Los gobiernos actuales de América Latina tienden a inclinarse a la izquierda sin imponerse al modelo

neoliberal, considerando que las políticas no son iguales por lo que se tiene que un margen de
confianza, para no partir de cero.

Evidentemente no hay una fijación total del sistema político, están en constante movimiento por lo que
no se puede aislar completamente del contexto social y cultural, por ello es importante dejar un margen
durante el proceso de empoderamiento.

El proceso de empoderamiento individual y colectivo implican ciertas acciones, en caso del individual
está apoyado en redes y organizaciones, una comunidad de jóvenes, en líneas sociales que permitan un
intercambio de experiencias de vida y cultura, como también el empoderamiento colectivo que infiere
una nueva política centrada, implementada y dirigida al cambio, es decir autónoma. En esto incluye
también las delegaciones menos dependientes que requiere un proceso de construcción de política
distinta a lo tradicional pero democrática

Las nuevas políticas son experimentaciones mas no son modelos e ideologías construidas, si no
conseguimos defensas para ser articuladas se vivirá con crisis aún más recurrentes y con consecuencias
catastróficas, por lo que necesitamos la aceptación de la realidad y que estamos en un mundo distinto
solo así podremos reconstruir la sociedad.

Para entender que si se puede reconstruir el mundo es importante partir de lo subjetivo, y ser positivos
en que otro mundo es posible, otra América Latina es posible.