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La primera carta a Timoteo se destaca por los deberes sobre los que tienen que hacer la
comunidad en general. La carta comienza expresando la igual dignidad tanto de Cristo como del
Padre, luego vienen unas exhortaciones sobre los falsos maestros y una exhortación a Timoteo
pues lo llama a mantenerse en el don de la fe recibido en la ordenación. La primera tabla de
deberes comienza exhortando a los hombres a orar por las autoridades, y que se sometan a ellas.
Las mujeres tienen una misión evangelizadora mostrando la piedad de Dios, por medio de las
buenas obras. Los deberes del obispo es que se sepa gobernar así mismo y la propia casa. A los
diáconos les da de manera específica que guarde el misterio de la fe, pues son los dispensadores
de los misterios de Dios. Dentro de la carta se presenta un intermedio, donde da una definición de
Iglesia y una confesión de fe sobre Cristo, ante ello Timoteo es ministro de Cristo y debe
alimentarse con las palabras de la fe. En la segunda tabla de deberes, a las viudas se les confía el
cuidado material de la Iglesia. La exhortación a los presbíteros les exige máxima prudencia. En el
final de la carta, habla sobre los ricos menciona que no te faltará nada si te sabes conformar, y
solo hay que poner nuestra esperanza en Dios el único rico.
Mientras que la segunda carta Timoteo hay una cierta unidad de tema que gira en torno a
dos argumentos: la sucesión apostólica y sobre los peligros del futuro, con esto la carta comienza
con un carácter escatológico, pues exhorta Timoteo predicar, pues la llamada de Dios no es mérito
nuestro sino decisión eterna. Para que esto se cumple esta la sucesión apostólica que transmite el
depósito de la fe, que es el kerigma de Jesús, pero hay ciertas actitudes que se oponen a este
carisma, como lo son los falsos maestros. El segundo argumento gira en torno sobre los peligros
del futuro, pues la Palabra de Dios en el pasado judío aprendió a ser útil en el presente, pues la
salvación viene por medio de Cristo. Al final de la carta hay un encargo a Timoteo donde se le
exhorta a estar en enfrente de la comunidad ante los peligros que se avecinan. La carta a Tito se
asemeja a la Primera de Timoteo en el aspecto de los deberes de la comunidad, pero aquí se
agrega una proclamación kerigmática sobre la bondad de Dios que se ha manifestado, pues son los
elegidos de Dios. Respecto a la tabla de deberes están concretizados por el sexo y la edad, pues
RAÚL ESTEBAN ESCAREÑO DÍAZ
esto será fruto de una manifestación de la Gracia de Dios que se transformará en buenas obras en
la caridad.
Dentro de las cuestiones abiertas se debate sobre la autoría de las cartas pastorales,
queda cierta duda de la autenticidad de san Pablo, sobre todo por un cambio en el aspecto de su
contenido teológico, en su lenguaje y estilo, hacen que se pongan en juega la autoría de Pablo, por
tanto serian paulinas. Otra cuestión que se analiza en las cuestiones abiertas, son las situaciones
en las que se desenvuelve san Pablo, pues lo que se redacta en las cartas no concuerda con la
realidad, y entonces a partir de estas situaciones se fueron escribiendo estas cartas. Finalmente
trataremos la cuestión sobre las ocasiones de las cartas. Estas tienen como objetivo mantener
firmes a los cristianos ante las palabrerías de los falsos maestros, y ante ello ponen su
fundamento en la sucesión apostólica. Que se van a notar en las cartas a Tito y en la primera a
Timoteo, ya que Pablo habla del único evangelio como un depósito en la fe, mientras que en la
segunda a Timoteo es un discurso de despedida de alguien que va a morir.
En conclusión estas tres cartas nos dejan una gran enseñanza para la vivencia de nuestra
fe, ya que en la primera de Timoteo y en Tito nos habla de los deberes concretos que tenemos que
realizar según nuestra edad y sexo para la buena realización de la comunidad, mientras que el
segunda de Timoteo nos presenta la sucesión apostólica cimentada en el depósito de la fe que
debe de transmitir, pero esto deberá de estar a cargo los presbíteros que reciben el carisma por la
imposición de la manos.