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Raul Esteban Escareño Diaz

3ro Teología.

LA ABSOLUCION DE CENSURAS.

El sistema canónico existe una parte dedicada a las penas canónicas


implementadas con la finalidad de tutelar la comunicación que se da en la relación
fiel-comunidad. Existen algunos pecados qué el derecho tiene además cómo
delitos Tales delitos son sancionados con determinadas penas qué pueden ser
medicinales o expiatorias también existen otras sanciones canónicas como los
remedios penales y las penitencias. Las censuras o las penas medicinales tienen
como finalidad directa la enmienda del delincuente, esas penas pueden ser de 3
tipos: excomunión, entredicho y la suspensión. Las 3 puede ser incurridas cómo
Latae sentenciae asi cómo ferendae sentenciae.
Cuándo se acerca un penitente y confiesa que ha cometido algún pecado-
delito sancionado con una censura, el confesor antes que nada debe averiguar
sobre las constancias del hecho para saber si el penitente ha incurrido realmente
en la censura. Cuando ocurre circunstancias eximentes el penitente no incurre en
pena alguna, pero cuando se trata de circunstancias atenuantes aquel delito de
suyo esta sancionado con una pena de excomunión, el penitente no incurre en ella
debido a las circunstancias atenuantes. Sí el confesor después de juzgar al
penitente ha incurrido en alguna censura, lo turnara a la autoridad competente
para remitirla. Aunque a veces es muy imposible u muy oneroso al penitente
acudir a la autoridad competente Por tanto el código derecho canónico da la
facultad al confesor para remitir la censura de comunión con entredicho latae
sentenciaé. Para ellos debe de haber dos condiciones:
a) Qué la censura no haya sido declarada todavía nos referimos a que el
deliito todavía no ha sido llevado al fuero externo y por lo tanto no he
recibido una sentencia, que declare o ratifique la censura de excomunión,
por tanto, el delito deberá permanecer en el fuero interno
b) Que resulte duro al penitente permanecer en estado pecado grave durante
el tiempo que le lleve a recurrir a la autoridad competente pues les
resultaría muy doloroso al penitente seguir cargando la culpa, mientras
recurre al penitenciario de la diocesis u otro sacerdote facultado para
absoverle de la censura.

En el ejercicio del ministerio de la confesión, se puede encontrar con


penitentes seminaristas o clérigos afectados por alguna irregularidad. Existen dos
clases de impedimentos para recibir las ordenes sagradas: Impedimentos
perpetuos que se llaman irregularidades o impedimento simples, las mismas
irregularidades i impiden ejercer las órdenes recibidas, pues las irregularidades
afectan solo en relación a las órdenes sagradas sea para recibirlas o sea para
ejercerlas. También se puede encontrar con ciertos impedimentos matrimoniales
Raul Esteban Escareño Diaz
3ro Teología.

que pueden estar en relación con el sacramento de la penitencia. El confesor


podrá dispensar de algunos impedimentos dirimentes a quienes pretenden
contraer nupcias, en los casos de peligro de muerte y de los llamados perplejos.
La dispensa es una figura canónica definida como una relajación de una ley
meramente la ciática con un caso particular El derecho prevé que determinados
casos la autoridad competente permite que sea tan normas queden en suspenso
Para ciertos casos cuando juzga aquello a de redundar en bien espiritual de los
fieles.
En este apartado quisiera de manera personal opinar en cuanto al proceso
de la absolución de las censuras o excomuniones. Estos casos como marca el
derecho canónico se debe de llevar un proceso en el cual se exponga el caso ante
las autoridades competentes para levantar dicha censura, pero a nivel pastoral es
muy difícil que se lleve a termino tal cual lo expone el CIC, esto debido a que es
difícil volver a traer al penitente para realizar dicho trámite, además creo recordar
que en el 2015 en el año de la misericordia, el papa Francisco dio la facultad a
todo sacerdote de perdonar cualquier pecado, y levantar la sentencia en dado
caso que el pecado también fuera considerado como delito y conllevara una pena
canónica, por tanto, la jurisprudencia nos marca que en ese momento de la
confesión se debe de absolver el pecado y levantar la censura que contenga, pues
muchas veces se realizan solamente desde el fuero interno por la misma
ignorancia que hay en estos términos, pero siempre y cuando el penitente tengo el
verdadero arrepentimiento de hacerlo. Caso contrario seria cuando dicha pena de
excomunión se haya dado a conocer en el fuero externo allí si hay que esperar
que dicho proceso se lleve a cabo. Por tanto, es recomendable realizar todo este
proceso de levantamiento de la censura en el momento de la confesión, por el
contexto que se esta viviendo.

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