La carne de cerdo

Hace unos años, estaba comiendo con algunos compañeros de la oficina, cuando doña Simona (la señora
que nos hacía de comer) le preguntó a una de las chicas si quería su carne con ensalada o no. Entonces,
Chela le preguntó ¿es carne de cerdo? Sí, y está muy buena – comentó sonriente doña Simona. Entonces no
quiero, muchas gracias señora… yo no como carne de cerdo, déme cualquier otra cosa. La comida continuó
en silencio hasta que alguien preguntó ¿y por qué no comes carne de cerdo? Pues porque lo prohíbe la Biblia
concluyó dignamente Chela.

¡Ah caray! Me dije a mí mismo; pero si yo he escuchado a Chelita platicar en mucha ocasiones de las delicias
del mar (pues ella vivía en Cancún), ¿acaso conocerá todo lo que prohíbe la Biblia?

La Biblia es uno de esos libros, de los que todo el mundo platica, todo mundo comenta; pero que nadie lee.
En esta categoría están también: cualquier Reglamento de Tránsito, el Manual de Urbanidad y Buenas
Maneras de Manuel Antonio Carreño y el Origen de las Especies de Darwin, por mencionar sólo algunos.

El libro donde se concentran los detalles de lo que se puede o no comer es el Levítico, tercer libro de la Biblia.
Para ser coherente, utilizaré exclusivamente la Sagrada Biblia de Eloíno Nácar y Alberto Colunga.

En la tercera parte del Levítico, Leyes sobre la pureza, capítulos 11 a 16, se inicia con la ley de los animales
puros e impuros.

Todo animal de casco partido y pezuña hendida y que rumie lo comeréis; pero no comeréis los que sólo
rumian o sólo tienen partida la pezuña.

Antes de mencionarle cuáles son los animales que se pueden o no pueden comer, reflexione unos minutos,
¿alguno sabe que animales cumplen o no con esta restricción? De acuerdo con la regla anterior, la Biblia
menciona específicamente como inmundos el camello, el conejo, la liebre y el cerdo. Evidentemente, existen
muchos animales más que no cumplen esta regla y que no se mencionan.

He aquí los animales que entre los acuáticos comeréis: todo cuanto tiene aletas y escamas, tanto en el mar
como en los ríos… pero abominaréis de cuanto no tiene aletas y escamas. Todo cuanto en las aguas no tiene
aletas y escamas lo tendréis por abominación.

Es decir, que comer camarones, langosta, cangrejo y ostiones, entre otros, está también prohibido. ¿Sabe
usted si el lenguado o el cazón tienen escamas?

Otros animales inmundos son: entre las aves, el águila, el quebrantahuesos, el halieto, el milano, el buitre, los
cuervos, el avestruz, la lechuza, el loro, la gaviota, el gavilán, el búho, el mergo, el ibis, el cisne, el pelícano, el
calamón, la garza, la cigüeña, la bubilla y el murciélago (aunque ahora ya sabemos que no es un ave sino un
mamífero).

Algo bueno es que podemos comer los insectos alados que andan en cuatro patas y que tienen más largas
las de atrás para saltar sobre la tierra, entre ellos, toda especie de langosta (saltamontes). Son inmundos
también la comadreja, el ratón y la tortuga, el musgaño, el camaleón, la salamandra, el lagarto y el topo, todos
los animales que reptan sobre su vientre y la sangre (moronga o morcilla).

Curiosamente, más adelante en el Levítico, también se prohíbe:

No aparearás bestias de diversa especie, ni sembrarás en tu campo simiente de dos especies, ni llevarás
tejido de dos especies de hilo. Por supuesto, comer pan “Multigrano” es indebido.

HECHO:
Los primeros cristianos no comían tampoco carne de cerdo; pero alrededor del año 50 después de Cristo,
decidieron que esas reglas no se aplicaban a ellos, sólo a los judíos.