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Publicación Mensual    Vol.

III - Nº 29   Septiembre de 2020

Caballería Angélica
Flávio Lourenço

San Gabriel Arcángel – Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España

Lucha espiritual llena de


amor, amor lleno de dulzura
E l Arcángel San Gabriel es quien mejor conoce a Dios y quien mejor comunica este conoci-
miento. De ahí su papel en la Encarnación. Su conocimiento no es meramente abstracto, te-
órico, doctrinario, sino que es evidentemente todo amoroso, con un amor que se manifiesta
en la lucha entendida así: Lucha espiritual llena de amor, amor lleno de dulzura. Por lo tanto, hay
una especie de proelio magno en el cual está, como punto de origen y punto de término, el amor.
(Extraído de conferencia de 05 y 12/12/1976)
Publicación Mensual Vol. III - Nº 29 Septiembre de 2020
Sumario Vol. III - No. 29   Septiembre de 2020

Las materias extraídas de


exposiciones verbales del Dr. Plinio
— designadas como “conferencias” —
En la portada, el Dr. Plinio son adaptadas al lenguaje escrito,
en la década de 1990 sin revisión del autor
Caballería Angélica Foto: Archivo Revista

Dr. Plinio 4
Editorial
Vínculo entre ángeles y hombres “angelizados”

Revista Mensual de Cultura Católica


Piedad pliniana

Director:
5 Oración a San Miguel Arcángel
Roberto Kasuo Takayanagi
Doña Lucilia
6 Auténtica luchadora
Consejo Consultivo:
Antonio Rodrigues Ferreira
Carlos Augusto G. Picanço
El pensamiento filosófico de Dr. Plinio
Jorge Eduardo G. Koury 8 Factores naturales y preternaturales en la
divergencia entre convicciones y vivencias - II
Reflexiones teológicas
Redacción:
Traducida de la edición
11 El reflejo de Dios en la
sociedad temporal – I
brasileña y editada en
Colombia por PRODENAL La sociedad analizada por Dr. Plinio
con las debidas autorizaciones 16 Unión entre dulzura y combatividad
de la Editora Retornarei Ltda.
de San Pablo - Brasil
Dr. Plinio comenta...
***** 22 Balduino IV, El prototipo del católico – II

PRODENAL
Santoral
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Para obtener la versión digital de 28 La severidad de San Corbiniano
números anteriores, ir a:
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revista-dr-plinio Luces de la Civilización Cristiana
32 Lugar donde la Providencia quiso
reunir sus maravillas – I
Plinio Corrêa de Oliveira
San Pablo – Brasil Última página
13/XII/1908 – = 3/X/1995 36 Guerreros implacables contra el
Pensador y escritor católico demonio y sus secuaces

3
i t o r i a l
Ed
Vínculo entre ángeles y
hombres “angelizados”
C uando los medievales se referían a los ángeles, utilizaban la expresión “Caballería Angélica”.
Decían que los espíritus celestiales fueron los primeros caballeros porque lucharon contra los
primeros malos: los ángeles rebeldes.
No nos es fácil comprender cómo habrá sido el proelium magnum, ese gran combate trabado en el
cielo entre los Ángeles y los demonios. En efecto, ¿cómo un puro espíritu puede luchar contra otro?
¿Cuáles son los recursos de un espíritu para vencer a otro, hasta el punto de precipitarlo en el infier-
no? ¿Cómo se realiza la expulsión de un determinado lugar de un espíritu por otro?
Por cierto, esta guerra se dio de un modo intrínsecamente mucho más noble que las Cruzadas.
Aquellos espíritus angélicos, en el momento en que se disponían a luchar contra los demonios, eran
confirmados en gracia y conquistaban definitivamente la corona eterna.
El jefe de la Caballería Celestial es el Arcángel San Miguel que, constituido patrono de los caba-
lleros, resume en sí todo el espíritu de las Cruzadas, de la Caballería y, consecuentemente, todo el es-
píritu de la Edad Media.
Nos parece tan noble que alguien derrame su sangre por una gran causa; pero la nobleza de un es-
píritu como San Miguel desplegando toda su fuerza contra el demonio… ¡es algo inimaginable!
Es tal la belleza del Príncipe de la Milicia Celestial, que el intelecto humano no es capaz de captar-
la – aunque algo podrá sospechar, entrever, conjeturar – a no ser como siendo un escalón para lograr
imaginar la infinita perfección de Dios.
Sin duda, también en esta guerra incruenta en la que estamos comprometidos –guerra psicológi-
ca, de gracias y carismas contra las tentaciones e insidias diabólicas; de un espíritu de inocencia con-
tra el de complicidad y toda especie de indecencia, de crimen y de fraude de la Revolución – hay mu-
cha mayor nobleza que en la propia Caballería terrena.
Con todo, no seremos capaces de contrarrestar la ofensiva revolucionaria si no fuéramos tales que los
ángeles se reconozcan afines a nosotros y nuestros aliados naturales; sin que establezcamos con la Caba-
llería Angélica una consonancia gracias a la cual los celestiales guerreros vengan a luchar con nosotros y
dentro de nosotros con una tal naturalidad como si el abismo que nos separa de ellos no existiera.
Este vínculo entre ángeles y hombres, y de hombres por así decir “angelizados” entre sí, actuando
sobre la opinión pública en un sentido contrarrevolucionario, en continuidad con la Caballería Ce-
lestial, es lo que debe caracterizarnos.*

* Cf. Conferencias del 16/10/1970, 12/2/1978 y 6/10/1981.

Declaración: Conformándonos con los decretos del Sumo Pontífice Urbano VIII, del 13 de marzo de 1625 y
del 5 de junio de 1631, declaramos no querer anticipar el juicio de la Santa Iglesia en el empleo de palabras o en
la apreciación de los hechos edificantes publicados en esta revista. En nuestra intención, los títulos elogiosos no
tienen otro sentido sino el ordinario, y en todo nos sometemos, con filial amor, a las decisiones de la Santa Iglesia.

4
Piedad pliniana

Samuel Holanda

San Miguel vence a satanás – Santuario del Monte Saint-Michel, Francia

Oración a San Miguel Arcángel


S an Miguel Arcángel, ved cuánto hay, en nuestros días, una fortísima presencia preter-
natural. Quebrad el poder y la eficacia de esa presencia por la acción de vuestra fuerza.
Vos, que arrastrasteis en la lucha contra los espíritus revolucionarios a las cohor-
tes vencedoras de los Ángeles contrarrevolucionarios, aumentad en nosotros la Fe, la recti-
tud de la inteligencia, la firmeza de principios y la combatividad heroica, de manera que dis-
cernamos cada astucia del demonio, formando en nuestra alma una execración perfecta que
aplaste, inutilice y expulse a los dragones infernales. Amén.
(Compuesta el 2/12/1973)

5
˜ Lucilia
Dona

Auténtica luchadora
Doña Lucilia poseía convicciones firmes, y lo que ella consideraba
como verdadero provenía de una reflexión calmada y minuciosa,
tras haber visto y examinado en las cosas de la vida hasta qué punto
aquello correspondía a grandes horizontes y era opuesto al mal.

S i mi formación como luchador,


y todo cuanto pueda haber en
mí de bueno, se debe a algo en
lo que la acción profundamente ca-
mundo lo practicara, detestaba el mal
y deseaba que todo mundo lo evitara.
Cuando una persona era adepta al
mal o secuaz de él, ella no hervía de ira
tólica de mi madre estuvo presente, contra ella, pero consideraba el mal que
entonces debo narrar un poco como había en esa persona con toda lógica:
era ella en cuanto luchadora. “Tal persona hizo esto o piensa de
esa manera. Lo que hizo, dice o piensa
Distancia calmada, fría es malo por estas y estas otras razones
y cortés con los malos… tomadas de la doctrina católica, de la
experiencia de la vida, etc. Si esto es así,
La idea que generalmente se tiene tengo una posición opuesta a esa perso-
del luchador es la de un individuo ra- na, y absolutamente no voy a establecer
bioso: Ve algo con lo que no está de relaciones próximas con ella, no la ha-
acuerdo y enseguida estalla de ira. Y ré mi amiga, pero viviré a una distancia
cuando está realmente ardiendo de calmada, fría y cortés de esa persona.
ira, es que está en el auge de su condi- “Evitaré altercados y discusiones,
ción de luchador. Entonces entra en a no ser cuando mi obligación sea lu-
la lucha por impulso, por atracción, y char e indicar lo que está errado. En-
encuentra el deleite de ser un lucha- tonces hablaré y estableceré la discu-
dor en el hecho de dar rienda suelta a sión. De lo contrario me mantendré
la rabia que lo domina. Todo esto era en una calma perfecta, pero a mi al-
Archivo Revista

lo contrario del modo de ser de Doña rededor haré todo cuanto pueda para
Lucilia como luchadora. que tal idea no sea aceptada, tal ejem-
Ella era una persona de conviccio- plo no sea aprobado, tal modo de pro-
nes firmes. Es decir, lo que mamá te- ceder no se repita, pero hablando con
nía como algo verdadero era fruto de calma respecto de esa persona: Ella
una reflexión tranquila y minucio- tiene tales cualidades, pero, pobrecito,
sa después de haber visto – al exami- posee tal defecto. Y ese defecto tiene
nar las cosas de la vida – en qué me- tales y tales consecuencias, por lo que
dida eso correspondía a grandes hori- ocurre que él está expuesto, de un mo-
zontes y era opuesto al mal. Así como mento para otro, a hacer tal o cual ac-
ella amaba el bien y quería que todo to ilícito”.

El Dr. Plinio en un
6 discurso en 1970
“Como no se puede hacer una de quien se dedicó a un ideal, que vi-
acción ilícita ni desear el mal, ten- ve para él, lucha contra quien lo ata-
go que mantenerme apartada de que y hace todo a favor de quien lo
esa persona. La saludaré ama- apoye; el mundo se divide entre
ble y cortésmente, no la maltra- buenos y malos, acertados y des-
taré, pero estableceré una dis- acertados, católicos y anticató-
tancia fría. Si se quiere, una licos. Y es necesario tomar po-

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distancia como la luz de neón sición y después enfrentar. Pe-
que ilumina pero no acalora. ro enfrentar con amabilidad
Y entre esa persona y yo que- siempre que sea posible; y si no
da un espacio, pero un espacio se puede enfrentar con amabili-
frío que demuestra distancia y dad, enfrentar con fortaleza, lo
dentro del cual se lee por todos que naturalmente, en mis tiem-
los lados la palabra no, no y no”. pos de niño, de estudiante y poste-
Ese era el sistema que ella riormente de hombre ya maduro se
empleaba y yo me habitué desde hacía con mucho más vigor del que
muy temprano a ver ese sistema. se usaba entre señoras.
¿Y a través de qué medio? Apren-
…que se vengaban diendo a ser lógico, a raciocinar de
de ella aislándola tal manera que, puesto un raciocinio,
allá que yo permanezco aquí y servi- el adversario no sepa cómo refutarlo.
Ella llamaba mi atención respecto ré a Dios de este lado, y usted servirá He escrito innumerables cosas en
de aquel o de aquel otro, para irme al demonio del lado de allá”. mi vida y, con cierta frecuencia, las
formando con el fin de que yo com- Obsérvese la fotografía de ella que personas con las que entro en des-
prendiera cómo eran las cosas. En fue tomada en París, en la que está re- acuerdo me responden, pero mu-
el modo de ella hablar yo compren- lativamente joven, sentada en un ban- chas veces ni siquiera entran en
día la calma que debería tener ante co de jardín y posando levemente su la discusión porque pronto se dan
el mal, pero también la irreductible rostro sobre la mano. Doña Lucilia es- cuenta de que van a ser derrotadas.
frialdad y hostilidad ante quien no tá pensativa, haciéndose un juicio res- Y si comienzan a discutir, yo, con
se convierte y no cambia de conduc- pecto a alguna cosa o sobre alguien. mucha calma, de un modo siempre
ta. Y debido a eso también una dis- Está entre un sí y un no, un rechazo o amable, invoco el buen sentido.
tancia, que ponía entre esa persona una aceptación. Va a concluir algo y a Supe recientemente que una al-
y yo un vacío. Y ese vacío hacía que trazarse una norma para su vida. ta personalidad del mundo católi-
el otro quedase enemigo mío. Nótese la serenidad con que es- co brasileño, queriendo decir que yo
Doña Lucilia, siendo una señora – tá ahí, la tranquilidad, la dignidad. le hacía una zancadilla, afirmó: “Pli-
la vida de las señoras en aquel tiempo Pero también la intransigencia: no nio es así. Escribe un artículo contra
era muy ceremoniosa y más reveren- cambiará. La resolución tomada por una persona que comienza a leerlo.
te – no era inclinada a polémicas y vi- una razón precisa la conservará du- Un artículo tan amable que ella has-
vía en la tranquilidad de la vida de fa- rante la vida entera. ta se siente agradada. Pero cuando
milia, pero la venganza de los malos Fue así como yo la conocí hasta el llega al final, la persona está postra-
contra ella era el aislamiento. fin de sus queridos e inolvidables no- da en el suelo porque se quedó sin ar-
Entonces, cuando ella tomaba una venta y dos años de vida. gumentos. Él serruchó el piso deba-
actitud sistemática contra un defecto, jo de nuestros pies. Y no queda otra
las personas que tenían aquel defec- Poner a los adversarios en alternativa que quedarse quietos por-
to se aislaban de ella, retribuyendo el suelo de manera amable que ya no hay nada qué argumentar”.
así del mismo modo la actitud de ella. Me parece que es el modelo per-
Esto mi madre lo veía perfectamente Por temperamento no soy una per- fecto de la cortesía y la combativi-
pero le parecía enteramente normal. sona violenta; soy muy tranquilo e in- dad. Echar al suelo de modo ama-
Si ella estaba de un lado y el otro cluso afectuoso. Pero tuve que apren- ble, y asunto terminado. v
se ponía en el lado opuesto sin de- der de ella que, aunque afectuoso, es
recho ni razón para hacerlo, pero lo necesario ser irreductible. Y eduqué mi (Extraído de conferencia de
hizo, ella como que decía “quédese temperamento calmado en la batalla 26/2/1994)

7
El pensamiento Filosófico del Dr. Plinio

Factores naturales y
preternaturales en la divergencia
entre convicciones y vivencias - II
El fenómeno de subversión psíquica en la humanidad es tan singular,
simultáneo y universal que no podría ser producido, al mismo
tiempo y en circunstancias tan diversas, sin un factor o un complejo
de factores, idéntico a sí mismo, en todas partes. Es sumamente
probable que sea causado principalmente por un factor preternatural.
Certezas que presenta el
buen orden interior
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En el ejemplo de la fiebre que di


anteriormente1 me expresé, sobre
todo, con mucho cuidado en un por-
menor: no dije que puedo tener cer-
teza de estar con fiebre o no. Puedo
tener certeza de no tener 42 grados
de fiebre, lo que es una cosa muy di-
ferente. Porque cualquiera de noso-
tros puede engañarse. Se pone el ter-
mómetro, y de repente está con 37,5
grados, por ejemplo. Es una cosa po-
sible. Aún más, 42 grados no es una
broma, es el auge de la fiebre.
El origen de esa certeza de no estar
en el extremo de la enfermedad pro-
viene de una tal o cual transparencia
del testimonio interno, que posee toda
la seguridad de una evidencia indiscu-
tiblemente auténtica. Es como cuan-
do alguien llena los pulmones con ai-
re. La persona tiene la certeza de que
está respirando y llenando sus pulmo-
nes. No hay discusión, es eso mismo.
La persona puede no estar segura de
su perfecta salud, pero cuando se refie-
re al extremo de la enfermedad, tengo
un testimonio interno que me dice que
0
El Dr. Plinio en la década de 197 no estoy en ese extremo. Son certezas

8
que el buen orden interno presenta, y texto leído2, el autor censura precisa- un factor o un complejo de factores,
que son las primeras evidencias, ante- mente el hecho de que no se haga ese idéntico, en todas partes. Esta es la
riores a cualquier raciocinio. control, de manera que algunas cer- primera conclusión que se debe sacar.
En las nuevas generaciones – no di- tezas evidentes, pero falsas, no se dis- Existe la eventualidad del factor
go que sea siempre, pero si en muchos tinguen de las verdaderas. preternatural. Entretanto, hay una
casos – esa certeza no es tan grande, es En el fondo del proceso de insegu- regla de sentido común, según la
una certeza vacilante que, frente a una ridad de la “generación nueva” se da cual, sólo debemos apelar a una ex-
afirmación muy categórica en sentido un fenómeno simultáneo, por el cual plicación preternatural o sobrenatu-
contrario, puede parecer duda. Aho- hay una especie de debilitamiento de ral cuando la natural parece imposi-
ra bien, tener un gran conjunto de evi- ese cuerpo inicial de certezas y la posi- ble. Entonces, aparece la hipótesis
dencias primeras es elemental para el bilidad de aceptar como válidas certe- de apelarse para otro factor que no
buen desarrollo del espíritu. zas enteramente arbitrarias, por causa sea de orden natural.
de una intrusión del raciocinio. Por lo Podríamos preguntar si no son las
El raciocinio debe tanto, la distinción sensible entre lo que circunstancias de la vida moderna las
hacer el control de las es verdaderamente evidente y lo que que preparan esa gravísima subver-
no es desaparece; la razón, que podría sión psíquica en la humanidad. Por lo
evidencias primeras controlar esta confusión y restablecer el tanto, si métodos psicológicos, de or-
Se pregunta: ¿Cómo ese conjun- orden, también se paraliza y se suspen- den natural, no podrían explicar eso.
to de evidencias se tornó tan débil? de. El resultado es que entran afirma- Si eso es verdad, deberíamos llegar
Pretendo tratar de eso ahora. ciones gratuitas en el espíritu humano. a la conclusión de que, probablemen-
Debemos hacer una distinción en- En mi opinión, se trata de un fe- te, cuanto más un determinado am-
tre la certeza básica saludable, obje- nómeno universal que se presenta biente está cargado de influencias mo-
tiva, que nos da la percepción clara, con una apariencia, por lo menos, de dernas, tanto más ese hecho se notaría;
indiscutible de la realidad inmediata, irreversibilidad, porque por más que y cuanto más tenues sean esas influen-
y que es previa al propio raciocinio, se utilicen medios para convencer a cias, tanto menos ese hecho se notaría.
de acuerdo con la Filosofía de Santo una persona, no se consigue eliminar Ahora bien, no hay ninguna certe-
Tomás. Y después la certeza racional una impresión errónea. za de que eso sea así. Hay un hecho
que es hija de esas certezas iniciales. parecido con este, pero no es propia-
Porque el raciocinio no es el primer Circunstancias de la mente así. Es decir, adonde llegó la
paso de la elaboración mental. El ra- vida moderna influencia de la Revolución, nota-
ciocinio es una conclusión sacada de mos que ese hecho se da en profun-
dos premisas. Luego en el inicio del Además, no es una anomalía acci- didad. Adonde tal influencia no lle-
proceso mental hay premisas, y des- dental y pequeña, sino profunda. Es gó, verificamos que ese hecho se da
pués de ellas salen las conclusiones. una inversión profunda del orden de en profundidad mucho menor.
Cuando las premisas son muy sa- las cosas en un campo capital, porque
ludables y bien adquiridas, el racioci- ese es uno de los campos capitales de Influencia de la Revolución
nio solo se vuelve sobre las premisas la estructura mental del hombre. En- Me explico. En ciudades muy pe-
para controlarlas por una convenien- tonces, se trata de un fenómeno que, queñas, donde la influencia de la Re-
cia metodológica, pero no tiene una en el orden psicológico, es tan anor- volución, muy distante, no penetró,
verdadera preocupación. Porque la mal como lo sería, por ejemplo, en el es de admitirse que ese hecho sea
persona tiene esa certeza y no con- orden físico, que todos los hombres menos profundo. Donde la influen-
cibe la menor duda al respecto. Y es- naciesen tuertos. Sería una irregulari- cia de la Revolución penetró, ese he-
to porque las certezas, las evidencias dad gravísima en materia visual. cho se presenta con toda la intensi-
primeras, son superiores a la razón. Esa irregularidad gravísima y uni- dad, a pesar de que las condiciones
Es propio a la razón conjugar las versal puede tener varias causas o una de vida de esa ciudad pequeña no
certezas primeras y controlar el me- sola causa. Pero ese complejo de cau- traigan consigo esa consecuencia.
canismo de las evidencias prime- sas, a causa de la anomalía del fenó- Tomen una ciudad cualquiera donde
ras. Porque, como existe la posibili- meno, es uno solo para todo el mun- termina un ferrocarril, o una carretera.
dad de una ilusión por la que algunas do, porque un fenómeno tan singular, Si allí llegó el espíritu de la Revolución,
certezas primeras no se diferencian simultáneo, universal, no podría ser a pesar de que la vida de esa ciudad sea
tan claramente de lo irreal como las causado al mismo tiempo y en las cir- tranquila, que no haya exceso de trán-
otras, el raciocinio las controla. En el cunstancias más diversas, a no ser por sito, ni estremecimiento económico, in-

9
El pensamiento Filosófico del Dr. Plinio
certezas de condiciones de vida, ni la Haciendo un examen que, por al- está apretado, contrariado, coartado
angustia contemporánea, incluso allí gún lado es muy atento, y por otro no en su eficacia normal, por la tentación.
ese hecho se acentúa, al menos cuanto abarca todas las posibilidades meno- Un ejemplo. Una persona descon-
pude verificar. Sucede que, en general, res, más rebuscadas – abarca ape- fiada va caminando, y escucha que al-
la Revolución no llega muy a fondo en nas la línea general –, se diría que no guien dice algo, y desconfía que aque-
lugares así. Pero cuando ella llega, ese es fácil encontrar una causa natural llo se refiere a él. Da algunos pasos más
hecho se da de la misma manera que en que, solamente ella, produzca todo y el demonio, porque quiere llevarlo
los grandes centros. Lo que lleva a juz- eso. Que haya hechos naturales que al homicidio, le susurra: “Eso se refie-
gar que la cosa es más hija de una in- contribuyan a producir eso, yo con- re a usted”. Entrando el demonio, in-
fluencia de la Revolución que de las cuerdo. Pero que solo ellos causen mediatamente una porción de impre-
condiciones de vida contemporánea. esto, me parece muy discutible. siones que la persona tuvo con aquello
Ese es, naturalmente, un examen su- Entonces, somos llevados a pregun- se perturban, se complican y la persona
mario, no enteramente taxativo, decisi- tarnos si un factor preternatural po- ya no es capaz de decir con claridad lo
vo. Ese examen sumario a mí me lleva dría producir esto. Y, para que nues- que escuchó y lo que no escuchó. Pero
a creer que muy probablemente las co- tro examen sea completo, ya que le- queda con la falsa evidencia de que oyó
sas son así. vantamos una hipótesis más allá de la una cosa que, bien analizada – y entra
¿Qué tiene la Revolución, considera- naturaleza, también deberíamos pre- ahí un análisis erróneo –, va a llevarla a
da en cuanto desconectada de las condi- guntarnos si el factor sobrenatural po- la conclusión de que aquel individuo di-
ciones de vida que ella misma creó, para dría ser responsable por eso. Ahora jo aquello; y concluye que es necesario
que ella produzca esos efectos? bien, cuando hablamos del factor so- matarlo. La persona va y lo mata. En el
brenatural como responsable por eso, origen del crimen de homicidio hubo
Los hechos naturales rechazamos la idea con horror. Por- un fenómeno de esa naturaleza.
no lo explican todo que comprendemos que esto es un Entonces, la pregunta sigue siendo
desorden, que no puede ser producido si no habrá una acción preternatural,
Podríamos hacer la siguiente obje- por el factor sobrenatural auténtico, toda vez que una causa meramente
ción: Los comunistas tienen una dosis que, por su naturaleza, es ordenador. natural es muy improbable, y que la
de espíritu revolucionario mucho más acción de los espíritus malignos acos-
intensa que los burgueses. Luego, los Acción preternatural tumbra ser así. Ahora bien, eso favo-
hijos y los nietos de comunistas – en Entonces, sólo puede ser preterna- rece mucho el juego del demonio y de
linajes comunistas de padre para hijo tural, pues este produce desorden. Su- la Revolución. Resultado: ¿El demo-
y para nieto – deberían tener esa de- cede que el hombre, frente a impre- nio no habrá hecho eso?
formación psíquica mucho mayor que siones causadas o acentuadas por un Si hubiese un proceso psicológico
los hijos y nietos de los burgueses. efecto preternatural, tiene comporta- – y aquí entra la certeza –, el demo-
Sin embargo, esa tesis absolutamen- miento muy parecido con ese. Es de- nio cabalga ese proceso. Porque siem-
te no parece que sea verdadera. Ha- cir, cuando el hombre es tentado por pre que entra una tentación natural, la
bría, por lo menos, interrogantes muy una forma de tentación, como suelen sugestión demoníaca se conjuga a ella,
fuertes a levantar, y admitir que la cau- ser todas las tentaciones – o casi todas y el factor preternatural se introduce.
sa de esa deformación psíquica se debe –, donde se acentúa mucho una deter- Luego, se puede afirmar la existencia
pura y simplemente a la ideología revo- minada impresión, se dan en él todos de una importante dosis preternatural
lucionaria o a un ambiente apenas re- esos hechos. Por una parte, la suges- en el fenómeno arriba descrito.  v
volucionario. Seríamos llevados a ad- tión le hace parecer como evidente al-
mitir la presencia de otra causa. go que no lo es; y por otra parte el ra- (Extraído de conferencia de
Una pequeña ciudad penetrada por ciocinio se suspende y queda incapaz 6/4/1973)
el espíritu de la Revolución toma con- de la crítica, y necesita tener una asce-
tacto con gente que ya tiene esa men- sis firmísima para escapar de esa ac-
talidad. Y esa mentalidad, entonces, ción. Ascesis tan firme que, según los 1) Cf. Revista Dr. Plinio No. 28 – agos-
to de 2020, artículo Factores naturales
intoxica la pequeña ciudad. Debería- autores espirituales, para un hombre
y preternaturales en la divergencia entre
mos pensar que esas personas porta- muy tentado, consiste en no pensar en convicciones y vivencias – I, página 25.
doras de esa mentalidad tienen una el asunto, hasta que pase la tentación. 2) Cf. Revista Dr. Plinio No. 28 – agos-
capacidad prodigiosa, y eso tampoco Porque si piensa en el asunto, se va a to de 2020, artículo Factores naturales
es verdad. No hay ninguna razón para dejar dominar por esta impresión, de y preternaturales en la divergencia entre
pensar especialmente que eso sea así. tal manera el mecanismo intelectivo convicciones y vivencias – I, página 27.

10
Reflexiones teológicas

El reflejo de Dios en la

J.P. Braido
sociedad temporal – I

Hay espíritus de vista corta y otros de grandes horizontes. Unos


se interesan solamente por lo que está a su alcance, otros tienen
pensamientos mucho más altos que ellos. Excepto vocaciones
muy especiales, la perfección está en saber contemplar tanto
lo grande como lo pequeño, pues las perfecciones de Dios
se reflejan en todas sus criaturas. También las obras salidas
del talento humano reflejan las perfecciones divinas, pues
cuando la persona está muy asumida por la gracia, propaga
en su entorno una acción de presencia a veces indefinible.

H ay individuos con una


mentalidad tal que, natu-
ralmente hablando, se tie-
ne la impresión que consideran las co-
do lo que entienden, es lo que ellos
son, lo que quieren hacer y lo que les
conviene. Lo que es de un ámbito más
alto, pierde interés en la misma medi-
Un aspecto del alma
humana finamente descrito
por Eça de Queiroz
sas como si ellos fueran el centro del da en que se aleja de ellos. De tal ma-
universo. El centro de todas sus aten- nera que un hecho sucedido a gran Es conocido el tema de Eça de
ciones, preocupaciones, deseos, de to- distancia no les interesa. Queiroz describiendo la historia de

11
Reflexiones teológicas

un almuerzo en Portugal, en que ha- sas, sembrados, cultivos, obras de arte, trata de una persona de su medio. Y
bla del “pie de Luíza Carneiro”. En pagodas. Fue una catástrofe, pero en la como eso está cerca de ellos, el pie
dos palabras, habla de que en una ca-sala hubo un desinterés general. de Doña Luíza Carneiro vale mucho
sa con cierta distinción del interior deY Eça entonces cuenta, con aque- más que todo el desastre ocurrido en
Portugal – aquel interior tan tranqui-
lla habilidad que tenía para describir China, que está distante.
lo, tan amplio, tan rico, tan tranquilo
la realidad, todo mundo oía aquello
sobre sí mismo – termina un almuer- con una pena platónica de los chinos, Los hombres de espíritu corto
zo de domingo. La comida estuvo es- porque China está muy lejos de Por- y los de grandes horizontes
plendida, asistieron varios invitadostugal, es casi otro mundo. Sobre to-
de la familia, y pasaron todos a una do en aquel tiempo, con un telégrafo Aquí se señala un vicio del espíri-
sala contigua para conversar. Pero elinsuficiente, en que la comunicación tu humano. Ese vicio es: las cosas le
peso del almuerzo generoso de la co- era por barco; aún no había avión. importan al hombre en la medida y
mida portuguesa, que es muchas ve- De repente entra alguien trayen- en el sentido en que hablen a su res-
ces difícil de digerir – hay un restau-
do una noticia: Doña Luíza Carnei- pecto. Lo que nada dice a su respec-
rante en Lisboa que se llama “Ao Far-ro, que esperaban para el almuer- to no importa en ningún sentido y en
ta Brutos” (El Harta Brutos), donde zo, pero no apareció, y no dio expli- ninguna medida.
hubiera comido si supiese que existíacaciones – no había teléfono–, man- Esos son los espíritus cortos, más o
cuando estuve allá –, provoca sueño; daba un recado pidiendo disculpas. menos como hombres afectados por
a medida que el sueño sube, la con- Ella se había caído en la calle y se una fuerte miopía, y que no ven más
versación va muriendo. Por educa- había quebrado el pie. Como Doña allá del espacio necesario para mover-
ción, las personas dicen aquí y allá al-
Luíza Carneiro era amiga de todos se. O sea, no consiguen distinguir los
guna palabra, la cosa se arrastra... los que estaban ahí, fue un alboroto: horizontes mayores a sí mismos, por-
Llega el cartero repartiendo los pe- – ¿Pero Doña Luíza Carneiro se que no lo necesitan, no sienten falta.
riódicos, y alguien lee una noticia so-
quebró el pie? ¿Qué habrá pasado? Andan cómodamente. Si para coger
bre un desastre tremendo en China. Mandan imediatamente notas, re- los objetos, leer algo, moverse, perci-
Un río se desbordó y, digamos, cien al-
cados para Doña Luíza Carneiro. Y ben lo estrictamente necesario, poco
deas quedaron sumergidas ahogándo- el sueño, que la catástrofe de los chi- les importa saber cómo son las estre-
se no sé cuántas vidas, destruyendo ca-
nos no había sacudido, ¡el simple pie llas, los horizontes, como es el mar.
de Luíza Carneiro lo sacudió! Hay otro tipo de hombres que son
Eça, muy finamente, pone lo contrario. Sólo se interesan por
BNP (CC3.0)

punto final y no comenta el he- los grandes horizontes, por las gran-
cho. Queda entendido lo para- des cosas, por aquello en que ellos
dójico del alma humana, como no están en el centro. Tienen un gus-
lo quiso indicar ahí: una catás- to enorme de eso, al punto de des-
trofe, absolutamente hablan- cuidarse, a veces, con aquello que les
do, grande, sucedida en Chi- es inmediato. Entonces, se ven con
na, para el hombre común es frecuencia artistas, poetas, grandes
como si no hubiera nada. generales, diplomáticos, etc., que de-
¿Por qué? Porque no se tra- jan la familia en la miseria, que no
ta del círculo entorno al cual cuidan de sus propios intereses per-
se mueve, pues piensa que él sonales, y viven con la cabeza pues-
es el centro de todo. Al con- ta en cosas que están muy por enci-
trario, el pie de Luíza Carnei- ma de sus pensamientos inmediatos.
ro que en sí es algo insigni- ¿Esto es un defecto o una cuali-
ficante, una señora que, por dad? A primera vista, se diría que es
las calles tranquilas de una un defecto, porque el hombre debería
aldeíta de Portugal, se cae, se ver lejos y cerca. La vista que es buena,
quiebra el pie, queda con la proporcional, ve las estrellas normal-
pierna inmóvil dormitando mente y lee la letra pequeña del perió-
el domingo en casa. Es una dico, sin auxilio de lentes. Sabe obser-
bagatela, pero la consideran var una hormiga y ver una montaña, a
José María de Eça de Queiroz
muy importante porque se lo lejos, así como lo que sucede en la

12
Gabriel K.
Santo Tomás de Aquino en la mesa con el Rey San Luis IX - Convento de Santo Domingo, Lima, Perú

montaña, sin necesidad de lentes. Esa ce el rey, pues él es quien conduce la mente con las del Cielo, Santo Tomás
es la visión perfecta; observa todo lo conversación. A propósito, San Luis de Aquino evidentemente hizo bien de,
que interesa a la vista humana. tenía muy buena prosa, era muy buen en la propia mesa del Rey, no mirar al
interlocutor, pero Santo Tomás se su- monarca. Más terrible aún: ¡En la me-
Santo Tomás de Aquino, merge en sus preocupaciones y se ol- sa del Santo, no mirar al Santo! Se olvi-
llamado a preocuparse vida que está en la mesa del Rey. Y dó de todo, buscando atrapar a los ma-
él, que era corpulento, de repente da niqueos y probar sus errores.
exclusivamente con un puñetazo en la mesa y dice:
las cosas del Cielo – ¡Ergo, conclusum est contra ma- Santos atentos a los
nichæos! sucesos de este mundo,
En verdad, hay hombres que tienen “Por tanto, está concluido contra
una vocación especial. Nuestra Señora los maniqueos”, que eran herejes de pero absortos en Dios
los llama a ver de lejos y no preocupar- su tiempo, más o menos gnósticos. Pero han habido Santos que Dios
se con lo que está más cerca. En una El Superior le llama la atención: llama para otra forma de perfección.
vocación especial esto representa una – ¡Fray Tomás, Fray Tomás! Es muy conocido este hecho: Santa
cualidad, porque significa una tal en- San Luis: Teresa de Jesús estaba preparando un
trega a lo que está más alto y más lejos, – Fray Tomás llegó a alguna gran almuerzo para las monjas y tuvo un éx-
que parecieran volar, siendo más Án- conclusión. ¡Traigan rápido material tasis en que fue arrebatada a los Cielos
geles que hombres. Existen santos así. para escribir, para anotar su pensa- en espíritu y tuvo una altísima visión –
Es bien conocido el episodio en miento! ella era una gran mística, con visiones
que San Luis, Rey de Francia, invita a Vinieron rápidamente personas que totalmente transcendentales –, en la
Santo Tomás de Aquino a un almuer- anotaron las palabras de Fray Tomás. que contempló a Dios, mientras hacía
zo. Es una honra ser invitado a la me- Después, normal y tranquilamente en- panqueques. De repente, la auxiliar de
sa del Rey. El superior de los domi- tró en la conversación. Una luz nueva la cocinera entró, la vio en éxtasis, en
nicos va con Santo Tomás de Aquino había nacido en la Iglesia: nuevos ar- la gloria de Dios, y batiendo correcta-
y comienza la conversación, San Luis gumentos contra los maniqueos. Frai- mente el panqueque para las monjas.
presidiendo. Todo el mundo tiene le, llamado al abandono de las cosas La acción de ella – no absoluta-
obligación de estar atento a lo que di- de esta tierra, a preocuparse exclusiva- mente hablando, pero sí en este pun-

13
Reflexiones teológicas

to – era más alta que la de San- sidad de formas, de estilos de

Samuel Holanda
to Tomás, porque este estaba cucharitas de café que se han
pensando en los maniqueos, y fabricado en el mundo, des-
ella, viendo a Dios cara a cara. de que hay café, es tan gran-
El Creador le hablaba en ese de que se podría hacer un mu-
momento y le ayudaba a batir seo enorme con las diversas va-
los panqueques. Ella, por espí- riedades. Y el hombre hizo mil
ritu de disciplina y por el senti- obras de arte y mil horrores
do de las cosas, tenía un éxtasis con cucharitas de café. Es de-
místico y, al mismo tiempo, es- cir, la cucharita de café es una
taba haciendo los panqueques. criatura indirecta de Dios, por-
Tal vez más característico que fue modelada por aquellos
aún, sea lo que se dice de San que fueron creados por Dios.
Ignacio de Loyola, a respec- ¡Sólo en función de ese objeto
to de lo siguiente: él calcula- el talento humano cuántas mo-
ba muy bien el pro y el con- dalidades inventa! ¡Cuánto ha
tra de todo lo que hacía y, por pensado el hombre con respec-
tanto, cuál sería la razón últi- to a las cucharitas de café! Es
ma de una convicción forma- un cierto tipo de hombre. Dios
da o de una deliberación to- quiere que algunos tengan un
mada. Por ejemplo, en el sim- espíritu hecho para eso.
ple acto de pasar por delante En algunos lugares de Euro-
de un novicio de la Compañía pa se hicieron cucharitas de ca-
de Jesús – por tanto, lo más fé tan magníficas, que en Aus-
modesto que hay en la Com- tria llegó a pasar esto: al final de
pañía – y quitarse el birrete ciertas recepciones, a veces con
ante él; San Ignacio podría más de un millar de invitados, el
llenar una hoja de papel con, Emperador de Austria manda-
digamos, quince motivos pros Santa Teresa de Jesús - Monasterio ba a sus lacayos a brindar café, y
y dieciocho contra, explican- de Santa Teresa, Ávila, España la cucharita era de oro. Tan bo-
do por qué saludó o respon- nita era esa cucharita que ya se
dió el saludo, con ese o aquel ma- Las perfecciones divinas refle- sabía, por tradición, que los convidados
tiz. Es decir, tenía una visión agudí- tenían derecho para llevársela a la casa.
sima de lo que le era inmediato, pero jadas en el talento humano Era un regalo del Emperador.
sin haber perdido la noción, en nin- Es enorme la gama de variedades Con seguridad, viendo esas cucha-
gún momento, de aquello que es el donde se reflejan las perfecciones in- ritas de café, que se encuentran fre-
verdadero centro de todas las cosas: finitas de Dios. Entonces, se entien- cuentemente en cualquier lugar, nun-
Dios Nuestro Señor. de que haya gente que preste aten- ca les pasó por la cabeza que hubiera
Esta exposición muestra varias fa- ción en todo, en este sentido de la algo de eso.
milias de almas. San Ignacio, actuan- palabra: todo aquello que Dios creó, Consideren otra cosa: un salero,
do con la finura de un político, de un que es conforme a Él y fue hecho pa- el objeto más común que puede ha-
ultra político – estoy seguro de que ra ser visto por el género humano. ber en el mundo. Pues bien, la varie-
un Talleyrand o un Metternich no sa- Este es el principio general. dad de saleros que existe es simple-
brían calcular tan bien un saludo co- Es necesario que haya hombres con mente inimaginable; se podría hacer
mo él –, estaba enteramente situa- un modo de ser para ver cada cosa. un museo de saleros.
do en los sucesos de este mundo. En Unos ven más en una cosa, otros ven Imaginemos un comedor de los an-
el extremo opuesto, podemos imagi- más en otra, pero todo es materia pa- tiguos tiempos. Cada comensal podría
nar a Santo Tomás de Aquino pen- ra ser contemplada muy atentamente aproximar una cucharita y poner en su
sando, no en los panqueques, ni en por determinado tipo de hombre. propia comida la sal que quiera. En la
el Rey de Francia, el Santo que tenía Doy un ejemplo modesto. En la vi- mesa, candelabros, lámparas con velas
al frente, sino exclusivamente en los da doméstica, no hay cosa más común colgando del techo, con aquella vacila-
maniqueos. que una cucharita de café. La diver- ción de la luz que va y viene, el sale-

14
ro brilla como una montaña de cristal o sea, superior a toda naturaleza, pero acción contra el lobo. Lo llamó, y el
en medio de la mesa, al reflejo del oro. atrayendo todo lo que es inferior. lobo vino muy dócil. San Francisco
Es un objeto tan pequeño, tan mo- Es posible imaginar que también le dio una bendición y el lobo quedó
desto. Entre tanto, todo lo que es pa- otros seres reaccionaran cuando Nues- manso y nunca más atacó a nadie.
ra el uso del hombre ha sido pensado, tra Señora pasaba; los recién nacidos También San Francisco Solano, un
elaborado y hecho; de un modo mag- paraban de llorar y comenzaban a agi- jesuita, apóstol del Paraguay. Cuan-
nífico en algunos ejemplares, bueno tar sus manos hacia Ella; los corderos, do los indios se ponían muy agresi-
en otros, decente en otros, y de un mo- símbolo del Cordero de Dios, se acer- vos, tocaba violín y los calmaba. Era
do indecente cuando es hecho por la caban e iban quedando más blancos en como la bendición de San Francisco
Revolución. O sea, hay toda una esca- la medida en que se iban aproximando; de Asís.
la. Y hasta lo indecente que la Revolu- los leones la miraban y quedaban, de La vida sobrenatural de la gracia
ción hizo le sirve al hombre, porque es repente, suaves y mansos como si fue- vale más que la vida humana, por-
útil para comparar y detestar. De ma- ran pájaros, pero después rugían a lo que es una participación del hombre
nera que hasta eso le sirve a los justos. lejos para defenderla contra un adver- en la vida divina. Dios crea la gracia,
sario imaginario, y con una fuerza du- la cual confiere una participación de
Un paseo de Nuestra plicada. Así sería un paseo de Nuestra su vida; y Dios como que la injerta
Señora por Tierra Santa Señora por Tierra Santa. en el hombre. Y si el hombre corres-
ponde a la gracia, es, al pie de la le-
De ahí se saca la siguiente conclu- La más alta cualidad tra, como un injerto. Se pone el in-
sión: Dios hizo en la tierra los hom- que una persona puede jerto en un árbol frutal y toda la pro-
bres y por debajo de ellos el reino ducción cambia; también todo lo que
animal, el vegetal y el mineral. Ade- poseer en la tierra hace el hombre como que se diviniza
más, creó una forma de vida que va- Esto se dio también con incontables bajo la acción de la gracia. Y lo más
le más que el propio hombre: la vida santos, en grado infinitesimal, porque alto que puede haber en la tierra es
sobrenatural de la gracia. con relación a Nuestra Señora las co- estar impregnado por la gracia, co-
Cuando la persona está muy im- sas más bellas y mayores, que se pue- rrespondiendo a ella con total inten-
pregnada por la acción de la gracia – dan imaginar son infinitesimales. sidad. Nada se compara a la acción
más adelante recordaré qué es la gra- El famoso caso del lobo de Gúbio de la gracia.  v
cia –, se difunde a su alrededor una co- con San Francisco de Asís. Era un lo- (Continua en el próximo número)
mo que luz, a veces visible, otras veces bo terrible que aterrorizaba a todo el
invisible; una como que acción de pre- mundo, comía, devoraba, etc. Enton- (Extraído de conferencia de
sencia, a veces definible y otras veces ces, le pidieron a San Francisco una 9/6/1979)
indefinible, gracias a la cual la
persona parece revelar algo

Archivo Revista
en sí, que es superior a su pro-
pia naturaleza humana.
Y esto se nota mucho ima-
ginando a Nuestra Señora ca-
minando, por ejemplo, por un
valle florido de los famosos li-
rios del campo; es casi imposi-
ble dejar de suponer que a me-
dida en que Ella iba pasando,
por acción de su presencia, las
flores se abrieran más, que-
daran más blancas, se volvie-
ran discretamente a Ella y ex-
halaran un perfume más inten-
so. Porque había en la Santísi-
ma Virgen, en grado propor-
cionado a su dignidad incom-
El Dr. Plinio en 1979
parable, algo de sobrehumano,

15
La Sociedad analizada por el Dr. Plinio
da
lan

Unión entre
Ho
el
mu
Sa

dulzura y
combatividad
En la sociedad orgánica medieval había mucha bondad y combatividad.
Los principios no se podían atacar, pues en ese caso el Cordero
de Dios se convertía en el León de Judá. Ella primaba también
por la lealtad, que es la unión entre la dulzura y la combatividad.
Cuando terminó la Edad Media y comenzó el Renacimiento, la
lealtad fue dejando de ser apreciada, comenzó una insensibilidad
con la traición y las alianzas se hicieron cada vez menos valiosas.

U
na persona que, siendo ob- bre el Sagrado Corazón de Jesús, y las cosas dentro de la sociedad orgá-
jeto de toda la dulzura, de tiene alma para dejarse tocar por ello. nica.
toda la suavidad del Sagra- Si bien este es el caso – puede no ser Si, por el contrario, ella tiene una
do Corazón de Jesús, se deja enter- así – ella siente una gratitud que, al fi- especie de alma que, siendo objeto
necer y suavizar, tiene condiciones nal, es la reciprocidad en el bien. Al- de tanta bondad del Sagrado Cora-
para que todas sus cualidades perso- guien nos hace bien, le damos esa re- zón de Jesús o del Inmaculado Cora-
nales se expandan ampliamente, sin ciprocidad; eso es gratitud. zón de María, no se deja tocar, cuan-
constituir un factor de agresión o lu- El alma es muy inestable en esta to más se expande, más quita el terre-
cha en la sociedad orgánica. reciprocidad. Y al ser tocado por esa no de los demás, y hace que su propia
reciprocidad, esa persona puede de- expansión sea dañina e insoportable.
Reciprocidad tierna sarrollar todas sus cualidades tanto En una sociedad en que esta tier-
Tomemos a una persona que lee como quiera y convertirse en un co- na reciprocidad es común en el trato
las revelaciones de Nuestro Señor a loso; es un factor de bienestar, or- de unos hombres con otros, el papel
Santa Margarita María Alacoque so- den, buen funcionamiento de todas de la autoridad queda muy pequeño,

16
porque el caos, los desórdenes son Si el alma de una persona se en- pios. Este es el punto que no se puede
muy raros. La autoridad tiene solo ternece por una bondad auténtica tocar, de lo contrario el Cordero se
una función represiva limitada. Siem- que se le hace – no es, por tanto, por convierte en el León de Judá.
pre habrá necesidad de ella, pero es ningún agrado vano – cuando ve que La sociedad orgánica proviene del
limitada. Tiene una función directiva otro que es su par, hace algo bue- hecho de que todos expanden sus cua-
muy amplia, inspiradora y directiva, no, la persona queda feliz, agradeci- lidades, que se inter-relacionan espon-
que consiste, sobre todo, en estimular do, porque el alma que se enternece táneamente; movidas por el buen im-
estas disposiciones del alma. no tiene rivalidades, no tiene un de- pulso que ellas tienen, forman nuevas
Todos pueden expandirse por seo de aplastar o de superar a quien- armonías, como nadie jamás pensó. Es
completo, sin que nadie entre en el quiera que sea. Quiere que todas las la aseitas2 de la sociedad orgánica.
terreno del otro. De ahí que se haga formas de bien se expandan. Y no Hablé antes sobre la organicidad
posible la sociedad orgánica, que se quiere ocupar en ese bosque sino so- que viene de que esto proviene del fon-
define de la siguiente manera: es una lo el lugar donde naturalmente está. do de todos. Esto tiene una originali-
sociedad en la que todas las expan- Luego, al ver que otros brillan dad que nadie pensó nunca, porque da
siones no ocupan un espacio vital pa- más, etc., se regocija, incluso da gra- lugar a combinaciones siempre nuevas,
ra terceros, y se benefician entre sí. cias a Dios, lo toma como una bon- inesperadas y, por tanto, encantadoras.
dad de Nuestra Señora. ¿Por qué? Cada persona tiene una singulari-
Un bosque de pesadilla Porque un estado de espíritu trae dad inconfundible. En las relaciones de
Deberíamos imaginar un bosque otro. Toda forma de bien la toca. unos con otros, nacen sorpresas, en es-
de pesadilla, donde los árboles solo Por ejemplo, en un seminario don- te clima de organicidad, que nadie pue-
podrían crecer de tal manera que se de los seminaristas son así. Un semi- de prever. Es propiamente la dulzura
golpeen las ramas entre sí. Tal creci- narista ve a otro que lo supera en vir- de Cristo en el Reino de Cristo. Lue-
miento sería, por un lado, la ley de la tud y se alegra: “Mira,
vida; por otro lado, la ley del caos. Se ¡qué bonito lo que hi-

Francisco Barros
necesitaría una represión continua zo el clérigo Tal!”. ¿Por
en este bosque de pesadilla. qué? Porque todo lo
Y cuando los árboles se nutren de bueno lo toca, queda
un principio vital, por el cual se expan- agradecido.
den sin tocarse, sin invadir el espacio Es la aplicación en
vital de los demás, tenemos el bosque otro campo, es decir,
que puede desarrollarse libremente. en las relaciones hori-
¿Cuál es la condición que hace que zontales, de lo que aca-
las cualidades de unos hombres no se bo de decir en las rela-
golpeen con la cualidades de otros? Es ciones verticales, entre
exactamente esta ternura frente a una el Sagrado Corazón de
bondad muy grande, paciente, expec- Jesús y nosotros. Es una
tante y que perdona; allí nace la so- variante.
ciedad orgánica. Pero el famoso pro-
blema de la sociedad orgánica no es ‘Aseitas’
realmente posible excepto in carita- De ahí se deriva otra
te Christi1, precisamente por esa razón. cosa también: una es-
pecie de abundancia
Los setenta sabios en el de bienestar interior,
faro de Alejandría donde la persona que-
da con su sistema ner-
Recuerdo a los setenta sabios en el vioso, su temperamen-
faro de Alejandría. Para mí es una de to, mucho más abierto,
las cosas más hermosas que hay: seten- más afable, más flexi-
ta sabios en un faro estudiando juntos ble, acoge bien todo. Es
los documentos sagrados, la interpreta- a la manera del Corde- Revelación del Sagrado Corazón de Jesús
a Santa Margarita María Alacoque – Iglesia
ción, etc. Creo que es algo maravilloso. ro de Dios, siempre que
de San Patricio – Nueva Orleans, EUA
Como poesía, es de una belleza única. no ataquen los princi-

17
La Sociedad analizada por el Dr. Plinio
go viene el reino de la suavidad, el rei- Todas las elucubraciones sobre la En el fondo de todo ese corre-co-
no de la dulzura, el reino de la bondad. Edad Media y la inocencia del hom- rre hay una promesa de soborno y una
bre medieval carecen de sentido si amenaza. Es decir, un apego y un páni-
La verdadera sociedad orgánica no tenemos esto en cuenta. co. Ahora bien, el apego y el pánico sa-
no existía antes de Cristo Por lo general, una persona así no len de este ritmo y no son compatibles
puede ser muy apresurada, ponerse en con la sociedad orgánica, que tiene una
Es algo que un pagano no puede el ritmo norteamericano del metro, del cierta lentitud, una cierta tolerancia.
imaginar. Debido a esto, la verdade- tren elevado, del avión, etc. Intento mu- En vista de lo que acabo de hablar,
ra sociedad orgánica no existía antes cho, dentro del corre-corre al que estoy de esta virtud de la gratitud, la recipro-
de la llegada de Nuestro Señor. Por- obligado, no tener prisa interior. Y creo cidad, etc., uno comprende la casi im-
que sin Él no se la puede concebir. que estoy dirigiendo mis palabras contra posibilidad de llevar una vida verdade-
Y esta unicidad no se podría rea- el tenor de vida mecanizado y moderno. ramente católica – salvo mejor juicio
lizar antes de la venida de Jesús, por A un hombre que dice cosas saltando de de la Iglesia algún día; ahí me inclino,
efecto del pecado original. ¿Cómo un lado para otro se le torna imposible pero no de otro modo – con ese co-
podría uno pensar en una realiza- ese estado de espíritu. rre-corre que estoy obligado a llevar.
ción enteramente en el orden de la Alguien dirá: “¿Pero vives bien
Metafísica, y que la lleve a sus últi- El correcorre, el o no?” Espero que viva, pero no se
mas consecuencias, para una huma- apego y el pánico puede exigir eso de cada uno.
nidad parada por el pecado original?
Se comprende así lo que es la reve- Por tanto, todo lo que la Revolu- No puede haber sociedad
lación del Sagrado Corazón de Jesús a ción ha puesto para acelerar dema- orgánica sin reflexión
Santa Margarita María Alacoque y la siado el ritmo de las relaciones huma-
invitación a esa devoción, bien enten- nas, lo encuentro de alguna manera También hay algo más sobre es-
dida. Daría lo que acabamos de decir. perturbador de este estado de ánimo te estado de ánimo del que hablé
Entonces, una de las cosas más an- del que hablo. Se necesita cierta sere- al principio de la reunión, que está
tipáticas del Ancien Régime fue una nidad donde se sientan las reciproci- muy relacionado con esta historia de
especie de resentimiento continuo dades y tengan tiempo para retirarse. la prisa. Todo el mundo lo sabe, pe-
hacia los demás. Esto no existía en la En la punta de cada línea de obli- ro el punto es establecer la relación
Edad Media, el clima era diferente. gaciones del hombre moderno hay desde este ángulo. Es lo siguiente:
Y de la simple generalización de es- una agilidad inexorable, a la manera Quien tiene este estado de ánimo
ta devoción al Sagrado Corazón, si el de un empleado detrás de la ventani- es reflexivo, reflexiona con facilidad
rey le hubiera dado apoyo, habría na- lla de un banco, que dice: “¡Hazlo así, y le gusta reflexionar. Será más inteli-
cido algo que no sabemos cómo es. de lo contrario serás perjudicado!” gente o menos, no importa; reflexiona.
Porque tiene los intersticios, los inter-
valos y la necesidad del alma, por sus
Divulgación (CC3.0)

propias reciprocidades, de sopesar y


ponderar lo sucedido, orgánicamente,
ajustarse ante lo sucedido y hacer re-
flexiones. Y son reflejos sin pedante-
ría, pero que nacen de lo más profun-
do de su alma – tal cosa, otra, enton-
ces es así – que dan vida con reflexión.
Un sabor que debe tener la so-
ciedad orgánica es sentir que todos
sus miembros reflexionan. Sin esto
no hay sociedad orgánica, como, por
ejemplo, no puede haber un avión
sin alas y sin motor.
Digamos que una persona acaba de
hacer un negocio, estuvo en una situa-
ción angustiosa de la que un amigo la
Grabado representando el Faro de Alejandría
salvó, en una actitud elegante, con des-

18
prendimiento. A ella, enton- moslo, felicitémoslo por

Archivo Revista
ces, le gusta reflexionar, re- eso, ¡lo que le dará alegría!”
cordar la escena, el amigo Este era, de hecho, el
hablando, reflexionando so- antiguo entorno familiar.
bre lo que sacrificó el ami- Cuando aparecía uno en la
go, la ventaja que ella misma familia que destacaba mu-
ganó, y quiere encontrar a su cho, a veces de una rama
amigo para agradecerle. muy secundaria, era una
No es necesario estar alegría generalizada. ¿Pero
siempre agradecido en tér- por qué? Porque la familia,
minos expresos. Puede ser que era una especie de prin-
un agradecimiento implí- cipio vital, había manifes-
cito que a veces se expre- tado su fecundidad, flore-
sa como una forma de de- ciendo en ella de una mane-
cir “buenos días”. Hay mil ra especial. Fue un motivo
formas de agradecer, pero de alegría para todos, no de
a ella le gusta agradecer. envidia: “Ese será más im-
Esto sin una reflexión no portante que yo, no es po-
toma todo su valor. sible…”. No existía tal cosa.
En aquel tiempo las jóve-
Conocerme a mí nes cantaban, tocaban el pia-
mismo y la caridad no, etc. Si aparecía una jo-
vencita que se presentaba en
que los demás sociedad y cantaba magnífi-
tienen hacia mí camente, eclipsaba a todas
las demás, pero estas que-
Entonces, estos proble- El Dr. Plinio en 1983 daban alegres: “¿Has visto
mas surgen: “¿Debería la a Fulana lo bien que canta?
sociedad orgánica tener una econo- mismo, de lo que, según la justicia, ¡Invítala a tu casa!” Es lo natural.
mía de este tipo o de tal otro?”. Em- me corresponde, y luego qué caridad Pero sin ese sentimiento, la perso-
piezo por decirle a la persona que ha- me hacen. Porque no es posible te- na no puede saber a qué tiene dere-
ce tal pregunta: “Haga primero que ner reciprocidad con los demás sin cho y qué se le debe. Resultado: no
los hombres tengan un alma propia comprender esto. es capaz de valorar lo que se le da. Es
para la sociedad orgánica, que la eco- una ponderación de la que la persona
nomía, cualquiera la hace, va por sí. Alegría de ver a una se vuelve incapaz. Carece del sentido
No venga con reglas, sino trate de persona superior a nosotros de la medida cómoda y tranquila para
crear hombres que, debido a su ex- todas las cosas, lo que sin esta evalua-
pansión natural, sean como los árbo- Y esta simple afirmación hace de- ción no es posible. En la sociedad or-
les en el bosque que se desarrollan”. lirar al hombre contemporáneo, por- gánica existe eso.
De ahí la sabiduría popular, la fi- que está tan podrido por la Revolu- Entonces, por ejemplo: “Fulana
losofía popular, que es el pensa- ción que no puede reflexionar razo- nos está visitando aquí, ella es muy
miento común del pueblo, etc., pero nablemente sobre lo que es. importante por causa de tal cosa. ¡Le
que dan en la sociedad orgánica. Es tan igualitario que, si es un ofreceremos un té mejor!” Es una
Lo repito: una reflexión como ésta hombre un poco más valioso, se con- alegría que todos tenemos. Alegría
requiere negocios y un ámbito de con- sidera supremo y se enorgullece; o, si de dar, sin interés.
tactos personales que no sean con mu- es mediocre, quiere reducirlo todo a
cha gente, ni demasiado complicados, su nivel. En cualquier caso, cualquier Con el fin de la Edad
enredados, sino que tengan una cierta desigualdad le vuelve loco. Media, la lealtad dejó
simplicidad para poder ser profundos. No es la forma en que un alma or-
Esta posición del alma supondría denada, de la que hablé, considera es- de ser apreciada
algo más, que es lo siguiente: un co- to: “¿Fulano tiene tal cosa que yo no Y hay una virtud que es el pun-
nocimiento muy equilibrado de uno tengo? ¡Me alegro! Así que honré- to de transición de todo lo que aca-

19
La Sociedad analizada por el Dr. Plinio
bo de decir y las virtudes combativas. Y la lealtad está a medio camino que considero una gracia especial.
Me refiero a una virtud cuyo nombre entre toda esa dulzura de la que ha- Sobre todo para nosotros porque vi-
se ve ensombrecido por la banalidad, blaba y la combatividad. Es el guion vimos en este siglo, etc., pero es una
pero es lindo. Se llama lealtad. Por- que se pone en un orden muy razo- gracia común, frecuente, en la cris-
que este tenor de cosas sólo se pue- nable. No hay nada sensacional. Y la tiandad: tener una cierta noción, co-
de mantener con quien es auténtico; lealtad es ya la puerta de entrada a la municada por la gracia, de cómo fue
con los que no son auténticos eso no combatividad, a otro orden. eso realmente con Nuestro Señor, y
se puede mantener. Y tenga en cuenta esto: cuando ter- cómo existía el equilibrio de todo es-
Este estado de espíritu del que mina la Edad Media y comienza el Re- to en Él.
hablé está listo para el perdón. Pe- nacimiento, comienza una insensibi- Por ejemplo, la bondad de Nues-
ro una de las cosas que casi nun- lidad a la traición. En el Renacimien- tro Señor es, al mismo tiempo, por
ca se perdona es la falta de lealtad. to la traición fue mucho más frecuen- así decirlo, infatigable, insupera-
Piénsese en dos amigos. Uno puede te. Incluso las alianzas se volvieron ca- ble; pero, por otro lado, proviene
perdonar al otro cualquier cosa, por da vez menos valiosas. ¿Pero por qué? de una Persona de inefable majes-
ejemplo, un insulto muy grande; sin Porque la lealtad se hizo cada vez me- tad, haciendo que esta gracia sea es-
embargo, perdonar una deslealtad es nor y ser desleal no estaba mal. Luego, pecialmente preciosa porque se per-
más difícil. Vició la base. al final de la Edad Media, la lealtad cibe que desciende infinitamente de
Sucede que en la falta de leal- ya no se apreciaba. Cuando cesa ese lo alto. Y, viniendo de tan alto, lle-
tad, no digo que el crimen sea inex- aprecio por la lealtad, se puede tener na con tanta condescendencia un es-
plicable, es necesario mostrar una la forma de afectividad que se quiera. pacio que recorre la distancia infini-
exuberante evidencia de pruebas de Para un hombre íntegro, esta afectivi- ta Creador-criatura, más la insonda-
uno mismo para probar el arrepen- dad significa poco y es tratada como ble distancia del hombre en estado
timiento. O hay una expiación que poca cosa. No hay por donde escapar. de gracia-pecador.
garantiza la autenticidad de por vi- Y cuando la persona recibe esta
da o aquello no se sostiene. Al des- Bondad de Nuestro bondad, se conmueve, en gran parte,
leal que pide perdón se le puede de- Señor Jesucristo por la noción de cuántas distancias
cir: “Te perdono y rezaré por ti”. Es comparables a años-luz caminó esta
mucho más difícil decir: “Te perdo- Para comprender y amar todas bondad para llegar hasta él.
no, no ha pasado nada”. estas verdades, hay un presupuesto De manera que el alma sensible,
en el buen sentido de la palabra, la
reciba con gran gratitud. Pero un
Flávio Lourenço

agradecimiento profundamente res-


petuoso y deseoso, desde el princi-
pio, en el primer intento, de que la
majestad que así bajó sobre ella no
se reduzca de ningún modo. La per-
sona sabría desenvainar no sé cuán-
tas espadas para mantener esta ma-
jestad, porque, para él, el reconoci-
miento de la majestad y de lo infa-
tigable, por así decir, de la bondad,
hacen una sola cosa.
Así pues, la seriedad, la tras-
cendencia, la perfección de Nues-
tro Señor, como Segunda Perso-
na de la Santísima Trinidad, como
Dios-Hombre – la palabra trascen-
dencia se aplica aquí en una situa-
ción más analógica –, esta superiori-
dad así percibida en cuanto nos lle-
ga desbordante de bondad, pero ha-
ce sentir su superioridad, es lo que

20
no se encuentra, de ninguna mane-
ra, en las falsificaciones de las imá-
genes de Jesús.

Su seriedad y majestad
Esta bondad es profundamente
seria. Es decir, nos ofrece aquello a
lo que no tendríamos derecho, pe-
ro al mismo tiempo nos pide, mirán-
donos con fuerza, que cambiemos y
tengamos en cuenta lo que se nos es-
tá dando. Es decir, no es una bondad
cínica. Quiere que la evalúen ade-
cuadamente.
Es una bondad dispuesta a perdo-
nar muchas veces. Pero cada vez que
hay un pecado, reconstituye la dra-
mática situación anterior, agrava-
da por la nueva. Y exige, del recep-
tor de la bondad, una contrición aún
mayor.
Es decir, junto a eso hay una se-
riedad, un tomarse uno mismo en

Gabriel K.
serio. Y, en el fondo, se dice lo si-
guiente: “Hijo mío, te perdono in-
numerables veces. Un día caerás en
mi justicia; hay un cierto límite, y ¡ay
de aquellos que cruzan ese límite!”.
Aunque no se indica, esto está pre-
sente.
La majestad de Nuestro Señor es
tal que ni siquiera sé qué decir. En
las preguntas formuladas por Él a
los fariseos, hay, al mismo tiempo,
una sencillez y una invectiva donde
está presente un equilibrio que so-
lo lo tiene quien es Divino, dentro
del cual debe verse la bondad mis-
ma. No puede considerarse una vir-
tud separada. Esto es lo que le da
sabor.  v
(Extraído de conferencia de
17/2/1984)

1) Del latín: en el amor de Cristo.


2) Aseitas: características peculiares de
la persona, fruto de toda su histo-
ria de vida, que manifiesta su auten-
ticidad y también su pertenencia a un
grupo.

Sagrado Corazón de Jesús


República Dominicana
21
Dr. Plinio comenta...
Angelo L.

Balduino IV,
El prototipo del católico – II

Balduino, agonizante, fue en litera a enfrentar a


Saladino, que se retiró. Tal vez esta victoria haya sido,
bajo algún aspecto, más bonita que la alcanzada por
el rey leproso cuando rezó con el rostro en la arena. En
esta conmovió al Cielo, inclinándose en el desierto; en
aquella, impuso respeto al Infierno, haciendo que el
famoso guerrero mahometano huyese. Es la gloria de un
hombre en la tierra, a la espera de la gloria en el Cielo.

Sainte-Chapelle,
París, Francia

I
maginémonos en la situación de de todo el fausto de Oriente – su nom- debería haber sido Balduino para
los soldados de Balduino IV que bre retumbaba por todas aquellas zo- dar seguridad, él sólo, a los trescien-
combatieron en la batalla de nas como el de un grande guerrero –, tos hombres! ¡Qué canal, qué vehí-
Montgisard1, revestidos de armamen- un hombre valioso, sano. Nosotros no culo del Espíritu Santo! Más bonito
tos, marchando o cabalgando a las ór- somos sino trescientos, y nuestro rey aún que pensar en trescientos gue-
denes del rey, pensando lo siguiente: ¿qué es? Un miserable leproso, un po- rreros es imaginar trescientos solda-
bre muy enfermo, deshecho en llagas y dos agotados… Y el rey leproso, que
Epopeya comparable a purulencias. Y la Providencia nos lla- se postra en tierra y pide a Nuestro
los episodios sacratísimos mó a combatir, bajo las órdenes de un Señor, por medio de Nuestra Seño-
despreciable leproso, ¡todo el ejército ra, fuerza para sus hombres agota-
de la vida de San Luis de Saladino!” dos. Allí, de hecho, nada es fuerte a
“Del otro lado están el Sultán Sala- ¿No es verdad que podría dar una no ser su alma ¡mas ésta lo era por
dino, muy famoso, riquísimo, cercado inseguridad monumental? ¡Cómo entero! Más sublime no puede ser.

22
Yo pregunto: en la historia de las Un señor feudal se rebela Toron, hijo indigno de su padre, el ex-
monarquías católicas, ¿hay un episo- tinto Condestable de Jerusalén, muer-
dio más bonito que éste? No lo hay. contra Balduino IV to en defensa del rey. El estado de Bal-
Ni los episodios sacratísimos de la vi- En 1179, Saladino invadió la Ga- duino IV empeoraba día a día. Fue
da de San Luis exceden a éste en be- lilea. Balduino fue a su encuentro, in- una prueba para su madre, que no te-
lleza. Lo igualan sí, pero no lo exce- tentando sorprenderlo, como había nía buena fama, y para el círculo de sus
den. ¡Es una verdadera maravilla! hecho en Montgisard. Pero, como los cortesanos, ambiciosos y amorales, ver
Esta es la epopeya que la Historia musulmanes no se dejaron sorprender, la aproximación de Balduino con Rai-
de la Edad Media, vista de esta mane- el joven rey fue cercado. Muchos fue- mundo de Trípoli, único hombre capaz
ra, nos presenta. Continúa el autor2. ron muertos y presos ese día. de aconsejarlo debidamente.
Al año siguiente, Balduino edificó Poco tiempo después, Saladino to- En ese momento reapareció, libera-
en Gué de Jacob la fortaleza destina- mó el Gué de Jacob y mandó ejecutar do de las cárceles musulmanas, el an-
da a defender la Galilea de los ataques a todos los caballeros del Templo que tiguo Príncipe de Antioquía, Renaud
de Damasco. lo defendían. de Châtillon, que inmediatamente co-
Gué es un valle por donde Jacob Sybilla, hermana del rey, acababa de menzó sus aventuras, asaltando una
habría pasado. ¡Cómo es bonita la fi- casarse – contrariamente a los intereses importante caravana de peregrinos
gura de ese rey que se va deshacien- del Estado – con Guy de Lusignan, hom- con destino a la Meca.
do, pero construye fortalezas! Él, al bre de belleza discutible, sin fortuna y sin Tal acto rompía la tregua firmada
contrario de una fortaleza que se edi- talento. Balduino, presionado por los su- por Balduino IV y Saladino, ofendía
fica, es un desmoronamiento vivo, a yos, minado por la enfermedad, había las convicciones religiosas de los mu-
cada instante. Pero aún construye for- consentido en esa unión y donado a Lu- sulmanes, a cuyos ojos el atentado se
talezas para luchar en el futuro. signan los condados de Jafa y Ascalón. les figuraba monstruoso. Emplaza-
Guillermo de Tiro pretende que esto Tan pronto se manifestó la insignifi- do por el rey a devolver los prisioneros
haya sido hecho por las permanentes so- cancia del marido de Sybilla, se atizaron y el producto del pillaje, se negó con
licitaciones de Odón de Saint-Amand, las esperanzas de los señores feudales. arrogancia, tornándose así evidente
Gran Maestre del Templo. En todo ca- Se contaba que el hermano de Lusig- la incapacidad del enfermo de hacer-
so, cualquiera que haya sido el inspira- nan, comentando el casamiento, dijo: se obedecer.
dor de la idea, no hay duda en cuanto a “Si Guy fuera rey, yo debería ser dios.” Por tanto, ese señor feudal se re-
la importancia estratégica de la fortaleza En esa misma ocasión, Isabel de Je- beló contra el rey. Balduino le dio la
que Balduino mandó construir. rusalén se casaba con Humphrey de orden de restituir lo que había quita-

Divulgação (CC3.0)

Batalla del Krak de Moab

23
Dr. Plinio comenta...

do a los musulmanes, y él no Era un pedido de socorro

Divulgación (CC3.0)
quiso. El estado de enferme- a Occidente, para ver si man-
dad de Balduino no le permi- daban gente limpia y buena
tía, en aquel momento, man- para salvar la ciudad de Jeru-
tener la autoridad necesaria. salén.

Se dirigía a las batallas Agonizante, Balduino


cargado en una litera enfrenta a Saladino
En agosto, el infatigable y lo derrota
mahometano Saladino intentó Renaud de Châtillon, que
tomar Beirut por una acción indirectamente había ayudado
combinada por tierra y mar. al rey a desembarazarse de Lu-
Una vez más, Balduino apar- signan, se juzgó autorizado a
tó el peligro. Coronación de Balduino V retomar sus pillajes, pero aho-
Entonces, caminando ha- ra en más alta escala.
cia la muerte, combatió y venció. fuerzas y resistía de la mejor forma a Armó una flota, que fue transpor-
Impidió a Saladino de apoderarse las celadas de la camarilla. tada al Mar Rojo a lomo de camello.
de Alepo y condujo una expedición a Es el período de ascensión máxi- Esa flota, devastando puertos, inter-
los suburbios de Damasco. ma suya: cada vez más cercado, él va ceptando convoyes, amenazó por al-
Que era la capital de Saladino. resistiendo a la camarilla, creciendo gún tiempo el camino a la Meca.
Así, por todas partes, gracias a su en energía. Saladino, excitado hasta el colmo
energía sobrehumana, y aunque de del furor, destruyó los navíos de Re-
ahí en adelante se hiciese cargar en li- Pedido de socorro a Occidente naud y después lo sitió en su propia
tera a las batallas, el heroico leproso Como la enfermedad entraba en fortaleza, el Krak de Moab. Balduino
llevaba ventaja sobre el genial musul- una fase evolutiva, debía luchar contra IV apareció, agonizando en su litera,
mán. ella y, sobre todo, contra la tentación de para hacerle frente. Saladino entonces
Consideren un rey que no puede abandonar todo para morir en paz. se retiró.
cabalgar más y es llevado en litera a Fue en uno de estos períodos que con- El Mar Rojo estaba lleno de sul-
las batallas, pero que va animando a sintió, si bien a disgusto, investir a Guy de tanatos y de pequeños Estados ri-
los suyos. Vean, una vez más, la fuer- Lusignan en la regencia del reino. quísimos. Renaud de Châtillon hizo
za de alma que renace, mientras el En el primer encuentro con Saladi- transportar sus navíos a lomo de ca-
cuerpo cada vez decae más. no, Lusignan dejó que el ejército fran- mello, por el istmo de Suez – el ca-
El comenzaba, entre tanto, a perder co fuese masacrado. Rehusó con al- nal naturalmente no existía, sólo fue
la vista, a no poder más servirse de sus tivez prestar cuentas a Balduino, que abierto en el siglo XIX –, entró en el
miembros. Los que le eran más alle- lo destituyó de su cargo. Y para evitar Mar Rojo y comenzó a saquear. Sa-
gados lo presionaban a abandonar sus que, por la complacencia de Sybilla, ladino quedó indignado. Balduino,
tareas del reinado, y al mismo tiempo Lusignan se volviera Rey de Jerusalén agonizante, fue en litera a enfrentar-
a pasar parte de sus responsabilidades después de su muerte, designó a su su- lo. Saladino se retiró. Tal vez haya si-
a Guy de Lusignan. cesor: el pequeño Balduino V, hijo de do una victoria, bajo algún aspecto,
Se puede bien imaginar el drama Guillermo Longe Epée. más bonita que aquella cuando rezó
interior de ese rey, con apenas 22 años, Tuvo, por lo tanto, un gesto de su- con el rostro en tierra. En la primera
corroído por úlceras, semiparalizado premo coraje y energía: viendo que victoria, conmovió al Cielo, inclinán-
y casi ciego, cercado por las sombras el cuñado no servía en absoluto, lo dose en el desierto; en la segunda,
de la desconfianza y de malos presen- destituyó de la sucesión del reino. impuso respeto al Infierno, haciendo
timientos, atormentado ante las insi- Como la situación en Tierra Santa que Saladino se retirase. Es la gloria
nuaciones y sugestiones pérfidas de los era ya desesperada, Balduino mandó de un hombre en la Tierra, a la espe-
suyos, de un lado, y la alta idea que una embajada a Occidente, compues- ra de la gloria en el Cielo.
hacía de su misión de rey, de otro la- ta por el Patriarca de Jerusalén, por el El último acto de Balduino IV fue
do. Si la lepra lo debilitaba y él no po- Maestre de los Hospitalarios y por el reunir en San Juan d’Acre el Parla-
día tener esperanzas de curarse, siem- Maestre de los Templarios, el viejo Ar- mento de sus barones. Guy de Lusig-
pre, sin embargo, encontraba nuevas naud de Torrage. nan, incapaz y rebelde, fue entonces

24
oficialmente apartado del trono. Y la pruebas muy grandes, aunque con privilegio único y exclusivo de la je-
regencia fue confiada a Raimundo de culpa, presentan caídas, pero la gra- rarquía católica, más especialmen-
Trípoli. cia después perdona, reanima y lleva te del Papa. Sin embargo, podemos
Lo que era de justicia y sabiduría, de nuevo a altas cumbres. pedir privadamente a este héroe que
porque designó a un niño para ser su Esta fue la historia, llagada y do- nos conquiste esta fuerza de alma in-
sucesor, y tenía el derecho de nom- lorosa, de Balduino IV. Él tuvo des- quebrantable. Que él nos haga com-
brar al regente. Balduino llamó en- fallecimientos, es verdad. No como prender algo de ese espíritu medie-
tonces a su consejero fiel y lo desig- Nuestro Señor cayó bajo la Cruz – val, del cual estaba dotado en tan al-
nó como regente. Se ve la razón por perfecto, impecable, divino-, mas co- to grado, y que es la luz que nos de-
la cual no nombró a Guillermo, el mo un hombre que tuvo debilidades be animar en el camino al Reino de
Larga Espada, para ser rey, sino al y recibió gracias para no tenerlas. María.
niño. Así Balduino pudo llamar a su Estas flaquezas deben ser juzga- Aquí está la gran recordación
consejero fiel y pasarle el bastón de das con severidad. Pero los actos ma- purulenta, fétida, llagada y maravi-
mando antes de morir. ravillosos de su vida también preci- llosa de Balduino IV. Más que eso,
Más tarde, el 16 de marzo de san ser, por eso mismo, juzgados con de Nuestro Señor Jesucristo en lo al-
1185, el mártir rindió su alma a Dios, la misma justicia. Y estos imponen to de la Cruz, pensando en nosotros,
en presencia de sus vasallos, dignata- admiración, como las debilidades en nuestra meditación, bendiciéndo-
rios y buenos compañeros de guerra. exigen la severidad. Sobre todo, para nos y perdonándonos por todos los
Hasta los infieles le rindieron home- que este hombre hubiese realizado defectos que haya en nuestras almas.
najes. el último lance de ahuyentar e im- Nosotros nos compadecemos de
poner respeto a Saladino en aquellas Balduino y, sobre todo, de Él. ¡Que
Pedir a este héroe que condiciones, era preciso que su alma ambos tengan piedad de nosotros!v
nos obtenga la fuerza de estuviese en muy hermoso estado.
Él fue ocasión, como una reliquia (Extraído de conferencia de
alma inquebrantable viva, para uno de los más bonitos 21/10/1972)
Sin embargo, los católicos lo ol- episodios de la Historia de las Cru-
vidaron… En 1972 es recordado en zadas. ¿Cómo no admitir que el al-
un auditorio lleno de personas de un ma de ese hombre, en un grado más 1) Cf. Revista Dr. Plinio, n. 28, p.14
continente en aquel tiempo habitado alto o menos alto, esté en la presen- 2) Cf. BORDONOVE, Georges. Les
por guaraníes, araucanos, tupis, etc. cia de Dios? Nosotros no podemos Templiers. Paris: Librairie Atheme
Aquí está un eco de la gloria de Bal- canonizar a nadie, pues éste es un Fayard, 1977, p. 111-115
duino IV, Rey de Jerusalén.
Este es un fulgor de la Edad Me-

Bernard Gagnon (CC3.0)


dia. No sé lo que sucedió, pero una
figura así no fue más dada a la Cris-
tiandad. Este ejemplo impresionan-
te del rey leproso y héroe, delante de
cuyas heridas retroceden, llenos de
reverencia, los hijos de las tinieblas,
no nos fue dado después.
Alguno podrá objetar: “Dr. Plinio,
su entusiasmo por Balduino IV es co-
mo si él hubiese sido un santo. Pero
usted no puede tener los ojos cerra-
dos hacia el hecho de que ese hombre
tuvo debilidades en la vida, como us-
ted mismo observó en esta narración
histórica. ¿Cómo puede tener tanto
entusiasmo por este personaje?”
La vida me ha mostrado que pue-
de haber personas con algunas cua-
Ruinas del Kroak de Moab
lidades, pero que, bajo el peso de

25
S antoral
1. Beata Juliana de Collalto, aba-
desa († 1262). De familia noble, vis-
–––––––––––––––––––––
5. San Pedro Nguyen Van Tu, mártir
(† 1838). Sacerdote Dominico que con-

Flávio Lourenço
tió el hábito benedictino a los 12 años. tinuó ejerciendo su ministerio clandes-
Fundó el monasterio de San Blas, en tinamente durante la persecución en
Venecia, en donde fue abadesa. Vietnam.
2. San Guillermo, obispo y confe- 6. XXIII Domingo del tiempo Or-
sor (†1070). Sensibilizado por la si- dinario.
tuación de abandono en que vivían los San Eleuterio, abad († S. VI). Su
paganos daneses, se dedicó a evange- simplicidad y compunción de espíritu
lizarlos. Fue obispo de Roskilde. encantó al Papa San Gregorio Magno.
3. San Gregorio Magno, Papa y Doc- Fue abad del Monasterio de San Mar-
tor de la Iglesia († 604). Resolvió pro- cos, en Spoleto, Italia.
blemas temporales y espirituales, ayu- 7. Beato Juan Bautista Mazzuconi,
dando a los necesitados, fomentando presbítero y mártir (†1855). Religioso
la vida monástica, propagando y reafir- del Instituto de Milán para las Misio-
mando la Fe; escribió muchas obras so-
nes Extranjeras. Después de dos años
bre temas morales y pastorales.
evangelizando y estando enfermo, fue
4. San Bonifacio I, Papa († 422). decapitado en Papúa Nueva Guinea,
Trabajó para solucionar muchas con- Oceanía.
troversias sobre la disciplina eclesiás-
8. Natividad de Nuestra Señora.
tica.
San Corbiniano, obispo († 1555).
Ver página 28. San Alberto

9. San Pedro Claver, presbítero 13. XXIV Domingo del Tiempo Or-
(† 1654). dinario.
10. San Teodardo, obispo y mártir San Juan Crisóstomo, obispo y
(†c. 670) Maestro de San Lamberto. Doctor de la Iglesia († 407). Orde-
Siendo obispo de Togeren (Bélgica), nado sacerdote en Antioquía, fue lla-
fue asesinado en los alrededores de mado “Crisóstomo” por su elocuen-
Speyer (Alemania), cuando iba a visi- cia. Nombrado Obispo y Patriarca de
tar al Rey Childerico. Constantinopla, se esforzó en mora-
lizar el clero. Fue desterrado por de-
el K.

11. San Paciente de Lyon, obis- nunciar abusos de autoridades civiles.


Gabri

po († c. 480) Distribuyó gra-


14. Exaltación de la Santa Cruz.
tuitamente trigo a las ciuda-
San Alberto, obispo († 1215). Pa-
des situadas junto a los ríos
triarca de Jerusalén. Escribió la regla
Ródano y Saona, para soco-
de los eremitas del Monte Carmelo.
rrer a la población oprimida
Fue asesinado mientras celebraba la
por el hambre. Se empeñó
fiesta de la Santa Cruz, por un hombre
en la conversión de los herejes y
cuya mala conducta había censurado.
en la asistencia a los necesitados.
15. Nuestra Señora de los Dolores.
12. Santísimo Nombre de María.
Beato Tomás Zumárraga, presbíte- 16. San Cornelio, Papa († 253), y San
ro (†1622). Fue encarcelado por odio Cipriano, obispo († 258), mártires.
a la Fe y lanzado al fuego en la ciudad 17. San Roberto Belarmino, obispo
de Omura, Japón, junto con el fran- y Doctor de la Iglesia († 1621).
ciscano Apolinario Franco y cuatro San Francisco María de Camporos-
compañeros más. so, religioso († 1886) Hermano Capuchi-

26 San Juan Crisóstomo


––––––––––––––– * Septiembre * ––––
no, ofreció su vida por la salvación de los 24. San Pacífico de San Severino, los pobres. Fundó la Congregación de
enfermos durante la epidemia que dila- presbítero († 1721). la Misión para formar el clero y ayudar
ceraba la ciudad de Génova, Italia. a los necesitados. Junto con Santa Lui-
25. San Cleofás, († S. I). Uno de los
18. Beatos David Okelo y Gildo Irwa, sa de Marillac, fundó también la Con-
dos discípulos que Nuestro Señor en-
catequistas y mártires († 1918). Fue- gregación de las Hijas de la Caridad.
contró en el camino de Emaús y que
ron martirizados siendo muy jóvenes, lo reconoció al partir el pan. 28. San Venceslao, mártir († 929-935).
en una aldea al norte de Uganda, por San Lorenzo Ruiz y compañeros,
haberse dedicado espontáneamente a 26. Santos Cosme y Damián, már- mártires († 1633-1637).
anunciar el Evangelio a su pueblo. tires (†c. S. III).
29. San Miguel, San Gabriel y San
Beato Gaspar Stanggassinger, pres-
19. San Genaro, obispo y mártir Rafael Arcángeles. Ver página 2.
bítero († 1889). Sacerdote redentorista,
(† S. IV). San Renato Goupil, mártir
dedicado a la educación de los jóvenes.
San Mariano, eremita († S. VI). († 1642). Médico en las misiones je-
Falleció a los 28 años en Gars, Alema-
Descendiente de una ilustre fami- suitas en Canadá. Fue tomado prisio-
nia. nero y muerto por los iroqueses, por
lia de Bourges, Francia, abandonó el
mundo para tornarse eremita en Be- 27. XXVI Domingo del Tiempo Or- haber hecho la señal de la cruz frente
rry. Apenas se alimentaba de manza- dinario. a algunos niños, en Ossernenon.
nas agrestes y miel. San Vicente de Paúl, presbítero 30. San Jerónimo, presbítero y
20. XXV Domingo del († 1660). Vivió en París al servicio de Doctor de la Iglesia († 420). Nació en
Tiempo Ordinario. Dalmacia y estudió en Ro-
ma. Se entregó a la vida as-

Flávio Lourenço
Santos Andrés Kim
Taegon, presbítero, Paulo cética en el Oriente, don-
Chong Hasang y compañe- de fue ordenado sacerdote.
ros, mártires († 1839-1867). De regreso a Roma, fue se-
Beato Francisco de Po- cretario del Papa San Dá-
sadas, presbítero († 1713). maso quien le encargó de
Religioso dominico, predi- traducir al latín las Sagra-
có durante cuarenta años das Escrituras, dando ori-
en Andalucía (España), es- gen a la “Vulgata”.
pecialmente en Córdoba,
su ciudad natal.
21. San Mateo, Apóstol
y Evangelista. († S. I)
Santa Maura, virgen
(†c. 850). Noble francesa,
que con sus oraciones y el
ejemplo alcanzó la conver-
urenço

sión de su padre.
Flávio Lo

22. Beato José Marchan-


don, presbítero y mártir (†
1794). Párroco de Marsac,
Francia, fue preso duran-
te la Revolución Francesa
en una embarcación en Ro-
quefort, donde enfermó y
murió de hambre.
23. San Pío de Pietrelci-
San Cornelio y San Cipriano
na, presbítero († 1968).

27
San Genaro
Hagiografía

La severidad de
San Corbiniano
Es indispensable tener una
visión global de la Doctrina
Católica y, por lo tanto,
debemos insistir en conocer
las verdades olvidadas.
Una de ellas es la de que
los santos de nuestros
días deben asemejarse al
estilo de San Corbiniano
en muchas circunstancias,
pues nuestra época posee
una portentosa obstinación
en el pecado, sobre todo
el de herejía. Y la peor de
(CC3.0)

ellas es la Revolución. Para


r
GFreihalte

vencer esa obstinación el


remedio es, en muchas
circunstancias, la severidad.

S egún el Martirologio, el 8 de
septiembre se conmemora a
San Corbiniano, obispo de
Freising, en Baviera, fallecido un día
como este del año 730.

Recriminaciones a un príncipe
San Corbiniano
Unterhachin, Regresando de Roma, donde se ha-
Baviera, bía entrevistado con el Papa Gregorio II,
Alemania cuando llegó a la frontera de los estados

28
Divulgação (CC3.0)
Escenas de la vida de San Corbiniano - Unterassling, Tirol del Sur, Austria

pertenecientes a Grimoaldo, San Cor- día en adelante, no comería más en su Para vencer la obstinación en
biniano fue detenido por unos guardias compañía.
que el duque había situado allí, con la Profundamente herida por el hecho
el pecado, el remedio en muchas
orden de no permitir el paso del obispo, de que San Corbiniano la separó del circunstancias es la dureza
si no aceptaba hacerle una visita. príncipe con sus amonestaciones, Pil- Cualquier virtud concebida unila-
El santo consintió. Pero al dirigirse trudes aprovechó la ocasión para acu- teralmente no es una verdadera vir-
al castillo del príncipe declaró que só- sarlo de crimen de lesa majestad y me- tud. Si nos imaginamos a un santo
lo entraría si Grimoaldo dejaba a Pil- recedor de la muerte. muy gentil, amable, invariablemen-
trudes, la viuda de su hermano, con Sin embargo, el príncipe que lo tenía te amable en todas las circunstancias
quien se había casado. Como el prín- en alta y gran estima, mandó cerrar las de su vida, no estaríamos en la pre-
cipe no obedecía, perseveró en el re- puertas de la ciudad, temeroso de que sencia de un verdadero santo, sino
chazo, amonestándolo incesantemen- el hombre de Dios, tomado de cólera, en la imitación de un santo.
te con sus recriminaciones, a fin de se fuera. Acompañado de los mayora- Así también, si nos imaginamos
conducirlo a la penitencia. les de su corte, fue a pedirle perdón. a un santo que procedió explosiva-
Al cabo de cuarenta días, Grimoal- En otra ocasión, mientras se diri- mente a lo largo de su vida como
do y Piltrudes prometieron separarse y gía al oficio de la noche en la iglesia de San Corbiniano actuó en esos epi-
el santo obispo les mandó que viniesen Santa María, el santo obispo encontró sodios, estaríamos frente a un santo
a su presencia. Los absolvió, después de en el camino a una campesina, que se muy singular, pues no se puede con-
haber pedido perdón de rodillas y ha- retiraba cargada de ricos obsequios. Ya cebir que un obispo, incluso en la era
biendo besado sus pies. Les impuso pe- había sido acusada de practicar sorti- constantiniana, remedie todas las si-
nitencias de limosnas, ayunos y oracio- legios. La interrogó sobre la razón de tuaciones tirando las mesas al suelo,
nes. Posteriormente, entró al palacio. tantos regalos. Ella le respondió que etc. Pero hay situaciones en las que
Comiendo cierto día en compa- había curado al hijo del príncipe, ator- el deber consiste en hacerlo, ya que
ñía de ese mismo príncipe, San Cor- mentado por demonios y que había re- hay ocasiones en que el deber es te-
biniano bendijo los alimentos servidos cibido todo eso como obsequio. Horro- ner un procedimiento diferente.
en la mesa. El príncipe, distraído, tiró rizado, el obispo se apeó del caballo, ¿Qué explica nuestra insistencia
un bocado a su perro favorito. Inme- golpeó a la mujer con sus propias ma- en este ejemplo de San Corbiniano?
diatamente, el santo derrumbó la me- nos, le arrancó todo cuanto cargaba y Es el hecho de que tenemos muchos
sa de un puntapié, diciendo que quien lo distribuyó entre los pobres a la entra- ejemplos en sentido contrario, y las
tiraba a un perro semejante bendición, da de la ciudad. Más que nada, lamen- virtudes “corbinianas” son extraordi-
no era digno de ella, y que, desde ese taba la infidelidad del príncipe1. nariamente escasas. De manera que

29
Hagiografía
encontramos en ello una muy buena La Revolución desplazó de las ma- El ejemplo del Cardenal
razón para resaltar esta ficha. nos de los príncipes, o al menos de la
Evidentemente, hay una razón mayor parte de ellos, el poder y la ri- Mindzenty
más profunda: Es indispensable te- queza. Enfrentarlos ya no es una gran ¡Cómo es bonito, por ejemplo, ver
ner una visión global de la Doctrina prueba de valentía. Pero es una prue- a un obispo que procede de esa for-
Católica y, por lo tanto, debemos in- ba de coraje enfrentar a aquéllos que ma, enfrentando al comunismo, a la
sistir en conocer las verdades olvida- tienen hoy mucho poder, o muchos demagogia, al desorden y a la Revo-
das. Una de ellas es la de que los san- medios de subordinar o de comprar. lución!
tos de nuestros días deben asemejar- Entre éstos, tenemos evidentemente Hoy tenemos un ejemplo que de-
se al estilo de San Corbiniano. Pues a los ricos. Pero no sólo a ellos; tam- be recordarse porque, al menos has-
vivimos en una época de una dureza bién a la prensa, a la radio y a la tele- ta donde sabemos, no tiene menos
y obstinación en el pecado terribles, visión, los instrumentos que manipu- belleza que el ejemplo de San Cor-
y el peor de ellos, es el de la herejía. lan a la opinión pública, los demago- biniano. Es el cardenal Mindszen-
Y la más nefasta de ellas es la Re- gos y los jefes de corrientes revolucio- ty2, quien está preso en Hungría, y
volución, con su laicismo inherente. narias. A todos esos, sería necesario sobre quien ha habido tal silencio
Una obstinación tan brutal, que real- que un obispo los supiera enfrentar. que casi olvidamos que existe. Pues
mente no se sabe cómo calificarla.
Entonces, en muchas circunstancias,

Sigmund Benker (CC3.0)


para vencer la obstinación, la dureza
es el remedio más eficaz.

La prueba de coraje
consiste hoy en enfrentar
a aquellos que promueven
la Revolución
El primer ejemplo del procedi-
miento de San Corbiniano con el
príncipe se explica por el hecho de
estar casado con la viuda de su her-
mano y, por lo tanto, necesitaba de
una dispensa de la Santa Sede pa-
ra contraer matrimonio con ella. El
príncipe no había pedido esa dispen-
sa, vivía maritalmente con ella, se ca-
só con ella -aunque de un modo ilí-
cito- sin la licencia de la Santa Sede.
Se encontraba, por lo tanto, en una
situación que San Corbiniano no po-
día tolerar.
Vimos los extremos de severidad
con los que censuró la actitud del
príncipe, y qué humildad el santo le
exigió, como pedido de perdón.
¿Quién sería el personaje equiva-
lente a ese príncipe en los días actua-
les para que un santo lo humille de
esta manera? ¿Cómo podríamos ima-
ginar un enfrentamiento entre la for-
taleza de la autoridad espiritual y los
Muerte de San Corbiniano
poderes temporales actualmente?

30
bien, tenemos aquí un ejemplo de poral mundial, anterior al nortea- El príncipe sufre una amonesta-
una fortaleza extraordinaria, que mericano, fue el de Inglaterra. ¡Có- ción tremenda y su primera idea es:
nos recuerda la fortaleza de San mo esta nación llevaba las cosas de “No lo dejen partir, pues yo quiero
Corbiniano. forma diferente! Antes de Inglate- pedirle perdón”. Y como el Santo
La ficha nos narra otros dos epi- rra fue Napoleón. Los Estados Uni- se va, manda cerrar las puertas de la
sodios: uno es el del santo que echa dos ejercen una dominación velada, ciudad. Luego pide perdón, se arro-
la mesa al suelo porque el príncipe entre bastidores, con dólares, garan- dilla, el Santo se reconcilia con él y
dio de comer alimentos bendecidos tizando la independencia de los paí- todo vuelve a la calma y la bonanza.
a un perro. ses, al menos la independencia polí- Se ve bien la contrición que hay en
Alguien podría preguntar: “¿Pe- tica, y amenizando su “gestión” con eso, ¡qué cordura, qué blandura de
ro él no podría haber hecho eso de sonrisas. Sin embargo, ellos están alma, qué inocencia hay en una ac-
una manera diferente? Por ejemplo, siendo gradualmente abandonados titud como ésa! ¿No es verdad que,
decir: ´Príncipe, yo me levanto´, o por el mundo entero. aún en la actitud de penitente, tras-
simplemente mantener un silencio- ¿Por qué razón? Porque los Esta- parece una inocencia más profunda
so reproche hacia al príncipe”. Una dos Unidos no infunden admiración. que la falta cometida y que nos deja
persona más moderada indagaría: Y no lo hacen, por el hecho de que encantados?
“El obispo podría haber dicho sim- no son serios. Ellos depositan toda Finalmente, el castigo a la mujer
plemente: ‘Príncipe, ¿no es raro su confianza en la sonrisa. Sin duda, que era una especie de bruja y hechi-
echarle un pan bendecido a su pe- la sonrisa tiene un cierto papel en la cera, y que ciertamente había usado
rro?’. De esta forma, ¿no es verdad vida del hombre, ¡no estoy afirman- de un fetiche para curar al hijo del
que San Corbiniano atraería más la do que nunca se deba sonreír! Pero príncipe. ¡Qué severa fue la actitud
simpatía y la benevolencia del prín- que ésta sea la guía rectora, es un en- del Santo con ella!
cipe?”. gaño. La sonrisa debe ser moderada Y entonces pregunto: ¿Existen
y ordenada de común acuerdo con casos semejantes a éstos en la ac-
Seriedad, respeto y confianza actos de gran valor y energía. Quien tualidad? Hoy estaba leyendo la si-
Es necesario recordar siempre no es capaz de meter un poco de guiente noticia: inauguraron un par-
que el arte de tratar con las almas no miedo no es un verdadero santo. Y que municipal en São Paulo, donde
consiste principalmente en infundir- por esto hemos traído la ficha de un se realizó una sesión ecuménica. Ha-
les simpatía, sino y, antes que nada, Santo de refinada bondad, pero que blaron un sacerdote y un obispo ca-
en conquistar su respeto. Y el res- sabe meter miedo, consiguiendo co- tólico e, inmediatamente, un espiri-
peto se gana con la seriedad. Y ésta, mo resultado que el príncipe se que- tista y, posteriormente, un rabino, en
muchas veces, implica en severidad. de quieto. una misma sesión en comunión con
Cuando alguien se considera serio, el obispo. ¿Dónde está el ejemplo de
se esfuerza por llevar las cosas hasta En la Edad Media, la nuestro Santo? ¡Cómo han cambia-
las últimas consecuencias y castiga, virtud y contrición de los do las cosas! v
si es necesario, de acuerdo a la gra-
vedad de la falta. Siendo serio de es- pecadores es encantadora (Extraído de conferencia de
ta manera, se impone respeto, se ins- Por otro lado, es maravillosa la 8/9/1969)
pira confianza y, de esa forma, se di- actitud del príncipe. En la Edad
rigen las almas. Media hay muchas cosas encanta-
Un error de la propaganda ho- doras. La virtud encanta, pero tam- 1) Cfr. ROHRBACHER, René François.
llywoodiana, y que los ambientes de bién la contrición de los pecado- Vida dos Santos. São Paulo: Edi-
hoy en día propagan en las almas de res es encantadora. El príncipe ha- tora das Américas, 1959. v. XVI, p.
una forma terrible, es la idea de que bía actuado mal y debía prestar más 106-107.
el perpetuo smiling, el sonreír para atención y cuidar más su vida. En su 2) Cardenal Joseph Mindzenty (1892-
todo el mundo, es lo que arrastra a mesa estaba un Santo que veneraba 1975). Se opuso tenazmente al régi-
las personas. ¡No arrastra nada! Los como tal. El varón de Dios bendice men comunista, particularmente en
su país, Hungría. Fue perseguido,
norteamericanos han distribuido dó- los alimentos, pero el príncipe está
preso, y murió en el exilio. Su cuerpo,
lares y sonrisas en abundancia. Si pensando en el perro. Sin embargo, exhumado en 1991, fue encontrado
hubo alguna potencia en el mundo comparado con las cosas que hace- incorrupto, y en 1996 fue presentada
que poco proclamó su poderío fue la mos hoy, ¡qué ingenuidad! Casi se a la Santa Sede la documentación pa-
norteamericana. El gran poder tem- diría ¡qué gracioso! ra el proceso de su beatificación.

31
Luces de la Civilización Cristiana
Gabriel K.

Lugar donde la
Providencia quiso reunir
sus maravillas – I
Al Dr. Plinio siempre le encantó el mar, una de las
razones por las cuales apreciaba sobremanera a
Venecia, la ciudad construida sobre las aguas. La causa
más profunda del surgimiento de tal maravilla es la
sangre de Nuestro Señor Jesucristo, de quién resulta
todo cuanto hay de bueno y de bello en la Tierra.

A
ntes de comentar algunos aspectos de Venecia, Me acuerdo de mi tiempo de diputado, cuando el edifi-
me parece conveniente considerar un poco lo cio donde se reunía la Asamblea Constituyente quedaba
que pasa en el interior de mi alma, viendo esa en una plaza de Río de Janeiro, en el fondo de la cual hay
ciudad. Exteriorizo aquí mis reflexiones cuando estuve un brazo del mar. Mi gusto por el mar era tal que, a ve-
allí, pues las impresiones que tuve se dan más o menos ces, asistiendo a las sesiones, me venía a la mente: “Cómo
con todo el mundo. sería interesante si yo pudiese estar mirando el mar. Por
ejemplo, desde una pequeña terraza de madera amarrada
Fascinación por el mar a unas estacas, sobre el agua, acompañando el movimien-
Por lo que recuerdo, siendo pequeño tenía impulsos to de la marea”. Aquello me distraía a punto de tener que
que me llevaban a lamentar no poder vivir, no propia- hacer un esfuerzo con mi inteligencia para prestar aten-
mente en el mundo de la fantasía, pero en un mundo que ción a las arengas, tanto era mi gusto por el mar.
no era en el que vivía. Por lo tanto, llevar una vida real Sin embargo, nunca se me pasó por la cabeza imagi-
en una atmósfera diferente en la cual yo vivía. nar a un hombre que, estando en el mar, pensara en la
Así, por ejemplo, me acuerdo de que, muchas veces, tierra. Entonces, a alguien que encontrándose en un na-
estando en Santos o, mucho más modestamente en una vío, viendo la tierra de lejos, pensara: “¡Ah, qué delicia
estación de aguas termales que mi madre frecuentaba, aquella tierra! Pisar suelo firme…”. Para que el suelo
donde había un riachuelo, que formaba un islote y algu- sea agradable, es necesario cubrirlo con piedras bonitas,
nas cosas por el estilo; miraba las aguas y sentía la fas- con alfombras, para sentirnos a gusto encima de él…
cinación que ese elemento produce. El agua salada del Por el contrario, con el mar no. ¡El mar es agradable!
mar me fascinaba más allá de todo límite. Considerar el Bajo cierto punto de vista, cuanto más una persona pueda
mar, toda mi vida fue el encanto de mi alma. estar en el mar, sin pisar nada que recuerde la tierra, me-

32
jor. Si está nadando, metida en el agua, que ejerce
sobre ella una atracción extraordinaria, tanto me-

Pedro K.
jor. Es la fascinación producida por un elemento
donde el hombre realmente no vive, pero en el cual
tiene la impresión de que la vida sería ideal.

Palacios y jardines, nostalgia del Paraíso


En cierta ocasión, estando en Petrópolis, en Río
de Janeiro, vi por primera vez a un hombre volar
en parapente. Percibí que desde el lugar donde me
encontraba hasta el panorama marítimo de la ba-
hía de Guanabara no demoraba mucho tiempo. Y
noté que de desde arriba el hombre estaba miran-
do la bahía, realizando así la convergencia de dos
sueños: el agua y el aire. Me pareció delicioso es-
tar allá arriba, a pesar de inseguridades no pe-
queñas. Pero él se movía con tal desenvoltura en el aire,
que percibí que estaba enteramente seguro. Entonces, la Palafitos para protegerse contra las fieras
idea de estar seguro planeando en el aire, lejos de la tie- Pasemos ahora a una remota reminiscencia para que
rra y mirando el mar, era una cosa deliciosa. comprendamos los designios de la Providencia, y como
De otro lado, hay una cosa que también atrae al hom- Ella dispone todo de modo maravilloso.
bre. No es propiamente la tierra, sino el palacio. Hojean- Como demuestran las investigaciones arqueológicas,
do álbumes, viendo palacios lindamente decorados, los hubo pueblos en la Prehistoria que, llevados por el re-
más antiguos con bellos vitrales, otros con pinturas lin- celo a los animales feroces, construyeron palafitos, con-
das, o tapices bonitos, con un piso precioso, trabajado há- juntos de estacas que sustentaban las casas construidas
bilmente con maderas de colores diferentes, formando di- sobre las aguas. En la noche quitaban unas tablas que
seños, con cuadros, muebles lujosos, y con el techo alto, el les servían de puentes entre los palafitos y la tierra. Los
hombre es seducido por algo que esconde de todos modos animales rondaban alrededor de las casas, pero no ha-
la realidad común de la tierra donde él vive. El palacio es cían daños. El agua los protegía.
una especie de escondrijo donde, sin sentir la inestabili- Podemos imaginar la sensación de progreso experi-
dad del agua y de la fluctuación del aire, la persona huye mentada por esos primitivos cuando les construyeron la
de algún modo de la tierra concreta y construye un sueño primera casita, y, a la noche, oían el rugir de las fieras en
dentro del cual ella entra. Este es el palacio. la selva: en vez de quedar temerosos, como en los tiem-
Además, para encubrir de algún modo la tierra, el pos en que vivían en grutas o cabañas, en las que un ani-
hombre elabora jardines, a veces adornados con fuentes mal feroz podía de repente irrumpir, dormían tranqui-
que hacen que el agua salte en el aire, cayendo después los y abanicándose deliciosamente, porque la fiera ya no
en estanques donde el elemento líquido refleja el cielo, el constituía un peligro. ¡Que “civilización”!
propio jardín y el palacio. Fue de una situación análoga a esa que, del pánico de
¿Cómo se explica que al hombre le guste tanto los que habitaban un lugar pantanoso e inconsistente,
disfrazar la tierra? A mi ver, porque ella es exactamente nació una de las mayores bellezas del universo. El lugar
el elemento que más traduce el castigo y el destierro del ocupado hoy por Venecia, otrora era muy pantanoso.
hombre por causa del pecado original. “Maldita sea la
tierra por tu causa, con sufrimiento sacarás de ella el Uno de los lugares más bonitos de la tierra
alimento todos los días de tu vida. Comerás el pan con En cierto momento, un guerrero terrible, Atila, bajó
el sudor de tu frente, hasta volver a la tierra de la cual con sus hunos a través de Hungría, invadió Italia y fue
fuiste sacado” (Gen 3, 17.19). zurrando todo en el camino. El pavor que los latinos civi-
La tierra es presentada como un lugar de exilio donde lizados tenían de Él era tal que se expresó por una metá-
es duro trabajar, es preciso regar con el sudor de la fren- fora muy poética: donde pisaban las patas de su caballo
te, o sea, es penoso obtener algún resultado. Ella es pro- nunca más crecía la hierba.
saica, no presenta colores lindos, ni maravillas de ningu- Las poblaciones de aquellas regiones quedaron con pa-
na especie. A mi ver, por donde más sentimos la nostalgia vor de Atila y se internaron en sus pantanos, procurando
del Paraíso es precisamente en el contacto con la tierra. lugares de más resistencia para permanecer allí, donde,

33
Luces de la Civilización Cristiana

Gabriel K.
Gabriel K.

Vicente Torres
más o menos, re- Maravilla que nació de la Sangre
pitieron los pa- de Nuestro Señor Jesucristo
lafitos.
Esos pueblos El centro de esta narración está en penetrar un enig-
después fueron ma. ¿Cómo pueblos tan primitivos pudieron realizar
bautizados, y el una cosa tan maravillosa? ¿Será porque se mezclaron
Bautismo ope- con otros pueblos? A mi ver, si ellos no hubieran sido
ró en sus almas el efecto regenerador que le es pro- bautizados eso no se hubiera realizado. Puede ser que
pio; y de primitivos, más o menos vagabundos, pasaron se hayan mezclado con latinos decadentes. Pero que del
a ser hombres de trabajo que, seducidos por las aguas pantano del primitivismo y de la decadencia de las gran-
del Mar Adriático, se entregaron a la navegación. Se tor- des ciudades en descomposición saliera una cosa así,
naron grandes navegantes y se dedicaron al comercio, ¿no era preciso un tercer elemento que hiciese una cosa
pasando a ser la mayor potencia marítima del Mar Me- verdaderamente más bella?
diterráneo. A mi juicio es evidente que sí. Es el Cuerpo y la San-
Las riquezas afluían a Venecia y con ellas las posibili- gre de Nuestro Señor Jesucristo, cuya inmolación en
dades de trabajo, de organización. Aquellas islas resul- lo alto del Calvario obtuvo las grandes regeneraciones
tantes del antiguo pantano fueron consolidadas, arre- morales. De esta Sangre, a propósito de cuya efusión
gladas, hicieron correr agua donde otrora había lodo. Nuestra Señora lloró y de la cual resulta todo cuanto
Las casas fueron mejorando, las aguas se tornaron de hay de bueno, de grande, de bello en la tierra, es que
tránsito fácil y, en lugar del antiguo pantano, se consti- nacieron maravillas de estas, por la regeneración del
tuyó un archipiélago que fue llenándose de palacios de hombre. Se bautizó, se volvió trabajador. Intensificó y
una belleza famosa en el mundo entero. disciplinó su deseo de lo maravilloso, las maravillas co-
Y allí, en vez de un jardín que Venecia no tiene, nació mienzan a nacer.
para el hombre este sueño que se realizaba: vivir en un Fue buscando ese auge de la realización de lo mara-
palacio en la orilla del agua, con un cielo lindísimo. El villoso en la tierra que me puse a soñar sobre Venecia y
cielo de Venecia es una especie de cielo de los cielos, el a quererla. Desde mi primer viaje a aquella ciudad, mi
color y las brumas son una belleza, los anocheceres son espíritu estaba tomado por esta idea: yo estaba visitan-
lindísimos. Y se realiza así ese punto de elección que es do una confluencia incomparable y paradisíaca de cosas
esa especie de paraíso hecho por el hombre, por su fan- maravillosas.
tasía, por su talento, por su capacidad de trabajar, por Se podría decir, no obstante, que algo más ocupaba
su deseo de lo maravilloso, cosa tan distinta del hombre en mí espíritu un gran espacio, un punto importante que
contemporáneo. procuraré condensar: de las varias obras primas exis-
Entonces, se realizó en Venecia ese punto de encuen- tentes en Venecia, – ¡oh, misterio! – ninguna es tan gran-
tro donde la tierra fea, otrora pantano, está cubierta de y tan maravillosa como el hombre.
por el piso de los palacios, el pantano está cubierto por
las aguas del mar que corren, el cielo maravilloso y las La “Serenísima República de Venecia”
aguas se besan, formando uno de los lugares más boni- Si Dios hubiera creado Venecia, pero la ciudad hu-
tos de la Tierra. biera quedado sola para ser habitada por las palomas,

34
¿qué valor tendría ella? Mucho más que simplemente mado Bucentauro, seguido de un cortejo de embarcacio-
eso, existe en Venecia el estilo de vida, el estilo artístico nes con gente a bordo tocando violines y otros instru-
veneciano, la cultura, las instituciones venecianas, que mentos. Al llegar a cierta altura, se hacía el desposo-
modelaron las fisonomías de los palacios. Y en el plan rio de Venecia con el mar, lanzando en el fondo del Mar
de la Providencia, el palacio es modelado por la cultura Adriático un anillo. En ese momento la música era lleva-
del hombre, pero lo auxilia a modelar después su pro- da a su auge, la gente aclamaba. Al caer la tarde, todos
pia cultura. Lo ayuda a refinarse. El cielo, el mar y la volvían, en medio de los reflejos del agua del mar de Ve-
tierra fueron hechos para, – iluminando la casa o el pa- necia, y la fiesta continuaba en la tierra. Aquellos cana-
lacio del hombre –, iluminar el alma de quién allí resi- les eran recorridos por gente en góndolas, faroles boni-
de. tos iluminaban las terrazas, desde afuera de los palacios
Esta es la dignidad del ser humano. Todo eso nos lle- se percibía la luz de las fiestas que se estaban dando allí.
va al hecho de que la llamaban “Serenísima República El tintinar de las copas de cristal, los vítores, los cantos
de Venecia”. “Serenísima” es casi más bonito que Impe- se prolongaban noche adentro.
rial y Real. Da la impresión de rociada por todas las cal- Si pasamos de ahí para los
mas de la noche. “Su Alteza Serenísima”, por ejemplo, palafitos que constituían la
me parece un título lindísimo. Y la República de Vene- primera Venecia, compren-
cia, por ser soberana y querer encajarse en la jerarquía deremos la enorme tra-
nobiliaria y feudal de Europa, considerando que su jefe yectoria recorrida en ese
tenía la verdadera dignidad de un duque, tomó para sí el lugar verdaderamente
título de “Serenísima”. privilegiado, donde la

TYP (CC3.0)
Venecia era una república aristocrática, dirigida Providencia quiso reu-
por una nobleza inscrita en un libro llamado “Libro de nir sus maravillas. v
Oro”. Las familias promovidas a la nobleza tenían sus (Continúa en el
nombres inscritos en ese libro, y pertenecían a una cla- próximo número)
se social que elegía una especie de Cámara de los Lores.
Había también, para las varias categorías de la plebe, (Extraído de conferen-
cámaras, consejos, etc. cia de 2/12/1988)

Desposorio de Venecia con el mar


A su cabeza estaba el Concejo de los Diez, cuyo jefe
era un dux que usaba el birrete frigio de las repúblicas
contemporáneas, cercado por una pequeña corona. Tra-
tado como un príncipe, elegido cada diez años, pudien-
do ser reelegido, el dux era el punto de partida de politi-
queos finísimos, zancadillas habilísimas, más elegantes
que los pasos de un minué; con la belleza de quién se ha-
bituó muy temprano a burilar la política como quién bu-
rila un cristal. Por cierto, por una coincidencia bonita,
las fábricas de cristal comenzaron a aparecer. De ahí
viene el famoso cristal de Murano. Hay cualquier
cosa de cristalino en la República de Venecia. Gabriel K.

Todo el mundo conoce la esplendoro-


sa fiesta anual de Venecia. El dux,
vestido con trajes fabulosos, iba
hasta alta mar en un navío
enchapado en oro, lla-

35
Flávio Lourenço
San Miguel Arcángel
combate al demonio,
durante la Asunción de la
Santísima Virgen – Galería
Nacional, Parma, Italia

Guerreros implacables contra


el demonio y sus secuaces
S e puede afirmar que todas las grandes almas que combatieron las diversas herejías, a lo largo de los si-
glos, fueron suscitadas especialmente por Nuestra Señora. Es lo que insinúa de modo muy bonito el bla-
són de los claretianos, donde figura, además del Inmaculado Corazón de María, San Miguel Arcángel y,
en lo alto, el lema: “Sus hijos se levantaron y la proclamaron bienaventurada.”
Esa presencia de guerreros que, como soldados de San Miguel Arcángel, se levantan para combatir a los enemi-
gos de Dios, proclamando bienaventurado el Corazón de María, ¿no es también una forma de intervención de la
Santísima Virgen, como magnífica aurora, en las tramas de la Historia? Por lo tanto, los verdaderos devotos de
Nuestra Señora deben desear y pedir a Ella la gracia de ser esos guerreros de hierro, indomables e implacables con-
tra el demonio y sus secuaces que, en nuestros días, buscan injuriar la gloria de la Iglesia inmortal de Cristo.
(Extraído de conferencia de 8/9/1963)

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