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verbo divino

Revista trimestral de la
Asociación Bíblica Española

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Jaime Vázquez Allegue
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Pedro Barrado
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Revisión literaria:
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LA FE DE JESÚS
EN EL JUDAÍSMO
DE SU TIEMPO
Coordinador: Carlos Gil
verbo divino

Nº 98• 2018 / II

Editorial........................................................... 2 San Justino en el proceso de separación


entre judaísmo y cristianismo.................... 43
Sección monográfica Fernando Rivas
El judaísmo del Segundo Templo.............. 5
Olga Ruiz Sección abierta
Un paseo por el Paraíso .................................. 53
El movimiento de renovación Pedro Barrado
intrajudío de Jesús.......................................... 16
Rafael Aguirre
Sección didáctica
Seguidores de Jesús: Y la Palabra de Dios acampó
El judaísmo del siglo I en crisis.................. 25 en las redes sociales ........................................ 63
Carlos Gil Javier Velasco-Arias

Tensiones entre el judaísmo


y el cristianismo en la tercera generación Sección informativa
cristiana (Hch, Jn y Ap).................................... 34 Boletín bibliográfico......................................... 68
José Antonio Badiola Noticias................................................................ 68

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Editorial judíos que buscaba renovar el judaísmo desde
sus propias raíces.
No obstante, este movimiento intrajudío ad-
quirió a partir de la segunda y tercera genera-
ciones un perfil distinguible no solo entre los
demás grupos o sectas judías, sino también para
los que no eran judíos: empezaron a ser recono-

J
cidos como otra cosa. Este proceso resulta enor-
esús fue un judío de su tiempo. Esta afirma- memente complejo, porque se desarrolla en un
ción resulta obvia desde el punto de vista período de tiempo amplio –a lo largo de, al me-
histórico. Si a continuación se dice que, por nos, cuatro generaciones de creyentes en Cristo–,
tanto, no fue cristiano, la afirmación adquiere un porque los grupos judíos implicados son mu-
carácter polémico, si bien se mantiene dentro de chos, y la pluralidad de los círculos de seguidores
la corrección histórica y no se podría desmentir. de Jesús no fue menor, y porque las fuentes que
Además, cabe afirmar con el mismo rigor his- nos conservan esta historia sufrieron revisiones,
tórico que el grupo de judíos que se formó en agrupaciones, filtros y selecciones que hacen
torno a él en Galilea y que continuó su misión extremadamente complejo identificar el tiem-
fue también judío, no cristiano. Las razones que po, autoría y propósito de su composición. Esta
sostienen estas afirmaciones son fundamental- confusión, sin embargo, no oscurece el hecho de
mente dos: en primer lugar, el cristianismo como que, en los dos primeros siglos, los seguidores de
religión identificable no surge en la primera ge- Jesús pasaron de ser un grupo dentro del judaís-
neración de seguidores de Jesús, sino más tarde, mo plural de su tiempo a ser una religión nacien-
de modo que no existe como tal en la primera te. El perfil de estos creyentes en Cristo cambió en
mitad del siglo I. En segundo lugar, las fuentes este tiempo en muchos aspectos, pero se mantu-
que se remontan a este período, leídas con un vo un rasgo perdurable: su marginalidad. Esta
mínimo de rigor histórico, revelan a un grupo de característica cambió radicalmente dos siglos

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después, cuando Constantino y Teodosio vieron dicalizar más su observancia de la Torá y a marcar
las posibilidades políticas de cohesión que esta con claridad las fronteras entre judíos y no judíos.
nueva religión les daba para aglutinar el Imperio La capacidad para resolver este conflicto se reveló
romano. Este hecho no hizo triunfar al cristianis- muy limitada y se constituyeron dos corrientes de
mo, sino que fue el signo de que el cristianismo seguidores de Jesús con visiones del judaísmo di-
había alcanzado un prestigio y una popularidad vergentes. Esta opuesta visión del judaísmo es lo
enormes. que los separó, no su fe en Jesús, que, paradójica-
Pero los dos primeros siglos fueron mucho mente, los unía.
más complejos y oscuros. Los seguidores de Je- Vamos a recorrer brevemente algunos de los
sús se debieron enfrentar a muchos conflictos hitos de esta historia conflictiva. Comenzaremos
externos e internos, basados en la confianza de con una visión panorámica del judaísmo del
que Yahvé había resucitado a aquel crucificado. tiempo de Jesús, lo que se ha llamado judaísmo
La vida, muerte y resurrección de Jesús se convir- del Segundo Templo, para entender en ese con-
tieron en el centro de un modo de vida que com- texto las características judías del movimiento de
partía dos características: la pertenencia a Israel Jesús, iniciado por él mismo antes de su muerte.
y la adhesión a la persona de aquel mesías. Estas Tras este acontecimiento trágico, sus seguidores
dos características pronto entraron en conflicto vivieron diversos episodios que fueron definien-
y se sucedieron una serie de enfrentamientos, do su identidad judía durante dos generaciones.
discusiones, tensiones y rupturas que fracturaron
Al final de este proceso aparece con nitidez una
tanto el judaísmo plural como el grupo de segui-
identidad diversa a la predominante entre los ju-
dores de Jesús. Así, entre estos pronto hubo una
díos del siglo ii. El cristianismo estaba naciendo.
minoría que concebía con determinación su fe en
Jesús como una misión para transformar Israel
incorporando en él a gentiles, para realizar así su
vocación divina ancestral. La mayoría, sin embar-
go, entendía que su fe en Jesús les impulsaba a ra- Carlos Gil Arbiol

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Sección
monográfica

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EL JUDAÍSMO
DEL SEGUNDO TEMPLO

Olga Ruiz Morell


Universidad de Granada

El judaísmo del Segundo Templo es un judaísmo de cambios, renovación,


separaciones y destrucción. Los sucesos trágicos del año 70 vinieron anunciados
ya por los acontecimientos de los siglos anteriores. Palestina estuvo marcada
por la fragmentación social, política y religiosa. La herencia política
–las dominaciones y la dinastía asmonea– así como la cultural –nacionalismo,
universalismo, helenismo, pureza– marcaron un destino nefasto que derivó
en la destrucción, con la consiguiente renovación. Al final fueron dos las corrientes
judías que lograron superar ese período: el cristianismo y el rabinismo;
ambas, resultado de una misma época y cultura.

El judaísmo, marcado por un sentido naciona- nico por las clases pensantes de los judíos depor-
lista, vinculado a la tierra y al Templo, surgió con tados, llámeseles sacerdotes y escribas, fue ins-
la dominación persa a la vuelta del destierro de taurado y afianzado por los retornados, a pesar de
Babilonia. Ese plan, elaborado en el exilio babiló- los que habían permanecido en Judá. O al menos

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eso es lo que se pensaba. La diversidad estuvo pre- nalismo o universalismo, ahora el debate giraba en
sente en el judaísmo prácticamente desde sus ini- torno al tradicionalismo o el helenismo. En ningún
cios. Fue imposible evitar que inmediatamente caso se trataba de renegar del judaísmo, sino de
surgieran voces discordantes, como las universa- evolucionar a nuevas formas. Esta idea es funda-
listas, que hablaron a través de libros como el de mental para entender que nunca hubo un judaísmo
Jonás o el de Rut. Lo que parecía un plan cerrado y ortodoxo u oficial frente a sectas discrepantes; por
homogéneo resultó una pluralidad que quería verse el contrario, el varón que acudía a los baños públi-
reflejada en el pensamiento judío colectivo: nacio- cos disimulando su circuncisión era tan judío como
nalismo o universalismo. En este caso, la discre- el que se rebelaba en contra del culto pagano.
pancia se basaba fundamentalmente en la forma en En medio de ese panorama cultural, religioso y
la que Israel entendía su relación con otros pueblos político llegamos a la dominación romana. A par-
(los gentiles). tir del año 63 a.C., con la llegada de Pompeyo, se
Ese judaísmo plural, aparentemente controlable, abre un siglo que parece conducir al judaísmo hacia
incluso enriquecedor, se vio significativamente –si la fatalidad, de la que se derivará la necesidad de
no dramáticamente– sacudido con la llegada de un renovación –o reinvención–, tal como había ocu-
elemento externo: los griegos. Los griegos traían rrido siglos atrás en Babilonia.
consigo una cultura y una religiosidad novedosas
en el entorno del Próximo Oriente antiguo: el hele-
nismo. Un helenismo que supuso tanto el enrique- 1. LA CRISIS POLÍTICA Y SOCIAL DE LOS
cimiento como la corrupción dentro del judaísmo. SIGLOS I A.C. Y I D.C.
Si bien resultó un momento evolutivo, la progresiva
disgregación condujo a la inevitable fragmentación
del judaísmo en diversas tendencias. a) El reinado de Herodes
Aquel judaísmo no era una mera religión definida Con la llegada de Pompeyo a Jerusalén concluyó el
únicamente por una creencia y su liturgia. La rea- poder asmoneo y la breve libertad nacional de la
lidad trascendía lo religioso: no solo importaba a que había gozado Judá. Se implantaba de nuevo el
quién se rezaba, sino cómo se rezaba, cómo se comía, vasallaje a un imperio, el romano en este caso, con
cómo se trabajaba, cómo se vestía, cómo se amaba… el consiguiente control sobre impuestos y gobierno,
Por ello, el helenismo agitó la fe de los judíos –hom- tanto político como religioso. Roma decidiría quién
bres y mujeres– y cambió su modo de vida, tanto la ocuparía el Gobierno, así como quién ascendería al
forma de vivirla como de entenderla. sumo sacerdocio, al que, por cierto, se privó ya de
La implantación del helenismo supuso por eso su poder político.
un desarraigo cultural entre algunos grupos judíos, La subida al trono de Herodes en el año 37 a.C.
mientras que para otros se convirtió en un flore- se vio respaldada por la población de Idumea, de
cimiento basado en la simbiosis. Si durante épocas Samaría y de parte de Galilea, pero tenía graves
pasadas la lucha interna se desarrolló entre nacio- inconvenientes para la población de Judá. Para los

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partidarios de la dinastía asmonea era el usurpador ron desiguales. Al Sanedrín lo despojó de sus pode-
del trono, pero además, como hijo de una nabatea res y autoridad judicial, aunque lo mantuvo como
y de un idumeo, carecía de derecho al trono por mero órgano consultivo, formado por sus pro-
no ser judío, ya que transgredía la Torá pios consejeros. Sus enfrentamientos con
(Dt 17,15), por lo que el pueblo judío lo la clase sacerdotal fueron constantes.
veía como un usurpador. A grupos de talante político, como
A pesar del rechazo judío, eran saduceos y fariseos, los
Herodes gobernó como rey de Si bien era contentó o los sometió, depen-
Idumea, Judea, Samaría y Gali- diendo del momento y del
lea durante treinta y tres años,
helenista por educación caso. En cambio, los grupos de
en los que se vivieron momen- y actitud, Herodes fue carácter meramente religioso,
tos de esplendor, de represión sin esas pretensiones políti-
mucho más judaizante cas, como fueron los esenios
y de intrigas. La tradición no
lo trató bien. Para la pobla- que los propios o bien la población judía pro-
ción judía fue un tirano cruel; asmoneos cedente de la diáspora que no
para los cristianos, el responsa- vivió el período asmoneo, goza-
ble de la matanza de los inocentes, ron de sus simpatías, incluso de
y parece que en época de Augusto su generoso apoyo.
circulaba un dicho en Roma que asegu- Durante la mayor parte del reinado de
raba que era «mejor ser un cerdo que hijo Herodes imperó la paz; las fuerzas herodia-
de Herodes». nas y la política tiránica del propio rey contuvieron
Si bien era helenista por educación y actitud, Hero- cualquier intento de rebelión. Esa paz herodiana,
des fue mucho más judaizante que los propios asmo- unida a la propia pax augusta, permitió el desarro-
neos. Aunque en su política se manifestó siempre llo de la agricultura y el comercio. En ese sentido,
tiránico, en el ámbito religioso optó por la toleran- Herodes fue un buen gestor.
cia, no solo hacia el judaísmo, sino hacia cualquier Pero esa prosperidad no eximió a Herodes de
otra creencia y práctica existente bajo sus dominios. las intrigas palaciegas, agravadas en gran medida
En los territorios de tradición pagana ejercía plena- durante los últimos años de su reinado. El conflicto
mente su helenismo, mientras que en Jerusalén pro- con la dinastía asmonea perduró, especialmente
movió el culto y las tradiciones judías. Precisamente en el seno de su propia familia. Su matrimonio con
el muro frente al que rezan hoy en día los judíos, Mariamne, nieta de Aristóbulo II e Hircano II, no
hombres y mujeres, en Jerusalén –el Muro Occiden- le había procurado la conciliación que esperaba. El
tal o de las Lamentaciones– es el resto del Templo ejército herodiano y la red de informadores del rey
de Herodes. abortaban los intentos de insurrección, pero al final
Por lo que respecta a las instituciones judías y a de su vida Herodes vivió unos dolorosos y agónicos
sus diversos grupos religiosos, sus relaciones fue- años, marcados por la enfermedad, la desconfianza

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y la crueldad, que le llevó a dar muerte a su esposa Antipas disfrutó de un largo mandato, enturbiado
más amada y a sus hijos herederos. únicamente por la labor de predicadores como
Juan Bautista. Cuando Calígula entregó la antigua
b) La sucesión de Herodes tetrarquía de Filipo a Agripa, otorgándole el título
de rey, Antipas reclamó los mismos derechos, pero
Tras la muerte de Herodes en el año 4 a.C. y hasta
el emperador respondió privándolo de su territorio
el 74 d.C., cuando probablemente concluyó la pri-
y desterrándolo. Por lo que se refiere a Arquelao, no
mera guerra judía –es decir, en poco más de setenta
tenemos muchas noticias, pero sabemos que repri-
años–, se sucedieron hasta seis escenarios políti-
mió con crueldad las revueltas iniciadas a la muerte
cos en Judea. Al heredero de Herodes le sucede-
de su padre. Como consecuencia de ello fue deste-
rían dos largas administraciones romanas, separa-
rrado, estableciéndose la administración romana en
das a su vez por la intervención del Gobierno sirio
Judá.
y un breve reinado de un descendiente herodiano-
asmoneo, y todo ello cerrado con una cruenta gue-
rra. La secuencia da muestras de la inestabilidad y c) La provincia de Judea
explica el momento histórico que vivirá el judaísmo Sobre lo que habían sido los territorios de Arquelao
de la época. se estableció la nueva provincia romana de Judea
Al ambiente de descontento e inestabilidad a la bajo lo que se ha denominado «primera adminis-
muerte de Herodes se sumó el vacío de poder. El tración romana». Al frente se encontraba el pro-
sentir antirromano y la tardanza en solucionar curador, acompañado habitualmente por legiones.
y aplicar el testamento de Herodes provocaron Su autoridad abarcaba el campo judicial, el mili-
enfrentamientos. No faltaron los asaltos al palacio, tar y el fiscal. Salvo en el caso del militar, ámbito
los saqueos y las guerrillas; situación duramente en el que la población judía estaba exenta, en los
reprimida por Publio Quintilio Varo, el entonces campos jurídicos y fiscales, los judíos sí pudieron
gobernador de Siria. Desde Roma, Augusto resolvió tomar parte. El Sanedrín fue capacitado para juz-
el testamento de Herodes repartiendo el reino en gar causas judías locales, aunque no podía apli-
tres zonas y privando del título de rey a los here- car la pena de muerte. Los impuestos romanos
deros, que serán ya meros etnarcas. Arquelao recibe eran recaudados por judíos locales, los llama-
Judá, Samaría e Idumea; Antipas se sitúa al frente dos «publicanos». El principal problema de esta
de Galilea y Perea; Filipo gobernará al este, en el administración romana fue la incomprensión de
norte de Transjordania. la espiritualidad judía, lo que provocó frecuen-
En cada una de estas zonas, los acontecimientos tes encontronazos entre las fuerzas romanas y la
se desarrollaron de modos diversos, aunque conclu- población judía. Precisamente a raíz de una nefasta
yendo de manera similar. Filipo tuvo un Gobierno gestión de Poncio Pilato, último de estos procura-
fundamentalmente pacífico y justo. A su muerte, el dores, el jefe de la provincia de Siria, Lucio Vitelio,
territorio fue anexionado a la provincia siria y pos- se hizo cargo de Judea, poniendo fin a la procura-
teriormente entregado a Herodes Agripa. Herodes duría. Posteriormente, Claudio unió la provincia al

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reinado de Agripa, restableciéndose así el antiguo nos especialmente opresores. El desentendimiento
reino de Herodes el Grande. entre ambos pueblos tuvo consecuencias nefas-
Agripa I, nieto de Herodes, gozaba del tas. La terrible gestión de esos procuradores
doble linaje herodiano y asmoneo. Edu- generó situaciones muy críticas: la per-
cado en Roma desde su niñez, gozó secución y matanza de varios predi-
de la amistad de Calígula y luego cadores junto con sus seguidores, el
Al frente surgimiento y refuerzo de movi-
del apoyo de Claudio, lo que le
permitió recuperar el título de de la provincia romana mientos de liberación de tinte
nacionalista, el ajusticiamiento
rey. Como Herodes el Grande, de Judea se encontraba
Agripa trató de ser el perfecto de soldados romanos para
rey para todos: helenista para
el procurador, acompañado contener motines causados
los gentiles y piadoso para los habitualmente por legiones. por actuaciones vejatorias, las
masacres de grupos de pobla-
judíos. Protegió también a la Su autoridad abarcaba ción para contener la actividad
población judía de la diáspora.
Fue tratado con benevolencia el campo judicial, el militar clandestina de los rebeldes, el
por la tradición judía, aunque no y el fiscal asesinato por parte de los rebel-
faltaron manifestaciones contra- des de miembros de la aristocracia
rias. Así, en la Misná, primera obra judía tachados de colaboracionistas,
oficial que compendia la tradición oral los sobornos de prisioneros a cambio de
de la Ley judía, se manifiestan claramente a su libertad, el saqueo de ciudades y aldeas,
favor, mientras que en la Tosefta, la obra con la tra- la extorsión y la promoción del bandidaje a cambio
dición oficiosa, no censurada, recoge voces en con- de comisiones por parte de los mandatarios roma-
tra. La tradición cristiana, en cambio, se refiere a nos… La lista es larga, pero solo muestra algunos de
él de manera absolutamente negativa, haciéndolo los más deplorables episodios que se produjeron a lo
responsable de la muerte de Santiago, el hermano largo de esos veintidós años que duró la «segunda
de Juan, del encarcelamiento de Pedro y atribuyén- administración romana».
dole una terrible muerte enviada por Dios como
castigo. Su temprana muerte, tras solo tres años de d) La primera guerra judía (66-74 d.C.)
reinado, no permitió alcanzar una estabilidad polí- Esa sucesión in crescendo de despropósitos por parte
tica y social. Claudio reinstauró la procuraduría con de los procuradores romanos, unida a unos ánimos
Cuspio Fado. encendidos por parte de la población judía, provo-
Las tensiones sociales provocaron la proliferación caron el estallido de una guerra cruenta. El deto-
de corrientes mesiánicas, la militancia de zelotas nante fue la revuelta popular provocada por el
y sicarios, divisiones en la aristocracia sacerdotal, último de los procuradores, Gesio Floro, quien trató
enfrentamientos entre judíos y samaritanos. A ello de hacerse, torpe e impunemente, con los tesoros
se suma la sucesión de siete procuradores roma- del Templo (objetos sagrados por naturaleza). Esta

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gran rebelión se convirtió en una auténtica batalla La población judía había desaprovechado ese
dentro de la misma ciudad de Jerusalén. El procura- paréntesis en la conquista. No solo no se reorga-
dor, incapaz de enfrentarse a las fuerzas populares, nizaron ni se fortalecieron preparándose para la
huyó dejando atrás una cohorte como defensa de inevitable ofensiva, sino que se segregaron los
Jerusalén. Los zelotas consiguieron ganar adeptos diversos grupos hasta el punto de combatir entre
influyentes. Se suprimió el sacrificio diario dedicado ellos mismos. Fueron tres los líderes rebeldes zelo-
al emperador, lo que venía a ser una declaración de tas que dividieron la ciudad y establecieron una
guerra a Roma. Los grupos partidarios de la paz, cruenta lucha entre ellos. Tácito, en su Libro de las
formados principalmente por aristócratas sacer- historias, describe la terrible situación.
dotales, nobleza herodiana y fariseos destacados,
Acrecida la población con la afluencia de gente
trataron de moderar la actitud de los rebeldes, sin
que se refugió tras sus murallas y las procedentes de
éxito. Esos rebeldes, encabezados por los zelotas, se
las demás ciudades derrotadas, y como habían bus-
apoderaron de la fortaleza Antonia y del palacio de
cado refugio los elementos más fanáticos, actuaban
Herodes. Los soldados romanos fueron aniquilados.
en consecuencia como los más sediciosos. Había tres
Destruyeron los archivos con las listas de deudas,
comandantes jefes y otros tantos ejércitos. Simón
pues no solo querían expulsar al poder extranjero, tenía a su cargo la muralla exterior, que era extensí-
sino instaurar un nuevo orden social. El asesinato sima; el núcleo urbano, situado en medio, lo llevaba
del sumo sacerdote produjo una escisión entre los Juan (al que llamaban también Bar Giora); Eleazar se
mismos rebeldes. había hecho fuerte en el Templo. Juan y Simón tenían
A comienzos del año 67, Flavio Vespasiano fue su fuerza en la muchedumbre de sus hombres y en
encargado de sofocar esta sublevación, al frente de armas; Eleazar, en el lugar que ocupaba. Pero sur-
un ejército lo suficientemente poderoso como para gieron entre ellos luchas y traiciones, y provocaron
asegurarse la victoria. Ante la inminente interven- incendios en los que se quemó una gran cantidad de
ción romana, gran parte de los partidarios de la paz trigo. Poco después, Juan, bajo la apariencia de ofrecer
decidieron abandonar Jerusalén, incluso Palestina, un sacrificio, envió gente para asesinar a Eleazar y a
mientras que algunos indecisos optaban por unirse los suyos. Así resultó dividida la ciudad en dos ban-
dos, hasta que, al acercarse los ejércitos romanos, la
a las filas rebeldes.
atención a la guerra exterior les llevó a reconciliarse
Antes de terminar el año, el general romano, junto (Tácito, Libro de las historias V, 12).
a su hijo Tito, había tomado Galilea. Quedaba por
conquistar únicamente Jerusalén y las tres fortalezas Tito comenzó su ataque desde el monte de los
herodianas: Herodión, Maqueronte y Masada. Pero la Olivos. A finales de agosto (el 9 de Ab, según la tra-
muerte de Nerón interrumpió la campaña, abriendo dición judía, haciéndolo coincidir con la fecha de la
una crisis por la sucesión en Roma. Es ya en el año destrucción del primer Templo a manos de Nabu-
70 cuando Vespasiano es nombrado emperador, y codonosor), Tito logró alcanzar el centro de la ciu-
su hijo Tito retoma la campaña contra Jerusalén. Ese dad. El Templo de Jerusalén ardió en las llamas. Al
mismo año el ejército romano entrará en la ciudad. incendio le siguió una cruenta matanza que fina-

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lizó con la toma definitiva de la ciudad en septiem- pos, en mayor o menor medida, tomaron parte en
bre. La suerte de los supervivientes fue la muerte, los acontecimientos de este intenso período. Si bien
la esclavitud o la deportación a Roma. El arco eran muchos, como parodiaban los miembros
de Tito es el recuerdo de ese trágico final. de aquel Frente Judaico Popular –¿o eran
Así concluye un período que no del Frente Popular de Judea?– de La
tendrá vuelta atrás. Si bien creye- vida de Brian, de los Monty Python
ron posible repetir una reinstau- Tito comenzó (1979), de entre todos ellos Flavio
ración como la vivida a la vuelta Josefo destacó cuatro escuelas o
de Babilonia, toda esperanza su ataque desde el monte
«formas de pensar» (haire-
se quebró tras el año 135 d.C. de los Olivos. A finales sis) que «sostenían puntos de
con la última guerra judía. A la
de agosto, Tito logró alcanzar vista [diferentes] encontrados
vista de que no llegaba el fin en relación con el acontecer
de los tiempos ni era factible la el centro de la ciudad. El Templo
humano» (Antigüedades judías
reconstrucción del Templo en de Jerusalén ardió XIII, 171).
Jerusalén, quedó de manifiesto
que el judaísmo debía reinven- en las llamas �  Los fariseos. Considerados
tarse de acuerdo a las nuevas cir- por Josefo como los de mayor
cunstancias, y que la memoria reco- influencia y autoridad sobre el pue-
pilada y desarrollada por los maestros, blo, podrían ser lo más cercano a un
los rabbíes, debía ser ese nuevo judaísmo. hipotético judaísmo normativo. Su interés
Ahora sí se tratará de implantar una ortodoxia, el se centraba en la Torá, tanto la escrita como la oral,
judaísmo clásico, que marcará todo el judaísmo pues consideraban con rigor el texto de la Biblia,
posterior… Pero esa es otra historia. pero también las interpretaciones y los comenta-
rios de los escribas. Creían en la sacralidad del pue-
blo de Israel; la santidad del Templo trascendía a
2. TENSIONES POLÍTICAS Y RELIGIOSAS las personas, pues eran el pueblo elegido. Por ello
su responsabilidad era mantenerse siempre puros,
a) Fragmentación del judaísmo tal como se debía mantener puro el Templo, por lo
La fragmentación social, política y religiosa del que abogaban por la pureza ritual cotidiana. Con-
judaísmo del Segundo Templo se traduce en la sideraban la providencia divina, siendo Dios y el
diversidad de grupos que coexistieron, a los que destino los responsables de la acciones, aunque los
no se puede denominar sectas. Para ser considera- seres humanos podrían tomar parte en ese pro-
das sectas habría sido necesaria una ortodoxia o un ceso. Creían también en el alma imperecedera, por
judaísmo «oficial» del que distanciarse o diferen- lo que esas decisiones tomadas y acciones realiza-
ciarse, y ese no era el caso. Todas esas formas eran das por el ser humano en este mundo permitirían o
judaísmos. El judaísmo era plural. Todos estos gru- no acceder al mundo venidero.

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Activos en la política desde el período asmoneo, de grupos divergentes de judaísmo en términos de
dinastía contra la que se posicionaron, vivieron un pureza. Únicamente su vertiente social como fami-
paréntesis de influencia bajo el reinado de Salomé lias sacerdotales perduró en la jerarquización de la
Alejandra. Herodes controló de manera dispar su comunidad judía.
participación en el ámbito social, reprimiendo •  Los esenios. Formaron un grupo que destacó por
cualquier discrepancia, ajusticiando a sus líderes su vida comunitaria, con una estructura perfec-
y concediéndoles, para su satisfacción, el cumpli- tamente delimitada en la que imperaba la vida en
miento de la Ley en Jerusalén. Durante la domina-
común: comidas, trabajo, oraciones. Alejados de
ción romana no tuvieron una posición unánime; si
los placeres mundanos y del dominio de las pasio-
bien algunos sectores promovían la revuelta, otros
nes, procuraban satisfacer únicamente las necesi-
abogaban por mantener la paz. Tras el año 70, este
dades básicas. Defendían la modestia, las abluciones
grupo más que desaparecer, podríamos decir que
y los vestidos de color blanco. Su doctrina abogaba
se renovó, junto a los soferim, los escribas doctos en
por una estricta pureza y la observancia rigurosa de
la Ley. Instaurando una nueva forma de judaísmo y
la Ley. Todo ello nos lleva a pensar en este grupo
autodenominándose «maestro», rabbí, en un pro-
como el más místico del judaísmo. Si bien vivían o
ceso más complejo que lo que aquí resumimos.
celebraban en comunidad, estaban integrados en
•  Los saduceos. De carácter mucho menos popu- las ciudades. Solo una parte escindida optó por el
lar que los fariseos, eran fundamentalmente fami- retiro, posiblemente como resultado de una rup-
lias sacerdotales, incluso aristocráticas, que llega-
tura; estos serán «los hombres de Qumrán» (entre
ron a disfrutar de un notable poder. Se localizaban
los que posiblemente no había mujeres, a diferen-
habitualmente en el Templo, el espacio sagrado en
cia de los grupos urbanos originales). Filón los vin-
el que eran líderes. Ajenos a la Torá oral, con su
cula con otro grupo situado en Egipto, los terapeutas,
liturgia en torno a los sacrificios, cuidaban solo de
que defendían la vida contemplativa, dedicada casi
la pureza del Templo, por lo que las leyes de pureza
exclusivamente a la oración y el estudio. A diferen-
fariseas les eran del todo ajenas. A diferencia de los
cia del resto de grupos, carecían de intereses políti-
fariseos, no creían en la resurrección ni en ánge-
cos. Del grupo original urbano se pierde la pista en
les ni en espíritus. En cuanto al destino, lo recha-
medio del cataclismo de la época. En cuanto a los que
zaban; el bien y el mal no son tretas de Dios, sino
se trasladaron al desierto, se sabe que sucumbie-
opciones humanas que marcarán sus vidas. Antes
ron ante el ejército romano cuando este se despla-
de la aparición de Herodes, su poder era nota-
ble, siendo como eran aristócratas de la sociedad zaba hacia Masada, tras la destrucción del Templo.
judía y líderes del Templo. Con el tiempo perdie- La congregación fue aniquilada, pero no sin antes
ron el poder de intervención, aunque socialmente ocultar en las cuevas cercanas uno de sus más pre-
conservaron sus privilegios. Con la destrucción ciados tesoros: su biblioteca, los conocidos manus-
del Templo, ellos mismos desaparecieron como critos del mar Muerto.
grupo significativo. Sus tradiciones perduraron, de •  Los zelotas. Son la «cuarta filosofía» mencio-
acuerdo a referencias rabínicas, pero como restos nada por Josefo, a los que identifica como «bando-

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leros». Si bien los tres grupos anteriores remon- la misma Jerusalén. Como el resto de grupos, no tra-
tan sus orígenes al siglo ii a.C., los zelotas surgen tan de organizar una nueva religión, sino que forman
durante el período de procuradores romanos y son parte de esa pluralidad. En su caso, tras la muerte
el resultado de esta época de inestabilidad. Su de Jesús, al que consideran como el Mesías,
fundador, Judas el Galileo, fue un líder esperaban la llegada del fin de los tiem-
que se caracterizaba por su celo en el pos. Mientras tanto cumplían la Ley y
cumplimiento de la Ley (de ahí el El cristianismo la liturgia del Templo. A diferencia
nombre del grupo). Posiblemente surge como otra forma de otros grupos judíos, algunos
procedente del fariseísmo, entre líderes, como Pablo, difundieron
sus creencias religiosas des- de judaísmo en la misma Jerusalén. sus creencias entre la población
taca su esperanza escatológica Como el resto de grupos judíos, gentil. Este hecho fue aleján-
y el reconocimiento de Dios dolos de su raíz judía, hasta
como único dirigente posible
no tratan de organizar una
que finalmente los judeocris-
para Israel. Fueron un grupo nueva religión, sino que forman tianos se convirtieron en una
combatiente, militantes acti- parte de la pluralidad minoría dentro del cristia-
vos contra el dominio extran- nismo, que subsistió en Pales-
jero, por lo que fue el principal del judaísmo tina. Se les supone en Jerusalén,
grupo beligerante contra Roma. de la época liderados por familiares de Jesús,
Los sicarios pudieron ser una rama para posteriormente, con las suce-
especialmente violenta de este grupo. sivas crisis generadas por las guerras
Llamados así por el puñal curvo que lle- con Roma, trasladarse hacia otros centros
vaban oculto bajo el manto y con el que asesina- –Galilea, Siria, Transjordania– hasta su desapari-
ban a destacadas personalidades que encontraban ción, como muy tarde, en el siglo iv.

entre la multitud, romanos o judíos «colaboracio-


nistas». Defendieron el último reducto judío tras b) Descontento social: los predicadores
la caída de Jerusalén: Masada, donde resistieron el
Una sociedad fragmentada, sometida a un poder
cerco hasta que, ante la inminente entrada de los
extranjero y envuelta en una grave crisis nacio-
romanos, optaron por el suicidio (o crimen) colec-
nal-religiosa era el espacio propicio para la proli-
tivo.
feración de predicadores. Unos predicadores que,
Zelotas y sicarios, como grupos combatientes mediante la ilusión de unos milagros y la promesa
contra los romanos, desaparecieron al concluir la de un cataclismo que pusiera fin a la crisis, res-
primera guerra judía, ajusticiados, encarcelados o pondían a la insatisfacción y el temor que sentía la
esclavizados. gente. La promesa de una intervención divina que
• Judeocristianos. Cabe sumar un quinto grupo a pusiera fin a esa amargura colectiva era bienvenida
las cuatro escuelas de Josefo, los judeocristianos. El en la variada y mermada sociedad judía. Pero ese
cristianismo surge como otra forma de judaísmo en mesianismo infundía sospechas entre los dirigen-

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