óptica, n o hemos de extrañarnos que los primeros contemplación y adoración de su Dios triunfador y Rey. El
cristianos fueran considerados ateos. mesianismo que atravesaba a aquella sociedad sometida a la
Hay q u e destacar, además, q u e el universalismo del Dios invasión r o m a n a reforzaba la espera de u n a especie de golpe
q u e anunciaba y revelaba Jesús de Nazaret chocaba con el d e fuerza del Dios de Israel m e d i a n t e el envío de u n Mesías
ideal teocrático j u d í o , ya q u e su mensaje suponía u n rechazo q u e restableciera la justicia y liberara al pueblo de los domi-
del integrismo o fundamentalismo político-religioso del ju- nadores extranjeros. La proclamación de la llegada del Reino
daismo d o m i n a n t e . o Reinado de Dios realizada por Jesús de Nazaret se entronca
La práctica social de Jesús de Nazaret se revela en la co- con este clima d e expectación mesiánica del pueblo j u d í o ,
mensalía, cercanía y curación de los pobres y marginados. La a u n q u e introduce novedades q u e iban más allá de la menta-
a u t o c o m p r e h e n s i ó n de la misión de Jesús q u e d a patente en lidad mesiánica d o m i n a n t e .
el Evangelio según san Lucas: "El Espíritu del Señor descan- Ciertamente el Reino de Dios proclamado por Jesús sig-
sa sobre mí, p o r q u e él m e ha ungido. Me h a enviado a dar la nifica que h a llegado la h o r a de la actuación de Dios y el mo-
b u e n a noticia a los pobres, a proclamar la libertad a los cauti- m e n t o de cambiar las relaciones sociales dominantes y, por
vos y la vista a los ciegos, a p o n e r en libertad a los oprimidos, ello, se establece nítidamente u n a conexión entre la crítica a
a proclamar el a ñ o favorable del Señor" (Le. 4,18-20). Jesús los ricos y a la riqueza y la entrada en el Reino. Los destinata-
de Nazaret realiza u n a práctica social basada en mostrar con rios del Reino son precisamente los pobres, oprimidos y mar-
sus obras y palabras la primacía de los pobres y marginados ginados; a ellos se les anuncia la b u e n a nueva de que su situa-
d e su sociedad. A aquellos a quienes la sociedad marginaba ción va a cambiar y por ello se les proclama bienaventurados.
y excluía se les devuelve la dignidad y se les a n u n c i a el inicio C u a n d o Jesús d e Nazaret proclama q u e el "Reino d e Dios
de otro sistema de relaciones sociales. Aquí se insertan las está en medio d e vosotros" está afirmando que Dios ha llega-
terribles diatribas de Jesús contra la riqueza y los ricos, la d o como Salvador para implantar la justicia y defender a los
crítica de la centralidad del dinero y los enfrentamientos per- pobres y oprimidos. Las señales de esa llegada del Reino —ex-
m a m e n t e s con la aristocracia laica y sacerdotal de su época. presadas con el peculiar g é n e r o literario d e los Evangelios
Toda la acción de Jesús se dirige a devolver la dignidad y la son inequívocas respecto a su finalidad: los ciegos ven, los co-
esperanza a los miserables de su sociedad, a colocar en el cen- jos a n d a n , los sordos oyen. (Le. 7, 22).
tro a aquellos que el sistema de la época había c o n d e n a d o a La práctica de Jesús n a r r a d a en los Evangelios está siem-
los márgenes. U n o de los mejores expertos en sociología del pre llena de acciones de cercanía, liberación y sanación de las
cristianismo originario considera que la actividad d e Jesús se personas más empobrecidas y marginadas d e su sociedad y
condensaba en la difusión de u n "igualitarismo religioso y quieren ser manifestación de la proximidad de un Dios que
económico q u e negaba a u n tiempo las n o r m a s jerárquicas humaniza y quiere la justicia. Los lingüistas, fenomenólogos y
y patronales de la religión j u d í a y el poderío romano". (Cros- sociólogos del cristianismo originario dan gran relevancia a
san: 1994, 483). la comensalía, es decir, a las comidas de Jesús que se relacio-

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

n a n con el b a n q u e t e mesiánico como imagen de u n a nueva También son muy relevantes otro tipos de innovaciones como
situación en q u e se han superado las relaciones sociales de ex- la introducción del universalismo frente al particularismo
plotación. Son muy importantes los relatos evangélicos en los religioso, la vinculación entre religiosidad, a m o r y práctica
q u e los miembros del b a n q u e t e son u n c o m p e n d i o de los di- de la justicia, la centralidad de la metanoia (cambio i n t e r n o y
versos tipos d e miserables de aquel tiempo. El Reino de Dios e x t e r n o ) , el nuevo tipo de relaciones entre a u t o n o m í a y he-
aparece c o m o Reino d e Vida y Justicia para los pobres. La t e r o n o m í a religiosa, la conexión entre liberación d e los po-
Buena Noticia del Reino de Dios es el anuncio de la realiza- bres y adoración de Dios.
ción de la igualdad y la fraternidad en u n m u n d o d o n d e el
El Reino de Dios proclamado por Jesús de Nazaret rompe
único rey sea Dios y n o otros dioses o ídolos (especialmente
tanto la imagen de Dios propia del judaismo —de ahí la acusa-
el dinero, el poder, el afán de dominio, las instituciones reli-
ción de blasfemo (Mt. 26, 65-66)— como la concepción que
giosas, las normas o las leyes). El Reino de Dios se o p o n e fron-
éste tenía de la relación entre Dios y la política. En el judaismo,
talmente a la idolatría o reinado de otros dioses, muchos de
como en la mayoría de las religiones, Dios es igual a Poder y por
ellos inmanentes. Desde este p u n t o se capta mejor la radical
ello es lógico, por u n lado, que la denominación de Dios sea la
crítica q u e Jesús de Nazaret realiza a las instituciones, a las
de Rey supremo y que, por otro, se invoque el poder de Dios
autoridades, a las normas, al tipo de relaciones sociales do-
para luchar contra otros pueblos, expulsar a los invasores y afir-
minantes y al p o d e r invasor. Esta práctica antiidolátrica era
marse como nación elegida y protegida por la divinidad más
central en la vida de Jesús, ya q u e "se oponía a la dominación
poderosa. Jesús de Nazaret rompe la imagen de Dios como po-
romana...(decía que) n o era lícito entregar al César lo q u e
der y la concepción del mesianismo basado en la irrupción teo-
era de Dios". (Cullmann: 1973; Puente Ojea: 1992,106-107).
crática de Dios. En el relato evangélico de las tentaciones (Mt.
Jesús n o intenta imponer el Reino como u n Mesías guerre-
4,1-11) aparece tanto un nuevo tipo de mesianismo como u n a
ro que realiza u n a revolución y desde la conquista del p o d e r
nueva imagen de la divinidad. En esta narración se rechazan
diseña otro sistema de organización. Él invita a entrar en el
los usos instrumentales de u n a religiosidad mágica ("di que es-
Reino, es decir, a cambiar la mentalidad, el corazón y las prác-
tas piedras se conviertan en pan"), espectacular-providencialis-
ticas y desde ahí establecer otro sistema de relaciones huma-
ta ("tírate abajo") y sacrali/adora del poder ("le mostró todos
nas. Precisamente p o r ello la metanoia o conversión es u n a
los reinos del m u n d o con su gloria diciéndole: te daré todo eso
condición sin la cual n o se p u e d e p e r t e n e c e r al Reino de
si te postras y me rindes homenaje").
Dios. Metanoia q u e incluye el cambio del corazón — q u e en
la antropología j u d í a es el núcleo del c o m p o r t a m i e n t o y de La intervención d e Jesús de Nazaret en el m u n d o c o m o
la mentalidad— y de las relaciones sociales de dominación y revelación de Dios n o se realiza a través d e u n p o d e r divino
explotación. q u e i r r u m p e y anula las condiciones del desarrollo i n t e r n o
de la historia, sino m e d i a n t e u n a práctica y u n mensaje d e
liberación y esperanza q u e se muestran ante todo en el tipo
específico de nacimiento y muerte del propio Jesús. Desde J e -
La innovación religiosa de Jesús de Nazaret sús de Nazaret, la intervención divina en la historia no se rea-
liza directamente, sino a través de mediaciones humanas; p o r
Desde u n p u n t o de vista fenomenológico, la novedad de ello D. Bonhoeffer afirmó que "ante Dios y con Dios estamos
la proclamación del Reino de Dios realizada por Jesús de Na- sin Dios". La manifestación de Dios n o se desarrolla a través
zaret respecto a otro tipo de mesianismos político-religiosos de la gloria, la magia y el poder, sino m e d i a n t e la adopción
radica, ante todo, e n el nuevo tipo de divinidad q u e se revela. de u n m o d o d e vida p o b r e y entregado al amor, el servicio, la

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

liberación de los oprimidos y la d e n u n c i a de la dominación. Desde esta perspectiva, el mensaje religioso de Jesús de Na-
En el texto del Nuevo Testamento d e n o m i n a d o Carta a losFi- zaret introduce u n nuevo tipo de relaciones entre autonomía
lipenses se condensa muy bien este cambio respecto a las con- y heteronomía, ya que el referente teísta n o anula ni sustituye
cepciones tradicionales de la divinidad: "El Mesías Jesús, a la responsabilidad humana, sino que la estimula. La presencia
pesar de su condición divina, n o se aferró a su categoría d e divina y el mensaje religioso n o aportan ningún modelo con-
Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición creto de organización y configuración de la política, la eco-
d e esclavo, haciéndose u n o de tantos. Así, presentándose nomía, la ética, la sociedad o la cultura. Son los seres h u m a n o s
c o m o simple h o m b r e , se abajó, o b e d e c i e n d o hasta la muer- los que d e b e n buscar en cada coyuntura histórica modelos
te y m u e r t e en cruz". (Fp. 2, 6-8). concretos de organización de la sociedad que respondan a los
Desde u n a óptica fenomenológica, lo más importante de valores de fondo contenidos en el Evangelio. Y para ello es
este texto es el concepto de despeñamiento de la categoría de Dios esencial la metanoia (conversión, catarsis), pues los problemas
o vaciamiento ("no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que se d e configuración de u n nuevo tipo de sociedad n o radican
vado de sí y tomó la condición de esclavo", según la traducción sólo en causas exteriores, sino que se encuentran en la ten-
de Alonso Schókel). Y todo ello p o r q u e "no se aferró a su ca- dencia h u m a n a al afán de poder y poseer excluyentes que se
tegoría de Dios" (traducción de J. Mateos) o, con más fuerza halla en personas y colectivos de toda etnia y condición.
todavía, por que "no consideró como presa codiciable el ser El peculiar mesianismo de Jesús de Nazaret rompió el par-
igual a Dios" (según la traducción de M. Salvador en Guija- ticularismo religioso j u d í o e introdujo u n universalismo reli-
r r o y otros: 1992). La forma de Dios como esclavo entregán- gioso. Ya n o hay lugar para u n Dios étnico, para el reinado de
dose a la liberación de los esclavizados con u n a radicalidad ese Dios en u n determinado y exclusivo territorio o para la or-
q u e le lleva a la m u e r t e con la doble acusación de subversivo ganización del Estado y de la sociedad desde u n código reli-
y blasfemo es única en la historia de las religiones. En este gioso cerrado e inmutable. Por el contrario, Jesús de Nazaret
sentido, el diálogo de Pilatos con Jesús sobre la realeza y el po- lo q u e establece es u n a vinculación entre el a m o r a Dios y el
der es muy significativo. El mesianismo de Jesús n o es el del a m o r a los h o m b r e s de toda raza y nación, u n a u n i ó n con-
golpe de fuerza desde un poder divino especial, sino el del Es- sustancial entre la adoración a Dios y la práctica de la justicia
clavo a lo espartaquista o "Proletario Absoluto" 5 que se encar- entendida, sobre todo, como liberación de los empobrecidos.
na entre los pobres, asume su condición y les infunde esperan- Desde la perspectiva fenomenológica q u e estoy a d o p t a n d o ,
za para que sientan que su situación n o es la definitiva y p u e d e llama p o d e r o s a m e n t e la atención esta peculiar vinculación
cambiar. Este tipo de mesianismo que se mueve de abajo-arri- que, sobre todo, se expresa en el capítulo 25, 31-46 del Evan-
ba y n o a la inversa cambia la concepción de las relaciones en- gelio según san Mateo. En este texto se u n e la salvación es-
tre Dios y la política. Ya n o se trata del reinado de Dios a través católogica (promesa de todas las religiones) y la práctica de
del gobierno divino de la política (fundamentalismo teocráti- emancipación de hambrientos, sedientos, desnudos, etc., en
co) . Desde el mesianismo jesuánico ya n o caben partidos de los q u e está presente el mismo Dios. Esta conexión entre es-
Dios, sino formas políticas de servicio y liberación de los em- catología (quintaesencia de toda religión) y práctica históri-
pobrecidos desde los valores y el estilo de vida contenidos en ca es la que especifica al cristianismo como religión con di-
el Evangelio. El cristianismo originario muestra q u e n o hay mensiones tan fuertemente sociales que diversos clásicos del
que esperar la liberación de u n Mesías emergente, sino reali- marxismo y del movimiento o b r e r o la consideraron c o m o
zarla h u m a n a m e n t e siguiendo la nueva forma de concebir las precursora del comunismo.
relaciones sociales manifestada p o r el enviado de Dios.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Los socialdemócratas nunca alientan a los obreros a luchar


El socialismo marxista contra el clero ni intentan minar en ellos la fe religiosa... los mi-
ante el cristianismo originario nistros de la Iglesia cristiana deberían ser los primeros en apoyar
a los socialdemócratas y en tenderles la mano, ya que la doctrina
Es muy significativo que destacados intelectuales y dirigen- de Cristo, del que los sacerdotes son ministros, enseña que no en-
tes del socialismo marxista, especialmente Engels y Kaustky, trará un rico en el cielo antes de que pase un camello por el ojo
estudiaran exégesis bíblica y estuvieran muy atentos a las obras de una aguja... los socialdemócratas luchan incansablemente por
de especialistas en esta materia. Ello p r u e b a la relevancia que levantar al pueblo trabajador de la humillación y la miseria, edu-
le concedieron al cristianismo originario dentro de sus análi- cándolo y organizándolo, a fin de asegurar una vida mejor para él
sis de la lucha de clases como motor de la historia. mismo y un futuro más halagüeño para sus hijos. También en este
Engels en su ensayo Sobre la historia del cristianismo primitivo caso los sacerdotes deberían colmar de bendiciones a los social-
(1894) presenta a éste c o m o u n a religión de salvación de la demócratas, ya que Cristo ha dicho: "Lo que hacéis a este peque-
esclavitud y como u n a forma primitiva de socialismo: ñuelo, a mí me lo hacéis" ...cuando los actuales sacerdotes lanzan
pestes contra el comunismo, las lanzan contra los primeros após-
La historia del cristianismo primitivo tiene notables puntos toles de la cristiandad. Efectivamente, éstos fueron los más fervo-
de semejanza con el movimiento moderno de la clase obrera. rosos comunistas... los primeros cristianos comenzaron a prego-
Como éste, el cristianismo fue en sus orígenes un movimiento nar la exigencia de la propiedad en común, el comunismo... El
de hombres oprimidos: al principio apareció como la religión de Evangelio era una doctrina contra la desigualdad social y prego-
los esclavos y de los libertos, de los pobres despojados de todos naba la comunidad de bienes para eliminar tal desigualdad entre
sus derechos, de pueblos subyugados o dispersados por Roma. ricos y pobres... (En Lenin y otros: 1892-1963,195-196 y 206).
Tanto el cristianismo como el socialismo de los obreros predi-
can la próxima salvación de la esclavitud y la miseria... El socia- Labriola, u n o de los primeros marxistas italianos, consi-
lismo existió en la realidad, hasta donde ello era posible en esa dera en El materialismo histórico y el fenómeno cristiano (1897)
época, e incluso alcanzó una posición dominante en el cristia- q u e "fue ese cristianismo verdadero como el símbolo de las
nismo... El paralelo entre los dos fenómenos históricos atrae ya diversas rebeliones de los proletarios, de la plebe, de la gen-
nuestra atención desde la Edad Media, en los primeros levanta- te humilde, de los manumisos, de los siervos, de los explota-
mientos de los campesinos oprimidos y particularmente de los dos" (en Lenin y otros: 1892-1963, 169). Gramsci afirma q u e
plebeyos de las ciudades... ¿Entre qué gente se reclutaron los "el cristianismo fue revolucionario en confrontación con el
primeros cristianos? Principalmente, entre los "trabajadores y paganismo p o r q u e fue u n elemento de completa escisión
agobiados", los miembros de la capa más baja del pueblo, como entre los sostenedores del viejo y del nuevo m u n d o " (Grams-
cuadra a un elemento revolucionario. (Engels: 1894, 403-404). ci:1932-1935, 1.434). Bloch destaca el carácter de cambio in-
trahistórico presente en la religión proclamada por Jesús,
Kautsky considera que "el comunismo del cristianismo u n a religión q u e incide en la sociedad, que n o es u n m e r o
primitivo era un c o m u n i s m o de distribución de riqueza y es- transcendentalismo idealista centrado en el más allá:
tandarización de c o n s u m o " (Kautsky: 1910, 427). Rosa Lu-
x e m b u r g en Iglesia y socialismo (1906) también destaca la di- Objetivamente, Jesús no aparece de ningún modo como quien
mensión social y revolucionaria del cristianismo originario: se evade en una interioridad invisible, ni tampoco como el que
prepara aposentos de un Reino de los cielos totalmente trans-

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cendente... En verdad, en su origen, el Evangelio se encontraba tivamente esta religión n o p u e d e ser u n mero asunto privado,
identificado con su sentido real revolucionario... Jesús es juzga- salvo que se destruya a sí misma; ni debe convertirse en princi-
do por los romanos como un rebelde... Este Jesús era peligro- pio de articulación de nuevos fundamentalismos teocráticos,
so... A los ojos de este mundo, quien fue colgado de la cruz no salvo que se aparte de su ser constitutivo y se degenere. El cris-
era precisamente un iluso inofensivo, sino alguien que con ca- tianismo originariamente es u n a religión públicapor su con-
rácter adventista transformaba los valores del mundo existente, tenido ético-profético y p o r su vinculación entre transforma-
el gran modelo de otro universo sin opresión y sin Dios de los ción de la historia y escatología. Por eso pretender encerrarla
señores... En este sentido llevaba ciertamente en sí un peligro en la sacristía o en la privacidad sólo puede hacerse de u n modo
social, esto es, una excitación de la voluntad mediante la espe- forzado o m e d i a n t e u n a degeneración d e su contenido. Los
ranza... con una fe que de ninguna manera es pasiva, carente de practicantes del cristianismo originario, mientras existan, siem-
obras... una única frase de los Hechos de los Apóstoles ha propa- pre estarán abocados a criticar el orden social existente desde
gado a través de los siglos el comunismo del amor: "En el grupo el mensaje evangélico. Entrará d e n t r o de la lógica de su re-
de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían ligiosidad la búsqueda de mediaciones políticas, culturales y
todo en común y nadie consideraba suyo nada de lo que reunían " económicas para realizar en cada coyuntura los valores evan-
(Hch. 4, 32) ...la filadelfia del comunismo del amor es condición gélicos y fecundar esas mediaciones con ellos.
fundamental y lugar de adviento del Reino; se convierte así en En la medida en que los cristianos están presentes en la so-
norma terrena. (Bloch: 1968,124-125, 129,132,135). ciedad civil, las organizaciones de la izquierda han de ser cons-
cientes del h e c h o de q u e existe u n a religión pública con vo-
Es cierto que la mayor parte de los clásicos del movimien- luntad de transformación social. Ante esta realidad, p u e d e n
to obrero y del marxismo también destacaron las insuficien- cerrarse o abrirse a ésta, tal como vimos en el capítulo III. En
cias del cristianismo, fundamentalmente dos: u n tipo de co- la actualidad, el fenómeno más novedoso es el de la izquierda
m u n i s m o centrado en la distribución de bienes e incapaz de q u e busca u n a articulación de las dimensiones socio-políti-
crear formas comunistas de producción y u n a progresiva es- cas del cristianismo originario d e n t r o de u n a nueva cultura
piritualización idealista q u e le llevaría a p e r d e r u n a de sus socialista.
señas d e identidad originaria: la conexión entre escatología Esta posible articulación h a de partir del h e c h o de q u e ,
y transformación d e la historia. Estas insuficiencias n o des- ciertamente, Jesús de Nazaret n o fue u n líder político, ni or-
terraron, sin e m b a r g o , la simpatía y el aprecio p o r la figura ganizó técnicamente u n a revolución, ni p r o p u g n ó u n progra-
de Jesús de Nazaret y el cristianismo primitivo hasta el pun- ma político-económico concreto. Ahora bien, fue un profeta
to de q u e la figura de 'Jesús, p r i m e r socialista" formó parte religioso q u e desarrolló u n a actividad y proclamó u n m e n -
de la cultura popular de la izquierda en diversos países como saje que, por u n lado, estaba en las antípodas de la teocracia
vimos e n el capítulo III. y, p o r otro, tenía consecuencias sociales y políticas p o r el
contenido del mensaje sobre el Reino de Dios, p o r las pro-
puestas de ética religiosa de orientación ultramundana — p o r
La articulación política utilizar el lenguaje de Max Weber— y por la revelación de u n
del cristianismo originario tipo de Dios y de práctica religiosa ligados a la emancipación
de los pobres y oprimidos.
Después de esta aproximación fenomenológica al cristia- Es precisamente la distinción entre lo técnico-político (pro-
nismo originario se c o m p r e n d e r á fácilmente cómo constitu- grama y estrategia) y lo ético-político con contenidos religio-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

sos (valores d e fondo) la q u e p o n e las bases p a r a q u e la vida hombre bíblico en una incesante creación divina que se hace con
y el mensaje d e Jesús d e Nazaret p u e d a n seguir t e n i e n d o ac- él y por medio de él... En el seno de esta tradición se hallan
tualidad. Si éste hubiera sido u n político revolucionario más germinalmente las categorías esenciales de una novísima sin-
de la época con u n programa concreto de cambio y organiza- gladura ideológica de la esperanza cristiana: las categorías bí-
ción social, su significación actual sería nula. Desde esta pers- blicas de una teología de la revolución según la cual el hombre es
pectiva, creo que son muy acertadas las siguientes afirmaciones un ente social vocado a transformar el mundo real en cuanto
de G. Gutiérrez, el impulsor de la teología de la liberación: "La agente del designio de Dios en la historia. La concepción bíbli-
h o n d a carga h u m a n a y de transformación social que entra- ca de la alianza enraiza constitutivamente al ser humano en el
ñ a el Evangelio es p e r m a n e n t e y esencial p o r q u e hace saltar mundo terrenal, al concebir el designio divino como el reino de
los estrechos límites d e situaciones históricas determinadas perfección en una tierra transformada donde los hombres ha-
y va a la raíz misma de la existencia h u m a n a : la relación con brán de superar solidariamente las escisiones... El reino mesiá-
Dios en solidaridad con otros hombres. La dimensión políti- nico se asienta sobre una antropología unitaria que instala la
ca n o le viene, pues, al Evangelio de tal o cual opción preci- operación divina en un hombre indivisible, es decir, un ser hu-
sa, sino del núcleo mismo de su mensaje... La vida y la predi- mano que sitúa a Dios rigurosamente dentro y no fuera de la ac-
cación de Jesús postulan la b ú s q u e d a incesante d e u n nuevo ción histórica real. Esta herencia puede brindar al hombre de
tipo de h o m b r e en u n a sociedad cualitativamente distinta" la segunda mitad del siglo xx los incentivos éticos y los esque-
(Gutiérrez: 1972, 308). En la medida en que la vida y el men- mas mentales de una novísima experiencia histórica: ...la gran
saje de Jesús se centraron en ir al fondo de la naturaleza empresa de instaurar una sociedad capaz de ir eliminando
h u m a n a y de la organización del p o d e r (comportamiento hu- progresivamente las instancias alienadoras de la nuestra de
m a n o y prioridades sociales), hoy p o d e m o s plantearnos el hoy. (Puente Ojea: 1974, 352).
tema de la posible aportación del cristianismo a la problemá-
tica social y política d e nuestro tiempo 6 . En las páginas siguientes voy a explorar q u é contribucio-
H e m o s de partir del hecho de que el cristianismo origina- nes p u e d e n aportar los elementos constitutivos del cristianis-
rio constituye u n mensaje religioso de construcción d e u n m o originario a la renovación, regeneración y refundación de
tipo d e persona y de sociedad basado en unos valores deter- la izquierda. Para ello voy a relacionar textos esenciales del
minados, p e r o n o p r o p o n e u n m o d e l o concreto de Estado, Nuevo Testamento con la problemática socio-política de este
economía, organización política, cultura o ética aplicada. fin de siglo y con los objetivos de la izquierda.
Por eso tan repudiable es tratar de legitimar u n tipo de polí-
tica u organización d e la sociedad o de la e c o n o m í a con el
cristianismo c o m o p r e t e n d e r que esta religión se convierta La primacía de los últimos, la pasión de la
en u n a espiritualidad dualista, evasionista o desligada de la izquierda y la lucha contra las desigualdades
b ú s q u e d a de modelos de h o m b r e y de organización social
inspirados en los valores manifestados en la obra y la vida de El cristianismo originario, en cuanto religión de la frater-
Jesús d e Nazaret. En esta línea m e p a r e c e n muy pertinentes nidad, tiene u n fortísimo c o m p o n e n t e igualitario. Lo especí-
las siguientes afirmaciones de P u e n t e Ojea: fico de la visión cristiana de la igualdad es que ésta se concibe
desde la fraternidad. Ahora bien, la realización de ésta requie-
La herencia cristiana, sin embargo, sigue hoy atesorando re superar los obstáculos estructurales que la hacen inviable.
aquella visión eminentemente unitaria de sus orígenes: la fe del P o d e m o s decir que el ideal evangélico de justicia n o consiste

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en darle a cada u n o lo suyo, sino en dar prioridad a la satis- En Me. 9, 35 se indica la relación primeros-últimos más
facción de las necesidades d e los últimos, sean éstos m u c h o s como dinámica de c o m p o r t a m i e n t o que c o m o promesa; o
o pocos. En los Evangelios los dos principales obstáculos para mejor, se indica el camino para la realización de la promesa:
la realización de este ideal son la riqueza c o m o mecanismo "Si u n o quiere ser primero, ha de ser último de todos y ser-
d e acumulación excluyente y el p o d e r c o m o forma de do- vidor de todos". La frase aparece además en el contexto de
minación. El mensaje de Jesús de Nazaret n o contenía inge- u n a instrucción a la comunidad de los seguidores de Jesús so-
nuidad, ni idealismo, ya q u e se proclamaba en un medio con bre las actitudes y prácticas a adoptar y va a ser más desarro-
fuerte desigualdad social: primeros y últimos, pobres y ricos, llada y explicitada e n el capítulo 10 del Evangelio según san
opresores y oprimidos. Por ello, la promesa y propuesta evan- Marcos, c o n c r e t a m e n t e entre los versículos 17-24 del texto
gélica d e q u e los primeros serán últimos y los últimos serán prime- de crítica a los ricos y a la riqueza y los versísculos 43-44 del
ros sintetiza la radicalidad de la idea cristiana de igualdad y texto de respuesta a los hijos de Zebedeo que, llevados p o r
fraternidad q u e parte de la constatación de la injusticia q u e su expectativa mesiánica, habían solicitado a Jesús u n pues-
provoca la desigualdad. El enunciado anterior creo que con- to de h o n o r y p o d e r el día del triunfo revolucionario-mesiá-
densa todo el mensaje evangélico sobre la primacía y centra- nico. La crítica a la riqueza se va a completar con la crítica al
lidad de las personas y sectores sociales excluidos, empobreci- p o d e r y con u n a propuesta de conducta: "El q u e quiera ser
dos y oprimidos. H e de advertir q u e utilizo este e n u n c i a d o grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quie-
c o m o síntesis expresiva de esa centralidad más allá de la lite- ra ser el primero entre vosotros, q u e sea esclavo" (Me. 10, 43-
ralidad de los textos en q u e aparece. 44). Jesús de Nazaret invierte radicalmente el o r d e n de valo-
Diversos contenidos de este enunciado aparecen en varios res establecido. Imaginemos la carga revolucionaria contenida
pasajes de los Evangelios según san Marcos y san Mateo. En e n estas expresiones en u n contexto esclavista c o m o el del
unas ocasiones se presenta como promesa del Reino con cier- I m p e r i o r o m a n o : ¡el primero, esclavo; el esclavo, p r i m e r o !
tos tintes escatológicos (los últimos van a dejar de serlo) y en Todo el Evangelio está atravesado p o r el hilo rojo, como
otros como actitud y tarea para construir u n a sociedad más dijo Bloch, de la promesa de la liberación de los oprimidos
fraterna e igualitaria, en la cual los primeros deberán conver- y empobrecidos y la crítica y c o n d e n a de los ricos y p o d e r o -
tirse en últimos para que n o haya primeros ni últimos. sos. Ya el Magníficat proclama: "El Señor derriba del t r o n o a
los potentados y e n c u m b r a a los humildes; colma de bienes
En Mt. 19, 30 se afirma: "Hay m u c h o s primeros q u e serán
a los h a m b r i e n t o s y despide vacíos a los ricos" (Le. 1,52-53).
últimos y m u c h o s últimos que serán primeros". La frase apa-
En este texto aparece claramente u n a idea de q u e lo que es
rece en u n texto de crítica radical a la riqueza expresada a tra-
el Reinado d e Dios: u n cambio del o r d e n social d o m i n a n t e
vés del diálogo con u n joven rico. En Me. 10, 31 se repite la
con la presencia d e Dios como lo único sagrado. El pregón-
misma expresión en el mismo contexto: crítica a la riqueza y
programa del Evangelio que está c o n t e n i d o en las Bienaven-
a los ricos y anuncio de u n Reino d e plenitud en esta vida y en
turanzas declara dichosos a los pobres, a los que pasan ham-
la eterna, u n Reino en este m u n d o para superar el o r d e n de
bre, a los q u e sufren, a los afligidos, a los que lloran, a los
desigualdad que impide la fraternidad. Insisto en este tema,
desposeídos, a los q u e tienen h a m b r e y sed de justicia (Mt.
p o r q u e la igualdad que reclama el Evangelio es requisito
5, 1-12; Le.6, 20-26). Se les declara dichosos p o r q u e su situa-
para la realización d e la fraternidad y en m o d o alguno pue-
ción va a cambiar: "Os saciaréis, reiréis" (Le.), "van a recibir
de c o m p r e n d e r s e la frase a la que estoy aludiendo c o m o u n
el consuelo, van a h e r e d a r la tierra" (Mt.). A estos colectivos
cambio de posiciones para que los que antes e r a n opresores,
empobrecidos y maltratados, "el reino de Dios les pertene-
a h o r a sean convertidos en oprimidos.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEI. DÍAZ-SAI AZAR

ce", p o r q u e ese Reino conlleva u n a superación de su situa- En los Evangelios —con su peculiar g é n e r o literario y es-
ción e n esta vida m e d i a n t e la puesta e n práctica del mensaje tilístico, n o lo olvidemos— n o sólo aparecen promesas de li-
de Jesús de Nazaret. Él les trae esa Buena Nueva de libera- beración y críticas de la riqueza y del poder, sino prácticas
ción, los "levanta del polvo", les infunde dignidad y esperan- de Jesús que restablecen la primacía de los últimos y q u e re-
za. E. Bloch h a subrayado la dimensión de la esperanza para velan la actitud de fondo q u e hay q u e m a n t e n e r en la lucha
los c o n d e n a d o s y explotados c o m o seña d e identidad de la para q u e éstos sean primeros. Así e n Me. 10, 45 Jesús dice de
religiosidad bíblica. Se les declara bienaventurados p o r q u e sí mismo: "Tampoco el Hijo del H o m b r e ha venido a ser ser-
el Dios de Jesús los convierte en primeros y quiere inspirar u n vido, sino a servir y a dar su vida en rescate p o r todos". Este
movimiento h u m a n o q u e convierta en realidad su p r o m e s a ejemplo se constituye en invitación y n o r m a para los segui-
de liberación y salvación. Esta línea de dignificación y eman- dores d e Jesús y así lo llevaron a la práctica las primeras co-
cipación de los últimos de la sociedad para convertirlos en pri- m u n i d a d e s cristianas: "Todos los q u e iban creyendo abriga-
meros se desarrolla en otros muchos textos; así, p o r ejemplo, ban el mismo propósito y lo tenían todo en c o m ú n ; vendían
en la parábola sobre el b a n q u e t e del Reino son los "pobres, sus posesiones y sus bienes y lo repartían entre todos según
lisiados, ciegos y cojos" (Le. 14, 21) los invitados preferentes la necesidad de cada uno... nadie consideraba suyo n a d a de
del b a n q u e t e . lo q u e tenía, sino q u e lo poseían todo en común...". (He-
La voluntad liberadora de Dios se e n c u e n t r a con obstácu- chos de los Apóstoles, 2, 44-45 y 4, 32-35).
los h u m a n o s y sociales que hay que superar. Por eso la crítica Este talante evangélico de dar primacía a los últimos, cri-
evangélica a los ricos y poderosos es tan radical. Ellos impiden ticar la riqueza y el p o d e r y practicar la c o m u n i ó n de bienes
la realización histórica de las bienaventuranzas, de la voluntad permaneció con fuerza durante los primeros siglos del cristia-
del Dios de Jesús. En el pregón-programa de las Bienaventu- nismo. Así consta en u n o de los últimos escritos del Nuevo
ranzas se afirma lo siguiente: ¡Ay de vosotros, los ricos, porque Testamento, en la llamada Carta de Santiago, redactada hacia
ya habéis recibido vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los q u e finales del siglo i. En este texto se desarrolla u n a durísima
a h o r a estáis satisfechos, p o r q u e vais a pasar h a m b r e ! ¡Ay d e crítica social desde la inspiración evangélica: "¿No son los ri-
los que ahora reís, p o r q u e vais a lamentaros y a llorar! (Le. 6, cos los q u e os o p r i m e n y ellos los q u e os arrastran a los tri-
24-25). Esta línea crítica aparece en otros textos como, p o r bunales? ...ricos: llorad a gritos p o r las desgracias q u e se os
ejemplo, en Me. 10, 23-25: "Qué difícil es que los ricos entren vienen encima. Vuestra riqueza se ha p o d r i d o , vuestros tra-
en el Reino de Dios... Es más fácil para u n camello pasar por el jes se han apolillado, vuestro oro y vuestra plata se h a n oxida-
ojo de u n a aguja que para u n rico entrar en el Reino de Dios". do, su roña será testigo en contra vuestra y se comerá vuestras
La narración de la c o n d e n a del rico Epulón y la glorificación carnes como fuego... Mirad, el j o r n a l d e los braceros q u e se-
del pobre Lázaro también ejemplifica la constante evangélica garon vuestros campos, defraudado p o r vosotros, está cla-
de la primacía de los últimos y la crítica de los ricos y la riqueza m a n d o , y los gritos de los segadores h a n llegado a los oídos
(Le. 16, 19-31). El ataque a los poderosos completa la crítica del Señor. Con lujo vivisteis en la tierra y os disteis la gran
evangélica de los mecanismos de dominación q u e crean pri- vida... Condenasteis y asesinasteis al inocente: ¿no se os va a
meros y últimos y nos indica el carácter conflictivo de la vida enfrentar Dios?" (St. 5, 1-6). En este mismo texto se e x p o n e
y mensaje de Jesús d e Nazaret, lo que explica su c o n d e n a a la "verdadera religiosidad": "Religión p u r a y sin tacha a los
m u e r t e : "Sabéis q u e los que figuran c o m o jefes de las nacio- ojos de Dios Padre, es ésta: mirar p o r los huérfanos y las viu-
nes las gobiernan tiránicamente y que sus magnates las opri- das en sus apuros... H e r m a n o s míos, ¿de q u é le sirve a u n o
men. No ha de ser así entre vosotros". (Me. 10, 42-45). decir que tiene fe si n o tiene obras? ¿Es q u e esa fe p o d r á sal-

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vario? Supongamos q u e u n h e r m a n o o u n a h e r m a n a n o tie- ducción está generando, a la vez, u n aumento de las plusvalías
n e q u é p o n e r s e y a n d a n faltos del alimento diario y q u e u n o y u n crecimiento de las desigualdades sociales p o r la carencia
de vosotros le dice: «Andad con Dios, calentaos y b u e n pro- de instrumentos y políticas d e redistribución d e la riqueza.
vecho», p e r o sin darle lo necesario para el cuerpo; ¿de q u é Algunos indicadores de esta situación son el i n c r e m e n t o del
sirve eso? Pues lo mismo la fe: si n o tiene obras, ella sola es p a r o estructural, el a u m e n t o de la precarización de los con-
u n cadáver". ( St. 1, 27; 2, 14-17). tratos laborales, el surgimiento de las denominadas infracla-
El cristianismo originario se enfrenta al reinado del dine- ses — u n a especie de nuevo lumpemproletariado formado
ro y del p o d e r como mecanismo de dominación e introduce por los parados de larga duración y por los jóvenes sin acceso
u n a pasión en la historia: q u e los últimos dejen de serlo, q u e a u n puesto d e trabajo— y el a u m e n t o constante de los be-
se adopten comportamientos y se organicen políticas y eco- neficios empresariales sin u n a adecuada regulación legisla-
nomías que les d e n la primacía para construir u n a sociedad tiva y fiscal q u e los socialice y reconduzca a la generación d e
sin últimos ni primeros o, al menos, con la m e n o r desigual- e m p l e o 7 . El capitalismo crea ciertamente riqueza, p e r o tam-
dad entre seres h u m a n o s convocados a ser h e r m a n o s . Esta bién persiste la producción capitalista de pobreza. La desigual-
pasión cristiana por la primacía de los últimos crea u n a especial dad está muy asociada a la consolidación de formas de p o d e r
sensibilidad e interés p o r conocer y transformar las condicio- económico-social q u e n o son ni doblegadas ni socializadas
nes de vida en q u e se e n c u e n t r a n los últimos de cada socie- p o r el p o d e r político. En los países del norte el avance del
dad y de la humanidad en su conjunto, u n a fuerte crítica y de- p a r o estructural — q u e ya afecta también a los hijos de la pe-
nuncia de los mecanismos de riqueza y p o d e r que causan esa q u e ñ a burguesía y de las nuevas clases medias— y de la pre-
situación, y u n compromiso activo para luchar social, política carización de las condiciones de trabajo p u e d e provocar a
y económicamente por la emancipación de los empobrecidos m e d i o plazo fuertes estallidos sociales. También existe la po-
q u e tienen q u e constituir el centro de toda la vida colectiva sibilidad de q u e la mezcla de impotencia y deseo de integrar-
hasta que dejen de serlo. se a toda costa en la sociedad de c o n s u m o extiendan u n mo-
delo darwinista d e vida basado en el "sálvase quien p u e d a "
q u e consoliden el m o d e l o de sociedad de dos tercios m e d i a n t e
El nuevo lumpemproletariado, las mayorías el refuerzo de políticas de represión social y la difusión d e
satisfechas y el abismo d e desigualdad u n a cultura de masas basada en el uso intensivo de medios
de comunicación audiovisuales —nuevos sistemas de opio
La cultura cristiana sobre la primacía de los últimos crea del p u e b l o — p o r t a d o r e s de alienación gratificante.
u n a sensibilidad y u n p u n t o de vista crítico para captar la re- Si la desigualdad en los países del n o r t e tiene ante todo el
levancia de los problemas q u e tienen que ver con las des- rasgo de la exclusión social para u n a m i n o r í a relativa, en los
igualdades sociales y para convertirlos en la prioridad de la países del sur toma el rostro de la pobreza extrema que n o
acción social y política. Desde este enfoque, p o d e m o s desta- p u e d e satisfacer las necesidades primarias: los 840 millones
car la importancia q u e hoy día tienen los problemas relacio- de hambrientos y desnutridos (datos d e la O N U ) constituyen
nados con el nuevo enfrentamiento entre capital y trabajo, el u n volumen de población ligeramente superior al de todos
crecimiento de la exclusión social en el n o r t e y el e m p o b r e - los habitantes de J a p ó n , Canadá, Estados Unidos, Australia y
cimiento en el sur. todos los países d e Europa (excepto los pertenecientes al an-
El actual proceso de concentración d e capitales y d e glo- tiguo Pacto d e Varsovia). Lo más terrible es q u e las desigual-
balización de la e c o n o m í a basado en nuevas formas d e pro- dades entre el norte y el sur n o sólo n o disminuyen, sino q u e

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a u m e n t a n . Además, la miseria extrema d e miles de millones consolidación de la sociedad de los dosterciosy la persistencia de
de seres h u m a n o s coexiste con un impresionante gasto mili- desigualdades?
tar mundial (313.000 millones de pesetas al día en 1995), sin Si pasamos de la perspectiva nacional a la internacional,
q u e hasta la fecha se haya puesto e n marcha el llamado divi- los desafíos y retos para la izquierda son todavía más radica-
dendo de paz (reducir u n 3 p o r ciento del gasto militar y reorien- les. La izquierda tiene q u e decidir expresamente si realiza su
tarlo en gasto para el desarrollo). Conviene tener en cuenta política teniendo en cuenta la situación del 80 p o r ciento de
q u e el gasto militar mundial en 1995 es 1,7 veces superior al la h u m a n i d a d o sólo aspira a multiplicar el bienestar de las
de 1960, según el PNUD. personas que viven en los países ricos, colocando la política
La proclama evangélica de la primacía de los ultimóse?, nega- solidaría con los países del sur en u n lugar secundario y mar-
da p o r el actual o r d e n socio-económico dominante. Desde la ginal. C e n t r á n d o n o s más en nuestro e n t o r n o , conviene te-
maldición evangélica de los ricos y satisfechos y desde el impe- n e r en cuenta que en los países de la Unión Europea sólo ha-
rativo de que los pobres sean el centro de toda acción econó- bitamos el 6 por ciento de los habitantes del m u n d o . ¿Deben
mica y socio-política, p o d e m o s plantearnos qué retos básicos concentrarse las energías de la izquierda en construir el má-
tiene que asumir la política de la izquierda. Ya vimos en otro ximo de bienestar y seguridad para esa reducida parte de la
apartado el desafío expuesto por P. Glotz para luchar contra h u m a n i d a d mediante procesos de convergencia económica
la consolidación de la sociedad de los dos tercios. En u n a línea e inserción competitiva e n u n sistema d e e c o n o m í a - m u n d o
parecida Galbraith ha señalado que es imposible superar el puesto al servicio de la satisfacción de las necesidades del 20
estado de desigualdad social característico de los países de ca- p o r ciento de los seres humanos?
pitalismo avanzado si los gobiernos basan su política, ante
Si más o menos explícitamente, la izquierda española y eu-
todo y sobre todo, en responder adecuadamente a las deman-
ropea (partidos y sindicatos) opta por esta perspectiva política
das de los satisfechos que, ciertamente, hoy p o r hoy son ma-
de mayor bienestar y seguridad para el n o r t e se verá involu-
yoritarios en los países del norte. Entre esas d e m a n d a s sobre-
crada en u n a espiral de lo que d e n o m i n o demofasásmo. La
sale u n a muy prototípica de la burguesía y de las nuevas clases
expresión ciertamente n o es muy adecuada y seguramente
medias: la reducción de impuestos. ¿Qué demandas e intereses
p u e d e ser poco afortunada. Mantengo este término brutal e
van a pesar más en la elaboración programática y en la políti-
intempestivo para indicar lo siguiente: u n a de los problemas
ca de la izquierda, las de los satisfechos, por utilizar el lenguaje
más grandes que tiene la izquierda europea es el de su perspec-
de Galbraith, o las de los excluidos? El desafío para la izquier-
tiva estrechamente nacional o, a lo sumo, europea. La concen-
da es el siguiente: en su búsqueda de mayorías electorales, ¿va
tración de energías en construir bienestar y seguridad d e n t r o
a plegarse a las demandas burguesas e insolidarias de las nue-
de fronteras bien delimitadas le h a llevado a olvidar, por fal-
vas clases medias con tal de obtener el poder? o, p o r el con-
ta de perspectiva internacionalista, la situación de pobreza
trario, ¿va a dirigirse a ellas con u n trabajo ético-cultural para
en la que se encuentran miles de millones de seres humanos.
convocarlas a la creación de u n a mayoría social solidaria, a la
Al p o n e r como fin supremo de su acción el conseguir bienes-
construcción de un bloque de fuertes en favor de los débiles,
tar y seguridad para la clase obrera, en u n primer m o m e n t o ,
siguiendo la propuesta de Glotz? En el que caso q u e la iz-
y para un conjunto amplio de clases y sectores sociales en la
quierda se decante por esta segunda opción, ¿con qué recur-
actualidad, ha ido asumiendo u n a serie d e políticas y valores
sos, con qué bases?, ¿qué estrategia política, cultural y moral
que provocan por acción u omisión el empobrecimiento del
va a desarrollar la izquierda, más allá de coyunturas electora-
sur: aceptación de la lógica del capital internacional, defensa
les, para generar alianzas y bloques sociales q u e impidan la
de políticas de extranjería restrictivas, sostenimiento de u n

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

m o d e l o d e produción y consumo d e masas que requiere aca- internacional o el bajo t o n o y la marginalidad de las existen-
parar energías y materias primas para u n m o d o de vida q u e tes r e p r o d u c e n en la práctica aquella contestación de Caín
n o es universalizable, creación de u n sujeto burgués que al fi- a Yahvé: "¿Acaso soy yo el guardián de mi h e r m a n o ? " (Gé-
nal se vuelve en contra d e la primacía de la solidaridad con nesis 4, 9). Esta respuesta equivale a instaurar el darwinismo
los excluidos nacionales y extranjeros, etc. social como principio de desarrollo de las relaciones entre
Si la izquierda sólo crea bienestar dentro de fronteras bien los seres h u m a n o s y ciertamente se haya en las antípodas de
delimitadas y se olvida d e la situación d e e m p o b r e c i m i e n t o los planteamientos del cristianismo originario q u e h e pre-
de gran parte de la humanidad, está contribuyendo a alimen- sentado en páginas anteriores. Lo p e o r d e todo es q u e esta
tar al m o n s t r u o del demofasásmo. Se construyen democracias represión de los trabajadores extranjeros, q u e constituyen
q u e crean m u r o s socio-económicos, q u e a d o p t a n políticas el indicador más visible de la dictadura de la pobreza q u e opri-
d e represión militar y policial contra aquellos seres h u m a n o s m e a la mayor parte de la h u m a n i d a d , requiere, además de
del sur que intentan traspasar las fronteras del norte rico pues la militarización de las fronteras y la prostitución insolidaria
buscan alcanzar la libertad de tener u n mínimo sustento para d e la democracia, la alienación cultural y el envilecimiento
n o morir de h a m b r e o para salir d e la dictadura de la pobreza. moral de la sociedad. Los ciudadanos de las democracias q u e
Cuando democracias socialmente avanzadas tienen que cons- consienten p o r acción u omisión la mezcla de débiles políticas
truir nuevos m u r o s para defender el bienestar de sus habi- de solidaridad internacional con intensas políticas de repre-
tantes de la presencia de ciudadanos de países empobreci- sión de los trabajadores q u e quieren p e n e t r a r en nuestras
dos se está edificando u n nuevo totalitarismo. No se progresa fronteras necesitan sumergirse en u n a cultura de la ceguera y
m u c h o derribando el m u r o de Berlín y construyendo el m u r o del olvido para n o problematizarse p o r la situación del e m p o -
de Ceuta y Melilla. N o se avanza c u a n d o el represaliado de brecimiento del sur. La izquierda que favorece este desenlace
ayer p o r la defensa de las libertades socio-económicas de los final t e r m i n a instaurando a nivel colectivo los mismos hábi-
trabajadores d e su país se convierte en el represor de las mis- tos y prácticas de los capitalistas y terraternientes de princi-
mas libertades que buscan los trabajadores extranjeros. De- pios de siglo contra los q u e se levantó.
fender a ultranza el bienestar de unos pocos r e p r i m i e n d o las
d e m a n d a s q u e plantea la mayoría para participar en la dis-
tribución d e la riqueza es fascismo o, al m e n o s , si estorba el U n a pasión cristiana para la izquierda
n o m b r e , es u n a nueva forma de totalitarismo. N o tiene sen-
tido escandalizarse por las formas d e apropiación de la rique- Desde la primacía de los últimos, el cristianismo origina-
za y nivel de consumo d e los capitalistas y terratenientes de rio introduce u n específico ideal de justicia 9 movido por u n a
principio de siglo frente a las condiciones de vida y trabajo pasión: dar prioridad a los derechos de los últimos, antepo-
de los proletarios y campesinos, c u a n d o en la actualidad se ner la satisfacción de las necesidades de éstos a cualquier otra
reproduce muy amplíadamente este drama e n las relaciones demanda. Para hacer viable política, económica y socialmen-
norte-sur p o r la acción u omisión de los países democráti- te este ideal de justicia, la izquierda ciertamente ha de cons-
cos y capitalistas 8 . truir u n bloque social que lo apoye y esté dispuesto a asumir
los esfuerzos y renuncias que sean necesarios. Ciertamente,
Considero que, teniendo en cuenta la situación de miseria crear u n a voluntad colectiva, p o r utilizar términos de Gramsci,
extrema en la q u e se hallan miles de millones d e seres huma- decidida, ante todo, a que los últimos dejen de serlo requiere
nos, las nuestras son democracias cainitas, unas veces p o r ac- un trabajo político y ético-cultural que vaya más allá de la po-
ción y otras p o r omisión. La ausencia de políticas de solidaridad

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LA IZQUIERDA y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DIAZ-SALAZAR

lítica de pactos entre élites y las llamadas electorales a las visce- La proclama evangélica d e la primacía d e los últimos ofre-
ras o a sentimientos muy primarios. Este trabajo conlleva la de- ce u n ideal de justicia, u n a denuncia de la actual cultura de la
fensa de unos valores, la creación de opinión pública, la educa- satisfacción (Galbraith), u n a perspectiva crítica, u n a configura-
ción d e sentimientos morales, la explicación de los problemas ción del sistema d e motivaciones y acciones d e las personas y,
y las repercusiones d e adoptar de unas u otras políticas, etc. sobre todo, u n a pasión sobrecargada de h u m a n i d a d compar-
Los estados de opinión, los deseos y aspiraciones sociales n o tida q u e p u e d e ser útil tanto para guiar los objetivos y la ac-
nacen de la nada, sino que son fruto de u n trabajo ético-cultu- ción d e la izquierda como para favorecer el surgimiento y
ral q u e la izquierda d e b e asumir, si n o quiere verse prisione- arraigo de nuevos ideales colectivos. La primacía de los últi-
ra de u n corporativismo pequeño-burgués que terminará por mos p u e d e ser la idea movilizadoray la fuerza moralque se nece-
destruirla, a u n q u e ocasionalmente p u e d a auparla al poder. sitan para la reconstitución de la izquierda, ya que, como afir-
La difusión de la cultura evangélica de la primacía de los m a u n o de los intelectuales más significativos del socialismo
últimos constituye u n factor de relevancia extraordinaria para español, sin ellas las organizaciones de este signo político n o
políticas q u e v e r d a d e r a m e n t e quieran p o n e r en el centro la p o d r á n realizar las transformaciones sociales q u e son nece-
lucha contra la exclusión social en el n o r t e y el empobreci- sarias 10.
m i e n t o en el sur. Esta primacía d e los últimos constituye, a Desde la perspectiva abierta p o r el cristianismo originario
mi entender, u n a de las principales aportaciones que el cris- se percibe mejor la urgencia de diseñar algunos objetivos so-
tianismo realiza para que la izquierda se dote de u n a pasión, cio-políticos para que la pasión que persigue que los últimos
en el sentido señalado por Weber, SombartyTocqueville. Este dejen de serlo llegue a ser efectiva. Los últimos deben ser obje-
tipo de pasión es la q u e mejor p u e d e llenar de c o n t e n i d o el to y sujeto de u n a discriminación positiva, al igual que se hace
nuevo espíritu del socialismo. La cultura evangélica tiene u n en determinadas políticas relacionadas con el feminismo de
e n o r m e potencial para crear u n a especial sensibilidad de in- la igualdad. Evidentemente, el cristianismo n o p r o p o n e obje-
satisfacción y revuelta contra u n a sociedad que n o se movili- tivos socio-políticos a nivel técnico; sin embargo, desde los va-
za contra las desigualdades nacionales e internacionales. La lores de fondo que defiende, se h a n de buscar en cada coyun-
pasión evangélica para q u e los últimos dejen d e serlo genera tura histórica las mediaciones políticas y socio-económicas
u n a especie de muelle i n t e r n o o pulsión interior —el "ham- que hagan operativos esos valores. Esas mediaciones n o pue-
bre y sed d e justicia" d e las Bienaventuranzas— que, al igual den declararse cristianas, pues u n a cosa es el cristianismo ori-
q u e el h a m b r e agudiza el ingenio, lleva a la búsqueda de me- ginario y otra sus diversas mediaciones sociales en cada mo-
diaciones socio-económicas que p u e d a n hacer realidad el m e n t o histórico. Considero, sin embargo, q u e sí se p u e d e
ideal evangélico de justicia. No es extraño q u e en los análisis afirmar q u e determinadas políticas sociales y económicas
sobre la cultura política realmente existente en los movimien- guardan mayor afinidad con los valores de fondo del cristia-
tos y c o m u n i d a d e s cristianas de base siempre se detecte u n a nismo que otras e incluso que algunas de éstas intentan explí-
especie de fijación en el tema de los pobres. Es lógico que los citamente inspirarse en el cristianismo, a u n q u e n o legitimar-
colectivos socializados en el cristianismo originario tengan se por él.
u n a mentalidad que lleva a ver la vida desde la óptica de los
Pienso que la primacía de los últimos debería llevar a dar
últimos, pues, como dice Benedetti, "todo es según el dolor
prioridad a las políticas de solidaridad internacional (Díaz-Sala-
con que se mira". Esta mentalidad evangélica es crítica con la
zar: 1996): cooperación para el desarrollo, r e n e g o c i a c i ó n /
existencia de culturas y políticas alejadas de la lucha contra
condonación de deuda externa, comercio justo, democratiza-
la exclusión social y la injusticia internacional.
ción y derechos h u m a n o s , desarme para el desarrollo, pre-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

vención de conflictos, físcalidad para la redistribución de la ri- nomía a través de leyes q u e con suficiente respaldo popular
queza norte-sur, etc. n La construcción del internacionalismo so- obligaran a destinar la riqueza a la satisfacción de u n a necesi-
lidario requiere la práctica de u n nuevo pacifismo que vincule dad tan básica como es el empleo o a obtener recursos suficien-
el tema del gasto militar, la política de exportación de arma- tes para financiar la política social destinada a aquellos que n o
mentos y el empobrecimiento del sur. Es muy lamentable que p u e d e n integrarse en el mercado de trabajo. La fortísima críti-
ningún partido socialista europeo haya planteado dentro de la ca evangélica a los ricos y al uso exclusivo y excluyente de las ri-
OTAN el tema del dividendo de paz, es decir, la reducción sos- quezas p u e d e ser u n ingrediente muy a d e c u a d o para forta-
tenida de u n porcentaje del gasto militar y la reorientación de lecer la necesaria cultura y opinión pública q u e requiere la
éste para hacer posible el desarme para el desarrollo. democracia económica. Los últimos planteamientos de la Doctri-
Por lo que respecta al norte, es necesario también profun- na Social de la Iglesia pueden prestar una valiosa ayuda para al-
dizar las políticas de lucha contra la exclusión social, funda- canzar este objetivo. En u n libro que estoy preparando aborda-
mentalmente dos: rentas de inserción o salario social y repar- ré su contribución a la construcción de u n nuevo socialismo.
to del tiempo de trabajo. Estas políticas deben insertarse en La primacía de los últimos n o sólo afecta a los derechos so-
u n proceso de construcción europea que dé más relevancia a ciales de los ciudadanos de dentro y fuera de nuestras fronte-
la dimensión social y que vaya más allá de la mera convergen- ras, sino a los derechos de las generaciones venideras. Estos úl-
cia económica; en esta línea hay que detener cuanto antes el timos en el tiempo también deben ser contemplados a la hora
proceso de precarización del empleo mediante nuevas leyes de adoptar determinadas políticas sociales y económicas. En
laborales que protegan más a los trabajadores, especialmente esta línea, la izquierda debería plantearse los temas del aborto
a los jóvenes. y de la regulación ecológica de nuestro crecimiento tenien-
La pasión por la primacía de los últimos debe alentar la bús- d o en cuenta los derechos de esos últimos. Tiene u n a lógica
queda de u n a democracia económicaa través de medidas que pro- el hecho que la sensibilidad cristiana rechace la argumenta-
fundicen la redistribución de la riqueza como pueden ser u n a ción predominante en la izquierda en el tema del aborto, den-
físcalidad más progresiva y el establecimiento de fondos de in- tro de la cual se mezcla el tema de la despenalización con el de
versión empresarial para destinar las plusvalías, beneficios y unos derechos de propiedad sobre el cuerpo que reproducen
parte de los a u m e n t o s salariales a la creación de empleos di- en ocasiones lo peor de la argumentación capitalista sobre el
rectos. Ciertamente, la profundización y expansión de la de- d e r e c h o de p r o p i e d a d de los medios de producción. Desde
mocracia a través de la adopción de políticas específicas d e esta sensibilidad, se piensa q u e n o se da la relevancia debida
democracia económica va. a crear fuertes enfrentamientos con los a los derechos del último, en este caso, la criatura viviente
poderes económicos. Hasta ahora los demócratas han sido ca- en proceso. Se cree q u e la vida empieza a p e r d e r valor cuan-
paces de subordinar el poder militar al poder político, pero n o d o u n a sociedad empieza a equiparar al aborto con u n o de
ha ocurrido lo mismo con el poder económico. Como dije en los posibles métodos de anticoncepción y se considera q u e no
el primer capítulo, estamos ante un gobierno económico delapolí- existe mucha coherencia entre la defensa ecológica de toda
ticay por ello se da la paradoja de q u e aumenten los beneficios especie y el desprecio o la ausencia d e argumentación sobre
y plusvalías y n o crezca el empleo o que sean las medianas y pe- los derechos del viviente que se va a sacrificar 12. Por lo que
queñas empresas las que creen más puestos de trabajo. El pro- respecta a los derechos de los otros últimos (las generaciones
blema del paro va a obligar más tarde o temprano a enfrenta- venideras), la izquierda debería regular ecológicamente la po-
mientos entre la parte (poder económico) y el todo social. La lítica de crecimiento y trabajar culturalmente contra los hábi-
lógica democrática debería llevar a un gobierno político de la eco- tos de consumo imperantes en nuestra sociedad.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

de vida de "pobreza de otro tipo", podríamos decir. U n a po-


breza que, ante todo, da felicidad y, por ello, es u n a dicha,
Pobreza evangélica y ascética ecosocialista: u n a bienaventuranza.
la regulación ecológica de la sociedad Este tipo de pobreza evangélica proclamada en el texto de
y del comportamiento humano Mt. 5, 3 es el de la pobreza después de la liberación del em-
pobrecimiento y, también, el de la actitud de fondo mientras
La liberación de los empobrecidos y la primacía de los últi- se lucha contra la miseria. N o olvidemos que p o r debajo de
mos son centrales en los Evangelios. Ahora bien, paradójica- toda lucha de liberación existen unas expectativas sobre lo
m e n t e , la lucha contra la pobreza y la opresión coexiste en el qué será el estilo de vida "el día después", lo cual p u e d e expli-
cristianismo originario con la exaltación de la pobreza c o m o carnos ciertos comportamientos burgueses de determinados
virtud. En estas páginas voy a exponer, desde u n a perspectiva revolucionarios, u n a vez q u e se ha alcanzado la victoria. Los
fenomenológica, el sentido y alcance de la pobreza como va- textos de Le. 6, 20 y Mt. 5, 3 son complementarios, pues am-
lor proclamado p o r el Evangelio. bos se refieren claramente a los destinatarios preferentes del
Como ya vimos en el apartado anterior, en el Evangelio se- Evangelio de la liberación: los pobres; es más, los miserables
g ú n san Lucas se proclama q u e el Reino de Dios les pertene- considerados desde u n p u n t o de vista socio-económico. En
ce a los pobres y ello justifica q u e se les declare dichosos o Le. 6, 20 se acentúa más el cambio de su situación en el Reino
bienaventurados, ya q u e ese Reino va a introducir la justicia de Dios, y p o r ello su proclamación de dichosos se relaciona
y la liberación y, p o r tanto, los pobres van a dejar de serlo, es con la maldición de los ricos, y en Mt. 6, 20 se destaca la acti-
decir, van a salir de la opresión y la dominación en la q u e se tud interior q u e h a n de tener los seguidores de Jesús.
encuentran. Los exegetas coinciden en que el texto evangéli- Hay que tener en cuenta que las Bienaventuranzas n o son
co de Le. 6, 20 se refiere a los pobres en el sentido económico; sólo proclamas de liberación social, sino también invitaciones
sin embargo, el texto paralelo del Evangelio según san Mateo a la felicidad y a la dicha. Leídas literalmente y sin adentrarse a
(Mt. 5,3) se proclama bienaventurados a los "pobres por el/ desentrañarlas fenomenológicamente son expresiones de ma-
su espíritu" (traducción literal). ¿Qué significa este añadido soquismo en el Evangelio según san Mateo y de venganza so-
del evangelista Mateo? Para r e s p o n d e r a esta p r e g u n t a hay cio-económica en el Evangelio según san Lucas. La dimensión
q u e tener en cuenta que la expresión escrita del cristianismo de liberación ya fue explicada en el apartado anterior dedica-
originario aparece en cuatro evangelios que transmiten a co- d o a la primacía de los últimos. Ahora quisiera señalar el tipo de
munidades específicas el mensaje del único Evangelio (vida, felicidad que quiere proclamar el evangelista Mateo: u n a vida
mensaje y prácticas) de Jesucristo. Mientras q u e el evangelis- n o centrada en la acumulación de riquezas. Por eso, según el
ta Lucas relaciona el Reino de Dios con situaciones concretas Evangelio, n o se libera a los pobres para que se conviertan en
de empobrecimiento y opresión, el evangelista Mateo subra- nuevos ricos, sino para que pueda surgir u n tipo de ser huma-
ya las nuevas actitudes y comportamientos d e aquellos q u e n o que n o p o n g a como centro de su energía vital la posesión
quieran e n t r a r en el Reino de Dios. El añadido "por el o p o r compulsiva de más y más bienes. Por eso, la segunda parte de
su espíritu" indica que la liberación del e m p o b r e c i m i e n t o y la bienaventuranza proclama que ésos (los pobres por/el espí-
de la opresión n o significa q u e los q u e antes eran pobres ritu) "tienen a Dios por rey". Es ciertamente u n a actitud d e re-
ahora, p o r fin, ya p u e d e n ser igual de ricos que los de siem- ligiosidad: lo sagrado para ellos es Dios y su voluntad (bienes
pre. Desde la perspectiva del Evangelio, la salida del e m p o - compartidos como premisa objeúva de verdadera fraterni-
brecimiento y la miseria debe servir para a d o p t a r u n m o d o dad) y n o la acumulación de dinero y riquezas.

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

Las traducciones españolas del Nuevo Testamento q u e se Hasta ahora he presentado la pobreza evangélica como
h a n realizado en los últimos años intentan expresar el senti- pobreza con espíritu y como m o d o de vida que se elige, por el
d o original de "por e l / s u espíritu" y evitar el sentido espiri- que se decide u n o , pero ¿qué entiende el Evangelio por po-
tualista —falso desde la intencionalidad primitiva del texto— breza?, ¿cuál es el contenido que le otorga el cristianismo ori-
q u e d u r a n t e decenios se h a atribuido a la expresión "pobres ginario? En Mt. 6,19-34 aparece u n texto que desarrolla y lle-
efe espíritu", es decir, u n tipo de personas cristianas q u e po- na de contenido la bienaventuranza sobre la pobreza:
dían centrar su vida en poseer más y más bienes y riquezas,
siempre que mantuvieran actitudes de humildad ante Dios No acumuléis riquezas en la tierra... donde está tu riqueza,
y u n cierto desprendimiento económico a través de prácticas allí estará tu corazón. El ojo suministra luz a todo el cuerpo: por
caritativas puntuales. Las traducciones más recientes vierten tanto, si tus miras son generosas, todo tu cuerpo será luminoso;
en lengua castellana el texto original en los siguientes térmi- pero si tus miras son tacañas, todo tu cuerpo será tenebroso. Ysi
nos: "pobres en el espíritu"(Guijarro y otros: 1992),"pobres tu fuente de luz está a oscuras, ¡qué terrible oscuridad! Nadie
de corazón" (Alonso Schókel: 1993), "pobres con espíritu" puede estar al servicio de dos amos, pues o odia a uno y ama al
(Ellacuría: 1990), "los que eligen ser pobres" (Mateos: 1987). otro o apreciará a uno y despreciará al otro. No podéis estar al
Todas ellas quieren subrayar q u e el a ñ a d i d o del evangelista
servicio de Dios y del Dinero... ¿No vale más la vida que el sus-
Mateo significa q u e n o se bendice la situación de pobreza,
tento, el cuerpo más que el vestido? ...Buscad ante todo el reina-
sino que se invita a crear u n a nueva actitud en el interior vital
do de Dios y su justicia, y lo demás os lo darán por añadidura.
y en el c o m p o r t a m i e n t o e x t e r n o de los hombres: ser p o b r e ,
t e n i e n d o p o r d e n t r o u n espíritu-valor d e t e r m i n a d o . Consi-
El primer sentido de la pobreza evangélica es el de la opo-
d e r o q u e la traducción de J. Mateos, si bien tiene el peligro
sición a la acumulación de riquezas y bienes. Este tipo de acu-
de desvirtuar el sentido original sobre el tipo de destinatarios
mulación crea alienación e injusticia. Aliena p o r q u e se p o n e
(los pobres socio-económicos que lo son, n o los q u e p u e d e n
el corazón en un fetiche (dinero) q u e deshumaniza. Genera
permitirse el lujo de optar por serlo), p u e d e ser muy útil para
injusticia porque provoca comportamientos personales e ins-
q u e e n nuestra cultura captemos el alcance y la actualidad
titucionales centrados en acaparar bienes escasos (riquezas).
de este texto de Mt. 5, 3 que es clave para c o m p r e n d e r el men-
Esta orientación del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o provoca u n
saje del cristianismo originario 13. La traducción "dichosos los
m u n d o sin luz: o s c u r i d a d / t a c a ñ e r í a / r a p i ñ a / a p r o p i a c i ó n ex-
q u e eligen ser pobres" claramente choca con los valores de la
clusiva frente a luminosidad/generosidad/compartir los bie-
cultura d o m i n a n t e en nuestros días.
nes. Elegir ser p o b r e con espíritu y de corazón es optar p o r
La elección de la pobreza evangélica conlleva prácticas vivir en el espíritu de la donación y del compartir, que es el
d e liberación de los empobrecidos y oprimidos y adopción de espíritu del Reino de Dios; p o r ello sólo los que tienen estas
d e t e r m i n a d o s estilos de vida. Lo primero es necesario para miras, es decir, los que se plantean la vida de esta m a n e r a
q u e los que están empobrecidos p u e d a n elegir ser pobres (compartir frente a acumular) p u e d e n pertenecer al Reino de
desde una situación de liberación. Los que n o son pobres h a n Dios y considerarse miembros suyos. Los q u e eligen acumu-
d e elegir serlo, si quieren p e r t e n e c e r al Reino, t e n e r a Dios lar riquezas se sitúan fuera del Reino de Dios y, p o r tanto, n o
p o r Rey y alcanzar la felicidad del Reinado de Dios. La di- reciben Bienaventuranzas, sino Malaventuranzas (Le. 6, 24-
mensión religiosa de la pobreza evangélica es clara y se sitúa 25). Esta es la vía de felicidad q u e el Evangelio p r o p o n e :
en las antípodas del d i n e r o c o m o el dios verdadero y real- frente a la búsqueda del gozo en la acumulación, el encuen-
m e n t e existente. tro con la dicha en la generosidad y el compartir todo lo q u e

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

se es y se tiene. De esta forma, desde el cristianismo origina- dicó a acumular bienes y ante su m u e r t e se proclama la nece-
rio justicia y felicidad se encuentran, pues su p u n t o de vincu- d a d d e ese tipo de vida:
lación n o es la distribución equitativa, sino la relación frater-
nal y amorosa. ¡Atención!, guardaos de cualquier codicia, que, por más
En la disyuntiva luz-oscuridad, acumulación excluyente- rico que uno sea, la vida no depende de los bienes... Dios le dijo
generosidad solidaria se establece claramente la antinomia (al rico): ¡Necio! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién va
reinado de Dios-reinado del Dinero. El texto evangélico es a ser todo lo que has acaparado? Así le sucede a quien acumula
claramente antiespiritualista y n o concede ningún tipo de con- para sí, en lugar de hacerse rico ante Dios... vosotros no andéis
ciliación: la sacralidad de Dios se o p o n e a la sacralidad del buscando qué comeréis ni qué beberéis; no estéis ansiosos. Por
dinero, a la constitución de éste en soberano de la vida y prin- todo eso se afana la gente del mundo, pero vuestro Padre ya
cipio de regulación de toda la existencia. Por eso, las energías sabe lo que necesitáis. Buscad más bien su reino, y él os dará lo
h u m a n a s n o d e b e n centrarse obsesivamente en las necesida- demás. No temáis... Vended vuestras posesiones y dad limosna.
des de sustento y vestido, pues la vida y el c u e r p o n o p u e d e n Acumulad aquello que no pierde valor, tesoros inagotables en
reducirse a algo tan primario. Se trata de construir el reinado el cielo, donde ni el ladrón se acerca ni la polilla roe. Porque
de Dios y su justicia: u n nuevo tipo de relaciones sociales en donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
el q u e el centro sagrado n o sea la acumulación de dinero,
pues entonces éste es el Dios realmente existente. En los Evan- La crítica a la acumulación p r o p i a de los ricos se comple-
gelios el rival de Dios n o es el ateísmo o el paganismo, sino la menta en este texto con la propuesta "hacerse rico ante Dios".
idolatría: "Mamón es el dios del dinero, de la codicia: rival in- La pobreza evangélica es u n a forma alternativa de riqueza,
conciliable del Dios verdadero. La codicia (acumulación) es de plusvalor. El texto la concreta: desposeerse y repartir o
idolatría. El codicioso n o posee, sino q u e es poseído p o r sus compartir lo que se tiene. C o m o afirmaJ. Mateos, según este
bienes y sus ansias. El Evangelio c o n d e n a el afán excesivo de texto "para Dios es rico quien se desprende de lo que tiene" y
seguridad" (Alonso Schókel: 1993, 233). La fe, el a m o r y la lo reparte y comparte. Esto será posible si n o se está obsesio-
fidelidad a Dios c o m o lo único sagrado aparecen en el texto n a d o ("no estéis ansiosos") p o r las necesidades primarias,
evangélico c o m o fuerza/espíritu para desarrollar u n a vida en el sentido de n o centrar la vida en el materialismo del con-
centrada en el compartir riquezas y n o en la acumulación sumo incesante. Hay que dar más valor — p o n e r el corazón—
de éstas de m o d o excluyente. a la construcción del Reino y su justicia. Según los exegetas
Existen otros textos en los Evangelios q u e ejemplifican de y especialistas en el lenguaje oriental, n o p u e d e e n t e n d e r s e
u n m o d o más gráfico el sentido de la pobreza propio del cris- este texto como u n a invitación a la despreocupación por ven-
tianismo originario. En Le. 12,13-34 aparece laparábola delrico cer la miseria y satisfacer necesidades esenciales para todo
necio y otras enseñanzas sobre la actitud ante la riqueza y los colectivo h u m a n o 14. No es éste un texto propio de u n a reli-
fines de la vida. En un contexto de advertencias contra centrar gión quietista o providencialista. Se trata de u n conjunto de
la existencia en acaparar bienes y buscar ante todo la seguri- advertencias sobre las finalidades que han de regir la vida. Lo
dad, el evangelista insiste en presentar la pobreza como actitud q u e son bienes y medios de subsistencia n o p u e d e n conver-
de desprendimiento, confianza en Dios y entrega a construir tirse en la finalidad de la vida. Hay q u e vivir para otra cosa: el
la justicia del Reino de Dios, a u n q u e esto conlleve inseguri- compartir los bienes y el a m o r m u t u o .
dades y riesgos. Con el peculiar g é n e r o literario d e los Evan- Frente al rico necio, los Evangelios muestran el ejemplo
gelios se n a r r a la parábola de u n h o m b r e rico que sólo se de- de u n personaje que asume la bienaventuranza de la pobre-

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LA IZQUIERDA Y F.I, CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

za n o c o m o coerción moral imperativa, sino c o m o acepta- problemas requiere u n a peculiar ascética, en el sentido we-
ción d e la invitación a vivir de otra manera, como m e d i o de beriano, y la generación de u n sistema específico de virtudes
ser feliz. En Le. 19,1-9 aparece otro rico, se trata d e Zaqueo, morales. Para empezar, hay u n o q u e m e parece decisivo y
u n r e c a u d a d o r d e impuestos y, p o r tanto, u n a persona muy q u e se p u e d e sintetizar del siguiente m o d o : la izquierda n o
odiada p o r el p u e b l o . Después de u n diálogo con Jesús, Za- p u e d e avanzar más p o r q u e se encuentra en u n espacio cultu-
q u e o afirma lo siguiente: "La mitad de mis bienes, Señor, se ral d o m i n a d o p o r los valores de la antropología burguesa o
la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo modo burgués de ser y estar en el mundo. Esos valores configuran
restituiré cuatro veces". Jesús le contestó: "Hoy h a llegado la las expectativas, deseos y d e m a n d a s de la burguesía tradi-
salvación a esta casa... el Hijo del H o m b r e ha venido a buscar cional, de las nuevas clases medias y de amplios sectores de
lo q u e estaba p e r d i d o y a salvarlo". la nueva clase obrera. La política n o opera exclusivamente so-
Lo más intereseante, desde la fenomenología del cristia- bre u n marco económico y social, ya que el ámbito cultural es
nismo originario que estoy abordando, es la conexión entre determinante. Desgraciadamente, la izquierda ha descuidado
salvación —centro de todas las religiones— y repartir/com- la acción de transformación ético-cultural y hoy se encuentra
partir los bienes. Es más, la conversión de un pecador público ante el h e c h o de que en u n marco cultural burgués n o p u e d e
—así consideraban los judíos a los recaudadores de impues- avanzar y toca techo; ya q u e existe lo que algunos analistas
tos para el p o d e r r o m a n o — pasa p o r este uso de los bienes y centroeuropeos d e n o m i n a n u n "temor al rojiverde". Este te-
n o por la proclamación de u n a verdad religiosa o el ingreso m o r o, al menos, reticencia a u n cambio radical tapona pro-
en u n a institución confesional. Su posesión de riquezas era puestas alternativas y c o n d e n a a la oposición y hasta la margi-
indicador de que "estaba perdido". El rico que se empobrece nalidad a formaciones políticas con proyectos y programas
libremente (da nada menos que la mitad de sus bienes) en- políticos de izquierda bastante innovadores. Es más, c u a n d o
cuentra la felicidad y la salvación. El cristianismo originario la izquierda quiere asegurarse llegar al p o d e r la izquierda tie-
proclama que cuando las personas comparten sus bienes con n e q u e desnaturalizarse y convertirse d e h e c h o en centro.
los empobrecidos entonces es cuando se enriquecen. El dilema m e parece que es éste: pasar del socialismo clási-
co al socialismo liberal para practicar u n liberalismo sociali-
zante o incluir en el trabajo político la acción de transforma-
La superación de la cultura ción ético-cultural para construir u n sujeto postburgués que sea
burguesa d e la satisfacción y la la base social de u n a izquierda verdaderamente nueva. Si esta
creación d e u n sujeto postburgués tarea n o se realiza, en vez de alumbrar el ecosocialismo y el in-
ternacionalismo como futuro de la izquierda, podremos ver el
La pobreza evangélica crea u n a nueva escala de valores espectáculo de cómo el liberalismo social fagocita al socialis-
antropológicos, establece u n a nueva finalidad para la vida mo. De hecho, los gobiernos socialistas europeos, ¿han h e c h o
personal y colectiva, introduce u n principio d e crítica q u e algo más que liberalismo social? Por otro lado, difícilmente el
afecta a las bases sociales y culturales de t o d o sistema d e or- ecosocialismo y el internacionalismo van a avanzar y salir de su
ganización económica y p r o p o n e u n camino d e felicidad. marginalidad si se contentan con hacer programas cada vez
Considero que los valores antropológicos q u e h e m o s po- más coherentes y olvidan este trabajo de transformación éti-
dido ver en la anterior fenomenología de la pobreza evangé- co-cultural.
lica p u e d e n conectarse con algunos de los problemas centra- La h e g e m o n í a de la cultura burguesa es hoy u n o d e los
les que tiene planteados la izquierda. La resolución de estos principales baluartes del capitalismo y constituye u n c o m p o -

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RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

nente básico del dominio del neoliberalismo. Ya Gramsci afir- mente, estos casos n o son generalizables, pero m e parece que
m ó e n los primeros años treinta q u e el americanismo (modelo son el e x p o n e n t e exagerado al que lleva la lógica de la acep-
e c o n ó m i c o y cultural prototípico de EE UU) se podía con- tación de los principios del "enriqueceos" y el olvido de la cul-
vertir en la fase superior del capitalismo. Así h a sido y, como tura de la austeridad propia de los orígenes de la izquierda.
vimos en el capítulo I, esa cultura burguesa centrada en tor- La separación e n t r e virtud privada y virtud pública y la adop-
n o al mayor c o n s u m o y posesión de bienes constituye el ce- ción de estilos de vida propios y específicos de la burguesía
m e n t o q u e unifica y articula al todo social g e n e r a n d o u n con- p o r parte de tantas gentes de izquierda termina creando u n
senso básico sobre el m o d e l o de vida al que todas las fuerzas caldo de cultivo q u e hace posible q u e dirigentes cualificados
h a n d e plegarse. Esta tendencia q u e marca las actitudes y de izquierda t e r m i n e n en la apoteosis de lo c o r r u p t o 16.
c o m p o r t a m i e n t o s colectivos dificulta toda propuesta políti-
ca q u e incluya u n a alternativa a ese consenso socio-cultural. La cultura burguesa en la que se asienta el capitalismo ad-
Los valores burgueses son los q u e estructuran en la actuali- quiere su legitimación a través de u n a práctica inédita en la
d a d la vida colectiva y si, como decía Nietzsche, el burgués es el historia hasta hace muy pocas décadas: el consumo de masas.
último hombre, todo está p e r d i d o para la izquierda 15. Este consumo requiere u n sistema de producción de bienes y
de acaparación de materias primas q u e c o n d u c e irremedia-
Galbraith en su ejemplar libro La cultura de la satisfacción b l e m e n t e a la crisis ecológica. Es necesario destacar la gran
ha expuesto con u n a claridad y radicalidad extraordinarias conexión existente entre el c o n s u m o de masas y la expolia-
este problema. El capitalismo se consolida hoy día, en gran ción y deterioro del m e d i o ambiente a través de u n peculiar
medida, gracias a la existencia de mayorías satisfechas y al industrialismo q u e es c o n t i n u a m e n t e reactivado p o r los estí-
h e c h o d e q u e los excluidos de la sociedad capitalista buscan mulos a consumir más y más 17. Todo este sistema requiere la
más la integración en ésta q u e la superación de la misma. creación de u n sistema de necesidades artificiales. Este mo-
Galbraith considera q u e esta sociedad es nacional e interna- delo de vida alentado p o r la cultura burguesa del capitalismo
cionalmente estructuralmente injusta y deshumanizadora, requiere además acaparar energías que son universales y sus-
pero n o existe u n a base social suficiente para luchar contra la traerlas a bajo precio de m u c h o s países del sur m e d i a n t e sis-
cultura de la satisfacción. La superación de ésta requiere "una temas diversos de explotación. Y todo ello p a r a asegurar u n
nueva visión de la sociedad" (Galbraith: 1992, p . 184). Con- bienestar creciente a u n reducido porcentaje de la población
sidero, c o m o p o d r e m o s ver más adelante, q u e la difusión de mundial que tiene un m o d o de vivir n o universalizable y, p o r
la cultura de la pobreza evangélica p u e d e ser u n factor muy im- tanto, p r o f u n d a m e n t e injusto. Tengamos e n cuenta q u e , se-
portante para esta labor contracultural. La pasión evangéli- g ú n datos del PNUD, los habitantes de los países ricos q u e
ca por la primacía de los últimos p u e d e ayudar a desplazar y sólo constituyen el 20 p o r ciento d e la población m u n d i a l
superar la pasión p o r el d i n e r o que, según Sombart, consti- consumimos el 70 por ciento de la energía mundial, el 75 p o r
tuye el corazón de la cultura burguesa. ciento de los metales, el 85 p o r ciento de la m a d e r a y el 60
El poder de la cultura burguesa, que se basa ante todo en p o r ciento de los alimentos. Si el tipo de vida d e u n ciudada-
el individualismo posesivo de todo tipo de riquezas y bienes, h a n o m e d i o de cualquier país rico tuviera que ser el m o d e l o de
penetrado también en las filas de la izquierda. Los fenómenos vida d e todos los habitantes del m u n d o , el planeta se colap-
de corrupción presentes en diversas organizaciones políti- saría. Por ello I. Ellacuría, el filósofo y teólogo de la libera-
cas de la izquierda europea, especialmente en Italia y España, ción asesinado en El Salvador, puso el d e d o en la llaga cuando
n o se deben exclusivamente a la existencia de gentes inmo- afirmó que si se quería justicia a nivel internacional había
rales y sin principios, u n a especie de incontrolados. Cierta- q u e construir u n a civilización de la pobreza, p u e s la salida de

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la miseria de los más requiere u n m o d e l o d e vida más auste- tir. El sujeto burgués es u n sujeto alienado, es el poseedor po-
ro d e los que son m e n o s pero acaparan las riquezas. seído. Lo p e o r de la cultura burguesa es que inmuniza frente
La izquierda tiene que asumir esta t r e m e n d a realidad: la al dolor ajeno, genera u n a m e n t e ciega ante el sufrimiento de
injusticia ecológica y social que conlleva el tener como sim- los excluidos, crea u n a especie de corazón de uralita d o n d e
ple objetivo otorgar más bienestar m e d i d o como más capaci- el sufrimiento ajeno resbala y n o penetra, instala en u n a ino-
dad adquisitiva para consumir. Por eso, n o hay más salida cencia social falsa q u e n o es otra cosa q u e u n cainismo pasivo
q u e construir u n ecosocialismo internacionalista que alumbre ("¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?"). El sujeto bur-
otro m o d o de producir, consumir y vivir. El paradigma ya n o gués vive en u n "sueño de cruel inhumanidad" (Sobrino: 1993,
p u e d e ser el bienestar, sino el mejor vivir con m e n o s consu- 11). La polarización de sus energías en conseguir más y más
m o y acumulacuión de bienes y riqueza. confort le impide abrirse a aquellos que sufren la pobreza.
Se impone n o sólo la regulación ecológica de la economía, La crítica evangélica a las riquezas y la invitación a la despo-
sino la del c o m p o r t a m i e n t o h u m a n o a nivel colectivo y per- sesión y a la práctica de la pobreza se realizan en aras de la
sonal; como afirma R. Sánchez Ferlosio, n a d a cambia, si n o construcción de la fraternidad. La pobreza evangélica n o es
cambian los dioses q u e rigen la vida. Para ello es necesario u n fin en sí misma, es u n a de las vías del encuentro justo, igua-
profundizar en la crítica a la antropología burguesa desde el litario y fraterno entre poseedores y desposeídos. Como dice
prisma de la pobreza evangélica. Este tipo de antropología se E. Mounier —el mayor crítico de la cultura burguesa que co-
basa en u n m o d o de ser y estar en el m u n d o . W. Sombart en nozco—, lo peor del dinero es que separa: "Separa a los hom-
su obra El burgués analizó muy bien las mentalidades y las vir- bres comercializando toda relación, falseando las palabras y
tudes burguesas propias de la civilización capitalista 1 8 . Perso- los comportamientos, aislándoles sobre sí mismos, lejos de los
nalmente h e presentado en otro libro las características ac- reproches vivos de la miseria. (Mounier: 1967,56-57).
tuales del modo burgués de ser y estar en el mundo en los términos Como vimos en el capítulo anterior, ya Marx en La cuestión
siguientes: judía destacó la importancia de la lucha contra lo q u e deno-
minó el "espíritu de la sociedad burguesa". Desgraciadamen-
Un estilo de vida centrado en la obtención de seguridad te, la izquierda en su desarrollo histórico q u e d ó prisionera de
económica, la acumulación de bienes, el familismo cerrado, el u n economicismo q u e basaba la acción contra el capitalismo
rechazo del compromiso político directo, la inhibición ante la exclusivamente en medidas de tipo económico. El espíritu de la
injusticia ajena, la polarización de todas las energías en con- sociedad burguesa q u e d ó libre y t e r m i n ó infiltrándose d e n t r o
quistar el mayor grado de confort y consumo. Este modo de ser de bastantes de los que atacaban su fundamento económico.
y estar en el mundo, una vez que ha sido introyectado, inmuni- De poco valieron las enseñanzas d e Gramsci sobre "el bur-
za frente a la injusticia y el dolor ajeno e inserta a sus miembros gués al acecho" 19 o las posteriores de Pasolini sobre la cultu-
en un estado de inocencia social. El modo burgués de ser y es- ra burguesa c o m o enfermedad social.
tar en el mundo, en la medida en que está regido por el indivi- A la luz de los textos evangélicos q u e presenté al comienzo
dualismo posesivo, consútuye un obstáculo fortísimo para la so- de este apartado, la cultura burguesa queda criticada y desva-
lidaridad. (Díaz-Salazar: 1996, 74). lorizada. La pobreza evangélica insta a una lucha contra la cul-
tura de la satisfacción basada en el reinado del dinero y del con-
La cultura burguesa constituye u n a antropología de domi- sumismo. Desde el cristianismo originario, "el q u e n o elige
nación y posesión que se halla en las antípodas de la antropo- contra el Dinero, n o tiene a Dios p o r rey" 20 . Los valores de
logía evangélica de la desposesión de bienes para el compar- fondo del Evangelio constituyen u n rechazo del dinero, el

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p o d e r y el dominio de los otros como cimientos de la sociedad. prepolítico (aspiraciones, valores, deseos, demandas) y el de
La acumulación excluyente de riquezas y bienes q u e es la la política. Esta actividad se e n t i e n d e la mayor parte de las
esencia del capitalismo es p r o f u n d a m e n t e an ti evangélica. veces de u n m o d o muy simple y craso, como u n conjunto de
La cultura del cristianismo originario relaciona la elección propuestas y acciones para satisfacer las d e m a n d a s de los ciu-
de la pobreza y la lucha política contra el empobrecimiento. dadanos. Sin embargo, en u n a sociedad capitalista moldea-
Es la instauración progresiva de u n a economía inspirada en d a por la cultura burguesa hay que plantearse la cuestión de
la virtud evangélica de la c o m u n i ó n de bienes la q u e d e b e cómo se crean y forman los deseos, las d e m a n d a s y las nece-
asegurar el lujo de p o d e r elegir entre pobreza (vía de realiza- sidades ciudadanas a las que luego la política debe servir me-
ción) y riqueza (vía de alienación), según la perspectiva cris- diante respuestas concretas. Si la acción política interviene
tiana originaria. siempre en u n segundo m o m e n t o , es decir, a posteriori de la
configuración de las necesidades y d e m a n d a s inducidas p o r
la cultura burguesa, se verá prisionera de ésta y n o p o d r á
El bienestar, ¿el objetivo de la izquierda? avanzar; al contrario, tendrá q u e estar al servicio de esa cul-
tura. Las dificultades para el refuerzo de la política fiscal,
La crítica que vengo desarrollando a la cultura burguesa, ecológica y de solidaridad internacional vienen, en gran par-
desde los valores del cristianismo originario, obliga a plantear te, p o r aquí. U n a sociedad culturalmente burguesa n u n c a
el tema de si la finalidad de la emancipación es el bienestar o aceptará u n a política que vaya en contra del m o d o de vida
lo q u e E. Mounier d e n o m i n a b a la libertad espiritual (ser fren- propio del individualismo posesivo.
te a t e n e r ) ; es decir, la superación de la miseria, la escasez y La izquierda tiene que plantearse desde qué antropología
el empobrecimiento deben p o n e r las bases para la realización y para qué antropología realiza su política; y p o r eso, creo
espiritual del ser h u m a n o y n o conducir a u n nuevo tipo d e que es muy relevante la cultura evangélica de la pobreza. Ésta
esclavitud, la de la alienación propia del materialismo bur- n o es u n a cuestión exclusiva de filósofos, ni muchísmo menos.
gués 21 . R. Bahro, en esta línea, planteó en su libro La alter- Afecta a la elaboración de programas, leyes y presupuestos.
nativa el desarrollo de las necesidades emancipatorias de rea- No tiene m u c h o sentido luchar por u n a mayor igualdad para
lización frente a las compensatorias del m e r o consumo. La conseguir que todos p u e d a n ser igualmente burgueses. La
izquierda debe ser consciente de las contradicciones que ge- mezcla de igualitarismo socialista con antropología burguesa
nera el reducir sus objetivos a dotar a la ciudadanía de mayor produce engendros. No tiene m u c h a lógica actuar contra el
bienestar material. Hablo de reducir el objetivo; en m o d o algu- m o d o de producción del capitalismo burgués para insertar a
no, voy a defender el absurdo de n o luchar contra la pobreza, los ciudadanos e n la cultura del colectivo q u e h a c r e a d o ese
la exclusión social y otras lacras que impiden alcanzar la digni- sistema económico. La izquierda p u e d e terminar represen-
dad humana. El dilema es: luchamos para que todos podamos tando el papel del cazador cazado en su política de búsqueda
llegar a ser igualmente burgueses o aspiramos a otra cosa, a u n de apoyo en las nuevas clases medias, si n o es capaz d e reali-
impulsar u n a fase postburguesa del sujeto y la sociedad huma- zar en este sector social u n trabajo ético-cultural y convocarlo
na. Para ello se requiere u n a verdadera revolución antropoló- para construir u n a sociedad más solidaria.
gica, para la cual los planteamientos del cristianismo origina- No soy tan ingenuo como para ignorar q u e las gentes se
rio sobre el uso de los bienes son sumamente importantes. mueven primariamente por intereses y cálculos de beneficios
La izquierda, salvo excepciones, n o ha captado la profun- y bastante h e aprendido, al respecto, de la teoría de la elec-
da conexión que de h e c h o se establece entre el ámbito de lo ción racional y del llamado marxismo analítico. Ahora bien,

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también estoy convencido de q u e u n trabajo ético-cultural a dades, actitudes, voluntades y comportamientos determinan-
fondo es capaz de crear sujetos colectivos capaces de moverse tes en u n a sociedad. Si el desafío fundamental de nuestro
por motivaciones e intereses altruistas. Existen múltiples ejem- m o m e n t o histórico es construir u n a mayor solidaridad den-
plos de este tipo de comportamientos en diversas clases socia- tro y fuera de nuestras fronteras para luchar contra la pobre-
les. Evidentemente, c u a n d o la izquierda deja de hacer este za y la injusticia, transformar esta infrestructura consiste en
trabajo de transformación ético-cultural y ni siquiera busca configurar mentalidades, aspiraciones, deseos, necesidades,
alianzas y convergencias con las organizaciones que se dedican valores y acciones que rechacen el individualismo posesivo y si-
a esta tarea, irremediablemente tiene que dedicarse a conven- túen la pasión p o r la primacía de los últimos como u n objeti-
cer a las nuevas clases medias de que servirá sus intereses me- vo vital central. Esta pasión inspirada en la cultura evangélica
j o r que los partidos de centro o de derecha. De esta forma, los de la pobreza p u e d e convertirse en el corazón de la cultura
nuevos sectores pequeño-burgueses son convertidos en los ar- ciudadana a través de u n a educación de masas.
bitros supremos de u n a política reducida a conquistar el po- Ciertamente, este trabajo de transformación ético-cultu-
der de gobernar sea como sea. Este es el principio del fin de ral necesita u n a ascética, en el sentido weberiano que expuse
u n a izquierda, de la que sólo quedaría el nombre, pues de he- en el capítulo IV. Es decir, requiere u n a catarsis ciudadana,
cho sería u n a fuerza liberal con preocupaciones sociales. Lo u n cambio de sentido (Bahro), u n a reforma intelectual y mo-
más terrible es que muchos dirigentes de izquierda ya n o ven ral (Gramsci), en definitiva, una metanoiao conversión/cam-
problemático este final, pues el suyo es u n sueño burgués, por bio de actitudes y comportamientos, según el lenguaje evan-
utilizar la expresión de E. Mounier 22 . La izquierda, c u a n d o gélico. La producción capitalista de infantilismo, por utilizar
evalúa el resultado de sus políticas, debería tener más en cuen- u n concepto de Ivan Illich, está llevando a n o plantear a los
ta la tremenda conclusión a la que llegó Adorno: "Lo terrible ciudadanos cualquier propuesta que conlleve esfuerzo, sacrifi-
es que el burgués n o encontró un sucesor" 23. cio, ascesis, refuerzo de la voluntad para orientar las actitudes y
El desafío para la izquierda reside en actuar para que esta comportamientos por u n a dirección y n o por otra. Se intenta
constatación de A d o r n o n o se convierta en u n p u n t o final. vanamente, olvidando principios básicos del arte de educar,
La izquierda p u e d e construir un sujeto postburgués si se plantea hacer creer a la ciudadanía que todo se rige por el principio
u n trabajo prepolítico de transformación ético-cultural para del placer, cuando ningún cambio histórico importante se ha
crear las bases q u e apoyen determinadas políticas; p o r eso realizado sin u n a acumulación de vidas entregadas y abnega-
es tan importante la convergencia entre izquierda política, iz- das. N o se pasa del individualismo posesivo a la regulación eco-
quierda social e izquierda ético-cultural. La política cultural lógica de los comportamientos para u n a mayor solidaridad
de la izquierda debe incidir en la configuración de las men- sin u n a disciplina delyo, por utilizar u n término de Gramsci, sin
talidades, sentimientos y prácticas a través de la propuesta de u n despojamiento que produzca en Europa u n a "lu,cha revo-
determinados valores que vienen de diversas fuentes morales lucionaria contra nosotros mismos". (Metz: 1982, 47, 48).
y religiosas, especialmente del cristianismo originario. Eviden- N o se p u e d e construir esa alianza de fuertes en favor de
temente, n o p r o p o n g o que éste sea la fuente única, a u n q u e los débiles a la que apela P. Glotz e n el Manifiesto para una nue-
para el tema que nos ocupa la considero imprescindible. Este va izquierda europea sin instrumentos de coacción del indivi-
trabajo ha d e incidir en el cambio de la infraestructura cultu- dualismo posesivo, sin culturas capaces de e n g e n d r a r virtudes
ral de nuestra sociedad. postburguesamente socialistas. No se p u e d e ser solidario, por
La infraestructura culturales el conjunto de percepciones, ejemplo, con los problemas de fondo que revelan las oleadas
sentimientos y valores centrales q u e configuran las mentali- de trabajadores inmigrantes sin alterar el nivel de bienestar

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

La bienaventuranza de la pobreza n o está asociada a u n asce-


en Europa, en contra de lo que afirma ingenuamente u n par-
tismo de la privación p o r sí misma, sino a lo que el lenguaje ju-
tido de la izquierda española 24 .
dío d e n o m i n a la luminosidad del c u e r p o o, lo q u e en el nues-
En u n m u n d o tan asimétrico y con tantos abismos d e des-
tro, llamamos generosidad. Por eso, el Evangelio según san
igualdad, la solidaridad n o p u e d e ser u n a suma en la q u e to-
Mateo habla de pobres con espíritu, p o r que lo q u e hace ver-
dos ganan. Algunos tienen q u e asumir el perder, bien p o r la
daderamente h u m a n o s a los hombres y lo que otorga la verda-
vía de la coerción (algo bastante improbable, dada la correla-
dera felicidad es la donación, n o la acumulación exclusiva y
ción de fuerzas) o bien p o r la vía de la elección (algo posible
excluyente de bienes. Ese es el espíritu al q u e h a n de aspirar
si existe socialización intensa en las virtudes de la desposesión
ricos y pobres. Se trata de decidirse a vivir d e u n a u otra ma-
y la comunión de bienes como las contenidas en el cristianis-
nera.
m o originario). Son estas virtudes evangélicas las que quizá pue-
d a n dotar mejor de c o n t e n i d o a las virtudes socialistas y post- Los que eligen ser pobres son aquellos que h a n decidido n o
burguesas que necesita la izquierda. La lectura de biografías y dejarse dominar p o r la acumulación d e bienes y p o r el mayor
epistolarios de militantes del movimiento o b r e r o y de movi- grado de consumo y confort y n o quieren que su vida q u e d e
mientos de liberación nacional puede ser también un elemen- prisionera del materialismo burgués. Son personas que desean
to educativo muy importante para que las personas descubran invertir su vida en u n a tarea que vaya más allá del cultivo indi-
cuánto vale conseguir d e t e r m i n a d o s objetivos. vidualista del yo y h a n descubierto el altruismo c o m o camino
de felicidad. El ataque radical del cristianismo originario al
La revolución antropológica del rechazo a la acumulación
reinado del dinero está relacionado con la propuesta de feli-
excluyente de bienes es imprescindible tanto para el ecologis-
cidad basada en el a m o r m u t u o y n o se plantea desde u n pro-
m o como para el internacionalismo. U n a izquierda ecologista
yecto rigorista de vida. El relato del rico Zaqueo es sumamen-
e internacionalista sólo p o d r á avanzar si existen bases socia-
te paradigmático al respecto; c u a n d o comparte sus bienes es
les q u e asumen u n m o d o de ser h o m b r e q u e elige ser pobre, es
cuando encuentra la felicidad y la vida.
decir, que rechaza articular la vida desde el individualismo po-
sesivo. En este sentido, J. Cousteau afirmó con suma lucidez
que, d a d o el grado de deterioro mediambiental del planeta,
"después de la g u e r r a fría, necesitamos otra clase de revolu- U n a cultura del postmaterialismo:
ción, u n a revolución cultural, u n cambio fundamental en la "ser pobres con elegancia"
forma de pensar. Hoy nadie parece asumir la responsabili-
d a d del futuro" 25 . Para él, el cambio cultural h a de enfren- La bienaventuranza evangélica de los q u e eligen ser pobres
tarse a la generación de necesidades artificiales de c o n s u m o creo que está e n c o n t r a n d o en nuestros días u n t e r r e n o cultu-
generadas por el actual sistema de mercado, en el cual "todo ral afín en ciertos contenidos antropológicos del ecologismo
tiene u n precio, pero nada tiene valor". Estoy convencido q u e político centrados en la propuesta de "ser pobres con elegan-
sin u n sistema educativo que e n g e n d r e virtudes postburgue- cia" (Gaviria: 1981, 155-164); esto es, u n a vez cubiertas las ne-
sas será imposible salir del círculo riqueza-bienestar-consu- cesidades del tener, es mejor optar por desarrollar espiritual-
mo-deterioro ecológico. mente el ser y frenar el nivel de crecimiento de las necesidades
materiales. Ya en los años setenta E. Berlinguer, secretario ge-
El cristianismo originario puede ser u n a formidable ayuda
neral del PCI, hizo u n llamamiento a u n a vida colectiva con
para esta tarea de construcción del sujeto postburgués n o sólo
mayor austeridad. Las reflexiones de M. Enzensberger sobre
por su crítica a la acumulación de bienes, sino p o r q u e su pro-
la desposesión como lujo 26 y el surgimiento incluso en países
puesta de pobreza está vinculada a un camino d e felicidad.

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muy ricos de movimientos organizados de rechazo a un m o d o De u n m o d o sucinto y simplemente como aportación de en-
de vida centrado en trabajar más y más para conseguir u n ma- trada p a r a la b ú s q u e d a colectiva de respuesta a cuestiones
yor consumo constituyen indicadores de la emergencia de u n tan complejas, considero que los agentes deben ser múltiples:
nuevo talante cultural 2 7 . El postmaterialismo parece abrirse paso, familias, enseñantes, profesionales de los medios de comuni-
a u n q u e todavía muy lentamente (Inglehart: 1990). Su expan- cación social, miembros de movimientos sociales, comunida-
sión va a d e p e n d e r , en gran medida, del trabajo q u e se reali- des cristianas, sindicatos, partidos, etc.; es decir, todas las
ce en todos los ámbitos q u e configuran la cultura de masas. asociaciones de la sociedad civil q u e inciden en los procesos
La regulación ecológica de la sociedad y del comporta- de socialización y creación de mentalidades y actitudes. Por
miento h u m a n o desde la cultura evangélica de la desposesión eso, las organizaciones de izquierda h a n d e salir de su enfer-
n o tiene como finalidad el simple a u m e n t o de la calidad de miza y neurótica endogamia y estar más en contacto con los
vida de unas clases medias q u e de p r o n t o descubren q u e el g r u p o s sociales q u e realizan u n trabajo en el ámbito de la
postmaterialismo es más gratificante q u e el materialismo. Se transformación ético-cultural; en este terreno, destaca la la-
trata más bien de vivir de otra m a n e r a para que otros muchos bor realizada por muchos colectivos y movimientos cristianos.
q u e "sobremueren", según la expresión de E. Galeano, pue- Los medios de expresión abarcan todo tipo de entidades y ór-
dan vivir. La conexión entre consumo en el norte, e m p o b r e - ganos de comunicación social. Bases sociales ya existen y son
cimiento en el sur y nueva distribución de la riqueza mundial expresión de u n a izquierda social y cultural bastante activa,
es determinante. En este sentido, es necesario u n e n c u e n t r o p e r o muchas veces las que son más afines a los planteamien-
entre el ecologismo de los pobres del sur y el ecologismo q u e tos aquí formulados m a n t i e n e n u n a actitud de rechazo a las
se reivindica en los países del n o r t e . Todo ello con vistas a formaciones políticas por la poca sensibilidad que tienen ante
crear u n a nueva u r d i m b r e moral, u n a sociedad asentada so- esta temática. Por lo que respecta a la formulación político-
bre valores morales n o economicistas. La antropología evan- programática, aquí hay que referirse a otros trabajos en los
gélica de la desposesión y la c o m u n i ó n de bienes p u e d e ge- que se plantean modelos y propuestas concretas de economía
n e r a r u n sujeto postburgués consciente de q u e n o se p u e d e regulada ecológicamente (Fernández Buey y Riechmann:
d e p r e d a r el m e d i o ambiente ni c o n d e n a r a miles de millo- 1997). La mayor parte de las propuestas ecosocialistas requie-
nes de seres h u m a n o s a la miseria en aras d e la conquista d e ren u n soporte moral de masas basado en u n a cultura de la
u n mayor confort y bienestar para la minoría de la pobla- desposesión para el compartir que, en gran parte, p u e d e ve-
ción mundial q u e habita en los países del n o r t e . Las perso- nir d e las virtudes del cristianismo originario.
nas que se introducen p o r el camino de la elección de la po-
breza o austeridad solidaria como m o d o de vida son sujetos
guiados p o r el principio misericordia (Sobrino: 1993), sensi- La cultura samaritana y la
bles al sufrimiento de los otros y capaces de compartir su ser construcción socialista de la solidaridad
y sus bienes con los desposeídos. La pobreza evangélica tie-
n e que ver, desde esta perspectiva, más con la magnificencia La quitaesencia del cristianismo originario es la fraterni-
que con la mera y simple carencia de recursos 28 . dad, el a m o r entre los seres h u m a n o s . U n a fraternidad q u e
Todo el planetamiento político-cultural que estoy realizan- tiene q u e ser reconstruida en u n m u n d o atravesado por sis-
d o en este apartado requiere unos portadores o agentes que temas de empobrecimiento, opresión y dominación. Por ello
lo difundan, unos medios de expresión y difusión, unas bases la fraternidad requiere la justicia, a u n q u e va más allá de ésta.
sociales y u n a formulación político-programática concreta. La construcción de la fraternidad implica tejer redes de soli-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO
RAFAEL DÍAZ-SAIAZAR

daridad en sociedades insolidarias. Ya la misma defensa de como cismáticos y casi paganos. Este personaje alejado de la
la idea de fraternidad supera la más corriente d e ciudada- religiosidad oficial j u d í a es puesto como ejemplo de a m o r al
nía y, por tanto, radicaliza la lucha p o r la justicia. prójimo por su actitud y comportamiento: n o se mantiene ale-
La antropología política del cristianismo originario apa- j a d o de la víctima c o m o el sacerdote y el levita, sino que se
rece claramente expresada en el Evangelio según san Lucas, deja afectar por su situación ("se conmovió"), se acerca volun-
c o n c r e t a m e n t e en la parábola del buen samaritano (Le. 10, 25- tariamente a ella y le cura. La pregunta sobre ¿quién es mi pró-
37). En este texto se condensa la concepción cristiana origina- jimo"? es contestada con otra: ¿quién se hizo prójimo del que cayó?
ria del compromiso en la sociedad que, metodológicamente, Esta parábola, situada en un contexto de instrucciones so-
equivale en este libro a la concepción luterana de la profesión bre lo q u e es el Reino de Dios, es convertida en paradigma
analizada por Weber. Esta parábola ejemplifica al máximo la de la misión de los seguidores de Jesús en el m u n d o : sentir
identidad y el c o n t e n i d o d e la cultura política de la solidari- como propio el dolor de los oprimidos, aproximarse a ellos
dad que p r o p u g n a el Evangelio. En este texto u n juristajudío y liberarlos. Sin este compromiso, toda religiosidad es falsa.
le pregunta ajesús qué es lo que hay q u e hacer para alcanzar Hay que tener en cuenta la dura crítica a la religión estableci-
la salvación. Jesús le remite a la Ley judía: Amar a Dios y al da que se plantea en este texto. Desde el Evangelio, podemos
prójimo como a u n o mismo. A continuación el jurista plantea hablar claramente de Ta existencia de u n a crítica cristiana de la
u n a i m p o r t a n t e cuestión: "Y¿quién es mi prójimo?" (v. 29). religión. De nuevo en este texto se vincula salvación escatoló-
A este interrogante Jesús le r e s p o n d e con u n a parábola: U n gica y transformación de la historia. Aparece también u n a
h o m b r e fue asaltado, molido a palos y dejado medio m u e r t o importante innovación antropológica: ser prójimo es hacerse
a la vera de u n camino. U n sacerdote q u e pasaba p o r allí lo próximo, es decir, aproximarse al caído, a la víctima, al opri-
vio, "dio u n r o d e o y pasó de largo" (v. 31) y lo mismo hizo u n mido. Esta aproximación liberadora a la víctima condensa la
levita experto en la Ley judía; sin embargo, u n samaritano idea cristiana de hombre y supera el ya generoso mandamien-
"llegó a d o n d e estaba el h o m b r e y, al verlo, se conmovió, se to j u d í o de amar a los otros "como a u n o mismo" (que ya es
acercó a él y le vendó las heridas" (v. 33-34). La narración m u c h o ) . Aquí se p r o p o n e amar al otro incluso más q u e a sí
nos cuenta q u e lo llevó a u n a posada, lo cuidó y le dio dinero mismo, especialmente cuando la existencia de víctimas, aun-
al posadero para q u e lo atendiera hasta q u e se restableciera. que sean lejanas, impide dar un r o d e o y alejarse. El h o m b r e
U n a vez presentado el caso y los tres personajes, Jesús le dijo evangélico está lleno de entrañas de misericordia y compa-
al jurista: "¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del q u e cayó sión, tiene u n a especial sensibilidad p o r el dolor ajeno y esta
en m a n o s de los bandidos? El jurista contestó: El que tuvo configuración d e la personalidad le mueve a la acción.
compasión de él. Jesús le dijo: Pues anda, haz tú lo mismo"
(v. 36-37). A través de esta parábola p u e d e establecerse u n a distin-
ción entre justicia y caridad en el sentido de que esta última
Lo esencial en esta parábola son el problema, los tres per- va más allá de la justicia, supera la perspectiva de la distribu-
sonajes, las dos preguntas y las dos respuestas. Un h o m b r e , ción equitativa de los bienes, es más radical. La liberación de
símbolo de todos los maltratados, explotados y oprimidos del las víctimas tiene en el cristianismo originario u n a dimensión
m u n d o , yace en los márgenes de u n camino. Hay dos perso- universalizante: aproximarse a ellas, a u n q u e estén lejos; des-
najes religiosos (sacerdote y levita, lo que hoy serían u n cura tinar a esta tarea tiempo y recursos, a u n q u e n o tengan n a d a
y u n teólogo) que dan un r o d e o y se apartan de la víctima. El que ver con nosotros, ya q u e n o son prójimos naturales (fa-
tercer personaje, el samaritano, es u n ser despreciado por los miliares, amigos o conciudadanos de u n a misma nacionali-
j u d í o s ortodoxos, ya q u e los samaritanos eran considerados d a d ) . Evangélicamente, pues, ser prójimo es hacerse próxi-

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m o de las víctimas de la sociedad (excluidos, oprimidos, tor- Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos her-
turados, empobrecidos, etc.), abrir el corazón a su dolor y manos míos tan insignificantes lo hicisteis conmigo.
realizar prácticas de liberación de esas víctimas. Y así, para- Después dirá:
dójicamente, los n o sujetos (las víctimas) convierten en suje- Apartaos de mí, malditos, id al fuego perenne preparado
to (persona) a los que tienen compasión. Se descubren como para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis
h u m a n o s en la m e d i d a en q u e realizan la misericordia con de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui emigrante y no
los caídos y como i n h u m a n o s en cuanto se evaden de ese pro- me acogisteis, estuve desnudo y no me vestísteis, enfermo y en
blema. Conviene tener presente q u e el tema de la misericor- la cárcel y no me visitasteis.
dia y la piedad está t o m a n d o u n a creciente importancia en Entonces también éstos replicarán:
la filosofía política actual. Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o emigrante
Podemos afirmar q u e esta parábola evangélica constituye o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?
u n a peculiar cultura: u n a determinada forma de pensar, sen- Y él le contestará:
tir y actuar. Un pensamiento capaz de ver el p r o b l e m a de las Os lo aseguro: Cada vez que dejasteis de hacerlo con uno de
víctimas y n o estar ciego ante él, u n sentimiento abierto al do- ésos tan insignificantes dejasteis de hacerlo conmigo.
lor de los oprimidos q u e q u e d a conmovido por su situación, Éstos irán al castigo definitivo y los justos a la vida definitiva.
u n a acción dirigida a erradicar la situación en la q u e se en-
cuentran las víctimas. A este triple movimiento m e voy a refe- Este pasaje del Evangelio según san Mateo se inserta den-
rir con el t é r m i n o de cultura samaritana, pues estoy convenci- tro de u n discurso escatológico y apocalíptico (caps. 24 y 25)
do de que p u e d e ser muy i m p o r t a n t e para el q u e h a c e r de la sobre la destrucción del Templo — u n a de las principales ins-
izquierda en la actualidad. Este tipo de cultura tiene u n a gran tituciones de la sociedad judía— y la venida del Hijo del Hom-
potencialidad para g e n e r a r la fuerza psicológica y el ímpetu bre, u n a de las formas de d e n o m i n a r la llegada del Mesías
activista que Sombart señaló como c o m p o n e n t e s básicos del liberador de Israel. Los discípulos se dirigen ajesús pregun-
espíritu q u e mueve la acción. tándole p o r el m o m e n t o exacto del advenimiento del Mesías
La perspectiva antropológica y socio-política expuesta en yjesús les contesta con u n a serie de relatos q u e transforman
la parábola del buen samaritano se radicaliza en otro texto muy el sentido de la expectativa mesiánica: frente a u n a espera pa-
importante del Nuevo Testamento (Mt. 25, 31-46): siva de corte apocalíptico-milenarista se necesita u n a espera
activa y vigilante, en la que hay q u e p o n e r a trabajar los ta-
Venid, benditos de mi Padre; heredad el Reino preparado lentos personales y colectivos, especialmente en la tarea de
para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre emancipar a los hambrientos, sedientos, encarcelados, etc. La
y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui emi- liberación n o será u n a obra que hay que esperar de u n Me-
grante y me acogisteis, estuve desnudo y me vestísteis, enfermo sías q u e la otorgue, sino q u e d e b e ser fruto del trabajo de
y me visitasteis, estuve en la cárcel y fuisteis a verme. aquellos q u e practiquen el mensaje que Él les ha e n s e ñ a d o .
Entonces los justos replicarán: Este paso de u n mesianismo e x t r a m u n d a n o apocalíptico-mi-
Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o lenarista a u n mesianismo i n t r a m u n d a n o de transformación
con sed y te dimos de beber? ¿Cuándo llegaste como emigrante fue u n a advertencia para las primeras comunidades cristianas
y te acogimos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo estuviste enfer- d a d o que, especialmente las de origen j u d í o , esperaban la
mo o en la cárcel y fuimos a verte? vuelta inmediata de Jesús y el fin de los tiempos. En los capítu-
Yel rey les contestará: los 24 y 25 de este Evangelio se mantiene la promesa escatoló-

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

gica de la venida gloriosa del Hijo del H o m b r e , p e r o se insta los pobres; d) crítica de u n culto y de u n a s prácticas religio-
a las c o m u n i d a d e s a n o cultivar u n a esperanza escatológica sas desligadas de este trabajo liberador.
q u e les evada d e la realidad social. Se les apremia a unir esa Este tipo de religiosidad es u n potentísimo factor de radi-
esperanza con u n a intensa acción de transformación social. calización social y política, pues sólo se p u e d e ser religioso si
El texto de Mt. 25, 31-46 es, sin duda, u n o de los más im- se libera a los empobrecidos. Sólo se p u e d e amar a Dios y dar-
portantes del Nuevo Testamento, por n o decir el principal de le culto si se acude al encuentro con aquellos d o n d e Dios está:
todos. La razón es q u e en él, a través de u n a narración sobre los que pasan h a m b r e , sed, son emigrantes, están encarcela-
el juicio final, se expresa cuál es la voluntad del Dios de Jesús, dos, etc. Lo excelso (divinidad) y lo ínfimo (empobrecimien-
d ó n d e se e n c u e n t r a El, en q u é consiste el c o m p o r t a m i e n t o to) q u e d a n vinculados y de este vínculo nace u n a misión de
de los cristianos, q u é tipo de relación religiosa hay q u e man- liberación en la historia: hay q u e bajar de sus cruces a los
tener con Él, cuál es el criterio divino de salvación. En u n tex- crucificados de la historia, pues en ellos continúa la pasión
to aparecen los principales elementos que configuran cual- de Jesucristo.
quier tipo de religión. Pues bien, lo más llamativo — e n u n a Este texto de Mt. 25, 31-46 ejemplifica la tarea del b u e n
perspectiva comparada de las religiones— es que nos encon- samaritano colectivo en la historia. Y de nuevo vuelve a mos-
tramos en la apoteosis del despojamiento de la divinidad trar quién es el prójimo y cómo hay que hacerse prójimos. Es
como poder, de su más absoluta inmanentización y de la fu- muy interesante constatar que la antropología política que
sión más intensa entre s u p r e m a divinidad e ínfima miseria subyace en estos textos está s u m a m e n t e alejada de cualquier
h u m a n a (recordemos la Carta a losFilipenses 2, 5-11). Desde tipo de idealismo y muestra las desigualdades y los conflic-
este texto q u e d a rota la concepción c o m ú n de la i n m a n e n - tos: hay víctimas, hay gentes apaleadas, hay hambrientos, etc.
cia y la transcendencia como dos planos totalmente separa- Éstos son, según el cristianismo originario, nuestros prójimos,
dos. Esta permanencia de la presencia de lo divino en los em- a éstos hay que aproximarse para conseguir su liberación. Y
pobrecidos del m u n d o n o q u e d a circunscrita a un p e r i o d o ésta es la misión de los seguidores de Jesús.
determinado, sino que permanece como forma de sacramen-
La práctica de Jesús de Nazaret es presentada en los Evan-
to (de presencia de Dios) hasta la consumación del m u n d o .
gelios como u n ejemplo de este quehacer. Los personajes y co-
A su vez, esta presencia divina en los empobrecidos insta a u n a
lectivos a los q u e se acerca son, en la mayor parte de las oca-
misión de liberación, de reconstitución d e su dignidad huma-
siones, u n elenco de todos los oprimidos y empobrecidos de
na. Esta simbiosis revoluciona el concepto y la práctica del
aquella sociedad. Los relatos de curaciones y milagros son,
culto y del a m o r a las divinidad. Desde este Evangelio, el en-
por lo general, relatos q u e plásticamente quieren mostrar la
cuentro con Dios, el a m o r a Dios y el culto a Dios pasa p o r el
tarea de sanación, curación y liberación de los últimos d e
e n c u e n t r o liberador con los empobrecidos, pues es en ellos
la sociedad. En Mt. 4,23 se sintetiza la acción d e Jesús de u n a
donde Dios está. Nunca en la historia de las religiones se había
m a n e r a muy significativa: 'Jesús fue recorriendo Galilea... cu-
presentado u n a religiosidad con esta carga de intramundani-
r a n d o todo achaque y enfermedad del pueblo". El texto pro-
dad —por utilizar el lenguaje de Max Weber— que podemos
gramático de la misión de Jesús (Le. 4, 17-21) q u e expuse en
sintetizar en estos cuatro aspectos: a) presencia de Dios en los
páginas anteriores y el texto de Mt. 25, 31-46 q u e h e m o s po-
pobres, hasta el p u n t o de convertir a éstos en su sacramento;
dido leer anteriormente tienen u n a profunda u n i d a d y cohe-
b) u n i ó n de fe religiosa, a m o r a Dios y liberación de los po-
rencia. Si en el Evangelio según san Lucas, Jesús d e Nazaret
bres; c) verificación de la autenticidad d e la religiosidad me-
define su misión como la de "dar la buena noticia a los po-
diante la constatación de la participación en la liberación d e
bres, proclamar la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos,

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

p o n e r en libertad a los oprimidos, proclamar el año favorable ciones de amor que transforma, que se entrega, incluso, hasta
del Señor", es lógico q u e a sus seguidores se les e n c o m i e n d e el fin ("el amor más grande, el que da la vida por los amigos")
u n a misión parecida, la n a r r a d a en Mt. 25, 31-46. El conteni- son las señas de identidad y reconocimiento de los cristianos.
d o del texto del evangelista Mateo h a de ser leído desde el del No hay otro m a n d a m i e n t o en todo el Nuevo Testamento, sal-
evangelista Lucas. vo el del amor m u t u o . De ahí la coherencia evangélica del di-
cho "ama y haz lo que quieras".
De nuevo estos textos sobre el a m o r m u t u o deben ser leí-
El a m o r político o la política dos en conexión con los del b u e n samaritano, el juicio final y
como servicio del a m o r la misión de Jesús para captar su dimensión socio-política. Je-
sús n o habla de u n amor m u t u o en u n a comunidad cerrada,
En el Evangelio según san J u a n , Jesús de Nazaret, en u n sino del amor como misión para convertir las relaciones socia-
contexto de cercanía a la Pasión y de instrucciones finales a les en relaciones fraternales. Es un amor n o genérico o idealis-
sus discípulos, va a manifestar muy claramente cuáles d e b e n ta, sino amor a las víctimas, a los cautivos, a los hambrientos, a
ser las actitudes y c o m p o r t a m i e n t o s de sus seguidores a tra- los emigrantes, a los empobrecidos.
vés de la realización de u n a significativa acción para aquella El m a n d a m i e n t o del amor m u t u o es nuevo p o r q u e va más
época. En él se narra q u e Jesús "se puso a lavarles los pies a los allá del contenido en la Ley judía: "Amar al prójimo c o m o a
discípulos" y les dijo: "Os doy u n m a n d a m i e n t o nuevo: q u e u n o mismo". A h o r a se radicaliza, amar hasta más q u e a u n o
os améis unos a otros; igual que yo os h e amado, también vo- mismo ("dar la vida por los amigos"); p o r aquí aparece la es-
sotros amaos unos a otros. En esto conocerán que sois discípu- pecificidad de la idea cristiana d e fraternidad, de libertad,
los míos". Más adelante, en este mismo Evangelio, Jesús afir- de igualdad y de justicia. N o m e r o a m o r erótico e n t r e dos o
ma: "Nadie tiene a m o r más g r a n d e q u e el q u e da la vida p o r varios seres, ni simple a m o r familiar, ni exclusivamente amis-
los amigos... Esto es lo q u e os m a n d o , q u e os améis unos a tad, ni siquiera beneficencia caritativa; sino a m o r de acerca-
otros". (Jn. 15, 13 y 17). m i e n t o servicial y liberador a los últimos de la sociedad (léa-
Lavar los pies era tarea propia de esclavos. De ahí q u e Pe- se secuencialmente J n . 13 y 15; Mt. 25, 31-46; Le. 10, 25-37;
dro se opusiera ("Señor, ¿tú lavarme los pies a mí?") .Jesús de Le. 4, 17-21; Le. 6, 20-26; Mt. 5, 6 y 7). Esto en m o d o alguno
Nazaret con este gesto manifiesta al Dios que se hace esclavo quiere decir q u e el a m o r erótico, familiar, benefactor o de
(recordar el texto d e la Carta a losFilipenses 2, 6-11), q u e se amistad no p u e d a ser asumido e integrado d e n t r o de la espe-
entrega, que se dedica a emancipar a los esclavizados y opri- cificidad del a m o r o la fraternidad del cristianismo origina-
midos y recomienda a sus discípulos q u e sigan este ejemplo rio. Ahora bien, esta especificidad amplía los horizontes res-
("como yo os he amado"). El señorío y la gloria de Dios se ma- pecto a los destinatarios del amor y lleva a la entrega a aquellos
nifiesta en el servicio a los últimos como muestra de u n a m o r que, de entrada y a p a r e n t e m e n t e , n o r e p o r t a n beneficios,
hasta el final, hasta dar la vida. En estos textos aparece el con- sino inconvenientes, d o n d e n o cabe n i n g ú n cálculo racional
tenido central del cristianismo originario: el a m o r m u t u o , la de ventajas q u e lleve a amarlos. Por esta razón, la fraternidad
fraternidad. Pero n o u n a m o r idílico, sino u n a m o r servicial, evangélica conduce a aproximarse a los que están caídos (ex-
emancipatorio, c o m p r o m e t i d o con "lavar los pies" (liberar) plotados, empobrecidos) tanto cercanos como, sobre todo,
a los últimos del m u n d o . U n a m o r que reproduzca la acción lejanos.
del b u e n samaritano, q u e dé de comer a los hambrientos y El cristianismo originario p r o p o n e u n a m o r q u e busca ac-
acoga a los emigrantes, que libere a los oprimidos. Y esas ac- tivamente realizar la emancipación y dignificación de los últi-

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RAFAEL DÍAZ-SALAZAR
LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO

o "el que tuvo compasión de él", según la respuesta del juris-


mos: dar de comer, devolver la vista, dar de beber, liberar a los
ta j u d í o a Jesús en Le. 10, 25-37). Los limpios de corazón son
oprimidos, etc. Es u n a m o r que está enraizado en el a m o r de
aquellos cuyo sistema de motivaciones, aspiraciones y deseos
u n Dios (Jn. 15, 1-17) q u e se ha h e c h o esclavo y se h a puesto
está regulado p o r el a m o r y el deseo de construir la fraterni-
a servir y liberar a los empobrecidos y esclavizados. Desde esta
dad en la historia. Los que trabajan p o r la paz son los q u e se
perspectiva del cristianismo originario, realidades q u e iban
movilizan para superar las causas que provocan el conflicto
n o r m a l m e n t e separadas (amor yjusticia) y que se destinaban
entre los seres h u m a n o s ; paz en el lenguaje bíblico n o es sinó-
a ámbitos diferenciados (interpersonal y societal) se mues-
nimo de ausencia de guerra o enfrentamiento bélico, sino
tran ahora p r o f u n d a m e n t e unidas. El a m o r sin lucha por la
buenas relaciones, prosperidad, d e r e c h o yjusticia. Los per-
justicia y la liberación de los últimos es, desde la cultura sama-
seguidos p o r la justicia son los que son fieles al cumplimien-
ritana, u n a nueva forma de egoísmo, pues encierra la frater-
to de la voluntad de Dios (expresada en Mt. 25, 31-46) hasta
nidad en el círculo cerrado de los grupos afectivos primarios
el final.
(familia, amigos, compañeros).
En el Sermón de la Montaña (Mt. 5, 6 y 7) se afirma que es-
Para el cristianismo originario, la raíz de la lucha por la jus-
tas actitudes deben fecundar y configurar las relaciones socia-
ticia y la igualdad es el amor. La realización de la justicia y la
les, pues los seguidores de Jesús deben ser "sal y luz" en el mun-
igualdad sin fraternidad termina engendrando nuevas formas
d o (Mt. 5, 13-16), desarrollando u n estilo de vida coherente
de deshumanización. Desde estos planteamientos p o d e m o s
con las proclamaciones de las Bienaventuranzas (Mt. 7,13-28).
e n t e n d e r mejor c ó m o en el siglo x x m u c h o s movimientos
cristianos han utilizado el término caridad política para mani-
festar la unión entre a m o r y lucha por la justicia 29 .
La cultura samaritana y la reactivación
La construcción del amor y la fraternidad en la historia re-
del tercer ideal revolucionario
quiere u n tipo de sujeto h u m a n o impregnado de unas actitu-
des determinadas. El S e r m ó n de la M o n t a ñ a (Mt. 5, 6 y 7)
Esta concepción de la fraternidad c o n d e n s a d a en lo q u e
contiene el mensaje en el que el cristianismo originario con-
h e d e n o m i n a d o cultura samaritana p u e d e ser u n i m p o r t a n t e
densa esas actitudes. Las Bienaventuranzas u n e n invitación a
factor ético y social para luchar contra el individualismo do-
la felicidad y actitudes humanas para construir la fraternidad.
m i n a n t e en sus diversas manifestaciones (falta d e asociacio-
Así declaran dichosos a "los q u e tienen h a m b r e y sed de justi-
nismo, apoliticismo, indiferencia ante la problemática de la
cia, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los que
exclusión social, olvido de los empobrecidos del sur, xeno-
trabajan por la paz, a los perseguidos p o r la justicia" (Mt. 5,
fobia ante los inmigrantes) y alentar la construcción d e u n a
6-11). Es significativa la vinculación q u e se establece entre di-
sociedad más solidaria d e n t r o y fuera de nuestras fronteras.
cha (felicidad), actitudes interiores (hambre y sed de justicia, mi-
La consolidación de la sociedad de los dos tercios, el fortaleci-
sericordia, limpieza de corazón) y acción (trabajar p o r la paz,
m i e n t o de políticas de extranjería restrictivas y represivas y
ser perseguidos por la justicia). El h a m b r e y la sed d e justicia
la marginalidad de las políticas de solidaridad internacional
tienen q u e ver con esa pasión por la emancipación de los úl-
son f e n ó m e n o s q u e son posibles, e n t r e otras causas, p o r la
timos de la que hablé en otro apartado y está relacionada con
existencia de u n a cultura del individualismo muy alejada de los
la promesa de liberación de los que sufren y están oprimidos
rasgos característicos de la cultura samaritana. La mayoría sa-
(segunda y tercera bienaventuranza). Los misericordiosos son
tisfecha pide ante todo seguridad ciudadana y, e n más de u n a
los que realizan la labor del buen samaritano, los que se hacen
ocasión, la criminalización de los excluidos sociales que, p o r
verdaderamente prójimos ("el que lo trató con misericordia"

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

otra parte, e n porcentajes n o desdeñables se e n c u e n t r a n en j a n de ser fecundados por el universalismo/internacionalis-


u n a espiral d e autodestrucción a través de la drogadicción. m o de la fraternidad, se convertirán en bienes exclusivos de
La cuestión de la inmigración n o se capta como el desiderátum ciudadanos satisfechos que protegen su bienestar y sus con-
central de este fin de siglo para los países ricos 30 : solidaridad quistas sociales de las d e m a n d a s y presiones de los empobre-
internacional intensa o establecimiento de lo que he denomi- cidos del n o r t e y del sur del m u n d o .
n a d o democraáas cainitas q u e construyen nuevos m u r o s de la La dimensión de los problemas p o r los q u e atraviesan la
vergüenza para preservar su bienestar ante la presión de los mayor parte de las sociedades y el sistema-mundo en su con-
empobrecidos del m u n d o . Los países empobrecidos están j u n t o requieren nuevas energías morales, por eso n o es de
siendo a b a n d o n a d o s a su suerte, salvo aquellos que son úti- extrañar q u e Octavio Paz afirme q u e "la fraternidad, q u e
les para los intereses geopolíticos o económicos del norte. Son n o es u n valor económico sino moral, será el centro de dis-
las nuevas víctimas dejadas al b o r d e del camino, ante las cua- cusión de las generaciones q u e vienen" 31 .
les los países ricos pasan de largo. Para captar la poca relevan- B. Engholm, ex presidente del SPD (Partido Socialdemó-
cia q u e desgraciadamente tiene el internacionalismo en la crata Alemán), h a definido a E u r o p a c o m o u n "continente
configuración de la identidad de la izquierda en nuestro país invadido p o r u n craso egoísmo" y h a d e n u n c i a d o la "falta de
conviene tener en cuenta q u e es muy reducido el porcentaje voluntad para sacrificar el interés particular p o r el bienestar
de personas de esta ideología que declaran tener m u c h o / b a s - general". Desde esta perspectiva crítica ha planteado la nece-
tante interés p o r las zonas más pobres del planeta. (Díaz-Sa- sidad de buscar u n nuevo fundamento ético para el socialismo
lazar:1996,34). que se base en u n a moral con u n a dimensión fuerte de altruis-
La cultura ciudadana, salvo excepciones muy significativas m o (Engholm: 1995). Pienso que la cultura samaritana es u n o
que revelan la emergencia de u n nuevo altruismo, está regi- de los mejores ingredientes para el nuevo f u n d a m e n t o ético
da p o r los valores del individualismo y las reivindicaciones del socialismo; es más, me parece que es la más adecuada para
de lo que h e llamado la solidaridad de demanda (pedir q u e el constituir el nuevo espíritu del socialismo. Difícilmente po-
Estado y otras instituciones satisfagan los deseos igualitaristas demos construir hoy u n a sociedad más justa para u n a mayor
de los ciudadanos). Paradójicamente, esta solidaridad de de- igualdad, libertad y fraternidad d e n t r o y fuera d e nuestras
manda coexiste con u n alto desinterés p o r la política y u n fronteras si n o vamos más allá de las solidaridades de clase y
bajo nivel de asociacionismo ciudadano. nación q u e han a c o m p a ñ a d o hasta ahora la construcción del
La lucha contra la exclusión social, la adopción de políti- Estado del Bienestar. La consolidación de la sociedad de los dos
cas de extranjería m e n o s represivas y el impulso de u n nuevo tercios y el crecimiento del abismo de desigualdad entre el
internacionalismo requieren otro tipo de cultura ciudadana. n o r t e y el sur exigen u n a cultura ético-política más radical,
U n a cultura más marcada por u n a solidaridad de oferta, esto más capaz de g e n e r a r dinamismos de aproximación a los ex-
es, por la participación activa en procesos sociales de cons- cluidos del norte y a los empobrecidos del sur, cuya situación
trucción de solidaridad nacional e internacional. Hay que po- deslegitima el plácido sueño de las mayorías satisfechas en
tenciar u n movimiento ciudadano decidido a p o n e r en prác- las sociedades de bienestar y c o n s u m o de masas. Creo q u e F.
tica el tercer ideal revolucionario: la fraternidad. La cultura Fernández Buey es el intelectual español que mejor ha sabido
samaritana es u n ingrediente fundamental para impulsar este plantear las nuevas implicaciones que conlleva esta situación:
movimiento. Este ideal olvidado de la fraternidad es el q u e
autentifica y lleva a su plenitud los otros dos ideales de la La solidaridad tiene que ver con la piedad, con la compasión,
igualdad y la libertad. U n a igualdad y u n a libertad, q u e si de- con el amor al prójimo de la propia especie. Pero el prójimo en

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

una economía-mundo, en una economía mundializada, es cada La cultura samaritana, q u e cifra su identidad en la aproxi-
vez menos una persona próxima y cada vez más un prójimo lejano mación voluntaria a las víctimas socio-económicas alejadas
del que apenas sabemos otra cosa que su mal y su desgracia... de las mayorías satisfechas, es u n ingrediente imprescindible
no pocas personas han empezado a plantearse la pregunta sobre para organizar la solidaridad en u n m u n d o cada vez más des-
las condiciones de posibilidad del amor al prójimo lejano. Esta igual. Esta cultura p r o p o n e u n universalismo de justicia sos-
actitud renueva y adapta a la nueva situación de la mundializa- tenido p o r la caridad que se e n c u e n t r a en las antípodas de la
ción y de la globalización el viejo concepto de la caritas... El re- identificación d e ésta con el asistencialismo limosnero. Es pre-
conocimiento de la asimetría de situaciones de partida pone de cisamente la caridad 33 la que exige que la justicia llegue tam-
manifiesto el límite del punto de vista estrictamente utilitarista bién a aquellos q u e están más alejados de nuestros círculos
en la tradición laica de la cultura de la solidaridad y tiene que in- de bienestar. La cultura samaritana p r o p u g n a u n a justicia con
terpretarse, en mi opinión, como una muestra más de la inevi- a m o r y misericordia y u n a justicia para el a m o r y la fraterni-
table interrelación entre caridad y solidaridad en el mundo de dad. Estas palabras pueden resultar chocantes a aquellos cuyo
hoy... la fragmentación forzada de la clase obrera hace ahora burocratismo o cinismo político y moral está también mezcla-
esa interrelación más evidente. La cantases, más fundamental, d o con el desconocimiento de las reflexiones de algunos de
más radical, que la solidaridad. La solidaridad en el mundo ac- los mejores clásicos del movimiento o b r e r o sobre la necesi-
d a d del a m o r c o m o matriz de la lucha social y política 34 .
tual es, por una parte, conciencia crítica de la insuficiencia de
la caridad reducida a beneficienciay paternalismo; por otra, es La perspectiva amorosa y fraternal propia del cristianismo
propuesta de elevación de la caridad individual al plano social, originario ha sido reconocida p o r algunos intelectuales raar-
institucional y político. (Fernández Buey: 1996, p. 7-8). xistas q u e precisamente cifran la mayor aportación de esta
religión en el valor absoluto que le concede al individuo 35 ; u n a
Este desafío, j u n t o al planteado por P. Glotz, implica ir más valoración que n o lleva al individualismo, sino a u n persona-
allá de la actual política de alianzas y apelar al e n c u e n t r o de lismo comunitario y solidario. J u a n Manchal h a reconocido
tradiciones morales altruistas; para ello, la izquierda españo- la potencialidad y peculiaridad de este h u m a n i s m o evangéli-
la debería repensar su racionalidad ética desde el paradigma co, reactivado especialmente en América Latina, que mueve
de la cultura samaritana 32 . Sólo así p o d r á n realizarse ciertas a u n a compasión activa y liberadora 36 . El h u m a n i s m o de la
políticas q u e ciertamente requieren, c o m o h a afirmado u n cultura samaritana e n g e n d r a algo m u c h o más profundo y ra-
importante economista de nuestro país, "una lógica distinta dical q u e u n a ética de la responsabilidad, pues impulsa u n a
del c o m p o r t a m i e n t o racional y egoísta del interés propio". solidaridad de oferta (compromiso activo y personal) que des-
(Sevilla: 1993, 178). legitima la unilateral y reductiva solidaridad de demanda (me-
ras reivindicaciones ante las instituciones).
El h u m a n i s m o evangélico genera creencias morales y senti-
Justicia y caridad en la acción política mientos morales q u e son los principales resortes para llevar a la
práctica u n a propuesta ética d e vida justa y buena. Desde la
La socialización e introyección de la cultura samaritana crea cultura samaritana tenemos q u e profundizar en la distinción
una determinada psicología y antropología políticas, u n a es- entre fundamentación d e la moral y producción de moral. Mu-
pecie d e brújula interior que lleva a impulsar comportamien- chas veces los valores fundamentados y propuestos n o se con-
tos y decisiones políticas d e lucha contra el empobrecimiento vierten en acciones por la poca capacidad que tiene la filosofía
dentro y fuera de las fronteras nacionales. q u e los fundamenta para transformarlos en creencias, sen-

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

timientos y normas internas de regulación de comportamien- nismo originario presenta unos valores de fondo que vistos
tos. Como decía muy bien Ortega y Gasset, las ideas se tienen en su conjunto configuran un determinado espíritu o fuer-
y en las creencias se está, y por ello son mucho más determi- za socio-vital muy importante para la izquierda. La primacía
nantes para la acción. Me parece que la caridad genuina del de los últimos, la pasión por su liberación, la crítica de las ri-
cristianismo originario tiene una gran potencialidad para quezas, la cercanía a las víctimas de la explotación, el anhe-
"contrarrestar el ethos individualista" y generar esa "buena dis- lo por construir la fraternidad desde la justicia y más allá de
posición hacia el dolor y el sufrimiento ajenos" y ese "senti- ésta, la apuesta por un estilo de vida centrado en la despose-
miento de afecto hacia el necesitado" que reclama Victoria sión y la comunión de bienes, la unión entre el cambio de la
Camps para ir más allá de la justicia. Según esta autora, "la so- interioridad del hombre y la transformación de la historia,
lidaridad es una expresión del sentimiento, sin sentimientos etcétera, son propuestas vitales muy valiosas para la cultura
solidarios es difícil que la justicia avance ...no progresarán los socialista.
ideales éticos si no cambian las actitudes personales, aunque El contenido del cristianismo originario transciende las
se reformen las instituciones. Es preciso que el ethos —el ca- coyunturas socio-históricas y los diversos sistemas políticos y
rácter— de las personas se forme y colabore en la creación de económicos y, al ir a la raíz de los comportamientos huma-
una sociedad más justa". (Camps: 1993,105-106, 110-111). nos, mantiene una perenne vitalidad. Especialmente me pa-
La cultura samaritana creo que puede ser muy útil y nece- rece muy relevante la vinculación evangélica entre lo interior
saria para guiar la acción política y sindical de la izquierda. y lo exterior, lo privado y lo público, el corazón y la mente:
Esta cultura es la que puede ayudar a los sindicatos a descu- "De dentro, del corazón del hombre, salen las malas ideas".
brir la relevancia de la nuevas formas de pobreza y a intensifi- (Me. 7,21).
car la acción sindical relacionada con esta problemática, pues Este conjunto de valores de fondo constituyen lo que de-
los sindicatos corren el serio peligro de convertirse en agen- nomino el espíritu del Evangelio, teniendo en cuenta que, en
cias de servicios de la llamada aristocracia obrera. La cultura sa- contra de la concepción de espíritu propia del sentido co-
maritana pone en el centro del quehacer de la izquierda las mún, en hebreo "espíritu" significa viento o aliento y expre-
políticas de inmigración y las políticas de solidaridad interna- sa fuerza vital. Espíritu es la actividad que sale del interior;
cional —actualmente represivas y marginales— y advierte más aún, la dirección en la que fluye tal vitalidad. Así, por
sobre el peligro del eurocentrismo cerrado de la mayor par- ejemplo, cuando Jesús proclama: "El Espíritu del Señor está
te de los objetivos de las izquierdas. sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a dar la
La socialización, introyección y difusión de la cultura sama- buena noticia a los pobres, a poner en libertad a los oprimi-
ritana es uno de los mejores medios para ayudar a descubrir dos" (Le. 4,18), está indicando la fuerza vital que tiene den-
el compromiso político como sentido moral de la existencia. tro y la dirección que lleva esa fuerza vital. Esta concepción
tiene cierta afinidad con el concepto sociológico de "espíri-
tu" elaborado por Weber y Sombart.
El espíritu del Evangelio para En conexión con esta interioridad dinámica (el espíritu),
la reconstitución del socialismo está el corazón como interioridad estable. En el pensamiento
hebreo bíblico el corazón es el lugar de las convicciones pro-
La fenomenología del cristianismo originario que he pre- fundas y del conocimiento de las situaciones desde la razón
sentado en las anteriores páginas no incluye un programa compasiva (mentalidad, en nuestra cultura). Es también el
político y económico. Considero, sin embargo, que el cristia- ámbito de las actitudes, las motivaciones, las aspiraciones, las

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI .AZAR

decisiones (lo que entendemos por voluntad) y la esfera de menta prima sobre lo que se representa... lo que se llama ideo-
los sentimientos (amores, odios). "Lo que sale del corazón" logía desde Marx no es un hecho de discurso, sino en primer
es lo que sale de dentro y ese dentro marca la actividad públi- lugar un hecho de sensibilidad... uno no se vuelve comunista
ca. Desde esta perspectiva, podemos hablar también del cora- por haber leído a Marx y a Lenin... El camino se practica en
zón del Evangelio, es decir, de la mentalidad, el sentimiento y sentido inverso: del compromiso hacia sus razones, de la ad-
la acción que quedan configurados por los valores de fondo hesión hacia sus motivos" (Debray: 1984, 149-150). El análisis
a los que me refería anteriormente. La parábola del buen sa- de la psicología y de la espiritualidad (religiosa o atea) es fun-
maritano condensa este peculiar ver (sus entrañas de miseri- damental para dar cuenta de prácticas sociales y políticas. De-
cordia le permiten captar la situación), sentir (tuvo compa- bray plantea una cuestión fundamental que tiene que ver con
sión de él) y actuar (se acercó, le vendó las heridas, etc.). la temática de este libro: qué es lo que moviliza, "¿bajo qué for-
Esta cultura unitaria del Evangelio nos plantea el tema del ma una idea de lo real puede convertirse en fuerza real?". (De-
espíritu y el corazón de la política, especialmente en un mo- bray: 1984,149,169, 274,398).
mento de profunda crisis ético-cultural del socialismo, de hege- Conviene recordar que la lucha de la izquierda en sus orí-
monía de la cultura burguesa y de escisión entre fundamen- genes estuvo configurada por una utopía y una mística o fuer-
tación de la ética y producción de cultura moral solidaria. za interior que era lo que reforzaba la acción de militantes
Para abordar esta cuestión hay que partir del hecho de que sometidos a toda clase de represiones y persecuciones. E.
entre la estructura social y el ámbito de los valores hay una Mounier, partiendo de la experiencia histórica del movimien-
profunda interrelación. Los valores desempeñan un rol muy to obrero, escribió sobre la "mística de la izquierda". Este au-
determinante en la dinámica de los sistemas sociales. Por esta tor distingue entre "contenidos ideológicos", "contenidos
razón, Marx, Weber y Sombart analizaron el espíritu de la socie- políticos" y "aspectos espirituales" en la acción política; refi-
dad burguesa y el espíritu del capitalismo. En esta misma línea, A. riéndose a estos últimos afirma que "hay valores de izquierda
Occhetto, ex secretario general del PCI y del PDS, planteó la o, mejor, un ala de izquierda de los valores", aunque constata
importancia de las "infraestructuras inmateriales" como ver- que "el conservadurismo de los moderados ha penetrado de
dadero "sistema nervioso" de la sociedad (en AA. W.: 1990, lleno hoy las filas de la izquierda" (Mounier: 1973, 135-136).
19). R. Debray en su libro Crítica de la razónpolíticaha desentra- La izquierda, como dije en el capítulo IV, necesita, además
ñado los fundamentos culturales y psicológicos de la concep- de los llamados "tanques de pensamiento", algo que es más
ción política de la izquierda, ha mostrado la dimensión meta- radical y más importante: "motores" ético-culturales, "ideas
rracional presente en ésta y ha destacado la importancia de los movilizadoras"y "fuerzas morales" capaces de transformar la
factores espirituales presentes en la misma. Debray piensa que infraestructura cultural de nuestras sociedades para lograr que
"el motor de los movimientos políticos reales no es de natura- grandes sectores de población luchen por determinados ob-
leza intelectual". Él considera al "corazón como sede de la jetivos. Desde el espíritu del cristianismo originario ya he pro-
ideología" para mostrar la dirección afectiva que prima en puesto dos. Por un lado, la regulación ecológica de la produc-
muchas adhesiones racionales a causas políticas. Para este au- ción, el consumo y los estilos de vida. Por otro, la primacía de
tor el ingreso de muchas personas en las filas del socialismo los últimos a través de políticas de solidaridad internacional,
tiene motivaciones que están mucho más allá del racionalis- de rentas de inserción o salario social y de lucha contra la ex-
mo: "Lo visible siempre se explica por lo invisible". En este clusión social, dando gran importancia a los temas del repar-
sentido, afirma que "lo que emociona pone en movimiento to del tiempo de trabajo y a los fondos de reinversión de las
tanto a un colectivo como a un individuo... lo que se experi- plusvalías para la creación de empleo.

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El espíritu que buscamos para el socialismo no es otra cosa les. Por esta razón la izquierda tiene que ser un movimiento
que ese conjunto de motivaciones, valores morales de fondo, socio-político y, además, un movimiento ético-cultural im-
sensibilidad por el sufrimiento ajeno, pasión por la emanci- pregnado de espíritu.
pación de los últimos, hambre y sed de justicia. Este espíritu En la medida en que la pérdida de determinados objetivos
es algo mucho más profundo que las ideologías y los progra- de la izquierda ha ido creciendo y ésta, salvo excepciones, se
mas. M. Gorbachov, en este sentido, afirmó que ante los pro- ha limitado a la gestión del orden social existente, la utopía
blemas de la política y de la sociedad, "la salida está en hacer y la mística o espiritualidad han sido elementos que han des-
la vida más densa espintualmente, en reconsiderarla como una aparecido de la cultura de la izquierda. Ahora, nuevos objeti-
actitud del hombre ante la naturaleza, ante sus semejantes y vos requieren fuerzas especiales, esto es, una nueva cultura
ante sí mismo. Urge revolucionar la conciencia. Sólo así se po- moral y un nuevo espíritu, en definitiva, que dirijan y orien-
drá crear una cultura y una política nuevas y adecuadas a los ten sus acciones.
retos de la época" (Gorbachov: 1990,17-18). J. Delors, un po-
lítico con fama de pragmático y hasta de tecnócrata, creó en
su época de presidente de la Unión Europea un programa de La regulación espiritual de la política
trabajo, dentro de su célula de prospectiva, con el significati- y la orientación del socialismo
vo título de Donnerune ame a l'Europe; sobre este tema afirmó
lo siguiente: "Hay todavía mucho que hacer para asegurar Ciertas culturas espirituales y morales son las que pueden
la primacía del espíritu y la aportación indispensable de la cul- otorgar almay corazón a la política de la izquierda. En este sen-
tura en nuestra Europa y en nuestras democracias desvitali- tido estoy totalmente de acuerdo con Günter Grass cuando
zadas. Esta Europa, que está en vías de unidad, necesita una afirma que "el pensamiento europeo está enfermo, porque
memoria y un alma. Así, y solamente así, haremos prosperar solamente está orientado económicamente. Nos falta un pen-
el espíritu europeo". (En Berten: 1996, 57). samiento que vaya más allá de la economía" (Grass: 1993, 29).
En España, R. Obiols, en el VI Congreso del PSC-PSOE Por esta razón considero que, en la actual coyuntura histórica,
(1990), planteó la necesidad de dar "una dimensión de espi- la mayor aportación de fondo del cristianismo a la izquierda
ritualidad al proceso de evolución política y social". es ofrecerle un espíritu. Ya me he referido anteriormente al
El tema de las motivaciones y especialmente el de la com- hecho de que Karl Marx escribió sobre el "espíritu de la so-
pulsión moral (Shanin, 1992) son cuestiones centrales en la ciedad burguesa", Max Weber sobre el "espíritu del capita-
búsqueda de un nuevo espíritu para el socialismo. Detrás de lismo" y Werner Sombart sobre el "espíritu de la vida econó-
muchas acciones personales y colectivas hay un determina- mica". De un modo parecido, Ernst Bloch lo hizo sobre el
do espíritu invisible que es el que determina la orientación de "cristianismo en el ateísmo", Milán Machovec sobre 'Jesús
esas acciones; por eso es es muy importante configurar el espí- para ateos" yjon Sobrino sobre "liberación con espíritu". Me
ritu desde unos determinados valores. Una política no fecun- parece que todos ellos se refieren a algo común: la necesi-
dada permanentemente por una determinada espiritualidad dad que tiene todo proyecto de disponer de una dimensión
(agnóstica, religiosa o atea) degenera rápidamente en tecno- de valores de fondo, de motivaciones de raíz, de inspiracio-
cratismo o cinismo; del mismo modo que una actitud ética nes básicas y fundamentales precisamente para no desfon-
que no desemboca en política se convierte en simple retóri- darse. A su vez cada espíritu tiene una fuente de la que nace y
ca. Considero que sin un profundo cambio espiritual difícil- se alimenta. Indudablemente, el espíritu del cristianismo nace
mente van a ser posibles cambios socio-políticos sustancia- del encuentro con Jesucristo, pero considero que los valores

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI AZAR

generados por éste pueden ser también asumidos por perso- "infraestructura inmaterial" que regula el "sistema nervioso"
nas que no quieran o no puedan sumergirse en la experien- y sanguíneo de la política, son el élan vital de la política.
cia religiosa cristiana. Esta idea ha sido defendida en España El carácter político del apoliticismo (técnico) del cristia-
con bastante lucidez por G. Peces-Barba (1996). La búsqueda nismo radica precisamente en ese núcleo de valores y pro-
de valores en el cristianismo para el socialismo desarrollada por puestas de vida que dan un fondo espiritual para la acción y
agnósticos y ateos como Bloch, Togliatti, Lombardo Radice, marcan una orientación moral para los objetivos de la políti-
Garaudy, Machovec y diversos partidos de la izquierda euro- ca tratando de impedir, de este modo, que ésta se desfonde y
pea y latinoamericana, como vimos en el capítulo III, revela desnorte. Considero que, en la actualidad, el espíritu y el élan
el sentido de mis anteriores afirmaciones. vital que mejor pueden reconstituir la izquierda son los con-
En el Evangelio el espíritu tiene una dinámica interna y tenidos en el cristianismo originario y en el ecologismo político.
externa, un movimiento que va de dentro hacia fuera y, por Detrás de los casos de corrupción política que hemos podido
esta razón, el espíritu evangélico está en las antípodas del espl- conocer gracias a los medios de comunicación estaban diri-
ritualismo que se evade de la transformación de la sociedad. gentes políticos sin espíritu (regulación prepolítica y metapo-
Los componentes de ese espíritu, de raíz ciertamente religio- lítica) o poseídos por un mal espíritu, el del individualismo
sa, son antiespiritualistas: primacía de los últimos, aproxi- posesivo y la acumulación de bienes y riquezas.
mación a los empobrecidos para liberarlos, rechazo de la Creo que el espíritu del cristianismo originario y el espíritu del
acumulación de bienes, adopción de un estilo de vida mar- ecologismo político son más potentes que otras propuestas éti-
cado por la búsqueda de la justicia para llegar a la fraterni- cas para guiar por dentro a la izquierda, por la sencilla razón
dad, que es la fuente y el culmen de la felicidad. Todos estos de que sus contenidos tienen más capacidad para incidir en
elementos, en cuanto son espirituales y no ideológicos-cere- toda la persona (mente, sentimiento, motivación, voluntad).
brales, afectan a la totalidad de la persona y le provocan una La diferencia de lo espiritual y lo ético radica, a mi entender,
especial compulsión moral y una específica pasión política. Po- en que el factor espiritual tiene mayor capacidad de impreg-
demos decir, utilizando el lenguaje de Mounier, que este es- nación de todo el ser que la mera formulación de normas mo-
píritu pertenece al "ala izquierda de los valores". El espíritu rales. Precisamente por esto la fundamentación de la ética no
moviliza más que la ideología, porque incide en todo el ser lleva directamente a la producción de moral vivida. Todo el
(mente, sentimiento y voluntad). El espíritu es vida, aliento y pensamiento de los clásicos de la sociología sobre las relacio-
fuerza; y vivifica porque no es retórica ideológica o ética. nes entre la ética y lo sagrado está centrado en esta cuestión:
Podemos decir que detrás de toda pasión ético-política hay analizar el mecanismo mediante el cual una propuesta de va-
siempre un espíritu. lor se convierte en un factor que en la práctica regula y dirige
El espíritu es muy importante, porque es el que crea los el comportamiento personal y colectivo. A lo largo de la his-
puntos de referencia y regulación prepolítica y metapolítica toria, la mayor parte de las propuestas éticas que se han tradu-
para que la política técnica no pierda autenticidad y tensión cido en comportamientos han experimentado su fecundidad
creadora. La política técnica ha de ser un conjunto de ins- gracias a mecanismos de sacralización y religiosización de
trumentos puestos al servicio de un ideal moral vinculado a esas propuestas; éstas han sido más efectivas cuando han lle-
la contemplación de la pobreza, la explotación y la injusticia. gado a convertirse en creencias y sentimientos morales. Por
Son los factores espirituales y morales los que deben guiar esta razón, los temas de la religión civil y la religión de la hu-
la política técnica (desde el gobierno o desde la oposición). manidad han sido tan centrales en algunos de los clásicos de
Estos factores, por utilizar el lenguaje de Occhetto, son la la sociología. Esto no significa que algunas éticas civiles no

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LA IZQUIERDA Y EI. CRISTIANISMO

sean capaces de g e n e r a r moral vivida; simplemente quiero


llamar la atención sobre la fuerza que otorga el espíritu a u n a NOTAS
propuesta moral. N. Bobbio, c o m o vimos en el capítulo II,
h a destacado r e c i e n t e m e n t e la relevancia de esta cuestión.
La aportación básica del espíritu del cristianismo origina-
rio a la reconstitución de la izquierda consiste en p o n e r en
el centro de la política el sufrimiento h u m a n o causado por el
e m p o b r e c i m i e n t o . Este espíritu crea u n a pasión para liberar
ese sufrimiento e incentiva y moviliza para buscar mediacio-
nes económicas q u e ante todo d e n prioridad a políticas de
lucha contra la exclusión social en el n o r t e y contra el empo-
brecimiento en el sur. La introyección de este espíritu re-gene- CAPÍTULO I
ra p e r m a m e n t e m e n t e la política y p o n e obstáculos a la bu- REFUNDAR LA IZQUIERDA.
rocratización y tecnocratización de ésta. EL NUEVO CICLO DEL SOCIALISMO
El espíritu del cristianismo originario p u e d e favorecer la
1
expansión de los valores y actitudes ciudadanas q u e requie- Vid. la voz "socialismo" en T. Bottomore (ed.), Diccionario del
ren ciertas políticas sociales, ecologistas e internacionalistas pensamiento marxista, Tecnos, Madrid, 1984, p. 682. El movimiento
que van en contra de hábitos, c o m p o r t a m i e n t o s y expectati- de los diggers tenía una clara connotación religiosa cristiana. Su líder
vas creadas p o r la cultura burguesa. Para desarrollar esas po- fue G. Winstanley, quien redactó La nueva ley de justicia, en la que
líticas hay que ir más allá de la formulación programática y afirmaba: "El reino de los cielos no será más que la misma tierra,
de la correlación de fuerzas. Esas políticas requieren u n a cul- convertida en propiedad común de todos los hombres". Junto a los
tura postmaterialista de la pasión por la primacía de los últimos, diggers estaban los levellers (niveladores), otro movimiento cristiano
de la desposesión, del acercamiento a los empobrecidos y de igualitarista. "Su levantamiento contra Cromwell es considerado por
la b ú s q u e d a de la felicidad en la lucha p o r la justicia y la fra- Marx y Engels como una interpretación religiosa de la primera revo-
ternidad. lución proletaria" (H. Desroche, Sociología de la esperanza, Herder,
Ciertamente, sólo con espíritu n o se hace política. Ni mu- Barcelona, 1976,69-70).
chísimo menos. Pero sin él, es muy posible que la política de
la izquierda termine sirviendo a objetivos e intereses bastante
alejados de la pasión moral y la rebelión contra el sufrimien- CAPÍTULO II
to de los empobrecidos q u e le dio origen. LAICISMO YCRISTIANISMO
EN L A POLÍTICA DE LA IZQUIERDA

1
F. Savater, "La cuestión religiosa", en Biácleta, n.9 39 (1981), p. 12.
2
1. Sotelo, "La izquierda berlinesa", en El País, 5 de septiembre
de 1989, p. 11.
3
Vid. J. Sánchez Noriega, "Entrevista a Antón Saracíbar"y "En-
trevista a Antonio Gutiérrez", Noticias Obreras, núms. 1.020, 1.021
(1990)ynúm. 1.178 (1996), pp. 23, 31 y 34 respectivamente.

406 407
LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAEAEL DÍAZ-SAIAZAR

4
El más i m p o r t a n t e es el F ó r u m 2000, promovido p o r Vaclav sultados: u n 31 p o r ciento d e los votantes del PSOE confiesan ser
Havel, presidente d e la República Checa, y Elie Wiesel, p r e m i o católicos practicantes y u n 51 p o r ciento declaran ser creyentes n o
Nobel de la Paz. Havel relaciona la crisis d e lo político y la falta d e practicantes. La suma de n o creyentes, indiferentes, agnósticos y
responsabilidad g u b e r n a m e n t a l y movilización c i u d a d a n a con la ateos sólo constituye el 17 p o r ciento del electorado del PSOE, es
desaparición de u n sentido t r a n s c e n d e n t e d e la vida y con la tec- decir, sólo la mitad del total d e votantes socialistas que son católi-
nocratización de la política. cos practicantes. (Cfr. Instituto Opina, "Radiografía d e los votan-
5
Vid. Arroyo (1997), M o n t e r o (1993), Tezanos (1993). Según tes del PSOE", en La Vanguardia, 21 d e j u n i o d e l 9 9 7 , p . 16).
los estudios de estos autores, q u e utilizan encuestas d e DATA y del Entre los afiliados al PSOE se h a incrementado sustancialmente
CIS, el 73 p o r ciento de los españoles q u e se autoidentifican d e iz- el porcentaje de militantes socialistas que declaran tener ideas reli-
quierdas afirman creer e n la existencia d e Dios, el 53 p o r ciento se giosas, ya que si en 1980 el 39 p o r ciento de los afiliados declaraba
consideran personas religiosas, el 45 p o r ciento manifiestan q u e tener este tipo de ideas, en 1986 lo hacía el 51 p o r ciento. De los afi-
Dios es bastante i m p o r t a n t e en sus vidas y el 42 p o r ciento creen liados al PSOE después de 1982, el 55 p o r ciento mantiene ideas re-
en la vida después de la m u e r t e . Sólo el 33 p o r ciento d e las perso- ligiosas (Tezanos, 1993). Desde u n a perspectiva histórica supone
nas d e izquierdas afirman q u e Dios tiene poca o nula importancia u n a gran novedad que n a d a m e n o s que algo más de la mitad de los
en sus vidas (Arroyo, 1997). militantes del PSOE sean personas religiosas. En IU n o existen estu-
El 43 p o r ciento de los españoles q u e se identifican con la ideo- dios sobre esta variable.
logía socialista declaran ser católicos practicantes y n o muy practi- Conviene tener en cuenta q u e en 1990, el 63 p o r ciento d e los
cantes, dos grupos con actitudes y prácticas n e t a m e n t e religiosas. españoles se autoidentificaban c o m o personas religiosas, el 28 p o r
Exclusivamente el 23 p o r ciento de los españoles de ideología so- ciento c o m o personas n o religiosas y el 4 p o r ciento c o m o ateos
cialista declaran ser n o creyentes. En u n a misma línea, declaran (Montero, 1993).
ser católicos practicantes y n o muy practicantes el 22 p o r ciento d e 6
Instituto Opina, XXXIV Congreso del PSOE. Radiografía d e
las personas con ideología comunista y el 43 p o r ciento d e las per- los votantes socialistas, Barcelona, 1997 ( m i m e o ) . La p r e g u n t a 37
sonas con ideología socialdemócrata (Arroyo, 1997). del cuestionario d e este s o n d e o es la q u e plantea a los votantes so-
El porcentaje de personas religiosas del electorado del PSOE es cialistas el grado de identificación (de 0 a 10) con u n a serie d e
sustancialmente superior al d e personas indiferentes y ateas; en las personajes históricos, e n t r e los q u e destacan Jesucristo, Marx, Le-
elecciones d e 1977, 1982 y 1993 los electores del PSOE q u e eran nin, Pablo Iglesias y Manuel Azaña. La m e d i a española de identifi-
católicos practicantes y n o muy practicantes constituyeron el 43, el cación d e los votantes socialistas con Jesucristo se sitúa en el pun-
54 y el 60 p o r ciento del electorado d e este partido frente al 23, 19 to 7 d e la escala. La identificación con Pablo Iglesias se sitúa e n el
y 13 p o r ciento d e indiferentes y ateos respectivamente (Montero, p u n t o 6 y con Marx en el p u n t o 5. Los votantes socialistas d e An-
1993). Dentro de los electores del PCE y de IU, el electorado religio- dalucía son los q u e más se identifican con Jesucristo ( p u n t o 8 de
so constituye u n sector m e n o r respecto a los indiferentes y ateos, la escala).
a u n q u e tienden a disminuir las distancias e n t r e ambos; así, en las 7
J. Delors, declaraciones en La Croix, 25 d e agosto de 1983, p. 6.
elecciones d e 1977,1982 y 1993 los electores del PCE e IU q u e eran 8
R. Obiols, presidente del PSC-PSOE y u n o d e los políticos más
católicos practicantes y n o muy practicantes constituyeron el 16, el interesados en la convergencia entre la izquierda y el m u n d o cris-
21 y el 30 p o r ciento frente al 54, el 61 y el 35 p o r ciento d e indife- tiano, h a escrito lo siguiente sobre esta temática: "La prioridad más
rentes y ateos (Montero, 1993). Por lo que respecta a las últimas urgente para la izquierda es superar el déficit d e motivaciones para
elecciones generales d e marzo de 1996, el Instituto O p i n a de Bar- la acción pública, para la política en sentido amplio". (Cfr. Nou se-
celona, e n u n estudio para La Vanguardia, obtuvo los siguientes re- gle, nou cicle, Empuries, Barcelona, 1997, p. 96).

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

9
T r a d u z c o d i r e c t a m e n t e del texto francés del acto d e la entre- m o , la doctrina q u e n o sacrifica n i n g u n o d e los términos de la fór-
ga. La noticia y parte d e este texto apareció e n el diario El País. mula: libertad, igualdad, unidad, fraternidad, sino q u e los conciba
10
Concilio Vaticano II. Constituciones, decretos y declaraciones, BAC, todos" (en Luciani, 1990, 34). Sobre el cristianismo d e Leroux y su
Madrid, 1965, p . 308. relación con el socialismo vid. las p p . 33-37 d e la obra d e Luciani.
11 4
Hay q u e tener en cuenta, n o obstante, que los especialistas en A. Guterres, declaraciones en ElPaís, 29 de septiembre de 1995,
historia de las ideas políticas suelen coincidir en afirmar que, desde p. 4. La influencia d e sus convicciones cristianas era, sin e m b a r g o ,
u n a perspectiva comparada, el cristianismo h a sido la religión que captada p o r los analistas. En este mismo periódico, P. Marcos afir-
mejor h a favorecido el surgimiento y el despliegue de la democra- m a b a q u e "de cada frase queda, en el fondo y e n la forma, u n poso
cia p o r su orientación hacia la transformación del m u n d o , su distin- d e ese catolicismo c o m p r o m e t i d o con las mejoras sociales. Gute-
ción entre obligación política y obligación religiosa, su afirmación rres pasó de la militancia en las J u v e n t u d e s Católicas Universita-
de la persona como sujeto, su utilización de la figura d e la delega- rias a las J u v e n t u d e s Socialistas" (2 de octubre d e 1995, p . 3). De
ción y su visión d e la u n i d a d en la diversidad (vid. Badie, 1991). h e c h o , estas convicciones aparecieron en el debate sobre el abor-
to y en la votación posterior.
5
Cfr. en E. Lluch, "Dios según Mitterrand", e n La Vanguardia,
CAPÍTULO III 5 d e mayo d e 1994, p . 9.
6
E L CRISTIANISMO, UNA CUESTIÓN PÚBLICA Vid. en Amalia Barboza, La socialdemocracia alemana, el partido
PARA LA IZQUIERDA EUROPEA de los verdes y la religión cristiana, Universidad d e Colonia, 1995 (mi-
Y LATINOAMERICANA m e o ) , p p . 8-9. Trabajo d e investigación dirigido p o r mí.
7
Los planteamientos sobre el cristianismo c o m o cuestión pú-
1
Textos contenidos e n Marximus undEthiky tomados d e la tra- blica para la izquierda q u e son mantenidos por los partidos social-
ducción española realizada p o r V. Zapatero e n su estudio prelimi- demócratas de Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca, Alemania,
n a r a F. d e los Ríos, Escritos sobre democracia y socialismo, Taurus, Ma- Suiza, Austria, Bélgica, Holanda, Italia e Inglaterra p u e d e n verse en
drid, 1974, p. 19 y 20. la revista ASCE-News, especialmente en n e 1 (1978), n a 1 y 6 (1986) y
2
El t e m a d e la influencia d e la Institución Libre d e Enseñanza en Luciani (1990). Muy ilustrativo es el artículo del presidente de
y d e los teólogos del m o d e r n i s m o en la religiosidad d e F e r n a n d o la ILRS (Federación Internacional de los Socialistas Religiosos), el
de los Ríos ha sido muy bien estudiado p o r Eloísa Esteban e n "El socialdemócrata sueco E. Svensson, "Churches a n d Social Demo-
p e n s a m i e n t o religioso d e Giner d e los Ríos: la idea d e Dios", Fa- cratic Parties in Europe", ASCE-News, n° 6 (1985).
cultad d e Filosofía d e la Universidad Comillas, Madrid, 1991 (tesi- 8
H e a b o r d a d o el t e m a del rol de los cristianos e n la oposición
na) y "El p e n s a m i e n t o religioso de F e r n a n d o d e los Ríos", e n Ins- al franquismo en mi libro Iglesia, dictadura y democracia, Ediciones
tituto Fe y Secularidad, M e m o r i a Académica 1987-1988, Madrid/ HOAC, Madrid, 1981, y en "Los cristianos, la lucha p o r la d e m o -
3
H . Kinder y W. H i l g e m a n n , Atlas Histórico Mundial. Vol. II, Ist- cracia y la creación del nuevo movimiento obrero", XXSiglos, n. a 16
m o , Madrid, 1994, p . 70: "El socialismo (de socíMs=camarada), tér- (1993). El diálogo con la izquierda desde posiciones cristianas apa-
m i n o q u e aparece p o r p r i m e r a vez en el periódico francés Le Globe rece en p r i m e r lugar en algunos textos d e dirigentes hoacistas: G.
1832), se o p o n e al liberalismo y al capitalismo, aboga p o r la aboli- Rovirosa, Manifiesto Comunüarista (1949) y Comunistas y cristianos
ción de la p r o p i e d a d privada y de las diferencias de clase y procla- (1951); T. Malagón, Marxismo y Populorum Progressio (1967). La
ma el pacifismo c o m o ideal internacional. Antecedentes...". El di- orientación política revolucionaria de cristianos universitarios, q u e
rector d e Le Globe era el cristiano L e r o u x y fue él p e r s o n a l m e n t e el les llevará a la creación del FLP, aparece en tres libros d e I. Fer-
que lo definió textualmente e n los términos siguientes: "Socialis- n á n d e z de Castro, Del paternalismo a la justicia social (1957), ¿Uni-

410 411
LA IZQUIERDA y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI .AZAR

dad política de los cristianos'? (1959) y Teoría de la revolución (1960), CAPÍTULO IV

publicados p o r T a u r u s . El paso del sindicalismo confesional pro- E L ESPÍRITU DEL SOCIALISMO


pio del catolicismo d e p r e g u e r r a al sindicalismo revolucionario Y EL CRISTIANISMO
d e clase impulsado p o r cristianos está bien teorizado e n tres libros
1
del h o a c i s t a j . Martín, Los cristianos en el Frente Obrero (1962), Comi- Se p u e d e estudiar con categorías weberianas lo q u e d e n o m i -
siones Obreras (1967) y Acción sindical de los cristianos en España (1968), n o producción cristiana de izquierda tanto en E u r o p a c o m o e n Amé-
publicados p o r ZYX. Hay q u e tener en c u e n t a q u e el T O P (Tribu- rica Latina. Sobre este t e m a estoy dirigiendo u n a tesis doctoral so-
nal de O r d e n Público) se estrenó con el juicio a CC O O de Bilbao, bre Religiosidad obrera y luchas socio-políticas en Madrid (1947-1977) y
q u e fue c r e a d a e n 1962 e n los locales d e la H O A C ( H e r m a n d a d asesorando otra sobre El rol del cristianismo y de los cristianos en el sur-
O b r e r a d e Acción Católica) d e esta ciudad y formada p o r seis mi- gimiento y desarrollo de la izquierda en Sevilla (1952-1982). En estas
litantes hoacistas y u n comunista. dos investigaciones se intenta explicar weberiamente la configu-
Miguel Boyer yjulián Ariza, dos personas significativas del área ración d e la izquierda p o r el cristianismo en u n p e r i o d o de tiem-
socialista y comunista d e los años sesenta, se h a n referido a esta rea- po determinado.
2
lidad e n los términos siguientes: "Felipe González e m p e z ó en la Vid. Weber (1904-1905), p p . 36, 43, 47, 49, 156, y Sombart
izquierda d e m ó c r a t a cristiana d e Giménez Fernández, estuvo lue- (1913), p p . 13, 208,286,'355, 356, 357.
3
go en el Frente d e Liberación Popular, q u e Dionisio Ridruejo defi- J. Gil d e Biedma, Volver, Cátedra, Madrid, 1992, p . 71.
nió c o m o un grupo de comunistas cristianos anti-PSOE, y, finalmente,
en el PSOE" (M. Boyer, declaraciones a El País, 14 d e febrero d e
1996, p. 22). J. Ariza h a afirmado q u e "el sindicalismo d u r a n t e la CAPÍTULO V
dictadura se n u t r i ó n o sólo d e la h e r e n c i a d e las g r a n d e s organiza- LA FECUNDACIÓN DE LA IZQUIERDA
ciones históricas y del surgimiento y desarrollo d e CC O O , sino d e POR EL CRISTIANISMO
algunas organizaciones católicas c o m o J O C , HOAC, Vanguardias
1
Obreras y alguna otra q u e a p o r t a r o n u n a notable ayuda tanto R. D a h r e n d o r f considera q u e "los países de la OCDE están
para la legitimación de la lucha sindical c o m o para la incorpora- d o m i n a d o s p o r u n a clase mayoritaria que abarca a ese 60 p o r cien-
ción d e militantes a USO, CC O O y U G T " ("El sindicalismo e n la to, tal vez 70 o incluso 80 p o r ciento que, en conjunto, tiene la
dictadura", en Temas para elDebate, 12, 1995, p. 44). Para el diálo- sensación de q u e la mayoría de sus aspiraciones p o d r á n cumplir-
go de cristianos y anarquistas d u r a n t e este p e r i o d o vid. A. O r e n - se si las cosas siguen más o m e n o s c o m o están. No necesitan nin-
sanz, "Anarquía y cristianismo: el d e b a t e está abierto", e n El Cier- g u n a reforma i m p o r t a n t e ; todo lo q u e necesitan, p o r el contrario,
vo, 328-329 (19/'8). es seguridad, u n p o c o d e suerte y u n gobierno q u e sonría a los
9
Vid. en Felipe González, un estilo ético. Conversaciones con V. Már- bolsillos y cuentas bancarias... Los q u e están en el p o d e r n o son
quez Reviriego, Argos Vergara, Barcelona, 1982, p p . 65-66. i n m u n e s a los valores de la sociedad del bolsillo a la q u e se h a n ad-
10
Vid. en J. Pérez Garzón, José Bono de cerca, Ediciones B. Barce- herido... De h e c h o , ésta es la razón p o r la que la izquierda está
lona, 1995, y declaraciones a Interviú, n s 763 de 1990, y ABC, 27 de desorientada. La política d o m i n a n t e d e la época es la política del
mayo de 1995. m o n e d e r o . . . el proyecto d e ciudadanía se h a visto s u p e r a d o p o r el
11 deseo de prosperidad". (R. Dahrendorf: 1992, 9).
Vid. en Carta a las Iglesias, n a 204 (1990), p. 5.
2
12
Vid. en Noticias Obreras, n B 1.181, 1996, 37. La caracterización q u e h a g o d e cada m o d e l o d e izquierda
está basada en el análisis d e u n a bibliografía que n o p u e d o incluir
en este libro p o r su extensión.

412 413
LA IZQUIERDA Y EL. CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SALAZAR

3
Glotz plantea la necesidad de crear u n a "coalición ilustrada racterización de "esclavo a lo espartaquista" para indicar el carácter
q u e a b a r q u e a las clases tradicionales" p a r a evitar la segmentación liberador y n o resignado de la adopción d e la condición d e esclavo
d e las sociedades industriales. Él considera q u e "quien quiera ayu- p o r parte de Jesús de Nazaret. Evidentemente, con el término "la
dar a los débiles t e n d r á q u e ser fuerte e n t r e los fuertes" (p. 61). condición d e esclavo", el Nuevo Testamento realiza u n a interpreta-
4 ción de la vida de Jesús, pues él n o fue u n esclavo en sentido literal.
Para realizar u n a fenomenología socio-política del cristianismo
6
originario sigo la metodología de Weber y Sombart basada, e n gran Siempre h e tenido muy presente, observando el caso d e El
parte, e n el análisis d e u n a serie d e textos religiosos. Weber se cen- Salvador e n los años d e mayor conflicto bélico, los dos niveles d e
tró, sobre todo, en el estudio d e las primeras traducciones alema- crítica y de propuesta de transformación: u n o es el técnico-políti-
nas de la Biblia, en las elaboraciones teológicas d e Lutero y d e Cal- co formulado p o r organizaciones q u e tienen u n a táctica, u n a es-
vino y en ciertos directorios espirituales que presentaban el tipo de trategia y u n programa; otro es el ético-profético d e raíz religioso-
religiosidad q u e se p r e t e n d í a difundir, especialmente el Christian cristiana. El p r i m e r o está muy c o n d i c i o n a d o p o r la coyuntura y la
Directory (1678) d e Baxter. Sombart tomó, e n p r i m e r lugar, c o m o correlación de fuerzas; el s e g u n d o va más a la raíz y tiene u n a ma-
base fundamental d e sus análisis el tomismo de los siglos xiv y xv, yor perdurabilidad. Evidentemente, q u e los dos niveles h a n de
especialmente las obras d e T o m á s d e Aquino, A n t o n i n o d e Floren- c o m p l e m e n t a r s e , p e r o el segundo, p o r utilizar u n lenguaje musi-
cia, B e r n a r d o de Siena y el cardenal Cayetano; en segundo lugar, cal, es el cantus firmus. Las intervenciones d e m o n s e ñ o r R o m e r o ,
se centró en las obras d e Defoe y Franklin q u e relacionaban la reli- u n a persona muy poco ideologizada y muy c e n t r a d a e n el núcleo
gión y la economía, especialmente The Oeconomy of Human Life del Evangelio, son muy elocuentes al respecto.
(1785). Por mi parte, voy a analizar u n a serie d e textos centrales 7
El a u m e n t o de la productividad y el crecimiento d e los bene-
del Nuevo Testamento, b a s á n d o m e en u n conjunto d e estudios ficios d e las empresas n o se ha traducido en u n mejor r e p a r t o d e
exegéticos y cristológicos: Alonso Schókel (1993), Crossan (1994), la riqueza ni en una disminución del p a r o . En España, en los últi-
Cullmann (1973), González Faus (1974), González Ruiz (1966), mos veinte años sobre los q u e d i s p o n e m o s d a t o s ( d e 1976 a 1995),
Guijarro y otros (1992), Mateos (1987), P u e n t e Ojea (1974), To- "los sueldos y salarios netos de los e m p l e a d o s y trabajadores espa-
rres Q u e i r u g a (1996). T a m b i é n m e basaré en la visión del cristia- ñoles se h a n multiplicado p o r seis. El n ú m e r o d e asalariados h a
nismo originario de algunos destacados intelectuales del socialismo p e r m a n e c i d o prácticamente igual (8,6 millones en 1976 y 9 millo-
marxista: Bloch (1968), Engels (1894), Kautsky (1910), Labriola nes en 1995). Pero el beneficio final n e t o (declarado) del conjun-
(1897), L u x e m b u r g (1906), L o m b a r d o Radice y otros (1976), Ma- to de las empresas se h a multiplicado p o r 11... En 1995 el benefi-
chovec (1977). Finalmente, utilizaré la sociología de la teología de la cio n e t o (después de impuestos) q u e q u e d ó e n m a n o s d e los
liberación (Silva Gotay: 1983) y algunas obras de los autores más im- d u e ñ o s d e las empresas españolas s u m ó 17,3 billones d e pesetas.
portantes de esta teología en América Latina, especialmente aque- Si sólo se hubiese multiplicado p o r 6, igual que el d e los asalaria-
llas q u e tienen más q u e ver con el tema q u e estoy a b o r d a n d o en dos, "sólo" sumaría 10 billones. Esto significa q u e 7 billones h a n
este a p a r t a d o : Ellacuría y Sobrino (ed.) (1990), Gutiérrez (1972), caído del lado del capital". (C. Felber, "Redistribución d e la rique-
Sobrino (1993). za", en Noticias Obreras, n s 1.201, p. 20).
5 8
Torres Queiruga (1996) ha realizado u n análisis muy intere- El PNUD afirma en el Informe sobre Desarrollo Humano 1997
sante del texto d e la Carta a los Filipenses, relacionándolo con los q u e "el costo d e la erradicación de la pobreza es inferior a lo q u e
cantos del "Siervo de Yahvé" que aparecen e n los escritos del profe- c o m ú n m e n t e se cree, alrededor del 1 p o r ciento del ingreso m u n -
ta Isaías y con el texto de Marx sobre el proletariado c o m o clase dial y n o más del 2 al 3 por ciento del ingreso nacional d e todos
portadora d e sufrimiento universal c o n t e n i d o en la Contribuüón a la los países, salvo los más pobres" (p. 14). De u n m o d o más gráfico,
crítica de la filosofía del derecho d e Hegel. En el texto h e utilizado la ca- este organismo de la O N U ha m o s t r a d o c ó m o los 80 billones de

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO RAFAEL DÍAZ-SAI^ZAR

dólares al a ñ o q u e serían necesarios para vencer la pobreza en del cristianismo originario que vengo e x p o n i e n d o . Es más, pese a
u n a d é c a d a equivalen al valor d e los activos netos d e las siete per- q u e ideológica y filosóficamente Paramio n o se sitúa e n esta matriz
sonas más ricas del m u n d o . T a m b i é n conviene t e n e r e n c u e n t a cultural, considero q u e sus planteamientos tienen mayor afinidad
que "458 familias del p r i m e r m u n d o (unas 2.000 personas) poseen con el cristianismo originario que con otras corrientes en las que
u n p o d e r adquisitivo equivalente al de 2.000 millones d e personas se inspira (el p e n s a m i e n t o de Rawls, e n t r e otros). D u d o q u e éstas
desfavorecidas" (ElPaís, 19 d e noviembre de 1997, p. 31). U n a Ha- tengan potencialidad movilizadora, i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e su va-
cienda Pública Mundial sería u n i n s t r u m e n t o básico para reorien- lor para la fundamentación filosófica de propuestas. Concreta-
tar la riqueza disponible a la lucha contra la miseria. U n indicador m e n t e afirma: "La falta de doctrina socialista n o es u n a carencia d e
más de la irracionalidad e c o n ó m i c a en el m u n d o actual es el si- ideas, que hay m u c h a s y merecedoras de consideración, sino la fal-
guiente: el coste d e paliar la d e u d a externa d e los 20 países más ta d e u n a idea movilizadora... la idea movilizadora n o deberíamos bus-
afectados equivale, según el P N U D , al coste de la construcción d e carla hoy e n u n a utopía para las sociedades desarrolladas, sino en
EuroDisney París. la apuesta p o r superar el abismo que separa al n o r t e del sur. La pa-
9
R . Vargas-Machuca (1994) h a realizado u n a crítica a los "idea- sión debería surgir d e las atroces imágenes de miseria y violencia
rios morales", c o m o el cristianismo y otros, que introducen la idea q u e nos llegan p o r los medios... existen injusticias muy notorias en
de "justicia plena". Según él, este tipo de idearios desconocen la rea- el m u n d o desarrollado, p e r o la. fuerza wioraZpara enfrentarse a ellas
lidad del individuo concreto al q u e n o se le p u e d e pedir heroísmo y n o p u e d e movilizar a u n a mayoría mientras se olvide q u e las q u e
desprecian las tentativas de ir introduciendo justicia parcial. Valo- dividen el m u n d o son m u c h o mayores... No es n a d a evidente q u e
r a n d o positivamente estas advertencias sobre el riesgo q u e corren esta pasión p u e d a arraigar hoy en nuestras sociedades, volcadas en
ciertas propuestas morales, considero, n o obstante, q u e la defensa el ombligo colectivo de los intereses individualistas y particularis-
de la justicia plena n o lleva p o r sí misma al desconocimiento del ser tas. Pero deberíamos ser capaces de crearla... En u n m u n d o mayo-
h u m a n o realmente existente, ni al desprecio de la acumulación de ritariamente d o m i n a d o p o r la miseria... se diría q u e el ensimisma-
reformas y justicias parciales. Por el contrario, la ausencia de idea- m i e n t o de nuestra sociedad refleja las neurosis de los pacientes d e
rios morales de justicia plena como el contenido en el cristianismo u n c ó m o d o balneario precariamente situado al b o r d e del abismo"
quita tensión y perspectiva a medio y largo plazo al quehacer políti- (Paramio: 1991, 13). Desgraciadamente, estos planteamientos ni
co, b o r r a del horizonte tareas pendientes y termina g e n e r a n d o u n h a n influido e n la política del PSOE ni h a n o c u p a d o u n lugar des-
reformismo sumamente débil y corto d e miras; de ahí su olvido de la tacado en el debate político e intelectual en dicho partido, a pesar
prioridad del internacionalismo, entre otros temas. Por otro lado, de la relevancia y d e la responsabilidad ejecutiva del autor en esta
la historia del movimiento obrero y el c o m p o r t a m i e n t o político, so- formación política.
cial y sindical de altruismo radical de miles y miles de seres huma- 1
' J o a q u í n Estefanía h a llamado la atención sobre la existencia
nos en el m u n d o actual manifiestan la existencia d e personas q u e
de u n inmenso p o d e r financiero-especulativo a nivel mundial q u e
ni son ni quieren ser héroes morales, p e r o con su vida muestran el
hoy por hoy es incontrolable. Con gran lucidez h a constatado q u e
desarrollo constante d e la capacidad h u m a n a de donación.
"las transacciones financieras diarias equivalen, p o r ejemplo, a la
10
L. Paramio h a r e c o r d a d o cómo el marxismo clásico arraigó producción de bienes y servicios de u n país como Francia en u n
en las masas p o r su carga de pasión y promesa. Su pretensión d e año. Tres grandes fondos de pensiones movilizan más dólares q u e
ser la ciencia d e la revolución fue muchísimo m e n o s d e t e r m i n a n t e . las reservas de los bancos centrales del G-7; los gerentes de esos fon-
Este intelectual socialista h a relacionado la crisis d e la izquierda dos tienen más p o d e r financiero que cualquier ministro d e Hacien-
con la incapacidad que tiene ésta para p r o p o n e r nuevas pasiones y da o g o b e r n a d o r d e banco central del planeta" ('Yahora, Francia",
promesas. Su propuesta coincide e n gran parte con los contenidos en ElPaís, 4 de mayo d e l 9 9 7 , p. 66). Ante esta realidad, es urgente

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la creación de sistemas d e gobernabilidad mundial dotados de u n a seguro, en la ley del consenso, e n el g r a n d e n o m i n a d o r c o m ú n de


Hacienda Pública Mundial q u e controle este tipo de economía y es- u n a colectividad inquieta... Los valores burgueses o c u p a n el vacío
tablezca sistemas fiscales d e redistribución de la riqueza norte-sur. dejado p o r el fin de los años d e utopía. Hoy por hoy ofrecen u n
Tobin, p r e m i o Nobel de Economía, ha desarrollado esta idea de u n m o d e l o incontestado, u n a tierra de nadie ideológica p a r a tiem-
m o d o muy interesante. pos de crisis. Q u e d a la esperanza de m u c h o s m a r g i n a d o s y nostál-
12
Estas posiciones aparecen muy claramente expresadas p o r A. gicos d e la lucha de clases de q u e — e n contra de Nietzsche— el
F e r n á n d e z Casamayor, "Reflexiones sobre el aborto: la izquierda burgués n o sea el último h o m b r e " . (LePoint, 28 de mayo d e 1993).
se equivoca", en Noticias Obreras, n s 1.157 (1995) y j . I. González 16
Un ejemplo paradigmático d e esta fascinación barroca p o r la
Faus, El derecho de nacer, Cristianismo y Justicia, Barcelona, 1996. posesión d e bienes h a sido el del líder del PSI, B. Craxi, q u e tenía
Sobre esta cuestión fue significativo el manifiesto Por la vida. Re- depositados en Suiza quince kilos de oro: "Betuno Craxi, ex pri-
chazamos el aborto porque somos de izquierdas suscrito p o r 150 militan- m e r ministro italiano y líder del Partido Socialista, posee 15 kilos
tes p e r t e n e c i e n t e s al PSOE, PCE, Euskadiko Ezkerra, J u v e n t u d e s de oro depositados en u n a sociedad fiduciaria de Ginebra, según
Socialistas, UGT, CC O O , CNT, Intersindical Nacional d e Traba- informó ayer el G o b i e r n o helvético. Los lingotes fueron descubier-
j a d o r e s Gallegos, Asamblea Canaria y diversos movimientos socia- tos a raíz de u n a petición de la magistratura milanesa y p e r m a n e -
les (cfr. su versión íntegra e n Ya, 26 d e octubre d e 1982). cen bajo custodia de u n juez suizo.-AFP" (Cfr. El País, 29 d e no-
13
La explicación q u e da J u a n Mateos del sentido de su traduc- viembre d e 1994). Ciertamente, la catarsis moral d e la izquierda
ción m e parece q u e es bastante interesante: "Pobres", en la tradición necesita fuertes ingredientes de práctica de la pobreza evangélica.
judía, los pobres sociológicos; "eligen", lit. "por e l / s u espíritu", que 17
J. Cousteau afirmó q u e "el e n e m i g o es el consumo... La hu-
indica u n acto interior del hombre, d e inteligencia, voluntad o senti- m a n i d a d h a causado más d a ñ o a la Tierra en este siglo q u e e n
miento; en este contexto, de voluntad (=decisión, opción). "Los po- toda la historia previa del g é n e r o h u m a n o . . . p o r el abuso d e las
bres p o r propia decisión" = los que eligen ser pobres. Jesús mismo lo in- d e m a n d a s económicas" (declaraciones a El País, 12 de mayo d e
terpreta en Mt. 6, 24 (opción entre Dios y el dinero). Tienen aDiospor 1996, p . 16). Para profundizar en esta cuestión, vid. Thein: 1994.
rey (lit. "de ellos es el reinado de Dios"), es decir, sólo con ellos actúa 18
Según el análisis de Sombart, los principales rasgos del espí-
Dios como rey. El reinado d e Dios p o n e fin a la miseria; n o carece- ritu b u r g u é s son: pasión p o r el oro y el d i n e r o , afán d e lucro, espí-
rán d e lo necesario ni t e n d r á n que someterse a otros para obtener ritu d e empresa, racionalización d e la administración económica,
el sustento (Mt. 6, 25-34). Esa pobreza se o p o n e al acumular y rete- a h o r r o , utilitarismo, mentalidad calculadora, afán d e poseer más
n e r bienes (Mt. 6,19-21) y supone la disposición a compartir lo pro- y más. C r e o q u e p o d r í a n añadirse otros c o m o el individualismo,
pio (Mt. 6, 22). Esta es la b u e n a noticia a los pobres (Is. 6,1; Mt. 11, el p r e d o m i n i o del tener sobre el ser, la acumulación exclusiva y ex-
15). Las tres bienaventuranzas siguientes contienen u n a promesa d e cluyeme de bienes, la seguridad, el rechazo a arriesgarse p o r algo
liberación, efecto de la opción p o r la pobreza". (Mateos: 1989, 61). o alguien q u e esté fuera d e su círculo social o e c o n ó m i c o , el cál-
14
Alonso Sckókel (1993), p. 263; Mateos (1987), p p . 361-363. culo egoísta, la instalación e n el confort, la tranquilidad social, el
Este último autor considera que el texto es u n a p r o c l a m a contra refugio en la vida privada, la b ú s q u e d a de estatus y respetabilidad
la obsesión p o r la seguridad que h a c e egoístas y n o solidarios. social, la entrega al trabajo c o m o m e d i o d e conseguir riqueza y es-
Afirma q u e "atesorar p a r a sí es lo contrario de la generosidad. tatus, el c o n s u m o ostentoso.
Para Dios es rico quien se d e s p r e n d e de lo q u e tiene" (p. 361). 19
Sobre este tema escribía Gramsci lo siguiente: "El enemigo al
15
Me parece muy interesante, en esta línea, el siguiente análi- q u e h a b r á que combatir y vencer n o se e n c o n t r a r á ya fuera del
sis de C. Makarian: "Los valores burgueses dan seguridad; despo- proletariado, n o será ya u n a potencia física e x t e r n a limitada y con-
j a d o s de su dimensión de clase, se h a n convertido e n el contrato d e trolable, sino q u e estará en el proletariado mismo... e n cada concien-

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cia el h o m b r e nuevo t e n d r á q u e luchar, en cada acto, contra el bur- no ponga en cuestión los avances sociales y el nivel de vida de nuestros
gués al acecho". (Gramsci: 1920,155-156). ciudadanos" (cfr. El Socialista, 602 [1997], p. 33).
2Q 25
J. Mateos, Comentario al Evangelio de Marcos, Ediciones HOAC, J. Cousteau, "El sistema d e m e r c a d o es el más dañino", El País,
Madrid, 1981, p. 13. 26 d e j u n i o de 1997, p. 27.
21 26
E . M o u n i e r en Comunismo, anarquía, personalismo escribe lo si- En u n ensayo publicado en Der Spiegel, Enzensberger realiza
guiente: "¿Ysi u n a política del bienestar determinase fatalmente al u n a crítica de las formas d e lujo específicamente burguesas a las
legislador q u e se limita a ella? La democratización del bienestar q u e aspira la mayor parte de la población y afirma q u e "en lugar d e
tiene y t e n d r á cada vez más esa ventaja de desenmascarar el con- la acumulación y el despilfarro, lo lujoso p u e d e ser la renuncia...,
flicto p r o f u n d o q u e está en el corazón mismo del bienestar, a sa- pues el lujo del futuro se despide de lo superfluo y aspira a lo nece-
ber, q u e el bienestar o la felicidad, en el sentido de la acumulación sario". Según él, las gentes q u e se desconecten de la lucha p o r la
y de la seguridad burguesa, son los antagonistas directos de la li- acumulación y el mayor c o n s u m o p o d r á n encontrarse con el tiem-
bertad espiritual, tanto en las sociedades c o m o en el individuo... p o , la tranquilidad y el espacio para otras actividades q u e n o enca-
(ésta) es sin d u d a la lección más difícil d e hacer e n t e n d e r a las iz- m i n a n a la posesión d e más y más bienes. U n r e s u m e n apareció en
quierdas". (Mounier: 1973,161-162). La Vanguardia, 19 d e diciembre d e 1996.
22 27
Sobre esta cuestión escribió E. Mounier lo siguiente: "Abun- Vicente Verdú ha captado muy lúcidamente la emergencia de
dancia, paz, ocio, aumentos, todo ello es muy legítimo, ¿pero es todo esta nueva actitud socio-cultural: "Un 24 por ciento de los norteame-
lo que hay que decir en u n a civilización que se muere? Una paz de ricanos, según u n a encuesta del Fentzar Institute, se declaran hastia-
tranquilos y de dimisionarios, u n domingo perpetuo, u n a actividad dos de la impulsión a ganar más dinero, ascender y comprar más.
higiénica y sin riesgo, u n a especie de muerte lujuriante, h e ahí sus Esta tendencia agrupa actualmente a unos 44 millones d e ciudada-
imágenes preferidas... Nosotros n o hemos sido los últimos en denun- nos que se h a n a u n a d o en una plataforma de doscientas organiza-
ciar el fariseísmo del burgués con rentas que finge escandalizarse del ciones... (tienen) el deseo de u n a vida más sencilla y austera. Los
«materialismo sórdido» de las reivindicaciones populares. Y además partidarios de esta «simplicidad» bajan el grado de su ambición. Sus
hemos dicho muchas veces que el pan es u n a condición de la liber- miembros hacen c a m p a ñ a diciendo no al contenido de la televisión,
tad, que la revolución material es indispensable para la revolución es- no a. la comida basura, no a los centros comerciales, no al desasosiego
piritual. Nunca tendremos demasiada comprensión para el h o m b r e de la hiperactividad, y sí a los transportes públicos, al consumo mo-
que, desde su miseria, n o sabe imaginar la beatitud del h o m b r e más derado, al reciclaje y al voluntariado social" (V. Verdú, "La merienda
que bajo la forma de ese bienestar burgués... (pero) el pueblo cuan- civil", e n El País, 16 de e n e r o de 1997)'. La película Aliceáe W. Alien
d o se le pide es capaz de cien veces mayor energía, sacrificio, dona- es también e x p o n e n t e d e esta nueva actitud, así c o m o el libro d e
ción, que todos los poseedores, incluso que los poseedores de situa- A. Arrizabalaga y D. Wagman Vivir mejor con menos, Aguilar, Madrid,
ciones políticas. ¿Por qué entretienen éstos al pueblo en ese sueño 1997. Desde u n a perspectiva más radical, el colectivo catalán Kairós
pequeño-burgués? ¿Por qué, sino porque ellos mismos tienen u n a vi- inició en 1997 u n a c a m p a ñ a invitando a las familias a intentar vivir
sión del m u n d o pequeño-burguesa?". (Mounier: 1973,155-156). d u r a n t e u n tiempo con el salario mínimo para así c o m p r e n d e r me-
23
Citado e n Metz (1982), p . 70. j o r la situación de los grupos sociales empobrecidos.
24 28
Esta posición se expresa en la p o n e n c i a m a r c o del XXXrV En u n texto titulado De la pobreza del cristiano, E. M o u n i e r es-
Congreso del PSOE celebrado en 1997, c o n c r e t a m e n t e en el cribe lo siguiente: "La prodigalidad, n o solamente la q u e prodiga
a p a r t a d o III. 174: "Los socialistas d e f e n d e r e m o s a nivel e u r o p e o el d i n e r o , sino la q u e prodiga la actividad, el tiempo, la vida... La
u n a política de equilibrio e n t r e las razones d e justicia y h u m a n i - magnificencia, diríamos hoy día, el sentido d e la g r a n d e z a es u n a
d a d , u n a política de e n t r a d a paulatina de población migrante que virtud, lo m i s m o e n el flujo del d i n e r o que e n el flujo d e la activi-

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dad... Nosotros l u c h a m o s p o r la magnificencia l u c h a n d o contra a generar esas éticas movimientos altruistas y solidarios. ¿Qué capa-
la riqueza... La pobreza se h a revelado para q u e tengamos la vida cidad tienen dichas éticas para provocar la catarsis (Gramsci) que re-
a b u n d a n t e y s o b r e a b u n d a n t e . . . la pobreza n o es necesariamente quiere el ir "en contra de los propios intereses" (Glotz)? Considero
la pequenez de vida. Puede estar también, según las circunstancias, que la cultura samaritana tiene mayor potencialidad y por eso debe-
cruzada d e m u c h o d i n e r o , de m u c h o s gastos y de u n a vida muy ac- ría ser u n o d e los principales fundamentos éticos de la izquierda.
tiva, si precisamente ese d i n e r o , esos gastos y esa actividad n o ha- Existen situaciones d e tal asimetría (abismos de desigualdad) que
cen más q u e pasar e n t r e las m a n o s del p o s e e d o r para dar y fecun- requieren la fuente de u n a cultura moral, como la del cristianismo
dar, y si éste n o t r a m p e a con ellos". (Mounier: 1967,159-161). originario, generadora de u n a antropología altruista que va más allá
29
La ausencia de u n a fenomenología de la concepción evangéli- de la satisfacción de intereses y beneficios personales.
33
ca de la caridad es la que le impide captar el sentido genuino de ésta La caridad tiene e n los Evangelios u n a clara matriz religiosa.
a u n o de los autores que más innovadoramente ha abordado la te- Es el a m o r q u e nace d e la c o m u n i ó n con u n peculiar tipo d e Dios
mática de la fraternidad en los últimos años: T. D o m e n e c h (1993). (recordar el texto de la Carta a losFilipenses): el Dios que se e n c a r n a
30
G ü n t e r Grass h a asociado la ausencia de u n p e n s a m i e n t o en Jesús d e Nazaret, e n t r e g á n d o s e , e m p o b r e c i é n d o s e , lavando los
q u e vaya más allá d e la e c o n o m í a y las políticas d e extranjería pre- pies, l u c h a n d o p o r la liberación de los empobrecidos. El cristia-
d o m i n a n t e s en Europa: "De esta carencia se derivan las reaccio- nismo originario n o plantea q u e el a m o r a los h o m b r e s se practi-
nes tan feroces ante el p r o b l e m a d e la inmigración, p o r q u e la q u e para satisfacer el a m o r a Dios, sino q u e se ejerza desde la diná-
idea q u e p r e d o m i n a es la d e la fortaleza e u r o p e a frente al resto mica de c o m u n i ó n con ese a m o r y como imitación de ese a m o r q u e
del m u n d o . Y la obligación de E u r o p a es preocuparse de q u e haya llegó hasta d a r la vida. El cristianismo originario n o presenta la ca-
u n a distribución más justa d e la riqueza e n t r e los países industria- r i d a d / a m o r (agápe) c o m o u n a m e r a virtud privada, interpersonal
lizados y los países pobres. Los e u r o p e o s d e b e r í a n trabajar p a r a e intragrupal. Esta es también u n a virtud pública q u e lleva a com-
mejorar las condiciones d e los países subdesarrollados p a r a q u e p o r t a m i e n t o s y d e m a n d a s sociales y políticas q u e tienen q u e ver
sus ciudadanos n o t e n g a n q u e a b a n d o n a r l o s e irse a E u r o p a . Esa con el p a n p a r a los h a m b r i e n t o s , la liberación p a r a los oprimidos,
sí sería u n a respuesta constructiva a los problemas de los inmi- etc. Hay que tener en cuenta que el cristianismo originario n o sólo
grantes". (Grass: 1993, 29). relaciona la caridad con la justicia, sino también con la felicidad.
31
Afirmación d e Octavio Paz en u n a entrevista publicada e n la La mayor afinidad de la caridad con el agápe griego q u e con el eros
revista Tiempo (9 d e diciembre de 1991, p . 308). proviene precisamente de la peculiar concepción cristiana de pró-
32 j i m o : el alejado víctima d e u n a injusticia, n o tanto el familiar, el
Un sector significativo de los intelectuales de izquierda de
amigo connatural o el a m a n t e .
nuestro país p r o p u g n a n éticas del cálculo racional de intereses y be-
34
neficios para motivar comportamientos solidarios y rechazan éticas En u n a de sus célebres cartas escribe Gramsci lo siguiente a su
altruistas y de la fraternidad. En su razonamiento de fondo paradóji- mujer, Yulka Schucht: "Conocí la clase obrera de u n a ciudad indus-
camente coinciden con las tesis de algunos neoliberales españoles. trial (Turín) y comprendí lo que realmente significaban las cosas de
Cierta izquierda ha pasado de una antropología prometeica a u n pe- Marx que había leído antes por curiosidad intelectual. Así que m e
simismo antropológico. Si anteriormente rechazaba el cristianismo he apasionado por la vida a través de la lucha de la clase obrera. Pero
por creer que presentaba u n a visión negativa de las posibilidades cuántas veces me h e preguntado si era posible ligarse a u n a masa
humanas, ahora critica q u e esta religión tiene u n a antropología de- cuando no se había querido a nadie, ni siquiera a la propia familia, si
masiado optimista sobre la b o n d a d de los humanos. Creo que, d a d a era posible amar a u n a colectividad cuando n o se había a m a d o pro-
la gran asimetría entre excluidos del n o r t e / e m p o b r e c i d o s del sur y fundamente a criaturas humanas individuales. ¿No iba a tener eso
mayorías satisfechas (Galbraith) de los países ricos, difícilmente van un reflejo en mi vida de militante? ¿No iba a esterilizar y a reducir a

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LA IZQUIERDA Y EL CRISTIANISMO

p u r o h e c h o intelectual, a p u r o cálculo matemático, mi cualidad de


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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El Che Guevara afirmó q u e "el revolucionario v e r d a d e r o está
guiado p o r g r a n d e s sentimientos de a m o r " y T o m á s Borge dice
que "los revolucionarios sandinistas p r o c l a m a m o s la necesidad de
a m a r n o s los u n o s a los otros, igual q u e los cristianos. Y c u a n d o de-
cimos amarnos, nos referimos al p u e b l o . En el corazón del p u e b l o
está el amor". (En Girardi: 1987, 270).
Sobre este tema también m e parece interesante está afirmación
de Mounier: 'Justicia y misericordia son idénticas y consustanciales
en absoluto" (Mounier: 1967, 158). T o m a d a esta expresión desde
u n p u n t o d e vista jurídico-político, ciertamente, no es muy exacta. CAPÍTULO I

Ahora bien, ¿acaso n o h a sido la práctica de implantar la justicia de- REFUNDAR LA IZQUIERDA. E L NUEVO CICLO DEL SOCIALISMO

j a n d o de lado la misericordia y la piedad u n a de las causas funda-


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36
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del padre Las Casas y desemboca en el teólogo de la liberación Ig- WALLERSTEIN, I. (1997): El futuro de la civilización capitalista, Barce-
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ción humanista q u e busca la verdad, p e r o que n o se centra en la ZIEGLER, J. (1985): ¡Viva el poder! Crítica de la razón de Estado, Ma-
vida del prójimo... (en estos humanistas) d o m i n a u n a idea central y drid, lépala.
definitiva: la idea de la fraternidad... Aranguren es u n humanista de
este carácter p o r q u e disfruta de u n a veta q u e le u n e a otras raíces
fraternales, mientras que la tendencia actual de nuestra cultura n o CAPÍTULO II
es precisamente la fraternidad" (vid. J. Cruz, "Un h u m a n i s m o soli- LAICISMO Y CRISTIANISMO EN LA POLÍTICA DE LA IZQUIERDA
dario. J u a n Marichal", en El País, 23 d e e n e r o d e 1990, p . 35). Sobre
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Este libro
se terminó de imprimir
en los talleres gráficos
de Palgraphic, S. A.
Humanes, Madrid, España,
en el mes de abril de 1998

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