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Las propiedades
textuales
Durante la vida estudiantil (escolar y universitaria), y después en el ámbito profesional, la lectura y la escritura resultan
actividades indispensables porque nos permiten acercarnos a los conocimientos en las distintas disciplinas, ya sea
para comprender lo que otros autores nos quieren transmitir cuando leemos; o bien, cuando expresamos por escrito
lo que sabemos.
Hay quienes piensan que producir un texto oral o escrito es un hecho mecánico y que, en consecuencia, basta con unir
palabras y frases para representar lo que se piensa, lo que se sueña o se percibe. Cuando se trata de escribir correcta-
mente (con precisión y claridad) es necesario seguir ciertas reglas de ortografía, gramática y sintaxis. Pero, además,
hay que conocer las propiedades textuales (cohesión, coherencia y adecuación), pues son estas las que dan sentido,
unidad y estructura a lo que escribimos o leemos.
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GUÍA 4 | ESTILO Y PROPÓSITO DEL AUTOR
Sabemos que el “texto” es la máxima unidad lingüística. Consiste en un grupo de enunciados que comparten el mismo
contenido, la misma finalidad comunicativa (informar, describir, narrar…) y que están unidos entre sí de forma lógica.
Según esto, no basta que haya varios enunciados juntos para que exista un texto, sino debe existir una organización
interna que permita configurar dichos elementos, aquí la importancia de estas propiedades textuales.
COHESIÓN
Es la propiedad textual que permite que las ideas (expresadas través de oraciones y párrafos) estén relacionadas
correctamente unas con otras y que sean, en consecuencia, comprensibles.
Para lograr que exista la cohesión en un texto existen diversos mecanismos. Se trata de los elementos lingüísticos, tales
como las recurrencias o repeticiones, las elipsis y los conectores, así como el uso adecuado de los signos de puntuación.
a) Elementos lingüísticos
a.1) Recurrencias o repeticiones: la recurrencia o repetición es un elemento de la cohesión que permite que, a través
de la reiteración de ciertas palabras, se refuerce el sentido de lo que se expresa en el enunciado.
Ejemplos: •
⬛ “La mujer entró de lleno en la escena. Era una mujer de mirada fría y rostro adusto. Intimidaba”. •
⬛ “El niño tomó sus zapatos y los llevó al fondo de la habitación oscura. Sabía que su calzado estaba viejo. Le hubiera gus-
tado no tener que usarlo nunca más”. •
⬛ “El despertador sonó a las tres. Entonces decidió que era el momento de volver a su casa”.
a.2) Elipsis: es una figura retórica que consiste en la supresión de algún término de la oración que, aunque sea necesario
para la correcta construcción gramatical, se sobreentiende por el contexto.
Ejemplo: •
⬛ “Yo llevaba las flores y ellos (…), el incienso.”
⬛ Aquí se omite el verbo “llevar”: “… y ellos, llevaban el incienso)”.
a.3) Conectores: son elementos lingüísticos que contribuyen a dar orden y estructura al texto oral o escrito. Sirven
para establecer relaciones tanto de forma como de significado entre las oraciones, proposiciones y párrafos. De esta
manera se logra establecer una conexión clara entre los distintos fragmentos del texto.
TABLA 1.
De adición Se utilizan para sumar unas ideas a otras. Por ejemplo: y, además, asimismo, también,
es más, más aún, incluso, para colmo, ni siquiera, del mismo modo, análogamente,
igualmente.
De oposición Sirven para introducir relaciones de contraste o contradicción entre los enunciados.
Por ejemplo: sin embargo, no obstante, ahora bien, con todo, aún así, de todas formas,
al menos, en todo caso, salvo que, excepto, antes al contrario, antes bien, más bien.
De casualidad y Conectan los enunciados porque establecen relaciones que son de causa y efecto. Por
consecuencia ejemplo: pues, porque, y es que, por tanto, por consiguiente, en consecuencia, por eso,
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entonces, en tal caso, puestas así las cosas…
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De reformulación Permiten referirse al contenido de uno o varios enunciados mencionados con
De temporalidad Indican un momento en el tiempo. Por ejemplo: antes, hace tiempo, había una vez,
al principio, al comienzo, anteriormente, al mismo tiempo, mientras tanto, a la vez,
cuando, fue entonces cuando, mientras, simultáneamente, más tarde, luego, después,
finalmente……
De énfasis Para destacar ideas más importantes en relación con el resto. Por ejemplo: Sobre todo,
lo que es más importante, es preciso señalar, repetimos, subrayamos, conviene poner
énfasis, cabe destacar, cabe resaltar, en otras palabras…
De finalidad Para mostrar propósitos o intenciones. Por ejemplo: Para, en orden a, con el propósito
de, con el fin de, con el objeto de, con tal objeto, a fin de, a estos efectos, en procura de,
para eso (ello).
En diferentes fuentes encontrarás una serie de conectores, lo más importante es que seas capaz de utilizarlos en la
redacción de textos y comprender su utilidad.
b) Puntuación
Para que exista cohesión en cualquier texto, también es fundamental la utilización adecuada de los signos de puntua-
ción. No hay nada más frustrante que encontrarse con un texto que intenta expresar nociones interesantes, pero que
no se entienden debido a que el redactor no fue capaz de relacionarlas adecuadamente y terminó por presentar una
serie de ideas que se amontonan: uno no sabe en dónde termina una y empieza la otra.
COHERENCIA
Es la propiedad del texto que permite identificar la unidad temática y comunicativa que expresa el escrito o el mensaje
oral. De esta manera, es posible establecer que lo que se lee o escucha, forma parte de un todo con sentido y contenido,
y no de frases o ideas aisladas que no tienen relación entre sí.
Para que exista coherencia en un texto es necesario que exista un tema general (que es el asunto del cual se hace
referencia). Este debe estar debidamente ordenado de acuerdo con un plan, esquema o estructura discursiva que
permita avanzar de manera progresiva en el asunto y sin que haya rupturas o desorden.
¿Cómo dar coherencia al texto? Para lograr escribir textos coherentes, se debe desarrollar una estrategia enunciativa:
antes de escribir o hablar, lo primero que se debe hacer es pensar y, después, hay que organizar el pensamiento en
función de lo que quiere expresarse.
Para que un texto sea coherente se precisa lo siguiente:
⬛ Unidad temática, de tal manera que sus diferentes apartados estén al servicio de un tema común.
⬛ Evitar caer en contradicciones, así como toda información irrelevante o prescindible.
⬛ Estar bien estructurado, respetando las características propias de cada tipo de texto.
⬛ Cada párrafo debe desarrollar una idea distinta.
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⬛ Las ideas tienen que estar ordenadas siguiendo un orden lógico.
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Veamos dos textos breves
El primero de ellos no posee coherencia: la primera oración habla de un “cielo oscuro”, es decir, es de noche, mientras
que en la segunda se hace referencia a un “tímido sol” y en la tercera se dice que se pone a llover a mares. Como vemos,
es un texto absurdo, contradictorio. Por el contrario, el segundo es perfectamente coherente: en todo momento se
respeta el tema y no hay contradicciones entre las oraciones del texto.
En otras palabras, un texto es coherente:
ADECUACIÓN
Es la propiedad del texto que tiene que ver con el sentido comunicativo que quiere dársele al mensaje específico de
que se trate. Para ello, es recomendable que el enunciador tenga claro a qué enunciatario se dirige. Además, debe te-
ner bien definido el propósito del mensaje que quiere producir: explicar, conmover, persuadir, demostrar. Por último,
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quien produce el texto debe utilizar el registro apropiado al contexto en el que se produce el mensaje. Esto último
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significa considerar el lenguaje y el vocabulario apropiado a los fines comunicativos.