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La naturaleza y la clasificación

La naturaleza no está clasificada, el hombre ha inventado la clasificación para facilitar su estudio. Clasificamos todo, desde las
galaxias hasta los seres microscópicos más pequeños. La preocupación por reconocer el entorno ha existido en todas las
culturas y civilizaciones, que han dado nombre a las estrellas, montañas, bosques, ríos y seres vivos que los rodean. La idea de
ordenar es mucho más antigua que la ciencia.

El conjunto clasificado por el hombre más grande que existe, es el de los seres vivos. Y aunque los seres vivos no tenemos una
etiqueta que nos identifique o catalogue de acuerdo a las concepciones humanas, el hombre en los últimos años ha tratado de
interpretar a la naturaleza para que su clasificación de los organismos sea lo más correcta posible.

Sin embargo, ya que las clasificaciones se iniciaron cuando el conocimiento era mucho menor al actual, muchas clasificaciones,
han tenido que irse adecuando a los conocimientos generados, y esto no ha sido fácil.

Por ejemplo, Aristóteles, fue el primero en proponer formalmente el clasificar las cosas de acuerdo a semejanzas y diferencias.
Siguiendo este regla, dividió a los seres vivos en dos reinos, Animal y Vegetal.

En el siglo XVIII, Carulos Linneo, el padre de la clasificación moderna, creó el sistema que seguimos utilizando, la nomenclatura
binomial o binominal, donde cada especie se nombra con un nombre genérico y otro específico, (Homo sapiens).

Después de Linneo, el número de reinos aumentó, a finales del siglo XIX Ernst Haeckel propuso el reino Protista y Copeland en
1956 el Bacteria. Finalmente, en 1969 Robert H. Whittaker, presenta la clasificación de los cinco reinos: Monera (bacterias),
Protista (algas y protozoarios), Fungi (hongos y levaduras), Plantae (plantas) y Animalia (animales). Este sistema fue muy
popular, y con algunas modificaciones hechas por Lyn Margulis, es actualmente aceptado en todo el mundo. Lo más importante
de este sistema es que por primera vez se separa a los hongos de las plantas, ya que los primeros son organismos que no
realizan fotosíntesis y antes se incluía a ambos grupos en el reino Vegetal.

En 1990, Carl Woose, encuentra que hay dos tipos diferentes de bacterias y sugiere que existen en la naturaleza tres grupos de
organismos, pues existen tres tipos básicos de células. Propone una nueva categoría biológica, el Dominio, que se ubica arriba
de los reinos. Y define tres dominios: Bacteria, Archaea y Eukarya. Los dos primeros dominios incluyen a bacterias, es decir,
organismos sin núcleo y el último incluye a los reinos, Protista, Fungi, Plantae y Animalia, propuestos originalmente por
Whittaker.

Sin embargo, ya que la naturaleza no está clasificada, muchos seres vivos no encajan a la perfección dentro de los grupos que
ha formado el hombre. Por eso es que la clasificación de los organismos continúa en un intenso debate. Todavía se discute si
ciertas algas son protistas o plantas, si algunos microorganismos son fungi o protistas, o si la utilización de dominios y reinos de
forma complementaria es adecuada.

De cualquier forma, ahora los científicos no sólo descubren, describen y clasifican especies, sino también consideran para la
clasificación las relaciones evolutivas de los seres vivos involucrados. La historia evolutiva de las especies se ha convertido en
la parte central de las clasificaciones modernas.

HECHO:
La clasificación tradicional del hombre, Homo sapiens: Dominio: Eukarya, Reino: Animalia, Phylum: Chordata, Subphylum:
Vertebrata, Clase: Mammalia, Orden: Primates, Familia: Hominidae, Género: Homo, Especie: Homo sapiens.

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