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V - Nº 54 Octubre de 2022
Hace 25 años, un
holocausto victorioso
mapio.net
Imagen
elocuente
de Dios
E
ntre las razones por las cuales el oro y la pla-
ta son considerados metales nobles están el de ser
incorruptibles y simbolizar, por su color, cierta
súper excelencia de las cualidades del alma. Esa incor-
ruptibilidad es una imagen de una propiedad del es-
píritu. Por lo tanto, la nobleza de esos metales es-
tá en el hecho de presentar una cualidad que les da
apariencia de pertenecer a una categoría superior.
Eso que se dice del oro y de la plata se puede
decir de otras creaturas, en la medida en que
alcancen una sublimidad que hace de ellas
una imagen particularmente cercana, ex-
presiva de Dios. Hay una nobleza inheren-
te al jatobá, el cual vive doscientos, tres-
cientos años, es grande, fuerte, espléndi-
do, cuya madera no puede ser quebra-
da; hay una fuerza dentro de esa lon-
gevidad y de esa riqueza que es algo de
sublime en el género, y una imagen
elocuente de aquello que Dios es. En
esto el jatobá es noble en relación a
un simple arbusto.
Editorial
Dr. Plinio 4 ¡Un holocausto que compró
la realización de las promesas!
Revista Mensual de Cultura Católica
La sociedad analizada por Dr. Plinio
Director: 7 Originalidad del orden Medieval
Roberto Kasuo Takayanagi
Doña Lucilia
Consejo Consultivo:
Antonio Rodrigues Ferreira
16 Divagando y reflexionando
Jorge Eduardo G. Koury
Gesta Marial de un Varón católico
Redacción: 18 La Revolución tendencial se
Traducida de la edición
difunde como el lodo - II
brasileña y editada en
Colombia por PRODENAL Eco fidelísimo de la Iglesia
con las debidas autorizaciones
de la Editora Retornarei Ltda.
23 Perfecciones que nacen del dolor
de San Pablo - Brasil
***** Santoral
PRODENAL
26 Santos de Octubre
Carrera 13 No. 75-20 Apto. 203
Tel (57 1) 312 0585
Hagiografía
Bogotá - Colombia
prodenal@gmail.com 28 Víctima expiatoria
Para obtener la versión digital de
números anteriores, ir a:
http://caballerosdelavirgen.org/articulo/ Luces de la Civilización Cristiana
revista-dr-plinio
32 Geometría y asimetrías armónicas
3
i t o r i a l
Ed
¡Un holocausto que compró la
realización de las promesas!
L eyendo la autobiografía de Santa Teresita del Niño Jesús, me pareció que yo sería mucho más
útil a la Causa Católica si me ofreciese como víctima expiatoria, a ejemplo de ella. Ofrecer un
sacrificio inmediato que, en cuanto tal, fuera de utilidad también inmediata para la Iglesia y por
efecto del cual, en pocos años, la Contra-Revolución sería señora del terreno. Yo descansaría en el
Cementerio de la Consolación1, quizá totalmente ignorado por las generaciones siguientes, pero so-
bre mi sepultura habría brotado el árbol grandioso del Reino de María y de la Civilización Cristiana.
En esa perspectiva, me preguntaba si eso no sería más valioso que todo el esfuerzo que estaba ha-
ciendo ¿No sería mejor silenciar completamente las voces interiores que me hablaban de grandes lu-
chas por Dios, por Nuestra Señora, por la Iglesia, no prestar atención a ellas, ofrecerme y caminar ha-
cia la muerte?
Me pareció que, dudando entre los dos caminos, debería preferir el más desagradable. Ahora, yo ad-
miraba profundamente la vía de Santa Teresita, pero me horrorizaba seguirla. Toda mi manera de ser
se oponía a eso, sobre todo porque implicaba renunciar a las voces interiores en las que encontraba mi
gádido, mi amparo, mi consolación. Bastaba colocarme en la perspectiva de víctima expiatoria, que to-
do se marchitaba… Y pensaba: “Bien, tú debes recorrer el camino de Santa Teresita. Si tienes valor,
ofrécete como víctima expiatoria y vamos a ver lo que sucede”.
Por otro lado, el apelo de las voces interiores se hacía aún más apremiante, atrayente y suave. De ahí
concluí: “Pues no escojo eso. Quiero el peor camino, el más triste, el más horroroso, empero, el más fe-
cundo; prefiero este”.
Resolví entonces entrar por una vía, enseñada por Santa Teresita, de nunca pedir y nunca negar nada a
Dios Nuestro Señor, aceptar todo lo que sucediera, sin ni siquiera hacer el pedido divino: “Padre, si es po-
sible, apártese de mí este cáliz…” (Mt 26, 39). No se trataba de “si es posible”, el cáliz no se apartaría; yo
lo bebería entero enseguida se presentase, y consumiría así mi sacrificio.
Esa resolución me producía un efecto tan prodigiosamente antinatural
que era un verdadero tormento. Sin embargo, dejé de pedir a Nuestro
Señor y a Nuestra Señora cualquier cosa que fuera para mí, a no ser la
santidad.
Cierta vez, estaba yo en la iglesia de Santa Cecilia cuando el
coro parroquial entonó un cántico en latín que, en determinado
momento, decía esta frase: “Sanctifica nos in veritate”. Sin enten-
der bien el latín, pensé: “¡Ese es mi único pedido! ¡Que Nues-
tra Señora me santifique de verdad! Que yo sea un santo en el
sentido propio de la palabra, lo demás no me importa”.
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Divulgação
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Reino de María, tendremos que pasar por probaciones como esa, que nos
impondrán, además, una larga separación?
Estoy convencido de que en las grandes pruebas de nuestras vidas Nues-
tra Señora intervendrá como Madre de un modo incomparable, dando, por ejemplo, la posibilidad de
comunicarnos, inclusive a distancia, en todo momento. Para tales ocasiones, sugiero esta oración:
“Madre mía, dadme la gracia de nunca sentirme lejos de Vos. Porque si es verdad que muchos están
lejos, Vos, Señora, estáis siempre cerca. Convencedme de que estáis al alcance, no de manos que se ex-
tienden, sino de manos que se juntan para rezar seriamente.
“Hacedme comprender esta verdad: si nunca se oyó decir que
Cuando, en la eternidad,
el Dr. Plinio entendió que su misión
alguno que haya recurrido a vuestra protección y reclamado
estaría cumplida, una sonrisa floreció vuestro socorro fuese desamparado, no seré yo el primero
en su cuerpo ya inerte. en no ser escuchado. Así pues, regia Señora, haced que
siempre me vuelva a Vos con confianza. Así sea”.
La Providencia podrá disponer que mis hijos espiri-
Samuel Moraes
Declaración: Conformándonos con los decretos del Sumo Pontífice Urbano VIII, del 13 de marzo de 1625 y
del 5 de junio de 1631, declaramos no querer anticipar el juicio de la Santa Iglesia en el empleo de palabras o en
la apreciación de los hechos edificantes publicados en esta revista. En nuestra intención, los títulos elogiosos no
tienen otro sentido sino el ordinario, y en todo nos sometemos, con filial amor, a las decisiones de la Santa Iglesia.
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La sociedad analizada por el Dr. Plinio
xorge (CC3.0)
Originalidad del
orden Medieval
Castillo de
Saumur, Francia
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La sociedad analizada por el Dr. Plinio
usa hoy en día—, que aprecia la equi- fico. Por ejemplo, todos los años, las de la costumbre antigua a un hecho
dad de todas las situaciones, de todas familias alrededor de un determina- nuevo y diferente, el rey podía inter-
las leyes, tenía el poder de dispensar de do castillo, en el aniversario del se- venir para constituir un privilegio.
la costumbre a determinadas personas ñor de aquél castillo, debían ofrecer-
en ciertos casos excepcionales. le tres rosas, cinco panes y cuatro pe- Los privilegios: un modo
Por ejemplo: en un determinado ces, o cualquier otra cosa por el esti- de restablecer la justicia
lugar, hay una costumbre, pero allí se lo, como un homenaje.
destaca por sus servicios a la patria, Supongamos que una de las fami- Noten bien que la palabra privi-
por la elevación de su cultura, por su lias del lugar, obligada a esto por la legio tuvo después un sentido odio-
grandeza financiera, por su poder y costumbre, adquiriese una ilustración so por causa de la demagogia de los
por el esplendor de su tradición, una mucho mayor que la de la familia a la revolucionarios. Comenzaron a se-
determinada familia. Y en esta fami- cual se tributaba este homenaje. El ñalar el privilegio como una cosa
lia florece, en cierto momento, un mi- rey tenía el derecho de, por medio de gratuitamente dada por el rey a una
nistro de Estado o un general. La fa- un privilegio, dispensar a aquella fa- persona que no lo merecía. No exis-
milia adquiere una tal ilustración que milia de aquella costumbre. No por- te nada más estúpido que eso. Es lo
para ella pasa a ser vergonzoso conti- que fuese a constituir una situación contrario. El privilegio es una forma
nuar obedeciendo esa costumbre. odiosa, inmerecida para aquella fami- de restablecer la justicia. Como la
Esto porque el honor tenía un lia, sino por el contrario, para resta- ley es ciega, siendo una regla gene-
sentido más importante que el dine- blecer la equidad dañada. ral que comporta una serie de situa-
ro, situación que después se trasfor- La costumbre no había tomado en ciones excepcionales, el rey, en su al-
mó singularmente. Había una serie consideración una nueva situación to arbitrio, en sus elevados designios
de costumbres que obligaban jurídi- que se impuso después. Para com- de equidad y sabiduría, puede aco-
camente a actos de carácter honorí- pensar la inequidad de la aplicación modar la ley a las situaciones concre-
tas, constituyendo privilegios.
Esta es una de las más altas atribu-
R.M.N. / R.-G. Ojéda (CC3.0)
Imprecisiones y errores
cometidos por tratadistas
de Derecho medieval
Además de los privilegios del rey,
existían en el derecho francés, los
établissements nouveaux (los nuevos
establecimientos). Establecimien-
El cultivo del campo. Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry
tos porque eran decretos del monar-
Colección del Museo Condé, Castillo de Chantilly, Francia
ca que valían para todo el reino, los
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cuales promulgaba apoyándose en
Divulgação (CC3.0)
los altos barones y señores feudales.
En general son correctos, muy bo-
nitos y en los cuales el rey declara, por
ejemplo, que “oídos sus fieles vasa-
llos, el Duque de Bretaña, el Duque
de Anjou, etc., reunidos en su corte,
en tal día, resolvió en unión con ellos
estatuir el decreto que sigue”. Y allí
iban las disposiciones del decreto.
¿El rey necesitaba, para medidas
de esa naturaleza, de la aprobación
de los señores feudales? Los trata-
distas del Derecho Medieval suelen
afirmar que el monarca no lo nece-
sitaba, y como prueba del hecho dan
que los reyes publicaban un decreto
en cuya promulgación no constaban
los señores y grandes nobles.
Y ellos deducen de ahí que el rey
puede promulgar decretos sin autori-
zación de los grandes nobles. En mi El Rey Luis XIV junto a su Consejo – Palacio de Versalles, Francia
opinión, no comprendieron que hay
diferencia de situaciones. Existían al- Por lo tanto, en las leyes del rey he- cia instituyendo una paz de diez años
gunas medidas que eran de interés chas para el bien general del reino, en el reino a favor de tres categorías
colectivo del reino y que quedaban deberíamos distinguir las que están sociales: las iglesias, los comerciantes
en el ámbito exclusivo del rey; enton- dentro del ámbito de la autoridad del y los agricultores, a fin de que, en las
ces, el monarca podía decretarlas sin rey y aquellas que están en el ámbi- guerras privadas, fuesen respetadas.
autorización de los señores feudales. to de la autoridad de los señores feu- En el antiguo Derecho medieval,
Pero otras veces había determinadas dales. Cuando conviene que legislen esas leyes escritas del rey eran extre-
medidas que estaban en el ámbito del juntos en un determinado sentido, mamente raras. Con el tiempo, se hi-
propio señor feudal, y era una venta- entonces el rey implora la autoridad cieron más frecuentes. En el fin de
ja para el reino que todos los señores de los señores para legislar con él. la Edad Media, los monarcas legisla-
feudales legislasen juntos. ban mucho a respecto de innumera-
Entonces el rey con todos los seño- Limitaciones del poder bles materias.
res feudales, decretaba un determina- legislativo del rey La ley del rey no podía destruir
do acto legislativo. Tengo la impresión la autoridad de los señores feudales,
de que, si los tratadistas del Derecho Cuando se trataba de una cues- ni disminuirla; no podía suprimir las
medieval conociesen un poco de De- tión en la que el monarca no tenía el costumbres o modificarlas, a no ser
recho Canónico, evitarían muchas im- encargo de legislar con los otros, en- en los casos que ya mencioné: los
precisiones y errores en este punto. tonces él actuaba sólo. En Francia, el contrarios a la moral, al orden públi-
En la Iglesia, también existe es- acto más antiguo que se conoce de co, a la dignidad de los particulares o
to. Hay decretos que el Papa estable- établissements nouveaux es de 1144, a la de la doctrina católica.
ce sólo, pero existen otros que están por el cual el rey Luis VII ordenó la Además de esto, el poder legislati-
dentro de las atribuciones de un obis- expulsión del reino de Francia de to- vo del rey tenía las siguientes limita-
po; El papa normalmente podía legis- dos los judíos relapsos. ciones: para que una ley del monarca
lar al respecto de aquello, pero no lo Entendían como judío relapso el fuese válida era necesario, antes de
hace. Los obispos se reúnen, hacen que había abrazado la religión cató- todo, que fuese para el bien general.
los decretos relativos a sus diócesis, en lica sólo por fraude, para tener algu- En segundo lugar, que fuese razona-
conjunto, y después el papa aprueba na ventaja, y después la abandonaba. ble. En tercer lugar, que no atentase
aquellas decisiones y manda ponerlas Más tarde, en el año 1150, hay un contra los derechos de Dios, ni con-
en práctica. Es una situación parecida. decreto promulgado para toda Fran- tra las buenas costumbres. En cuarto
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La sociedad analizada por el Dr. Plinio
en cada país, con instituciones religio-
sas en cantidad incontable, feudos
colocados dentro del propio ám-
Divulgação (CC3.0)
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de cada señor feudal. En tercer lugar, para grupos pequeños, y que era he- cartas forales a favor de las ciudades
están los établissements del rey en las cha por autoridades también peque- a las cuales dan autonomía. Esa au-
tierras en las cuales solo él es el señor ñas. Vemos entonces los varios hilos tonomía es contractual. La ciudad
directo. Y por fin tenemos los établis- legislativos, cuyo conjunto formaba el recibe del rey tal cosa y le suminis-
sements de los señores feudales. tejido legislativo de una nación. tra tanto; se obliga a hacer algo y tie-
ne también derecho a tal privilegio
Cómo se constituían El crimen de felonía al cual el monarca se obliga.
las asociaciones La idea de la resistencia contra la ¿Cuál es el resultado? El rey, los va-
injusticia está claramente colocada sallos, las ciudades, todo el mundo tie-
Creo que esto nos conduce natural- dentro del Derecho y de la sociedad ne sus armas, sus tropas y sus medios de
mente al estudio de la vida dentro del medieval, de la siguiente forma: toda hacer ejecutar el contrato frente al otro
feudo y de la autoridad que el señor la sociedad medieval es construida a la contratante. ¿Cuál es la lógica tremen-
feudal ejercía sobre sus súbditos, para manera de un conjunto de contratos y da de los contratos? En todo contrato,
que comprendamos bien la ley feudal. es por medio de un contrato que el rey por su naturaleza, estableciendo dere-
En la Edad Media el principio aso- desmiembra de su patrimonio, de su chos y deberes, violadas las obligacio-
ciativo era extraordinariamente enér- corona, una tierra para entregársela a nes de una parte, la otra parte también
gico, de manera que, cada dos por tres, alguien. Ese contrato estipula las obli- está exenta de sus deberes.
se hacían asociaciones, y todas eran gaciones y los derechos del monarca y Por lo tanto, no hay crimen que
llamadas universidades. Es decir, no las obligaciones y los derechos del va- la moralidad medieval haya censura-
eran solo una universidad de estudios sallo. El vasallo noble, provisto de ese do con más energía que el de la felo-
como se dice hoy, un conjunto de fa- contrato, desmiembra nuevos feudos nía. La felonía era la actitud del no-
cultades superiores, sino que toda cor- de su propio contrato, y el sub-vasallo ble que habiendo recibido de su rey
poración, toda asociación, toda perso- divide otras tierras de otro contrato. tierras, honores y ventajas, en la ho-
na jurídica era una universidad. ¿Có- Así, por medio de una cadena de con- ra del cumplimiento del deber no se
mo se formaban esas universidades? tratos, cada uno de ellos constituyen- presenta. Era, por excelencia, el cri-
Hoy en día se crea una sociedad do un eslabón, se llega a englobar toda men del vasallo. Las historias medie-
labrando y registrando un acta. En la jerarquía feudal. vales están llenas de casos de reyes
aquel tiempo se formaba por un acto Lo mismo hace el rey con las ciu- que mandan destituir, degradar y des-
del rey o del señor feudal, declarando dades. El monarca y los señores feu- pués matar a los vasallos por felonía.
que aquella persona jurídica estaba dales, frecuentemente constituyen El pueblo asiste aliviado a esas ejecu-
constituida. Como, según el
Derecho medieval, las fun-
Elisardojm (CC3.0)
ciones del Estado pueden
dividirse y deben ser dele-
gadas a los particulares, to-
da vez que el monarca o un
señor constituía una univer-
sidad, delegaba una parte
de los poderes políticos que
poseía al propio organismo
llamado universidad.
De manera que las corpo-
raciones o universidades de
profesionales hacían leyes
para sus propios miembros.
Así, gran parte de la mate-
ria de la legislación del tra-
bajo, que hoy es hecha por
el Estado, en aquel tiempo
era realizada por los particu-
lares. Tenemos aquí otra for-
Universidad de Coímbra fundada en el siglo XIII
ma de leyes muy restringida,
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La sociedad analizada por el Dr. Plinio
ciones; un hidalgo felón fue castigado Más aún, si el Estado hace una ley análisis, hay más agitación, pero cada
y el honor público fue desagraviado. injusta, contraria al Derecho Natu- uno sabe hacer respetar sus derechos.
Son igualmente numerosas, en ral y contra la cual yo quiero resistir,
la Edad Media, los casos de nobles tengo el derecho de desobediencia Una de las características
que, juzgando que el rey los está formal en oposición al Estado. Esto más originales de la
queriendo oprimirlos, resisten a ma- es Doctrina Católica.
no armada. Nadie considera eso fe- De hecho, puede haber abusos. organización medieval
lonía, sino una cosa perfectamente ¿Pero no es mucho mayor un abu- Analizando la sociedad medieval,
natural. Porque había un contrato y so proveniente de un Estado que no notamos que ella se encuentra mucho
la otra parte lo violó, él se defiende. tiene ese control por parte de sus más en orden que la moderna, a pesar
súbditos? Veamos cómo se desarro- de no estar siempre tranquila, “peina-
El verdadero concepto llan las cosas en un Estado donde
de orden ese carácter contractual de la auto-
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da”. Aunque sea una sociedad muy El carácter contractual de la socie- organización medieval tiene riesgos,
“despeinada”, posee el movimiento dad medieval explica eso. No se tra- pero su inexistencia crea riesgos aún
propio de un cuerpo sano. Cada clase, ta del Derecho Romano exclusivo del mayores. Esa organización contrac-
cuando es herida o pisada, reacciona; Estado sobre todos los ciudadanos, si- tual no ha sido bastante notada por
el Rey sabe eso. Como resultado, hay no de una cosa constituida toda ella de los comentadores de asuntos medie-
luchas materiales, algunas bien gran- lazos contractuales, en que cada uno vales. Sin embargo, a mi modo de ver,
des. Luchas judiciales enormes, pro- se puede mover como bien entiende. es una de las características más origi-
cesos que a veces duran cien años pa- Es muy interesante recordar un pen- nales de la organización medieval.
ra cerrar un caso, pero como todo el samiento de Pío XII, que en algunos de He aquí una cosa característi-
mundo se defiende, se apretuja, acaba sus documentos dice una cosa curiosa: ca en este punto: durante la Revolu-
habiendo lugar para todos. la Iglesia Católica es Maestra de todas ción Francesa, el gobierno de París co-
las naciones, no solo porque enseña la menzó a alterar la organización jurídi-
verdadera doctrina, sino también por- ca de Francia, contrariando lo que es-
que ella misma está tan bien organiza- taba establecido en un contrato por el
da que todo aquel que quiera organi- cual Bretaña había resuelto incorpo-
zarse bien debe fijar sus ojos en ella pa- rarse como feudo a la corona francesa.
ra saber cómo se organiza. ¿Qué hace la nobleza de Bretaña? Se
Ahora bien, dentro de la Iglesia reúne y manda una amenaza: “Si uste-
Católica, con todo su orden, vemos des continúan por ese camino, procla-
la misma cosa. Encontramos deter- mamos la independencia de Bretaña.
minados derechos, los cuales son de Porque nosotros teníamos un contrato
tal manera radicales y eminentes, que y ustedes lo violaron.”
son definidos por el Papa, y el mismo La Francia del Ancien Régime2
Pontífice no los puede cambiar. Por era una suma de contratos así. Por
ejemplo, los obispos y los siete Sa- eso, muerto el Rey, toda la Francia
cramentos dentro de la Iglesia son de fiel se levantó. Tres cuartos de los
institución divina. La institución de la departamentos franceses se levanta-
infalibilidad del Papa es divina. ron en armas porque los contratos
Nadie puede cambiar esas cosas. habían sido violados. Francia estaba
Son fundamentales, y a favor de las deshecha. Era necesario comenzar a
cuales todo el mundo tiene el derecho hacer todo de nuevo.
de reaccionar. Un Papa nunca come- Se ve muy bien cómo esa noción
terá el error de querer suprimir la con- contractual era orgánica. Cuando lee-
dición episcopal dentro de la Iglesia, mos el “Contrato Social” de Rousseau,
porque el Papa es infalible, pero pue- nos damos cuenta de la tontería exis-
de suceder que un alto prelado cual- tente en todo aquello, pero nos que-
quiera quiera oprimir a un prelado de damos con una noción confusa de que
categoría inferior, dándole órdenes allí existe cierto grado de verdad. En un
que él no tiene el derecho de dar. punto cualquiera zumba una verdad,
¿Cuál es la defensa que tiene un en medio de todos esos errores.
prelado en esas condiciones? Es res- Ese zumbido aparece transforma-
ponder simplemente: “No, no y no. do en cántico en este punto que es-
Yo tengo el derecho divino de gober- tamos considerando. Aquí la verdad
nar este lugar, por debajo del Papa. no zumba, sino que canta.
Respeto mucho su autoridad, pero
tenga la amabilidad de permitirme Los súbditos del señor feudal
que no dé atención a lo que Ud. está Dicho esto, consideremos el feu-
diciendo.” Es decir, hay una especie do. ¿Cuál es su naturaleza y organi-
de fundamento dentro de eso. zación? ¿Qué derechos tiene un se-
Su símil se encuentra en la organi- ñor feudal sobre sus súbditos y cómo
zación medieval. Reconozco que ese hace sus leyes? Los súbditos de un
carácter contractual existente en la señor feudal son de tres categorías
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La sociedad analizada por el Dr. Plinio
diferentes: los vasallos nobles; los constituyen feudos más pequeños y ba mucho, había una furia ambula-
que podríamos llamar, hasta cierto señores feudales menores. toria inexplicable. Se encuentran ex-
punto, arrendatarios, los cuales reci- A veces no es un castillo, porque no tranjeros, por ejemplo, lombardos,
ben determinadas tierras; y la pobla- defiende una posición tan importante, por Europa entera. Cualquier feudo
ción de los hombres libres. sino una casa en la cual va incrustada al cual se va hay uno, dos, cinco lom-
¿Qué son los vasallos nobles? To- una torre donde todos se defienden en bardos. Eran hombres que vivían va-
memos en consideración un feudo caso de una agresión sumaria. gando, unos vagos. ¿Cuál es la posi-
que tenga más o menos el formato Esos vasallos nobles están obliga- ción de ellos en el feudo? La de súb-
de una mesa. El señor feudal tiene su dos a auxiliar a su señor feudal en el ditos extranjeros dentro del país.
capital colocada en el centro. Como gobierno y en la defensa de la caste- Ellos tienen derecho a vivir allá, pe-
suele suceder en las turbulencias me- llanía. ro están obligados a obedecer mien-
dievales, en todo el borde de la me- Existen también los vasallos plebe- tras estén ahí. Entran y salen cuan-
sa hay enemigos que procuran en- yos, de dos categorías: el plebeyo pro- do quieren.
trar. Por el mismo proceso por el cual piamente dicho y el siervo. El vasallo Sobre las tres categorías de súb-
el Rey le enfeudó aquellas tierras pa- plebeyo tiene tierras que recibió del ditos, el señor feudal tiene un dere-
ra que las defendiese, él acaba consti- Rey por un contrato, pero no partici- cho genéricamente llamado de justi-
tuyendo a lo largo del borde señores pa del gobierno del feudo. Tiene de- cia, administración y policía. Él hace
feudales, los cuales hacen sus castillos recho a residir en el feudo, donde go- muy pocas leyes. Cada uno vive se-
que defienden las fronteras. za de la condición que un ciudadano gún el Derecho Natural y la Ley Na-
De tal manera que él tiene el nú- tiene en el país en el cual nació. tural, y la costumbre regula todo en-
cleo del feudo, y la parte exterior es- Al mismo tiempo, hay una po- tre ellos. El señor feudal mantiene la
tá constituida de castillos de seño- blación de hombres libres, fluctuan- justicia en esos lugares, precisamen-
res feudales. Pero esos otros señores te, muy frecuente en la Edad Me- te como el Rey en el reino.
feudales tienen en sus feudos ciertas dia. Es una paradoja: en la Edad Policía: cuando alguien viola un
posiciones que necesitan defender Media, cuando las vías de comuni- mandamiento de la Ley de Dios, una
mejor. Entonces, dentro de su feudo cación eran pésimas, pero se viaja- costumbre, el señor feudal lo manda
Amos Cassioli (CC3.0)
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a prender, a colocar en dos, con lino y oro en sus
Archivo Revista
la prisión o a aplicar las casas, quienes afirma-
puniciones del caso, a ban: “Nosotros le paga-
propósito, muy pintores- mos al señor feudal tan-
cas, porque generalmen- to por año y él contrata
te afectan la dignidad: la tropas mercenarias para
picota, huevos podridos, venir a batallar; ninguno
rechiflas del pueblo, una de nosotros combate.”
cabeza de cerdo coloca- Al señor le parecía
da encima de la cabeza, más interesante contra-
etc. Los crímenes contra tar bandidos en las mon-
el honor son castigados tañas de Suiza, que lle-
con penas infamantes. gaban hambrientos a lu-
El señor feudal tiene char, que alistar a bur-
además la administra- gueses pacifistas para
ción y para eso, de he- el combate. Así, todo el
cho, da órdenes. ¿Esas mundo se entendía bien
órdenes pueden ser lla- y, prácticamente, por
madas de leyes? Es ne- una cuantía de dinero, el
cesario distinguir: en los servicio militar quedaba
feudos pequeños esto ni abolido.
siquiera está escrito. Co- Había, además, movi-
rre de viva voz: “Llegó el lización general, cuando
día de reparar los muros el apuro era muy grande
del castillo. ¡Vengan!” y no tenía carácter feu-
En los feudos grandes dal. Cuando el Rey o el
ya toma el carácter de señor feudal necesitaba
órdenes generales, que refuerzos ante una inva-
pueden ser llamadas le- sión maciza o algo seme-
yes. Y reciben el aspec- jante, él decretaba que
to de leyes estatales en El Dr. Plinio con traje de profesor universitario, todo el mundo debía lle-
a inicios de la década de 1940
el ámbito de una fede- gar con las armas que
ración. pudiera.
nobles debían guarnecer el castillo Entonces se formaban aquellos
Servicio militar del señor principal, para auxiliar en grandes ejércitos donde, a falta de
Por fin, está también la cuestión la defensa normal contra cualquier otras armas, algunos iban a comba-
del servicio militar. La costumbre es- sorpresa. tir con utensilios de cocina. Cuando
tablecía el servicio militar para el no- Al mismo tiempo, existía el servi- llegaba el momento de la gran inter-
ble y el plebeyo, y también existía la cio militar plebeyo, que era subsidia- penetración de las tropas, olla con-
movilización general. El noble esta- rio. Solo se pedía cuando los nobles tra olla valía, así como valía espada
ba obligado al servicio militar en tres no eran suficientes para garantizar la contra espada. Era el único vestigio
modalidades: la cabalgata era la pri- integridad del feudo, y así mismo era de la antigua movilización romana, a
mera de ellas. Cuando se trataba de muy limitado. propósito, de Derecho Natural.
hacer una incursión en tierras de un El plebeyo solo iba a batallar en
noble vecino, el señor feudal llama- determinados días del año, y solo te- (Extraído de conferencia
ba a sus nobles y decía: “Hagamos nía la obligación de llegar hasta cier- del 1954)
una cabalgata en tal lugar.” Tam- ta distancia. Fuera de ese límite, él
bién existía una campaña en gran es- dejaba las armas y volvía. Era tam-
tilo, en la cual se demoraba bastan- bién estrictamente contractual ese 1) Ver Revista Dr. Plinio, No. 53, p. 9-15.
te tiempo invadiendo otro lugar. Y la servicio. En algunos feudos los seño- 2) Del francés: Antiguo Régimen. Siste-
tercera modalidad era la guarda. En res feudales llegaron a hacer contra- ma social y político en vigor en Fran-
tiempo de paz, los señores vasallos tos con campesinos ricos, bien nutri- cia entre los siglos XVI y XVIII.
15
˜ Lucilia
Dona
Divagando y reflexionando
Impresionantemente lógica y previdente, pero sin un tipo de
raciocinio rígido, Doña Lucilia tenía también un espíritu propenso a
la divagación, al pasear por temas muy altos. Ella reflexionaba mucho
sobre la vida en función de Dios y los designios de la Providencia.
16
Archivo Revista
La divagación es el pasear del es- ría en su naturaleza divagar sobre ese
píritu por temas muy altos, un poco acontecimiento, considerando sus va-
difíciles de alcanzar, sin mucho mé- rios aspectos y después reflexionar y
todo, de acuerdo con las apetencias sacar las conclusiones con respecto al
del alma y la atracción o rechazo que actuar divino y a la existencia humana.
el asunto va causando a medida que Por ejemplo, la visita que ella hi-
es recorrido. Propiamente, la diva- zo con su madre a la Princesa Isabel,
gación podría ser comparada con el en París. Mi madre me contó esa visi-
movimiento de las nubes en el cielo. ta con una serie de pormenores, por-
Cuando el pensamiento camina por que ella tenía un espíritu muy minu-
los temas como las nubes en el fir- cioso. Sin embargo, todos los porme-
mamento, se hace una divagación. nores que ella citaba conducían a un
Por lo tanto, la propia mirada de conjunto determinado de reflexiones.
quien está haciendo una divagación Por ejemplo: cómo las condicio-
no se detiene fijamente en una cosa nes de la criatura humana varían y có-
determinada, sino que está pasean- mo la Princesa Isabel, de una posición
do en lo indefinido. tan alta en Brasil, acabó siendo colo-
cada por la Revolución republicana en
Reflexiones sobre la vida una situación menos elevada en Euro-
en función de los designios pa. Pero, por otro lado, cómo en Euro-
pa ella recibió una herencia de una pa-
de la Providencia riente del Conde d’Eu y de repente se
En la otra foto no hay nada de di- volvió rica, pasando a poseer en París
vagación. Es de una persona que sa- una base y una especie de proyección
có sus conclusiones y está pensando mayores de las que ella tendría sim-
en un plan para ejecutar, con la segu- plemente en cuanto Princesa Imperial
ridad de quien va a pasar a la acción. de Brasil. Por lo tanto, también cómo
Por eso, ella está con la mirada fija en son los altos y bajos de la vida huma-
un punto determinado, y la actitud del na y cómo Dios exige del hombre una
cuerpo es de quien va a partir de ahí confianza y una sumisión grandes a to-
para una resolución, una deliberación do cuanto Él quiera. También, cómo la
y una acción. La divagación no tiene Princesa estaba tomando eso. Y al fi-
eso, ella no parte para una resolución, nal venía una evaluación de la Prince-
ni siquiera va una conclusión definida, sa en cuanto persona y como católica.
sino que queda como una nube sujeta Ahí estaba establecida una diva-
a que un viento la toque y se explaye. gación que llegaba a algunas con-
Podríamos preguntarnos: ¿Cuál clusiones. Era un proceso entero de
de las dos posiciones es más noble, la pensamiento.
divagación o la reflexión? Doña Lucilia estará, con certeza,
En sí, la divagación dispone para haciendo divagaciones o reflexiones
la reflexión. Ella vuela sobre deter- de esa naturaleza en el Cielo. Por-
minados aspectos de un tema y pre- que en el Paraíso se divaga y se re-
para las premisas. Después las pre- flexiona también, en presencia de la
misas dan origen a la conclusión. De perfección infinita de Dios, relacio-
manera que el modo de ser de la di- nando todo con Él. v
vagación es más elevado y noble que
el de la reflexión propiamente dicha. (Extraído de conferencias del
Por todo cuanto conocí de Doña 5/4/1988 y 17/6/1992)
Lucilia, ella reflexionaba mucho sobre
la vida en función de Dios, de los de-
signios de la Providencia. Entonces, al 1) Johann Wolfang von Goethe (*1749 -
suceder una cosa determinada, esta- †1832). Estadista y escritor alemán.
17
Gesta Marial de un Varón católico
La Revolución
tendencial se difunde
como el lodo - II
Cuando aún era joven, el Dr. Plinio se
percató de las primeras manifestaciones
del “pacinismo” y de inmediato encontró
en él el hedor de la Revolución con la
farándula inmunda a la que quería llegar:
acabar con las naciones, constituir una sola
religión, un solo modo de vivir, un solo
gobierno universal. “¡Oh, qué inmundicia,
qué infamia, qué maldad! ¡Lodo, fuera! ¡Te
expulsaré del santuario donde entraste!”
Mi primer encuentro
con el “pacinismo”
La Primera Guerra Mundial, con
sus horrores, impresionó más al orbe
que la Segunda, porque fue una sor-
presa para el mundo de la Belle Épo-
que2 , de los cafés-concierto, de la gra-
cia frívola, encantado por las delicias
Baile en el Palacio - Museo Carmen Thyssen, Málaga, España
fofas de un mundo hermoso. Cuan-
18
acabar con todas las guerras, así que Tiré el libro a un lado y pensé: “¿Qué
lo leí desinteresadamente, creyendo pasa con los cruzados? ¿Y Carlomag-
que era sentimentalismo azucarado; no, el incomparable? En un mundo
salté las páginas, pero con cierta cu- donde ya no hay yelmos, ni lanzas,
riosidad por ver en qué terminaba. ni caballería, ni cosas épicas, ni hé-
Me di cuenta de cuál era el sentido roes, este mundo es peor que la gue-
del romance: que todos los hombres rra. Acabe con él”. Hasta donde pue-
se amen unos a otros. El personaje do recordar, fue mi primer encuentro
llamaba a eso de cristianismo. Aho- con el “pacinismo”. Inmediatamente
ra, es verdadero cristianismo cuan- olí el hedor de la Revolución en él.
Flávio Lourenço
Da
nil
oI
.
19
Gesta Marial de un Varón católico
los males que denunciaban fueron su- ros, ¿dónde estáis?” En 1945, cuando entrar por los portales, por las cerra-
perados por la avalancha de lodo, que pasaron estas cosas, yo ya era un hom- duras, penetrar hasta en el corazón
se ha vuelto corriente en nuestros días. bre grande, recuerdo que el lodo me de los sacerdotes, y he aquí que co-
Leyendo esas obras tuve una cierta asustó, porque pensé: “Estoy hecho mienzan a abrir las puertas para que
idea global de la farándula inmunda a para pelear otro tipo de combate, para entre el lodo, y me dicen: “¿No eres
la que se pretende llegar: acabar con enfrentar, con la visera levantada, a un tú también lodo? ¿No vas a mezclar-
las naciones, las peculiaridades regio- luchador que viene contra mí monta- te con el lodo?” Odié el lodo aún
nales, las lenguas, para constituir una do en su corcel, con su lanza en ristre. más y reflexioné: “Imaginé que el lo-
sola lengua, una sola nación, una so- ¡¿Pero esto?! Así llego prácticamente do provenía de los pantanos, pero no
la raza, una sola religión, una sola for- a la mitad de mi vida —no sé si dura- del interior del santuario. ¡Oh, qué
ma de vida, un solo gobierno univer- rá el doble de treinta y siete años, pero inmundicia, qué infamia, qué mal-
sal. Esta masificación pretende trans- no durará el triple— cuando soñaba dad! ¡Lodo, fuera! ¡Te expulsaré del
formar todo no en un lodo medicinal, con legiones de caballería para com- santuario donde entraste!”
sino en uno venenoso, abyecto. batir, dispuestas a enfrentarlas solo
Leí esos libros y pensé: “Para el si es necesario, ufano incluso si fuese Dos libros escritos para
mundo de hoy esto todavía no cal- postrado en tierra, y comprendiendo y denunciar y combatir el lodo
za. Por ahora no me molesta este te- amando el camino que Nuestra Seño-
ma, ya no pienso más en esta porque- ra me dio a andar. De pronto veo las Escribí En defensa de la Acción Ca-
ría”. Después, cuando terminó la Se- legiones de caballería desmoronarse, tólica. ¿Por qué hago la relación en-
gunda Guerra Mundial y se instauró y es el lodo que me envuelve por to- tre este libro y el lodo? Porque la tác-
lo que se llamaba paz —esa caricatura dos lados, es la confusión, el bajo sofis- tica de los que se infiltraron en Ac-
que era todo menos paz, porque si al- ma. El lodo no discute, insinúa, ablan- ción Católica fue la del lodo, es de-
go no nos dio el lodo fue paz— y vi las da, deteriora, pudre. Eso es lo que no- cir, no pelear con el adversario, nun-
sonrisas cómplices y optimistas de los to por todos lados. ¡Ay, qué horror!” ca pelear con nadie; los que nos com-
jefes de Estado, entendí: “El lodo es- Pero si solo fuera eso... ¡Si tan so- baten a los católicos solo lo hacen por
tá volviendo”. Y un suspiro salió de lo lo pudiera retirarme al santuario y error, si tenemos cuidado de compla-
más profundo de mi alma: “Caballe- orar! Pero, desde dentro del santua- cerlos y dejarnos complacer por ellos,
rio —que yo concebía, debía de repente descubriremos que hay un
concebir y sigo concibien- error entre nosotros y que ellos tie-
Arquivo Revista
Moterocolombia (CC3.0)
20
to profundo: la guerra padas y las alabardas mariales” ¡Qué
Rodrigo C. B.
Gabriel K.
Jorge Castriota Skanderbeg to similar a la salud del
Plaza Albania, Roma, Italia cuerpo. El hombre sa-
no comprueba dentro
la mezcla que envilece hasta la here- de sí mismo que todo funciona bien y
jía cuando se mezcla con la verdade- se da cuenta de que su organismo es-
ra Iglesia, esta es la mezcla que re- tá en orden. El hombre que se entrega
presenta el lodo, ante la cual todas las a la combatividad se siente coherente,
herejías se vuelven arcaicas porque seguro y fuerte, se siente a sí mismo y
aparece algo peor: es la síntesis po- dice: “Así me quiso Dios. ¡Alabada sea
drida de todas las religiones, más re- mi Madre, María Santísima, cuyo Co-
pugnante que la propia irreligión. razón se compara a un ejército en or-
En cuanto más me rodeaba el lo- den de batalla, y cuyos pies aplastan
do por todos lados y sentía su acción, para siempre a la serpiente infernal!”
yo comenzaba a reunir a los prime- ¡Qué hermoso sería componer
ros caballeros y les preguntaba: una Letanía de la combatividad de
— ¿Traéis espadas'? – siempre en Nuestra Señora! En el oficio de la
el sentido figurado de la palabra. Santísima Virgen María se dice:
— “Sí”, respondieron. — Mos- “Vos sois la Virgen floreciente, el ve-
tradlas. lo de Gedeón, divino portal cerrado,
Pero vi que estos “gladios” esta- el panal del fuerte Sansón”. ¡Cómo
ban sucios de lodo y había que lim- me encanta! Pero qué hermoso sería
piarlos. En esas condiciones, para decir: “Ya estabais prefigurada en el
separar los terrenos, poniendo la tie- odio irreductible de Judit cuando le
rra de un lado y el agua del otro — cortó la cabeza a Holofernes”. Y to-
haciendo que esta separación acaba- mando todas las prefiguras de Nues-
se con el lodo—, escribí el libro Re- tra Señora, en cuanto un ejército en
volución y Contrarrevolución. Quien orden de batalla, componer una le-
examina esta obra desde este punto tanía y un canto para un desfile, que Judit - Basílica de San
Carlos, Roma, Italia
de vista, la interpreta por su aspec- se podría llamar “el desfile de las es-
21
Gesta Marial de un Varón católico
22
Eco Fidelísimo de la Iglesia
Perfecciones que
nacen del dolor
Partiendo del análisis de la tauromaquia, el
Dr. Plinio hace comentarios sobre la virtud de
la audacia, cuyo brillo continuo sólo es posible
cuando el hombre vive a la sombra del sacrificio,
J.P. Castro
P
ara pensar en el Reino de frentar el riesgo, no es un verdadero ne la euforia de su propia posición. Es
María, debemos imaginar al- torero. No hay nada de la alegría ho- una alegría sui generis que da el ries-
mas bajo la influencia cons- llywoodiana ni nada que se le parez- go, el gozo del heroísmo de quien sa-
tante del Espíritu Santo —de quien ca. Basta decir que es la alegría del be que va a ganar. El toro cae, el tore-
Nuestra Señora es Esposa— y, por riesgo, mientras que la hollywoodiana ro se quita el sombrero y saluda al pú-
lo tanto, buscando continuamen- es burguesa, no gusta del riesgo. blico que lo aplaude de pie.
te el ápice de todas las cosas, inclu- Se trata de una auténtica alegría, El resto es el triunfo, pero ya no es
so en las más modestas. De esta im- que resulta de esta circunstancia: el momento crucial, en el que el toro
postación resultará una acumulación el torero espera al toro que avanza avanza sobre él y en que él conservó el
de perfecciones insondables, porque contra él, en ese pase —para mí es el dominio completo de sí mismo, consi-
cualquier pequeño acto de la vida más bello de todos en el que está con guió el néctar de su propia perfección
humana puede contener un grado de la espada en alto, listo para clavarla y ganó. El aplauso popular, al contra-
perfección del que no se tiene idea. en un punto preciso del animal. rio de lo que se piensa, no es el néc-
Un ejemplo que se me ocurre al azar El buen torero espera al toro en la tar, sino su complemento. El auge es
es la tauromaquia, que acaba siendo tranquila posesión de sus facultades, el momento en que, en presencia de
una obra maestra del espíritu español. considerando todas las posibilidades Dios, el torero tuvo ese desempeño.
que tiene de matarlo, dependiendo de Para el espíritu de Hollywood, el
En la tauromaquia, una agilidad y una destreza que siente auge es el momento en que está sien-
la alegría del riesgo poseer. Es consciente de que para esto do aplaudido. De modo que, si con-
necesita hacer un acto de firme volun- siguiera los aplausos a través de un
Cuando nos fijamos en el torero tad y cierta ascesis, para no perder la fraude, sería lo mismo que ganarlos
español, notamos el siguiente estado cabeza y dar el golpe certero. Pero el a través de la auténtica posesión de
de espíritu: al realizar la corrida, hay torero siente que es dueño de esta as- cualidades. Bueno, ¡eso no es así! El
que imaginarlo alegre y en riesgo con cesis y de esta fuerza de voluntad. Por fraude nunca da a la persona una ver-
cierta euforia. Si no hay euforia al en- esta razón, comprende el riesgo y tie- dadera alegría.
23
Eco Fidelísimo de la Iglesia
Se podría objetar: “No, lo que bus- llegado mi hora”. Lo que tal vez el to- El relucir continuo de la audacia
caba eran los aplausos”. rero no haga explícitamente, por falta equilibrada, audacia de acero y elasti-
Él no apuntó a los aplausos y sí, en de formación religiosa, pero constitu- cidad, la audacia que sabe tener osa-
el momento del peligro supremo y des- ye el presupuesto racional de su acto. días proporcionadas al peligro, porque
provisto de cualquier otro recurso que Vemos, pues, un alto sentido reli- sabe que tiene recursos proporciona-
no fuera la espada y el brazo, supo pre- gioso que va más allá del instinto de dos con éste, de la audacia casi teme-
decir que era capaz de esto y lo hizo. conservación, aliado a una combina- raria, cuya sublimidad consiste en, sin
ción de cualidades opuestas —aun- jamás ser imprudente, atrevidamente
Audacia: el pulchrum que no contradictorias— de las que parecerse con la imprudencia, este es
del espíritu español el torero toma una hermosa síntesis: el pulchrum del espíritu español.
se presenta duro como el acero, pe-
Entran en eso varios factores psi- ro flexible como un elástico. Como ¿Cómo imaginar el pulchrum
cológicos. El torero aplica mucha resultado, cuando el toro llega, sin el del Reino de María?
fuerza en ese momento, pero llena de menor temor, tamiza el peligro y di-
flexibilidad y resultante de una mus- ce: “Peligro, ¡qué hermoso eres! ¡Qué Ahora, de manera análoga, hay un
culatura muy elástica. También entra delicioso eres! “ cierto pulchrum que marcará el Rei-
la calma ante el peligro de muerte, Aquí aparece un aspecto sobre el no de María. Es una virtud magnífica,
que le hace decir: “Si muero, moriré que quiero llamar la atención, porque diametralmente opuesta a la “herejía
realizado y mi vida tendrá sentido”. es el punto clave de la mentalidad es- blanca”1 que, vista a través del prisma
Existe la idea de que el torero se su- pañola. Ya sea cuando el español es religioso, podría alcanzar extremos
merge en una especie de estética de muy diplomático y tiene maneras y da de perfección aún ignorados.
la muerte, y que si esta llega la ten- volteretas para lograr un determinado Siendo una virtud, esta forma de
drá hermosa, que no es en absoluto la objetivo; ya sea cuando está muy ver- pulchrum debe existir en Nuestra Se-
muerte en la Unidad de Cuidados In- sado en la doctrina y lanza con seguri- ñora de una manera inimaginable.
tensivos, no tiene nada en común con dad una tesis que es difícil de justificar La Santísima Virgen debe poseer,
eso. Morirá en este gozo, por así decir, y que nadie imaginó, similar a un sal- en medio del firmamento de sus vir-
realizándose. Y aún más, pensando to certero sobre el abismo o a un vue- tudes, una nota dominante que está
que su logro está en extender a Dios lo audaz en el cielo de la ortodoxia; para las otras excelencias de Ella co-
un brazo por encima de la muerte, di- ya sea cuando es orador y se expone a mo la audacia lo es para España.
ciendo: “Señor, llévame, porque ha lances oratorios arrojadísimos; en to- El Reino de María se caracteri-
do, el riesgo es su entorno y la elegan- zará por esta nota altísima, fabulo-
cia en el riesgo, nacida de la aparente sísima, de Nuestra Señora. Se trata,
Samuel Holanda
24
J. P. Braido
habremos dado un paso importante pa- mos lo que buscamos. Y el Reino de
ra saber decir, por antítesis, cómo eso se María lo tendrá en su totalidad.
verifica en Nuestra Señora, porque la
Revolución es lo opuesto a Ella. La belleza suprema se
Imagino que el revolucionario origina en la Cruz
perfecto se realiza más fácilmente —
es una facilidad de imaginación, no Vamos de una vez al fondo del pro-
quiere decir que históricamente ha- blema. Desde que Nuestro Señor Jesu-
ya sido así— por un arquetipo de la cristo se inmoló por nosotros y murió
Revolución Francesa. Yo lo conci- en la Cruz, una nota de sacrificio pre-
bo como un individuo exuberante domina en la vida de hoy, dando mayor
de vitalidad y sensualidad, pero en el nobleza hasta a la sonrisa. Este aroma
cual el pecado del espíritu transbor- sacrificial que embalsamó todo el Uni-
dó el pecado de la carne. Lo que más verso desde el momento en que el Re-
odia no es al rey o al noble, sino más dentor dijo “Consummatum est” y en-
bien una cierta visualización del no- tregó su espíritu, lo marcó inclusive a
ble como trascendente, puro, piado- Él. También en las pinturas y esculturas
so, combativo, limpio, ornado, digno en que Nuestro Señor es representado
en todas sus maneras, agilísimo en su triunfalmente, aparece con los estigmas
espíritu y como si viviera en un mun- y el costado abierto; corrió la Sangre,
do empírico, que sería el mundo ac- hubo tragedia. Y el esplendor de la glo-
tual, aunque visto a través de un vi- ria sólo se explica por la tragedia.
drio de color especial llamado no- Por lo tanto, en el centro de todo es-
bleza, que eleva y repone al hombre tá presente una nota de sacrificio, supe-
en una atmósfera paradisíaca, en la rior a todos los horrores de la Revolu-
que está listo para, en cualquier mo- ción. Y aquí vemos la belleza de todo
mento, saltar al abismo del riesgo. lo que dije. Esa belleza es un misterio,
El revolucionario odia esta mani- en el que hay una seriedad, gravedad y
festación y esta forma de ser hasta el participación en Dios incomparables.
último punto. Y cuando ve que esto Mis palabras son incomprensibles sin
es así, quiere burlarse, no con una le- este amor a la Cruz y este perfume de
ve ofensa, sino con una injuria pesa- sacrificio. La vida de cada uno de noso-
da, que desfigura, tira al suelo, ensu- tros es un holocausto, del que debemos
cia, ultraja y después liquida. ser víctimas. Para que haya todo lo que
Ahora imaginemos lo contrario de he comentado, es necesario aceptar ese
esto, brillando en el alma más elegida holocausto, no hay remedio. La jaculatoria “Sanguis Christi,
que hubo entre las meras criaturas, Sin embargo, el hombre huye de es- inebria me” expresa precisamente es-
que fue la de Nuestra Señora, y ex- ta nota de sacrificio tanto cuanto pue- to. La ebriedad de la Sangre de Cris-
presado de una manera inimaginable. de, por no querer vivir a su sombra. to hace contemplar la belleza del do-
Entonces podremos comprender cuál Ahora, pensemos un poco en el papel lor presente en todas las cosas. v
será la felicidad del Reino de María, y que la Cruz tiene en la espiritualidad
también la felicidad del Cielo. de San Luis María Grignion de Mont- (Extraído de las conferencias del
Hay aquí una intensidad del ser fort, hasta el punto de haber escrito la 14 y 19/2/1986)
que nos deja medio estupefactos. En Carta Circular a los amigos de la Cruz, y
el fondo, nuestra felicidad es bus- comprenderemos cómo debemos ser.
car las cosas que tienen esta intensi- Es decir, el sufrimiento no desfi- 1) Expresión metafórica creada por el
dad, no el pequeño placer, la chaco- gura, no afea, no atrasa; al contrario, Dr. Plinio para designar la mentali-
dad sentimental que se manifiesta en
ta, el letargo en una hamaca junto al de él viene todo lo que es verdadera-
la piedad, la cultura, el arte, etc. Las
mar. En última instancia, es algo que mente bello y ordenado en la huma- personas afectadas por ella se vuelven
recuerda a Dios, al Ser Absoluto, a nidad. Y tratar de ver esas gotas de flojas, mediocres y poco propensas a
quien buscamos miserablemente ex- la Sangre de Cristo hace parte de la la fortaleza, así como a todo lo que
traviados y afligidos cuando no sabe- piedad católica más genuina. signifique esplendor.
25
S antoral
1. Santa Teresita del Niño Je-
sús, virgen y Doctora de la Iglesia
–––––––––––––––––––––
10. Santo Tomás de Villanueva,
obispo (+1555). Religioso Agustino,
(+1897). Ver página 28. obispo de Valencia, España.
San Daniel Comboni, obispo (+1881).
2. Domingo XXVII del Tiempo Or-
Primer obispo católico de África Cen-
dinario.
Santos Ángeles de la Guarda. tral. Fundador del Instituto Misioneros
Samuel Holanda
Combonianos del Corazón de Jesús.
3. Bienaventurados Andrés de Murió en Jartum, Sudán.
Soveral, Ambrosio Francisco Fe-
rro, presbíteros, y compañeros, 11. San Pedro Le Tuy, presbíte-
mártires (+1645). ro y mártir (+1833). Decapitado en
San Maximiano, obispo (+c 410). tiempos del emperador Minh Mang,
Obispo de Bagai, actual Argelia. Fue en Hanoi, Vietnam.
torturado muchas veces por herejes, San Evaristo 12. Nuestra Señora Aparecida, pa-
en una de ellas fue lanzado desde una trona de Brasil.
torre, sobrevivió milagrosamente y si- Beato Román Sitko, presbítero y
guió luchando por la Fe. gen María de la Misericordia, en Cra-
mártir (+1942). Rector del seminario
covia, Polonia. Por encargo de Dios,
4. San Francisco de Asís. Religio- de Tarnów, Polonia. Murió en el cam-
trabajó incansablemente anunciando
so (+1226). Fundador de la Orden po de concentración de Auschwitz.
el misterio de la Divina Misericordia.
Franciscana y las Clarisas. 13. Beata Alejandrina María da Cos-
San Petronio, obispo (+c. 450). Re- 6. San Bruno, presbítero y eremita
ta (+1955). A los 14 años, por defender
nunció a sus privilegios del Imperio Ro- (+1101). Fundador de los Cartujos. su castidad el agresor la dejó cuadriplé-
mano para ser ordenado sacerdote. Fue Santa María Francisca de las Cinco jica y así vivió hasta su muerte. Se ofre-
nombrado obispo de Boloña, Italia. Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, ció como víctima, por la conversión de
virgen (+1791). Terciaria Franciscana. los pecadores. Animaba al Papa Pío XII
5. San Benito, llamado el Negro,
Viviendo en Nápoles, Italia, se destacó a llevar a cabo la Consagración al Inma-
religioso del convento de Santa María
de Palermo, Italia (+1589). por su paciencia en las tribulaciones y culado Corazón de María.
Santa María Faustina Kowals- adversidades, en la práctica de las pe-
nitencias, el amor a Dios y las almas. 14. San Calixto I, Papa y mártir
ka, virgen (+1938). Religiosa de las (+222).
Hermanas de la Bienaventurada Vir- 7. Nuestra Señora del Santísimo Santo Domingo Loricato, presbíte-
Rosario. ro (+1060). Religioso de la Orden de
San Marcos, Papa (+336). Institu-
Gabriel K.
26
––––––––––––––––– * Octubre * ––––
sitación, favorecida por las aparicio- religiosa, la devoción a Jesús Eucaristía y 27. San Evaristo, Papa (+108). En
nes del Sagrado Corazón de Jesús en a su Madre, la Virgen María. los tiempos del emperador Trajano,
1673, en el sitio donde hoy se encuen- 21. Santa Laura de Santa Catali- fue elegido como cuarto sucesor de
tra la Basílica del Sagrado Corazón de na de Siena Montoya Upegui, virgen San Pedro en el gobierno de la Iglesia.
Jesús en Paray-le- Monial, Francia. (+1949). Fundadora de la Congrega- 28. San Simón y San Judas Tadeo,
17. San Ignacio de Antioquía, obis- ción de las Hermanas Misioneras de Apóstoles.
po y mártir (+107). Es uno de los Pa- María Inmaculada y Santa Catalina San Germán, abad (+s. XI). Insigne
dres Apostólicos de la Iglesia. de Siena, en Dabeiba, Colombia. por su amor a la soledad. Fundó y diri-
San Oseas, Profeta del Antiguo gió el priorato de Talloires, Francia.
22. San Marcos, obispo (+s. II).
Testamento. Ante la infidelidad del Primer obispo procedente de los gen- 29. San Narciso, obispo (+c. 222).
pueblo de Israel, anunció a Dios co- tiles en ocupar la sede episcopal de Próximo a cumplir los 100 años de vida,
mo el esposo siempre fiel y de infinita Jerusalén. fue electo Obispo de Jerusalén. Se des-
misericordia. tacó por la paciencia y la fe, en su acti-
San Juan Pablo II, Papa (+2005).
18. San Lucas, Evangelista. Canonizado por S.S. Francisco, el año vidad pastoral. Falleció a los 116 años.
2014. 30. XXXI Domingo del Tiempo Or-
23. XXX Domingo del Tiempo Or- dinario.
Beato Aleixo Zaryckyj, presbítero y
Flávio Lourenço
dinario.
San Juan de Capistrano, presbí- mártir (+1963). En un régimen de go-
tero (+1456). Religioso franciscano, bierno hostil a Dios, es deportado a un
llamado el apóstol de Bohemia. campo de concentración en Dolinka,
Beato Arnaldo (Jules-Nicolás Kazajstán-Eslovaquia y allí murió.
Réche), religioso (+1890). Pertene- 31. San Alfonso Rodríguez, religioso
cía a la Congregación de las Escue- (+1617). Español. Fue recibido, en ca-
las Cristianas (Hermanos de la Salle). lidad de hermano lego, en la Compañía
Gran devoto de la Pasión de Cristo y de Jesús, después de haber perdido a sus
ejemplo de docilidad al Espíritu Santo.tres hijos. Durante 32 años, se desempe-
24. San Antonio María Claret, ñó como portero del Colegio Santo Sión
obispo (+1870). de los jesuitas, en Mallorca. Canonizado
San Fromundo, obispo (+s. VII). por el papa León XIII en 1888.
Ejerció su ministerio pastoral en Cou-
San Petronio tances, Francia. Fundó el monasterio
27
Hagiografía
Víctima
28
sufrimientos, las virtudes, las expia-
Office de Lisieux (CC3.0)
29
Hagiografía
finitamente preciosa, súper abundan- de las cuales es perfecta e inmutable,
temente eficaz: es la de los méritos de la de Dios, y la otra, cambiante e im-
Nuestro Señor Jesucristo. Otra pe- perfecta, la de los hombres. Cuan-
queñísima e insignificante: es la to más deficiente es la parte hu-
de los méritos de los hombres, mana del tesoro de la Iglesia,
adquiridos a lo largo de la vi- tanto menos abundantes se-
da multisecular de la Igle- rán las gracias. Cuanto me-
sia. La pequeña parte só- nos abundantes sean las
lo es válida en unión con gracias, tanto menos nu-
la parte infinita. Pero merosas serán las al-
—misterio de Dios— mas que se salven. De
aunque perfectamen- donde se deduce que
te prescindible en sí un elemento capital
Office de Lisieux (CC3.0)
30
Dios destina especialmente para es- voluntad de Dios, ella
Archivo Revista
te propósito. Son las que él llama a la no pidió sufrimien-
vida contemplativa, en conventos so- tos, ni los rehusó. Que
litarios, donde almas de elección es- Dios hiciese de ella lo
tán especialmente dedicadas a amar a que entendiese. Nun-
Dios y a expiar por los hombres. Estas ca pidió a Dios o a sus
almas valientemente le piden a Dios superioras que aparta-
que les mande todas las pruebas que ran de ella cualquier
quiera, siempre y cuando se salven dolor, cualquier mor-
numerosos pecadores. Dios las flage- tificación. La sumisión
la sin cesar, de un modo o de otro, co- plena era su camino.
giendo de ellas la flor de la piedad y Y, en materia de vida
del sufrimiento, para que estos méri- espiritual, la sumisión
tos salven nuevas almas. Consagrar- plena es equivalente a
se a la vocación de víctima expiatoria la plena santificación.
por los pecadores: ¡no hay nada más Su método se carac-
admirable! Y esto mucho más cuan- teriza por otra nota im-
to son muchos los que trabajan, mu- portante. Santa Teresi-
chos los que rezan; pero ¿quién tiene ta no practicó grandes
el coraje para expiar? mortificaciones físicas.
Este es el sentido más profundo Ella simplemente se li-
de la vocación de los trapenses, de mitaba a las prescrip-
las franciscanas, dominicas y carme- ciones de su Regla. Pe-
litas entre las cuales floreció la suave ro se esmeró en otro ti-
y heroica Teresita. po de mortificación: El Dr. Plinio en la década de 1940
Su método fue especial. Practi- hacer mil pequeños sa-
cando la conformidad plena con la crificios a toda hora, a cada instan- interior, amor árido, pero admira-
te. Nunca hacer su vo- blemente ardiente, de la voluntad di-
luntad propia. Nunca rigida por la fe, firme y heroicamen-
Office de Lisieux (CC3.0)
31
Luces de la Civilización Cristiana
Jardines del Palacio
Geometría y
de Versalles
ToucanWings (CC3.0)
asimetrías
armónicas
En el jardín francés hay un arte altamente geométrico en el conjunto,
no obstante, lleno de asimetrías armónicas y encantadoras en las
minucias, lo que genera una belleza expurgada de socialismo.
¿Cómo será el equilibrio de las osadías y de las inimaginables
serenidades de la arquitectura del Reino de María?
M
e gusta mucho el jardín francés, pero tengo al- Un arte que llevó casi hasta el delirio la exploración de
gunas reservas. En mi primera visita a Versa- las pequeñas perspectivas, pero alcanzó triunfos, es el ja-
lles, siendo ya adulto, algunos de los que me ponés. Un jardincito que tiene un puentecito, abajo tie-
acompañaban comenzaron a elogiar el palacio, diciendo ne que hacer crecer sólo una florecita, por donde pasa un
que había superado a la Sainte-Chapelle. Me pasé todo río que casi no se mueve, sino que es más bien un espejo.
el tiempo discutiendo con ellos. Aquello pide que se pare y se vea. El jardín japonés no es
como el francés, que se mira y… es enteramente lo con-
El principio de la pluralidad de perspectiva trario. Está hecho de rinconcitos y de sorpresitas, que es
Yo sostengo, naturalmente un poco en la sordina, que una cosa diferente, y esto es, a mi ver, uno de los elemen-
las grandes perspectivas tienden al socialismo. tos más exitosos del punto de vista de la refutación del Re-
En ese sentido, el Escorial causa un poco de desola- nacimiento: es el principio de la pluralidad de perspecti-
ción, no tiene el calor de la vida; hay algo de absolutismo. va. Debe haber también grandes perspectivas, sin embar-
Champs-Élysées, por ejemplo, tiene una sola súper go, es la Iglesia Católica la que indica verdaderamente co-
perspectiva y el resto no significa nada. En la construc- mo es una perspectiva grandiosa, pero orgánica.
ción medieval, al contrario, una cosita tiene su perspec-
tiva, lo que es la imagen de la sociedad orgánica, sobre Geometría como elemento de
todo compuesta de sociedades pequeñas. Eso es así por- belleza en el jardín francés
que en la arquitectura medieval hay una figura del uni-
verso constituido sobre todo por hombres que valen por Si vamos hasta el final del principio que acabo de dar,
sí, por Dios, y de los cuales cada uno tiene su perspecti- llegamos a la exclusión de la geometría dentro del arte,
va individual. Es decir, hay una enseñanza muy grande, y esto me parece una exageración. Sería necesario saber
lúcida y luminosa dentro de eso, que no debemos perder entender cuál es la razón de ser del jardín francés, de
de vista. la geometría como elemento de belleza expurgado de so-
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cialismo. Yo estoy hablando de la geometría de los todos Para aquellas personas aquello fue hecho al contrario
geométricos. El socialismo es geométrico. del arte griego. Este fue elaborado por un especulador
Me refiero a la geometría de los conjuntos. ¿Por qué que, sentado, inventó una fórmula, y ni siquiera un poco
un conjunto no puede tener una gran geometría? Cla- por un pueblo como el francés. El arte del palacio de Ver-
ro que puede. Yo formulo la pregunta con una objeción. salles parece brotado del suelo.
Tomemos, por ejemplo, la carroza de gala de los Habs- No es para cualquier pueblo que el arte griego queda-
burgo. Toda pintada, una cosa fabulosa. Imaginemos esa ría bien. Versalles queda bien para el francés, porque es-
carroza andando en una ciudad pequeña medieval con te es un bibelot que da vida y compensación al palacio.
aquellas callejuelas, no queda bien. Al contrario, imagi- Sin el francés, todo aquello quedaría sin gracia.
nemos la carroza desfilando en una avenida de Versalles. Imaginemos, por ejemplo, una serie de Grandes de
Allí tendríamos mucho tiempo para verla venir y para España saliendo de Versalles con un paso que sigue cier-
estudiar todas las mil bellezas que tiene. Vean como la ta cadencia, vestidos de negro. No tendría gracia. Aque-
geometría exige un décor geométrico. llo es hecho para la sonrisa francesa, para que una puer-
Entonces, yo me preguntaría si no podríamos pensar ta de aquellas esté abierta y se oiga un clavecín tocando
al revés: un arte con un conjunto nada geométrico y lleno adentro, un minué en la Galería de los Espejos; es hecho
de pequeñas perspectivas con geometría propia; o tam- para un pueblo que vive en guirlandas. La definición de
bién un arte altamente geométrico en el conjunto y den- guirlandas es: un grupo de franceses.
tro lleno de asimetrías armónicas y encantadoras. El orden perfecto entre los hombres se expresa a partir de
El espíritu francés, hasta cierto punto, constituyó esta la persona y no de las grandes construcciones, lo que es per-
síntesis: el jardín es geométrico en todo, pero el francés sonal se expresa mucho más de lo que es colectivo, sin duda.
introdujo formas curvas que el griego no admitía – ya es En efecto, en Versalles está presente un concepto de
un elemento de progreso – y un juego de colores que no bien común diferente del concepto no expresado, pero
son simétricos, y ese colorido quiebra la monotonía. medio implícito en los tratadistas de Derecho Natural de
Nace aquí un problema delicado: si un colorista ge- aquel tiempo, según el cual el bien común se refiere más
nial pintase la fachada de Versalles, ¿no saldría ganan- a un todo abstracto, no concebido en función de los indi-
do en belleza? Entonces, nos preguntamos si en aque- viduos, sino al conjunto de los individuos.
llo se expresa enteramente el espíritu francés o si no hay
una especie de inmolación al paganismo clásico. ¿Es un El equilibrio y la truculencia
clásico que está matando a los católicos? ¿Podríamos en el Reino de María
imaginar un clásico resucitado por los católicos? El jar-
dín de Versalles declara a favor de eso. Sería muy interesante que pensáramos cual es el perfil
moral del hombre que adhirió a todo eso, lo que daría un
Un ornamento de Versalles: las personas poco el perfil moral de las personas en el Reino de María.
que vivían allí
Gabriel K.
Para que resolvamos la cuestión de-
bemos considerar a las personas que
tenían a Versalles por marco. Es decir,
las literas, las marquesas, las reveren-
cias, los bibelots, las alfombras, la músi-
ca, los cristales… ¡Imaginen si de Ver-
salles salieran griegas con aquellas ca-
ras de las cariátides! Yo pregunto si las
personas vestidas con ropas coloridas,
éclatantes sin ser aberrantes, no consti-
tuirían un ornamento que daría vida a
la corte. Notamos eso, por ejemplo, en
descripciones como ésta: “Monseigneur
le duc d’Orléans apareció con traje azul
claro y alamares plateados…”
El jardín de Versalles, por lo tan-
Palacio de San Lorenzo del Escorial, España
to, no debería ser menos geométrico.
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Luces de la Civilización Cristiana
Por ejemplo, yo tengo una teoría que casi no oso esbo- Tengo la impresión de que alguna cosa así sería el ma-
zar, que es la de la armonía entre el equilibrio y la trucu- yor equilibrio que se podría imaginar, porque envuelve,
lencia en el Reino de María. Primero es necesario consi- dentro de ese conjunto, los equilibrios más osados, las
derar que la palabra truculencia es empleada en un sen- osadías en apariencia menos equilibradas.
tido tan peyorativo que necesito definirla antes.
Tomemos como ejemplo la Catedral de San Basilio, en Necesidad de varones con abertura
Rusia. No se puede negar que aquello es una cosa trucu- de alma para el infinito
lenta. ¿En qué sentido? Ella se llevó a sí misma hasta las
últimas consecuencias de sí misma, con una osadía en la En esa línea, una vez que el error y el mal fueron tan
cual ella no negó nada, porque no rompió con nada de lo grandes, o el verum, el bonum y el pulchrum se vuelven a
que ella no debería romper. Ella tomó algo y lo llevó a la erguir incomparablemente mayores, o falta algo en esa
última osadía de sí misma, a la última radicalidad. No es simetría.
una exacerbación desequilibrada. Se bajó más profundo de lo que era alto el punto
Tengo la impresión de que el Reino de María, por ser la adonde se había subido y, por lo tanto, o se sube más al-
última época de la Historia y porque debe recapitular to- to de donde se había bajado o no se hizo nada. Debe ser
das las perfecciones anteriores —no a la manera de suma, el más alto grado, de modo que humille al mal por lo me-
sino con cualquier cosa de nuevo—, necesitará tener en nos en la proporción en que él humilló al bien.
ese sentido una firmeza súper osada y súper equilibrada. El resultado es la abertura para el infinito, el epílogo
Entonces, se podría preguntar, en la línea del verum, del grandioso de la Historia de la Iglesia. Entonces, dos mil
bonum y del pulchrum, cuál es esa luz especial del Reino de años de santos, doctores, mártires, de confesores; tam-
María, hecha de inimaginables serenidades y burbujeos a bién de abandonos, de traiciones, celadas, todo llega a
la manera de un géiser. En otras palabras, constituida de un determinado momento en que Nuestra Señora inter-
continuadores fabulosos y de espíritu de aventura como na- viene y construye el Reino de Ella. Esto sólo se desata si
die lo tuvo nunca; de simetría de perspectivas individuales hubiere varones que sean y piensen así.
bien calculadas y de conjuntos fabulosos, pero donde todos Tengo la impresión de que, a partir del momento en
los extremos de las líneas son de una riqueza tal que el indi- que esto se dé, muchas cosas se arreglan, porque hay
viduo, si no mira a otro extremo, se desmaya. muchas almas que gimen y hasta se encuentran en crisis
Nuestras almas necesitaban ser dilatadas para eso a porque no se les dio aún esa figura entera. Toda criatura
fin de que encuentren completamente su expresión. gime y espera esa manifestación.
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Сергей Коровкин 89161230044 (CC3.0)
Catedral de San
Basilio, Rusia
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João C. V. Villa
Nuestra Señora del Carmen
Museo del Carmen Alto,
Quito, Ecuador