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La vida alude a aquella unidad organizada que es capaz de llevar a cabo ciertas acciones, como
metabolizar, reproducirse y evolucionar. Los seres vivos son aquellas criaturas de distintos
tipos, producto de altísimos niveles de organización de la materia orgánica, capaces de llevar a
cabo diversos procesos de intercambio de energía e información con el medio ambiente y con
otros seres vivos, como son obtener energía, crecer, reproducirse y evolucionar.
Los límites entre lo considerado vivo y no vivo(o inerte), son de por sí difíciles, ya que aún no
se sabe en qué consiste exactamente eso que distingue a los seres vivos de la naturaleza
inorgánica que los rodea. Ciertos abordajes prefieren pensar la vida como un sistema
complejísimo que se perpetúa a sí mismo y que se mantiene operante mientras conserve su
ordenamiento interior.
Composición celular
Este proceso, a lo largo de miles de millones de años, arrojó formas de vida cada vez más
compleja en diversos grupos de seres vivos.
Genética
Pero la mayor parte de esta riqueza natural aún no se conoce. Sólo se han identificado 1,3
millones de especies, lo que significa que aproximadamente el 86% de las especies terrestres y
el 91% de las marinas aún no se han descubierto.
A lo largo del tiempo se han utilizado diferentes modelos de clasificación de los seres vivos,
partiendo de la clasificación aristotélica que imperó durante años en nuestras aulas,
considerando la existencia de tres Reinos: Animal, Vegetal (que incluían a TODOS los seres
vivos) y Mineral (que incluía a la materia inerte).
En 1866, Ernest Haeckel propuso el término Protista para crear un tercer reino y situar en el
esos organismos a medio camino entre animales y vegetales e intentar resolver problemas de
clasificación.
Los avances de la ciencia fueron aportando nuevos conocimientos y en 1969 Robert Whittaker
reemplaza la inmanejable dicotonomía animal/vegetal por el sistema de los 5 reinos: animalia
(metazoos), plantae (vegetales superiores), fungi (hongos superiores), protista o protoctista
(protozoos, algas y mohos mucilaginosos) y monera (bacterias).
Actualmente, uno de los sistemas más utilizados es el de los cinco Reinos, propuesto
por Whittaker en 1969. Según este sistema, los seres vivos se clasifican en cinco grandes reinos
en base a tres criterios: tipo de células, agrupación de las células y alimentación.
Así tenemos:
El reino Protista constituye un grupo muy variado de organismos eucariotas, entre los
que destacan los protozoos y las algas. Muchos de ellos son microorganismos
unicelulares y otros pluricelulares, algunos autótrofos y otros heterótrofos.
El reino Plantae (plantas) agrupa a los musgos, los helechos, las gimnospermas y las
angiospermas. La mayoría son terrestres, aunque hay muchas acuáticas.
El reino Animalia (animales) forma el grupo más numeroso de seres vivos. El reino
animal abarca seres tan diversos como esponjas, gusanos, insectos, aves y mamíferos,
entre otros muchos. Viven en todos los medios.
Los reinos son categorías muy amplias, y los científicos los dividen en grupos más
pequeños. Cada reino se subdivide en tipos, y cada tipo, en clases. Cada clase se divide
a su vez en órdenes. Cada orden comprende familias. Las familias se dividen en
géneros, y los géneros, en especies.
La especie es el primer nivel de la clasificación de los seres vivos. La definición de especie es
polémica. Recordemos que entendemos como especie biológica al conjunto de seres
parecidos físicamente y que se reproducen entre ellos, produciendo descendencia fértil.
Este sistema, por su gran sencillez y utilidad, se ha mantenido vigente hasta hoy día aunque
actualmente se propuso una categoría superior a Reino: los DOMINIOS.
En biología, dominio es la categoría taxonómica atribuida a cada uno de los tres principales
grupos o taxones SUPERIORES en que actualmente se considera dividida la gran diversidad
de seres vivos: arqueas (Archaea), bacterias (Bacteria) y Eucarya (eucariontes). Así lo propuso
Carl Woese en 1990, teniendo en cuenta la biología celular y molecular de los organismos
que incluye cada dominio.
Todas las moneras son procariotas; pero teniendo en cuenta los ambientes que habitan, a los
procariotas se los puede clasificar en dos DOMINIOS: Archaea y Bacteria. Y todos los eucariotas
(protistas, hongos, vegetales y animales) se incluirían en el DOMINIO Eukarya.
Si nos preguntan qué es un perro o un gato, todos sabremos de qué animales se trata. Sin
embargo, estos nombres no resultan útiles desde un punto de vista científico (aunque los
usemos muchas veces), especialmente cuando se realizan estudios y publicaciones. Los
nombres comunes (“perro”, “gato”) no son constantes; cada idioma, cada país, e incluso cada
región, dispone de sus propios términos para designar a los mismos organismos. Incluso a
veces cambian con el tiempo o son usados para designar a animales distintos (una langosta
puede ser un crustáceo marino o un insecto del orden de los ortópteros).
Está claro que esto puede llevar a confusión. Si alguien publica que ha llevado a cabo un
estudio sobre la reproducción en poblaciones de guacamayos, no sabríamos exactamente de
qué especie nos están hablando; el nombre común de esta ave varía entre países y existen
diferentes especies de guacamayos, por lo que el estudio no nos diría gran cosa.
Es por esto que la correcta clasificación y designación de nombres científicos es tan
importante: son constantes a nivel mundial (se evitan problemas de traducción) y aluden a un
único organismo sin ambigüedades.
Desde siempre, los biólogos han tratado de clasificar y dar nombre a los organismos. Pero estos
nombres (que según Linneo, "apenas podían ser pronunciados en la propia lengua") no eran
fijos, pues cualquier biólogo podía cambiarlos a su antojo para ajustarlos a su visión de cada
especie. No había consenso alguno sobre los nombres, y no había forma de saber si dos
naturalistas estaban hablando de la misma especie de hongo, por ejemplo. Además, y aún hoy,
los nombres vulgares o cotidianos son múltiples para un mismo organismo, aún en regiones,
ciudades o barrios diferentes… Hornero, casero, caserito, alonsito, tiluchi… en fin, varios
nombres para un mismo animal.
Fue el botánico sueco Carl von Linné o Linneo quien formalizó el uso de la nomenclatura
binomial en su publicación Species Plantarum (1753). Como entonces la lengua franca, es decir,
el idioma utilizado más comúnmente en toda Europa era el latín, el sueco eligió esta lengua. A
partir de este momento, las especies recibirían un nombre con únicamente dos términos: el
género y el nombre específico; por ejemplo, Panthera tigris (tigre), Daucus carota (zanahoria),
Lactuca sativa, (lechuga), Canis familiaris (perro), Felis catus (gato), Homo sapiens (hombre), y
así para cada especie clasificada en el planeta.
Sistema de tres dominios.
Los dominios son un concepto extenso que se encuentra por encima del concepto de reino,
que no es aplicado a esta teoría hasta 1990. En estos dominios se encuentran organizadas
todas las especies según su proximidad genética. La teoría Woese considera la existencia de un
árbol de la vida compuesto por 3 ramas.
Tres dominios
Bacteria
Este dominio está constituido esencialmente por procariontes, muy comunes en la naturaleza.
Los organismos de este dominio son procariontes, sin embardo, sus membranas están
compuestas por cadenas de ácidos grasos no ramificados unidos al glicerol por cadenas de éter,
lo que hace a estos individuos poco resistentes a condiciones extremas. El mejor ejemplo de
individuos pertenecientes a esta familia son las cianobacterias, así como bacterias
grampositivas y bacterias gramnegativas.
Archaea
Los miembros que componen este dominio son los procariontes que existen en ambientes
extremos. Estos organismos corresponden a procariontes con membranas bastante resistentes
(con cadenas ramificadas de hidrocarbonatos unidos al glicerol por cadenas de éter) que les
permite sobrevivir en ambientes con temperaturas extremas, o elevadas concentraciones
de sal.
Eucariota
El dominio eucariota reúne en sí todos los organismos eucariontes que existen. Los miembros
de este dominio poseen células eucarióticas, poseyendo estas membranas semejantes a las
bacterias. Los reinos Protista, Fungi, Planta y Animalia componen este dominio, convirtiéndolo
en uno de los más diversos a nivel celular.
A pesar de ser bastante aceptado, la teoría del sistema de los 3 dominios de Woese ha
encontrado alguna resistencia por parte de diversos investigadores, siendo aún necesario
desarrollar mucha investigación en esta área de forma a volverla ampliamente aceptada.
Hipótesis de 4 dominios