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LA MENTIRA DE MARÍA

Había una vez una niña llamada María que era muy,
muy traviesa y le gustaba mucho hacer bromas a sus
compañeros. Un día en la escuela hizo que su amiga Camila
llorara, se enfadara con ella y le contara a la profesora
su travesura.

Entonces la maestra hablo con María seriamente y le dijo


que debería llamar a su mamá pues quería hablar con ella
al día siguiente en la escuela, a lo que María respondió:

-¡Oh!, eso no podrá ser por el momento (mientras ideaba una mentira para escapar de la situación)
mamá a estado un poco delicada de salud.

Inmediatamente la maestra se preocupo y pregunto a María que era lo que tenía su madre.

-No estoy muy segura pero mi mamá no puede levantarse de la cama.

Al día siguiente a la hora de pasar lista, la maestra muy atentamente pregunto a María si su mamá
ya se encontraba mejor a lo que ella respondió.

-Mi mamá se encuentra muy mal no creo que pueda venir a la escuela estos días.

Esta fue una respuesta que alarmó mucho a los compañeritos de clase, que fueron muy atentos con ella,
colmándola de atenciones para animarla. A María la mentira le hacía sentir un poquito mal, pero en
el fondo le gustaba mucho los dulces y los mimos y decidió mantener la mentira durante bastante
tiempo. Cada vez la mentira se hacía más grande y más grande y todos pensaban que la mamá de
María se encontraba muy mal en casa por lo que se sentían muy preocupados por ella.

Sin embargo, como siempre pasa con las mentiras la verdad salió a la luz el día que la maestra se
encontró con la mamá de María en el supermercado. Cuando la maestra de María preguntó preocupada
por su salud, la madre respondió: ¿Yo? no estado enferma desde hace mucho, mucho tiempo, estoy tan
fuerte como un roble. Aquella frase dejo al descubierto la fatal mentira de María.

Al día siguiente y como siempre cuando se pasaba lista, la maestra preguntó a María por su mamá
y la niña contó lo mal que ella estaba, como venia diciendo hace semanas atrás.

-¿En serio María? preguntó la maestra muy molesta.

-¡sí! respondió la niña algo confundida. Tras aquella respuesta la maestra se levantó y salió del salón,

Cuando volvió la maestra al salón la sorpresa fue enorme para todos, pues la mamá de María entro
al aula detrás de ella, aunque parecía disgustada y un poco triste. Y en aquel momento la maestra
aprovechó la oportunidad para enseñarles una lección muy importante a todos los niños. Les dijo: las
mentiras son muy malas y tienen patas muy cortas, lastiman a quienes más queremos y terminan
empeorando una situación, porque la verdad siempre sale a la luz, no importa cuánto tarde.

Finalmente, ningún compañerito de María se dio cuenta de lo que había pasado, pues pensaron que por
fin la mamá de María se había curado, pero aprendieron también ese día que las mentiras nunca son
buena opción.

María por su parte si sabia muy bien de lo que hablaba la maestra, se acercó a pedir perdón a su
mamá y a la maestra al término de la clase, comprometiéndose a no decir mentiras nunca más, pues
aquel apuro había sido una lección suficiente para María y nunca más volvería a mentir.
Moraleja niños: Las mentiras no son buenas pero a veces nos podemos ver tentados por decir una
pequeñita y es que a veces las mentiras parecen que pueden salvarnos de alguna u otra forma y sacarnos
de problemas en segundos facilitando así muchas cosas, como por ejemplo el hecho de recibir mimos o
regalos, pero lo que es cierto es que las mentiras siempre se descubren y convierten una pequeña situación
incómoda en un problema muy muy grande, sin contar que a menudo lastimamos a los demás al decir
mentiras, y ya nadie confía en nosotros por engañarlos. Recuerden niños nunca debemos mentir.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Integrantes:

➢ Maria Elena Atencio Ramos


➢ Jessica Johanna Delgado Durand
➢ Sara Jael Noemi Mamani Morales

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