Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando se sostiene el abordaje de los diferentes temas sobre los que puede trabajar un
gobierno, se lo hace desde la comunicación política, pero en verdad ello va asociado a la
gestión gubernamental propiamente dicha, al desarrollo de las políticas públicas y al estilo del
gobierno en sí. Así es que buena parte de los gobiernos suelen centrar su comunicación y
también su accionar en temas prioritarios, es decir, fundamentales. Aunque ello sea
considerado correcto por el deber ser, tiene una enorme probabilidad de generar expectativas
indebidas en la población y posteriores frustraciones.
De todas maneras, sigue siendo importante reconocer que gran parte de la comunicación
gubernamental ocurre luego de que se haya ejecutado una política, tras haber sancionado una
ley o después de que el acto político regulador ya esté consumado. La comunicación pública
gubernamental es, de manera optimista, un 25% previa a la decisión y un 75% posterior,
aunque una postura pesimista ubicaría los porcentajes en un 10% y 90% respectivamente
(Paisley, 1981:35).
Todo lo que se entiende como legitimación de políticas probablemente tenga más fuerza antes
de la decisión de una política pública quea posteriori. En ese sentido, la construcción de
problemas es un ejemplo de comunicación proactiva y decambio de perspectiva tradicional.
El incrementalismo da por supuesta una tendencia que va de menor a mayor en el abordaje de
los problemas, pero que supone de manera constante la posibilidad de fracasos y
de vueltas hacia atrás. Dos días después de haber asumido, el presidente argentino Néstor
Kirchner produjo lo que se denominó “descabezamiento de la cúpula militar”, pasando a retiro
a 27 generales, 13 almirantes y 12 brigadieres, incluyendo a los jefes. Si se toman en cuenta las
demandas y se analiza la
situación del país, y en particular la de las Fuerzas Armadas, tal acción fue una señal simbólica
hacia la sociedad, pues instaló un tema marginal (ninguna encuesta en el país, por ejemplo,
reflejaba en grado alguno ese tema como problema), transformándolo además en un tema
cliente debido a la sensación de autoridad demostrada por un presidente al que le había
tocado asumir sin poder revalidar los votos en el
ballotage (pues Carlos Menem, ganador de la primera vuelta electoral, había renunciado a
competir) y como modo de demostrar fuerte autoridad, particularmente en un fuerte intento
de diferenciación de los dos anteriores presidentes: Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde.
Provocar un orden político antes de que este haya sido vivido o mantener un nivel activo de
apoyo para nuevas cosas antes de que los ciudadanos hayan tenido la oportunidad de
experimentarlas no sólo se logra con retórica, sino que el cambio se produce con esfuerzos
concretos en pequeños pasos hasta
producir transformaciones mayores (Ruiz Ballesteros, 2000:60). En el caso de Kirchner, fueron
acciones similares, muchas veces de estricta retórica, las que le permitieron ir construyendo
poco a poco más poder, para ir llegando al tratamiento de los temas clave, temas que recién se
afrontaron muy avanzada su
gestión, como por ejemplo el desenlace de cuestiones relacionadas con la deuda externa o en
relación con los acreedores externos, como uno de los fuertes temas del país.
Muchas veces el incrementalismo fue criticado como un instrumento conservador, incluso
también se lo ha llamado “la ciencia de las ramas” (en alusión al carácter periférico de sus
primeras acciones, lejos del centro constituido por los verdaderos problemas) o “del acomodo”
(Lindblom, 1999:258-283). Sin embargo, cuando se lo aplica a situaciones de cierta fragilidad
institucional, lejos de ser conservador, el incrementalismo es una herramienta útil, práctica y,
fundamentalmente, realista, tendiente a evitar procesos de significativa frustración social.
La estrategia de una buena comunicación gubernamental es poder comunicar paralelamente
una dosis del ejercicio incremental y otra dosis asociada a un proyecto general de gobierno. Así
es que un requisito básico para seguir despuntando el modelo de comunicación
gubernamental es la existencia de un proyecto como condición sine qua non. En dicho sentido,
un gobierno requiere “razones” para mostrar y justificar sus actuaciones adecuadas
adeterminados actores, recursos y escenarios, pero también tiene reservada para sí la facultad
de tener “motivaciones”, que en este caso indudablemente tienen que ver con la generación
de “confianza”(Majone, 1997). Todo lo que aquí se llama “motivaciones” es lo que configura la
política general del gobierno y la capacidad argumentativa que hay detrás de esa política, de la
que espera que se obtengan al menos tres tipos de resultados (Chías, 1995:27):
1. La utilidad colectiva, inherente al objetivo de interés general que justifica la existencia de un
gobierno. Es el interés de todos, que debe estar presente en cada acto discursivo. Representa
la sensación de que todo debe ser popular, potencialmente popular o que pueda dar respuesta
a la mayor parte del colectivo social posible.
2. La utilidad finalista, ligada a la satisfacción de las políticas públicas, sean estas obras o
servicios, de carácter físico o simbólico, general o sectorial. Si bien cada política intenta tener
un interés general, previo a ello está guiada por un resultado que debe tenerse bien en claro.
3. El resultado administrativo, basado en la adecuación al marco jurídico que regula los
procedimientos y comportamientos de un gobierno. Todo acto, además de ser válido
políticamente, debe ser correcto administrativamente.
Se insiste en que la comunicación aquí no es un vacío ni una mera burbuja demagógica, sino
que comunicar es en parte fundar la realidad tal cual es, haciéndola propia, modificándola. El
trabajo del gobierno consiste entonces en conseguir que su mensaje se perciba como realidad,
su estrategia, la elección de las palabras con las que argumenta para su defensa y su causa.
Pero todo gobierno, a la hora de comunicar, debe tener un proyecto general de gobierno, vale
decir, un modelo de itinerario socialmente aceptado o, por lo menos, debe encargarse de
instalarlo, para evitar caer en el cortoplacismo y salir así de la trampa de la inmediatez, de las
demandas impostergables (normalmente de muy difícil y lenta solución). La expresión más
funcional al modelo y que trasciende y supera el proyecto general de gobierno es el mito.
Mitos de gobierno
En la medida en que la confianza se fortalece o se debilita, el tiempo social, es decir, los plazos
de tiempo experimentado en cada sociedad, generan las condiciones para que se estabilicen y
solidifiquen
o se disuelvan ciertas reglas, determinados valores y significados. La estabilidad de la confianza
permite una objetivación en el funcionamiento de las reglas, valores y significados sociales y,
de este modo, una formación estable y eficaz de los efectos institucionales. En definitiva,
cualquier corporación tiene una dimensión institucional; también el Estado y los gobiernos en
particular. Por lo tanto, todos los gobiernos deberían intentar programas de comunicación que
aumenten el grado y la eficacia de la institucionalización y que controlen los procesos sociales
de debilitamiento institucional. No es extraño encontrar en la historia política de las
sociedades programas sistemáticos de institucionalización y de desinstitucionalización. Tanto
una cosa como otra dependen o están vinculadas a políticas de comunicación que dominan
tanto el ámbito público como el ámbito privado de la vida de las sociedades.
El proceso de institucionalización se desarrolla y puede ser observado en plazos más o menos
largos de tiempo. Se pasa ahora a un plano temporal diferente del que se estaba analizando
con la legitimidad.
Hasta ahí, el proceso comunicativo tenía efectos en plazos cortos o medios en tanto la
reacción y comportamiento, las relaciones y los procesos de interpretación suceden de un
modo menos prolongado que al entrar en el plano de la institucionalización o
desinstitucionalización social. Los problemas y las soluciones a la cuestión del consenso en el
nivel de la institucionalidad suceden y se desarrollan en plazos temporales más largos.
A mediano plazo, es posible que se gane o se pierda institucionalidad en tanto aumenten o
bajen los procesos de legitimidad de un gobierno. Esto ocurre teniendo en cuenta la relación
entre la velocidad con que cambian las estructuras sociales de expectativas (Luhmann,
1997b:347) y de habituación de los hechos institucionales (Searle, 1997:45). Los procesos de
institucionalización y desinstitucionalizaciónson procesos de comunicación que terminan
fijándose, “adhiriéndose” a la vida social de los ciudadanos, que se transforman en hábitos de
pensamiento, de sentimientos y de acciones. La institucionalización activa una cierta
asociación y transferencia de significados –deónticos, de honor o de humillación, en forma de
instrucciones y de imitaciones– hacia objetos y a sujetos sociales (gobierno, funcionarios,
políticas, acciones) que no tienen a priori el significado dado por las personas a posteriori. Las
personas sociales convierten ciertos objetos sociales (un ministerio o un funcionario, un
presidente o una política) en portadores de símbolos que transfieren a otros objetos sociales
ciertas funciones de estatus, ciertos significados morales, deónticos, imperativos y cognitivos
(Searle, 1997:156 y ss.).
Los niveles o planos de institucionalidad suelen ser varios, aunque están unos vinculados con
otros. Por un lado, existe un nivel de institucionalización de las metarreglas que siguen
gobernados y gobernantes (Axelrod, 2004:72-75). Éstas son las que definen el modo de
gobierno, de elecciones, la relación entre los poderes del Estado, etcétera. En segundo
término, hay un proceso de institucionalidad que queda encerrado en el otro, y que tiene
como sujeto de la institucionalidad al gobierno de turno y como objeto de ésta, a sus medidas,
acciones y política. Aunque sea común considerar el trabajo de comunicación para desarrollar
cierta institucionalidad de un gobierno como “propaganda partidaria”, no siempre tiene sólo
un fin o un efecto egoísta o fraccionario. En muchas ocasiones, este trabajo de formación de
asociaciones cognitivas entre ciertos objetos sociales (por ejemplo, la oficina fiscal del Estado)
y sus consecuencias sobre la sociedad (ver como bueno o positivo pagar los impuestos lo que
repercute en una mayor recaudación) puede mejorar o empeorar el funcionamiento de dicha
repartición estatal, el de otras funciones relacionadas y la misma vida de los ciudadanos.
Déficit Superávit
Reputación: imagen o Hay una persona de la La percepción de la
percepción de la racionalidad del gobierno reputación del gobierno es
racionalidad que un agente que distorsiona sus acciones funcional en tanto se
tiene de otro agente social en tanto se duda de la considera eficaz y
eficacia de sus acciones y/o éticamente competente.
de su responsabilidad moral
Credibilidad: mecanismo por Las dudas generadas en la La percepción funcional de la
el cual un agente social reputación afectan a la reputación aumenta la
asocia lo que dice el credibilidad del gobierno, lo capacidad de comunicar con
interlocutor, con lo que que dice no es creído credibilidad.
interfiere que piensa y con
aquello que hace
Legitimidad: conjunto de El disenso de la capacidad de En la medida que se
“metarreglas” y creencias no comunicar de modo creíble mantiene la credibilidad, es
discutidas sobre las que se repercute en la baja de la posible que el gobierno
apoyan ideas, decisiones y legitimidad fáctica tenga capacidad de
acciones aumentar el caudal de
legitimidad fáctica o social
con sus próximas acciones y
versiones
Confianza: relación Si se profundiza la El aumento de la legitimidad
emocional y racional entre deslegitimación, aparece la de la acción del gobierno
agentes sociales. Confiar en desconfianza. La misma es repercute en el plano
alguien implica no dudar un modo de interpelar, de inconsciente y emocional de
incluso en contextos en que modo emocional, las la ciudadanía. La reputación,
cualquiera haría acciones de alguien. la credibilidad y la
legitimidad, permiten
alcanzar niveles de confianza
muy altos. La confianza es un
medio de comunicación
inigualable para coordinar
expectativas y cerrar dudas
de un modo eficaz y certero
Institucionalidad: proceso A mediano y largo plazo el La confianza en el gobierno
de construcción de hechos descenso de la credibilidad, permite que éste se
simbólicos que adquieren de la legitimidad y de la institucionalice.
carácter objetivo por medio confianza tienen como
de la comunicación y de las consecuencia problemas
funciones significativas del institucionales que recaen
lenguaje. Cumple funciones en el gobierno y en sus
de regulación de funcionarios
pensamientos, emociones y
acciones de personas,
grupos y organizaciones
1.Los mensajes elaborados con esta técnica se caracterizan por presentar una estructura
tripartita: tienen principio, desarrollo y fin; precondiciones, desarrollo y desenlace; planteo,
confrontación y resolución. Ese es el modo en el que se estructuran las historias que estamos
habituados a escuchar desde la infancia. Articular las historias de esa manera aumenta su
atractivo para la audiencia y facilita su comprensión, recuerdo y reproducción.
2. De modo semejante, debe respetarse la ley de la secuencia y la causalidad (Canaleta Heras,
2010): todos los puntos del relato deben estar tanto secuenciados como engarzados
causalmente, dando a entender que una cosa que sucede provoca la otra, en una suerte de ley
de causa y efecto. Ejemplo de una secuencia sería “el príncipe llegó, luego la princesa
despertó”. Secuencia y causalidad sería, en cambio, “el príncipe llegó, luego la princesa
despertó porque él la besó”.
3. Las historias son concretas, no abstractas. Al igual que las fábulas, las ideas abstractas se
plasman en objetos o situaciones concretas. Las historias se encarnan en protagonistas lo que
permite, desde el punto de vista psicológico, facilitar la identificación.
4. Se usan analogías, con la finalidad de volver comprensible y “visualizable” la idea que se
desea comunicar.
5. Plantean conflictos o interrogantes para despertar la curiosidad y generar expectativas en la
audiencia, llevándola a mantener la atención hasta el final del mensaje.
6. Con frecuencia, incluyen una indicación o “moraleja”. Este recurso tendría, al menos, tres
efectos psicológicos positivos para el objetivo que tiene el emisor de persuadir:
ayuda en la aceptación y memorización del mensaje, las personas se sienten bien por haber
aprendido algo y, como consecuencia, se difunde más el mensaje porque los individuos desean
enseñar a otros lo que han aprendido.
7. Para ser recordada, cada historia idealmente no debe plantear más de un único tema o
mensaje por vez.
8. Las narraciones activan emociones, de preferencia positivas (esperanza, alegría) aunque
también pueden ser negativas (tales como miedo, ansiedad o frustración). Los “datos fríos”
(números, estadísticas) son reemplazados por “datos calientes” (emociones, historias de vida).
9. Las historias incluyen elementos visuales o de fácil visualización para colaborar en la
activación de las emociones. Cuando un individuo observa a otro vivir una historia,
puede identificarse y sentirse él mismo protagonista, o revivir algo que protagonizó
en el pasado.
10. Suelen aprovechar las tramas ya instaladas en la cultura popular, que son familiares para el
ciudadano y no lo obligan a realizar ningún esfuerzo adicional de atención ni de pensamiento
para comprender la historia.
11. Son inspiradoras: motivan e inspiran a actuar.
En Argentina, durante la campaña para las elecciones presidenciales del año 2011, el equipo
de Cristina Fernández, quien se presentaba para su reelección como presidente, diseñó una
serie de anuncios electorales televisivos que usaban el storytellingcomo técnica de
comunicación. En ellos, es posible observar todas las características que hemos enunciado en
el párrafo anterior. En cada spot se repitió la misma estructura: un ciudadano relataba, de
modo coloquial e íntimo, un problema que lo había afectado personalmente y que, gracias a
las políticas implementadas por el gobierno de Cristina Fernández durante los últimos cuatro
años, habría encontrado resolución. A través de una historia concreta, planteada siempre en
“tres actos”, encarnada en un personaje con nombre y apellido, haciendo uso de metáforas,
analogías e imágenes destinadas a activar emociones, cada anuncio planteaba un tema
diferente: desempleo, pensiones para amas de casa, becas para deportistas, entre otros. Por
ejemplo, uno de ellos trata el tema de la emigración de jóvenes recursos humanos altamente
capacitados, que había tenido lugar luego de la crisis económica del año 2001 en Argentina. El
objetivo era dar a conocer públicamente que el gobierno había implementado un plan para
ofrecerles la repatriación con inserción laboral. Se trata de un tema árido y difícil de
comunicar. Pero al utilizar la técnica de narración de historias, se lo volvió más atractivo al
destacar no los aspectos técnicos de la cuestión sino su dimensión más “humana”. La narración
la realiza una mujer joven llamada Cecilia Mendive, que es presentada como una científica
argentina. En el inicio del anuncio explica, usando la primera persona del singular, que en el
año 2002 emigró a Alemania con una beca. Relata con un tono intimista que “estaba muy
triste”, y dice que “es difícil de explicarlo, pero cuando estás lejos, aunque en otro lado te den
todo, muchas veces sentís que aún te falta algo”. La música del anuncio va adquiriendo un
tono triunfal al tiempo que la historia ingresa en el segundo momento y la protagonista
cuenta, con visible alegría, que en 2009 la embajada argentina convocó a los científicos y les
dijo que eran valorados y reconocidos por su país y que si deseaban regresar “las puertas están
abiertas”. Se enfoca en primer plano el rostro de Cecilia, en el que se dibuja una gran sonrisa
mientras el sol la ilumina, al tiempo que ella describe sus sentimientos con la siguiente
analogía, destinada a facilitar la comprensión y despertar la empatía del televidente: “escuchar
eso a tantos kilómetros, es como el amor correspondido”.