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Bloque II
Unidad 3. Las fuentes de información especializadas. Tipos. Características.
Sistemas de información Académica y Científica en Acceso Abierto. Concepto.
Tipos. Características. Criterios para evaluar fuentes de información.
Según el soporte
Impresas
Audiovisuales
Mecanizadas
Virtuales
Según el acceso al
Inmediata, puntual y precisa
contenido
Mediata o diferida
Largamente diferida
Según el nivel
Primarias
informativo o el grado
de originalidad
Secundarias
Terciarias
Inéditas
Reservadas
En cuanto a la clasificación en la que hacemos foco en el servicio de información o referencia
(según el nivel informativo o el grado de originalidad), nos orientaremos con la
clasificación propuesta por Susana Romanos de Tiratel (1996)
Fuentes primarias secundarias Fuentes terciarias
Colección de referencia:
fuentes bibliográficas
Macromundo Micromundo
Bibliográfico Bibliográfico
Contenidos Guías de obras de
Libros (monografías) corrientes referencia general
Publicaciones Bibliografías: Índices de
seriadas (como internacionale citas Bases Manuales de
s, nacionales,
unidad) Artículos de de datos referencia general
especiales,
publicaciones generales, bibliográficos
periódicas especializad
Bases de datos Bibliografías de
as,
Publicaciones bibliográficos bibliografías
comerciales,
con resúmenes
oficiales exhaustivas,
selectivas.
Publicaciones de
congresos y
conferencias Catálogos
Leyes y decretos
Fotografías
Partituras
Diccionarios
Musicales Fuentes
Películas Enciclopedias
(filmaciones) geográficas: atlas,
Grabaciones Fuentes diccionarios
sonoras Etc.
biográficas geográficos, guías
Fuentes de turísticas
información
factual: anuarios,
almanaques
mundiales,
directorios, fuentes
estadísticas.
A continuación, analizaremos sucintamente algunas fuentes de información que pueden
sernos útiles en una UI especializada. Además, como podrá ver a continuación, en este tipo
de bibliotecas las fuentes de la colección de referencia más utilizadas son aquellas que
Romanos de Tiratel denomina fuentes bibliográficas (macro y micro mundo
bibliográfico)
JCR tiene dos ediciones anuales, JCR Science Edition y JCR Social Sciences Edition. La
ventana de publicación es de dos años retrospectivos, aunque existe un Factor de Impacto
con los datos de 5 años atrás. Esta herramienta no mide el factor de impacto para Arte y
Humanidades, salvo para Historia y Lingüística.
Para comprender mejor la utilidad de estos dos últimos índices, es importante que
comprendamos algunos conceptos esenciales vinculados a la Bibliometría. Para ello, le
proponemos que lea el siguiente texto:
Ardanuy Baró, J. (2012). Breve introducción a la bibliometría. La base de datos scopus
y otros e-recursos del CBUES como instrumento de gestión de la actividad investigadora; 1.
Recuperado de
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/30962/1/breve%20introduccion%20bibliometri
a.pdf
Al leer, haga foco en los conceptos bibliometría e indicadores de visibilidad o impacto. Lea
con atención y remarque aquello que no comprende. Tenga una actitud proactiva y
busque en fuentes y obras de referencia información que pueda orientarla/o. Si aun así
no lograr comprender de manera introductoria estos conceptos, no dude en preguntar a la
docente.
∙ Bibliografías: Como obra de referencia, una bibliografía es una lista ordenada de fuentes
de información realizada de acuerdo con ciertos requisitos preestablecidos y que asume
distintas formas según el tipo de datos y de materiales incluidos. La bibliografía, como
obra de referencia siempre estará constituida por el “asiento bibliográfico” que describirá
el documento o material incluido, complementado y enriquecido por otros datos tales
como anotaciones, reseñas críticas y resúmenes. Las bibliografías pueden ser
internacionales, nacionales, especiales, generales, especializadas, comerciales,
exhaustivas, selectivas, etc. Ya profundizaremos sobre el concepto de la bibliografía y la
técnica para su compilación.
∙ Sitios Web que por expreso deseo de sus propietarios o creadores no son indizadas
por los motores de búsqueda generales.
∙ Sitios Web que, para acceder a la información del mismo requieran loguearse (usuario
y contraseña), aun cuando dicha información sea gratuita.
∙ Sitios Web que se sitúan en servidores abiertos pero a los cuales no se puede acceder
desde ningún enlace exterior. Estos sitios no son visitados por los sistemas
denominados robots (porque se encargan de rastrearlos y recuperarlos para
hacerlos visibles) y por tanto no son indizadas. Se los conoce como sitios
“islas”.
Luego también está la Web privada a la que solo tienen accesos usuarios concretos que
pertenecen a determinada organización. Por ejemplo información que circula por una
red interna (Intranet) de una organización. Esa información no es accesible a través de
los motores de búsqueda para el acceso común.
Por tanto, los Sistemas de Información nos ayudan a acceder a la denominada Web
profunda para hallar información valiosa que no es posible recuperar desde buscadores
o metabuscadores generales.
Comencemos por definir de manera simple e intuitiva qué es un Sistema de Información.
Un sistema de información tiene siempre tres componentes: una entrada, un proceso o
tratamiento y una salida. En el caso de los sistemas de información, la entrada puede ser
el pedido o la necesidad de información que se le requiere al sistema, que, si es un sistema
automatizado, procesará buscando reunir ciertos temas pero dejando por fuera otros que
no tengan que ver con el pedido que se le hace. Y la salida será la información recuperada,
que en situaciones ideales será información pertinente, o sea, justo aquello que se
necesitaba.
¿Y con qué sistemas de información automatizados y en línea nos podemos encontrar?
Por un lado, tenemos el tipo de Sistema de Información Base de Datos (BD). Pero dentro
del universo de las BD hay particularidades.
Repasemos qué es una Base de Datos. Rosa Monfasani (2013, p.78) propone la siguiente
definición: ‘conjunto de información estructurada y organizada, que se encuentra
almacenada en un soporte electrónico, legible por computadora, que posibilita su posterior
recuperación. Está compuesta por registros, cada uno de los cuales posee campos que
contienen los datos de un recurso de información’, que puede ser un libro, una revista, una
partitura, una pintura, etc. Es decir, un recurso de información sería un documento:
información registrada en algún soporte (papel, digital, cinta magnética, etc.)
Veamos los registros que se recuperaron a través de una búsqueda en la Base de Datos
denominada BVS: Biblioteca Virtual en Salud https://bvsalud.org/es/
Tengamos en cuenta que cuando decimos registros nos referimos al conjunto de datos que
identifican un documento, también llamado ítem o recurso de información. Los registros
bibliográficos en un sistema automatizado reemplazan a las fichas catalográficas del
antiguo catálogo manual (fichero)
Ahora veamos un registro y sus campos. Para eso, seleccionamos (pinchando o clikeando)
uno de los registros y ahí lo vemos completo. Elegí un artículo de una revista cuyo título en
español es Detección precoz de los trastornos del desarrollo (parte 2): trastornos del
espectro autista. Autoría de Galbe Sánchez-Ventura, José; Pallás Alonso, Carmen Rosa;
Rando Diego, Álvaro; Sánchez Ruiz-Cabello, Francisco Javier; Colomer Revuelta, Julia;
Cortés Rico, Olga; Esparza Olcina, M Jesús; Gallego Iborra, Ana; García Aguado, Jaime;
Merino Moína, Manuel; Mengual Gil, José María.
Publicado en la revista Pediatr. aten. prim ; 20(79): 277-285, jul.-sept. 2018. tab,
graf Artículo en Español | IBECS | ID: ibc-180956. Pueden observar cómo se
visualiza.
Descripción de la imagen: se observa el registro bibliográfico completo con datos sobre el
documento, tales como título de la revista donde se publicó el artículo, idioma en el que está
escrito, la ubicación en la biblioteca, que está disponible a texto completo, en qué base de
datos se indiza, temas del contenido, etc.
Las Bases de Datos (BD) suelen almacenar gran cantidad de información. Para recuperar
aquella que uno necesita, el sistema BD ofrece recuperarla a través de diferentes puntos de
acceso.
Los puntos de acceso justamente son aquellos datos que indizadores y catalogadores
brindan a las/os usuarias/os para la recuperación de los recursos de información. Por
ejemplo: responsable (autor, compilador, director, etc.), título, términos o palabras clave que
representen el contenido del recurso de información de manera sucinta, etc.
La Biblioteca Virtual en Salud, para seguir con el mismo ejemplo, ofrece los siguientes
puntos de acceso (vías) que permiten especificar datos para la búsqueda:
Si pincho o clickeo en alguno de ellos, ¿qué sucederá? ¿podré leer un libro de Cesare
Pavese? Probemos clickeando en el primero que figura en el listado recuperado:
¿Qué sucedió? Bien, la base de datos catálogo me permite ver el registro completo de un
recurso de información, en este caso de un libro que se titula Cartas, 1926-1950. Me dice
que es un tipo de documento o recurso “libro”, muestra algunos datos de pie de imprenta
(casa editora, fecha de publicación), me indica que está en la Biblioteca Central, en la
colección de préstamo y me dice exactamente dónde se ubica en el estante a través de la
signatura topográfica: 82-6 P 5 50727. Me avisa que el libro (recurso de información) está
disponible para retirarlo en préstamo. Y me brinda otros tantos datos que pueden servirme.
Sin embargo, el texto, las cartas de Pavese no están en texto completo aquí para que yo las
lea. ¿Por qué? Por varias razones, una es que ese recurso no es de acceso abierto, no tiene
licencias que permiten su uso, descarga, difusión. Todavía tampoco es de dominio público.
Los derechos de autor siguen vigentes.
Pero la razón que nos interesa ahora es que esta Base de datos / Catálogo no se propone
brindar acceso al contenido de cada recurso. El interés de un catálogo es organizar la
información física de una Biblioteca para indicar qué posee y en qué lugar físico de la
Bibliotea se encuentra a fin de encontrarlo para su préstamo in situ o a casa.
Bases de datos referenciales: proveen listas de centros o fuentes que poseen información.
Ejemplos de este tipo de BD son los catálogos colectivos (en un solo lugar o dirección online
confluyen catálogos de varias instituciones) o los directorios, que son listados ordenados
que en vez de referenciar recursos de información (libros, revistas, etc.), referencian
instituciones o sistemas completos de información.
Observe el siguiente ejemplo: http://roar.eprints.org/. Es una base de datos que describe y
localiza Repositorios de Acceso Abierto (ROAR, por su sigla en inglés: Registry of Open
Access Repositories). Se trata de una base de datos internacional que indexa la creación,
ubicación y crecimiento de los repositorios institucionales de acceso abierto y sus
contenidos. ¿Se acuerdan que en el primer conversatorio mencionamos a los repositorios
institucionales argentinos de organizaciones estatales que producen conocimiento? Bases
de datos no bibliográficas: se trata de sistemas cuyos recursos de información son
imágenes, mapas, gráficos, es decir información no textual. Observe el siguiente ejemplo:
http://atvs.ii.uam.es/atvs/BIOGIGA_database.html Se trata de una BD que alberga
imágenes corporales. Para mayor información sobre el uso de dichos datos puede leer el
siguiente artículo: Moreno-Moreno, M; Fierrez, J.; Tome, P; Vera Rodríguez, R. Parrón, J. &
Ortega-García, J. (2009). Biogiga: base de datos de imágenes sintéticas de personas a 94
GHZ con fines biométricos. Revista Avances en Sistemas e Informática 6(2), pp.167-184.
Disponible en: https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/665403/biogiga_moreno
moreno_URSI_2011.pdf?sequence=1
Bases de datos de texto completo: brindan acceso al contenido completo o en parte de
los recursos de información. También suelen aportar las referencias bibliográficas de dichos
recursos. Un ejemplo de este tipo de bases de datos son los repositorios de acceso abierto.
Observe el siguiente ejemplo: http://sedici.unlp.edu.ar/. Se trata del repositorio de la
producción de la Universidad Nacional de La Plata.
Bases de datos factuales: proporcionan datos sobre series cronológicas, entradas de
directorios, información de tipo estadística, información numérica o alfanumérica y la fuente
de donde se recuperó dicha información. Observe el siguiente ejemplo:
https://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/info/dbases.htm . Es una BD estadística de la
Organización Internacional del Trabajo.
Recordemos que todas las Bases de Datos son Sistemas de Información. Ahora bien,
hay Sistemas de Información que contienen información científica o académica. Según
Abadal, E. & Codina, L. (2018) “Un Sistema de Información Científica (sic) es un conjunto
de elementos interrelacionados en el servicio del procesamiento de documentos
científicos con el objetivo de satisfacer necesidades de información de sus usuarios” (p.
162).
¿Por qué nos interesan particularmente estos SIC? Porque al depender de organizaciones
que generan o tutelan información académica y científica, dicha información está sometida
a la evaluación y validación de pares investigadores. Esos pares serán los encargados de
avalar el material, refutarlo o incluso denunciarlo por plagio, si fuera el caso. Para quienes
trabajamos en bibliotecas y espacios similares, acceder a sistemas de información científica
nos permite saber que dicha información tiene “vedores o auditores” especialistas en cada
materia, lo cual respalda de alguna manera la calidad de dichas publicaciones.
Por ejemplo, en un sistema de información llamado repositorio institucional de una
universidad podemos encontrar varios tipos de documentos o recursos de información.
Entre ellos, podemos encontrarnos con tesis. Las tesis son trabajos de investigación que,
de aprobarse, le permiten al / a la tesista obtener un título (puede ser una licenciatura, un
magister, un doctorado o un post doctorado). Cada tesista es acompañado durante el
proceso de elaboración de su tesis por un tutor o director de tesis que, por lo general es
un/a docente con experiencia en el tema de tesis y con experiencia como investigador/a.
El/la director/a aprobará la tesis si cumple con las condiciones que la casa de estudios
solicita para tal fin, pero además deberá adecuarse a un método de investigación. Una vez
que el/la directora/a apruebe la tesis, se enviará la misma a un grupo de evaluadores
(también investigadores y muchas veces docentes). Una vez pasada esa instancia, y
aprobada la tesis por director/a y evaluadoras/es, por lo general se conforma un nuevo
espacio de evaluación donde la/el tesista deberá defender públicamente su tesis ante un
jurado evaluador y, muchas veces, delante de personas externas que decidan asistir. (Por
lo general, asisten amigas/os y familiares del tesista, pero bien podría acceder cualquier otro
interesado). Es decir, que una vez defendida y aprobada la tesis recién se publicaría la
misma en el repositorio institucional. A esta altura estamos en condiciones de afirmar que,
mal o bien, ese documento tesis tendrá un mínimo nivel de calidad académica que permitió
su aprobación. Por tanto, desde la Biblioteca podemos tener cierta calma al saber que si
sugerimos dicho material a nuestras/os usuarias/os, estamos ofreciendo un material que ha
pasado por ciertos “chequeos” de expertas/os en el tema.
Los portales de revistas que, técnicamente también son Bases de Datos pero suelen tener
una especificidad, ya que los portales de revistas suelen estar ligados a una gran editorial
concreta, mientras que las BD propiamente dichas son multieditoriales. Ejemplos de portales
de revistas de Acceso Abierto son Scielo, Redalyc, eRevistas, Latindex, Dialnet, Portal de
revistas de la Universidad Nacional de Córdoba, Núcleo Básico de Revistas de Conicet
(Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) Aquí, las URL de cada uno de
los ejemplos:
Scielo en español: (Scientific Electronic Library Online)
https://scielo.org/ Scielo Argentina: http://www.scielo.org.ar/scielo.php
Scielo España: https://scielo.org/es/
SciELO es un modelo para la publicación electrónica cooperativa de revistas científicas en
Internet. Especialmente desarrollado para responder a las necesidades de la
comunicación científica en los países en desarrollo y particularmente de América Latina y
el Caribe, el modelo proporciona una solución eficiente para asegurar la visibilidad y el
acceso universal a su literatura científica, contribuyendo para la superación del fenómeno
conocido como 'ciencia perdida'. Además, el Modelo SciELO contiene procedimientos
integrados para la medida del uso y del impacto de las revistas científicas.
Redalyc: www.redalyc.org
eRevistas: https://ddd.uab.cat/pub/ciencies/ciencies_a2012m3n21/suplement/index.html.4
Latindex: Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América
Latina, el Caribe, España y Portugal. https://www.latindex.org/latindex/inicio Dialnet:
https://dialnet.unirioja.es/ Además de indizar revistas y artículos de revistas, contiene
libros (algunos a texto completo, otros solo su resumen), tesis y ponencias de congresos.
Es un sitio sostenido por la Universidad de La Rioja, España Portal de revistas de la
Universidad Nacional de Córdoba: https://revistas.unc.edu.ar/ Núcleo Básico de revistas
de Conicet: http://www.caicyt-conicet.gov.ar/sitio/comunicacion cientifica/nucleo-
basico/revistas-integrantes/
Estos son solo algunos ejemplos de portales de revistas en Acceso Abierto. ¿Quién
descubre qué otros portales de este estilo existen?
Ejemplos de portales de revistas por suscripción (o sea, pagos, o sea que no adhieren al
Acceso Abierto) Springer Link, Emerald Insight, Sage Journals, Taylor & Francis online.
Repositorios: son depósitos que almacenan, de manera digital, documentos, que pueden
ser académicos o no. Su impulso está dado esencialmente por las instituciones que
adhieren y favorecen el Acceso Abierto a la información científica. Se alimentan a través
de la llamada Vía Verde o autoarchivo. Esto significa que son las/os propia/os autora/es
la/os encargados de poner a disposición su producción en dichos repositorios de manera
voluntaria.
Los repositorios son indexados por Google Scholar (Google Académico) y también por
recolectores (más adelante se explica qué es un recolector) y agregados. Esto significa que
el buscador académico Google Scholar explora permanentemente en dichos repositorios
para rastrear la información que los usuarios realizan al hacer búsquedas. El buscador crea
un índice propio producto del rastreo en los repositorios y otros sitios, lo que le permite tener
una rápida reacción en la recuperación de la información. De allí el término indexación.
Los repositorios pueden ser institucionales o temáticos. Los institucionales almacenan la
información producida por los miembros de dicha organización. Por ejemplo, repositorios de
universidades, tales como Memoria Académica
(http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/), el repositorio de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata
Los temáticos almacenan información sobre un tema en particular, sin importar la afiliación
que los autores tengan a instituciones. Ejemplo de repositorio temático: E-lis
(http://eprints.rclis.org/), repositorio sobre Bibliotecología y Ciencia de la información.
¿Conocen la ley nacional 26899? Se trata de una normativa que establece la creación de
un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y, entre otras cosas, indica que
los espacios generadores de conocimiento sostenidos por el Estado nacional
(universidades nacionales, Conicet, INTA, INTI, etc.) tienen la obligación de hacer
disponible los conocimientos que generan. ¿Y cómo deben hacerlo? A través de los
denominados repositorios institucionales. Por tanto, si queremos buscar repositorios
nacionales, sabemos que podremos encontrar muchos en sitios de universidades y
espacios generadores de conocimiento, todos sostenidos por el Estado nacional. ¿Quién
se anima a encontrar alguno más aparte de Memoria Académica, el ya mencionado de la
Facultad de Humanidades y Cs. de la Educación de la UNLP?
Redes sociales académicas: tienen las mismas características que las redes sociales
populares (Facebook, Instagram, Twitter, etc.) pero se centran en el ámbito académico.
Ofrecen vínculos para la cooperación entre las/os autoras/es.
Como cualquier red social, se requiere el armado de un perfil personal pero en el cual se
registran datos que tienen que ver esencialmente con la actividad académica, científica y/o
técnica de la persona.
Científica.
También es importante que repase algunos conceptos y paradigmas esenciales que han
colaborado en la difusión del conocimiento académico y científico, por ejemplo el
movimiento de Acceso Abierto.
El OA (Open Access) ha posibilitado la creación de sistemas tales como publicaciones
periódicas en línea, softwares de código abierto, repositorios temáticos e institucionales.
¿Conoce otras fuentes que se utilicen en los servicios de información de las UIE
(Unidades de Información Especializadas)? ¿Cuáles?
En la materia Fuentes y Servicios de Información III profundizará los conocimientos sobre
algunas de estas fuentes especializadas.
Criterios para evaluar fuentes de información
Parte de nuestro trabajo, como referencista, es evaluar periódicamente las fuentes y
obras de referencia de que disponemos para brindar un servicio que responda a las
necesidades de información de los usuarios de la biblioteca en la que nos
desempeñamos. Disponer de criterios objetivos para evaluar las fuentes que utilizamos o
que sugerimos permitirá que brindemos información fiable y de calidad.
Esta capacidad de evaluación criteriosa diferencia a un buen buscador de un profesional de
la información calificado.
1. Tipo de fuente: ya vimos que según qué tipo de fuente sea, aporta información diferente.
No es la misma información la que se presentará en un artículo de divulgación o en un
ensayo científico que la que se presentará en una revista científica. Por tanto, a la hora de
evaluar el recurso, es importante saber si estamos frente a una fuente primaria, secundaria,
terciaria. En caso de encontrarse frente a una fuente primaria de tipo revista científica
(publicación periódica o seriada), tenga en cuenta si posee comité de referato (arbitraje), es
decir si se realiza una evaluación por pares.
2. Cobertura temática. Qué ítems están incluidos en esta fuente. La cobertura sólo está
explicitada o definida a través de la metainformación, como sería la introducción.
∙ Profundidad. Nivel de detalle del tema y nivel de la audiencia a la que está orientado ∙
∙ Formato. Un recurso que provee ligas (links, vínculos) puede restringir su cobertura a cierta
clase de recurso. Por ejemplo Telnet, Gopher o FTP deben ser excluidos de un sitio WWW
orientado
Existen otros factores específicos relacionados con el contenido de una fuente, que
incluyen:
deberá ser contrastada con otras Fuentes o con otro tipo de información que el evaluador
tenga (ej.: ¿existen prejuicios ideológicos o políticos? O ¿la información es para publicitar o
apoyar un punto de vista particular?) ¿El tema o especialidad del recurso cubre todos los
aspectos? ¿Los cubre con profundidad? ¿Ofrece más de una perspectiva? ¿Añade
información valiosa? ¿Existe evidencias de que los hechos han sido contrastados? ¿Cita
bibliografía sobre el tema? ¿La información está actualizada? ¿El recurso tiene fecha de
creación o fecha de actualización?
∙ Autoridad. ¿Está bien determinado quién es el autor o los autores? ¿Cuál es la función o
∙ Originalidad. ¿El contenido de este recurso está disponible en otros formatos (Gopher,
impreso, CD-ROM)? ¿Cuáles son las ventajas particulares que este recurso tiene? Si esta
fuente se deriva de otro formato, ¿tiene las mismas características que el original o tiene
otras que hacen que se complementen? ¿Esta fuente se encuentra disponible en diversos
lugares, ediciones y formatos? Algunas veces encontrar redundancia puede ser valioso,
dado que si un sitio no está disponible se puede pasar a otro con iguales o similares
características
∙ Links hacia otros recursos. En caso de que el valor del sitio radique en los links con otros
∙ Calidad de la redacción. ¿Cuál es la calidad de la redacción del texto? ¿Los links del
∙ Gráficas y diseño en multimedia. ¿Este efecto visual viene a enriquecer el recurso? ¿Este
∙ Propósito y auditorio. ¿El propósito del recurso está claramente definido? ¿A qué tipo de
audiencia o usuarios va dirigido este recurso? ¿A qué nivel esta fuente está dirigida:
expertos en la materia, estudiantes o público en general? ¿Esta fuente podrá satisfacer las
necesidades del usuario al que va dirigida? ¿El grupo al que va dirigido este recurso tiene
la conectividad para acceder al mismo?
3. Revisión, crítica (reviews). Las críticas o evaluaciones que se hacen al sitio ¿qué
dicen?
12. Inclusión: ¿es un Sistema de Información inclusivo? ¿Permite que los software o
aplicaciones para personas ciegas o con visión reducida puedan “leer” fácilmente la
información? ¿Tienen en cuenta a las personas con autismo? Solo por dar un ejemplo, a las
personas con autismo les es extremadamente invasivo y desestabilizante que un sitio que
contenga videos, los abra sin preguntar, algo que sucede en Facebook desde hace un
tiempo. ¿Tienen disponible intérpretes de señas, por lo menos para los videos? ¿Ofrece
subtitulados para sus videos? ¿Los diseños de contraste y colores de las pantallas están
pensados para contemplar dificultades que puedan tener personas a las que les cuesta
mantener la atención?
13. Política de uso de datos ¿Qué políticas de uso de datos tiene? ¿La política está
explicitada? Por lo general aparece cuando hay que loguearse en un sitio o crearse una
cuenta. Allí, antes de finalizar el proceso de logueo se nos solicita tildar la opción “He leído
y acepto las condiciones o las políticas de uso”. Es esencial leer dichas políticas antes de
aceptarlas, especialmente cuando el uso que deseamos hacer del sitio no es personal sino
en el marco de un trabajo institucional.
Referencias Bibliográfícas
- Ardanuy Baró, J. (2012). Breve introducción a la bibliometría. La base de datos scopus y
otros e-recursos del CBUES como instrumento de gestión de la actividad investigadora; 1.
Recuperado de
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/30962/1/breve%20introduccion%20bibliometri
a.pdf
Blázquez Ochando, M. (2015). Fuentes de información especializadas: Fuentes de
información en Humanidades, Ciencias Sociales, Ciencia y Tecnología. Recuperado de:
http://ccdoc-fuentesespecializadas.blogspot.com.ar/2015/03/05-tipologia-documental-de
las-fuentes.html
Carrasco, R. F. (2003). Criterios para evaluar la calidad y la fiabilidad de los conocimientos
en Internet. Revista española de documentación científica, 26(1), 75-80. Recuperado de:
http://redc.revistas.csic.es/index.php/redc/article/viewFile/226/282
-Medina, C. (2020). Conversatorio: Sistemas de Información y Recursos Abiertos
Educativos. Buenos Aires: Biblioteca Central de la Provincia.
- Smith A. (2001). Evaluation of information sources. En The World-Wide Web Virtual
Library. Recuperado de http://www.vuw.ac.nz/~agsmith/evaln/evaln.htm - Universidad de
Málaga. (s.f). Cómo evaluar Fuentes de información. Recuperado de:
https://www.uma.es/ficha.php?id=78348
∙ Cita directa: reproduce exactamente un texto ajeno tal como está escrito en el
documento del que se ha tomado. Se incorpora al texto propio para contrastar
afirmaciones, para definir, para sustentar un concepto teórico que nos parece
colocarlo tal como lo ha dicho el autor en su forma original.
Ejemplo. Texto:
La recuperación de la información es un procedimiento que consiste en extraer
información de un fondo documental basándose en comparar las necesidades de
información de los usuarios con los documentos existentes en ese fondo. De realizar
el proceso de comparación se encarga un programa informático sin intervención
directa del usuario, quien únicamente debe expresar su necesidad de información
al programa a través de un interfaz al uso (Codina, 2005, p.381) […]
∙ Cita de cita: se utiliza para citar a un autor que ha sido mencionado por otro, pero cuya
obra no hemos consultado directamente, de primera mano. En los trabajos de
académicos y/o de investigación no es bueno que aparezcan citas de citas. Lo ideal
es siempre realizar citas de primera mano. Pero en ocasiones eso se nos hace
imposible y entonces, como último recurso está bien utilizarla.
Ejemplo. Texto:
Fue Brookes, citado por Moreiro (2005, p. 36), quien formuló la ecuación
fundamental de esta ciencia: <<dado un estado del conocimiento, que se ve afectado
por algún incremento de información, se tiene como resultado un nuevo estado del
conocimiento>> […]
¿Pero con qué estilo y formato se incorporan las citas en un texto? Si la cita es
breve, es decir, que ocupa tres o cuatro renglones, se puede presentar intercalada en el
texto y encerrada entre comillas dobles “”
Ejemplo. Texto:
“Se consideran Fuentes de información a los materiales o productos, originales o
elaborados, que aportan noticias o testimonios a través de los cuales se accede al
conocimiento, cualquiera que este sea” (Carrizo, 2000, p. 38)
Entre las instituciones que dictan normas para las citas y referencias bibliográficas, García
Zorita (2013, 96-97) menciona a:
∙ La Harvard University que elabora el sistema de cita Harvard, también conocido como
el sistema autor-año, es decir, un sistema de citas y referencias abreviado, con los
datos esenciales para la identificación del recurso de información citado o
referenciado.
Todas las normas mencionadas son similares. A menos que dentro de un ámbito en el
que uno desee publicar se especifique la obligatoriedad de utilizar uno u otro sistema
(norma o estilo), se puede utilizar el que a uno más le agrade. Sin embargo, es
importante que una vez elegida la norma se aplique de manera uniforme a todas las
citas y referencias utilizadas a lo largo del trabajo.
A la hora de realizar citas y referencias bibliográficas es importante tener en cuenta
algunos principios básicos, tal como los que establece AENOR (2013, pp.7-8):
1. La información que se incluya en una referencia debe ser la suficiente
para identificar con claridad el recurso. No debe colocarse información
redundante ni superflua, solamente aquella que permita identificar sin
ambigüedad el recurso de información.
2. Quien realiza la referencia determina el nivel de especificidad apropiado en la
descripción bibliográfica. A veces habrá que adaptarse a lo que impongan las
normas o estilo de cita que se esté utilizando o que se imponga por parte de
una revista, por ejemplo, para la presentación de un artículo o por parte de los
organizadores de una jornada o congreso, si lo que se desea es presentar una
ponencia.
3. Siempre que sea posible, los datos que se incluyan en una referencia se
deberían obtener del recurso citado (de primera mano). Solo en caso que esto
no fuera posible, se puede obtener por otra vía.
4. Los datos anotados en la referencia deben reflejar el ejemplar o la ocurrencia
concreta del documento usado. Esto es importante porque puede haber varias
ediciones, traducciones o actualizaciones del mismo recurso. Es importante
poder brindar los datos que identifiquen la versión que tenemos en mano.
5. Repetimos algo que ya hemos mencionado pero que es sumamente importante
a la hora de citar y referenciar: no importa cuál sea el estilo que adapte, lo
importante es que se debe usar el mismo esquema de estilo,
formato y puntuación para todas las citas y referencias de un mismo
documento.
A continuación le recomendamos dos sitios, uno que brinda ejemplos para la elaboración
de citas y referencias bibliográficas según la norma ISO 690-2013. Se trata de la Guía
temática sobre citas bibliográficas UC3M: UNE-ISO 690:2013, elaborada por la Universidad
Carlos III de Madrid y la pueden ver clickeando aquí:
https://uc3m.libguides.com/guias_tematicas/citas_bibliograficas/une-iso-690
Bibliografía de referencia
Por otra parte, también les recomendamos que accedan al módulo 4. Uso ético de la
información. Plagio y citas bibliográficas de UNED. Grados en Pedagogía y Educación
Social disponible en
http://horarioscentros.uned.es/archivos_publicos/qdocente_planes/378219/modulo4.pdf.
Entre las páginas 8 y 11 se brindan ejemplos para la confección de referencias
bibliográficas en estilo APA.
Tema: Bibliografía
El ser humano, desde sus orígenes, ha ido plasmando sus conocimientos en diversos
soportes.
La multiplicación de toda esa información siglo tras siglo ha generado la necesidad natural
de elaborar instrumentos para poder conocerla y controlarla. En ese proceso, la
BIBLIOGRAFÍA ha sido un pilar clave.
Aunque el concepto de Bibliografía ha evolucionado mucho a lo largo de la Historia, aún hoy
resulta ambiguo y complejo ya que, según el autor, zona geográfica o corriente analizada,
puede referirse a:
• CONCEPTO ANGLOSAJÓN, que concibe la Bibliografía como ciencia del libro, dividida
en tres aspectos: analítico (estructura y descripción del libro), histórico (estudio de los
métodos de producción) y sistemático (elaboración de listas de libros). En esta corriente,
originada en el siglo XVIII por libreros franceses como Née de la Rochelle, destaca
especialmente ROBINSON.
Aunque los diferentes teóricos no se pongan de acuerdo acerca del alcance y naturaleza
del concepto o de los documentos que pueden ser objeto de bibliografías, hoy parece
evidente que, con la incidencia de las NTIC (Nuevas Tecnologías de Información y
Comunicación), pueden recoger publicaciones en todo tipo de soportes y que incluso los
propios repertorios pueden presentarse en distintos formatos.
Técnicas de compilación bibliográfica. La elaboración de repertorios bibliográficos.
La compilación bibliográfica
-una relación familiar o de amistad con alguien (por ejemplo, hacer la bibliografía de las
obras de un abuelo nuestro que fue escritor). Esta vinculación no se debe desaprovechar,
pero no debe condicionar la elección de un tema al cien por cien si el tema en cuestión no
nos agrada.
-una necesidad académica, por ejemplo, elaborar un instrumento de utilidad para el trabajo
o para los usuarios del centro donde se trabaja.
-o simplemente el gusto por dar a conocer un tema inédito o la curiosidad por algo.
No obstante, para la elección del tema deben tenerse en cuenta las propias
limitaciones del bibliógrafo, especialmente:
Millares Carlo (Técnica de la investigación bibliográfica) también señala algunos puntos que
deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un tema entre otros que no sea demasiado
amplio (o sea, que se pueda abarcar), que la falta de datos no impida su elaboración y que
sea un tema o asunto de interés para el bibliógrafo.
Los campos básicos a tener en cuenta son:
En primer lugar, debería plantearse, ante los diversos temas que se nos pueden ocurrir, si
merece la pena abordarlos, es decir, si son útiles, si aportan algo, si son de interés
general.
Oportunidad
Cuando se elige un tema, hay que estudiar las circunstancias que rodean a ese tema antes
de abordarlo. Una bibliografía puede perder inmediatamente su vigencia si sobre el tema en
cuestión se desarrolla un movimiento de especial interés que “dispara” las publicaciones
dedicadas a ello.
Destinatarios
Se debe tener en cuenta al destinatario de la bibliografía y, al redactarla, plantear si va a
estar dirigida a especialistas, interesados en general, estudiantes o público heterogéneo.
Esto puede influir muchísimo en la redacción del repertorio, por ejemplo en el tipo de
descripción, la forma del análisis del contenido, el tipo de material que se va a incluir, etc.
Una vez elegido el tema o asunto de la bibliografía, hay que ver si sobre ese tema se ha
hecho ya alguna bibliografía y cuáles son sus características. Para intentar localizar esas
posibles bibliografías anteriores tendremos que echar mano de cuantos recursos se nos
ocurran, ya que no es algo que se pueda sistematizar. El punto de partida puede ser la
consulta de bibliografías generales y catálogos de bibliotecas.
A la vez, podrá hacerse además una búsqueda para intentar averiguar qué se está haciendo
(es decir, qué trabajos se están preparando) sobre el tema elegido. Es algo bastante difícil
aunque existen diversas publicaciones que podrían ayudarnos: Revistas de Facultades y/o
departamentos universitarios donde se da noticia, por ejemplo de los trabajos en curso (tesis
y memorias de licenciatura, proyectos de investigación); Revistas o boletines de
asociaciones relacionadas con el tema; Programas de congresos y reuniones profesionales;
Cursos de doctorado, de posgrado, seminarios especializados, etc.
Después de consultar estas y otras obras y cualquier recurso que se nos ocurra, estaremos
en condiciones de saber lo que existe sobre un tema y si hay algo similar a lo que queremos
hacer. Si se encuentra algo similar, tendremos que analizar la bibliografía anterior teniendo
en cuenta:
-su exhaustividad
-conocer si lo que existe tiene valor, es fiable, riguroso completo y suficiente -comprobar
-la falta de una bibliografía sobre algún asunto. Algún bibliógrafo, partiendo de cero puede
elaborarla y el resultado sería un repertorio completamente nuevo y sobre un tema inédito.
-una bibliografía completa, redonda e impecable, que puede considerarse definitiva (casos
poco frecuentes), aunque, en el fondo, siempre es posible efectuar correcciones o
adiciones
-una bibliografía rigurosa, hasta cierto punto suficiente, aunque con lagunas
-Una bibliografía relativamente completa pero hecha deficientemente, con malas y
esquemáticas descripciones, pocos índices, etc.
-una buena bibliografía, pero que por su fecha de publicación, ha quedado anticuada.
Según lo que encuentre el bibliógrafo, podrá actuar de diferentes maneras. Es posible, por
ejemplo:
∙ Crear
∙ Sustituir
∙ Completar
∙ Continuar
Una vez elegido el tema, podemos seguir con los siguientes pasos de la compilación
bibliográfica:
6. Volcar los registros en el soporte elegido para conformar el original, es decir, el cuerpo
bibliográfico
7. Confección de índices
e) Si la bibliografía tiene fascículos que aparecen periódicamente, estos deben editarse con
puntualidad para dar información sobre las obras recientes con bastante rapidez
∙ Debe comprender la importancia que tendrá la compilación, por lo tanto no debe duplicar un
trabajo ya realizado
∙ Recuerde que el trabajo será original si tiene obras nuevas o nuevos detalles en la descripción
la bibliografía
Publicadas:
No publicadas
Catálogos de bibliotecas (públicas, privadas, especializadas)
Bibliografías inéditas
∙ La investigación
Normas y modelos
Existen diferentes fórmulas y normas para la descripción bibliográfica cuyos contenidos han
ido variando a lo largo de los años, aunque siempre se han mantenido algunas constantes
que se repiten en todos los repertorios.
Los trabajos de la IFLA y de la ISO han sido fundamentales y han servido de pauta a los
organismos oficiales (bibliotecas nacionales, grandes centros bibliotecarios, agencias
bibliográficas) a la hora de redactar sus fórmulas para la descripción, a partir de las
recomendaciones de estos organismos, especialmente de la IFLA.
Definiremos el asiento bibliográfico como “el registro o descripción, de acuerdo con unas
normas, de una unidad bibliográfica o documental” (Reglas de catalogación); “Conjunto de
elementos que forman la ‘descripción bibliográfica’ y el ‘encabezamiento’ o
encabezamientos de un ‘documento’ para incluirlo en un catálogo o en una bibliografía”
(Norma UNE 50-113-91, Parte 5). Equivale, según la citada Norma UNE 50-113-91, Parte
5, a la expresión francesa “Notice bibliographique”. Recuérdese que la “unidad bibliográfica”,
según ALA, es cualquier “documento” susceptible de ser descrito, por ejemplo, un libro, un
artículo, un disco, un video, un recurso electrónico, etc.
La normativa tradicional
Entre las principales y más conocidas normas de descripción se encuentran la Norma ISO
690 y su equivalente, la Norma UNE 50-104-94, las ISBD correspondientes a los distintos
materiales, las instrucciones oficiales vigentes en diversos países como las Reglas de
catalogación españolas o las Anglo-American Cataloguing Rules. Todas ellas pueden
considerarse “oficiales” y emanadas de organismos o instituciones internacionales o
nacionales.
Hacemos una mención aparte para las normas ISBD para distintos materiales, en su edición
española, recordando que esta normativa está recogida en las Reglas de Catalogación
Angloamericanas que usted utiliza en la materia Descripción Documental.
Las normas de estilo están muy difundidas para ayudar en la redacción de textos científicos.
Las revistas científicas suelen solicitar que las citas se realicen según una norma de estilo,
por ejemplo APA, Chicago, etc.
Las más difundidas (y mejor consideradas por sus indicaciones bibliográficas) son, como ya
hemos mencionado:
-Estilo Harvard (Cambridge, Mass). Es el más antiguo, existe desde los años ’40. Se llama
oficialmente “Author-Data System” y hoy día es una normativa muy extendida. Consiste en
citar el autor y el año (de un trabajo consultado) entre el texto no bibliográfico. Al final, en la
lista de referencias bibliográficas aparece también como encabezamiento el autor y el año.
-Estilo Vancouver. Desde 1978, a partir de las referencias de la National Librry of Medicine.
Preparado por un grupo de directores de revistas médicas (que se llamó Grupo de
Vancouver), el “International Committee of Medical Journal Editors”. Un número en el texto
remite a la “ficha” que lleva ese número en la bibliografía final, dispuesta por orden de
mención en el texto. Para más información, consulte: Puerta López-Cózar, José Luis-Mauri
Mas, Assumpta. Manual para la redacción, traducción y publicación de textos médicos
(Barcelona, Edic. Científicas y Técnicas, 1994).
-Estilo de la Universidad de Chicago. La normativa está recogida en The Chicago manual of
style (14th ed. rev. Chicago: The University of Chicago Press, 1993)
-Estilo de la MLA (Modern Language Association). Sobre este “estilo” remitimos a los textos
de Joseph Gibaldi, donde se explica con detalle la normativa: MLA handbook for writers of
research paper (4th ed. New York: Modern Language Association of America,
1995) y MLA style manual and guide to scholarly publishing (2nd ed. New York: Modern
Language Association of America, 1998)
CBE (Council of Biology Editors). La normativa CBE está recogida en un extenso manual:
Council of Biology Editors (Bethesd, MD) Manual de estilo: guía para autores, editores y
revisores en el campo de la medicina y la biología. (Barcelona: Salvat, 1987), extenso y
sumamente minucioso en muchos aspectos, incluyendo el de la bibliografía.
Aunque algunos de los estilos están especializados en una materia, se pueden aplicar sin
ningún problema a referencias bibliográficas de cualquier tema.
De todas maneras, sea cual sea el sistema seleccionado para la descripción, no debemos
olvidar que según la norma ISO 690 no pueden faltar los siguientes elementos: autor, título,
lugar y año de edición. Estos son los datos mínimos, a los que puede y debe añadírsele
otros hasta llegar a conseguir descripciones más o menos complejas. Lo fundamental en la
descripción es que los datos que se ofrezcan (muchos o pocos) permitan identificar
claramente la obra.
Según las ISBD los elementos de la descripción se agrupan en las siguientes áreas
∙ Edición
∙ Descripción física
∙ Serie
∙ Notas
∙ Número normalizado
Estas partes o áreas pueden diferir de otros criterios de descripción, aunque todas son
bastante similares.
La determinación de los campos, junto con la puntuación prescrita en cada una de las
normas permite tener el “armazón” para incorporar los datos concretos del documento que
se está describiendo. Así, aplicando los campos establecidos en las ISBD y la puntuación
básica, tendríamos el siguiente armazón construido:
Notas.
Número normalizado
El armazón ya relleno y con su clásico punto de acceso o encabezamiento nos daría una
descripción así:
VALDÉS, Juan de
Tipos de asientos
Una vez hecha la descripción “externa”, por así decirlo, que puede ser simplísima o muy
compleja (dependiendo de las características del documento y/o de los criterios del
bibliógrafo), hay que decidir si se va a ofrecer algún dato sobre el contenido del documento
o sobre su valor o importancia. Por ese motivo, casi todos los textos teóricos sobre
metodología y elaboración de bibliografías distinguen hasta cuatro modalidades de
“asientos”:
∙ Enumerativos: se suele denominar asiento enumerativo al que proporciona los datos básicos
de una publicación
∙ Descriptivos: el asiento descriptivo es el que va más allá y ofrece una descripción externa
Hacer una bibliografía anotada supone añadir, después de la descripción “física” del
documento (tenga o no área de notas), unas palabras, unas líneas e incluso determinados
signos convencionales que permitan conocer el contenido del mismo, es decir, de qué trata
la obra descrita. Son, seguramente, las bibliografías más útiles y relativamente frecuentes
en áreas especializadas actuales.
Baraut, Cipriano. “En torno al lugar donde fue impresa la traducción castellana del Isaac De
religione de Bernardo Boil”, en Gutenberg-Jahrbuch, 1962, p. 171-178.
Baraut rebate la tesis de una posible imprenta en San Cugat (es decir, San Cucufate,
como figura en el texto incunable), demostrando que se trata de una impresión de
Juan Hurus en Zaragoza.
No es fácil establecer cómo debe ser una anotación que sirve de complemento a una
descripción bibliográfica. La “Guía para la preparación de resúmenes analíticos destinados
a la publicación” auspiciada por la UNESCO ofrece la siguiente definición de “anotación”
(que distingue del “resumen” y del “extracto”): “Una anotación es un comentario o
explicación breve acerca de un documento o de su contenido, o también una descripción
muy breve del mismo, a menudo añadida como una nota a continuación de la referencia
bibliográfica del documento”.
-Reproducir el índice de la obra. Esta sería una nota “mecánica”, en contraposición a las
notas “elaboradas”.
Ejemplo:
CASTELLI, Eugenio
ISBN 950-369-275-1
-Hacer una anotación mínima, compuesta por palabras clave, cuya variante sería la
indicación de los encabezamientos de materia o la notación de la CDU.
Ejemplo:
-Utilizar signos convencionales diversos, por ejemplo el uso de asteriscos [***] para señalar
la edad de los destinatarios de libros infantiles.
claro en el título. Por ejemplo, un título así: “Guía de lectura” requerirá una anotación que
explicite un poco mejor el contenido.
∙ Resumir la idea central del autor y su intención, o sea, señalar el alcance del tema ∙
tendencia y/o enfrentamiento. Por ejemplo, si sigue las ideas de determinado autor; si se
opone a las tesis de ese otro, etc.
∙ Indicar el nivel intelectual de la obra, para quién está dirigida, a quién puede ser útil (para
Las bibliografías críticas son difíciles de hacer porque el bibliógrafo ha de conocer bien la
materia de la que trata el documento e incluso conocer otros documentos sobre la materia
para poder encajar la obra que describe en el conjunto de lo que se ha escrito sobre el tema.
Las bibliografías críticas suelen ser muy elogiadas y resultan desde luego muy útiles cuando
el bibliógrafo es, además, experto en la materia del libro.
Para no caer en errores de subjetividad personal también es muy útil redactar la nota crítica
citando varias opiniones de distintos especialistas.
Es importante cuidar mucho el estilo de la crítica, elegir bien el vocabulario, aplicar con
propiedad los calificativos y evitar palabras vacías. Algunos términos muy generales que se
sugieren evitar son: “importante”, “espléndido”, “interesante”.
También pueden encontrarse algunos signos convencionales para señalar la importancia
de una obra en cuanto al contenido, tales como “○▲□”. Es algo parecido a lo que se usa
actualmente en repertorios de películas, donde se señala con asteriscos si la película es
regular [**], buena [***] o
*Es importante añadir a cada ficha el nombre de la institución donde se localizó la obra.
Alfabéticamente
Orden sistemático
Se utiliza cuando la bibliografía es extensa. Bajo cada división se arregla por autor y títulos.
Es indispensable insertar un índice para localizar autores, títulos y temas.
El orden cronológico
También se puede utilizar en relación a la fecha de publicación de las obras. Se usa para la
bibliografía de un autor.
Portada:
Título completo
Pie de imprenta
Prólogo:
Escrito por otra persona, consiste en el estudio sobre la personalidad del autor y méritos de
la obra.
Prefacio:
Tabla de materias:
Lista que señala las divisiones y subdivisiones más importantes que contiene la obra, con
Son herramientas que recogen las referencias bibliográficas de las bases de datos de
investigación (catálogos de bibliotecas, índices, bases de datos de revistas científicas, etc.),
o referencias propias del investigador tomadas de primera mano y permiten organizar las
citas y la bibliografía para proyectos o investigaciones. Además ayudan en la citación de sus
trabajos de investigación permitiendo la creación automática de citas, bibliografía y notas
al pie en distintos estilos.
EndNote Web
https://www.myendnoteweb.com/EndNoteWeb.html?returnCode=ROUTER.Unauthorized
& SrcApp=CR&Init=Yes
∙ Para crear una cuenta visite myendnoteweb.com
483d-9a62-4408d09f0574&groupId=793464
Zotero
En el campus encontrará otra guía e indicaciones para poder utilizar el software de forma
introductoria
Mendeley
Referencias bibliográfícas
-Anglo-American Cataloguing Rules. (2003). Prepared under the direction of the Joing
Steering Committee for Revision of AACR, a committee of the American Library
Association. 2nd. Ed., 2003 update. Chicago, American Library Association.
-García Zorita, C. (coord). (2013). Uso ético de la información: citación y bibliografía. En
Pacios Lozano, A. R. (coord). Técnicas de búsqueda y uso de la información. Madrid:
Editorial Centro de Estudios Ramón Areces. Cap. 2.
-Krummel, D. W. (1993). Bibliografías: sus objetivos y métodos. Madrid: Fundación Germán
Sánchez Ruipérez. 220 p.
-Medina, C. (2018). Tutorial de Zotero: gestor bibliográfico. La Plata: ISFDyT Nº 8. -
Robinson, A.; Meredith L. (1992). Introducción a la bibliografía: guía práctica para trabajos
de descripción y compilación. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992. 162 p.
-Referencias bibliográficas: contenido, forma y estructura. (1999). Norma Española UNE
50-104-94. Equivalente a ISO 690: 1987, Madrid: Aenor. Reproducida en: Documentación.
3ª. ed. Madrid: AENOR, 1999.
-The University of Chicago. (1993). The Chicago manual of style. 14th ed. rev. Chicago:
The University of Chicago Press.